Está en la página 1de 3

LA INCORPORACIÓN DE GÉNERO EN UN PROYECTO DE MANEJO FORESTAL EN

BOLIVIA
Graciela Zolezzi Chocano, APCOB 1

El proyecto “Manejo forestal sostenible del pueblo indígena chiquitano de Lomerío”, es diseñado en
1984 por la institución no gubernamental APCOB, que alentaba la defensa de tierras, el control sobre los
recursos naturales y derechos de los pueblos indígenas de las tierras bajas de Bolivia. APCOB asumió el
desafío de involucrarse en un proyecto de largo aliento, con una estrategia legal para la consolidación
territorial mediante la intervención, en dicho territorio indígena, de un manejo racional de bosques enfocado
en el aprovechamiento comercial de la madera, complementado con programas agrícolas y pecuarios, y apoyo
a la organización étnica.

Una seria omisión

El enfoque de género no aparecía como una propuesta teórico-metodológica, pero identificaba como
un grupo meta particular a las mujeres, planteándose el objetivo de propiciar entre ellas su organización
intercomunal, atender su capacitación en la esfera productiva y considerar el factor cultural en su condición de
mujer indígena chiquitana.

La primera etapa del proyecto tuvo importantes logros, que merecieron el reconocimiento nacional e
internacional de agentes de desarrollo, constituyéndose en ejemplo de manejo participativo de bosques en
Bolivia, con más de 7000 hectáreas bajo manejo efectuado por técnicos indígenas capacitados y comuneros.
Incluso, obtuvo el “Sello Verde”, que acredita el manejo sostenible de sus bosques.

Sin embargo, no se tomó en cuenta a la mujer, cuyo papel ha sido secundario en el proceso de defensa
legal territorial y en el manejo comercial maderable que han dominado la intervención de las acciones de
desarrollo. Las fuertes presiones y conflictos con los agentes externos y el Estado han sido asumidos por la
organización intercomunal, donde la presencia y participación de las mujeres se ha dado en forma aislada, y
no orgánicamente. Además, conflictos con autoridades religiosas influyentes en la vida social y política de las
comunidades, y en particular sobre las mujeres, dificultaron su organización.

La planificación a niveles intercomunales y la discusión de problemas que privilegiaron los espacios


formales y públicos, se tradujo en un real impedimento para la participación de las mujeres en la toma de
decisiones. También factores culturales marginaron a las mujeres del trabajo de manejo, que requiere la
permanencia en el monte, la tala de árboles y el trabajo de transformación, roles no propios de las mujeres.
Consecuentemente, los beneficios directos generados por la intervención del proyecto sólo han favorecido el
empleo y la capacitación de los hombres.

Enmendando el error

Posteriormente, desde 1992, APCOB ha adoptado la política de género para el empoderamiento de las
mujeres indígenas, adaptando y elaborando herramientas para la planificación y seguimiento de proyectos con
indicadores de proceso e indicadores específicos por líneas de intervención (agrícola, pecuaria, plantaciones,
1
Graciela Zolezzi es responsable del área de Sistematización de la organizacion no gubernamental Apoyo Para el Campesino
Indígena del Oriente Boliviano, con sede en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, institución que trabaja con la pueblos indígenas del
departamento de Santa Cruz desde 1980. APCOB cuenta con el apoyo de HIVOS, OXFAM América y el SNV, para la ejecución del
proyecto presentado. Este documento ha sido elaborado tomando como base informes internos producidos por Annette Evertzen,
cooperante del SNV, Asesora de género de APCOB, y Kristina Baumkamp, responsable de género del proyecto Lomerío, y con
información obtenida personalmente en una investigación reciente sobre violencia y justicia comunitaria.
2
etc.), que actualmente están siendo aplicadas en su proyecto quinquenal iniciado en enero de 1997. Este
nuevo enfoque incluye la capacitación en “género y desarrollo” al personal de APCOB y a sus contrapartes
indígenas, para unificar criterios y proveer al personal con métodos y técnicas de trabajo para la capacitación
y extensión con enfoque de género.

El enfoque de empoderamiento se dirige a los indígenas en su condición de tales, y a las mujeres


en particular, combinando un enfoque de género transversal, que cruza todos los ámbitos del proyecto, y otro
específico para abordar la problemática de género femenina. No se pretende incorporar a las mujeres en todas
las actividades del manejo de recursos, o en las actividades productivas, sino en sus demandas específicas,
evitando profundizar las brechas entre hombres y mujeres en lo que se refiere al control de los recursos, la
participación política y las oportunidades de capacitación.

El sistema productivo de los chiquitanos es de roce y quema dentro del bosque, y está basado en la
producción agrícola de maíz, arroz, frijol, yuca y plátano, para el consumo, y la producción de maní para
la venta. La división de trabajo por género en las comunidades chiquitanas es complementaria, pero
desbalanceada, y la carga de trabajo recae fuertemente sobre las mujeres, tanto jóvenes, adultas y niñas, y
en menor grado en las ancianas.

La posición de la mujer como mujer-madre está presente en los valores compartidos por los
chiquitanos, pero no le otorgan prestigio, y el reconocimiento de su ardua labor agrícola no está
acompañado de una real capacidad de decisión sobre los productos. En el ámbito público, ellas
experimentan vergüenza para hablar y expresarse, pues no están acostumbradas a presentarse como
interlocutoras en los espacios comunales, tanto de cara a la gente de su propio pueblo, como ante agentes
externos. Las mujeres perciben que no se les valora como personas, que no hay un reconocimiento hacia
ellas como mujeres. y que su posición de dependencia y subordinación pasa del padre hacia el marido. No
ejercen funciones que conlleven autoridad y prestigio en su sociedad, aunque en los últimos años se nota
alguna participación en cargos sociales de la comunidad.

Un camino recién andado

Las dificultades de la aplicación del enfoque de género en el proyecto se ubican tanto en el plano
de la gerencia de proyecto como en el plano social, derivado de la situación de las mujeres y las
condiciones de género que determinan su posición de subordinación. Estos son los retos que está
asumiendo APCOB, en el marco del proyecto. Los avances tienen un ritmo más lento que lo deseado. La
alerta de género se está incorporando progresivamente en todas las etapas del proyecto, para evitar
impactos negativos sobre las mujeres.

El procedimiento adoptado es el de diagnósticos participativos con herramientas para visualizar


la división del trabajo por género, el acceso y control sobre recursos, la toma de decisiones a nivel
familiar y comunal, y la participación de las mujeres. Este diagnóstico sirve de estudio base de la
situación de las mujeres y, al mismo tiempo, permite levantar sus demandas. También responde a los
objetivos de género planteados por APCOB, y de esta manera proporciona indicadores para el
seguimiento.

Sin embargo, éstos aún no están plenamente incorporados en el sistema institucional, por lo que se
hace necesario incluirlos en los informes bimensuales del proyecto y tratarlos con mayor rigurosidad en el
momento de la planificación de actividades. Los problemas de gerencia de proyectos se relacionan con
dificultades en la selección y capacitación permanente de personal, la tensión entre la ejecución y la
exigencia de resultados tangibles de los programas ,y el ritmo lento del proceso participativo.

Un taller interno, realizado últimamente para analizar el avance en la aplicación del enfoque de
género, constató que estamos en una etapa inicial, puesto que la mayor parte de las intervenciones se
3
restringen a las esferas agrícola y hortícola, con algunos avances en lo que se refiere a plantaciones no
maderables.

También podría gustarte