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Ventilación

Mecánica
Libro del Comité de Neumotiología
Crítica de la SALI

29 EDICIÓN

G uillerm o R . Chiappero
l-.spccialisia en Terapia Inicnsiva. Neumonología y Medicina Inierna
Docente Adscripto de Medicina Interna. Universidad de Buenos Aires
Sulidirector de la Carrera de Médico l-specialisla en Medicina ( t ilica \ Terapia
Intensiva. Hospital General de Agudos Dr. J . A . remande/. U B A - S A T I
l’ioicsor Titular de Medicina de Emergencias. Universidad Abierta Interantericana
Instructor IC C S . A C I.S- A H A . l-'DM
M edico tic Terapia Intensiva. Hospital General de Agudos l)r. J. A . T-ernánde/.
Buenos Aires
lele del Departamento de Terapia Intensiva. Hospital Universitario. Universidad
Abierta Inlcramerieana

Fernando V illarejo
lispecialista en Cuidados Intensivos \ Medicina Interna
I tócenle Adscripto de Medicina Interna, Universidad de Buenos Aires
lele tle Trabajos Patéticos de Medicina Inierna. Universidad de Buenos Aires
Instructor IC C S . I-'DM
Medico tic Planta, U C I. Hospital Nacional ProT. Alejandro Postulas
lele de la U C I. C línica Olivos. Provincia de Buenos Aires

lll I N O S A IK I S B O G O T A C A K A C A S M A D R ID M liX IC O PO R K ) A l T G R I•
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2" e d i c i ó n . m a y o d i' 2(11(1
I'1 r e im p r e s ió n d o la 2 ' e d i c ió n . n o v i e m b r e d o 2 0 1 1

L o s cdilores han hecho lodos los esfuerzos para lo ca liz a ra los poseedores del copyright ilel m alerial l’uenle utilizado. Si
inadvertidamente hubieran om itido alguno, con gusto harán los arreglos necesarios en la prim era oportunidad que se les p re­
sente para tal fin.

G ra c ia s p o r co m p r a r e l o rig in a l. E ste lib ro e s p ro d u cto d el e sfu e rzo d e p ro fe sio n a les co m o u sted , o d e su s p rofe­
C o lab o rad o res
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d ere ch o s in telectu ales.

La s ciencias de la salud están en permanente cambio. A medida que las nuevas investigaciones y la experiencia clín ica am ­
plían nuestro conocim iento, se requieren modificaciones en las modalidades terapéuticas y en los tratamientos farmacoló­ Ja v ie r H. Álvarez
gicos. L o s autores de esta obra han verificado toda la inform ación con fuentes confiables para asegurarse de que ésta sea
Medico de Planta de la U C I, Hospital Universitario Austral
com pleta y acorde con los estándares aceptados en el momento d e la publicación. S in embargo, en vista de la posibilidad
d e un error humano o de cam bios en las ciencias de la salud, ni los autores, ni la editorial o cualquier otra persona im plica­
Miembro del Comité de Neumonología Crítica, S A T I, Buenos Aires
d a en la preparación o la publicación de este trabajo, garantizan que la totalidad d e la información aquí contenida sea exac­
ta o com pleta y no se responsabilizan por errores u omisiones o p or los resultados obtenidos del uso de esta información.
S e aconseja a los lectores confirm arla con otras fuentes. P o r ejemplo, y en particular, se recom ienda a los lectores revisar el ( arlos Apczteguía
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rrecta y que no se hayan producido cam bios en las dosis sugeridas o en las contraindicaciones para su administración. E s ­
Posadas, Provincia de Buenos Aires
ta recomendación cobra especial im portancia con relación a fármacos nuevos o de uso infrecuente.

( laudia Bcrrondo
ESPA Ñ A
Quintanapalla N ° 8, Planta 4-' (28050) - Madrid, F,spaña Pediatra Especialista en Cuidados Intensivos (S A T I- U B A ). Neumonóloga, U B A
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Niños Ricardo Gutiérrez, G C B A
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Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva, Clínica M odelo de Morón, Provincia de
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Miguel A . Blasco
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Médico Especialista en Cuidados Intensivos, Neumonólogo
Médico de la U C I, Hospital Británico de Buenos Aires
Coordinador de la U C I, Clínica Olivos, Provincia de Buenos Aires
ISBN : 978-950-06-0901-2 IM P R E S O E N L A A R G E N T IN A

Andrea Canepari
Especialista en Kinefisiatría en Cuidados Críticos, SAT1-USAM
Kinesióloga de Guardia, Hospital General de Niños Ricardo Gutiérrez, G C B A
C hu tp p ero , G u ille rm o R. Instructora y Docente del Taller de Ventilación Mecánica Pediátrica, SA T I,
V entilación m ecánica: L ibro de l C o m ité Buenos Aires
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1. N c u m onología. 2. V entilación M arcelo T. de A lv e a r 2145 - Buenos Aires - Argentina
Licenciada en Enfermería
M ecánica. 3. A sisten cia R espiratoria.
I. V illarejo, F e m an d o II. T ítu lo
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C D D 6 1 5.836 en Lalingráfica. Rocamora 4161. Buenos Aires. Argentina Lucero, Bah ía Blanca
Enfermera Especialista en Cuidados Críticos, SA T I, Buenos Aires
Instructora Curso EC C -SA T I
2" e d ic ió n , m u y o d e 2 0 1(1
I* re im p re s ió n d e la 2* e d ic ió n , n o v ie m b r e d e 2 0 1 1

I .os editores han hecho lodos los esfuerzos para localizar a los poseedores del copyright del material fuente utilizado. Si
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Las ciencias de la salud están en permanente cambio. A medida que las nuevas investigaciones y la experiencia clínica am­
plían nuestro conocimiento, se requieren modificaciones en las modalidades terapéuticas y en los tratamientos farmacoló­ Javier H. Álvarez
gicos. Los autores de esta obra han verificado toda la información con fuentes confiables para asegurarse de que ésta sea
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completa y acorde con los estándares aceptados en el momento de la publicación. Sin embargo, en vista de la posibilidad
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Se aconseja a los lectores confirmarla con otras fuentes. Por ejemplo, y en particular, se recomienda a los lectores res istir el
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prospecto de cada fármaco que planean administrar para cerciorarse de que la información contenida en este libro sea c o­ ( onsultor en Medicina Intensiva Respiratoria, Hospital Nacional Prof. Alejandro
rrecta y que no se hayan producido cambios en las dosis sugeridas o en las contraindicaciones para su administración. E s ­
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ta recomendación cobra especial importancia con relación a fármacos nuevos o de uso infrecuente.

<'laudia Berrondo
ESPAÑ A
Quintanapalla N "8. Planta 4' (28050) - Madrid, España Pediatra Especialista en Cuidados Intensivos (SA TI-U BA ). Neumonóloga, U B A
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Andrea Canepari
Especialista en Kineiisiatría en Cuidados Críticos, SA T I-U SA M
Kinesióloga de Guardia, Hospital General de Niños Ricardo Gutiérrez, G C B A
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Ventilación m ecánica: L ibro del C om ité Buenos Aires
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de N eunionología C rítica de la SATI /
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O 2010 E D IT O R IA L M É D IC A P A N A M E R IC A N A S .A .C .E Kabiana Ciccioli
1. N eum onología. 2. Ventilación M arcelo T. de Alvear 2145 - Buenos Aires - Argentina
I licenciada en Enfermería
M ecánica. 3. A sistencia R espiratoria.
I. V illarejo. Fem ando II. T ítulo
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Enfermera Especialista en Cuidados Críticos, SATI, Buenos Aires
Instructora Curso ECC-SATI
V III C o l a b o r a ! M)Kis

Norberto T irib elli


Terapista Físico. Especialista en Kinesiología en el Paciente Crítico Prólogo
Coordinador de la Carrera de Especialización en Kinefisiatría Respiratoria Crítica
y Terapia Intensiva. U N SA M -SA T I
Vocal del Capítulo de Kinesiología en el Paciente Crítico. SAT1
Hospital Churruca-Visca I a ventilación mecánica es la técnica utilizada con mayor frecuencia en el trata-
Hospital General de Agudos Donación F. Santojanni. Buenos Aires "liento de los pacientes internados en las unidades de terapia intensiva. De acuerdo
on ello, los equipos para su aplicación son cada vez más sofisticados, capaces de
M arian a C . Torre in ccr grandes posibilidades y adaptarse a los pacientes más complejos. Esto, que
Licenciada en Enfermería ni iluda es una ventaja, es a la vez un inconveniente y un peligro si los responsa­
Enfermera de Terapia Intensiva. Hospital Em ilio Ferreyra. Necochea bles de su manejo no conocen profundamente sus características. L a ventilación
Enfermera Especialista en Cuidados Críticos. SA T I mecánica resulta salvadora para muchos enfermos pero, al mismo tiempo, una apli-
Instructora del Curso ECC -SA TI. Buenos Aires •i' ion inadecuada puede 110 sólo ser lesiva, sino llegar a ser la causa de una evolu­
ción mortal.
F.lsio S. Turchetto
Por ese motivo, el aprendizaje adecuado del funcionamiento de los ventiladores,
Médico Especialista en Terapia Intensiva
Integrante del Comité de Neumonología Crítica. SA T I. Buenos Aires las indicaciones para el inicio y el mantenimiento de la ventilación mecánica y los
pasos correctos para su retiro lo antes posible son una responsabilidad ineludible de
Ricardo Valentini lodos aquellos que han de tratar a los pacientes que requieren ayuda para lograr una
Jefe Servicio de Terapia Intensiva. C E M IC ventilación eficaz. La correcta adaptación del ventilador al paciente y de este a las
Profesor Asistente de Medicina. Instituto Universitario C E M IC . Buenos Aires posibilidades que ofrece la máquina, tan sólo va a ser posible si se conocen tanto
las características de la patología que se enfrenta como las opciones que brinda el
YValter D. Vázquez aparato. Además, hay que estar dispuesto a permanecer el tiempo que sea necesario
Especialista en Terapia Intensiva a la cabecera del paciente para lograr su perfecta adaptación al ventilador.
Miembro del Comité de Neumonología Crítica. SA TI L 11 los últimos años se han publicado numerosos estudios, ya sea dedicados a la
Jefe de Terapia Intensiva. Hospital Español de Mendoza. Buenos Aires
lisiopatología. como ensayos clínicos sobre aspectos fundamentales de la ventila-
. ión mecánica invasiva y 110 invasiva. La lectura detenida de cada uno de ellos, y su
N ilda Vidal
Especialista en Terapia Intensiva Pediátrica (U N L P ) aplicación correcta y ponderada, es una responsabilidad no siempre fácil de incor­
M édica de Planta de la Sección Terapia Intensiva Pediátrica. Hospital Nacional porar a la práctica diaria. Por ello, el presente volumen y el curso al que corres­
Prof. Alejandro Posadas. Provincia de Buenos Aires ponde constituyen una excelente herramienta que facilita un aprendizaje sencillo y
Secretaria. Instructora y Docente del Taller de Ventilación Mecánica. SA TI. bien estructurado. E l grupo que lo ha llevado a cabo está conformado por un equi­
Buenos Aires po de especialistas de prestigio, varios de los cuales son considerados investigado­
res de referencia en esta área del conocimiento, lo que es. por cierto, un aspecto
Fernando Villarejo fundamental para que el aprendizaje resulte eficaz. A sí. pues, podemos estar satis­
Especialista en Cuidados Intensivos y Medicina Interna fechos de que un nuevo volumen con estas características se ponga a disposición de
Docente Adscripto de Medicina Interna. Universidad de Buenos Aires
todos aquellos que requieren esos conocimientos para mejorar la supervivencia de
Jefe de Trabajos Prácticos de M edicina Interna, Universidad de Buenos Aires los pacientes.
Instructor FC C S-FD M
Médico de Planta de la U C I. Hospital Nacional Prof. Alejandro Posadas
Andrés Esteban
Jefe de la U C I. C línica Olivos. Provincia de Buenos Aires
Doctor en Medicina, Universidad Complutense de Madrid
Jefe del Servicio de Cuidados Intensivos y Grandes Quemados.
Dam ián A . Violi
Médico Intensivista. Director del Comité de Neumonología Crítica. SA TI Hospital Universitario de Getafe, España
H IG A Dr. Luis Güemes. Haedo. Provincia de Buenos Aires
Prefacio de la segunda edición

l-sic lihro constituye una herramienta especialmente orientada a satisfacer las cre-
1i. ules demandas de enfermeros, kinesiólogos y profesionales de diversas especialida-
I' médicas relacionadas con el cuidado de los pacientes críticos.
4ll*S

Su contenido discurre por aspectos teóricos diversos: I ) fisiología respiratoria apli-


.ula a la ventilación mecánica; 2) materiales e implementos tecnológicos necesarios
l n a su práctica; 3) diferentes modos, convencionales y no convencionales, disponibles
paia ventilar a los pacientes; 4) estrategias específicas para sostener con eficacia el
•|H»vo ventilatorio de diversas patologías que conducen a la insuficiencia respiratoria
piave: >) monitori/ación de distintos aspectos del paciente ventilado, con el objetivo
d. comprender mejor su mecánica y fisiopatología; 6) conductas sobre aspectos rela-
1'"nados con la separación del paciente del ventilador. Es decir, este libro comprende
la mayoría de los temas que interesan a quienes deben encarar el difícil proceso de
entender, indicar, sostener y concluir el apoyo ventilatorio mecánico de pacientes espe­
d io s y los propone con un formato dinámico y sumamente actualizado.
I n un intento de superar ediciones anteriores, se han incluido algunos temas y pro-
iimdi/ado otros, como: I ) ventilación no invasiva, estrategia cada vez más utilizada en
l.i práctica diaria: 2) interacción paciente-ventilador, con el objetivo de evitar recurrirá
la sedación y reducir el tiempo de apoyo ventilatorio; 3) interacción corazón-pulmón
n el paciente ventilado; 4) utilización de sedación y analgesia en el paciente crítico,
poniendo énfasis en el riesgo de su uso y la necesidad de protocolizar juiciosa y críti-
."líenle su implementación: 5) prevención de la neumonía asociada con la ventilación
mecánica y 6) aspectos específicos de los cuidados del paciente ventilado y considera-
iones pediátricas en la práctica de la asistencia ventilatoria.
I n fin, una herramienta que juzgamos completa, actualizada y superadora para res­
ponder los interrogantes habituales de los operadores que deban introducirse en la
p ú d ica de la ventilación mecánica o de quienes, ya experimentados en el tema, bus­
quen un elemento de consulta y actualización.
, Es posible lograr este objetivo desde un plano teórico solamente? Desde luego que
i" > l’or ello, este libro es el complemento necesario e irremplazable del Curso de ven­
tilación mecánica organizado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, que se
desarrolla desde hace años en nuestra región, completando así su excelente disponibi-
lidad.
( íbjetivos ambiciosos los de este libro, sin duda. Fiscales inapelables, los lectores
.abrán reconocer, con la comprensión que deviene de su lectura, el cumplimiento segu-
ii* (lc aquellos objetivos, a través de la evolución favorable de los pacientes ventilados,
apoyados con firmeza en los conceptos vertidos desde estas páginas.

Comité de Neumonología Crítica


Sociedad Argentina de Terapia Intensiva
Prefacio de la primera edición

Debido a la influencia de los recientes avances tecnológicos y a la proliferación


exponencial del conocimiento médico en los temas atinentes a la Neumonología
( rítica, se observó en el último tiempo un creciente interés sobre la temática relacio-
n ida con los cuidados respiratorios en pacientes críticos. En medicina intensiva, el
nnpo de la ventilación mecánica evidencia claramente que la forma de aplicación de
una técnica -imprescindible para el sostén de funciones vitales- es determinante de
l.i evolución del paciente. Es prueba de ello la contundente demostración de que deter­
minados métodos de ventilación son capaces de mejorar sensiblemente la supervi­
vencia del paciente tratado por asma aguda o por distrés respiratorio agudo. Es
n .. osario, entonces, obtener el máximo beneficio del empleo de la ventilación mecá-
ni. a. evitando los riesgos de causar el daño que la misma conlleva.
I a mejor aplicación de esta valiosa herramienta requerirá el conocimiento de la
fisiología y fisiopatología respiratoria (y de cómo la ventilación mecánica las modifi-
. ai. de las patologías que afectan a nuestros pacientes, de las características tecnoló-
i. a s de los equipos que se utilizan y de los modos y programación más adecuados a
las distintas situaciones que el paciente crítico presenta.
I os respiradores se han transformado en equipos capaces de proveer ventilación de
II lanera sencilla o sofisticada, y también en complejos instrumentos que permiten
plorar funcionalmente el sistema respiratorio y vigilar las variables que se requie-
ii Adquirir las habilidades para su utilización permite profundizar el conocimiento
d. la situación fisiológica del paciente y aplicar las medidas de manejo correspon­
dí. lites para lograr el mejor resultado.
I >csde hace algunos años el Comité de Neumonología Crítica de la Sociedad
\i •entina de Terapia Intensiva (S A T I) impulsó la realización de un curso de ventila-
i. .«i mecánica en el convencimiento de que resulta fundamental que el intensivista -
medico, kinesiólogo / terapista respiratorio y enfermera- adquiera los conocimientos
' eos y el entrenamiento práctico necesarios para alcanzar los mejores resultados
i' !•' provisión del cuidado que el paciente crítico requiere. Resulta evidente la exis-
i n. 1.1 de una brecha entre el ávido requerimiento de información adecuada por parte
i. mi gran número de intensivistas y la disponibilidad de recursos y la accesibilidad
<l i información en este campo.
i oh un proyecto definido, el Comité culminó la puesta en marcha de un "Curso
i. "ii. o práctico de ventilación mecánica", organizado con un formato dinámico que
luye una fuerte actividad con respiradores y simuladores a fin de abarcar con
pliiiid los aspectos de aplicación. E l Curso se estructuró con las ideas, los conoci-
Menlos, la capacidad didáctica, la práctica en terreno y el entusiasmo del cuerpo
ule integrado por los médicos, kinesiólogos y bioingenieros integrantes de
1 ■■niilc* Resulto significativa la contribución de la industria y la valiosa crítica de los
ios y la ilc experimentados intensivistas integrantes de la SA T I que se avinieron
. i. a h / a i e l ( 'tuso.
X IV P r e f a c io d i l a p r im e r a edic ió n

Este manual es el instrumento -pulido y mejorado por la experiencia- de su desa­


rrollo teórico. Su enfoque se dirige a actualizar los temas de ventilación mecánica,
Presentación del libro
haciendo hincapié en los conocimientos que han logrado la demostración de su efec­
tividad en la práctica y han adquirido así la condición de standardof'catre. Estos cono­
cimientos han sido tamizados por la experiencia de especialistas argentinos con el fin /-"S hombres gozan de poca inform ación acerca de los m óviles profundos de
mi u n id a cta ”.
de amalgamar la rigidez científica de las publicaciones con la realidad de lo posible
Jorge L. Borges. Otras inquisiciones
en la práctica diaria de las U C I. considerando sus diferentes niveles de complejidad.
Tenemos la seguridad de que este manual, que viene demostrando su utilidad para
los alumnos como apoyo estructural y teórico del curso del Comité de Neumonología La ventilación mecánica (V M ) con presión positiva a través de un tubo endotra-
Crítica, resultará un valioso auxiliar para los integrantes del equipo de salud y contri­ queal, como estrategia de tratamiento destinada a enfermos con insuñciencia respira-
buirá así a conseguir mejores resultados en la atención del paciente crítico. lona. fue introducida a fines de la década de 1950. Si bien había habido experiencias
prev ias con algunos aparatos de apoyo ventilatorio, estos no empleaban la intubación
Comité (le Neumonología Crítica ondotraqueal ni la generación de presión positiva (pulmón de acero, por ejemplo),
Sociedad Argentina de Terapia Intensiva lambién existía, como antecedente cercano, el apoyo ventilatorio practicado durante
la anestesia quirúrgica; en este caso la asistencia ventilatoria se establecía por corto
iicmpo y. en general, a pacientes sin patología respiratoria previa.
A partir de la década de 1960. la V M adquiere relevancia y su popularidad coinci­
de temporalmente con la publicación de la definición del síndrome de dificultad res­
piratoria aguda (S D R A ) en 1967 y con la inclusión de áreas de cuidados críticos en
la mayoría de los hospitales generales, en los que se asistían pacientes con requeri­
miento de apoyo ventilatorio mecánico.
Comienza entonces un auge creciente, que alcanza nuestros días, en lo que respec­
ta a tipos de ventiladores, diferentes e innovadoras tecnologías, e incorporación de
nuevas estrategias ventilatorias. lo cual ha determinado que. en los albores del siglo
\xt. la versatilidad y las disponibilidades de los ventiladores sean tan variados y com­
plejos que ya casi no se asemejan a los utilizados a mediados del siglo pasado.
Que la práctica inicial de la V M con presión positiva e intubación traqueal haya
sido heredada, en parte, de lo realizado por los anestesistas a los pacientes en la sala
«le operaciones, nos ha legado algunas modalidades que son propias y adecuadas para
los enfermos que requieren el método por escaso tiempo (la duración de determina-
«las cirugías), pero que pueden resultar inadecuadas y en cierto punto peligrosas, en
cuanto a la implementación de la técnica, para quienes la necesitan por períodos más
prolongados y padecen de patología pulmonar, a veces grave y heterogénea en su dis­
tribución. De ahí que la elección del modo ventilatorio, el volumen corriente ideal o
el uso de sedación e, incluso, la relajación muscular farmacológica, prácticas corrien­
tes en el ámbito anestesiológico. no sean recomendables para enfermos ventilados
lucra del área del quirófano, como son los pacientes que se considerarán en los capí­
tulos de este libro.
Recién en 1993. una conferencia de consenso puso en evidencia que la aplicación
«le la V M . a casi treinta años de su inicio, se basaba principalmente en recomenda­
ciones de expertos, más que en estudios científicos calificados que avalaran su uso.
Finalmente, a fines de la década de 1990. comenzaron a establecerse algunas cer­
tezas más contundentes, desde el punto de vista de la evidencia científica, en especial
en las áreas de la V M del SD R A y en el proceso de separación del paciente del ven­
XVI P r e s e n t a c ió n d e l l ib r o I*KI SI NIAt ION 1)11 LIBRO X V II

tilador. E s también en estos años cuando se publican abundantes trabajos relaciona­ Sin duda, habrá aspectos importantes que escapan a los objetivos planteados, como
dos con el uso de la ventilación mecánica no invasiva ( V N I). la profilaxis de la infec­ Im dilemas éticos que se desprenden del uso de una técnica extraordinaria de mante-
ción relacionada con la neumonía asociada a la V M y la fisiopatología de las culo de vida. Quienes la implementan en su práctica diaria reconocerán este
enfermedades respiratorias que determinan la necesidad de V M . que modifican de I Minio inseparable de los objetivos de este manual. No es posible, ni se pretende aquí,
manera sustancial la manera de implementar el tratamiento ventilatorio de la insufi­ aban ai lales aspectos, por demás complicados, que quedarán librados al sentido
ciencia respiratoria grave de diversas causas. . •>miin. y al contexto social, técnico y económico del lector.
A sí, con respecto a la V M en enfermedades obstructivas graves, en especial el asma I loy prologamos este libro, pasados poco más de cincuenta años desde la fatal epi­
grave, se produjeron cambios importantes en los objetivos propuestos, de modo que demia de poliom ielitis que provocó, en Europa, cientos de muertes por insuficiencia
hacia fines de los años ochenta se ventilaba con la intención de lograr objetivos fisio­ w iiidaloria. En la ciudad de Copenhague, atónito por la irreversibilidad de la evolu-
lógicos (normocapnia), mientras que a partir de algunas publicaciones, se comenzó a . uní de los pacientes afectados, en su mayoría niños. Bjorn Ibsen. un anestesista del
privilegiar la protección pulmonar y la estabilidad hemodinámica. aun permitiendo la Hospital Blegdams. intentó insuflar aire con presión positiva manual a través de una
generación de hipercapnia. . .ínula de traqueoslomía con balón, a una niña de 12 años, víctim a de una grave insu-
Se reconoció, asimismo, que la práctica de las técnicas ventilatorias con presión ln icncia ventilatoria. La niña logró sobrevivir y desde entonces hasta nuestros días.
positiva se asociaba con una morbimortalidad elevada y que su utilización sin consi­ . l e n t o s de enfermos se beneficiaron con el método innovador.

derar estrategias ventilatorias particulares para cada patología, sin establecer pautas Muchos aspectos de la V M han evolucionado desde 1950 y todos ellos son aquí
de profilaxis de las infecciones respiratorias relacionadas, de manejo adecuado de lema de análisis. E l objetivo final, preservar la vida hasta recuperar la función altera-
interacción ventilador-paciente, y sin tener como objetivo la separación del paciente d.i transitoriamente, continúa inalterable a través del tiempo.
del apoyo ventilatorio ni bien las condiciones clínicas lo permitieran, podía, a su vez. I speramos que este manual resulte una herramienta útil para lograrlo.
incrementar en gran medida esa morbi mortal ¡dad. Las normativas relativas a estos
aspectos son habituales ahora en la mayoría de las unidades respiratorias y este
Fernando Villarejo
manual las considerará vehementemente.
Guillermo Chiappero
De este modo, a fines de la década de 1990 y a principios del nuevo siglo, se pro­
dujo la irrupción de abundante bibliografía respecto de temas vinculados a la prácti­
ca de la V M . que debemos digerir y procesar en el contexto de la escasa vida que la
modalidad tiene desde sus comienzos hasta la actualidad.
Esto conlleva la necesidad imperiosa de acercar el conocimiento a los iniciados en
la práctica de los cuidados respiratorios, con la suficiente ecuanimidad y prudencia
como para que el proceso sea eficiente y poco riesgoso. Para ello, se deberán recono­
cer objetivos claros por considerar en todo paciente sometido a V M . H ay que cono­
cer las múltiples estrategias con las que hoy contamos para cum plir con tales objetivos
y. a la vez. es perentorio conocer y valorar la información variada y controvertida para
implementar, en la práctica, la V M de los pacientes críticamente enfermos.
Estos son, en sí mismos, los objetivos principales de este texto. Enfatizamos que la
imple-mentación de las prácticas ventilatorias no puede ni debe limitarse al conoci­
miento de lo establecido en las líneas de un libro. Por ello, desde hace ya diez años,
este manual es el complemento necesario, pero no el fin en sí mismo, de los objetivos
educacionales del Curso teórico-práctico de ventilación mecánica, puesto en marcha
por el Comité de Neumonología Crítica dependiente de la Sociedad Argentina de
Terapia Intensiva, en el que se conjugan los conocimientos teóricos imprescindibles,
insertos aquí, con actividades prácticas y discusión de pacientes, que permiten a médi­
cos, kinesiólogos y enfermeros, ávidos de conocimientos referidos al tema, acercarse
a una comprensión integral y completa de la teoría y práctica de la V M en el pacien­
te crítico.

Indice
P r ó l o g o ix

P r e f a c io d e la s e g u n d a e d ic ió n xi

P r l e a c io d e la p r i m e r a e d i c i ó n x iii

P r e s e n t a c ió n d el l ib r o xv

P a r t e I: G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía 1

C a p ít u l o 1
I isiología respiratoria aplicad a a la ven tilació n m ecánica 3
( .irlos A pezleguía y C arlos Bevilacq u a

C a p ít u l o 2
M ecanism os de intercam bio gaseoso anorm al 29
/ Usa Estenssoro v Fernando Ríos

C a p ít u l o 3
C lasificació n y bases tecnológicas de los ventiladores 43
( iab riela R ap ari

C a p ít u l o 4
Interfaces paciente-ventilador 59
M arian o Sellen , Roger Rodrigues La M o g lle y N orberto T irib elli

C a p ít u l o 5
M o n ito rizació n del paciente ven tilad o 93
Sergio F. G ian n asi

C a p ít u l o 6
In teraccio n es cardiopulm onares en la ven tilació n m ecánica con presión
positiva 139
R aú l A. G óm ez y Fran cisco E. G onzález
INDK I XXI
XX ÍNDICE

C a p ít u l o 7 C a p ít u l o 15
Fisiopatología del síndrom e de dificultad respiratoria aguda 161 < uidados del paciente en ven tilación m ecánica 401

C hristian C asabella y G astón M urías M ariana C e cilia Torre y Fabiana C ic c io li

Parte III: C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia l e s 435


C a p ít u l o 8
M odos ventilatorios 177
A ntonio G allesío y G u illerm o R. Chiappero
C a p ít u l o 16
Nuevos modos de ven tilación m ecánica 437

P a r t e II: S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la I tam ián A . V io li y G u illerm o R. Chiappero

V EN T ILA C IÓ N M EC Á N IC A 219

C a p ít u l o 17

C a p ít u l o 9 Consideraciones pediátricas 463

Ventilación m ecánica en la lesión pulm onar aguda grave. Algunas ( laudia Berrondo, Andrea C anepari y N ild a V idal

sugerencias para la hipoxem ia refractaria 221


Elsio S. Turchetto
C a p í t u l o 18
Prevención de la neum onía asociada a la ven tilación m ecánica 4 81

C a p ít u l o 10 Fernando Ríos

Ventilación m ecánica en pacientes con obstrucción al flujo aéreo 273


Fernando V illarejo y M ig u el A . Blasco
Í n d ic e a n a l ít ic o 495

C a p ít u l o 11
A daptación del paciente al ventilador 291
A lejand ro D . M id le y y C élica L. Irrazábal

C a p ít u l o 12
Protocolos de analgesia y sedación aplicados a la V M 315
la v ie r H . Á lvarez y Pab lo E. Pardo

C a p í t u l o 13
Suspensión de la ven tilación m ecánica 343
C arlos A pezteguía y D am ián V ioli

C a p í t u l o 14
V entilación m ecánica no invasiva 37 3
R icardo Valentini, Sergio Lasdica y W alter D . Vázquez
PARTE I

G e n e r a l id a d e s
Y FISIOPATOLOGÍA
1
Fisiología respiratoria aplicada
a la ventilación m ecánica
C A R I ( )S A PI Z11 <.DIA
Y ( A R IO S B F V IL A C Q U A

IN T R O D U C C IO N

Desde el punió de vista de la medicina inlensiva. la ventilación mecánica (V M )


se considera un procedimiento utili/ado para sostener la respiración de modo tran­
sitorio. durante el tiempo necesario hasta que la recuperación de la capacidad lun-
eional del paciente le permita reasumir la ventilación espontánea.
E l enfermo pasible de ser tratado con ventilación mecánica habilualmente. aun­
que no siempre, se encuentra en insuficiencia respiratoria, afectado por marcadas
desviaciones de sus parámetros fisiológicos. Por otra parle, la V M con presión posi­
tiva modifica profundamente los mecanismos fisiológicos que el individuo ttlili/a
en ventilación espontánea. Además, el procedimiento puede generar cambios lun
dónales secundarios a su empleo.
Dado que lim ante la V M son infrecuentes las evidencias del beneficio aportado
por una determinada técnica, las decisiones a adoptar en este campo habrán de fun­
darse en el conocim iento de la fisiología y la patología del paciente, l-.se conoci­
miento de los cambios de su situación funcional permitirá dirigir el tratamiento y
reducir las com plicaciones e interacciones adversas entre el paciente y el ventilador.
La filosofía cencíaI de la V M se ha modificado desde un enfoque inicial de mante
ncr parámetros fisiológicos normales a toda cosía, hasta poner el acento en la lim i­
tación del daño pulmonar inducido por el ventilador.
Por lo tanto, recordar algunos de los mecanismos fisiológicos que operan en el
sujeto que ventila espontáneamente y conocer como se modifican bajo V M . resulta
de eran importancia para quienes intervienen en el manejo y cuidado del paciente
ventilado mecánicamente.
La situación del enfermo conectado a un ventilador, en especial cuando se trata
de uno ele los modernos equipos que incluyen prestaciones de exploración luncio-
I ISK )l <X >íA Kl SI’IK A Il >k’IA A I'IK Al >A A I A VI N III AC IO N M I ( AN K A 5
4 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía

• para corregir la hipoxemia y la caída del volumen pulmonar (p. ej., lesión pul­
nal y monitorización, ofrece la oportunidad de conocer diversos parámetros fisioló­
monar aguda o síndrome de dificultad respiratoria aguda, S D R A ).
gicos y verificar sus modificaciones ante los cambios en la programación del ven­
• porque la ventilación espontánea resulta una demanda excesiva sobre un sistema
tilador. Esta ventaja ha permitido arribar a un mejor conocimiento de los cambios
cardiovascular comprometido (p. ej., shock o fallo ventricular izquierdo).
respiratorios que se presentan en las patologías del paciente crítico, y conseguir un
manejo ventilatorio ajustado a los cambios funcionales que presenta. Si se puntualiza con mayor precisión, entre los objetivos fisiológicos de la V M
c cuentan:

O B JE T IV O S • M ejorar el intercambio gaseoso:


Ventilación alveolar ( VA) en el fallo ventilatorio.
Oxigenación arterial, tanto en el fallo hipoxémico como en el ventilatorio.
Conocer cómo se realiza la ventilación, qué fuerzas se oponen a ella en
• Mantener/restaurar el volumen pulmonar y modificar la relación presión/volumen:
condiciones de ventilación espontánea, y las diferencias que se establecen
Capacidad residual funcional (C R F ) y volumen de fin de inspiración.
bajo V M con presión positiva.
Aumentar la distensibilidad ( com pliance ).
Comprender la importancia de los volúmenes y las características elásticas
Prevenir la lesión pulmonar inducida por el ventilador.
del sistema respiratorio.
Evitar el atrapamiento aéreo.
Valorar las fuerzas fricciónales que dificultan el flujo aéreo.
• Reducir el trabajo respiratorio:
Conocer la ecuación de movimiento del sistema respiratorio. Determinar
Dism inuir la carga de los músculos y el costo de oxígeno de la respiración.
qué presión se requiere para la inspiración.
Revertir la fatiga de los músculos respiratorios.
Interpretar cómo operan las constantes de tiempo y su importancia en la
• M ejorar la oxigenación lisular:
programación de la V M .
Aumentar la disponibilidad de oxígeno en la sangre arterial.
Comprender los fenómenos espiratorios y el mecanismo de atrapamiento
aéreo. Perm itir la redistribución de la provisión de oxígeno hacia parénquimas vitales.

Con el fin de conseguir tales objetivos, la V M actúa modificando acentuadam en­


C O N T E N ID O S te la situación fisiológica del paciente crítico. Estas modificaciones se ejercen ele
manera predominante, aunque no únicamente, sobre el aparato respiratorio.
Ventilación espontánea. Ventilación mecánica con presión positiva I.a ventilación pulm onar, primera etapa del proceso de la respiración, consiste
Volúmenes pulmonares. Características elásticas del sistema respiratorio en el movimiento de gas hacia el pulmón y desde éste, con el fin de renovar el gns
Características dinámicas del sistema respiratorio. Resistencias de las vías aéreas alveolar, manteniendo su composición, para que se realice el intercambio gaseoso J e
manera adecuada. E l volumen de gas movilizado en cada ciclo es el volum en
Ecuación de movimiento del sistema respiratorio. Trabajo respiratorio
corriente (V ,). mientras que la cantidad de mezcla gaseosa que en la unidad de tie m ­
Constantes de tiempo. Distribución del gas intrapulmonar. Atrapamiento aéreo
Otros cambios fisiológicos po alcanza el espacio alveolar constituye la ventilación alveolar ( VA). La V A es m enor
que el volumen minuto respiratorio total ( V ,). debido a que parte de éste es "desper­
diciado" ventilando espacio muerto ( V,,).
F.s notoria la gran variabilidad en el nivel de demanda ventilatoria: de pocos litro s
V E N T IL A C IO N ESPO N T A N EA . V E N T IL A C IO N M EC A N IC A por minuto en enfermos con retención crónica de C O ,. a más de 30 L/min e n
C O N P R E S IÓ N P O SIT IV A pacientes sépticos. La demanda ventilatoria está aumentada cuando se ¡ncrement a
la tasa metabólica (actividad muscular, hipertermia, etc.), cuando la relación V |,/ V :
E l propósito primario del sistema respiratorio es lograr un intercambio gaseoso
es alta debido a la patología pulmonar presente, o cuando el paciente ha program a­
efectivo, de manera segura y con un costo de energía aceptable. I.a V M se institu­
ye cuando estos objetivos no pueden ser alcanzados con otros recursos terapéuticos. do a un valor más bajo su nivel de P a C 0 2 (acidosis metabólica, reflejos neurale«s,
Es así que la V M puede ser necesaria: patología del sistema nervioso central, etc.). Por otra parte, la conexión al ve n tila ­
dor modifica la concentración de los gases sanguíneos, y activa reflejos y sensacio­
• para conseguir la ventilación adecuada a la situación clínica y poner en reposo los nes, por lo que es capaz de alterar el patrón respiratorio del paciente. E llo pued e
músculos respiratorios (p. ej.. fallo ventilatorio por debilidad neuromuscular u ocasionar resultados no previstos en la ventilación: períodos de apnea, taquipneu,
obstrucción grave al flujo aéreo). pérdida de sincronía paciente-ventilador, etcétera.
6 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
F is io l o g ía r i s p i r a i o r i a a im k a d a a i a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 7

Para que la ventilación pulmonar se lleve a cabo es necesario vencer la impe-


dancia del sistema, compuesta por: I ) las variables dinámicas (fuerzas resistivas), y Volumen
2) las fuerzas estáticas (propiedades elásticas). L a inspiración, entonces, requiere la corriente
(litros)
generación de una presión que tiene dos componentes: I ) para transportar el gas ins­ n spiraciónj Js jw a c ió n
pirado a lo largo de la vía aérea, y 2) para insuflar el alvéolo.
La situación de reposo del sistema respiratorio se alcanza al fin de la espiración
no forzada, punto correspondiente al volumen de relajación ( V r). en el que el flujo Presión
de gas es igual a 0. Éste es el punto de equilibrio entre dos fuerzas contrapuestas: relativa a
la atmósfera Presión alveolar
la tendencia a la retracción pasiva del pulmón, y otra de sentido opuesto de la pared
torácica. Estas fuerzas son originadas por las características elásticas del sistema
(fig. 1-1) y son la causa de que la presión pleural sea negativa. L a C R F es el volu­
men pulmonar al fin de la espiración, y es sim ilar al V r en individuos normales en
Presión pleural
reposo durante la respiración tranquila, pero en pacientes con obstrucción al flujo,
el volumen pulmonar al fin de la espiración suele exceder al Vr.
Para vencer tanto a esas fuerzas elásticas como a las resistivas, se requerirá que
los músculos inspiratorios durante la ventilación espontánea ejerzan una fuerza
que provoque la disminución de la presión intrapleural. L a caída de la presión pleu­
Segundos
ral (P p l) es transmitida parcialmente al espacio alveolar y dism inuye así la presión
I ¡g. 1-2. La actividad de los músculos inspiratorios produce una caída de la presión pleural que es
alveolar (P A); la PA subatmosférica así producida genera la diferencia de presión transmitida parcialmente al espacio alveolar, por lo que disminuye la presión alveolar (PA) a un
con la presión atmosférica (P „) necesaria para que se establezca el flujo inspirato- nivel subatmosférico. La diferencia de presión con la presión atmosférica (PB) así producida es
rio e ingrese el V T al pulmón (fig. 1-2). L a diferencia entre la presión alveolar y la necesaria para que se establezca el flujo inspiratorio.
presión pleural se denomina presión transpulmonar (Ptp ) (fig. 1-3). Una estimación
de ésta es accesible en la clín ica reemplazando la P A y la Ppl por la medición de la
Ja s o presencia de auto-PEEP (PEF.P. presión positiva espiratoria fin al). Tanto en
presión en las vías aéreas y la presión esofágica. La magnitud de dism inución ins-
ventilación espontánea como bajo V M con presión positiva, la Ptp es la presión
piratoria de la presión esofágica es indicativa del esfuerzo del paciente y deberá ser
determinante de la inspiración, y la distensión de los alvéolos es proporcional a su
más acentuada en condiciones de distensibilidad disminuida, resistencias aumenta- magnitud.
En condiciones de V M con presión positiva se modifican estas relaciones fisio­
lógicas de manera pronunciada. La Ptp es determinada por la aplicación por parte
riel ventilador de presión positiva en la vía aérea superior que supera así a la PA (fig.
1-4). En los pacientes sometidos a V M en condiciones pasivas, es sólo el ventilador
el que genera tal diferencia de presión. En esta situación, la Ppl aumenta con res­
pecto a los valores registrados en ventilación espontánea, y llega a ser positiva al
final de la inspiración. Cuando esa presión resulta en ingreso de gas al pulmón, se
realiza el trabajo respiratorio. E l trabajo es efectuado únicamente por el ventilador
(ventilación controlada), sólo por la bomba ventilatoria del paciente (ventilación
espontánea), o por ambos conjuntamente. En los modos ventilatorios de soporte
parcial de la ventilación, la presión aplicada es compartida por el ventilador y la
bomba muscular respiratoria.

V O L Ú M E N E S P U L M O N A R E S . C A R A C T E R ÍS T IC A S ELÁ ST IC A S
D EL S IS T E M A R E S P IR A T O R IO
Fig. 1-1 Situación de reposo del sistema respiratorio a fin de espiración. L.as fuerzas de retracción
elástica del pulmón (FEP) y de la pared torácica (FET). de signo opuesto, determinan la presión Para que se realice la inspiración, una de las fuerzas que se debe contrarrestar es
pleural negativa y la magnitud de la capacidad residual funcional.
la oposición que ejerce el sistema respiratorio a sufrir un cambio de forma. Esta
8 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía Ventilación controlada
Flujo constante con pausa por presión
Presión atmosférica: 0 cm H20 Presión atmosférica: 0 cm H20 en volumen control
No hay flujo: El flujo inspiratorio o
presión atm osférica = presión alveolar ingresa (la presión a)
o
pleural es menor que
Retroceso de la presión atm osférica)
la pared Fuerza generada
torácica -* por los músculos
hacia fuera

JD
LL

Retroceso
Presión
alveolar
intrapleural intrapleural
hacia Fig. 1-4. Bajo VM con presión positiva
-5 cm H20 adentro - 8 cm H20

Presión transmural =
0 cm ^<>(-5 cm ^ 0 ) = + 5 cm Presión transmural =
•1 cm h^O-í-B cm ^ 0 ) = + 7 cm

Final de espiración Durante la inspiración

Fig. 1-3. La diferencia entre la presión alveolar y la presión pleural se denomina presión trans-
pulmonar (Ptp) y constituye la presión determinante de la inspiración. El cese de la actividad de
los músculos inspiratorios o de la aplicación de presión positiva por el ventilador da lugar a la espi­
ración pasiva por predominancia de las luerzas de retroceso elástico.
presencia de otro punto de inflexio pe con votómenes cercanos a la
za n u e v a m e n t e (fig. 1 - 7 ». Esta itona, se co ^ „ , 0_ ,5 c m H A El

fuerza corresponde a las propiedades elásticas o estáticas del pulm ón y el tórax, r js r - X i- - y


y son determinadas por las relaciones entre los volúmenes y las presiones medidas
en condiciones estáticas, es decir, a flujo 0. * - - Je ,a - p ,u
E l ingreso de determinados volúmenes de gas al pulmón requiere la aplicación de
ciertas presiones. Estas presiones serán negativas (subatmosférieas) durante la ven­
tilación espontánea, mientras que serán positivas cuando el individuo está sometido
a V M con presión positiva. La magnitud del cambio de presión necesaria para des­
plazar cierto volumen no es igual durante ambas fases del ciclo respiratorio: la por­
ción inspiratoria de la curva muestra cambios de presión más acentuados ante
determinados cambios de volumen que la rama espiratoria (fenómeno de histéresis)
(fig. 1-5). Es decir, se requiere una presión de distensión mayor para reclutar alvé­
olos en inspiración que la que se necesita para evitar su colapso y mantenerlos
abiertos en espiración.
Esta cu rva presión/volumen (curva P/V) es diferente para el pulmón y la caja
torácica (fig. 1-6). Por lo general, la rama inspiratoria comienza con un trazado en
el que el ingreso de pequeños volúmenes requiere acentuados cambios de presión,
para luego ser registrado un mayor volumen ante modificaciones de presión menos
pronunciadas. Esta patente se observa con mayor frecuencia en la lesión pulmonar
2 .
aguda (L P A ) o en el S D R A . patologías en las que suele identificarse un punto defi­ men residual.
nido de cambio de una a otra porción de la curva denominado punto de inflexión
10 G e n e r a l i d a d e s y f is i o p a t o l o c í a
I ISK >1( ) ( ilA Kl SI’IRAK IRIA API l< Al >A A I A VI N III At l<>N M t( ANIC A A1

Punto de
Volum en inflexión
C PT _ . superior
CPT

Zona de distensibilidad pulmonar


Volumen reducida (sobredistensión)
pulmonar
Inspiración
total Punto de
inflexión Zona de buena distensibilidad
Punto CPR inferior volumen ventilatorio ideal
de reposo

Esp iración
Zona de distensibilidad pulmonar reducida,
VR- • con reclutamiento inadecuado

i i— i— i— r Presión de inflación
-20 -10 0 10 20 30
Presió n pulm onar (cm H 2O J
I ig. 1-7. Curva de P/V. Se observan puntos de inflexión (Pflex). inferior y superior, que marcan
cambios de la distensibilidad del sistema. Típicamente, en el SDRA la rama inspiratoria comien­
a. Tórax
b. Conjunto tórax-pulmones
za con un trazado con tendencia horizontal (poco volumen, mucho cambio de presión), para luego
c. Pulm ones \ertiealizarse (mayor volumen con menos incremento de presión). A mayor insuflación pulmonar
la curva se hori/ontali/a nuevamente. La distensibilidad (compliance) es la relación entre la varia­
Fig. 1-6. Curva P/V de la caja torácica (a), del pulmón (c) y del aparato respiratorio (b). La medi­ ción de volumen y la variación de presión (A volumen/A presión).
ción de la curva conjunta de tórax-pulmón efectuada por encima del punto de reposo espiratorio
se asemeja a la curva pulmonar. CPT. capacidad pulmonar total; VR. volumen residual; CPR.
capacidad pulmonar residual.
icp icscm u ci c.m nnu
---------- ue vuium eu *expe
* ** ............. ----- • U M V I I U I U V '

presión necesaria para que tal cam bio de volumen se produzca.


La presión necesaria para lograr la distensión de los alvéolos en cada inspiración
además de las fuer/as elásticas pulmonares, las propiedades elásticas de la caja tiene también relación con el radio de cada alvéolo y con la tendencia de éstos al
torácica también tienden a la retracción del tórax. colapso al final de la espiración. Esto se explica por la ley de Laplace:
E l pulmón normal m oviliza volúm enes corrientes en la porción recta y más com­
placiente de la curva, por lo que se generan presiones relativam ente bajas y se desa­ 2x T
Presión de distensión = ----
rrolla poco trabajo respiratorio. r
La confección de la curva P/V es dificultosa. Los métodos más utilizados para donde T es la tensión superficial del alvéolo que lo induce al colapso, y r es el radio
determ inarla son: I ) superjeringa. la medición de referencia en la que se basan los alveolar. ( uanto menor sea el tamaño del alvéolo (m enor r) al com ienzo de la ins­
demás métodos, pero que es d ifícil de poner en práctica en pacientes críticos; 2) piración. m ayor presión de distensión se requerirá. En el aparato respiratorio nor­
método de oclusión m últiple, que consiste en medir la presión de meseta a fin de mal. este fenómeno se halla m inim izado por la presencia de surfactante, que al
inspiración después de la aplicación aleatoria de diferentes V r; es un método con­ reducir la tensión superficial previene el colapso.
fiable pero laborioso, y 3) técnica dinám ica a bajo flujo, en la que se mide la curva L a Crs. entonces, es la relación existente entre la presión y el volumen. D icho de
P/V programando el ventilador con muy bajo flujo (p. ej.. 5 L/m in), más fácil de otro modo, la presión que en el sistema genera un determinado cam bio de volum en,
construir y que permite obtener resultados equiparables a los métodos mencionados o bien la presión que es necesario aplicar para lograr un cam bio de volum en. Esta
previamente.
propiedad es inherente a la estructura del pulmón y del tórax, y también está deter­
La pendiente de la curva P/V permite definir la distensihilidad o com pliance del minada por la tensión superficial del líquido que recubre el alvéolo, que depende
sistem a resp irato rio (C rs) como los cam bios ele volumen secundarios a los cam ­ del surfactante pulmonar.
bios de presión. Dadas las características de la curva P/V. esta pendiente será dis­ Durante la V M . para la medición de la Crs
tinta según se mida a distintos volúmenes.

AV
C rs = C r s = __________________

AP Pmeseta - P E E P total
12 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
F is io l o g ía r e s p ir a t o r ia a p i k a d a a i a v e n iil a c io n mec á n ic a 13

donde Pmesefa es la presión estática, de la meseta o platean , que se mide al fin de I iea se uenomma volumen ue cierre. La presión que se requiere para distender un
una pausa inspiratoria de 2 o más segundos de duración para permitir el equilibrio, alvéolo colapsado será mayor que la requerida para abrir un alvéolo no colapsado,
en ausencia de flujo, de las presiones a fin de inspiración. La P E E P total represen­ I. iiomeno expresado por la caída de la Crs.
ta la P E E P aplicada o la auto-PEEP presente. De este modo, para un V , y un nivel En el pulmón sano del sujeto joven, los alvéolos no llegan al colapso a fin de
de P E E P determinados, el aumento de la Pmeseta indicará una disminución de la
i piración no forzada, es decir, el volumen de cierre es menor que la C RF. Pero en
Crs. En el sujeto normal, la Crs es mayor de 60 mL/cm H :0 . E l valor de la presión pulmones lesionados con pérdida de volumen pulmonar, cuando la C R F cae por
estática depende de las propiedades elásticas del sistema respiratorio, del volumen 'I'b ajo del volumen de cierre, se generan áreas pulmonares no ventiladas con desa­
inspirado, de la P E E P aplicada y de la auto-PEEP presente. n c lo de hipoxemia (fig. I-8).
En el paciente ventilado, la medición de la Crs correspondiente al V ,. explora Estas condiciones aportan los fundamentos para la aplicación de terapéutica
sólo una porción limitada de la curva P/V. E l estudio detallado de las características de presión (presión positiva espiratoria, ventilación con control de presión) en la
elásticas del sistema requiere la exploración de la curva a nivel de distintos volú­ I l’A /SD RA . E l objetivo es incrementar el volumen pulmonar y evitar la pérdida
menes. S i además de los volúmenes y de las presiones de la vía aérea se mide la del reclutamiento alveolar alcanzado mediante la aplicación de P E E P por encima
presión esofágica, se puede calcular la distensibilidad pulmonar y la de la pared <l I punto de inflexión inferior de la curva P/V. Se posibilita así que el volumen
torácica por separado. E l conocimiento de estos datos aporta una mayor precisión corriente ( V , ) tenga lugar en una zona más distensible de la curva P/V. La aplica-
para el manejo ventilatorio de situaciones en las que la distensibilidad parietal está i ion de P E E P en la lesión pulmonar evitaría el colapso alveolar de fin de espira-
muy alterada (distensión abdominal, decúbito prono, etc.). « ion al aumentar la C R F. Para un determinado nivel de PEEP. este efecto es mayor
En terapia intensiva, la patología que típicamente reduce la distensibilidad es la que el efecto de reclutamiento de alvéolos colapsados debido al fenómeno de his-
lesión pulmonar o el SD R A . En las patologías obstructivas, la Crs no suele dismi­ K*resis.
nuir, aunque cuando se desarrolla una hiperinflación por atrapamiento aéreo, el V , I n la LPA /SD R A , el volumen de fin de espiración y el volumen pulmonar medio
se localiza en la parte alta de la curva P/V con tendencia a la reducción de la dis­ on determinantes de la oxigenación arterial. La C R F es incrementada por la P E E P
tensibilidad (fig. 1-7). Resulta importante considerar que la medición de la Crs (lig. 1-9), mientras que el volumen pulmonar medio está relacionado con la PA
incluye los términos de la distensibilidad del pulmón y la distensibilidad de la pared media. Esta, bajo condiciones pasivas, es expresada por la presión media en la vía
torácica. aérea. Su incremento se logra con la utilización de P E E P . V M en modalidad de eon-
Otra manera de expresar las relaciones entre presiones y volumen es la elastan- irol de presión o prolongación de la inspiración.
cia (E ). E es igual a la inversa de la distensibilidad (D ). Hay que tener en cuenta que, aun en ausencia de una patología pulmonar en los
pacientes ventilados mecánicamente, el decúbito supino provoca una disminución
I de la C R F debido a la presión que las visceras abdominales ejercen sobre el dia-
E =—
D

La distensibilidad del sistema con relación al volumen pulmonar apto para ser
ventilado se denomina distensibilidad específica. Si por alguna razón, el volumen
pulm onar se ha reducido (lesión pulmonar, resección pulmonar, atelectasias, etc.)
la distensibilidad estática se reducirá, pero la específica puede permanecer aproxi­
madamente normal. En estas condiciones, el pulmón remanente a ser ventilado ten­
drá un volumen menor (baby lung), pero su distensibilidad puede permanecer
normal; ello requiere la reducción del V T para evitar alcanzar el punto de inflexión
superior de la curva P/V. Ésta es la causa principal de reducción de la Crs observa­
da en la LPA /SD RA .
En el sujeto ventilado con presión positiva, durante la espiración la PA va dismi­
nuyendo a medida que disminuye el volumen pulmonar y, en presencia de una
reducción del volumen pulmonar, en el momento en que las presiones de retroceso
elástico pulmonar superan la Ptp local, se produce el colapso alveolar y el de las
vías aéreas. Este punto se denomina presión de cierre alveolar o presión crítica de Fig. 1-8. Relación entre el volumen de cierre y la CRF en condiciones de normalidad (izquierda
cierre. E l volumen que queda en el pulmón cuando se produce el colapso de la vía de la figura), y en situaciones de pérdida del volumen pulmonar (derecha de la figura).
14 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía I ISI( >
1( X.IA Kl si'IKAK >R|A AH K ADA A I A VI N III A< l<>N MEC AÑIL A 15

L a m in a r

Turbulento

P, P,

AP i r p2
A Ü
I ig. 1-10. Cuando el flujo es laminar (A), la resistencia de la vía aérea (Raw) requiere la genera­
ba de una diferencia de presión (P, - P.) para que se establezca el flujo de gas. Cuando el flujo
ransicional (B ) o turbulento (C). la Raw aumenta y se incrementa la presión requerida para ven-
tiltil*.

Fig. 1-9. La aplicación de PEEP en la lesión pulmonar evitaría el colapso alveolar de fin de espi­
cu a. En los sujetos ventilados con presión positiva, la aplicación de presión en la
ración al aumentar la CRF.
\ni aérea superior por el ventilador es la que resulta en un gradiente de presión con
el alvéolo.
fragma. La relajación muscular, cuando es utilizada, provoca una caída adicional ( uando el flujo es lam inar (fig. I- I0 A ), a velocidades bajas como se verifican en
del volumen pulmonar. la vía aérea distal, la R de la vía aérea (R a w ) varía en forma directamente propor­
cional a la viscosidad del gas inhalado y a la longitud de la vía aérea, y en forma
inversamente proporcional a la cuarta potencia del radio de la vía aérea (ley de
C A R A C T E R ÍS T IC A S D IN Á M IC A S D EL S IS T E M A R E S P IR A T O R IO .
Poiseuille).
R E S IS T E N C IA S D E LA S V ÍA S A ÉR EA S

Para que se genere flujo de un gas entre dos puntos debe existir una diferencia de APresión x i x r 1
Flu jo = ----------------
presión entre ambos que supere las fuerzas fricciónales o no elásticas que se opo­ 8 x I x vise
nen a él.
De ello se deduce que. como la longitud de las vías aéreas y la viscosidad del gas
Pi - P2 inhalado 110 suelen variar, la R se m odifica fundamentalmente con los cambios de
Flu jo =
radio de la vía aérea (broncoespasmo, secreciones). Cuando, como ocurre en la vía
R
aérea superior, el flujo es transicional (fig. I- IO B ) o turbulento (fig. I-IO C ) por
donde P, - P> es la diferencia de presión entre la vía aérea proximal y los alvéolos, incremento de su velocidad, la R aumenta. En esta situación, la presión requerida
y R es la resistencia que se opone al flujo en la vía aérea. Esa diferencia de presión para ventilar se incrementa mucho y de modo no lineal. E 11 diferentes series, la
deberá ser más importante cuanto mayor sea la resistencia que se opone al flujo. Si resistencia total del sistema respiratorio determinada en sujetos sometidos a V M ha
bien el tejido pulmonar y las estructuras de la caja torácica ofrecen algún grado de sido:
resistencia, aproximadamente el 9 0% de la resistencia total del aparato respiratorio
está constituida por la que ejercen las vías aéreas (fig. 1-10). La R puede ser defi­ Pulmón normal alededor de 4 cm ELO/L/seg
nida como la presión necesaria para generar un determinado flujo. SD RA de 5 a 14 cm ELO/L/seg
EPO C de 13 a 26 cm ELO/L/seg
Pt — P2
R =
E 11 el paciente ventilado mecánicamente en modo tle control de volumen se
Flujo
puede calcular la R inspiratoria como
En ventilación espontánea durante la inspiración, la diferencia de presión es esta­
blecida por la reducción de la P A con respecto a la presión atmosférica P B (fig. I -3).
Ppico - Pmeseta
La caída de la P A es producto de la transmisión de la disminución de la presión pleu­ R = — ------------
ral lograda por la actividad de los músculos inspiratorios que expanden la caja torá- Flujo
1(> G e n e r a l id a d e s y i is io r a t o e ix íía FlS K IK X .ÍA RISPIKAK IRIA API l<ADA A I A VLN (ILACION MECANICA 17

donde Ppico es la presión pico detectada al final del ingreso del V , en el pulmón, (fusibilidad dinámica del sistema respiratorio (término inadecuado, pero de uso
Pmeseta es la presión a flujo 0 medida después de una pausa al fin de la inspiración habitual).
sin apertura de la válvula espiratoria, y la velocidad de flujo es la que se registra con
un patrón de flujo constante. Es así que el incremento de la Ppico respecto de la rCndyn = Vt
Pmeseta. a una velocidad de flujo dada, es indicativo del incremento de las resis­ Pnic*o
tencias (fig. 1-11).
E s importante destacar que en el paciente intubado. el tubo endotraqueal contri­
l ( U A C IO N D E M O V IM IE N T O D EL SISTEM A R ESPIR A T O R IO .
buye en forma significativa al incremento de las resistencias. Su contribución a las
IR A B A JO R ESPIR A T O R IO
resistencias depende, sobre todo, del diámetro: las resistencias ofrecidas por un
tubo de 7 mm duplican, aproximadamente, a las de uno de calibre 8 mm. En definitiva, y teniendo en cuenta las ecuaciones anteriores, el gradiente de pre­
La resistencia de la vía aérea tiene relación con el volumen pulmonar debido al pon que se debe generar para inspirar varía en forma directamente proporcional a
efecto ejercido por el parénquima pulmonar sobre la vía aérea: es menor con un l is resistencias (vías aéreas) y de modo inversamente proporcional a la Crs (pulmón
volumen cercano a la capacidad pulmonar total (C P T ) y mayor con un volumen cer­ \ pared torácica). La presión requerida es la que se ejerce sobre la presión de base,
cano al volumen residual (V R ). E l ciclo respiratorio también influye sobre la resis­ i ésta la presión atmosférica o la PEEP. Ello queda expresado por la ecuación de
tencia: en inspiración es menor por el efecto de tracción que ejerce el parénquima movimiento del sistema respiratorio (fig. I -12):
pulmonar distendido sobre las vías aéreas, mientras que en el período espiratorio
ocurre lo contrario.
Presión aplicada = + (F|ujo x R
Además, en las situaciones en las que la espiración se hace activa, la resistencia para la inspiración J
de la vía aérea aumenta debido al efecto de compresión dinámica de la vía aérea.
Ésta se produce porque la presión pleural (aumentada) se transmite al espacio peri- Para lograr una determinada variación de volumen pulmonar (A V ) se requiere la
bronquial, y supera la presión intraluminal y la presión elástica de la pared bron­ eaeración de presiones que variarán según la R y la Crs que el sistema ofrezca. A
quial. lo que determina el colapso de la vía aérea en sectores que carecen de la fórmula anterior se debe adicionar el nivel de PA al fin de la espiración; esta pre-
soporte cartilaginoso. ión será mayor que la atmosférica en los pacientes que desarrollan auto-PEEP. Su
E l conjunto de las fuerzas que se oponen a la inspiración por pérdida de disten- presencia representa una carga adicional (umbral) preinspiratoria. que demandará la
sibilidad y/o por aumento de las resistencias puede ser estimado calculando la dis- generación de mayor presión para iniciar la inspiración.

Presión media aplicada VT V,


para la inspiración (V , ) ~ ^ + x + auto-PEEP

> es numéricamente equivalente al trabajo por litro de ventilación, dado que la fuer­
za (o cambio de presión) desarrollada durante el proceso de ventilación expresa un
trabajo respiratorio mecánico. E l desarrollo de ese trabajo requiere un gasto de
energía; de hecho, la mayor parte del consumo de oxígeno de los músculos respira­
torios durante la ventilación espontánea se utiliza en este proceso. Entre los mús­
culos inspiratorios, el diafragma ejerce el rol principal. E l gasto de energía será
tanto mayor cuanto mayores sean los valores de los términos de la ecuación de
movimiento. Ese gasto lo realiza el paciente cuando ventila espontáneamente, o lo
aporta el ventilador de maneras total o parcial cuando el paciente está bajo V M . En
ventilación controlada, la presión total aplicada para inspirar la provee sólo el ven­
tilador, y es igual a la presión en la vía aérea. La auto-PEEP genera una carga extra
para el paciente por varias causas, y resulta la más importante la elevación del
umbral para la inspiración en ventilación espontánea y en las modalidades venlila-
Fig. 1-11. Bajo VM en control de volumen, el incremento de la Ppico respecto de la Pmeseta. a lorias de soporte parcial. Toda vez que se programen los parámetros ventilatorios en
una velocidad de flujo dada, es indicativo de un incremento de las resistencias. un ventilador habrá de tomarse en consideración la ecuación precedente.
18 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía F lS IO K X iÍA RESI'IRAK >KIA Al*l l( ADA A LA VI N I II A( ION MECÁNICA 19

vcv PCV . -.i. .Miuaviv/ii ul uuiu uc id minina vcim iaioiia pueue aieciar a ios pacientes que
presentan esos mecanismos, provocados por patología de la pared torácica, de las
Inspiración Espiración Inspiración Espiración
las aereas o del pulmón, ya sea aguda o crónica agudizada. En estas circunstan-
ias. cuando la relación capacidad/carga de la bomba es insuficiente y se mantiene
P !olal ~ P elastica + P resistiva ■i! el tiempo, sobreviene la fatiga muscular con el fallo ventilatorio consecuente.
I . >s enfermos se presentan con un deterioro del patrón ventilatorio (taquipnea que
Tiempo
. ri períodos tíñales puede llegar a la apnea). disnea y/o compromiso del sensorio e
(s)
lúpercapnia o incapacidad para mantener el pH en límites adecuados.
r - CT3
O¿ p _ volumen
i/) «2
(1 ) elástica d js t e n s j b i | j ( j a ( j
n 0) ( O N ST A N T ES D E T IE M P O . D IS T R IB U C IÓ N D E G A S IN T R A P U L M O N A R .
A l R A P A M IE N T O A É R E O

La espiración es un fenómeno pasivo que normalmente permite el vaciado de los


in alvéolos con un retorno al volumen del reposo del sistema respiratorio. E l flujo
. spiratorio es provocado por el gradiente de presión que se establece entre la PA al
presistiva = resistencia x flujo
lin de la inspiración (resultante del volumen pulmonar alcanzado y de la energía
potencial almacenada durante la inspiración por las fuerzas de retracción elástica
del sistema respiratorio) y la vía aérea superior. L a espiración es favorecida por las
luerzas elásticas del sistema respiratorio (a menor distensibilidad. mayor PA a fin de
inspiración y. por lo tanto, mayor gradiente de presión para la espiración), y se le
opone la Raw espiratoria.
P lO T = P re s + P e í
En general, la presencia de auto-PEEP es debida al vaciado pulmonar incomple-
Pm us + P a w = V x R r s + V x E r s
o que ocurre cuando está presente el fenómeno de hiperinflaeión dinám ica. Ésta
tiene lugar cuando: I ) por lim itación al flujo con aumento de la R durante la espi­
Fig. 1-12. Ecuación de movimiento de! aparato respiratorio en VM con control de volumen (VC V)
y con control de presión (PCV). La presión aplicada debe superar a las fuerzas resistivas (área en ración se produce un colapso dinámico de las vías aéreas con cierre de éstas, o 2)
color gris de las curvas de presión) y a las fuerzas elásticas (área en blanco de las curvas de pre­ cuando el vaciado pulmonar es lento con relación al tiempo espiratorio disponible
sión). que resulta, entonces, insuficiente para que la PA termine de equilibrarse con la pre­
sión atm osférica o la P E E P externa. Persiste así el flujo espiratorio de magnitud
variable hasta que comienza la próxima inspiración: se produce, entonces, el "atra­
pamiento" de parte del volumen debido a que no se ha completado la espiración
Guando el paciente está sometido a una sobrecarga de trabajo respiratorio, la (fig. 1-13). De esta manera, el volumen pulmonar de fin de espiración permanece
capacidad de la bom ba ven tilato ria puede ser superada por la carga a la que está incrementado con respecto al volumen de relajación que se alcanzaría si el tiempo
sometida: aumento de las resistencias de las vías aéreas, dism inución de la disten- espiratorio tuviera la duración necesaria.
sibilidad del pulmón o de la pared torácica, incremento del esfuerzo inspiratorio En esta situación se puede alcanzar un nuevo estado de equilibrio debido a que
por la presencia de auto-PEEP. o situaciones con requerimiento de V, aumentado el aumento del volumen pulmonar al fin de la espiración provoca el incremento de
<VD acrecentado por ventilación de unidades con alta V/Q. incremento de la pro­ la PA. Aumenta entonces el gradiente de presión espiratoria, lo que posibilita la espi­
ducción de C 0 2, acidosis metabólica, aumento del impulso central, etc.). En estas ración de un volumen igual al volumen inspirado, aunque manteniendo una cierta
circunstancias, el aumento del esfuerzo para respirar suele ser seguido por la caída cantidad de gas atrapado al fin de la espiración.
del V r. Cuando el Vj. necesario para mantener un valor de PaC O : estable es mayor La a u to - P E E P es la diferencia entre la P A y la presión atm osférica o. cuando se
de 12 L/min. es probable que el trabajo respiratorio no pueda ser mantenido por el ha aplicado P E E P externa, entre la P A y la presión programada de fin de la espira­
paciente más que por cierto tiempo. E l consumo de oxígeno necesario para el tra­ ción (fig. 1-14).
bajo respiratorio, que normalmente en reposo es de 1-4c/< del consumo de oxígeno En ausencia de atrapamiento aéreo, puede observarse auto-PEEP cuando el
total, puede alcanzar el 5 0% en estas situaciones, con un esfuerzo para respirar que paciente utiliza su musculatura para espirar activamente. Cuando la auto-PEEP es
resulte intolerable. producida por el fenómeno de hiperinflación dinám ica, la aplicación de P E E P
20 G e n e r a l id a d e s v f it o p a t o l o g ía F is io l o g ía ki s p ik a io k ia v i k \d a a l a v i n it i a c i ó n m e c á n ic a 21

C o n sta n te d e C o n s ta n te d e
tiem po e le v a d a tiem p o redu cid o

t D istensibilidad 9 D istensibilidad
t R e s is te n c ia 9 R e s is te n c ia
Fig. 1-13. Atrapamiento aéreo. Una pausa espiratoria prolongada en un sujeto bajo VM pasiva per­
mite el "vaciado" pulmonar, que venía siendo incompleto. Volumen de fin de inspiración V, , igual
I ir 1-15. Constantes de tiempo. Esquema que muestra una unidad bronquiolo-alvéolo con cons­
a V, + V,| (volumen de fin de espiración). CRF. capacidad residual funcional.
um í .illas y otra con constantes reducidas.

externa en un nivel no superior al de la auto-PEEP presente puede ser beneficiosa:


reduce el requerimiento de esfuerzo inspiratorio y mejora la sensibilidad al trígge-
ríng del ventilador, lo que disminuye el trabajo respiratorio. pulmonar y el volumen inspiratorio alcanzado. La mayor parte de los pacientes ven­
Partiendo del volumen de fin de inspiración, el tiempo necesario para que el pul­ id.idos por enfermedad pulmonar tienen constantes de tiempo muy variables y héte­
món alcance el volumen de relajación al fin de la espiración depende -además del lo eneas, que son una causa importante de desigualdad de la relación V/Q. Sus
volumen inspirado- de la R y de la Crs. E l incremento de la R o la disminución de eb ios pueden ser aminorados por la prolongación, en la medida de lo posible, de
la presión de retroceso elástico, por tanto, harán que se requiera un tiempo mayor 11inspiración y de la espiración. Se deberá tener en cuenta que un tiempo espirato-
para completar la espiración. iio de duración menor a 4 o 5 constantes de tiempo puede im pedir el vaciado pul­
Esta relación entre R y Crs, determinante de los tiempos ventilatorios requeridos, monar completo.
se expresa en el concepto de constante de tiempo (fig. 1-15): I >ado que los fenómenos en juego son dinámicos, es necesario establecer modi-
li. aciones en la programación del ventilador tan frecuentemente como se produz-
Constante de tiempo = R x Crs I III los cambios de las condiciones del sistema. Se subraya, entonces, la importancia
que adquiere la monitorización de la mecánica respiratoria en el paciente ventilado,
Una constante de tiempo espiratoria prolongada contribuye al desarrollo de hiper- debido a que las modificaciones de la programación de la V M dependerán de los
inIlación dinámica. E l mismo fenómeno también opera durante la inspiración: de "libios en las condiciones resistivas y elásticas del aparato respiratorio.
las constantes de tiempo dependen la velocidad con que se produce la insuflación En cuanto a la distribución del gas intrapulm onar, se debe hacer notar que la
patología pulmonar genera diferencias importantes entre las constantes de tiempo
de diferentes zonas del pulmón, con la consecuente pérdida de homogeneidad en la
40- distribución del gas. Durante la ventilación espontánea, las diferencias en la Ppl
O C\J 30- motivan que los alvéolos de las zonas superiores del pulmón estén expuestos a una
X
l ’tp mayor, y que su volumen de reposo también sea mayor que los de las zonas
E 20-
interiores. A sí. los alvéolos de una y otra zona se ubican en porciones distintas de
1 10- l.i curva P/V, por lo que los de las zonas dependientes ventilan más que los supe-
a. i lores (figs. 1-16 y 1-17). Este fenómeno contribuye a la correspondencia entre ven­
0
tilación y perfusión en ventilación espontánea.
Durante la V M con presión positiva, la distribución del gas se m odifica de mane­
ra importante. E llo se asocia a varios factores: la posición en decúbito supino, la
existencia de parálisis muscular o no. la magnitud de los volúmenes insuflados, las
variaciones regionales en la resistencia de la vía aérea y en las distensibilidades del
pulmón y de la pared torácica.
Bajo la V M , sobre todo en condiciones de ventilación pasiva, los movimientos
del diafragma disminuyen de manera importante por efecto del peso de las visceras
Fig. 1-14. Auto-PEEP. Una pausa espiratoria prolongada con oclusión del circuito espiratorio pone
en evidencia un valor de presión espiratoria superior a la presión espiratoria hasal. abdominales. De esta manera disminuye la C R F y se observa un desplazamiento
22 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
I ISK ) l( )(,IA Rl S I’IR A U )RIA A l’l K A D A A I A V E N I IL A C IÓ N M E C A N IC A 23

vw.vcu.muo la ventilación excede a la que se requiere en condiciones espontá-


•k-.is , la ventilación se distribuye hacia las regiones superiores, que son más disten-
afiles; como consecuencia, puede producirse sobredistensión de algunas regiones
pulmonares.
I n esas regiones del pulmón se puede producir una compresión capilar con des-
' iai ion del flujo sanguíneo hacia otras zonas. Com o además, la perfusión pulm o­
nar continúa siendo determinada predominantemente por las fuerzas gravitatorias,
producen importantes alteraciones en la relación V/Q. con un aumento del V „
alveolar y del efecto de admisión venosa. Este incremento del V,, alveolar se obser­
va especialmente cuando se utilizan altas presiones de ventilación. P E E P o presión
positiva continua en la vía aérea (C P A P ). Otro factor contribuyente al incremento
del \ i, es la hipoperfusión pulmonar de las situaciones de bajo gasto cardíaco; la
misma V M puede ocasionar una caída del gasto debido a una dism inución del retor­
no venoso provocada por el aumento de la presión pleural.
Por todo ello, los cambios en el intercambio gaseoso 110 son fácilm ente predeci-
Presión intrapleural (cm H20)
files, y la monitorización gasoinétrica adquiere una importancia fundamental duran­
te la V M .
Fig. 1-lft. Relación entre la presión pleural y el volumen pulmonar en los diferentes puntos del
pulmón. La presión transpulmonar es mayor a nivel de las áreas superiores del pulmón. I I incremento del V „ explica que en determinadas situaciones 110 sea posible con­
ven ir una VA adecuada con norm alización de la PaC O ,, a menos que se alcance una
ventilación total demasiado alta. Aunque la intubación endotraqueal dism inuye
moderadamente el volumen del V „. este hecho no m odifica de modo significativo
descendente en la curva P/V. E llo contribuye a la dism inución de la ventilación en
Iws requerimientos ventilatorios.
las zonas dependientes del pulmón y puede conducir al cierre de vías aéreas en estas
I a eficiencia del intercambio gaseoso puede mejorar con el enlentecim iento de
áreas. Por las diferencias regionales de la Ptp, el diámetro de las vías aéreas en las
la velocidad del flujo al final de la inspiración. E llo puede ser logrado: I ) añadien­
zonas superiores es mayor, con menor R que las de las zonas dependientes. Por esos
do una pausa con el fin de mantener la inflación al fin de la inspiración, o 2) utili­
zando un flujo inspiratorio desacelerado, ya sea bajo ventilación controlada por
volumen o por presión. Este patrón promovería una distribución de gas más unifor­
me. en especial en presencia de diferencias regionales en la R. Cuando la falta de
homogeneidad afecta de manera predominante a las distensibilidades regionales,
los tiempos inspiratorios cortos y el flujo constante resultarían en una m ayor uni­
formidad de la distribución.

O T R O S C A M B IO S F IS IO L Ó G IC O S

La V M puede inducir cambios en el contenido venoso de oxígeno por eventua­


les variaciones en el volumen minuto cardíaco o en el consumo de oxígeno origi­
nado por m odificaciones del trabajo respiratorio.
Es necesario considerar los cam bios hem odinám icos generados por la ventila­
ción con presión positiva; sobre todo, caída del retorno venoso y dism inución de la
poscarga del ventrículo izquierdo. Estos efectos deben ser evaluados en relación
con la resultante en la disponibilidad de oxígeno. Cuando la V M deprime la función
cardiovascular, la corrección de la oxigenación en la sangre arterial puede no con­
tribuir a mejorar, o aun puede deteriorar, el aporte de oxígeno a los tejidos.
I ISI( )L (X ,ÍA RESI* IR A K IRIA Al t i l ADA A I A VEN I ILACIÓ N M I ( ANICA 25
24 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía

No trataremos aquí otros cambios fisiológicos inducidos por la V M . como las Para inspirar se debe contrarrestar la oposición del sistema respiratorio a
alteraciones metabólieas. las modificaciones dependientes de los cambios en la cir­ stilrir un cambio de form a desde la situación de reposo, debida a sus carac­
terísticas elásticas.
culación esplácnica, etcétera.

I .as propiedades elásticas d el pulmón y de la pared torácica son caracteri­


C O N C EP T O S CLAVE
zadas por la Crs: la presión que es necesario aplicar para lograr un cambio
de volumen.
• Para la ventilación pulmonar es necesario superar la im pedancia del siste­
ma respiratorio: Crs = —
- variables dinámicas (fuerzas resistivas).
- variables estáticas (propiedades elásticas).
AV: cambio de volumen e n el pulmón
P: presión necesaria para que el cambio de volumen se produzca
• La inspiración requiere la generación de una presión que tiene dos compo­
nentes:
• Distensibilidad específica: ciistensibilidad en relación con el volumen pul­
- para transportar el gas inspirado a lo largo de la vía aérea. monar apto para ventilar.
- para insuflar los alvéolos.
Si el volum en pulm onar se ha reducido (L P A - SD R A ), el pulmón rema­
nente a ser ventilado tendrá un volumen menor, la distensibilidad estática
• Para generar el flujo inspiratorio habrá de establecerse una diferencia de
se reducirá pero la específica puede permanecer normal: se requiere redu­
presión entre:
cir el V T.
- la vía aérea superior.
- los alvéolos pulmonares.
• Ecuación de m ovim iento del sistema respiratorio: expresa el gradiente
de presión que se debe generar para inspirar.
• Presión transpulm onar (Ptp) = Presión alveolar - Presión pleural
- En la respiración espontánea, son los músculos respiratorios los que ge­
Presión aplicada AV .
neran la presión. para la inspiración = + (FluJ ° x R > + auto-PEEP
- Bajo la V M controlada, el ventilador aplica una presión positiva en la vía
aérea superior.
A V: variación de volumen pulmonar
- Con un soporte ventilatorio parcial, los músculos y el ventilador deter­ R: resistencias
minan la presión.

Se debe adicionar el nivel de PA al fin de la espiración (m ayor que la atmos­


• Tanto en respiración espontánea como en V M , el flujo debe superar a la
férica si hay auto-PEEP). P E E P , = carga preinspiratoria. que demandará la
R que se le opone.
generación de mayor presión para iniciar la inspiración.
P, - P , P, - P . E l cambio de presión desarrollado para el ingreso al pulmón del V T expre­
Flujo ------ R = -------
R Flujo sa un trabajo resp iratorio mecánico.

Pi - P2: diferencia de presiones entre la vía aérea próxima! y los alvéolos • Espiración: fenómeno pasivo generado por:
R: resistencia que se opone al flujo en la vía aérea (90% de la resistencia - fuerza de retracción elástica.
total) - volumen pulmonar de fin de la inspiración.

Con el flujo laminar la R de la vía aérea varía en forma inversamente pro­ r. PA - Paw
porcional a la cuarta potencia del radio de la vía aérea. Con el flujo turbulen­ Flujo = —
R,
to la R aumenta más y de modo no lineal.
Paw: presión de la vía aérea
26 G e n e r a lid a d e s v f is io p a t o lo g ía I ISI< )l ( X ílA Kl SI’IKAK IRIA Al’l l( ADA A I A VI N III A( l( )N M t l ANICA 27

• En la hiperinilación dinám ica, con auto-PEEP, el vaciado pulmonar es • ( 'niobios hem odinám icos
incompleto por: m odificación del patrón de perfusión pulmonar,
- cierre de las vías aéreas. cambios en el contenido venoso de oxígeno por:
- enlentecimiento del vaciado pulmonar con T E insuficiente para que la P A / variaciones en el volumen minuto cardíaco.
se equilibre con la presión de fin de espiración. / m odificaciones en el consumo de oxígeno (cambios en el trabajo
respiratorio),
E l T K necesario para que el pulmón alcance el volumen de relajación al fin caída del retorno venoso.
de la espiración depende de: dism inución de la poscarga del ventrículo izquierdo,
efectos no constantes sobre la disponibilidad de oxígeno.
Constante de tiem po = R x Crs

En patología pulmonar: desiguales constantes de tiempo en diferentes


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lobin M J. Principies and Practiee of Mechanical Ventilation. 2"'1ed. McGraw-Hill Inc:
Cambios en distribución por: 2006.
- decúbito supino, parálisis muscular West JB . Fisiología Respiratoria. 7a ed. Editorial Médica Panamericana; 2005.
- magnitud de los volúmenes insuflados West JB . Pulmonary Pathophysiology. 7"' ed. W illiam s & W ilkins: 2007.
- variaciones regionales:
/ en la R de la vía aérea
/ en la C pulmonar y parietal.

En ventilación controlada se observan cambios relativos en la ventilación:


i- ventilación en zonas dependientes del pulmón:
- cierre de vías aéreas
- efecto mezcla venosa

T ventilación en regiones superiores:


- T V D alveolar
- eventual sobredistensión
Mecanismos de intercambio
gaseoso anormal
ELISA ESTEN SSO RO
Y F E R N A N D O RÍO S

IN T R O D U C C IO N

E l organismo requiere adecuadas cantidades de energía para mantener la integri-


il.id celular y efectuar procesos de síntesis. E l oxígeno es un protagonista esencial
' ii estos procesos. Durante el reposo, el consumo de 0 2( V O : ) es de 4-5 niL/kg/min,
pero ante situaciones de alta demanda metabólica este valor puede incrementarse
1asta diez veces (p. e j„ ejercicio). Un producto fundamental del metabolismo es el
<0 2; su producción (V C 0 2) depende de la tasa metabólica y también de la fuente
energética utilizada.
Como el organismo no puede almacenar 0 2, el intercambio de 0 2 y C O : con el
ambiente debe ser continuo para mantener la función celular en rangos de normali-
lad y evitar la aparición de acidosis respiratoria. La insuficiencia respiratoria apa­
rece cuando los pulmones -conformados por 300 millones de intercambiadores de
gases, o unidades alveolares- no pueden satisfacer las demandas metabólicas del
organismo. Por lo tanto, la definición de insuficiencia respiratoria es gasométrica
y significa una P a 0 2 < 60 mm Hg. o una PaCC)2 > 45 mm Hg (respirando aire
ambiental, a nivel del mar).

O B JE T IV O S

• Evaluar la oxigenación arterial en situación normal.


• Conocer los mecanismos de intercambio gaseoso anormal.
• Relacionar estos mecanismos fisiopatológicos con situaciones clínicas par­
ticulares.
30 G e n e r a l id a d e s y f it o p a t o l o g ía M i ( A N ISM i )S I ll IN 11 R( AM UK ) ( .ASI <) S ( ) A N ( )RM AL 31

C O N T E N ID O S Es importante tener presente la existencia de las vías aéreas de conducción, en las


que no se efectúa intercambio gaseoso. De modo que en cada respiración, o volu­
Generalidades men corriente ( V , ). hay una porción de gas que ha efectuado un intercambio gaseo-
Evaluación del intercambio gaseoso ■>mediante la ventilación alveolar (V A) y otra que proviene de las vías aéreas
Mecanism o del intercambio gaseoso anormal i * ntilación del espacio muerto, V D).
Disminución de la presión inspirada de O ,
Hipoventilación De modo que % = V T - V,,
Alteración de la difusión
Alteración de la relación ventilación-perfusión • I a relación que existe entre la ventilación y la perfusión (volumen minuto cardía-
Shunt o cortocircuito intrapulmonar co, Q t) en las distintas poblaciones alveolares (alteración de la relación ventila-
• •

Factores extrapulmonares i ion-perfusión, relación V/Q).


Conclusiones • I a capacidad que tenga la sangre venosa mixta de equilibrarse con el gas alveo­
lar a través de la membrana alvéolo-capilar o difusión.
• Y finalmente, de factores extrapulm onares, dependientes del metabolismo
G E N E R A L ID A D E S energético celular, que determinará la presión parcial de O . y de C O . en los
efluentes venosos. La integración de estos efluentes en la arteria pulmonar deter­
En cada unidad alveolar, el valor de la PO , del fin del capilar depende de ( lig. 2-1): mina las presiones venosas mixtas de O . y de C O ., y con éstas, los gradientes
para la difusión.
• La composición del gas alveolar, es decir, la com posición del gas inspirado
(fundamentalmente de la presión parcial del 0 2 inspirado, P IO .)
• L a ventilación m inuto (V,. ); consiste en el movimiento de gas hacia el pulmón y
I V A L U A C IO N D EL IN T E R C A M B IO G A S E O S O
desde él con el fin de renovar el gas alveolar

Si bien la definición de insuficiencia respiratoria reside en la alteración de los


ases arteriales, su evaluación en términos absolutos presenta algunas dificultades
para su interpretación: los gases arteriales a veces se modifican tardíamente; no per­
miten deducir si las causas de su alteración son pulmonares o extrapulmonares y. lo
que resulta esencial para el seguimiento de los pacientes con insuficiencia respira­
toria, se modifican con la edad, con los decúbitos supino o prono, con cambios de
la ventilación, con el enriquecimiento de O . en el aire inspirado (aumento de la frac-
i ion inspiratoria de oxígeno (F IO . ]) y con factores extrapulmonares (cambios en el
consumo periférico de O . |V O .| y en la producción de C O . | V C O ,]).
Por lo tanto, es importante garantizar la comparabilidad y el seguimiento de cada
paciente en distintos momentos y de diferentes pacientes entre sí.
En este sentido resulta esencial e integrador el cálculo de la presión alveolar de
() (P A O .) por medio de la ecuación del gas alveolar.
La ecuación del gas alveolar se fundamenta en el concepto siguiente: a nivel del
mar la presión total de los gases (oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno y vapor
de agua) es de 760 mm Hg (presión atmosférica), y conociendo los valores de algu­
nos de ellos es posible calcular los otros.

PAO . = P IO . - PA CO :/RQ
Esquema de un pulmón en el que se muestran los distintos componentes que intervienen
F ig . 2-1. PAO , = (760-47) x 0.21 - PaCO./0,8
en el intercambio gaseoso normal. PvO : = presión venosa mixta de O.; PcO, = presión capilar
pulmonar de O.; PaO, = presión arterial de O,; PAO. = presión alveolar de O.; PIO. = presión ins­ PAO , = 149,73-50
pirada de O.: Qt = flujo sanguíneo. PAO , = 100 mm H ü
32 G e n e r a l id a d e s v f is io p a t o l o c ía
M i c ANISMI >S III INIIRC AMBIO GASEOSO ANORMAL 33

Por medio de esta ecuación se calcula la presión alveolar ideal de ( ) : conside­ \mericano para la definición de síndrome de dificultad respiratoria aguda y de
rando el pulmón como una única unidad intercambiadora de gases. En esta ecua­ lesión pulmonar aguda (S D R A y LP A . respectivamente). Debe tenerse en cuenta
ción:
que la PaO 2/FIO 2 no posee un comportamiento lineal. Varía en relación con la
Se considera que si nos encontramos a nivel del mar. a 37° C. la P IO . o presión I IO aplicada, el grado de shunt existente. Estos cambios se observan especial­
inspirada de 0 : es de 150 mm Hg (a F IO . de 0.21. que es la del aire que respira­ mente en presencia de shunt > 20% y con F IO . > 0.6.
mos). La presión barométrica (P B) varía exponencialmente con la altitud, y habría
que tener en cuenta este punto si no estamos a nivel del mar. La presión de vapor
de agua ( PH :0 ) generada en las vías respiratorias ( V N = 47 mm Hg) posee un valor \ t l( A N IS M O S D E IN T E R C A M B IO G A S E O S O A N O R M A L
fijo.
La PACO , o presión alveolar de C 0 2puede reemplazarse por la fácilmente medi­ I )ism inución de la presión inspirada de 0 2
óle presión arterial de C O . (PaC O : ), ya que el contenido de C O : en el aire atmos­
férico es despreciable y no existen prácticamente barreras para la difusión del C O . Como se ha mencionado, el O . constituye el 21% del aire ambiental. Como la
Es posible considerar que todo el C O . alveolar proviene del metabolismo corporal. I'icsión barométrica disminuye con la altitud creciente, también cae la PIO ., que es
Por lo tanto, la PACO , y la PaC O . resultan homologables. un componente de la ecuación del gas alveolar. La P IO . es de 150 mm Hg a nivel
RQ (o R ) es el cociente respiratorio, esto es la relación entre el C O . producido y del mar: y disminuye en forma progresiva con la altura. En la cumbre del Everest
el O.consumido. Normalmente es de 0.8 (200 mL/min VCO ./250 mL/min V O .); l.i PIO . es de 43 mm Hg. que parece ser la mínima tolerada. A mayores alturas.
pero depende de la tasa metabólica y del tipo de nutriente utilizado. E l V N de 0.8 >"ino las que alcanzan los aviones comerciales, se requieren suplementos de O .. En
proviene de una integración de los tres tipos de nutrientes en las proporciones habi­ los aviones, una P IO . aceptable se logra presurizando el compartimiento de los
tuales de la dieta. No obstante, si los hidratos de carbono fueran las fuentes ener­ pasajeros, no obstante no llega a los 150 mm Hg correspondientes al nivel del mar:
géticas predominantes, en mayor proporción que el 50%, RQ = 1: si fueran las por lo general corresponde a KM) mm Hg. Por lo tanto, aunque no ejerzamos medi-
proteínas. RQ = 0.8 y si fueran los lípidos, RQ = 0,7. i ma de las alturas, es probable que algunos de nuestros pacientes estén expuestos
A partir de la ecuación del gas alveolar pueden calcularse otros parámetros que, di manera transitoria a reducciones importantes de la P IO .; es el caso de los pacien­
como se ha expresado, facilitan las comparaciones intrasujetos e intersujetos: tes críticos en traslados aéreos.
E l impacto del descenso de la P IO . puede calcularse por medio de la ecuación del
• Gradiente alveoloarterial de 0 2 o P(A - a)ü< corresponde a la diferencia entre a s alveolar, y del gradiente A - a ü 2. S i se presentaran alteraciones preexistentes de
el O . alveolar y el O . plasmático. Su V N = 5-15 mm Hg: normalmente la PAO. la función pulmonar, el efecto de la altitud en la oxigenación arterial podría ser muy
es de 100 mm Hg. Sin embargo, la PaO. es de 95-98 mm Hg. Esta diferencia se importante.
debe a la presencia de shunt fisiológico: 1-3% del volumen minuto cardíaco que A medida que la P IO . desciende, se ponen en marcha mecanismos fisiológicos
no efectúa intercambio gaseoso, y a una pequeña cantidad de alvéolos con desi­ "inpensatorios para restaurar la oxigenación. E l mecanismo disponible más rápi­
gualdad V/Q. damente es un aumento en la ventilación minuto que. al reducir la PACO ., aumen­
- F.1 P( A - a )0 . es un indicador muy sensible de enfermedad pulmonar que inter­ ta la PAO. y. por ende, la PaO.. Esta respuesta ventilatoria a la hipoxemia depende
fiere con el intercambio gaseoso. del quimiorreeeptor earotídeo y de la capacidad de la bomba ventilatoria de res­
- Siempre debe calcularse con los sujetos respirando aire ambiental debido a que ponder a esta estimulación. Los pacientes con enfermedad pulmonar preexistente.
presenta un comportamiento inestable con aumentos de la PAO. y con cambios " con compromiso neuromuscular, presentan una capacidad ventilatoria reducida y,
en la relación V/Q. Incluso presenta cambios con relación a la edad (se han pro­ por lo tanto, una menor reserva compensatoria. Incluso existen individuos con una
puesto factores de corrección por edad: A-a x 0.21 x edad en años). disminución del drice o impulso respiratorio, lo que también podría lim itar su acti
Un P( A - a )0 : normal en presencia de hipercapnia es considerado característi­ \ idad. Todos estos factores deben considerarse a la hora de asesorar pacientes sobre
co de causas extrapulmonares de insuficiencia respiratoria. l i exposición a bajas presiones atmosféricas.
La exposición crónica a la hipoxia es contrarrestada por un aumento de la masa
• Cociente arterio alveo lar de O ; o P(a/A )0 : : V N > 0.6. Es más estable que el gra­ ¡"tal de eritrocitos, y por un aumento del 2,3 D PG . que corre la curva de disocia-
diente. Poco utilizado en la actualidad.
ion de la oxihemoglobina hacia la derecha y permite una mayor cesión de O . a los
• Relación PaO VFIO y. V N > 400. Fácilmente calculable, su desventaja reside en tejidos.
que no tiene presente a la PaC Ü 2 para su cálculo. Es el parámetro más utilizado La forma de tratar la hipoxemia por disminución de la P IO . es indicando O.
en la actualidad, incluso adoptado por la Conferencia de Consenso Europeo- uplementario.
34 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
Ml< ANISMOS DI INTERCAMBIO GASFOSO ANORMAL 35

H ip oventilación I .is causas más frecuentes de hipoventilación son:

Se refiere a la condición en la cual la ventilación alveolar (V A) es anormalmente Mteración del SN C : lesión estructural del SN C o depresión farmacológica.
baja en relación con las necesidades metabólicas. E l CO- es un producto final del Mteración de la bomba ventilatoria: por enfermedad neuromuscular (p. e j„ siti­
metabolismo, que genera aproximadamente 17.000 mEq de ácido que es añadido a i óme de G uillain Barré, miastenia grave o parálisis del frénico).
la sangre cada día. Lógicamente, debe ser eliminado a la misma velocidad a la que \lleraciones de la pared torácica: cifoscoliosis, tórax flotante por trauma.
es producido para evitar la aparición de acidosis. • \lgunas misceláneas como el Síndrome de Pickw ick (hipoventilación por obesi­
La PC 0 2alveolar ( PAC ()-) (y por lo tanto la PCO- arterial) es determinada por la dad), alcalosis metabólica o. incluso, enfermedades idiopáticas.
relación entre la producción de CO- (VCO-) y su excreción, dicho proceso está ínti­
mamente ligado a la ventilación alveolar ( VA). La VA representa la ventilación minu­ I ii general, la hipoxemia provocada por la hipoventilación se revierte fácilmente
to de las unidades respiratorias que efectivamente realizan el intercambio gaseoso. I» h medio del aumento de la FIO-. No obstante, debe tratarse su causa, con el fin
K es una constante. di evitar el desarrollo de hipercapnia con acidosis respiratoria progresiva. A menu­
do. en la situación aguda debe utilizarse la ventilación mecánica mientras se trata la
P a C 0 2 = [ V C 0 2/ V A] x K iilormedad de base.

Para un nivel determinado de actividad metabólica, la P C Ü 2 y la ventilación A lteración de la difusión


minuto son inversamente proporcionales.
La hipoventilación se define como una ventilación minuto (V ,) que no logra man­ Se define como la alteración del pasaje de O- desde el alvéolo al capilar pulmo­
tener la PCO- en rangos normales para una actividad metabólica determinada. El nar. Generalmente es consecuencia de inflamación o llbrosis alveolar o intersticial.
aumento resultante de P aC 0 2 provoca una disminución de la PAO- de acuerdo con I I intercambio gaseoso (Vgas) se rige por la ley de Fick; el pasaje de los gases será
la ecuación del gas alveolar y. por consiguiente, de la PaO:. proporcional al aérea de la membrana (A ) y a la diferencia de presión de los gases
La hipoventilación es generalmente provocada por una caída del volumen minu­ >11 ambos lados de la membrana (P I- P 2 ), e inversamente proporcional al grosor de
to respiratorio. No obstante, puede haber hipoventilación en presencia de V, normal ésta (T ).
o aumentada. Esto sucede cuando el V , y la frecuencia respiratoria se modifican en Ley de Fick
direcciones opuestas; lo que finalmente ocurre es una disminución de la V v Esto se Vgas = A /T x D (P1-P2).
aprecia si analizamos los componentes del V , :
>11 laque I) es una constante que depende de las propiedades del tejido y del gas en
vt =v a+ v d particular (depende de su solubilidad y de su peso molecular). Por ejemplo, el C ()2
es veinte veces más soluble que el O.
En los que V,, representa el espacio muerto anatómico (las vías aéreas, en las que En los seres humanos, la superficie de la membrana de intercambio gaseoso es
no se efectúa el intercambio gaseoso). E l V,, es un volumen fijo, de modo que cual­ enorme (50 a 100 n r), y el grosor es menor a 0.3 pin.
quier disminución del V , generará una disminución de la V A. El problema para utilizar la ecuación de Fick en el cálculo de la difusión es que
Finalmente, también puede existir una disminución de la V A con preservación o asume un comportamiento lineal, que la curva de disociación de hemoglobina no
aumento de la V, . en presencia de profundas alteraciones V/Q. En ese caso se habla sigue e incluso participan gases (O- y C O : ) con comportamientos diferentes.
de espacio muerto alveolar o fisiológico, en oposición al espacio muerto anatómico. E l eritrocito permanece en promedio 3/4 de segundo en los capilares pulmona­
Dado que la V s e encuentra estrechamente acoplada a la V C O : por acción del res. y durante este tiempo se debe equilibrar con los gases alveolares. En este pro-
centro respiratorio, un aumento de la PCO- secundario a hipoventilación se suele >eso pasivo, el 0 2 y el C O : se mueven a través de la membrana alvéolo-capilar en
deber a una falla de: sentido contrario, según el gradiente de sus presiones parciales. En el pulmón nor­
mal. el equilibrio completo ocurre en 1/4 de segundo, de lo que se deduce que exis­
• los quimiorreeeptores carotídeos o cerebrales para registrar el aumento de la PC'O- te una am plia reserva para la difusión. Durante el ejercicio, al aumentar el volumen
• o de la bomba ventilatoria en responder al centro respiratorio minuto cardíaco y las presiones vasculares pulmonares, se reclutan capilares pre-
\iamente no funcionantes, lo que aumenta la capacidad de difusión de O-. En gene­
O sea que la hipoventilación como mecanismos de hipoxemia e hipercapnia ral. ésta se evalúa midiendo la capacidad de difusión del monóxido de carbono
siempre im plica una etiología no pulmonar. i D LC O ). ya que es un gas que también se une a la hemoglobina.
36 G e n e r a l id a d e s y f it o p a t o l o g ía M i ( ANISMÍ >S I >
1 IN 11 K( AMMt >( .ASI <)S< >AN( )KMAl 37

En su trayecto desde al alvéolo hasta la unión con la hemoglobina, el O . encuen­


tra resistencia en dos sectores. En primer lugar, la resistencia generada por las mem­
branas alveolar, capilar y del eritrocito, y por el plasma. En segundo lugar, en la
combinación con la hemoglobina, que depende de la cantidad de sangre presente y
en la cinética de combinación. Estos dos tipos de resistencia desempeñan un papel
semejante. No obstante, en presencia de una enfermedad pulmonar que haya des­
truido los vasos, como por ejemplo en el enfisema o en la afección intersticial, o que
los haya amputado como ocurre en las enfermedades vasculares, puede existir una
disminución significativa de la capacidad de difusión. Pero dada la gran reserva de
difusión existente la D LC O , debe caer a menos del 10% de lo normal en reposo, o
del 25% en ejercicio para alterar el intercambio gaseoso (tlg. 2-2).
En general, los trastornos de la difusión conducen a la hipoxemia cuando existe
otro mecanismo concomitante de hipoxemia. Por ejemplo, una caída de la P102, í ig. 2-3. Modelo para explicar la distribución despareja del flujo sanguíneo en el pulmón, basado
como se ve en las alturas, por disminución del gradiente para la difusión: o un acor­ en las presiones que afectan a los capilares (zonas de West). PA = presión alveolar; Pa = presión
tamiento del tránsito de la sangre en el pulmón, como podría ocurrir con un aumen­ irterial pulmonar; PV = presión venosa.
to del volumen minuto secundario al ejercicio en un paciente con una enfermedad
pulmonar preexistente. posición erecta a decúbito, y también por diferencias entre el decúbito supino y el
La hipoxemia provocada por trastornos de la difusión también se revierte con el prono. Dichos fenómenos se exageran en los estados de enfermedad. Esto fue estu­
aumento de la FIO ? en el aire inspirado. diado por West, quien analizó las relaciones entre las presiones vasculares (arterial y
venosa capilar) y las alveolares, y también con los vasos extraalveolares (fig. 2-3).
• •

En el adulto joven, la relación V/Q en reposo puede variar de 0,6 a 3 con una
A lteració n de la relación ventilación-perfusión • •

media de 0.8 a I . La heterogeneidad en las relaciones V/Q se acentúa con la edad.


• •
• •

Se denomina alteración de la relación ventilación-perfusión (V/Q) al desbalance En los pacientes con enfermedad pulmonar, la desigualdad V/Q puede ser muy
entre el flujo sanguíneo y la ventilación, lo que causa que la composición del gas importante, con unidades con muy alta o muy baja V/Q. lo que puede generar una
• •

alveolar varíe de región a región (las unidades con baja ventilación en relación con hipoxemia significativa. Las enfermedades con baja V/Q suelen aparecer por una
la perfusión tendrán bajo contenido de ( ) 2y alto de C O : ). disminución en la ventilación, como se ve en el caso de la enfermedad pulmonar
• •

Hasta ahora hemos considerado al pulmón como un tínico alveolo intercambiador obstructiva crónica (E P O C ). La causa más común de alta V/Q (alvéolos sobreventi-
de gases. Sin embargo, el pulmón del adulto, como se ha mencionado, consiste en lados) es el enfisema, en el que la destrucción difusa genera alvéolos menos per-
300 millones de intercambiadores, cada uno de los cuales recibe su porción de ven­ tundidos que ventilados. .Sin embargo, es frecuente en las enfermedades crónicas
tilación y perfusión, lista distribución, aun en condiciones normales, es heterogénea, que ambos tipos de poblaciones alveolares coexistan. También en afecciones agu­
en parte por la influencia de la gravedad, a través de los cambios de posición: de das, como la tromboembolia pulmonar, se observa una heterogeneidad: si bien la
alteración básica consiste en poblaciones alveolares con alta V/Q (alvéolos ventila­
dos pero no perfundidos), también se observan alvéolos sobreperfundidos (con baja
• •

V/Q, resultado del flujo derivado hacia éstos).


• •

La relación V/Q en cada alvéolo determina las PAO- y PACO- y, por lo tanto, las
P 0 2 y P C 0 2 del fin del capilar. A sí, los gases arteriales, que son una media de los
gases de todos los alvéolos, dependen del número relativo de unidades con distinta
• • • • • •

V/Q (la distribución V/Q). El efecto que tiene el cambio de la relación V/Q en los
• •

gases del fin del capilar se observa en la figura 2-4. Las unidades con baja V/Qpre-
• •

sentan baja P ()2y alta PCO-, y las unidades con alta V/Q tienen valores opuestos.
L a desigualdad V/Q genera gran impacto en los gases arteriales; pero si bien
cabría esperar hipoxemia con hipercapnia, ésta no suele aparecer debido a que,
como se ha mencionado, mínimos aumentos de la P C ()2 estimulan el centro respi­
Fig. 2-2. Diagrama que ejemplifica los mecanismos que intervienen en el proceso de difusión. ratorio y se genera un aumento subsiguiente de la ventilación. La mayor parte de
38 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo c ía
M i <ANISMOS DI INTERCAMBIO GASEOSO ANORMAL 39

puede conducir a un aumento adicional de C 0 2. E l mecanismo más a menudo invo-


. .ido como causa de ello es la elim inación del "d rive" hipóxico (el hipercápnico ya
f •nene elim inado) y la subsiguiente depresión ventilatoria. Sin embargo, parecen ser
in.is importantes la supresión de la vasoconstricción hipóxica con aumento de la
desigualdad V/Qy la consiguiente hipercapnia. y el efecto Haldane (la mejoría de la
VQ : 0,000... 1 hasta 1 VQ: 1 hasta infinito ilinación de la hemoglobina |Hb| con ( ) : desplaza la curva de disociación de C O :
Relación V/Q baja pero finita Efecto espacio
Efecto shunt muerto i l.i derecha, al disminuir la afinidad de la Hb por el C O : ).

Fig. 2-4. Electo de las alteraciones de la relación ventilación-perfusión sobre la PO: y la PCO: en
una unidad pulmonar. shunt intrapulm onar

Se denomina efecto shunt al pasaje de sangre al sistema arterial sistémico sin


este aumento de la ventilación se dirige lógicamente a los alvéolos sanos. Debido a pasar por áreas pulmonares ventiladas (para realizar la hematosis).
la forma de la curva de disociación de la oxihemoglobina, la sangre que se retira de I a mezcla de sangre venosa con sangre oxigenada es el mecanismo más potente
estos alvéolos ya se encuentra totalmente saturada: no puede albergar más ( ) :. ilc hipoxemia. Esta admisión venosa puede ocurrir a través de un canal anatómico
Sobreoxigenar los alvéolos ya ventilados no genera un impacto sobre la PaO :. y 110 11lucíus permeable, comunicación interventricular) o. más habitualmente, en forma
puede compensar la hipoxemia originada en los alvéolos de baja V/Q. Sin embargo, .(•emularía al colapso de unidades alveolares o a su llenado por líquido de edema o
debido a que la curva de disociación de la carbox ihemoglobina sí es lineal, las ' Sudado inflamatorio.
reducciones de la PC O . en los alvéolos hiperventilados provocan una mayor elim i­ Si bien el shunt parece ser un grado extremo de alteración V/Q (relación V/Q = 0).
nación de C O : de la sangre venosa y pueden compensar la retención de C O : de los dadas las afecciones que lo provocan y su respuesta nula a las F I0 2 altas se lo eon-
alvéolos con baja V/Q. idera siempre como un mecanismo particular de hipoxemia. E l shunt es el meca­
Este mecanismo de excreción aumentada de C O : puede tener lugar si el paciente nismo de hipoxemia en el S D R A : en la neumonía grave, en la atelectasia y en el
110 tiene limitaciones por obstrucción mecánica al flujo o si la sensibilidad de los qui-
edema pulmonar cardiogénico (fig. 2-5).
miorreceptores está intacta. Si estas condiciones 110 se cumplen, o si el trabajo respi­ E l cálculo del shunt, como porcentaje del volumen minuto cardíaco que no efec­
ratorio requerido para mantener el aumento del volumen minuto respiratorio es de tal túa intercambio gaseoso, se efectúa según la siguiente fórmula:
magnitud que los músculos respiratorios consuman más 0 : y produzcan más C O : del
que ingresan o eliminan, respectivamente, se llega a un punto en el que los aumentos Qs/Qt = C cO , - C a 0 2/Ce02 - C v 0 2
ulteriores de la ventilación minuto se tornan ineficientes. En este momento se alcan­ Este cálculo requiere que las mediciones correspondientes se efectúen con F IO : = I .
za un nuevo equilibrio y la PC O : se eleva. Este nuevo equilibrio se acompaña de cam­ < uando los pacientes son ventilados con F IO ; menores de I se habla de admisión
bios en el estado ácido-base para evitar la muerte por acidosis respiratoria. venosa.
La relación V/Q es tan importante que el organismo ha desarrollado estrategias Si bien el cálculo del shunt mediante la fórmula antes enunciada (Q s/Q t) posee
que tienden a preservarla. Por ejemplo, la vasoconstricción hipóxica. en la que una limitaciones, se puede calcular el shunt mediante la técnica múltiple de gases iner-
disminución de la PO : alveolar provoca la vasoconstricción arteriolar. S i la causa de
la desigualdad es una disminución de la V. esta reducción en el Q tendería a con-
ducir la relación V/Q a rangos normales. L a vasoconstricción hipóxica es muy eficaz
entre los rangos de PAO : de 30 a 60 mm Hg. Grados más intensos de hipoxia pue­
den producir vasodilatación. Otro mecanismo, más controversial, es la broncocons-
tricción hipocápnica; pero ninguno de estos mecanismos protectores es muy eficaz.
E l tratamiento de las alteraciones gasométricas por alteración V/Q se dirige, en
esencia, a tratar la causa de la enfermedad subyacente. No obstante, se debe tratar
las alteraciones gasométricas potencial mente letales. Pv02
Por lo general, la hipoxemia por desigualdad V/Q responde a aumentos de la F IO :.
La hipercapnia aguda grave suele requerir asistencia ventilatoria mecánica.
En el caso de existir hipercapnia crónica, sobre la que se añada una causa aguda
I ig. 2-5. Esquema de una unidad alveolar con relación ventilación-perfusión igual a 0. Shunt ver­
de hipoxemia e hipercapnia adicionales, es importante recordar que la terapia con 0 : tí.ulero.
40 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía M i ( ANISMOS I >1 INTERCAMBIO GASEOSO ANORMAL 41

In .mgre que efectuó oxigenación, el resultado será un descenso de la PO : arterial


tes. Aunque dicho abordaje al lado de la cama del paciente es poco práctica. E l efec­
to de grados crecientes de shunt sobre la PCO- es tardío, ya que como se ha men­ pioporcional al grado de shunt (fig. 2-6).
Y si la PvO- se encuentra disminuida, como podría ocurrir debido a una mayor
cionado en el caso de otros mecanismos de hipoxemia. disminuciones pequeñas de
la PuO- estimulan la respuesta de los quimiorreceptores y provocan un aumento de • yI i .ii ción periférica de 0> sea por un aumento del VO : tisular o por la caída del
la ventilación que tiende a "lavar" el CO-. Los grados mayores de shunt generan "lumen minuto cardíaco, este impacto de factores no pulmonares sobre la PaO :
hipercapnia. podría ser aun mayor. La hipoxemia por baja P v 0 2siempre debe considerarse en
I*» pacientes con SD K A.
Como se ha mencionado, la característica esencial de la hipoxemia provocada por
shunt es la refractariedad a las altas FIO-. Los grados pequeños de shunt (10-20%)
pueden tener una respuesta al aumento de la FIO-, en tanto que en magnitudes <O N C L U S IO N E S
mayores, la PaO: casi no se modifica. ¿Sig n ifica esto que no vale la pena ventilar a
estos pacientes con altas FIO -? S i se analiza el deterioro de la oxigenación desde un Podemos concluir que la insuficiencia respiratoria puede englobarse en dos situa-
i iones llsiopatológicas principales: falla de la bomba ventilatoria e intercambio
enfoque más amplio (desde el punto de vista del transporte de 0 : hacia los tejidos),
rascoso ineficiente, juntas o por separado. En el cuadro 2-I se nombran las causas
se observa que con aumentos de la FIC E se logran aumentos pequeños pero signifi­
* hincas de cada una de ellas.
cativos del CaO-, lo que puede ser importante desde el punto de vista clínico. El
Los mecanismos de hipoxemia que hemos mencionado también pueden estar
motivo es que en niveles marcados de hipoxemia. el organismo trabaja en la por­
imbricados; en el cuadro 2-2 se describen los mecanismos de alteraciones del inter-
ción rápidamente ascendente de la curva de disociación de la oxihemoglobina. en
i amhio gaseoso subyacentes a las entidades clínicas más frecuentes.
la que ocurren estos fenómenos.
Por último, es esencial destacar que si bien el tratamiento de la enfermedad de
De cualquier forma, la reversión de la hipoxemia se logra por medio de la presión
base es el pilar del tratamiento de la insuficiencia respiratoria, la hipoxia y la hiper-
positiva espiratoria final (P E E P ), que permite utilizar FIO- menores, además de otros
i apnia aguda o extrema también deben corregirse de formas activa y rápida, debi­
posibles efectos beneficiosos que serán explicados en otros capítulos de esta obra.
do a que pueden llevar a la muerte en un lapso muy corto.

Factores extrapulm onares


< iia d ro 2-1. Cansas clín icas de la insuficiencia resp iratoria
Si bien en condiciones normales el volumen minuto cardíaco y la presión veno­
sa mixta de oxígeno no afectan la P a ü 2. esto depende fundamentalmente de la rela­ IN SU FIC IEN C IA RESPIRA TO RIA
ción V/Q de cada alvéolo. Si existe una importante población de alvéolos con
relación V/Q= 0 (shunt), cuyas P v (). (venosas mixtas) se mezclan directamente con Falla de la bomba muscular Intercambio gaseoso ineficiente
Alteración del control respiratorio EPO C
Intoxicación con depresores del SN C
- ACV Enfermedades restrictivas
Sueño
Neumonía
1nfermedades neuromusculares
Pará 1isis diafragmática Edema pulmonar cardiogénico
Síndrome de Guillain-Barré
Miastenia grave SD RA
Distrofias musculares

1nfermedades de la pared torácica


- Obesidad
- Escoliosis
- Espondilitis anquilosante

1aliga muscular
Fig. 2-6. Mecanismos extrapulmonares de hipoxemia. I* vO. - presión venosa mixta de O.:
SN C . sistema nervioso central; AC'V. ataque cerebrovascular: E P O C . enfermedad pulmonar obstructiva crónica:
Pc02= presión capilar pulmonar de O..; PaO. = presión arterial de 0-; PAO- = presión alveolar de
s l)R A . síndrome de dificultad respiratoria (distrés) aguda.
O-: PIO- = presión inspirada de O-: Qt = flujo sanguíneo.
42 G e n e r a lid a d e s y f i t o p a t o lo g ía

C u a d ro 2-2. C ausas más frecuentes de hipoxem ia v sus meconismos fisiono


tologicos involucrados

Mecanismo
Síndrome
de dificultad
respiratoria
aguda Neumonía
Enfermedad
pulmonar
obstructiva
crónica Asma
3
Córlocircuito Grave Grave Leve Ausente
clasificación y bases tecnológicas
(shunt)
Alteración V/Q Ausente/ Leve/ Grave Grave de los ventiladores
Leve Moderado (patrón no (patrón
uniforme) uniforme)
Limitación en la Ausente Ausente G A BR IELA RAPARI
Ausente Ausente
difusión de ü 2
Efecto de la Leve/ Marcado Marcado Marcado
F IO yI en la Moderado (> 400) 0 400) O 400)
P.O,

C O N C E P T O S CLAVE

IN T R O D U C C IO N
• E l diagnóstico de insuficiencia respiratoria aguda se realiza por los gases
en sangre arterial, con valores de Pa0 2 menores de 60 mm Hg y de PaC 0 2
mayores de 45 mm Hg respirando aire y a nivel del mar. En este libro sobre ventilación mecánica, la inclusión de un capítulo en el que se
• Los mecanismos fisiopatológicos de la hipoxemia incluyen la baja presión presentan y relacionan conceptos inherentes al funcionamiento de los ventiladores
inspirada de oxígeno, la hipoventilación alveolar, los trastornos de la difu­ pretende proporcionar un enfoque técnico y sim plificado del tema, útil para orde­
sión. las alteraciones de la relación ventilación-perfusión, el shunt y los fac­ nar los conocimientos acerca de las bases tecnológicas de los ventiladores.
tores extrapulmonares. La comprensión y el dominio de los principios de funcionamiento del ventilador,
• La hipoventilación, como mecanismos de hipoxemia e hipercapnia, siem­ así como de los parámetros y las variables que entran en juego durante la ventila-
pre im plica una etiología no pulmonar. i ion mecánica facilitarán el manejo del equipo y, lo que es más importante, permi-
• E l P(A -a)0 :, el P(a/A )0 2 y la relación PaO:/FIO : son índices para evaluar iirán anticipar en forma apropiada las estrategias de control del ventilador, su
el intercambio gaseoso, fácilmente calculables al lado de la cama del respuesta y cómo aplicarlas ante cada paciente y cada situación clínica particular.
paciente. Actualmente en cuidados intensivos se utilizan ventiladores de presión positiva
<n casi la totalidad de los casos, por lo que se orientarán los temas a este tipo de tec-
• E l P(A -a)0 : y la respuesta al oxígeno administrado son útiles para estable­
cer el diagnóstico y una estrategia terapéutica en la insuficiencia respirato­ n logia. Se hará especial hincapié en los ventiladores microprocesados: sin embar-
t'l i los conceptos que se desarrollan comprenden la ventilación mecánica en general
ria aguda.
\ no un determinado tipo de equipo.

Por último, los temas relacionados con ventilación no invasiva e interfases utili-
B IB L IO G R A F IA / das durante la asistencia ventilatoria serán tratados en otro capítulo de esta obra.

Damzker DR. Gas Exchange in Acule Lung Injury. En: Acute Lung Injury. Critical Care
Clinics 1986;2:527-36. O B JE T IV O S
Rodriguez-Roisin R. Effect o í MechanicaJ Ventilation on Gas Exchange. En: Tobin.
Martin: Principies and Practices of Mechanical Ventilation. New York Me Graw-Hill • Presentar esquemas de clasificación para los ventiladores disponibles.
Inc; 1998. Chapter 32. • Describir los sistemas que componen un ventilador y cómo se relacionan
West JB . Ventilation-Perfusion Relationships. Am Rev Respir Dis 1977:116:919-43. entre sí.
44 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
( I ASM l( A< l( >N Y BASES ft< NOLÓGIC AS DE LOS VENTILADORES 45

• Explicar los principios de funcionamiento del ventilador. litación a esta función. Sin embargo, no fue sino hasta mediados del siglo pasado que
• Analizar las variables de control y su relación con la ecuación de m ovi­ logró ventilar a pacientes y llevar la ventilación mecánica al escenario clínico.
miento del sistema respiratorio. En este capítulo se agruparán los ventiladores disponibles desde ese entonces, en
• Explicar variables de fase y su papel en el ciclo ventilatorio. "generaciones" que hoy se reconocen, según los avances científicos y tecnoló­
• Detallar los sistemas de alarma y seguridad. gicos significativos que se fueron sucediendo desde los comienzos. S i el lector está
interesado en obtener una reseña histórica completa del tema, podrá encontrarla en
1.1 bibliografía propuesta al final del capítulo.
C O N T E N ID O S E l gran surgimiento de la ventilación mecánica ocurrió tras la epidemia de polio­
mielitis de la década de 1950. Hoy. se está muy lejos de los primeros dispositivos
Ventiladores >pie se diseñaron por ese entonces, y que sirvieron para demostrar que la ventilación
Definición mecánica con presión positiva era una herramienta que permitía salvar vidas.
Clasificación temporal En los últimos 50 años, los ventiladores evolucionaron de manera significativa, por
Prim era generación I" que incorporaron más prestaciones y mayor seguridad, lo que también se extendió
Segunda generación •u uso en cuidados críticos. Actualmente se reconocen tres generaciones tecnológicas,
Tercera generación que se resumen a continuación. Durante el desarrollo de este apartado se introducirán
Clasificación funcional •ileunos conceptos que después serán explicados a lo largo del capítulo.
¿Cuáles son las partes fundamentales de un ventilador?
¿Cuáles son las principales funciones de un ventilador? Prim era generación
Fuentes
Mecanismos generadores de flujo Entre fines de la década de 1950 y principios de la siguiente década, surgieron
Esquema de control I ' . primeros ventiladores comerciales. Éstos eran equipos muy sencillos, neumáti-
Salidas 1*s. que ciclaban por presión. Básicamente, movilizaban un flujo de aire hacia el
Sistemas de seguridad y alarmas luciente, de manera intermitente, por lo cual se llamó 1PPV, que es la sigla en inglés
4.' ventilación con presión positiva intermitente. Algunos ejemplos de esa genera­
ro n son el Bird M ark 7 y el Puritan Bennett PR 2.
V E N T IL A D O R ES Eos equipos comenzaron a utilizarse con relativo éxito; sin embargo, se fueron
>k tectando falencias y se propusieron posibles mejoras, relacionadas con la seguridad,
D efinición
1.1autonomía, la ilionitorización, etc. Por ejemplo, los primeros equipos no tenían alar­
Un ventilador se puede definir de manera muy simple como una máquina dise­ mas que advirtieran sobre situaciones de riesgo para el paciente, ni un modo de venti­
ñada para administrar una energía capaz de reemplazar o aumentar la función natu- lación de respaldo, que garantizara la ventilación en caso de falla del dispositivo.
lal de ventilar, es decir, el trabajo respiratorio que deberían realizar los músculos del Una vez probada la viabilidad del uso de ventiladores mecánicos para salvar
paciente. \ idas, se fueron incorporando en forma paulatina mejorías y elementos como mez-
E l nombre correcto de estos equipos en nuestro idioma es ventilador debido a i ladores, espirómetros de fuelle, alarmas y compresores.
que es la palabra que expresa estrictamente la función que reemplaza la máquina. A
menudo, en el lenguaje coloquial se los llam a “ respiradores". Cabe señalar que res­ Segunda generación
p ira r es el proceso de intercambio gaseoso que se da en los pulmones a nivel alve­
olar. entie el aire y la sangre de los capilares pulmonares, mientras que ventilar es La evolución que se produjo durante la década de 1960 condujo al desarrollo de
la movilización de gas dentro y fuera de los pulmones. Esto últim o es esencialmente l-’s equipos que hoy reconocemos como la segunda generación de ventiladores;
lo que hace un ventilador. unos iconos de esta generación son el Engstróm, el Puritan Bennett M A-I y el
Siemens Servo 900E.
Clasificación tem poral Los grandes cambios vinieron de la mano de la electrónica, que permitió agregar
nuevas funciones, como el ciclado por volumen, y más modalidades ventilatorias,
Uno de los pioneros en el campo de la ventilación mecánica fue Andreas Vesalius. uno IM V (ventilación mandatoria intermitente), S1M V (ventilación mandatoria
quien vislumbró, hace más de 400 años, un dispositivo capaz de realizar una aproxi- intermitente sincronizada), C P A P (ventilación con presión positiva continua en la
46 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
C I ASM l( A< l( >N V BASES TECNOLÓGICAS DE LOS VEN IILADORES 47

vía aérea), entre otras. Esto se consiguió debido a la incorporación de nuevos ele­
, ( nales son las p arles fundam entales de un ve n tila d o rí
mentos, fundamentalmente el control analógico, que proporcionó mayor seguridad
y coordinación entre los diversos componentes de la máquina. I I diagrama de bloques de la figura 3-1. que representa un ventilador de tercera
También se incorporaron algunas alarmas, un modo de apnea y elementos de aeración o microprocesado, muestra un sistema compuesto por tres elementos
monitorización, que si bien eran muy elementales, se constituyeron en herramien­ <I>" mteraccionan entre sí: el paciente, el operador y el ventilador.
tas útiles para ventilar con mayor seguridad y aprender más acerca del suministro \ continuación se describirán los subsistemas que conforman el ventilador. Más
de la ventilación.
" leíante en este capítulo se explica con más detalle su funcionamiento básico y las
Ciertos equipos incorporaron un compresor, lo que sumó autonomía neumática. i Iaciones funcionales entre ellos.

Tercera generación • Interfaz con e l usuario: es el elemento de comunicación bidireccional entre el


equipo y su operador. Generalmente está integrada por un panel de control o tecla­
A principios de la década de 1980. la electrónica vivió un cambio trascendental do para el ingreso de datos, que permite al operador programare introducir valores
debido a la aparición del microprocesador. Como era de esperar, la gran transfor­ para determinar el suministro de la ventilación. Asimismo, tiene varias ventanas de
mación tecnológica alcanzó al equipamiento de uso médico, incluidos los ventila­ mensajes y, en ciertos casos, una pantalla o interfaz gráfica que permite visualizar
dores, y dio lugar a un nuevo tipo de equipos: los ventiladores microprocesados. información acerca del estado del paciente y del propio equipo. Los distintos fabri-
E l control microprocesado se sumó a los importantes avances y mejorías en otros antes suelen seguir una lógica para diagramar esta interfaz de manera que sea fácil
elementos, como los sensores de flujo, los transductores de presión, los regulado­ de manejar, y que el usuario pueda encontrar con rapidez las funciones que busca.
res. las válvulas, etc. A sí se llegó a los ventiladores disponibles en la actualidad: I ogicamente. su aspecto y constitución han variado con los años y podemos encon­
equipos muy versátiles, con una gran variedad de funciones y modos ventilatorios trar teclados, comwheel (botón rotativo de selección) y pantallas sensibles al tacto.
(ciclados por presión, volumen, flujo o tiempo), cuyo aspecto exterior se adapta • Sistem a electrónico: es común referirse a este sistema como la "electrónica" del
mejor al entorno de las salas de cuidados críticos y que. además, pueden actuali­ quipo, imaginándolo como una "caja negra" en la que se integran las funciones
zarse para seguir "creciendo" y satisfacer los requerimientos para una ventilación "licitadas con los datos del equipo y del paciente. Más allá de esta simplifica-
más variada, segura y confortable para los pacientes. ion. el sistema electrónico de los equipos de tercera generación consta de un
Fueron notables las mejorías en la monitorización del paciente. Ya no sólo es onjunto de plaquetas de circuitos impresos que contienen componentes y cir-
posible obtener información numérica de los valores medidos durante la ventila­ uitos integrados (microprocesador, memorias, circuitos de conversión analógi-
ción. sino que se incorporaron pantallas en las que es posible visualizar curvas en
tiempo real de los parámetros en función del tiempo, o de parámetros ventilatorios
combinados entre sí. Junto con esta importante capacidad de monitorización se dis­
pone de un avanzado sistema de seguridad y de alarmas que proporciona una ven­
tilación segura para el paciente.
Presentadas ya las tres generaciones de ventiladores, cuando el lector se encuen­
tre frente a un equipo será capaz de identificar a cuál de ellas pertenece mediante la
observación de ciertas características. Esto es de gran utilidad, ya que le proporcio­ t i
nará mayor información acerca del tipo de herramienta con que cuenta y cuáles Circuito paciente
serán las lim itaciones en el momento de ventilar a un paciente.
Sin embargo, esta clasificación temporal no es suficiente para conocer las pres­ Ventilador i
taciones de un ventilador. Para ello se cuenta con una clasificación funcional que se Panel de control Sistema
interfaz gráfica Sistema neumático
electrónico
basa en ciertos aspectos y componentes de los equipos.

C lasificación funcional Operador


t
Suministro
i
Suministro
eléctrico de gases
Otra manera de abordar la clasificación de los ventiladores es con un enfoque
funcional. Antes de seguir adelante con esta clasificación es bueno hacer una pausa
y formularse dos preguntas:
I ¿u. 3-1. Ventiladores de tercera generación. Relación entre el operador, el paciente y el ventilador.
48 Cj LNI KALIDADES Y FISIOPATOLOGÍA ( I ASII l( A< l<)N Y HASI S 11( N( >
1( ) ( .l( AS I )l I ( )S VI N III Al X )RfcS 49

ca/digital; etc.) que se ocupan de vigilar y controlar los demás sistemas, todas las Ml.ulihvs teniendo en cuenta otros aspectos (de presión positiva y presión negativa.
funciones disponibles para el usuario y una gran cantidad de rutinas que son i»« ih radorcs de flujo, de presión o de volumen, etc.). Por una cuestión práctica
transparentes para éste. i. mu.liemos una de ellas. El resto puede encontrarse en la bibliografía recomendada.
La electrónica, y a través de ella el resto de los elementos del ventilador, es co­ \ principios de la década de 1990, Robert Chatburn propuso un esquema de cla-
mandada y/o controlada por uno o varios microprocesadores, componentes elec­ ih i<ion que sigue siendo el más difundido y aceptado en la actualidad. Lo inte-
trónicos que integran numerosos circuitos capaces de realizar a gran velocidad
procedimientos o funciones, de forma preprogramada y activada por aconteci­
mientos. Para expresarlo de una manera simple, es al menos un microprocesador i iiad ro 3-1. Esquem a de clasificació n de R. C hatburn *
quien continuamente procesa los valores y parámetros programados por el ope­
I Energía IV: Salida de gas
rador. así como la información proveniente de los sensores, y en función de esto \ Neumáticos A. Presión
gobierna las diferentes acciones que resultan. Observación: es tan rápida la velo­ H I Icetríeos 1. Onda rectangular
cidad de procesamiento que los procedimientos realizados de manera secuencial I . Batería 2 . Onda exponencial
aparentan ser simultáneos. Esto hace suponer que “ simultáneamente” está en­ ... Corriente de red 3 . Onda sinusoidal
viando un flujo programado, controlando los sensores, activando una alarma, 4. Onda oscilatoria
II 1lansmisión y conversión B. Volumen
almacenando datos, etcétera.
di* poder 1. Rampa
• Sistem a neum ático: está constituido por los elementos que controlan el flujo de
\ ( ompresor externo 2 . Sinusoidal
los gases durante la inspiración y la espiración, realizan la mezcla adecuada de B ( ompresor interno unido al motor C. Flujo
aire y oxígeno, administran los volúmenes y miden las presiones. De acuerdo con 1. Gas comprimido/directo 1. Onda rectangular
el fabricante y el modelo, existen diferentes tipos de sistemas neumáticos, y de 2. Motor a. Rampa ascendente
hecho son los elementos que definen las capacidades de un equipo. electrico/pistón/piñón/direci<> b. Rampa descendente
• Sistem a de sum inistro eléctrico: se refiere a la fuente de alimentación eléctrica Válvulas de control de salida 2. Sinusoidal
1. Diafragma neumático D. Efectos del circuito paciente
del equipo que, como se verá más adelante, puede tener diferentes orígenes.
2 Válvula neumática
.
• Sistem a de sum inistro de gases: se requieren dos fuentes de gases, una que sumi­
3 . Válvula electromagnética V: Sistema de alarma
nistre aire y otra de oxígeno. El sistema de suministro de estos gases también - “ Poppef A. Alarma de ingreso de energía
varía de equipo a equipo y. en algunos casos, se lo considera directamente parte - Proporcional 1. Disminución de energía eléctrica
del sistema neumático. 2. Disminución de energía neumática
• Sistem a o circuito del paciente: es el medio que conecta el equipo al paciente y III Esquema de control (bases)
garantiza la correcta circulación de los gases hacia el paciente y desde él. A. Control de circuito B. Alarmas de control de circuito
1. Mecánico 1. Falla general del sistema (verificador
2 Neumático inoperante)
¿C u áles son las p rin cip ales funciones de un ve n tila d o ri .

3. Fluídico 2. Programación incompatible


Éstas se pueden resumir de la siguiente manera: 4. Eléctrico 3. I/E invertido
• Proveer un volumen de gas al paciente a determinados flujo, presión y tiempo. 5. Electrónico C. Alarmas de variables ofrecidas
B. Variables de control y ondas 1. Presión
• Generar la mezcla apropiada de gases (generalmente aire y oxígeno).
1. Presión 2. Volumen
• Monitorizar al paciente y su mecánica respiratoria. 2. Volumen 3. Flujo
• Avisar al operador de condiciones diferentes a las esperadas o deseadas median­ 3. Flujo 4. Tiempo
te un sistema de alarmas. 4. Tiempo a. Alta o baja frecuencia respiratoria
• Procesar la información que maneja y mostrarla al operador o enviarla a sistemas ('. Variables de fase b. Alto o bajo tiempo respiratorio
periféricos. 1. Variable de gatiliado o dispa­ e. Alto o bajo tiempo espiratorio
• Acondicionar el gas (filtrado, temperatura y humedad). ro (apnea)
2. Variable de límite 5. Gas inspirado
• Entregar medicación.
3. Variable de ciclado a. Alta o baja temperatura del gas
• Facilitar al personal funciones auxiliares. 4. Variable de base inspirado
Una vez repasados estos conceptos, es posible retomar la clasificación funcional D. Variables condicionales b. Alta o baja FIO-
de los ventiladores. Cabe mencionar que existen otras formas de clasificar los ven- K c s p ir a t o r y C a r c 1991; 36 :11 23 -5 5.
50 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o c ía
( I ASM l( A< II )N Y BASES ll< NI >
1( )(.!( AS DE LOS VENIIEADORES 51

losante de este esquema, que se resume en el cuadro 3-1. es que permite describir
M ecanism os generadores de flujo
en términos generales los atributos y principios de funcionamiento de un equipo
determinado y a la vez ofrece suficientes detalles como para poder diferenciarlo de
E l sistema neumático es el corazón del ventilador, la pieza fundamental de fun-
otros equipos.
<innamiento que permite generar flujo en función de la orden impartida por algún
Es oportuno recordar que el interés en reconocer cómo funciona un equipo, cuá­
mecanismo. Es decir, esta pieza o conjunto de piezas, controladas electrónicamen-
les son sus prestaciones y cómo controla las variables reside en la posibilidad que
i en los ventiladores mieroprocesados. permite administrar flujo al paciente de
esto confiere de anticipar apropiadamente las estrategias de control del ventilador y ilguna forma programada por el usuario.
su respuesta frente a determinadas situaciones clínicas.
Como se introdujo en la sección precedente, el sistema neumático de un ventila-
Ci consta de tres partes: las fuentes de gases, un sistema de mezcla y un mecanis-
Fuentes de control de flujo. Cada uno de estos bloques conceptuales suele corresponder
.1 un dispositivo concreto dentro del ventilador, aunque en determinados casos dos
Como se expresó con anterioridad, un ventilador microprocesado es una máqui­
bloques conceptuales integran una parte mecánica única.
na que contiene elementos electrónicos (microprocesador, memorias, sensores),
I a fuente de gases está formada por una fuente o generador de aire comprimido
mecánicos (motores, reservorios, reguladores) y neumáticos (válvulas, circuitos,
\ una fuente de oxígeno. De aquí se toman los gases y se mezclan en el sistema de
membranas) diseñados para alterar la energía de distintas fuentes y transformarla en
mezcla. L a mezcla de gases se produce de acuerdo con el valor de FiO_. (fracción
energía útil para asistir mecánicamente a un paciente de una manera determinada.
inspirada de oxígeno) seleccionada por el usuario y pasa a 1111 mecanismo que per­
Cuando se dice “ distintas fuentes" se hace referencia a dos tipos de fuentes: fuente
mite administrar finalmente el flujo.
eléctrica y fuente neumática.
I 11el caso de los ventiladores mieroprocesados que actúan como generadores de
Fuente eléctrica: la principal fuente suele ser la red eléctrica, que en nuestro país
Mujo, es siempre el ventilador el que controla el flujo a administrar. E 11 los modos
es de 220 voltios. 50 Hz. Todos los ventiladores mieroprocesados necesitan una cone­
\' >lumétricos, el ventilador simplemente administra un flujo preprogramado por el
xión a la red eléctrica. Por otro lado, los ventiladores pueden tener una batería, exter­
operador. E 11 los modos que controlan presión, el ventilador entrega el llujo reque­
na o interna. Esta batería permite que el ventilador siga prestando servicios aunque
rido para llegar rápidamente a la presión preprogramada por el operador.
falle la fuente externa, la línea eléctrica de 220 voltios. Una de las características más
\ continuación se citan algunos ejemplos de mecanismos generadores de flujo.
importantes de las baterías es su capacidad. Cuanto mayor sea su capacidad, más
I Ip istó n : este sistema no sólo genera el flujo necesario, sino que también reali­
tiempo durará y. en consecuencia, mayor será el tiempo disponible para solucionar el
za la mezcla programada, es decir, el mezclador y el generador de flujo se encuen-
problema original. En general, la capacidad de una batería se da en amperios/hora. De
11.m en una misma pieza mecánica. Aquí, el microprocesador controla en forma
esta manera, el otro dato importante es el consumo del ventilador. Así. por ejemplo,
directa un motor paso a paso que mueve un émbolo. Entonces, cuando se controla
si la capacidad es de I amperio/hora y el consumo es de I amperio, el tiempo de la
la velocidad del émbolo y se conoce el área de éste, se conoce con exactitud el flujo
batería será de I hora. En los ventiladores de transporte, la batería es una caracterís­
administrado. De esta forma, el microprocesador controla la velocidad para admi-
tica fundamental. E l tiempo de funcionamiento o autonomía debería ser mayor o
n trar el flujo objetivo. Por otro lado, el volumen administrado resulta del despla­
menor de acuerdo con el tipo de transporte para el cual haya sido diseñado el equipo. zamiento realizado por el pistón.
Por ejemplo, en el caso de 1111 ventilador de transporte intrahospitalario, un tiempo de
F.l solenoide proporcional: otro mecanismo para controlar el flujo administrado
2 horas es más que suficiente, mientras que en el caso de un ventilador de transporte
el solenoide proporcional. Este está conformado por 1111 motor paso a paso que
extrahospitalario. el tiempo debe ser superior y además siempre debe existir la posi­
controla un vástago que. a su vez, al moverse va “ tapando" uno o varios orificios
bilidad de conexión a una fuente externa. La fuente externa es simplemente una fuen­
1* ulados. E l material del orificio y el material del vástago son muy resistentes a la
te auxiliar, distinta de la red eléctrica. Un ejemplo de esto es la posibilidad de
erosión, y prácticamente no se modifican con el tiempo. De esta manera se obtiene
conexión a una fuente de 12 voltios, como la batería de una ambulancia.
11
11 aumento de la resistencia al flujo que varía con la posición del vástago. En fun­
Fuente neum ática: la fuente neumática es vital para el ventilador dado que es la
ción del valor programado, el microprocesador mueve el vástago y. en consecuen-
que provee los gases necesarios para la administración de ventilación mecánica al
<11. aumenta o disminuye la resistencia ofrecida al flujo. Este tipo de controladores
paciente. Se requieren dos fuentes: una de aire y otra de oxígeno. Hoy en día mu­
.1 flujo tiene siempre una fuente de gas regulada y conocida. Entonces, si se cono-
chos ventiladores tienen una fuente generadora de aire comprimido propia, com­
la presión (P ) y se controla la resistencia (R ) por medio de la posición del vásta­
presores o turbinas. De esta manera, el ventilador se independiza de la fuente
se tiene en forma sim plificada: flujo = P/R. Es decir, el flujo es función de la
externa y obtiene autonomía neumática. La fuente de oxígeno, por el momento, es
I" isición del vástago. y el volumen administrado es función del tiempo que se man­
externa en todos los casos.
tiene en esa posición.
52 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
( I ASII l< A< l(')N V B A S IS II ( N O I ( ) ( , ! ( AS DI LOS VI NTILA D O RES 53

E l banco de válvulas d igitales: está formado por un sistema de varios orificios 1.miesen el tiempo. Recordemos que esto es importante dado que los mecanismos
regulados. Cada orificio tiene un solenoide que puede taparlo o destaparlo. Es decir, veneradores de flujo suponen la presión constante.
los solenoides equivalen a 1111 sí o a un 110. en lugar de ser proporcionales a la En este caso, el ventilador tiene dos sensores de flujo de hilo caliente que regis-
corriente administrada. De esta manera, si se conoce el flujo a administrar, el micro- u ni el flujo de cada uno de los gases. La suma de ellos permite obtener el flujo
controlador detecta cuáles son los solenoides que debe abrir para conseguir el flujo administrado al paciente. Además, este dato permite que el microprocesador del
buscado. E l volumen administrado es función del tiempo que las válvulas se en­ ntilador abra o cierre el próximo mecanismo, el solenoide proporcional.
cuentren abiertas. I monees, abriendo más o menos el solenoide se obtiene mayor o menor flujo. De
I m tu rb in a: algunos ventiladores tienen dispositivos llamados turbinas que gene­ • 1.1 forma, el microprocesador servocontrola la apertura de la válvula. Para el caso
ran rápidamente flujos altísim os. E l mecanismo de control del microprocesador es d< I aire se puede observar el compresor como fuente opcional de gases. Después de
un poco más complicado que el control de las revoluciones de la turbina. En gene­ 11 válvulas proporcionales, el flujo de gas mezclado es enviado al paciente. Para
ral. el flujo administrado es función de las revoluciones de la turbina y de la dife­ v\ nar que la exhalación del paciente se realice por el mismo conducto de la inspi-
rencia de presión que se encuentran entre la entrada y la salida de la turbina. Estas I .k ton. se instala una válvula unidireccional. Otro componente que aparece antes de
turbinas están confeccionadas con materiales de tecnología aeronáutica que requie­ I I \alvula es la válvula de seguridad, esta válvula 110 sólo permite la apertura en
ren 1111 mantenimiento mínimo, y proporcionan buenos resultados. •aso de presiones altas, para que de esta manera no lleguen al paciente, sino que
lambién queda abierta en caso de que el ventilador se apague y el paciente pueda
D iagram a en bloques i- «pirar el aire ambiente.
I 11 el momento en que el ventilador cicla la válvula espiratoria, se abre. De esta
A modo de ejemplo, en la figura 3-2 se muestra 1111 diagrama en bloques, que per­ manera, el paciente puede liberar los gases que tenía en sus pulmones; el ciclado
mite ver en una representación gráfica sim plificada, los subsistemas constitutivos d< penderá del modo. Los gases pasan por 1111 filtro, el sensor de flujo, que registra
más importantes de un ventilador microprocesado. l.i -.mtidad de flujo exhalado. Esto permite calcular, por medio de la integración del
Inicialm ente se observan las entradas de aire y de oxígeno, es decir, las fuentes Mujo en función del tiempo, el volumen exhalado.
neumáticas externas. Luego, es necesario 1111 regulador de presión, que reduce las \ medida que los gases se liberan, la presión va disminuyendo. Si el usuario pro-
presiones de la fuente hasta alrededor de 1111 2 0% de éstas y logra mantenerlas cons- "iam ó un nivel de P E E P (presión positiva de fin de espiración) determinado, el ven­
id. idor cerrará la membrana exhalatoria cuando se llegue a ese nivel de P E E P . E l
1 vulador de P E E P toma gases de los reguladores de gases principales y ajusta el

nivel de P E E P programado sobre el solenoide de espiración. Entonces, en el mo­


mento de la exhalación se ejercerá sobre la membrana exhalatoria un nivel de P E E P
determinado. En el momento en que la presión ejercida por el regulador de P E E P sea
mayor que la presión sobre el circuito paciente, ésta se cerrará.

/ squem a de co n tro l

El esquema de control está integrado por el circuito de control, que es el con-


imito de piezas y mecanismos neumáticos y eléctricos que permiten la asistencia
ntilatoria mecánica, y un grupo de variables que son guardadas en la memoria
que utiliza el microprocesador para controlar el circuito de control antes menciona­
do. Estas variables se agrupan en;
Variables de control: conjunto de parámetros programados por el usuario, los
nales están bajo control durante la ventilación mecánica (p. ej.. la presión). Las
iriables de control son guardadas en la memoria que utiliza el microprocesador
na controlar el circuito de control antes mencionado.
Variables de fa s e : conjunto de variables que determinan los cambios de fase (ins-
l uación-espiración-inspiración). Estas variables también son almacenadas en la
Fig. 3-2. Diagrama en bloques, ejemplo de un sistema neumático. n e moría que utiliza el microprocesador.
54 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
Ct ASIIK ACIÓN Y ItAMS 11( N( )| ( ) ( ,l( AS I >! I O S VENTILADORES 55

Variables condicionales: conjunto de variables que determinan en condiciones


En función de lo anterior se definen distintas variables (de control, de fase, de
especiales acciones especiales, "s i esto, entonces hacer esto
lado) que son útiles no sólo para clasificar los ventiladores, sino también para
De las descripciones y conceptos anteriores se infieren los siguientes puntos: i.U n ir y comprender los distintos modos ventilatorios.
Las órdenes del operador, esto es, la programación de los parámetros del ven- Variables de control: se trata de variables (presión, volumen, flujo o tiempo) que
tilador, y de las alarmas, se introducen en el ventilador, en general por un teclado ■l ventilador regula para suministrar la ventilación. La variable de control es fácil-
o pantalla. Estas órdenes son guardadas en la memoria que utiliza el microproce­ iii' ute identificable debido a que su comportamiento permanece constante a pesar
sador. A l mismo tiempo, los sensores del ventilador informan sobre los paráme­ 'I' los cambios de carga impuestos al ventilador.
tros físicos más importantes: presión en la vía aérea, flujo, volumen inspirado, Variables de fa se : son las variables medidas y usadas para definir distintos fenó-
etc. Esta inlorm ación es procesada por el microprocesador y luego es transfor­ nienos o fases dentro de un ciclo respiratorio. En consecuencia, se tienen las
mada en alguna acción física que permite adm inistrar los parámetros programa­ i"dientes variables de fase:
dos por el usuario, o inform ar si algún parámetro se encuentra fuera del rango
D isparo: provoca que comience la inspiración. Las variables de disparo más usa­
perm itido (alarm a).
das son:
Para poder comprender cómo una máquina, en este caso el ventilador, reempla­
• e I tiempo: el ventilador comienza la inspiración de acuerdo con la frecuencia fija-
za o ayuda a mantener la función normal de ventilar, debemos considerar lo que
ocurre desde el punto de vista mecánico. d;a e independientemente del esfuerzo del paciente (disparo por tiempo o disparo
de la máquina);
Se debe tener en cuenta que entrarán en juego ciertas variables físicas como la
tuerza, el desplazamiento, la velocidad y el tiempo. • la presión: una caída de presión debajo de un valor programado (sensibilidad)
Puestos en el campo de la fisiología y mediante una analogía sim plificada, cuan­ indica al ventilador el esfuerzo del paciente y éste comienza la inspiración (dis­
do hablamos de tuerza, ésta se mide como presión, paro por presión o disparo del paciente);
• * I flujo: el ventilador comienza la inspiración cuando se alcanza un valor de dife­
Presión = Fuerza/Área. rencia de flujo (sensibilidad) entre el flujo inspirado y el exhalado;
• otras: como los movimientos torácicos.
el desplazamiento se mide como volumen
Lím ite: es la variable programada con un valor máximo durante toda la inspira-
non. Es importante notar que cuando se llega a ese valor la inspiración no termina.
Volumen = Área x Desplazamiento, I r ejemplo, durante la ventilación con presión de soporte se programa un valor de
presión deseado, pero aun después de que este nivel es alcanzado, la inspiración
y la velocidad de desplazamiento es el flu jo de gas.
' ontinúa hasta llegar a un valor de flujo predeterminado o un porcentaje del flujo
inicial, que es el criterio de ciclado.
Flujo = A Volumen/A tiempo C iclado: cuando ésta es alcanzada termina la inspiración. En el ejemplo citado
interiormente, el flujo es la variable de ciclado ya que se termina la inspiración
es decir, es necesario conocer cuál es la presión requerida para lograr que un flujo >uando la caída del flujo llega a un valor determinado.
de gas entre en las vías aéreas y aumente el volumen de los pulmones. La relación
De base: es la que se controla durante la espiración. La mayor parte de los ven­
entre P. V y F está dada por la ecuación de movimiento que describe el comporta­
tiladores realiza un control de la presión como variable durante la espiración (p. ej..
miento mecánico del sistema respiratorio.
I ’E E P o presión media en la ventilación de alta frecuencia).
En la figura 3-3 se observan las curvas de presión en la vía aérea (Paw ) y el flujo
P = F x R + V/C n función del tiempo. En ella se pueden identificar las fases del ciclo ventilatorio
las variables de fase asociadas.
Tanto la presión como el volumen y el flujo son variables cuantificables que cam ­
bian en (unción del tiempo a lo largo de todo el ciclo respiratorio, mientras que K Salidas
(resistencia) y C (distensibilidad o com pliance) se suponen constantes en cada ciclo E l ventilador muestra al operador la información que continuamente está toman­
y representan la carga impuesta al ventilador.
do y procesando.
Teniendo en cuenta la ecuación de movimiento se observa que un ventilador es L a toma de información se realiza a través de sensores. Los datos obtenidos pue­
una máquina que "controla" una de estas variables. P. V. F o tiempo. E l tiempo es den ser mostrados directamente o pueden ser utilizados para realizar otros cálculos
una variable im plícita en la fórmula.
mostrar más datos a partir de los valores iniciales.
56 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o c ía C l ASII l( A< ION Y ItASIS IT( N O IÜ G K AS Dt IO S VENTILADORES 57

Lím ite
| C iclad o I as alarmas pueden ser:

SEG Prngnunubles
cm H^O
6 • Alta/baja presión en la vía aérea
-2 0
120
• A lia frecuencia
IN S P IR A T O R IO
Flu jo
• \lio/bajo volumen minuto exhalado
L/min 4 5 6 • Alto/bajo volumen corriente exhalado
120 E S P IR A T O R IO
No program ables (o de fábrica)

I-ij». 3-3. Variables de fase. • Suministro eléctrico


• Baja presión aire/0:
Los sensores utilizados para registrar la presión son sensores de estado sólido. • l alla de la válvula de exhalación
Dentro de los sensores más usados para el registro de flujo encontramos: • Válvula de seguridad abierta
• Sistema de reserva activado
• Sensores de orificio variable • A pnea
• Sensores de hilo caliente
Sistem a de respaldo

Interfaz gráfica • C ontrolad equipo durante el funcionamiento


• Proporciona ventilación de seguridad en caso de fallo ventilatorio o pérdida de
La misma interfaz suele manejar la información de entrada y salida, y debe ser: e n e rg ía

• Sim ple de usar Ventilación de apnea


• Lógica en su formato \pertura de la válvula de seguridad en caso de fallas graves
• Segura (d ifícil de cambiar por accidentes) \dvertencia por valores peligrosos
• Ordenada (datos de paciente, controles principales, controles secundarios)

Sistem as de seguridad y alarm as ( O N C E P T O S CLAVE

Son sistemas que controlan continuamente el estado del paciente, del circuito y
del equipo. Avisan al operador mediante una señal de alarma si debe tomar alguna • Existen tres generaciones tecnológicas que agrupan los ventiladores, desde
decisión, y ante determinadas situaciones ejecuta acciones de manera automática. los primeros dispositivos neumáticos hasta los equipos microprocesados
disponibles en la actualidad.
Sistem a de alarm as • Un ventilador microprocesado es una máquina que contiene elementos
electrónicos (microprocesador, memorias, sensores), mecánicos (motores,
Las características que deben cum plir los sistemas de alarm as son: reservónos, reguladores) y neumáticos (válvulas, circuitos, membranas)
diseñados para alterar la energía de distintas fuentes y transformarla en
• Precisión energía útil para asistir mecánicamente a un paciente de una manera deter­
• Sencillez para programarlos e interpretarlos minada.
• Categorización de las alarmas según la gravedad del problema • Una forma de entender mejor el funcionamiento de los ventiladores es a
• Codificaciones audible y visual través de su clasificación, que puede basarse en sus bloques funcionales:
— Alim entación
A su vez. las alarmas están diferenciadas en: Neumática
Eléctrica
• activas: automáticamente activan un mecanismo de seguridad;
• pasivas: sólo avisan una condición de alarma, pero no activan ninguna tarea.
4
58 G e n e r a l id a d e s v f is io p a t o l o g ía

- M ecanism o generador
Compresor
Válvulas solenoides
Pistón
Turbina
- Esquem a de control
Circuito de control
Interfaces
Variables de control: presión, volumen, flujo, tiempo
Variables de fase: disparo, lím ite, ciclado, base
paciente-ventilador
Variables condicionales
- Salidas M A R IA N O SETTEN,
Valores numéricos RO G ER R O D R IG U E S LA M O G LIE
Gráficos Y N O R BER T O TIRIBELLI
- Alarm as
Alimentación
Circuito
Paciente

• E l valor de cada parámetro dependerá de la variable controlada y de las


constantes del paciente. La ecuación de movimiento permite entender
cómo afecta el cambio de una variable a las otras variables. IN IR O D U C C IÓ N
• Ecuación de movimiento:

I .. in te rfa c e s p a c ie n te - v e n tila d o r so n lo s d is p o s itiv o s c o n d u c to re s o in te rm e d ia ­


Presión = Volumen/Complacencia + Flu jo x Resistencia
o s d is p u e s to s e n tre e l v e n tila d o r y la v ía a é re a d e l p a c ie n te , n e c e s a rio s p a ra e l sos-
" I. " a l o p a re ,a l d e la v e n tila c ió n , m o d ific a n e n m a y o r o m e n o r m e d id a la s va ria -
I, -.,dilatorias y pueden m edir promoviendo o evitando la neumonía asociada a
B IB L IO G R A F ÍA IN tu ilación mecánica (N A V M ).

Cairo JM . Pilbean SP. Respiratory Care Equipment. Mosby's. Sixth Edition: 1999. I 11 e ste c a p ítu lo se d e s c rib irá n la s c a r a c te rís tic a s d e lo s c ir c u ito s v e n tila to rio s d e

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ñ u d o s d e a s p ir a c ió n y d e la v ía a é re a a r t ific ia l.
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• Reconocer los diferentes componentes de las interfaces paciente-ventilador.
mechanical ventilation. New York: McGraw-Hill; 1994:37.
-Hender su relación con las resistencias y el trabajo respiratorio.
Tobin M J Principies and practice of mechanical ventilation. Part IV. Coventional meth-
• i -escribir los principios de la aerosol terapia y los dispositivos para la admi­
ods of ventilation support. New York: McGraw-Hill: 1994:191.
nistración de aerosoles.
• <onocer los diferentes sistemas y técnicas de aspiración.
numerar los fundamentos de los sistemas de humidificación activa y pasi-
' -destacando sus ventajas y desventajas.
R«lacionar las interfaces con la prevención de la N AVM .
60 G e n e r a lid a d e s y fis io p a t o lq g ía In t f r f a c e s p a c ie n te - v e n tila d o r 61

C O N T E N ID O S it.l n t e . nos dedicaremos a este punto en especial. Además, se puede encontrar a


I" l.i :o del tubo una línea radio-opaca, que facilita la ubicación del tubo en la radio-
V ía aérea artificial )•! ¡I 1. Una parte sustancial del T E T es el balón traqueal, que se ubica en la parte
Tubo endotraqueal dr-i.il del tubo, aproximadamente a 2 cm de la punta y cuya principal función es
Cánulas de traqueostomía ■Tim ar la luz peritubaria dentro de la tráquea para evitar fugas cuando se usa una
C ircuito ventilatorio \m iilación con presión positiva; además, puede proteger la vía aérea del contenido
Volumen de compresión laríngeo, aunque este tema aún es controvertido. E l sistema de inflado del balón
Resistencia y trabajo respiratorio ." ii asie en un pequeño balón piloto que tiene una válvula unidireccional con un
Filtros anti bacteria/virus lor estándar para una jeringa que se bloquea automáticamente cuando ésta es
Circuito ventilatorio y N AVM i.an ida. Por último, está la punta del tubo, en el extremo distal. que es redondeada
Aerosolterapia en ventilación mecánica \ .11 bisel con un ángulo de 38° ± 8o desde la línea media y de bordes romos.
Tipos de generadores
Elección del dispositivo utilizado I I I y espacio m uerto
Técnica de uso de los generadores de aerosol en V M
Factores que afectan la administración de aerosoles durante la V M I I espacio muerto anatómico normal extratorácico en el adulto es de cerca de 70-
Cuidados /■' mi E l volumen de un T E T puede calcularse como el volumen de un cilindro
Aerosoles en vía aérea artificial sin V M y en VN1 mediante la fórmula:
Sistemas cerrados de aspiración
Hum idificación y calentamiento del aire inspirado V = 7t •r • I
Principios físicos de la humidificación
Signos y síntomas de una humidificación inadecuada I )onde r es igual al radio del tubo y I es igual a la longitud del tubo. Por ejem-
Requerimientos de humedad y temperatura para provisión de gases en pl<> 1111 T E T N ° 8. es decir de 8 111111 de II) que tiene 25 cm de longitud, tendrá un
distintos puntos en el tracto respiratorio '. lumen de 12.6 111L. lo que es aproximadamente 60 m L menos que el volumen de
Sistemas de humidificación activa l.i \ia aérea superior. Por lo tanto, este valor es desestimable en la relación espacio
niiiiTto/volumen corriente ( V / V ^ con el paciente intubado.
• abe aclarar que el espacio muerto anatómico en un paciente con una enferme-
■I 1I pulmonar grave puede influir en forma negativa en la relación V ()/V . Se ha
V IA A EREA A R T IF IC IA L d. mostrado que los pacientes con enfisema pueden tener cambios significativos
. liando se compara la respiración bucal y la respiración a través de traqueostomía.
Tubo endotraqueal . mi una reducción de la ventilación minuto y del consumo total de oxígeno. Se cree
■|u. esto se debe a una disminución del trabajo respiratorio en los pacientes con tra-
D iseño básico i|iirostomía.

En su diseño básico, el tubo endotraqueal (T E T ) consta de: un conector. el cuer­ // I. resistencia en la vía aérea y trabajo esp irato rio
po del tubo, el balón traqueal, el sistema de insuflado (balón piloto) y el extremo
distal. E l conector. ubicado en su extremo proximal. desempeña el papel de adaptar I a vía aérea superior en situación normal representa el 50% de la resistencia res-
al tubo una bolsa de reanimación, un dispositivo de anestesia o un ventilador mecá­ l" .noria total: por lo tanto, es de esperar que cuando ésta es reemplazada por un
nico. por lo que tiene una medida estándar, con un diámetro externo de 15 111111. E l 1 1 . semirrígido, haya un efecto inmediato sobre la resistencia. E l flujo de gas a tra-

cuerpo del tubo tiene un radio de curvatura 14 ± 2 cm. E l diámetro interno (ID ) es ■le un tubo está dado por el gradiente de presión a lo largo del tubo y la resis-
el que se tiene en cuenta y debe hallarse impreso en el extremo dislal del tubo. En 1 . ia de éste, y es el determinante más importante el radio del tubo (ley de

estos casos, la impresión del diámetro externo es opcional. Cuando el diámetro r 1 euille). Además del radio del tubo, otros factores determinan la resistencia al
interno es menor de 6 mm. ambos diámetros, interno y externo (O D ). deben hallar­ Mujo aéreo, entre ellos la velocidad del flujo, la longitud del tubo, su forma y cur-
se inscritos. E l largo del tubo es función del ID . E l largo del tubo es controvertido, ,lima, y la fricción de las moléculas del gas entre sí y de éstas contra la pared del
en especial en su porción sobresaliente por fuera del margen bucal del paciente; más tubo E l tipo de flujo que pasa a naves del tubo influye en menor o mayor medida
62 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía v/lNTILADOK 63
INTI KI ACLS l’AClENTE-V’

_ . . ..... , desarrollar neu-


sobre la resistencia. E l flujo puede ser laminar o turbulento, y se calcula con la fór
O >n ventilación no invasiva (VN 1) tienen menor probabilidad de ^ ^
muía del numero de Reynolds (Re):
II..muía nosocomial que los pacientes con V M que están intubados- ^
hay ciertas características de la vía aérea artificial (tanto T E T c° ' " ' ’mslrado que en
Re _ 2 (diámetro) (velocidad) (densidad) queostomía) que intervienen en este proceso. Petrig y cois, han de' actua,menle sj
los balones de baja presión y gran volumen, como los que se usan . se
(viscosidad)
bien protegen mejor el tejido traqueal que los de alta presión y jón s¡jente de|
producen pliegues longitudinales en el balón que provocan la asp> ^ C{Q
nüio l e Z nÚ,r r° SUr ÍOr 3j ' 500 2 000 se flujo turbulento. Con un f ontenido acumulado por arriba del balón. Teniendo en cue'¡ piración subl
e sT clT o , , 7 L reC,° ’ e' llu j” eS POtdominantememe lam inar y, en Smulders y cois, han estudiado el posible beneficio de un sistema i ‘N A VM £n ,os
este caso, según Ja ley de Potseuille, la resistencia es inversamente proporcional a Gótica adicionado al T E T para hallar una menor incidencia de de

¿ r iT r bürg0,conniijosmay°resde15L/m¡n»
radi°'s"'em 'otves
de un tubo de dtametro menor de 10 mm. el flujo se torna turbulento y, de acuerdo
pacientes con este tipo de tubo, y para corroborar con ello los trabG ^ ^ ^
Relio y Valles. Sin embargo, en la práctica no es un dispositivo q i'e suM Ó Uca ,as
con la ley de Potseuille, en este caso la resistencia es inversamente proporcional a sistemática en lo que respecta al TET . Con este sistema de aspirad®
cánulas de traqueostomía son usadas con mayor frecuencia. |lamada biope-
dad dd fl H E " re S U m e tíln t° d Cíllibre del tubo com" la vek« -
dad del flujo pueden determinar la resistencia al flujo aéreo; desde el punto de vista Otro factor que podría participar en el proceso de la N A V M es ^ de ^
chuteo con respecto a la velocidad del flujo, éste puede tener mayor relevancia líenla (biofilm ). La estructura interna del T E T muestra, desde «■ _ ^ y con
cuando la ventilación minuto es superior a 15 L/min. microscópico, que la pared interna del tubo no es lisa, sino que t se
Con respecto al trabajo respiratorio, éste es determinado por la presión generada el transcurso de los días se va formando una película que contieiit ^ ^ ^
para mantener un volumen que se mueva a través de la vía aérea, el que también se pegan a esta pared. S i bien está probada la colonización de b a c t^ ^ N A yM
afectado por el radio del tubo y el tipo de flujo. S i la resistencia aumenta (en este cuía, todavía no se ha demostrado que intervengan directamente e
caso porque el rad.o del tubo disminuye), la presión generada a través del tubo debe
aumentar para poder mantener el mismo nivel de flujo (ley de Ohm). S i el flujo es
Halón traqu eal
d o n ^ l flirreSI° n t,Ue SC ^ gene,ar a traVéS dCl lUb° CS l a m e n t e propor- , , evitar fugas de gas
uonal al flujo; pero en condiciones de flujo turbulento, esta presión será directa­ Es una parte esencial del T E T que cumple con la I unción de e ^ a dism¡.
mente proporcional al cuadrado del flujo. cuando se utiliza la ventilación con presión positiva, y además c° (fil, 4_n
En definitiva, conocer estos principios físicos permitirá identificar situaciones que miir la cantidad de material de la faringe que pueda pasar a la trtWI ^ ^ ^
se observan en el trabajo cotidiano con el paciente. Esto es aplicable, por ejemplo al Hasta la década de 1970 sólo existían tubos endotraqueales y ^ ^ ^ ^
pmveer presión de soporte, con lo que se intenta disminuir la presión muscular que ostomía con balones de alta presión, por lo que podían usarse c i ^ ^ traquea.
ebe generar el paciente para mantener un volumen dado; de esta manera se loma corto, ya que pasadas 12 a 24 horas la probabilidad de lesiones Ul e
p rin d h SU7 Jscul0s ¿ “ P a r i o s . Olro ejemplo práctico relación;,do
estos principios es el que se observa con un paciente que respira espontánea­
mente a través de un IE T , el que ve reducida su lu/. en forma progresiva debido a la

~ T CK,r E l Paden,e debe,á generar P a s io n a lm e n te mayor pre­


pon para m ovilizar el mismo V „ y ello promoverá la fatiga muscular, la reducción
progresiva del V, y el aumento relativo de la ventilación de espacio muerto.

TET y neum onía asociada con la VM

C uando se habla de N A V M se hace referencia a una entidad compleja que impli-


a! o riesgo de mortalidad, que prolonga el tiempo de V M y la estadía en la uni-

afm en, " 7 PUV n,er iVa C° " C‘ COns¡S uiente aumento de costos. Desde hace
líenos dos decadas se ha estudiado la patogenia de esta enfermedad, y cuando se
analizan los resultados se destaca que la intubación del paciente es un factor deci­
sivo en la producción de la N A VM . Existen estudios que muestran que pacientes Fig. 4-1. Balón traqueal. A. Balón sin inflar. B. Balón in,lai1° '
64 G e n e r a l ii >
a i j e s y eisk jp a t o l o g ía
In i i k i a <I S IV\< II n iI -VI N III A l)( )K 65

les era alta. Estos balones generaban ana fuerte adhesión con la pared traqueal y
•h> murrio anatómico disminuye, lo que puede ser beneficioso en algunos casos
evitaban fugas a cambio de producir lesiones. Con la aparición de los balones de Iiiii i k ulares.
baja presión d.sm.nuyeron de manera considerable las lesiones por isquemia a
causa de la alta presión, pero empezó a advertirse el pasaje de material faríngeo a
\m itajas de la traqueostom ía
través de phegues que se formaban de manera longitudinal en el balón, una de las
principales causas de la NAVM .
• Aumenta el bienestar y permite movilizar al paciente con menor riesgo.
Aunque en la actualidad se utilizan tubos con balón de baja presión es suma­
• I disminuye la resistencia al flujo aéreo.
mente necesano controlar la presión del balón dado que presiones altas aplicadas
• I .u dita el mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea.
sobre la pared traqueal pueden causar una lesión por decúbito y la destrucción del
• I hsininuye el riesgo de aspiración riel lago faríngeo (con uso de sistema de aspi-
epitelio ciliado que podrá interferir con el transporte de mucus en el período de pos-
i.u ion subglótica u optimizando la higiene de la cavidad oral).
extubacion. De mantenerse en el tiempo una presión inapropiada, podrá generarse
• l i i los pacientes con EPO C , la reducción del espacio muerto puede ser signifíca­
a nccr0sls de |;, mucosa y de k)S tC)K|os nuis prolundos de ,a pared (|. |ea, h
lo i debido a que éstos tienen una alteración del espacio muerto fisiológico res-
la dilatación y la ruptura de la tráquea. Los problemas a largo plazo incluyen este­
prcto del anatómico.
nosis y librosis traqueales, traqueomalacia y el desarrollo de zonas de la tráquea con
• I acilita la transferencia del paciente desde la U T I a centros de rehabilitación.
tiansporte de mucus insuliciente. Para evitar estas complicaciones se deberá tener
• Permite la fonación (en el caso tic poder usar un dispositivo apropiado).
en cuenta no superar la presión de perfusión de los capilares traqueales, estimada
• I acilita los cuidados de la boca y permite la ingestaoral.
C| i" - h 1,1111 '¿ ! a 4()-X c,n H ( ) , ‘ Es t,ccir c!ue la presión dentro del balón • Provee un beneficio psicológico que es difícil de evaluar pero con el tiempo
deberá hallarse preferentemente entre 20 mm Hg y 24 en, II O. Además, es impor­
puede ser sustancial para la recuperación del paciente.
tante considerar la presión de la vía aérea durante la V M . Guyton describió una rela­
ción lineal entre el aumento de la presión pico de la vía aérea en el paciente venti­
( in ap licacio n es m ientras e l p acien te se encuentra con la cánula
lado con presto,, positiva y la del balón del TET . Por esta razón, las mediciones de
de traqueostom ía
pies ton del balón se deben real,zar durante todo el ciclo respiratorio para poder
observar estas variaciones.
• I esión traqueal (inflam ación, hemorragia, ulceración, necrosis de cartílago y mu­
A c tu a lm e n te se e stá n d e s a rro lla n d o b a lo n e s c o n n u e v o s m a te ria le s q u e p e rm iti-
cosa)
la n u n a m e jo r a d h e s ió n a l te jid o tra q u e a l, s in p ro v o c a r le s io n e s .
• Perforación traqueal
• Infección (sepsis, neumonía, mediastinitis)
Cánulas de traqueostomía • Desplazamiento de la cánula
• Reducción del transporte mucociliar
L a traqueostomía provee un acceso a la vía aérea en pacientes con obstrucción de
• Pérdida aérea
las vías aereas superiores. Pero también es una ruta alternativa de la intubación tra­
queal en pacientes que deben permanecer con V M en forma prolongada K ollef
( in ap licacio n es durante y después de la d ecanulación
encontró que la traqueostomía temprana (5.9 días promedio de V M ) se asocia con
una disminución de los días de internación y de los costos en comparación con la
• I scaras, granulomas y/o formaciones queloides
traqueostomía tardía (16.7 días). Sin embargo, en la actualidad no existe un con­
• Vpertura persistente del ostoma
senso respecto de la conducta más adecuada en relación con el momento óptimo de
• Disfagia
realizar la traqueostomía en reemplazo de la intubación translaríngea, más allá del
• Odinofagia
c ie n o medico aplicado a cada caso en particular. La práctica habitual, según una
• Estenosis traqueal
encuesta realizada en la Argentma. es realizarla al fin de la segunda semana. En
• Iraqueomalacia
pacientes con trastornos graves de la deglución o manejo d ifícil de las secreciones
• formación de la membrana traqueal
bionqutales, es un procedimiento que garantiza la protección de la vía aérea.
-as alteraciones de las variables ventilatorias que se pueden dar cuando el na­
/ipos de cánulas más usuales
ciente tiene colocada una cánula de traqueostomía son similares a las que se puede
observar con el TET. proporcionales a su longitud y calibre. Pero se debe tener en
( (ínulas sin balón: se usan a menudo en pacientes crónicos que 110 requieren VM
cuenta que cuando el gas ingresa a través de una cánula de traqueostomía, el espa-
v no tienen trastornos deglutorios graves por los cuales deba protegerse la vía aérea.
66 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o c .ía In te r fa c fs p a c ie n te - v e n tila d o r 67

C ánulas con balón: son necesarias en pacientes que deben recibir V M con pre­ •I*•«11' nenia en la práctica clínica diaria. E l volumen de compresión del circuito es
sión positiva. Con respecto a los cuidados del balón, rigen los mismos parámetros fllli* u n del volumen del sistema, de la distensibilidad ( com pliance) del material
que para los tubos endotraqueales. mu|ili ido en la pared del circuito y de la presión de la ventilación. Los ventilado-
C ánulas con sistem a de aspiración subglótico: estas cánulas, además de poseer h " 'i nliuna generación lo corrigen tras realizar los test de inicio con todos los
balón, tienen un sistema ile aspiración con un orificio por encima del balón y aspi­ 1 «mii|» 'líenles del circuito instalados (trampas de agua, filtros, etc.). S i el equipo de
ran el material subglótico que se acumula para impedir el pasaje de éste al pulmón, \ M ii" cuenta con el test de inicio correspondiente, se deberán utilizar las tubula-
esto permite dism inuir de manera significativa el riesgo de neumonías aspirativa y .luí i i . . omendadas por el fabricante para las cuales están preestablecidas las eom-
nosocomial. F.I sistema es efectivo pero requiere los cuidados necesarios para que lU'h' .n iones de volumen compresible. E l circuito ventilatorio puede llegar a perder
continúe permeable y que conserve la capacidad de aspiración. Es aconsejable •li s mi . de volumen por cada cm de H O de presión en el sistema. Los sistemas
conectar el extremo dirigido a la aspiración intercalado con una llave de tres vías, i|ii' 11 .111 trampas de agua (p. ej.. cuando se usa un sistema de humidificación acti­
ya que a veces 110 es posible mantener la aspiración continua porque genera irrita­ va 1 i'n senlan la dificultad de perder una parte del volumen que el paciente recibe
ción y tos en el paciente. Es necesario mantener permeable este lumen. illt "porción al volumen seco del recipiente de la trampa; es decir, que la parte
1 * 1

Cánulas con endocánula: este sistema es práctico y seguro para pacientes cró­ •l< la tram pa que no contenga agua form ará parte del volum en com prim ido del
nicos. debido a que permite retirar con facilidad la cánula interna para su higiene y «Mema Esto no sucede cuando se utilizan trampas que tienen un sistema valvular
evitar la posibilidad de obstrucción permanente con el consiguiente riesgo de asfi­ i|in permite que el flujo aéreo circule sin pasar por el recipiente al cual sólo cae el
xia. Se proveen dispositivos con balón o sin él. ••i-'11 producto de la condensación producida por el sistema de humidificación.
Cánulas de fo n ació n : el mecanismo básico consiste en que permiten, a través de I I volumen de compresión 110 suele influir en la ventilación del paciente, espe-
una fenestración o un sistema valvular (Biesalsky). el paso de aire hacia las cuerdas ■lilimente en el adulto, salvo que se utilicen V pequeños respecto de su peso ideal,
vocales y. de esta manera, se puede provocar la emisión de voz. fu i le caso y en caso de ventilación en pacientes pediátricos, el volumen de com-
C ánulas con fenestras, diferentes angu/aciones, diferentes longitudes, etc.: pu ion puede tener un fuerte impacto sobre la ventilación alveolar. Se debe tener
Se debe tener en cuenta todos estos factores para la elección adecuada. •n 1nenia que. en la actualidad, el uso de pequeños V | forma parte de estrategias
vcnnlaiorias protectoras como en el caso del síndrome de dificultad respiratoria
C IR C U IT O V E N T IL A T O R IO olí iies) aguda (S D R A ) o como parte de la estrategia para dism inuir el atrapamien-
l" .u-reo en pacientes con una patología obstructiva. Los niveles de auto-PEEP
L a relación entre el paciente y el ventilador sólo puede ser posible a través del uso 1l ’l I P = presión positiva de fin de espiración) pueden ser más bajos si se utiliza 1 11
1

de un circuito constituido por tubuladuras (mangueras) y conectores especiales. Si 1n 1mío con bajo volumen de compresión.

bien a simple vista la función de este circuito es transportar el gas inhalado y exhalado
por el paciente, hay ciertos detalles a tener en cuenta que pueden beneficiar o empeo­
Resistencia y trabajo respiratorio
rar el aporte de una mezcla gaseosa al paciente o la eliminación o salida desde él.
En la práctica diaria se considera el circuito ventilatorio como un conjunto de I .i resistencia que puede ofrecer el circuito ventilatorio de un ventilador mecáni-
tubuladuras con conectores y dispositivos que transportan un flujo de gas sin mayor . o no es significativa desde el punto de vista clínico, excepto que se asocie con una
problema ni alteración de las variables ventilatorias. Sin embargo, del mismo modo .1I1.1 resistencia provocada por el T ET . La parte de trabajo respiratorio del paciente
que sucede con la vía aérea artificial, ciertas características del circuito deben ser u lacionada con la resistencia del circuito es función del flujo pico inspiratorio que
tenidas en cuenta, ya que pueden m odificar algunas variables con especiales conse­ . I paciente pueda producir, y de la respuesta del ventilador al disparo del paciente.
cuencias en los pacientes con baja reserva ventilatoria o en estrategias ventilatorias I'"i lo tanto, los efectos de la resistencia del circuito inspiratorio pueden incidir sólo
a bajos volúmenes. .luíante los modos espontáneos de ventilación. En ocasiones, la resistencia del cir-
1mío espiratorio del ventilador se asocia con el tipo de válvula espiratoria y de

Volum en de compresión l ’l I R y con la longitud de la rama espiratoria del circuito, lo que a veces es un fac-
i"i ile producción o un aumento del nivel de auto-PEER
Todo el circuito ventilatorio, incluidos los distintos dispositivos y conectores,
conforma un reservorio virtual (de volumen) que "roba" parte del volumen que se I d tr o s anti-bacteria/virus
transporta hacia el paciente.
E l volumen faltante se conoce como volumen comprimido o volumen de com­ I a utilización de filtros antibacterias y antivirus en la rama inspiratoria del cir-
presión. Este concepto ha sido descrito hace varias décadas y usualmente no es teni- 1mío paciente-ventilador proporcionará el filtrado del aire inspirado que ingresará
68 G e n e ra lid a d e s y f it o p a t o lo g ía In te rfa c e s paciente-ven i 11 a ix )r 69

directamente en la carina del paciente a través de la vía aérea artificial, provenien­ A continuación se desarrollarán:
te del ventilador mecánico y del sistema de administración de gases.
La colocación del filtro anti-bacteria/virus en la rama espiratoria se recomienda • I ipos de generadores de aerosol para VM
en el caso de infecciones respiratorias virales o tuberculosis activa, como protección • I i mea de uso de los generadores de aerosol en VM
del personal de la unidad, o en caso de utilizar nebulizaciones para proteger válvu- • I actores que determinan la eficacia del tratamiento inhalatorio
las y espirómetros del equipo. • I unnas de evaluar el efecto del tratamiento
Los dispositivos humiditlcadores con función de filtrado (H M E F ) no excluyen la • \erosoles en vía aérea artificial sin VM y en VN I
utilización del filtro inspiratorio (colocado en el inicio de la rama inspiratoria), si se
podría evitar la utilización del filtro espiratorio.
lipos (le generadores

C ircuito ventilatorio y NAVM N cbulizadores de pequeño volum en (N B Z )

Décadas atrás se realizaba el cambio diario o frecuente de los circuitos ventilato- I us ncbulizadores de pequeño volumen (fig. 4-2) se usan para convertir líquidos
nos de un ventilador como estrategia para lograr una menor incidencia de NAVM . En •n aerosoles de 1111 tamaño que puedan alcanzar la vía aérea inferior. El proceso de
especial, el alto costo de mantener esta conducta condujo a investigar sobre el tema. »mivcrtir neumáticamente un líquido en pequeñas gotas se llama atomización.
Desde el año 1990 hasta el presente, distintos autores han observado que el cambio I .1 operación de 1111 nebulizador neumático requiere una fuente de gas presuriza-
*

Irecuente de los circuitos 110 se asocia con una disminución de la NAVM . Por el con- do como fuerza conductora para la atomización. Esta puede ser interna, producida
tiario, en muchos casos los resultados arrojaron datos que permitían establecer que la l»ui el propio ventilador al accionar la tecla de nebulización o externa, tomada del
disminución de la frecuencia del cambio de los circuitos se asociaba con una menor panel de cabecera con 1111 flujo ideal de 6 a 8 L/min.
producción de NAVM . Esto se relacionó con que. al mermar la cantidad de cambios, I I aire comprimido pasa por 1111 pequeño orificio y luego, al expandirse, genera
disminuía la exposición del circuito ventilatorio a la contaminación y la manipulación una zona de presión negativa que produce 1111 arrastre de la solución en forma de
de la vía aérea. Demers. por su parte, relacionó la competencia de los filtros vira­ p* líenla líquida a través de un tubo en el interior del dispositivo. Esta película es
les/bacterianos que se usan en los ventiladores con la frecuencia de cambio de los cir­ inestable y se rompe en pequeñas gotas debido a fuerzas de tensión superficial. Al
cuitos. Sin embargo, este Iactor 110 es mencionado a menudo en la literatura como ele­ •hucar esta corriente contra un del lector o bqffle ubicado en la parte central del
mento concluyente sobre el tema. L a recomendación actual es efectuar el cambio nebulizador se producen partículas más pequeñas y esto hace que las partículas más
después de períodos mayores de 7 días; de hecho, constituye una práctica habitual piandes vuelvan al reservorio.
en muchos servicios 110 cambiar el circuito durante todo el período de asistencia res­ I I aerosol se administra con el flujo inspiratorio del paciente. Las características
piratoria a menos que se observe suciedad visible o defectos en el funcionamiento. de la solución y los flujos del gas son los determinantes del tamaño de la partícula.
Esta actitud no ha provocado un aumento en la producción de NAVM.

15 cm longitud del tubo Al paciente


A ER O SO LT ER A PIA EN V EN T ILA C IÓ N M EC Á N IC A

Los pacientes ventilados reciben habitualmente fármacos aerosol izados en su


tracto respiratorio. Éstos se administran en la vía aérea con el gas inhalado y se de­ G otitas
o •
secu nd arias o o ■

positan en el pulmón por distintos mecanismos como la impactación, la sedimenta­ (1-10 (im)-
Deflector
ción por gravedad y la dilusión a través de la superficie pulmonar.
G otitas -
Esta ruta de administración tiene la ventaja de aportar grandes concentraciones prim arias Tubo ca p ilar de
( 1-10 u m) alim entación
de fármaco con mayor electividad sobre las vías aéreas, con mínimos efectos sisté-
P+ 1/2 m v ¿ = K
micos colaterales y 1111 rápido comienzo de acción. Los fármacos que pueden admi­
nistrarse en forma de aerosol son: broncod ihiladores (B D ), corticosteroides, anti­ Solu ción con
fárm aco
bióticos, mucolíticos, etcétera.
Entrada de aire
Varios factores afectan el depósito de las partículas aerosolizadas en una deter­ com prim ido / oxigeno

minada región del pulmón; estos factores corresponden a propiedades físicas de la


partícula, a parámetros utilizados en la VM y a la mecánica pulmonar. Fig. 4-2. Nebulizador de pequeño volumen basado en el principio de Bernoulli.
In te rfa c e s paciente-ven i i l a d o r 71
70 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo g ía

Un aumento de la velocidad de flujo disminuye el tamaño de la partícula y un volumen de llenado que se elija. Además, es susceptible a la contaminación bacte
aumento del líquido en el flujo incrementa el tamaño de la partícula. E l tiempo total y requiere un especial cuidado de limpieza y desinfección con frecuentes
de nebulización varía según el flujo utilizado, el volumen de llenado y la marca del Mita turas del circuito del ventilador.
N B Z . A l comenzar el “ chisporroteo" en el N B Z la nebulización deja de ser efecti­ I stos problemas son menores con el M D I debido a que su uso es más fácil, no
va. por lo que se debe suspender. E l líquido remanente en el N B Z se denomina 11.., variaciones en la dosis suministrada y presenta menor riesgo de contaminación,
“ volumen muerto" y debe ser eliminado al finalizar la nebulización. .uiuquc cuando se utilizan intercambiadores de calor y humedad (H M E ) es inevita-
M la apertura del circuito para realizar los disparos, es preciso la coordinación con
l i inspiración del paciente y se necesita contar con una cámara espaciadora para
Inhalad ores presurizados de dosis m edida (M D I)
un i ementar la dosis suministrada.
E l método más común de administración del aerosol prescrito es el inhalador pre- t onsiderando estos factores, recomendamos que, si la medicación requerida
surizado de dosis medida (fig. 4-3). Se trata de un envase presurizado, llamado “ cánis- se encuentra disponible en M D I, es preferible su uso frente al del N B Z .
ter" que contiene el fármaco en suspensión o la solución mezclada con el propelente,
al que se le agregan sustancias tensioactivas (surfactantes) o agentes dispersantes. El l<-<nica de uso de los generadores de aerosol en V M
medicamento se administra cuando se activa el dispositivo que lo contiene al abrir una
válvula que libera una dosis conocida de fármaco en aerosol. La eficiencia del M D I \ case cuadro 4-1.
depende de la técnica correcta de administración. Es frecuente una falla en la coordi­
nación entre la activación del inhalador y el comienzo de la inspiración, lo que impi­ I ,i< lo r e s que afectan la adm inistración de aerosoles durante la V M
de que una fracción de magnitud variable del aerosol sea inhalada.
I.m iaño de las p artícu las aerosolizadas
Elección del dispositivo utilizado
I as partículas que conforman el aerosol se miden según su diámetro aerodiná­
Aunque en condiciones óptimas la administración de aerosoles con N B Z puede mico de masa media (M M A D ), y se denomina rango respirable al comprendido
ser equiparable al del M D I. la elección del dispositivo adecuado mejora en ocasio­ . une I a 6 pm. Los generadores de aerosol producen partículas de tamaño varia­
nes la eficacia del tratamiento con BD . ble I less comparó 17 modelos diferentes de nebulizadores y observó un aporte de
E l N B Z tiene la desventaja de su gran variabilidad en el rango de producción de mi 10 a un 6 0% de partículas en el rango respirable. según el N B Z utilizado. Las
aerosol según la marca, la fuente de gas empleada, el tiempo de nebulización y el . .uñaras espaciadores disminuyen el tamaño de las partículas del aerosol debido a
que las más grandes impactan en sus paredes. Utilizando un M D I con espaciador
n .mcronizando el disparo con la inspiración se obtiene una proporción importan-
u de aerosol de rango respirable más allá del T ET . E l tamaño ideal para lograr un
mayor depósito a nivel pulmonar en los pacientes con V M es de entre I y 3 pm.
aunque habitualmente no disponemos de esta información al comprar un genera­
dor de aerosol.
Si la técnica es adecuada, no hay diferencias entre la administración del fármaco
. ou N B Z o con M D I.

lo d uend a d el tubo endotraqueal

I I impacto del aerosol en el T E T reduce el aporte de aerosoles en pacientes en


\ M. M clntyre observó que ésta se ve disminuida en forma notable en pacientes
mi libados, y entre muchos factores destaca que el T E T actúa como un lugar de
pósito por impactación y una barrera para la absorción gastrointestinal.
En pacientes con tubos menores de 7 mm. la administración de aerosoles dismi­
nuyó respecto de los de mayor diámetro, lo que agrega un motivo más para utilizar
Fig. 4-3. Aerosolterapia en ventilación mecánica por medio de un inhalador presurizado de dosis
medida (MDI). I I I mayores en pacientes obstructivos.
72 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o c ía |N IIR IA ( i s PA( u n t e -v e n t il a d o r 73

C u ad ro 4-1. Técnica de uso de los generadores de aerosol en VM I \unque no hay un acuerdo respecto de la distancia del N B Z , se cree que la
i h I m i I. ului.i del ventilador actúa como un reservorio. donde el aerosol es acumulado
N BZ MDI
•un las sucesivas inspiraciones. Recientes investigaciones proponen ubicar el
Determinar la necesidad de un tratamiento Determinar la necesidad de un trata­ i •n. i.uloi entre la salida del ventilador y el humidifieador-calentador (proximal al
broncodilatador. miento broncodilatador. liiMiudilicador). suponiendo que la zona fría y seca del circuito favorece la forma-
Aspirar la vía aérea del paciente si presenta Aspirar la vía aérea del paciente si . mu ile partículas más pequeñas y estables con mayor depósito pulmonar.
secreciones. presenta secreciones. '.i c utiliza el M D I, éste se debe colocar en la rama inspiratoria antes de la "Y "
Colocar la solución en el N B Z con un llenado Garantizar un V, mayor de 500 mL \ 11mi un espaciador (cámara espaciadora). Fuller comparó cuatro formas diferentes
óptimo de 4 a 6 mL. Lograr un T mayor de 0.3 o 30%
.1. conectar el M D I y halló que esta ubicación producía un aporte cuatro veces
Colocar el N B Z en la rama inspiratoria por lo (sin incluir una pausa inspiratoria).
mayoi que conectar el M D I en el adaptador en línea, junto a la “ Y " (rama inspira-
menos a 30 cm de la “ Y'\ Garantizar que el ventilador se
Apagar el flujo continuo. encuentre en sincronía con la inspi­ Ioí i.i i sm espaciador.
Retirar el H M E . ración del paciente (adaptación).
Asegurar un flujo de 6 a 8 L/min si se usa una Agitar vigorosamente el MDI. I densidad d el gas inhalado
fuente externa. Si es posible, elegir un siste­ Colocar el M DI en el espaciador
ma activado sólo durante la inspiración. (entre la “ Y ” y la rama inspira­ I .i inhalación de un gas de baja densidad (H éliox) disminuye la turbulencia aso-
Ajustar la V, . la sensibilidad por flujo y las toria).
. i.ul.i con altas velocidades de flujo inspiratorio durante la V M y facilita la persis­
alarmas para compensar el flujo adicional si Retirar el HM E.
ten* i.i ile flujo laminaren las vías aéreas, con una disminución de la impactación de
éste es necesario. Accionar el MDI en sincronía con el
Garantizar V ( mayor de 500 mL p . i i nenias en el tránsito hacia las vías aéreas bajas.
comienzo de la inspiración.
Garantizar T mayor de 0.3 o 30% (sin incluir Permitir una espiración pasiva. i ioode encontró, en estudios experimentales, un 5 0 % de aumento de la adminis-
una pausa inspiratoria). Esperar al menos 15 segundos entre n i. ion de aerosoles con M D I y con N B Z con mezclas de helio y oxígeno. El Héliox
Comprobar el funcionamiento óptimo (aeroso- cada disparo y administrar la dosis ir..ido en N B Z neumáticos produce una baja masa respirable de fármaco por litro
lización). total. •!« flujo, v requiere el doble de flujo para lograr el mismo tamaño de partículas que
Retirar del circuito el N BZ cuando no se pro­ Volver a la programación original y i on aire o con (),.
duzca más aerosol y lavarlo asépticamente. reconectar el HM E.
Volver a la programación original y reconectar Chequear las respuestas adversas.
el HM E. Monitorizar los resultados. Modo ven tilato rio y program ación d el ventilad or
Chequear las respuestas adversas.
Monitorizar los resultados. I os modos espontáneos se relacionan con un mayor aporte de aerosoles que los
ouirolados. Fink comparó la administración de aerosoles con M D I y espaciador en
•h linios modos ventilatorios. y halló un 23% más de depósito en presión positiva
•oulmua en la vía aérea (C P A P ) que en ventilación controlada, asistida/controlada
Dhand halló que el sitio de ubicación del N B Z influye sobre el depósito en el \ presión de soporte con volúmenes corrientes equivalentes. Se requiere la sincro-
TET . Si el generador está añadido al tubo, disminuye el aporte, mientras que éste Mi ación entre el disparo (con M D I) y el comienzo ele la inspiración. Diot encontró
mejora si se ubica el dispositivo 15 cm hacia atrás. Este autor también encontró que «|ii« la falta de sincronización en el disparo condujo a una disminución del 3 5 % de
un factor importante en la disminución del aporte es la carga electrostática de las la masa inhalada y a un aumento del tamaño de las partículas.
paredes del tubo, por ello propone lubricar el tubo con unos puffs antes de admi­ Si utilizamos un flujo adicional de pared, para compensarlo es necesario ajustar
nistrar la dosis indicada de medicación. H volumen minuto, la FIO ,(fracción inspirada de oxígeno), la sensibilidad y las
•i urnas según el ventilador. La necesidad de compensar el flujo adicional es mayor
Posición d e l generador de aerosol •n pacientes con obstrucción crónica del flujo aéreo (O C FA ) con presencia de volu-
m. n atrapado porque ese flujo elevaría el V, y generaría un mayor atrapamiento. En
La ubicación correcta del N B Z o del M D I se relaciona directamente con la can­ •I • iso de pacientes con volúmenes minuto muy bajos (hipoventilaeión controlada)
tidad de fármaco aportada. Colocar el N B Z en la rama inspiratoria alrededor de 30 •*'» i inveniente pasar al flujo generado por el propio ventilador.
cm del T E T es mejor que entre el T E T y la conexión en “ Y ” . Según Harvey, el uso Para el M D I. también los flujos más bajos benefician la administración de aero-
de un espaciador de 600 m L aumenta en un 36% el depósito pulmonar de aerosol oles. Fink comparó flujos inspiratorios de 40 y 80 L/min para hallar un significa-
en comparación con la conexión en la rama inspiratoria con un simple conecto»- en ii .» aumento de la administración de aerosoles con flujos de 40 L/min: en el mismo
7-1 ( <1N I MAl II > A !ll S » I IM< iC M i i i « m ,|A
I n I I I I I A I I ' . I'M l l l . l t V I M il i A l " *1' 75

................. I - ' " - ... Ni) <|| 0,5 Irciiuj 1 liando el uniliml de renpu, in es iilciui/mlo. mayores dosis del misino fármaco
u 0 ,~ i para hollar una correlación lineal entre T / l, ( v ol „,H,ire de aerosoles
mayor I / I |i|(. mayor apone de aerosoles). I.lm n i lili mínimo aumento de la respuesta broncodilatadom con una posible

U morfología de la onda de flujo para algunos autores incide sobre la adrnini 0 ion de electos adversos. Dliaml y cois, compararon la eficacia broncodilata-
tracron de aerosoles, lo que toma recomendable el patrón desacelerado, no obstan • 1i on M I >1en V M para encontrar que la caída de la resistencia de la vía aérea
te existen ev.denc.as de que utilizar un flujo cuadrado o desacclerado no varía de mitro pulh era comparable a la observada con dosis acumulativas de 1 2 y 28
i. \ un significativo aumento de la frecuencia cardíaca después de los 28 puffs.
manera stgmficat.va la eficacia broncodüatadora. En un estudio reciente de
fe, to B D se mantuvo durante I hora con la aplicación de sólo cuatro puffs.
Moiiloudi se comparó ambos tipos de flujo con M D I utilizando volúmenes y tiem
pos respiratorios equivalentes, y no se encontró una influencia del patrón de flujo i , i. mediciones utilizados para evaluar los efectos B D de la administración de
sobre la disminución de la resistencia en arabos grupos. ules son el cálculo de la resistencia total del sistema respiratorio, así como las
i i.mcias mínima y máxima (R is mín. y má.v). y la diferencia entre estas (A R ), la
Los V de 300 m i o superiores se asocian con un aporte atlccuado de aerosol,
i. I ’l •EP, el cálculo de la constante de tiempo del sistema respiratorio y el cálcu-
tamo en N B Z como con M D I: a pesar de esto no recomendamos la elección de
I V I F , (volumen espiratorio forzado en el primer segundo) y la magnitud del
yo umenes muy altos cuando la presencia de altas presiones o un aumento de la
auto I E B P puede causar efectos deletéreos en el paciente (cuadro 4-1 ) i espiratorio, Dhand observó una significativa disminución en la Krs mín. y la
mas. u los 5 minutos de administrar (32 con M D I cu pacientes ventilados, y tam­
C u id a d o s aña significativa disminución de la auto-PEEP a los 15 minutos del mismo tra­
mito.
Se recomienda usar N B Z estériles para cada paciente, y al finalizar la ncbuliza-
c Jdeben scr sacados <™uito, desarmados y lavados con agua estéril y luovo io so Ics en vía aérea a rtificia l sin V M y en V N I
secados con aire antes de ser utilizados nuevamente. 0 ‘Doherty recomienda ia colo­
cación de filtros entre el circuito del ventilador y las entradas respiratorias y espi- i n los pacientes trnqueostomi/ados sin V M . un reciente estudio de Piccuilo y
ratortas para proteger las válvulas de los efectos del aerosol depositado. I mostró que el depósito de aerosol dependía de la forma en que se conectaba el
■i átivo al paciente. Se encontraron mejores resultados en la N B Z , usando dos
■.orios (tubos corrugados) a ambos lados de la “ T \ con un N B Z dista!, conec-
Form as de e va lu a r e l efecto d e l tratam iento
i un flujo de pared (fig. 4-4), y para M D I utilizando una aerocámara con dos
i las unidireccionales que permiten solamente el paso del flujo desde la cáma-
Aerosol/sudón d e broncodilatadores
liaeia el paciente y del paciente al exterior (fig. 4-5).
En pacientes con O C FA o asma sometidos a V M , la administración de B2 adre- nuante la V N I. con frecuencia es necesario el tratamiento broncodilatador inha-
iu Diversos estudios han buscado la mejor forma de realizarlo. Chatniongol-
nérgicos o de anticolincrgicos (bromuro ,1c ipratropio) produce una broneodilata-
cion s/giiit,cativa y esta, en algunos casos, es mayor al combinar ambos fármacos I y cois, encontraron un aporte mayor de fármacos al ubicar el N B Z entre el
. i i<>espiratorio y la máscara, y utilizando altas IP A P (presión positiva inspíralo-
que cuando se utiliza sólo bromuro de ipratropio. Fernández y cois, encontraron una
disminución de las presiones en la v ía aérea, la auto-PEEP y la resistencia inspira- n la vía aérea de 20 cm H .O ) y bajas E P A P (presión positiva espiratoria en la
tona con dos puffs de ambos fármacos, sin hallar cambios significativos con bro­ aérea de 5 cm H.O).
muro de ipratropio solo. E l depósito de mayores concentraciones de fármaco en el
tracto respiratorio bajo no se relaciona necesariamente con una mayor eficacia tera­ Tubo T o máscara
péutica. L a respuesta al broncodilatador depende, entre otras cosas, de:
/ W W S A A A A A Conector
ciego
• la geometría de las vías aéreas V W V \ A l j l W \ A A / 'r y ? ‘
• la intensidad de la afección
• la persistencia ,1c moco en las vías aéreas Nebulizador
Cánula de
• los efectos de la inflamación sobre las vías aéreas traqueostomía
• los efectos de otros fármacos administrados
• el grado de reactividad bronquial
Flujo de oxígeno

Fig. 4-4. Ncbolizador aplicado en “T” en un paciente traquoostomizado.


b 1 11 n i a i i . i'A i m m v i ' M i l a i a ik 7 7

,1, nh.i un aumento n i la lolonl/m tón con S ( A (6 7 contra mv. p < 0.02).
aumento de la in ciden.... de N A V M (3 6 contra 29'Á |>N S ). M u y cois.
hm illle.em .a de coloniza, ion en el uso .le S C A contra sistemas abiertos.
. . ...1 . evalúan, en un estudio controlado y aleatorizado, la incidencia de
, „ paeicnies Halados con S C A frente a sistemas abiertos, y hallan queexis-
nienoi incidencia de N A V M en el grupo de S C A (7.32 contra 15,89 cada
d iic paciente). También demuestran que con sistemas abiertos de aspiración.
...hilidiul de adquirir N A V M es 3.5 veces mayor. Desmcry y cois, hallan que
. , .intimado de S C A y H M E reduce la incidencia de N A V M , quizás en rcla-
Cánula de
■ii I,, menor m anipulación d d circuito ventilatorio.
traqueostomla
ue los S C A tienen un costo m ayor com parado con los catéteres convcneio-
Fig, 4-5. MDI con acrocámara en un paciente iraqueostonitzado v han comunicado estudios que muestran una reducción de gastos durante el
estos elementos.
. minto ai recambio, existen evidencias de que no es necesario cam biar el SU A
También pueden utilizarse M D I dentro del circuito de la VN1 aunque no hay
i, me. y S to llc r y cois, demuestran que los S C A pueden mantenerse durante
tos concluyentes; su efectividad depende del dispositivo usado, del sitio del o rili
,a sin cam bios en lo s parámetros vcntilatoiios ni en la ocurrencia de N A V M .
espiratorio y del momento del disparo, y m ejora cuando e l puerto espiratorio
■acia acumulada sostiene la posibilidad de no tener rutina de cam bio exeep*
encuentra en la máscara y se sincroniza el disparo con la inspiración del pácieri
deterioro del m aterial o un mal funcionamiento.
, . <enters for D iseasc Control and Prevcntion no se expidieron sobre la rela-
SISTEM AS C ER R A D O S D E A S PIR A C IÓ N cm tv la N A V M y el tipo de técnica de aspiración. E n Un metaanálisis publica-
, 1 año 2006. los autores no encuentran diferencias significativas al comparar
La aspiración de las secreciones bronquiales es un procedimiento esencial en
. sistemas de aspiración (abierto y cerrado), y hallan una incidencia de N A V M
cuidado del paciente con vía aérea artificial. Aunque es un procedimiento habitual,
711' - para los dos gru|>os en un total de M X pacientes por rama,
está exento de ciertos efectos adversos, especialmente en pacientes con una limi
i mi..luiente, las recomendaciones para el uso de SC A son:
reserva cardiopulmonar. Uno de los efectos adversos más frecuentes es la hipoxc-
inducida por la aspiración, que puede causar arritmias c. incluso, la muerte súbita.
líos requerimientos de ventilación (niveles elevados de P E E P v/o F i0 2 ).
Se han descrito algunas técnicas para evitar estas com plicaciones, com o la h¡
. i es ¡dad de aspiración más de seis veces por día.
inflación y la hiperoxigenación antes del procedim iento y después de éste, pe
labilidad hem odinám ica asociada con la desconexión.
todas requieren la desconexión del paciente del ventilador, lo que sujrone la pér
i Ih tcu Io sís activa o infecciones respiratorias virales.
da del nivel de ventilación adecuado v de la PF.F.P. L o s sistemas cerrados de asp
lili/ación de agentes inhalarlos que no puedan interrumpirse por la desconexión
ración (S C A | probablemente resuelvan estos problemas al formar parte del circu
Y lio x , óxido nítrico, etc.).
lo ventilatorio del paciente y al no ser necesaria la desconexión y requerir un sol
noción del riesgo de contam inación del personal de salud.
operador N o se debe olvid ar que a pesar de no requerir la desconexión del circuí
iM iiinuir el riesgo de introducir nuevos patógenos en la v ía aérea por manipula­
para el procedim iento de aspiración, durante este se generara una presión negati
en la v ía aérea que puede provocar un colapso alveolar. do del circuito.
t n algunos estudios se ha evaluado la capacidad de los S C A para mantener un
adecuada oxigenación durante la aspiración. E l más reciente es e l realizado po i M ID IF IC A C IÓ N Y C A LEN T A M IEN T O D EL A IR E IN S P IR A D O
M aggiore, quien comparó en nueve pacientes con lesión pulmonar aguda, e l grad
de pérdida de volumen de fin de espiración, la caída de la saturación y la capacid n c ip io s fís ic o s d e la h u m id ific a c ió n
de reclutam iento al com parar los S C A con el sistema abierto. I-a diferencia es sig
I ,, v ía aérea de) sistem a respiratorio permite el pasaje de gases desde los alvco-
nificativa y muestra una ventaja importante del sistema cerrado para prevenir c
v hacia ellos. L a v ía aérea superior (nasal, oral, faríngea y bronquial) acondi-
derreclutam icnto. O tra aparente ventaja de los S C A es la probable dism inución de
ii., el gas inspirado mediante el calentam iento y la adición de vapor de agua para
la colonización y de la probabilidad de adquirir N A V M . Sobre este punto. Deppe
ir el 100% de saturación con vapor de agua a temperatura corporal (37 O en
compara el grado de colonización, la incidencia de N A V M y la m ortalidad en u~
momento en que alcanza la carina traqueal.
estudio controlado y aleatorizado utilizando S C A y sistema abierto. Este investiga-
■/I I ifNtKAIIOAht'i »IIMH'AtlIUM.lA iMMHAt i■rv »''I' vrMlllM" 'it Vi
Ai mullí liiiimnlonln
I.II hllIlH'dinl es el término ll.Midu pilla d» -1llMi **l vnp< i l .mu i hi i i aiiihu1 ■Inloo «juana
tale*. H ié l ngua (|uo cx l tic como molét ulu> indivldiiul...............i . , i i,u ti» Inap trn cM n

peratu r a es el factor clave en determinar la capacidad de un gic. «le «aniiciici vapoi 22°C 32«C’
Ain* mnlminliil Uosotuíngo v «xotaiinae
agua. Esto significa que, cuando la temperatura de un cas aumenta, la presión tomo'l. W mi 31 m»L. 30% HP
vapor de agua también aumenta, ya que las moléculas del gas se mueven mas r.ipi
y ello incrementa la colisión molecular (cinética m olecular), lista actividad cinética 36°C
Tráquea
suficiente para que las moléculas pasen del estado líquido al estado gaseoso. L a e; 42 mg/L 90% HP
tidad de vapor de agua en un gas puede medirse y expresarse de muchas maneras. I 37 °C
medicina, los términos más comunes son humedad absoluta y humedad relativa Limita «le saturacüw
1.a humedad absoluta es la cantidad de vapor de agua presente en una me/e isotérmica
44 mg'L. t00% HR
gaseosa, y es directamente proporcional a la temperatura de la mezcla (se inci
menta con el aumento de la temperatura y disminuye con la disminución de la te
peratura). L a unidad más común pura esta medición en cuidados respiratorios Al tntucer
miligramos de agua en I litro de una mezcla de vapor de gas (m g/L) o presión «Mtubo onrKUaqueal
cial de agua (P H .O ) (fig. 4-6). Pasa fxx efcolas vias
Se dice que una mezcla de gas está saturada a su capacidad máxima de vapor aereas superiores y las
deterjas pulmonares
agua si contiene la máxima cantidad de vapor de agua posible que es capaz.de r
ncr a esa temperatura. 121 grado de humedad de un gas que es menor que la satu Introduce gssGS médicos
trios y sacos
ción total puede determinarse comparando la humedad absoluta (el vapor de agu
presente) con la máxima capacidad de ese gas «le contener vapor de agua a una te
peratura dada. F.ste valores conocido como hum edad relativa. L a humedad relati
va es usada para describir el contenido actual de vapor de agua en comparación ce
la cantidad potencial que podría ser sostenida a la misma temperatura y en cquili
brío. Por lo general, esta proporción es expresada como porcentaje.

Humedad relativa (% / = (hum edad absoluta/m áxim a capacid ad ) x 100

La humedad relativa de un gas saturado con vapor de agua a cualquier tempera I (,. A c o n d ic io n a m ie n to «leí gas in s p ir a d o , en términos de humedad y temperatura. A. sin vía
tura es de 100%. I a temperatura a la cual un gas está saturado al 100% se con ii .m ilic ia ! . B .: c o n v ía a é r e a a r tif ic ia l
como punto de condensación. Estas mediciones son titiles para determinar las c
sas de algunos fenómenos clínicos comunes. Por ejemplo, si el gas sale del hurni
difícador activo a una temperatura de 34° C y 10 0 % de humedad relativa, y es cale-
n expuestosauna am plia área de alta vascularización y a una membrana muco-
lado por un alambre caliente que se encuentra en el circuito a 37 °C . la humed
relativa disminuye. En este caso, si la temperatura del gas es de 37 °C' y la hume­ i, meda. L a orofaringe y las vías aéreas de conducción también contribuyen a
.<proceso, pero son menos eficientes porque no tienen la exquisita arquitectura
dad absoluta, de 37 mg/L, es posible determinar la humedad relativa comparando
l.i nariz. Durante la exhalación, la v ía aérea superior pierde la mayor parte de
este valor con la máxima capacidad de vapor de agua a 37 °C :
|.„ y humedad agregada durante la inspiración. Durante el curso de un «ha nor-
iil. el tracto respiratorio pierde aproximadamente 1.47(1 J «le calor y 2M I m i. de
Humedad relativa = 37/4.1.9 x UNI - 84,3%
11 Esta pcrilida neta de calor y humedad se debe, de manera predominante, al
une de vapor de agua en los gases exhalados. Durante e l calentamiento del gas
M ecanism os norm ales de in tercam b io de ca lo r y hum edad pirado se pierde poco calor debido a que el calor específico del aire es muy
en e l tracto resp irato rio

\un con temperatura y humedad extremas, el gas inspirado que alcanza el nivel
Durante la respiración normal, el tracto respiratorio superior calienta, humidífi-
\colar es 100% saturado a la temperatura corporal Se acepta «pie. después de
ca y filtra los gases inspirados, primariamente en la nasofaringe, donde los gases
H O ( ilN I K M I H A I •! N v I h lt il'A I M I l N .|*
I h l lu iA . \ \ |*A i M r i ir v i M U I A t H iH III

|M M II .1 t l H V é s . I r I j l I K I S I i lt ll l l l g l * . |o>. I D s p I l l l l l ................ „ M) v
flpíít I I d e h iin w il.n l
100% de humedad relativa. y n nivel de la .¡nina n ít m olían n i ' Ú " ( ’ y co­
nos a 100% .le humcclail iclaliva <l¡g. ■; (.A ).
I | - i,i d ile ie iiiM ntU< la cantidad de v;i|»or de agua inspirado y el vapor de agua
E l punto en el cual los gases alcanzan las condiciones alveolares (37 C y luí) i, nido n i el gas en los pulmones. En otras palabras, el déficit de humedad es la
de humedad relativa) se conoce como lím ite de saturación isotérmico (iso th ci lu <ntt* « I porcentaje de humedad corporal y la humedad ambiental actual
saturation boundery, IS B ). En condiciones normales, el IS B reside entre la cuan t li u i dmentc. la vía aérea superior puede elim inar el déficit de humedad en un
la quinta generaciones de subseguientes hronquiales (4 cm .le la carina). L a enl ...... . am plio »lc iem|K*ratnras ambientales y de niveles de humedad.
medad pulmonar y el estado de los líquidos pueden afectar el IS B . Sobre e l ptin
IS B . el tracto respiratorio realiza la función de intercam biadord e calor y hutned
ih y s í n t o m a s d e una h u m id ificación inadecuada
debajo de esc punto la temperatura y el contenido de agua permanecen rclati
mente constantes.
U n h'itasias
Tras la intubación, el IS B se desplaza hacia abajo en el tracto respiratorio debi
lo se» a o improductiva
a que las estructuras de intercambio de calor y humedad de la v ía aérea normal ySmoeuio de la resistencia en la vía aérea
tan sobrepasadas. Esto genera que el trabajo de intercambio de calor y humedad meaio en la incidencia de infecciones
ubique en el tracto respiratorio inferior, lugar pobremente diseñado para esa tare
L a administración de gases medicinales fríos y secos también genera una carga s
t memo del trabajo respiratorio
| (h ilo i retrocstcrnal
bre el tracto respiratorio inferior y conduce aún más abajo el punto IS B (fig . 4-6 | S. ie, iones espesas y adherentes
Los efectos combinados de intubación y ventilación mecánica producen perd
1 1,1110 de la mucosa
das intensas de calor y humedad de la mucosa respiratoria y, en casos extremo
dañan el epitelio respiratorio. E slo incluye cam bios estructurales v funciona D i ol»|etivo de la terapia de humidificación es minimizar o elim inar el déficit de
que tienen consecuencias clínicas. L a provisión de calo r y humedad durante ni. lad mientras el paciente está respirando un gas seco, Los gases son adminis-
ventilación mecánica es un cuidado estándar. En la figura 4-7 se observa una rabí || .do-, desde un sistema central con una humedad relativa tic 0% ’.
para establecer la relación entre temperatura, humedad absoluta v humedad reí ' 1•• i contienda que la humidificación provista por cualquier sistema alcance las
tiva.
Mu i ' iones normales del gas en el punto de entrada dentro del sistema respiratorio.

M n iu vr¡m ien ta s d e hum edad y tem peratura p a ra la ad m in istració n


ffi i'.iscs en d istin to s pu ntos en e l tra cto re sp ira to rio (fíg . 4-6 A )

m iz y boca: humedad relativa de 5 0 % , humedad absoluta de 10 mg/L a 22 T .


mgofaringe: humedad relativa de 9 5 % . humedad absoluta de 28-34 mg/L a
32 ”C.
i
i .mea: humedad relativa del 100%. humedad absoluta de 36-40 nig/La 31-35° ( '

toros que in flu ye n en la e fe ctivid a d d e la h u m id ificació n


c
i efectividad de cada dispositivo depende de la temperatura del gas que se ad-
i ira, del porcentaje disponihle de .sujterticie de agua para el gas y del tiempo en
. I gas se encuentra expuesto al agua.

i p e ra ltira

<iianta mayor temperatura tenga el gas. m ayor será el vapor de agua que pueda
ner Este concepto desempeña un papel fundamental en el momento ile elegir el
Fig. 4-7. Relación entre humedad absoluta, humedad relativa y temperatura
ios itivo de hum idificación. Es importante reconocer que la hum idificación de un
I M I M I M • i M ll'N I I V IN IIIA lN 'M t llil

gas adniiiilsiim lo a u-.ivCs de una vía aéu-ti uitlfU inl 1 1 1 I i. uníala de inniticostomí Itlii del li(lhu|n ivUstlVl» tli' la rr'pUIU'lrtn
d e l* hallarse cala- 31 "C y 35 "C , con un mínimo de humedad nhuiliilu d. X) ai
:‘.|i dt lo gusi" .alentado, y huiuUlilKatlos por tubuladuras que tienen
ti iitp. i afin a provoca la condensación y la precipitación del líquido que se
A rc a tle s u p e r fic ie y tiem p o 1 1 . i. aquellas. I a presencia de líquido en las tubuladuras favorece la con
ion ha. tciiana. aumenta la resistencia al flujo en el circuito, incrementa
Cuanto m ayor sea el porcentaje de área de contacto entre el agua y el volu
del gas. y cuanto mayor sea el tiempo en que el gas es expuesto uí agua, la huuir
mui■de la v ía aérea yprovoca una asincronía paciente-ventilador.
licación será más efectiva. Cuando el gas Huye a través del agua, las moléculas
. \ (tai este últim o punto se suele colocar un alambre caliente dentro de la
g¿ts son humidilicadas.
mu I >e esta manera aumenta la temperatura del gas y dism inuye su hume-
iivn, y se evita que se condense agua en el circuito,
Sistem as de hum idificación a c tiv a nido ubicado en el resorvorio del hum idificador debe ser considerado volu-
•om prcsiblc en la v ía aérea. S i el nivel baja y no se lo repone, el gas que lo
H um idiüc.i< lores de cascada u es volumen compresible. Cuando el nivel líquido baja mucho, e l aumen-
>.dunien compresible puede ser significativo y origina reducciones del V ,
Son reservorios de material plástico en los que se coloca agua destilada, ubi
•\ ile lu ventilación alveolar. F.l agua condensada en el circuito se debe des
das en la línea inspiratona del circuito. Ésta es calentada |x>r un sistema cléctri
mito material contaminado con todas las precauciones necesarias.
controlado por un rcóstato que permite regular la temperatura a voluntad. Las me nivel de agua en el reservorio puede mantenerse por un sistem a abierto (adi
Cías inspiiatoiiiLs burbujean a través de esta masa líquida y egresan calentadas manualmente e l agua), sistema cerrado (adicionarla manualmente a través
humidificadas. Este tipo de humidiQcador ha sido perfeccionado y actualmente l*idsa) o por un sistem a automático de llenado. E l agregado de agua al reser-
basa en un sistema que contiene una placa calentada, la que produce por encim a d
" ii el sistema abierto requiere la desconexión temporaria del paciente del
nivel del agua la presencia de vapor de agua caliente; el gas inspirado se expan
dni y debe realizarse con cuidado para evitar la contaminación bacteriana.
por la parte superior de la superficie del agua sin atravesarla, y reduce por lo tant
la resistencia al flujo para dejar así el hum idificador perfectamente saturado
n am bladores d e c a lo r y hum edad (H M E )
vapor de agua a la temperatura seleccionada y mantenida por un termostato. .’
otro lado, con el fin de evitar incidentes de sobrehum iditicación y de sobrecalen l IM F; es llamado también “ nariz a rtificia l" aunque algunos no cuenten con la
miento, los humidificadores de últim a generación disponen de un sistema de moni
n «le filtrado. S u principio de operación se basa en el mecanismo de replica
torización térmica scrvoconirolada extremadamente preciso que evita la |>osibil¡d
del sistema de hum idificación unatómico del cuerpo. C on este elemento, el
de aumentos de la temperatura del gas inspirado. Existe también en los mejores c; l.i humedad exhalados son atrapados y se encuentran disponibles para calen-
cuños una resistencia que mantiene el calentamiento a lo largo de la lín ea inspira imundificar la siguiente inspiración.
tona, para evitar así la precipitación por condensación de agua libre en el inferí método se basa en principios físicos básicos. A medida que el gas entra en el
del circuito inspiratorio.
uto, el agua se condensa en la superficie interior y el calor latente que ha guar-
Los humidificadores-calcntadores tienen una eficacia demostrada, aportan I ii'1na en un estado vaporizado es liberado y produce el calentamiento. Olio es
de humedad relativa a temperatura corporal. Se recom ienda la utilización de ter
ior al sistema del cuerpo en e l que el H M E es un calentador y humidificador
mómetros proximales a la vía aérea para una monitori/ación más exacta de la tem­
m i ! contrario que los tejidos mucosos que actúan activamente. Durante la ins-
peratura y la Utilización de sistemas cerrados de alim entación de agua para evitar la lon. el calor y la humedad atrapada son transferidos al gas que atraviesa el ele-
manipulación y la apertura del circuito.
to. E l aire inspirado seco enfría el IIM F . en forma progresiva; el enfriamiento
•acial para que las superficies sean capaces de condensar la siguiente espira
C o m p licacio n es de los h um id ificad ores-calcntad ores E l gradiente de temperatura del H M E es un índice de su eficacia. A mayor
•ralura con que el gas deje el H M E . mayor será el nivel de hum idificación que
• Un calentamiento excesivo de los gases inspirados puede provocar quemaduras
'c a .
en la vía aérea.
I adición de un filtro a un H M E resulta en un filtro intercambiador de calor y
• Hipeiierm ia o hipotermia.
icdad (H M E F ). Los dispositivos tratados higroscópicamente son llam ados inlcr-
• Poca hidratación e impactación de las secreciones.
mhiadores de calo r y humedad higroscópicos. Éstos mejoran su capacidad
• Hipoventilación o atrapamiento del gas alveolar (si el moco tapa las vías aéreas) roscópica utilizando varios tipos de sales, cloruro de calcio o litio. S i al disposi-
I l'l I t i N I l l A t l D A I II s v i IM « i r M i >|| >1 i l Y | f 111 >11. M I '> C A I I I ' 111 V I N I I I A l >' 'II b '

Iiv o HC ÍL- a g re g a u n l il i n i , M illu m n filt r o In te r. u iiIiIiu Im .1 u i l m \ lim n .-.lm l ln ., ». i.|o um >I flujo inspíralo!lo I • Mujo • capn» «dad .te ............... y .1.4
c ó p ico < IU IM E I( Existen distintos modelos de IIM I . I.i muy... p ..lo nene m. v,.| Vrillilin il que '> otila el pmicnlc
incninicm odc IIE 8 8 m i.. pesa entre 9 y 47 g y provee mili humedad de lo U n U tiles con sunniado de los nos o iría s : constituye un riesgo demasiado
a 30 °C . iiiiltii- .1.- l<inunción .le obstrucciones de la vía aérea principal y, asimismo.
Para cum plir con su función de intercambiar calor y humedad, estos dispositi IIM I- OH el . oiisiguientc aumento de la caiga resistiva inspiratoria.
deben ir colocados entre e l tubo traqueal y la “ Y " del circuito, por lo tanto se .nc ir n te y i on hiperosm olaridad plasm ática o en tratam iento de una deshidra-
mentará el espacio muerto del sistema. i .o i im portante: en este tipo de pacientes (uso de diuréticos osmóticos, trau-
iii.>ciancocnccfálico) la profunda deshidraiación que se establece implica

A p lic a c io n e s c lín ic a s y desem />cño I,, m ili/ni lón del H M E puede ser arriesgada debido al incremento demostra-
dr obstrucciones agudas del T ET . por lo que es probable que este tipo de
E l propósito de los H M E es hum idilicar los gases inspirados secos de pacien lentes deba recurrir a un sistema de humidificación activa para alcanzar un
con vías aéreas artificiales que están respirando aire ambiente o gases medicinal timo controlado de humedad del árbol respiratorio e. indirectamente, de las
0 se encuentran en V M E l H M E es una alternativa a los humidificadures acti ice iones.
debido a su simplicidad, seguridad, capacidad de transporte y costo reduci Irotes con re tira d a de la VM d ifíc il: en los pacientes que requieren una ins-
Algunas unidades son útiles para pacientes que respiran en forma espontánea - i ación espontánea prolongada por dificultades en la desconexión del ventilador.
una tmquedstomfa permanente. E l desempeño estándar de los H M E es el mism , ii.ua resistiva adicional que representa el H M E puede crear problemas con
que en el caso de los humidifteadores activos cuando se utili/an en V M . Las prue i. .unidad y com pleji/ar la delicada fase de destele.
bas de laboratorio muestran valores de humedad de 10 a 14 mg/L, a V. de 500 u ntes hipotérm icos: cuando se utili/an los H M E . el paciente debe hallarse
1 000 m L. Los H M E F tienen una capacidad de lograr humedad de IS a 28 mg/' mlérmico. Cuando el paciente está hipoterm ia) cesa la eficacia de los H M E,
Parece ser que los que uiilix.au elementos higroscópicos funcionan mejor que I que se basan en la restitución de una cuota de la temperatura y de la humedad
que no los tienen. Estos H H M E logran una humedad de 22 a 34 mg/L. Debe tener sentó en el aire espirado del paciente.
•seen cuenta que la presencia del filtro incrementa la resistencia del dispositivo tant
para la inspiración como para la espiración. •m plii a c io n e s

uno cualquier elemento interpuesto en la v ía aérea, puede causar incrementos del


C o n tra in d ica c io n e s p a ra e l u s o d e H M E
>
, de ln resistencia al flujo aéreo y. como consecuencia, una hipovenülación.
• Pacientes con broncorrea o productores de una cantidad m uy im portante de se­ secreciones bronquiales pueden obstruir e l dispositivo y producir marcados
creciones: en caso de presencia de gran cantidad de secreciones bronquiales mó­ ementos de resistencia y. cvcntualmente. su oclusión con la imposibilidad de
viles en el árbol respiratorio y en la v ía aérea superior, la colocación de un H M E tener una ventilación correcta.
implica el riesgo de aumentar la carga resistiva al flujo aéreo y también la posi­
bilidad «le que con un golpe de tos o una maniobra de enfermería, parte de las encía
secreciones sean expulsadas contra la pared de la narix artificial, causa de un pos­
terior aumento de las resistencias. E l suministro de gas m> suficientemente liumi- resistencia al flu jo de un gas en una nari/ artificial se incrementa con el
dificado puede inducir secreciones más espesas y viscosas, para crear un meca­ mo de la densidad media y con la disminución del V„. E l incremento en la
nismo peligroso que puede conducir a la formación de atclcctasias y al aumento ncia puede afectar de manera adversa el trabajo respiratorio del paciente. Sin
del efecto shunt. go. si se lo compara con la resistencia agregada del T ET . este incremento es
• Pacientes con volum en circu lan te m uy a lta o m uy pequeño: en las sujetos que ño. Actualmente, la mayor pane de los dispositivos tiene una resistencia < 3,5
tienen volumen circulante m uy pequeño, el V „ relacionado con el H M E puede ll (). Durante su uso, el agua absorbida incrementa la resistencia lentamente,
constituir un obstáculo. E n cuanto al empleo en pacientes con volúmenes circu­ iics del uso prolongado, el incremento en la resistencia al flujo espiratorio
lantes extremadamente altas (mayores de 900 o 1.000 mL> o con volumen minu­ V causar atrapamiento del aire y auto-PEEP. E l principal problema con rcspec-
to muy alto (m ayor de 14/15 L/m in) es oportuno tom aren consideración la even­ I incremento de la resistencia de los H H M E es que pueden ocluirse con secre
tual sustitución por un sistema activo debido a la posibilidad de sobrepasar los s. sangre o agua. Los fármacos aerosolizados pueden también incrementar la
límites funcionales de eficacia del H M E , y de dism inuir ésta tanto en lo que se encía. I-a nariz artificial debe separarse de la vía aérea antes de la adminístra­
refiere a la temperatura del gas inspirado com o al contenido de humedad de le la medicación aerosolizada.
lili i a m i , i ii i a i i i 1 * i i m i i|' \i < m i, ,ia
| M I III M | S l ' A I II n i i V I N I I I A l M >i< 117

[s/hu m m uerto
l .... .l ililí i. Unos mili. i. ilel-m iim iim jimio con los humidificadores
l h piuiit iiIh .lo •i)’111 ■>u In iiiodin incremeninn la resistencia y nopermi-
L a colocación de una nariz anil'iciul r de la v u mhv., del ..«K-ientr me
ii| orlo .ule. mulo «lo humedad desde cada «lis|H*sitivo. S i e l agua ocluye el til­
menia el V „. Para inanicncr una ventilación alveolar iionuul. In frecuencia re.spl
ín.' lomo no puedo <oi ventilado do manera adecuada y puede ser incapaz, de
tona, e l Vt o ambos deben aumentarse o so incrementaría e l dióxido .le t arín i
pm . «impido durante la ventilación a presión positiva.
clcc,oes ma-vor en Pac'entcs en respiración espontánea, y es una función de 'iilm im sti.i.'ión «lo hroiicodilatadores aerosolizndos con un N B Z requiere que
interrelacion entre el V , y el V„.
I <i mu ulo do la rama, y esta extracción frecuente del circuito incrementa
Varias autores lian observado efectos adversos al agregar V a la V M Ello s s<
o «le* contaminación del circuito. Por lo tanto, los pacientes que requieren
!ICne" * " “ d ici'in * H M B a un H U M E con un V „ de 100 m L conduce » u iiiliiiiiiisliacióu frecuente de medicación a través de los N B Z no deberían usar
incremento del trabajo resp,ratono. a un incremento de la ventilación minuto recio
I IM I l :n M I >1 puede usaise con un H M E si el espaciador es colocado entre el
i > ;l ijcmmenco de la auto-PEEP. Cuando los pacientes fueron capaces
i <1 IT L Si los dispositivos espaciadores son usados en la rama inspirátoria,
aumentar la frecuencia respiratoria, el V, o ambos, el dióxido de embono arte.,
M I (Ic lv extraerse. Debería utilizarse el sistema de humidificación activo en
permaneció constante. L a presión de soporte puede usarse para vencer el trabaj
lentes que requieren el uso frecuente de M D I u otra terapia acrosolizada.
respiratorio adicional, pero puede también incrementar la presión de la vía aérea
la U T I una nariz artificial puede usarse durante períodos extensos; se ha
incrementar la auto-PEEP. Cuando se selecciona una nariz artificial, se debe sel
na.lo que 5 días es seguro y efectivo. Esta recomendación se has;» cn nume-
nonar el .Impositivo que provea l.umidificación adecuada mientras el incremen
.•■indios cn los que se halló que la obstrucción parcial o completa del T E T
del V , sea el menor posible. Una nariz artificial aceptable debería tener un tnínim
r ocurrir u alrededor de los 5 días.
apone de humedad de 28 mg H.O/L, un V „ < 50 m L y una resistencia < 2.5 en, H.O
( I j S C g ). .n i. vez que se aspira al paciente, debe evaluarse las características del esputo,
ín usarse un hum idilicador activo si las secreciones aparentan ser espe-
icrentcs sobre dos procedimientos consecutivos de aspiración.
Uso de lo s d isp ositivos de h u m id ificació n d u rante la VM •ree que las pacientes que requieren V.V1 durante más de 5 días son. por defi-
" . enfermos críticos. S i al quinto día la función pulmonar no mejora, los humi-
,SC f ^ e! Í ! r ! T r Cn CUCn'a qUC aun ,as narlccs artificiales más eficientes retienen ” lores activos deben ser considerados para prevenir la retención de secreciones
solo el 70-80 /.■de (a humedad espirada dei paciente; por lo tanto, el uso de una nariz
iii.ixim izar la función mucociliar. Si el paciente comienza el proceso de destete al
artificial siempre involucra una pérdida neta de calor y humedad. Las narices artifi­
m> .lía, el Vn y la resistencia agregada podrían im pedir o dificultar la respiración
ciales no son tan eficientes como los dispositivos de humidificación activa y debe­
mi.mea.
rían usarse tras una evaluación de las necesidades de humidificación del paciente.
. empresas de humidificadores sugieren que las narices artificiales deben
Las narices artificiales son alternativas atractivas de los humidificadores activos
iarce cada 24 horas, si bien estudios recientes indican que si el dispositivo
debido a su bajo costo, a la operación pasiva y al uso fácil, no obstante, no todos los
unccc libre de secreciones, el intervalo de cambio puede incrementarse cada
pacientes pueden usar una nariz artificial. Los pacientes con enfermedad pulmonar
0 72 horas sin electos adversos. Esto requiere que el mcdico/kincsiólogo respi-
preexistente caracterizada por secreciones espesas, copiosas o sanguinolentas.
ii io inspeccione a menudo las secreciones y cambie el dispositivo como sea
, " an recibir humidificación activa debido a que las secreciones v la sangre pue­
•i ido. S i el dispositivo es contaminado con frecuencia por secreciones y
den ocluir e l filtro o la media, lo que puede resultar en una excesiva resistencia, un
mere más «le tres cambios diarios, debe cambiarse el humidilicador pasivo por
atrapamiento aereo, una hipoventilación y un posible barotrauma. Los pacientes con
IM'livO.
hipotermia deberían recibir humidificación activa programada a una temperatura no
1..iliajos recientes sugieren que el uso «le humidificadores pasivos podría dismi-
superior a la corporal para evitar la condensación dentro de la vía aérea, esto per-
h incidencia de neumonía nosocomial. S in embargo, no existen evidencias
"íiU m además evitar la pérdida de calor a través de la vía aérea. S i la temperatura
1 icntes que sustenten esta conclusión.
corporal es de 32 C (humedad absoluta de 32 mg H.O /L). aún un H H M E m uy efi­
I K‘ acuerdo con el sistema de humidificación elegido, se debe tener cn cuenta el
ciente (80% de humedad retenida) puede sólo aportar una humedad absoluta de
irionamicnto del circuito del ventilador para evitar complicaciones. E n caso de
i M - ? : ! ° CUal resul,aría 'Su ficien te. Un paciente con fístula broncopleu- li/jir sistemas activos, las tubuladuras del circuito deben ubicarse hacia abajo.
r.,1o halón del T E T incompetente no debería usar humidificadores pasivos. Debido
permitir que el excedente de humedad drene hacia las trampas de agua y no
a que los dispositivos liberan el calor y la humedad retenida, cualquier problema
voque alteraciones en la ventilación del paciente. Por el contrario, cn caso de uti
que permita que el gas espirado escape a la atmósfera sin pasar a través de la inedia
reducirá la humedad. i H M E, el circuito se debe ubicar hacia a rrib a para evitar la acumulación de
na y/o secreciones impactadas que incrementen su resistencia.
0 0 < .1 N I I t A I I I *A l l | S t r | r , K I I ' M I l| I I I , |A
In i i m i m i s caí h mii vm n im » »' H 'i

KM'pAe urque ren t y V M nnil i«l i,


cuidados subagmlosíaónico.s muden usa. „.„u . ....
I. . i, ni. , on vía ii.'hm .111Un i.11 sin V M y lo ttp acienlcsenV N I.es
largos, ¡iiinquc la duración máxima todavía no , ha «leinmmndo I m s ic i. '.
«ilv.ci mu , 1 tipo dc dispositivo y su lugar de conexión para optimi
razones para este ..so prolongado. Los pacientes que tienen iruqueosiomí,, lie.
el resultado dc lu terapia brnncodilaladora.
I af iea superior permanentemente "salteada" y la estructura morfológica de
m l is indicar de mima broncodllatadores en los pacientes por el solo
>ia aerea baja puede adaptarse para proveer capacidades de intercambio de cal
• i m «le estar ventilados, sólo delwn indicarse si existen signos dc obs-
humedad mayores.
jón bront|uinl
. . debe nebuli/ur a los pacientes en V M para humidificarlos debido a
CONCEPTOS CLAVE que los riesgos dc contaminación son mayores que el escaso aporte dc
humedad que se logra.
I o sistemas cerrados de aspiración están recomendados en los pacientes
• Id T E T y las cánulas de traqueostomía utilizadas para permeabili/ar y ase
. un altos requerimientos ventilatorios, necesidad tic aspiraciones frecuen-
gurar la vía aérea ocasionan modificaciones en la resistencia v en el traba
trv I'B C pulmonar activa e inestabilidad hemodinámica asociada con la
jo respiratorio impuesto al paciente, y deben ser evaluados.
d>■ onexión.
• hJ 'i; ; í /a;:ÍÓn dc una vfa « ¡ f i c i d se relaciona con el desarrollo de i ,os dispositivos dc vía aérea artificial producen la pérdida dc los mecanis­
NAY Y y favorece la microaspirucidn del contenido de secreciones que sc
mo:. normales de intercambio dc calor y humedad en el tracto respiratorio,
acumulan por arriba del balón o por la colonización de la bíopelícuto
que ocasionan cambios estructurales y funcionales que tienen eonsecuen-
(fiiofdm ) dentro del tubo. Una estrategia propuesta, que mostró dism inuir
i ias clínicas.
la incidencia de neumonía, es la aspiración subglótica de secreciones
I .i provisión dc calor y humedad durante la ventilación mecánica es un cui
• be deberá tener particular atención en el cuidado y en el inflado del balón
dado estándar. E l objetivo dc la terapia de humidificación consiste en mini­
,ub0 para cv,lar «iue la presión dentro dc éste supere los 20 mm He mizar o elim inar el déficit de humedad mientras el paciente se encuentra
para prevenir el daño dc la mucosa traqueal y las com plicaciones ale-
recibiendo un gas frío y seco,
t Sc recomienda que la humidificación sea provista por hmnidificadores acti­
• L a cantidad de gas del V T que permanece en el circuito ventilatorio duran­
vos o intercambiadores dc calor y humedad.
te la inspiración y que no llega al paciente se denomina volumen de com­
• Las contraindicaciones para el uso dc los H M E son: aumento de la secrc
presión; a veces nene consecuencias clínicas cuando el circuito es muy
c ión mucosa, V , bajo o alto, sangrado de la vía aérea, hipotermia intensa y
d.stens.ble y cuando sc utilizan V , pequeños com o estrategia de ventila-
destete difícil.
• Sc requiere una minuciosa monitorización porque se pueden ver incremen­
• No se recomienda realizar cambios programados de los circuitos del venti
tadas la resistencia, e l V u y e l trabajo respiratorio.
tador como medida de prevención dc la NAV'M.
• U n H M E puede emplearse durante períodos extensos; el recambio puede
• L a administración de medicación por vía inhalatoria puede administrarse
con nebulizaciones o M D I. efectuarse cada 48-72 horas dc manera segura y efectiva Hay que inspec­
cionar a menudo las características de las secreciones y cambiar el «lis|x>si-
• E l uso de M D I es preferible a las nebulizaciones porque garantiza una
íivo como sea requerido.
administración mas uniforme de dosis e implica .... menor riesgo dc com­
plicaciones asociadas. • Elección de H M E ideal: capacidad de humedad > 30 mg/H.O/L, espacio
muerto < 50 m i., resistencia < 2,5 cm II.O /Lseg . higroscópicos, livianos y
• Para optimizar la eficacia del tratamiento deberán recordarse los factores
transparentes.
que afectan la administración dc aerosoles durante la V M : tamaño de las
ESI ™ influenaa del T F T * P()s'ción del aerosol (próxima! a la pieza en
Y . M D I con cámara espaciadora). densidad del gas inhalado, modo ven
HIHLIOGRAFÍA
ülatono y programación del ventilador (sincronización del disparo).
on cuatro puffs se alcanza el umbral de respuesta hroncodilatadora. mayo­ llrreted A D . Addilional work of breathing imposed by endotrachcal tubes. breathing cir-
res dosis del mismo fármaco no producen mayor eficacia broncudihilado­ cuits and intensive carc vcntilalors. Crit Cate M cd 1989;17:671-7.
ra: por el contrario, ocasiona un significativo aumento «le efectos adversos. Hmnconnier M. Albuterol Dclivcry During Non-lnvasive Ventilation. Rcspiraiory Carc.
2005. Vol. 50, N* 12.
5
M o n ito riz a c ió n del p a cie n te
ven tila d o

SI K G IO E G IANNASI

M IC C IÓ N

b riiIH 'iciiciii respiratoria es una de las distinciones orgánicas que con más
:iu ia c encuentra entre los pacientes gruventente enfermos, es por ello que la
: .11 ilc un adecuado soporte ventilatorio resulta fundamental para el manie-
la vida éstos. Para que la ventilación mecánica <V M >cumpla con los
i i« i.i|*éuticos establecidos al tiempo que se evitan sus efectos adversos, es
(I il 1111<*e l personal encargado de la asistencia (médicos, enfermeros y kinesió-
i i debidamente capacitado pani realizar la monitorización1respiratoria.
r i apítulo haremos referencia a la monitorización del paciente con insuli-
II ■.piratona y con soporte ventilatorio mecánico, con particular énfasis
nipielitis hallazgos útiles pura la asistencia diaria.
' ‘ liemos la presentación en la monitorización del intercambio gaseoso pul-
v «le la mecánica respiratoria.

II IIV O S

* "i prender el comportamiento de las diferentes variables fisiológicas que


rvienen en el intercambio gaseoso y en la mecánica pulmonar
lizar el diagnóstico y e l seguimiento de la evolución de la insuficiencia
piratona aguda mediante el apropiado uso de los índices de intercambio
-.oso pulmonar y de oxigenación.
lizar los conocimientos fisiológicos de la mecánica pulmonar para la
mprensión de su monitorización.

•mina m o m to r u ü d ó n a l a evaluación c o n tin u a u in term iten te d e los Funciones fisio ló g ica s clci
" tie m p o real p a ra esta b lece r e l d ia g n ó stico > g u ia r la s in ierv cn cio o es terapéuticas.
'M ( . I M I l/ A I II - I I . M i H »o m i l ' A l t i <i t i v i m t i l a i »< *

• Realizar un u n o rutinario y juicioso «| In .................. |„ ilqitln olio un'todo invionvo, dri*- fi wilU iludo con n im io ya que en
• Conoco los Itendidos y las liiu iliicio iio de l.i |>l.n |.. utlli/mln. pura ... as SU ttltll/a. ton mi solo gcm i.i gustos Innecesarios, sino complica
monitor¡/ación. le .pie pueden ver gim es. como desganos, aneurismas, etcétera.
..‘nda "illeitarlo-. .eiiipie que ingrese a la unidad de terapia intensiva
m antU(aciones clínicas y presunción de insuficiencia respiratoria, al ini-
C O N T EN ID O S M . liando se ulvicrtan cambios importantes en el estado del paciente que
tu s. encontraba estable y cuando se realicen modificaciones significati-
M onitorización del intercam bio gaseoso
piii tinetios del ventilador. E n los pacientes en los que se requieran más
Análisis de los gases en sangre arterial
, «Haceiones diarias «le sangre arterial, se aconseja la colocación de una
Evaluación de la eficiencia de la oxigenación
riul
O xim oría de pulso
Capnometría y capnografíii
Ion de la e ficie n cia de la oxigenación
M o n ito r i/ación de las m ecánicas torácica y pulm onar
Conceptos generales I.. .'I intercambio gaseoso pulmonar es adecuado, los gases sanguíneos, en
Presión de la vía aérea próximaI pulmonares tras su paso por el pulmón, resultan prácticamente iguales a
Presión meseta o platean ah colares Habitualmente existe una pcquefla diferencia entre la presión
Presión inicial o Pz il. oxígeno (PaO .) de los gases arteriales y los alveolares de 5 mm Hg. que
Presión al tinal de la espiración o presión de base tu. ..'mentarse con la edad y con e l aumento de la fracción inspirada de oxí-
Presión media
K i i lista diferencia, llamada diferencia alveolo-arterial de oxígeno
Presión pleural
. un índice que permite evaluar el intercambio gaseoso pulmonar.
Análisis de la curva de presión en la vía aérea en tiempo real
.ente debemos conocer la concentración alveolar ideal de oxígeno, para
Auto-PEEP, métodos de medición
Flujo ...nos la ecuación del gas alveolar.

Curva F/T durante la ventilación controlada por presión


io n d e l gas alveo la r
Impcdancia del sistema respiratorio
F.lastancia o su inversa, la distensibilidad (compHimce) PAO., = 1P . PvH .O ) x F IO . - 1PACO/RQ)
Métodos más comunes para la construcción de la curva P/V estática
Aplicaciones en práctica diaria de la medición de la clastancia v de la presión alveolar de oxígeno
curva P A ' presión barométrica
Distensibilidad dinámica i » presión del vapor de agua
Resistencia ) presión alveolar «le C O , (en la práctica se utiliza la pCO . arterial)
Resistencia inspiratoria (R ,i
Resistencia espiratoria ( R J *C O ;
RQ = cociente respiratorio = — ^
Curvas de F/V
Trabajo respiratorio
Monitorización de la fuerza y la reserva muscular (resistencia) producción tisú la r de CO, ímL/min)
consumo tisular de oxígeno (mL/m in)

la 250 m L de oxígeno que se consumen, se generan 200 m L de C O : que


M O N IT O R IZ A C IÓ N D EL IN T ER C A M B IO G A SEO SO llminarse, por eso en la práctica y para este cálculo se utiliza el valor de 0,8.

Análisis de los gases en sangre arterial


en valores reales esta ecuación:
E l análisis de los gases en sangre arterial es el método habitual para la cvaluaci
del intercambio gaseoso. L a oxigenación se evalúa por medio de la presión parci -<P„ - PvH .O ) x F IO . -(PACO j/RQ )
de oxígeno y del porcentaje de saturación de la hemoglobina L a ventilación se ev (760 - 17) x 0.21 - (PACO ,(0.8). Para una PaCO, normal de 45 mm Hg.
lúa a través de la presión arterial do dióxido de carbono (PaC O .) y del pM. (760 - 47) x 0.21 - (45/0,8) - (7 13 x 0.21) - 50 = 150-50 = 100
'M i ( i ! 1 i l |/ \ | | | i \ | ” > I IM< > X11 >1 • K 11S Mi »'<in mu/ M M»S IMI f V I I - l ll V»MlltAt>1» 97

1Inu vez re tucli t in a u u i Ii i gus tdv< olm . «t« la ni n u , i ni n tillad 11 m ornitología •< ullll/a rl (m il. e de oxigena, ion i presión media en la vía aérea
lur tic la IH > arterial y obtendré iiu in la ililric n i iii nivi'iiln m ti'iinl tic (.) ( I ’A ¡r | , », |/l'.t( i I Valores m ío MI <10 indican un síndrome respiratorio agudo,
Esta diferencia se amplía en lorma patológica en las enlermcdndes pulmc nuil pionosiico. sobre lodo en presencia de hipertensión pulmonar.
que afectan el intercambio gaseoso y se mantiene normal m las alecciono
generan hipoxemia por hipoventUación alveolar pura (la llo ele la bomba mu
lila d r pulso
respiratoria).
En sujetos normales la diferencia A-aO siempte debe ser menor de 50 ni m tpm en el que se basa la oxim etría de pulso consiste en el pasaje a través
con una FIO . igual a I y menor de 20 mm Hg. respirando aire ambiente. • s.isculai de dos diferentes longitudes de onda de luz (660 nm y 940 nm)
Es un Índice ú iil para evaluar la gravedad del intercambio gaseoso y el mee diodos emisores hasta un fotodetector. S i bien existen diferencias entre las
mo responsable de la hipoxemia debido a que se mantiene dentro de límites , n enologías. es lícito afirmar que con valores de saturación mayor al 80%
males en la hipoventilación alveolar y se altera e l resto. lu ilv i una diferencia con la saturación medida por cooxim ctría de entre 4 y
nido la saturación es menor, la dispersión es mayor y. por lo tanto, su medi-
Falen cias que red ucen la fia b ilid a d de A -a O , tnucho menos fiable.
limitaciones y los errores más frccucnies en la interpretación de la oximetría
• E n general se calcula utilizando com o valor del R Q el de 0,8. Esto no siem MI (SpO-) son:
cierto en los enfermos críticos en los que el K 'O .y la VCO,suelen ser muy v
bles, por lo que lo ideal sería poder obtener el R a través de su medición por c I., a la forma de la curva de disociación de oxihemoglobina. el oxímetro de
rim aría indirecta. . . . un indicador poco fiable de hiperoxemia. Además, si el paciente está res­
• Deberá medirse la F IO utilizada, lo que no siempre es posible. udo oxígeno suplementario, no es útil para detectar hipoventilación alveolar,
• E n la fórmula se asunte como cierto que la PC O , alveolar es igual a la PC O . ar quipos de diferentes empresas tienen distintas calibraciones y emisiones de
rial y se usa esta últim a para la realización de cálculo. Esta premisa no siem . i, manera que intercam biar elementos de distintas marcas altera la calidad
se cumple en los pacientes graves y con alteraciones significativas de la rclaci I «;doi obtenido.
ventilación/perfusión <V/Q). lo de penum bra: ocurre cuando el sensor del oxímetro de pulso no se adap-
• A medida que la F IO . aumenta, la diferencia A-aO . también lo hace, y no sie dr forma conecta y firm e, por lo .|ue la luz no atraviesa el lecho vascular c
pie en el valor esperado (depende de la relación V/Q existente). Por esto, el ín II esa directamente al fotodetector.
ce no permite la comparación de gases de un mismo paciente con diferentes Fl dishemoglobinemias (carboxihcmoglobinemia y metahcmoglobinemia) pro-
i errores significativos en la medición de la SpO ,. L a carboxihemoglobmemia
Debido a lo anterior, cuando se está utilizando una FIO . mayor a 0,21. se utíli ivoca una SpO . mayor que la saturación verdadera y la metahemogiobinemia
el cociente artcno-alveolar de 0 ,(P a 0 ;/A 0 .). Este índice, si bien comparle con .. cuta una caída de ésta, mientras que iu hemoglobina fetal no afecta la exac­
unicrior las fallas derivadas del cálculo de la fórmula del gas alveolar, tiene la ve ta! de la medición.
taja de que al ser un cociente, es menos sensible a los cambios de FIO ,. E llo fací s colorantes intravasculares (principalmente el azul de nietileno) y los esmal-
ta su utilización en la evaluación comparativa de un paciente con F IO , variable. dc uñas (colores muy oscuros) afectan la precisión de la medición. L a hiper-
Normalmente, el cociente PaO /A O . tiene un valor de 0.9 a 0.95. pero en I llirrubinem ia no afecta la exactitud de la oxim etría del pulso.
pacientes críticos resulta aceptable un valor mayor de 0.7. l am entación de la p ie l: puede alterar la medición, en particular en los pacten
Otro índice útil para evaluar la gravedad del trastorno de la oxigenación (no di! ■■. de piel negra y muy oscura.
rencia mecanismos de hipoxemia) es la llamada relación PaO /FIO ,. cuya princr .i oxim etría del pulso se toma inexacta en condiciones de baja perfusión perifé-
ventaja es que su cálculo no requiere resolver la ecuación del gas alveolar. L a prin .... como ocurre con el gasto cardíaco bajo o la vasoconstricción periférica
cipal desventaja es que al no incluir en su fórm ula la PaCO ., sólo nos permitirá' ‘ mensa: en estos casos un sensor para la oreja suele ser más fiable que uno digi-
comparación de valores en un mismo paciente, siempre que este no haya modific i Una onda pletismográfica aplanada hace pensar en una señal de baja calidad.
do su ventilación alveolar. O tra desventaja es que suele ser d ifíc il medir con ex I » arritm ias también pueden provocar un efecto similar.
titud la F IO , especialmente en pacientes que no se encuentren en asistenci I monitori/ación de la oximetría del pulso se vuelve menos adecuada en condi-
ventilatoria. E l valor normal de la relación PaO /FIO , es 500, se utiliza para defin »iones de anemia grave.
la lesión pulmonar aguda (> 200 y < 300» y el síndrome de dificultad rcspirato * I I movimiento del sensor p u d e producir un artefacto y que las lecturas sean
aguda (S D R A ) (< 200).
erróneas.
'• I I I iI N I h m II ( A l I I V l l ' tl i I I ' M i m i m | \ M i ' iin n i >. n i » . i n i i'M i r 1 11 x it- llll M “ • 9 9

• I a-illn inlcitsidndd«- la luz iiinlurni. pim ii lo. |. m l. l i , , , ,u „ I m u llo 5 1 . \U rtoi Iones d el f t ’K I I en un pacien te con ven tilació n m ecánica
cubriendo el sensor. uno \ a lh un Iones ron pm plus </« los upupas de anestesia!

•imito di- lo IV K 'O, Disminución de la PetCO ,


U utilización del oxím elro de pulso es un csiándai de las nnimu.s de cuida 1. Producción de C O ,
P í o i I i i i t I ó ii « Ir C O
las unidades de cuidados críticos, particularmente en el caso de los pacientes Hipotermia
Liebre
lados en forma mecánica. Cabe recordar que una SpO mayor que 92',, predico Infusión de bicaibonato 2. Perfusión pulmonar
fidelidad una PaO- de más de 60 mm Hg en los pacientes blancos (S p O > 95 I ilinación de un torniquete - Reducción del gasto cardíaco
Jos pacientes negros). I inliolisino venoso de CO Hipotensión
E l empleo de este monitor es muy importante en las salas de emergencia, ‘ IVrfUsión pulmonar - Hipovolemia
donde lia mostrado una reducción significativa de solicitudes de gases arteriales Aníllenlo del gasto cardíaco - Em bolism o pulmonar
desmedro en la evolución de los pacientes. I lipcrtcnsinn arterial - Paru cardíaco
y Ventilación alveolar 3. Ventilación alveolar
Hipoventilación Hipervemilación
C apnom elría y capnografía
Intubación bronquial - Apnca
C apnom elría Obstrucción parcial de la vía aérea - Obstrucción total de la vía aérea
Reinhalación de CO. - Extubación
Es la medición en forma cuantitativa de la concentración de C O , en el aire ex I. M al funcionamiento del ventilador 4. M al funcionamiento del ventilador
nulo. E l end tid a l C’O " (PetC O ,) es la determinación de los valores de C O . en Absorbedor de C O . gastado - Desconexión del circuito
parle final de la espiración y representa la PC O . alveolar. E l PetCO.. se modifica Inadecuado flujo de gases frescos Mal funcionamiento del equipo
función de la relación ventilación/perfusión. Con un V/Q normal, el PetCO . se ap M al funcionamiento en el equipo - Fugas en el tubo de muestro (sen­
\mia al valor de la PaCO ,; con un V/Q alto (efecto espacio muerto), es más bajo Fugas en el circuito sor)
la PaCO. medida y. por el contrario, con un bajo V/Q. el PetCO, se aproxima a
PCO ¡ venosa mixta.
Los cambios en el PetCO. pueden deberse a cambios en la producción de CO,.
cambios en la entrega de C O a los pulmones o a modificaciones en la ventilac’ li iones con constantes de tiempo muy heterogéneas, se crean áreas con diferentes
alveolar. L a diferencia entre PaCO.. y PetCO , es normalmente pequeña (m enor de «oiiccntraciones de CO ,. E l aire proveniente de las regiones mejor ventiladas (altas
mm Hg). Sin embargo, el gradiente entre la PaCO- y la PCO , espirada (Pa et \ Q j aparece primero en la vía aérea durante la espiración. Este vaciamiento secuen-
aumenta con enfermedades que incrementan el espacio muerto. Existe una •n i contribuye al aumento de la meseta alveolar (Fase 111). asi cuanto mayor es la
variabilidad inter e intrapacientc. por lo que la capnomelría no es un indicador fi h, orogeneidad V/Q . mayor resulta la pendiente de la curva de C O . En las enfer­
ble del valor de PaCO... E l correcto análisis del capnogruma .se inicia con la dete medades obstructivas, el eapnograma pierde su forma rectangular para tomar la apa­
ininadoi! de la existencia o no de C O . en el aire espirado; su ausencia indica u~ re acia de la alela de tiburón; esta deformación es proporcional a la obstrucción
mtubación esofágica. bronquial (fig. 5-2).
En el cuadro 5 I se describen las causas que producen variaciones en e l PetC‘ En la figura 5-3 se observan diferentes trazados capnográficos de utilidad «le la
tic pacientes ventilados. ii in munización del paciente ventilado.
I ti representación gráfica de la concentración espirada de C O . se llam a capno
grafía y tiene mayor utilidad clínica, ya que no sólo se analiza la tendencia de lo ( apnog rafia volum étrica
valores del PetCO,. sino la tendencia de la curva respiración a respiración. E n I
onda capnográfica se describen diferentes compartimientos sccuencialcs relució- L a capnografía volumétrica gráfica en forma simultánea la curva de C O espira­
dos con la elim inación de C O ,(fig . 5-1) La Fase I contiene el gas contenido en da en función del volumen corriente (V .) espirado y de la l’aC'O,. Esta medición
equipo y en el espacio muerto anatómico, la Fase II representa el incremento en I provee una precisa cuantillcación del espacio muerto fisiológico con relación al V,
eliminación de C O . resultante del progresivo vaciado alveolar y la fase I I I es den •V./Vr). Este estudio brinda información acerca de alteraciones en la ventilación,
minada meseta alveolar por su forma plana o levemente ascendente. E l punto nv perfusión y difusión pulmonar, es útil com o una herramienta para la determinación
alto de esta curva es e l PetCO , (punto D de la fig. 5-1). del óptim o valor de presión positiva de fin de espiración (P E E P ) (cuando se logra
L a forma de la curva capnográfica es casi rectangular y esto depende de la hom id menor espacio muerto y una mejor V/Q) en pacientes con S D R A . y para titular la
genetdad de la distribucón del gas y de la ventilación alveolar. En pulmones co .espuesta farmacológica en pacientes con obstrucción al flujo aéreo Ifig. 5-4).
M i i n | | i I R I F M a " l 1 ,1 1 P A M I M I V l M l l l A I H , 101
100 ( il M | K M II »AI H t II M I H 'A II M I II I '

r.O .In m .H lil ll.„ |« » l _________

Fig. 5-1. Onda capnográfica normal. 1.a figura nniesira mi tnr/ado simultáneo de presión en la vi
aérea (Paw). CO espirado ll’aCX)..) (curva normal) y Unjo. A medida que la espiración progrcs
aumenta la PaCO, hasta alcun/ar una mesera. El punto A representa el inicio «le la espiración, ene
el punto A y R se comien/a a eliminar escasas cantidades de CO. presentes en el equipo y en
espacio mucrio anatómico, l a Fase II (punios B y C> representa el vaciado alveolar progrcs I iv Diferentes trazadoscapuográficos anresponda'n
basla alcanzar la meseta o Fase III. El punto correspondiente al final de la meseta iusio antes de I
inspiración siguiente es el en d tidal de CO. <D). F.l eapnograma sólo informa el valor corres , mentes aparece un incremento p * ™ » E" 14«■*
, liipoventilación. a un aumento de l i meta*» y ¿ r () puedc deben» a
diente a esle |Hiiuo
m 'a situación contraria, un descenso prugre una hipu(eiraij Hat C se obser-
hiperventilación. a una disminuí i - . lMiede corresponder a un tubo endotra-
a caída de la meseta y de la rama d e s c e ñ ó n p r o g r e s i v a

M O N IT O R IZ A C IÓ N D E LA S M E C Á N IC A S T O R Á C IC A V P U L M O N A R
is e c H

( onceptos generales

/ W l/ IA
Fig. ?-2. Curva capnogr/ifica de lonna rectangular normal y una curva de forma alterada en un
Se denomina mecánica pulmonar al conjum o de propiedades «sicas que de.er-

Ivicíenle con EPOC. Observe la pérdida de la verticalidad de la I ase II. la apertura y el abomba­
miento del ángulo Q y la inclinación de la Fase III
S s^ ssssses
l i l i I ' I N I K A M I I A | l| V l | S | ( H ’A I t l l l H , | A
M l'N l in w / u II I N I (I I r\ i H N tt V I N I II A l I I » l i l i

Pmv V Ul » V ./t re • 1*1 I I'to ta l

l>i<iión «Ir la vía aérea próxima!


flujo
>lililíuen corriente inspirado
intuí presión positiva al final de la espiración (P E E P total)
resistencia del sistem a respiratorio
» «listcnsibilidad del sistem a respiratorio

o esta ecuación se hace evidente la influencia que cada una de las varia­
re ne sobre e l comportamiento de la mecánica toracopulmonar. Por ejemplo,
ni,.- ver que aquellas patologías que generan un aumento de la resistencia de
,ierea <R a w ) y/o caída de la distensibilidad, generarán mayor presión en la vía
? ° | d : ,Un;' caPm^ rafí;' voluil^ r i ‘-a duran le una única espiración en una per,,», pai a un volumen, flu jo y nivel de P E E P dados,
^ d'Vf C" ,rCS ,aSeSl Fuse l: ,C>’rescn,a cl P lum ón libra de C O . es dcci, d es,i
i, i.límente realizarem os la descripción de las variables básica medidas (Paw , V
" ° ' a Vía ,u3rcJ ,V"aw>- Fswc ll: cs linil f;' « 'I- transición que rcnr,
sema e l vac.aüo alveolar temprano. Fase III: es la meseta de la curva cuirc.spoikliemc al eso «¡i i , después, de las propiedades del sistem a respiratorio.
¡ÍM ’le ’,( ° RrOVC" Íen,C 00las difcrcn,e' '"'iduú.is alveolares. H„
linea vertical une el V | volumen comente) con cl CO espirarlo. E l valor de PaCO se debe i,,u,
sar manualmente y determina la {virtc superiorde la curva. Rl área debajo de la línea vcriical ¿n ion de la v ía a é re a proxim al
u üo e l CO m m r'n iT " l « '" " 'T v " KC\Ín¿aÍ0 ^ s p o n d ic u e a un "sistema ideal' en el cut
I a información que presenta la valoración en forma continua de la Paw resulta
S c í S l de la í ñ F i' ** V ' PUtJC SCr Climinad° si" ""'P ún espacio mueit
ii alleiación de ,a VQ. hiuilmcnle. una línea vertical medial cs definida poi un área p y q iou.ilo oren relevancia para la práctica de una correcta V M . Además de ser esencial para
m i 11 I " " ™ ” Cl V"a” E l ín’“ X p o ra X p o . álculo de las propiedades del sistema respiratorio, la sola valoración tic esta en
Í v t Í Í i ? ? C O h a cia la ,/qu.crd a p or la lín e a m edia y a la d erecha p or e l val»
" c ' ,n c ' l l0 'R jc u l volum en d e C O ¡ esp irad o d el V , efectivo . i conjunta con la m edición del V son la principal herramienta de la prevención

d';r;Lfí^aln^Teipliíaf
viad a d i» v,awiM
,r,? ^
,nu. 11 arca Y e s calcu lad a restando e l área /. y X d e l área total IV >
•*****,a««¡m * **««
v P a C O i v deter
i .inflo inducido por el ventilador y del seguimiento de la evolución de la paiolo-
pulmonar.
de V ^ 7 v T ? o T c a! r ¿ a' íV ,!' ,V> f ° SPaCÍO mUCn° fisi,,l0 * ic° « W r e p i e r e n i ¡a sumí I'.n a que las m ediciones de la presión nos brinden una fiel imagen del estado res-
S S T J!* " ' * Bpad"—* ilorio del paciente, éste debe estar ventilado en ventilación controlada por volu-
n i V C V ), con una onda de V constante y con el registro simultáneo de las curvas
x £ £ £ 2 ¿ i LpÍE7 d *' * “lvmla-« i- -«H ión/t¡empo (P/T) y flujo/tiempo (F/T).
I .i medición do la presión tiene varias facetas.

respiratorio y la evolución clín ica de las diferentes patologías que las alteran. A l­
sión p ico (P p ic o )
gunas de las propiedades del sistema respiratorio sólo se pueden m edir en condi­
ciones deuust.flacó n pasiva (sin actividad muscular del paciente) como, por ejemplo, l*s la máxima presión generada durante la inspiración mecánica. Se mide en con-
la disfens.bihdad. Oirás requieren su esfuerzo (p . cj.. presión ¡respiratoria máxima), v I, iones dinámicas (con la presencia «le llu jo ) por lo que representa (y es m odifi­
otras, como el trabajo respiratorio, se pueden m edir en ambas condiciones. c a por) la suma de las cargas resistivas y elásticas toracopulmonares (impcdancia
S i se dispone de un catéter balón esofágico para determ inar la presión pleural, se n i del sistema respiratorio). Para un V y un V , determinados, cualquier cambio
podran diferenciar las características de la caja torácica de las pulmonares, i la Rrs. Crs o en el tubo traqueal afectará e l valor de la presión pico (Pp ico ). Por
f intím ente, cuando se debe diferenciar los componentes dinám icos de los estáticos im p lo , un mismo aumento en el valor de la Pp ico puede deberse a un tubo endo-
aéreoPfeS ° d l > p r ° p,edadcs d d sistema- sc deberá W una pausa al flujo iqueal parcialmente obstruido, a secreciones en la v ía aérea, a un broncoespasmo,
ii un neumotorax, a una lesión pulmonar aguda, etcétera.
Durante la ventilación (tanto espontánea como m ecánica), la magnitud del gra­ Por lo anterior, vemos que la utilidad de su evaluación com o única medida cs
diente de presión requerido para m over un gas hacia alveolos, y desde ellos hacia cl extremadamente lim itada, sobre todo cuando se la utiliza com o medio «le preven-
exterior, esta determinada por la ecuación de movim iento del sistema respiratorio. i ion de barotrauma. A diferencia de los lím ites de seguridad impuestos para la prc-
M M ( ■.i n i k m i u m i i ' , » u m i h -a m i| i u .Ia M t . l l l l i n U M M H f H . i l l ' M t I N l l V IN III.A fH » 10",

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ser sohrcptisudo, sobre todo tU,umw l., V M d, | „ ,
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í n ;:j, ° aérco <VOasc ‘ “ P .10 M.1,,0 V M p.H ic u c o i,»>li'dn,i. ,,l ...... 1 idealmente no sobrepusnr los ^ cin l i o . ¿ 1,
L a d ilercncia entre la l ’pictn l'm cscia icprcsonlü la im|*<luiiclu resistivn .1 lu y hítesela es la ,m-s.on insp.raloria que se registra en cl v e n t i l a d o r ‘
la có n . Adem ás, la Ppico es u tili/;.üa en los cálculos «le mecánica pulm onar, , de I» instilación de al menos 2 segundos Ivéan sct.c s.
mica y para la medición de la Raw. , I- la 1‘iiicselii se debe mnnlencr ni páctenle ven» ado en V C V . co i
Desde un punió de vista práctico, es la presión más a lia registrada dii.at.h-1., , u¡lllroll„ de V y e n los parámetros de V . frecuencia, veloctdad de V . etc..
piracton y todos los ventiladores muestran su valor, y a sea de manera c a li, ., y , I „ , hasta e l momento d e realizar la m edición. ¡ „ t „ iramr¡a
tal. o analógica (véase fig. 5-5). ve, iniciada la inspiración mecánica, se reabra una pausa m sp,ratona
. mediante el accionar de una perilla del ventilador preparada P ^ ' a ' ^ o
P re sió n m eseta o p la te a u (Pm eseta) ndo una pansa inspinttorin en la elección de los param eño, de unctona-
„ ,d e l II,„d o M ediante estas maniobras, c l ventilador mantiene la válvu la tns-
Sabemos que las estrategias ventilatorias inadecuadas, aun en pacientes con „ abierta, la espiratoria cerrada, y se pone de es,a form a en Itnea In Pavv con
mones sanos, pueden generar daños pulmonares y sistem icos que cn ocasione* | nía de m edición del ventilador.
muy graves y producen un aumento de la mortalidad. Desde los trabajos de And .1, recalcar cine el pácteme debe estar totalmente adaptado al ven dador y en
y mas tarde de la red de estudio del síndrome de distrés respiratorio agudo (AH, , ausencia de esfuer/os musculares. M edida cn estas condiciones, la
nenvork), estamos al corriente que la sobredistensión alveolar y el fenómeno ■l, iv llc ja la presión alveolar t»M al «n a l de la inspiración o pmston alveolar
colapso/reclutamiento alveolares cíclicos son los principales determinantes de e.« , I ' mesen,a la presión lequciida para mantener distendido e con,unto for-
o , pulmones y In caja torácica para un V , provisto (presto,, de retroceso
.. .. del «M em a .espiratorio). U n dato que hay que tener en cuenta es que la
no sólo depende de la elasticidad del s.stcm a resp,ratono (R S ) y d e l V ,u t,
| „ . sino también de la presencia tic volumen pulmonar atrapado o auto-PLhP.

I'm illó n
In vlii aérea

Tiempo (segundos)

v'S en&V,aSÍ2£T,a/ad° K"d * ,VjÜSlranhPrcsióncntavíaaeren


p! nu1ó^ruúl'rtn,n wobservaníup,isiónp1
™ p™*»".¡caí
i t \ í .T u ' 1 " ^"1<SCla| y ,u P ^ 16" c«pir«oria (Phnsc) L , Hecha grande ver-
in tfa ó rrn rlií , cl COmic"ZO de la pausa .nspiraln. ¡a. La flecha pequeña
i la inspiración
, sn ° U y,ln"
siguiente P" n'i,Kunil corao
Ocasiona cl flui" aéreo y aulo-Plil-P.
atrapamiento llega a caro antes <W S j
¡terca.
Hlft ( il N I RAl.ll I A I H I V l lili M 'A l l l | ( II A
MllUlllilil ' ! II I I I | M | l'V IIN M VI N lll AIK I 107

••h u í |> a ia un pminito «ludo y ....... «m. , |m.i .liiun . . drl vvnlilii •u i'ii ii lilil í . ni|iirlL> iniiiiiiibiiis qiii uiiment. u In h iw m cjiiinián la oxigenación,
cualquier cambio en la Pmeseta reflejará alien.. en la ( r. „ en ...... P •ii.mti iiM iu lu i que se debe el» ; ii aquello* csuategias que la incrementen sin
i roeueide que no se m odifica poi cambios en las n-sisieneins insplrulorlns). .i mili Milm d isiciisióii alvcolai I a sobredisicnsión alveolar no sólo provoca
tu. nhi-olai en la |iequeña vía aérea en forma directa, sino también al dismi-
Pre sió n in ic ia l (P z ) i . disponibilidad «le oxígeno como consecuencia de la disminución del retomo
• y del gasto cardíaco.
Es la presión que se registra inmediatamente después de generar una pausa i elución entre la Paw y la P , media puede calcularse por la siguiente fór-
al de inspiración, que suele exceder en I a 3 cm H O a la Pmeseta.
Se mide mediame un registro simultáneo de la P a w y del V (ambas en el lie
pol. en el punto exaeto de la curva de presión que resulta de proyectar el momo P ;= Paw + V,/60 x (R f. - R,|
del cese del flujo (de la curva I-7T, (fig. 5-5). L a caída de la presión desde la Ppi
a la I / ocurre com o consecuencia de la redistribución del gas dentro del pulni , - volumen minuto respiratorio, en L/min
entre las unidades alveolares con constantes de tiempo distintas, a la caída de resistencia espiratoria, en cm H:0/17s
resistencias v.scoelásticas y al estrés de relajación. R efleja la P A pico existente resisiencia inspiratoria, en cm H.O/L/s
condiciones d.na.mcas y, por lo tanto, las presiones alveolares alcanzadas d-
la respiración corriente.
ventiladores microprocesados la miden en forma automática, es de suma uti-
L a diferencia entre la Pz y la Pmeseta se utiliza para los cálculos de la Raw. II esiratcgias vcntilalorias utilizadas en pediatría donde se buscan objetivos
le valor, como por ejem plo en la oscilación de alta frecuencia. También es
Presió n a l fin a l de la e sp ira ció n o p resió n d e base (Pbase) 1.1 para el cálculo del índice de oxigenación (Paw x FIO . [en «3-|/PaO.)

Es la presión registrada en el sisiem a respiratorio al final de la espiración con


m i p le u ra l (P p l)
v.a aerea ocluida. Se cuant.fica ocluyendo en form a manual la válvula espiratoria
programando una pausa espiratoria inmediatamente antes de que ocurra la insp: | i determinación de la presión a nivel del espacio pleural permite diferenciar las
cion siguiente (fig . 5-5). Durante la pausa espiratoria (es decir, con la válvula espi I.nles mecánicas de los pulmones de aquellas de la caja torácica,
ratona cerrada) se ponen en equilibro las presiones intrapulmonares (de la unid- ' presión necesaria para mantener distendida cualquier estructura elástica
alveolares no ocluidas) con el sistem a de m edición del ventilador. le del valor de la presión dentro de dicha cavidad y de la presión en el medio
Expresa la suma do la presión aplicada al final de la espiración (P E E P exirín i .i ,.i<lea (presión tnisparietal). L a presión necesaria para vencer las propiedades
va) mas la presión remanente en el sistema por atrapamiento aéreo (au to -PEEP). E 11 us «leí sistema respiratorio en su conjunto y mantenerlo distendido, es la pre-
condiciones de ventilación pasiva, si la Pbase es m ayor que la P E E P externa apli trunstorácica (Paw-Patm osférica). En cam bio, la presión necesaria para mante-
cada, im plica la presencia de auto-PEEP
i .tendidos los pulmones en form a aislada es la presión transpul monar (Ptp),
i.d cu la como el gradiente de presión entre la Paw y la presión pleural (Pp l).
Presió n m edia (P a w ) lor aislado de la P p l representa el valor de la presión de distensión de la caja
cu (fig. 5-7).
Corresponde al promedio de todos los valores de presión de la v ía aérea que 1.1práctica clínica, la m edición de la Ppl no es posible de realizar, pero se csti-
oii bastante exactitud mediante la m edición de la presión esofágica (P cs). L a
d ó n J^ g T ó ) m° neS V
* d ,ÓniX dUramC Un CÍCl° resP jra,orio (inspiración y espira
ni esofágica se mide mediante la colocación de un fino catéter con balón, en
Con la m edición de la Paw se busca inferir el valor de la P , m edia ( P ;) debido a io medio del esófago.
que ésta se relaciona con el volumen torácico medio y con la oxigenación. i ¡inte la respiración iniciada por e l paciente (ventilaciones espontáneas o asis-
La Paw y la P media no son equivalentes cuando el paciente respira en forma i .«•puede valorar la distensibilidad pulmonar y la resistencia de la v ía aérea en
espontánea, cuando hay desigualdad entre las resistencias respiratorias y espirato­ i. iones dinámicas. Adem ás, la Pes contribuye a la interpretación de las pre.sio-
rias (..orno en e l E P O C ) y cuando el volumen minuto respiratorio es alto r « nclavamiento y de la arteria pulmonar en condiciones de hiperpnea vigoro-
En consecuencia, en condiciones de ventilación pasiva con presión positiva, la piesión alveolar elevada (P E E P . auto-PEEP). Finalm ente, es de utilidad para
Paw se relaciona con el volumen alveolar y. por lo tanto, con la oxigenación arte- m iar la magnitud del esfuerzo muscular y e l valor de la auto-PEEP durante la
nal. además, afecta el retomo venoso y el gasto caidfaco.
iación activa.
MOMIHWiMt »')' HNH viwiliAim 10')
11)11
«.1MiMA|i|*AIi»•-\ ... \

40-
30- Ventíación ccotrotada
20-

10-

0- ilación Mt&UOa
Plp- 2 0 - ( - 5 ) - 2 5
1 2 3
!*•£• 5-7, Volumen pulmonar y presión Iranspulincnar. Durante la inspiración, ya sea csponráii Tiempo (segundos)
Tiempo (sequnOws)
Jurante la ventilación mecánica a presión positiva, la expansión pulmonar depende dc la prest
transpulnionar. 1.a presión transpulmonar es la presión a nivel alveolar menos la presión plei
Hn c¡ejemplo se observa como la uplicución dc 2Ucm dc H.O en la vía aerea (medida en la nx
rcmritc un diferente nivel dc expansión pulmonar según la presión a nivel pleural. Hn e l eje
P . ó ventos un individuo con distensibilidad normal dc la pared torácica y esfuerzo inspiran
'" “■otras que en el ejemplo B aparece un páctente ventilado en íonna pasiva y con disminución i
la distensibilidad de la pctreil torácica por distensión abdominal, obesidad mórbida o ascitis.
b is s ís s ííii
It l’.tlv - presión alveolar.

..... dc la magnitud del nucen» inicial sugicrc un aumento de lu resis­


tencia «1 flujo cu la v ía < * » (B>. o del valor de la m co-l-EW C )
A nálisis de la cu rva de p resión en la vía aérea en tiem po re a l I , presencia de una concavidad inferior en la segunda porc.ón dc la curva indica
!m ! gm,ancla dc V .d eb klo a ana mejoría dc I» diste,tsihilldad v sug,c,e el bene-
El trazado continuo dc la cursa l'aw/T nos brinda información útil en todos
||t i<>potencial (reclutam iento) del agregado dc P E E I ( >). im il,(in
modos ventilatorios. A quí la analizaremos en el modo V C V con flujo constante
IV., d co n trario , el contorno de ana curva dc concavidad superior en la sc nuda
sin pausa respiratoria (fig . 5-8).
,,,„e de la curva sugiere una sobredistensión y el nesgo dc barotrauma (E ).
Normalmente, el trazado de la Paw muestra un ascenso rápido inicial, que rc|
! liando sc usan patéales de flujo distintas del flujo ^
w ita la presión requerida para vencer la resistencia al flujo aéreo y la pmvocr
vas cambian durante ..«la la inspiración, y la interpretas.on d' ™ “ “
P01cualquier nivel dc aulo-PEEP existente. A continuación, la presión aumenta c;
d ifícil; de todas maneras, una concavidad hacia arriba, cuando esta pnescnle. nene
en lornia lineal hasta llegar a la Ppico (fin de la inspiración), este tramo represen!
I" presión generada por e l ventilador necesaria para vencer la fuerza de retraccií í S . ’ S S S S . asistida, un mateado festonado en e, prim er tramo dc la
elástica j c| sjsicnla toracopulmonar (A ).
! iva Indica un excesivo esfuerzo de, paciente < „.
Como se aprecia en la figura, la presión alveolar (lín ea de puntos) acompaña a ., ll(!1 en la segunda porción dc ésta, puede ind.car un V , insuficiente (n o se mués
Paw, sj,, embargo la forma y magnitud que ésta adquiere depende de los diferent
en la corva). Estas situaciones pueden corregirse medíanle la elección de
fenómenos que se describen a continuación (las letras identifican las distintas cur­
Unjo inspiratorio o un V , más elevado, respectivamente.
vas dc la fig. 5-8):
I 1 0 ( ilN lK A I lD A I H • V IIM I II'A K III m ,| s
M ( il ,11 1,11 m |M | II | cm II II \ I M il M ui III

A u to l ’l I /’, m étodos tle m cd h ion

E s la presión que permanece a nivel alveolar después de linnli/nda la espirar


comente, y que es diferente de la P E E P externa programada en el ventilado,
presión medida con una pausa a l final de la espiración es equivalente a la prcs

p c L p ^ T r , ^ n cnr ina l> E E P t0t» 1 U au‘o-PH EP es la diferencia en


a P E E F total y la I E E P aplicada. Algunos autores también la llam an P E H P inl
seca a oculta.
F.n general, durante la V M ; la auto-PEEP significa hiperinsuflación dinámi
pn.voatda por el colapso de la v ía aérea con lim itación del flu jo aéreo (p. ej „ as,,
fcl O C ). que ocurre cuando el tiempo espiratorio es insuficiente para que e l sisio
llegue a su posición de equilibrio entre ciclos sucesivos. L a liipcrinsuIlación di
mica puede también ser provocada en ausencia de colapso dinám ico de la v ía aé
en los pacientes con altos requerimientos de volumen minuto y con tiempos esp,
tonos insuficientes para perm itir que la P , y la Paw se igualen al final de la c.spi
■•'». Métodos estático y dinám ico de medición de la auto-PEEP. Registro de la presión de vía
i .i .1 y (lu jo en el que s e demuestra el método estático (uuto-PEEP stut) de medición de la

Además, puede existir auto-PEEP en ausencia de hiperinsuflación dinámi i i I I* durante la oclusión espiratoria y el método dinámico <aulO-PFF,P dyn» de medición de
I I l;P durante la respiración con vía aérea no ocluida. Cabe notar «pie el valo r estático
como consecuencia de la espiración forzada durante la ventilación espontánea
l valor dinám ico de la auto-PEEP medida.
E l valor de la auto-PEEP no se relaciona en forma lineal con el grado de atra
miento aereo o de hiperinsuflación pulmonar, pues este últim o depende del m
ducto de la auto-PEEP por la distensibilidad del sistema respiratorio (un pacie,
con una alia litera , de retroceso elástico puede hallarse poco insuflado y tcnc.
i alusión de la salida espiratoria debe realizarse justo al final de la espiración,
mismo valor de auto-PEEP que uno con distensibilidad aumentada v alto grado in. si se efectúa antes de finalizada ésta, la auto-PEEP puede sobreestimarse,
hiperinsuflación). ' e
mas. si el tiem po de oclusión es m uy corto y la Paw no llega a equilibrarse con
Finalm ente, debemos puntualizar que el valor de la auto-PEEP varía de un si I ' la auto-PEEP medida será menor que la real.
a otro dentro del pulmón en pacientes con afección pulmonar heterogénea, por I <«. nuevos ventiladores mieroprocesados realizan la oclusión en form a automá-
cual los valores de auto-PEEP obtenidos con todos los métodos de medición
transitoria. teniendo en cuenta las premisas descritas.
aproximados y algo inferiores a los valores más elevados que se encuentran en
pulmón.
id o d in á m ic o l o c o n tra b a la n c e o p ro to in sp ira io rio )
D “ n' llte ¡a V R la auto-PEEP debe sospecharse siempre que haya flujo deicc
) < hasta el ultim o momento de la espiración, luego se puede utilizar dilere-
I huantc la ventilación pasiva, para que el gas ingrese hacia los alvéolos, la Paw
estrategias de medición según e l equipo disponible y las condiciones .leí pacient
h-sor mayor que la P ,. De manera que cuando existe auto-PEEP. antes de que se
el flujo inspiratorio la Paw deberá alcanzar los valores de la auto-PEEP exis-
M é to d o e s tá tic o (o c lu s ió n a la sa lid a d e l c ir c u it o e sp ira to rio ) i S i se obtiene un registro de buena calidad, a alta velocidad y simultáneo con
curvas de P/T y F/T, podrá objetivarse que e l valor de la Paw que precede a l ini-
Se ocluye en forma manual la salida espiratoria antes de que sobrevenga la in- del flujo inspiratorio es el correspondiente a la auto-PEEP.
puación siguiente o se programa una pausa al final de la espiración. Este métod
I ie método no requiere la oclusión de la v ía aérea (fig . 5-9).
pi ovw a que la P Ase equ,libre con rapidez con la Paw y. en consecuencia, pueda -
leída directamente en el manómetro del ventilador.. a través de un registre de pre­
le r e n d a e n e l v a lo r d e la P m eseta d u ra n te la V C V
sión. En general con 1.5 a 2 segundos de pausa alcanza para cuantificarla. no obs-
tante este tiempo puede ser mayor según la intensidad de la obstrucción de la v r I .os tres determinantes de la Pmeseta al final de la inspiración son la suma de la
acrca y la heterogeneidad de la distribución (fig . 5-9). Es más fácil de realizar en e
I I*. auto-PEEP y el cociente V,/Crs S in embargo, la presión real detrás de las
modo controlado y con una frecuencia respiratoria menor a 2 0 por minuto.
•, aéreas ocluidas puede ser muy elevada aun en presencia de valores bajos de au-
l'E E P . Por consiguiente, cuando el V , y In P E E P permanecen constantes, la
I I •' ( il N I«’ M || im n , ) 11,|, ,|«m, „ , „
M i iNIfi lltl ><l« U-l Dl t l’M I, NI I VI M ili Al “ » II»

*B I»l|... ................... i.i...iwh puf If i i mi nía iituiii i i iliuiiiifi' In vrnilliii n‘n •imtroliulii por presión, el volumen co-
n a r e s d o m a n e r a NUb fie l q u e l u m e d ic ió n d ir e c ta <l< i i |» | o l)ri
irnh |aii ,1, niimoiiiui m inuta. .igogn l'l EP. y puede llegara un máximo cn cl
un promedio de los valores de I, atito-PEEIM o aquellas unidad, . que
H|m. ii Ih cn qur lu l ’l l'.P igual» la nufi* r i I I*. Esta es mía técnica imprecisa y poco
cn comunicación con la apertura de la vía aérea. ■ fl ifil. pelo r sen. illa, lapida de realizar y es |K>sible tanto cn pacientes que res-
Una forma de cuantificar la auto-PEEP es midiendo la l'm cscla ames de H l i . o forma pasiva como activa.
pausa espiratoria prolongada y después de ella (alrededor de -1(1 segundos,. I,
que el flujo espiratorio finaliza. En el supuesto caso de que la distensibilidnd
■ fi./i/.ií/«/<•h hiiM 'cinstifl.H-ión pulm onar
vane de manera significativa al final de la espiración, independientemente del vo
me» atrapado, la dtfercne.a en el valor de la Pmesela antes de la pausa y después D i de ciiiuitificarse durante la V M controlada midiendo el volumen espirado
ella corresponde al nivel de auto P E E P existente (fig . 5-10). L m ' una ipticn prolongada mediante la colocación de un espirómetro colocado
Otro método clínico sencillo es medir la Pmeseta i, la frecuencia utilizada, v .1 i| n tullida espiratoria (fig. 5-11). 1.a frecuencia respiratoria debe disminuirse al
pues de disminuir la frecuencia respiratoria a menos de cinco respiraciones i ■ fin valor |»sible durante la VC V. y cl volumen espirado se mide durante una
minuto durante 15 segundos (manteniendo los niveles de V , y P E E P constantes) m i <le 50 a 50 segundos, tiempo requerido para alcanzar cl volumen de rclaja-
diferencia de los valores de Pmeseta estima el valor de la auto-PEEP.
k )i i i sistema respiratorio. E l volumen medido se denomina volumen al final de
11» punción. y la diferencia entre éste y el V , es el denominado volumen atrapa-
Su stitu ción d e l.i nuto-PFEP fe i uiui-PEEP puede calcularse mediante cl cociente volumen atrapado/Crs.

Cuando se agrega P E E P a pacientes con obstrucción al flujo aéreo, la prcsi


■ Mu io n durante la ven tilació n asistida o espontánea
alveolar al final de la espiración recién aumenta en forma significativa cuando
, in e r n " “ 8obrcP asado lx " c l d e P E E P externa. E s d e c ir q u e m ié Mcuncre las mediciones simultáneas de Pcs/T y F/T. Si no hay actividad mtiscu-
tras la I E E P no su pere la a u to - P E E P , la d iste n sib ilid ad no caerá
|| i piratona, cl cambio en la Pes hasta que se inicie cl flujo inspiratorio es igual
Basado cn la premisa anterior, con cl paciente en VC V. la Pmeseta aumentará cn in |<i sión necesaria para vencer la auto-PEEP existente. -Si no hay auto-PEF.P, la
mu. significativa secundaria al agregad.,de P E E P sólo una vez superada la aut,»-P i", i mn inicial de la Pes coincidiría con cl inicio del flujo inspiratorio (fig . 5-12).

l|<
»
j i valoración de la curva de flujo cn función del tiempo (E7T) es fundamental
a mía correcta monitorización de la mecánica respiratoria y de la adaptación del
ii-nic al ventilador.

N o au lo -P E E P A u lo P E
5-11. Medición del volumen aiiapado. Representación esquemática del volumen pulmonar al
I-Ig. 5-10. Estimación de la auto I’EEP poi medio de I, medición de la Pmeseta antes v dwn : la inspiración (VEl.i por encuna de la capacidad residual funcional (CRE). medido como
iTS?*?*T*"' ‘"I'T' pe,mÍ'CC',m¡nardWlumcn ^ gas. minuten espirado durante una apoca prolongada l.a diferencia cnirc cl VEI y cl volumen
i m e (V,) representa el volumen pulmónni por encima de la CRP al final de una espiración
Y constante, es decir, cl volumen atrapado (V lb i
I l - l « il N I KAM I ( A l > 1 V ll'.ll H ' A l n l l « .1'
MfMItfMI/Ai llin D ll l-A I II M i V I t vlll A l H ■ 1 I r»

H g . 5-12. M edición de la auto P E E P en pacientes con ventilación espontánea. Registro de lli


y presión esofágica que muesira el modo de medir la auto-PKEP en un paciente ventilando v\|
táticamente. L a auto -PEEP es determinada por el cam bio de la Pes desde el comienzo del esfti
zo hasta que se inicia el flujo inspiratorio. Es de destacar que la Pes dism inuye hasta vencci i
auto-PEEP antes de que el llu jo inspiratorio comience.

Idealmente en los pacientes ventilados, el flujo debe ser medido por un rieuni
tacógrafo colocado en form a próxima! a la vía aérea, ya sea colocado a nivel de
pieza en " Y " o en la rama espiratoria del circuito. Cuando la medición del flujo
se realiza en forma proximal a la vía aérea, se debe tener en cuenta el volumen
gas compresible dentro del circuito, ya que podría sobreestimarse el V , que se « I i. Patentes de flu jo posibles durante la V C V . Curva* de. presión/tiempo. volumenfliempo
administra al paciente. Los ventiladores modernos realizan este cálculo en formi ...i, ciiipo con diferentes morfologías de flu jo inspiratorio: constante rampa
automática y proveen e l valor final ya adaptado, sin embargo, esto es cierto siei ... endenté y sinusoidal Se representa además e l cam bio de presión de la vía aerea como
pre y cuando se utilicen la tubuladuras correspondientes para cada marca y inodcli i. ,i., a los diferentes patrones de flu jo seleccionados.

de ventilador.
L a mayoría de los ventiladores no miden en forma directa el V , o volumen es[
ratono, sino que realizan un cálculo de éste mediante la integral de la señal del fluji re sp ira to rio y d e la re sis te n c ia e s p ira to ria d e la v ía aérea. E n c o n d ic io n e s de
(aérea debajo de la curva Vtiem po). .ilid a d , la c u rv a d e flu jo e s p ira to rio e s d e tip o d e s a c e le ra d a e x p o n e n cia l y
L a forma de la onda de flujo inspiratorio depende de la modalidad ventílate iza e l n iv e l d e flu jo c e ro antes d e la p ró x im a in s p ira ció n . E n p a cie n te s con
elegida. Kn la V C V se podrá optar (según el modelo de ventilador) por una onda d< lo m a s q u e p ro d u cen u n a o b stru cció n a l flu jo a é re o , la c u rv a p ie rd e la u p ic a
flujo constante o desacelerada (los demás tipos de onda ofrecidos por los diferente' ..c u r v ilín e a p a ra h ace rse lin e a l y m á s le n ta (f ig . 5-14). E l tie m p o n ece sa rio
ventiladores no tienen utilidad práctica) (fig . 5-13). E n las modalidades por presiór qu e e l flu jo p u ed a a lc a n z a r la lín e a d e l flu jo c e ro d ep en d erá d e la g ra ve d ad de
(ventilación controlada por presión y presión de soporte), el flujo inspiratorio rn h -rm ed ad , y e l ascen so h a c ia e l c e ro se rá m á s le n to cu a n to m á s le n ta sea la

siempre desacelerado y su velocidad máxima depende del gradiente de presión exis M am e d e tie m p o p ro m e d io (e s d e c ir, p eo r cu a n to m a y o r se a la p é rd id a d e retrac-
tente entre la presión seleccionada en el ventilador y la presión alveolar al final i e lá s tic a y m ás g ra v e l a o b stru cció n b ro n q u ia l).
la espiración, d em ás d e la h ip e rin s u fla c ió n d in á m ic a , la p re s e n cia d e e s fu e rz o m u sc u la r espi-

E l inicio de flujo inspiratorio (positivo por convención en los gráficos) se u tili/í •i io puede c a u sa r la p e rs is te n c ia d e flu jo a l fin a l d e la e s p ira c ió n .
para determinar la presencia de au to -PEEP en pacientes que respiran espontánea-1
mente (fig. 5-12). L a valoración de los cam bios de flu jo inspiratorio en respuesta n a flu jo /tiem p o d u ran te la v e n tila ció n co n tro lad a p o r p resión
la tolerancia clín ica y a los cam bios de presión y volumen son utilizados para logre
una m ejor adaptación del paciente a l ventilador cuando la asincronía es consecuen­ \ d ife re n c ia d e lo q u e o cu rre d u ran te la V C V . d o n d e la m o rfo lo g ía d e l flu jo es
cia de un flujo inadecuado. u la d a a e le c c ió n , d u ran te la v e n tila c ió n c o n tro la d a p o r p re s ió n (P C V ) e l flu jo e s
Dado que la espiración es pasiva, la m orfología de la onda de flujo espiratorio u p o d e s a c e le ra d o y e l p ic o flu jo e s d ep e n d ie n te d e la p re sió n lim ite p ro gram ad a
dependerá fundamentalmente de las características de la retracción clástica del sis- d , la im p e d a n c ia d e l siste m a . In ic ia lm c n te , e l flu jo e s m u y a lto h a s ta a lc a n z a r la
1M' ‘ •' KMii.AiM-. * inini'MiimníA M l m ili lili/ v I) I ■ I J I I l ’ M II l « l l VI H U I M U I

A B c

logra complch, , P " " OS y ProlonS;l,l° Aniba, una corva dc flujo en un paciente qi
cero)- nhpiin „„ csP "ac,ón <•« caracteriza por la form a arqueada dc la curva y porque llega i
v no ilesa u i '.„ ,? Clen,C ' ,UC al tcncr 0bs'n:ciÓD ;l1 11"J" <la curva presenta una forma más reí
SiVu. ’ no c°™pH5la la espiración, retiene volumen y se hipennsufla en fo rm a ------
Tiem po
I (i;. 5-15. Curvas de presión, flujo y volumen en función del tiempo durante la ventilación con
.ida por presión en un paciente con complacencia normal (A ), elevada! B) o disminuida (C).

prcMun piefija(jal |Ucgo desciende de forma exponencial para poder mantener


presjón cons(iUíte CI1 c , nivd d cg ¡d o <fig 5. |5 )
longado con la misma frecuencia respiratoria podré incrementar e l V , y la ventila*
lo- ¡ . IICr/|'1'|Uc 'ml,u*sa el flujo de gas desde la vía aérea próxima! hasta ios niveo , ion minuto provista, siem pre que la reducción del tiem po espiratorio no provoque
n n w im 'r iC <le la <li,erencía dc presiones entre esos lugares; cuando la presiór mi atrapamiento aéreo y auto-PEEP. Por lo tanto, para un valo r de presión y fre-
i ucncia respiratoria predeterminados la ventilación minuto será máxima cuando los
piratorio ces i C ^ '? U a l'' PaW ^ SLig u ala con la Prcs'ón alveolar, el flo jo ii
Ihijos inspiralorios y espiratorios alcancen la magnitud cero al final de la fase
las<L.'.'n" ' Sf . ,)a ,le‘scril0 co" aiucrioridail, la pendiente dc desaceleración depende t nrrespondicnte (fig . 5-16).
cid'V, I r iMÍCaS mccánicas dc sis,e,na* dc nianeru que cuando dism inuye la velo
nech ° esa.Ce*crac*ón (pendiente menos empinada en la curva dc flujo) debe sos- I m p e d a n c ia d e l s is te m a re s p ira to rio
rn r. !ncremcn,° i1l' ,a consiame dc tiempo inspiratorio (tiem po requerido
onda lie fh" ° alveo,ar)- Por cJcm Pto* frente a una extrema lim itación del flujo. I; Es la sumatoria de fuerzas dc oposición que el sistema respiratorio genera al
‘ U ° inspiratorio puede aplanarse dc manera que semeje un patrón de flujo atentar mantener su posición de reposo; incluye las fuerzas dc oposición al flujo
Lons ,in l tonda cuadrada), en cam bio cuando la disicnsibilidad es baja, la pendicn aéreo y las fuerzas de retracción clástica de los tejidos.
Ic ^esacclcración m uy empinada (fig . 5-15). S e denomina resistencia (R ) a la impedancia. no elástica, al flujo aéreo generada

rio depH SC''LIU de llu^ ° al l,nal d° ,U insP iración significa que el tiempo inspirato- por la fricción y el movim iento de la v ía aérea, el tejido pulmonar y la caja torúci-
nresión ^ insuflciem e puraque la presión programada logre equilibrarse con la a. E n la práctica clín ica sólo tiene importancia la resistencia de la v ía aerea que
co ar; en esta situación la elección de un tiem po inspiratorio mas pro­ representa e l 95 % de la resistencia total.
M i Mullí iMl/Ai ••IN lili IW M N lf V IN III Al x * t l ‘>

,1, , .u le . reapimumn» crtnicm , q » m ú * « « u airea ca

**** <*• .
I KP>. . pesju a.- que el. condiciones tasab a la dislcnsibdulad c.

en enema pequen,,, «ganemos de la curva. esra reincido se

¿ s s s íS ^ s m s ^ g S i

d d sistema respiratorio en su conjunto y con ese dato hacer inleren


. C| comportamiento elástico pulmonar propiamente dicho, pero esto i

le m p o lo a g u n K e ? Tmrpo(MgunOoe)

S*16, FluJ“ <*‘*n»n«c la . U l u l a c i ó n controlada por presión v el electo de ciclo útil (T


sobre el volumen comente IV,). A. Con T ,fT vn = U.25. el tiempo ¡tKp,„iorio «T i es insulici
para pcrniitn el equilibrio entre la presión de la vía adren próxima! (Pa.v> v la presión al
*• tx>m«. se obsciv. por la persistencia de flujo inquisitorio al final de'la inspiración II.
incremento de la T /l . a 0.5 ocasiona que el flujo, tanto de la inspiración como de la espirad
retorne a cero antes de la espiración y la inspiración, respectivamente. y aumenta al mdximo el
entregado. C. l n aumento posterior en la T./T„r u 0.75 conduce a la upurición de auu>P
& S :S 5 ? 3 r.
(Como queda evidenciado por la persistencia <te flojo al final rk la espuelón) debido a que el
queda reducido y como consecuencia disminuye el gradiente de presxxi do conducción del II
inspíralo!io y el V. entregado.
i , «„ ei el valor de P E E P ). Cuando decidimos optar por medidas rerapc
Se denomina elastuncia (H ) a las fuerzas que las estructuras toracopulmo
generan oponiéndose a la inflación en condiciones estáticas (sin flujo).
Para separar las variables estáticas de las dinámicas, debemos determinar pun
de flujo cero (pausas) dentro del ciclo respiratorio normal; al final de la inspiraci
para calcular la Pmeseta y al final de la espiración pura medir el valor de la P E
total ( P E E P más auto-PEEP).
daslaneia del e te rn a respira,o rio ( E J comprende la «amatoria en sene de la

Elastuncia o su inversa, Zi distensibilid ad (com p lim ce)

Los pulmones y la caja torácica son estructuras pasivas y clásticas, de manera qu


el movimiento de gases desde los pulmones y hacia ellos está determinado por era IV ,.
dientes de presión. La relación existente entre el gradiente de presión necesario para
mantener expandidos los pulmones y el volumen de gas utilizado define la propie­ , . p,p/v = [(Pmeseta -PEEPto tal) - Ppl|/V =
dad elástica del sistema respiratorio, es decir, la elastanciu. iW - i’p'/v.
Esta relación entre la presión y el volumen <P/V i no es lineal en todo el rango de E«.= E, + Ec»
la capacidad vital, sino que varía con los diferentes volúmenes alcanzados. Así. en
Un mismo paciente con una misma patología respiratoria, la relación P/V muestra D ado que la d isK ta ib illd a d e s la inversa d e In d a sla n e ia . la C , , la C cw s e sum an
un comportamiento diferente según el V , con el que se lo mida. en paralelo:
120 ( » t l M ( H ' M i il< h ,|\ M i iH l in i M A M Irtw l i l i CA* I t M i l V I N M I A I M I 1 2 1

V ,/ [|h IK.Nc ,n
• '" v - V,/|»p|
l 'E E I ’ liilt il) Pul | ... .. „ .
i«-i---*•lu•«presión
yseUlule
•« en n ;""a
la vía aerea. vez
Crs= (C, x Ccw)/(Ccw + C L) M/l,dn , | volumen pulnionnr deseado se procede del tnts.no modo pero en el
mvei so I >!•esta forma se construyen las curvas mspiratona y espiratoria
Otros determinantes fisiológicos de la propiedad clástica de los pulmones
cantidad de parénquiu.a pulmonar que está en condiciones de ser insuflado !":’ ;M a f ó íllt ^ n íc c c io n a r o n las curvas, que son ejemplos para describir
grado de P EE P total presente. lúcrenles partes que la componen. En pacientes con pulmones normales, la
L a fracción de la P E E P que es transmitida al espacio pleural depende de la tiene una form a « tó i lin eal tanto en su ram a mspm.tona com o «pirano-
, luíante la inspiración y una vez que los pulmones alcanzan su capacudadI p* -
m uía lelatÍVa ^ l0S pulmoneS y dc la parcd 'orácica, según la siguienle
, m ial v comienzan a sobredistendc.se. la curva se aplana (puntodc > 1 c* ' «
, I debido a la caída de la Crs. En pulmones lesionados con pe,dula dc a
APpl = P E E P x [ C J <C, + C cw )| ionalidád del surfactante y del área pulmonar con capactdad para ser ventilada,
APpl: fracción de P E E P trasmitida al espacio pleural , i. -criben diferentes partes de la curva. - m ir v
C ,: distensibilidad pulmonar , luíante la fase inicial dc la insuflación, la distensibilidad es baja debido a que se
C cw : distensibilidad de la pared torácica uu-iv una alta presión para reclutar el tejido pulmonar colapsado Una vez que
p. irción significativa de «ejido pulmonar es reclutado, la d « W « b .
Por lo tanto, frente a un paciente con una m odificación de la E (o C ). 110 sólo dc de inflexión inferior o Pflcx ) y la rama msp.raUma se hace lineal hastaaltan
interpretarse como secundaria a una alteración de las propiedades elásticas del tej h inflexión superior a partir dc la cual se generan zonas de hiperinsuflación.
do pulmonar <p. cj.. edema agudo de pulmón o S D R A ), sino que también pe I i punto de inflexión inferior sólo determina un cambio sustancial en elcmnpor-
deberse a un desplazamiento de la posición sobre la curva dc IV V (p . cj.. hipen elástico de. sistema respiratorio, de ninguna manera dc -
ilación), o una variación en la capacidad «le aireación del pulmón <p cj ne |U. «leí reclutamiento debido a *iuc éste ocurre a lo largo de toda la ram a inspira
nectomfa, atelectasia). „ , <lc la curva. Existen unidades alveolares que son reclutados con valores «le prc-
A modo referencia general, los valores dc la distensibilidad del pulmón, de . „ v volumen inspiratorio que sobredistienden a la mayoría dc las unidad»
pared torácica y del sistema respiratorio total, al final de la espiración, en person «volares. L a rama espiratoria realiza un recorrido diferente del «le la « rn a rnspira-
su trayectoria describe una disiensibiliad mayor del sistema resp.ratom . bsu
“ r oíP',an CSIH)" ,ane‘" ,u-mc y en POSición supina, son upmx imadamen
200. 150 y 85 mL/cm H .O . respectivamente. . , debido a que la m ayoría de las unidades alveolares fueren ^ ms-
vió n que la precede, esto hace que en form a progres,va y a medida qm. toapul
!nn„es pierden volumen, se colapsen unidades alveolares; cuando e t o l q u . t
M otad os m ás com unes p a ra la co n stru cció n de la c u rva P /V estática
uificativa aparece el Pflex de la rama espiratoria. Esta dttcrencra quc existe entre
C orno vimos anteriormente, la construcción dc la curva P/V estática busca recre tus .ecorridos inspiratorios y espiratorios se denomina histcres.s (f ig .. -I )•
ar la propiedad elástica del sistema respiratorio. Ésta se relaciona con la gravedj
y pronostico «le lesión pulmonar, y con la elección y la respuesta terapéutica de la
Vvi/úrnenes aleato rio s
diferentes estrategias ventilatorias usadas.
Los métodos utilizados miden la presión en condiciones de ausencia de flujo Is te método no requiero retirar a l paciente del ventilador. U cu rva se construye
con flujos tan bajos que hacen despreciable el efecto dc la resistencia a l flujo sob Itútüendo las presiów s en la v ia aérea después de a p lica , g e re n te s V sel—
la impcdancia total del sistema. d „ , en forma atemorizada. Se utiliza una labia con lo s valores dc V , a in te m o dc
■,(I a K X l , „ L (lias,a capacidad pulmonar total) y se elige al azar e l « d e n * M V
E l m étodo de la sú p er jering a , ion de cada uno de ellos. Se pane dc una cslralcg.a vem .latona es,anda, en V C V
con Ilu jo constante, se cambian los valores de V , y iras dos o tres resp.m c'oncs con
N o es un método práctico ni sencillo de utilizar en la práctica clín ica diaria, sin . ada nuevo volumen, se m ide lu Putesca. Luego se
embargo liaremos referencia a el debido a su contr ibución a la comprensión de la , '¡trámenos de base, se ventila durante dos o lie s respiraciones y asi s u e v a m e n te
mecánica pulmonar y su monitorización. !, tsta utilizar lodos los V , preestablecidos. F-sta estrategia es laboriosa, lenta y nes-
S e debe retirar al paciente del ventilador y. mediante un dispositivo sim ilar a una , osa para e l paciente con una lesión pulmonar aguda, y si bien es muy empleada
gran jeringa cargada con oxígeno, se insuflan alícuotas dc 50 a 100 cm 3 de! «as estudios de investigación, es puco utilizada en la práctica diana.
M n N t t n l t i / M >• i N t m v a . ii n i v i m u í a .....
1 2 / ( «I N I R A ! l l ) A ! ) r > V 1 1 * 1 1 11‘A l l t l i H l l A

, i , . ir iilim ln * non ..... ..*,».! - del com portam iento m ecánico del
„ t.iin.torio .»lo lingo >le lodo el i.ingo de volúmenes I I «> í ) obtenida
,u im V(l|0i aislado de V ,. sin bien es menos representativo del comporta-
iilolm l del siv/fiiinVi. ivséiiu Ú o rif, c m áü siO ple y práctico de realizar.
yo. iilllitliid para la práctica clín ica que parece obtenerse d e la confección
, |’/V sena e l seguimiento de los pacientes con lesión pulmonar aguda y
- S í .Ik .nos desde hace tiem po que la evolución típica de este síndrome atra-
diieientcs etapas con su correspondiente manifestación más o menos tipi-
l„ forma de la curva P/V (fig . 5-18). S in embargo, su uühdad como
de ayuda para la elección de la m ejor estrategia terapéutica es. al menos,
hiu | o el SD K A temprano, el edema inactiva el surtactante. y el peso de las
. dematosas provoca atelectasia por compresión que ocasiona una marcada
..i p ;„u |¡, V M . Adem ás, el colapso espiratorio y la reapertura inspiratona
.i. las unidades alveolares más inestables generan un daño sobre.mpuesto por
i ,,a de las estrategias propuestas para evitar el daño inducido por la V M es
, pulmón y mantenerlo abierto durante la V M (evitando la reapertura y el
. id ico ). Para e llo , una de las propuestas es colocar valores de I E E P que

Faso Oe
recuperación SORA temprano

Paw (cm K O )

Fig. 5-17. Curva de presión/volumen estática obtenida por el método de la súper jeringa. Se int
can las diferentes componentes de la curva: cornpliunce de in icio (C start). eom pliancc do inllacid
tC in flJ. com pliartce de deflación (C d e fl) y punto de inflexión (P fle x ). Paw - presión de la m
aérea.

P an (en H,Ol
C o n flu jo in sp ira to rio co n stan te len to SOPA raíalo (4 días) SORA táralo (20 alas)

A l emplear flujos inspiratorios m uy lentos (de alrededor de dos litros por m ini
to) se suprime la carga resistiva, por lo que se considera que cada punto de volumer
provisto genera un valor de presión elástica. Con los ventiladores no es posibf
construir una curva con (lujos tan lentos, con la m ayoría de ellos no es posible cor
seguir flujos inspiratorios más bajos de 5 a 10 litros por minuto. Cuando se con.'
truye la curva con esos valores de flujo se denomina curva P/V cuasi estática. P a w (cm 11,0)

S e analiza en forma sim ilar que en los métodos anteriores.


i s. M odificaciones en la curva presión/volumen de acuerdo con la evolución del^ndreroc
u Iu h í respiratoria aguda (S D R A ). Cuatro modelos de curvas de
A p lica cio n e s en la p rá c tic a d ia ria d e la m ed ició n d e la o b sta n cia SD RA Arriba a la izquierda, la curva en un pucicn.c que se ha rcc u puado uc I SDK A licite
y d e la c u rva P/V risibilidad cercana a lo normal, pequeña histéresis y ningún punto de inflexión. Arriba
I i e n un paciente con SDRA temprano m enor de 2 días ha aumentado la h.Mé.esis y nene
a., de inflexión en la ram a inspiratoria. Abajo a la «quicrdiuen un P a c y « e a lc u a rm d ía de
Por lo general, las propiedades clásticas del sistem a respiratorio se valoran , „i en el curso del S D R A ha disminuido la distcnsibilidad. nene marcada histcres.s > un
mediante la curva P/V o por medio de los cálculos aislados de la E (o C> hechos con !! iS fleión en la rama inspiratoria. Abajo a la derecha, un páctente en el curso «ardió.del
un valor determinado de V ,. Com o la curva P/V se construye con volúm enes que nlia 20) que tiene dism inuida la distensibilidad, con m enor hutéresis y sin punto de
van desde la capacidad residual funcional (C R F l hasta la capacidad pulm onar total
M i .INMf iHdAClrtN Al ti NI I V I N I II Al M> lil
IM <'IN IN M IIW IIS V I IHI( »I*AI( Mi MilA

iiil|titlan .-I colapso, y esto podrí» > ilni ral.» i ln . m i miImm . 1. pii-món q u e ................. ■ v ' 1? 1
ten cl punto ilo iilIV x ió n iníei ¡01 í li}* 5 1‘Í» Sin a n lu i| y.i slllio , cl ..........
......... . ,h
H ..... •
Unjo y V constantes unaum ento de ^
.
taniieiito noocuirccn un solo punto «lo presión ilurnnli ln >mv.i uispii sitorm ni
la Mitre- hioncod,hiladores, es debida a una «
sucede durante toda la inspiración. D e la misma nianem. el colapso no ««curre
del sistema respiratorio (R rx ) y a una dism inución de la auto-PEEP o
solo pumo de presión de la curva espiratoria, sino que ac«)iiteec durante toda
ción. P o i otro lado, se ha demostrado en estudios pulmonares con toiuogmííu
putarizada que el potencial de reclutamiento pulmonar en el S D R A no siem
relaciona con el Pflex «le la curva P/V. Por lo anterior es improbable que col n i la
valor de PK H P que supere el valor de Pflex de la curva inspiratoria sea realincn ..««ponente «le la iinpedancta del sistem a respiratorio a la ventilación
en todos los pacientes. Es probable que la elección de valor de P E E P mayor al
de inflexión inferior de la curva espiratoria pueda tener un mayor valor lera
(1, v es definida com o la relación entre la pres.ón nccesana para
S in embargo, la construcción de la curva espiratoria es m uy d ifícil de realizar yo
un gas u través del sistem a (o presión resistiva) sobre c l flujo resul-
se requieren pausas periódicas del flujo espiratorio con las correspondientes i
cioiics de la Pmeseta, y esto no es posible de realizar en la actualidad con la
logia disponible en la mayoría de las U T I
A de presión a través del sistema
Otra alternativa para elegir el mejor valor de P E E P en cl S D R A es const
curva P/V con diferentes valores de P E E P . A medida que se aumenta la P EEP. R c a isic n cia (R i (c é H.O/L/s) = pjuj 0

y la C rs tienden a alcanzar sus valores más altos y caen una vez que el grad
hipcrinsuflación alveolar es m ayor que el de reclutamiento. Lil punto de ma
ido „ que las resistencias están dispuestas en serie, la Rrs es la suma de sus
reclutamiento también suele asociarse con los valores más bajos de espacio nv la resistencia pulmonar (R ,) a su vez subdividida en resistencia de la
fisiológico y de shunt, y más altos de disponibilidad de oxígeno. Debemos reco
, R a w ) y la resistencia del tejido pulmonar < R„) y la resistencia de !< | .
además que uno de los determinantes de la C t cs el volumen pulmonar, por lo t
un diferente V T puede asociarse con diferentes valores “ óptim os" de P EEP. I, .» <Rcw).
forma práctica de resolver este dilema cs eleg ir primero cl V , (teniendo en cue
Rrs= R , + Rcw
la evidencia disponible actual) que permita una "ventilación adecuada” , incluid
hipcrcapnia perm isiva, y buscar el área de mayor reclutamiento pulmonar medi
te niveles crecientes de P E E P . S i bien esta estrategia no cs aceptada por todos dv- r , = R aw + R „
autores ni es factible de utilizar en todos los pacientes, es una buena orienta
parte de la reais,eacia medida en la práctica clín ica se debe pnncipal-
para evitar que valores inadecuados de V , o de P E E P generen una sobredisten
„ ¡a R e » ; en cam bio, las R,. y R e » contribuyen en macho mcnoi
y un daño ventilatorio agregado.
lera sim ilar a la distensibilidad. la R a » vana con cl volumen palmonm
lases de la respiración y con c l finjo de gas.
D iste n sib ilid ad dinám ica O lor de 1 4 */- 1.4 cm ILO /Lfs. Los valores vanan desde 0,5-1 u n H.O/L/S
vía aerea alia a 35-110 cm H .O /U s cuando se realiza ana espiración forzada
En pacientes que respiran espontáneamente, la determinación de las propied
elásticas de la pared y del sistema respiratorio no pueden ser medidas con facilid
'"o vT ien d ca reím en o r dan,me la inspiración debido a que aumenta e l vola-
■Sin embargo, las propiedades clásticas de los pulmones pueden ser caracteriza
'b caja torácica; e l tejido pulmonar cireundnntc genera ana fuerza de trac-
por la distensibilidad pulmonar dinám ica <C, dyn). Para calcular la C, dyn se rcqti
,hrc las vías respiratorias y las abre. A l con,,ario, durante la esptracm la
re la medición simultánea de la Paw . la Pcs, cl V , y cl V . L a C ,dyn se define co H e <cr mayor, sobre todo en pacientes con patologías obstructivas Adcm-,..
la diferencia de volumen sobre el cambio en la Ptp que no es provocada por la res
S n S ó n las pequeñas vías aéreas membranosas se comportan como
tencia a l flujo. Se debe medir la Ptp al final de la inspiración y al final de la espi limitantes de. finjo; en estas zonas la presión de. retroce-
ción en los puntas de flujo cero, lo que suele ser d ifícil de poner en práctica fu-
, ,co pulmonar puede com prim ir la v ía aérea y aumentar aun rm * la resiMen-
del laboratorio de función pulmonar.
M ,a<enfermedades con lim itación al flujo aereo, un esUechara.ci.io adtconal
Cuando se calcula la C rs dinámica como V ,/Pp ico -PEEP total, cs só lo a los fin
«fus aéreas produce un atrapamiento aéreo y auto-PEbl.
de tener una aproximación al grado de importancia que tiene la resistencia a l flu
M i i N i i u M i / A i i r i i »»i t a i l i l i l í v r a i i A i i n 1 2 7
1 2 b I . I N I lí A l II . A H I * f l M I M V M l ' N l H i |A

' ( l e l a t • '.• • i N t i ó n •!«• . 1111. . I 'l I I ' l „ n n i l l m i ó i , Mil,ID | „ I.,,m u .l<- . ol. Ulltl la U, •-. .... I'1" " aquellos v a * ., en los cuales la
isp» ación/espiración y los liu-toi.-s involin nulo-., ira I \,i. nulo de lo, , |m R is val (mi CU e l i in ilt" .««• In nispua...... a V , o .•.mudo no so puede m edr
mones <|a resistencia y la presión .le reír.,. , .o e l.„iie o ) I .leen, que el mi ... pm p existente Ih n ejem plo, cn pacientes con S D K A. cuando dotante la
míenlo aéreo será m ayor euanlo mayor sea la ventilación inmolo In duración ion .-tiste un reclutamiento (y la C rs aumenta), la Rrs puede ser sobreesu-
inspiración, la resistencia y la distensibilidad pulmonar. Hsios .los últimos la
mecánicos que delerminan el vaciado pulmonar conforman la constante de H mm maniobra para calcula, la R .c s mantener al paciente en VCV>con
(R x Crs). , •.liante una pausa inspiratoria de 3 a 5 segundos m edir la diferencia entre
fin los pacientes con V M . la medición de la Raw está muy influida por la o y lu Píllesela (fig . 5-19).
tencia de la v ía aérea artificial. No debemos olvid ar que los tubos cndolraq mees:
finos producen una resistencia varias veces m ayor a la Raw natural. A un flujo
l/s. un tubo endotraqueal calibre entre 8 a 10 suele generar una R de L«> R = Ppico - Pmeseta/V
H-O/L/s, y una cánula traqueal, suele icncr una R de 0.75 cm H O /L/s. Es ú
tantc recordar este punto ya que la carga de trabajo muscular impuesta al pac P medida mediante esta técnica es conocida como R máxima (R m áx) debido

por c l tubo endotraqueal puede ser suficiente para hacer fracasar la prueba de n m valor no sólo resulta de la R „ sino también depende de las propiedades
en T " en pacientes debilitados. Por otra parte, la resistencia del tubo endolniq' „ ,. del sistema, de la heterogeneidad de las diferentes constantes de tiempo
genera un retardo cn la presurización de la v ía aerea del paciente, y esta circ­
u n d a en condiciones de ventilación espontánea puede ser una causa de ¡neo
dad y asincronía paciente-ventilador.
A bajos (lujos, la relación entre la presión resistiva y el flujo tiende a ser lii
en cam bio con llujos altos y turbulentos, la relación entre la presión resistiva
finjo es exponencial. Es decir, la Raw será m ayor durante la espiración con b
V , y con altos flujos. Estos tres factores que m odifican la m edición de la resi
cía (volumen pulmonar, lase de la respiración y flujo) deben ser tenidos cn cue
a la hora de valorar la evolución de una enfermedad o la respuesta ante una in­
vención terapéutica.

R esisten cia in sp ira tu r i.i IR ,)


>

De la ecuación de movimiento del sistema respiratorio surge que en condición


de V M pasiva y cuando c l V es constante, la Paw puede ser representada como u
función lineal en el tiempo (*>:
Paw= a t + b
Donde:

a = V/Crs
b: V x Rrs + P E E P total

L a pendiente de esta línea (presión cn e l tiem po) es igual a la presión clástic


mientras que el valor de presión a nivel de la intersección entre la pendiente y I
presión extrapolada al in icio de la inspiración (P 0 ). es igual a la presión resistí
mas la P E E P total (fig . 5-19).
L a resistencia ¡nspiratoria es entonces igual a la relación entre P0 menos la P E E
total y el flujo.

R,= P0 - PEEPtotal/V
l i l i t / I N I « A lI M A M '. > f l M l l l ' M n n i i j l A
M < » N IU )M I/A ( IM N |M I I* A l I I ' I I V I M i l M i H • i ‘>

....... V 1' .............. Id . rlbirlu .................. |,. ti-nl. senil I IM II . « I mímenlo de lu Ki> se debe tanto al aumento de la
["'h'"'", •;r'Vlc' laiKlm ' ' .... a la ndkjuiiul y . anudo esta ivsponde al ii.iiam iento bruncodilatador,
iluuyc I.. Kam i In pacientes con S D K A ventilados con altos volúmenes o
más arriba Pz)! * g° ''* * * " * ' ,,,rts ...... * 1 ' ' " ......... I W ta ,
p i alrededor de 15 m i I I O •> más), puede aumentar la Rrs com o consc-
flujo v r é n r e « m ^ m,n> T a " * * * * * * cn,rc l¡' ' * V '* ''«'«seta con rebe. del ¡iiim eiiio de la R adicional, y a sea por un aumento de la resistencia vis-
mujo , > representa lu verdadera resistencia óhmica.
u o i>?n<Mufl.
R n iin = P / - Pm escla/V
ent i.i e sp ira to ria (K ,)
L a diferencia entre la Rm áx - Rm ín se denomina R adicional v es debid,
relajación t.sular y la distribución intrapulmonar del gas ip end eluft) una ve/ t,, n |Kisoiias sanas com o en pacientes con enfermedades que obstruyen el
ocurre la cesación del flujo (fig . 5 -20).
r „ l a K, es m ayor que la R,. Durante la V M . esta diferencia se ve acontua-
I agregado de la resistencia de la válvu la espiratoria y. en ocasiones, por
mes o condensación de agua en la tubuladura espiratoria.
,nS|,Í,3C^ | ¡ Espiración
, lin d a r la R „ necesitamos conocer la presión de conducción del gas desde
•m ío s ( IM hasta la válvula espiratoria del ventilador o la atmósfera,
indo se mide cl gradiente de presión entre la P , y la Paw . c l cálculo de la R,
lu Rrs, la del tubo endotraqueal y la del circuito espiratorio proxim al al
donde se mide la Paw . Cuando la P , es rcferenciada a la presión atmosférica,
In, luye, además de las anteriores, a la R de la válvu la espiratoria.

ii a ile la in terru p ció n d e l flu jo (fig. 5-21)

a I para m edir las variaciones de la R ,c o n relación al volumen y al flujo espi-


U|
i. quiere un trazado simultáneo de la presión y del flujo cn función del tiem-
I una válvu la solenoide que genere interrupciones al flujo aéreo.
|iu In presión de conducción para el flujo espiratorio (P,. Paw ) es medida en
directa y cn diferentes momentos durante la espiración. L a válvu la solenoi
. ..loca a la salida del tubo endotraqueal, ésta reali/a múltiples y rápidas ©elu­
de la v ía aérea (-0.2 segundos) durante la espiración pasiva. Durante las
, . interrupciones del flujo se permite que la Paw (m edida entre la válvula y el
m e) y la l’A se equilibren. Mediante cl registro simultáneo del V . se mide su
ir inmediato previo a la interrupción,
liando se utili/.a PF.F.P. para poder determ ina! e l verdadero valor de conducción
r as espiratorio, la P IIE P debe ser extraída del valor de Paw medido durante la
m ipción (Paw .int).

R , = Paw.int - P E E P / V

- n ica d e la e sp ira ció n p asiva

.... Se requiere un registro simultáneo de la Paw, V espiratorio y V.

z z z x r ■(Ppicu-1,1w Rmi" ■ I’m nero se mide la C rs mediante la aplicación de una pausa al final de la inspi-
. ion (Pm eseta) para un V , dado. Durante la espiración que sigue a la pausa mspi-
MUNIIOMI/M ION l ltl CAI IINII VINIII Al “ * I II

A ftíln K . nIV n

Volumen
. obtenido es csiiinm lo com o un valor promedio dc la R .. e incluye Ut
< L)
|„ del vuelillo y dc lu válvula espiratoria.
o
uélodo adecuado para medir la R en pacientes con obstrucción al flujo
, II ellos la vía aérea presenta múltiples constantes de tiempo.
Paw. int
Paw _ de la valoración de la K , radica en que ésta C o n g é n a a auo-
(cm H?0 )
, i el lejos neuromuseulares y a las diferencias entre la presión m edia dc la vía
, l.i presión alveolar media.
, acucia v e l flujo espiratorios promedio aumentan a medida que la «.nü-
y la relación 1:E se incrementan, lo que reduce el tiempo disponible

Interrupción : Z : n,a R | aumenta, el paciente ventilado genera mecanismos adaptad-


dientes a compensarla, ya sea perm itiendo cierto grado de hipcrinsuflacion
Trompo
litando la presión u nivel de los músculos espiratorios. Por este motivo, tos
,u-s de ventiladores diseñan modelos que compensen la resistencia del tubo
Fig. 5-21. Deffenni nación dc la resistencia espiratoria (R ,| mediante el método de interrupci.
llujo. Sc muestra un trazado simultáneo de volumen, presión en la vía aérea (Paw) y flujÓ ( ' «pical y del circuito espiratorio.
R. u un voluiben pulmonar dado por encinta del volumen al final de la espiración (VER)
Paw.inl / Vint, donde Paw.im es la Paw durante la interrupción y Vint es el flujo espiratorio inr
diato que precede a la interrupción. Nótese la presencia dc auto-PEEP. % d e flujo-volum en

m tactores determinan e l flujo espiratorio máximo:

ralnria, se elige un determinado valo r de volumen espirado (Vesp). por ejemplo, , fuerzo voluntario del paciente
valor correspondiente a la mitad del Vesp, y en ese preciso valor se mide e l V . >ión de retroceso clástico del sistema respiratorio

Asumiendo una C rs constante, la presión de conducción del flu jo desde los al\ resistencia de las vías aéreas .
oíos < P J para un valor determinado dc volumen es = |(Filíesela - (Vcsp/Crs11 ■tistensibilidad de la v ía aérea en el sitio de colapso (puede ignorarse debuto a
los trastornos de la distensibilidad de la gran v ía aérea raramente ocurren en
Paw, mientras que la presión dc conducción hacia el exterior es la P „
Por lo tanto, la R . a esc nivel dc V medido es calculada mediante la siguiente fí m ía de una dism inución del retroceso pulmonar)
muía:
maniobra de espiración forzada puede examinarse como volum en en función
mpo (espirom etría), o com o e l flujo espirado en tune.ón del volumen pul.no-
|( Pmeseta - ( Vesp/Crs)| -Paw , va dc F / V ). Norm alm ente, las curvas de F/V de espiración máximas se ana-
R, ---------------------------
términos del llu jo en relación con un volumen en particular, com o e l M lo
de capacidad vita l; sin embargo, e l análisis confinado a estos índices numé-
, ñora la mayor parle de los datos que se encuentran en la curva. E n cambio,
T écn ica d e l<t esp iració n p asiva y d e h constan te
ección simple de una curva puede brindar inform ación importante con r.ipt-
d e tiem po
IN „ ejem plo, se puede observar e l festoneado característico dc la lim itación
del flujo aéreo, o los perfiles de las curvas F/V que indican una obstrucción
Para realizar este cálculo sc asume que el comportamiento mecánico del sistei
respiratorio es sim ilar al dc un modelo formado por una única vía aerea y un ah
olo (compartimiento único). ' c u r w f d e 'p v también pueden proporcionar inform ación útil en pacientes
lados mecánicamente, tanto los que tienen respiración espontanea com o los
Consiste en determinar la distensibiIidad en condiciones estáticas y la constara
lados en forma pasiva. En el paciente relajado, e l retroceso elástico del s.ste-
de tiempo dc la espiración. L a constante de tiem po (n ) es el resultado dc la C rs x
piratorio es e l responsable de la exhalación, y la única fuerza que se opone a
Rrs, y puede ser determinada a partir del registro dc la curva V/T. com o el tiempe
la resistencia a l flujo. E n sujetos normales y en pacientes con distensibilidad
necesario para espirar el 6 3 % del V , provisto.
I 1 2 ( .1 I M A I I I I A I I I *i * H H lH 'A ll»| lii,| s M i n d l« m i / M " I '1 1 IIN 11V I N I I I A I.U ) I » »

,.Huí, mito 1*1 El* tum o ímuiltiulo .1.1 . ierro critico de la víu aérea. Desde el
ib viMu fisiolúgii o se lu hu .i icm ej id o u unucascaó 1 agua en loque laoltu*

l«i , ,„l n i el leja la aluna de la presión de cierro crítico. E n esla situación, la


,1, conducción para el flujo a lo largo de la espiración es e l nivel de auto-
menos la piesion cin ica de cierre (la altura de la cascada). A sí. la aplicación
I* exim ias semejantes a los niveles de auto-PEEP no provoca efectos apro­
en el llu jo espiratorio, la presión alveolar, el volumen pulmonar al final de
,tu ton. ni la curva E/V (fig . 5-23). En contraste, en sujetos sin obstrucción al
i , picxión de conducción del flujo espiratorio es la diferencia de presión que
Fig. 5-2.. <uiva de lluicVvolumen típica de un pudente con SDK A en vemilación mccán
curva de la izquierda muestra la inclinación y la velocidad del (lujo espirando, en la curva fiiiic los alvéolos y e l exterior: en pacientes relajados sin lim itación al flujo
derecha el agregado de PEF.P produce una disminución del llujo espiratorio y un incrcmcr' . la presión de retroceso elástico <P, al final de la inspiración) menos la
volumen al final de la espiración.
|a vía aérea proxim al. P e acuerdo con esto, la aplicación de P E E P dis-
I., diferencia de presión que existe entre los alvéolos al final de la inspiración
tenor, para producir una dism inución del flu jo de aire espirado y un aumen-
disminuida (p . cj.. S D K A», el patrón de flujo espiratorio muestra una pendiente 1 1 valor absoluto del volumen pulmonar al final de la espiración (lig- 5-23).
lineal y bien empinada; en cam bio, en Jas pacientes con una lim itación al i , i utilidad de la curva de F/V es determ inar la eficacia del tratamiento con
aereo muestra un patrón curvilíneo (convexo al eje del volumen ) (iig s. 5-22 y 5- 0.muladares en pacientes ventilados mecánicamente en forma pasiva. U n tra­
Mucho.s de estos pacientes tienen auto-PEEP y. en consecuencia, su volumen mo efectivo debe mostrar un aumento en e l flujo espiratorio con volúmenes
monar al llnal de espiración es más alto que su volumen de relajación. Com o re, .nares sim ilares y una disminución del volumen pulmonar al final de la espi-
lado, la curva de (lu jo espiratorio se detiene de manera abrupta antes de la próv 1, entro las curvas pretratamiento y postratamicnto. También puede ser útil al
inflación mecánica y produce una característica apariencia mineada (fig . 5 -2 3 ). u la necesidad de aspiración de secreciones endotraqueales cuando se observa
E l hecho de conocer si la P E E P induce alteraciones en la curva de 17V es útil d i., o patrón en diente de sierra,
de el punto de vista diagnóstico. Los pacientes con asina y E P O C normalme

fu/o re sp ira to rio (W O B )

.abajo (W ) significa ejercer una fuerza (F ) sobre una carga y desplazarla una
nriá determinada. Se expresa matemáticamente de esta forma:

& W = F x distancia

n el caso del sistema respiratorio podemos inferir que presión es igual a fuerza
Volumen <l)
i. superficie:
^ _ fuerza (F )
superficie

l ’.ii lo tanto.
I - P x superficie

Vclumen (L)
S i volumen ( V ) es = superficie x distancia o longitud, entonces, distancia es - V /
Hg. 5-23. ( urva de flujo-volumen en siele pacientes con F.POC durante c) comrol (linca sólida)
después de la aplicación de 5 cm de 11.0 de CPAP (línea punteada). En los pacientes I. 2. 4 y ó I “ •rficie.
aplicación de P EE P no modificó la curva (lo que cv alendó la presencia de auto-PEEP); en cairt A l reemplazar fuer/a y distancia, e l trabajo respiratorio es igual a:
No. CI1 los pacientes en los cuales la curva si fue modificada (3. 5. 7>no existía una limitación
(lujo previa y la PEEP extrínseca la provocó. W =P X V
i M i í i n i m a i i o a d c i > t f t w ji'a i i m i m J a M n 'lltIM . 'N lltl l ’A I I I M I I VI N lll A IX * I 15

i >••mudnquc con V (’V ion llu jo . Iin I.IIH. i, i, v. i|c |</V | SI el trabajo expresado a través .Ir la fómuiln es .le 4(1 cm de ngiui/l.. será de
reos inferir el trabajo respiratorio. Según In c n.u ion ti. movimiento in l. n l|/|
que cl trabajo se halla duramente relacionado con la tli in r iln lu U l y resisi ,,|lniui. puede inferir c l trabajo respiratorio en relación con el costo en tér-
del sistema, ya que presión y volumen variarán en relación con las primeras. .1, i v i insumo «le t > ( V O ,)q u e ese trabajo requiere. L a eficiencia de un sistc-
,Minie e va lu a rtra v é s de la relación trabajo/energía requerida. De este modo,
P = V x R aw + V / Crs •i , I k leueia la tendrá el sistema que logre un determinado trabajo al menor
, „ u-, minos de costo energético. S i el trabajo para respirar se incrementa
E l trabajo respiratorio promedio para la ventilación corriente es equivalente i ú ) i . que,ido aumenta do manera exponencial en términos relativos, la cfi-
presión promedio desarrollada (Paw ), y se calcula según la siguiente ecuación decac y el sistema tiende a la fatiga. L a eficiencia de los músculos respira-
, relaciona con la contracción coordinada y con el patrón respiratorio. Dado
PaTv = Raw (V / T .) + V,/2 Crs + auto-PEEP i ncigía requerida para respirar se relaciona directamente con el VO- utih-
i . « valuación de este consumo se ha empleado para estimar de manera indi-
y es numéricamente equivalente al trabajo por litro de ventilación. H ir abajo respiratorio. S i se establece el V O ; total en condiciones basalcs o
(E l trabajo por respiración normal |W r| puede cuantificarse como cl producto ■ilación controlada, y luego el V’O . en las condiciones ventilatorias cspecia-
Paw y V , ). miánea o de sopone parcial), la diferencia entre ambos nos permitirá defi­
S i relacionamos el V , y la Paw cn ciclos mecánicos, estableceremos el trah ní . onsumo de O . utilizado para respirar.
que ejerce el ventilador sobre la totalidad del sistema respiratorio.
Si conocemos los valores de Raw, Crs. T, y V , del paciente que respira espo ¡ta ri/ a ció n d e la fu erza y la re se ñ a m uscu lar (resisten cia)
neamente, cl W O B se calcula mediante la ecuación anterior y su conocimi
puede ser de utilidad para estimar el valor de la ventilación con presión de sop vez que se ha podido controlar la fase crítica de la enfermedad y e l medico
(P S V ) necesario para satisfacer la mayor parte de las necesidades ventilatorias r.i que están dadas las condiciones clínicas para iniciar la desconexión de la
paciente. ,1,,,-ión. se debe realizar una valoración de la fuerza de los músculos respirare
Para los ciclos asistidos debemos relacionar el V con la Pos y con la Paw. y la capacidad de mantener dicho esfuerzo cn el tiempo,
podremos inferir el trabajo de ambos, ventilador y paciente. i .i lucr/a muscular se valora mediante la medición de la presión respiratoria
También es posible inferir W a través de una curva de Pes/T. Esto se deno - m u (Pim áx) y de la capacidad vital (C V ). Am bas requieren la cooperación del
producto tensión-tiempo, y cuanto mayor sea la presión que se produzca, mayor m ío para realizar un esfuerzo voluntario.
bajo se generará, en relación con el tiempo que se mantenga esa presión. S i en
de la presión esofágica se considera la Paw. se puede inferir cl trabajo del venti n)n ¡n sp iratoria m áxim a
dor. Bcllcm are y Grassino demostraron que si se relaciona Pdi (presión trunsdi
fragmática para inovili/ar un V ,) con Pdi máx (la máxima presión que cl ¡adivin­ Pimáx valora el esfuer/o voluntario, sin embargo cl significado entre los
es capaz de realizar), el valor normal de esta relación no debe superar el 4 0 % (n , l;ies colaboradores es diferente del de aquellos que no pueden colaborar. Entre
mal: 2 0 % ). Con la relación entre cl T, y cl T it del ciclo espiratorio, cuya relaci últimos, la Pim áx no sólo depende del esfuerzo muscular sino también del
normal también es de 20-30%. se puede predecir cl tiempo en que acaecerá una fat I .. ventilatorio. ^
ga diafragmática. ya que cuanto mayor sea la relación entre Pdi/Pdi máx o cn‘ condiciones para que la medición represente en forma específica el esfuerzo
l / r nM. más rápidamente se desarrollará la fatiga. Se ha denominado la relaci lar es que sea realizada cn condiciones isométricas, en la mejor posición
Pdi/Pdi xT/Tm n índice de tensión-tiempo ( ! „ ) y su valor normal es inferior a 0,1 nica de los músculos respiratorios y durante al menos I segundo. Para lograr
E l trabajo respiratorio normal se estima entre 3 y 6 julios/min y si la museulat . objetivos, la Pimáx se debe medir con la v ía aérea totalmente ocluida (isomc-
ra es normal, no suele aparecer fatiga antes de los 20 a 25 julios/min. S i cl trabaj I después de 2 0 segundos o de diez, respiraciones a través de una válvula uni­
se expresa en kilográmetros, se debe recordar que I kilográmetro es igual a I so n al espiratoria, es decir, con el menor volumen pulmonar donde la posición
julios. Otra forma de expresar trabajo es en julio s/L de ventilación y su valor nt .m ica respiratoria es más favorable. S i el paciente no logra mantener cl esfuer-
mal es de 0.5 julios/L (si la ventilación minuto normal es de 6 L/min = máxinio durante al menos I segundo, e l resultado no es confiable.
julios/min). Cl valor normal es un valor negativo mayor a 75 a 100 cm H O . Se considera
Si se tiene cn cuenta la fórmula de W expresada antes, el trabajo será detem iiii m. el mínimo valor aceptable para cl destete un valor negativo m ayor a 30 cm

do en cm de agua/L. En este caso se debe recordar que I julio es igual a 10 cm d I,


M n N I i n M I / A t Ii ' i n M U »*AC I I N I I V I n i i i a i m » 1 H 7
l i l i ( . I N I M A » II » A I ' I ' * > I l * i n i ' A H H ( » i l A

<.i/),»* iii.u i v ii.u a V ) IIM .M A FÍA

L a m edición de la C V requiere una mateada colabora. mu del paciente. c<»0 ........... v < w J Ü S & S S S
• i„ ilic Ventilan* MipiK.ne.l Pat.ent: a.» iipdaie ( 1995-2000). Current
trario. nu es representativo del esfuerzo. Muchos pacientes inieinados en las
están afectados de delirio, por lo cual esta medida es más d ifíc il de reali/ui y v"M u m .iV l Monitoring thc Mcchanieally Vcniilatcd Paticnt. C rit Care C lin 23
una menor utilidad que la de la Pim áx. E n cambio, entie los pacientes que i»
colaborar, la confiabilidad es sim ilar o mayor a la de la Pim áx, ya que si bien ' M c d o ffB i). RCspiratory Monitoring. Current Opinión in C ritical Care 1999;
nos pueden hacer esfuerzos máximos aislados, no son capaces de manic~
esfuerzo por m ayor tiempo como para alcanzar la meseta de su curva de vola A A lvanees in respira.ory monitoring during mechanical vcntilatíon. Chest
Esta medida también se puede realizar mediante una válvu la unidireccional,
, |V ' l'iuw'it : J1». Rcspirutory Monitoring. ... Critical Care V ‘ 1o^ “ ’c'
todo para pacientes poco colaboradores o muy debilitados.
a ia lE n Truwit JD . Editor. Lippincott W illiam s & W .lkins; Philadelphia. -
E l valor normal es de 65 a 7(1 ml./kg.

R.1Kacinarek R M Monitoring o f Mechanica.ly Ven.ila.ed t o t e E te M jrm i


O tro s ín d ic e s d e re siste n c ia a l e sfu e r za , c o m o e l d e te n s ió n /tie m p o o d e ¡a \ M .U .U A. edito». Physiological Basis o f Vént.'ato^ Suppore M arecl Dekkcr.
lo c ió n v o lu n ta r ia m á x im a , se rá n d e s c r ito s e n e l c a p ítu lo d e d e sc o n e x ió n d e la lolin J M arini. Arthur S . Slutsky. ed.tors. Chapter 20. pp. .
tila ció n - „ m i Van de Graaff W B . Monitoring o f Lung Mechan.cs and W o.k '•
M artin Tobin M , editor. Principies and Practico ol Mechanical \entilauon.
.>York' M cG raw -IIill; 1994. Chapter 44. pp. 967-1004.
C O N C E P T O S C LAVE ¡„ 11). Marini J J . Evaluation o f .horade mexhanres m ü,e venülatcd pat.ent p. -
lu í c\ measurcments, Journal of Cnt.cal Care. I988.3(_). 13. 5C.
.1 Walker J F Redsidc Assessment o í Pulmonaiy mechan.cs: Instruments.
• E l análisis de los gases en sangre arterial es el método de elección para I
.. r S AppKcation. (Advances in .C U M W . M e , » Som n Resp.r
evaluación del intercambio gaseoso y se recomienda realizarlo al ingre
del paciente con insuficiencia respiratoria, al iniciar la V M y cuando se p „l< M reM cd 1999; 2(Hl):53-64.
sentan cam bios en un paciente previamente estable.
• Los índices utilizados cu forma habitual para evaluar la oxigenación son I
diferencia alvéolo-arterial de oxígeno (PA-a O .), e l cociente arterioalveol
de oxígeno (PaO V A O .) y la relación PaO/FlO...
• 1.a Sp O y e l PetCO- son métodos no invasivos y eficaces para monitoriz
a los pacientes críticos, en particular a los que se encuentran ventilados.
• Se debe realizar una adecuada medición de las variables prim arias en todo
paciente ventilado mecánicamente para cuanlificar las presiones dcsarro
liadas en la v ía aérea, evaluar la presencia de auto-PEEP y analizar el tra­
zado gráfico de las curvas de P/T y F/T en relación con la mecánica
pulmonar.
• Los cambios ocurridos en la monitorización de las variables secundarias
(distensibilidad y resistencia) permiten establecer el diagnóstico etiológi-
co y orientar las estrategias terapéuticas.
• L a evaluación del trabajo respiratorio en la práctica clín ica es útil para
determinar la carga de trabajo impuesta en relación con la presión desarro­
llada por los músculos respiratorios, la duración de la contracción y el con­
sumo de oxígeno, y además pcrm ile evaluar la magnitud de la asistencia
ventilatoria suministrada.
Interacciones cardiopulm onares
6
en la ventilación m ecánica
con presión positiva
RAÚ L A . G Ó M E Z ,
Y F R A N C IS C O E. G O N Z A L E Z

^ P R O D U C C IÓ N

L . umbtos impuestos sobm e l corazón y la circulación por e l incremento de las


M intratorácicas y los volúmenes pulmonares durante lu ventilación mccú-
L .....presión positiva son aún motivo de estudio y fuente de controversias en
L a so cio s. A l menos en parle, esta situación deriva de un interés renovado por
lu .. ligaciones asociadas a l concepto de monitori/acton
l 1 1 principal efecto de la ven,ilación mecánica es una reducción d d retorno
• , R V ) con In consiguiente dism inución de la precarga del ventrículo dete-
Idespués de unos pocos latidos, del ventrículo izquierdo, con caída de su
en sislóíico. S in embargo, también debe considérame su repercusión sobre la
incia a la eyección ventricular. tnnlo del corazón izquierdo com o del derecho.
Émr ultim o se ¡c atribuye actualmente una relevancia de prim er orden en patolo-
Y ctm ío e l síndrome de d ificu lta ! respiratoria aguda (S D R A ). Asim ism o, en v.sra
L u-ntes estudios deben revísame lo s fenómenos de interacción ven,neniar
i., bajo la respiración con presión positiva. Finalm ente, es de singular im pel­
an examen exhaustivo de las condiciones preexistentes de v o ta n » (tanto a
vislém ico com o pulm onar) y del papel m odulador de los lechos venosos en los
uim ientos cxtraiorácicos.
I 4 0 1 i t r i , |í M U - M i l . ,
I I .11 i , ' M i I | l M , K
N l l M A f l IO M * . ( A»" M 'l I SU I M M u s l - M A V I ' - I I I A f II > N M I I A N I l ' M I

O II|l IIV O S m " lii rspiiiiMón . I r .li'inm m .i mía elevación ik la presión in lrato rácica
1.1 mm.. que en íormn genérica designa a aquella que circunda las estructuras
• Describir las m odificaciones que la ventilación con presión positiva in . i . . I ioi.ix. incluidos los pulmones, el corazón y los grandes vasos.
en la presión inlratorácica en general, y su impacto en la presión de v I'inkngó. el concepto de P IT asi definido constituye obligatoriamente una
ficic de las distintas estructuras del tórax en particular (especialmente x li. ,U ion. en lanío su disiribucióu no es homogénea en la cavidad del tórax. 1.a
las condiciones dc carga venlriculares). . pleural (P p l) com o ejem plo de una clase específica dc P IT . que es aquella
• D efinir el concepto dc R V sistcmico. sus determinantes y las alterad l, ,i al pulmón. p»»r lo general presenta un gradiente dc presión hidrostática de
impuestas sobre éste por la ventilación mecánica, tanto a nivel del i ....adámente 0.2 a 0,3 cm H .O por centímetro a lo largo de su altura. De esta
como de los compartimientos extratorácicos. a. I. >. valores más positivos y más negativos se corresponden con las regiones
• Analizar las m odificaciones provocadas por los cambios de volúmenes 11o declive respectivamente. Por otro lado, los cambios en la P p l induci-
monares sobre la impedancia a la descarga sistóliea del ventrículo dore •I l. V M presentan diferencias regionales, y se consideran así presiones plcu-
• Interpretar los electos resultantes del em pleo de presión positiva sobre I,aciales, diafiagm aticas y yuxtacardíaeas (P jc ) por sus asociaciones con el
llujo venoso pulmonar, según el estado de repleción «iel lecho vascular. ■plicado sobre la caja torácica, el contenido abdominal y la superficie del
• Evaluar el papel de la interdependencia ventricular en los cam bias de ,1 A si. la Ppl con relación al diafragm a aumenta en menor magnitud que la
men de las cavidades cardíacas. A medida que los pulmones sc insuflan, empujan y desplazan la pared del tórax
• Describir el papel de C P A P / P E E P en la reducción dc poscarga en condi muera, y el diafragma hacia abajo; pero el corazón es comprimido por la
nes de fallo cardíaco izquierdo. . expansión pulmonar en la losa cardíaca (constituida por el tejido pulmonar
• Comprender las bases fisiológicas de las interacciones cardiopulmonares . un-, las estructuras óseas torácicas y los ligamentos pcricárdicos de anclaje
la monitorización hemodinámica funcional. I) agina).
pii-sión pericardio*! (P p c ) es otro tipo de P IT y representa la presión circun
d d corazón, es decir, su presión de superficie. Las presiones transmútales de las
C O N T E N ID O S i ules cardíacas, que constituyen las verdaderas presiones de distensión de éstas.
. 1 1 . •ultado dc las diferencias entre las presiones intraeavitarias y la Ppc. L a falla
Relaciones entre volúmenes pulmonares, presiones intratorácicas y condici . iiu.ición de las presiones que rodean al corazón en los estudios iniciales dc los
nes dc carga venlriculares lo... dc la V M con P E E P (presión positiva espiratoria) concluyó en una errónea
Retorno venoso sistémico y precarga del ventrículo derecho i ictación «le las curvas de función ventricular. Frente a una elevación dc las pre
Presión dc llenado circulatoria ntedia .uiriculares debido al incrementó de la PIT . al lom aren cuenta en forma exclu-
U n modelo sim plificado del sistema circulatorio I. presiones intraeavitarias. sc asumió que la P E E P inducía una depresión dc la
Capacitancia vascular y conceptos asociados 11 •11 contráctil. Como las presiones transniurales sc suelen encontrar reducidas a
Eyección y poscarga del ventrículo derecho l ’.w , en realidad la disminución del volumen sistólico <VS) depende de la con-
Precarga del ventrículo izquierdo e interdependencia ventricular ule disminución del volumen a fin de diástolc según la ley dc Prank-Starling.
Poscarga del ventrículo izquierdo -ilo r de la Ppc está determinado por la estrecha relación entre el corazón y el
Predicción de la respuesta a la expansión con líquidos en pacientes ventil m en la fosa cardíaca (fig . 6-1 ).
«los: una aplicación práctica de las interacciones cardiopulmonares tos experimentales apoyan el concepto «le que las presiones cxtracaidiacas
Variación de la presión arterial sistóliea (V P S ) y de la presión de pul i ser modificadas por cambios del volumen del corazón (mediante carga con
(V P P ) ' los) o de los pulmones (por aumento de la P E E P ). E l aumento del volumen
Colapso inspiratorio de la V C S iu l a r izquierdo eleva la Ppc y. en menor grado la P jc ; mientras que la P E E P
menta la presión dc superficie pleural lateral a l pericardio y, en consecuencia,
xión de superficie pericárdica. A bajos volúmenes cardíacos, el aumento dc
Rfcl A C IO N E S EN T R E V O L Ú M E N E S P U L M O N A R E S , P R E S IO N E S •I1determina un aumento simultáneo de la presión tclodiastólica del ventrículo
IN T R A T O R Á C IC A S Y C O N D IC IO N E S D E C A R G A V EN 1 R IC U LA R ES nerdo ( V I) y dc la Ppc, pero con una reducción de la presión transmural ventri-
■izquierda con disminución de su volumen a fin «le diástolc. De esta manera,
Durante la ventilación mecánica (V M ) con presión positiva, los volúmenes pul , iimponente significativo «le los efectos dc P E E P sobre el volumen ventricular
nares aumentan con un incremento concomitante dc la presión en la vía aérea (Pa Ir atribuirse a la compresión mecánica. Por lo tanto, el llenado diastólico ven-
142 ( .INMIAIIUMm* tlSMH*Al«n«IIiiA ImIIMM1ItINI ' AHtnt M'HISIII IAVIMIII '<»*NM!«AWICA 14.1
|„ Ion V, iiii 11lililí I i i i i i Himi ■ul v no ln |M. .ion m inicaviliiria aislada l.sle últi-
| . , i, . io primin- loinui «-i» enema las modificaciones que la V M con presión
II,V l. la P I I P imponen a la . presiones que rodean al corazón (Ppc. P jc). E l
se deriva dc ln fórmula

(7 = ------
2 xc

o • cl eslíes parietal; P1M. la presión transmural del ventrículo (presión


n a i P p c ); i. su radio y e. el espesor de su pared. Por lo tanto, cl volumen
io I k o. relacionado de manera directa con c l radio del ventrículo, y base dc
||q ,|, l umk Starling, cs un excelente índice de la prccaiga. pero no reemplaza a
- Itm ción IX- la misma manera, las presiones en las arterias pulmonares y de
K i . o . las resistencias pulmonares y sistémicas) son índices clínicamente
nlh ¿ Í Í w i t P," IOn pericánllca <P,«). presión pleural (Ppl) y p a sió n esnlá.ur'
„ lo . |x:io no los únicos factores determinantes dc la poscarga.
Sin OA S, iMí' VCI"r?1 ” dL' ,ecb0: Vl- ventrículo izquierdo. (Modificado dc K,
! t . , c' al- U l1 vcnrnculHr cxicm al cooMraim: reliitionship heiwcen u,

m 4 ': Á S s t r i » ™ f í r p o ' i, , v ' t n d -“ p i' a u " > p re " " " ^ .


>KNO V E N O S O S IS T É M IC O Y P R EC A R G A DEL
1M ÍC U LO D ER EC H O

(n ciil.ir está limitado no sólo por la membrana pericárdica. sino también por el b l iumentó de la P1T y la expansión pulmonar reducen la volem ia central, sobre
mon en expansión. La contribución relativa a la coacción (constraint) ventri , r„ii una reducción del R V sistémico. bl incremento dc los volúmenes pulmo-
externa puede ser entonces dividida en dos componentes: i. inducido por P E E P comprime la aurícula derecha (AD> y. com o consccuen-
|4 11 presión auricular derecha (P A D ) se eleva aun en presencia de una reducción
• Una carga producida por la coacción pulmonar, representada por la presi i , sión transmural. E l resultado es un descenso de los volúmenes telediasto-
superficie entre el pericardio y el pulmón. i las cavidades derechas y del volumen sistólico del V D i V S V D ).
• Otra carga producida por la retracción clástica ilcl pcricaidio. la coacción p ,k uerdo con el modelo clásico dc Guyton. que ha sido periódicamente atacado
cardica. H.sta se encuentra determinada por la presión transpericárdica (la di ndido en los últimos 50 años, cl aumento dc la PA D constituye un incremento
renca entre la Ppc y |¡, presión extrapericárdica), una estimación del grad i presión “ corriente abajo" que impide cl R V al corazón. Sin embargo, ha sido
estiramiento que el corazón produce en cl pericardio. • i ido tanto en estudios de animales com o en seres humanos, que la presión dc
do C ir c u la to r ia m edia 1Pm cf), la presión "corriente arriba", también aumenta
Con un alto volumen cardiaco y un bajo volumen pulmonar, el pericardio pl empleo de P EEP. Com o el gradiente dc presión que conduce cl R V (Pm cf -
uyc la principal coacción externa, mientras que a bajos volúmenes cardíac 1 1 . ■ encuentra relativamente sostenido, es necesario explicar qué factores elevan
altos volúmenes pulmonares, ésta depende mayoritariumente del pulmón, q - h>. i v los determinantes alternativos de la caída del R V en esta situación.
comporta asi como un segundo pericardio. A modo de ejemplo, en un modelo c • los fines de estas consideraciones, es conveniente definir los siguientes con-
no con condiciones de adecuada volem ia y P E E P dc 20 cm H.O. menos del 5 „ fisiológicos, algunos dc ellos todavía discutidos. Ixis valores referidos son
la coacción total pudo ser atribuida al pericardio. L a presión transpericárdic los descritos en experimentos clásicos y/o citados en los artículos dc revisión
encontraría significativamente relacionada con el diámetro lateral del corazón, d i levantes.
nido como la dimensión pared libre del ventrículo derecho (V D ) a pared libre
ventrículo izquierdo (V I). Cabe destacar que la presión esofágica (Pes). emplc
ion de llenado circu la to ria m edia
en la piácttca clín ica habitual como un susiituto válido de la Ppl. subestima (en
sioncs drásticamente) tanto la P jc como la Ppc. bi e pudiese segmentar al sistema circulatorio en partes infinitesimales y cnton-
A los fines dc las siguientes exposiciones, se definirá a la precarca y a la pos ilcterm inar la inedia dc las presiones en todas ellas, ponderando cada presión
ga de los ventrículos corno el estrés de la pared ventriculnr al lin dc la diásto lamente en proporción al volumen y a la elasticidad del segmento respectivo,
umnte la eyección sistólica respectivamente. |x>r lo que se emplean pare sus cál a Iríamos la Pm cf. Esta presión puede obtenerse cuando el corazón se detiene
1 4 4 ( ilN ii'M lltA IM 'i t I N ih 'M n im d i'
| . ( | | * . \ » » I» I N I ' , t M U « • >l't M M I I I I A H I I ** t A V | N I II M H »N M I' \ M I

d e llllinoia ilbiuplu y Le. |»IV iones c*l» Ktili• loi •.» fin» n l n tlt lu I n . lililí mil
Luí poi l:i (i'iIísIiíIm icíóii in .i.mímica de la .mi» n m ililL mi»» la |i».- mui ven»
tral ile.spues ile una paruilu cardíaca, cumulo la pie .lón ui< iln l y la veno »
se igualan -y ames ile la activación do reflejos xasonioinir■ ) S u vnloi i -I
mm Hg y. por ende, menor que la presión capilar y mayor que la presión de la
aurícula-cava. E l sitio anatómico donde la presión vascular es equivalente a
cn condiciones dinám icas se encontraría en las pequeñas vénulas poscap ila
cunstancia de suina importancia en la regulación del funcionamiento del i
por cl sistema venoso (fig . 6-2).
E l sistema venoso contiene alrededor de un 65-75% de la volem ia y un 7
encuentra cn las pequeñas venas y vénulas. Los cambios de su capacitancia y
volumen sanguíneo tienen una marcada repercusión sobre la Pm cf. Se dcslac
la vasculatura csplácnica (d el hígado, estómago, intestino y bazo) contiene u
ció del volumen sanguíneo, y es el lecho de capacitancia más importante p
m ovilización de sangre. Sus m odificaciones, ya sea pasivas (a través de la p
» l •quema para explicar las diferencias entre los efecto» de las >
transmuta!) o activas (por cambios del tono venomotor), pueden modular en I
. H c | gastocardíaco. Ca. capacitancia arterial; C\. capacitancia venus,» ( Modificado de
significativa la actividad cardíaca. . M A b S h y B . Langston JB . Kauffman BN . U.irchitd I.M Relame
ii.t mteríal rcsistuncesin conlrOlling veaons reium and cardmeoutput. Am J I Hysiol 9: ).
U n m odelo sim p lificad o del sistem a circu lato rio ix 14).

S i se usan dos compartimientos anatómicos, por un lado arterias, arteriol


Rv es la resistencia venosa. R a la resistencia arterial. Ca la capacitancia arte-
capilares, y por el otro, vénulas y venas, la relación entre cl R V y el gradien
. |¡, capacitancia total (la suma de C a y la capacitancia venosa, C v ) (fig . 6-3).
presión entre la Pm cf y la P A D puede establecerse como:
.1.nom inador de la fórm ula representa la ¡mpedancia a l R V y en tanto In < v es
P m c f- PAD una aproximada 18 veces mayor que la Ca, el electo de los cambios de la Ha
R V = --------------- I R V es considerablemente menor que de las m odificaciones de la Rv.
R v + Ra (Ca/C)
P m c f- PA D
R V s -------------
R v + R ji_
19

>„ui puede deducirse, a un valor fijo de Pm cf. cl aumento progresivo de la P A D


unpaña de una reducción del R V hasta alcanzar condiciones de cero flujo
lio P A D = Pm cf. Por el contrarío, ante descensos de la P A D aumenta cl RV
i. alcanzar valores subatmosféricos. por debajo de los cuales no se producen
os aumentos. Este fenómeno corresponde a la observación directa en perros del
nso de las grandes venas al ingresar al tórax (fig . 6-4).
t,a explicar esta últim a situación consideremos la ventilación espontánea, c a n ­
ia P IT v la P A D intralum inal se tornan subatmosi'éricas. Esta presión negativa es
nítida a las venas cavas. Como la p resión circu n d an te (P c irc ) es mayor que
presión intralum inal (v por ende, su presión transmural es negativa), las paredes
Fig. 6-2. Patrones de presión en la circulación sistémtcadurante una maniobra de Pmcf. cuand las venas, que carecen de suficiente integridad estructural, colapsan momenta-
función curdíaca es súbitamente detenida a cero. Pía, presión arterial sistémka: P V C pres mente, por lo que se detiene cl flujo hasta que cl aumento resultante de las pre-
venosa central: Pmcf. presión de llenado circulatoria media, iModificado de Kolhe CF. Mean
cuhitory filling pressurc: ils meaning and measurement. .1Appl Physiol 1993;74:499-509.) I ,s iniralum inales "corriente arriba" supera la presión circundante y los vasos se
iN N H A m O N I* l A M riM NI IN IA V IN III.A C IO N M U -A N U A 147

il.m i l.i vtisi iil.ii y i m u opios aso» iiido»

lluiiciu designa la relación volum en/presión [V /P) de un segmento de la


tu -.ti tolalidad. mientras que la diste nsibilld ad ( com pliance ) es la pea­
la . in va V/P a una presión o volumen determinados. L a distensibilidad se
m es como la tasa de cambio en el volumen contenido (A V ) al cambio en la
d. distensión (A P). 1.a capacidad vasculares la volemia total contenida a una
(v é lic a de distensión, y representa la suma de dos volúmenes (fig. 6-6):

\..lumcn hemodiaámicamcnlc inactivo, asociado a una presión de distensión


• que se designa como unstressed volum e (V u ). Su función es llenar la cir
ion sin incrementar la presión transmural (representa aproximadamente un
del volumen sanguíneo total).
<lum en adicional por encima del anterior, y que por lo tanto se asocia con
■* * O •? .4 .8 .8 .10
p,™ °1c,>'« aunóla atruena (mmHg) ( h i s ú 'm i transmural positiva, conocido como stressed volum e (V s).

Fig. 6-4 Curvas ,le retorno venoso que ilustran los electos de la PAD cuando la Pmcf es >n .indo en cuenta los conceptos previos, los factores que se postulan asociados
n •'d'relcntcs niw l«- <Modificado de Guyton AC. Dctermiiuniun ofcaidiac outputbv c ,
venous rcturn curves wnh cardiac responsccurves. Physiol Kev 1955-35:123-9). cuto de la Pm cf con el em pico de P E E P incluyen:

tiunsfcrcncia de sangre desde la circulación pulmonar hacia la sistémica.


reabren. Fstc fenómeno ha sido interpretado en analogía a un resistor de Starlii
disminución del Vu y. por lo tanto, un incremento del Vs sin cambios de la
se describe también como "cascada vascular". Cuando P E > P circ > P S (P E
nsibilidad (desplazamiento paralelo de la curva a la izquierda, sin cambios
presión de entrada y PS. la presión de salida), e l flujo es proporcional a P E - Pe
i pendiente), por vcnoconstricción resultante de la activación neurosimpática
y los cambios en la P S no modifican el flujo (lig . 6-5).
i. 7). Así. el bloqueo alfa-adrenérgico am plifica en forma marcada la caída
E n este caso, la PF. es la Pm cf y la P S es la PA D . E l valor de la P A D por de
i*listo cardíaco (CiC) inducido por la P F E P
del cual no se produce un incremento del flujo sC conoce como presión cr
fPcrit). y ésta disocia los flujos “ corriente abajo" y "corriente arriba” de manera
que los descensos de PA D no tienen efectos sobre el RV. Finalm ente, la pendí
de la curva del R V se obtiene como I/resistencia al R V (debe recordarse que en
minos eléctricos, dicha “ resistencia" es un compuesto cuyo valor depende de t
las resistencias y capacitancias en el circuito).

II
S 3

a 0 «- VU
Wlumen
6-6. Relación V/P con el estado normal representado por la curva a la derecha; para dicho
‘ > indica la Pract inicial (también señalada por la altura de la flecha sólida a lo largo del e);
l’oicl aumenta (flecha disconrinuat a una tasa determinada por la curva original cuando *
volumena la circulación; cuando ladistensibilidad disminuye, la Pmcfaumentay sigueuní
F ír . 6-5. Modelo de cascuda vascular; un tubo colapsablc se encuentra rodeado por una presi i. m V/P más empinada que la normal; cuando se reduce la capacitancia, el Vu decrece y li
circundante IPeire). cuando la Pene w encuentra entre la presión de entrada <PIi> v la de sali i se desplaza, lo que incrementa el Vs y. por lo tanto, la Pmcf. Vu, unam sed volume: V\
,IS )' uni' rcB,ú" OOlapu parcial se produceen el extremo de salida. . volume (mivc texto).(Modificado de Peteis J, MackGW. ListcrG. H ic importante OÍib;
eral circulation in critical illnesses. Intensivc Care Mcd 2001;27:1446-58.)
M il « ilN IK A I IP A D I i ' l | h | i M ‘ M • I I I >! , |A IN IIM A I l l i n r « I A W )H M 'l I * V t'< A M I I N I ' V I M I li A i u n . M H Á N Il a 14*1

Volumen
Fig. 6-7. Reducción progresiva dd Vu poi l'F.EP creciente con incremento simultáneo del V Presión auricular derecha
cambios dc la distensibilidad. (Dc Pelers J . Mack GW. I.tsiei G. The impoitance of ihe peii
ciivulution in critical illncsscs. Intcnsivc Core Mcd 2(XJI ;27; 1446-58.) . i in-va il<- relomo venoso canina sin (líneu continuó) y con (linca discontinua) PfcEP.
tumo venoso máximo; Pcrít. presión crítica; R rv . resistencia al retorno venoso; Pmcí.
,|, llenado circulatoria media. (Dc Pelers J, Mack GW , Lister G. The importante ul the
ni circulaban in critica) illncsscs. Intensivo Carc Mcd 2001;27:1446-58.)
• Finalmente, algunos autores consideran responsable del aumento dc la Pin
descenso del diafragma con la consiguiente presurización abdominal y la co
presión del hígado asociada a la P E E P y a la ventilación con presión positiv
iv.ir la A D sobre el diafragma, la V C l es prácticamente virtual en el tórax, y
Com o puede apreciarse, los mecanismos de compensación que operan u ira mecanismo es improbable sobre la base de dicha disposición anatómica. Sin
del incremento de la P m cf se encuentran en gran medida comprometidos en con iv.o, en pacientes con sepsis y lesión pulmonar aguda, se ha observado por
ciones de hipovolemia, con la consiguiente menor tolerancia hcmodinámica a itn lio g ra fla transesofág ka < ETK) que en una situación de hipovolem ia. la
aplicación dc P EEP. . iva superior (V C S ) puede colapsar en grado significativo durante la entrega
S i el gradiente Pm cf - P A D no se altera mayormente con P E E P . circunstar .lumen corriente <V ,). L a V C S se encuentra rodeada por la Ppl y es responsa-
observada tanto en estudios de animales como en experimentos en seres human t I 25% del RV. S u colapso lim ita e l llenado del V I) por la generación de una
la caída del R V puede atribuirse a un incremento de lu resistencia electiva a él. I. ión de cascada vascular. Pm cf > Ppl > PA D (o zona 2).
diferentes estudios en perros, la aplicación de P E E P se asocia no sólo a un aume análisis reciente realizado para los efectos circulatorios dc la P1T en V M con
to dc la Pmcf. sino también ¡1 un incremento de la Perit. esto es. la P A D a la cual ton positiva en la cavidad del tórax, puede aplicarse a los efectos de la presión
flujo es máximo. Com o se produce una alteración de la pendiente dc la curva de ‘ miinal (Pabd) sobre las venas del abdomen. D e esta manera, se ha propucstoen
(desplazamiento hacia abajo, que expresa un aumento <lc la resistencia al R V ) ia sim ilar a la conocida definición de W est de condiciones de zonas vasculares
curva de R V alcanza su valor lim itante del flujo a un menor R V máximo (fig . 6- 1.'nares, una descripción dc zonas vasculares abdominales que permiten inter-
Cstas observaciones se explicarían teóricamente por: *< los informes contrapuestos del efecto dc los incrementos de la presión abdo-
. I sobre el GG. L a circulación de la V C l ha sido dividida en dos compartimientos
• Reducción del calibre de las venas dc conducción (por venoconstricción o coi t ic. uno extraabdoininal "corriente arriba” (m iembros inferiores y pared del
presión). Su resultado es la disminución resultante del flujo a un mismo gradi ornen) y otro abdominal "corriente abajo” , con una cascada vascular potencial
te de presión, por un aumento de una resistencia lineal según la ley de Ohm. I salida al compartimiento torácico. E l aumento dc la Pabd incrementa el R V dc
• Generación de una resistencia no lin eal, como consecuencia de un incremento V< I cuando P A D > Pabd (abdomen en zona .3) con descarga dc sangre desde el
la presión alrededor dc 1111 sector del trayecto venoso en exceso de la P A D y. p ponimiento abdom inal, pero lo reduce cuando Pabd > PA D (abdomen en zona
lo tanto, “ corriente arriba” dc ella, con un desarrollo dc una cascada vascular. E p 1 un colapso de la V C l abdominal a nivel del diafragma y el desarrollo dc una
estos casos, la Pm cf se “ desengancha" de la P A P . ada vascular. Este últim o fenómeno atrapa sangre en el compartimiento extra-
om inal, que no está rodeado por la Pabd. U n abdomen en zona 3 se presentaría
En los perros, donde la porción intratorácica de la vena cava inferior (V C l) tran condiciones de normo o hipervolemia y bajas Pabd, frente a un abdomen en zona
curre efectivamente en una posición cefálica al diafragma, ha sido posible demo: II situaciones de hipovolem ia o elevación impórtame de la Pabd (p. ej., ascitis,
trar una compresión focal de ésta por el pulmón en expansión. E n seres human umoperitoneo). E n definitiva, el concepto se basa en que e l compartimiento abdo-
| N I I U A O l« . N t n . A M in .* f t .t S M » t M M I M N l A V I N t l t A t irtN M H A N K A 1 « *
I S O ( II ' I I H M i l « M U > I I K I l l ' A ' l l || ' M i l A

iiniinlpuederiiiii|niiliusrcoum m icup m m u i/ río iln i i tm «l> Slnrllii|* i/


2) de acuerdo con la relación de la Pahd y la l'A I > l'm In ionio y en viruul di*
relación con la PA D . variables como la volemiu, la lunclón >ardía, i basal, la I
la Ppc, deben considerarse cn relación con los cambios del gasto cardíaco
aumentos de la Pabd por la V M .

E Y EC C IÓ N Y P O S C A R G A D E L V E N T R ÍC U L O D ER EC H O

Además de la reducción del RV, la V M con presión positiva con l'E H P pu


reducir la eyección del V D por un incremento en la impedancia a la descarga si
lien, particularmente en presencia de una patología pulmonar grave, como eo
cuencia de los aumentos de la presión transpulmonar (calculada como Pa lv I
Este descenso del V S V D por aumento de su poscarga puede ser cíclico , con
ción a la insuflación del V (. o continuo, resultante del empleo de P E E P , y se encu
na en relación con las conocidas modificaciones de la anatomía vascular pulm V o lu m e n p u lm o n a r (m L )
con la respiración. Debe recordarse que el estado de inflación del pulmón afee
t tcvtodcl volumen pulmonar sobre la resistencia vascular, tríe Bcmljelid K RomanüI JA.
su circulación tanto en la resistencia como en la capacitancia. lance coeur-poumons che, le palien, ventile pu. p reven pos.,.ve. Ann F . Anesth
La relación de la resistencia vascular pulmonar (R V P ) con lo s volúmenes
,'1X17.26:211-7.)
monares se caracteriza por la forma de una “ U ", de manera tal que la rcsistcnci
eleva cuando c l volumen del pulmón aumenta o disminuye con relación a la ca
cidad residual funcional (C R F ). Los vasos de la circulación menor pueden d ivi
.... valores elevados de P E E P y/o V , condicionan incrementos, cn ocasumes
se cn dos categorías, y su contribución relativa a la R V P depende de las presio
, iidns de las presiones alveolares y transpul monares. con la consiguiente reper-
que los rodean:
... sobre los capilares alveolares. D e esta manera se produce un amnc.Uo de as
„ iones vasculares .le zona 2 con relación a la zona 3 en la circulación pulmo-
» Vasos alveolares, que incluyen las pequeñas artcriolas pulmonares, vénulas
( liando la presión en la arteria pulmonar (P A P ) empuja sangre a través del
capilares Se encuentran en los septos alveolares y están expuestos a la presi
vascular pulmonar, la presión venosa <PV>pulmonar se opone a este flujo cn
alveolar.
n,.-dida en que la presión alveo lar (P a lv ) sea menor (condición de zona 3. PA P
• Vasos e x tr a a l v c o la r c s . que comprenden los grandes vasos arteriales y venos
P a lv ) (estrictamente, cl factor determinante es la presión transpulm onar -
Residen fuera de las paredes alveolares y están en relación con la presión in r
licial pulmonar, discretamente menor que la Ppl. v P p l antes que la Palv, en tanto es responsable del volumen pulmonar) S ' a
supera la presión venosa (zona 2. P A P > Pa lv > P v) durante la insuflaaoti U

Por lo tanto, a bajos volúmenes pulmonares, la reducción de lu tracción inters ... aquella quien im pide el flujo sanguíneo pulmonar. Fiem e a incrementos pi v
: , : T c l V (y de la presión rranspulmonar,. el V D debe desrrm, lar presión
cial lleva a una reducción del calibre de los vasos extraalvcolarcs. mientras que
ve/ más elevadas para abrir la válvu la pulmonar. E n pacientes con S D R A «
medida que el pulmón se insufla, los vasos extraalvcolarcs aumentan su diáme'
por cl efecto de tensado de los alvéolos cn expansión sobre la vaina peri vascular co cieetado por ecocardiografía Doppler una reducción de la aceleración medíade
nme cn la arteria pulm onar durante la entrega del V .com o expresión del inc
reducción de su resistencia. Sin embargo, a altos volúmenes se produce una rcdti
lú d e la impedancia a la eyección y poscarga del V D . c o n d e s c e n s o a s o ^ d e
ción de la conductancia del lecho vascular pulmonar debido a la compresión de 1
V S En condiciones extremas, esto puede conducir a una claudicación de la un
vasos alveolares (fig . 6-9). Este efecto es muy prominente cuando cl aumento d
, del V D Incluso durante la V M con una estrategia de protección pulmonar (con
volumen supera la C R F.
: ! í s meseta < 30 cm 11,0) se ha observado cn S D R A un 2.V7, de co r p« mo-
Además, c l empleo de la P E E P puede dism inuir la R V P al estabilizar alvóol
, " u.lo. definido por E T E como una relación > 0.6 de arca tclcil.astolica del
colapsados cu cl fallo respiratorio por una lesión aguda con mejoría de la oxigen
) con relación al V I y cn asociación con discincsia del tabique intcrventncular.
ción con relación al fenómeno de vasoconstricción pulmonar hipóxica (el ton
, , ¿ capnia. que puede acompañar a la reducción del V ,. se encuentra tnde-
vasomotor pulmonar aumenta con descensos de la presión alveolar .le oxígeno po
icntemcnic asociada a esta condición de fallo derecho. Por desgracia, cl
debajo de 6(1 mtn Hg).
<• I N lK A t lI 'A U lS , I I'.II » > A M M I H . l A IM IH A I I I I I N l ' i I A H I III H ' l I I ' V I N A I M S I H I A N I N l l l A l l< » N M I I A N | l A I r» . l

'« 'l'lc u .l. altas lim ie m II» i 1 ii i iih ii oís ................ |1( voniil,» irtn mili gtuuo ii iilm il" «I» a ilniiu eiiimtli nli* >u lo-, vasos extrnalvcolurcs. y disminuye
■ivorccei la elim inación de ('<>, puedo impacial , n Iraní,, m ^-.iliv.i solin-el V I) , * |*V ni oiirt/.ón i/qulcnlo.
el desarrollo ,1c auto 1*1 I I' poi ai rapamiento adíen Sobre la luso de eslas ie|
Mones hemodinámicas, algunos investigadores lian propuesto descarga, y pío Inu iciiies sépticos ventilados con una lesión pulmonar aguda, por E T E se ha
•' L) en casos graves de S D R A . lim itando el em pleo de l’líliP y utili/aiulo m ili un .m ínenlo del volumen sistólico del ventrículo izquierdo (V S V I) en
Cionaimcnto en decúbito prono con el objetivo de lograr un reclutamiento funel i „ ion con la insuflación del V ,. que ha sido relacionado con un incremento
asociado a menores presiones Iranspulnionares y una distribución más homo unte <le su volumen tclcdiastólico. E l estudio latido a latido por análisis
de estas. .in de la velocidad del llu jo venoso pulmonar ha permitido ilustrar este fenó*
, ,|, em puje" de la m llación mecánica sobre el R V del pulmón. En el marco
,.. f s, uto, este fenómeno debería ser significativo con una adecuada repleción
PRECARGA D EL V EN T R ÍC U LO IZ Q U IE R D O E IN TERD EPEN D EN C IA
VENTRICULAR >«i| vascular pulmonar.
iiiie,dependencia (o interacción) ventricular hace referencia al efecto que el
l a V \ 1 no sólo afecta inversamente la resistencia del lecho vascular pulmón, ■. o la eyección de un ventrículo tiene sobre la función del ventrículo opucs-
sus vasos alveolares y extraalveolares. sino también repercute en forma opa , interdependencia ventricular diastóiica durante la V M incluye dos compo­
sobre la capacitancia de ellos. ne
L a insuflación de gas induce cambios transitorios en el R V pulmonar (el RV
>com o manifestación de un cam bio del volumen de sangre en el pulmón a interacción en serie (asim ilada por algunos investigadores al R V al V I). E l
m llación produce una dism inución de las presiones ^ .¡vasculares de los va nonio de la presión transpulmonar por el V , aplicado induce el vaciam iento del
extraalvcolurcs con relación a la Pp l. con un aumento de su presión transmural v * i ,pilar pulmonar, con e l consiguiente aumento del llenado y del V S V I. En
consiguióme incremento de su volumen sanguíneo, lo cual tiende a reducir e l' md del retraso usual en la repleción del lecho vascular pulmonar, se produce
pulmonar. A la inversa, la inflación alveolar se acompaña de un incremento de iHuo consecuencia una dism inución inspiratoria tardía y espiratoria temprana en
lv )’ <«c la presión transpulmonar con compresión de los pequeños vasos álveo 1*1 II i.ido del V I.
res. lo que dism inuye su capacitancia, con la consiguiente descarga de sangre a * I in teracció n v e n tric u la r “ directa*1 (desplazamiento del tabique interventri-
vasas extraalveolares. 1=1 resultado final sobre e l volumen sanguíneo del pu’ | m| i. también conocida com o efectos en paralelo. A l estar ambos ventrículos
vi KV pulmonar se encuentra modulado po r la condición de zona vascular Prc neltos por un mismo pericardio rígido, con sim ilares volúmenes y al no haber
""uante en el pulmón. M ientras que la aplicación de la P E E P y la presión posr ai en un pericardio normal para la dilatación aguda de uno de ellos, e l incrc-
aumenta la capacitancia de los vasos extraalveolares. independientemente de I i. ni., del volumen telcdiastólico del V D resulta en menores dimensiones del V I
zonas vasculares, la capacitancia de los vasos alveolares sólo se reduce en co cversa. Este fenómeno depende fundamentalmente del pericardio, pero tarn-
v iones de zona vascular 3. E n forma experimental se ha observado que: i. n de la estrecha asociación de ambos ventrículos que comparten un tabique
irrventricular y fibras musculares que los circundan. Durante la V M . los cam-
■is en el llenado del V D pueden modular la función del V I también por este
# rP A P SltUaCl6n ,lc " " P u,món viUL‘ se encuentra predominantemente en zona
A P > Pv > P a lv ), representada en especial por un estado de altas presiones ve ,\ .mismo. Una reducción del R V sistém ico por la inspiración con presión posi-
vulares. com o la h.pervolem ia o la insuficiencia cardíaca, los vasos extraalveo' '.¡s.i induce una reducción del volumen telediastólico de V D (y del V S V D ), con
res están próxim os a su máximo volumen, incluso a fin de expiración. Por „<> aumento del gradiente transcptal y un desplazamiento del tabique interventri-
unto, la disminución de la capacitancia de los vasos alveolares sobrepasa |¡ir a la derecha, con un incremento del volumen de fin de diástole del V I (y del
aumento de la capacitancia de los vasos extraalveolares. con un electo neto ;V I). Se observan cam bios recíprocos durante la espiración por los aumentos
transferencia de sangre desplazada por la distensión de las alvéolos y un inc .•■¿¡lorias del flujo sanguíneo al V D . E l papel independiente de este mecanismo
incnto del R V pulmonar. De esta manera, la bomba respiratoria se comporta c~ sido recientemente validado en estudios anim ales durante la V M en forma con-
" " a bomba circulatoria adicional que en forma cíclica mejora el llenado del V I pero también durante un ciclo respiratorio aislado o en condiciones de apnea
ayuda a m ovilizar sangre del lecho capilar pulmonar. „ través de la m anipulación del flujo de la VC1 (constricción y luego liberación de
• Por el contrario, ante un predom inio de condiciones de zona vascular 2 <PA l,i V C I o compresión abdominal con retirada ulterior de ésta) (fig. 6-10).
> Palv > P v ). com o puede observarse en hipovolem ia o con alta P E E P . los va-
alveolares están relativamente vacíos durante la espiración y hay poca sangre pa I-ira agregar m ayor com plejidad a esta descripción de interdependencia ventri-
ser tianslocada afuera de ellos. A s í, aumenta el volumen de sangre en e l pulmó ' i con relación a la V M , los incrementos de la R V P (con aumento de la poscar-
IN I I K A I • I I M I H c A H I llO P U l M O N W * t N tA V I N I I I A I » 'N M U A U R A
1 1 4 < t i N I I I A i l d A I •( ' t > I l i l i I I ' A H I I I “ - I A

,(l c , „ N D I LA R l M’U I S I A A LA I XP A N SIÓ N C O N U q U ID O S


. || N11 s V I N IIIA D O S : U N A A PI K AC IO N l*RA< 1K.A
,N I I H A C H O N E S C A R D IO P U LM O N A R E S

Inspiración a presión positiva Espiración a presión positiva


Constricción de la VC1 Liberación de pausa inspiratoria .islólica/prcsión de pulso y a l colapso msp.ratono dc la VC.S durante
Liberación de compresión abdominal Liberación de la constricción
de la VCI pi. xión positiva.
Compresión abdominal

Fig. 6-10. Efectos .le los cambios dc lu entrada al V D sobre la función del V I. luí reducción dc . i.,., d e la presión a rterial sistóliea (V P S ) y de la presión
entrada de flujo sanguíneo ul VD sc asocia a un desplazamiento del tabique a la derecha con tlso (V P P )
aumento del volumen del V I. Sc pmducen cambios opuestos con el incremento del flujo de iilj
S O al VD . V C I. vena cava inferior. VD. ventrículo derecho. (Dc M itchcll -IR. Whitclaw \VA, Su ana determinada distcnsibilidad arteria, la am plitud de la presión de, pulso
ct al. R V filling modulatcs LV lunction by direct ventricului íntcractio» during niechanical ven
lation. Am .1 Physiol Hean Ciro PhysiOl 2005:28911549-11557.)

1 , , , en d e e l V I v sa V S detemúnan una secuencia .le incrementos mspt-

ga del V D ), particularmente relacionados a elevados valores dc P E E P . pueden rc<


c ir e l V S V D , aumentar su presión telediastólica y dar lug ar a un desplazamiento
tabique interventricular hacia la izquierda. Esta circunstancia puede generar
« ísS b a c sS K S tsS
volumen tetediastólico del V D conservado o incluso aumentado (en lugar dc disr
nuido). D e esta manera, las R V P aumentadas pueden llevar a un descenso del II.
nado del V I tanto por las interacciones en serie com o por las directas.

PO SC A RG A D EL V EN T R ÍC U LO IZ Q U IE R D O

E l estrés de la pared ventricular izquierda durante la sístole es proporcional a I


presión transmurni del V I y su radio de curvatura. Por lo tanto, durante la V M .
incrementos de la presión de superficie sobre el corazón (medidas a través de la P
o aun la Pjc) a una presión arterial constante sc acompañan dc una disminución
la poscarga del V I. D icha situación podría explicar el aumento del G C en suj
con insuficiencia cardíaca bajo efectos de C P A P (presión positiva continua en la v
„ , Varia.tr,., dc I» p e * .
aérea) o P E E P , situación en la cual el corazón es particularmente sensible a los can» lu í a n te u n p e r í o d o Jca p n ca scem p lv.il |a variación de la presión xixlo
bios de la poscarga. Por otra parte, la V M generaría un efecto benéfico adicional en
condiciones de fallo ventricular por la abolición del desarrollo de grandes oscila
’ S S u r i n g posiüve prcssure venütañon. Reammauon 2005,14.162 71.
dones negativas de la PIT.
1 % < ,1 'I H M I I I M M I ' | |* * H i l ' M i l| l h h |* i 11 ir a i < I O N I N l M U IltM lIN U i'lM If . I N I * V I M ili Al l l V . M M AN |i A I 5 7

Cambios s iiiiila i*" ■> |>i « "b u . n <*n lu 1*1» (im iyi.1. ,\ ..... cu ln-.ph.u ion .| ....„ „ \t In de lu V l'S V de In V IT <« o t xiste lüpovolem im cl V D p u ed e
espiración M lig . (< 12). l a viiriiifiim de lu I T i V I 'l 'i lia Mito I t n11. ........ la ,M il. .sum iente de la eu.va de Starling, y e s por lo tanto
da como: ,d . i i '. . , .tibie .1 los cambios de prevalga I I increm ento asociado a ja mspi-
, ,|. |„ |'n| v de la l’A D p u d e producir una reducción adicional del RV ststc-

P P in á x irn o valor inspiratorio- PPm ínim o valor espiratorio ,, l (iñ u d o del V I) con caída de su V S . En virtud del largo tiempo
V P P = 100 X ------------- -------- .— ;------------ ------- admírente 2 segundos) do tránsito pulmonar de la sangre, este descenso del
1 /2 (P P m á x im o valor inspiratorio - PPm ínim o valor espiraln l i l i lugar a una reducción del volumen tclcdiastólico del V I y de su V S . por
•no, d limante la espiración. Esta disminución del V S V I determina un aumento
y es su valor habitual a lre d e d o r de un 1.-5% en sujetos ventilados. ponente AD ow n de la V P S y de la V P P propia de la h.povolem .a. Debe
- .in v que la presencia de arritmias y respiraciones espontaneas inhabilitan
Los efectos resul Cantes l;>V M sobre la variación de la presión sistólica <V iniciación V álid a de la relación de la V P S y/o V P P y la respuesta a Equidos.
sus componentes A U p /A D cw n . y la P P dependen del grado de repleción vas L n lado, las m odificaciones de estos parámetros se relacionan con la magm-
pulmonar, t i im pacto de la presión positiva y la P E E P sobre c l RV' pulmonar il. l V empleado. _ .
diciona el llenado ilc l V I y . consecuentemente, el V S V I. E n una situación de hi ., ..i. i mos sépticos ventilados, un componente AD ow n > 5 mm Hg se tro cía
volem ia com o la in s u ficie n c ia cardíaca, una gran cantidad de sangre es m ovili 10kiniesta positiva del V S ante la carga de líquidos; asimismo, las cifras de \ P l
del pulmón al V I con la insu flació n , lo que resulta en un aumento del V S V I y 1 0 I V ; aseguran un incremento del G C después de una carga con volumen, con
valores p re d ic a o s positivo y negativo. En los pacientes con una lesión
50 cm H?0 aguda, la V P P sería útil para predecir el efecto circulatorio de D aplica-
.i P l- EP v do una carga con líquidos. Cuando se aplica P E E P . una am plia V
,,-imia estrechamente con la caída del índice cardíaco (IC ) inducida por la
P v cuando c l IC se reduce con c l em pleo de la P E E P . la expansión con yolu-
, induce un incremento del G C que es proporcional a la V P P antes de la intu-
i, líquidos. Recientemente se ha demostrado la existencia de una marcada
CP .. pacientes con hipotensión y presencia de co r pulmonale agudo, sin res-
•, , la carga con líquidos. E n esta situación de grave deterioro de la función del
, administración de líquidos al nivel venoso no logra alcanzar la circulación
m iar y corregir el déficit de precarga del V I. lo que com plica su em pleo como
ó iram ientade monitorización circulatoria.
I
'.qiso in sp irato rio d e la V C S

|' ludios en pacientes con shock séptico, ventilados con lesión pulmonar aguda,
w duado por E T E e l valor del colapso de la V C S durante la entrega del V como
indicador de "dependencia de precarga". Los colapsos total o parcial «le esta gran
, intratorácica, rodeada por la Pp l. revelan una condición de llenado msuhcien-

' impacientes con un requerimiento de volumen, la elevación de la Ppl es mayor


la presión venosa necesaria para mantener el vaso completamente abierto. El
I ulo del índice de colapsabilidad de la V C S (c V C S ) se realiza como

Hg. 6-1 2. Variación de presión de pulso (V P P ) con relación a ventilación con presión positi máximo diám etro en espiración m ínimo cn inspiración
PPmáx y PPniín, presión de pulso máxima y mínima, respectivamente. <DcMichard F. Chanta c V C S s lO O X máximo diámetro en espiración
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I '* 11 < ilN I N A t I D A I H ’i 1 IISIi H ' M i H d l i l A
||«I|I»<M i H I N I ’ , i A H I " i l l ' H I M I I N A K I ' . I N 1 ' V I H III A< II >N M U AN K A 1 5 ')

1 " CSU' ,lc vnU r.nos mi ....... ,1. W.<. ,, rntli. d llr .n u l.u
r e s p o n d e d o re s y n o if s p o iu le .lo .e s c o i. u n a ,|. | o í r v ,mn mi pulmón en cotulu iones predominantes de zona 3. la bomba rcspira-
d a d d e l 100% . 1
. eoni|iQii.i com o una bomba cireu laioria adicional que en forma
m rioin <1 llenado del V I ayudando a m ovilizar sangre del lecho
i pulmonar.
C O N C E PT O S CLAVE dc lu interacción ventricular en serie, la interacción "directa"
i mi que la reducción del R V sistcm ico por la inspiración con presión
se acompañe de una dism inución del volumen telediastólico de V D
iiiv .i

del V S V D i, con un aumento del gradiente iranscptal y un desplaza-


iiin del tabique intcrvcntricular hacia la derecha. Esto produce un incre-
i. del volumen de fia dc diástole del V I (y del V S V I).
ame la V M , los increm entos dc la presión dc superficie sobre el cora-
i medidas a través dc la Ppc o aun dc la P jc ) a una presión arterial cons­
te se acompañan de una dism inución dc la poscarga del V I.
i. .•reciente interés se lia desarrollado en el estudio de parámetros “ diná-
i, os", gran parte dc ellos derivados de las interacciones cardiopulmona-
en V M . para la m onitorización hem odinám ica de pacientes en situación
shock.
I sujeto ventilado con presión positiva, las m odificaciones del llenado
I V I y su V S determinan una secuencia dc incrementos inspiratorios y des-
-os espiratorios de la presión arterial; en pacientes sépticos ventilados,
mui condición dc shock con respuesta a infusión dc líquidos puede valórar-
i a naves del análisis del componente AD ow n de la V P S y de la VPP.
i n pacientes con una lesión pulmonar aguda, la V P P sería útil para prede-
Mi el efecto circulatorio de la aplicación de la P E E P y la adm inistración de
líquidos.
Por E T E . los colapsos inspiratorios tolal o parcial de la V C S . rodeada por
Pp l, revelan una condición dc llenado insuficiente de ésta, y una res­
puesta a la carga con volumen.

I l l l i l IO G R A FÍA

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i , iilis irc s ) aguda (S D R A ) se caracteriza por un edem a pulm onar debido a un
#mng prcssurc: hs meaning and — j a
L in ciiio de la perm eabilidad vascular, de com ienzo agudo, que .aparece en res-
- , .... cuadro catastrófico com o sepsis, politraum atism o. aspiración de conte-

P a te a M . W w c R A . Robolham II. . Effects of abdominal prem ue on venons « , iistrico, pancreatitis, e tc . E n el año 1994, un consenso amencano-europeo
ahdoininal vascular m ne conditions. J Appl Physiol 1990:69:1961-72 iró un conjunto de c rite rio s diagnósticos tendientes a un ificar la definición del
une. Se establecieron entonces como requisitos para e l diagnóstico:
r "¡ K iT a '• “ al’ E ff“ ls ° r cnd-expiraioiy pressurc
pulmon.uy and sysicnuc hemodynamics. Rcsp Pliysiol 2000;119:163-71.
n .i, ausa predisponente conocida.
i insuficiencia resp irato ria de com ienzo agudo,
na radiografía de tórax c o n infiltrados bilaterales.
na presión de e n e rva m ie n to de la arteria pulm onar menor de 18 mm Hg (o.
, liñudo ésta no se esté m id ien d o, la ausencia de sospecha clín ica de insuficiencia

líaca). . ,-,r v
relación PaO /FIO m e n o r de 200 (P a O ,. presión arterial de oxigeno; n ú ,.
, ión inspirada de o x íg e n o !. Cuando la relación P a O /FiO se encuentra entre
ni y 300 en e l m arco d e lo s puntos previos, se habla de lesión pulm onar aguda

il.P A ).

¡| i., definición ha sido cuestionada porque no contem pla el im pacto del trata­
r a ,. en particular de la ven tilació n m ecánica (V M ) con presión positiva de fin
,.¡ración (P E E P ). E n e l a ñ o 2003 Estenssoro V co is, demostraron que a las JA
... de iniciada la V M . s ó lo el 4 0 % de los pacientes seguían cum pliendo los en-
I r a í H ' A l i > | t m ,IA H it ilN I't» »MI I " IH I I II I U A I» W : 4 M R A H » H I A / W .H | )A 1 6 5
I ii4 • . t N t u A it M A n i'. > i i m i »i 'a i i j i « i ( i I a

ción «le cilm m as I liirtinlr «*si. pino no jii<mIih « inult•nit epitelial i miitl
ondotclial con dciiudam icnlo «le la mcmhumi henil p "i iiuu ii< ó lo*, iumiiiiuih
tipos I y 2. L a inlcrlcticina X (II.-8 ). secretada enirr olio s poi los macriifagus
monares. actúa com o tin factor quimiotótico para nculnililos que atlliieren al
telio lesionado y cruzan hasia los alveolos por cl intersticio mediante la lilv in c
cías tasas de sus gránulos, por lo que se am plifica así el daño, la i pérdida dc la
ra epitelial trac aparejada varias consecuencias significativas. En condiciones
males, la barrera epitelial es mucho menos permeable que la endotelial gracias
estrechas uniones intercelulares, con lo cual la perdida de ésta contribuye a la u
dación alveolar. 1 .a pérdida de los ncuinonocitos tipo 2 altera el transporte epil
de fluidos, por lo que se altera la remoción del edema del espacio alveolar. A l n
tiempo, la síntesis y cl recam bio de suifaclante se ven afectados por la lesión
M , 'uivü dc trasudación dc líquidos en la circulación pulmonar con relación P™ *»
lar. lo que contribuye a las alteraciones mecánicas del pulmón con IPA /SD RA .
.n u i Nóieve que el aumento de la tasa de formación dc edema aumenta en tomu expo-
últim o, si la lesión epitelial es lo suficientemente grave, podría verse comprom ;: : S , : de la presión hid róp ica R. aumento de. Kfc hace al sistema particular-
la capacidad de reparación tisular. lo que daría lugar al desarrollo de tibrosis. mi . piihle a los incremente" de la presión hiilrostátíca.
Este proceso de lesión se desarrolla en todas las regiones pulmonares, de fe
tal que c l aumento dc la permeabilidad capilar y e l edema se distribuyen en ib
homogénea. Com o se verá más adelante, los gradientes dc presión generados resumen, una serie dc factores afectan cl pulmón en forma directa (a través de
responsables del comportamiento m ecánico heterogéneo que caracteriza al cua u rca) o en form a indirecta (a través dc la m ierocireulación), y son capaces
ollar una respuesta inflam atoria local que se caracteriza por el reclutamiento
in ifilo s y otras células que generan un daño de la B H G . E l consiguiente denu
M E C A N IS M O S DE P R O D U C C IÓ N D EL ED EM A EN EL SDRA
,no «le la membrana basal aumenta la conductividad hidráulica de la BH C j y
L a barrera hemato-gaseosa (B U G ) es una membrana semipermeable, y el m mna el desarrollo de edema intersticial y. posteriormente, la inundación alve-
miento de fluidos a través de e lla está determinado por la L e y de Starling: l'.u a un determ inado nivel de permeabilidad capilar, el aumento de la presión
'1 ■ i .i ica capilar es c l pi incipal determinante del pasaje de fluidos hacia c l inters-
Q f = K fc ( | /'c a p - P i) - d [C O P c a p - C O P i])
1.. pulmonar.
Donde Q f cs la velocidad dc filtración dc fluidos; K fc cs e l coeficiente de til
ción capilar (e l producto de la conductividad hidráulica de la membrana poi « R O M E C Á N IC A PU L M O N A R
área); Pcap y Pi son las presiones hidrostáticas capilar e intersticial respectiva
figura 7-2 esquem atiza la distribución espacial de las unidades alveolares. A
te; d es e l coeficiente de reflexión que denota la perm eabilidad de las membra
las proteínas con relación a l agua: C O Pcap y C O P i son la presión coloido-os- u.'erda se presenta una situación hipotética en la cual cl parénquirna pulmonar
ca proteica capilar c intersticial respectivamente. L a ecuación dc Starling cs la b 1, ucnlra en gravedad 0. E n esta condición, la distribución del gas pulmonar es
para clasificar a l edema pulmonar en sus dos variantes principales: el edema p «'Menea y el nivel de distensión de las diferentes unidades es equivalente. Esto
monar hidrostático y el edema pulmonar por aumento de la permeabili „ , „ e l pulmón normal (arriba) o en el pulmón edematizado por cualquier causa

(IP A / S D R A ). E n e l últim o caso, el aumento de la perm eabilidad produce ede K,). Las curvas presión/volumen (P / V ) de las unidades de las regiones depen-
ihcs y no dependientes se encuentran en posiciones sim ilares, y las únicas ditc-
intersticial (y potcncialm ente alveolar) aun cuando las presiones hidrostáticas
coloidosm óticas no se hayan alterado. M ás aún, en situaciones en las que la ,.is notables entre el pulmón normal y e l pulmón edemati/ado son la densidad
meabilidad aumenta, el parénquirna pulmonar se muestra particularmente susce 1.11 y un m uy discreto cam bio (si es que existe alguno) en la pendiente de las cur-
ble al desarrollo de edema secundario al aumento de la presión hidrostática d< presión-volumen (C P V ) (lo q u e indica una dism inución de la distensibilidad

reducción de la presión eoloidosm ótica (fig . 7-1). Los cam bios cu las constantes « I pulmón edematizado).
la barrera determinan una pérdida de la capacidad dc restringir el movim iento t liando el parénquirna normal es sometido a la acción de la gravedad (derecha,
agua y solutos en la m ierocireulación pulmonar, dc form a tal que c l líquido filtr ib a), la densidad tisular se increm enta de manera progresiva desde arriba hacia
tiene un alto contenido proteico, lo que origina las membranas hialinas Carac jo por un doble mecanismo. E n primer lugar, las unidades dc las regiones depen-
ticas de la anatomía patológica dc los pulmones con IPA /SD R A , nos tienden n co la p so ™ debido al peso dc las estructuras suprayaccntes. En
1 6 2 ( « I N I K M IM A M ls » l'IRli i l ' A t n i m ( | I a | h i t II'A U « I M íl A U l l s|l« l li l i ' M I O I tiltil t 'llM M ilM 'IIIA It m iA W il'D A 1 6 I

h-iioK «le la lo n lo iciK ia lie consenso dihtdo ti tille • I u •• «I. I'l I I* Inihm m luí in i. pl 1' rendad VILI. Si así
el índice l'aO./I K ). ,m i . , . , I desarrollo de V II I p ro m a n a la falsa impresión dc estar cambiando

Aun cuando la incidencia varía en las d ifcivn h s puhlk a. iones, un estudio in natural de la enfermedad
céntrico argentino conducido por listeussoro y c o k . mo.siix» que enln m i,ululo .malí/urá los mecanismos por los cuales se produce e l edema pul-
, i i . I S D R A y sus consecuencias al nivel de la m icrom ecánica y de la macro-
1999 y ju n io dc 2000, sobre 3.044 pacientes ( 1. 1X7 con V M ) inglesados en I
puliuon.ircs I .a comprensión de estos mecanismos resulta im prescindible
dados participantes, el S D R A representó el 7 % de los ingresos (189- dc Ioh
sos que requirieron V M ). En esta serie, la sepsis y el shock dieron cuenta de m il i las bases racionales de la aplicación de estrategias vcntilatorias pro-

dc las causas desencadenantes (e l politraum atism o y la aspiración de contcni •n estos pacientes.


trico representaron cada uno un 10% adicional), L a m ortalidad hospitalaria en
serie fue del 5 8 % (sim ila r a la encontrada en otros estudios prospectivos). IV O S _______________
Com o se ve, e l S D R A es un problema frecuente y con una m ortalidad mu
prender las bases fisipatológicas de ll'A / S D R A (inflam ación pulm onar)
vada. Llam ativam ente, pese a los avances realizados en e l ámbito de los cui
críticos, las series prospectivas recientes muestran que esta m ortalidad parece prender e l com portam iento m ecánico del pulmón edematoso (m uero y
perm anecido inalterada en los últim os 40 años. De hecho, no hay tratami «mecánica).
•prender las consecuencias locales y sistémieas del uso de estrategias
m édicos que hayan demostrado electividad. S in embargo, el 5 dc febrero dc
apareció publicado en el N e w E n g la m l Jo u rn a l o f M e d ic in e un estudio de A til.norias inadecuadas ( V IL I. lesión b io física y biotrauma).
reprender las bases fisiológicas de las estrategias vcntilatorias diseñadas
cois, (un ensayo clín ico controlado y alcatorizado) que demostró que una estr;
ventilatoria determinada podía bajar la m ortalidad dc estos pacientes. Esto p; proteger e l pulm ón de la lesión.
alentar contra un vie jo paradigma: la V M no es una medida terapéutica sino
medida de soporte vital (n o cura sino que da tiempo para que actúen lo s tratan U N I D O S _______________________
tos específicos de la enfermedad).
Para solucionar este dilem a es necesario preguntarse ¿d e qué se mueren «patología del S D R A
pacientes con S D R A ? E l estudio clásico de M ontgom ciy de 1985 mostró que mismos «le producción de edema en e l S D R A
tercio de los pacientes morían dc su enfermedad de base (aquella que había des m m ccánica pulmonar
cadenado el S D R A ). mientras que los dos tercios restantes morían por las eont m m ccánica pulmonar
caciones. L a principal causa de muerte en este grupo fue la sepsis y el I i truetura de la barrera hemuto-gaseosa
muíi ¡orgánico (F M O ; 8 5 % ) mientras que el fa llo respiratorio hipoxcm ico tuvo I ner/as que actúan sobre la barrera hemato-gaseosa
importancia m arginal (16%-). E n la actualidad, es probable que la im portancia d ■«.«mecánica de los pulmones sanos y con L P A
hipoxem ia refractaria com o problem a único sea aún menor: en la serie «on pulmonar inducida por la V M
Estenssoro y cois., 19 pacientes (1 4 % ) tuvieron hipoxem ia refractaria a l moni Mecanism os de lesión biofísica
de la muerte pero 18 de ellos tenían también fallo m ultiorgánico. Mecanism os dc lesión bioquím ica
L a lesión pulm onar inducida po r la V M ( V IL I, por su nombre en inglés V endí s racionales de las estrategias ventilatorias protectoras
Induced Lim g Itijn ry ) se caracteriza por el desarrollo de un edem a pulm onar in vos clínicos controlados de V M en e l S D R A
m atorio, indistinguible clínicam ente del S D R A . U n cuerpo de evidencia exp
m ental y c lín ic a creciente muestra en form a consistente que la V IL I es una ca P A T O L O G ÍA D EL SD RA
del síndrome de respuesta inflam atoria sistém ica (S R IS ) y FM O . ¿ E s el SD
ll'A / S D R A es un síndrome clín ico caracterizado por el desarrollo dc un pro-
necesario para el desarrollo de la V IL I? N o. dc ninguna manera. L o s estudios
inflam atorio a nivel pulm onar gatillado por factores de riesgos conocidos, que
C a jic y cois, muestran que sc desarrolla también en pacientes sin S D R A (alg*
cvidencia sugiere que n i siquiera hace falta la V M . algo que m otivaría un camb K-ian con una lesión directa (neumonía, aspiración de contenido gástrico) o

de nombre de la patología). S in embargo, el S D R A es e l escenario ideal para q ceta del pulmón a través de un proceso sistém ico (sepsis, pancreatitis transíu-

la V IL I ocurra: aumento de la perm eabilidad vascular con aumento de la densid s m últiples).


I ll'A /S D R A se caracteriza por un aumento dc la perm eabilidad capilar, por el
pulmonar, colapso alveolar, estrés m ecánico, ciclos dc colapso y reapertura,
sobredistensión de unidades. D e hecho, la asociación frecuente y el mimetis ,«• de liquido de edema rico en proteínas hacia el alvéolo y por e l desarrollo de
•ceso inflam atorio local con reclutam iento de neutrófilos. m acrófagos y libera-
entre S D R A y V IL I plantean la posibilidad dc que parte de lo que hoy eonoe
I IMOI'MOK HilN IIII ÜNHHMMI DI IIII H DUAO HIM'IHAU MOA At JlíOA 167

V V FI

VFE

V FI

V FE

Fli>. 7-2. Esquema que muestra el efecto <k la gravedadsobre un pulmón normal y un pulmón
matizado. L a ¡kxión de la gravedad determina cambios profundos en la distribución del e;u
lomportainiento mecánico regional del parénquima ( ’RF. capacidad residual funcional; V.
men; F. presión Para más detalles, véase el texto. PFE PFI p

: . Efecto del desplazamiento dc las curvas dc presión-volumen (C PV l regionales sobre la


h ventilación. Hn .... pulmón edem a,-to donde
segundo lugar, com o la caja torácica lim ita la pérdida de volumen pulmonar, i Icn convivir al final de la espiración unidades colapsadas y unidades sobrcd su.ndid.is v.
reducción volum étrica dc los alvéolos de las regiones dependientes es competí, , F p r e X v R . volumen final de inspiración: V FE. volumen final de csptntctón: FFE.
por mi aumento del volumen de los alvéolos dc las regiones no dependientes, (nal de espiración; P FI. presida final dc inspiración
las C P V regionales se desplazan hacia la derecha en los prim eros y hacia la izqui
da en los últim os. E n presencia de edema pulmonar, la m ayor densidad lisnlar r
nifica e l fenómeno, por lo que los desplazamientos dc las C P V regionales un te colágeno tipo 1 y células intersticiales como fibroblastos y pencitos. Juega
extremos y llevan al colapso de las regiones dependientes y a la sobredistensióri i..l importante en el intercam bio de Buidos y es en esta zona donde se ven los
las regiones no dependientes. meros acóntelos dc fluidos en las etapas iniciales del edema.
L a distribución del gas alveolar durante la ventilación está marcadame parte delgada comprende aproximadamente la mitad del área de superficie dc
influenciada por estos hechos. A l estar presurt/.ada la vía aérea, e l gas se dirige i red alveolar y es además la estructura crítica de! intercam bio gaseoso con un

oialm cntc hacia las regiones más fácilm ente disiensiblcs, por lo que la cantidad sor de 0.2 a 0,3 u m Está form ada solamente por el endotelio capilar, el epite-
gas que cada una recibe está dada por su propia C P V regional (fig . 7-3).* iilveolar y sus dos membranas basalcs fusionadas. Esta zona ofrece una gran
siencía al paso de fluidos desde los capilares.
I h-sde el punto de vista mecánico, la B H G es una estructura com pleja debido a
M IC R O M E C Á N IC A P U L M O N A R
<lcbe cum plir dos objetivos fundamentales; ser lo suficientem ente delgada para
lim itar la difusión de los gases y lo suficientem ente resistente com o para no
Estructura d e la b a rre ra hemato-gaseosa
i „ ante la aplicación c íc lic a de presiones, y a sean vasculares com o alveolares. La
t, i/ extracelular (M E O y sus componentes son m uy ..portantes con relacion a
Desde un punto de vista anatómico y fisiológico podemos d ivid ir a la B U G
dos partes, una gruesa y otra delgada. E l área gruesa m ide aproximadamente 1 función va que son los principales determíname* dc la fuerza de la B U G . E l
,M.r prom edio del intersticio pulmonar en la parte delgada puede ser dc 0.1 |Xm.
I ,i M E C tiene diferentes componentes, y es el más importante el colágeno tpo
El verdadero determinante de la distribución del gas no es la distensibilidad sino la impcdancia regi l it e últim o tiene en su extremo C-terminal un dominio globular NC I que per-
nal. oto es. la sumu dc la resistencia y la reactancia (en términos ,ie un análogo eléctrico, el parénq i. que se unan dos m oléculas para formar un doblete. A la vez. el extremo . -ter­
mu pulmonar se comporta como un,, reactancia capacitiva) Esta disquisición, sin embargo, queda fu
dc los alcances de este capitulo y hemos preferido una simplificación del problema ral tiene el dom inio 7 S. que permite que se combinen cuatro dobletes para toma.
I IS|l l l ' A U H I M t l A M i l M N P N C M I III IIIII' " M A I I M S l'I M A I M W A A I . U U A I I » '»
I t ill I .1 M I M A I I I I A I » I S > I I M< H ' A I O I i H .1A

\ i iin I n i M i l I ! i| t ll . p i e a IW M II d e MI extremada delgadez, l a B U G e s u n a


I Ih . iu |i,i|o B U G m a n t ie n e s u
CU S» lo d u s la s e . u i d i i io n e s f i s i o l ó g i c a s , la

I , M iu c h ir n l. v d e h e c h o e s i o e s e s e n c ia l y a q u e s i f a lla r a s e p r o d u c i r í a la

venia» con un gran dctcra.ro del intercam bio gaseoso. Por ejemplo.
, | ,,, u icio m ic n s o . m ie n tra s se e le v a n las p resio n es va sc u la re s se generan
Fig. 7 -4 .lM iuctura reticular .le la nvembrana hasal alveolar. I-i morfología de la irama <• UI m o iics p a rie ta le s q u e se aproximan a la presión d e ruptura d e l colágeno y.
ruinada por la forma cn que se u n e n las libras d e colágeno lipo IV cn la MFC. |u hilla estructural de la B H G no se produce. Pero cn condiciones fl­
us extremas y cn ciertas condiciones tisiopatológicas. las tuerzas aplicadas

una configuración de m atriz sim ilar a un alambrado o m edia de red (fig , 1 de una magnitud que provoque el fa llo estructural de la B H G . Esta situa­
d o llam ada fa llo por estrés. L a M E C está en ínfim a relación tanto con
Además tic perm itir estas uniones, e l dom inio 7S permite que el colágeno int
epiteliales alveolares com o con e l endotelio capilar, lo que hace que estas
níe con las integrinas a IJS I y a2 (3 l. lo que permite cl anclaje celular a la mem
x, i ..paces de generar un fallo estructural del colágeno, se transmitan a dichas
na basal y relaciona así las células con la M E C . E l estudio de la M E C
m icroscopía electrónica demuestra que el arreglo de los elementos sigue una i.. que puede desencadenar diferentes tipos de daño.
posición cn iros láminas, lais láminas raras internas y externas eslán cn con
directo con las células alveolares y cndolcliales, mientras que hay una tercera .m ecá n ica d e lo s pulm ones sanos y con LPA
más delgada central llamada lám ina densa. Hs en esta últim a donde se encuenl
, star com pleta y uniformemente expandidos, los pulmones normales se carac-
colágeno tipo IV. Por lo tanto, parecería que la gran fuerza de la B U G está d
, por comportarse com o estructuras homogéneas desde el punto .le vista meca-
minada por una fina capa de aproximadamente 50 nm de espesor, por donde se
Mead y cois, afirm an que las fuerzas soportadas por los elementos de una red
tribuye formando láminas hexagonales el colágeno tipo IV . Esta disposi
lilla homogéneamente se distribuyen en forma uniforme. A sí. cada elemento
espacial le confiere gran resistencia a la hora de tolerar tensiones circunfeicnci
icd colágena pulm onar normal soporta la misma presión. Sin embargo, e pul-
M ás ev idencia de que las membranas basalcs son los principales determinan
L P A v S D R A es heterogéneo desde e l punto de vista mecánico. Dos de sus
la fuerza de los capilares viene de los estudios de W illiam son. que demuestran
.Micas son las responsables de este comportamiento y han sido relacionadas
i.-i
cl grosor de la membrana basal de los capilares sistém icos aumenta con relación
i desarrollo de la V lL l. Por un lado, el número de alvéolos disponibles para
gradiente hidrostático desde el abdomen hasta los miembros inferiores. Además,
pacientes con hipertensión pulm onar venosa de larga data desarrollan un marc |,m ,-| volumen corriente durante la inspiración está reducido (concepto boby
i, v por otro, la im pedancia local a la expansión es heterogénea. L a prim era de
engrudamiento de la membrana basal capilar pulmonar. Toda esta evidencia su
. aractcrísticas explica c l riesgo aumentado de estas unidades de sufrir una
re que de los elementos de la M E C , e l colágeno tipo IV es la principal estructura
resistencia. , por sobredistensión. L a heterogeneidad de las impedancias pulmonares a la
ion resulta cn el desarrollo de fuerzas de cizallam iento entre unidades alveola-
V,vinas c interdependientes (que comparten elementos de su pared) que funcio-
Fuerzas que a ctú a n so bre la b a rre ra hem ato-gascosa
a diferentes volúmenes. L a razón para la generación de estas presiones es que a
ior dimensión de un alvéolo determina que las fuerzas inscrc.onalcs del tejido
Un análisis más profundo de la disposición anatóm ica de los capilares, las cél
jiiu actúen sobre un área menor, de modo que igual fuerza aplicada a menor
las alveolares y la membrana basal, nos permite observar que la M E C (y por en
ific ic determ ina una mayor presión soportada por los elementos m ulares.
las células en relación con e lla ) está sometida a la acción de tres fuerzas que in
ractúan entre sí.
L a prim era de estas luer/as es la tensión circunferencial, que está determin- IO N P U L M O N A R IN D U C ID A P O R L A V M
por la presión transmural capilar que depende del radio de curvatura y de la presió
a ambos lados de la pared del vaso. L a segunda fuerza es causada por la tensión lo canism os d e lesió n b io física
gitudinal de los elementos de la pared alveolar asociada con la insuflación pulm
I „ 1974. W cb b y Ticrney describieron que la V M con altos volúm enes corricn-
nar. D e form a que si bien es m ínim a cn condiciones de capacidad resid"
genera un edema pulm onar hcmorrágico en ratas. Estos hallazgos sentaron las
funcional, aumenta en form a marcada en condiciones de capacidad pulmonar to‘
ses para determ inar que la deform ación tisular generada por la V M alteraba la
La tercera tuerza que actúa es la tensión superficial, cuya función refuerza la pare
icaridad de la B H G . Som eterá los pulmones a la aplicación c íc lic a de üctonna-
vascular al actuar a la manera de los anillos m etálicos que sostienen las maderas d
los barriles, cn condiciones de aumento de la presión transmural vascular. .. tisular y fuerzas excesivas genera un daño estructural de la B H G con altera-
170 G e n e ra lid a d e s y fis io p a to lo g ía
F is io p a to lo g ía d el sínd rom e de d ific u lta d re s p ira to ria a g u d a i 71

ciones celulares tanto a niveles endotelial como epitelial alveolar. Tanto la amplili n *•! liquido de lavado broncoalveolar de pulmones de ratas aislados. Encontraron
como la frecuencia de la deformación son factores determinantes de la magnitud d p ii* la ventilación con altos volúmenes corrientes y cero P E E P resulta en un consi-
daño local. Este proceso es lo que ha sido llamado lesión biofísica. Como se rxidi jj, i iibii- aumento de factor de necrosis tumoral alfa (T N F), interleucina l B (IL-1 B),
có con anterioridad, el colágeno tipo IV es el principal elemento que tolera las leij H p ilriu iiia 6 (IL-6) y proteína inhibidora de macrófago (M IP ). Aun cuando otros
siones en el pulmón y actúa a la manera de andamiaje al que se fijan posteriormni Kvrsii)-adores no han logrado reproducir todos estos hallazgos, la elevación de la
las células. La fijación de la célula a la membrana basal no es todo a lo largo .le l,. es un hallazgo universal en todos los modelos experimentales de V IL I. La pre-
membrana plasmática sino que se produce a través de los complejos de adhcsiM Bfii'ln de IL-8 concuerda perfectamente con la infiltración por neutrófilos que ocu-
focal, que actúan como enlaces bidireccionales entre el citoesqueleto y la M E (' I I I f«. «I. spués de la ventilación con altos volúmenes corrientes en experimentos a
aumento de superficie de la membrana basal que se genera durante la ven tilaci.J ■p|l<i plazo.
con altos volúmenes corrientes debe ser acomodado por las células como una ulle] I ii deeompartimentalización de la respuesta inflamatoria (liberación de media-
ración de sus dimensiones con un aumento en la relación área/volumen celular ( l i J B fyvs inflamatorios desde el pulmón hacia el torrente circulatorio) es responsable
7-5). Esto es acompañado por una reorganización de los elementos elásticos de- la lu aparición de una S R IS y un FM O, las principales causas de muerte en los
célula (citoesqueleto), de forma tal que la célula puede “ sensar” a través de esto* ■ lili-nies con SD R A .
complejos proteicos el grado de tensión y deformación al que es sujeta. E l estado Kuilieri y cois, midieron los niveles de diversos mediadores inflamatorios en
actual del conocimiento permite afirmar que si la deformación y/o tensión a la que | liquido de B A L y en plasma, en 44 pacientes con SD R A . Los pacientes fueron dis-
se somete a la célula es muy marcada, se producen brechas en la membrana Lelu Iflhuidos en forma aleatoria para recibir una estrategia ventilatoria convencional
lar. que son seguidas de la muerte celular por necrosis, de la liberación del coniení Isolumen corriente [V r]: 11,1 mL/kg, PEEP: 6,5 cm H.O, presión meseta: 31 cm
do citosólico al medio y de la denudación de la membrana basal pulmonar. En el II O) o una estrategia protectiva (V T: 7,6 mL/kg, PEEP. 14,8 cm H.O, presión mese-
caso de que la deformación/tensión sea menos marcada pero francamente suprnli ■ 24,6 cm H .O ). E l líquido de B A L de los pacientes de la estrategia protectiva
siológica, se producen brechas en la membrana celular que pueden ser reparadas, I u mu una concentración significativamente menor de polimorfonucleares, IL-6, IL-
pero que inician una cascada de respuestas bioquímicas y moleculares que amplifi­ N, II IB y TN Falfa. Los pacientes del grupo protectivo tuvieron menores niveles
ca la respuesta inflamatoria local, y que puede derivaren S R IS y MODS(síndronic plasmáticos de IL-6. E l estudio de ARD S Network, también obtuvo los mismos
de disfunción orgánica múltiple). Este concepto ha sido denominado biotrauma y Exu ltad o s en el grupo de bajo volumen corriente. Otros autores demostraron en
ha sido utilizado para explicar el hecho de que los pacientes con LPA/SD RA niuc (hacientes con LPA que cambiar de una estrategia protectiva (V T: 5 mL/kg, PEEP:
ran mayoritariamente por M O DS.
I '! cm H.,0) a una estrategia convencional (V.r: 12 mL/kg, P E E P 5 cm H.O ) se aso-
I duba a un aumento significativo de los niveles plasmáticos de citocinas dentro de
Mecanismos de lesión bioquímica j lu hora de hecho el cambio y que, al volver a la estrategia protectiva, los niveles de
i itocinas volvían al nivel basal. Imai y cois, demostraron un aumento en la apopto-
La participación de los mediadores inflamatorios en la patogenia de V IL I es xin epitelial en diversos órganos (intestino y riñón) después de utilizar una estrate­
motivo de recientes investigaciones y debate. Tremblay y cois, examinaron los efec­ gia ventilatoria agresiva en conejos en un modelo in vivo de SD R A . La apoptosis
tos de diferentes estrategias ventilatorias sobre la producción pulmonar de citocinas entonces podría ser un mecanismo de inducción de FM O iniciada por V IL I en los
pacientes con LPA/SD RA.
En resumen, podríamos decir que los pulmones de los pacientes con LPA/SDRA
licnen dos características mecánicas fundamentales. Son pequeños y las inipedan-
i las locales son heterogéneas. De esta forma, la aplicación cíclica de fuerzas y volú-
[ im nes suprafisiológicos determina el desarrollo de V IL I por dos mecanismos
concomitantes, que parecen ser los extremos de un espectro de lesión. Uno implica
ilaño y muerte celular debido a un fallo por estrés de la membrana plasmática, y ha
fig. 7-5. Deformación de las células epiteliales durante la insuflación. El desplegamiento de la [ sido llamado lesión biofísica. Otro, desencadenado por la deformación suprafisio-
estructura reticular de su membrana basal tracciona a las células epiteliales que se hayan unidas a | lógica menos intensa, es el desarrollo de una respuesta humoral inflamatoria desen­
el por os complejos de adhesión. Esto produce un aplanamiento progresivo de las células epite-
cadenada por sensado mecánico. Ésta tiene consecuencias locales y sistémicas que
tales lo que aumenta la superficie celular y genera un estrés progresivo. Cuando las fuerzas ten-
. íonales son de magnitud suficiente, se producen lesiones en la membrana plasmática que llevan lian sido relacionadas con disfunciones orgánicas en el contexto de LPA/SD RA. De
este modo, la utilización de estrategias ventilatorias protectivas puede disminuir el
una r“ , a t L a» r q“ ^ “ “ " m*gni,“d'
desarrollo de M O D S y la mortalidad en los pacientes con LPA/SDRA.
17! Ge n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía F is io p a t o l o g ía d e l s ín d r o m e d e d if ic u l t a d r e s p ir a t o r ia a g u d a 173

BAiES RACIO NALES DE LAS ESTRATEGIAS V EN T ILA T O R IA S Bajo VT


PROTECTORAS ] I)l80ñ0 Alta P E E P

(orno se vio, a causa de la respuesta inflamatoria, el pulmón aumenta su teni


decia al colapso alveolar. Esto produce tres poblaciones alveolares modelo: alvóJ Stewart y col
Amato y col A R D S Net Brochard Brower y col
Trabajo
olo que están colapsados durante todo el tiempo ventilatorio, alvéolos colapsadoi y col.
dunntela espiración que se abren durante la inspiración y alvéolos que se eneuen
traiabiertos durante todo el ciclo ventilatorio. Algunos de estos últimos, en virtud
deliesplazamiento extremo hacia la izquierda de sus C P V regionales (véase antes),) Resultado Resultado
Resultado positivo negativo
preentan una marcada sobredistensión inspiratoria (de hecho, pueden estar sobrM
distndidos aun durante la espiración). Si bien la aposición de las paredes alveola-
H u 7-6. Esquema que muestra el diseño y los resultados de los cinco ensayos clínicos controlá­
resha sido imputada como productora de una respuesta inflamatoria local, ln|j i s que analizaron estrategias ventilatorias protectoras en términos de sus efectos sobre a morta-
pricipales tactores implicados en e l desarrollo de lesiones biofísica y bioquímie lulml. V T, volumen corriente; P E E P , presión positiva de fin de espiración; A R D S , síndrome de
sonlos episodios de sobredistensión y, en apariencia más importante aún, los ciclos W f l i tillad respiratoria aguda.
de olapso y reapertura de unidades.
E desafío en el soporte ventilatorio de los pacientes con SD R A es intentar mi Llvuolares y no sólo aquellas que se encuentran abiertas al final de la espiración, hay
mizir los mecanismos responsables del desarrollo de V1LI. Todas las estrategias que que encontrar una explicación al resultado positivo obtenido en el ensayo de la
hannostrado ser útiles, han implementado una reducción del V T(6 a 8 mL/kg de pe ■ ARDS Network. Este estudio ha sido observado en detalle y se han encontrado
teóico)para minimizar la sobredistensión del pulmón aireado residual, y esto ho potenciales problemas metodológicos. En primer lugar, no hubo un protocolo defi­
dehría considerarse un estándar. N o hay consenso, sin embargo, en la mejor estr nido para el uso de la P E E P y se permitió a los médicos tratantes utilizarla como
gia >arael manejo de los alvéolos colapsados o que presentan ciclos de colapso y re una herramienta para mejorar la oxigenación. La disminución de la PaO, secunda-
pemra: mientras que algunos grupos proponen intentar el reclutamiento pulmo nu a la reducción del V T motivó que el grupo bajo V T tuviera, al menos al inicio,
tota (para mejorar la distensibilidad pulmonar, reducir el shunt y, fundamentalm niveles más altos de PEEP. En segundo lugar, el protocolo disponía de un incre­
evitr ciclos de colapso y reapertura de unidades), otros sostienen que aun cuan mento de la frecuencia ventilatoria para controlar la hipercapnia de los pacientes en
fue# deseable, la apertura de todas las unidades es un objetivo difícil de alcanzar y el grupo de bajo V T. Dos grupos independientes han demostrado que la estrategia
las strategias destinadas a hacerlo pueden, en sí mismas, agravar la lesión pulm Ventilatoria “ protectora” del estudio de la A R D S Network era capaz de generar
Pardos primeros, la P E E P es un instrumento para disminuir la V1LI mientras que l< niveles consistentes de auto-PEEP en pacientes con los mismos criterios de inclu-
segndos limitan su uso al de una herramienta para mejorar la oxigenación. lión/exclusión utilizados en el estudio (en el que lamentablemente, los niveles de
iiino-PEEP no fueron medidos). De esta forma, podría ser que el escenario de los
E s a y o s clínicos controlados fuera en realidad el de la figura 7-7: dos estudios con
ENyVYOS C L ÍN IC O S C O N T R O L A D O S DE V M EN EL SD RA

Btreel año 1998 y el año 2000 se publicaron cinco ensayos clínicos contro
dosjue analizaron el impacto sobre la mortalidad de los pacientes con SD R A d Bajo V T
Diseño Alta P E E P
uso de estrategias ventilatorias protectoras. Mientras que dos de ellos tuvieron
resttados positivos, los otros tres fueron incapaces de demostrar un impacto sobre
la nortalidad de las estrategias protectoras. Para entender los motivos de esta dis-
Brochard Brower y col. Stewart y col
coruncia, es necesario analizar los estudios con alguna profundidad. I Amato y col A R D S Net
Trabajo y col.
L figura 7-6 muestra los cinco protocolos vistos desde un doble ángulo: el dise-1
ño i los resultados. En principio, puede decirse que el estudio que utilizó como
estríegiauna reducción del V.r al tiempo que intentó evitar los ciclos de colapso y Resultado Resultado
reaprtura (mediante el uso de valores relativamente altos de P E E P ) tuvo resultados Resultado positivo negativo

posjivos, mientras que los que sólo apuntaron a una reducción del V T fueron un
estuio positivo y tres estudios negativos. Si se establece como hipótesis que la I 7-7. Esquem a que muestra lo que pudo haber ocurrido en función de problem as de diseño que
estriegia será efectiva sólo cuando se atienda a preservar todas las poblaciones lian sido encontrados en el protocolo de la A R D S Network (véase el texto).
174 G e n e r a lid a d e s y f i s io p a t o lo g ía
F is i o p a t o lo g í a d e l s ín d r o m e d e d i f i c u l t a d r e s p ir a t o r ia a g u d a 175

resultados positivos que utilizaron bajo V T y alta P E E P y tres estudios con resulta
• listos cambios mecánicos favorecen el desarrollo de V IL I.
dos negativos que limitaron la intervención a la reducción del V T.
• E l desarrollo de V IL I (y, consecuentemente de S R IS y FM O ) puede ser una
Desde el año 2000 se han hecho cuatro estudios importantes para intentar clai i
causa principal de mortalidad en estos pacientes.
ficar este punto. Un nuevo estudio de la A R D S NetWork, conocido como "A L V IÍ
• I -as estrategias ventilatorias protectoras han intentado, de manera universal,
O L I” , comparó en dos grupos de bajo V T el efecto de valores diferentes de PE IT
reducir el estrés del parénquima limitando el V T. Algunas de ellas han inten­
con resultados negativos. La principal crítica a este estudio es que los valores dq
tado, además, reducir el colapso alveolar (y los ciclos de colapso y reaper­
P E E P fueron elegidos de una tabla arbitraria en la que la P E E P fue utilizada co
tura) mediante el uso de la PEEP.
una herramienta para mejorar la oxigenación más que como una herramienta p;
• El uso de estrategias ventilatorias protectoras en el SD R A reduce la morta­
evitar el colapso alveolar espiratorio. Así, algunos pacientes pueden haber teñid
lidad. O, lo que es lo mismo, una estrategia ventilatoria inadecuada, la
niveles de P E E P más bajos que los necesarios para evitar el colapso teleespiratoi i
incrementa.
mientras que en otros casos el nivel de P E E P puede haber sido innecesariamente
fe»-------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------
elevado. V illar y cois, compararon una estrategia con bajo V T en la que la P E E P lue
elegida para cada paciente en función de sus características mecánicas (curva P/V)
con otra estrategia de bajo V Ten la que la P E E P fue utilizada como herramienta p- B IB L IO G R A F IA
el manejo de la hipoxemia. La primera mostró una menor mortalidad. Más recien­
temente, fueron publicados en el mismo número de la revista JA M A un protoc ISm.no M B, Barbas CS. Medeiros DM , et al. Effect of a protective-ventilation strategy
de un grupo norteamericano (estudio LO V s) y otro de un grupo europeo (estudio on mortality in the acute respiratory distress syndrome. N Engl J Med 1998;338(6):
I 347-54.
E X P R E S S ). En el primero se compararon dos estrategias de bajo V T con diferente*
kdihnugh DG, Bigelow D B. Petty T L, Levine B E. Acute respiratory distress in adults.
niveles de P E E P obtenidos de tablas basadas en los requerimientos de oxigenación
Lancet 1967;2(7511):319-23.
de los pacientes (una estrategia sim ilar a la empleada en el estudio A L V E O L I) y]
Pcmard GR, Artigas A. Brigham K L, et al. The American-European Consensus Confe-
como era de esperar, los resultados fueron también negativos. En el segundo caso,]
rence on A RD S. Definitions, mechanisms, relevant outeomes, and clinical trial coor-
los dos grupos del estudio limitaron el V r pero la estrategia para el manejo de | dination. Am J Respir Crit Care Med 1994; 149(3 Pt 1):818-24.
P E E P fue diferente: mientras que en un grupo fue de entre 5 y 9, en el otro grúa Iliochard L. Roudot-Thoraval F, Roupie E, et al. Tidal volume reduction for prevention
se utilizaron los valores necesarios para llevar la presión meseta a los límites con •'I ventilator-induced lung injury in acule respiratory distress syndrome. The Multi-
siderados seguros (entre 28 y 30). De esta forma, pese a que los valores de P E I I' ccnter Trail Group on Tidal Volume reduction in A RD S. Am J Respir Crit Care Med
fueron condicionados por la mecánica del paciente, la estrategia utilizada para eli­ 1998:158(6): 1831-8.
girlos no parece la más adecuada: los pacientes más graves (con menor distensihi- Prower RG. Lanken PN, Maclntyre N, et al. Higher versus lower positive end-expira-
lidad) recibieron menos P E E P que los pacientes menos graves (con distensibili loiy pressures in patients with the acute respiratory distress syndrome. N Engl J Med
[ 2004:351(4):327-36.
más elevada). Este estudio tuvo también resultados negativos.
Prower RG, Shanholtz C B, Fessler H E, et al. Prospective, randomized, controlled cli-
En definitiva, no hay dudas con los datos disponibles a la fecha de que los nive]
itical trial comparing traditional versus reduced tidal volume ventilation in acute res-
les de V T deben ser reducidos para evitar la sobredistensión. Con respecto a la P E
piratory distress syndrome patients. Crit Care Med 1999;27(8): 1492-8.
sin embargo, pese a que la evidencia experimental animal es categórica y los resul
tíos Santos CC, Slutsky AS. The contribution of biophysical lung injury to the develop-
tados clínicos parecen indicar (de maneras directa e indirecta) que los valores de inent of biotrauma. Annu Rev Physiol 2006;68:585-618.
elegirse en función de la mecánica pulmonar antes que del intercambio gaseoso, u Drcyfuss D, Saumon G. Ventilator-induced lung injury: lessons from experimental stu-
hay consenso acerca de cuáles deben ser las recomendaciones para hacer al res“ J dies. Am J Respir Crit Care Med 1998; 157( 1):294-323.
to. Más aún, la mejor técnica para elegir los valores de P E E P considerando la mee I sii iissoro E, Dubin A, Laffaire E, et al. Incidence, clinical course, and outeome in 217
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Los modos ventilatorios (m v) son, en última instancia, patrones de funciona­
Ventilation with lower tidal volumes as compared with traditional tidal volumes
miento que se encuentran programados en el software que comanda a los ventila­
acute lung injury and the acute respiratory distress syndrome. The Acute Respira
dores de modo tal que éstos lleven a cabo las instrucciones que el operador ha
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tory pressure, low tidal volume ventilatory strategy improves outcome in persis i on presión positiva en la vía aérea.
acute respiratory distress syndrome: a randomized, controlled trial. Crit Care M Por lo general, estos patrones responden a definiciones de las formas que puede
2006;34(5):1311-8. | tomar el ciclo ventilatorio provisto por un ventilador. Estas definiciones han surgi­
Vlahakis N E, Hubmayr RD. Cellular stress failure in ventilator-injured lungs. Am J R do iras una larga y rica experiencia clínica adquirida a través de cinco décadas de
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mieracción paciente-respirador basada en el mejor conocimiento de la fisiopatolo-
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jtia de los distintos tipos de insuficiencia respiratoria (IR ) y de las patologías que le
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dan origen. L a tecnología aplicada a los ventiladores debió ser por lo tanto adapta­
West JB , Tsukimoto K, Mathieu-Costello O, Prediletto R. Stress failure in pulmón
capillaries. J Appl Physiol 1991 ;70(4): 1731 -42. da para que cumpliera con las necesidades que planteaba el desarrollo del conoci­
Williamson JR , Vogler N J, Kilo C. Regional variations in the width of the basem miento médico en el área. A sí, por ejemplo, los mv controlados por presión se
membrane of muscle capillaries in man and giraffe. Am J Pathol 1971 ;63(2):359-7 desarrollan a partir del reconocimiento de la existencia de una lesión alveolar pro­
vocada por las altas presiones aplicadas en las vías aéreas. La idea resultante fue
Iraiar de minimizar ese daño manteniendo una presión constante y de valor lim ita­
do durante todo el transcurso de la inspiración. L a industria respondió desarrollan­
do una tecnología capaz de cum plir con estos objetivos, favorecida por la
178 G e n e r a lid a d e s y f i s io p a t o lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 179

introducción del microprocesador en el control de las variables de presión, volu Pausa inspiratoria
men, flujo y tiempo por parte de los ventiladores. ( ’oncepto de trigger o disparo
Los profesionales responsables del manejo de la V M , ya sea en la unidad de cui­ Ventilación controlada y asistida
dados intensivos, en los quirófanos, en las áreas de emergencia o en las unidades de ( iclado inspiración-espiración
traslado de pacientes críticos, deben poseer un conocimiento completo de la base Presión positiva de fin de espiración
teórica de la interacción paciente-ventilador y de los mv existentes. Es indispensa­ Ventilación mandatoria intermitente
ble que este cuerpo de conceptos se aplique a las condiciones fisiopatológicas par­ Técnicas de aplicación
ticulares de la afección que padece el paciente. A sí, no es igual ventilar con el Ventajas propuestas
mismo mv, por ejemplo ventilación controlada por volumen, a un paciente con una NIM V como método de destete
lesión pulmonar aguda que a uno con una reagudización de una enfermedad pul Ventilación con presión de soporte
monar obstructiva crónica (EPO C ). Efectos fisiológicos
E l propósito de este capítulo es dar los conocimientos necesarios de los mv y de Complicaciones
la interacción paciente-ventilador para poder aplicarlos a cualquier tipo de IR . Unidad clínica
Ventilación controlada por presión
Ventajas
O B JE T IV O S
Complicaciones
Características particulares
• Describir los principios básicos del ciclo ventilatorio provisto por los ven­ Ventilación con relación I:E invertida
tiladores. Métodos para aumentar el tiempo inspiratorio
• Enumerar los objetivos de la V M . Ventajas
• Especificar las indicaciones para el inicio de la V M . Complicaciones
• Conocer las características de los principales mv, en especial de los modos Respiración espontánea con presión positiva continua en la vía aérea
controlados por presión y de los controlados por volumen.
• Poseer la capacidad de llevar a cabo de manera correcta la V M de pacien­
tes con distintas afecciones con mv convencionales.
Insuficiencia respiratoria

La IR ha sido definida como la existencia de una presión parcial de oxígeno en


C O N T E N ID O S sangre arterial (PaO ,) < 60 mm Hg respirando aire ambiente a nivel del mar, y es
un marcador de que existe una alteración de la función de la hematosis. La insufi­
Insuficiencia respiratoria ciencia ventilatoria, en cambio, es calificada por la elevación de la presión arterial
Indicaciones de la V M de dióxido de carbono (PaC O ,) a valores superiores a 50 mm Hg. La insuficiencia
Fases del ciclo ventilatorio ventilatoria responde por lo general a la incapacidad mecánica de la bomba muscu­
Variable de control lar respiratoria para mantener una ventilación alveolar adecuada.
Modos operativos de los ventiladores La V M tiene como objetivo suplir en forma total o parcial la función mecánica
Ventilación controlada por volumen de los músculos respiratorios e incrementar la capacidad residual funcional (C R F),
Ventilación controlada por presión o sea, el volumen pulmonar de fin de espiración. E l incremento de la C R F permite
Modos o estrategias ventilatorios una mejor distribución del volumen corriente (V T) hacia áreas del pulmón antes no
Magnitudes que intervienen en el ciclo ventilatorio ventiladas o hipoventiladas, con el consiguiente incremento de la superficie alveo­
Variables inspiratorias lar capaz de llevar a cabo el intercambio gaseoso entre el aire alveolar y el torrente
Tiempo sanguíneo.
Volumen Estos objetivos son logrados por la generación de presión positiva en la vía aérea,
Presión que al insuflar al pulmón incrementa la C R F y mejora la ventilación alveolar. El
Flujo incremento de la C R F tiende a normalizar la relación ventilación/perfusión (rela­
ción V/Q), lo que disminuye la admisión venosa virtual y el shunt, con la consi-
M o d o s v e n t ila t o r io s 181
180 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo g ía

• ( oloca en reposo los músculos respiratorios.


guíente tendencia a la normalización de la PaO, y de la PaCO, por el incremento dr!
• Disminuye las cargas resistivas.
área de hematosis. E l aumento de la C R F determina también el corrimiento del
bucle del V ( a lo largo de la curva de presión/volumen estática tóraco-pulmonar, co
( orno consecuencia, baja el gasto de oxígeno originado en la contracción de los
la consiguiente mejoría en la distensibilidad (com pliance) pulmonar, en tanto el
músculos respiratorios. Este gasto es habitualmente despreciable pero puede incre-
incremento de la C R F y del V l no conduzca al pulmón a ser hiperinsuflado cerca de
lii,■litarse hasta un 25% del VO , total en condiciones de un incremento desmesura-
la capacidad pulmonar total (T LC ).
,lo de la resistencia elástica, o de la resistencia al flujo en la vía aérea, o de ambas,
La V M con presión positiva (V M P P ) aplica una presión positiva en la vía aérea
í Aún no se ha aclarado si el paro respiratorio que sucede como consecuencia de
durante la inspiración para impulsar el V ( e insuflar el pulmón hasta el volumen do
|R se debe a la fatiga muscular o se trata de un mecanismo inhibitorio del sis­
fin de inspiración. A l mismo tiempo, casi siempre es necesario mantener un va lo i
tema nervioso central. De cualquier manera y en términos prácticos, la V M coloca
de presión positiva de fin de la espiración (P E E P ) con el objeto de elevar la CRF,
0n reposo al diafragma y a los músculos respiratorios, siempre y cuando el modo
Es obvio que estas circunstancias alteran de manera significativa la fisiología 1101
Ventilatorio y las variables seleccionadas por el operador satisfagan las necesidades
mal que implica la existencia de presión negativa en la vía aérea durante la inspi
tli-l paciente. No siempre que se coloque a un paciente en V M se logrará disminuir
ración y levemente positiva durante la espiración; ambas medidas están en relaci
, l trabajo respiratorio; esto dependerá del monto de las cargas resistivas de la fre­
con la presión atmosférica. Es por esta razón que la V M es capaz de producir baro-
cuencia de disparo del centro respiratorio, que responde incrementando la ventila-
t r a u m a , definido como el daño alveolar provocado por la existencia de una pr
, ión minuto alveolar frente al incremento de estas cargas, de la tolerancia de
sión positiva exagerada a nivel de la membrana alveolocapilar, y v o lu t r a u m a , qu
pudente a la V M , de la existencia o no de excitación psicomotriz y de que los pará­
es la lesión ocasionada en el pulmón por la sobredistensión alveolar originada en
metros programados por el operador sean adecuados a las necesidades del paciente.
un V T global o regional inadecuado. Además, el ciclo de apertura y colapso qu
I s necesario lograr una sedoanalgesia conveniente y, en casos muy seleccionados,
ocurre durante la ventilación de unidades alveolares localizadas en zonas depe
utilizar bloqueantes musculares. Esta intervención terapéutica es definida habituad-
dientes puede ocasionar el denominado a t e le c t r a u m a . En la actualidad, el int
ente como adaptación farmacológica al ventilador. E l logro de esta adaptación
juego de presión y volumen en los ciclos inspiratorio/espiratorio de las unida
ejora algunos mecanismos fisiopatológicos que se alteran durante la insuficiencia
alveolocapilares parece generar a su vez un daño sistémico mediado por citocin
por lo que se acuñó recientemente el término de b io t r a u m a para definir esta situ spiratoria:
ción.
• Disminuye el costo de oxígeno del trabajo respiratorio.
A partir de estas consideraciones básicas podemos definir los objetivos de la VM
• Permite la recuperación funcional de los músculos respiratorios.
como:
• Incrementa la disponibilidad de oxígeno a los tejidos.
• Disminuye la actividad vasoconstrictora de la adrenalina, de la noradrenalina y
• Optimizar el intercambio gaseoso
de la angiotensina endógenas segregadas a raíz de la hipoxia y de la caída del
Adecuar la ventilación alveolar
volumen minuto cardíaco (V M C ).
Adecuar la oxigenación arterial
• Mejora la perfusión y la oxigenación tisular.
• Mantener el volumen pulmonar
• Permite una mejor redistribución del V M C entre los órganos.
Aumentar la C R F
Aumentar la distensibilidad
• Prevenir la lesión pulmonar producida por la VM Indicaciones de la ventilación mecánica
Barotrauma
Los signos de la IR son habitualmente no específicos y muchas veces se relacionan
Volutrauma
con la enfermedad de base más que con la IR en sí. Los dos más frecuentes son la
Biotrauma
taquipnea y la disnea, altamente sensibles pero poco específicos, y pueden hallarse
Atelectrauma
originados en múltiples causas; sin embargo, la presencia de una frecuencia respira-
loria > 35 es indicativa de un alto riesgo de fatiga y debe ser evaluada de manera cui­
La V M reemplaza el trabajo que habitualmente realizan los músculos respirato­
dadosa en el contexto del cuadro clínico porque su persistencia suele conducir a la
rios para mantener la ventilación alveolar dentro de los límites normales; al mismo
intubación del paciente. Otros signos son tardíos; el más común de ellos es la cían,,
tiempo incrementa la C R F y, por ende, mejora el volumen pulmonar de fin de espi­
sis periférica, que es un signo grave de hipoxia cuya presencia indica la existencia , c
ración y la distensibilidad pulmonar. A l cumplir estas metas, la VM es capaz de
por lo menos 5 g/dL de Hb reducida. No obstante la existencia de anemia, las condi
reducir el trabajo respiratorio por un doble mecanismo:
182 G e n e r a lid a d e s y f i s io p a t o lo g ía M ü D O S VENTILATORIOS 183

ciones de la circulación periférica y el color de la piel pueden disimular la cian o ijl í l ulo que para la decisión de iniciar la V M . Otras dos mediciones que se citan a
hasta que la saturación de oxígeno en sangre arterial (SaO ,) caiga a niveles del 509i in, nudo como indicadores de alteración grave de la mecánica respiratoria son una
y la Pa0 2capilar a 24 mm Hg; por el contrario, la cianosis puede observarse con hipo* capacidad vital menor de 15 mL/kg y la presión inspiratoria máxima (Pim ax) menor
xemias moderadas en presencia de alteraciones de la microcirculación periférica. 1 n 25 cm H ,0. Se debe tener en cuenta que su determinación, en condiciones de deci-
Dos signos de importancia que indican la necesidad de una monitorización estric­ iln el inicio de la V M , carece de practicidad por la habitual incapacidad del pacien­
ta del paciente son la utilización de los músculos respiratorios accesorios y la res­ te para cooperar en la maniobra y por la tardanza que imponen a una intervención
piración paradójica: terapéutica oportuna que no ponga en riesgo la seguridad del paciente.
Yang y Tobin describieron un índice cuantitativo, habitualmente conocido como
• E l uso de los músculos accesorios, en especial el esternocleidomastoideo y el de índice de Tobin (o índice de respiración rápida y superficial) que relaciona la fre­
las alas de la nariz, por lo general indica la existencia de una sobrecarga excesi­ cuencia respiratoria con el V.r en litros. Estos autores hallaron que un índice supe­
va sobre los músculos respiratorios. La presencia de espiración activa indica la rior a 100 se asocia con una mayor frecuencia de fracaso en el destete del ventilador.
existencia de una grave obstrucción al flujo espiratorio o que la retracción elásli Sin embargo, este índice no se ha utilizado debido a su poca practicidad como cri­
ca del pulmón durante la espiración no es suficiente para completarla. Esto suele terio de inicio de la V M .
suceder cuando el volumen de relajación se halla por encima de la C R F normal. Sobre la base de las consideraciones precedentes es posible construir un cuadro
• La respiración paradójica se aprecia cuando durante la inspiración se produce un con ciertos criterios clásicos para el inicio de la V M .
hundimiento del epigastrio en lugar de la expansión habitual. Este signo indic
que el diafragma no consigue generar la fuerza suficiente para vencer la resisten­ Frecuencia respiratoria > 35 rpm
cia del sistema tóraco-pulmonar y ya no es capaz de expandir la base del tórax y Capacidad vital < 15 mL/kg
la compresión sobre el abdomen superior, por lo que requiere la utilización de los Pimax < -25 cm H ,0
demás músculos de la respiración para generar una presión negativa intratoráci PaO, < 60 mm Hg
P a O /F I0 2 < 200
Otros signos clínicos significativos son la excitación psicomotriz, la confusi PaCO, > 55 mm Hg
mental y la obnubilación, todos índices de existencia de falta de aporte de oxíge Deterioro del estado de conciencia
al cerebro o de trastornos metabólicos del sistema nervioso. En grados intensos dc Inestabilidad hemodinámica grave
insuficiencia respiratoria aparece también una inestabilidad hemodinámica. La Respiración paradójica
taquicardia es un signo temprano de hipoxemia y debemos recordar que la hipoxia
tisular es uno de los más potentes estimuladores de la secreción de catecolaminas Sin embargo en la enorme mayoría de los casos, la decisión de iniciar la V M está
endógenas, tanto de la adrenalina por parte de la médula suprarrenal como de la determinada por el buen juicio clínico basado en la patología de base del paciente
noradrenalina por efecto de la estimulación del sistema vegetativo. Por esta razón y en su examen directo al lado de la cama. Resulta difícil que el juicio clínico pueda
en las fases iniciales de la IR , que coinciden con baja PaO, y habitualmente baja ser reemplazado y superado por alguna prueba instrumental para tomar la decisión
PaCO, por efecto de la hiperventilación, existe hipertensión arterial; sin embargo, y de intubar al enfermo en tiempo y forma.
a medida que la IR se agrava, se producen cambios hemodinámicos que determinan
la caída de la tensión arterial (TA ).
Fases del ciclo ventilatorio
Tanto la gasometría arterial como los índices derivados de ella son útiles para eva­
luar la existencia y la progresión de la IR . Sin embargo, sus resultados muchas vec E l ciclo ventilatorio resultante de la aplicación de la V M es distinto que el de la
son informados después de haberse tomado la decisión de intubar al paciente y colo­ respiración normal. Se ha señalado que la introducción de presión positiva en la vía
carlo en V M . Clásicamente se han tomado valores de PaO, < 60 mm Hg y de PaCO aérea para insuflar el pulmón es un hecho opuesto a lo que ocurre en la fisiología
> 55 mm Hg como límites indicativos de insuficiencias respiratoria y ventilatori normal; asimismo la iniciación de la inspiración, su finalización y los límites de las
graves, respectivamente. Estos límites no surgen de estudios prospectivos que hayan variables de presión, flujo y volumen son artificiales y ajenos a la fisiología normal.
determinado la sensibilidad y la especificidad para decidir si un paciente debe ser S i se toma en consideración lo precedente podemos distinguir cuatro fases en la
colocado en V M , sino que son valores determinados sobre la base de los conoci­ VM :
mientos fisiopatológicos de la IR . E l índice gasométrico más utilizado es la relación
PaO,/FIO, (F IO , = fracción inspirada de oxígeno), un valor inferior a 200 indica una • D isparo o in icio de la inspiración: la inspiración puede ser comenzada por el
grave IR ; sin embargo, este índice es más útil en el seguimiento del paciente venti- paciente o por el ventilador.
184 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 185

• M antenim iento de la inspiración: se relaciona con la variable de control. La • ( 'ontrolar com o variable programable el volum en: que caracteriza el modo con­
variable de control puede ser de dos tipos: de presión o de volumen/flujo, de trolado por volumen (V C V ). La presión generada en el sistema es la variable a
acuerdo con el modelo del equipo. Su valor límite es determinado por el opera monitorizar. E l ventilador es capaz de suministrar flujos muy altos y la presión
dor y no puede superarse. interna de trabajo del aparato también es alta. E l ventilador mide e informa el
• Ciclado: se denomina ciclado al cambio de la fase inspiratoria a la espiratori flujo en forma permanente y, por lo general, se puede seleccionar una forma de
Puede establecerse por: onda de flujo inspiratorio predeterminada: cuadrática, desacelerada o sinusoidal.
- Tiempo: cuando ha transcurrido un lapso programado (tiempo inspiratorio = T ) • <ontrolar como variable programable la presión: que caracteriza al modo con-
- Volumen: cuando se ha completado la insuflación de un volumen predetermi I troludo por presión (P C V ), y el volumen resulta ahora la variable dependiente (no
nado programada). E l ventilador es capaz de mantener el mismo nivel de presión en la
- Flu jo : cuando el flujo inspiratorio ha disminuido a un nivel prefijado I vía aérea cambiando el flujo de acuerdo con la impedancia del sistema respirato­
• Espiración: en general es pasiva; su tiempo es determinado por las demás varia rio; en general el régimen de presión interna del ventilador es más bajo que en el
bles. modo VCV. E l V.r dependerá del límite de presión establecida, de la impedancia
respiratoria y del tiempo inspiratorio empleado en llegar al máximo de presión;
Esquematizado de esta manera el ciclo ventilatorio durante la V M . es necesari este último período es conocido como rampa.
señalar que cada una de las fases inspiratoria o espiratoria es iniciada, mantenida y
finalizada por alguna variable. Estas variables pueden ser: presión, volumen, flujo
Ventilación controlada por volumen
o tiempo, y su selección dependerá del modo respiratorio utilizado y de las carac­
terísticas del modelo de ventilador. Las variables que intervienen en la modulad ¡ En este modo el operador puede programar el volumen, y de acuerdo con el tipo
de las fases del ciclo ventilatorio se denominan variables de fase. .le ventilador utilizado, podrá programar o flujo (V ) o el Tj. Como es lógico, el re­
sultado dependerá de la interrelación entre estas variables. Así, si lo que fijamos es
Variable de control el V , ofrecido en determinado tiempo inspiratorio, el flujo resultante sera: V= V ,/T „
si por el contrario fijamos el V T y el V, el Tj resultante será: T, = V^V. De lo dicho
Es la variable que, una vez alcanzada, establece un determinado límite durante la se deduce que a mayor velocidad de flujo e igual V T programado, el Tj deberá ser
inspiración y cuyo valor no es posible sobrepasar. E l valor límite es decidido por el [menor, y a mayor V T, con el mismo flujo, se requerirá mayor Tj. Si el operador pro­
operador. Sin embargo, en la actualidad existen algunos desarrollos tecnológic grama una pausa inspiratoria, lo que significa retrasar el tiempo de apertura de la
que pueden modificar el límite de la variable de control después de un determina válvula espiratoria, el flujo se detendrá y el sistema permanecerá en condiciones
número de ciclos de acuerdo con la información recogida por la monitorizaci i-si áticas, y este lapso estático en el que el pulmón no ha terminado de inspiiai peí o
continua del flujo, del volumen y de la presión. La combinación de estas variabl larapoco ha empezado a espirar, se agregará al tiempo inspiratorio. Se debe consig­
permite calcular la impedancia del sistema ventilador-paciente y, por lo tanto, ad nar aquí que en la V C V , el patrón de onda de flujo elegido también contribuye en
tar el valor de la variable de control a las nuevas necesidades del paciente (mod parte a modificar la duración del Tj para igual flujo pico y V f elegidos.
duales de VM ). Debemos señalar que si la onda de flujo seleccionada es cuadrática, el flujo será
Una de las características que define a los mv es la variable de control utilizad el mismo durante toda la inspiración, no así si la onda es desacelerada o sinusoidal.
sobre la base a esto es factible una división inicial de los mv: Se puede observar en la figura 8-1 las formas de onda en los ventiladores genera­
dores de flujo.
• Controlada por volumen o controlada por flujo (ya que volumen es igual a flujo La variable a monitorizar en estos modos será siempre la presión debido a que
x T,). E l operador programa el volumen o el flujo y el tiempo inspiratorio. El esta dependerá de los parámetros programados por el operador y de la impedancia
volumen así predeterminado no será sobrepasado durante la inspiración. del sistema respiratorio. Las variables programadas que pueden influir en la gene­
• Controlada por presión. El operador fija un límite de presión que no podrá ser ración de incremento de presiones en el sistema son la magnitud del volumen y la
sobrepasado durante la inspiración. magnitud del flujo pico inspiratorio, y el tipo de onda de flujo elegidos.
Otra variable que puede modificar el juego de presión, flujo y volumen es la rela­
Modos operativos de los ventiladores ción entre el tiempo inspiratorio y el tiempo espiratorio, conocida como relación
l:E. Como esta relación marca el porcentaje del Tj sobre el Tj en el total del ciclo
Existen básicamente dos formas de generar flujo a partir de un ventilador y modi­ ventilatorio, una relación I:E alta, mayor de 1:1, acorta lo suficiente el tiempo espi­
ficar así el estado de reposo del sistema respiratorio: ratorio como para no permitir que el pulmón llegue a la situación de reposo. Es
M o d o s v e n t ila t o r io s 187
186 G e n e r a lid a d e s y f i s i o p a t o l o g í a

mu. interrupción de la inspiración con la consiguiente disminución del V T. La ma­


ní desventaja de esta modalidad es la de no poder controlar la presión álveo ar
Bebido a que ésta variará con los cambios de distensibilidad o de resistencia al flujo
C reo inspiratorio, o en el caso de producirse un esfuerzo respiratorio del paciente
se opone a la presión generada por el ventilador para introducir el V T Ademas,
M se programan V r altos, se incrementará la presión alveolar. Otra desventaja de es-
L o d o ventilatorio consiste en que suele ofrecer un flujo inspiratorio Programado
n,listante; este tipo de flujo puede resultar inadecuado para las necesidades
pudente y con ello generar una desadaptación del enfermo al ventilador.

titilación controlada por presión


l os ventiladores actuales pueden funcionar como generadores de presión o como
ucmiradores de flujo/volumen de acuerdo con las características de fabricación del
uipo y de las variables establecidas en el panel de control. Cuando los ventilado-
Hg. 8-1. Registros de curvas de volumen-tiempo, flujo-tiempo y presión-tiempo durante la venli fe. funcionan como generadores de presión toman este parámetro como la variable
lación controlada por volumen. de control, es decir, la presión no puede superar un cierto lim ite indicado por el ope-
rmlor durante todo el ciclo inspiratorio. E l flujo es adaptado por el microprocesa
de manera que la onda de presión se mantenga en el mismo nivel durante toda
decir, que complete la espiración y por lo tanto se puede generar presión positiva a I» inspiración. Por lo tanto el flujo ofrecido resultará variable, por lo que la onda
l i n i o en esta m o d a l i d a d será desacelerada exponencial. ÍP r v \
nivel alveolar al fin de la espiración; esta presión positiva se conoce como aut
P E E P o P E E P intrínseca (P E E P i) . L a auto-PEEP se agrega al valor de la presi I I inicio del ciclo inspiratorio en la ventilación controlada por presión (P C )
pico al final de la inspiración para lograr el movimiento del mismo V T; la conse­ puede ser gatillado por la presión, el flujo o el tiempo. Es un modo limitado por pre-
cuencia será un aumento de la P E E P , de la presión meseta y de la presión media de Eón y ciclado por tiempo. E l flujo dentro del circuito del ventilador continua hasta
la vía aérea. que los valores de presión y tiempo que han sido establecidos se hayan logrado.
La mayoría de los ventiladores permite programar en V C V un determinado V , y Lina vez que la presión dentro del alvéolo (en realidad el ventilador estima la pre-
un patrón de llujo y el llujo máximo; sin embargo, algunos otros permiten progra­ Itóu proximal de la vía aérea) llega al nivel predeterminado el gradiente de presión
mar el volumen minuto respiratorio y la frecuencia respiratoria; el V T será una resul­ que provoca la existencia de flujo aéreo desaparece y el flujo cesa. Este proceso
tante de la interacción de estas variables. En otros ventiladores se puede progra lame gran importancia para el V T provisto en condiciones de alteración de la d.s-
el T, y el flujo inspiratorio, y el V T dependerá de estas dos variables (V = V x T UM.s.bUidad y de la resistencia al flujo aéreo. En la PCV, el tiempo inspira ono en
Otros también permiten programar el V T y el T,, por lo que en estos casos el flujo ,.| cual se mantendrán presurizados los alvéolos debe ser establecido por e opera-
no será una variable programada y dependerá de las dos anteriores (V = V_/T). I Si el T es demasiado corto puede cesar el flujo mucho antes de que el equi í-
En V C V el patrón de flujo y el V T ofrecidos no varían en todo el ciclo inspirato­ brio de presiones se logre entre el circuito y los alvéolos. Por el contrano, una
rio. La presión en la vía aérea es dependiente del flujo y del V T programados y tam­ prolongación del T, más allá del tiempo de equilibrio, no provoca un ulterior incre­
bién de la variación de la impedancia del sistema respiratorio (aumento de la mento de presión, pero tampoco conduce a un incremento en el T.
resistencia o disminución de la distensibilidad). 9 Las características de las ondas de presión y flujo de los mv controlados por pre-
nión se pueden ver en la figura 8-2.
Ventajas y desventajas d el m odo controlado por volum en I
Ventajas y desventajas de la ven tilació n controlada p o r presión
La mayor ventaja de esta modalidad es la de mantener a cargo del operador un
determinado volumen minuto respiratorio basal que puede ser incrementado por el I a mayor ventaja del mv controlado por presión es precisamente la propiedad de
paciente según se haya programado la sensibilidad, pero no puede ser disminuido. , sobrepasar un determinado lím ite de presión a nivel alveolar durante el ciclo res­
E l V T es constante a menos que existan pérdidas en el sistema o que se alcance el piratorio, lo que lim ita de esta manera la posibilidad de barotrauma (lim ite de pre
nivel de alarma de máxima presión en la vía aérea, situación en la cual se observa E ) E l flujo de gas es ofertado a la vía aérea a través de una onda de flujo
188 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 189

Ventilación con presión de soporte (PSV)


período inspiratorio, pero que no determina el fin de la inspiración; del ciclado,
Mayor esfuerzo del paciente variable que determina, alcanzado cierto valor preestablecido, el final de la inspira­
(Determina mayor flujo
pero igual presión)' ción y, por lo tanto, el comienzo de la espiración. Analizaremos a continuación la
f 2P. Interacción de estas cuatro variables.
«O*©I
g *g
CL > “- Magnitudes que intervienen en el ciclo ventilatorio
^ Respiración disparada ; - Variables inspiratorias
por el paciente

tiem po
O
'5*
5= _ El tiempo interviene como magnitud en la definición del tiempo total del ciclo
ventilatorio (T 1(rr), de la frecuencia respiratoria (f), del tiempo inspiratorio (T (), del
l tiempo espiratorio (T E), de la relación T / T ^ y de la relación T/TE (I:E ).
o -
£
• T,m: es el tiempo total que dura un ciclo ventilatorio, que en la ventilación nor-
I mal es de aproximadamente 4 segundos. También puede definirse en forma mate­
Fig. 8-2. Características de las ondas de presión-tiempo y flujo-tiempo en los modos ventilat mática por la fórmula:
controlados por presión.
60

desacelerada y el lormato de la onda no puede ser modificada por el operador. Po


lo tanto, el volumen será variable de acuerdo con la impedancia del sistema resp
ratorio o de acuerdo con la magnitud de los esfuerzos respiratorios del paciente y • f : es el número de ciclos respiratorios en l minuto. Normalmente es de 15. La t
por consiguiente, ésta será la variable dependiente que deberá ser monitorizada di también puede definirse en forma matemática por la fórmula:
una manera cuidadosa.
La ventaja del método consiste en que permite trabajar sin superar un límite di f = 60/Tlur
presión que resulte peligroso para la generación de una lesión pulmonar asocia
con la V M o para el desarrollo de trastornos hemodinámicos. • Tt: es el tiempo que dura la inspiración.
• I : es el tiempo que dura la espiración. Se calcula como:
Modos o estrategias ventilatorios
T e = (60/f) - T,
Un mv se encuentra totalmente definido a través de: a) el inicio de la inspiraci
que puede ser asistida o controlada según sea el paciente o el ventilador quien ini • T/Tnir: corresponde a las veces que el T, se incluye en el T.^.
cié el ciclo mandatario, respectivamente; b) cuál es la variable de control: presi • Relación I:E : resulta de las veces que el T, se encuentra incluido en el T B.
o volumen/flujo; c) cuál es la variable de fase que marca el fin de la inspiraci
tiempo, flujo o volumen, y d) las características de la espiración: tiempo y existen­ El ciclo ventilatorio se divide en dos tiempos: el T, y el T fi. E l T, depende en VC V
cia de presión positiva de fin de espiración. dd flujo y del V , programados por el operador. En cambio, en la PCV, el T, es esta­
Los mv son en realidad estrategias de ventilación que deben cambiarse de acuer­ blecido en forma directa en el panel de control (variable programada). Por el con­
do con las condiciones de cada paciente y con los momentos evolutivos de una afec­ trario, en presión de soporte (P S V ) el T ( depende del esfuerzo, de la f del paciente
ción determinada. y del flujo inspiratorio. El T E es tunción de la duración del T | y de la duración del
Las magnitudes físicas que se manejan en todas las estrategias ventilatorias son ( ido total, que a su vez depende de f. Toda vez que aumente el T, con una misma
cuatro, el volumen, el flujo, la presión y el tiempo. Todas interactúan entre sí y per­ ■ frecuencia o que aumente la f sin modificación de la T,, se reducirá el T E.
miten clasificar las estrategias de acuerdo con la función que se le otorga a cada una I .a relación I:E es una forma de definir cuántas veces entra el T, dentro del T E. De
de ellas, según se trate del gatillado, variable que interviene en el inicio del perí esta forma la relación I:E normal, que es 1:3 a 1:2, significa que el T E dura 3 o 2
do inspiratorio; del límite, variable cuyo valor programado no se supera en todo el veces más que el T „ pero de modo alguno esto permite saber el valor absoluto de
190 G e n e r a lid a d e s y f is io p a t o lo g ía M o d o s v e n t il a t o r io s 191

estos tiempos, excepto que conozcamos el valor absoluto de alguno de los dos. I lint
relación I:E de 1:2 puede corresponder a un T, de 1 segundo y un T hde 2 segundo»]
también a un T, de 0,5 segundos y un Tg de 1 segundo o a un T, de 2 segundos y uij
T t de 4 segundos.
Las mismas consideraciones valen para la relación T/TTOr, sólo que la relación
T/Ttot normal representa las veces que la inspiración está contenida en el ciclo ven
tilatorio total. Su valor normal es de 1:4 a 1:3. S i se conoce la relación I:E , por
ejemplo 1:2, la relación será de 1:3 (0,33). Esto es así debido a que la s u m í a
del numerador y del denominador de la relación I:E es igual a la suma de las p a rtí]
que dura la inspiración y la espiración. Así, si la relación I:E es 1:2, el ciclo venb
latorio total estará compuesto de dos partes de la espiración más una de la inspira*]
ción, es decir, tres, y la relación T , : ^ será 1:3 (figs. 8-3 y 8-4). \

Volum en

La capacidad pulmonar total resulta de la suma de la capacidad vital (C V ) m


el volumen residual (V R ). Recordemos que la C V es el volumen desplazado de:1 l' ig. 8-4. Curvas de presión-tiempo y volumen-tiempo; se observan los tiempos del ciclo ventila-
Iiiiio y se muestra la relación 1:E.
el punto de máxima inspiración hasta el de máxima espiración; el volumen que res
en los pulmones después de una espiración máxima es el volumen residual. E l vol
men que permanece en el pulmón tras una respiración normal es la CRF, que es I i presión requerida para mover el V T dependerá de la ¡mpedancia del sistema
suma del volumen de reserva espiratorio y el V R . E l V r es el volumen que ñor lóraco-pulmonar y, fundamentalmente, de la resistencia elástica del pulmón, repre­
mente se desplaza en el sistema respiratorio durante un ciclo ventilatorio no sentada en el concepto de distensibilidad pulmonar o de su inversa, la elastancia.
desde la posición de reposo C R F (fig. 8-5). ¡|j>s conceptos de distensibilidad y elastancia son explicados en otros capítulos de
La función central de la V M es precisamente desplazar el V T desde la posición d i
C R F e insuflar los pulmones, reemplazando el trabajo de los músculos respirato
De acuerdo con la enfermedad de base, el VTprogramado en V C V es de 6 a 10 m

Fig . 8-3. Registros de curvas de presión-tiempo y flujo-tiempo que muestran las relaciones en
los diferentes tiempos del ciclo ventilatorio. Relación I:E=1:2 Ppico = Presión pico. Fig . 8-5. Volúmenes pulmonares.
192 G e n e ra lid a d e s y fis io p a to lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 193

esta obra. Sin embargo, cabe consignar en este punto que a menor distensibili
pulmonar se deberá ejercer una presión mayor para lograr un mismo V T, con
incremento del riesgo de barotrauma.

Presión

En la V M se concibe como presión a la fuerza por unidad de superficie nece


ria para desplazar el V T. En medicina se han utilizado varios tipos de unidades par
medir la presión. A continuación se describen sus equivalencias en el cuadro 8-1.
Los regímenes de presión para movilizar el V , son distintos según nos encon
mos en modos controlados por volumen o por presión.
La descripción clásica de la curva de presión ha sido realizada para la VC V
ahora haremos referencia a ella. La presión resultante de introducir un determin
volumen en el tórax depende de la distensibilidad y de la resistencia del sistema. H
condiciones dinámicas durante la inspiración, es decir en presencia de flujo ins
ratorio, la presión máxima resultante de mover el V.r es denominada presión pico
se halla relacionada con la resistencia del sistema al flujo aéreo localizado en I p|||. K-6. Curva de presión-tiempo y flujo-tiempo; se destacan la presión pico y la presión meseta,
vías aéreas anatómicas y artificiales, como también a la impedancia del siste ■ se objetiva con la programación de una pausa inspiratoria en ausencia de flujo.

elástico del pulmón y la caja torácica. S i el flujo cesa y se imprime al sistema u


pausa inspiratoria, para retrasar la apertura de la válvula espiratoria, la presión q I .a medida internacional de flujo es m'/seg. En medicina se utilizan a menudo
se observa en la vía aérea proximal coincidente con la del manómetro del venti ■ros/minuto y litros/segundo. Las equivalencias son las siguientes: l m'/segundo =
dor, es la misma que la observada en el alvéolo. Esta presión es denominada /?/ II) I /segundo = 6 x KFL/minuto. E l flujo durante la V C V puede ser elegido por el
au, meseta o estática por las condiciones en que se la mide, y da una medida de Gpn udor en formas directa o indirecta, seleccionando el V T y el T |5 y se inicia con
distensibilidad tóraco-pulmonar (fig. 8-6). ■llores de entre 30 y 60 L/minuto equivalentes a 0,5 a l L/segundo. En este mv es
Io m M c también seleccionar la forma de onda del flujo inspiratorio. En la mayor
Flujo ■ lili- de los ventiladores existen tres tipos de ondas de flujo: a) constante o cuadrá­
tica: en este tipo de onda el flujo es el mismo durante toda la inspiración; b) desa-
La definición física de flujo es el volumen que transcurre por un conducto en ■lerada: en este caso el flujo es muy alto inicialmente y luego cae durante la
unidad de tiempo debido a la existencia de un gradiente de presión entre dos pu Inspiración, y c) sinusoidal: esta forma de onda es semejante al de la respiración
tos del conducto. Aplicado al sistema respiratorio su fórmula es: pero es muy poco utilizada en V M .
A diferencia de lo que ocurre en V C V en los modos controlados por presión, el
Flujo = V /T , finjo variará según las condiciones de impedancia del sistema respiratorio, del
■fuerzo del paciente y según la presión programada, pero siempre corresponderá a
Uha onda de flujo descendente exponencial (fig. 8-7).
C u ad ro 8-1. Eq u ivalen cias de las unidades de presión

Presión (P ) = f/sup = newton/m2


Piusa inspiratoria
Unidad internacional: pascal (Pa) = 1 newton/m2 ( onsiste en un intervalo de tiempo que se aplica al final de la inspiración, cuan­
1 kilopascal (kPa) = 1.000 paséales do ya ha cesado el flujo aéreo, sin que se abra la válvula espiratoria. E l paciente
1 Pa = 1 newton/m2= 20 dinas/cm2 queda en pausa inspiratoria y el volumen pulmonar se redistribuye en los alvéolos
1 cm H ,0 = peso de un cilindro de 1 cm' de agua al nivel del mar con diferentes constantes de tiempo a lo largo de ese lapso. La presión pico es refle-
1 cm H ,0 = 0,09806 kPA = 0,73 mm Hg = 1 milibar |o dc la fuerza que hay que aplicar al sistema respiratorio para vencer la suma de
Aproximadamente: 1 cm H ,0 = 0,1 kPa tus resistencias elástica y de la vía aérea. A l cesar el flujo aéreo durante la pausa ins-
|ilratoria, la presión remanente a nivel alveolar es una expresión de la resistencia
194 G e n e ra lid a d e s y fis io p a to lo g ía M o d o s ve n t ila t o r io s 195
64
• 8 ° , I I esfuerzo que el paciente debe realizar para abrir la válvula de demanda inspi-
551
£ E rtilnria es función del umbral establecido, de la variable utilizada (presión o flujo)
3. o
y ,|el diseño de la válvula de demanda propiamente dicha. Los retardos de apertura
mm muy diferentes, sea que se trate del trigger por presión o por flujo. E l registro
nm flujo es mucho más rápido debido a que este método se basa en mantener un
m.,.. continuo de gas durante la espiración. A l iniciar el paciente la inspiración se
0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 puduce un robo de flujo, lo que requiere menor esfuerzo que descender la presión
In el circuito para abrir la válvula. Mediante el empleo de la apertura por flujo se
logia descender el tiempo de apertura de la válvula a menos de 80 milisegundos.

'cntilación controlada y asistida

F ig . 8-7. Registros de presión-tiempo, volumen-tiempo y flujo-tiempo que muestran las carado


rísticas de los distintos patrones de flujo inspiratorio. En A se observa la morfología de flujo cu
terístico de la ventilación controlada por presión, desacelerado exponencial. B-E. diferentes ti
de ondas de flujo programables con la ventilación controlada por volumen/flujo. B . flujo cons
te; C , flujo con rampa ascendente; D, flujo desacelerado; E , flujo sinusoidal.
t \, titilación controlada: es el modo ventilatorio que sustituye totalmente la fun-
lón ventilatoria del paciente y, por lo tanto, es independiente de cualquier esfuer­
z o del enfermo; en este modo el ventilador provee ciclos ventilatorios de acuerdo
yon la programación realizada por el operador. En el gráfico de la curva de pre-
xuin/tiempo, la ventilación controlada se caracteriza por no presentar una deflexión
negativa de la onda de presión al inicio de la inspiración (fig. 8-8).
| Ventilación asistida: al contrario de la ventilación controlada, durante la ventila­
elástica tóraco-pulmonar, únicamente. Esta presión, denominada de meseta o plm ción asistida existe un esfuerzo activo del paciente que, una vez registrado provoca
au, es de utilidad para el cálculo de la distensibilidad pulmonar estática. E l dia el disparo del ventilador y al inicio de la inspiración, se observa una deflexión en la
ma de la pausa inspiratoria se puede apreciar en la figura 8-6. onda de presión, cuya magnitud dependerá del umbral de disparo establecido y del
frailo de adaptación del paciente al ventilador. En las figuras 8-9 y 8-10 se puede
Concepto de trigger o disparo observar la deflexión negativa de la onda de presión, como asimismo la diferencia
on el esfuerzo necesario para abrir la válvula.
E l trigger o disparo de la inspiración se refiere a la magnitud de una variable q
se debe alcanzar para que se inicie la fase inspiratoria. Cuando la ventilación es co
( iclado inspiración-espiración
trotada y no hay interacción paciente-ventilador, la variable que marca al inicio del
ciclo inspiratorio es el tiempo. Por ejemplo, para una f de 15 ciclos x minuto, el T , J I E l ciclado de la fase inspiratoria a la espiratoria o variable de fase es llevado a
será de 4 segundos; esto quiere decir que el ventilador “ esperará” ese tiempo y cabo a través del control de una magnitud que debe alcanzar un valor umbral deter-
comenzará la fase inspiratoria.
En la respiración asistida, la situación cambia porque el disparo lo efectúa el
paciente y el ventilador reconoce el esfuerzo inspiratorio realizado por los mú
los respiratorios; para ello es necesario programar un determinado nivel de sensi
lidad o umbral de la variable que obrará como gatillo: a mayor sensibilii
programada menor será el esfuerzo del paciente para disparar el ventilador y vici
versa. Las dos variables posibles actuantes en el disparo son presión y flujo: en el
i
primer caso el enfermo deberá generar un determinado nivel de presión en el cir­
cuito antes de que se abra la válvula de demanda inspiratoria, en el segundo debe
rá sustraer un determinado monto de flujo circulante para que se inicie la
inspiración. Si el modo es asistido-controlado se programa la sensibilidad, sea por
flujo o por presión, pero si pasados los 4 segundos (en el ejemplo anterior) no
Idg. 8-8. Curva de presión-tiempo. Ventilación controlada, la frecuencia respiratoria depende de la
hubiese por parte del paciente un esfuerzo suficiente como para llegar al umbral de programación realizada por el operador, el ventilador no detecta los esfuerzos inspiratorios del
sensibilidad programado, el ventilador disparará por tiempo. paciente.
196 G e n e r a lid a d e s y f i s io p a t o lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 197

hasta lograrlo, se produce el fin de la inspiración. Si existe una pausa inspirato-


I lia, es el tiempo de esta pausa lo que define el fin de la inspiración y la apertura
de la válvula.
• \,titilación controlada por presión: en este modo respiratorio la variable de con­
trol es la presión y, por lo tanto, la variable no programada es el volumen. E l V T
dependerá de la impedancia del sistema toracopulmonar. Dado que el volumen no
es programable, esta magnitud no puede obrar como un marcador de ciclado entre
I inspiración y espiración. En todos los modelos de ventiladores el tiempo inspira-
lorio es el parámetro que marca el fin de la inspiración en el modo controlado por
Fig . 8-9. Curva de presión-tiempo en un paciente con ventilación asistida. ■ presión.
• Presión de soporte: es un modo ventilatorio asistido, limitado por la presión, en
cl que la f y el V , dependen del paciente y no del ventilador. A l igual que en la
minado. Una vez alcanzado ese valor, el ventilador cierra la válvula inspiratoria y PCV, el V también dependerá de la impedancia del sistema respiratorio. E l pará­
abre la válvula espiratoria. La variable de ciclado de inspiración a espiración puedfl metro seleccionado para marcar el fin de la inspiración es el flujo inspiratorio.
ser de volumen, flujo, tiempo o presión. La selección de la variable depende (¡leí Como se muestra en la figura 8-2, en todos los mv cuya variable de control es la
modelo del ventilador y del modo ventilatorio. I presión, que se mantiene constante durante todo el ciclo inspiratorio, el flujo no
es programable y tiene una forma desacelerada. Por este motivo la variable que
• Ventilación controlada por volum en: normalmente es ciclada por volumen i se ha seleccionado como marcador de ciclado para pasar de la fase de inspiración
tiempo. Algunos modelos de ventiladores miden como variable al V , es decir] a la de espiración es el flujo. De acuerdo con el modelo de ventilador, la inte-
cuando se alcanza un V T determinado se produce el paso de la inspiración a la ; erupción de la inspiración se produce por la caída del flujo a un valor porcentual
espiración. Otros aparatos toman como variable de ciclado al T,, que en alguno» del flujo de inicio, por lo general 25%, o a un valor absoluto, habitualmente
ventiladores microprocesados es calculado en forma automática, tras el cual so 5 L/minuto.
cierra la válvula de demanda de flujo inspiratorio. jH • Ciclado por presión: fue el primer método que apareció en la historia de la V M
Sin embargo, en ambos casos la verdadera magnitud monitorizada por el ventila­ para el ciclado del ventilador. En este modo, la inspiración se interrumpe cuando
dor es el flujo inspiratorio. E l microprocesador calcula la integración del flujo cn la presión en el sistema alcanza un valor determinado previamente. A diferencia
el tiempo para conseguir el volumen corriente programado, y una vez alcanz I de los modos controlados por presión, este parámetro no queda fijo durante toda
este volumen, sea por este valor propiamente dicho o por el tiempo transcurrí la inspiración, sino que sube en forma gradual hasta alcanzar un pico determina­
do. En la actualidad, el ciclado por presión se utiliza sobre todo en ventiladores
de traslado, y no es un método de elección en pacientes con compromiso pulmo­
nar grave. Un respirador en V C V puede ciclar por presión cuando se alcanza el
máximo nivel de presión en la vía aérea, programado por el operador. A l activar­
se la alarma, la inspiración se interrumpe por seguridad.

En las figuras 8-11 y 8-12 se puede apreciar el formato de onda para los casos de
ciclado por tiempo y por flujo.

Presión positiva de fin de espiración

Habitualmente, al final de la espiración la presión alveolar debe caer a cero, es


decir, debe tener el mismo valor que la presión atmosférica. Sin embargo, como
forma de intervención terapéutica o como un hecho derivado de la afección, la pre­
sión de fin de espiración puede volverse positiva: a este hecho se lo reconoce con
Fig . 8-10. Curva de presión-tiempo con diferentes niveles de sensibilidad de disparo en la ven
lación asistida. En a se observa que para gatillar la inspiración se requiere un esfuerzo m ayor qui­ cl nombre de presión positiva de fin de espiración y su sigla es PEEP. La P E E P se
en b por la inadecuada programación de la sensibilidad de disparo. encuentra indicada en la mayor parte de las enfermedades que cursan con una dis-
198 G e n e r a lid a d e s y f i s io p a t o lo g ía M o d o s v e n t ila t o r io s 199

Esfuerzo

F ig . 8-11. Curva de presión-tiempo y flujo-tiempo para la ventilación controlada por presión


ciclada por tiempo. A igual presión límite, el aumento del tiempo inspiratorio resulta en un ii
mentó del volumen corriente.
Hg. 8-13. Curva de presión-tiempo con P E E P durante la ventilación controlada (arriba) y asistida
ton un adecuado umbral de sensibilidad de disparo (abajo).
minución de la C RF, pero aun en los casos en que se requiere una V M en pacie
con pulmones normales, como es el caso del postoperatorio inmediato de las gr
des cirugías, es aconsejable mantener un bajo nivel de P E E P con el objeto de Además puede observarse en relación con el uso de P E E P un deterioro de la fun­
tar el cierre de las zonas más dependientes del pulmón y la posterior reapert ción renal como consecuencia de la reducción del flujo plasmático renal, secunda­
las unidades alveolares en cada ciclo ventilatorio, con el consiguiente desarrollo d a a la disminución del volumen minuto cardíaco o por el efecto de la
tuerzas de tracción a nivel de la membrana alvéolo-capilar que pueden ori>'in vasoconstricción renal producida por el aumento de la secreción de hormona anti-
desgarro.
diurética inducida por PEEP.
La aplicación de la P E E P permite incrementar la C R F y desplazar el bucle del E l sodio plasmático suele tener un comportamiento muy difícil de predecir; la
a través de la curva de presión/volumen estática, y es el método más impo secreción incrementada de hormona antidiurética, sin responder a un estímulo
para lograr la reapertura alveolar y el reclutamiento de áreas colapsadas del pulm osmótico, puede inducir hiponatremia. No obstante la reducción de factor natriuré-
(figs. 8-13 y 8-14). lico auricular, también inducido por P E E P , en ocasiones contribuye a la hiperna-
A sí como el agregado de P E E P determina efectos beneficiosos, también tiene el tremia.
tos secúndanos o adversos que se deben monitorizar. Entre las complicación
diovasculares, la más importante es la caída del volumen minuto cardíaco, secun
C PT
a un efecto directo sobre el miocardio, a interdependencia ventricular o por reduce
del retomo venoso, con la consiguiente disminución de la precarga ventricular.

Paw
(cm H20 )

Insp.
V !
(L/minuto)
Esp.
i
lig . 8-14. Curva de presión y volumen con capacidad pulmonar total. Efecto de niveles crecientes
Fig . 8-12. Curva de presión y flujo para la ventilación limitada por presión y ciclado por flujo
ile P E E P en la distensibilidad pulmonar.
200 G e n e r a l i d a d e s y f i s io p a t o l o g ía M o d o s v e n t il a t o r io s 201

La P E E P no sólo resulta de la aplicación de presión en la vía aérea al fin de ln


espiración, sino que también es producto del atrapamiento aéreo en el pulmón. Esta
efecto puede resultar' de una disminución del tiempo espiratorio, producto de un
incremento en la f, de un incremento de la relación I:E o de una elevación dc la
resistencia espiratoria al flujo aéreo. En todos los casos, el flujo espiratorio no ce
al final de la espiración y queda un remanente de volumen en el pulmón con el co
siguiente incremento de la C R F e hiperinsuflación. Su consecuencia será la exis
tencia de un gradiente de presión positiva entre el alvéolo y la atmósfera al inici
del siguiente ciclo inspiratorio. E l fenómeno conocido como auto-PEEP se anal i/
en el capítulo correspondiente a V M en el paciente con enfermedad obstructiva.

Ventilación mandatoria intermitente

Fue un modo propuesto por primera vez por Down y cois, en 1973 como una téc­
nica que permitiría la retirada progresiva de la V M . No obstante, tiene aplicaciones
como un método de soporte parcial o total de acuerdo con el nivel de asisten l l«. 8-15. Registro de una curva de presión-tiempo durante la ventilación con S IM V . L a IM V com­
bina la ventilación m ecánica con la respiración espontánea del paciente. Para evitar que la insu-
suministrado.
Iliición mecánica se aplique en la fase espiratoria espontánea, la S IM V crea una ventana de tiempo
En la ventilación mandatoria intermitente (IM V ), como modo ventilatorio parcial, timante el cual el ventilador sincronizará el disparo de la ventilación mandatoria en respuesta a un
el aparato suministra ciclos inspiratorios mecánicos obligados (mandatorios), qu *» fuerzo espontáneo. L a duración de la ventana de sincronización está determinada por las carac-
están programados en una baja frecuencia y cuyas características dependen de la p Iri M icas propias del aparato, y su frecuencia se ajusta con el control de frecuencia de S IM V . Si
Ito detecta ninguna respiración espontánea durante esta ventana de espera, el ventilador iniciará
gramación que realiza el operador (ciclos controlados por volumen o por presi
Una respiración mandatoria controlada.
con las variables que el operador establezca). Además, el paciente podrá reali
entre estos ciclos mandatorios respiraciones espontáneas con V T, T, y flujo propi
utilizando el aparato únicamente como una fuente de gas, humidificado, calentado y] • S IM V con sistemas a demanda: en los sistemas a demanda, para que se suminis­
con una fracción de oxígeno conocida. Se considera asistencia ventilatoria tot tre flujo de gas con cada ciclo ventilatorio espontáneo, la válvula de demanda ins-
cuando el número de respiraciones mandatorias es igual o superior a 8 rpm. piratoria del ventilador deberá abrirse cuando el esfuerzo inspiratorio del paciente
En la ventilación mandatoria intermitente sincronizada (S IM V ), el ventila active el mecanismo de disparo por presión o por flujo, según corresponda.
modula la periodicidad del disparo de la inspiración mecánica programada, dc
modo que coincida con el esfuerzo inspiratorio del paciente. Si no se produce nin E l trabajo respiratorio y el consumo de oxígeno son habitualmente mayores con
guna respiración espontánea durante esta ventana de sincronización, el ventila los sistemas de demanda en relación con los de flujo continuo.
iniciará la ventilación y sobrevendrá un ciclo mandatorio, gatillado por tiempo. S
por el contrario existe un esfuerzo inspiratorio, comenzará un ciclo mandatorio, en
Ventajas propuestas
este caso asistido, gatillado por el paciente (fig. 8-15).
• Dism inuye los requerim ientos de sedación: la posibilidad de interacción con el
Técnicas de aplicación ventilador depende de maximizar el esfuerzo inspiratorio espontáneo del pacien­
te, por lo tanto los sedantes y narcóticos deberán ser utilizados prudentemente de
• S IM V con sistemas de flu jo continuo: en los sistemas de flujo continuo se pr manera que no supriman la ventilación espontánea.
grama un flujo de base que se mantiene constante. El gas que circula es medí • Provoca m enor presión media en la vía aérea: en relación con la ventilación con
de manera continua tanto en el circuito inspiratorio como en el espiratorio, dá presión positiva intermitente, la SIM V , al alternar períodos con respiración
modo que cuando el paciente inspira recibe de inmediato el gas circulante y el espontánea, disminuye la presión media de la vía aérea. Esto resulta, como con­
valor del flujo medido a nivel de la válvula espiratoria resulta ser inferior al flujo secuencia de una menor presión intrapleural, en una mejoría en el retorno veno­
de base. Cuando esta diferencia entre el flujo de base y el flujo espiratorio ale so, en el volumen minuto cardíaco y en la oxigenación tisular. Además permitiría
za el umbral de sensibilidad de flujo prefijado, la válvula del circuito inspirato utilizar altos niveles de P E E P minimizando el riesgo de depresión cardiovascular
se abre y suministra gas inspiratorio suplementario. o de barotrauma.
20 2 G e n e r a l i d a d e s y f is io p a t o l o c ía M o d o s v e n t il a t o r io s 203

• M ejora la relación ventilación/perfusión: en un sujeto normal que respira de • Increm enta el trabajo respiratorio y conduce a la fatig a m uscular respiratoria:
forma espontánea en decúbito supino ocurre una disminución de la C R F sccuii la inadecuada selección del circuito con alta resistencia ¡nspiratoria, la presencia
daria al desplazamiento del contenido abdominal, y debido a que el diafragma de un tubo endotraqueal de pequeño calibre o válvulas de P E E P con alta resis-
funciona con mayor eficacia mecánica en las zonas posterobasales, las áren* icncia al flujo pueden conducir al aumento de la carga del trabajo impuesto por
mejor ventiladas se encuentran en las zonas dependientes del pulmón, en coinci­ la SIM V , que sumado al incremento del trabajo propio de la enfermedad del
dencia con la distribución de la perfusión pulmonar. En el paciente ventilado, c o j paciente, puede conducir al fracaso del método. Forzar a un paciente a respirar
P E E P y sin respiración espontánea, la relación ventilación/perfusión se altera. In espontáneamente cuando es incapaz de hacerlo conduce a una ventilación inefi­
mayor ventilación se dirige hacia las zonas no dependientes (anteriores) m.is caz y mal coordinada, y a una fatiga muscular respiratoria con el consiguiente fra-
complacientes, mientras que la perfusión no se modifica. Por lo tanto, aumenta cl ( aso del método y la prolongación del tiempo de VM .
espacio muerto en la parte anterior del pulmón, y el shunt en la posterior. A l per - |
m itir la respiración espontánea entre las ventilaciones mecánicas obligadas, In SIM V como método de destete
S IM V tiende a disminuir estas alteraciones y mejorar la relación ventilación/per­
fusión. J La IM V fue descrita por primera vez como una técnica de retirada progresiva de
• Previene la atrofia m uscular respiratoria: la falta de uso de los músculo» la VM con resultados exitosos, aun cuando otras técnicas habían fracasado. A pesar
esqueléticos respiratorios durante la ventilación controlada conduce a la atrolin di que la S IM V como método de destete es ampliamente utilizada en las unidades
del diafragma y de los músculos accesorios de la respiración. La S IM V tiene In di- cuidados críticos, los estudios comparativos prospectivos y aleatorizados no han
ventaja de minimizar este problema porque, de acuerdo con el nivel impuesto dfl mostrado su superioridad frente a otras técnicas.
ventilación espontánea, permite ejercitarlos y favorece la sincronización entre el Recientemente, un estudio multicéntrico europeo publicado por Brochard y cois,
movimiento del diafragma y los músculos de la pared torácica. No obstante, si puso de manifiesto que el método de presión de soporte es superior a los otros méto­
se les exige más allá de sus posibilidades, resulta en el desarrollo de fatiga, dis­ dos tradicionales S IM V y tubo en “ T” , y además se observó que los pacientes del
minución de la fuerza muscular e incoordinación, por lo cual se aconseja siem­ po IM V presentaron una tasa más alta de fracasos y tuvieron necesidad de perío-
pre asociar ventilación con presión de soporte a las respiraciones espontáneas I os de destete más prolongados. Con posterioridad, Esteban y cois, compararon la efi-
para lograr maximizar el trabajo respiratorio y que no conduzca a una fatiga 1 •ia de la SIM V , la presión de soporte, la prueba única diaria y las múltiples pruebas
muscular. de lubo en “ T". Las técnicas que resultaron más efectivas fueron las que incluyeron
• E vita la alcalosis respiratoria: la disminución de la incidencia y la intensidad <lc pruebas de tubo en “T ” frente a la presión de soporte y, especialmente, a la SIM V.
la alcalosis respiratoria en relación con el modo asistido/controlado, resulta en la Existen estudios publicados que muestran que es uno de los modos más usados
capacidad que tiene el paciente para regular la ventilación espontánea y adecuar- I en las unidades de terapia intensiva en forma aislada o en combinación con otras
la para satisfacer las demandas fisiológicas, en la medida que los mecanismos de I técnicas, pese a que aún es controversia! en cuanto a su superioridad como estrate­
control respiratorio estén normales. Sin embargo, algunos estudios no han gia ventilatoria.
demostrado que la S IM V sea superior a otros modos frente a la normalización ti Las ventilaciones mecánicas obligadas pueden programarse de modo que sean
pH, lo que sugiere que la condición del paciente y el esfuerzo respiratorio co controladas por presión o volumen, y se recomienda sumar presión de soporte a las
tribuían más al desarrollo de alcalosis respiratoria que la estrategia ventilat ventilaciones espontáneas con el objeto de compensar el aumento del trabajo pro­
elegida. ducido por el tubo endotraqueal, las válvulas de demanda, el flujo inspiratorio del
ventilador y la presencia de auto-PEEP.
Desventajas observadas
Ventilación con presión de soporte
• Aumenta e l riesgo de hipoventilación-hipercapnia: durante la ventilación con
SIM V , el volumen minuto respiratorio depende de la suma de la V M a baja fre­ Es un mv parcial que apoya el esfuerzo inspiratorio espontáneo del paciente con
cuencia y la aportada por la respiración espontánea; una disminución en esta últi el empleo de una presión positiva previamente seleccionada; la cual una vez alcan­
ma resulta en hipoventilación alveolar, hipercapnia y acidosis respiratoria. Por lo zada, se mantiene constante durante toda la fase ¡nspiratoria, y que cesa cuando
tanto, es necesaria una adecuada selección de los pacientes, quienes deben tener cierto umbral de flujo mínimo es alcanzado. Es un mv gatillado por el paciente,
un control respiratorio central conservado y además se debe evitar el uso de fár­ limitado por presión y ciclado por flujo (fig. 8-16).
macos que depriman el sistema nervioso central. Los relajantes neuromuscul La inspiración comienza cuando el ventilador reconoce el esfuerzo inspiratorio
están formalmente contraindicados. espontáneo del paciente por medio de un sistema de disparo sensible y de rápida
204 G e n e r a l i d a d e s y f is io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 205

Mayor
permite optimizar, de acuerdo con las demandas ventilatorias particulares, la inte­
rneción del paciente y el ventilador. Un flujo inicial alto genera una onda de presión
co .(0 i Cuadrada, que puede inhibir la actividad muscular adicional; un flujo más lento con­
® >E
Q . jn duce a un ascenso más gradual hasta la presión seleccionada, y puede aumentar el
c
d) Irubajo respiratorio del paciente. En general, el flujo inicial máximo será el óptimo
ni pacientes con una distensibilidad disminuida y un impulso respiratorio aumen­
tado En algunos equipos también es posible programar a demanda los criterios de
c linio en el que se produce el ciclado, el que puede variar entre el 5 y el 50%.

I
o
D I fri tos fisiológicos

• Disminuye el trabajo respiratorio: a medida que se incrementa el nivel de presión


dc soporte, la contribución del esfuerzo del paciente en cada respiración disminu­
Fig . 8-16. Curvas de presión-tiempo y flujo-tiempo durante la ventilación con presión de s o p o t» ye y el trabajo respiratorio es desplazado desde el paciente hacia el ventilador. Una
E l paciente dispara la inspiración, y la presión en la vía aérea se mantiene constante con un flujo vez que se ha programado suficiente PSV para disminuir el trabajo a muy bajos
desacelerado de gas, tanto tiempo como dure el esfuerzo inspiratorio. E l ventilador cicla cuando i niveles, el aumento de ésta sirve sólo para incrementar el V , (fig. 8-17).
el flujo inspiratoro disminuye a un porcentaje predeterminado del flujo pico inicial. En la PSV , el]
nivel de presión de la vía aérea es preseleccionado. mientras que el paciente mantiene el control
• M odifica las características del trabajo realizado: a medida que aumenta la
del (lujo y el tiempo inspiratorio, del volumen corriente y el volumen minuto y de la fre cu e n cij carga impuesta a los músculos respiratorios, se observa una modificación del
respiratoria. A la derecha, el paciente aumenta el esfuerzo y produce un tiempo inspiratorio má» patrón respiratorio con una disminución del V T y un incremento de la frecuencia
largo, que resultará en un volumen corriente mayor.
respiratoria. Es lo que se denomina respiración rápida y superficial. A l realizar un
! apoyo a la inspiración, la P S V produce una reducción de la carga impuesta a los

respuesta a pequeños cambios de presión, de flujo o una combinación de ambos, de


acuerdo con las características del aparato.
Cuando el ventilador detecta la inspiración presuriza el circuito y suministra un
flujo inspiratorio alto; de la aceleración del flujo de presurización y, por lo tanto del
flujo inicial que es suministrado por el ventilador, dependerá el tiempo al final del
cual se alcanzará la meseta de presión. Durante el resto de la inspiración, el flujo
controlado por el microprocesador es desacelerado, las características de la onda de
flujo dependen del nivel de soporte programado, de las propiedades mecánicas del
sistema respiratorio y del esfuerzo inspiratorio del paciente, y mantiene constante I
la presión en la vía aérea, sin sobrepasar el nivel prefijado.
E l ciclado de inspiración a espiración en la P S V se realiza cuando se alcanza un
nivel de flujo mínimo, usualmente el valor umbral es el 25% del flujo pico inicia
o un nivel absoluto de flujo (2-6 L/minuto). Otros criterios utilizados para termina.,
la inspiración son la aparición de una sobrepresión en el circuito de 1 a 3 cm de H O
por encima del nivel de presión de soporte (P S V ) fijado, o un límite de tiempo pama
la inspiración espontánea, habitualmente de 3 segundos, que actúan como mecani
mos automáticos de seguridad y evitan una insuflación pulmonar excesiva.
Esta forma de ventilación le permite al paciente controlar su propia frecuencia
respiratoria, la duración del tiempo inspiratorio respecto del espiratorio de cada Fig. 8-17. Bu cle de presión esofágica-volumen en un paciente con diferentes niveles de PSV . E l
ciclo, el flujo en la vía aérea y, por lo tanto, el V T y el volumen minuto. | trabajo respiratorio está representado por el área sombreada a la izquierda, debajo de la curva ins­
piratoria del bucle presión-volumen. Sin PSV , grandes variaciones de la presión esofágicas se aso­
En los nuevos ventiladores se puede modificar la velocidad de presurización del
cian con un pequeño volumen corriente, mientras que con 20 cm de H .O de PSV . modificaciones
sistema (rise time) hasta alcanzar el valor constante de presión inspiratoria, lo que menores en la presión esofágica se relacionan con un volumen corriente mayor.
206 G e n e r a l i d a d e s y f is io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 207

músculos respiratorios y, por lo tanto, modifica las características del trabajo r* Cuando es utilizado para el proceso de separación del paciente del ventilador, se
o al disminuir la frecuencia respiratoria y aumentar el V recomienda usar niveles de presión de soporte de 15 a 20 cm de H ,0, descender el
• M ejoro la sincronía paciente-ventilador: la sincronía paciente-ventilador pue nivel de soporte de a 2 cm de agua cada 10-15 minutos, y controlar que la frecuen-
definirse como la adecuada interacción entre las demandas del paciente v eia respiratoria no supere los 25 a 30 por minuto y que la tolerancia del paciente al
soporte provisto por el ventilador, en términos de sincronización en el tiemp tlr icenso del soporte sea buena. Si el paciente tolera niveles de soporte de 5-10 cm
entrega de volumen de gas. En este sentido, la P S V presenta una óptima sinc .li agua por espacio de 30 a 120 minutos sin signos de intolerancia, se evaluará la
nía con la actividad del paciente, ya que está diseñado para reconocer el inici extubación.
el fin de cada esfuerzo espontáneo, y para adaptar el flujo inspiratorio medio a I Programar valores bajos de 5-10 cm de H.O ayuda a compensar el componente
demandas particulares del paciente.
resistivo del trabajo respiratorio impuesto por los circuitos al respirar a través del
• Intercam bio gaseoso: los efectos de la P S V en el intercambio gaseoso consis luho endotraqueal, y el trabajo relacionado con el sistema de válvula a demanda.
en mejorar la ventilación alveolar, con una disminución del CO, y, en cons La P S V es un modo de soporte ventilatorio que torna más confortable la respi-
cuencia, corregir la oxigenación cuando se asocia con hipoventilación secund nii ión espontánea y además ofrece una manera de ajustar tanto la magnitud como
a un patrón ventilatorio anormal. Sin embargo, es posible que influyan otros fa I i i s características del trabajo respiratorio, de forma que sean sincrónicos con el
tores en la oxigenación en P S V como cambios en el consumo de oxígeno, mod esfuerzo del paciente. E l aumento progresivo del nivel de soporte transfiere tra­
íicaciones en el espacio muerto y alteraciones en la distribución de la ventilaci ba |o del paciente al ventilador y proporciona una mayor sincronía en la interac­
ción paciente-ventilador. Estas características determinan que la P S V sea una de
Complicaciones las técnicas de elección en cualquier paciente que requiera soporte ventilatorio
parcial prolongado o durante el período de retirada progresiva de la ventilación
La PSV es un modo limitado por presión y por lo tanto ni el V. ni el V están n artificial.
determinados E l volumen suministrado dependerá de la mecánica respiratoria de
paciente, por lo que no es una estrategia aconsejable ante la posibilidad de inc
Ventilación controlada por presión
memos importantes de la resistencia en la vía aérea o una marcada disminución d
la distensibilidad pulmonar.
Fue en parte descrita más arriba, pero debemos resaltar que es un mv limitado
La ausencia de ciclos controlados obliga a la presencia de un adecuado impulso por presión y ciclado por tiempo. Cuando la inspiración se inicia, sea por tiempo o
respiratorio espontaneo. Los ventiladores que ofrecen P S V poseen complejos siste­ porque el paciente dispara el ciclo, se genera un gradiente de presión entre la vía
mas de segundad y alarma que, en el caso de que el paciente presente períodos de arrea abierta y el alvéolo que producirá un movimiento de gas, cuya cantidad y
apnea, activan una forma ventilatoria alternativa. ■ velocidad dependerán de la resistencia al flujo, de la distensibilidad pulmonar, del
f programado y del eventual esfuerzo muscular.
Utilidad clínica ]| Durante la inspiración, la presión en la vía aérea se mantiene constante, con la
entrega de un flujo desacelerado de gas, hasta que el ventilador cicla por tiempo
La ventilación con presión de soporte sería el modo más beneficioso para los (fig. 8-18).
pacientes que t.enen los mecanismos de control respiratorio normales pero una ina­ Los parámetros a programar son la sensibilidad de disparo, la frecuencia respira­
decuada ventilación. La programación inicial del soporte requerido depende del tra­ toria mínima, el T (, la PEEP, la FIO , y el valor de presión máxima o el nivel de pre­
bajo respiratorio necesario para vencer las resistencias impuestas por los circui sión sobre la PEEP, que es la variable independiente o programada que limitará la
del ventilador y de la gravedad de la alteración respiratoria y, por lo tanto, de las lase inspiratoria. Cuando la presión es la variable límite, las variables dependientes
características de la mecánica respiratoria de cada paciente. Se propone ajustar cl o no programadas son el flujo y el volumen. En consecuencia, estas últimas se verán
nivel de PSV para lograr un V, de 7 a 10 mL/kg o bien obtener una frecuencia res influidas por el esfuerzo inspiratorio del paciente así como por cambios en la dis-
piratona de alrededor de 20 a 30 por minuto. Otro método para optimizar la venli- lensibilidad y la resistencia del sistema respiratorio.
acion con presión de soporte es analizar la supresión de la actividad contráctil de
los e s c u lo s inspíratenos accesorios, en especial el esternocleidomastoideo. El
Ventajas
nivel de la P E E P se ajustara para mantener un volumen de fin de espiración óptimo.
En pacientes con altas demandas ventilatorias se requieren niveles de PSV supe­ Por su capacidad de entregar un alto flujo de gas con un perfil desacelerado, sería
riores a 25 cm de H.O; con estos valores el trabajo respiratorio se reduce casi a cero cl modo de elección en los pacientes con una alta respuesta del centro respiratorio
y se comporta como un modo de soporte ventilatorio total.
y una elevada demanda de flujo al inicio de la inspiración ya que podría mejorar la
208 G e n e r a l i d a d e s y f is io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 209

t u nte. La programación de un límite de presión garantiza que no será aplicada a


ningún alvéolo una presión mayor que la prefijada durante el ciclo ventilatorio.
Mediante la selección del valor límite de presión en la vía aérea, automáticamente
sr limita la presión alveolar pico. Sin embargo, durante la ventilación asistida, la pre­
sión negativa intrapleural generada por los músculos respiratorios ocasiona que la pre­
sión transpulmonar (P alveolar - P pleural) sea mayor que el nivel de presión máximo
pi( seleccionado. La presión alveolar media se relaciona de forma lineal con la pre-
Món límite y la relación T /T ^ , y no se ve afectada por cambios en la frecuencia y la
impedancia del sistema respiratorio. En consecuencia, el impacto de la presión pro­
gramada en la presión alveolar media será fácilmente controlable y predecible.
t t El desarrollo de auto-PEEP, en caso de que existiera, reduce la presión efectiva
Iniciada Iniciada para la ventilación y, en consecuencia, disminuye el V T.
por el paciente por tiempo

Fig. 8-18. Curva de presión-tiempo con ventilación en presión control. La inspiración se inicia co Ventilación con relación l:E invertida
el esfuerzo inspiratorio del paciente o por tiempo; durante la inspiración se alcanza el nivel preli
jado de presión y, una vez transcurrido el tiempo inspiratorio programado, el ventilador cicla
En 1971, Reynols comunicó que la ventilación con un tiempo inspiratorio pro­
espiración.
longado mejoraba la oxigenación en neonatos con membrana hialina. Más tarde,
diversos investigadores han estudiado diferentes métodos para extender la fase ins­
sensación de disnea en estos pacientes y, en consecuencia, optimizar la sincroni piratoria del ciclo ventilatorio en pacientes con síndrome de dificultad respiratoria
ción entre el paciente y el ventilador. i (distrés) aguda (SD R A ). Muchos de estos investigadores incrementaron el tiempo
Las características del flujo desacelerado pueden mejorar el intercambio gase inspiratorio al punto de invertir la relación inspiración/espiración (L E ) convencio­
so, efecto que teóricamente se explica por una mejor distribución del gas en el pul nal de 1:2 hasta valores tan altos como 4:1.
món con propiedades mecánicas heterogéneas, es decir, con constantes de tiem La ventilación con relación I:E invertida (IR V ) se caracteriza porque la relación
alveolar diferentes. T I E programada en el ventilador es igual o mayor de I . Puede ser implementada con
Los modos limitados por presión evitan la exposición del pulmón a altas presio­ ventilación controlada por presión (PC V-IRV) o ventilación controlada por volu­
nes en la vía aérea y son capaces de compensar pequeñas fugas en el sistema; por men (VC V-IRV) (cuadro 8-2).
lo tanto, son útiles en pacientes en los que la vía aérea no puede ser complétame:; Durante la IRV, al final de una inspiración prolongada se produce el equilibrio en
te sellada, por ejemplo, debido a la presencia de una fístula broncopleural. lodas las unidades alveolares, y la siguiente insuflación ocurre justo antes de que
ellas mismas caigan por debajo de su volumen de cierre. En consecuencia, mejora
Complicaciones la distribución del gas intrapulmonar, incrementa el reclutamiento alveolar y per­
mite el equilibrio entre las unidades alveolares con diferentes constantes de tiempo,
Los modos centrados en la presión garantizan que la presión se mantenga cons­ lo que conduce a una distribución de la ventilación más uniforme, con una mejoría
tante a expensas de variaciones del V T. En la PCV, la ventilación alveolar depen del intercambio gaseoso. Este mv se utiliza para ventilar pacientes con una afección
de la distensibilidad del sistema respiratorio, de la resistencia tanto inspiratoria pulmonar que provoque una disminución de la distensibilidad pulmonar y tenden­
como espiratoria, y de la magnitud de la presión establecida por el operador, de la cias a la aparición de atelectasias y el SD R A ; sin embargo, no se ha demostrado que
f y del Tr Con la disminución de la distensibilidad pulmonar oel incremento de la su uso cambie finalmente la mortalidad en estos casos. Existe asimismo una alta
resistencia de la vía aérea, aumenta el riesgo de hipoventilación alveolar inadverti­ probabilidad de generar auto-PEEP por la disminución del tiempo espiratorio y la
da debido a que la presión permanecerá constante a expensas de disminuir el volu­ consiguiente limitación del vaciado del pulmón.
men entregado.

M étodos para aum entar e l tiem po inspiratorio


Características particulares
En la VC V, la disminución del flujo inspiratorio con una frecuencia respiratoria
La PC V suministra un flujo desacelerado, que habitualmente cesa antes del final constante permite incrementar el tiempo inspiratorio. Este método desperdicia la
de la inspiración, siempre y cuando el tiempo inspiratorio predeterminado sea sufi- parte inicial de la inspiración debido a que permite que unidades alveolares inesta-
210 G e n e ra lid a d e s v fis io p a to lo g Ía
M o d o s v e n t ila t o r io s 211

C u ad ro 8-2. Comparación entre VCV-IRV y PCV-IRV

Volumen co ntro l Presió n co ntro l

V EN TA JA S
Garantiza el volumen corriente Control preciso de la presión pico
Controla la onda de flujo inspiratorio Flujo inspiratorio desacelerado
Ampliamente disponible Mejor tolerado, con menor sedación
Mayor familiaridad con el modo No aumenta la presión de distensión pico Ofl
Permite una transición gradual desde asincronías respiratorias o cambios dc ln
la ventilación convencional relación I:E

D ESV EN T A JA S
Se debe realizar una monitorización Variación del volumen corriente con camhl<|
estricta por las variaciones en la en la impedancia respiratoria o alterador
presión alveolar pico en la frecuencia o en la relación 1:E; se
Habitualmente se requiere sedación requiere una monitorización cuidadosa <!«
profunda para evitar asincronías la ventilación minuto
respiratorias No se encuentra disponible en todos los ven]
tiladores
Modo ventilatorio poco familiar
Mayor fuerza de cizallamiento por el alto
flujo pico inicial

bles permanezcan colapsadas una vez iniciada la fase inspiratoria del ciclo venti
torio (fig. 8-19A). ■
Además, en la V C V se puede programar una pausa inspiratoria prolongada d
pués de que el V T fue entregado, que se suma a la inspiración, prolonga el T y q
resulta en la inversión de la relación I:E . No obstante, este método puede gen
una presión pico que sobredistienda zonas más complacientes antes de alcanzar
presión meseta correspondiente con la pausa inspiratoria, la cual puede hallarse
debajo de la presión crítica requerida para mantener abiertas las unidades alvet!
res inestables (fig. 8-19B).
En la PCV, el flujo inspiratorio es al principio alto, lo que refleja la diferencia
fl||. 8 19. Diferentes estrategias utilizadas para prolongar el tiempo inspiratorio en ventilación
presión entre la vía aérea central y los alvéolos; con posterioridad el flujo desacate l’iuiiinlada por volumen/flujo y con un volumen corriente determinado. A. Reducción del flujo ins-
rado mantiene constante la presión programada durante la inspiración. La se le cciJ liliiiiorio máximo. B. Incorporación de una pausa inspiratoria. C. Cambio del patrón de flujo a
apropiada del T, o de la relación I:E y de la frecuencia respiratoria permitirá inveiut pwmuTlcración.
la relación. Datos experimentales sugieren que la patente de flujo desacelerado es l.i
que logra una mejor distribución de la ventilación y una mayor presión media d] rproducto distensibilidad-resistencia alto, y que requieren períodos de tracción pro-
la vía aérea en relación al flujo constante, para cualquier V.r y T (fig. 8 - l9 C ).^ * «igados para mantenerse abiertos. Este efecto de reclutamiento alveolar obtenido
ion la prolongación de la inspiración podría ser tiempo-dependiente y desarrollar­
Ventajas ía en forma progresiva.
I .a presión alveolar media influye sobre el intercambio gaseoso y, en general, se
Cuando se prolonga el T(, la ventilación se redistribuye principalmente en InJ minute que la presión media de la vía aérea es equivalente a la presión alveolar
alvéolos que tienen constantes de tiempo más largas, es decir, en los que tienen mi Bicdia. La ventilación con el tiempo inspiratorio prolongado mejora la oxigenación
21 2 G e n e r a l id a d e s y f is io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 213

al incrementar la presión media de la vía aérea, que conduce a la apertura de


■||in lenca durante todo el ciclo ventilatorio. Puede ser suministrada a pacientes
oíos colapsados y a una redistribución del agua pulmonar. A diferencia dc la I
■Ni vía aérea artificial o por medio de una interfase adecuada con ventilación no
extrínseca, este aumento de la presión media no se logra a expensas de una
Estrictamente, no es un modo ventilatorio ya que el paciente no recibe
presión de distensión pico, siempre y cuando no ocurra un atrapamiento aéreo j H
m in o inspiratorio y respira sólo de manera espontánea desde el valor de presión
nificativo. La presión inspiratoria sostenida puede ser más efectiva para áireai ii|3
Htizti•ini.ulo por el operador (fig. 8-20).
dades alveolares poco ventiladas o atelectásicas y facilitar el intercambio g a s e o J
I n respiración espontánea con presión positiva continua en la vía aérea (C PA P)
Por último, si el tiempo espiratorio se disminuye al punto de generar auto l ’l I I'
k|m utilizado para tratar a pacientes con IR aguda capaces de mantener una venti-
ésta actuará de manera semejante a la P E E P extrínseca para prevenir el colap\o^|
■N Imii espontánea efectiva. Los efectos beneficiosos de la C PA P en el paciente
fin de espiración de unidades alveolares.
Btomrmico se deben al aumento de la capacidad residual funcional, a que previe-
Otra ventaja de la IR V es que la prolongación del T ( puede reducir el c s p iM
H d colapso alveolar espiratorio y a la disminución del cortocircuito (shunt) intra­
muerto por una mejor eficacia de la ventilación colateral, por lo que permitiría di J pulmonar. Por otro lado, mejora la distensibilidad pulmonar por reclutamiento
minuir el V.r, el volumen minuto y las presiones de insuflación.
P io la r , que reduce el trabajo muscular respiratorio por una disminución en las
El proceso de prolongar el T ,y cambiar la relación debe efectuarse en forma
■ W ns de retracción elástica, inducido por la presión positiva espiratoria.
dual, con el objeto de incrementar la inspiración y la presión media de la vía nCitfft
I a ( T A P también está indicada en el tratamiento de las atelectasias postoperato-
al nivel mínimo que logre la mejor oxigenación con la menor presión de distenMúfl I
mk, en especial después de una cirugía torácica o abdominal, en pacientes que pre-
pico. La extensión gradual de la inspiración también evita cambios ventílala"H I
Mml.ui una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y en particular si presentan
abruptos en pacientes críticamente enfermos, que no podrán tolerar la invem dj 1 Nim hiperinsuflación dinámica y auto-PEEP, y es una opción para la retirada pro-
rápida de la relación I:E o la transición de V C V a PCV.
p i’Hiva de la V M en el paciente hipoxémico.

Com plicaciones
tipos de C PA P
Debido a que se trata de un modo no fisiológico, requiere sedación y analgCMi»
# V/%temas de flu jo continuo: los sistemas de flujo continuo se componen de:
profundas para su utilización y, en ocasiones, también relajación muscular. La sed#
un mezclador de aire y oxígeno con un dosificador de flujo, de manera que se
ción y la relajación pueden agregar riesgos al paciente ventilado, que incluyen dili
pueda suministrar una FIO , conocida, con un flujo de gas adecuado a las
cuitad para eliminar las secreciones, desarrollo de atelectasias, imposibilidad «I.
demandas inspiratorias del paciente; éste debe ser superior al flujo máximo res­
evaluar el estado neurológico, aumento del catabolismo muscular y apnea por dm« I
piratorio o aproximadamente cuatro veces el volumen minuto;
conexión del aparato.
un humidificador de baja resistencia;
A medida que la presión media de la vía aérea aumenta y se genera auto-PEI I'
un reservorio de alta complacencia y gran capacidad que permita minimizar los
se produce una disminución del retorno venoso y una caída del volumen minum
c ambios de presión durante el ciclo ventilatorio;
cardíaco. S i bien los efectos hemodinámicos de la IR V en un paciente individual mi
un manómetro para determinar la presión en la vía aérea;
son predecibles, raramente son observados con una relación I:E de 2 :1. Cuando éshi
■además, debe disponer de un mecanismo capaz de producir presión positiva
se acerca a 4 :1 ocurren cambios significativos en la función cardiovascular con dis |
espiratoria. Estos son dispositivos mecánicos que incluyen resistencias con
minución del volumen minuto y de la disponibilidad tisular de oxígeno, por lo qnr
umbral, resistencias orificiales y sistemas de oposición de flujo, que evitan la
se requiere una monitorización hemodinámica estricta.
caída de la presión en la vía aérea por debajo de un nivel seleccionado.
E l tiempo espiratorio corto que se utiliza en la IR V impide que los alvéolos
colapsen durante la espiración, y puede provocar un atrapamiento de gas y la gene J
ración de auto-PEEP. La magnitud de la hiperinflación dinámica que ocurre con unu 03 ^

determinada relación I:E es difícil de predecir y a veces se encuentra incremenlatln J5 I


en las unidades alveolares con alta resistencia espiratoria. c
<d F§
c ^
■O 03
üj £
Respiración espontánea con presión positiva continua en la vía aérea | Q_ *

Es una maniobra en la cual el paciente respira espontáneamente por un circuitoi


• I**.. 8-20. R egistro de una cu rva de presión-tiem po durante la ven tilació n espontánea con C P A P
en el que la presión en la vía aérea se mantiene en un nivel superior a la presión
i lOcmdeHO.
214 G e n e r a l i d a d e s y e is io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 215

Sistemas por válvulas a demanda: los ventiladores suelen incorporar un sislo ■ llilc aumentar los niveles de presión en etapas sucesivas de 3 a 5 cm de H ,0 , eva-
de C PA P con válvula a demanda inspiratoria, que se abre cuando se detecta nilido el intercambio gaseoso y la mecánica pulmonar. Las válvulas de P E E P a uti-
esfuerzo inspiratorio generado por el paciente. Estas válvulas pueden ser so Wm deberán generar una resistencia mínima al flujo espiratorio y, en relación con
bles tanto a modificaciones en la presión como en el flujo, y le suministraran M i ii' uito inspiratorio, es preferible utilizar sistemas de flujo continuo, que son
al paciente cuando se alcance cierto umbral de disparo. ■piu es de mantener un flujo adecuado a las demandas del paciente con el objeto
b nú despresurizar el sistema y minimizar el trabajo respiratorio, antes que las vál-
Los sistemas con válvula a demanda presentan en relación con los sistemas ■lliis a demanda.
flujo continuo una resistencia más alta al flujo a medida que se incrementa la FT
una desviación más importante entre las presiones inspiratoria y espiratoria do
I mu lusiones
vías aéreas, y también un tiempo de latencia más alto entre el esfuerzo inspiran i
y el inicio del flujo inspiratorio. I ,os modos ventilatorios sintetizan la manera en la cual la asistencia es aplicada
Uno de los principales inconvenientes de los sistemas con válvula a demanda Bill el ventilador al sistema respiratorio del paciente. Son definidos por las variables
relación con los sistemas a flujo continuo consiste en el aumento del trabajo ros P control y de fase. Las variables de control son el flujo/volumen o la presión.
ratorio debido a un suministro insuficiente de flujo de gas al comienzo de la inspi Cumulo se utilizan modos convencionales, el ventilador controla solamente una de
ción. Con el objeto de mejorar el funcionamiento de la válvula a demanda en algu ■llis variables (flujo/volumen o presión). Las otras (presión o volumen) reflejan el
ventiladores, se han incorporado mecanismos modificados de flujo continuo ■ luir/o del paciente y las propiedades mecánicas del sistema respiratorio.
reducen de manera significativa el esfuerzo inspiratorio requerido para disparar I as variables de fase hacen referencia a como el ventilador conduce el ciclo ven-
ciclos ventilatorios en relación con los sistemas clásicos de válvulas a demam ilitlorio. La inspiración se inicia cuando una señal alcanza un valor umbral específi-
»o liempo (frecuencia respiratoria programada) en el caso de la ventilación
Com plicaciones Itíliliolada y presión o flujo para el disparo de la ventilación asistida. A continuación,
■ I variable de control (flujo o presión) se incrementa hasta un límite predefinido y es
La reducción del volumen minuto cardíaco coincidente con la utilización mantenida a este nivel hasta el final de la inspiración. En el caso de los modos con­
C PA P se asocia con una combinación de mecanismos de los cuales la dismin trolados por flujo, la inspiración finaliza tras un tiempo inspiratorio definido o des­
del retorno venoso es sin duda el más importante. Además, es probable que ocu tines ile entregar un volumen programado. En los modos controlados por presión, la
una disfunción ventricular como consecuencia del aumento de la poscarga derw Inspiración finaliza por tiempo en presión control (P C V ) o cuando el flujo inspirato-
y de la desviación del septum interventricular hacia la izquierda, que conduce i ' fio disminuye a un umbral predefinido en presión de soporte (P S V ). Finalmente,
disminución del volumen de fin de diástole ventricular izquierdo y, en consec ■litante la espiración la presión en la vía aérea puede ser controlada hasta el próxi-
cia, del volumen minuto cardíaco. Las unidades alveolares con distensibilidad nt ciclo inspiratorio, con la aplicación de presión positiva de fin de espiración.
mal pueden sobredistenderse y comprimir los capilares pulmonares yuxtapu
con una disminución del flujo sanguíneo regional y, por lo tanto, incremen
espacio muerto. Las manifestaciones clínicas de la hiperinflación incluyen hipe C O N C EPTO S CLAVE
capnia, aumento del gradiente entre la PCO , arterial y de fin de espiración, aume
to de la resistencia vascular pulmonar y evidencia radiográfica de hiperinflación. • Si bien existe mucha confusión en la nomenclatura utilizada para definir las
La C PA P reduce el gradiente de presión vascular transtorácico e impide el no diferentes modalidades y estrategias ventilatorias, en general todas se basan
mal retorno venoso desde la cabeza y puede aumentar la presión intracraneana en pocos conceptos que son los que se deben manejar para establecer los
pacientes con una baja distensibilidad intracraneal. Este efecto puede ser disminuí patrones de funcionamiento. Las variables que son establecidas por el ope­
do colocando la cabecera del paciente a 30°. Con el uso de altos niveles de CPAI rador permiten llevar a cabo los objetivos ventilatorios para un determina­
la presión positiva intratorácica puede producir una retención aguda de agua y s í do paciente a través de estrategias adecuadas a la patología que presenta.
como respuesta neurohormonal ante cambios hemodinámicos asociados con u • Esencialmente son cuatro las variables a considerar: volumen, tiempo, pre­
descenso del filtrado glomerular, de la excreción fracciona! de sodio y del aumento sión y flujo, que interactúan ente ellas en los diferentes modos. Algunas de
de la hormona antidiurética. ellas deben ser siempre programadas por el operador, las demás variarán en
Para su aplicación se requiere que el paciente respire de forma espontánea, q forma dependiente y de acuerdo con la impedancia del sistema tóracopul-
no presente una inestabilidad cardiovascular grave y que pueda colaborar, sob monar.
todo si la C PA P se utiliza con máscara facial. Una vez indicada la CPAP, es con
21 6 G e n e r a l i d a d e s y f i s io p a t o l o g ía
M o d o s v e n t il a t o r io s 217

U ilio ls D. Haranath S. Pressure Control Ventilation. Crit Care Clin 2007;23:183-199.


• La necesidad de implementar el inicio de la V M es esencialmente clínica y
MlllH-. JA . Net Á. Inicio de la ventilación mecánica. Objetivos e indicaciones. En: Net
suelen conjugarse para ello elementos propiamente clínicos, gasométric A, Benito S, editores. Ventilación Mecánica. 3a edición Barcelona: Springer-Verlag;
y funcionales que, evaluados a la luz de la respuesta terapéutica del pacien­ [ 1998:45.
te al tratamiento conservador de la insuficiencia respiratoria, permite ■ttlNky AS. Mechanical ventilation. Chest 1993;104:1833-59. (Erratum, Chest 1994;
tomar la decisión de intubar e iniciar la ventilación mecánica. í ¡06:656.)
• Los objetivos a cumplir en el paciente ventilado son específicos y no deben Iiliin M J, editor. Part II Physical basis of mechanical ventilation. Principies and practi-
perderse de vista en el inicio del proceso de V M , en el transcurso de éste ni I h oí mechanical ventilation. New York: McGraw-Hill; 1994:37.
en el momento de la separación del paciente del ventilador. W>li* MJ- editor. Part IV Conventional methods of ventilation support. Principies and
• Las variables de fase se definen de acuerdo con el modo y la estrategia ven pmclice of mechanical ventilation. New York: McGraw-Hill; 1994:191.
tilatoria utilizada, cuándo se inicia la inspiración (gatillado), qué parámet nhiu M J, editor. Part V Altemative methods of ventilation support. Principies and prac-
IlL 'o of mechanical ventilation. New York: McGraw-Hill; 1994:305.
no se verá superado mientras dure la inspiración (lím ite) y qué variable
kb in M J. Advances in mechanical ventilation. N EngI J Med 2001 ;344(26): 1986-96.
determina el fin de la inspiración (ciclado).
E b in M J. Mechanical ventilation. N Engl J Med 1994;330:1056-61.
• Los modos ventilatorios son esencialmente dos y se dividen de acuerdo con
la variable que se controla para establecer el modo en control de volumen
y control de presión.
• De acuerdo con las variables que intervienen en las distintas fases es posi­
ble a su vez definir estrategias diferenciales dentro de los distintos modos,
como modalidad controlada, asistida-controlada y ventilación mandatori
intermitente sincronizada.
• A través del ventilador se puede establecer modalidades espontáneas en las
que el paciente sólo recibe del ventilador algún apoyo en particular. Dentro
de estas modalidades se hallan la C PA P y la PSV.

B IB L IO G R A F IA

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PARTE II

S i t u a c i o n e s e s p e c íf ic a s
RELACIONADAS
CON LA VENTILACIÓN
MECÁNICA
Ventilación mecánica en la lesión
pulmonar aguda grave
Algunas sugerencias para la hipoxemia refractaria

ELSIO TURCHETTO

IN T R O D U C C IO N

En este capítulo se enfocarán aspectos fisiopatológicos del síndrome de dificul-


ud respiratoria aguda (S D R A ) y de la lesión pulmonar aguda (L P A ), que nos per-
m il irán dar respuestas terapéuticas a los pacientes con hipoxemia refractaria. En
primer lugar, si bien la mayor parte de los conceptos que revisaremos aquí aún no
cuentan con un consenso unánime, vale aclarar que el peso de la información clíni­
ca y experimental que comentaremos permite su aplicación a pacientes con este sín­
drome. En segundo término, intentaremos mostrar que, pese a que existen teorías
en apariencia irreconciliables, podemos elaborar una estrategia ventilatoria que nos
permita utilizar los aspectos más relevantes de cada una de ellas en beneficio de los
pacientes.

¿Qué hacer cuando no hay una respuesta al tratamiento convencional?

Un algoritmo terapéutico posible en los pacientes con LPA /SD RA incluye una
serie de estrategias. La tomografía computarizada (T C ) de tórax guía la conducta en
caso de afecciones asociadas (neumotorax, derrame pleural, etc.) y en su ausencia
abre una rama de opciones terapéuticas entre las que se encuentran el decúbito
prono, el uso de óxido nítrico inhalado y el uso de una membrana de circulación
extracorpórea. Con excepción de la ventilación en decúbito prono (ventral), todas
estas estrategias son de difícil implementación en nuestro medio. Sin embargo, por
lo menos en este caso, no debiera preocuparnos excesivamente nuestras limitacio­
nes tecnológicas y presupuestarias pues las opciones planteadas aquí y algunas
22 2 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V i N I ILACIÓN MECÁNICA EN LA LESIÓN PULM ONAR A C U D A GRAVE 223

otras que podemos agregar, como la ventilación líquida con perfiuorocarbono l miopatología
ventilación oscilatoria de alta frecuencia (H FO V ), la almitrina intravenosa cli I l.rMon pulmonar inducida por la VM
onsiguicron estab ecerse como clínicamente útiles, salvo en centros muy es ' (videncias clínicas de la estrategia de ventilación protectora
Iizados o bajo estudios de investigación.
l/bniilación mecánica en el SD R A
Por lo tanto, debemos partir de la idea de que enfrentamos un problema difícil Modo ventilatorio
resolver, cuyo origen, en ocasiones, se encuentra asociado con múltiples fallas orf Volumen corriente
cas n’ y rqT Pafa } ° COntamos con escasas evidencias en la literatura de le, fie*lección de la P E E P : concepto de la mejor P E E P
cas o estrategias terapéuticas efectivas. ^
( tiras estrategias para determinar la mejor PEEP
Considérame que ante una situación como ésta, se impone revisar en lo Maniobras de apertura pulmonar
nucí osa la información disponible sobre los mecanismos de producción .le I lección de la FIO ,
esion pulmonar, con la esperanza de hallar en ellos las evidencias que nos <>ii as medidas relacionadas con la V M , sugeridas en la hipoxemia refractaria
c a (VM )0m cionarStrateg,a VentÍlat0rÍa * ^ realizar una ventihción mee Ventilación en decúbito prono
Ventilación con liberación de presión en la vía aérea
Ventilación líquida con perfiuorocarbono
O B JET IV O S Ventilación de alta frecuencia
Insuflación de gas traqueal
Terapéutica inhalatoria de óxido nítrico , prostaciclina y surfactante
• Comprender los mecanismos involucrados en la generación de la LPA Medidas adyuvantes de la ventilación mecánica en pacientes con LPA
• Diferenciar la LPA del SD RA .
balance hídrico negativo
• Conocer los efectos de la VM en el pulmón de pacientes con LPA y SD RA Corticosteroides
Comprender los mecanismos que desencadenan la lesión pulmonar induci- Agentes aceleradores de la recuperación
a por el ventilador (V IL I, por sus iniciales en inglés) y conocer las carac­
terísticas que debe cumplir una estrategia de V M para evitarla jB
• Conocer las evidencias bibliográficas disponibles sobre estrategias tera DI IIN IC IÓ N Y C LA SIFIC A C IÓ N
peuticas efectivas para el tratamiento del SD RA .
I a primera definición del SD R A con amplia aceptación fue publicada en 1994
• Programar, con fundamento, los parámetros ventilatorios más importan |h>i el Consenso Europeo-Americano (fig. 9-1). En esta publicación se describe el
n : i , r r " ,0ri° ' VO,Umen COrriente’ frecuencia respiratoria, fracció SI )RA como un síndrome de respuesta inflamatoria con aumento de la permeabili­
dad a nivel alvéolo-capilar asociado con una gran variedad de anormalidades clíni-
con C Í y SD R A 600’ " P° SÍt¡Va * * esPiración>e" P^ient
»o radiológicas y fisiopatológicas, que no es posible explicar por el aumento de la
• v s u s ^ iM 3 maniobra de aPerlura- indicaciones y contraindicacione
y sus posibles electos beneficiosos y adversos
Disminución de la PaO ./FIO :, < 300*
’ S O r Í T l0S °,fM ° S * V M “ dcCÚbit0 Prono sobre “ P“ '™ » con
, sus indicaciones y contraindicaciones. Lesión pulmonar
Dificultad respiratoria aguda con una
cau sa predisponente.
• Conocer otras estrategias terapéuticas relacionadas con la V M en pacient aguda Presión capilar pulm onar < 18 mm Hg.
Con L r A .
Rx tórax c/infiltrados bilaterales.
• Conocer los tratamientos adyuvantes a la V M en el SD RA .
• Disminución de la P a O i/ F IO ? < 200*
• Dificultad respiratoria aguda con una

C O N T EN ID O S

Definición y clasificación
Epidemiología
> cau sa predisponente.

• Presión capilar pulm onar < 18 mm Hg.


• Rx tórax c/infiltrados bilaterales.

* Independiente del nivel de P EEP .


Evolución
\ ¡g. 9-1. Definiciones de lesión pulmonar aguda (L P A ) y síndrome de dificultad respiratoria aguda
l S D R A ) (basadas en el Consenso Europeo-Americano sobre S D R A , parte I, A m J Respir Crit Care
Med 1994).
224 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n la l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 225

presión capilar pulmonar de origen cardíaco y cuyas causas desencadenantes inc lu ( iiudro 9-1. Epidem iología y m ortalidad
yen un amplio espectro de graves enfermedades clínico-quirúrgicas.
| LESIÓ N PULM ONAR AGUDA
E l SD R A es tomado como un extremo en la escala de gravedad de la LPA qu|
también se caracteriza por hipoxemia, aunque de menor magnitud. Si bien esta d elll Epidemiología Mortalidad
nición no resuelve gran parte de los interrogantes generados por un síndrome laii
proteiforme, permitió comparar a los pacientes incluidos en distintos estudios [#72 (USA):70/100 mil/año 1990/93 (U K ): 66%
J0KI (l)K ): 30/100 mil/año 1990/93 (M E X ): 32,5%
reconoció la existencia de una población con menor daño, pero epidem iológictJ
M H (U K ): 4,5/100 mil/año 1992 (U SA ): 53%
mente muy importante. 1995/97 (U K ): 34%
■H9 (ESP ): 1,5 a 3,5/100 mil/año
Persiste sin embargo, la necesidad de encontrar criterios clínicos o de otro tipol |9'<7 (ESC ): 1997 (ESC ):
que expresen mejor las alteraciones fisiopatológicas que subyacen en este síndrome ARE: 77,6/100 mil/año A RF: 41%
y que ayuden en la búsqueda de soluciones terapéuticas. Como ejemplo podemo* AL1: 17,9/100 mil/año A L E 42%
ARDS: 13,5/100 mil/año A RD S: 41%
citar los estudios de L. Gattinoni y cois, sobre las diferencias encontradas en la
l#9X (M ED LIN E): 1997 (B E L G ): 52%
mecánica respiratoria de pacientes con SD R A con relación a si su origen fuera pul A LE 70/100 mil/año 1998 (U SA ): 50%
monar o extrapulmonar. ARDS: 7/100 mil/año 1998 (FR A ): 50%
En este estudio, los autores hallaron que los pacientes con SD R A provocado por 1998 (U SA ): 40%
lesiones directas del parénquima pulmonar, llamado SD R A pulmonar (SD R A p), tie­
nen un marcado aumento de la elastancia (elastancia es la inversa de la distensibili
dad o compliance) del sistema respiratorio (Ers) a expensas del aumento de la B h de citocinas hallados en el lavado broncoalveolar de pacientes con politrauma-
elastancia pulmonar (E ,). Por el contrario, los pacientes con SD R A de causa extra ¡1*11)0 que desarrollan SD R A en comparación con los que no lo hacen. Las varia­
pulmonar tuvieron un gran aumento de la Ers a expensas de la elastancia de la pared ciones se han atribuido a un balance desfavorable entre la producción de citocinas
tóraco-abdominal (Ecw ). Cuando ambas poblaciones fueron sometidas a aumento* pro inflamatorias y antiinflamatorias, o entre fuerzas oxidantes y antioxidantes de
progresivos de la presión positiva de fin de espiración (P E E P ), los resultados mosteo los pacientes que finalmente desarrollan SD R A .
ron marcadas diferencias. En el primer grupo no se consiguió un reclutamiento pul
monar y sí un mayor aumento de la Ers, mientras que en el segundo grupo el volumen I V O LU C IÓ N
pulmonar aumentó alrededor de 240 m L y la Ers disminuyó de manera significativa.
Si bien el valor de este planteo en particular ha sido puesto en duda en cuanto a La mortalidad del SD R A es muy variable entre las poblaciones estudiadas (cua­
si el origen de la lesión determina diferencias clínicamente significativas, tuvo l;i dro 9-1). En promedio, es de cerca del 50% y es superior para poblaciones mayó­
virtud de ser el primero en plantear la necesidad de diferenciar la estrategia venti les de 65 años. En los últimos años, varios grupos médicos han comunicado una
latoria a aplicar según el estado de cada paciente. disminución de la mortalidad en pacientes manejados en un mismo centro en com­
paración con pacientes del mismo centro, pero internados 10 años antes. La dife­
E P ID E M IO L O G ÍA rencia no pudo ser explicada por ninguna medida en especial y se supone que
corresponde a una mejor asistencia del paciente crítico en general, aunque no pue­
Otro de los beneficios obtenidos a partir de la reunión de consenso fue el den excluirse como responsables los cambios favorables en la estrategia ventilato-
poder separar la incidencia del SD R A y de la LPA . De esta forma pudo explic i i.i A diferencia de lo referido para la prevalencia del SD R A , el dato más llamativo
las grandes variaciones encontradas entre distintos estudios, ya que si bien hoy M id analizar la mortalidad publicada en la literatura surge de la escasa correlación
acepta una incidencia de 5 a 10 casos/100.000 habitantes/año hubo referencias encontrada entre la gravedad, de acuerdo con los criterios del consenso, y la morta­
hasta 70 casos/100.000 habitantes/año (cuadro 9-1). Sin embargo, la coincidencia lidad. En este sentido, el estudio llevado a cabo por el grupo de unidades intensivas
desaparece al tratar con poblaciones de pacientes que presentan enfermedades o de países escandinavos es muy ilustrativo, debido a que la mortalidad hallada en la
situaciones específicas. Por ejemplo, en pacientes sometidos a cirugías con circula I PA leve, moderada o grave (S D R A ) fue casi la misma.
ción extracorpórea, la incidencia es de alrededor del 1,5% y, en cambio, es mucho
mayor en pacientes internados por sepsis de cualquier origen. Lo mismo puede FISIO PA T O LO G ÍA
decirse de poblaciones con politraumatismo, abdomen agudo, pancreatitis, etc. Más
aún, las últimas investigaciones realizadas permiten esbozar una teoría de predis Desde la descripción inicial en la década de 1960, el SD R A siempre generó un
posición genética en el desarrollo de la LPA con base en los niveles muy superio- gran número de investigaciones centradas alrededor de los mecanismos involucra­
226 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 22 7

dos en su génesis y mantenimiento. Como ya se adelantó, de todas las hipót Mliv.ida) en pacientes con sepsis grave abre una nueva perspectiva en el tratamiento
planteadas, la que alcanzó mayor consenso es la que postula a la inflamación col P los pacientes con SD R A originado en un proceso séptico; aunque probablemente
el mecanismo primario y con capacidad de perpetuar los acontecimientos fisi ||| me joría del pronóstico de estos pacientes no se relacione con una mejoría de la fun-
tológicos descritos en el síndrome. En una revisión muy reciente L. Ware y ■óli respiratoria sino con la menor incidencia de insuficiencias orgánicas, incluida la
Matthay realizaron una detallada descripción de los mecanismos inflamator ■Uliciencia respiratoria que determina el uso de esta medicación.
involucrados y su relación con los hallazgos anatomopatológicos. En este estudu
los autores sugieren una cascada de eventos muy similar a la descrita para la seps
11 SIÓ N P U L M O N A R IN D U C ID A PO R LA VM
en donde la respuesta orgánica a la lesión, tanto inflamatoria como procoagul
se realimenta en un círculo vicioso que se inicia con una lesión tisular y/o vascul Sin ilejar de reconocer lo acertado y promisorio de las hipótesis que intentan
un aumento de la permeabilidad, la migración celular del intravascular al extrav pinmIi licar o lim itar el daño pulmonar desencadenado por las cascadas inflamatoria
cular, el aumento de la adherencia plaquetaria a la pared vascular, la microtro y pmtrombótica, algunos resultados de los estudios experimentales aportaron ele-
sis, la isquemia secundaria y mayores lesiones tisular y vascular. (iHiios para una nueva visión que, con el tiempo, fue ganando relevancia y termi­
Pese a la aparición de un gran cuerpo de conocimientos referidos a la secuenc no provocando cambios profundos en el tratamiento de estos pacientes. Esta se
de las cascadas inflamatoria y protrombótica, y a la detección de los puntos ofl npnya en el concepto de que el daño pulmonar original, sea directo o como conse-
donde ésta puede ser farmacológicamente bloqueada, no deja de llamar la atenc; i ii. ih ia de una lesión a distancia, puede perpetuarse por la presencia de otros meca­
que los estudios realizados con el fin de modificar la evolución de la enfermedad nismos de lesión diferentes del que originó la insuficiencia respiratoria, entre los
encontraran respuestas clínicas favorables. Tanto los estudios con corticoides coi tylic se destaca la lesión provocada por la V M .
los que utilizaron A IN E se mostraron incapaces de modificar la mortalidad. Ig I fice varios años que se conocieron los efectos deletéreos de la V M sobre el pul-
suerte tuvieron los estudios en los que se utilizó N-acetilcisteína, P G E , ketoc n y también que su apariencia histológica es imposible de diferenciar de la halla-
zol, antagonista del factor activador plaquetario (PA F), inhibidores específicos il.i en el SD R A . Se le llamó b a r o t r a u m a porque sus manifestaciones más evidentes
PAF. pentoxifilina, etcétera. |ii. ron el neumotorax y el enfisema subcutáneo, y porque el mecanismo de produc­
S i bien hasta la actualidad han fracasado los intentos para disminuir la mo ía n se asoció con las altas presiones alcanzadas en la vía aérea. Lamentablemente,
dad de las estrategias terapéuticas dirigidas a modificar la respuesta inflam at •••.ios primeros estudios no tuvieron la difusión necesaria y quizás influyó en ello el
esto no significa que se hayan abandonado los intentos de obtener algún tipo d i Itocho de que sus resultados se interpretaron en forma errónea o parcial, ya que si
intervención farmacológica que sea exitosa. E l mayor problema radica en que las hleu sirvieron para desarrollar la idea de lim itar las presiones alcanzadas en la vía
alteraciones biológicas que se encuentran en pacientes con S D R A , y contra las ciuw lu í. a mediante un mejor sistema de alarmas, se menospreció el hallazgo histológi­
les se dirigen estos tratamientos, son tan complejas que su interpretación debe ser co \ sólo se buscaron formas de evitar la lesión macroscópica.
muy cuidadosa ya que no podemos establecer con certeza hasta qué punto no están En los últimos 20 años se le agregaron otros estudios experimentales y clínicos
mostrándonos una respuesta adaptativa apropiada ante la agresión inicial, más que que no sólo corroboran sino que, esta vez sí, remarcan las evidencias del daño celu-
una causa de daño per se. Los últimos estudios de biología molecular que muestran liii y permiten acuñar el concepto de V IL I. Dreyfuss y Saumon realizaron los estu­
un aumento de las manifestaciones de apoptosis en las células del epitelio alveolar dio*. experimentales más decisivos en este sentido y, además de confirmar la lesión
avalan esta postura debido a que indicarían que una vez alcanzado cierto nivel do in.lucida por el ventilador, avanzaron en la descripción de su fisiopatología.
lesión, el organismo se programa en función de la reparación (y no de la reversión I> .■mostraron que, a diferencia de lo que se sospechaba, no es la presión alcanzada
del daño) mediante la proliferación de células con capacidad de diferenciación. cu la vía aérea la responsable de la lesión, sino las amplias variaciones de volumen
Sobre esta base se plantearon distintas teorías para explicar esta paradoja, y la ii que son sometidos los alvéolos durante la ventilación. Llegaron a esta conclusión
más aceptada es la que propone que cualquier modificación en la cascada inflama­ después de demostrar que:
toria no sólo altera el mecanismo responsable de la lesión pulmonar, sino también
• Aun los animales ventilados con presión negativa presentaron lesiones por el ven­
los involucrados en la defensa y la reparación. E l resultado final depende del equi­
tilador, si se permitía que sufrieran amplias variaciones en el volumen pulmonar.
librio que se da en cada paciente, lo que en términos de mortalidad puede no moi
• Si a los animales ventilados con muy altos niveles de presión en la vía aérea se
trar diferencias estadísticamente significativas.
les impedía amplias variaciones de volumen mediante la contención a la expan­
Todavía no hay suficiente información que permita actuar farmacológicamente en
sión del tórax, éstos no presentaban signos de V IL I.
esta secuencia de acontecimientos para favorecer la recuperación sin empeorar aún
más el pronóstico del paciente. Sin embíirgo. la reciente publicación de los beneficios Estos investigadores decidieron entonces llamar v o l u t r a u m a a esta lesión, para acen-
obtenidos con la proteína C activada (P C A ) recombinante humana (drotrecogina alfa iii.n el papel central que ocupa el volumen con que se ventila y distiende el pulmón.
228 S it u a c io n e s e sp e c ífica s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n ic a en l a le s ió n p u lm o n a r a g u d a g r a v e 229

Casi en forma simultánea apareceron los estudios del grupo de M ilán, dirigí ni K-rable. Debía ahora plantearse otro escenario en el que las zonas, que en la
por L. Gattinoni, que mostraban en imágenes de tomografía computarizada cdiq Khnprafia de tórax aparecían como condensaciones, sufrían la acción de las amplias
volumen pulmonar de pacientes con SD R A estaba marcadamente disminuid», Ity lm iones del volumen impuesto por los sucesivos ciclos de inspiración y espiración.
do a la presencia de un colapso alveolar en las zonas declives, y que la distensi I Do de los aportes más importantes en la descripción de este nuevo concepto fue
dad del sistema respiratorio (Crs, por sus siglas en inglés) de las zonas s k ilid o por B. Lachmann en su editorial “ Abrir el pulmón y mantenerlo abierto”
ubicadas en la región anterior del tórax, era prácticamente normal. M íju n ihe Lung and Keep the Lung Open), en la que el autor plantea que la venti-
Como consecuencia lógica de estos hallazgos, al utilizar un volumen corrí liu a ni en pulmones con colapso alveolar genera repetidos ciclos de apertura (inspi-
(V .) calculado para un pulmón normal, se producía una sobredistensión di­ tiiii'ii.i) y colapso (espiratorio), que son la fuente de un daño futuro, y que la única
zonas sanas con el empeoramiento del daño. Los autores se refirieron a esta si ■ H í i i í i de prevenirlo sería mediante una estrategia que abriera las zonas colapsadas
cion con el concepto de Baby Lung , y sugirieron que sería como intentar ven ■luego evitara su colapso.
un nino con los volúmenes pulmonares de un adulto. Esta combinación de /.» I te proceso de reclutamiento inspiratorio con colapso espiratorio planteado
colapsadas y zonas ventiladas determina que durante la insuflación se generen lu m il M Lachmann sobre la base de sus estudios experimentales es también evidente en
zas de tracción muy intensas sobre el tejido sano que debe distenderse junto a mismas imágenes tomográficas del pulmón publicadas por L. Gattinoni, ya que
zona fija que lo “ ancla” . Estas presiones altas, además, se presentan en los b ■ lliiiiic la inspiración, gran parte de los infiltrados de la zona colapsada desaparecían
quiolos terminales, zonas del pulmón que no están preparadas para recibirlas y cu I nnsaban a ser zonas aireadas, mientras que al espirar volvían a su apariencia inicial.
cen de una estructura cartilaginosa que les permita defenderse. De esta forma l'Mo condujo al autor a recomendar que las imágenes fueran tomadas en pausa inspi-
explican los hallazgos, en autopsias de pacientes con SD R A , de dilataciones en I. fllloiia para una adecuada interpretación. Otros estudios contemporáneos establecie-
bronquíolos con necrosis y cambios quísticos. n-ii que la V M con bajos V T, y sin alcanzar altas presiones en la vía aérea, también
Sin embargo, los mismos estudios de Gattinoni y cois, mostraban que duran ■unir acompañarse de una lesión pulmonar por favorecer el colapso alveolar.
evolución de los pacientes con SD R A , las zonas pulmonares más lesionadas (a: l-ste mecanismo de lesión por V M , que no se explica por las fuerzas de tracción
ncion de bullas) no eran las ubicadas en las regiones anteriores y sometidas a mnn que también toma en cuenta los ciclos repetidos de apertura y colapso, recibió
sobredistensión, sino las que se encontraban en la región posterior (fig. 9-2). f l ■I nombre de atelectrauma, y permitió incorporar los efectos deletéreos de la V M
Este hallazgo, para el cual los propios autores no tenían una clara explicación, obli Hohrc el agente tensioactivo o surfactante en la teoría de lesión pulmonar por V M .
go a modificar el concepto fisiopatológico imperante de un pulmón con una z< ' Normalmente al finalizar la espiración, el surfactante mantiene el alvéolo abier­
sana, pero pequeña, y expuesta a un daño por sobredistensión junto a otra dañada i to ul disminuir la tensión superficial y así evita su colapso además de facilitar duran-
|t>la nueva inspiración el ingreso de aire con cambios mínimos de la presión dentro
ZEEP E s p ira c ió n PEEP
he la vía aérea. En cambio, los pacientes con lesión pulmonar aguda, como conse­
cuencia de las lesiones epiteliales y endoteliales, presentan zonas del pulmón con
|dcma alveolar y el intersticio que los rodea rico en proteínas que determina un
déficit en la acción del surfactante, en parte por la inactivación de su funciona­
miento y en parte por estar sometidos a presiones externas superiores a las norma­
les. Esta pérdida de eficiencia del surfactante determina una mayor tendencia al
Colapso que “ exprime” al surfactante fuera de los alvéolos. Cuando este ciclo se
■pite una y otra vez, en algún momento se alcanzan niveles de surfactante insufi-

v r 'W »lentes que determinan que los alvéolos colapsen tanto en espiración como en ins­
piración, ya que se requieran presiones en la vía aérea mucho más elevadas que las
Temprano Intermedio Tardío habituales para que puedan ser reclutados durante la insuflación.
Se cierra de esta forma un círculo vicioso:

PEEP
V T b a jo
In s p ira c ió n
daño epitelial por la lesión primaria -» i síntesis de surfactante —>
-» T colapso en espiración —>pérdida de surfactante hacia fuera
9‘ 2/ Efe|Ct, ° de la Presjón_positiva de fin de espiración (P E E P ) y el volumen corriente (\ del alvéolo -> reclutamiento en inspiración -» T fuerzas de tracción -»
sobre el reclutamiento y la lesión inducida por el ventilador. Z E E P = P E E P 0 (basada
—>daño epitelial por la lesión primaria más V IL I
Dambrosio M . y cois., Anesthesiology 1997 y L . Gattinoni y cois.. JA M A 1994).
230 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 231

La vía final común a esta sucesión de acontecimientos es muy sim ilar al I u importancia que adquiere el concepto de biotrauma no se lim ita a que corro
alveolar difuso (D A D ) o a una alveolitis fibrosante o atelectasia pulmonar |prn cl efecto lesivo sobre el pulmón de una mala estrategia ventilatoria, sino que
colapso y reabsorción, descrito por A. Katzenstein y cois, (véase más adelante) Eli mucho más allá. S i su teoría es adecuada, el factor lesivo inicial del pulmón
la neumonitis interticial, y refleja los hallazgos anatomopatológicos de los pací Eoiinionía, aspiración ácida, o contusión, por nombrar unos pocos ejemplos) fun­
tes con SD R A . Además, nos sugiere que evitar el colapso alveolar mediante cionaría como un sensibilizador (“ primes” ) del pulmón. Un segundo factor lesi-
estrategia de ventilación facilitará la apertura en un nuevo ciclo ventilatorio y Kp, c„m o la V M , determinaría una lesión agregada que potenciaría la anterior y
esta forma, al cortar el círculo vicioso, funcionará como estrategia de prevenc B ip lilicaría desmedidamente la respuesta inflamatoria. La pérdida de la compar­
A las estrategias ventilatorias que cumplan con esta premisa se las ha llamado su t i d ital ización pulmonar permitiría, además, el pasaje a la circulación sistémica
factante-Z/A* o protectoras del pulmón. En la figura 9-3 se presenta un esqti >!. una gran cantidad de intermediarios inflamatorios. Recientes estudios han
de los componentes fisiopatológicos que, de acuerdo con esta teoría, intervienen Lustrado que este hecho se asocia con una apoptosis de células en órganos dis-
la generación de V IL I. limlcs (riñón, vellosidades del colon) y una disfunción orgánica que potencia la
Los recientes estudios de M. Ranieri y A. Slutsky aportaron nuevos datos ¡¡tim i ión de fallo multiorgánico (FM O ). Estas conclusiones se ven avaladas por
apoyan esta teoría de lesión por V M , al demostrar que si se utilizan modalidac 111nicho de que los pacientes, que en su estudio fueron ventilados con estrategias

ventilatorias que tienden a favorecer los ciclos de colapso y reclutamiento, se p hi oledoras del pulmón, no sólo mostraron menor nivel de citocinas plasmáticas
duce un gran aumento de intermediarios inflamatorios en el lavado broncoalve k t til antes sino también una menor incidencia de FM O que los ventilados en
(L B A ) y en la sangre, una evidencia directa de daño. En cambio, la V M con es furnia convencional.
tegias protectoras sobre la base de un bajo V T y niveles adecuados de PEEP, no Un artículo publicado por J. Schiller y cois., en una publicación reciente, ofrece
produce, lo que indica la protección del tejido pulmonar. Con estos resultados L a visión funcional de la importancia del colapso en la LPA . En este estudio, los
vista, los autores sugieren llamar biotraunia a la lesión pulmonar por V M , en H ie r e s consiguen tomar fotografías de las unidades alveolares durante los ciclos
de utilizar términos que expresen sólo fenómenos mecánicos, como barotra taupiratorios mediante un microscopio colocado sobre la pleura de animales sanos
volutrauma o atelectrauma. Hile luego son sometidos a un modelo de SD R A y, de esta torma, pueden evaluar el
i ntnportamiento de una misma unidad alveolar en inspiración y espiración, tanto en
hin pulmón sano como en uno con SD R A . Sus resultados, además de confirmar todo
|)o expresado previamente, impactan por la tuerza que les confiere la imagen.
Lesión endotelial
Acum ulación y desintegración Lesión epitelio alveolar Mediante esta técnica consiguen describir tres tipos de comportamiento de las uni-
de neutrófilos y macrófagos Neumonocitos. TI > II
Denudación alveolar" I iludes alveolares:
A \
|aA/X I
Hipoperfusión U Al
t u e m a mural • í omportamiento alveolar de tipo I: los alvéolos se mantienen abiertos tanto en
inspiración como en espiración y, entre uno y otro momento, las diferencias de

R e g e n e ra ció n d e neum onocitos. T II Ex u d a d o intraalveolar


volumen son mínimas.
D éficit d e surfactante
"M e ta p la s ia cuboide" (fibrina, células, m. hialina) • Comportamiento alveolar de tipo I I : los alvéolos se mantienen abiertos durante
I lodo el ciclo ventilatorio, sin embargo, entre inspiración y espiración muestran
Colapso alveolar Incorporación
I una importante variación del volumen y, de hecho, reciben más volumen durante
e n la pared
TrancInrm ariAni
11di lolUI 11IdUIUI la inspiración que las unidades del tipo I.
e n neum onocitos. T 1 - A posición d e p a re d e s a lve o la res
Proliferación
• Comportamiento alveolar de tipo I I I : es el de las unidades alveolares que duran-
R e a b so rció n d e exudado Induración por colap so
septal de I te la espiración colapsan y vuelven a reclutarse durante la inspiración, y son las
fibroblastos
(catecolam inas) I que presentan mayor variación de volumen (fig. 9-4).
Alveolos: m enor núm ero Engrosam iento
y m ayor tam año septal
I Para poder relacionar los conocimientos fisiopatológicos mencionados, es nece­
Restitución sario recurrir al concepto de presión transmural (Ptm ).
Fibrosis pulmonar
' Si bien más adelante veremos este punto con mayor detalle, digamos ahora que
Fig . 9-3. Fisiopatología de la lesión pulmonar aguda (L P A ) (basado en Burkhardt A A R R la Ptm (presión transm ural = presión alveolar - presión pleural) es la que man­
1989). tiene abiertos los alvéolos y que la tendencia de todo pulmón, aun en individuos
normales, es presentar alvéolos de menor tamaño en las zonas declives por efecto
232 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a V e n t i l a c i ó n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 233

80.000

ZEEP Espiración PEEP


lb.000

10,000

Tipo I Tipo II Tipo III T ip o I Tipo II T ip o III

Tipo I Tipo II Tipo


□ Insp iración □ E s p ira c ió n

□ Sup ■ Med □ Inl


Fig. 9-4. M ecánica alveolar en la lesión pulmonar aguda. Modificaciones del área alveolar dn
te la ventilación (basado en Schiller H. y cois., C C M 2001).

PEEP In s p ira c ió n PEEP


v T b a jo

de la menor presión iransmural ya que, como consecuencia del efecto de la gra


Temprano Intermedio Tardío
dad, en ellas aumenta la presión pleural. De esta forma, a igual presión alveol
aumento de la presión pleural determina la disminución de la presión transm Hg. ‘>-5. M ecánica alveolar en la lesión pulmonar aguda. Modificaciones del área alveolar duran-
la ventilación.
Un mínimo porcentaje de unidades alveolares (< 1-2%) puede incluso colapsai |
alcanzar valores de Ptm menores que su presión crítica de cierre, presión que i
ponde a las fuerzas de retroceso elástico del tejido.
A su vez, en los pacientes con LPA, la acumulación de edemas alveolar e int Con estas imágenes queremos reforzar la idea de que la asociación de colapso
ticial potencia esta tendencia por agregar presiones sobreimpuestas a la ejerciil alveolar, propio de la LPA , con los repetidos ciclos de colapso y reclutamiento que
por la gravedad, hasta llegar en las zonas más declives a producir el colapso de ha produce una inapropiada elección de la estrategia ventilatoria, es la causa que per­
el 30% del tejido pulmonar. Estas presiones sobreimpuestas no son iguales en ti petúa y agrava la lesión, y condiciona la evolución en estos pacientes.
las unidades alveolares colapsadas, y ello se pone de manifiesto en el momea La hipótesis del colapso alveolar como elemento central en la fisiopatología del
que se torna necesario superarlas para abrir (reclutar) los alvéolos. Precísame SDRA ha sido cuestionada recientemente por el doctor R. D. Hubmayr en un artícu­
editorial de B. Lachmann ya citado se basa en un estudio de U. H. Sjóstrand, en lo publicado en el año 2002. En su exposición, el autor propone que los elementos
que se establece que las presiones requeridas para reclutar unidades alveolares v; •n que se basa esta teoría (TC , curva de presión/volumen [P/VJ y efecto beneficio-
an ampliamente dentro de un mismo pulmón y llegan a los 60 cm H ,0 en las zo no de la P E E P ) no son suficientes para sostener que el colapso alveolar es la causa
más afectadas. ¡sica de las alteraciones en la oxigenación de los pacientes con este síndrome y
En la figura 9-5 se relacionan los conceptos referidos hasta aquí en una forma opone, en cambio, que el edema intraalveolar también puede explicar los hallaz-
más integradora. Vemos en él, a la izquierda y arriba, una figura tomada del estudio os en la TC y en la curva de P/V, así como la respuesta de la oxigenación al uso
de Schiller que describe los tres tipos de comportamiento alveolar; el comportM la PEEP.
miento de tipo III está unido por líneas a una TC de tórax que muestra, en un mismo Más allá de cuál de estas hipótesis se sostenga en el tiempo, lo importante es que
corte pulmonar de un paciente con SDRA, cuatro momentos desde la espiración coa libas comparten el concepto de reclutamiento inspiratorio y desreclutamiento
P E E P 0 (Z E E P ) hasta la inspiración máxima (V rí) . Las líneas se dirigen hacia |as espiratorio, sea por colapso o por edema intraalveolar.
zonas medias y posteriores de las imágenes con Z E E P y V TÍ , en las que por predo­ Podremos ahora comprender mejor cómo la disminución del edema alveolar en
minar las unidades con este tipo de comportamiento, se ponen en evidencia lofl este tipo de pacientes (mediante una estrategia de aporte de líquidos conservadora)
cambios durante un ciclo ventilatorio con desaparición de gran parte de los infil v el uso de estrategias que tiendan a evitar el colapso alveolar, pueden mejorar la
dos al alcanzar, mediante el volumen suministrado, la mayor presión. Finalm evolución de los pacientes (véase más adelante en Medidas adyuvantes a la V M ).
otra flecha nos conduce a un gráfico tomado del estudio de L. Gattinoni, que mu Pese a todas estas evidencias, fue necesario que otro hecho se sumara para favo­
tra la evolución en el tiempo de las lesiones pulmonares en los pacientes con SDRA recer un cambio de enfoque en la V M del paciente con LPA grave. Se trata de la
y, en él, se marca que las lesiones tardías aparecen precisamente en las zonas po aparición de dos estrategias ventilatorias, las únicas que han mostrado un efecto
teriores. positivo sobre la mortalidad, con un aceptable nivel de evidencia y recomendación.
234 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 235

E V ID E N C IA S C L ÍN IC A S DE LA ESTRA TEG IA DE V E N T ILA C IÓ N limante 40 segundos) que se realizaba inmediatamente antes de iniciar la ventila-
PR O TEC T O R A i ion mecánica con los nuevos parámetros seleccionados (la maniobra se repetía si
el paciente era desconectado del ventilador o se le realizaban aspiraciones de la vía
Se han publicado gran cantidad de estudios en los que se promueven dislintfll ■ éiva). La estrategia fue llamada O L A (Open Lung Approach).
tipos de ventilación en la LPA cuyos resultados generaron gran expectativa, pera En el momento de elegir los parámetros del ventilador, el grupo de la A R D S
que luego no pudieron ser corroborados por otros centros o por estudios prospee! i Network basó sus decisiones en una fórmula preestablecida. E l V T era de 6 mL/kg
vos mejor diseñados. Esto es lo que sucedió con el uso de PEEP, hipercapnia per ■de determinaba por kg de peso teórico), y al igual que en la estrategia de Amato y
misiva, ventilación con relación inspiración/espiración invertida (IR V ), maniobra» mis., la frecuencia respiratoria se aumentaba para conseguir una mejor ventilación
de reclutamiento, ventilación en decúbito prono, eliminación extracorpórea de ('C )j m así disminuir la PaCO,. La P E E P y la fracción inspirada de oxígeno (F IO ,) se
(EC C O .R ), ventilación oscilatoria de alta frecuencia (H FO V ), etcétera. obtenían de una tabla en la que la presión arterial de oxígeno (PaO ,) o la saturación
Pese a los fracasos de estas medidas, cada una de ellas aportó elementos que, tlü oxígeno en sangre periférica (Sp O ,) funcionaban como una guía y obligaban a
combinados en una estrategia ventilatoria, consiguieron el objetivo de disminuir piumentar la F IO , y la P E E P hasta alcanzar un valor considerado seguro (> 55 mm
la mortalidad. A estas estrategias se las denomina ventilación protectora del pul llj’ o > 88%, respectivamente). Las razones esgrimidas para utilizar una tabla
món, y fueron diseñadas por el grupo dirigido por el doctor M. Amato, de Brasil, Im nnin a todos los centros fueron las dificultades técnicas que tiene la realización
y del A R D S Network, un grupo multicéntrico de hospitales en los Estado» ilo la curva de P/V, así como su interpretación, ya que la variación encontrada en el
Unidos. momento de establecer los puntos de inflexión por dos o más observadores tornaba
E l grupo de Amato basó su estrategia en la elección de parámetros ventilatorio»! difícil su utilización en un estudio multicéntrico. Esta característica del estudio
que favorecieran una distribución del aire dentro del pulmón, en la forma má»| determinó que la elección de los parámetros de ventilación no puedan ser ajustados
homogénea posible, que tendieran a evitar el colapso alveolar de fin de espiración! lu cada paciente, lo que sí permite el estudio de Amato y cois.
y, finalmente, que no generasen una sobredistensión de las zonas ventiladas. Paiu I El nivel de evidencia de estos estudios es I con recomendación B (justificado por
ello, uno de los puntos principales de su protocolo fue el análisis de la curva de P/V, Lis evidencias científicas disponibles).
que se realizaba antes del inicio de la ventilación, una vez estabilizado el paciento! I Martin Tobin, en su nota editorial para el artículo de la A R D S Network, publica­
desde el punto de vista hemodinámico. En dicha curva, los autores del estudio da en el N E JM , es terminante en sus palabras y nos sugiere que toda una época del
determinaban los puntos de inflexión inferior y superior. pralam iento del SD R A ha llegado a su fin (se refiere a los estudios en los que se
E l primero representa el valor necesario de presión para el inicio del recluía intentaba manipular la respuesta inflamatoria) para dar paso a otra basada en estas
miento y, por consiguiente, fue el elegido para fijar el nivel de PEEP,al que se l< nuevas formas de V M , las que a partir de su publicación, deben ser consideradas el
sumaron 2 cm H ,0 (P E E P = Pflex inferior + 2),y de esta forma se evitaría el colap estándar de oro en el momento de elegir nuestra estrategia ventilatoria.
so de fin de espiración. Para aquellos casos en que no era posible determinar el Lamentablemente, en los pacientes de mayor gravedad estas modalidades pre-
punto de inflexión inferior, se eligió el valor de 16 cm H ,0 de PEEP. E l punto do I I sentan complicaciones o no son efectivas en resolver la hipoxemia refractaria, y
inflexión superior marca los valores de presión y de volumen en que se inicia la | requerirán medidas adicionales.
sobredistensión, por lo que no deberían alcanzarse para evitar dicha complicación En este punto, y a modo de un primer resumen, podríamos enumerar los elemen-
A diferencia del valor de la P E E P , el V f fue establecido en forma estricta en 6 I los más importantes que nos ayudarán en el momento de elaborar una estrategia
mL/kg y las presiones generadas en la vía aérea por dicho volumen no debían supe
ventilatoria:
rar los 20 y 40 cm H ,0 , para la presión de trabajo (Presión meseta - P E E P ) y para
la presión pico, respectivamente. • La LPA es un síndrome de variada etiología y cuyos rasgos epidemiológicos sólo
En el caso de que el V T establecido fuera demasiado bajo y como efecto sec pudieron definirse a partir de su clasificación por niveles de gravedad.
dario se generase una hipercapnia, el protocolo obligaba al aumento de la frecu • La mortalidad, sin embargo, parece no estar directamente relacionada con la gra­
cia respiratoria hasta 30 rpm. S i pese a esto el paciente mantenía niveles elev vedad.
de presión arterial de dióxido de carbono (PaC O ,), éstos eran tolerados y sólo en • La activación de intermediarios inflamatorios dentro del pulmón favorece los
caso de superar los 80 mm Hg o el pH fuera menor de 7,20, podría indicarse una edemas alveolar e intersticial, y ambos determinan la tendencia a la disminución
infusión de bicarbonato. de los espacios aéreos (colapso).
Sobre la base de los aportes de B. Lachmann, decidieron también incorporar en • En el desarrollo de la LPA , el colapso de unidades alveolares desempeña un papel
su estrategia el uso de una maniobra de apertura o reclutamiento (consistía en la central y el volumen de tejido pulmonar colapsado determina el grado de com­
aplicación de un nivel de 40 cm H ,0 de presión positiva continua en la vía aérea promiso en la función pulmonar.
23 6 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a en l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 237

• E l colapso no es un fenómeno estático sino que se repite cada vez que, despulí tilación controlada por volumen (V C V ) o por presión (V C P), sea superior a la
de un reclutamiento inspiratorio, le sigue una espiración que alcanza valores d i otra para ventilar a pacientes con LPA grave en términos de morbimortalidad.
presión por debajo de su punto de colapso. Existen estudios con pocos pacientes que muestran una ventilación más homogé­
• La respuesta inflamatoria inducida por la lesión pulmonar inicial puede agnivail nea en pacientes ventilados en la modalidad presión control. Esta mayor homo­
se por el uso de una estrategia ventilatoria lesionante, y puede extenderse a olroi geneidad, evidente tanto en cortes de TC como en los niveles de oxigenación,
órganos e inducir una FM O . estaría determinada por una mayor distribución del V T a las zonas menos ventila­
• El uso de una estrategia ventilatoria que evite la sobredistensión y los ciclos re|x-l|J das y una menor distribución hacia las zonas bien ventiladas, con disminución de
tivos de colapso y reclutamiento, protege al pulmón de la lesión inducida por la V\1 la sobredistensión en dichas zonas. Sin embargo, estos resultados no han podido
reproducirse en otros estudios y por lo tanto carecen de significado clínico para
V EN T ILA C IÓ N M EC Á N IC A EN EL SDRA alcanzar un buen grado de recomendación.
• Suevas modalidades: ambas modalidades serán analizadas más adelante.
Hace pocos años, J. J. Marini tituló una nota editorial de la revista C H E ST ivleJ - Ventilación de alta frecuencia (H FV )
rida a la V M en el SD RA : I Ventilación con liberación de presión en la vía aérea (A P R V )
"Volumen corriente, P E E P y barotrauma. ¿Un problema de abrir y cerrar?”
En estas pocas palabras, este autor supo condensar gran parte de los problemas
Volumen corriente
que hallaremos al proponemos iniciar la V M en un paciente con SD R A . En prima
lugar, porque sugiere que establecer la magnitud de V T y P E E P que se deben utiii Queda claro, entonces, la dificultad que plantea el manejo ventilatorio en estos
zar en estos pacientes sigue siendo el aspecto más controversial y, en apariencia, pacientes cuando se trata de definir una estrategia que, por un lado, evite la sobre-
más importante para prevenir la lesión por VM . En segundo término, porque el des- distensión y, por otro, tienda al reclutamiento de los alvéolos colapsados. Esta dis­
reclutamiento alveolar espiratorio seguido por el reclutamiento inspiratorio y nuc yuntiva fue claramente planteada por D. Dreyfus y G. Saumon en una editorial al que
vamente por la pérdida de aire al finalizar la espiración es, como se ha visto, el liltilaron: “ ¿Debe dejarse reposar al pulmón o reclutarlo? Navegando entre Caribdis
mecanismo de lesión más importante en el biotrauma. Finalmente, porque non y Escila” . En ella proponen que para diseñar una estrategia de ventilación al momen­
recuerda que “ abrir el pulmón y mantenerlo abierto” es la meta a alcanzar en la VM to de elegir el V T, deberemos manejarnos permanentemente entre dos peligros: o
del paciente con SD RA . sobredistender el pulmón mientras perseguimos niveles “ normales" de PaCO,, por
Es precisamente aquí donde radica el gran cambio de paradigma al (pie un lado, o permitir su colapso para evitar efectos adversos de la V M , por el otro.
debe adaptarse la forma de enfocar la V M en la L P A . A partir de los avan Para dar respuesta a esta aparente contradicción, lo mejor es analizar cómo se
obtenidos en el conocimiento de la fisiopatología de este síndrome, sabem hizo en los dos estudios en los que, como vimos, se logró disminuir la mortalidad
que ya no se debe considerar la V M como un mero soporte del paciente mié del SD R A , es decir, los estudios de M. Amato y la ARD S NetWork.
tras éste consigue resolver la patología que dio origen al SD R A o se encam En ambos, las modalidades protectoras del pulmón suministradas a los pacientes
a la muerte por un FM O , sino como una herramienta terapéutica muy delica­ se caracterizaron por el uso de bajo VT (tuvieron cuidado en no superar un V T de 6
da de cuyo uso, apropiado o no, dependerá la evolución del síndrome. a 8 mL/kg) y una presión meseta en la vía aérea no mayor de 30 cm H ,0, como
Tal como anunciamos al iniciar este capítulo, no existe hoy una estrategia venli forma de evitar la distensión. Sin embargo, como vimos más arriba, hubo una dife­
latoria a aplicar en el paciente con LPA grave que genere un consenso unáni rencia muy marcada entre ambas estrategias para establecer los valores de P E E P a
entre los especialistas. Conocer en profundidad los mecanismos fisiopatológi aplicar a cada paciente.
implicados en la generación y mantenimiento del daño alveolar que acabamos de Lamentablemente, estas diferencias en el nivel de P E E P utilizado por
revisar, nos permitirá elaborar, para cada paciente, una estrategia más racional, en ambos grupos son muy significativas y con ello se torna difícil la interpretación
términos de acotar la lesión inicial y evitar un mayor daño inducido por la VM . de los resultados, en especial, en lo que concierne al mecanismo de protección
Para elaborar una estrategia ventilatoria protectora debemos conocer en detalle con pulmonar. Para Amato y su grupo, el verdadero mecanismo protector se
qué bases realizaremos la elección del modo ventilatorio, el V T, la P E E P y la FIO,. encuentra en el uso de bajas presiones durante la inspiración y P E E P alta, y le
atribuyen un menor valor al uso de bajo V T. Para los autores del A R D S
M odo ventilatorio Network, por el contrario, el verdadero determinante de la buena evolución
fue el bajo V r.
• Modos convencionales: no existe evidencia experimental o clínica disponible en Un estudio reciente realizado por P. Eichacker y publicado por el A JR C C M en el
la literatura de que una de las dos modalidades ventilatorias convencionales, ven­ año 2002, agrega un poco más de incertidumbre al momento de seleccionar el V T
238 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a
V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 239

con que debemos ventilar a nuestros pacientes con LPA. Eichacker realizó un ni (lililíe s . Luego, E. P. Radford, en 1964, extendió este concepto a todo el proceso de
análisis de los cinco estudios clínicos prospectivos publicados entre los años I lltl Lición y formó la curva de P/V como la utilizamos hoy en las unidades críticas.
y 2001, en los que se había evaluado la mortalidad de pacientes con LPA/SDH \ I .a curva de P/V se inscribe en un gráfico X Y , con el volumen en el eje de la
ventilados con una estrategia de bajo VT. Halló que pueden diferenciarse claramein \ y la presión en el de la Y. L a curva debe realizarse en condiciones de flujo
te dos grupos, uno formado por el estudio de Amato y cois, y el A R D S Netwoilt cero o estáticas para anular el efecto resistivo de las vías aéreas, e idealmente
que, como ya mencionamos, consiguen mejorar la supervivencia de los paciente! debería registrar las variaciones de presión y volumen en inspiración (ascen­
sometidos a una modalidad ventilatoria de bajo VT. E l otro está formado por ta<| dente) y espiración (descendente), aunque esta última le agrega complicaciones
estudios (los de Stewart y cois., Brochard y cois, y Brower y cois.), que pese a til técnicas difíciles de superar en un ámbito clínico, por lo que su uso es muy
Iizar un bajo V T no consiguieron mejorar la supervivencia de los pacientes so I n c u s o . Las distintas técnicas que se han descrito para su elaboración son:
dos a esta modalidad de ventilación. Entre las principales conclusiones de
estudio, Eichacker afirm a que con las evidencias científicas disponibles no t • técnica de la superjeringa: consiste en la inyección de pequeños volúmenes de
lícito concluir que la ventilación con un V T bajo sea protectora del pulmón aire (50 a 100 m L) mediante un jeringa de 3 litros, calibrada para aportar esos
en cambio, sí puede aseverarse que el uso de una modalidad de ventilad volúmenes, mientras se registra la presión en la vía aérea después de una pausa
cuyo V T genere altas presiones meseta en la vía aérea (> 32 cm H O ) es perju. de 2 segundos. Las sucesivas inyecciones de aire van conformando una curva
dicial y debe evitarse. Queda para ser evaluado en nuevos estudios si el uso de u ascendente hasta alcanzar una presión máxima de seguridad (40 cm H.O), a par­
bajo VTcon presiones meseta < 32 cm H ,0 es también perjudicial, ya que este me tir de la cual se comienza a aspirar el aire en volúmenes similares (50 a 100 m L)
análisis revela una tendencia a una mayor mortalidad en pacientes que son venlil y con la misma pausa. Esta técnica tiene la ventaja de brindar información inspi­
dos con estos valores, aunque sin que esa tendencia alcance un val ratoria y espiratoria pero presenta varias dificultades en cuanto a su aplicación en
estadísticamente significativo. La hipótesis del autor es que la relación entre el pacientes críticos, lo que ha determinado que no sea utilizada en la práctica clí­
y la mortalidad tiene una forma parabólica de modo que, tanto una estrategia ve nica.
tilatoria, que por utilizar un alto V r genere altas presiones meseta en la vía aé • Técnica de bajo flu jo : consiste en introducir un flujo muy bajo (entre 1 y 6
como otra que utilice bajo VT, pese a que las presiones generadas estén por deba L/minuto de aire continuo) y registrar simultáneamente la presión de la vía aérea.
del nivel de seguridad, incrementan la mortalidad de los pacientes (fig. 9-6). T Esta técnica no requiere pausa inspiratoria debido a que con esos flujos no se
generan fuerzas resistivas por parte de la vía aérea. Si bien en un comienzo esta
Curva de P/V y distensibilidad técnica era elaborada en forma artesanal y era mayormente utilizada con fines de
investigación, hoy es la más utilizada ya que se está incorporando en la mayoría
Revisemos ahora la curva de P/V, metodología utilizada por el grupo de Ama de los ventiladores disponibles comercialmente, lo que permite su inscripción
Las bases fisiológicas de la curva de P/V fueron establecidas por los estudios de von gráfica en la pantalla y la aplicación de fórmulas matemáticas para el cálculo de
Neergard en 1929, quien demostró que las fuerzas de superficie (tensión superfici los puntos de inflexión (en general, utilizan la ecuación de los cuadrados míni­
son responsables de la mayor parte de la presión de retroceso elástico de los pul mos). En caso de no contar con uno de estos equipos, puede realizarse una curva
de P/V en forma sencilla mediante la colocación de una fuente de oxígeno puro
a un flujo constante de 2 L/minuto directamente en el tubo endotraqueal del
paciente, y se miden las presiones con uno de los transductores utilizados en
hemodinamia para registros de presión arterial sistémica o pulmonar.
Obtendremos una curva con la presión de la vía aérea en el eje de la X y el tiem­
po en el eje de la Y. Como el flujo es constante, tiempo es igual a volumen (1
minuto = 2.000 m L), en realidad tendremos una curva de V/P y al invertirla, una
de P/V.
• Técnica de bajo flu jo con corrección de la resistencia: sugerida por Brochard,
M Disminución ^ Aumento ► consiste en realizar una curva de P/V con un flujo de 15 L/minuto y calcular la
Presión meseta ideal resistencia al flujo del sistema respiratorio. Luego, la presión derivada de la
Resultante de los cambios
en el volumen corriente resistencia se le descuenta a cada punto de volumen de la curva y, de esta
forma, se obtiene una curva paralela, pero desplazada hacia la izquierda de la
Fig. 9-6. Relación presión/volumen y mortalidad.
curva obtenida con el ventilador. S i bien requiere tecnología no disponible en
240 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 241

todas las unidades críticas, su relación con la obtenida con la superjerinjM


muy buena.
• Técnica de elección de volúmenes aleatorios: consiste en introducir con un vi
tilador, distintos volúmenes de aire (entre 50 mL y 2.000 m L) en los pulmom
elegidos en forma aleatoria, con una pausa inspiratoria mayor de 3 segundos
recomienda que estos ciclos de volumen aleatorio se intercalen dentro de l<
ciclos ventilatorios de la ventilación basal. Se registran los valores de pnm i
obtenidos con cada volumen y luego se construye la curva al volcar en un p.ij
los valores obtenidos.

Cualquiera sea la técnica utilizada, se describen en ella tres etapas, la pil


mera de las cuales se extiende entre el valor cero de P E E P (Z E E P ) y el nivel di
P u lm ó n reclutad o
presión en que más o menos súbitamente se curva hacia arriba y se caracú 1 1
H istéresis
za por poseer una Crs muy baja (grandes cambios de presión con pocos nuil*
bios de volumen). Al punto de inflexión se lo conoce como punto de inflexión S e g m e n to lineal
inferior o Pflex inf, y si bien no aparece claramente en todos los pacientes, hoy I i|j,. ‘>-7. Lesión pulmonar aguda y curvas de presión/volumen (P/V ); histéresis y puntos de infle-
se cree que su presencia marca el nivel de presión requerido para el inicio di p é n inferior y superior (basado en Jonson B , y Svantesson S, Thorax I999).
la apertura de las zonas que más fácilmente se reclutan, o dicho de otra formii,
expresa el colapso del parénquima pulmonar durante la espiración del ciclo
previo. A partir de este punto (en ocasiones es una zona más que un pinito nulo con el ingreso del V T. Como ya quedó establecido, el grupo de Amato y cois,
específico) comienza la segunda etapa o porción lineal de la curva que tiene lu ingirió que en esta región de la curva se encontraba la “ zona de ventilación ideal”
mayor Crs, y corresponde al progresivo reclutamiento de otras unidades al vi* filies es la de mayor distensibilidad, se evita el colapso alveolar espiratorio al pro­
olares colapsadas que exigen, en forma progresiva, mayores niveles de presión clamar un valor de P E E P que supera el Pflex inferior y se evita la sobredistensión
en la vía aérea para ser reclutadas. Ésta finaliza cuando se alcanza un mir\n i|tir determinaría la ventilación por sobre el Pflex superior.
punto de inflexión, en donde la Crs comienza nuevamente a disminuir, lo qm lil problema con el uso de la curva de P/V, más allá de sus dificultades técnicas,
en la curva se expresa como una pérdida de pendiente hacia la derecha. A este I i que se realiza en condiciones de mecánica pulmonar que no serán las del pacien­
punto se lo conoce como punto de inflexión superior o Pflex sup. L a tercero te cuando iniciemos la ventilación (ya que parte de 0 cm H ,0 de P E E P o Z E E P ) y,
etapa comienza a partir de este punto y se caracteriza por ser una región «Ir inIr más, que la mecánica del sistema respiratorio del paciente variará a medida que
grandes cambios de presión con pocos cambios de volumen. Como aclaramos efl lu ventilación programada actúe sobre él. Estas limitantes de la curva de P/V fue-
un párrafo anterior, la fase espiratoria rara vez puede utilizarse en la práctica clím ion bien estudiadas por K. Hickling, quien ha puesto en duda su valor sobre la base
ca, por lo menos con la tecnología actual; sin embargo, caben algunas considero que tanto el Pflex inferior como el Pflex superior varían cuando se insufla el pul­
ciones sobre ella. món con mayores presiones (uso de P E E P o maniobra de reclutamiento).
Como vemos en la imagen a la izquierda de la figura 9-7, el comportamiento di Para comprender mejor esta limitación de la curva de P/V debemos revisar el
la rama espiratoria difiere en forma marcada del que observamos en la inspiratorio, . oncepto de distensibilidad medida a lo largo de una inspiración.
ya que se inscribe más hacia arriba y a la izquierda, lo que significa que el pulmmi La Crs es definida como los cambios de volumen (A V ) divididos por los cambios
durante la espiración presenta una mejor relación P/V, es decir, una mejor Crs. I o ile presión (AP):
diferencia entre ambas ramas se conoce como histéresis y su significado fue molí
vo de grandes debates entre los fisiólogos. Para el tema que nos ocupa, digamos que Crs = AV/AP (ecuación l)
la histéresis refleja el hecho de que para que un alvéolo se abra durante la inspira
ción, requiere mayor presión que la necesaria para mantenerse abierto durante lo Cuando ambas variaciones se toman en un solo punto, el resultado obtenido es el
espiración. ilc la Crs para esos valores de presión y volumen (p. ej., a V T o a capacidad pulmo­
En el análisis de la imagen de la derecha de la figura 9-7, vemos como se esla nar total). Cuando, en cambio, analizamos una curva de P/V, vemos que la Crs varía
blecen los puntos de inflexión, los que permitirán determinar el valor de PEI I' a medida que el pulmón se va insuflando. En esta curva, los cambios de volumen
(Pflex inferior + 2 cm H O) y establecer el límite de presión que no debe ser supe- i \V) contienen dos componentes: AVdist representa la distensión de unidades al ve-
242 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 24 3

clares ya abiertas (comportamiento alveolar de tipo II, de Schiller). m ientra J 1,200


reclut representa el aumento de volumen cuando se alcanza la presión rcqtid
1,000
para reclutar una o más unidades alveolares que se hallaban colapsadas (p resid í,
Peep 0
tica de apertura alveolar y comportamiento alveolar de tipo III. de Schiller) IW c 800
Peep 5
tanto:
| E 600 P e e p 10
i 400
H2- P e e p 15
Crs = A V / A P = (AVdist + AVreclut) / A P (ecuación 2) I -D- P e e p 20
200
.. Pf a una unidad alveolar colapsada, el AVreclut es un fenómeno súbito del || 0 » ^ * iiii i r i i i i i
todo o nada” ; para todo el pulmón el AVreclut aparece como un proceso conlilii 0 5 10 15 20 25 30 35 40

a medida que mas y más unidades se van reclutando. S i se lo considera en reine! Presión
con la P/V, el incremento abrupto de la Crs en el Pflex inferior indica el coime,, (cm H 20 )

del reclutamiento de unidades alveolares. E l segmento casi lineal que com icnfl
plg, 9 S Curva P/V. M odificación con el reclutamiento (basado en H ickling K . A m J Respir Crit
luego posee una alta Crs y refleja una distensión y un reclutamiento que ocurren <<|| E i> Med 1998).
forma simultanea en unidades alveolares con distintas presiones críticas de apem,
ra. Un pulmón con presiones críticas de apertura alveolar más homogéneas, co,J
lo es un pulmón sano, posee una pendiente particularmente alta, y aquel que m i i J ■ in llamar Pflex superior, es decir, que sólo en estas dos zonas se alcanzan presio-
tre mucha variación de ellas tendrá una pendiente menor, como sucede en la I PA y] M , que reclutan todos los alvéolos; en la zona 3 y, más aún en la zona 4, la inspi-
en especial, en el SD R A .
■k'lon termina y todavía queda tejido que podría ser reclutado. Cuando analizamos
En definitiva, a lo largo de toda la curva hay reclutamiento (no sólo en el p f l j p » valores de Pflex inferior de cada región y lo comparamos con el de toda la curva,
inf) y algo de sobredistensión (no sólo en el Pflex superior) de diferentes región,,» ■tilos nuevamente que las zonas 1 y 2 muestran valores muy cercanos, pero las
del pulmón y el Pflex superior estaría marcando el fin del reclutamiento con las p,„ B lliis 3 y 4 tienen un valor estadísticamente superior (21,3 frente a 27,4 y 33,8 cm
siones utilizadas, pues el aire inspirado ha alcanzado zonas del pulmón que requie 11,0. p < 0,01). La aplicación de esta tecnología con equipos más sofisticados nos
ren valores más altos de presión para su reclutamiento. E l estudio de Hickling J B fiu ite ver en forma dinámica el comportamiento de las distintas zonas del pul­
cois, muestra que ambos puntos de inflexión pueden modificarse ya que, con,1,1 món, tal como nos muestra el estudio de Victorino y cois, publicado recientemente,
vemos en la figura 9-8, mediante el incremento progresivo de las presiones pulmo fin este estudio, que los autores utilizan para validar esta estrategia de monitoriza-
nares, las nuevas curvas que se generan no se inscriben en una misma línea con ln «líiii. se puede ver en su suplemento en Internet, una filmación que muestra el
obtenida a partir de 0 P E E P , y por lo tanto la Crs de cada curva será distin
dependiente del nivel de presión alcanzado.
E l desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido confirmar estas lim itado
A Impedancia R eg ió n 1
la curva de P/V y explicar el porqué de ellas. Mediante el uso de la tomografía poH
Pflex: 21.5
impedancia eléctrica (T IE ), P. Kunst y cois, fueron capaces de realizar curvas de
P/V en el pulmón, pero diferenciadas por áreas. Para ello utilizaron las variación™
de impedancia de un impulso eléctrico que se genera al atravesar las distin.a»
A Presión
estructuras dentro del tórax (tejidos, aire, líquido) y emitiéndolo en forma sucesiva
desde electrodos dispuestos en cinturón, crearon un corte tomográfico sim ilar al de
la T C Luego dividieron el tórax en cuatro regiones, y resulta la región 1 la más ce,
cana ai esternón y la 4. la más lejana. Las variaciones de la impedancia son idént,
cas a las variaciones del volumen de aire del pulmón, por lo que realizar una curva
de presion/impedaneia es igual a realizar una curva de P/V y, de esta forma, se pudo
obtener una de estas curvas para cada zona. En la figura 9-9 vemos los registros d *p<0,01 vs Pflex convencional = 21.3 cm H 20

P/V de cada región de un pulmón con S D R A , vemos también en cada gráfi K urst P et al.: C C M . 2000

impreso el valor del Pflex inferior de cada región. En primer lugar, si analizara
H g . 9-9. Lesión pulmonar aguda y relación P/V regional por tomografía por impedancia eléctrica
las curvas vemos que sólo en las regiones I y 2 la curva alcanza una zona que pode (T IE ) (basado en Kurst P. y cois., C C M 2000).
244 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 245

patrón de reclutamiento y expansión que presenta el pulmón de un paciente J I on este fundamento, en los últimos años se sugirió que el nivel de P E E P sea
S D R A durante una maniobra de reclutamiento. E l vídeo sugiere que las regiones K|n suficientemente alto como para antagonizar las presiones que favorecen el
aireadas se encuentran colapsadas y requieren un determinado umbral de presii . oliipso de las zonas más posteriores, y los niveles utilizados aumentaron hasta
para abrirse. E l patrón de reclutamiento de las diferentes regiones del pulmón l l i im/ar los actuales, que se ubican entre 14 y 18 cm H 20 y aún mayores para
fascinante y muy instructivo debido a que permite ver cómo inicialmente se proil |m i lentes con S D R A más graves.
ce la sobredistensión de las zonas aireadas, lo que deteriora su funcionamiento, | Al comparar los estudios de Amato y el A R D S Network, en el nivel de P E E P se
luego acceder al reclutamiento de las unidades colapsadas con la correspondícid n tliu i diferencias importantes. En primer lugar. Amato utiliza valores de P E E P
mejoría en su funcionamiento y la liberación de las zonas previamente sobrediHlo lililí ho más elevados en el grupo de pacientes sometidos a una estrategia protecto-
didas. 1 . que el A R D S Network (16,3 ± 0,7 frente a 9,4 ± 3,6 cm H .O ) y, en segundo tér­
Este concepto de modificaciones en la mecánica pulmonar con el aumento de I mino. la diferencia en el nivel de P E E P entre los grupos convencionales y con
presiones nos obliga a plantearnos la programación de los parámetros del ventilad, i'.n.ilegia protectora del estudio brasileño es de 9,4 cm H .O mientras que en el
como algo dinámico, cuyos efectos deben ser vueltos a controlar con frecuencia ARDS Network esta diferencia es de sólo 0,8 cm H.O. Esta selección tiene una gran
Kiportancia pues establece qué cantidad de unidades alveolares estarán protegidas
SELEC C IÓ N D E LA PEEP: C O N C EPT O D E LA M EJO R PEEP lli-l colapso por el uso de la PEEP. En el grupo de Amato se busca extender la pro­
bación a un mayor número de unidades, incluidas las más expuestas a los efectos
¿ Y qué sucede con la P E E P ? ■ hjp las presiones sobreimpuestas. En el A R D S Network, al utilizar niveles menores
Sucede algo sim ilar a lo descrito en el caso del V T, pues si bien ya quedó d ,1, PEEP, los investigadores optaron por una estrategia más conservadora y su nivel
tablecido que optar por el nivel de P E E P más bajo que permita alcanzar una Pa( I ilr protección es menor.
~ a ^ o 60 mm Hg o una SpO, > 90%, con una FIO , menor o igual a 0,6, es ten ¡ I Aquí es. quizás, donde deban buscarse las razones del mejor resultado en cuanto
tador por las leves consecuencias hemodinámicas que se presentan. Existe congcn. N la disminución de la mortalidad, que tiene el grupo bajo la estrategia protectora
so en que con esta estrategia se incrementan el colapso alveolar y la les . a cl estudio de Amato y cois., en comparación con la que muestra el grupo prote­
pulmonar. gido en el estudio de la A R D S Network (disminución del 46% en el primero y del
Desde su descripción como una herramienta terapéutica útil en pacientes L i H 2% en el segundo).
S D R A , se han propuesto niveles muy dispares para lo que se conoce como "In I’ara intentar dar una respuesta a las dudas surgidas al comparar ambos protoco­
mejor P E E P ” ; la razón de estas diferencias está en el fundamento con que se la mi los. la A R D S Network realizó un estudio comparando una estrategia ventilatona
liza. S i se la indica para obtener una PaO, > 60 mm Hg es muy probable que d con bajos niveles de PEEP, similar a la utilizada en su primer estudio, con otra estra­
valor requerido sea bastante bajo y sólo variará de acuerdo con la mayor o menm tegia que utilizó niveles superiores de P E E P (estudio A L V E O L I). Este estudio no
tolerancia que se tenga al programar la F I0 2. S i se aceptan valores altos de FIO ,, di incontró diferencias en la mortalidad de ambos grupos, lo que reafirmaría que el
nivel de P E E P puede incluso ser de 5 o 6 cm H ,0 ; si por el contrario se es estríelo mayor efecto protector de su estrategia se encuentra en el bajo V T.
en no superar una FIO , de 0,6 debe recurrirse a niveles un poco más altos, del rango I .amentablemente, surgieron muchas críticas al diseño de este estudio que ponen
de 8 a 12 cm H20 , pero aún así bastante inferiores a los propuestos en la actualidad cu duda los resultados obtenidos y, por consiguiente, las conclusiones que de él se
en parte de la literatura especializada. derivan. Quizás el error más importante de este estudio es que, al igual que en su
De acuerdo con los estudios ya citados de Gattinoni y cois., cualquiera de las dofl primer trabajo, los niveles de P E E P utilizados fueron seleccionados sobre la base
opciones es insuficiente para evitar el colapso espiratorio de las unidades alveola de una tabla preestablecida, sin tener en cuenta las características del paciente en
res, que por su ubicación en las zonas posteriores del pulmón están sometidas a Jan que se aplicaban, lo que en este estudio pudo haber influido aún más, teniendo en
altas presiones originadas en las fuerzas gravitacionales (distintas según se trate do] cuenta que los grupos no fueron homogéneos en cuanto a su gravedad por ser ésta
las zonas pulmonares anterior, media o posterior), a la compresión pulmonar ej mayor en el grupo con P E E P alto. A sí, pacientes que se beneficiarían con altos nive­
cida por la presión intraabdominal (se transmite más a las zonas posteriores e inl les de P E E P no los recibieron en la magnitud necesaria, y aquellos otros en que la
riores del pulmón) y a la presión crítica de apertura de los alvéolos (según el gra' l’E E P alta no sería necesaria, habrían recibido el nivel apropiado. De esta forma es
de edema que presenten y la cantidad y calidad del surfactante presente). Con es probable que estadísticamente los efectos se balanceen con una mortalidad similar
bajos niveles de P E E P sólo se conseguirá mantener abiertas las unidades alveol cutre ambos grupos.
ubicadas en zonas de bajas presiones sobreimpuestas, cuya presión crítica de cié Un reciente estudio multicéntrico liderado por Gattinoni, que más adelante vere­
sea inferior al valor de P E E P elegido, pero no podrán evitar que se perpetúen 1» mos en detalle, estableció que los pacientes con SD R A presentan importantes dife­
ciclos de colapso y apertura de otras muchas unidades. ■ rencias en las necesidades de P E E P de acuerdo con su potencial de reclutamiento,
246 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 24 7

y esas diferencias se relacionan con distintas mortalidades. Los pacientes con Cyu disminuir progresivamente el nivel de P E E P y utilizar la mejor Crs como
potencial de reclutamiento no sólo no se benefician del uso de altos niveles de •presión de la mecánica de todo el pulmón.
sino que éstos pueden ser peligrosos y aumentar su mortalidad. Por el coni Un reciente estudio confirma estos hallazgos y agrega un gran valor práctico a
pacientes con alto potencial de reclutamiento pueden verse beneficiados con el L » lorma de encontrar la mejor PEEP. Se trata del trabajo experimental llevado a
D c c n °S n'VeleS dC P E E P ° e 6Sta manera- una estrategia que aplique nivele» lib o por Femando Suarez-Sipmann y cois., en un modelo de LPA grave por lava-

sin tener en cuenta la capacidad de los pulmones de cada paciente para ||i><l< pulmón en cerdos. En su estudio, los autores analizan el comportamiento de
ponder al reclutamiento, no podrá determinar el verdadero valor de la P E E P c [h distensibilidad, tanto estática como dinámica, durante una maniobra de recluta-
parte de una estrategia protectora del pulmón. | Lcn to alveolar. E l primer hallazgo de importancia es que el comportamiento de la
Finalmente, el grupo multicéntrico español liderado por J. V illar (integrante C taisibilidad dinámica es muy similar al de la distensibilidad estática (R = 0-92;
A R D S Network) publicó en el año 2006 los resultados de un estudio que rep |< 0,01), lo que avala su uso para establecer la mejor PEEP, y con ello se simpli-
ce, en gran parte, el protocolo de Amato y cois. En él se compararon dos eslí a. Jli ,i mucho su aplicación en la práctica clínica diaria. E l segundo hallazgo es que el
de ventilación, una con bajo VT y alta P E E P (Pflex + 2), y otra con ventilación Comportamiento de la distensibilidad se relaciona fielmente con la cantidad de teji-
vencional. Sus resultados confirman los resultados obtenidos por Amato en cu aireado (evaluado por TC de tórax, PaO, y shunt) sólo cuando se la evalúa en la
al descenso de la mortalidad en la U T I y, además, encuentran que el grupo c« L e descendente de una maniobra de reclutamiento, como sugirieran los resultados
estrategia en estudio muestra un descenso en la mortalidad hospitalaria y de los fe Hickling. En la figura 9-10 vemos la correlación entre distensibilidad y
libres del ventilador. L |'nO,/FIO„ T C tórax y shunt, durante una maniobra de reclutamiento.
r ¿

O tras estrategias para determ inar la m ejor PEEP Variaciones de la PaO,: índice de máximo reclutamiento
iP.iO,+ PaCO)
Variaciones de la distensibilidad
Algo similar ocurre cuando se intenta utilizar la PaO, para decidir el mejor nivel
Hace ya muchos años, P. Suter y cois, propusieron utilizar las variaciones de Ijc PEEP. Durante el aumento progresivo de la P E E P se verá que al comienzo la
Crs ante el aumento progresivo de la PEEP, como parámetro para definir la me l'nO, mejora y luego, al superar 10 o 12 cm H ,0 (en ocasiones con valores aún más
P EEP, y sugirieron elegir el menor valor que permita obtener la mejor Crs. W hiijos) comienza a disminuir. En este caso, la razón del empeoramiento es la dismi­
Un reciente estudio experimental de Hickling confirma el valor de la Crs co nución en la perfusión de las unidades alveolares bien ventiladas por la sobredis-
parámetro para establecer la mejor PEEP. Sin embargo, su estudio establece
diferencia fundamental, en él se determina claramente que para utilizar la Crs co
guia para la mejor P E E P es necesario primero realizar una maniobra de reclu
miento que permita alcanzar presiones en la vía aérea capaces de superar las p
siones criticas de apertura del mayor número de unidades alveolares posibles, y
intentar reclutar la mayor cantidad de alvéolos.
La explicación a esta diferencia se encuentra en que al analizar el compon
miento de la Crs durante una maniobra de incremento progresivo en los niveles d
PEEP, y luego un descenso de éstos, lo que encontramos es que con niveles intei
medios de P E E P (en general 8 a 12 cm H 30 ) se observa una caída de la Crs qu
luego se revierte pese a continuar incrementando sus valores. Este comportamieni.
bimodal se debe a que el pulmón de los pacientes con LPA tiene gran parte de si
tejido colapsado y, por lo tanto, al aumentar la P E E P primero se producirá un,
sobredistensión de las zonas sanas que explica ese deterioro inicial. E l nivel de pa­
siones alcanzado en la vía aérea, con esos niveles intermedios de PEEP, no consi
gue abrir las zonas colapsadas y, como consecuencia, la Crs obtenida es sólo uní
expresión de las zonas del pulmón menos dañadas que pueden reclutarse duranu
una inspiración a bajas presiones. En cambio, si primero se realiza una maniobra d.
apertura y se recluta la mayor cantidad posible de unidades alveolares, se podrí Fig . 9-10. M odificaciones de la distensibilidad durante la maniobra de reclutamiento.
248 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c A n ic a ■
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n la l e s ió n p u l m o n a r a g u d a g r a v e 249

tostón S i continuamos elevando el nivel de presión hasta alcanzar el nivel de J


elevarse 3 colaPsadas' «S™> la PaO, v u e lü fl

Un reciente estudio de J. Borges y cois, aplicó una nueva estrategia de reclu J 1

P EE P °d e se T ' ndlCe baSad° “ Pa°- y 13 PaC 0 - P” 3 establecer la m i


esta estrategia X ^ mam° b ra‘k “ Atamiento. Más adelante veremos en d e lu l
PaCO L a m S ^ ° S, P° r “ q“ e SUS resultad° a muestran al índice P a o l
m S „ “ re í , * (C,°n “ “ n °> 31 100%) COm° inói^ confiable ( 1
Z t ^ e n T a fa s e T d 0 " T (< 5 % alVe° lares ^olapsadas). Po, 9 0 .5
--------- 1
0 .5
i-------------- 1 i---------
1 .0

At (s) Al (s) AI (s)


P E E P de 25 cm H O 7 ™ 1* T P r e n d o de u f
PaCO Cnand 1 “ 2 H. ° > ^ a los valores de P a o !
F ig . 9-11. índice de estrés (stress índex) de R ain ieri y cois.
núm So de
de unid d alveolares
f ' l “ =+ PaC 0es>>
S 5380
% y mm
debeH detenerse
®' se “ >“ el*=■*
d e 4™ I í
numero unidades colapsadas sca
considerando que la P E E P óptima es aquella inmediatamente superior En 1
Barca el descenso de la distensibilidad cuando se aumenta el volumen, lo que reve­
« ¿£ £ 2 ?"¿T”01" deaperturaysedesciendehas,advdordeH ja una sobredistensión.
I,a estrategia propuesta para utilizar la curva P/T como indicador de la mejor
In d ice de estrés H
lE E P consiste en aumentar la P E E P hasta obtener una línea recta en esa porción
le la curva P/T. Luego se realizan tres maniobras de reclutamiento consecutivas,
Ram m y cois han propuesto una estrategia para establecer la mejor P E E p lu J «lindares a las utilizadas en la estrategia O L A (40 cm H.O durante 40 segundos).
S - C O T b ” ,éCnÍHa ,dd 13 d'— M" dad-P - o que se bisa ™ e! £ Después de las maniobras de reclutamiento se vuelve a incrementar la P E E P hasta
ISIS de la curva P/T bajo una modalidad de volumen control con flujo constante I a
Obtener una línea de tipo sobredistensión, esto es, de concavidad superior.
técnica, denominada rtrcrr ¡ndex ((„ dlce de estrés), analiza la f Z a T T
Finalmente se desciende la P E E P hasta que la línea vuelva a ser recta.
ascendente de la curva P/T mientras se modifican los valores de P E E P y se reali/ u.
man,obras de rec atamiento. E l inconveniente de este método es que el anadis!" lé
la curva obliga a la aplicación de una fórmula matemática. V | I slrategias menos utilizadas o en etapa experimental
• Tomografia com putarizada de tórax
Pt = d T *+ c I I I .a TC de tórax ha sido, en los últimos 20 años, una de las herramientas más

Donde PL representa la presión y los coeficientes a . b . y c son constantes E l c J importantes en el desarrollo del conocimiento de la fisiopatología de la LPA y de
su tratamiento mediante el uso apropiado de la V M . Múltiples estudios han
Im p re s ió n T t^ c T e iÍ f " ^ h 5" P/T a T = >*• y e, c o e f ic ie n t e I demostrado su valor al momento de establecer el grado de lesión pulmonar
P/T p i Í v i L , d I ' , “ " Úmer° qUe describc la forma de la c t l mediante el análisis de los infiltrados en las regiones más declives del pulmón.
P/T. Para valores de coeficiente b < 1, la dinámica de la curva P/T presentará u j„ De estos estudios se desprendió la gran utilidad que puede tener esta herramien­
concavidad superior, lo que indica un aumento de la distensibilidad con el t i e n ^ ta para establecer el nivel de reclutamiento alveolar y la reaparición del colapso
bi Mad c ™ 6 eT r S COefldentó b > 1 “ Presa" a" a disminución de la diste durante una maniobra de reclutamiento. A partir de este momento, podemos decir
K n ilm e , T ' qUe Pr° dUCe Una curva m concavidad inferí que la T C ha sido utilizada como el estudio de referencia (gold standard) con el
que se comparó cualquier otra estrategia que intentó establecer la mejor PEEP.
ten sM d S cV“ *= ‘ re,adÓ" W y d”a i
No puede sorprendernos que el grupo de L. Gattinoni, quienes fueron los pri­
Teniendo en cuenta su fundamento, el análisis visual de la curva puede dar inl'of meros en destacar el rol crucial de la T C de tórax en el SD R A , sean quienes ahora
macion acerca de la mecánica respiratoria del paciente y su comportamiento aft nos plantean su uso al momento de establecer los parámetros de la V M y, en espe­
cambios en el nivel de P E E P durante una maniobra de reclutamiento ^
cial, de la PEEP. En una reciente revisión nos proponen utilizar la T C de tórax
Como vemos en la figura 9-11, una curva lineal expresa la ventilación ideal v i como la piedra angular del tratamiento ventilatorio, debido a que con ella puede
rior re v é lT z o im ^ l * T " ™ '* " * * * ’ Con « c a v id a d supe' establecerse el potencial de reclutamiento pulmonar que presenta el paciente, y
zonas colapsadas que se reclutan. Una curva con concavidad inferior sobre la base de este dato podremos programar los parámetros ventilatorios que
250 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n la l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 251

mejor de adecúan a su estado. S i bien más adelante, al revisar las maniobras t, illlerencia de ésta, lo hacen en forma dinámica durante el ciclo ventilatorio. Su
reclutamiento, nos extenderemos en el estudio que sirvió de fundamento 1 (-*■ «so durante una maniobra de reclutamiento permite establecer a qué presiones
planteo, digamos ahora que para los autores, aquellos pacientes que muestran mi lutf consigue el reclutamiento de las zonas colapsadas durante la etapa de ascen-
alto potencial de reclutamiento en la TC durante una maniobra de reclutamjcW'V ko de las presiones, y a qué presiones se vuelven a colapsar durante el descenso.
serán aquellos que se beneficiarán con el uso de altos niveles de PEEP. Por el coM I »c esta forma podemos establecer la mejor P E E P y seguir la evolución mientras
trario, aquellos pacientes con bajo potencial de reclutamiento no sólo no rcqulf] dliic la ventilación mecánica. Si bien el estudio de J. Victorino permitió validar
ren altos niveles de P E E P sino que su aplicación determinará un mayor riesgo t¡3 | i’si.i herramienta, se requieren nuevos estudios que confirmen su utilidad y prac-
una lesión pulmonar asociada a la V M . iicidad.
Más allá de las críticas recibidas por este estudio y del debate que se Abrió J
partir de su publicación, es innegable que el uso de la T C de tórax como herí J I i npnografía volum étrica, espacio muerto y variables derivadas
mienta para establecer el mejor nivel de P E E P presenta serios inconvenitnlcJ I ii medición del CO, espirado con el capnógrafo durante la V M es una herra-
prácticos al momento de tener que utilizarla en un paciente crítico, por lo gnitM I tinenta muy utilizada en el quirófano para la monitorización de los pacientes
ral inestable y con un alto riesgo de presentar complicaciones durante su traslnijl | sometidos a anestesia general. Durante años su aplicación consistió en el análisis
al tomógrafo. del CO, espirado en función del tiempo y permitió conocer, aunque en forma
Indirecta, la calidad de la ventilación, asumiendo que el CO, espirado es similar
• Tomografía por impedancia eléctrica ni CO arterial. Esta conclusión es válida siempre que el paciente en cuestión pre­
La T IE ha sido utilizada en medicina desde hace más de 20 años, sin embargo « J sente un funcionamiento pulmonar normal, o sea, con una ventilación homogé­
aplicación en el SD R A se dio recién en el año 2000, cuando un grupo de inven!! nea y con una perfusión normal, y deja de serlo cuando se incrementa el espacio
gadores aplicó la T IE a un modelo de lesión pulmonar por lavado con solucitíl muerto, como veremos más adelante. Esto se debe a que el CO , es un gas con
salina en cerdos. Sus resultados, aun cuando utilizaron un prototipo con e s c ttl libre pasaje entre la sangre y el alvéolo, y su concentración en el espacio alveo-
desarrollo, fueron muy interesantes ya que el análisis de la variación de la imp«3 lai es dependiente de la ventilación, de la perfusión y de la producción a nivel
dancia en el pulmón permite reconocer las mismas zonas descritas con la TC, c o J lisular. A partir de su amplia difusión se pudo establecer que durante la aparición
el beneficio de tratarse de un método que puede aplicarse en la terapia intensivW dc variaciones en la perfusión y la ventilación, la morfología de la curva presen-
sin trasladar al paciente. En el año 2004, J. Victorino, del grupo de M. Am ato! l.iba cambios significativos que podían ayudar a establecer ciertos diagnósticos.
publicó el primer estudio en pacientes con un nuevo prototipo de T IE que incoi I s así como los pacientes que presentaban durante la cirugía modificaciones en
poro un número importante de modificaciones que además de mejorar las imáge­ la ventilación, como por ejemplo broncoespasmo, alteraban la morfología de la
nes obtenidas permitió una serie de análisis nuevos sobre la base de la* curva de una forma particular. De igual modo, el rápido descenso de la perfusión
variaciones regionales de la impedancia. En su estudio, los autores utilizan la TC pulmonar, como por ejemplo en el tromboembolismo de pulmón (T E P ) o una
de tórax como estudio de referencia y encuentran una excelente correlación e n tll brusca caída del gasto cardíaco, alteraban la morfología de la curva también de
la variación de la impedancia y la variación del contenido del aire en las diferen I una forma característica.
tes zonas del pulmón (R : = 0,92). Como dijimos, el aumento del espacio muerto altera la relación entre el CO,
En lorma sencilla digamos que la T IE es una técnica no invasiva y libre til espirado y el CO, arterial, por lo que conocer el valor de esta variable es necesa-
radiación, basada en la medición del potencial eléctrico en la superficie de la i io al momento de interpretar la capnografía. Conocer el valor del espacio muer­
pared del tórax. Dentro de una zona circunferencial formada por una serie de to en la práctica clínica es justamente otro aporte de la monitorización del CO,
pares de electrodos, se aplica una corriente eléctrica alterna no peligrosa, que ni espirado. Fisiológicamente, se considera espacio muerto al volumen de aire pul­
pasar por el tórax genera un gradiente del potencial en la superficie que es cap monar alojado en zonas sin capacidad de intercambio de gases con la sangre. Este
tada por otros pares de electrodos y, luego, transformado en una imagen bidi volumen mayormente se encuentra en la vía aérea central y en aquellos bronquí-
mensional de la distribución de las variaciones de la impedancia dentro del olos sin capacidad de intercambio gaseoso. Sin embargo, existen zonas alveola­
tórax. E l aire es un pobre conductor de la corriente eléctrica y causa una alia res cuya capacidad de intercambio de gases se ve disminuida y también colaboran
impedancia, mientras que el agua o la sangre son buenos conductores. Esta dife* en el volumen del espacio muerto. E l volumen del espacio muerto de la vía aérea
rencia hace posible detectar cambios en el contenido de aire y en los tejidos recibe el nombre de espacio muerto anatómico, y al agregarle el volumen de aire
mtratorácicos durante uno o varios ciclos respiratorios. Como dijimos, las varia­ alveolar sin intercambio gaseoso tenemos el espacio muerto fisiológico.
ciones de la impedancia se comportan en forma similar a como lo hacen los intil Volviendo a los ejemplos ya citados, digamos que la sobredistensión alveolar
trados de la TC, lo que demuestra una heterogeneidad de la ventilación, pero a generada por el broncoespasmo, además de modificar la curva de CO,/T, aumen-
25 2 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 25 3

tará el espacio muerto. De igual forma el TEP, al disminuir las zonas perfundidnw
alterará la curva capnográfica y aumentará el espacio muerto.
La posibilidad que otorgan los nuevos capnógrafos de integrar las medien ino*'
del CO, y del volumen espirados, permiten generar una curva ya no sólo de ( <)é
espirado/T, sino también una de CO, espirado/V espirado. A esta última curva ■
la conoce como capnografía volumétrica (C V ). La C V agrega a las capacidada
descritas para la capnografía convencional, la posibilidad de relacionar qué u iM
tidad de CO , es eliminado durante las distintas fases de la espiración y cuániu
volumen de aire lo contiene. De esta forma podemos reconocer tres comp.ull
mentos secuenciales (vía aérea, vaciamiento progresivo de regiones alveolares I
gas alveolar) y establecer cuáles son los volúmenes del espacio muerto anatómicoj
del espacio muerto fisiológico y del espacio muerto alveolar (V [/VTanal, V d/ V JB
V T (m L )
V y v ^ 1'"’1", respectivamente). Para ello es necesario que contemos con una m
Fig . 9-12. P C O , espirada/ V r espirado y PaC O , (basado en Tusman y cois.).
tra de CO, arterial y apliquemos las fórmulas de Bohr-Enghoff:

PaCO, - ETC O 4

v d/v t =
PaCO.
modificar esta situación, conseguiremos que los valores del espacio muerto alveo-
ETC O , = CO , de fin de espiración (end tidal C O ,) lllif disminuyan y que la curva de C V se modifique en forma significativa cuando se
[Son sigue un adecuado reclutamiento. De forma inversa, cuando se vayan disminu­
S i a este valor de V D/VT obtenido se lo multiplica por el V T se obtiene el V |/V| yendo las presiones reaparecerá el colapso, y con él, los valores del espacio muer-
fisiológico. E l V D/VT fisiológico está formado por el V D/VT anatómico y el V(1/Vf lío alveolar volverán a aumentar y la curva, a modificarse. A sí, siguiendo los
alveolar. Para conocer el V„/V„ alveolar sólo es necesario restarle al V../V_ fisioléJ cambios de la C V y sus variables derivadas, podremos saber a qué P E E P debemos
D D
gico el V D/VT anatómico. Ventilar al paciente para evitar este fenómeno.
liste comportamiento de la C V y su posible utilidad en la monitorización de
V D/VT - = V R/VT x V T pacientes con SD R A fue evaluado por el grupo de G. Tusman y cois, en un mode­
V /V fis‘° = V /V anal + V /V a,vco,ar lo animal de SD R A por lavado con solución salina. Utilizaron a la TC de tórax
Y / y alveolar = Y /V f,sio - V /V anul romo estudio de referencia para determinar colapso y reclutamiento y encontraron
una excelente correlación entre ambos métodos. Uno de los aspectos más intere-
En la figura 9-12 se muestra una curva de C V con los correspondientes volúmol winies del estudio es que determina el grado de correlación entre la T C de tórax y
nes del espacio muerto anatómico (Z o V Da«); del espacio muerto alveolar (Y ); y del distintas variables de la CV, entre las que se encuentran el V D/VTnsi" y el V,/VTalve'"",
área bajo la curva o V Talveolar (X ). y todas muestran muy buena correlación (R 2= 0,7 y 0,95 respectivamente, con una
Podemos preguntarnos ahora cuál es el valor, en pacientes con SD R A , de cono* P < 0,05) y una sensibilidad y especificidad muy altas (0,9 y 0,86 para V D/VTfi!,° y 1
cer estas variables y qué relación guarda esta información con la utilidad de la CV y 0,82 para el En la figura 9-13 vemos un ejemplo de cómo la monitori-
en establecer la mejor PEEP. Podemos encontrar la respuesta a la primera pregunta /nción de una de estas variables, en este caso el volumen del espacio muerto alve­
en una reciente serie de estudios publicados por el grupo de M . Matthay y cois., olar expresado en m ililitros, permite establecer el momento de aparición del
donde establece que el nivel de V D/VT de los pacientes con SD R A guarda una relie colapso, medido por el nivel de shunt, durante una maniobra de reclutamiento y
ción directa con su gravedad y, por ende, con su mortalidad, tanto al ingreso como cómo, de esta forma, podemos establecer la mejor P E E P (flecha).
durante los primeros días de evolución. Es importante recordar aquí que estos cambios sólo se observan después de una
Responder a la segunda pregunta es más complejo, aunque podemos sim p lifiod maniobra de reclutamiento y que los estudios que evaluaron la respuesta de la C V
diciendo que el paciente con SD R A o LPA presenta un aumento del espacio mui al incremento de la P E E P sin esta maniobra, como el de L. Blanch y cois., no
to y cambios en la curva de C V debido a alteraciones en la homogeneidad de la venJ encontraron modificaciones significativas. Por lo tanto, al igual que sucede con la
tilación y por efecto de la V M cuando ésta provoca una sobredistensión y/o uniij distensibilidad y con la PaO, + la PaCO,, esta estrategia sólo es útil asociada a una
disminución de la perfusión. S i mediante una maniobra de reclutamiento logri de estas maniobras.
254 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 255

60 10 0 ■ aplicación de maniobras de apertura, las cuales generaron intensos debates al


. 90 ■piiu-nto de incluirlas dentro del listado de herramientas terapéuticas útiles para
50
- 80
Su i«mes con LPA grave. Este debate alcanzó su máxima expresión cuando se com-

-40
E
l - 70

■6 0
hiii.inm las estrategias ventilatorias del grupo de Amato y cois., que las incluye, con
In .Ir! A R D S NetWork, que prescinde de ellas. Como sucedió con el nivel de P E E P
, .
30 -

I
• 50 C llkinlo en cada una de estas estrategias, se realizaron estudios para comparar los
■4 0
I 20
-C
h»uiliados obtenidos en pacientes bajo una estrategia protectora con maniobra de
(f)
30
i in hitiimiento y sin ella. También en este caso los resultados parecieron no mostrar
• 20
10 ■fi-n-iicias en la mortalidad con el uso de esta maniobra y su utilidad fue puesta en
■10
lltida. al extremo de recomendar que no sea usada, teniendo en cuenta los posibles
0 ■ 0
I------------------------------ 1------- 1--------1--------1------- 1------- 1--------T — 1------1--------1--------1 ■bclos adversos.
RM
6 24 22 20 18 16 14 12 10 8 6 0
Mucho podría argumentarse acerca de la validez de los estudios que utilizaron
P E E P (cm H pO ) I l i a maniobra con resultados negativos, como por ejemplo, si la utilizaron dentro
(Ir una estrategia protectora o como una medida aislada, si las presiones utilizadas
Fig. 9-13. Relación entre el espacio muerto alveolar y el shunt durante la maniobra de recluí
miento (basado en Tusman y cois.). perón las requeridas para alcanzar los resultados buscados o eran inferiores, si el
lilo i de P E E P posterior a la maniobra era el adecuado para sostener el efecto obte­
nido por la maniobra o no, y en' ese caso, cómo se intentó encontrar ese valor de
B E P - En definitiva, parecía que el debate no iba a arrojar conclusiones definitivas
¿Cóm o elegir entonces? Un problem a de colapso y reclutam iento in co a de esta maniobra, hasta que dos estudios volvieron a colocarla en el centro
lie la escena. Uno de ellos es el estudio de Borges y cois., y el otro es el estudio de
E l colapso alveolar o desreclutamiento se encuentra en el centro de la fisiop.iiu |„ (iattinoni.
logia del SD R A . Por ende, cualquier estrategia ventilatoria que intente protege i c| El estudio del grupo de Brasil repitió su experiencia con la estrategia O LA , pero
pulmón debe proponerse evitarlo; sin embargo, es evidente que cualquier esti.ilr- lula vez le agregó, con posterioridad a ella, una nueva maniobra de reclutamiento que
gia que se lo proponga debe tomar en cuenta que parte del tejido pulmonar reqm. Consiste en el incremento progresivo de las presiones en la vía aérea, con una P E E P
re. para ser reclutado, alcanzar altas presiones que no se logran con la ventilación Inicial de 25 cm H ,0 y 15 cm H.O de presión de trabajo (40 cm H.O de presión pico),
con V T. pitos valores fueron mantenidos durante 4 minutos con una frecuencia respiratoria de
Mientras que en las zonas con reclutamiento inspiratorio el desreclutamicn» 10 rpm. Luego se incrementó la P E E P 5 cm H.O, mientras se mantuvo la presión de
to espiratorio puede evitarse mediante el uso de valores adecuados de PET I\ BUbajo en 15 cm H ,0 durante 2 minutos. Estos escalones de ascenso en la presión, de
las zonas con pérdida definitiva de aire, o atelectasias, exigen medidas espedí minutos de duración, se continuaron hasta valores que permitieron un reclutamien­
ficas para su solución. Las unidades alveolares comprometidas tienen una p r e ­ to lotal de las unidades colapsadas, evaluado por parámetros de oxigenación (PaO,+
sión crítica de reclutamiento alta y, en general, exigen entre 55 y 60 cm 11O |'u(:ü2> 400 mm Hg), o hasta alcanzar los 60 cm H ,0 de presión pico. Entre cada
para ser reclutadas. ¿liealón se programó una fase de reposo con 40 cm H.Ó (25 y 15) también por 2 minu­
Como se ha dicho, los pacientes con enfermedad más grave no tendrán respuenj tos (véase fig. 9-14). Esta nueva estrategia fue llamada estrategia de máximo recluta­
tas a las estrategias estándar de V M , y en ellos las opciones no son muchas. miento. Una vez alcanzada una de las metas propuestas (PaO,+ PaCO, > 400 mm Hg
acuerdo con los mecanismos que hemos revisado, si tenemos la posibilidad de coM 0 presión pico de 60) se procedía a la fase de descenso desde una P E E P de 25 cm H,0
trarrestar el colapso podremos mejorar la función pulmonar, y para ello se requiera y ile a 2 cm H.O por cada escalón que se mantenía durante 4 minutos.
alguna estrategia de reclutamiento que permita que mayor superficie pulmonar k J Sus resultados muestran que:
encuentre disponible para el intercambio de gases.
• fue posible revertir el colapso pulmonar y estabilizar el reclutamiento pulmonar
M A N IO B R A S DE A PER T U RA PU LM O N A R I en 24 de 26 pacientes con SD R A temprano, y sus resultados superaron a los obte­
nidos con la estrategia O LA ,
Si bien ha sido finalmente aceptado por la mayoría de los autores que el conc<P • dicha respuesta fue independiente del origen del SD R A (primario o secundario),
to de lesión pulmonar asociado a la V M incluye, como uno de sus componentes más • la oxigenación mostró una fuerte relación inversa (R = - 0,91) con la masa de teji­
importantes, el ciclo repetido de colapso y reclutamiento, no ocurrió lo mismo con do colapsado,
25 6 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 25 7

: Estrategia de máximo reclutamiento S lii gravedad de la lesión pulmonar y programar en forma precisa los parámetros del
60 ventilador.
Alrededor de estos dos estudios se ha generado un nuevo debate, que aún no ha
A P = 15 c m H ,0 «incluido. Con el conocimiento actual, todo médico con la responsabilidad de pro­
gramar un ventilador para ser utilizado en un paciente con SD R A , deberá plantear­
te la realización de una de estas maniobras con la finalidad de proteger el pulmón
ti para establecer el potencial de reclutamiento de dicho pulmón, o para determinar
t ii .il es el mejor valor de P E E P a programar.
Para poder hacerse este planteo es necesario que el operador esté familiarizado
Con alguna de las maniobras de reclutamiento descritas en la literatura, y elegir
fequella que a su criterio está más capacitado para realizar. De todas maneras y cual­
Tm a x = 2 0 m in quiera sea su elección, lo importante es que recuerde que una maniobra de apertu­
T iem p o ^
ra para considerarse segura debe:
ft TC multicorte completa t TC multicorte semi-completa
• hallarse incluida dentro de una estrategia que contemple los nuevos conceptos
Fig . 9-14. Maniobra dc reclutamiento (basada en Borges y cois.).
lisiopatológicos de protección pulmonar y
• realizarse en forma controlada y sistematizada.

• el índice PaO,+ PaCO,= > 400 mm Hg (con FIO , al 100%) fue un indicador con ■ Por último, una estrategia de ventilación que tienda a abrir el pulmón y mante­
fiable de máximo reclutamiento pulmonar (< 5% de unidades alveolares colii|> nerlo abierto debe, además de realizar la maniobra de apertura y de elegir niveles
sadas). ilc P E E P que impidan el desreclutamiento, evitar que la vía aérea sea desconectada
.leí ventilador ya que las desconexiones favorecen el colapso alveolar. Para ello se
E l otro estudio que aportó una valiosa información acerca del uso de maniobran recomienda utilizar circuitos cerrados de aspiración de secreciones y sólo recurrir
de reclutamiento fue el estudio multicéntrico liderado por L. Gattinoni. La meta d « ni aspirado cuando las secreciones interfieran con la ventilación.
este trabajo fue estudiar el potencial de reclutamiento de los pulmones de pacienten
con SD R A con la finalidad de conocer la capacidad del pulmón para reclutarse W Com plicaciones y contraindicaciones
mantenerse reclutado, y así poder establecer el valor de PEEP óptimo. En su estudio,
los centros utilizaron como estrategia de reclutamiento la aplicación de ciclos venli La realización de una maniobra de reclutamiento tiene complicaciones potencia­
latorios en modalidad presión control, con P E E P de 5 cm H,0 y presión pico de 41 les que pueden determinar su contraindicación. Entre ellas sobresalen:
cm H ,0, a una frecuencia de 10 rpm, durante 2 minutos, y con una relación I:E (le
1:1. Úna vez establecido el potencial de reclutamiento, los autores lo relacionaron I • Inestabilidad hemodinámica: en general es consecuencia de la hipovolemia de los
con distintos parámetros de la evolución de los pacientes, entre ellos la mortalidad. pacientes críticos y responde rápidamente a la carga de líquidos. Sin embargo, en
Su hallazgos establecen que los pacientes con mayor potencial de reclutamiento pre­ pacientes con requerimientos de dosis altas de fármacos vasoconstrictores no se
sentan un SD R A más grave, mayor deterioro del intercambio de gases, mayor shunt, aconseja su aplicación. En un estudio reciente llevado a cabo en el Hospital Italiano
peor mecánica respiratoria y mayor mortalidad, pese a tener similar store SA PS ll de Buenos Aires y presentado en el Congreso de la SATI-2003, se comunicaron los
Además, los pacientes con alto potencial de reclutamiento se benefician con el usti efectos adversos sobre el corazón, medidos por medio de un Eco-Doppler transe-
de niveles elevados de P E E P debido a que éstos evitan el colapso de fin de espira sofágico, de una maniobra de reclutamiento que alcance los 35 cm H ,0 de PEEP.
ción al que son tan propensos, y de esta forma se disminuye el riesgo de lesión pul Estos efectos incluyen una marcada caída de la fracción de eyección de ambos ven­
monar inducida por ciclos repetidos de colapso y reclutamiento. Por el contrario, I on trículos, y una marcada dilatación de las cavidades izquierdas y derechas.
pacientes con bajo potencial de reclutamiento requieren bajos niveles de PEEP, pues • Neum otorax: su aparición es muy poco frecuente pero en pacientes con neumo­
en ellos su uso ocasionará una sobredistensión y favorecerá el daño inducido por el torax previo drenado, la aplicación de una maniobra de reclutamiento está con­
ventilador, sin obtener el beneficio de evitar el colapso que no presentan. H traindicada.
En resumen, los autores remarcan la importancia de la maniobra de apertura lam • Enferm edad pulm onar obstructiva crónica: en pacientes con SD R A y antece­
conocer el potencial de reclutamiento, y a éste como una forma de poder pred dentes de EPO C grave, una maniobra de este tipo puede generar un mayor nivel
25 8 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a
V e n t i l a c i ó n m e c á n i c a e n l a l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 259

de atrapamiento aéreo que en pacientes sin este antecedente, con el consiguie midr mayor tendencia al colapso. En el estudio de J. Aboab y cois., 14 pacientes
riesgo de neumotorax. Además, la respuesta a la maniobra es escasa en pacien Hiiii 1.PA moderada a grave fueron ventilados, en forma secuencial, con niveles de
con enfisema pulmonar y los riesgos de neumotorax son mayores, por lo que T baja y alta (5 y 15 cm H ,0 respectivamente) y con FIO , de 60 y 100%, y
jp l- .l
contraindica su uso.
hgistraron el volumen de aire reclutado en cada combinación. Sus resultados mues-
• SD R A tardío: en pacientes con SD R A en los que la estrategia ventilatoria Ifiin que la asociación de alta concentración de oxígeno con bajos niveles de P E E P
cada no ha sido protectora durante los primeros 7 a 10 días de ventilación, la Provoca una pérdida de volumen pulmonar y un empeoramiento de la PaO,/FIO,.
Iizacion de maniobras de reclutamiento muy probablemente no tengan el efec be acuerdo con estos resultados, concluyen que el uso de una alta FIO , es causa de
buscado, y su realización implica un mayor riesgo de complicaciones, en esiid lli’Mvclutamiento si no se la asocia con altos niveles de PEEP.
cial, neumotorax.

<>1RAS M ED ID A S RELA C IO N A D A S C O N LA VM , SU G ER ID A S
ELEC C IÓ N DE LA F IO , I
IN LA H IP O X E M IA REFRACTARIA

Los altos niveles de FIO , utilizados en los pacientes con SD R A en los primen»
Ventilación en decúbito prono
anos de conocido este síndrome, más los efectos adversos del oxígeno en altas con-
c e n t o n e s descritos en niños con SD R A neonatal, dejaron planteada la p o s ib il Si bien existen referencias anteriores, la primera descripción del uso de ventila­
dad de que parte de la lesión asociada con la V M estuviera relacionada con la FIO ción en decúbito prono (V M P ) como alternativa terapéutica para pacientes con LPA
Desde ese momento se ha intentado mantener la menor FIO , posible con la que grave, se dio a mediados de 1980. Sin embargo, su uso no se difundió y las publica­
obtenga una Pa0 2 > 60 mm Hg. En los últimos años, los cambios referidos sobu- ciones de estudios sobre su aplicación fueron aisladas. A partir del interés desperta-
la fitopatología de la lesión por V M condujeron a privilegiar el descenso en la pre­ do por los estudios referidos a la LPA secundaria a V M y las estrategias protectoras
sión y el volumen y, como consecuencia, los valores de FIO , aceptados se han tor
nado mas flexibles. En el Consenso Europeo-Americano se aceptan valores < 659i
de F I0 2cuando siempre se intentó ventilar con mezclas inferiores al 50%.
Í
del pulmón que tienden a amortiguarla, la V M P también comenzó a revalorizarse y
mi uso aumentó en gran medida. En los últimos años se realizaron dos grandes estu­
dios multicéntricos para intentar establecer su valor como estrategia ventilatoria en
Existe la necesidad de recordar, en el momento de seleccionar la F IO , que esta pacientes con SD R A . E l primero de ellos fue el estudio multicéntrico italiano lide­
elección es un elemento más dentro de una estrategia de V M del paciente con rado por L. Gattinoni y publicado en el año 2001. E l segundo es el estudio multi­
bD RA , y que nuestra meta debe ser intentar corregir el mecanismo responsable de céntrico (hospitales de España y México) liderado por J. Mancebo. Si bien ambos
los trastornos de la oxigenación y no meramente la Pa02, que es su consecuencia estudios no pudieron demostrar que el uso de la V M P mejore la supervivencia de los
S. la estrategia elegida es exitosa y se consigue corregir la hipoxemia debemos, en pacientes con SD R A , han dejado información muy valiosa.
primer lugar y antes de cualquier corrección en los valores de PEEP, comenzar a ^ En primer término digamos que ambos estudios tuvieron problemas para el reclu-
disminuir rápidamente la F102de su nivel inicial (en el SD R A siempre se inicia la tamiento de pacientes. Este punto marca un aspecto que debe resaltarse, y es que la
ventilación con 100% de O,) a niveles cercanos a 60 o 65%. Luego se optará por aplicación de la V M P requiere un equipo de profesionales altamente estimulados,
mantener los valores de P E E P considerados óptimos hasta que la FIO sea < 40% lin segundo lugar, ambos estudios demuestran que, en la gran mayoría de los
Recien entonces se comenzará a disminuir la P E E P controlando la PaO /FIO . Ésta pacientes, la V M P fue capaz de mejorar la oxigenación en forma clínicamente sig­
deberá mantenerse siempre cercana a los valores obtenidos durante la maniobra de nificativa y con baja tasa de complicaciones. Por último digamos que si bien en
apertura. La razón para optar por el descenso de la FIO , antes que por el de la P E E P ambos estudios la mortalidad de los pacientes bajo V M P no fue mejor que el grupo
cuando usamos una estrategia ventilatoria protectora, debemos buscarla en otro de’ control, el estudio español mostró una tendencia hacia la mejoría que no debe pasar­
ios efectos deletéreos del oxígeno, que es el de producir un colapso pulmonar. f se por alto.
esde hace anos se conoce que el uso de altas concentraciones de oxígeno pro- En el estudio de L. Gattinoni, igual que en el trabajo español, no se hallaron cam­
c uce atelectasias pulmonares, hecho particularmente frecuente en pacientes venti­ bios en la mortalidad en los pacientes bajo V M P en forma global. Sin embargo,
lados con estas concentraciones durante la anestesia general. De acuerdo con como también ocurrió en el estudio español, el análisis post hoc de subgrupos mos­
T íl‘m nLre,a dOS en pac,entes con pulmones previamente sanos sometidos a FIO tró que los pacientes de mayor gravedad tuvieron menor mortalidad al alta de la
del 100 4 durante una anestesia general, períodos de ventilación tan cortos como 30 terapia intensiva si eran ventilados en posición prono.
minutos se acompañan de atelectasias postoperatorias por reabsorción en las zonas Finalmente, el análisis comparativo de ambos estudios permite sacar conclusio­
con relación ventilación/perfusión baja. En pacientes con LPA este efecto se poten­ nes muy útiles al momento de aplicar esta técnica terapéutica adyuvante de la VM .
cia por presentar gran parte de la superficie pulmonar con zonas de V/Q bajo y. por Quizás las más importantes son:
260 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n la l e s ió n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 261

• La V M P es útil cuando se la aplica tempranamente: el estudio español encom ¿ A P a 0 2 (mm Hg)

mejores resultados aplicándola dentro de las primeras 48 horas de V M , mient


que el estudio italiano la aplicó más tardíamente. j
• La V M P es más útil cuanto mayor es su duración: el estudio español aplicó ]
V M P un promedio de 20 horas por día, mientras que el estudio italiano la anli^
sólo 7 horas. ^ 9
• La V M P no mostró mayores complicaciones que la V M convencional en ningu
no de los estudios.

M ecanism o de acció n

Básicamente, el cambio de decúbito supino por decúbito prono (ventral) tiene


como efecto el reclutamiento de una gran cantidad de unidades alveolares que, por
Fig. 9-15. Ventilación en posición prona, efecto sobre la mecánica respiratoria y el intercambio
su ubicación en la región posterior del pulmón (zona declive), estaban colapsadas gaseoso (basado en Pelosi P y cois., Am J Respir Crit Care Med, 1998).
como consecuencia de la presión ejercida sobre ellas por las zonas superiores y por
el ascenso del diafragma. Esta mejoría en la ventilación se da en unidades alveo­
lares que reciben gran parte del flujo sanguíneo durante el decúbito supino y que la cabecera de la cama y sostener firmemente con sus manos, durante todo el pro­
permanecen bien perfundidas al cambiar de decúbito, pues no hay redistribución cedimiento, el tubo endotraqueal y las tubuladuras del ventilador. E l paciente debe
de la perfusión al variar a decúbito prono. De esta forma, con el cambio de decú­ hallarse sedado, con un nivel que le permita tolerar la nueva posición (puntuación
bito también se logra mejorar la relación ventilación/perfusión, que se torna más o score de Ramsay = 6) y, en ocasiones, será preciso agregar relajantes musculares
homogénea.
a la medicación hipnótica. Todas las tubuladuras, guías de suero, sondas, drenajes
En algunos estudios recientes se ha encontrado una relación entre la respuesta a y cables de monitorización se colocarán de forma que al girar el paciente no que­
los cambios de decúbito y la distensibilidad de la pared torácica (C cw ) de forma que den debajo de su cuerpo.
a mayor deterioro en la Ccw, al pasar al decúbito prono, mayor es la respuesta en El primer paso es colocar al paciente en decúbito lateral, 90° con respecto a la
la oxigenación. Esta aparente contradicción (empeoramiento en la Ccw y mejoría cama, y el brazo inferior se pasará por debajo del cuerpo. Se aprovechará este paso
en la PaO /FIO ,) puede explicarse por los cambios en las presiones dentro del pul­ para confirmar que no se haya desplazado ningún catéter ni soltado ninguna tubu­
món. Una caja torácica con distensibilidad normal tiende a favorecer la ventilación ladura, y se alisarán las sábanas para evitar que los pliegues dañen la piel. E l segun­
de las zonas superiores, ya ventiladas, y a dificultar la ventilación de las zonas do paso es completar la rotación de 180° hasta el decúbito prono. E l tercer paso
colapsadas con altas presiones de apertura. En cambio, el paso a posición ventral, corresponde a la etapa de acomodar al paciente:
al empeorar su distensibilidad, tornará más homogénea la distribución de las pre­
siones y favorecerá la ventilación de las zonas más afectadas (véase fig. 9-15). 1 • Se comienza por lateralizar la cabeza hacia el lado en que se encuentra el venti­
lador.
Efectivid ad • Luego se colocarán apoyos acolchados en las zonas más propensas a los daños
por decúbito, comenzando por la cabeza. Debe permitirse que los ojos y la boca
Se considera que entre un 70 y un 80% de los pacientes responden de manera estén libres de apoyo, y dejar en contacto con la almohadilla la frente, la región
favorable a esta maniobra, por lo que se considera una respuesta favorable a un cigomática y el m axilar inferior.
aumento en la PaO,/FIO, > 20% . Estudios recientes proponen combinar el cambio • En las mujeres, debe protegerse el tórax para dejar libres las mamas. E l apoyo
de decúbito con la realización de maniobras de reclutamiento, cuando éstas no han debe ser cilindrico y colocarse de hombro a hombro, transversal al plano de la
sido efectivas en el decúbito supino. cama.
• En las caderas, el apoyo también será cilindrico y en los hombres, de mayor ele­
Técnica p ara e l cam bio de decúbito vación para evitar el decúbito del escroto.
• En las rodillas y los tobillos se colocarán apoyos por debajo de ellos de forma de
Se requieren tres a cuatro personas para realizar la maniobra con el menor ries­ mantener las articulaciones en posición intermedia, ni muy flexionadas ni hiper-
go posible de complicaciones. La persona que dirige la maniobra debe colocarse en extendidas.
262 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n pulm o n ar a c u d a grave 26 3

• Finalmente, las extremidades superiores se colocarán flexionadas a ambos lados Ventilación con lib eración de presión en la vía aérea
del tórax con las muñecas ligeramente extendidas y los dedos en posición semi-
flexionada. Puede también colocárselas extendidas a ambos lados del tronco con La A P R V es un modo ventilatorio limitado por presión, ciclado por tiempo que
las manos hacia arriba e intercambiar de posición periódicamente. T ] permite al paciente respirar sin restricciones en forma espontánea mientras se aplica
una presión positiva continua en la vía aérea. Su uso se concibe como una alternati­
Es importante recordar que entre las com plicaciones de la V M P se encuentran va a la ventilación con la estrategia de pulmón abierto (open-lung ventilation). La
las derivadas de mantener una posición viciosa por periodos prolongados (lesio­ similitud entre ambas es que tienden a reclutar el pulmón, la estrategia de open-lung
nes de nervios periféricos, rigidez de articulaciones en flexión o extensión, esca­ mediante maniobras de reclutamiento, y la A P R V mediante una ventilación a presión
ras, etc.). positiva continua que dura entre el 80 y el 9 5% del ciclo ventilatorio, lo que crea un
E l paso siguiente se dará varias horas después y consiste en volver al decúbito pulmón abierto y estabilizado mientras se permite la respiración espontánea. En la
supino. Este paso se realiza en forma sim ilar a la descrita para el paso a decúbito figura 9-16, tomada de la revisión de Fan y Stewart, se observa cómo en esta moda­
prono y, aunque es mucho más rápido y sencillo, debe realizarse de manera tan lidad el ventilador sostiene una alta presión durante la mayor parte del ciclo ventila-
estricta como el otro pues las complicaciones derivadas de ambos son de la misma torio. la cual es seguida por un breve período de liberación de la presión hasta un
gravedad (extubación, pérdida de líneas venosas o arteriales, desconexión de líneas valor análogo al P E E P (en línea punteada se superpone un registro de ventilación
venosas o arteriales con pérdida sanguínea, etc.). convencional). Aquellos pacientes que no requieren el uso de sedación profunda y
bloqueo neuromuscular pueden respirar espontáneamente durante el período de alta
D u ración presión, la cual al ser liberada permite una mayor ventilación y depuración (clea-
rence) de CO,. La respiración espontánea durante la A P R V puede dism inuir la pre­
Ya a los 30 minutos de producido el cambio de decúbito en la mayoría de los sión intratorácica; una inspiración por el paciente resultará en ciclos periódicos de
pacientes se observa la mejoría de la PaO /FIO ,; sin embargo, se recomienda espe­ presión negativa por excursión del diafragma y de la pared torácica. La A P R V no es
rar 2 horas antes de realizar el primer control de gases en sangre arterial pues hay muy diferente de la V M en modo presión control con relación L E invertida.
pacientes en los que la respuesta es más lenta. S i no hay mejoría, en general ya no Hasta la fecha no existe un estudio bien diseñado que demuestre una reducción
la habrá, aunque se sugiere que si no hubo empeoramiento se mantenga hasta cum­ de la mortalidad o de los días bajo V M con el uso de la A P R V comparado con el
plir las 4 horas antes de considerar al paciente como no respondedor. Si hay una res­ uso de una estrategia ventilatoria protectora del pulmón.
puesta favorable (PaO ,/FIO , > 20% del basal), el paciente debe permanecer en
decúbito prono por lo menos 12 horas, aunque existen protocolos que lo mantienen
Ventilación líquida con perfluorocarbono
hasta 20 horas mejorando sus resultados.
Una vez que el paciente se encuentre nuevamente en decúbito supino, se intenta­ E l perfluorocarbono (P F C ) es una solución líquida, biológicamente inerte, con la
rá mantenerlo en esa posición hasta que desaparezca el edema facial. Sin embargo, capacidad de disolver muy altos volúmenes de O , y CO , sin provocar reacciones
si en un lapso de 2 horas el deterioro de la PaO ,/FIO , es muy marcado, se volverá
al decúbito prono.

C o n train d icacio n es

No son muchos los pacientes en quienes está formalmente contraindicada la


V M P ; sin embargo, sí es frecuente hallar pacientes en quienes no es factible por
cuestiones prácticas.
Entre las primeras contraindicaciones debemos citar: el traumatismo grave de
macizo facial, a pacientes con quemaduras extensas de la cara y el traumatismo
encéfalo-craneal grave con hipertensión intracraneal. Entre las segundas encontra­
mos a los pacientes con fracturas de extremidades inferiores (en quienes debe pro-
cederse primero a la fijación quirúrgica de éstas), a pacientes con heridas
quirúrgicas abdominales o mediastínicas abiertas, a pacientes con obesidad mórbi­
da, etcétera. Vi i M Q _ 1 í» IooíÁ n r n n I i l v » r : n * i ó n Hf» •> i * i \ r « <\ \ i % *»
264 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n pu lm o n ar a c u d a grave 265

adversas tisulares aun después de períodos prolongados de exposición. Su densidad: jnsUflación de gas transtraqueal
es el doble de la del agua, por lo que las secreciones de las vías aéreas, el exuda
alveolar y los restos celulares tienden a flotar en él. Posee una baja tensión superfi Esta técnica consiste en la aplicación de un flujo de O, (4 a 8 L/minuto) dentro
cial, y resulta éste uno de los mecanismos propuestos para su efecto de recluta j e |a tráquea, en algún punto cercano a la carina, que favorezca la disminución del
miento de alvéolos colapsados. E l otro mecanismo de reclutamiento propuesto está espacio muerto por eliminación de CO,. Su indicación en pacientes con S D R A res­
dado por la distensión mecánica que provoca al ser un líquido denso y poco com­ ponde a la necesidad de aumentar la eliminación de CO, cuando la estrategia ven­
presible que tiende a gravitar en las zonas con mayor colapso, antagonizando las tilatoria utilizada obliga a tolerar altos niveles de CO , (hipercapnia permisiva).
presiones sobreimpuestas.
Dado que su uso se ha acompañado de complicaciones (generación de auto-PEEP,
En la actualidad su uso se limita a estudios de investigación y bajo la forma de excesivo secado de las secreciones, lesión de la mucosa traqueal, colonización de la
ventilación líquida parcial en la que se combina el PFC con la V M convencional punta del catéter, etc.), los resultados referidos en estudios clínicos no permiten aún
Mediante esta combinación se intenta conservar los beneficios de la ventilad su uso fuera de protocolos de investigación.
líquida al mismo tiempo que, por desplazamiento del volumen sanguíneo pulmonar
hacia las zonas superiores, mejora la relación V/Q. En este sentido, su efecto sería
Terapéutica inhalatoria con óxido nítrico, prostaciclina y surfactante
sim ilar al de la ventilación en decúbito prono. j
Los estudios experimentales recientes proponen el uso del PFC aerosolizado en E l óxido nítrico (N O ), un mediador biológico de la relajación del músculo liso,
vez de su uso líquido debido a que los resultados obtenidos lo superan tanto en res­ tiene el potencial terapéutico de dilatar la vasculatura pulmonar pero su efecto es de
puesta de la oxigenación como en los valores de PaCO,.
í I muy corta duración por lo que su uso intravenoso no es efectivo. E l uso inhalatorio
tiene la capacidad de producir vasodilatación en las zonas bien ventiladas a las que
Ventilación de alta frecuencia tiene acceso, y de esta manera atraer sangre dirigida a las zonas mal ventiladas que
mantienen la perfusión; el resultado final es una mejoría de la relación V/Q. E l NO
La ventilación de alta frecuencia (H F V ) utiliza un V ( muy pequeño con una fre­ inhalado actúa sólo en forma local y las concentraciones requeridas para su efecto
cuencia respiratoria muy alta, y tiene el gran atractivo de brindar los dos mecanis­ son muy bajas. Si bien este fundamento fisiológico parece muy promisorio en
mos protectores del pulmón buscados (evitar la sobredistensión y el colapso pacientes con S D R A , en estudios clínicos no fue posible demostrar una disminu­
espiratorio).
ción de la mortalidad ni de la duración de la V M , por lo que su aplicación sigue en
Se han utilizado diferentes tecnologías para generar pequeños volúmenes a fre­ etapa de investigación o para ser usada en pacientes con hipoxemia extrema y sin
cuencias muy elevadas, entre ellos los más utilizados fueron la ventilación je t de respuesta a ninguna otra estrategia.
alta frecuencia y la ventilación oscilatoria de alta frecuencia. Esta última es la más La prostaciclina en aerosol es otro fármaco con capacidad de dilatar la vascula-
• •
difundida en la actualidad en las U T I pediátricas y neonatales, y la que más ha sido tura pulmonar de zonas bien ventiladas en forma selectiva y mejorar la relación V/Q
estudiada en adultos. Su aplicación inicial se dio en la población neonatal con sin los efectos adversos vistos con su uso sistémico. No existen estudios controla­
SD R A y los primeros resultados no fueron satisfactorios. Sin embargo, en estos pri­ dos que permitan su uso fuera de protocolos de investigación.
meros estudios no se utilizaron maniobras de reclutamiento pulmonar como se E l surfactante, inhalado o instilado en la vía aérea de pacientes con LP A , es una
recomienda en la actualidad. Estudios posteriores revelaron una menor incidencia terapéutica difundida y exitosa en la población neonatal; no obstante, su aplicación
de secuelas y una tendencia a mejor evolución en pacientes ventilados con HFV en el SD R A no mostró los mismos resultados. Si bien se ha puesto en duda la cali­
sobre los pacientes con V M convencional. Estos estudios, y otros realizados en una dad del estudio multicéntrico que arrojó esos resultados, se requieren más estudios
población pediátrica con S D R A , han determinado la aprobación de su uso por parte antes de que su difusión se generalice, sobre todo teniendo en cuenta el alto costo
de la FD A (Food and Drug Adm inistration), aunque por ahora sólo para neonatos y de su indicación en la población adulta.
pacientes pediátricos.
A l igual que la A PR V , la ventilación de alta frecuencia es una técnica de ventila­
M e d id a s a d y u v a n t e s d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
ción que cumple con el paradigma de abrir el pulmón y mantenerlo abierto y. poé.
EN PA C IEN T ES C O N LPA
lo tanto, muestra un gran potencial para ser usada en pacientes con SD R A grave que
no han respondido a la ventilación convencional. Lamentablemente, en la actuali­
Balance híd rico negativo
dad no hay estudios que hayan evaluado su uso en adultos contra una estrategia de
ventilación protectora y se aguarda su realización para establecer su verdadero valor E l balance hídrico negativo, cuya acción puede corresponder tanto al efecto
práctico.
Beneficioso de dism inuir la presión hidrostática cap ilar como a una m ejor
266 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n pulm o n ar a g u d a grave 267

reserva fun cion al de los pacientes que les perm ite m antener un adecuado Lcreniento de los días libres de V M , con los días libres de shock y con una mejo­
m anejo de volum en in tra va scu la r sin re q u erir tanto aporte, se ha mostrado r ía en lu oxigenación y la distensibilidad pulm onar durante los primeros 28 días de
com o una estrategia terap éutica útil en los pacientes con S D R A , siem pre qUe t r a t a m i e n t o . No hubo, en cam bio, diferencia en la mortalidad a los 60 días (28,6

no se acom pañe de hipoperfusión. frente a 2 9 ,2 % ) y en la mortalidad a los 180 días (31,9 frente a 3 1.5 % ) en la cohor­
E l estudio prospectivo, aleatorizado y m ulticéntrico del A R D S NetWork, publi­ te entera del estudio. M ás aun, comparado con el placebo, el tratamiento con cor­
cado en el año 2006. que incluyó 1.000 pacientes comparó una estrategia conserva­ ticoides se asoció con un aumento significativo de la mortalidad a los 60 y 180 días
dora en el aporte de líquidos contra una estrategia liberal, no pudo repetir los en pacientes enrolados después de 14 días de comenzado el S D R A y con una fre­
resultados de estudios previos que habían encontrado una m ayor sobrevida en el cuencia significativam ente m ayor de debilidad neuromuscular y de incremento en
grupo con menor aporte de líquidos. Los pacientes del prim er grupo (estrategia con­ la concentración de glucosa sanguínea. Estos efectos adversos no se asociaron con
servadora) tuvieron, en promedio, un balance de -136 ± 491 m L. y los pacientes del una mayor frecuencia de infecciones, y com o consecuencia de estos resultados no
otro grupo (estrategia liberal) tuvieron un balance + 6.992 ± 502 m L (/> < 0,001). puede apoyarse el uso rutinario de m etilprenisolona para pacientes con S D R A per­
La mortalidad a los 60 días fue 25,5% en el grupo con estrategia conservadora y sistente.
28.4% en el grupo manejado con la estrategia liberal (p = 0,30; 9 5% de intervalo de
confianza para la diferencia, -2.6 a 8 ,4 % ). Sin embargo, el grupo de pacientes tra­ Agentes aceleradores de la recuperación
tados con la estrategia conservadora mostraron una mejor oxigenación (evaluado
con el índice de oxigenación), menor score de lesión pulmonar y m ayor número de La creciente importancia adjudicada a la rápida resolución de la fase aguda de la
días libres de V M (14.6 ± 0.5 frente a 12 .1 ± 0.5, p < 0,001), así como mayor núme­ lesión pulmonar en el S D R A ha estimulado el interés en estrategias que aceleren la
ro de días fuera de la U T I ( 13.4 ± 0.4 frente a l 1,2 ± 0.4. p < 0.001) durante los pri­ recuperación del daño pulmonar. Experim ental mente, se ha comprobado que la
meros 28 días. Obtuvieron estos resultados pese a que el menor aporte de líquidos remoción del edema pulmonar desde el espacio intralveolar puede ser aumentada
no aumentó, en el grupo con estrategia conservadora, la incidencia o prevalencia de tanto por mecanismos dependientes de las catecolam inas como por mecanismos
shock durante el estudio; tampoco aumentó el uso de hem odiálisis durante los pri­ independientes de ellas. E l m ayor número de estos estudios se han realizado u tili­
meros 60 días (1 0 % frente a 14%, p = 0,06). zando beta-agonistas por vías inhalatoria o sistém ica. Los beta-agonistas parecen
Es importante rem arcar que los efectos adversos de la baja disponibilidad de oxí­ los candidatos ideales por tratarse de fármacos con un am plio espectro de efectos
geno tisular en el pulmón son tan graves como en cualquier otro órgano y, por lo terapéuticos y con pocos efectos adversos, aun en pacientes críticos. E l tratamiento
tanto, en cualquier estrategia que intente alcanzar balance de líquidos negativo debe con estos fármacos puede también aumentar la secreción de surfactante y quizás
garantizarse que no se comprometerá la estabilidad hemodinámica. E l n ivel de evi­ ejercer cierto efecto antiinflam atorio.
dencia existente en la lite ra tu ra es 2 con recom endación C (razonablem ente Se han informado estudios en pacientes aplicando beta-agonistas por vía endo­
ju stificad o por las evidencias cien tíficas disponibles y fuertem ente apoyado por venosa y, si bien sus resultados muestran una dism inución del agua intrapulmonar
la opinión de expertos en cuidados crítico s). y una m ejoría de parámetros de función y mecánica pulmonar, no puede aun reco­
mendarse su uso en forma rutinaria.
C o rtico stero id es
C O N C E P T O S C LA V E
Debido a que el S D R A se asoció clásicam ente con una inflam ación persistente y
con una excesiva fibroproliferación, varios estudios han investigado su utilidad tera­ • De todo lo dicho surge como primera conclusión la im posibilidad de seguir
péutica en pacientes que padecen este síndrome. Cuatro estudios que utilizaron altas
pautas simples, del tipo “ receta única” , en la programación de la V M de
dosis de corticoides y por cortos períodos, en pacientes con S D R A temprano, falla­ pacientes con S D R A . Por el contrario, estamos obligados a realizar un cui­
ron en mostrar una m ejoría de la sobrevida. Sin embargo, el análisis post hoc de dadoso seguimiento de variables mecánicas y de oxigenación que nos
subgrupos de algunos de estos estudios, así como pequeñas series de casos e inclu­ vayan guiando y nos permitan m odificar los parámetros del ventilador de
so un estudio aleatorizado realizado en un solo centro, informaron que con dosis
acuerdo con la evolución de nuestro paciente.
moderadas de corticoides indicadas a pacientes que padecen S D R A de 7 o más días • En segundo lugar, debemos reconocer que los conceptos fisiopatológicos
de evolución, se obtuvieron m ejorías en la función pulmonar y en la sobrevida. revisados forman una sólida base de conocim ientos sobre los que podemos
Un reciente estudio m ulticéntrico de la A R D S NetWork, prospectivo y doble apoyarnos en el momento de elaborar una estrategia de ventilación.
ciego, aleatorizó pacientes con S D R A de 7 o más días de evolución a recibir metil- • En la suposición de que las demandas de oxígeno dism inuyeron al máximo
prednisolona o placebo. E l tratamiento con metilprednisona se asoció con un
268 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n ic a en l a le s i ó n p u l m o n a r a c u d a g r a v e 269

posible y que la función cardíaca se optimizó, la estrategia de V M , para ser


este valor existen varias técnicas (Pflex inferior de la curva de P/V + 2 cm
protectora del pulmón, debe tener las siguientes características:
H.O ; la mejor Crs; PaO ,/FIO , ^ 380 mm Hg).
L a F IO , inicial debe ser de 100% para luego corregirla de acuerdo con
la PaO,. - La P E E P elegida después de la maniobra de reclutamiento deberá man­
tenerse hasta que la F IO , sea ^ 40% .
- E l V Tdebe programarse de forma que las presiones transalveolares gene-
- En caso exitoso, la maniobra sólo debe repetirse si se produce una des­
radas por él no superen los 32 cm H ,0 , lo que en general, lo ubica entre
los 6 y los 8 mL/kg. conexión de la vía aérea del ventilador o ante evidencias de desrecluta­
miento.
- Cuando no esté contraindicado (P IC alta, infarto agudo del miocardio
- En caso de que la maniobra no consiga la respuesta esperada puede
[IA M ]) deben tolerarse niveles de CO ,altos. S i éstos se acompañan de
un pH < 7,2 pueden corregirse con bicarbonato. repetirse elevando el nivel de P E E P . Hasta tres maniobras pueden reque­
rirse para obtener la respuesta esperada.
- En el caso de que la presión transalveolar no supere los 32 cm H O pue
• V M en decúbito prono
den permitirse valores de hasta 10 mL/kg si son necesarios para corre­
gir la PaCO,. - En los pacientes que requieran niveles de P E E P muy altos con escasa o
nula respuesta a las maniobras de reclutamiento y, en especial, si pre­
- U tilizar un nivel de P E E P que evite el colapso repetido de los alvéolos.
sentan C cw normal, se sugiere ventilación en decúbito prono. Las
Para seleccionar la mejor P E E P puede utilizarse: '
maniobras de reclutamiento pueden repetirse en decúbito prono, aun
• el Pflex inferior de la curva de P/V (Pflex inferior + 2 cm H O ) o un
valor cercano a 16 cm H .O cuando hayan fallado en decúbito supino.
- La ventilación en decúbito prono debe utilizarse en dosis adecuada
• una tabla de P E E P y una F IO , sim ilar a la del A R D S NetWork
(aproximadamente 20 horas por día) y durante el tiempo necesario
• el valor de P E E P que garantice la mejor Crs después de una manio­
bra de apertura (hasta que se constate la mejoría del paciente).
• De las medidas adyuvantes de la V M , sólo el balance hídrico negativo
• el valor de P E E P que garantice el índice PaO , + PaCO , = > 380 mm
puede ser recomendado para su uso rutinario, siempre que no se compro­
Hg (con F IO , al 100%) después de una maniobra de apertura
meta la estabilidad hemodinámica.
• En los pacientes con un mayor compromiso de la función pulmonar en los
que el uso de las estrategias protectoras no consiga niveles seguros de oxi­
genación o en quienes la superficie pulmonar con evidencias de colapso sea
muy grande se sugiere realizar una maniobra de reclutamiento y, eventual­ B IB L IO G R A F IA
mente, ventilación mecánica en decúbito prono.
Aboab J. Jonson B. Kouatchet A, Taille S. Niklason L, Brochard L. Effect of ¡nspired
• Maniobra de reclutamiento '■
oxygen fraction on alveolar derecruitment in acute respiratory distress syndrome.
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270 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n l a l e s ió n pulm o n ar a g u d a grave 271

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272 S i t u a c i o n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a

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ed 10
V entilación m ecán ica
en pacientes con obstrucción
al flujo aéreo
F E R N A N D O V IL L A R E ]Ü
Y M IG U E L A . B L A S C O

IN T R O D U C C IO N

Si bien debe considerarse com o una regla general para la m ayoría de las patolo­
gías, es de gran im portancia tratar de evitar que los pacientes con obstrucción al
flujo aéreo (O F A ) requieran apoyo ventilatorio m ecánico invasivo, debido a que
resulta significativo el increm ento de la m ortalidad que se observa en el grupo de
enfermos con una exacerbación de la O F A que requieren ventilación m ecánica
(V M ) invasiva, cuando se los com para con pacientes sim ilares que no la requirie­
ron. Es por ello que el tratamiento m édico intensivo de las exacerbaciones, con el
objeto de evitar la V M , si bien no es un objetivo de este capítulo, no puede ni debe
soslayarse.
A su vez, el grupo de portadores de patologías con O FA resulta m uy heterogéneo
esde el punto de vista fisiopatológico. En él se incluyen pacientes con asma, en los
flue predomina la inflam ación del árbol bronquial y el broncoespasmo; pacientes
con enfisem a, en los que suele predom inar el aumento de la distensibilidad (com ­
p ilan te) del parénquima, y pacientes con bronquitis crónica, que se caracterizan por
a presencia de una hipersecreción mucosa y, en ocasiones, un grave atrapamiento
aereo. Adem ás, las variantes mixtas de estas entidades en las que coexisten las
características enumeradas, suelen corresponder más bien a la regla que a la excep­
ción. Por ello, elaborar estrategias rígidas para su manejo ventilatorio en forma glo-
puede rcsoltar una sobresim plificación peligrosa que atente contra la verdad, si
Se obvian las consideraciones diferenciales que obran en estas enfermedades entre sí.
Por últim o, es habitual que los pacientes con enfisem a y bronquitis crónica, ade-
mas de Poseer un prom edio de edad superior a los pacientes con exacerbación de
274 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c ió n a l f l u io aéreo 275

asma, suelen presentar com orbilidades graves, que agregan elementos a c o n s id osibilidad de mantener la respiración espontánea en función del tiem po, sin
a la hora de evaluar y tratar a estos enfermos.
•esgos. depende de:

O B JE T IV O S
ILa capacidad neuromuscular de mantener la generación de fuerza ¡nspiratoria en
• | tiempo, aun ante la presencia de una resistencia incrementada. En general, esto
depende de las condiciones de una adecuada disponibilidad de O , y sustratos a los
Establecer las características fisiopatológicas en común de este grupo de músculos respiratorios, de un estado nutricional adecuado y de la capacidad de
pacientes y rem arcar a través de estas características la necesidad de esta­ utilizar correctamente la energía disponible por parte del sistema.
blecer un tratamiento intensivo de éstas, antes, durante y después de la V M . • La posibilidad de revertir exitosamente con tratamiento médico el incremento de
Rem arcar la necesidad de establecer prioridades en el manejo ventilatorio la resistencia al flujo aéreo.
de estos pacientes, estableciendo estrategias que cumplan objetivos clínicos
y gasométricos, sin generar com plicaciones peligrosas. 1 Si esto no resulta posible, la bomba neuromuscular claudicará y no habrá otra
Subrayar con vehem encia el concepto general que establece que una vez alternativa que apoyar al sistema mecánicamente. Esta situación conlleva un incre­
revertida la causa que generó la exacerbación de la O FA . debe intentarse sin mento sustancial de la m orbim ortalidad con respecto a aquellas exacerbaciones que
retraso la separación del paciente del ventilador. Esta situación suele ocu­ no requieran V M , que variará según la patología de base, las condiciones de esta­
rrir, según la patología de base, en promedio entre las 48 y 72 horas de ini­ blecer estrategias adecuadas para ventilar con éxito a este grupo de enfermos y las
ciado el apoyo ventilatorio. 1 características de los centros en que se evalúen estos resultados.
La hiperinflación pulmonar y el broncoespasmo intenso determinan a su vez, la
aparición de hipoxem ia, que puede ser moderada o intensa, según la patología de
C O N T E N ID O S base y que, en general, se debe a la desigualdad entre la ventilación y la perfusión.
Como se desprende de estas definiciones, evitar con estrategias no invasivas la
D efinición. Bases fisiopatológicas. Epidem iología necesidad de un apoyo ventilatorio m ecánico constituye un pilar estratégico inelu­
Indicaciones de V M dible para dism inuir la morbimortalidad en este grupo de enfermos. L a evaluación
Inicio de la V M . M onitorización. Estrategias de estas estrategias (oxigenoterapia, fárm acos broncodilatadores y antiinflam ato­
Consecuencias de la presencia de H D rios, ventilación no invasiva, etc.) escapa a los objetivos de este capítulo, y algunas
U tilización de fármacos en el paciente con O FA ventilado de ellas se desarrollarán en otros de esta misma obra, pero no por ello deben ser
Desconexión del ventilador subestimadas a la hora de tratar adecuadamente a estos pacientes.

IN D IC A C IO N E S D E V M
D E F IN IC IO N . B A S E S F IS IO P A T O L Ó G IC A S
Y E P ID E M IO L O G ÍA La indicación de V M en estos pacientes no es categórica y, en general, la deter­
minan la persistencia de los siguientes elementos en función del tiempo.
Aproximadamente un 1-3 % de las exacerbaciones de asma y enfermedad pul­
• Frecuencia respiratoria > 40 respiraciones por minuto (rpm )
monar obstructiva crónica (E P O C ) requieren V M . E l mecanismo fisiopatológico
• Presión arterial de dióxido de carbono (P a C O ,) > 40-45 mm Hg (pacientes sin
piincipal en ambos casos, si bien existen variaciones dependientes de la enferme­
antecedentes de hipercapnia)
dad de base, suele ser el mismo: el incremento de la resistencia al flujo aéreo, deter­
• Presión arterial de oxígeno (Pa O ,) < 60 mm Hg
m inado por broncoespasm o, inflam ación de los tejidos peribronquiales e
incremento de la mucoproducción. • pH < 7,25
• Respiración paradójica
En estas circunstancias, en el paciente que respira espontáneamente, la carga
• Arritm ias ventriculares graves
generada por el incremento de la resistencia al flujo establece una confrontación
• Hipotensión con evidencias de hipoperfusión
evidente con la capacidad para generar fuerza por parte de la bomba neuromuscu-
• Alteración del estado de conciencia
lar respiratoria. Adem ás, el increm ento de resistencia genera un atrapamiento aéreo
e hiperinflación pulmonar, lo cual se asocia con un empeoramiento de las condi­ La hipotensión con hipoperfusión, las arritm ias graves y la alteración del estado
ciones mecánicas para generar fuerza por parte de los músculos de la respiración. de conciencia son quizás más específicas que los demás signos a la hora de evaluar
V e n t il a c ió n m e c á n i c a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c i ó n a l f l u i o a é r e o 277
276 S i t u a c i o n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a

f ; 8 -10 rpm
la necesidad de V M en estos enfermos. Com o se desprende del sentido común, la
p EEP externa: 0
presencia de apnea o bradipnea extrema, resultan también determinantes inobjeia.
bles para la necesidad de ventilar a estos pacientes. I En donde V , es el volumen corriente, F IO , es la fracción inspirada de oxígeno y
ppEP es la presión positiva de fin de espiración. En estos pacientes, raramente se
uiere una F IO , elevada para lograr una SaO , (saturación de oxígeno en sangre
IN IC IO D E LA V M . M O N IT O R IZ A C IÓ N . E ST R A T EG IA S
arterial) ^ 92-94%, por lo que si se necesita elevar la F IO , por encim a de 0,4, se
deberán descartar patologías asociadas que lo expliquen (atelectasia, tromboembo-
E l tubo endotraqueal elegido debe ser el de m ayor tamaño posible. Se evitará
lismo de pulmón, neumotorax, neumonía, etc.). De todos modos, hasta aclarar este
colocar el tubo utilizando la vía nasotraqueal debido a que para ello se requiere un
punto al inicio de la V M , se recomienda utilizar una F10,= 1.
tubo no m ayor que 7 o 7,5 mm. y tal espesor es demasiado estrecho para pacientes
E l flujo inspiratorio será el que permita un tiempo inspiratorio (T () no menor de
portadores de O FA , ya que esta situación empeorará la obstrucción. Ademas, no es
0,6 segundos y una relación entre el tiempo inspiratorio y el tiempo espiratorio (I:E )
infrecuente en los pacientes asmáticos encontrar pólipos nasales, lo que constitu
inferior o igual a 1:3 (el tiempo espiratorio deberá ser de 4 segundos o m ayor). Si
otro impedimento para elegir esta vía en estos pacientes. bien se ha recomendado que se utilice una onda de flujo cuadrada (constante), ello
L a intubación traqueal puede a su vez provocar lanngoespasmo y empeorami
a veces no es posible en este grupo de pacientes, debido a que la presión máxima
to del broncoespasmo preexistente. de la vía aérea se eleva demasiado con su uso. E l fundamento para preferir este tipo
E l inicio de la V M en este grupo de enfermos debe iniciarse en modo control
de onda, comparado con una onda desacelerada para el mismo flujo, es perm itir con
do porque es necesario perm itir el descanso de los músculos respiratorios previ
su uso la reducción del T r En general, se requerirán flujos pico elevados, del orden
mente sobrecargados, por lo menos en las primeras 24 a 48 horas,
de los 70-90 L/min, siempre que se recuerde que con tal programación se deberá
situación generadora de incremento de O F A se controle o desaparezca. Esta e s r f
monitorizar la presión máxima de la vía aérea, que puede resultar elevada al máxi­
tegia no im plica necesariamente, en especial en pacientes crónicos, la utilización d<¿
mo. Se evitará la programación de la pausa inspiratoria porque esta estrategia no
una profunda sedación farm acológica, que luego atentará contra el objetivo de septf
mejora la oxigenación y prolonga peligrosamente el T (, en detrimento del tiempo
rar a los pacientes del ventilado. Este grupo de enfermos, con un descanso adecu
espiratorio (T ().
do y ya desaparecido el fenómeno que los descompenso (inteccion, insut.c.en
La estrategia fundamental de la V M en los pacientes con O FA se basa en impe­
cardíaca, etc.), rápidamente están en condiciones de reasum ir la respiración esp
dir la presencia del fenómeno de hiperinflación dinám ica (H D ) y sus consecuen­
tánea. En los asmáticos suele ser necesaria la necesidad de sedación profunda la|
cias (fig. 10-1).
primeras horas de la V M . ., La H D consiste en un T h insuficiente para las condiciones de las constantes de
A l inicio del apoyo ventilatorio de los enfermos con obstrucción grave no se
tiempo del paciente y los parámetros ventilatorios elegidos (cuadro 10-1). A sí, la
recomienda la utilización de modos lim itados por presión ( PC V, ventilación con
estrategia consiste en reducir la H D intentando:
trolada por la presión, y P S V , ventilación con presión de soporte) debido a que |
estos modos, la ventilación se ve claram ente comprometida. No obstante, algún
• Revertir el broncoespasmo con un tratamiento broncodilatador intensivo.
grupos utilizan el modo controlado, lim itado por la presión y ciclado por el t.emp
• Prolongar al máximo el T de manera de lograr que el volumen de relajación del
para la ventilación de pacientes obstructivos. En tal situación se deberá record q J
sistema llegue a C R F hacia el fin de espiración.
la variable a m onitorizar deberá ser el volumen espirado, que con este método ante
una obstrucción grave, puede hallarse dism inuido de manera sigm licativa. [
Para perm itir alcanzar el segundo objetivo contamos con tres estrategias, que
E s de particular im portancia la programación de una adecuada hum .dificac y
Pueden ser puestas en práctica aisladas o en conjunto:
un calentam iento de los gases inspirados para perm itir la reducción del Ibroncoe
pasmo y la fluidificación de secreciones, tema que también sera desarrollado
Dos de ellas permiten reducir el T (:
otro capítulo de la obra.
E l modo de elección inicial será el controlado y centrado en el v o lu m e n , aunque
• Reducción del V T
ya se ha establecido la salvedad para el modo controlado centrado en la presión. Lo
• Incremento de la velocidad de flujo inspiratorio
parámetros de inicio serán:
L a restante es la más efectiva para aumentar el T K sin m odificar el T ( y consiste
F IO , : I en la reducción de la frecuencia resp iratoria. Se debe tener en cuenta que en ven-
V , : 6-8 m L / kg
V e n t il a c ió n m e c á n i c a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c i ó n a l f l u j o a e r e o 279
278 S i t u a c i o n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a

Pulm ón con obstrucción de vía aérea A trapam iento aéreo


H iperinsuflación dinám ica progresiva
;Auto - P EEP
, presión meseta
Volum en
pulm onar
c, atrapamiento aéreo es quizás la variable que presenta m ayor dificultad para

CRF
( timarla con precisión. H acia el fin de un ciclo inspiratorio, se procede a realizar
6Sn Deríodo de apnea de 20-30 segundos, y se m edirá con un espirómetro el volum en
Insp. Insp. Crirado en ese período (volum en de fin de inspiración o V E1 ) (fig. 10-1). E l vo u-
B L atrapado es la diferencia entre el volum en total espirado y el V , espirado. Un
VE1 m ayor de 20 mL/kg se ha relacionado con un increm ento de las com plicado-

nes.
Hacia el fin de la espiración las fuerzas de retroceso elástico del pulm ón se equi­
libran con las fuerzas elásticas expansivas de la caja torácica. Por esta razón, nor­
malmente no existe una diferencia de presiones entre la vía aerea prox,mal y los
alvéolos al final de la espiración y, por lo tanto, no habra flujo al tin de la espira­
Fig. 10-1. A. Se observa aquí a un paciente sin obstrucción, en el que el volumen regresa a fin de ción S i existiese un flujo teleespiratorio, necesariamente deberá haber un gradien­
espiración a capacidad residual funcional (CRF). Esto no sucede en un paciente obstructivo y el
volumen pulmonar se va incrementando en forma progresiva a expensas del volumen atrapado te de presiones entre el alvéolo y la vía aérea próxima! que lo determinen. Esta
(V n ) hasta que se alcan/a un nuevo equilibrio. En esas circunstancias, el volumen de relajacit diferencia de presión, que ju stifica la presencia de flu jo teleespiratorio, se denomi­
del sistema es diferente de la CRF. B. Si se permite un período de apnea, el volumen de relajación
na auto-PEEP. . .
y la C RF se igualan, y si se desea medir el V rj, ello es factible con un espirómetro adosado a la La presencia de auto-PEEP provoca las mismas com plicaciones que las que
salida espiratoria. V(| = volumen de fin de inspiración (V R +V,).
puede generar la P E E P externa, pero en este caso no es posible, com o cuando_el
operador programa una P E E P externa, saber con exactitud que monto de auto-PEEP
está manejando el paciente, ya que éste variará según las constantes de tie m p o ylo s
tiladores que permiten programar la relación l:E com o una variable programada, la
parámetros ventilatorios programados. E s por ello que la estim ación de auto-PEEP,
m odificación de la f puede in flu ir sobre el T (p. ej., si se reduce la f con una !:E fija
ya sea sólo su presencia o su valor num érico, es de gran im portancia en estos enfer-
el T | se prolongará).
Es importante aclarar que si el paciente se halla muy obstruido, a medida que se mos.
S i contamos con una curva flujo/tiem po, será posible evidenciar a través de ella
prolonga el T (, el flujo espiratorio descenderá a su ve/ más y siempre existirá algún
grado de atrapamiento, aun prolongando mucho el T programado. Es así que el tra­ la presencia de flujo espiratorio hacia el fin de espiración, momento en el que sobre­
viene la nueva inspiración (fig . 10-2, inferior). En la misma figura se podra apreciar
tamiento de la obstrucción, de algún modo, sigue siendo la estrategia más efectr
para evitar la H D en los pacientes con una grave obstrucción. en el caso del paciente normal, que si aumentara al doble la f, también se podra

La presencia de FIL) se puede diagnosticar a través de la m edición de tres varia­ generar una auto-PEEP. debido a que no habrá T fi suficiente para que el flu jo cese.
Si no se cuenta con una curva flujo/tiempo, se puede evaluar la presencia de auto-
bles diferentes:
P E E P a través del mismo fundamento, auscultando la presencia de sibilancias en e
tórax del paciente. S i ellas persisten cuando sobreviene la siguiente inspiración, es
C u a d ro 10-1. H ip e rin fla ció n d in ám ica. C ausas evidente que existe un flujo teleespiratorio y. por definición, auto-PEEP.
' Si se desea cuantificar la auto-PEEP. se deberá poner el sistema en condiciones
• Prolongación de constantes de tiempo (aumento de las resistencias o aumento de
la distensibilidad). estáticas, esto es, condiciones de ausencia de flujo. Para ello hay que p ro g ram ar
una pausa e sp ira to ria coincidente con el momento en el que sobrevendría la pró­
• Elección de un volumen minuto respiratorio elevado (a expensas de elección de xima inspiración m ecánica, que el operador evitará producir, reduciendo para a
elevado V r, f alta o ambas, para las constantes de tiempo del paciente).
maniobra la frecuencia respiratoria. En estas condiciones todo el sistema, desde a
• Tiempo inspiratorio prolongado (a expensas de elegir flujos inspiratorios dema­ vía aérea proxim al hasta los alvéolos, tendrá las mismas presiones, por lo que la
siado bajos, V ( elevado o pausa inspiratoria prolongada, o una combinación de tod¡ aguja del manómetro del ventilador, que cuantifica la presión de la vía aerea próxi­
estas situaciones para las constantes de tiempo del paciente). ma!, nos estará mostrando el valor de auto-PEEP (fig . 10-3). Debido a la presencia
1 1■ n íX d h IP / lili*
r l n . I * I . 1 _____1 d » 1 1
V (, volumen corriente; f. frecuencia respiratoria.
280 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c ió n a l f l u io a é r e o 281

40

O
A u to - P E E P ,—* ‘
0 N —' stat 1
A u to -PEEP, dyn

o
TD
■§.§
¡iS 1

B
r
5 segundos

h ' 8‘ * ® '2‘ f n esla^ curvas de nuj ° en el tiem po puede apreciarse eme el flu jo no lle e a a un n „ , Fig. 10-4. En A se observa una curva de presión en el liempo y en B una de llujo en el tiempo. En
de reposo, lo que denota la presencia de un atrapam iento aéreo (auto P F F P i f i i i 0
el momento en el que correspondería el inicio de un ciclo inspiratorio se produce una pausa (cie­
rre de la válvula espiratoria), por lo que el flujo espiratorio, patológicamente persistente a fin de
espiración, torna a cero. En ese momento todas las presiones del sistema se igualan y puede verse
en la curva A el nivel de auto-PEEP. como en el manómetro del ventilador (auto-PEEP. stat). Si se
observa el inicio del ascenso de la curva de presión inspiratoria. desde el momento en que se ini­
exista un vaciado de unidades “ rápidas" hacia las “ lentas” , al practicarse la manió cia este ascenso hasta que se inicia ei flujo inspiratorio, ese valor corresponde a auto-PEEP (auto-
PEEP, dyn) medido en condiciones dinámicas.
PEEP T i 1 <f'8H ' 0‘4 )' ‘° CUa' PUede infraeslim ar el verdadero valor de auto-
P E E P . Un valo r dc a u to - P E E P superior a 8-10 cm H ,0 puede generar
com plicaciones graves, y requiere acciones correctivas inmediatas. S i bien en el
capitulo de m omtonzacion respiratoria se tratan in extenso las diversas maneras de estimar la auto-PEEP, incluim os aquí una figura respecto a la maniobra estática de
medición de la auto-PEEP con pausa espiratoria o prueba de oclusión (fig . 10-4).
Norm al Sa lid a espiratoria I La presión meseta permite estim ar la inflación alveolar promedio hacia el fin de
f abierta a la atm ósfera
Sin flujo | la inspiración, para ello es necesario volver a colocar el sistema en condiciones de
I ausencia de flujo, por lo que se colocará una pausa de fin de inspiración. Una pre­
, Manómetro sión de inflación m ayor de 30 cm H ,0 se relaciona con com plicaciones graves
| del ventilador P

S e v e ra obstrucción
I (mecánicas, biológicas y hem odinám icas) que se deberán evitar.
■ Estas tres determ inaciones (volum en atrapado, auto-PEEP y presión meseta) esti-
■ man de diferentes maneras un mismo fenómeno, que es la presencia de HD . Por lo
tanto requieren el establecim iento de conductas que optim icen el T, para revertir la
I Sltuación, evitando así las com plicaciones. '
S e v e ra obstrucción
I El algoritm o que sigue es una manera práctica de evidenciar la presencia de H D
y actuaren consecuencia (fig. 10-5). Se aconseja la m edición de los parámetros fre­
cuentemente al inicio de la V M y luego, al lograr los objetivos planteados (desapa-
I cion de la H D ), en intervalos regulares y según la necesidad. S i los marcadores de
I U reaparecieran, se debe continuar con la estrategia de optim ización del T para
S r f S t la" v ía a é re a ^ i " T f' " eSpÍrad<Sn- la presió" * * * " » ¡guala a I* iPerm itir una espiración com pleta. '
' m ó “ ,a aérea p ro x 'm al. p o r lo que no se detecta flu jo y la aguja del m anóm etro marca

próxim a! lo Que d e te m "" V * ' 5' " di f er enda * P res‘Ones entre e] a lvé o lo y la vía a é r »
I U n ? °m° SC desprende del a|g °ritm o , el precio a pagar con estas estrategias será, por
i lado, la hipoventilación alveolar (reducción de la f y el V T) y por el otro, el incre-
§ c ito de la presión pico (por el increm ento del flujo inspiratorio). Los lím ites pro­

2
: r r " ,tssc - 10 <ue -i te s to s para esta estrategia son evitar un pH menor de 7,20 y, por el otro, evitar un
cremento de la presión pico m ayor de 60 cm H ,0 .
282 S i t u a c i o n e s e s p e c ífic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a V e n t i l a c i ó n m e c á n ic a e n p a c ie n te s c o n o b s t r u c c i ó n a l f l u i o a é r e o 283

B . .rción je ] v , se deberá monitorizar rigurosamente la hipercapnia que esta estra-

i oiíL genera.
[% s por ello que al inicio de la V M en este grupo de enfermos, en especial pacien-
■ con asina agudo, suele ser necesaria la utilización de sedación profunda con ben-
^iazep inas y, ocasionalmente, también se requiere una parálisis muscular. Se
oniienda que la parálisis sea administrada en forma intermitente, en form a de
l0S y a la menor dosis que logre el efecto deseado. S i el nivel de creatinfostoci-
asa (C P K ) supera las 200 U I, se tratará de suspender su administración debido a
"a asociación de niveles mayores de C P K , con parálisis muscular relacionada con
relajantes musculares, lo cual contribuirá al retraso del destete del ventilador en
estos pacientes. Las benzodiazepinas carecen de un efecto analgésico y es por ello
que deben administrarse en conjunto con algún fármaco que lo posea; es preferible
no elegir para tal fin a la morfina por su efecto de histamino-liberación que puede
perpetuar el broncoespasmo. E l uso de sedación y analgesia adecuadas en estos
pacientes también logra como objetivo la reducción de la producción periférica de
CO„ lo cual ante el mismo monto de V E, reduce en forma proporcional la PaCO ,.
Se recomienda especialmente la reducción del V r con respecto al inicial en aque­
llos casos en los que se supone la presencia de un colapso espiratorio de la vía aérea.
Por ello suele haber discordancia entre la medición de la presión meseta, que resul­
■ S i la presión pico resultara m ayor d e 60 cm H O,
s e recom ienda no increm entar m ás el flujo ta elevada con respecto a la valoración de auto-PEEP, que es falsamente baja debi­
inspiratorio, ad em á s de, por supuesto, intensificar do a que el colapso espiratorio impide la estimación de las presiones alveolares de
el tratam iento broncodilatador.
las unidades más cerradas. En estos casos, la reducción del V T suele ser más efecti­
■ L a m áxim a reducción del 1j en adultos se rá de
0,6 seg un d os; red u ccio n es m ayores s e asocian va que la prolongación del T debido a que sirve de poco prolongar el T E cuando las
a hipoventilación grave. unidades se hallan cerradas y. por lo tanto, impedidas de vaciarse totalmente (fig.
■ S i el pH e s m enor d e 7,20 s e evalu ará la
10- 6 ).
posibilidad d e utilizar infusiones d e bicarbonato
d e sodio. Al intentar prolongar la duración del T j, se debe observar el tiempo absoluto y no
la relación 1:E. Por ejemplo, una relación L E de 1:4 significa una relación por la
Fig. 10-5. Manejo de hiperinsuflaeión dinámica. cual en términos relativos, la inspiración dura I segundo, y la espiración, 4 segun­
dos, y es el tiempo total del ciclo ventilatorio (T 1<jr) de 5 segundos (frecuencia res­
piratoria de 12). S i incrementáramos la f a 15 y duplicáramos el flujo inspiratorio
La estrategia más eficiente para la optimización del T es la reducción de la I de modo que ahora el Tj = 0,5 segundos y el T E = 3,5 segundos, la relación L E será
debido a que el incremento del Tj a través de la reducción del T (ya sea a través de del:7, que a simple vista parece “ mejor” que la del ejemplo anterior. Sin embargo,
descenso del V r o del aumento del flujo inspiratorio), suele ser menos efectiva el T en términos absolutos, que es lo que recomendamos observar, dism inuyó (de
comparada con la reducción de la f, e inducen una severa hipoventilación. Con res 4 a 3,5 segundos). En la V M del período agudo de pacientes con O FA grave, se
pecto a ello y considerando que a igual Tj el Tj. es inversamente proporcional a la fccomienda que el Tj sea mayor o igual a 4 segundos.
se deberá impedir que el ventilador asista al paciente al menos inicialm ente, deb En los ventiladores en los que se programan el V , y el Tj, se debe recordar que al
do a que frecuencias respiratorias por encima de los 15-20 rpm (ciclos de 4 y Aducir el V , sin m odificar el Tj, el flujo inspiratorio descenderá, lo cual no es pro­
segundos), en situación de constantes de tiempo muy incrementadas, suelen se venía si el paciente se halla sedado profundamente. Pero quizás deba ser tenido en
riesgosas porque empeoran el atrapamiento. Cuenta en pacientes en los que tal sedación sea menor, ya que es posible que se vea
Lograr ventilar a estos enfermos con el menor volumen minuto respiratorio (^ algún grado de desadaptación al ventilador debido a un déficit del flujo. Com o ya
posible, sea cual fuere la relación entre el V T y la f, constituye una estrategia ei Se dijo, se deberá tener en cuenta que algunos ventiladores permiten programar el
sí misma en la V M de los enfermos portadores de O FA , ya que el V ha sido impli í \ Y el T como relación L E , de modo que en ellos el Tj puede variar al modificar-
cado en la mayor parte de los estudios como uno de los determinantes principal® Se la f y que en estos casos la reducción de f, con una relación L E fija, traerá apa-
de la aparición de com plicaciones. Obviamente, siempre que se elijan estrategias di reJado un incremento nronorcional del T..
284 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c ió n a l f l u io a é r e o 285

Oclusión de vía aérea al final de la espiración La normocapnia, ya sea en el contexto del paciente con exacerbación asmática o
Auto-PEEP medida = 5 cm H O portador de EP O C (especialmente hipercápnico previo), resulta perniciosa para el
inanejo ventilatorio de estos pacientes, por lo que el advenimiento de las técnicas
que tienden a evitarla ha contribuido al mejoramiento del pronóstico de estos enfer-
irios-

CONSECUENCIAS d e l a p r e s e n c ia DE HD

Los mayores riesgos de la HD son la generación de barotrauma (pasaje de aire


del alvéolo al espacio extraalveolar) y el deterioro hemodinámico, producto de la
compresión de las venas cavas dentro del tórax y de la compresión directa del cora­
zón en su fosa, deterioro que suele ser más grave en pacientes que posean cierto
grado de hipovolemia.
Además, en el paciente que dispara el ventilador, la H D puede contribuir a gene­
rar un mayor trabajo respiratorio, según se explicará más adelante. E l incremento
del espacio muerto puede observarse en estos pacientes por aumento proporcional
Fig. 10-6. En algunos pacientes severamente obstruidos se evidencia el fenómeno descrito en la de la ventilación (sobreinflación) en unidades determinadas, en relación con la per­
figura. La obstrucción no es homogénea, de modo que algunas unidades se hallan más ''abiertas" fusión.
que otras. En el fin de espiración, si se establece la maniobra estática ya referida para establecer
Los modos limitados por presión son menos efectivos en los pacientes con HD
el nivel de auto-PEEP, es posible que subestimemos la hiperinsuflación de las unidades más obs­
truidas. que se cierran en el fin de espiración. En esas circunstancias es conveniente medir la pre­ en términos de volumen, ya que llegan a la presión preestablecida con menor V . Es
sión meseta que, como se estima en la inspiración, encuentra todas las unidades abiertas. En esos por ello que no se recomiendan, al menos inicialmente, como modo ventilatorio de
casos la estimación de presión meseta es más confiable que la estimación de auto-PEEP de fin de elección en este grupo de pacientes.
espiración.
Finalmente, si no se resuelve la HD , es muy difícil lograr la separación del
paciente del ventilador, con lo que ello significa como determinante de morbimor-
talidad.
E l uso de P E E P externo no se recomienda para el momento inicial de la VM en
pacientes obstructivos y sí para períodos más avanzados, en especial para pacientes
UTILIZACIÓN DE FÁRMACOS EN EL PACIENTE CON OFA VENTILADO
con EPO C , en los que se intenta permitir una mejor interacción entre paciente y
ventilador, como ya veremos. Algunos autores recomiendan para el particular grupo Para el tratamiento de este grupo de pacientes es muy importante administrar
de enfermos con cierre temprano de la vía aérea y gran componente de HD por esta correctamente los fármacos en la vía aérea. En individuos con respiración espontá­
causa, colocar P E E P externa de 20 cm H ,0 por espacio de 20 a 30 segundos, con nea y crisis de broncoespasmo no es sencillo proveer dosis adecuadas de fármacos;
el objetivo de revertir este proceso. Además, algunos autores han demostrado una en el paciente con ventilación mecánica su administración es aun mucho más d ifi­
mejoría del intercambio gaseoso con el uso de P E E P en estos pacientes. cultosa.
Desde la década de 1980 se ha demostrado en los pacientes portadores de OFA. Los fármacos de primera elección son los agonistas (3,-adrenérgicos en nebuliza-
que evitar alcanzar la normocapnia podía mejorar el pronóstico a partir de prevenir Clón 0 en aerosol, sobre la vía aérea. Las dosis inicialmente son altas y deben repe­
la aparición de complicaciones graves, promoviendo la desaparición de HD , según l e cada 15 a 20 minutos para luego mantener una administración cada 120 a 180
se expresa en el algoritmo. Debido a que con estas estrategias inevitablemente se minutos.
determina hipercapnia, se denominan hipercapnia permisiva o hipoventilación con­ Los aerosoles deben administrarse prioritariamente a través de aerocámaras espe­
trolada a tales estrategias. Términos que se refieren a inducir una hipoventilación de c ie s para conectar al circuito inspiratorio del ventilador, aunque en la práctica se
m anera controlada, lo que significa manejar en forma mesurada los aspectos pC' íy ,!en utilizar conectores especiales ubicados a pocos centímetros de la pieza en
niciosos de la hipoventilación a cambio de impedir los efectos deletéreos depen­ cuya eficacia es controvertida. S i se están utilizando intercambiadores de
dientes de la HD. Estas estrategias que desarrollan hipercapnia encuentran una Cor-humedad (nariz artificial), se deben remover en la oportunidad de realizar la
contraindicación para su uso en caso de hipertensión endocraneana o un grave con1' 0SIS del aerosol, si éstos se hallan proximales al paciente con respecto al sitio
promiso cardiovascular del paciente. u°nde se aplica la dosis.
286 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c ió n a l f l u io a é r e o 287

Con respecto a la administración de estos fármacos por nebulización, d e b e J| I La relajación y la sedación profundas deben ser suspendidas por lo menos 24
considerar que los nebulizadores han demostrado una relación directa con la pr^ P antes. En los pacientes asmáticos, después de una prueba en tubo en “ T ” o de
lencia de una infección respiratoria, pero es necesario aclarar que es fundam eS » de 5 a 8 cm H.O bien tolerados por un espacio de 30 minutos, se procederá a
administrar broncodilatadores en forma y dosis adecuadas, aun teniendo en cu em Ü H f e x t u b a c i ó n de los pacientes, nebulizándolos agresivamente con p,-adrenérgicos

la posibilidad de generar una mayor incidencia de infecciones. Si bien es control 3 h maniobra. Se debe recordar que la presencia del tubo endotraqueal perpetúa
vertido el sitio en el que debe estar conectado el nebulizador en la tubuladura in t ^ •broncoespasmo e incrementa la resistencia de la vía aerea.
piratona, los autores parecen coincidir en que es preferible que se ubique a más (fe L Reducir la demanda respiratoria para evitar un requerimiento de alto volumen
15 a 20 cm desde la pieza en "Y " . De todos modos, de no poder administrarse a e n l piinuto respiratorio en estos pacientes (sedación leve, reducción de la fiebre, etc.),
soles, que sería la forma de administración de elección de estos fármacos, se d e b í constituye una estrategia considerable a la hora de colocar un paciente obstructivo
administrar sin dilación agonistas P,-adrenérgicos nebulizados. Además, se deberá en modo asistido.
tener en cuenta que la disponibilidad de los fármacos nebulizados en el p a c ie n te en En los pacientes con EPO C , la conducta bien puede ser la misma pero en gene­
V M dependen del V T, del flujo inspiratorio y de la relación T /T .^ programados. ral es posible que este grupo de enfermos demore un poco más, en promedio, que
S i se trata de un paciente asmático, no existen dudas con respecto a la necesidad los asmáticos para ser separados del ventilador. En este período, en el que el bron­
de utilizar corticosteroides por vía sistémica. En cuanto a los pacientes con EPOC coespasmo ha cedido o se halla sensiblemente mejorado, se recomienda utilizar
su uso es más controvertido, pero en general se administran sólo durante períodos modos ventilatorios como P S V o PCV, porque los pacientes suelen adaptarse con
cortos. mayor confort a ellos. Aunque no hay una contraindicación para usar modos cen­
S i bien la desaparición o reducción del broncoespasmo clínico puede ser una trados en el volumen, utilizando volumen y flujos adecuados para el paciente. Es
manera de estimar el éxito de la broncodilatación farmacológica, la manera más posible que en este subgrupo de pacientes se requiera descartar factores que pueden
sensible de evaluar esto es a través de la evaluación de la diferencia entre la presión contribuir a la dependencia del paciente al ventilador (desnutrición, insuficiencia
pico y la meseta, siempre que no se haya variado la velocidad de flujo inspira- cardíaca, etc.).
torio entre medición y medición. E l objetivo es llevar tal diferencia a los niveles En este contexto, en especial en pacientes con EPO C , suele ser necesaria la uti­
normales de 5 a 10 cm H .O (fig. 10-7). lización de P E E P externa para contrarrestar los efectos de la auto-PEEP que pudie­
sen existir, la cual suele cuantificarse en promedio en niveles de 5 a 8 cm H.O , por
DESCONEXIÓN DEL VENTILADOR lo que se recomienda usar P E E P de 3 a 5 cm H.O. Se ha estimado que alrededor de
un 50% del esfuerzo muscular en estos pacientes se emplea en contrarrestar el efec­
En los pacientes en los que el gradiente Ppico-Pmeseta es menor de 10 cm H.O. to de auto-PEEP existente.
se procederá a manejar el V de manera de conducir al paciente al nivel de PaCO, E l fundamento para el uso de P E E P en circunstancias de presencia de auto-PEEP
habitual para tal enfermo. L a monitorización de tal acción se sigue realizando a tra­ se muestra en la figura 10-8. E l paciente presenta 10 cm H.O de auto-PEEP y una
vés de la medición de volumen atrapado, de la presión meseta y de la auto-PEEP. sensibilidad programada de 1 cm H.O, por ello debe generar una presión de 11 cm
para evitar alcanzar niveles peligrosos según se desprende del análisis del algorit­ H.O para lograr disparar el ventilador (10 de auto-PEEP + 1 de sensibilidad). S i en
mo. Se debe recordar que en esta instancia, en la que el paciente interactúa con el estas circunstancias se aplican 8 cm H.O de P E E P , el paciente sólo requiere gene­
ventilador, las maniobras estáticas (estimación de presión meseta y auto-PEEP) rar 3 cm H .O de presión para lograr el disparo, con lo que disminuye el trabajo res­
pueden ser erróneas. piratorio y la adaptación del paciente al ventilador es mejor. Debido a que el
fenómeno de auto-PEEP es dinámico y con variación importante en el tiempo, rara­
mente el nivel de P E E P programado puede ser fijo, y debe controlarse que ante su
Programación no se incremente la presión de inflación alveolar (presión meseta que
presión pico - presión m eseta
Raw = 110 debe aumentar con respecto a los valores previos a la colocación de P E E P ),
flujo inspiratorio s'gno inequívoco de P E E P programada demasiado elevada.
Es importante tratar de lograr niveles de bicarbonato plasmático similares a los
históricos del paciente, antes de que éste reasuma la respiración espontánea. De lo
Fig. 10-7. Sobre la base de la ley de Ohm, la resistencia se establece en relación directa con la dife­ c°ntrario, existe un riesgo que la acidemia o alcalem ia resultantes demoren la sepa­
rencia entre la presión máxima (presión pico) y la alveolar (presión meseta) e inversa con el flujo-
Si el llujo permanece invariable, el descenso de la diferencia entre ambas presiones del num era­ ración del paciente del ventilador.
dor permite establecer el descenso de las resistencias. En la práctica, esta situación puede permi­ Un manejo personalizado de las técnicas de destete suele ser necesario en los
tirnos evaluar el efecto de la terapéutica broncodilatadora. Raw = resistencia de la vía aérea. Pacientes con EP O C sin dejarnos influir por el mito, bastante arraigado entre
288 S i t u a c i o n e s e s p e c ífic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a e n p a c ie n t e s c o n o b s t r u c c ió n a l f l u io a é r e o 289

S in a p lic a r P E E P C o n la a p lic a c ió n d e 8 cm
CO N C E P T O S C LA V E
H , 0 d e P E E P e x te rn a

A u t o - P E E P = 10 c m H O A u t o - P E E P = 10 c m H O
• No es posible generalizar conceptos en el grupo de pacientes portadores de
P E E P e x te rn a = 8 c m H O
f O FA debido a que existen entre ellos grandes diferencias fisiopatológicas y
+8 f evolutivas.
• Es de suma importancia implementar medidas de seguimiento clínico de
E l flujo c o n tin ú a al fin d e la e s p ira c ió n
E l flujo c o n tin ú a a l fin d e la e s p ira c ió n j estos pacientes en los períodos intercrisis, para detectar y tratar de manera
“ 10 c-< • . . . -2 temprana signos de descompensación, con el objetivo de evitar la progre­
E s fu e r z o in sp ira to rio E s fu e r z o in s p ira to rio
sión de la exacerbación hacia la falla respiratoria severa.
V 0 +8 +8
• En el grupo de los pacientes con E P O C , las exacerbaciones pueden y deben
(sin flujo) (sin flujo) manejarse con apoyo ventilatorio no invasivo. En los pacientes con exacer­
A u m e n to d e l e s fu e rz o bación de asma, la utilización de esta estrategia es controvertida.
_3 A u m e n to d e l e s fu e rz o
in sp ira to rio
in s p ira to rio
• En el caso de requerirse V M invasiva, las estrategias confluyen a evitar la
-1 0 "V I generación y mantenimiento de HD . responsable de las complicaciones
4 +8 +8
graves asociadas a la morbi-mortalidad.
C o m ie n z o d e l flujo
B C o m ie n z o d e l flujo
• Una vez mejorada la exacerbación, y detectado y tratado su factor desen­
cadenante, se debe intentar sin dilaciones iniciar el proceso de separación
F ig . 10-8. En el esquema A , el paciente en cuestión posee 10 cm H ,0 de a u to - P E E P por lo que il
del paciente del ventilador.
in iciar un esfuerzo inspiratorio debe "v e n ce r" la carga um bral de la auto-PEEP, y recién al «ene­
rar cm H ,0 com enzará el flu jo inspiratorio. En B se han agregado 8 cm H O de P E E P extema
Ahora bien, la auto-PEEP. según la definición, se reduce a sólo 2 cm H ,0 . por lo que el paciente
debe vencer una carga umbral m ucho menor, y de esta form a el flujo inspiratorio com ienza con un
esfuerzo del paciente 8 cm H ,0 menor. BIBLIOGRAFÍA

Caramez MP. Borges JB , Tucci M R. et al. Paradoxical Responses to Positive End -


Expiratory Pressure in Patients W ith Airw ay Obstruction During Controlled Venti­
lation. Crit Care Med; 2005;33:1519-28.
nosotros y sin fundamento científico, que postula que “ son pacientes que no pue­ Georgopoulos D, Brochard L. Ventilatory strategies in acute exacerbations of chronic
den set separados del ventilador” . S i bien se debe reconocer que el proceso de obstructive pulmonary disease. En; Mechanical Ventilation from Intensive Care to
separación del ventilador tiene características propias, existen en la actualidad Home Care. Roussos C, editor (Ed). European Respiratory Monograph, European
inform es que confirm an que tal dificultad no es m ayor que la existente en otras Respiratory Society Journals. Ltd. 1998.
patologías respiratorias graves que requieren V M invasiva. Por lo que, con la evi­ Georgopoulos D. Burchardi H. Ventilatory strategies in adult patients with status asth-
dencia que disponemos hasta el momento, estos pacientes deben ser considera maticus. En: Mechanical Ventilation from Intensive Care to Home Care. Roussos C,
pasibles de ser ventilados con esta modalidad, aun cuando presenten un gran dete- (Ed). European Respiratory Monograph. European Respiratory Society Journals. Ltd.
1998.
iíoio luncional previo, en especial si se detecta alguna causa descompensadora.
Gladwin M T and Pierson D J. Mechanical ventilation of patient with severe chronic obs-
Esto destierra el concepto, habitualmente esgrimido, de considerarlos pacientes
Iructive pulmonary disease. Intensive Care Med: 1998;24:898-910.
"no ventilables", sólo por poseer un diagnóstico de E P O C grave. Una evaluación
Jain S. et al. Ventilation of patients with asthma and obstructive lung disease. Crit Care
personalizada de cada paciente en cuanto a antecedentes, calidad de vida en las Clinics; 1998;14:685-705.
intercrisis, adherencia al tratamiento y presencia de un factor descompensante. jGillstrom, T J. Evidence-based Asthma Management. Respir Care 2004;49:783-92.
suelen ser elementos de peso al momento de tener que decidir sobre la n e c e s id a d
atherman JW , McArthur C and Shapiro RS. Effects of prolongalion of expiratory time
de una V M invasiva. °n dynamic hyperinflation of mechanical ventilated patients with severe asthma. Crit
Se debe recordar que al momento de la desconexión del ventilador, el paciente Care Med 2004;32:1542-45.
con E P O C puede fallar a causa de algún grado de insuficiencia cardíaca, por lo qll¿ Ceatherman JW . Mechanical Ventilation for Severe Asthma. Respir Care; 2007;52:
la evaluación de tal aspecto no debe ser desestimado. Además, y relacionado con 1° 1460-1.
mismo, en estos pacientes puede jugar algún papel beneficioso el uso de ventilación atherman, JW . Mechanical ventilation in severe asthma. En: Marini J J and Slutsky
no invasiva para colaborar en el proceso de desconexión. AS. Physiological basis o f ventilatory support. New York: Marcel Dekker, Inc. 1998.
PP 1I 55-86.
290 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a I

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Tuxen DV, et al. Am Rev Respir Dis; 1987:136:872.
al ventilador

ALEJANDRO D. MIDLEY
Y CÉLICA L. IRRAZÁBAL

INTRODUCCIÓN

La adaptación del paciente a la ventilación mecánica (V M ) se origina en la nece­


sidad de sincronizar la actividad respiratoria del paciente con la actividad del ven­
tilador con el objetivo de evitar la lesión diafragmática, reducir el trabajo
respiratorio y soportar el intercambio gaseoso hasta que la causa que ha llevado al
paciente al ventilador esté resuelta.
Desde el punto de vista clínico, se puede decir que el paciente está “ adaptado” si
se encuentra confortable y “ sincrónico” con el ventilador mecánico.
La adaptación del paciente a la V M se logra a través de la selección del modo
respiratorio y la programación de parámetros adecuados para la situación del
Paciente, y/o con la aplicación de fármacos con efecto sedo-analgésico.
Cuando el paciente se “ desadapta” , se dice que “ lucha con el ventilador” .
Clínicamente puede referir disnea si está despierto, sentir malestar y/o presentarse
sudoroso, taquipneico, con signos de esfuerzo muscular inspiratorio o espiratorio,
• - ^o con alteraciones hemodinámicas y activación de las alarmas del ven­
tilador. Estas manifestaciones clínicas se relacionan con la falta de sincronía entre
la actividad respiratoria del paciente y la del ventilador (cuadro 11-1).
En la actualidad se sabe que estas asincronías no se suelen manifestar clínica­
mente, pero su presencia incrementa la incidencia de una lesión diafragmática con
a consecuente debilidad muscular y la prolongación del tiempo de V M .
292 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 293

C u a d ro 11-1. Efecto s adversos de la desadaptación C A U SA S de D IF IC U L T A D R E S P IR A T O R IA B A JO V M

Mecánica pulmonar Eleva las presiones pico y meseta, favorece la aparición Las causas que originan dificultades en un paciente bajo asistencia ventilatoria
de auto-PEEP. pjecánica pueden ser clasificadas de la siguiente manera:

Músculos respiratorios Favorecen la fatiga y la lesión muscular.


• Relacionadas con la máquina y/o sus interfaces
Hemodinámica Al aumentar el atrapamiento aéreo se disminuye el gasto • R e la c io n a d a s con el p a c ie n te

cardíaco y se aumenta la descarga adrenérgica. • A s in c r o n ía s p a c ie n te - v e n tila d o r

Intercambio gaseoso Hipoxemia, hipercapnia y acidosis mixta. Antes de desarrollar cada uno de estos ítems debe quedar absolutamente claro
para el lector cómo debe proceder un operador ante la eventualidad de observar una
dificultad respiratoria en su paciente (cuadro 11-2).
Este proceder debe ser respetado y puesto en marcha si el inconveniente no es
O B JE T IV O S detectado y solucionado antes de los 15 segundos, que es el tiempo de apnea que
por default tienen programado la mayoría de los equipos, y que es conveniente
esperar antes de generar una mayor alteración en la ventilación y/o mecánica del
• Repasar en forma pormenorizada las variables fisiopatológicas que inter­ paciente (p. ej., dispositivo pasivo de hum idificación impactado, secreciones bron­
vienen en la relación paciente-ventilador. quiales visibles en el tubo endotraqueal |T E T J, etc.).
• A nalizar las múltiples causas por las que se puede producir la desadapta­
ción entre el paciente y el ventilador. Causas relacionadas con la m áquina y/o sus interfaces
• Conocer las estrategias posibles para lograr la adaptación de modo dinámi­
co a través de la monitorización respiratoria adecuada y de la variación de • Desconexión: si bien esta causa es fácil de advertir si se está a la cabecera del
la programación del ventilador, a modo de evitar tener que adaptar al paciente, puede pasar desapercibida si no se atiende rápidamente el sonar de la
paciente con estrategias farmacológicas. alarma del equipo. S i se repite la desconexión hay que observar el estado de las
distintas conexiones desde el ventilador hasta la vía artificial del paciente, en
especial las uniones entre las distintas interfaces (humidificadores, aerocámaras,
sistemas cenados de aspiración).
C O N T E N ID O S • Fugas del sistem a: si la fuga es audible o visible, es fácilmente reversible el pro­
blema; pero si se tiene la sospecha o la fuga es mostrada en la gráfica de volumen
(fig. 11-1) en tiempo o en una diferencia significativa entre el volumen corriente
Causas de dificultad respiratoria bajo V M (V ) ingresado y el V espirado, se deberá seguir nuevamente el camino desde la
Causas relacionadas con la máquina y/o sus interfaces máquina hasta la vía aérea artificial para buscarla.
Causas relacionadas con el paciente
Fisiología de la interacción paciente-ventilador
Introducción al estudio de las asincronías C uad ro 11-2. A n á lisis de la d ificu ltad resp irato ria d el paciente
Cómo se estudian las asincronías
Factores dependientes del paciente 1 Desconectar al paciente del ventilador
2 Iniciar la ventilación con una bolsa autoinfiable (FIO , 100%)
Factores dependientes de la V M
3 Realizar un examen físico rápido y controlar los índices monitorizados
Alteraciones en el inicio del ciclo inspiratorio
4 Chequear la permeabilidad de la vía aérea (con catéter de aspiración)
Alteraciones durante la fase de presurización 5 Si hay signos de muerte inminente, considerar y tratar neumotorax u obstrucción
Asincronías de fin de inspiración de la vía aérea
Asincronías espiratorias 6 Después de estabilizar al paciente, seguir el plan detallado de diagnóstico
y manejo
294 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 295

Paw
to es la acumulación de líquido por condensación en zonas de declive de las tubu­
BIPAP laduras, en especial cuando se usan sistemas de humidificación activa. La so­
Ppico m ba r lución a esto no sólo está en vaciar este líquido -teniendo en cuenta que debe ser
hecho bajo estrictas normas de asepsia y desde las trampas de agua que deben
20 s
31 tener válvulas unidireccionales, para que al ser desconectadas no provoquen la
m L /m b a r
despresurización del sistema- sino también tener la precaución de evitar zonas de
declive con áreas que permitan el estancamiento del agua condensada. Para ello
46 debe tomarse como norma que las tubuladuras estén colocadas de forma tal que
VTe mL
el declive sea recto y hacia las trampas de agua si se usan sistemas activos de
635 hum idificación, y en sentido hacia el paciente si se usan dispositivos pasivos para
bpm tal fin. Esto es válido también para evitar la colección o el impacto de sangre o
secreciones provenientes de la vía aérea. También es válido controlar la tempera­
20 tura de los humidificadores-calentadores para evitar la excesiva condensación de
VM L/m in
líquido.
13.1 Respecto de las conexiones de las tubuladuras al equipo, deben ser observadas
antes del inicio de la V M . Es imperativo que exista una correspondencia de las
Fig. 11-1. En esta imagen la flecha sobre el regisiro de volumen señala la fuga de aire.
partes inspiratoria y espiratoria cuando se usan sistemas activos de humidifica-
ción. De todas maneras, los equipos de última generación tienen la capacidad de
detectar este tipo de fallas si se realiza el chequeo inicial que corresponde.
En cuanto al funcionamiento de las válvulas u otros dispositivos, cabe señalar que
En algunos ventiladores, la válvula espiratoria tiene un cierre a rosca que a menú uno de las fallas que más a menudo se repiten es que la válvula espiratoria haya
do en su armado, no es ajustado de manera adecuada. Respecto de los circuito: sido mal armada o le falte algún elemento. L a alteración de los sensores de flujo
(mangueras), cuando no son los originales que vienen con el equipo y se usan lo: podrá cambiar o anular la información que dependa de esta variable pero no
descartables, éstos son pasibles de tener alguna fisura, sobre todo si llevan vario: impedir la presurización y despresurización del sistema. Los equipos de última
días colocados. Otro lugar donde se puede encontrar la fuga es la aerocámara, s generación dan aviso, ya sea mediante frases o por números de código, de otras
ésta es de un modelo plegable y no ha sido convenientemente trabada con si alteraciones en los elementos de estas máquinas. Debido a esto es necesario tener
seguro, por lo que se deja que fugue aire a través del orificio donde se adapta e a mano el manual del usuario, ya que algunas alteraciones pueden ser soluciona­
tanque que contiene el aerosol. La parte de la funda de los circuitos cerrados di das por el operador si siguen las instrucciones de uso, pero otras requieren el lla­
aspiración, cuando han pasado varios días de uso y ésta se agrieta, puede ser uní mado al servicio técnico.
causa de íuga. Ante la duda, es conveniente reemplazar el sistema cuando se • Fracció n insp iratoria de oxígeno insuficiente: hoy en día, con el tipo de cone­
empieza a observar un cambio o una desnaturalización en su estructura. xiones que se utilizan resulta improbable que el paciente sea ventilado sin la adi­
Respecto de la vía aérea artificial con relación a la fuga de gas, debe tenerse en ción de oxígeno si son respetadas las normas vigentes respecto del tipo de
cuenta la insuflación del balón, el funcionamiento correcto del balón testigo y la uniones en los poliductos.
relación contenido-continente entre la vía aérea artificial y el espacio traqueal. Es E l fallo de las celdas de oxígeno del ventilador por agotamiento de ésta puede dar
posible que ante la visualización o audición de una fuga, la solución más a mano información equivocada al subestimar la fracción inspirada que está siendo entre­
sea la de insuflar más el balón hasta que ésta desaparezca. No obstante, esto gada, aunque no sea una causa de desadaptación ni de falta de entrega del gas.
puede ser útil sólo para evitar problemas por un corto tiempo debido a que es Los problemas de programación de este parámetro, u otros, serán tratados en el
necesario ii a buscar la real causa: la ruptura del balón, el mal funcionamiento de capítulo correspondiente.
la válvula del balón testigo o el tamaño inadecuado del T E T respecto del espacio • Apoyo ventilatorio inadecuado: dejando de lado los errores de programación que
traqueal. Hay otras causas más inusuales respecto de la vía aérea artificial, como no están relacionados con las alteraciones que provengan del ventilador, en los
la herniación del manguito, muy poco frecuente debido al material actual de los equipos de última generación es poco probable que el suministro de presión se
tubos y cánulas.
torne insuficiente o nulo. No obstante, en el caso que suceda alguna de estas
'A lteració n de! circuito, conexiones erróneas, m al funcionam iento de válvulas situaciones, deberá seguirse los pasos enunciados en el cuadro 11-2.
u otros dispositivos: la alteración más frecuente en el funcionamiento del circuí-
296 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 297

Causas relacionadas con el paciente C u a d ro 11-3. A lte ra c io n e s d e lo s co m p o n e n te s m e c á n ic o s d e l siste m a resp i­


ratorio
Pueden ser de diverso origen y, para un mejor entendimiento, pueden clasificar­
se de la siguiente manera: problema Alteración Solución Prevención

TET ocluido Componente resistivo Sedación del paciente Evaluar la necesidad de


• Por alteración súbita de alguno de los componentes resistivos o elásticos del sis­
(si muerde el T E T ) mordillo y monitori-
tema respiratorio (cuadro 11-3).
Limpieza de éste zar la eficacia del
• Por causas hemodinámicas que alteren el intercambio gaseoso. hasta percibir la vía sistema de humidifi­
• Por factores metabólicos. aérea permeable o cación usado.
• Por causas farmacológicas. un cambio de T ET Observar gotas de
• Por presencia de dolor (serán tratadas en el capítulo de sedación y analgesia). condensación en el
• Por factores psicológicos, anímicos o de alteración de percepción de la realidad. circuito ventilatorio
proximal al paciente.
Controlar la calidad
Respecto del primer ítem, el cuadro 11-3 puede resultar de utilidad.
de aspiración (en
especial en pacientes
Respecto a los factores metabólicos que estimularán el centro respiratorio de con alteración de la
modo que el paciente tenga taquipnea o hiperpnea, no será corregido con cambios coagulación)
en los parámetros del ventilador, sino que su programación debe tener el objetivo TET posicio- Componente resistivo Reubicación del T ET Control Rx diario y fija­
de acompañar o satisfacer la demanda ventilatoria del paciente. Esto se logra ofre­ nado inco- y/o elástico (en caso (3 cm por encima ción TET.
ciendo altos flujos inspiratorios o cambiando los criterios de ciclado en las moda­ rrectamente de atelectasia) de la carina en Rx) Cuidados en la movi­
lidades de sustitución parcial de la ventilación. Pero frecuentemente es necesaria con la cabeza en lización y rotación del
la utilización de fármacos para adaptar al paciente debido a que la sincronización posición neutra paciente (especial­
de la inspiración en situaciones de alta demanda ventilatoria resulta d ifícil de mente con los mo­
lograr. vimientos del cuello)

Por otro lado, la corrección de la hipercapnia aumentando indefinidamente la fre­ Neumotorax Componente elástico Avenamiento inme­ Considerar los antece­
cuencia respiratoria, el V.r y/o el flujo o el nivel de presión en la presión de soporte diato dentes del paciente.
Control de la presión
(P S V ), es una estrategia inefectiva y potencialmente dañina cuando la elim inad
pico de la vía aérea y
de la presión arterial de dióxido de carbono (PaC O .) está limitada por condición
de los límites de alar­
que no dependen del ventilador mismo (espacio muerto, sh u n t o tiempo para el ma. Control estricto
desarrollo del mecanismo de compensación). Por ejemplo, en pacientes con hiper­ post colocación vía
capnia, el espacio muerto aumentado o la presencia de shunt, probablemente no se central
solucione forzando la programación de los parámetros del ventilador. E l incremen­ Alteraciones Componente elástico Tratar la causa del Buscar la mejor posi­
to de la producción de C O , secundario a la alimentación hipercalórica no puede ser postúlales (disminución de la problema de base si ción para el paciente
compensado con el aumento de la ventilación. distensibilidad torá­ es posible. desde el inicio de la
cica). Por ejemplo: Buscar la mejor VM
cifoescoliosis grave, posición con el
F IS IO L O G ÍA D E LA IN T E R A C C IÓ N P A C IEN T E- V EN T ILA D O R ascitis o distensión plano de la cama,
abdominal intensa. por ejemplo:
Introd ucción al estudio de las asincronías Componente elásti­ Trendelemburg 45°,
co y resistivo. Por debido a que mejo­
E l conocimiento de la fisiología del control respiratorio y de la interacció ejemplo: obesidad ra el patrón respira­
paciente-ventilador expresados en la ecuación de trabajo respiratorio y la interpre­ extrema, genera una torio
tación de las curvas de presión, flujo y volumen del ventilador al lado de la cama compresión dinámi­
del paciente, son indispensables para la adaptación no farmacológica del pacien ca de la vía aérea
al ventilador y deben form ar parte de la semiología del paciente con V M . "ríTr, tubo endotraqueal; V M . ventilación m ecánica; Rx. radiografía/radiográfico.
298 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 299

E l proceso ventilatorio es regulado por un com plejo sistema que consiste en un C uadro 11-5. Ecu ació n de m ovim iento d e l sistem a resp iratorio
centro generador de ritmo, un integrador, y en órganos efectores y sensores que pro­
veen información a este sistema (cuadro 11-4 ). presión total = Pmus + Paw = (Volumen corriente/Distensibilidad) + (Flujo inspirato­
E l centro respiratorio, ubicado en la protuberancia y el bulbo, produce una des­ rio x Resitencia) + auto-PEEP
carga inspiratoria rítm ica cuya actividad es interrumpida periódicamente, lo qUe
causa la espiración. La duración del ciclo ventilatorio (frecuencia respiratoria) y la
fuerza de los músculos respiratorios (V T) se modula a través de información que ]a actividad inspiratoria neural del paciente deben corresponderse. L a falta de
llega desde la protuberancia y los sensores periféricos a la red neuronal en el bulbo correspondencia entre ambas bombas, o asincronía. produce en el paciente la sen­
raquídeo.
sación de disnea y aumento del trabajo respiratorio.
E l control central de la ventilación se puede estimar a través de la medición de la Conceptualmente, el trabajo respiratorio representa la presión necesaria (P =
PO. 1, que representa el acoplamiento entre el centro respiratorio y el efector mus­ fuerza/superficie) para que un flujo de gas (AV/A t) ingrese a través de la vía aérea
cular, y de la evaluación del flujo medio inspiratorio que relaciona el V con el tiem­ e incremente el volumen pulmonar (A V ). La relación entre la presión, el flujo y el
po inspiratorio (T ,) del paciente. T
volumen (componentes variables en el tiem po) y la resistencia y la distensibilidad
L a interacción ventilador-paciente se puede considerar como la relación de tra­ (componentes constantes), se expresa en la ecuación de m ovim iento del sistema
bajo entre dos bombas: una es el sistema respiratorio del paciente, controlado por respiratorio (cuadro 11-5).
su sistema neuromuscular e influenciado por las características mecánicas de los La presión total necesaria para expandir el tórax es la suma de la presión ejerci­
pulmones y del tórax, mientras que la segunda es el ventilador que se controla a tra­ da por el ventilador en la vía aérea (Paw ), y la presión muscular (Pm us) realizada
vés de los parámetros programados y la acción de las válvulas de flujo. L a interac­ por el paciente, mientras que la distensibilidad (com pliance) y la resistencia repre­
ción de estas dos bombas debe ser sincrónica, es decir que la inflación mecánica y sentan la carga.
En pacientes que no realizan ningún esfuerzo respiratorio, la presión total del sis­
tema respiratorio la realiza el ventilador. En cambio, en pacientes que tienen un
C u a d ro 11-4. A feren d as a l centro integrador esfuerzo ventilatorio propio, la presión total es la suma del trabajo de ambos.
La observación clín ica del trabajo de los músculos respiratorios (tiraje de los
Receptores Estím ulo Efecto músculos del cuello, movimientos del diafragma, esfuerzos inspiratorio o espirato­
rio) no es suficiente para la detección de asincronías. De modo que es im prescindi­
Quimiorre- Cuerpos carotídeos Cambios en la PaO,, Estimula la ventilación ble contar con ventiladores mecánicos en los se pueda observar en una pantalla de
ceptores la PaCO, y el pH cuando disminuye la
monitorización las variables presión, flujo y volumen.
PaO,
Superficie ventrolate- Cambios en el pH del E l primer paso del análisis es observar si el inicio y el fin de la inspiración en la
ral del bulbo líquido cefalorra­ curva de flujo (cada vez que ésta cruce la línea del cero) será el inicio o el fin de una
quídeo fase del ciclo ventilatorio, y el segundo paso es buscar su correspondencia en las cur­
vas de presión y volumen. Observando las fases inspiratorias y espiratorias del ciclo
Mecanorre- De estiramiento pul­ Magnitud y frecuen­ ventilatorio se puede descubrir alteraciones o asincronías del inicio de la inspiración
ceptores monar y de la vía cia del estiramiento
0 del gatillado de los ciclos ( trigger), de la inspiración y de la espiración.
aérea
De inhibición del esti­ Estiramiento Inician la inspiración
ramiento Cómo se estudian las asincronías
De irritantes Químicos o partículas Tos, suspiros
Una forma de estudiar las asincronías es analizarlas a través de los factores que
Fibras C del intersticio Edema intersticial Taquipnea dependen del paciente y de los factores que dependen del modo ventilatorio (cua­
pulmonar dro 11 -6 ).

Mecanorreceptores de Fuerza de los múscu­ Tienden a inhibir la ins­


la pared torácica los respiratorios y piración ^actores dependientes del paciente
movimientos de la
pared torácica Una dism inución en la actividad del centro respiratorio puede resultar en dis­
-------------------- paros o gatillados inefectivos de la inspiración, en especial cuando la válvula inspi-
300 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 301

C u a d ro 11-6. Factores productores de asincronías para este análisis se parte de la base que la inspiración dura aproximadamente

Dependientes deI paciente | entre l a 2 segundos y, con frecuencia, es menor a l segundo.


Dependientes deI modo ventilatorio
Si el T, neural es más largo que el T mecánico, puede desarrollarse el doble
Actividad del centro respiratorio Trigger o disparo ciclado, pero cuando el T neural es más corto que el T mecánico se pueden desa­
rrollar esfuerzos inefectivos debido a que el ventilador continúa ofreciendo flujo,
Ritmo neural Variables de control (presión o llujo) la inspiración se prolonga y el tiempo espiratorio se acorta. Como consecuencia, el
Propiedades mecánicas del sistema Variables de ciclado esfuerzo inspiratorio siguiente ocurre sobre un volumen mayor y es insuficiente
• Resistencia al llujo aéreo para vencer el retroceso elástico del sistema respiratorio (cuadro 11-7).
• Hiperinflación dinámica La modificación del flujo inspiratorio en V C V o del nivel presión en P S V o PC V
puede ayudar a corregir o dism inuir la incidencia de estas asincronías. En situacio­
nes originadas en graves alteraciones metabólicas, estas modificaciones pueden no
ratoria es poco sensible y durante la sustitución total o casi total de la ventilad s e r suficientes y se debe considerar la utilización de fármacos para mejorar la adap­

por ejemplo, ventilación con volumen control (V C V ), ventilación mandatoria inter­ tación.
mitente (IM V ) o PSV.
La actividad ventilatoria del paciente está influenciada por la forma de opera­
ción de los modos ventilatorios y por las propiedades mecánicas del sistema res­
Ritm o neural piratorio del paciente. En sujetos sanos y conscientes ventilados con V C V , el
tiempo neural es sensible a los cambios de flujo, es decir que el tiempo neural se
La falta de sincronía entre el T del paciente y el del ventilador es el mecanis acorta mientras el flujo se incrementa. En cambio durante la PSV , el alto nivel de
subyacente de las asincronías (lig . 11-2). Estas alteraciones ocurren por la progra­ flujo que presuriza la vía aérea puede desencadenar la finalización de la inspira­
mación inadecuada del flujo inspiratorio en V C V o de una presión inadecuada en ción que responde a un f neural más corto a través del incremento pico flujo ins­
P S V o ventilación controlada por presión (P C V ). piratorio propio. En los pacientes con una obstrucción crónica al flujo aéreo, la
programación inadecuada de T mecánico (más largo que el f neural) provoca una
asincronía que lleva a la activación temprana de los músculos espiratorios. De
modo que el acortamiento del T mecánico a través del flujo pico en V C V o del uso
IPPV/Assist/AutoFlow

P p ic o m bar

C uadro 11-7. A sincronías del tiem po in sp irato rio y de! tiem po esp irato rio
23
VM L/mln
T, neural > T D o b le c ic la d o La demanda de flujo del paciente no fue
mecánico Figura 3 satisfecha.
11.5 Es más frecuente durante la V C V que
PEEP m bar
durante la PSV debido al control de tiem­
po inspiratorio. Implica una lesión pul­
830 monar grave y una mayor actividad del
Vol f bpm
mL
centro respiratorio.
24 T, neural < T Esfuerzos inefectivos Se asocia con auto-PEEP (hiperinflación

U U U U i
VTe mL

mecánico Figura 4 dinámica). Bajos flujos en V C V y altos


20 s 70 niveles de PSV.
Aumento de la demanda ventilatoria
H g . 11-2. hn esta imagen se ha graficado el in icio y final de la inspiración con dos rectas parale­ (hipercapnia o acidemia)
las. E l in icio de la inspiración marcado por la curva de flujo es sincrónico con el incremento de la
presión inspiratoria. S e observa además sobre la curva de flujo que en algunos ciclos, la inspiré \ de comienzo Refuerzo al final de Alta demanda ventilatoria.
c i°n finaliza de manera abrupta (flech a inferior), es decir que el tiem po m ecánico es más corto temprano la inspiración. Esfuerzo visible de los músculos espirato­
el tiem po neural. Durante la espiración se observa que la presión de la vía aérea es positiva (Úe' Figuras 3 y 4 rios
cha superior), es decir que la espiración es activa.
302 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 303

de la rampa, del trig g er espiratorio y del nivel de P S V puede resolver o nrM,0


pr0piedades m ecánicas del sistema respiratorio
esta alteración (fig. 11-3). n,r
En las asincronías espiratorias, el tiempo espiratorio Tj neural y el T m e c á iv l La alteración de las propiedades mecánicas del sistema respiratorio puede causar
co están desfasados debido a que la actividad de ios músculos espiratorios pu¿ ¡ J ¡.sincronías entre la Pmus y la Paw, en especial debido a la presencia de un aumen­
iniciarse antes del in icio del tiempo m ecánico o después de éste. Cuando la acfi to de la resistencia de la vía aérea y a la hiperinflación dinámica.
vidad espiratoria comienza antes de finalizar la inflación m ecánica, interfiere c ' En los pacientes con aumento de la resistencia de la vía aérea ventilados con PSV ,
la capacidad de in iciar la inspiración siguiente, es decir con el disparo del vern" n0 sólo se produce una prolongación del T ( mecánico, sino que hay un aumento del
lador. ll*
esfuerzo inspiratorio (aumento de la Pm us). Esta alteración se genera debido a que
En situaciones de alta demanda ventilatoria. al final de la inspiración los múscul el algoritmo de ciclado de la P S V responde a un valor fijo del pico flujo diferente
los espiratorios se activan para optim izar la función diafragm ática. L a disminución en los distintos ventiladores. Para resolver este tipo de alteración, idealmente, el
del volumen pulmonar por debajo del volumen de equilibrio permite que los mús cociente entre el flujo inspiratorio del paciente y el pico flujo del ventilador debe­
culos espiratorios compartan el trabajo con el diafragm a durante la inspiración ría ser igual al valor de flujo fijo de ciclado.
siguiente, pero este mecanismo puede obstaculizarse por la presencia de la limita­ La hiperinflación dinám ica se asocia con la producción de esfuerzos inefectivos
ción del I lujo aéreo. La activación temprana de los músculos espiratorios es una durante la V M (fig. 11-4). En esta situación, la ventilación se produce con un volu­
forma de acortar el T, m ecánico prolongado y también se m anifiesta como asin men pulmonar más alto y una mayor presión de retroceso elástico que se transmite
cronía.
al alvéolo, de modo que al final de la espiración la presión alveolar es m ayor que la
presión de apertura de la vía aérea, es decir existe auto-PEEP.
En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, con frecuencia se observan dis­
paros inefectivos del ventilador, retardo en el disparo (trig g er) y T, prolongado.
Paw
Durante la ventilación con P S V se producen variaciones del V r y la presencia de
auto-PEEP. Esta inestabilidad dinámica se incrementa con el aumento de la cons­
tante de tiempo del sistema respiratorio.
Si la Pmus se incrementa lentamente, por ejemplo, cuando la actividad del cen­
tro respiratorio está dism inuida (por baja PaC O ,, sedación, sueño o alto nivel de

100
L / m in
60 Paw
m bar
IPPV/Assist/AutoFlow

Ppico mbar

L i . 1 i. 1 1 .1 21
M' 20 s
130 W Flujo VM L/min
L / m in

7.3
i f r v &w. ^ _ ! % . ^ ^ ^ PEEP mbar

*70 r rÜ 5
83 0 f bpm
Vol
L L L á L mL
20 s

Á x é
17
F ig . 11-3. Sobre la curva de presión (sup erior) y la de (lu jo (m edia). las rectas que cruzan el flujo VTe mL

señalan dos ciclo s respiratorios con flu jo insuficiente. En el prim er ciclo , la flecha de la izquierda
L k k L i l i
señala el increm ento del esfuerzo espiratorio debido al com ienzo tem prano de la espiración- & 1 1 r r— i i i i i

20 s 76
segundo c ic lo señalado muestra un doble disparo inspiratorio debido al bajo flujo, con una seguí'
da inspiración de m ayor volum en que la prim era, precedida por un gran esfuerzo inspiratorio (Ae' ti
*8- 11-4. En esla figura se observa la presencia de esfuerzos inefectivos (flech a inferior). L a fle-
cha de la derecha). cha superior señala el esfuerzo espiratorio.
304 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 305

asistencia), el intervalo de tiempo entre el esfuerzo inspiratorio del paciente y e| a- I


paro del ventilador se prolonga, lo que provoca una asincronía. S i a esta situad?*
se le agrega una hiperinflación dinámica, si el T, neural es corto y la Pmus es b '
se pueden producir esfuerzos inefectivos. En cambio, si el esfuerzo inspiratorio^’ Paw

mayor (alta demanda metabólica, alta PaCO,, reducción de la sedación o d is n iJ"


don del soporte ventilatorio), y si el paciente puede incrementar la Pmus e« 'j
aumento permitirá la sincronía. Si además el esfuerzo del paciente es vigoroso J
más prolongado que el tiempo de inflación mecánico, el ventilador puede d is p a n j
se nuevamente durante el mismo esfuerzo inspiratorio. j|

Factores dependientes de la VM

A lteracio n es en e l in icio d e l c ic lo inspiratorio I F lu jo

Actualmente, todos los modos ventilatorios controlados se convierten en asisti­


dos si mediante algunos de los mecanismos disponibles detectan (sensan) un esfuer­
zo del paciente por querer iniciar un nuevo ciclo de la respiración. La clave está en
tener en cuenta qué factores pueden incidir en el momento que el control respirato­ Fig. 11-5. En el punto A comienza el esfuerzo del paciente. La presión (Paw) disminuye hasta el
punto B, donde la sensibilidad (línea sólida horizontal) es alcanzada y se activa el sistema de flujo
rio del paciente inicia un nuevo ciclo y no es correspondido por la máquina. Por lo
del ventilador. El producto presión-tiempo (PTP) que refleja trabajo por parte del paciente, entre
tanto, primero es necesario reconocer dentro de la fase de disparo cómo se relacio­ A y B describe la carga muscular debido a la sensibilidad del sistema. La duración entre los pun­
na la necesidad del paciente con la respuesta del ventilador (fig. 11-5 ). H tos B y C refleja retrasos en el sistema de válvulas entre la activación y la real apertura valvular
L a respuesta al esfuerzo inicial del paciente puede demorarse o anularse por dos para aportar flujo. La duración entre C y D refleja retrasos en alcanzar el flujo programado. El PTP
enlre B y D describe la carga muscular por la respuesta del sistema.
principales razones: que la m áquina no responda al esfuerzo generado o que las
presiones dentro del sistem a no estén equilibradas para in icia r un nuevo ciclo,
y pese al trabajo por parte del paciente, la máquina 110 detecte tal esfuerzo. jj
entregar flujo. E l mayor problema de este sistema era que debía ser ajustado en
Si la máquina no responde al esfuerzo del paciente pueden estar pasando dos
forma manual si se agregaba o modificaba el nivel de presión positiva de fin de espi­
cosas:
ración (P E E P ). Los equipos de última generación adecúan automáticamente el
umbral programado a los cambios de P E E P externa.
• E l um bral de disparo está program ado lejos del esfuerzo inspiratorio del
E l problema en el segundo caso depende de la capacidad de la válvula inspirato-
paciente.
ria del ventilador de responder, entregando flujo, al estímulo generado por el esfuer­
• S i bien el um bral de disparo es adecuado para el esfuerzo del paciente, exis­
zo del paciente (fig. 11-6). En los equipos microprocesados de la actualidad, este
te un retardo entre la detección o sensado del esfuerzo y el aporte de flujo al
problema prácticamente es inusual ya que las válvulas se abren alrededor de los 100
paciente.
milisegundos de detectado el esfuerzo.
Quizá el problema de mayor relevancia clínica relacionado con el inicio del ciclo
E l problema en el primer caso depende de cómo el operador haya programado el
y el esfuerzo del paciente esté dado cuando las presiones dentro del sistem a no
nivel de presión o flujo que la máquina debe sensar a causa del esfuerzo inspirato-
están equilibradas para in icia r una nueva inspiración (fig. I 1-7). Cuando la pre­
rio del paciente, para poder iniciar un nuevo ciclo. I
sión alveolar no desciende al final de la espiración, esta presión funciona como una
Los equipos de última generación minimizan la posibilidad de este error debido
Carga umbral que no permite el pasaje de flujo hasta que no es vencida. Este meca­
a que muestran en una pantalla o display el valor numérico en centímetros de agua
nismo se da habitualmente en los pacientes con una patología obstructiva crónica,
o en litros por minuto, al cual responderán para abrir la válvula inspiratoria y entre-
y resulta la causa más frecuente de esfuerzo inefectivo. Ésta debe ser tenida en
gai flujo al paciente. En los equipos de una generación anterior, este sistema era
c'uenta y solucionada inmediatamente debido a que representa un aumento de con-
mecánico y el operador debía hacer coincidir a través de una perilla el punto (medi­
Sumo de oxígeno significativo en un paciente que no cuenta con una reserva venti-
do en centímetros de agua de presión) donde la presión negativa generada por e’
íutoria para resistir durante mucho tiempo. La presencia de presión alveolar de
esfuerzo del paciente coincidía con la presión donde la máquina debía comenzará s¡gno positivo antes de que ocurra una nueva inspiración activa del paciente (auto-
306 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 307

Tiempo(s)

Fig. 11-8. Puede observarse que el agregado de PEEP externa (Paw en la línea punteada de 10 cm
II O) minimiza el umbral que el paciente debe vencer y efectiviza disparos de esfuerzos genera­
dos por el paciente que antes la máquina no reconocía.

E l problema por exceso está dado por el autodisparo, evento que puede suceder
Fig. 11-6. El relardo existente entre el esfuerzo del paciente y el inicio del flujo mecánico nueHo
corresponder a: I ) presencia de la válvula de sensibilidad "dura” (ya sea programada por el uno- si la sensibilidad está exageradamente baja. S i bien esto puede ocurrir con cualquier
rador o por disponibilidad del equipo y 2) presencia de auto-PEEP. sistema de disparo, en el sistema de disparo por flujo, si su programación está dada
por una mínima diferencia de flujo, cualquier oscilación en el sistema (m ovim ien­
to, agua en la tubuladuras) puede ser el estímulo que genere un disparo que no
P E E P ) puede ser neutralizada parcialmente con el agregado de P E E P externa, lo representa el esfuerzo ni la necesidad del paciente, y también es una causa de desa-
que genera de esta forma que la carga umbral que el paciente debe vencer para con­ daptación. Si no se revierte rápidamente, puede constituir una causa de atrapa­
seguir flujo a través del inicio de un nuevo ciclo sea significativamente menor (fig. miento aéreo, en especial en aquellos pacientes con EPO C .
11-8). Los autores concuerdan con que el nivel de la P E E P externa no debe superar Por lo tanto, la programación del nivel de disparo debe ser lo suficientemente sen­
en un 70 u 80% al de la auto-PEEP para no correr el riego de sobredistensión. El sible para minimizar el esfuerzo del paciente para tratar de evitar el autodisparo.
problema es que en la práctica diaria no es factible conocer con exactitud estos
datos, pero el operador puede guiarse por la clínica del paciente y la gráfica del ven­
Alteraciones durante la fase de presurización
tilador, que también representa un aspecto de la clín ica del paciente para adecuar
las presiones y conseguir el menor esfuerzo inspiratorio del paciente. L a disminu­ Durante la fase de presurización, las alteraciones o asincronías deben ser examina­
ción en la magnitud de la utilización de músculos accesorios (obsérvese detenida­ das al buscar la presencia de signos indicativos de esfuerzo respiratorio (inspiratorio
mente la actividad en el cuello del paciente) y la desaparición total o parcial de o espiratorio) y de esfuerzos inefectivos. Pero debido a que la observación del pacien­
disparos inefectivos observados en las gráficas de flujo en tiempo y presión en tiem­ te no es suficiente, es imprescindible el análisis del comportamiento de las señales de
po en la pantalla del ventilador, pueden ser una guía útil para el operador. 1 ■ presión, flujo y volumen en el tiempo, y del comportamiento de las variables depen­
dientes de los diferentes modos ventilatorios en el monitor del ventilador mecánico.
Es necesario conocer las variables que determinan los modos básicos de opera­
ción de los ventiladores mecánicos. En el cuadro 11-8 se muestra una clasificación
de los modos básicos de la V M según las variables que controla la inspiración.

A lteraciones durante la presurización

En esta fase se pueden producir asincronías o una desadaptación relacionadas


tentó con un flujo insuficiente como con un patrón inadecuado (constante o desa­
celerado) durante la V C V , o la rampa de presurización o aceleración de flujo o rise
Fig. 11-7. Se observa cómo la presión esofágica (Pes) parte de un nivel positivo que. aunque se dnte en los modos controlados por presión.
producen deflexiones negativas por el estuerzo inspiratorio del paciente, no alcanza para genera*-
disparos por parte del ventilador, y lo hace sólo en dos oportunidades. Obsérvese que la presión Durante la V C V , el efecto del incremento del esfuerzo inspiratorio del paciente pro­
en la vía aérea (Paw, línea punteada) durante la espiración se mantiene en la línea de 0 debido a la duce sobre la señal de presión de la vía aérea una concavidad hacia afuera de la curva,
ausencia de PEEP externa. fiue representa una disminución de la presión de la vía aérea (figs. 11-9 y 11-10).
308 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 309
C u a d ro I I -8.
0
1
Modo ventilatorio Variable no programada N orm al D is m in u c ió n
Variable programada d o la d is te n s ib ilid a d

Volumen control (V C V ) Presión


Volumen y flujo
Presión control (PC V ) Volumen y flujo
Presión y tiempo
Presión de soporte (P S V ) Volumen, flujo y tiempo S o b re -
Presión Aum ento
d é la d is te n s ió n
re siste n cia

Durante la VC V, tal vez el parámetro más d ifícil de programar es el flujo insn


40
rl1” '^ una cualidad d? 1* P S V es la de respetar el T del pariente ¡
30- C o n tro la d o

■rifad dd T 7 T defi" e COm° ddO S ventilatori° s separados de un T que es la Au to P E E P 20-


mttad del T, mecho como se explicó previamente, y ocurre cuando la demanda d 10-
paciente es alta y el T, neural es mayor que el tiempo mecánico programado í 0-
pacientes que sufren esta asmcronía tienen índices de oxigenación bajos y presio- 1
1 2
ues pico mas altas que los pacientes que no la tienen. Aunque con menor frecuenci T ie m p o (s) T ie m p o (s)

ta asmcroma también se produce durante la PSV. tal vez debido a la d ep end ed


Fig. 11-10. En esta figura de gráficos de presión en tiempo se observa el comportamiento de las
pare,al del T, y que en P S V el T, tiende a ser mayor que el tiempo neural j curvas de presión de la vía aérea (línea continua) y la presión alveolar (línea punteada) en situa­
ciones donde la impedancia del sistema respiratorio varía.

En la P C V y la P S V el pico del flujo no es fijo sino que es función de la presión


programada, el esfuerzo del paciente y la distensibilidad y la resistencia del siste­
ma respiratorio. Las señales de flujo y volumen son las que se deben observar para
V estimar el esfuerzo respiratorio en la búsqueda de la adaptación.
Durante la PSV , la relajación de los músculos inspiratorios después del inicio de
la inspiración permite que cuando la caída del flujo alcance el valor umbral (por­
centaje del flujo pico o valor fijo), ocurra el ciclado. En cambio, si los músculos no
se relajan, se puede observar el efecto del esfuerzo respiratorio, tanto sobre las seña­
aw
les de flujo y de volumen como sobre la duración de la inspiración, por lo que resul­
ta impredecible y variable de una respiración a otra (fig. 11-11). Por ejemplo, la
forma redondeada o constante de la onda de flujo representa que el esfuerzo inspi­
ratorio muscular está aumentado debido a un valor inadecuado de P S V o a una dis­
minución abrupta del flujo inspiratorio en un paciente con una prolongada
es
constante de tiempo, que se evidencia como un aumento del esfuerzo espiratorio.
Ue modo que el incremento de la P S V puede dism inuir el esfuerzo del paciente, al
'goal que variar el ciclado y acortar el Tj, con el objeto de sincronizar los tiempos
neural y mecánico.
S f J S 1™ de Presi6n T escn,a la dil'enmci“ >**"■> *
sobre la línea de presión h in ' ^ p‘lef,ente y el rea,lzad(l P()r cl ventilador. En el primer ciclo Durante la PSV , en pacientes con alta resistencia de la vía aérea, se puede obser-
En los c dos siguientes se mecámc\ se realiza con los "^ u lo s inspiratorios relajados, Vai una brusca caída del flujo inspiratorio inmediatamente después de un pico ini-
inspiratorio del pTdemV Con frer*1 ^ debido al incremento del trabajo Clal (fig. 11-12). Este signo de grave obstrucción de la vía aérea representa el
incremern^debSo 'T* ÜC a inspirddó" la * * * * * de la vía aérea puede
desplazamiento de aire desde el T E T hacia la vía aérea de gran calibre. Las estrate-
ser corregidas (según e aÍn Z m de musculos espiratorios. Estas alteraciones deben
volumen ® g * ven" lador) a ""avés de los incrementos del (lujo o del £|as para solucionar estas asincronías se basan en la utilización de T E T de mayor
calibre y medicación broncodilatadora para mejorar dicha variable.
310 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 311

Los ventiladores de última generación tienen la posibilidad de m odificar el tiem­


%Vo!
m bar Ptraq . Paw Fi02 po en el cual se puede alcanzar la presión programada modificando el flujo. Esta
60,
m L/m bar 50
variable de programación recibe el nombre de rampa o rise lim e , o aceleración de
36
40'

30
flujo, y puede ser utilizada en cualquier modo que tenga la posibilidad de controlar
0 regular la presión. E l incremento instantáneo de la presión deseada puede aso­
0
Ppico pmedja
50.0

101 ciarse con un rápido incremento del flujo inspiratorio. En algunas situaciones, la
35 14 brusca presurización de la vía aérea se asocia con disnea y un fenómeno de incre­
*20 min. ahora 50
6 0 n m bar Ppico 1
00 U m in Flujo mento de la presión al final de la inspiración que se denomina overshoot. En cam­
80
60
40 bio. un retardo en la rampa de presurización produce un “ redondeamiento” en la
2
0 VT VTe
o curva de flujo inspiratorio (fig. 11 -13) debido a que la diferencia de presión entre la
.596 .597

ahora
-
1
-
20
-40
•60
-80
00
p V rW r 40
fuerza de retroceso elástico después de la inflación pulmonar y la presión total
(Pmus + Paw ) disminuye. Este fenómeno de incremento del esfuerzo inspiratorio
e tC 0 2 VM VMesc puede resolverse con el incremento de la rampa de presurización.
nú nú 20.1
.600
4 .5 0 A sincronías de fin de in sp iració n
400

-20 min. ahora


200-
.000- J ll 5 .0
L k
1
0 seg
R

14.0 33.5
Term inación tem prana de la in sp iració n

En todos los modos de soporte ventilatorio, la espiración es pasiva y la apertura


de la válvula espiratoria cambia el flujo de inspiratorio a espiratorio. E l flujo espi­
F ig . 11-11. Registro de P S V . S e observa la variabilidad del V , y de los tiempos inspiratorios en
cada respiración. r ratorio rápidamente alcanza su valor máximo debido al retroceso pulmonar elásti­
co. a la presión de la vía aérea y a la resistencia espiratoria, hasta llegar a cero. Si
el paciente continúa generando un esfuerzo inspiratorio, el flujo inspiratorio persis­
tirá después de abierta la válvula espiratoria. En algunos casos se observa una brus­
ca disminución del pico flujo espiratorio, y luego un nuevo incremento y caída hasta
finalizar. Este tipo de asicronía se produce cuando hay una apertura prematura de la
válvula espiratoria.

I-ig. 11-12. Durante la P S V , en pacientes con alta resistencia dc la vía aérea, se puede observar una p >8. 11 -13. O bsérvese la form a redondeada del flujo inspiratorio durante la P S V . L a Hecha seña-
brusca caída del flu jo inspiratorio inm ediatam ente después de un pico in icial. *a la finalización asincrónica entre la inspiración neural y la m ecánica.
312 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a A d a p t a c ió n d e l p a c ie n t e a l v e n t il a d o r 313

L a relajación de los músculos inspiratorios permite que el flujo espiratorio J gn pacientes con una constante de tiempo dism inuida (síndrome de dificultad
incremente según la presión de retroceso elástico y las propiedades resistivas d i piratona aguda, S D R A ) el descenso del umbral de flujo reduce el grado de asin-
circuito espiratorio. En algunas respiraciones, el esfuerzo inspiratorio puede di . nía debido a la reducción de la apertura prematura de la válvula espiratoria. En
m inuir el flujo espiratorio a cero e iniciar el nuevo disparo. De modo que es p0s^ C bio, la constante de tiempo está prolongada, como ocurre en la enfermedad pul­
ble que un solo esfuerzo dispare el ventilador más de una vez. En pacien monar obstructiva crónica, el incremento del umbral de flujo dism inuye el número
ventilados con PSV , la segunda respiración es corta debido a que la ¡nflaci de asincronías espiratorias porque promueve la apertura temprana de la válvula.
comienza sobre un volum en sobre la C R F mayor, mientras que en pacientes co i
V C V , una vez gatillada la inspiración y ofrecido el volumen programado, se suma
al volumen remanente de la respiración previa, por lo que se incrementa la presión C O N C EPT O S C LA V E
de la vía aérea.
En la PSV , la terminación prematura del ciclo es causada por bajos niveles de
presión, baja constante de tiempo del sistema respiratorio, flujos relativamente altos • E l control clínico de la adaptación del paciente al ventilador no es sufi­
y la presencia de hiperinflación dinám ica. En cam bio durante la V C V , la progra­ ciente, pero es imprescindible el estudio de las curvas de presión, flujo y
mación de un T corto promueve este tipo de asincronía. volumen en el monitor del ventilador mecánico.
• La sincronización de las fases del ciclo ventilatorio del paciente con el tra­
A sin cro n ías esp irato rias bajo mecánico del ventilador se basa en el conocim iento de la form a de
operación de los distintos modos ventilatorios.
Son comunes a todos los modos ventilatorios asistidos y se producen cuando la • La dificultad respiratoria en el paciente ventilado puede deberse a circuns­
finalización del T, mecánico ocurre antes que el tiempo neural o después de él. tancias relacionadas con el paciente o dependientes del ventilador, del
Durante la V C V , son más frecuentes que durante la P S V debido a la existencia de modo elegido o de las interfaces utilizadas. Reconocerlas y resolverlas per­
diferentes algoritmos que permite sincronizar el final de la inflación mecánica con m itirá mejorar la sincronía entre el paciente y el ventilador, optim izar el
la inspiración neural. En los ventiladores de última generación, la posibilidad de confort y reducir com plicaciones.
cam biar el criterio de ciclado en la P S V y el uso del electromiogram a y la presión • Cuando la m odificación de los parámetros del ventilador no sean suficien­
transdiafragmática como variables de control del flujo, podrían ayudar a la elimi­ tes para elim inar las asincronías, es necesario utilizar estrategias farm aco­
nación de estas asincronías espiratorias. lógicas para la adaptación.
La identificación de un retardo en la apertura de la válvu la espiratoria del venti­
lador con relación al Tj neural observando las curvas monitorizadas es dificultosa.
S i los músculos inspiratorios se relajan antes de finalizar la inspiración mecánica,
la curva de presión en la vía aérea es sim ilar a la curva de una inflación pasiva. Sin B IB L IO G R A F ÍA
embargo, durante la ventilación con PSV , la dism inución brusca del flujo inspirato­
Georgopoulos D, Prinianakis G. Kondili E. Bedside wavctorms interpretation as a tool
rio es seguida por la finalización del tiempo neural antes de la apertura de la válvu­
to identify patient-ventilator asynchronies. Intensive Care Med 2006;32:34-47.
la espiratoria. En la PSV , un incremento de la presión de la vía aérea puede deberse
Goulet R. Hess D, Kacmarek RM . Pressure vs flow triggering during pressure support
a la relajación brusca de los músculos inspiratorios o a la contracción rápida de los
ventilation. Chest I997;l 11:1649-1653.
músculos espiratorios. En ambos casos, la presión de la vía aérea indica la presen­ Kondili E, Prinianakis G. and Georgopoulos D. Patient-ventilator interaction. B r J
cia de un retardo en la apertura de la válvula espiratoria. ■
Anaesth 2003;91:106-119.
También se ha observado que el retardo en la apertura de la válvula espiratoria Midley A. Guía para el manejo de: interfaces paciente-ventilador. Buenos Aires: Edicio­
dism inuye la frecuencia respiratoria espontánea del paciente, posiblemente debido nes de medicina crítica; 2003.
a la activación del reflejo de Hering-Breuer (reflejo de bradipnea por activación de Prinianakis G, Kondili E, Georgopoulos D. Patient-ventilator interaction: an overview.
mecanorreceptores durante la inflación pulmonar). ■ Respir Care Clin N Am 2005; 11:201 -224.
Durante la V C V , la prolongación del T ( mecánico puede ser debido a la progra­ Vassilakopoulos T. Ventilador-induced diaphragm dysfunction: the clinical relevan! of
mación de un alto V T, un bajo flujo y/o la aplicación de una pausa inspiratoria. En animal models. Intensive Care Med 2008;34:7-16.
Vounes M . Brochard L. Grasso S, et al. A method for monitoring and improving patient:
cam bio durante la P SV , este tipo de asincronía puede deberse a una constante de
Ventilator interaction. Intensive Care Med 2007;33:1337-1346.
tiempo prolongada del sistema respiratorio, como ocurre en pacientes con una
enfermedad pulmonar obstructiva.
1 2

Protocolos de analgesia
y sedación aplicados a la VM

JAVIER H. ÁLVAREZ
Y P A B LO E. P A R D O

INTRODUCCION

Cuando se instaura la ventilación mecánica (V M ), uno de los objetivos básicos


es lograr una adecuada interacción entre el paciente y el ventilador. Muchos ind ivi­
duos pueden ser manejados adecuadamente con mínimas dosis de sedantes y anal­
gésicos, o simplemente se adaptan mediante m odificaciones en la regulación del
ventilador, sin necesidad de adm inistrar fármacos. En gran medida esto se ha logra­
do gracias a la versatilidad de los nuevos ventiladores con microprocesadores.
Asimismo, en condiciones sim ilares algunos pacientes pueden ser manejados sólo
con el uso de fármacos analgésicos, sin necesidad de sedantes ni neurolépticos.
Sin embargo, la situación más habitual en las unidades de terapia intensiva (UT1)
es la utilización de distintos fármacos como estrategia para adaptar al paciente a la
VM Resulta de sum a im portancia interrogarse periódicam ente sobre la real
necesidad de continuar con tal p ráctica en form a sistem ática en la m ayor parte
de los pacientes.
Hay suficiente evidencia científica en la actualidad que demuestra que una eva­
luación periódica del uso de analgesia y sedación en los pacientes ventilados con­
tribuye a la reducción del tiempo de V M a expensas de reducir los requerimientos
de los fármacos utilizados.
M uy pocos enfermos requerirán a su vez la utilización de fármacos relajantes
Musculares, y los casos en los que se los utilice serán objeto de replanteo perma­
nente respecto de la necesidad de continuar con su uso.
E l objetivo de este capítulo es establecer algunos lincamientos generales respec-
to de normativas que se apliquen en los pacientes para poder adaptarlos a la V M
316 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P ro to co lo s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a la VM 317

después de haber realizado las m aniobras no farm acológicas y los ajustes del a lg o r it m o d e acción g e n e ra l
ventilador para lograr una sincronía, haciendo hincapié en que la sedación far A lg o r it m o d e s e d a c ió n y a n a lg e s ia
macológica es una herram ienta cjue sólo se tendrá en cuenta cuando han fa||a M o d a lid a d e s d e s e d a c ió n se g ú n la s d ife r e n te s s itu a c io n e s c lín ic a s
do todas las medidas no farm acológicas para adaptar y otorgar confort a¡ P a c ie n te s p o litra u m a tiz a d o s
paciente cn V M .
P a c ie n te s q u e m a d o s
E n aquellos pacientes en los que se ha implem entado algún protocolo de P a c ie n te s e m b a ra z a d a s
analgesia y sedación se evaluará periódicam ente la necesidad de continuar con
su uso, lo que sin dudas redundará en un beneficio al aco rtar el período de VM
A D A PT A C IÓ N D EL PA C IEN T E A L E N T O R N O : A N A L G E S IA ,
SED A C IÓ N , A G IT A C IÓ N Y D E L IR IO
O B JE T IV O S Uno de los objetivos fundamentales de los cuidados intensivos es el confort del
paciente, aliviar sus dolores e inquietudes y ayudarlo a tolerar el entorno agresivo
• D efinir la necesidad de adaptar el paciente. (sondas, catéteres equipos, etc.). Estas acciones se apoyan en dos pilares: el mane­
• Detallar las propiedades farmacológicas de los fármacos utilizados. 1 jo de las condiciones causales y/o predisponentes de dichas molestias y la adminis­
• Enumerar las escalas usualmente utilizadas para la evaluación del paciente tración de medicación analgésica, sedante y/o antipsicótica.
bajo sedación farmacológica. Para que estas prácticas sean efectivas es fundamental el trabajo interdisciplinario
• Incluir la valoración del delirio como parte integrante de la rutina diaria. y coordinado entre enfermeros, kinesiólogos respiratorios y médicos. E l conocimien­
• Destacar la importancia de la suspensión diaria de la sedación. to de la farmacología y las interacciones medicamentosas y las acciones basadas en
• Discutir las complicaciones del tratamiento. algoritmos estructurados que permitan una revisión de lo actuado son determinantes
• Sugerir un algoritmo de acción general. para una correcta acción. Sessler y Varney resumen los objetivos y enfatizan la reins­
• Describir las distintas modalidades de sedación según las diferentes situa­ talación temprana de la medicación psiquiátrica previa, el cuidado de los factores
ciones clínicas. externos y ambientales displacenteros, la adecuada sincronía paciente-ventilador, y la
monitorización estructurada y periódica con el uso de escalas validadas (para el dolor,
la sedación, la agitación y el delirio). Sugieren una adecuada selección de fármacos
C O N T E N ID O S con la utilización de la menor dosis posible. Además, prefieren focalizar primero en
la analgesia, luego en la sedación e implementar estrategias para evitar la acumula­
Adaptación del paciente al entorno: analgesia, sedación, agitación y delirio ción de fármacos, que incluyen la suspensión diaria y el rápido reconocimiento de los
Evaluación del dolor, la agitación y el delirio efectos tóxicos y adversos de los fármacos o de su supresión.
Fármacos habitualmente utilizados en la analgesia, sedación y relajación Dentro del manejo inicial no se debe olvidar el riesgo de los síndromes de depri­
muscular vación de las medicaciones psiquiátricas crónicas suspendidas debido al inicio de la
Analgésicos opiáceos VM . o las condiciones médicas agudas que lo llevaron a ella. Además, se debe valo­
Benzodiazepinas rar la posible aparición de abstinencia al alcohol y/o tabaco.
Propofol j E l delirio, un estado agudo reversible de confusión mental caracterizado por alu­
Dexmedetomidina cinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia, ocurre frecuente­
Antipsicóticos mente y pasa muchas veces desapercibido si no se lo pesquisa, ya que además de la
Bloqueantes neuromusculares (B N M ) forma clásica hiperactiva puede manifestarse y, de hecho lo hace de manera mucho
Escalas para la evaluación de la sedación, la analgesia y el delirio en la U T I más habitual, en formas hipoactiva o mixta.
Valoración del dolor La profundidad de la sedación puede variar en situaciones particulares, como
Valoración de la sedación modalidades ventilatorias poco habituales (alta frecuencia, posición prono) donde a
Valoración del delirio Veces también se requiere el uso de relajantes musculares.
Suspensión diaria de la sedación
Complicaciones del tratamiento (polineuropatía/miopatía del paciente crítico) V a lu a ció n del dolor, la sedación, la agitación y el delirio
Debilidad muscular en el paciente crítico La valoración clínica del nivel de conciencia, las funciones cognitivas, la presen-

c,a e intensidad del dolor y de la agitación son componentes esenciales del cuidado
.518 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P r o t o c o l o s d e a n a l g e s ia v s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 319

C u a d ro 12-1. E scala d e sedación-agitación (Sedation-A gitation Sea le, SAS) Cuadro 12-2. E sca la de agitación-sedación de Richm ond. (Richm ond A gitation
Sedation Scale, R A S S )
Puntuación N ivel de sedación Respuesta
puntuación D enom inación D escripción Exploración
Agitación peligrosa Intenta la retirada del tubo endotraqueal y de
los catéteres; intenta salirse de la cama" arre- Combativo, violento, con peli­ Observar al
+4 Combativo
mete contra el personal
gro inmediato para el personal paciente
6 Muy agitado No se calma al hablarle, muerde el tubo, nece­
Muy agitado Agresivo, intenta quitarse los
sita contención física +3
5 Agitado tubos o catéteres
Ansioso o con agitación moderada, intenta
Agitado Movimientos frecuentes y sin
sentarse, pero se calma al estímulo verbal +2
4 Calmado y cooperador Calmado o que puede despertarse fácilmente, propósito; “ lucha” con el ven­
obedece órdenes tilador
3 Sedado D ifícil de despertar, se despierta con estímu­ Inquieto Ansioso, pero sin movimientos
+1
los verbales o con movimientos suaves, pero agresivos o vigorosos
se vuelve a dormir enseguida. Obedece 0 Alerta y calmado
órdenes sencillas -1 Somnoliento No está plenamente alerta, pero Llam ar al enfermo
Muy sedado Puede despertar con un estímulo físico, pero se mantiene (> 10 segundos) por su nombre y
no se comunica ni obedece órdenes. Puede despierto (apertura de ojos y decirle “ abra los
moverse de manera espontánea seguimiento con la mirada) a ojos y míreme”
No despertable Puede moverse o gesticular levemente con la llamada
estímulos dolorosos, pero no se comunica ni -2 Sedación leve Despierta brevemente (< 10
obedece órdenes segundos) a la llamada con
seguimiento con la mirada
diario del paciente. La utilización de escalas permite el inicio o el aumento de la -3 Sedación Movimiento o apertura ocular a
moderada la llamada (pero sin segui­
administración de fármacos y la reevaluación de causas potencialmente reversibles
miento con la mirada)
de malestar.
-4 Sedación Sin respuesta a la llamada, pero Estim ular al enfer-
Para valorar el dolor se puede usar escalas visuales o analógicas o la valoración profunda movimiento o apertura ocular mo sacudiendo
de signos directos (respuesta del paciente a las preguntas) o indirectos (taquicardia, al estímulo físico su hombro o fro­
sudoración. etc.). tando sobre la
Para valorar la sedación y la agitación existen numerosas escalas: escala de seda­ región esternal
ción-agitación (Sedation-Agitation Scale, S A S ) (cuadro 12-1), escala de agitación y -5 Sin respuesta Sin respuesta a la voz ni al estí­
mulo físico
sedación de Richmond (Richm ond Agitation-Sedation Scale, R A S S ) (cuadro 12-2).
escala de sedación de Ram say (Ram say Sedation Scale, R A S ) (cuadro 12-3), escala
de evaluación de la actividad motora (M otor A ctivity Assessment Scale, M A A S ). esca­
la de adaptación al medio de cuidados intensivos (Adaptation to the Intensive Care
Environment, A T IC E ) y la herramienta de evaluación de la sedación de Minnesota C u ad ro 12-3. E s c a la de sedación de Ram say (R am say Sedation Scale, R S S )
(M innesota Sedation Assessment Tool, M SA T ). Numerosas publicaciones respaldan
Nivel Descripción
su uso al mostrar una reducción en el uso de fármacos (sedantes analgésicos y aun
vasoactivos, una disminución del tiempo de V M y de la internación en la U T I.
Despierto
E l delirio puede pesquisarse con instrumentos como el C A M - IC U (cuadro 12-4) ' Con ansiedad y agitación o inquieto
o el IC D SC (Intensive Care D elirium Screening Checklist). Cooperador, orientado y tranquilo
3 Somnoliento. Responde a estímulos verbales normales

F Á R M A C O S H A B IT U A L M E N T E U T IL IZ A D O S EN LA A N A L G E S IA ,
Dormido
S E D A C IÓ N Y R E L A JA C IÓ N M U S C U L A R 4 Respuesta rápida a ruidos fuertes o a la percusión leve en el entrecejo
5 Respuesta perezosa a ruidos fuertes o a la percusión leve en el entrecejo
En la elección del fárm aco a em plear en la analgesia y sedación del paciente crí 6 Ausencia de respuesta a ruidos fuertes o a la percusión leve en el entrecejo
ticamente enfermo se debe considerar, además de la patología, la farmacocinéti
320 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P r o t o c o l o s d e a n a l g e s ia v s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 321

C u a d ro 12-4. E s c a la de d e lirio en la unidad de cuidados intensivos C uadro 12-4. E sca la de d e lirio en la unidad de cuidados intensivos (C o n fu ­
(C onfusión Assessm ent M ethod fo r the In stensive C are U n it, C A M - IC U ) s i ó n Assessm ent M ethod fo r the Instensive C are U nit, C A M - IC U ) (C o n t.)

Criterios y descripción de la escala CAM -ICU


4 Nivel de conciencia alterado Ausente Presente
¿ positivo si la puntuación RA SS es diferente de 0
1. Comienzo agudo o evolución lluctuante Ausente Presente
Es positivo si la respuesta es sí a 1A o IB
puntuación global Sí No
5¡ el 1 y el 2 y cualquiera de los criterios 3 o 4 están presentes, el
IA . ¿Hay evidencia de un cambio agudo en el estado mental sobre el e n f e r m o tiene delirio
estado basaI?
O
IB . ¿Ha fluctuado el comportamiento (anormal) en las últimas 24
horas? Es decir, ¿tiende a aparecer y desaparecer, o aumenta y dismi­ del fármaco, su vida media plasmática, el volumen de distribución, la formación de
nuye en gravedad, evidenciado por la fluctuación de una escala de nietabolitos activos, la farmacodinamia, así como los efectos secundarios y el costo.
sedación (p. ej., R A SS), o Escala de Coma de Glasgow (G C S). o en Por otra parte, se debe tener en cuenta que los datos farm acocinéticos publicados se
la evaluación previa de delirio?
suelen obtener de voluntarios sanos. E l volumen de distribución del medicamento,
el efecto y la elim inación se alteran generalmente debido a enfermedades renal o
2. Falta de atención Ausente Presente
¿Tuvo el paciente dificultad para fijar la atención, evidenciada por hepática, a sepsis y a otras circunstancias. La concentración del fármaco en el sitio
puntuaciones < 8 en cualquiera de los componentes visual o auditivo activo puede no reflejarse en la concentración plasmática del fármaco. Muchos
de la evaluación de la atención (A S E )? metabolitos son biológicamente activos. E l efecto inicial del fárm aco finaliza habi­
tualmente por una redistribución en los tejidos más que por el metabolismo o la e li­
2A. Comience con el A SE de letras. Si el paciente es capaz de hacer minación en los órganos.
esta prueba y la puntuación es clara, anote esta puntuación y pase al
punto 3
Analgésicos opiáceos
2B. Si el paciente no es capaz de hacer esta prueba o la puntuación
no está clara, haga el A SE de figuras. Si hace las dos pruebas use el Son los fármacos de elección para el tratamiento del dolor en los pacientes bajo
resultado del A SE de figuras para puntuar VM . Median su acción principalmente a través de tres grupos de receptores centra-

3. Pensamiento desorganizado Ausente Presente


¿Hay evidencia de pensamiento desorganizado o incoherente eviden­ C uadro 12-5. C ara cte rísticas de los receptores opiáceos
ciado por respuestas incorrectas a dos o más de las cuatro preguntas,
y/o incapacidad para obedecer órdenes? Receptor mu ( p , , ) delta (8) kapa ( k )

3A. Preguntas de S í o No (alternar grupo A con grupo B): Mecanismo Inhibición de formación Inhibición de la for­ Inhibición de forma­
Grupo A Grupo B de acción de AM Pe mación de A M Pt ción de A M P C
¿Puede flotar una piedra en el ¿Puede flotar una hoja en el agua? Apertura de canales Apertura de canales Cierre de canales de
agua? ¿Hay elefantes en el mar? de K ‘ de K 1 Ca”
¿Hay peces en el mar? ¿Pesan dos kilos más queun kilo? Distribución Tálamo, putamen, cau­ Corteza, cuerpo es­ Hipotálamo-núcleo
¿Pesa un kilo más que dos kilos? ¿Se puede usar un martillo para dado, L. coeruleus, triado. hipotálamo, accumbes, sustancia
¿Se puede usar un martillo para cortar madera? médula espinal negra, putamen,
sustancia negra
clavar un clavo? caudado, médula
espinal
3B. Ordenes
Efectos Analgesia supraespinal Sedación Analgesia espinal
Decir al paciente: “ Muestre cuántos dedos hay aquf\ Enseñar dos
Sedación, hipnosis Disforia.miosis depre­
dedos, colocándose delante del paciente
Depresión respiratoria, sión respiratoria
Posteriormente decirle: “Haga lo mismo con la otra mano”
E l paciente tiene que obedecer ambas órdenes miosis, euforia, íleo,
náuseas, vómitos, tole­
(Continúa) rancia, dependencia
322 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P ro to co lo s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 323

Ies: mu (p), delta ( 8 ) y kapa (k). En terapia intensiva se utilizan aquellos que actú presenta metabolitos activos. Las dosis repetidas producen una acumulación y dis­
an principalmente sobre los receptores mu mediante agonismo puro (cuadro 12-5) minución de su eliminación con la prolongación de la vida media hasta 9 a 16 horas,
Efectos adversos: dependen de la dosis, de la gravedad de la enfermedad de base produce una liberación no significativa de histamina. Está indicado ante la presen­
y del estado hemodinámico. Pueden producirse depresión respiratoria con inhibi­ cia de hipotensión arterial secundaria a hipovolémia y/o sepsis, y en pacientes con
ción de la respuesta a la hipercapnia e hipoxemia; rigidez muscular; hipotensión b ro n c o esp asm o .
arterial en pacientes hemodinámicamente inestables, hipovolémicos o con elevado Efectos adversos: insuficiencia respiratoria por rigidez muscular (tórax leñoso)
tono simpático. En pacientes euvolémicos, la hipotensión puede ser secundaría a la en altas dosis; adicción (1:2.500); abstinencia (> 9 días y dosis acumuladas de > 2.500
combinación de simpaticolisis, bradicardia mediada por aumento del tono vagal y pg/kg); náuseas y vómitos; depresión respiratoria; hipotensión aparece en hipovo-
liberación de histamina (por morfina o codeína). También puede producirse depre­ lémicos; íleo; retención urinaria.
sión del nivel de conciencia, alucinaciones, agitación, íleo y retención urinaria. In icio de acción: 1 a 2 minutos.
Duración de la acción: 20 a 60 minutos.
Morfina Vida m edia: 120 minutos.
Metabolito activo: no.
Clase: analgésicos alcaloides opiáceos Dosis de carga: 50 a 100 pg.
(5a, 6a)-7,8-dideidro-4,5-epoxi-17-metilmorfinan-3,6-dio. Dosis en bolo interm itente: 0,35 a 1.5 pg/kg cada 0,5 a 1 hora.
Fórm ula: C^H^NO,. I Dosis de infusión continua: 0,7 a 10 pg/kg/h.
Masa molecular: 285,4 g/mol. Dosis prom edio: 1.000 pg/día.
Es el prototipo de los opioides con menor grado de liposolubilidad. Potente in­ Presentación: ampollas de 5 mL/250 pg.
ductor de liberación de histamina (hipotensión, taquicardia, broncoespasmo). Posee Preparación: 3 ampollas en 250/500 m L de solución salina o dextrosa al 5%.
una duración de acción prolongada. Presenta metabolitos activos (morfina 6-gluco-
rónido), con efectos vasodilatadores arteriolar y venoso, y acumulación en las insu­
ficiencias hepática y renal. Remifentanilo
Efectos adversos: adicción ( 1:2.500); abstinencia (en general uso > 9 días); náu­
seas y vómitos; depresión respiratoria; hipotensión en pacientes hipovolémicos; Clase: analgésicos alcaloides opiáceos
íleo; retención urinaria. etil l-(2-metoxiearboniletil)-4-(fenil-propanoil-amino)-piperidina-4-carboxilato
In icio de acción: 2 a 3 minutos. Fórm ula: C,oH ,sN ,O s.
D uración de la acción: 4 a 6 horas. Es un opioide agonista mu, con rápido inicio de acción y corta vida media inde­
Vida m edia: 3 a 7 horas. pendiente de la duración de la infusión. Se metaboliza por estearasas plasmáticas y
M etabolito activo: sí. tisulares, lo que lo hace independiente de las funciones renal o hepática. Presenta
Dosis de carga: 2 a 5 mg. I propiedades analgésicas y sedantes. Se han informado beneficios en pacientes pos-
Dosis en bolo interm itente: 0,01 a 0,15 mg/kg c/l a 2 horas (3 a 10 mg). quirúrgicos de neurotrauma, cirugía cardiovascular, pacientes con fallo renal y
Dosis de m antenim iento: 0,07 a 0,5mg/kg/h. EPOC.
Dosis prom edio: 50 a 100 mg/día. Efectos adversos: rigidez, bradicardia (bolo), hiperalgesia, tolerancia aguda.
Presentación: ampollas de 2 mL/10 mg. In icio de acción: 10 a 15 minutos.
Preparación: 5 ampollas en 250/500 m L de solución salina/dextrosa al 5%. D uración de la acción: 2 a 3 horas.
Vida m edia: 3 a 10 minutos.
Fentanilo M etabolitos: no.
Dosis de carga: 0 , 1 pg/kg.
Clase: analgésicos alcaloides opiáceos Dosis de infusión continua: 0 . 1 pg/kg/hora.

N-(l-[2-feniletil]-4-piperidinil)-N-fenil-propanamida Dosis prom edio: 21 mg.


Fórm ula: C ,,H 11(N,Os. Presentación: ampollas de 0,5 mg/mL (10 m L).
Es el fármaco de elección en los pacientes ventilados con inestabilidad hemodi- Preparación: 4 ampollas en 250/500 m L de solución salina o dextrosa al 5 % .
námica. Tiene una potencia analgésica cien veces mayor que la morfina. Es lipofi"
lico y tiene un rápido inicio de acción y una duración más corta que la morfina. No
Pro t o c o l o s d e a n a l g e s ia v s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 325
324 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

Benzodiazepinas lorazepam

Son los fármacos de elección para el tratamiento de la ansiedad y la agitación en Clase: sedantes tranquilizantes no hipnóticos
9_cloro- 6 -(2 -clorofenil)- 4 -hidroxi- 2 ,5 -d iazab iciclo(5 .4 .0 )undeca- 5 , 8 , 10, 12 -
los pacientes bajo V M . Presentan efectos sedantes, ansiolíticos, hipnóticos, anti­
convulsivos y miorrelajantes. No producen analgesia. Su mecanismo de acción se tetraen-3-ona
produce a través de la unión a los receptores G A B A , lo que causa la apertura de los fó rm u la : C |5H mC l,N ,0 :.
canales de cloro y genera la inhibición de la transmisión neurona!. Sus efectos M asa m olecular: 321.2 g/mol
(potencia y duración) varían con relación a la edad, el peso, la patología actual, el Es una benzodizepina de vida media intermedia. Tiene un comienzo de acción

excesivo consumo de alcohol y la inhibición o inducción de enzimas hepáticas o más lento que el midazolam debido a su menor liposolubilidad (es menos útil en la
intestinales que puedan alterar el metabolismo oxidativo. agitación aguda). Posee una escasa interacción medicamentosa debido a su meta­
bolismo vía glucoronidación. Es útil en dosis intermitentes o en infusión continua.
Los solventes (polietilenglicol y propilenglicol) en los que se diluye pueden causar
M id azo lam
una insuficiencia renal aguda, acidosis láctica y síndromes hiperosmolares con altas

C lase: sedantes tranquilizantes no hipnóticos dosis o períodos prolongados de infusión (18 mg/hora durante 4 semanas o > de 25
8-cloro-6-(2-fluorofenil)-1 -metil-4H-imidazol( 1,5-a)( 1,4)benzodiazepina mg/hora durante horas o días).
Efectos adversos: el posible efecto anticolinérgico de la benzodiazepina puede
Fó rm u la : C |8H |3C1FN3. I
Es una benzodiazepina de vida media ultracorta, que presenta un rápido inicio y aumentar la presión infraocular y agravar el glaucom a de ángulo estrecho. Pueden
corta duración de acción debido a su gran liposolubilidad con un alto volumen de aparecer además cefalea, depresión, desorientación, disfasia o disartria, reducción de

distribución. Adecuado para la agitación aguda. Se metaboliza a nivel hepático por la concentración, temblor, retención urinaria, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimien­
la citocrom o P450 y la isoenzima 3A4. lo que genera un metabolito activo (el I- to, sequedad de boca, hipersalivación y dolor epigástrico. Ocasionalm ente (1-9%);
hidroxim idazolam ) que tiene una vida media de 1 hora en presencia de una función hepatitis, ictericia, dermatitis, urticaria, prurito, leucopenia, agranulocitosis, ane­
renal normal, y se elim ina a nivel renal. La duración de acción tras una única dosis mia. trombocitopenia, eosinofilia, alteraciones del comportamiento, amnesia ante-
depende principalm ente de la redistribución en los tejidos periféricos. Su farmaco- rógrada, excitación paradójica, psicosis, alteraciones de la visión, diplopía,
cinética se m odifica en form a significativa cuando se adm inistra en infusión conti­ nistagmo y alteraciones de la audición.
nua, y después de 24 horas se acumula en los tejidos periféricos. Después de su In icio de acció n : 5 a 20 minutos.
suspensión, el efecto clínico puede perdurar desde horas hasta días. Hay que tener D uración de la acció n : 5 a 10 horas.
especial atención en pacientes obesos (alto volumen de distribución), en pacientes Vida m edia: 10 a 20 horas.
hipoalbuminémicos y en pacientes ancianos o con deterioro de las funciones hepá­ M etabolito activo : no.
tica y renal, donde su elim inación puede ser aún más prolongada E l metabolismo D osis de carg a: 2 a 4 mg.
puede dism inuir de manera significativa si es administrado juntamente con propo- Dosis en bolo interm itente: 0,02 a 0,06 mg/kg cada 4 a 6 horas.
fol (por la dism inución del flujo sanguíneo hepático) diltiazem , antibióticos macró- Dosis en infusión continua: 0.01 a 0,10 mg/kg/h.
lidos y otros inhibidores de la enzim a citocromo P450. Dosis prom edio: 48 mg.
Efectos adversos: confusión mental y letargo, ataxia, hipotonía, hipotensión, Presentación: amnollas de 1 mL/4 1112.

depresión respiratoria.
In ic io de acció n : 0,5 a 5 minutos. Propofol
D uración de la acció n : 2 horas.
M etabolito activo : sí. Clase: anestésicos generales IV
D osis de carg a: I a 5 mg. 2 ,6-di-isopropilfenol

D osis en bolo interm itente: 0,02 a 0,08 mg/kg cada 30 a 120 minutos. Fó rm a la : C,12H lo O.
D osis de infusión co n tin u a: 0,04 a 0,2 mg/kg/h. M asa m olecu lar: 178,271 g/mol.
D osis prom edio: 150 mg/día. Es un fármaco con efectos hipnóticos y sedantes a baja dosis, sin propiedades

Presentación: am pollas de 3 mL/15 mg. analgésicas. Posee un inicio rápido de acción y recuperación, y un sim ilar grado de
Prep aración recom endada: 10 ampollas (150 mg) en 250/500 m L de solución amnesia que las benzodiazepinas. E l propofol es una m olécula pequeña, su estruc-
salina o dextrosa al 5 % . lura es sim ilar a la de la vitam ina E , con la que comparte sus propiedades antioxi-
326 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a
P r o t o c o l o s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 327

dantes; es muy Iiposolubie, lo que facilita el paso a través de la barrera heniat Metabolismo hepático por citocrom o P450 y glucuronidación.
cefálica. Es líquido a temperatura ambiente, y se disuelve en una emulsión de lin­ Es un fármaco derivado de la clonidina que produce una marcada sedación con
dos para su infusión. No se afecta en caso de insuficiencia renal, y la insuficienc'' depresión respiratoria moderada. A l inhibir los receptores postsinápticos produce,
hepática aumenta su vida media. Tiñe la orina debido a la presencia de fenoles s¡3
repercusión clínica. Tiene un efecto antiemético. Potencia el G A B A en el SN C Es Í
además de la reducción de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, un claro efec­
to ansiolítico y sedante. Por su efecto a nivel de los receptores espinales produce,
anticonvulsivo. Dism inuye el tlujo sanguíneo cerebral (F S C ), la presión intracrane­ además, un efecto analgésico. Tampoco provoca alteraciones en la función adreno-
al (P IC ) y el consumo oxígeno. Requiere un control de niveles de triglicéridos seria­ c0rtical. Reduce los requerimientos de analgésicos y sedantes. Tiene parámetros
dos después del segundo día de infusión. farmacocinéticos sim ilares entre voluntarios sanos y pacientes críticos Puede usar­
U nión a p roteínas: 94% .
se en insuficiencia hepática pero la dosis debe ser reducida. Habitualm ente se la uti­
M etabolism o hepático: glucuronidación y conjugación. liza para dism inuir los tiempos de destete o para tratar la excitación psicomotriz en
Efectos adversos: elevación de enzimas pancreáticas; pancreatitis, sobre todo en dicho período. Los pacientes permanecen tranquilos y se despiertan rápidamente
uso prolongado o con altas dosis; hipotensión marcada durante la inducción; depre­ ante estímulos suaves. Recuerdan su estadía en terapia intensiva sin pesadillas ni
sión respiratoria; bradicardia. E l uso prolongado (> 45 horas) y altas dosis se han alucinaciones.
asociado con un aumento del riesgo de paro cardíaco. Puede producir un efecto ino- Efectos adversos: hipertensión arterial, seguida de hipotensión y bradicardia. E l
trópico negativo; arritm ias; síndrome de infusión de propofol (> 5mg/kg/h), con aci- bolo de carga puede ocasionar bradicardia acompañada de hipotensión, en ocasio­
dosis láctica; bradicardia; fallo cardíaco progresivo; arritm ias; rabdomiólisis; nes sostenida, lo que suele ser más frecuente en pacientes hipovolém icos y ancia­
hipercalem ia y paro cardíaco. Seudoconvulsiones; m ioclonías; dolor en el sitio de nos.
inyección. Su adm inistración está contraindicada cn los niños. In icio de acció n : 1 a 2 minutos.
In ic io de acció n : 2 a 8 minutos. Vida m edia de elim in ació n : 2 horas.
D u ración de la acció n : 5 a 10 minutos después del bolo. D uración de acció n : 20 a 60 minutos.
Vida m edia: 30 a 60 minutos.
Vida m edia term in al: 3 horas.
La dosis de inducción varía de 1 a 2,5mg/kg. Dosis en infusión continua: 0.2 a 1 pg/kg/h. Se debe iniciar la infusión a 0.5 a
Dosis de m antenim iento: 0,5mg/kg/h, que se aumentará a 0,5 mg/kg cada 5 alO 0,7 pg/kg/h.
minutos de acuerdo con la respuesta clínica. Una dosis habitual de mantenimiento Presentación: ampollas de 2mL/IOO pg.
oscila entre 0,5 y 3 mg/kg/h. I Prep aració n : 2 ampollas en 100 m L de solución salina o dextrosa al 5 % .
La vía de elim inación es renal, y la vida media de elim inación es de 7 a 8 horas.
Sin metabolitos activos y niveles de redistribución no significativos. Posee una rápi­
da recuperación tras una perfusión continua prolongada. Se acumula en la grasa. En
Antipsicóticos
obesos aumenta la vida media (3 horas contra 59 horas para Ram say 5). Requiere
una vía venosa propia para infusión. Se recomienda no adm inistrarlo durante más
H alo p erid o l
de 72 horas, y se lo puede reemplazar luego por midazolam.
D osis prom edio: 1.000 mg.
C lase: antipsicótico típico, neuroléptico, del grupo de las butirofenonas
Presentación: am pollas de 200 mg (20 m L). fl 4-[4-(4-clorofhenil)-4-hidroxi-l-piperidil|-l-(4-fluorofenil)-butan-l-ona
Prep aració n : 5 ampollas en 250/500 m L de dextrosa al 5 % . 1 Fó rm u la: C ^ H .p F N O ,.
No obstante se recomienda evitar su dilución, si se debe administrar en infusión M asa m olecular: 375,9 g/mol.
continua.
Metabolismo hepático, excreciones b iliar y renal.
Es un bloqueador no selectivo de los receptores de dopamina cerebral que ejerce
D exm edetom idina una acción depresora sobre el S N C a varios niveles (subcortical, m esencefálico y
tonco-encefálico).
C lase: cc2-agonista
Es útil para el tratamiento del delirio en pacientes críticos. Atraviesa la barrera
4-| l-(2,3-dim etilfenil)etil|-3H-im idazol ^m ato-encefálica y se concentra en el líquido cefalorraquídeo.
F ó rm a la : C „H |(N,.
Efectos adversos: asociados al bloqueo de los receptores de dopamina; presenta
M asa m olecular: 200,28 g/mol. c°n cierta frecuencia un extrapiram idalism o dependiente de la dosis, que se puede
U nión a p roteínas: 94%.
manejar con anticolinérgicos. Presenta además efectos motores más tardíos como
328 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a P r o t o c o l o s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 329

acatisia (inquietud), tardodisquinesia (movimientos anormales de las manos y \ Risperidona


boca), y puede dism inuir el umbral convulsivo. E l síndrome neuroléptico maligno
es la reacción adversa más grave, con hipertermia, hipertonía muscular generaliza Clase: antipsicótico atípico
da, alteraciones respiratorias y otras alteraciones disautonómicas que pueden llevar 4 _|2-|4 -(6 -íluorobenzo|d|isoxazol- 3-yl)-l-piperidil|etil|- 3 -metil-2 ,6 -diazab¡ci-

a la muerte. Otros efectos adversos son la prolongación del intervalo Q T del e le X cío [4 .4 .0 |deca-1,3-dien-5-ona
trocardiograma y torsades de pointes, sobre todo en pacientes con miocardiopatías Fórm ula: C : H :7F N O ,.
y abuso grave de alcohol. Requiere una monitorización estricta del EC G . M asa m olecular. 410,485 g/mol.
In ic io de acción: 5 a 15 minutos. Su metabolismo es hepático.
D uración de la acció n : 12 horas. La risperidona es un fuerte bloqueador de los receptores postsinápticos dopami-
Vida m edia: 12 a 36 horas. nérgicos. Actúa también como antagonista del receptor de la serotonina 5-HT2A.
M etabolito activo: sí. Efectos adversos: acatisia, ansiedad, insomnio, baja presión arterial, temblores,
D osis interm itentes en bolo: 2 a 10 mg. dolor muscular, sedación, tics nerviosos, aumento de salivación y galactorrea en
D osis en infusión continua: 2 a 10 mg/h. ambos géneros. Aumenta los niveles de prolactina debido a la inhibición de la dopa­
Vida m edia de elim in ación : 10 a 24 horas. mina. Como todos los antipsicóticos, la risperidona puede causar potencialmente
D osis prom edio: 20 a 30 mg/día. discinesia tardía, efectos extrapiramidales y el síndrome neuroléptico maligno.
Presentación: ampollas de I mL/5 mg. Además puede inducir cetoacidosis y coma hiperosmolar.
Prep aración : bolo IV. Vida m edia: 3 a 20 horas.
Dosis, adm inistración y presentación: por vía enteral se administra 1 mg cada
12 horas los primeros días y se puede aumentar la dosis hasta 3 mg cada 12 horas.
O lan zap ina Se expende en comprimidos de 0,25; 0,5; 1; 2; 3 y 4 mg, y también en ampollas de
25; 37,5 y 50 mg.
C lase: antipsicótico atípico
2-metil-4-(4-metil-l-piperazinil)-10H-tieno[2,3-b)| l,5|benzodiazepina Bloqueantes neurom usculares (B N M )
Fó rm u la: C ,,H
17
, N 4 S.
20

M asa m olecular: 312,439 g/mol. Son un grupo de fármacos que producen una parálisis muscular reversible que
E l metabolismo hepático está mediado por C YP2D 6. La vida media es de 21 a actúan a nivel de la placa neuromuscular, al interferir con la transmisión del impul­
54 horas y la excreción es urinaria. so nervioso. Derivan del curare y están estructuralmente relacionados con la acetil-
La olanzapina es estructural mente sim ilar a la clozapina, y se clasifica como una colina. Son compuestos del amonio cuaternario poco liposolubles, se absorben
tienobenzodiazepina. Tiene mayor afinidad por el receptor de la serotonina 5-HT2 escasamente por vía enteral y no atraviesan la barrera hematoencefálica.
que por el receptor D2 de la dopamina, y menor afinidad por los receptores de la Existen dos clases de B N M :
histamina, los muscarínicos y los a-adrenérgicos. Las concentraciones plasmáticas
en estado estacionario se adquieren aproximadamente en I semana. D espolarizantes
Efectos adversos: como el resto de los fármacos neurolépticos, la olanzapina
puede provocar discinesia y raramente un síndrome neuroléptico maligno. Otros Succinilcolina: produce una despolarización persistente de la placa neuromuscu-
efectos secundarios reconocidos pueden ser: acatisia; am bliopía; sequedad bucal; lar. lo que impide la repolarización de ésta. E l acoplamiento excitación-contracción
mareo; sedación; insomnio; hipotensión ortostática; ganancia de peso; incremento necesita de la repolarización de la placa para generar un nuevo potencial de acción.
del apetito; hipotensión arterial; alteraciones del juicio, del pensamiento y de las La despolarización persistente lleva a la parálisis fláccida del músculo. Este meca­
habilidades motoras; alteración de la orientación espacial, alteración de las res­ nismo de acción hace que la acetilcolina y los inhibidores de la colinesterasa poten­
puestas sensoriales y problemas para controlar la regulación de la temperatura cor­ cien el bloqueo producido por la succinilcolina. Además, al estimular todos los
poral. receptores colinérgicos, puede producir bradicardia e hipertensión arterial (estimu­
Vida media de elim inación: varía de 21 a 54 horas. lación ganglionar parasimpática y simpática).
Dosis, adm inistración y presentación: la dosis recomendada por vía enteral o
intramuscular es de 10 mg/día y no se aconseja superar esta dosis. Se expende en
tabletas de 2,5 mg; 5 mg; 7,5 mg; 10 mg; 15 mg y 20 mg, y en ampollas de 10 mg-
330 S i t u a c i o n e s e s p e c ífic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a P r o t o c o l o s d e a n a l g e s i a y s e d a c ió n a p l i c a d o s a l a V M 331

N o despolarizantes Algoritm o d e uso d e bloqueantes


neurom usculares
Son B N M por ser agonistas competitivos del receptor N de acetilcolina. La inca­
pacidad de la acetilcolina de generar la despolarización de la membrana postsináp.
A ctualm ente en ventilación
tica lleva a la pérdida del fenómeno de excitación-contracción y a la parálisis del
m ecán ica
músculo. E l bloqueo competitivo del receptor nicotínico es superable si la concen­
A d ecu ad a sed ación y analg esia
tración de acetilcolina en la placa neuromuscular es suficiente. Este hecho determi­
na la utilización de fármacos colinérgicos para acelerar la desaparición de los
efectos curarizantes. A tal efecto, habitualmente se utiliza la neostigmina, que es un
¿A sincronía paciente-ventilador Valorar la continuación de la
agente anticol i nesterasa, y que al bloquear la enzima permite la acumulación de
no controlable? ventilación m ecán ica
acetilcolina en la placa motora terminal. Algunos de estos fármacos pueden produ­ ¿Hipertensión intracraneal? V alorar la an alg esia y la
cir cierto grado de bloqueo ganglionar autónomo y liberación de histamina. La ¿T é ta n o s? sedación según e sca la s
hipotensión arterial, el broncoespasmo y la taquicardia pueden ser manifestado
de estos efectos.
Benzilisoquinolínicos: curare, atracurio, cisatracurio, m ivacurinio, doxacuroni
Aminosteroides: pancuronio, vecuronio, rocuronio.
B N M no despolarizantes:
¿C ontraindicación C isatracurio: bolos: 0,15 mg/kg en 5 a
Pancuronio, vecuronio, cisatracurio p ara vag o líticos? 15 segundos
In ic io de acción: 2-3 minutos ¿In su ficien cias hepática Infusión continua: 0,05 a 0,3 mg/kg/h
D uración de acción: o re n al? Atracurio: bolos: 0,4 a 0,5 mg/kg

Pancuronio: I a 2 horas Infusión continua: 0,08 a 0,10 mg/kg

Vecuronio: 0,5 horas No


Cisatracurio: 0,5 horas
V ía de elim inación: i ________________________

Pancuronio: renal/hepática Vecuronio: bolos: 0,1 mg/kg en 5 a


15 segundos
Vecuronio: renal/biliar
Infusión continua: 0,05 a 0,1 mg/kg/h
Cisatracurio: degradación de Hoffman
Dosis de infusión continua: Pancuronio: bolos 0,06 a 0,1 mg/kg
Pancuronio: 0,05 a 0 ,1 mg/kg/h Infusión continua: 0,05 a 0,1 mg/kg/h
Vecuronio: 0,05 a 0,1 mg/kg/h
Cisatracurium: 0,03 a 0,6 mg/kg/h
R e a liz a r una m oni­
Particularid ad es: La infusión de B N M d eb e se r discontinuada diariam ente (variacio ­
torización con tren
Pancuronio: causa taquicardia nes) p ara valo rar la sedación y la an alg esia, la sincronía paciente-
d e cuatro
Vecuronio: no tiene efectos hemodinámicos, su elim inación se afecta por insu­ ventilador y el estatus clínico del paciente, a m enos que presente
O bjetivo: 2
una contraindicación indicada por el m édico tratante
ficiencia renal (véase fig. 12- 1). contracciones

F ig . 12-1. A lgoritm o de uso de bloqueantes neuromusculares en terapia intensiva.

ESC A LA S PARA LA E V A L U A C IO N D E LA S E D A C IO N ,
LA A N A L G E S IA Y EL D E L IR IO EN LA UTI

La valoración sistemática del dolor, la agitación y el delirio en terapia intensi flo r a c ió n del dolor
ha demostrado mejorar el pronóstico de los pacientes que se hallan bajo V M .
Cuando se administra sedación a un paciente bajo V M , el primer objetivo es lo-
8rí*r una analgesia adecuada. Entre el 45 y el 82% de los pacientes en terapia inten-
1

P ro to co lo s d e a n a l g e s ia v s e d a c ió n a p l ic a d o s a la VM 333
332 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a

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siva sufren dolor. E l dolor no considerado empeora la desorientación, y causa a g J c Q-
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tación, ansiedad y delirio. Evoca respuesta al estrés (taquicardia, hipertensión) con 4 T
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aumento del consumo de oxígeno m iocárdico y del catabolismo, hipercoagulabilj.


dad e inmunosupresión. Empeora la función pulmonar (rigidez muscular alrededor
del área afectada) y genera la alteración del sueño.
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Prevenir la generación del dolor es más efectivo que el tratamiento una vez que (1.) ■
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agitación (11 días frente a 5 días) y al aumento de los costos. ex


La valoración regular con objetivos claros del grado de sedación a través de esca­
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las ha demostrado dism inuir el uso de sedantes. Sin embargo, no existe un consen­ TO o -O 0 CO
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so acerca de cuál es la mejor forma de evaluarlo. Actualmente, la escala con mejor
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R A S S (cuadro 12-2). Resulta imposible generalizar un nivel óptimo de sedación co O •§ ^ _Q TO ^ ° o -T9
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ción con el que un paciente en V M esté confortable, permita su manejo, y exista
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334 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

C uadro 12-6. Factores predisponentes de d e lirio en U T I


algún grado de intercomunicación durante su tratamiento y procedimientos, por i0
general, coincidente con un nivel +1, 0 o -1 de R A SS. pactares predisponentes asociados a l desarrollo d e delirio:
En general, mediante un nivel de sedación leve (R A S S ; -1 o -2) se puede mane­ • E d a d > 70 años
ja r el 70% de los pacientes, mientras un 20% requiere una sedación moderada • P ro c e d e n c ia d e un a silo /re sid e n cia

(R A S S : -3 ) y 10% de sedación profunda (R A S S : - 4 o —5). • A C V p re v io


• E p ile p s ia
• U tiliz a c ió n de tó x ico s co m o ta b a co , a lc o h o l, o tra s d ro g as
• In fe c c io n e s d e l SNC
V aloración del d elirio • A lte ra c io n e s m e ta b ó lica s
• In s u fic ie n c ia s h e p á tic a , ren al o c a rd ía c a
E l delirio se define como una alteración de la conciencia con inatención, acom­
pañada de alteraciones cognitivas y/o de percepción que se desarrollan en un corto
período (horas o días) y fluctúan en el tiempo. Los cambios cognitivos se mani­
efecto rápido en el paciente agitado (2 mg/dosis). Hay que administrar dosis inter­
fiestan como alteraciones de la memoria, desorientación, agitación o habla confu­
mitentes (2-5 mg IV ) seguidas por dosis repetidas (el doble que las anteriores) cada
sa. Las alteraciones de la percepción se manifiestan como alucinaciones, ilusiones
15 a 20 minutos, mientras persista la agitación. Una vez controlada la agitación, se
y/o delusiones. E l principal diagnóstico diferencial es la demencia, que se caracte­
debe dar una dosis cada 4 a 6 horas durante algunos días y luego dism inuirlas. E l
riza por alteraciones de la memoria y cognitiva, que se desarrollan en meses o años,
haloperidol tiene un leve efecto sedante y provoca menos hipotensión que la clor-
a diferencia del delirio que tiene una evolución aguda.
E l delirio se presenta al menos una vez en el 80% de los pacientes internados en promazina.
Nuevos agentes antipsicóticos, como la olanzapina y la risperidona, pueden
la U T I. Se asocia a una mayor mortalidad, un mayor tiempo de internación en la
emplearse para el manejo del delirio cuando esté contraindicado el uso de halope­
UT1 y de internación hospitalaria. Se manifiesta clínicam ente como cambios agu­
ridol. Éstos son los preferidos, en especial en el delirio hipoactivo y en el mixto,
dos o fluctuaciones en el estado mental, desatención, pensamiento desorganizado,
debido a su acción no sólo sobre los receptores dopaminérgicos, sino también a su
alteración del estado de conciencia, con agitación o sin ella. Según el nivel de aler­
acción a nivel de neurotransmisores, como la serotonina, la acetilcolina y la nora-
ta y la actividad motriz se clasifica en:
H ipoactivo (2 4 % ): se presenta con un retardo psicomotriz, aparente calma, ina­ drenalina.
tención y obnubilación en casos extremos. Se asocia con un peor pronóstico, pro­
longación dc la estadía hospitalaria y aumento de la m ortalidad.
H iperactivo (3 0 % ): se caracteriza por agitación, agresividad, inquietud, labilidad S U S P E N S IÓ N D IA R IA D E LA S E D A C IÓ N
emocional, y se asocia a un mayor riesgo dc extubación, retiro de sondas y catéte­
En el año 2000, Kress y cois, publicaron sus primeras observaciones sobre el
res. E l paciente se presenta progresivamente confuso después de la administración
beneficio de la supresión diaria de la medicación sedante en el paciente ventilado.
de medicación sedante.
Esta acción debe llevarse a cabo de manera sistemática en todos los pacientes esta­
M ixto (4 6 % ): cuando se combinan los dos anteriores.
bles, aun durante la fase de resucitación, y faculta una adecuada valoración del esta­
Existen factores predisponentes y factores precipitantes asociados al delirio
do neurológico y de la perfusión cerebral. Además, esto permite detectar y, si es
(véanse cuadros 12-6 y 12-7).
posible, revertir rápidamente la disfunción cerebral aguda (Kress, 2006). Esta medi­
H erram ientas de valoración del d elirio : las herramientas convencionales usadas
da demostró tanta disminución en la duración de la V M y en la estadía en U TI como
en psiquiatría (D S M IV ) no son útiles. E l C A M -IC U ha demostrado ser un instru­
en la dosis total de benzodiazepinas y morfina utilizadas. Por otra parte, es posible
mento relativamente sencillo de utilizar. Una enfermera entrenada lo completa en 2
minutos, con un 98% de exactitud y está validada para ser usada en pacientes que
no verbalizan. C u ad ro 12-7. Factores desencadenantes de d e lirio en U T I____________________
La evaluación del delirio se deberá realizar en forma diaria junto al dolor y el
nivel de sedación. En todo paciente con escala de R A S S entre -3 y +4 se valorará Factores desencadenantes asociados a l desarrollo d e delirio:
el delirio con la escala de C A M - IC U (siguiendo los criterios abajo e n u m e r a d o s ) • Estímulos nociceptivos
(fig. 12-3). I • Alteraciones del ciclo sueño-vigilia
E l fármaco de elección para el tratamiento del delirio es el haloperidol. Con rela­ • Usos de benzodiazepina y derivados morfínicos
ción a este fármaco recomendamos administrar una dosis de carga para obtener un
336 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P r o t o c o l o s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 337

1er p a s o : v a lo ra c ió n d e l n iv e l d e s e d a c ió n a tentando como refuerzo analgésico durante no más de 5 días, como una alter­
RASS: -3 ± 4
nativa válida, debido a que sugieren una menor probabilidad de delirio asociada al
uSo de este fármaco.
Cuando se va a comenzar la desconexión de la V M , los pacientes deben estar sin
sedación ni relajación, aunque puede ser aconsejable mantener un nivel de sedación
2 d0 p a s o : v a lo ra c ió n d e l d e lirio mínimo, con fármacos de corta vida media y tratar de mantener el ritm o circadiano
C A M -IC U
para recuperar el ritm o sueño-vigilia. Está demostrado que el sueño mejora la recu­
peración física y psicológica. No obstante, hay algunas dudas con respecto a los
1 ° criterio: in ic io a g u d o d e la a lte ra c ió n d el beneficios del tipo de sueño que se consigue con los fármacos y a la repercusión
e s t a d o m e n ta l o c u r s o flu c tu a n te que puede tener en el pronóstico del paciente la alteración del sueño que provocan
los controles médicos y de enferm ería y el sinnúmero de alarmas.
En la etapa de desconexión del paciente del ventilador, las medidas no farm aco­
lógicas para aliviar la ansiedad son las primeras que deben utilizarse (intentar redu­
cir los ruidos y luces, la com unicación con el paciente y el mantener un horario
2o criterio: flexible de visitas) y pueden ayudar al paciente a superar esa sensación. Cualquier
in a te n c ió n intento debe ser realizado en form a protocolizada y focalizado más en la analgesia
que en la sedación. Una de las artes de los cuidados intensivos es encontrar el equi­
librio entre las asistencias psíquica, técnica y farmacológica.

C O M P L IC A C IO N E S D EL T R A T A M IE N T O
3 ° criterio: p e n s a m ie n to (P O L IN E U R O P A T ÍA / M IO P A T ÍA D EL PA C IEN T E C R ÍT IC O )
4o criterio: n ive l d e c o n c ie n c ia
d e s o r g a n iz a d o 0
a lte ra d o
Debilidad m uscular en el paciente crítico
Fig. 12-3. Valoración del delirio.
Puede ser de origen miopático o polineuropático, pero a los efectos prácticos es
más útil considerarla una sola entidad: polineuromiopatía de los cuidados críticos
evaluar la respuesta directa del paciente sobre la real necesidad de analgésicos, y se (crit¡ca l illness polyneuropathy and m yopathy, C IP N M ).
observó una dism inución del número de tomografías computarizadas (T C ) y reso­ Suele aparecer después de la primera semana de internación, pero puede tener
nancias magnéticas (R M ) realizadas para evaluar los estados de alteración de la una manifestación en estudios electrofisológicos más temprano. En la polineuropa-
conciencia. tía aparecen alteraciones axonales motoras y sensitivas con reducción en la am pli­
L a m ayoría de los autores propone sedación en infusión continua, pero algunos tud y aumento de la duración de los potenciales de acción musculares. La velocidad
trabajos recientes también utilizan lorazepan en bolo con buenos resultados. Las de conducción nerviosa es normal. En la miopatía, el estudio electrom iográfico (que
"vacaciones" de la adm inistración de sedantes tratan de m inim izar la acumulación requiere una contracción voluntaria) muestra una patente de contracciones de uni­
de fármaco en el organismo. E l ensayo A B C (A B C T rial) mostró un menor uso de dades polifásicas de baja amplitud y corta duración, con un reclutamiento tempra­
benzodiazepinas pero no de propofol, lo que sugiere que los beneficios de esta no. Por lo general, el diagnóstico es clínico, y muchas veces se la diagnostica por
medida no sólo son debido al menor uso de fármacos. A veces la suspensión es dificultades en el destete de la asistencia respiratoria mecánica (A R M ). L a polineu-
seguida de excitación y agitación, situaciones que deben ser prevenidas y controla­ fopatía es predominantemente distal con debilidad y arreflexia. S i la debilidad es
das para evitar com plicaciones como la autoextubación. Se debe tener precaución más proximal y se eleva la creatinfosfocinasa (C P K ), se debe sospechar una mio-
en los pacientes con antecedentes de alcoholism o, estatus asmático o con crisis Patía. Desde la descripción de Bolton de la polineuroaptía axonal, también comen­
hipertensiva, ya que el estrés del despertar puede liberar catecolaminas o desenca­ zaron los informes de biopsias musculares con cambios miopáticos, lo que muestra
denar el síndrome de abstinencia. Después de realizada la valoración se reinicia la 'a imposibilidad clín ica de diferenciación en dos entidades. S i se decide realizar
infusión con la mitad de la dosis previa. Es fundamental la valoración cuidadosa de estudios complementarios se comienza por un estudio electrofisológico. S i aparece
la aparición de dolor y su tratamiento temprano para evitar un daño potencial- Ur>a alteración axonal se debe descartar una variante axonal del síndrome de Gui-
Algunos autores (M E N D S ) también proponen el uso de dexmedetomidina, asocia- •lain-Barré antes de confirm ar C IP N M . S i es normal, se debe realizar una miogra-
338 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a P ro to co lo s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 339

fía y, eventualmente, una biopsia. En la miopatía se observa una atrofia de las fibras por otra parte, Kress y cois, demostraron que la interrupción diaria de la infusión de
de tipo II con necrosis y regeneración, y pérdida selectiva de miosina. edantes y analgésicos (vacaciones), hasta que el paciente fuera extubado disminui­
Los otros diagnósticos diferenciales, después de descartadas las causas centrales rán 2,5 días de V M y 3,5 días de estadía en U T I. sin que aumenten la tasa de com­
(lesión medular o daño cerebral), son el resto de las poli neuropatías inflamatorias plicaciones ni los síndromes coronarios agudos en pacientes con factores de riesgo.
(Guillain-Barré y sus variantes), el uso de fármacos: quimioterápicos, amiodarona Sobre la base a estos trabajos y las recomendaciones de la guía de práctica clíni­
0 metronidazol que actúan sobre el nervio periférico; los BN M (sobre todo si se ca de la SC C M publicadas en el año 2002, recomendamos:
usaron asociados a aminoglucósidos y clindamicina o en pacientes con hipermag-
nesemia o insuficiencias renal o hepática), los beta bloqueantes, calcio antagonis­ • Iniciar la sedación en pacientes agitados después de una correcta analgesia y de
tas, procainamida o fenitoina, que actúan sobre la unión neuromuscular; los haberse tratado las causas fisiológicas que se relacionan con la agitación.
corticoides, colchicina, penicilamina, estatinas o zidoruvina que actúan sobre el Recomendación de grado C.
músculo, la miastenia y los síndromes miasteniformes, y la porfiria. Los estudios • Usar escalas de sedación con la búsqueda rutinaria de la presencia de delirio,
prospectivos refieren incidencias entre el 25 y el 63% de los pacientes en VM tras con una herram ienta validada (C A M - IC U + R A SS). Recomendación de
1 semana. Si la causa de la V M fue la sepsis, la incidencia crece hasta el 70 al 100%. grado B.
Las causas más comunes asociadas a su aparición se relacionan con las enfermeda­ • Definir un objetivo de sedación para cada paciente y reevaluarlo con frecuencia.
des autoinmunes, la nutrición parenteral, el uso de esteroides, BN M o gentamicina, Medir y documentar de manera sistemática la respuesta al tratamiento.
además de la sepsis el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (S R IS ) y el sín­ Recomendación de grado C.
drome de disfunción multiorgánica (SD M O ). Dentro de las medidas que disminui­ • Realizar la interrupción diaria de la sedación y la evaluación de la dosis requeri­
rían su frecuencia se menciona el estricto control de la glucemia, el tratamiento da. Recomendación de grado A.
temprano de la sepsis y el uso de ¡nmunoglobulinas, así como la movilización tem­ • Usar guías de sedación y algoritmos. Recomendación de grado B.
prana. Existe una controverasia sobre la utilidad de los estudios asociada a que
muchas veces el edema presente puede falsear resultados. Se sugiere avanzaren los M O D A LID A D ES DE SED A C IÓ N S E G Ú N LAS D IFEREN TES
estudios si después del diagnóstico clínico las observaciones seriadas no muestran SIT U A C IO N ES C LÍN IC A S
una mejoría tras un tiempo razonable.
Si se diagnostica miopatía del paciente crítico, se observan atrofia de fibras mus­ Pacientes politraumatizados
culares, pérdida de filamentos de miosina y falta de excitabilidad muscular. Algunas
hipótesis refieren que esto se produce debido a una alteración en los canales de Sobre todo con traumatismo de cráneo encefálico. Si es posible usar inicialmen-
sodio y que tanto la mioneuropatía como la polineuropatía serían producidas por te propofol por sus propiedades sobre la presión intracraneal y la menor duración
una falta de excitabilidad eléctrica producida en el nervio o en el músculo. de acción (menos efecto residual).

A LG O R IT M O DE A C C IÓ N G EN ERA L Pacientes quemados

• Valoración de dolor con escala visual analógica Algunas publicaciones recientes describen que la analgesia combinada con keta-
• R A SS + C A M -IC U para valorar la sedación y la agitación (delirio) mina y opiáceos disminuye la posibilidad de adicción y abstinencia.
• Fentanilo para el dolor (morfina en pacientes hemodinámicamente estables)
• Midazolan, lorazepan y/o propofol para la sedación Pacientes embarazadas
• Suspensión diaria
• Dexmedetomidina en el destete con excitación o difícil (véase fig. 12-2) Propofol: se incluye en la categoría B de fármacos; produce efectos fetales rever­
sibles; puede producir depresión del SN C neonatal en el período de periparto.
Fentanilo y rem ifentanilo: se incluyen en la categoría C; pueden producir una
Algoritm o de sedación y analgesia
depresión del SN C neonatal y deben usarse con precaución. E l uso crónico en el
Brook y cois, demostraron que en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda, embarazo se ha visto asociado a un síndrome de abstinencia en el neonato.
la administración de sedantes (previa valoración del dolor) por enfermeras, guiadas Benzodiazepinas: corresponden a la categoría D; producen efectos fetales rever­
por un protocolo escrito, producía una reducción significativa de la duración de la sibles, depresión del SN C neonatal e hipotonía. Se ha observado una posible aso­
V M . el tiempo de estadía en U T I y en el hospital, y la necesidad de traqueostomia- ciación estadísticamente significativa entre el uso de lorazepam y malformaciones
340 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a P ro to co lo s d e a n a l g e s ia y s e d a c ió n a p l ic a d o s a l a VM 341

del tubo digestivo. En particular, durante la embriogénesis se ha asociado a la a


sia anal. • Para el destete puede utilizarse, sobre todo en pacientes con un fracaso ini­
Dexmedetomidina: categoría C. No ha sido estudiada su seguridad duran cial por excitación, dexmedetomidina en infusión continua, 0,2 a 1 pg/kg/h.
parto. Por ello, no se recomienda su uso durante el parto, incluida la cesárea. Se aconseja iniciar la infusión a 0,5 a 0,7 pg/kg/h.
• Para que estas prácticas sean efectivas es fundamental el trabajo interdisci­
plinario y coordinado entre enfermeros, kinesiólogos respiratorios y médicos.
C O N C E P T O S CLAVE

• Para que la V M sea aplicada con éxito es fundamental una adecuada inte
racción paciente-ventilador. Además de los ajustes necesarios y adecuados B IB L IO G R A F IA
a cada situación, es primordial adaptar al paciente suprimiendo en lo posi­
Hrook AD. Ahrens TS. et al. Effect of a nursing-implemented sedation protocol on the
ble los estímulos incómodos del entorno y proporcionando analgesia y
duration of mechanical ventilation. Crit Care Med 1999;27(12):2609-15.
sedación.
Celis-Rodríguez E, Ceraso D. Pálizas F, Raimondi N. et al. Clinical practice guideline
» E l primer paso es cuantificar, con herramientas validadas y reproducibles. based on the evidence for the management of sedoanalgesia in the critically ill adult
la presencia de dolor, y administrar analgésicos en dosis adecuadas. | patient. Med Intensiva 2007;31(8):428-71.
» Luego deberá ser valorada la ansiedad, utilizando la escala R A S S (u otra Chanques G. Jaber S, Barbotte E. Violet S, Sebbane M. Perrigault PF, Mann C. Lefrant
semejante) con el objetivo de tener al paciente en un nivel adecuado de JY . Eledjam JJ. Impact of systematic evaluation of pain and agitation in an intensive
sedación con el menor uso posible de fármacos. care unit. Crit Care Med 2006:34(6): 1691-9.
» Se deberá, en lo posible, respetar el ciclo sueño-vigilia con aumento de Dhand UK.Clinical approach to the weak patient in the intensive care unit. Respir Care
dosis nocturna y cierre de la infusión matutina con el fin de permitir “ vaca­ 2006:51(9): 1024-40.
ción" de fármacos, para valorar el estado mental y realizar un examen neu- Ely EW . Truman B. Shintani A, et al. Monitoring sedation status over time in IC U
patients: reliability and validity of the Richmond Agitation-Sedation Scale (R A SS).
rológico, para luego reiniciar la infusión con la mitad de la dosis previa, i
JA M A 2003;289(22):2983-91.
1 Con una frecuencia por lo menos diaria se efectuará la detección de delirio
Girard TD, Kress JP. Fuchs BD . et al. Efficacy and safety of a paired sedation and ven-
con el CAM - IC U . j
tilator weaning protocol for mechanically ventilated patients in intensive care
S i el paciente se presenta inquieto o excitado, no olvidarse de descartar la (Awakening and Breathing Controlled trial): a randomised controlled trial Lancet
abstinencia de alcohol, tabaco, y/o fármacos psicotrópicos utilizados en 2008:371(9607): 126-34.
forma crónica y suspendidos debido al inicio de la asistencia ventilatoria Khan J. Harrison T B. Rich M. Mechanisms of neuromuscular dysfunction in critical ill-
mecánica. ness Crit Care Clin 2008:24(1): 165-77.
Los fármacos analgésicos preferidos son los opiáceos: la morfina a 0,07 a Kress JP. Hall JB . Sedation in the mechanically ventilated patient. Crit Care Med 2006;
0,5 mg/k/h es útil en los pacientes hemodinámicamente compensados y el 34( IO):2541-6.
fentanilo a 0,7 a 10 pg/kg/h en los que requieren soporte inotrópico. J Kress JP. Pohlman AS. O'Connor MF. Hall JB . Daily interruption of sedative infusions
Los fármacos sedantes más habitualmente utilizadas, que no tienen un in critically ill patients undergoing mechanical ventilation. N Engl J Med 2000;
efecto analgésico, son el lorazepan en bolo: 2 a 4 mg, el midazolan en 342(20): 1471-7.
Ouimet S. Kavanagh BP. Gottfried SB . Skrobik Y. Incidence. risk factors and conse-
goteo a 0.04 a 0,2 mg/kg/h y el propofol: 0,5 mg/kg/h, que se aumentará
quences of IC U delirium. Intensive Care Med 2007;33(l):66-73.
0,5 mg/kg cada 5 alO minutos de acuerdo con la respuesta clínica. Una
Payen JF, Chanques G. Mantz J, et al. Current practices in sedation and analgesia for
dosis habitual de mantenimiento oscila entre 0.5 y 3 mg/kg/h. mechanically ventilated critically ill patients: a prospective multicenter patient-based
En el tratamiento del delirio e suele utilizar el haloperidol, 2,5 a 5 mg en study. Anesthesiology 2007; 106(4):687-95.
bolo o la olanzapina, 2,5 a 5 mg. Plaschke K. von Haken R. Scholz M. et al. Comparison of the confusión assessment
Dentro de las medidas propuestas para disminuir la debilidad muscular del method for the intensive care unit (C A M -IC U ) with the Intensive Care Delirium
paciente crítico (una de las complicaciones de la V M ), además de evitar el Screening Checklist (IC D SC ) for delirium in critical care patients gives high agree-
uso de relajantes musculares, se destacan el estricto control de la glucemia, ment rate(s). Intensive Care Med 2008;34(3):431-6.
el tratamiento temprano de la sepsis y el uso de inmunoglobulinas, así Schweickert W D . Gehlbach B K . Pohlman AS. Hall JB . Kress JP. Daily interruption of
como la movilización pasiva temprana. sedative infusions and complications of critical illness in mechanically ventilated
patients. Crit Care Med 2004:32(6): 1272-6.
342 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a

Schweickert W D , Hall J. ICU-acquired weakness. Chest 2007; 131(5): 1541-9.


Sessler CN, Varney K. Patient-focused sedation and analgesia in the ICU. Chest .'(K
133(2):552-65.
Villarejo F, Pardo P. Comité de Neumonología Crítica, Sociedad Argentina de Te
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Walder B. Tramér M R. Analgesia and sedation in critically ill patients. Swiss M Suspensión
W kly 2004; 134(23-24):333-46.
de la ventilación mecánica

C A RLO S A PEZTEG U IA
Y D AM IÁN VIO Ll

IN T R O D U C C IO N

La ventilación mecánica (V M ) es un recurso terapéutico que ha permitido modi­


ficar de manera favorable el pronóstico de vida de pacientes con diversas patologí­
as. Pero esta modalidad de tratamiento suele estar acompañada por complicaciones
importantes. Estas complicaciones, si bien están relacionadas con la programación
de la V M y la patología de base del enfermo, incrementan su frecuencia cuanto
mayor es la duración de la V M . Por ello, su aplicación debe ser interrumpida tan
pronto el paciente sea capaz de mantener una ventilación espontánea eficaz, y se
debe detectar tempranamente a los pacientes en condiciones de reasumir la respira­
ción espontánea para abreviar el proceso de separación del paciente del ventilador.
Por otra parte, una extubación prematura que resulte fallida también puede deterio­
rar la situación del enfermo e incrementar su morbilidad. Se debe, entonces, valo­
rar también la capacidad del paciente de m antener la ventilación espontánea. Es así
que el intensivista se enfrenta con el desafío de destetar de manera temprana al
paciente ventilado, pero también de hacerlo ofreciéndole un margen de seguridad
razonable.
En general, no existen problemas para realizar la desconexión del ventilador en
los pacientes que requieren V M durante períodos cortos. Sin embargo, aquellos
pacientes con lenta resolución de la insuficiencia respiratoria y con tiempos de V M
prolongados, pueden presentar dificultades para la desconexión. E l destete llega a
ocupar cerca de la mitad del tiempo de la V M . y más del 20% de los pacientes crí-
344 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 34 5

ticos entran en la categoría de “ destete d ifícil” , en quienes la interrupción de la V l J


no puede ser realizada de manera abrupta. Debido a que alrededor de un 15% de I. J D efinir el papel de la ventilación no invasiva (V N I) en el proceso de deste­
pacientes extubados requiere reintubación, asciende a un tercio de los p acientcl te y extubación.
ventilados la frecuencia de los que presentan dificultades en el proceso de d estete* Evaluar la utilidad de la traqueostomía para el destete.
extubacion. En estos casos, el paciente puede requerir varios días o semanas (incluí
so meses) para lograrla.
Algunos pacientes pueden ser separados del ventilador pero presentan signos qu« t O N T E N ID O S
indican la conveniencia de mantener el tubo endotraqueal (T E T ) o la cánula de t r ii]
queostomía. Otros pueden proteger su vía aérea superior, pero no son capaces lo • Definición
sostener la ventilación/oxigenación. De modo que el proceso de discontinuación! • Fisiopatología de la dependencia al ventilador. Factores determinantes
incluye dos componentes: destete del soporte ventilatorio y retiro de la vía a é n J • Criterios para iniciar el destete
artificial.
• índices predictivos
De los enfermos que continúan dependientes de la vía aérea artificial, alguno* • Protocolos de destete
pueden mantener una ventilación espontánea no asistida (estrictamente, fallo de lu ■ • Reconocimiento del fallo del destete
extubación). Los mecanismos responsables del fallo para mantener la ventilación • Corrección de factores involucrados en el fallo del destete
espontanea (tallo de destete) y aquellos que pueden comprometer la protección do • Técnicas de interrupción de la V M
la vía aerea son diferentes. Si bien en estos dos casos se puede requerir reintuha • Traqueostomía
don, la caracterización y el manejo de ambas situaciones deberían ser diferente»,1
Dado que con frecuencia esta distinción se vuelve d ifícil, a la situación de los '
pacientes remtubados después de haber superado las condiciones de aptitud para ( I
D E F IN IC IO N
destete y la prueba de ventilación espontánea (P V E ), la llamaremos genéricamente |
fallo posextubación o insuficiencia respiratoria (IR ) posextubación. ■ E l término destete ( weaning ) se refiere a la transición desde la V M hacia la
E l fallo de la extubación en pacientes que han demostrado capacidad para venti-1 ventilación espontánea. La costumbre ha determinado que se denomine así a este
lar espontáneamente es una eventualidad difícil de predecir con los in d ic a d o ra * proceso, aunque algunos autores prefieren reservar el término para los casos que
habituales. Los pacientes que han requerido reintubación presentan una mortalidad | requieren un procedimiento lento para la discontinuación de la V M . La extubación
mucho mayor que los pacientes que han sido extubados con éxito. es incluida en la definición por algunos autores, aunque otros la consideran un pro­
cedimiento distinto del destete.
Se considera que el destete ha tenido éxito cuando el paciente mantiene la venti­
O B JE T IV O S
lación espontánea durante 48 a 72 horas o más después de retirar completamente la
-----------------------------------------------------------------
V M . Se denomina “ destete fácil” al del paciente que puede ser extubado sin incon­
• Considerar el proceso de separación del paciente del ventilador. ” "1 venientes tras una primer P V E , en contraposición con el "destete d ifíc il" de los
• Describir la fisiopatología de la dependencia del ventilador. j pacientes que no lo logran.
• Conocer los criterios para comenzar el destete. 1
Evaluar la importancia de los índices predictivos del resultado del destete
F IS IO P A T O L O G ÍA DE LA D E P E N D E N C IA A L V E N T IL A D O R .
más utilizados.
FA C T O R ES D ET E R M IN A N T E S
• Considerar los factores reversibles que inciden en el fallo deldestete. ]
• D iscutir la importancia de los protocolos de destete. | A excepción de los pacientes ventilados debido a la evolución progresiva de una
• Conocer las diferentes técnicas de interrupción de la V M . enfermedad crónica o por lesiones irreversibles, las situaciones de destete d ifícil en
• Reconocer los signos de fallo del destete. 1 la unidad de terapia intensiva (U T I) suelen presentarse en pacientes ventilados por
• Referir las correcciones a introducir en el destete d ifícil. ! más de 1 semana, en un contexto clínico de patología aguda que no ha mejorado lo
• Describir las situaciones relacionadas con las extubaciones programada y suficiente, o por la existencia de condiciones asociadas: infección no controlada,
no programada.
polineuropatía, desnutrición, otros fallos orgánicos o comorbilidades. Estas causas
• Conocer los factores de riesgo para el fallo de extubación. inciden en la función respiratoria (pulmonar o extrapulmonar) con la generación de
un disbalance entre la carga y la capacidad de la bomba ventilatoria para la
346 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a S u s p e n s ió n d e l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a 347

ventilación espontánea, o de hipoxemia. cuyo manejo requiere la aplicación de | C uad ro 13-1. Dism inución de la capacidad de la bomba
sión sobre el pulmón.
En el manejo del paciente bajo V M , resulta importante: 1) detectar los pación Disminución de la capacidad
que tienen dificultad en la desconexión; 2) establecer las causas que determinan
I Vpresión del centro respiratorio Patología encefálica, sedación, opiáceos, alcalosis
dificultad, en particular en el paciente que ha fallado en intentos de retirar el ven
metabólica, hipotiroidismo
lador, y 3) revertir todos los problemas posibles, definiendo una estrategia cniild
parte integral del proceso de discontinuación de la V M . Afectación de médula/nervios Polineuropatía del paciente crítico. Guillain-
Bairé, sección medular, lesión del frénico
Sistema respiratorio, interacción capacidad/carga I
I rastornos musculares y de la Desnutrición, atrofia por desuso, fatiga, hiperin­
placa neuromuscular flación pulmonar
E l determinante de dependencia al ventilador de mayor importancia es el fullii
Anemia, 1 flujo sanguíneo, i PO, local, i pH, 4-
ventilatorio: incapacidad de la bomba muscular respiratoria para generar sulicicn J
K. i Mg, i Ca, i P. fallo de extracción/utiliza­
te presión negativa inspiratoria con el fin de renovar el aire alveolar para mantnioi' ción de oxígeno y sustratos (sepsis, S IR S)
el intercambio gaseoso. Se observa no sólo en los pacientes que fueron conectado* Corticosteroides, bloqueantes neuromusculares,
al ventilador por ese motivo, sino en muchos otros que durante su evolución aj'iv aminoglucósidos
gan trastornos de la bomba ventilatoria a su patología inicial, lo que dificulta la salí
da de la V M . E l fallo ventilatorio puede ser generado por el deterioro de In Alteraciones de la pared torácica Tórax inestable, dolor, cifoescoliosis, distensión
capacidad neuromuscular o por un incremento de las cargas. abdominal
Las cargas del sistema respiratorio son las dependientes de las propiedades chis
ticas del tórax y los pulmones, y de las propiedades resistivas vinculadas a las vina
aéreas y al patrón de flujo. La competencia neuromuscular de la bomba respirtilo tes con sepsis/SIRS [síndrome de respuesta inflamatoria sistémica], insuficiente
ria depende de la indemnidad anatómica y funcional del centro respiratorio, del si# aporte nutricional) y los trastornos musculares generados por el uso de altas dosis de
tema neuromuscular y de los músculos respiratorios, con una adecuada generación corticosteroides y de bloqueantes neuromusculares (fármacos curarizantes). La atro­
de fuerza. Todo tactor que modifique la relación entre carga y competencia altera fia por desuso debe ser considerada en el paciente ventilado durante períodos pro­
rá el estado de equilibrio en el sistema. longados, en especial cuando se ha utilizado una ventilación controlada. A la fatiga
Otro aspecto que debe ser analizado es la capacidad para mantener en el tiempo muscular respiratoria se le ha atribuido un papel de importancia en el fallo del des­
el trabajo muscular ante determinada carga sin la aparición de fatiga. Se denomina tete de la V M : sin embargo, dada la dificultad de su valoración en el paciente ven­
resistencia ( endurance) y se relaciona con: I ) la energía disponible, y 2 ) la energía tilado, no se conoce con precisión en qué medida está presente en este contexto.
requerida por el sistema para funcionar. E l aporte de energía depende de cierlu# Cargas: el increm ento de la carga (véase cuadro 13-2) puede ser ocasionado
variables: a) adecuada disponibilidad de oxígeno, b) aporte óptimo de sustratos para porque están elevados los requerimientos de ventilación o porque está aumentado el
la actividad neuromuscular, y c) capacidad de las células del sistema para extraer trabajo (W ) necesario para ventilar. Entre las causas de demanda ventilatoria incre­
oxígeno y sustratos de la sangre, y la capacidad de utilizarlos. E l requerimiento mentada, el aumento de la relación V D/VT (V Des espacio muerto y V T es el volumen
energético de la bomba neuromuscular se halla asociado a: a) el balance carga/com corriente) se observa en numerosas patologías pulmonares, en la hipovolemia, ante
petencia de la bomba; b) el volumen minuto espirado (V E); c) el flujo inspiratorio. cambios en el patrón respiratorio, con el uso inadecuado de presión positiva de fin
y d) la relación existente entre el tiempo inspiratorio (T () y el tiempo total ( t J de espiración (P E E P ), etc. Las situaciones frecuentes en el paciente crítico son capa­
(T/Ttot)- Si la relación entre carga y fuerza se desequilibra, el requerimiento ener I ces de acompañarse de una mayor generación de dióxido de carbono (C O ,): fiebre,
gético aumentará; también lo hará si se incrementan el V E, el flujo inspiratorio o la ■ escalofríos, agitación, trauma, sepsis, sobrealimentación con hidratos de carbono. El
relación T / T ^ , con la posibilidad de alcanzar el umbral de fatiga. incremento del impulso respiratorio exige en demasía a los músculos respiratorios y
Capacidad: es común la afectación de los músculos respiratorios (véase cuadro ^ los predispone a la fatiga. E l aumento del W obedece a la elevación de la resistencia
13-1), que puede ser causada por distintas alteraciones. Una de las más importantes ■ de la vía aérea (Raw ), a las caídas de la distensibilidad pulmonar (com pliance o C j
es la hiperinflación pulmonar observada en las patologías obstructivas (incremento o de la distensibilidad de la pared torácica (C cw ), al umbral adicional que provoca
del radio de curvatura del diafragma con acortamiento de la fibra muscular que oca* I la auto-PEEP, o a la dificultad que le imponen al paciente válvulas del ventilador
siona la reducción de la fuerza de contracción, etc.). Otras causas son: disminución demasiado "duras” o un T E T estrecho; este último factor resulta especialmente crí­
de la masa de los músculos respiratorios por desnutrición (catabolismo en pacien I tico en pacientes con obstrucción al flujo aéreo. Los factores psicológicos (miedo a
S u s p e n s ió n d e la v e n t il a c ió n m e c á n ic a 349
348 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a

C u ad ro 13-2. Incremento de las cargas

Increm ento de las cargas

Demanda ventilatoria T V„/VT, T VCO ,, acidosis metabólica, T flujo inspiralnrlu


espontáneo, T relación T / T ^ , T relación Pi/Pimáx
Sepsis, fiebre, dolor, ansiedad, excitación psicomotriz,
sobrecarga de carbohidratos

Cargas resistivas Broncoespasmo, secreciones

Cargas elásticas i C, (edema, lesión pulmonar aguda, neumonía, atelec


sia, fibrosis, auto-PEEP)
i Ccw (derrame pleural, neumotorax, distensión abdoi
nal, obesidad)
T ie m p o , m in

TET. ventilador T ET estrecho u ocluido H r . 13-1. Aum ento de la frecuencia y caída del V T (patrón de respiración rápida y superficial) con-
Válvulas, humidificador Scutivo a la desconexión de la V M (basada en Tobin M J. Perez W , G uenther S M , et al. The
imttcrn o f breathing during successful and unsuccessful triáis o f weaning from m echanical venti-
V, /V,, relación espacio muerto/volumen corriente; V C O :. producción de dióxido de carbono; C . distensibilidad |miI lation. Am Rev Respir Dis 1986:134:1111-8).
monar; Ccw. distensibilidad de la pared torácica; T . tiempo inspiratorio; T nir. tiempo total; Pimáx, presión i n s p iiu i. '
ria máxima; PEEP. presión positiva de final de espiración; TET. tubo endotraqueal.

tónea. Ciertos signos interpretados previamente como producidos por fatiga (respi­
ración paradójica), en realidad se asocian principalmente al mayor W ocasionado
la desconexión del ventilador) pueden jugar un papel en el fallo del destete I .. por el aumento de la carga.
comunicación fluida entre médicos, pacientes y fam ilia, así como los estímulo* Otras anormalidades observadas se vinculan con el deterioro de la situación car­
ambientales como la música o la lectura en algunos pacientes, pueden mejorar esim diovascular. E l paso de la V M a presión positiva a ventilación espontánea es acom­
aspectos. La supresión del sueño podría generar trastornos en el control ventilatorio; pañado por cambios hemodinámicos que pueden generar un aumento de la
su corrección, respetando las horas de descanso, sería de utilidad. demanda cardiovascular, con incremento del consumo de oxígeno (V O ,) miocárdi-
Varios estudios han permitido detectar una serie de fenómenos relacionados con co. En los pacientes con cardiopatía isquémica es más frecuente la progresión al
el desequilibrio de la relación carga/capacidad de la bomba en los pacientes que un fallo ventricular izquierdo, con ascenso de la presión de enclavamiento en la arteria
toleran el retiro del soporte ventilatorio. pulmonar y, eventualmente, edema pulmonar cardiogénico. De este modo, la reduc­
ción del soporte ventilatorio puede generar insuficiencias cardíaca o isquemia mio-
• Deterioro del patrón respiratorio: taquipnea con patrón de respiración rápida y cárdica en pacientes con una reserva cardíaca limitada, situación más común en
superficial (fig. 13-1). pacientes portadores de enfermedad bronquial obstructiva crónica (E P O C ), por lo
• Desarrollo de acidosis respiratoria. que resulta en un fallo del destete.
• Atrapamiento aéreo con auto-PEEP, aumento de la (capacidad funcional residual) Los cambios y las consecuencias que se producen en el sistema cardiovascular son:
C R F y disminución de la (distensibilidad del sistema respiratorio) Crs.
• Aumento de las Raw. • Aumento de la actividad de los músculos respiratorios
• Incremento del impulso central, con elevación de P O ,l (presión de la vía aére* - mayor W
proximal una décima de segundo después de iniciado el esfuerzo inspiratorio, - aumento del VO , y mayores demandas metabólica y circulatoria
ante una vía aérea ocluida) y de la impedancia efectiva. - aumento del gasto cardíaco
• M ayor esfuerzo respiratorio (¿con fatiga muscular?): aumento del índice ten • Cambios en el régimen de presiones con acentuación de la presión negativa intra-
sión/tiempo, disminución de la presión transdiafragmática. torácica
- mayor retorno venoso al tórax con incremento de la volemia central
E l patrón de respiración rápida y superficial aparece con frecuencia al desconec - aumento de la precarga y del volumen sistólico del ventrículo derecho con ele­
tar del ventilador a pacientes incapaces de reasumir con éxito la ventilación espon vación de la presión arterial pulmonar
350 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a SU SPE N SIÓ N DE LA VENTILACIÓ N M ECÁNICA 351

- mayor retomo venoso pulmonar al ventrículo izquierdo con aumento de la pf i lu ncia es inevitable resignar la observancia de alguna de ellas. Un rango de pH
carga arterial que excluye pronunciadas desviaciones de lo normal es uno de los requisi-
- disminuciones de la distensibilidad (com pliance) y de la contractilidad del I tos a cumplimentar con el fin de evitar situaciones que produzcan una depresión del
trículo izquierdo por isquemia miocárdica, vinculadas a cambios en la tcn sld | centro respiratorio y condiciones que aumenten la demanda ventilatoria. Las esca­
de la pared ventricular debidos a una mayor demanda de oxígeno del m iocM las o stores que reflejan la gravedad y los indicadores del estado nutricional han
dio o por el fenómeno de interdependencia biventricular (más frecuente M sido relacionados con el resultado del destete. También, las cifras de urea han mos-
EPO C ) liado una relación con la posibilidad de concretar la interrupción de la V M : debe
- acrecentamiento de la presión transparietal del ventrículo izquierdo. scnsiujJ recordarse que los pacientes portadores de insuficiencia renal muestran una res­
como incremento de la poscarga puesta ventilatoria alterada al CO,.
• Incremento del tono simpático Están bien establecidas las condiciones referidas al intercam bio gaseoso: ausen­
- ascenso de la presión arterial sistémica y taquicardia cia de hipoxemia con fracciones inspiradas de oxígeno no tóxicas. Excepto algunas
- incremento de la poscarga del ventrículo izquierdo situaciones en las que las buenas condiciones de la mecánica pulmonar y el patrón
- aumento del trabajo cardíaco y de la demanda miocárdica de oxígeno 1 1 i espiratorio hagan previsible la tolerancia del paciente a un período de presión posi­
• Caída de la oxigenación arterial con mayor extracción de O, e insaturación v c n J tiva continua en la vía aérea (C P A P ). la mejoría del intercambio gaseoso debe ser
sa y acidosis intracelular un requisito previo al intento de destete del enfermo del ventilador.
Pero sin duda, los aspectos que hacen al balance entre la función de la bomba
En el paciente en proceso de destete pueden jugar un papel importante los pin. ventilatoria y la carga a la que es sometida son los más importantes en la evalua­
blemas psicológicos: falta de motivación, o temor y ansiedad con aumento dc lu ción del paciente. Con algunos de ellos se intenta valorar la capacidad neuro-
demanda ventilatoria y taquipnea. muscular (centro respiratorio, fuerza o resistencia muscular) y con otros, la carga de
La compleja relación entre los elementos descritos hace d ifícil la interpretación la bomba. Es de notar que la mayoría de las variables e índices medidos no evalú­
del proceso de dependencia del ventilador que algunos pacientes presentan; las cutfl an un factor aislado, sino varios aspectos de la función de la bomba ventilatoria, o
sas de tallo son muy variadas y muchas de ellas pueden coexistir. Sin embargo! de la relación entre la capacidad de la bomba con el "peso" que debe superar.
resulta fundamental tenerlas en cuenta en la necesaria evaluación sistemática dc Ion] E l enfoque recomendable es utilizar un protocolo de evaluación clínica diaria de
enfermos que se han ventilado durante más de 24 a 48 horas, en especial la de aqutl los pacientes ventilados con el objeto de determinar si el enfermo reúne las condi­
líos que han fallado en algún intento de desconexión. La detección de los factorjfl ciones que identifiquen a quienes pueden iniciar una P V E . Cuando son reunidos
presentes en el paciente debe ser seguida del intento de corregirlos. estos criterios, los pacientes deben ser sometidos a una valoración formal de dis­
continuación potencial.
C R IT E R IO S PARA IN IC IA R EL DESTETE I
Condiciones para la desconexión
Es importante reconocer el momento en el que el paciente se encuentra en capa
cidad de tolerar la separación del ventilador para evitar la prolongación innecesaria En los pacientes que tienen capacidad para iniciar un esfuerzo inspiratorio, se
de la V M y abreviar el tiempo de exposición a sus complicaciones (neumonía aso­ debe valorar:
ciada al ventilador, lesiones de la vía aérea, atrofia de la musculatura respiratoria
etc.) o. por el contrario, prevenir fallidos intentos prematuros de retiro del soporto - Estabilidad clínica. Se ha alcanzado una situación clínica estable o al menos de
ventilatorio que pueden acarrear riesgos (fatiga muscular con fallo ventilatorio, dete­ estabilidad relativa, con algún grado de mejoría del cuadro que motivó la V M .
rioro de la situación cardiovascular, incremento en la incidencia de neumonía, etc.), y minimización de los efectos de la sedoanalgesia (preferentemente 24 horas
Con un enfoque sistemático, se habrá de realizar una evaluación clínica y se pracli sin fármacos). En pacientes con monitorización de la presión intracraneal
carán ciertas pruebas funcionales o el cálculo de índices respiratorios. Sin embargo, (P IC ). niveles estables menores de 20 mm Hg.
existe una marcada discrepancia acerca de la precisión alcanzada por las variables c - Ausencia de desequilibrio metabólico pronunciado (estado ácido-base, electro­
índices propuestos, algunos de ellos sencillos de determinar y otros difíciles de obte litos, fósforo) y de hipertermia significativa.
ner a la cabecera del paciente. Además, en los enfermos críticos, los procedimie - Sin isquemia miocárdica activa y sin inestabilidad hemodinámica (el paciente
que requieren la cooperación de los pacientes suelen dar resultados poco fiables. no necesita fármacos vasoactivos o sólo requiere dosis bajas).
Entre los requisitos para el destete resulta necesario identificar las condiciones - Hemoglobina (H b) > 7 g/dL (> 10 g/dL en pacientes con enfermedad corona­
de orden general que definen la estabilidad clínica del paciente, aunque con fre- ria). También los pacientes con EP O C pueden requerir un nivel de Hb mayor.
352 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 353

- PaO./FIO, >150-200. con P E E P < 5-7 cm H ,0 (al menos. PaO 60 con I l<) dio ( V,/f = V T). Para el cálculo del índice, se divide la f por el V T medio expresado
0,5). ' '' ■ rn litros. Una aproximación a éste se puede obtener sin desconectar al paciente del
- Cdyn > 20-25 mL/cm H.O. I I Ventilador, y programándolo en ventilación espontánea, preferiblemente sin presión
- Hb: hemoglobina de soporte ni PEEP.
- PaO,: presión parcial de oxígeno en sangre arterial Algunos estudios han encontrado una proporción apreciable de falsos positivos
- FIO ,: fracción inspiratoria de oxígeno del índice, lo que le restaría especificidad. Otros han detectado una mejor capaci­
- Cdyn: distensibilidad dinámica dad predictiva del f/VT cuando se mide a los 30 minutos de comenzada la P V E , en
comparación con la medición inmediata a la desconexión.
La decisión de utilizar estos criterios debe ser individualizada. Algunos pación.]
tes que no cumplen todos los criterios enumerados pueden estar en condiciones p in O I ros índices
intentar la discontinuación de la V M .
Pim ax (presión inspiratoria m áxim a): es la máxima presión generada en un
esfuerzo inspiratorio, realizado desde la C R F o un volumen pulmonar menor. Se
ÍN D IC E S P R E D IC T IV O S utiliza para evaluar la fuerza de los músculos inspiratorios, pero no evalúa la resis-
leticia sostenida en el tiempo. Se puede realizar conectando un manómetro al TET,
Se han descrito diversos predictores que indiquen cuándo un paciente está o f
condiciones de ser desconectado de la V M o no. S i bien en general los índices j
puestos no han sido reproducidos con la sensibilidad y especificidad m ostré
I
con la cooperación del paciente o sin ella. En este último caso, la vía aérea es oclui­
da durante 20 segundos con una válvula unidireccional que permite espirar pero no
Inhalar, lo que obliga al paciente al esfuerzo inspiratorio. Se han utilizado puntos de
los estudios originales, tienen el valor de resultar orientadores y mostrar las anofJ corte variables entre < -15 y < -30 cm H.O.
malidades eventualmente presentes que contribuyen a la dependencia al ventila.loi, Pi/Pim ax: es la relación entre la presión inspiratoria no forzada sobre la Pimax.
lo que posibilita así su corrección. procura evaluar la reserva muscular. Un valor > 40% permitiría pronosticar el desa­
rrollo de fatiga muscular.
índice f/VT I P0.1: como antes se mencionó, es la presión de la vía aérea proximal medida una
décima de segundo después de iniciado el esfuerzo inspiratorio, ante una vía aérea
E l patrón respiratorio es accesible al examen clínico cuidadoso y a medición,'» ocluida. Permite evaluar la actividad del centro respiratorio; normalmente es de
sencillas. Aporta información importante para la valoración del impulso (drive) rcM alrededor de -2 cm H.O. Una actividad elevada evidencia un incremento de la
piratorio. y para detectar la presencia de signos sugestivos de fatiga respiratoria m demanda y puede ser causa de un desequilibrio entre la carga y la capacidad neu-
de respuesta ante la carga ofrecida a la bomba ventilatoria). E l aumento de l.i romuscular. En los algunos ventiladores microprocesados está incorporada su medi­
frecuencia respiratoria (0 es valorable como predictor de fallo del destete, aunqu# ción. Aunque no se ha determinado fehacientemente el punto de corte que
el punto de corte propuesto por distintos autores es muy variable: de 25 a IN discrimine entre éxito y fallo del destete, un valor superior a 4 a 6 cm H .O sería pre­
ciclos/min. La caída del V T por debajo de 250 a 325 m L, que a menudo se le aso* dictor de fallo.
cia. también tiene algún valor. PO .l/Pim ax: aporta un índice de demanda/capacidad de la bomba ventilatoria
E l índice de respiración rápida y superficial (f/VT), que reúne ambos parámetros, dado que combina el requerimiento de ventilación (PO . 1) con la fuerza muscular
permite anticipar el resultado del intento con mayor precisión. Se ha observado que inspiratoria (Pim ax), lo que aumenta el poder predictivo de ambas mediciones.
en los pacientes que fallan en el intento de desconexión, este patrón respiratonu Pacientes con valores menores a 0.14 tienen altas posibilidades de ser extubados
suele aparecer de inmediato cuando se desconecta el ventilador, lo que pone de con éxito, y valores mayores a 0,16 representan altas probabilidades de fallo del
manifiesto un desequilibrio entre la carga y la capacidad. En algunos enfermos cu I destete.
seguido por el desarrollo de una hiperinflación dinámica con auto-PEEP, por lo que Otros exámenes son utilizados con poca frecuencia en la U T I, como el índice
se constituye así en un motivo de fallo que se suma durante el intento de interrup­ tensión/tiempo (m odificado). Es un índice integrador que evalúa la resistencia en
ción de la V M . E l grupo de Tobin evaluó la relación entre f y V T, y concluyó, que el tiempo de los músculos inspiratorios. Está compuesto por el producto de la frac­
tomando como punto de corte 105 c/min/L, representa un índice predictor preciso ción de la presión inspiratoria utilizada respecto de la Pimax y la relación T / T ^ .
de éxito o fallo del destete. Si la relación entre carga y fuerza se desequilibra (Pi/Pim ax), el requerimiento
La determinación es sencilla. Desconectado el paciente del ventilador, se miden energético aumentará, al igual que si se incrementa el flujo inspiratorio, el V E y la
la frecuencia y el V Kcon un ventilómetro durante 1 minuto; se calcula el V T prome­ relación T / T ^ (cuanto mayor porcentaje del T TOI corresponde a la inspiración.
354 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ecán k a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 355

mayor es la energía requerida y mayor posibilidad tendrá el paciente de llegiii ul P R O T O C O L O S DE D ESTETE


umbral de fatiga).
Tampoco se ha popularizado otro índice integrador, denominado C K O P , qilf Aproximadamente el 80% de los pacientes ventilados en la U T I pueden ser extu­
parece mostrar una capacidad de predicción interesante. Relaciona la Cdyn, *'l bados después de una primera P V E (destete fácil). Los pacientes que no toleran la
P a 0 2/PA0 2 (presión alveolar de oxígeno) y la Pimax con la frecuencia respiratoini P V E y aquellos que deben ser reintubados (destete d ifíc il) demoran su proceso de
E s importante tener en cuenta que la sensibilidad, la especificidad y el valoi p r J destete. Tanto para abreviar el período de V M en el caso de los pacientes que pue­
dictivo de estos indicadores dependen en gran parte del punto de corte que se cof|| den ser desvinculados del ventilador en forma rápida, como para dism inuir la dura­
sidere en su evaluación. S i tomamos puntos de corte con altos niveles (|1 ción del destete en el grupo de pacientes que presentan dificultades, se ha
especificidad, es posible que estemos manteniendo demasiado tiempo en el ventila demostrado el beneficio de utilizar protocolos para el destete.
dor a pacientes que hubiesen tenido éxito en la discontinuación antes de alcanzar t i Como ha sido comunicado, equipos bien constituidos y especialmente informa­
punto de corte seleccionado para este indicador. dos acerca del problema del destete pueden manejar a sus pacientes con similares
Una alternativa que aporta información adicional es tomar en consideración dial] resultados utilizando protocolos específicos o no. Pero numerosos estudios aleato-
puntos de corte para cada indicador: uno que defina el menor número de c la s ific d ti/ados y controlados demuestran reducir los días de V M y estadía en U T I medían­
ciones falsas (que suele comportarse con elevada sensibilidad) y otro que detcrnil le el desarrollo de protocolos de destete. Probablemente, la sistematización de los
ne el menor número de fallos en el intento de desconexión. La evaluación «I. I procedimientos contribuye a mejorar los resultados en U T I con una importante
paciente, al relacionarla con ambos valores, permitirá situarlo en una posición m4«l carga de trabajo o con personal en un período de capacitación.
proclive o más alejada del destete exitoso. Por ejemplo, para el f/VT, valores de I MI Estos protocolos están dirigidos a detectar de manera temprana a los pacientes
son los que aportan el máximo de sensibilidad, mientras que 65 o menos son c i I iiin que están en condiciones de reasumir la ventilación espontánea con un margen de
que permiten predecir éxito en el intento de destete con alta especificidad. seguridad razonable, reglar las conductas en las distintas etapas del destete y evi­
Cuando se evalúa a los predictores según su tasa o cociente de probabilidad (//*«•• tar así la prolongación innecesaria de la V M . Incluyen una valoración sistem áti­
lihood ratid ), muestran mejor comportamiento la relación Pü .l /Pimax y el íihIum» j ca del paciente, permiten al equipo tratante corregir las anormalidades presentes
integrador C R O P que el índice f/V,. y promueven el abandono de la práctica del "piloto autom ático” en el soporte
P V E con tubo T : la prueba de tubo en T es un método sencillo para evaluai ln ventilatorio. L a evaluación diaria es una herramienta que, aplicada desde el prin­
capacidad de mantener la ventilación espontánea. En la práctica diaria se rcali/M ] cipio de la V M , puede acelerar el progreso hacia la extubación. Un aspecto de
para valorar las tolerancias clínica y gasométrica del enfermo (más adelante se des­ importancia es el de la discontinuación de la sedación: protocolizar la interrup­
cribe el método). ción a diario, sistemáticamente, de la infusión de sedantes hasta perm itir el des­
pertar del paciente ha conseguido una dism inución de la duración de la V M y de
la estadía en la U T I. Apoyarse sólo en criterios clínicos con frecuencia conduce
Cum plidas por el paciente las condiciones para el destete, la evaluación a un fallo en la apreciación de las condiciones de extubación, con una tendencia
form al de la discontinuación de la V M debe ser realizada mediante una a continuar ventilando innecesariamente a pacientes en condiciones de ser extu­
P V E , que constituye el m ejor método para definir la conducta acerca de bados.
la extubación. S i una U T I utiliza criterios que facilitan la extubación demasiado temprana, sus
pacientes se exponen a sufrir un mayor número de reintubaciones con su consi­
guiente riesgo. Por el contrario, si se aplican criterios más restrictivos en las pau­
Aun cuando los pacientes en proceso de destete hayan superado la evaluación tas de desconexión, los pacientes pueden ser sometidos a la prolongación
con el uso de predictores seguidos de una P V E exitosa, alrededor de un 15% de innecesaria de la V M con la exposición consiguiente a sus com plicaciones. E l
ellos requerirá ser reintubado después de la extubación (falsos positivos). Se puní, equilibrio entre ambas posiciones posibilitará evitar la prolongación innecesaria de
especular que también habría alguna proporción de falsos negativos, es decir que n| la V M . así como eludir un número exagerado de reintubaciones (la tasa óptima
fueran extubados pacientes que no toleran una P V E , algunos de ellos podrían man sería entre 5 y 15%).
tener la ventilación espontánea sin T ET . E llo evidencia que, con los métodos dis Estos protocolos no deben ser aplicados en forma rígida, se deben adaptar a las
ponibles, la predicción del resultado del destete tiene un margen de seguridad necesidades específicas de cada paciente, a las preferencias de los médicos tratan­
moderado. Una de las razones de esta imprecisión es que habitualmente se evalúan tes y a los recursos y características de cada institución. En su aplicación, se subor­
en forma conjunta la capacidad de prescindir de la V M y la necesidad de mantener dinan al ju icio clínico del equipo tratante.
al paciente intubado o no.
356 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a
S u s p e n s ió n d e la v e n t il a c ió n m e c á n ic a 357

Recom endaciones para los protocolos de destete i • Hipertensión: T A sistólica > 180 mm Hg o aumento superior al 20%
• Somnolencia, coma
Básicamente, habrán de promover: a) la detección del momento en que el pacien­ • Agitación, diaforesis o ansiedad, signos menos específicos
te alcanza las condiciones para el destete, y b) la evaluación de la tolerancia al ie||]
ro del soporte ventilatorio. En pacientes con una situación respiratoria marginal se puede tolerar cierta des­
viación de los parámetros respiratorios mientras no se presenten signos de deterio­
• Los kinesiólogos y enfermeros dedicados al cuidado respiratorio del paciente cri­ ro cardiovascular.
tico deben ser incluidos en el desarrollo y la utilización de los protocolos de de* Los cambios fisiológicos que se producen del paso de V M a ventilación espon­
tanea generan un aumento de la demanda para el aparato cardiovascular que pue­
• Los pacientes deben ser evaluados a diario para detectar cuándo están en condl den desencadenar una insuficiencia cardíaca y/o isquemia miocárdica en pacientes
ciones de ser sometidos a una P V E . predispuestos, con fracasos del ensayo de la ventilación espontánea (fig. 13-2).
• Los protocolos deben incluir un programa de suspensión diaria de sedantes, y I os pacientes con isquemia de miocardio son los más expuestos a presentar un
adecuar la dosificación al mínimo necesario para alcanzar el nivel de sedación fallo ventricular izquierdo durante el retiro de la V M . Esta eventualidad debe ser
deseado.
puesta en consideración cuando el paciente fracasa en una prueba de ventilación
• Cuando un paciente realiza con éxito una P V E con tubo en T (T T ), debe ser exlu espontánea.
bado a menos que existan contraindicaciones definidas. En los casos en que se sospecha un fallo cardiovascular, además de la vigilancia
• Cuando el paciente fracasa en una prueba de TT, se debe identificar y corregir lo* habitual, es conveniente que durante la P V E se preste especial atención a la moni-
factores presentes potencial mente solucionables, elegir un modo de V M cotilo* torización electrocardiográfica con el análisis del segmento ST (bajas sensibilidad
table y seguro, mantener elevada la cabecera a 30°-45°, y repetir una prueba do y especificidad) y/o el registro de E C G previo a la P V E y durante ésta. Se ha detec­
T T al menos una vez al día. tado que el producto de la frecuencia cardíaca por la presión arterial sistólica es sig­
• Ante la reiteración de intentos fallidos, considerar la realización de una traque nificativamente mayor en los pacientes que presentan isquemia durante el destete.
ostomía.

Prueba de destete
Ventilación fallido
R E C O N O C IM IE N T O D EL FA LLO D EL DESTETE j| Inicio Final Sujeto sano
m ecánica

Se define como fallo de destete a la necesidad de reinstituir la V M dentro de las


A A A A . ./ s / 'v
48 a 72 horas de interrumpida ésta. E l sistema cardiopulmonar es sometido a una
carga importante y la situación del paciente puede deteriorarse, por lo que cuando 3 2 4 6 0 2
aparecen signos de fallo no debe ser demorada la reiniciación de la V M . 1
Los siguientes son los criterios de fallo del destete utilizados habitualmente (c o n
siderar su persistencia en el tiempo) y además también resultan criterios adecuados
para considerar fallida una P V E , cuando el paciente aún se halla intubado:
0 2 4 6

• Alteraciones de la frecuencia respiratoria (> 35-40 o < 6-8 c/min) y aumento


del f/Vr ^
• Utilización de músculos respiratorios accesorios (palpar esternocleidomas
déos e intercostales), respiración paradójica
f+f
• Hipoxemia: pulsioximetría < 90% (en pacientes con EPO C pueden admiti W
0 2 4
m
6
m
0 22 4
m
6 6 ) 2
"1

valores menores) Segundos


• Acidosis: disminución del pH de 0,10 o más (pH < 7,30-7,32)
• Hipercapnia: aumento de 10 mm Hg o más de la PaCO, F ig . 13-2. Volumen corriente ( V r), presión pleural (P p l) y presión de la arteria pulm onar en un
paciente bajo ventilación asistida/controlada y al comienzo y al final de una P V E fallida, compa­
• Taquicardia: frecuencia cardíaca > 130 o aumento superior al 20%
rados con los trazados de un sujeto normal (basada en Tobin M J. Advances in M echanical
• Hipotensión: TA sistólica < 90 mm Hg Ventilation. N Eng l J M ed 2001;344:1986-96).
358 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 359

E l eco bidimensional en manos de un operador experimentado permite evaluar Ifl • Hipoxemia


motilidad parietal y detectar disquinesias localizadas o hipoquinesia global, J PEEP/C PA P
tanto que por eco Doppler los cambios del flujo mitral posibilitan la valoración •!« • Impedancia ventilatoria aumentada
la función diastólica ventricular izquierda. S i el paciente tuviera colocado un calM manejo de secreciones, broncodilatadores
ter de Swan-Ganz, los cambios en las presiones y en la oximetría venosa puc<!• n corregir la distensión abdominal
asegurar el diagnóstico de fallo hemodinámico. Dado que por lo general no se I01114 • auto-PEEP
la decisión de instalar un catéter en la arteria pulmonar en esta situación, pucdi n P E E P para disminuir el esfuerzo inspiratorio
resultar orientadores la evaluación de la caída de la saturación en sangre ohlvultlj • Fatiga muscular
de un catéter venoso central y el aumento de la extracción de oxígeno. admitir períodos de reposo (24 horas de V M en un modo no fatigante y con­
Se debe sospechar un fallo del destete de causa cardiovascular en aquellos p u fortable tras una P V E no tolerada)
cientes con antecedentes de insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, E P ( ) ( 1o disminuir el uso de sedantes, relajantes, corticosteroides
intentos fallidos de desconexión sin causa aparente. E l balance positivo de líquido* corregir las alteraciones hemodinámicas, Hb, pH. electrolitos
en los días previos al destete es un elemento que se asocia al fallo del destete o do • Fallo cardiovascular
la extubación. Se puede conjeturar que puede ser un factor asociado con un dele diuréticos
rioro hemodinámico como mecanismo de fallo. antihipertensivos, goteo de N TG
Las manifestaciones clínicas que se presentan en el fallo de la P V E por el des«. - destete gradual (P S V )
rrollo de insuficiencia cardíaca o isquemia miocárdica (disnea, taquipnea, bronco­ C PA P o V N I posextubación, profiláctica y temprana
espasmo, taquicardia, hipertensión arterial y ansiedad, que mejoran inmediatamente • Factores psicológicos
de reiniciada la V M ) son difíciles de distinguir de los signos clínicos présenles motivar, infundir confianza
cuando el fallo es de origen respiratorio. control de la ansiedad
La identificación de estos pacientes, o la sospecha de la causa cardiovascular
como motivo del (alio, permite ajustar la medicación (diuréticos para lograr uu
balance negativo de líquidos, antihipertensivos, antiisquémicos) y, eventualmente, T ÉC N IC A S D E IN T E R R U P C IO N D E LA V M
intentar el destete con goteo de nitroglicerina (N T G ), reducir gradualmente eQ
apoyo ventilatorio con ventilación con presión de soporte (P S V ) o utilizar VNI La mayor parte de los pacientes en la U T I pueden ser destetados y extubados con
posextubación profiláctica y temprana. facilidad. Pero aproximadamente un tercio de los pacientes críticos se comportan
como "destete d ifícil” : EPO C . insuficiencia cardíaca, sépticos, patología encefáli­
C O R R E C C IÓ N DE FA C TO RES IN V O L U C R A D O S I ca, polineuropatía del paciente crítico, desnutrición, otras comorbilidades, V M pro­
EN EL FA LLO D EL DESTETE I longada. persitencia de los requerimientos de sedoanalgesia, etc. Este grupo de
pacientes que reúnen los requisitos para intentar el desafío de una P V E , no han
Ante el paciente que no consigue superar la P V E o que ha requerido ser reinlu podido ser destetados en primera instancia, y necesitarán que se aplique una estra­
bado, se extremarán los esfuerzos para corregir los factores condicionantes del fallo tegia definida con la utilización de técnicas para el destete. E l protocolo utilizado
que hayan sido identificados. E l manejo del problema requiere un programa de en la U T I o el plan para la discontinuación de la V M que se instrumente requerirán
acción y una actitud activa del equipo tratante. un equipo tratante motivado, que lo ponga en práctica en forma activa.
Resulta de utilidad pasar revista de modo sistemático a las anormalidades pre­ E l proceso de separar al paciente del ventilador implica modificar la relación
sentes y valorar los recursos correctivos a introducir: entre ambos, con ejercicio de mayor proporción de fuerza/presión para ventilar por
parte del paciente respecto del ventilador. También se modifica -más o menos
• Demanda ventilatoria aumentada abruptamente- el régimen de presión intratorácica de positivo a negativo.
- controlar la hipertermia y el dolor Históricamente, se han utilizado tres técnicas: la TT. la P S V y la ventilación man-
- corregir la acidosis metabólica datoria intermitente sincronizada (S IM V ).
- admitir la hipercapnia (en pacientes con patología respiratoria crónica) ■ En sendos estudios, Esteban y Brochard demostraron que la técnica de TT en un
• Depresión respiratoria caso o la de P S V en el otro, requerían menos tiempo de destete, y coincidieron
- suspender los sedantes/permitir el sueño ambos en que la S IM V prolonga los tiempos de V M respecto de los otros dos méto­
- corregir la alcalosis metabólica dos.
360 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 361

Técnica de ven tilació n espontánea con tubo en T ¿Qué nivel de PS se debe programar? Habitualmente se comienza con niveles que
provean un V y de alrededor de 8 mL/kg (entre 12 y 16 cm H.O en la mayor parte de
Consiste en separar al paciente del ventilador y conectarlo a una pieza en l«>i mu
los casos). Luego se disminuye la presión en forma progresiva (p. ej., 2 a 4 cm H.O
de T, al que se le adiciona un flujo de oxígeno humidificado y calefaccionado. S i cada 15 a 30 minutos) mientras la frecuencia respiratoria se mantenga por debajo
recomienda utilizar humidificadores calefaccionados de alto flujo. Los h u m id ilicJ de 25 c/min, aproximadamente, evaluando el confort y esfuerzo del paciente.
dores pasivos (intercambiadores calor-humedad, H M E ) deben evitarse porqui Debido a que la P S V cicla por flujo, en algunas condiciones se presentan pro­
incrementan el espacio muerto y las resistencias. blemas: si hay fuga en el sistema o en pacientes con Raw o Crs elevadas, los T ( pue­
Existen dos formas de utilizar el TT:
den ser demasiado prolongados respecto del T ( neural. En estas circunstancias
suelen aparecer esfuerzos espiratorios del paciente antes de finalizada la inspira­
• Realizar una prueba diaria para identificar a aquellos pacientes en condiciones (M ción. lo que provoca malestar y desadaptación. Estos problemas pueden solucio­
ventilar espontáneamente y de ser extubados tras 2 horas de prueba. Esteban y narse al disminuir el nivel de P S o al aumentar el porcentaje del flujo inicial para el
cois, encontraron resultados similares abreviando la prueba a 30 minutos en uim ciclado (que habitualmente se realiza a un 25% del flujo inicial).
amplia población no seleccionada. Utilizar tiempos superiores a 2 horas no coM
tribuiría a detectar pacientes que fracasen al intento de extubación. Aquello»
O tros m étodos
pacientes que superan con éxito una P V E de 30 minutos (o 2 horas si el pacionJ
te ofrece condiciones poco favorables) están en condiciones de ser extubados. ni La técnica de S IM V disminuye el apoyo ventilatorio, al reducir de manera pro­
no existe una contraindicación formal para retirar la vía aérea artificial. En caitfl gresiva el número de ciclos mandatorios hasta una frecuencia próxima a 0. E l méto­
de que el paciente no tolere la P V E , se lo reconecta al ventilador en una moduli
do recarga el sistema respiratorio más tempranamente que la P S V y puede demorar
dad no fatigante (A/C o P S V con alto nivel de presión, evitando o minimiza» !•> el proceso de destete por imponer una carga fatigante para los músculos respirato­
el uso de sedación farmacológica) y se hace un nuevo intento al día siguiente, rios. por lo que actualmente esta técnica no es recomendada. La S IM V y la PSV
Mientras tanto, se deberán hacer esfuerzos para corregir los factores desfavonr
pueden utilizarse de manera simultánea, con contribuciones variables de cada una
bles presentes.
de ellas.
• La realización de múltiples pruebas de T T en el día, alternando períodos de VM A las distintas técnicas puede ser asociada la aplicación de 4 a 7 cm H.O de
con períodos de ventilación espontánea, que se van prolongando de manera pr»M PEEP/C PA P para equilibrar el descenso del volumen pulmonar que pueda estar pre­
gresiva de acuerdo con la tolerancia. Para pacientes con reserva marginal crónl* i sente. La C PA P es capaz de reducir el W cuando existe auto-PEEP (especialmente
camente ventilados, el proceso puede durar semanas; en ellos, la conexión en la EPO C ), por disminuir el esfuerzo inspiratorio que la auto-PEEP impone.
nocturna al ventilador y la ventilación espontánea a través de la T T durante hora» Otros pacientes que se pueden beneficiar son los proclives a desarrollar un fallo
diurnas, es una alternativa.
ventricular izquierdo durante el destete, al reducir la caída de la presión intratoráci-
ca asociada a la interrupción de la V M .
Con ventiladores que cuentan con válvulas de demanda sensibles, puede imple- j Los avances tecnológicos en algunos ventiladores permiten disponer de modali­
mentarse la técnica sin desconectar al paciente del ventilador. Una ventaja de osle dades de “ bucle cerrado” que interactúan con el paciente, al evaluar las condiciones
método es la monitorización continua de frecuencia y volúmenes, y la disponibih mecánicas de su sistema respiratorio y del T E T y/o la actividad ventilatoria propia
dad del sistema de alarmas.
del enfermo, e incluso de la presión parcial de dióxido de carbono al final de la espi­
ración (PetCO ,). Estas modalidades son capaces de disminuir progresivamente el
D estete con P S V I soporte ventilatorio brindado por el ventilador, en la medida en que el paciente va
recuperando su capacidad de sostener la ventilación por sus medios. S i bien es aún
En este modo, el paciente respira en forma espontánea al recibir soporte inspira-l limitada la experiencia con estos dispositivos, los resultados mostrados son pro­
torio de acuerdo con el nivel de presión programado. A medida que se disminuye d misorios.
nivel de presión de soporte (P S ). mayor es el esfuerzo que debe realizar el pacicn
te para mantener el V E. Es un modelo en el que, al ir disminuyendo el nivel de PS,
Ventilación no invasiva
se le imponen cargas progresivas a los músculos. E l objetivo es disminuir el nivel
de presión de soporte hasta 5 a 8 cm H.O (se asume que este nivel equivale a la ven En los pacientes con insuficiencia respiratoria, la V N I permite el reposo de los
tilación espontánea porque es el que compensa las cargas impuestas por el T ET ); m músculos respiratorios, mejora el patrón respiratorio y el intercambio gaseoso. En
lo tolera, se encuentra en condiciones de ser extubado.
los pacientes portadores de EPO C . reduce los niveles de hipercapnia al mejorar la
362 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 363

ventilación alveolar y disminuye el W al atenuar el efecto de la auto-PEEP |>nf Ifl kometido a V M , la V N I ha demostrado claramente su efectividad en la IR aguda
aplicación de PEEP. Estas situaciones han sido asociadas al fallo del destete p a Klpercápnica por exacerbación de la EPO C y en el edema agudo de pulmón por 1C.
jugar un papel importante en el balance entre cargas y demandas al sistema ivx|M I'.u d contexto del fallo del destete y de la extubación, el grupo de pacientes con
ratorio. Los beneficios que potencialmente ofrece la V N I han motivado su ulill/ J I l'ÜO también es el que obtiene mejores resultados con la utilización de V N I, si se
ción en el destete o en los pacientes que fracasan a la extubación. ■ |pln a en forma intensiva y temprana en pacientes muy seleccionados. Pero su apli­
A pesar de los fundamentos para justificar el uso de la V N I en el proceso tic di cación en poblaciones no seleccionadas una vez que se ha instalado la IR posextu-
continuación de la VM/extubación, la evidencia aportada por los ensayos clinn hm ión no ha evidenciado beneficios y expone al paciente a riesgos serios,
permite establecer precisiones acerca de su eficacia en diversos contextos. I'u c tln probablemente por inducir retraso en la decisión oportuna de la reintubación.
ser diferenciadas tres situaciones, que deben ser reconocidas: Siempre que se utilice V N I se deberán considerar los siguientes aspectos:

• V N I para reem plazar la ventilación convencional: utilización de la V N I conté) • Contar con personal entrenado en número suficiente y con el equipamiento apro­
puente para el destete en pacientes que no superan la P V E , mediante el cambio piado (interfaces, ventiladores) para mantener un adecuado nivel de vigilancia y
de las interfaces “ T E T ” por las interfaces “ máscara de V N I" hasta que el pac ir« cuidado.
te pueda prescindir del soporte ventilatorio. La experiencia (positiva) se limiln u • Descartar la presencia de contraindicaciones para su aplicación.
poblaciones pequeñas de pacientes con EPO C en centros especializados en el uso • Mantener una actitud de alerta para detectar los criterios de fallo de la V N I.
de V N I, por lo que hay que ser cuidadosos en la extrapolación de sus res^liulm Ante la falta de mejoría en 1 a 2 horas, proceder a la intubación sin dilación.
a la práctica clínica. Evitar insistir en la aplicación de V N I en un paciente que no responde de mane­
• V N I para prevenir la IR posterior a la extubación: aplicación en forma mm.' ra favorable, a fin de no exponerlo a riesgos que pueden contribuir a la morta­
diata e intensiva de V N I como técnica para evitar la reintubación en paciento» lidad.
con alto riesgo de fallo posterior a la extubación, que han superado con éxito
una P V E . Estudios realizados por Nava y cois, y Ferrer y cois, han mostr.i.lu
I xtubación programada
resultados favorables. Los subgrupos de pacientes con EPO C e insuficiencia car*
díaca, en especial aquellos que desarrollan hipercapnia durante la P V E (PaCO, La remoción de la vía aérea artificial de un paciente que ha sido discontinuado
mayor de 45 mm Hg, 30 a 60 minutos después de la extubación) serían los me jo con éxito del soporte ventilatorio debe estar basada en la evaluación de la permea­
res candidatos a ser beneficiados. Otras características que han sido propuesta» bilidad de la vía aérea del paciente y en su capacidad de protegerla. Aunque esta
para identificar a los grupos de riesgo son: edad mayor a 65 años, comorbüjd* I premisa se tenga en consideración, un número apreciable de pacientes que reunie­
des, score de A PA C H E II al día de la extubación mayor de 12, fallo de extubü H ron los requisitos para el destete y que superaron una P V E sin intolerancia, fraca­
ción previo, fallo en P V E previas, tos débil y estridor que no requiere sarán en la extubación y deberán ser reintubados.
reintubación inmediata.
• V N I para tratar el fa llo posterior a la extubación, ya instalado: uso de VNI
Fallo de la extubación
como tratamiento de rescate, a posteriori de haberse desarrollado la IR posextu I
bación en pacientes que habían superado con éxito las condiciones para el deslc I Es importante distinguir entre fallo de destete y fallo de extubación:
te y la P V E . Ésta es una alternativa cuya efectividad no ha sido demostrada en I Fallo del destete: es la incapacidad de respirar en forma espontánea, aunque el
estudios de Keenan y cois, y de Esteban y cois, sobre una población no seleccio- f paciente tenga colocada una vía aérea artificial (p. ej., P V E fallida).
nada. Con las evidencias disponibles, el uso de V N I como tratamiento de “ rescti Fallo de la extubación: es la incapacidad de respirar espontáneamente dentro de
te de la IR posextubación establecida no puede ser recomendado para su las 48 a 72 horas después del retiro de la vía aérea artificial (p. ej., incapacidad de
aplicación sistemática en la población no seleccionada. La demora en la intuba mantener la vía aérea permeable).
ción en estos pacientes puede asociarse a un incremento de la mortalidad. Resta La incidencia de reintubación varía según las series entre un 3 y un 20%, y se
por definir si los pacientes con EPO C o insuficiencia cardíaca en esta situación asocia con un aumento en la mortalidad (23 al 32%), con un incremento de la neu­
pueden beneficiarse. monía asociada a la V M y con la prolongación de la internación en U T I. La tasa de
reintubación registrada en una U T I depende de la agresividad en el enfoque para el
Se requieren estudios sobre una población más amplia para poder definir de destete y la extubación: actitudes muy conservadoras permiten disminuir el por­
modo concluyente el papel de la V N I en el destete dificultoso y en el fallo posex­ centaje de reintubaciones, pero ello ocurre a costo de una prolongación del tiempo
tubación, y permitir establecer recomendaciones definitivas. En el paciente no de V M . Las estrategias más agresivas para disminuir la duración de la V M se acom-
364 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ec á n k a S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 36 5

pañarán de un mayor número de reintubaciones. La tasa óptima, reveladora do I xtubado el enfermo, se debe continuar su estrecha vigilancia e intensificar el
estrategia equilibrada, oscilaría entre 5 y 15%. Ir Mfiii.imiento kinésico. Dados los frecuentes trastornos deglutorios posextubación, es
L a identificación previa de los pacientes que han de fallar a la extubación es ■(inveniente demorar la ingesta oral 48 horas o más.
cil: han reunido las condiciones para el destete, han superado los test de pred Ante la presencia de factores de riesgo de fallo en la extubación, se habrá de con-
y han tolerado una P V E . nulrrar la conducta de extubación planificada asociada a la V N I preventiva.
Las causas de reintubación se pueden dividir en 2 grandes grupos:
I titubación no program ada
• Causas relacionadas con la vía aérea: como edema de glotis, estenosis ti.iq
al, laringoespasmo, aumento del volumen de secreciones, broncoaspiración, v I La denominación “ extubación no programada" comprende la extubación acci­
caracterizan por ser tempranas, en las primeras horas posextubación. 1 dental y la autoextubación por parte del paciente. Eventualmente, también podría
• Causas no relacionadas con la vía aérea: suelen aparecer más tardíamente lai U n incluida en este apartado la extubación decidida por el médico en una situación
respiratorio, insuficiencia cardíaca, encefalopatía. ,1. emergencia (p. ej., disfunción del tubo por obstrucción o por manguito “ pincha­
do"). Su incidencia es variable, entre el 3 y el 16% de los pacientes bajo V M en
Entre los pacientes que han demostrado su capacidad para ventilar esponlai II T I. Es más frecuente durante el período de destete, y en esta etapa la necesidad de
mente, se ha propuesto valorar sus condiciones relativas a la competencia de la \ intubación es menor que durante el período de V M plena. E llo pone en evidencia
aérea superior para tolerar la extubación mediante el análisis del peso relativo de l( que un gran número de pacientes ventilados ya no requería V M en el momento de
siguientes factores: l.i extubación accidental, y que a menudo se mantiene la V M en pacientes que ya
están en condiciones de ser extubados. La extubación accidental se ha asociado con
• Compromiso del sensorio una prolongación del período de soporte ventilatorio. de la estadía en U T I, de la
• Capacidad tusígena estadía hospitalaria y de una mayor incidencia de neumonía nosocomial.
• Volumen de secreciones
• Obstrucción de la vía aérea superior T R A Q U EO ST O M ÍA

Respecto del estado neurológico, los pacientes incapaces de completar ctlatm La traqueostomía se suele realizar en pacientes bajo ventilación prolongada, y
instrucciones simples (abrir los ojos, seguir con la mirada, apretar la mano y s;u m con frecuencia durante un proceso de destete d ifícil o ante el fallo de extubación.
la lengua) tienen un riesgo aumentado de fallo de la extubación. Sin embargo, se I,, Las desventajas del procedimiento son las complicaciones del perioperatorio
demostrado que si bien clásicamente se exigía un score de Glasgow de 12/15 o miU, (incluido el eventual traslado al quirófano), la lesión de la vía aérea a largo plazo y
en pacientes con patología neurológica estructural y deterioro importante de mi el costo del procedimiento. Los beneficios atribuidos a la traqueostomía incluyen
score (hasta 7-8/15), son capaces de ser destetados y extubados si reúnen otras flnn.j contar con una vía aérea más segura, facilitar la aspiración de la vía aérea, brindar
diciones (p. e j„ cantidad lim itada de secreciones y tos efectiva). confort (dism inución de los requerimientos de sedoanalgesia), proporcionar m ovi­
La presión espiratoria máxima (Pem ax) perm itiría inferir la capacidad tusígemi, lidad al paciente, posibilitar la fonación y la recuperación de la capacidad de a li­
y resulta adecuado un valor superior a 60 cm H .O (como mínimo > 30 cm H <» mentarse por boca. Además, las disminuciones de la Raw, de la auto-PEEP y del W
También puede ser valorado por el valor del pico flujo de la tos (m ayor a 60 L/min) obtenidas con el procedimiento contribuirían a lograr la discontinuación de la V M
o por la capacidad de manchar con expectoración una tarjeta ofrecida al TET . j | en el destete d ifícil. Estos beneficios, sin embargo, no han sido demostrados en
E l volumen de las secreciones puede ser apreciado por métodos cuantitativos o estudios clínicos aleatorizados.
semicuantitativos (p. e j„ frecuencia de aspiraciones necesarias). Una cuantificacjóit La decisión de realizar la traqueostomía, entonces, se adopta en un marco de ries­
de secreciones menor a 2,5 mL/h representa un volumen de buen pronóstico para lu go/beneficio de acuerdo con la situación del paciente. La traqueostomía percutánea
extubación. posibilita su realización en la U T I y disminuye la incidencia de complicaciones
La obstrucción de la vía aérea superior posextubación, manifestada habitualmen perioperatorias; se debe ser cuidadoso de que estos beneficios no promuevan un
te por estridor y dificultad respiratoria, es difícil de anticipar. Ha sido propuesto un incremento indebido de las indicaciones de la traqueostomía por parte del intensi-
test para valorar la pérdida de gas peritubo con el manguito desinflado e inferir así vista.
la presencia de edema de glotis, pero sus resultados son inconstantes. En los pacie En estudios epidemiológicos multicéntricos de grandes poblaciones, la propor­
tes adultos, la administración previa a la extubación de corticosteroides profilácti ción de pacientes bajo V M en U T I que son traqueostomizados es del 11 al 12%. La
paia prevenir el edema glótico no ha demostrado fehacientemente su utilidad. frecuencia se relaciona con la duración de la V M , la necesidad de reintubación, y la
366 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 367

presencia de coma o de enfermedad neuromuscular. En cuanto al tim ing, es e


• E l incremento de la carga de la bomba puede ser debido a
tuada alrededor de los 12 días de V M , y más tempranamente en pacientes neu
elevación de los requerimientos de V E
¿ticos o traumatizados. En la mayoría de los casos es practicada durante el dest
después de una extubación fallida. - por causas generales
- por causas respiratorias
La población de pacientes traqueostomizados tiene estadías más prolonga
- aumento del W por litro de ventilación
la U T I y en el hospital que los pacientes intubados; su mortalidad hospitalaria
- por causas respiratorias
sim ilar a la de pacientes con T ET , aunque la mortalidad en la U T I es menor. T I
- por causas de las interfaces o del ventilador
No existen evidencias convincentes para sostener que la traqueostomía tempi.it
modifique la mortalidad, el daño a la vía aérea, la aparición de neumonía nof ( ondiciones para la interrupción de la V M
mial ° la estancia hospitalaria. Probablemente, la indicación temprana dism inuya] • De orden general.
duración de la V M y de la internación en la U T I. |
• De la situación cardiovascular.
La realización de la traqueostomía se asocia con disminuciones de las Raw, < ¡ • De la situación respiratoria.
W y de la auto-PEEP en pacientes que requieren un bajo nivel de asistencia vénil
latoria. S i bien existe la impresión de que el procedimiento es capaz de posibi Se deben evaluar de modo sistemático desde el comienzo del período de V M .
la salida del ventilador en pacientes con destete d ifícil, ello no ha sido demos No deben ser consideradas como absolutas.
en estudios clínicos controlados.
En relación con la facilitación del destete, se considerará la realización de la tf Predicción del resultado de la interrupción de la V M
queostomía tomando en consideración la presencia de los siguientes factores: • E l estudio de los predictores del resultado del destete es de índole orien­
tadora.
• el compromiso del sensorio dificulta la competencia de la vía aérea superior • Su evaluación permite
• la relación capacidad tusígena/volumen de secreciones es desfavorable I - conocer los factores involucrados en la dependencia al ventilador
• hay evidencia de obstrucción importante de la vía aérea superior i - procurar corregir las anormalidades presentes
• la auto-PEEP y el aumento de las Raw dificultan el manejo 1 • L a P V E es el mejor predictor del resultado del destete yconstituye la
• el paciente ha requerido una o más reintubaciones 1
herramienta fundamental para la adopción de lasconductas sobre el
paciente.

C O N C E P T O S C LA V E
Técnicas para el destete
• T T diario.
• T T repetido y progresivo.
Epidem iología del destete
• PSV .
• Un tercio de los pacientes internados en U T I presentan dificultades para • V N I posextubación -preventiva y temprana- para pacientes de riesgo.
salir del ventilador.
• En los enfermos que cumplen los criterios de destete, la tasa de reintu- L a S IM V prolonga el proceso de destete.
bación es del 3 al 20%.
La V N I para el tratamiento del fallo ventilatorio instalado posextubación
• Es un problema de envergadura en términos de morbi-mortalidad, du tiene riesgos.
ción del período de V M y de internación en la U T I, con su consecuenc! Las técnicas de “ bucle cerrado” resultan promisorias.
sobre los costos de la asistencia.

Reconocim iento del fallo del destete


Fisiopatología de la dependencia al ventilador y del destete • Los criterios para evaluar la tolerancia durante la prueba son el patrón
• Fenómeno m ulticausal que involucra principalmente el balance capaci­ respiratorio, la adecuación del intercambio gaseoso, la estabilidad hemo­
dad/carga de la bomba.
dinám ica y el bienestar subjetivo.
• L a capacidad de la bomba obedece de las condiciones neuromusculares. • M ás que la aparición de los signos que denotan intolerancia a la P V E ,
habrá de ser valorada la persistencia de ellos durante algunos minutos.
368 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 369

Condiciones:
• Se debe evitar la prolongación de una P V E no tolerada para evitar la lall - causa de VM resuelta o mejorada Postergar el
ga muscular. - estabilidad clínica intento de
- sin fármacos vasoactivos o baja dosis desconexión
• En pacientes con reserva respiratoria marginal, se pueden admitir d c J
viaciones de los parámetros respiratorios si la tolerancia cardiovascular!
T de la VM

ry i
es aceptable.
Diariamente Reevaluar
\L - suspender la sedación a diario
Corrección de factores involucrados en el fallo del destete I - evaluar la función respiratoria
• E l manejo del problema requiere un programa de acción y una aclilud P a 0 2/Fi02 > 150-200 No cumple
activa del equipo tratante. P E E P <5-7 cm H20 criterios
f/Vt <130
• Los tactores más frecuentemente involucrados son los relacionados
la relación capacidad/carga de la bomba ventilatoria
• Tener en cuenta los factores cardiovasculares, que a menudo no aparecen
c o j
x
Cumple criterios
como evidentes.
X
Realizar P V E :
Protocolos de destete f l TT o P S V (7-8 cmH20 ) durante 30-120 min

La aplicación de normas definidas ha demostrado que el destete se abrevia I


cuando: T Mantener
Sin signos de 5 Presenta signos
l± en
• En pacientes estabilizados, es interrumpida la sedación a diario y es rer- intolerancia de intolerancia Sospecha de
(destete difícil) reposo
(destete fácil) falla de bomba
valuada la necesidad de mantener la V M .
y/o isquemia
• Cumplidas las condiciones para el destete, los pacientes son sometidos a I miocárdica
la PV E.
9 Evaluación Retiro progresivo de la v f ^ :
descenso progresivo PSV
Condiciones para la extubación V favorable de:
PVE o períodos de TT.
- sensorio Sí
L a evaluación de la extubación tiene aspectos propios que la individualizan - relación entre
(120 min) Optimizar:
tolerada - situación clínica
de la desconexión al ventilador. capacidad
- condiciones respiratorias
tusígena /
volumen de
• Sensorio “ suficiente” . ¡H secreciones A| ustar medicación:
Extubar di uréticos - NTG -
• Competencia para la protección de la vía aérea contra la aspiración. /ARA
l^ CA
10
• Relación capacidad tusígena/volumen de secreciones. En EPO C , insuficiencia cardíaca y
weaning difícil: considerar VNI
• Ausencia de obstrucción de la vía aérea superior. ffl profiláctica post-extubación
A b re via tu ra s

Traqueostomía l] í: frecuencia respiratoria


IE C A : inhibidores de la enzim a convertidora de angiotensina
ARA: antagonistas d e receptores d e la agiotensina
• Se debe indicar cuando se evalúa que los beneficios superan a los riesgos. N T G : nitroglicerina
TT: tubo e n T
• ara facilitar el destete, se considerará la realización de la traqueostomía
cuando están presentes algunos de los factores que pueden incidir en el F ig . 13-3 Algoritm o de desconexión de la VM.
fallo y que el procedimiento se puede resolver.

estas condiciones -no consideradas de manera rígida- se debe ¡ntentar 'a des­
A PÉN D IC E
conexión de la V M .
Una vez cumplidas las condiciones previas, la primera m edida es interrumpir
Algoritm o de desconexión de la V M (véase fig. 13-3)
la sedación durante algunas horas diariamente y evaluarlo*s Parámetros de fun­
• L a primera pregunta a responder para iniciar el proceso de desconexión de I ción pulmonar. Si bien estos parámetros tienen una capac 'dad predictiva lim i­
V M es si el paciente reúne las condiciones para ello. Si el paciente cump tada, permiten detectar los pacientes que pueden ser som etí'd°s a una P V E . Los
370 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
S u s p e n s ió n d e l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 371

protocolos de suspensión diaria de la sedación y valoración de criterios (Pemax > 30-60 cm HO:. el flujo máximo (flujo pico) de la tos > 60 L/min),
tivos contribuyen a identificar a los pacientes que pueden prescindir de la el volumen de las secreciones y el nivel de conciencia (4 órdenes sencillas).
• S i no se cumplen las condiciones clínicas o los criterios de función resp.rnfl Cuando quedan dudas acerca del manejo adecuado de la vía aérea en el
na. el paciente debe continuar bajo V M y se lo debe reevaluar diariamente, paciente capaz de respirar sin ventilador, se puede demorar la decisión de
• S i el paciente cum ple los criterios se inicia una P V E con T T o con PSV extubarlo o -en los casos en que corresponda- realizar una traqueostomía.
7-8 cm H ,0. *
• E l uso de V N I en forma preventiva, iniciándola inmediatamente después de la
La prueba puede durar de 30 a 120 minutos. En general, se prefiere la p; extubación. debe ser considerada en los pacientes con riesgo de desarrollar
corta, pero en el destete dificultoso, la P V E prolongada aporta mayor s c u i i i Ñ insuficiencia respiratoria post extubación: edad mayor a 65 años, fallo cardía­
dad para determinar la extubación. co (antecedente o presencia actual), otra comorbilidad. A P A C H E I I al día de
• Se consideran criterios de intolerancia a la P V E : disminución de la saturan..„ la extubación mayor de 12. tos débil, fallo de extubación previo, fallo de P V E
de O , a < 90% . aumento de PaCO ; en más de 10 mm Hg. disminución d e l n|| previas. PaCO : > de 45 mm Hg post 30-60 minutos de la extubación. intuba­
superior a 0 , 10, aumento de la frecuencia ventilatoria por encima de 35 c ic lo l ción dificultosa.
min, trecuencia cardíaca > 130 latidos/min o aumento de la frecuencia c u rtir]
a en más de un 20% de la frecuencia basal, presión arterial sistólica > de IMIlj
o < 90 mm Hg o aumento en más del 20% de la presión basal. agitación, lia». K IB L IO G R A FIA
tomos del sensorio, diaforesis, ansiedad, uso excesivo de músculos accesorio»,!
respiración paradójica, empeoramiento de la relación frecuencia/VT. La apmi Apezteguia C. Rios F. Pezzola E. Tracheostomy in Patients with Respiratory Failure
cion y persistencia de estos signos durante la P V E , en especial los cardioviJ Receiving Mechanical Ventilation: How. When. and for Whom ? En: Esteban A. An­
culares. indican el fallo de la prueba. zuelo A. Cook D J, editors. Update in Intensive Care Medicine: Evidence-Based
Management of Patients with Respiratory Failure. Berlin: Springer Verlag; 2004. pp.
• Ante el fallo de una P V E y luego de reconectado al respirador en un modo
I 21-34.
ventilatorio no fatigante, es conveniente que el paciente permanezca en rcp<J
Apezteguia C. Rios FG . Villarejo F. Discontinuación de la Ventilación Mecánica y
so por 24 hs para intentar una nueva prueba.
Extubación. En: Hurtado J. Santos Cristina, editores. Medicina Intensiva Respiratoria.
• En pacientes predispuestos, los cambios fisiológicos que se producen del paso Montevideo: Editorial Oficina del Libro FEFM UR;2005.
de V M a ventilación espontánea generan un aumento de la demanda para d Boles JM . Bion J. Connors A. et al. Statement of the Sixth International Consensus
aparato cardiovascular que pueden desencadenar insuficiencia cardíaca y/o Conference on Intensive Care Medicine organised jointly by the European
isquemia miocárdica, con fallo del intento de destete. ■ Respiratory Society. the American Thoracic Society. the European Society of
Se debe sospechar tallo de origen cardiovascular en pacientes con anteceden Intensive Care Medicine, the Society of Critical Care Medicine and the Société de
tes de insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica. E P O C o intentos fallido* Réanimation de Langue Fran^aise. Weaning from mechanical ventilation. Eur Respir
de desconexión sin causa aparente. También genera sospecha que inmediata J 2007;29:1033-56.
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mente de desconectados comiencen con broncoespasmo, taquicardia, HTA o!
como estrategia de desconexión para adultos intubados con insuficiencia respiratoria.
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Disponible en: http://www.update-software.com.
S i se presume la presencia del cuadro: ajustar la medicación, eventualmenir Esteban A. Ferguson ND. Meade M O. et al. For the V E N T IL A Group. Evolution of
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• En los pacientes con weaning d ifícil se deben intentar ensayos diarios de T I Esteban A. Frutos Vivar F. Ferguson ND. et al. Noninvasive Positive-Pressure Venti­
o PSV , debiendo ser más precavidos a la hora de decidir la extubación. Se pro­ lation for Respiratory Failure after Extubation. N Eng J Med 2004;350:2452-60.
curara optimizar la situación clínica (infección, desequilibrios metabólicos Ferrer M . Valencia M. Nicolás JM . et al. Early Noninvasive Ventilation Averts Ex­
anemia, etc.) y respiratoria (Raw , Crs, auto-PEEP. etc.). Se puede intentar d tubation Failure in Patients at Risk. A Randomized Trial. Am J Respir Crit Care Med
retiro progresivo del soporte ventilatorio (descenso progresivo de P S V o perio 2006;173:164-70.
Frutos Vivar F. Esteban A. Desconexión de la ventilación mecánica. En Sociedad Argen­
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umbral de fatiga. tina de Terapia Intensiva. Terapia Intensiva. 4a ed. Buenos Aires: Editorial Médica Pa­
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• Cumplido un proceso exitoso de desconexión de la ventilación, se debe eva­
Frutos Vivar F. Ferguson ND. Esteban A, et al. Risk factors for extubation failure in
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372 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a

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lacion Mecánica No Invasiva. Bogotá: Distribuna; 2008. pp. 119-35. respiratoria crónica, en un conocimiento más detallado de las complicaciones aso­
ciadas a la utilización de la ventilación mecánica (V M ) convencional y la elevada
morbimortalidad de algunos grupos de enfermos críticos con las estrategias habi­
tuales de soporte respiratorio. Durante los últimos años han sido publicados múlti­
ples estudios que avalan claramente su empleo en ciertos grupos de pacientes con
fallo respiratorio grave como herramienta terapéutica de primera línea. Sin embar­
go, es importante poder identificar en la práctica diaria a los pacientes que podrían
beneficiarse con este tipo de apoyo ventilatorio, como también reconocer sus lim i­
taciones y las complicaciones asociadas a su uso. Por otra parte, es necesario adqui­
rir un razonable conocimiento de los diversos tipos de interfaces, dispositivos de
ventilación y modalidades actualmente disponibles para una mejor implementación
de esta técnica.
Cabe destacar que distintos estudios epidemiológicos revelan la necesidad de
d ifund ir la enseñanza y el papel de la V N I. Así, un estudio realizado en 264 hos­
pitales del Reino Unido (Doherty M J y Greenstone MA, 1998) en enfermos con rea­
gudización de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (E P O C ) reveló que la V N I
estaba solamente disponible en un 48% de las instituciones y que en el 68% de estas
374 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 37 5

últimas se atendían menos de 20 pacientes por año. Los resultados obtenidos II (O N T E N ID O S


ron a sus autores a postular que existía una subutilización de la V N I en aqu« II*
sitios con capacidad de implementarla. Ventajas de la ventilación no invasiva
Varios años después, el problema de la su utilización persiste, aun en centros Selección de pacientes
desarrollados, como se desprende de una encuesta sobre el uso de V N I en 71 li. Interfaces y accesorios
pítales del área de Massachussets y Rhode Island (Maheshwari y cois.), que un I I tispositivos
yen 14.620 camas y 1.176 camas de unidades de terapia intensiva (U T I) (,M Implementación de la V N I
hospitales universitarios). La V N I fue utilizada sólo en el 3 0 % de los pacioM ( (implicaciones e inconvenientes de la V N I
como primer método de soporte ventilatorio en el EP O C y en el edema agudo ti ( i iterios predictores de éxito
pulmón cardiogénico (E A P ), las dos principales indicaciones de la técní Insuficiencia respiratoria aguda por enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Sorprendentemente, dadas las características del lugar de la encuesta, los ciui Insuficiencia respiratoria aguda hipoxémica
motivos principales esgrimidos para la no implementación fueron: falta de cono* I inpleo durante la liberación de V M y para evitar la reintubación
miento por los médicos, equipo de kinesiología con inadecuado entrenamiento,
equipamiento no apropiado y falta de experiencia con el método.
Asimismo, otra justificación para la amplia enseñanza de la V N I está fundada 0M
que los resultados obtenidos en la práctica clínica diaria son consistentes con lm V EN T A JA S DE LA V E N T IL A C IÓ N N O IN V A SIV A
obtenidos en los ensayos clínicos, al menos en los pacientes con EP O C y EA P, nuil
que no es así en el fallo respiratorio hipoxémico (no E A P ), en la cual los resultado* I E l empleo de la V N I presenta varias ventajas reconocidas sobre la ventilación
de la práctica clínica son menores (Schettino y cois., 2008). mecánica convencional, aunque no todas ellas se extrapolan necesariamente a
Si bien la V N I puede ser utilizada bajo modalidades de presión negativa como todo tipo de paciente con insuficiencia respiratoria aguda:
positiva, esta última es por lejos la más utilizada en la práctica diaria, aun más on
los casos clínicos críticos, dentro del ámbito hospitalario, y resulta por lo tanto ln • Se asocia a un riesgo menor de infecciones nosocomiales, en especial de la
técnica a la que nos referiremos en este capítulo. neumonía asociada a la V M .
Se denomina ventilación no invasiva a presión positiva (V N I) a cu a lq u ie r • Acorta la duración de la V M y la estadía en U T I de cierto grupo de pacien­
forma de soporte ventilatorio aplicado sin el uso del tubo endotraqueal, e incluye ln tes. En algunas poblaciones su empleo conlleva una menor m ortalidad.
presión positiva continua en la vía aérea (C P A P ). la presión de soporte (P S V ). I.i • Evita el uso de sedación profunda y relajación muscular.
ventilación controlada por presión o volumen (P C V /V C V ), y puede asociarse con • Conserva el habla y los reflejos deglutorios, con preservación de los mecanismos
una mezcla gaseosa de helio y oxígeno (H éliox). de defensa de la vía aérea.
• No induce lesiones de la vía aérea superior.
• E l inicio y la retirada del soporte ventilatorio son más flexibles.
O B JE T IV O S

• Reconocer a la V N I como una estrategia alternativa o sustitutiva a la tera­ S E L E C C IÓ N DE PA C IEN T ES


péutica convencional.
• Identificar correctamente los subgrupos de pacientes con fallo respiratorio La V N I en la U T I no debe ser utilizada en forma indiscriminada; por el contra­
que potencialmente pueden beneficiarse con la V N I. rio, una adecuada selección de los enfermos es una condición fundamental para
• Fam iliarizarse con las distintas interfaces y dispositivos que permiten la el éxito de esta técnica. Debemos considerar que un paciente con un grado leve de
aplicación de la V N I, como también reconocer sus ventajas y desventajas insuficiencia respiratoria no necesita V N I. En el otro extremo, los pacientes con un
relativas. grave deterioro, insuficiencia respiratoria aguda grave y contraindicaciones para
• Conocer los principales inconvenientes y complicaciones derivados de su V N I, deben ser intubados de inmediato.
empleo. En líneas generales, habrán de beneficiarse los casos de:
• Revisar los principales estudios que proporcionan la evidencia científica
sobre la cual se basa su implementación en la práctica cotidiana. • Insuficiencia respiratoria moderada o grave.
• Expectativa de resolución en el corto plazo.
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 377
376 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

• Subgrupos específicos de enfermos (p. ej., pacientes con exacerbación aguda tjfl Otras interfaces
E P O C o inmunodeprimidos).
M áscara fa c ia l total (fig . 14-1): máscara que toma el rostro completo (sim ilar al
De la misma forma, ante falta de una respuesta rápida y clínicam ente siunflJ Olisco que utilizan los arqueros de hockey o los protectores plásticos de los jugado­
ficativa, la insistencia en el empleo de la V N I im plica un retraso perjudicial i'l| res de baloncesto), con doble puerto espiratorio incorporado a esta para facilitarría
el inicio de la V M invasiva. eliminación de C O „ dado su elevado espacio muerto (1.680 m L sin colocar). Se ij
Las siguientes circunstancias constituyen contraindicaciones a la V N I: al rostro mediante una doble cincha con velero en sus extremos.

• Paro cardíaco o respiratorio.


■ Su principal ventaja es que, a pesar de tener un tamaño único, por su configura­
ción se adapta a las distintas características faciales, lo que minimiza las posibili
• Deterioro del sensorio, incapacidad de proteger la vía aérea y alto riesgo de ospll iludes de fugas aéreas. . . . . ...
ración. Es importante destacar como excepción que algunos pacientes con cxM A l tener una válvula antiasfixia y un puerto exhalatono incorporado, esta desti­
cerbación de E P O C y deterioro no grave del estado de conciencia por naivim ll nada a ser utilizada preferentemente en ventiladores de flujo continuo, aunque en
hipercápnica, podrían beneficiarse de un ensayo altam ente controlado de V N IJ C ie rto s casos se podría sellar el puerto exhalatono y utilizarlas con control adecua­
• Cantidad excesiva de secreciones, de d ifícil elim inación por parte del pacienio do en ventiladores de terapia intensiva. Actualmente, la existencia de mascaras
• Inestabilidad cardiovascular: faciales de buen diseño, de uso exclusivo para ventiladores invasivos, haría innece­
- Isquemia m iocárdica aguda. saria esta m odificación. .
- Arritm ia ventricular grave. Helm et (casco) (fig . 14-2 A y 11): sistema semejante a una burbuja que envuelve
- Shock. toda la cabeza del paciente. Es transparente, de látex sin P V C y permite ver, hablar
• Hemorragia digestiva alta grave.
• Traumatismo o cirugía facial reciente. y s Íf ija en las axilas mediante cintas que se sujetan a un aro en la base del casco.
• Cirugía de tracto digestivo superior reciente. S, bien existen en el mercado dos modelos, C P A P y V N I, ambos son útiles para
V N I, p e r o e l ú ltim o e s a p to p a r a el u s o c o n PSV .
E l modelo V N I tiene cuatro tamaños (tres para adultos y uno pediátrico), con una
IN T ER FA C ES Y A C C E S O R IO S rama de entrada de flujo inspiratorio y una válvula exhalatoria.
1 E l casco posee también dos orificios conectores obturados que permiten el pasa-
je de tubos de 3,5 a 6.5 mm de diámetro externo, lo que puede ser usado para la
Una interfaz ideal debería contar con las siguientes características:
colocación de una sonda nasogástrica o tubos para que el paciente succione y se a fi­
• Bajo peso. niente o hidrate, o para realizar procedimientos (fibrobroncoscopia). E l o rifico
• Menor espacio muerto. posee una especie de anillo obturador que impide la fuga de aire.
• Fácil adaptación.
• Transparencia adecuada.
• Diferentes tamaños.

Existen dos tipos básicos de interfaces: faciales y nasales y otros modelos es


ciales. Respecto de las dos primeras, las características básicas son:

• La m áscara facial u oronasal permite aportar mayores presiones con men


volumen de fuga, requiere una menor cooperación del paciente y permite la res
piración bucal. Sin embargo, también es menos confortable, impide la comunica
ción oral y lim ita la ingesta. E s la indicada en la gran m ayoría de los pacientes
críticos.
• La m áscara nasal requiere permeabilidad de la nariz y cierre de la boca para
minimizar la fuga de aire, por lo que es mejor tolerada por los pacientes con pato­
logía crónica no descompensada. Fig. 14-1. Máscara facial total.
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 379
378 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ec á n k a

i.il y que con un ventilador invasivo. Sin embargo, este retraso era minimizado
con mayores niveles de P E E P (de 4 a 8 cm H ;0 ). E l producto presión/tiempo de la
, ,c inicial de la inspiración fue asimismo mejor con helmet debido a que actúa
mo una cámara de reservorio de gas que puede ser utilizado por el paciente
durante el comienzo de la inspiración (M oerer y cois.).
I Por últim o, en virtud del elevado espacio muerto que cuenta (aproximadamente
I ’ litros y 2,5 litros colocado en el paciente), se precisa un sistema de alto llu jo
L> 40 L/m in) para el adecuado lavado de CO ,. Este alto flujo puede generar además.
„n nivel de ruidos superior a 100 d B. que pueden aturdir al paciente. (Tonnelier JM .
K)3). Cuando se utiliza el helmet diseñado para C PA P. el gas puede aportarse

E cdiante ventiladores de terapia intensiva o sistemas de flujo continuo.


Varios modelos de helmet, con diferentes diseños y materiales se encuentran dis­
ponibles en el mercado para uso clínico. L a sincronía paciente-ventilador parece no
»cr igual para todos los tipos de helm et disponibles, por lo que se aconseja precau­
ción en los modelos seleccionados para uso clínico (Costa y cois., 2008).
Resum en de interfaces : la elección de una adecuada interfaz puede hacer que el
soporte ventilatorio sea exitoso o no, y si bien no existe una evidencia definitiva, la
experiencia clínica sugiere el empleo de las m áscaras faciales (oronasales) en los
• m e n ir a tn r ia v io u r h i Í r i l í u l r o 14 - 1 )

A ccesorios

• H u m id ificación y calentam iento de gases: pocos ensayos han sido realizados


sobre la hum idificación en V N I. Cuando se emplean ventiladores convencionales
de cuidados críticos, si bien no se produce un bypass de la vía aérea superior, el
aporte de gases secos inspirados puede sobrepasar la capacidad de humiditica-
ción de ésta, en particular con la respiración bucal y altos flujos inspiratorios.
También las fugas orales pueden ser de especial im portancia en tanto provocan
un flujo nasal inspiratorio unidireccional y una desecación progresiva de la muco­
F ig . 14-2A y B . D os m odelos de helm ets (cascos). sa nasal. Estudios recientes (Lellouche y cois., 2002; Jaber y cois., 2002) han
comparado el empleo de hum idificadores calentados (heated hum idifiers, H H )
con intercambiadores de calor y humedad (heat and m oisture exchangers, H M E )
y objetivaron un incremento de la ventilación minuto a igual, o incluso mayor,
Esta interfaz es bien tolerada, tiene un sistema de fijación con bajo riesgo de pro
presión arterial de dióxido de carbono (P a C O J por incremento del espacio muer­
ducir lesiones cutáneas y, a diferencia de las máscaras faciales, puede aplicarse en
to con los H M E , en particular en los pacientes hipercápnicos. Se observaron
cualquier paciente sin tener en cuenta el contorno facial.
incrementos del trabajo de respiración e índices de esfuerzo del paciente; esto
La mejoría en el intercambio gaseoso no difiere de la que se obtiene con más
ras oronasales. puede conspirar contra la eficiencia de la V N I.
. A erosoles : L a adm inistración de salbutamol mediante inhaladores de dosis
En estudios clínicos, Antonelli y cois. (2002) encontraron una mejor evolucii
medida durante la V N I de pacientes con E P O C estables produce una considera­
clín ica y tolerancia con el helm et comparado con la máscara oronasal en cuadros dc
ble broncodilatación (N ava y cois., 2001). L a nebulización de fármacos en sis­
insuficiencia respiratoria hipoxémica, bajo modalidad de P S V + presión positiva dc
fin de espiración (P E E P ). temas de presión binivelada con circuitos de flujo continuo puede realizarse sin
m odificaciones de las presiones aplicadas; en los ventiladores con circuitos pro­
Uno de los cuestionamientos al uso del helm et es que debido a sus característi
vistos de válvulas de exhalación debe realizarse con precaución (Shonhoter,
cas, podría derivar en un retraso en el ciclado y en el gatillado. En un estudio en
modelo de pulmón, se observó un mayor retraso al gatillado que con la máscara 2002).
380 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 381

C u ad ro 14-1. Interfaces; máscaras para VNI E l ventilador ideal para aplicar V N I en servicios de terapia intensiva debe cum­
plir con las siguientes características:
Máscara Ventajas Desventajas
• Proporcionar una fracción inspirada de oxígeno (F IO ,) precisa y estable.
Nasal Menor espacio muerto Fuga por la boca
• Lograr una adecuada monitorización del paciente y del ventilador, indicada en
Permite la ingesta oral Menor efectividad en caso de «
Permite el habla trucción nasal valores y gráficos.
Facilita la expectoración Mayor resistencia a través del • Tener al menos alarmas de desconexión, de frecuencia respiratoria, de presión y
Menor riesgo de aspiración pasaje nasal de volumen.
Mayor facilidad para sellar y Irritación nasal y rinorrea • Disponer de pantallas con gráficos.
asegurar • Modo de compensación de fugas.
• Posibilidad de diferentes modos ventilatorios para ventilación invasiva y V N I.
Facial Requiere menor cooperación Mayor espacio muerto
Indicada en fallo ventilatorio • Fácil acceso a ventilación invasiva.
Más difícil de sellar 1
agudo (respiradores bucales) Mayor riesgo de aspiración • Ciclado por presión y por flujo.
Menor fuga Eventual asfixia ante un mal Iu n • Contar con baterías internas.
cionamiento del ventilador
Mayor riesgo de lesión facial Presión positiva continua en la vía aérea (C PA P)
Máscara Mejor adaptación al contorno de Mayor espacio muerto con reía Con CPAP. un cierto valor de presión positiva es aplicada en forma continua a
facial total la cara ción a otras máscaras
través del ciclo ventilatorio, tanto en inspiración como en espiración. Las presiones
Menores fugas Puede haber claustrofobia con
Mayor confort comúnmente usadas para C PA P a pacientes con fallo respiratorio agudo son de 5 a
más frecuencia
Mayor volumen corriente 10 cm H O; presiones > 15 cm H ,0 rara vez son empleadas o toleradas.
Más eliminación de CO, L a C P A P no es un verdadero modo de ventilación mecánica debido a que no
Menor incidencia de lesiones asiste de m anera activa la inspiración. Es electiva sólo si el paciente respira
sobre el tabique nasal y los espontáneamente; en consecuencia, no provee ventilación si desarrolla apnea.
surcos
L a C P A P increm enta la capacidad residual funcional (C R F ) con una dis­
m inución del cortocircuito (shunt) intrapulm onar y una m ejoría de la oxige­
Helmet Menores fugas Elevado espacio muerto con relu
(casco) Buen sistema de fijación nación; asimismo, el aumento de la C R F dism inuye el trabajo respiratorio al
ción a las otras interfaces
Menor incidencia de lesiones Alta intensidad de ruidos reducir la elastancia del sistema. E l uso de C PA P ha demostrado ser eficaz en el
sobre el tabique nasal y los Alteraciones en el ciclado-gatiIl.i fallo respiratorio hipóxico secundario a edema agudo de pulmón cardiogénico, y
surcos do del ventilador su empleo reduce de manera significativa la carga inspiratoria por el reemplazo de
Similares beneficios a niveles Mayor frecuencia de claustrofohm la auto-PEEP en sujetos con EPO C . Cabe destacar que se observó que su empleo
clínico y ventilatorio
en pacientes con insuficiencia respiratoria hipoxémica no hipercápnica (con una
mayor lesión pulmonar aguda) no redujo la necesidad de intubación, la mortalidad
o la duración de internación hospitalaria con un número más elevado de efectos
D IS P O S IT IV O S adversos en pacientes tratados con C PA P con relación a tratamiento estándar
(Delclaux y cois., 2000). Sin embargo, la utilización de C PA P a través del helmet
La V N I ha sido utilizada con éxito con diferentes tipos de ventiladores, ya sean generaría una sim ilar mejoría en los signos vitales, con igual tasa de intubación y
microprocesados propios de cuidado intensivo o modelos portátiles. Para uso cu mortalidad, con una reducción de las complicaciones cuando se lo compara con la
terapia intensiva, podría considerarse como más razonable la aplicación de V N I poi máscara oronasal y usando P S V como modo ventilatorio (Tonnelier y cois., 2003).
medio de los ventiladores de cuidados críticos, dada la presencia de interfaces gra
fícas y múltiples alarmas. Los dispositivos de flujo continuo también pueden utili Modelos portátiles de presión binivelada
zarse aunque deberían preferirse aquellos que tengan ventilación de respaldo,
alarm as, interfaces gráficas y la posibilidad de conocer la concentración de Estos equipos, diseñados originalmente para la ventilación dom iciliaria, son
oxígeno aportada generadores de flujo variable, circunstancia que permite un control independien-
382 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 383

te de presión inspiratoria y espiratoria (IP A P y E P A P respectivamente) y la capnclJ Máscara


dad de compensar fugas de aire.
Cuando están programados en modo espontáneo, la unidad gatilla de EPA P h
IP A P (se inicia la asistencia inspiratoria) una vez que el flujo inspiratorio di I
paciente alcanza un nivel predeterminado (gatillo o trigger inspiratorio por lhi|o||]
alternativamente puede programarse una frecuencia respiratoria a la máquina (g iid
liado por tiempo).
E l nivel de IP A P programado se sostiene para retornar a E P A P cuando: I ) el Ilu|il
inspiratorio disminuye por debajo de un nivel umbral predeterminado; 2 ) es deloOd 1
tado un esfuerzo activo espiratorio; 3) ha transcurrido un tiempo prefijado en ln«
ciclos gatiliados por tiempo, y 4) IP A P se ha mantenido durante más de 3 segundo*
sin que haya ocurrido una señal para la espiración. Este último se constituye en un
mecanismo de seguridad debido a que cuando hay una pérdida de aire y no se alcnil* Máscara
za el nivel de presurización deseado, el tiempo inspiratorio podría prolongarse do
manera indefinida.
Algunos modelos permiten ajustar la pendiente de presurización a IP A P (rlm
tim e), regular la señal de flujo para el ciclado a E P A P (sensibilidad del trigger c sp ll
ratorio) y la duración de la inspiración.
Algunos estudios en modelos pulmonares han demostrado que la mayoría di' l<
sistemas de presión binivelada son capaces de responder a altas demandas ventila
torias e incluso superar a los ventiladores convencionales de cuidado c rític o
(Bunpuraphong y cois., 1997), aunque debemos reconocer que la mejoría tecnojn
gica de los ventiladores de cuidados críticos microprocesados harían necesaria*
nuevas evaluaciones comparativas. Flujo liberado
Estos sistemas presentan el potencial de reinhalación de C O , en virtud de hi
lig . 14-3. A . sistema de presión binivelada durante IPA P. B . ingreso de parte del gas exhalado a
ausencia de una válvula de exhalación aislada y el empleo de tubuladura únlcu
la tubuladura única con el empleo de bajos valores de E P A P condicionando rein h alació n de C O ,
(fig. 14-3), circunstancia que podría aumentar el trabajo respiratorio de los pación* durante la siguiente inspiración. Se destacan los sitios potenciales de adm inistración de oxígeno
tes hipercápnicos debido al incremento de la ventilación del espacio muerto. distal y medial (basada en Thys F y cois. (2002) y Ferguson GT 1995).
Es posible demostrar la reinhalación del CO, tanto en sujetos normales como on
pacientes bajo las condiciones usuales, y puede elim inarse mediante el empleo de
válvulas de no reinhalación o el uso de E P A P > 4 cm H ,0 . || reducir la acumulación de CO, en el circuito sin agravar la hiperinsuflación diná­
Lotaso y cois. (1995) compararon el empleo de presiones inspiratorias a travé* mica.
de vías aéreas artificiales por un sistema de presión binivelada con su válvula con Dos limitaciones adicionales importantes de la mayoría de las unidades de pre­
vencional y una válvula de no reinhalación, y con los ventiladores habituales tic sión binivelada portátiles son la im posibilidad de proporcionar F IO , elevadas,
PSV. Se estudiaron pacientes con EPO C , dependientes de V M , intubados o traque estables y precisas, como también la ausencia de suficientes alarm as y monito­
ostomizados, con niveles de presiones espiratorias < 2 cm H ,0 . Con relación a Ion res, aunque han sido introducidos en el mercado modelos más avanzados que supe­
otros métodos, la utilización de una presión binivelada con su válvula convencion.il ran estas desventajas. En un estudio reciente (Thys y cois., 2002) se valoró la FIO ,
resultó en cifras sim ilares de gases arteriales pero requirió valores más eleva final obtenida de acuerdo con el sitio de inyección de oxígeno al sistema, la tasa de
dos de ventilación minuto (en virtud de un incremento del volumen corriente, V ), flujo de oxígeno empleada y el nivel de IP A P utilizada. E l punto de administración
sin un cambio significativo de la frecuencia (f). Estos cambios del patrón ventila 1 fue designado como proximal (a la salida de la máquina), medial (antes del puerto
rio se acompañaron de un aumento del trabajo respiratorio. de exhalación) y distal (inmediatamente antes de la máscara). E l estudio demostró
Es recomendable el empleo de modalidades y estrategias que minimicen la p que con la inyección medial, la F IO , obtenida fue m ayor a todos los niveles de
sibilidad de reinhalación. En tanto la auto-PEEP en pacientes con exacerbad flujo de oxígeno e IP A P empleados; la administración de oxígeno más cerca del
de EP O C es en promedio 6 a 7 cm H.O, el empleo de 5 cm H ,0 de E P A P pue paciente o de la máquina resultó en cifras menores. La FIO , también se modificó
384 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 385

C u a d ro 14-2. In flu en cia de la IP A P y tasa de flu jo de O , sobre la F IO , en In luspiratoria. E l empleo concomitante de la P E E P permite incrementar los volúme­
lo calizació n de inyección m edial nes pulmonares teleespiratorios y mejorar la oxigenación en sujetos con insuficien­
cia respiratoria hipoxémica. En los pacientes con hiperinsuflación dinámica por
Flujo
limitación al flujo espiratorio, la aplicación de P E E P para contrabalancear la auto-
de oxígeno
(L.m in ') l ’E E P permite reducciones de la carga ¡nspiratoria umbral y del esfuerzo muscular
IP A P 2 IP A P 8 IP A P 12 IP A P 16 ip a p :o
respiratorio.
0 19 20 21 21
Ventilación controlada p o r volum en, V C V (lim itada p o r flu jo , ciclada p o r volu­
21 I
2 26 24 22 22 22 m en): de acuerdo con varios estudios, la V C V y la P S V pueden proveer similares
4 31 28 29 26 23 resultados clínicos respecto del éxito o la im posibilidad para evitar la intuba­
6 38 32 33 30 26 ción en los pacientes con exacerbación aguda de E P O C . No obstante, hay dife­
8 45 36 32 32 30 rencias importantes a considerar entre ambas modalidades. La V C V puede aportar
10 53 40 38 35 35 ventajas adicionales en pacientes con bajo impulso (d rive) respiratorio y asegurar el
12 63 44 41 38 37
14 65 47 volumen en situaciones de impedancia respiratoria cambiante. En V C V , debido a
44 42 39
16 67 52 48 43 45 I que las presiones pico sobre la máscara no son limitadas, se puede favorecer las
fugas de aire, la distensión gástrica y las úlceras de presión. La P S V puede com­
Datos de: Thys F. et al. Detcrmmants o! FIO , with oxygen supplementalion in noninvasive two-level positivo p ic s n u if
ventilation. Eur Respir J 2002;19:653-7. pensar mejor las pérdidas a través de la máscara, pero el volumen que aporta no es
fiable y cambia en casos de mecánica respiratoria variable, especialmente en la falla
aguda del EPO C . Por otro lado, la P S V idealmente otorga al paciente el control de
la frecuencia respiratoria y la duración de la inspiración, con una mejor interacción
con los niveles de IPA P. por lo que fue d ifícil alcanzar valores > 35% con cifras d* paciente-ventilador y mayor confort. En cuanto a los efectos fisiológicos, G irault y
16 a 20 cm H ,0 a menos que se utilicen altos flujos de oxígeno (cuadro 14-2), I cois. (1997) observaron en un grupo de pacientes con exacerbación de EPO C , que
tanto la V C V como la P S V producen reposo muscular y sim ilar mejoría del patrón
Ventiladores convencionales de cuidados críticos respiratorio y del intercambio gaseoso. Estos efectos fueron obtenidos con un
menor trabajo inspiratorio para V C V pero a expensas de un mayor disconfort.
Todos los ventiladores microprocesados habitualmente utilizados en las unidadv Debido a que el confort sería importante para la aceptación por parte del paciente,
de cuidado crítico pueden ser empleados para proporcionar V N I. Ofrecen las ven parecería lógico iniciar la P S V para la asistencia no invasiva del fallo respiratorio,
tajas de disponer de un sistema completo de alarmas, permiten una monitorizaciót! aunque debería utilizarse con cuidado en pacientes con drive o mecánica respirato­
completa y la capacidad de proveer una F IO , conocida y fiable. La asistencia respi ria inestables.
ratoria con estos equipos puede efectuarse por medio de modos lim itados por pre­
sión así como por la ventilación controlada por volumen. Nuevas estrategias
M odos lim itados p o r presión: tanto la ventilación controlada por presión, la PC'V
(lim itada por presión, ciclada por tiempo), como la ventilación con presión de V entilación asistida pro p o rcional (PAV): considerable interés ha despertado el
soporte. P S V (lim itada por presión, ciclada por flujo) se encuentran disponibles en empleo de la PAV. Éste es un modo ventilatorio que analiza estrictam ente el
la mayoría de los ventiladores modernos. L a ventilación con presión de soporte patrón respiratorio del paciente, evaluando señales de flu jo y volum en e inte­
ha sido exitosamente utilizada en numerosos estudios de V N I, en sujetos con grándolas en una señal compuesta (asistencia proporcional) que se puede
insuficiencia respiratoria hipoxémica y/o hipercápnica aguda. La aplicación de ajustar en “ proporción” al esfuerzo del paciente, analizando el trabajo resis­
presión de soporte por máscara se asocia a una reducción de la actividad diafrag- tivo y elástico, logrando un m ejor acople neuroventilatorio (V T-esfuerzo dia-
mática, a un incremento del V T, al descenso de la f y a una mejoría del intercambio fragm ático), y puede ser más confortable y efectiva la adm inistración de la
gaseoso Los altos y variables flujos inspiratorios proporcionados por la P S V per­ V N I.
miten una mayor adaptación a una alta demanda ventilatoria del paciente. Sin En un estudio aleatorizado donde se comparó la PAV contra la P S V en 117
embargo, es importante destacar que el empleo de elevados valores de presión pacientes con fallo respiratorio agudo de variada etiología, la PAV fue más confor­
puede potenciar disincronías, tanto al comienzo como al fin de la inspiración (par­ table, se comprobó menor intolerancia, pero sin diferencias significativas en térmi­
ticularmente en pacientes con exacerbación aguda de E P O C ) expresadas como gal i nos de mejoría fisiológica, tasa de intubación, tiempo de estadía y mortalidad.
Hado inefectivo o reclutamiento de músculos espiratorios antes de finalizar la fase (Fernández-Vivas y cois., 2003).
386 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m ecán k a I V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 387

IM P L E M E N T A C IÓ N D E LA V N I I persistencia de reclutam iento de músculos accesorios y diversos tipos de asin-


l'ronía paciente-ventilador (“ desadaptación” ).
Es importante explicar en forma sencilla el procedimiento al paciente | I a intolerancia a la máscara, la incapacidad de mejorar el intercambio gaseoso o
cabecera de la cama debe elevarse a 45°. Se selecciona el tamaño de mascan qii# el trabajo respiratorio, la aparición de inestabilidad hemodinámica (hipotensión
mejor se adapta al enfermo; es preferible, al menos en las fases iniciales, el emp niierial, arritmia grave o isquemia miocárdica), el mal manejo de secreciones y el
de una m áscara facial. Se sugiere comenzar con bajos valores de presión: así, deterioro o la falta de una mejoría rápida del sensorio son indicadores de fa llo de
comenzarse con 6 a 8 cm H ,0 de presión inspiratoria (IP A P / P S V ) sobre nivele» lu V N I y de la necesidad de proceder a intubación y conexión a V M convencio­
3 a 5 cm H ,0 de E P A P / P E E P y emplear la F IO , necesaria para obtener SaO ')()•■ nal-
(cuadro 14-3).
Las principales circunstancias que conducen al fallo de la V N I son la inadecua­
da selección de pacientes, el uso de interfaces no acordes a la anatomía del pacien­
• La presión inspiratoria (IP A P / P S V ) es incrementada gradualmente con el «>h|J to y la programación incorrecta del ventilador. U na m ejoría de la eficacia de la
tivo de lograr un V T > 7 mL/kg, una f < 25/min y la desaparición de la aclivitlgJ técnica puede lograrse:
de músculos accesorios. Cuando se emplea P C V debe programarse también |2
duración del tiempo inspiratorio. Con algunos ventiladores puede lograrse • Minimizando las fugas de aire.
mayor sincronización paciente-ventilador a través de la manipulación de la veU • Empleando niveles de E P A P que eviten la reinhalación de CO , en ventiladores de
cidad de presurización de la inspiración (rise time-pressure slope) o modific presión binivelada.
el valor de flujo que finaliza la inspiración (sensibilidad del trigger espiratorio), • Mejorando la sincronización con el ventilador en las tres fases de la inspiración:
• La E P A P / P E E P se suele programar entre 4 y 7 cm H :0 pero puede ser aumcil el gatillado o trigger inspiratorio, la fase de asistencia inspiratoria y el ciclado a
tada en sujetos hipoxémicos para reducir el requerimiento de F IO . a valore» i\ espiración.
60%, aunque no debe superar cifras de 10 cm H ,0 . En pacientes con exacerba
ción aguda de EPO C . la E P A P / P E E P se ajusta a un nivel que permita confiaba La asincronía que ocurre en el gatillado sucede en general por la incapacidad
lancear la auto-PEEP y reducir la carga elástica umbral. Para los dispositivos d# del paciente para descender la presión en la vía aérea proximal al valor umbral pro­
presión binivelada, es necesario emplear un mínimo de E P A P (> 4 cm H .O ) par# gramado (“ sensibilidad inspiratoria” ) debido a la presencia de auto-PEEP En este
evitar la reinhalación de CO , con las válvulas convencionales. caso debe aumentarse los niveles de E P A P / P E E P (fig. 14-4). Eventualmente debe
también reducirse la presión inspiratoria, en tanto altos valores de V T potencian este
Una vez iniciado el soporte ventilatorio debemos controlar diversos paránir tipo de asincronía en pacientes con lim itación al flujo aéreo.
tros, incluidos la frecuencia cardíaca y respiratoria, la presión arterial, el nivel .!• La desincronización durante la asistencia inspiratoria puede mejorarse modi­
conciencia, la actividad de músculos accesorios y la SaO , por oximetría de pulso, ficando la rampa de presurización, con mayor adaptación a la demanda de flujo del
Deben obtenerse gases en sangre arterial, como m ínim o, al finalizar la prime sujeto.
ra hora de la V N I. Debe brindarse particular atención a la aparición de inestabili Finalmente, la asincronía en el ciclado a espiración durante la P S V o ventila­
dad hemodinámica que im plicará una falla de la V N I, independiente de la mejoría ción con presión binivelada puede ocurrir por fugas excesivas o por una sensibili­
del intercambio gaseoso. E l análisis del patrón respiratorio puede evidenciar la dad inadecuada del trigger espiratorio. En sujetos con EP O C descompensada puede
producirse un desacople entre el tiempo inspiratorio (T j) neural del sujeto y el T, de
la máquina. Esto se expresa como un reclutamiento de los músculos espiratorios
antes de finalizar la inspiración mecánica, en tanto el flujo inspiratorio no ha des­
C u ad ro 14-3. A juste de parám etros ventilatorios cendido aún al valor prefijado de ciclado. L a señal de flujo para la espiración (“ sen­
sibilidad espiratoria” ) puede modificarse en algunos equipos, por lo que se debe
IPAP/Presión de soporte EPA P/PEEP
seleccionar en estos casos un nivel más alto (p. ej., 35-40%).
Sostener V f >7 mL/kg También una fuga excesiva puede motivar un desacople en ciclado a espiración,
Lograr SaO, > 90% con FIO , < 60%
Mantener FR < 25/min ya que al no alcanzarse el nivel de presión inspiratoria predeterminado se prolonga
Contrabalancear auto-PEEP
Reducir actividad de músculos accesorios el T, y, en consecuencia, al igual que en el ejemplo anterior se reclutan músculos
Evitar la reinhalación de CO, (EPA P)
Mejorar ventilación minuto (PaCO ,) Revertir/mejorar la obstrucción de vía espiratorios aun en fase inspiratoria de la máquina, a lo que puede seguir un inten­
aérea superior to fallido de inspiración por parte del paciente. Esto puede advertirse en la obser­
vación de la curva flujo/tiempo como un brusco ascenso del flujo inspiratorio.
388 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 389

los sitios de presión pueden reducir su aparición. E l desarrollo de necrosis cutánea


estaría influenciado por la duración de la V N I, edad, tipo de fallo respiratorio, nivel
tic presión aplicada y albúmina sérica. L a distensión gástrica con vómitos y aspi­
ración es una complicación muy temida que ocurre en form a poco frecuente.
No es necesaria la colocación rutinaria de una sonda nasogástrica para su preven­
ción. Su baja frecuencia de observación se debe a la aplicación usual de presión
positiva por debajo de la presión de reposo del esfínter esofágico superior. Tanto
ncumomediastino como neumotorax y neumopericardio son complicaciones inu­
sualmente reportadas.
Dentro de las complicaciones que no podemos dejar de mencionar y debemos
evitar se encuentra el retraso del inicio de la ventilación invasiva ante el fallo evi­
dente del soporte no invasivo. Retardar la intubación y la V M convencional puede
precipitar o favorecer la persistencia de condiciones deletéreas que agraven o induz­
can disfunciones orgánicas y/o contribuyan a la mortalidad.

C R IT E R IO S P R ED IC T O R E S DE ÉX IT O

La mayoría de los estudios clínicos han encontrado que tanto para la exacerba­
ción de EPO C como para el fallo respiratorio hipoxémico, el nivel de gravedad de
la enfermedad (evidenciado por A P A C H E II o S A P S ) es un factor predictivo de
éxito o fracaso de la técnica. Los pacientes más jóvenes, cooperativos, con den­
tadura intacta, menor fuga de aire y adecuada sincronización tienen más chan­
ces de responder favorablemente a la V N I. Por otra parte, la presencia de
Tiem po
insuficiencia hipercápnica se relaciona con una mayor posibilidad de éxito con
soporte no invasivo. La rápida m ejoría en el intercam bio gaseoso después de
F ig . 14-4. Curvas de flujo, presión en la vía aérea y presión esofágica en función del tiempo]
Obsérvense los esfuerzos inefectivos (flechas delgadas) tanto en la inspiración com o en la luid implementar la V N I es otro determinante de éxito: una reducción de la PaCO, o un
espiratoria. En la fase espiratoria puede advertirse clínicam ente sin m onitorización de presión cMM aumento del pH dentro de las primeras 2 horas son predictores de una mejoría sos-
fágica com o deflexiones en la curva de presión no seguidas de flujo inspiratorio. Éstas suelen evM tenida de los gases arteriales.
tarse con P E E P y/o m ejor sensibilidad para el disparo. Lo s esfuerzos inefectivos en la !¡im»
Otro factor a considerar es la patología que determ ina el fallo respiratorio. Los
inspiratoria pueden advertirse por la brusca elevación del flujo inspiratorio al final del tiempo ¡nuj
piratorio (flechas gruesas). Pueden evitarse mediante la corrección de fugas y la disminución del mejores resultados se han obtenido en la exacerbación de EPO C y en el EA P, y
tiempo inspiratorio (adaptada de K o n d il E y cois. British J Anaesth 2003;91:106-19). resultan menos consistentes en otras causas de fallo respiratorio hipoxémico
como neumonía o síndrome de dificultad respiratoria aguda (S D R A ) (Antonelli
y cois., 2001). Incluso los pacientes con EP O C que se presentan con neumonía o
(véase fig. 14-4). Estos esfuerzos inefectivos pueden minimizarse evitando las fugan insuficiencia cardíaca requieren una intubación con más frecuencia (M eduri y cois.;
ya sea por una adecuada selección de las interfacs y de su colocación, pero también Chest, 1996).
controlando el Tj con la aplicación de PC V (lim itada por presión-ciclada por tiempo),
IN S U F IC IE N C IA R ES P IR A T O R IA A G U D A P O R EN FER M ED A D
C O M P L IC A C IO N E S E IN C O N V E N IE N T E S D E LA V N I | P U L M O N A R O B S T R U C T IV A C R Ó N IC A

En pacientes adecuadamente seleccionados, las complicaciones de la V N I mas La aplicación de presión inspiratoria (IP A P / P S V ) por máscara se asocia a una
frecuentes son las locales, relacionadas a la aplicación de la interfaz, e incluyen reducción de la actividad diafragm ática, a un incremento del V T, a un descen­
congestión nasal, sequedad de boca o nariz, irritación ocular y ulceración del so de la f y a una m ejoría del intercam bio gaseoso.
puente nasal. Esta última puede observarse en aproximadamente 10% de los sujo Estudios realizados en pacientes con EP O C estables o internados por insuficien­
tos: una cuidadosa aplicación de la máscara y el empelo de parches especiales sobie cia respiratoria aguda han demostrado que el empleo de presión inspiratoria con
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 391
390 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ecán k a

máscara en valores crecientes se asocia a una dism inución progresiva de la ai liv) ( undro 14-4. Efe cto d el agregado de V N I a l tratam iento h ab itu al con rela-
i ion a solam ente e l cuidado usual (fracaso d el tratam iento, m ortalidad, in tu ­
dad diafragm ática por electrom iografía (Carrey y cois., 1990). Reducciones
parables de la actividad fásica diafragm ática y de músculos accesorios conli bación y com p licacion es)
que se produce una supresión uniforme de la actividad de los músculos inspn.iltjfl Número
rios antes que una m odificación del patrón de reclutamiento de diferentes gni|HMI Riesgo relativo necesario para
N ° de estudios N ° total
musculares. L a apertura bucal con empleo de máscara nasal se asocia a una icn p fl de pacientes (IC 95%) tratar (IC 95%)
evaluados
rición de la actividad frénica sustancial como consecuencia de una fuga de aire Jf]
una reducción de la efectividad. 529 0.51 (0.38 a 0.67) 5 (4 a 7)
I rucaso del tra­ 7
Sin embargo. la presión in sp irato ria sólo proporciona asistencia una ve/ qu* tamiento
523 0,41 (0,26 a 0,64) 8 (6 a 13)
la a u to - P E E P ha sido contrabalanceada, ya sea por la contracción isom étrict d# Mortalidad 7
546 0.42 (0,18 a 0,59) 5 (4 a 7)
los músculos inspiratorios o bien por la aplicación de un valo r suficiente d«i Inl libación 8
143 0,32 (0,18 a 0,56) 3 (2 a 4)
( '(implicaciones 2
E P A P / P E E P , con la consiguiente reducción de la carga in sp irato ria um bral y
del esfuerzo m uscular respiratorio. I nenie: Liohtowler. IV et al. Non-invasive positive pressure ven.ilalion .o trea. respiratory failurc resul.1ng rrom exa-
terbalions of chronic obstructive pulmonary disease: Cochrane systema.ic rev.ew and meta-analysis. B n n s h M td u a !
Appendini y cois. (1994) investigaron los efectos fisiológicos de la aplicación tlq
Journal 2003;326:185-9. IC , intervalo dc confianza.
C P A P y de P E E P durante la P S V con la máscara nasal en pacientes con exacción
ción aguda de E P O C . Los sujetos fueron estudiados en cuatro condiciones: I ) voflj
tilación espontánea; 2) C P A P ; 3) P SV , y 4) P S V + P E E P . Los niveles empleados d|
C P A P y P E E P correspondieron a un 80 a 9 0% de la auto-PEEP. J jl L a evidencia dem uestra que la aplicación de V N I reduce el requerim iento de
Los resultados de este estudio objetivaron que: intubación y la m ortalidad en exacerbaciones agudas graves de E P O C , por lo
tanto se constituye en un tratam iento de p rim era línea en este subgrupo de
• L a aplicación de C P A P o P E E P a los valores empleados no aumentaron de inantM pacientes. .
ra significativa la hiperinsuflación pulmonar. Requieren V N I las exacerbaciones graves. N o se ha demostrado el beneficio de
• L a aplicación de C P A P redujo de manera considerable la carga inspiratoria por « la V N I en la insuficiencia respiratoria más leve por E P O C . U n estudio realizado en
reemplazo de auto-PEEP. el Reino Unido por Plant y cois. (2000) reveló nuevamente una menor tasa de intu­
• L a P S V indujo una reducción sim ilar del trabajo respiratorio, con una mejoría dt< bación con V N I y una m ayor mortalidad en aquellos pacientes con pH < 7.3 con
los gases arteriales. relación a aquellos con valores mayores, lo que sugiere la necesidad de su aplica-
A * c in p t n c m : k r n m n r n m e t u lo s .
• Lo s resultados más favorables en térm inos de reducción de la carga wf
obtuvieron con la com binación de P S V + P E E P ; la P E E P contrabalanceó
auto-PEEP y por lo tanto dism inuyó la magnitud de la contracción isométru a
C u a d ro 14-5. Efecto s d el agregado de V N I a l tratam iento h ab itu al con
requerida para superar la carga inspiratoria umbral, mientras que la P S V asín*
respecto a l cuidado u sual solo (d u ració n de estad ía, p H y F R ) _________
tió la contracción isotónica con m ejorías de la ventilación y del intercambio
gaseoso. N ° de estudios N ° total Diferencias medias
evaluados de pacientes ponderadas (IC 95%)
Varios estudios controlados y aleatorizados han sido publicados en pacientes cofl
fallo agudo hipercápnico por exacerbación grave de E P O C . Lightow ler y cois Días de estadía hospitalaria:
1 138 -3,28 (-6.09 a -0,64)
(2003) realizaron una revisión sistem ática de la literatura y efectuaron un metaan.i - Estudios en U T I
- Estudios en salas generales 5 408 -3,20 (-4-51 a 1.89)
lisis para evaluar la repercusión de la V N I en esta población. Los ocho estud 8 546 -3.24 M .4 2 a -2,06)
- Total
incluidos compararon el tratamiento habitual, con V N I y sin ella, y demostraron con
el empleo de V N I menores m ortalidad, necesidad de intubación, probabilidad FR (ciclos/min) a 1 hora 5 380 -3,08 (-4,26 a 1,89)
de fallo de tratam iento (definido como com binación de m uerte, intubación v
intolerancia a la terapéutica), con menores com plicaciones y una duración de H a i hora 5 408 0,03 (0.02 a 004)
estadía en el hospital más corta (cuadros 14-4 y 14-5). También se detectaron
Fuente: Ligh.owler JV . e« al. Non-invasive posilive pressure ventilation to treat tesp'^ ^ ^ r B r i d s t T M e Z a l
mayores mejorías a la primera hora del pH y la PaC O , con reducción de la fre cerbations of chronic obstructive pulmonary disease: Cochrane systemat.c rev.ew and meta-analys.s. B n n s h M ed,cal
cuencia respiratoria.
392 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 393

Recientemente se implemento un registro de los pacientes con E P O C para dct Algún informe de exceso de tasa de infartos con presión binivelada no fue con­
minar qué subgrupos podían tener fallo de la V N I. Se observó que al inicio dc firmada en otros ensayos; es posible que una selección sesgada de pacientes haya
V N I, el puntaje de la Escala de Coma de Glasgow < 11, A P A C H E II > 29. la 1.7 motivado esa observación. No obstante, debemos recordar que la V N I no es un
cuencia respiratoria > 30 y el pH < 7,25 eran predictores de fallo de la V N I en u método a utilizar en pacientes con E A P con isquem ia evidente y no controla­
del 70% , y un pH < de 7,25 a las 2 horas de implementada la V N I, predecía el lu! da, con arritm ia ven tricu lar com pleja y con shock cardiogénico.
en más del 9 0% (Confalonieri y cois., 2005). IT La V N I también fue comparada con la V M convencional en pacientes con insu­
La encefalopatía grave ha sido propuesta como contraindicación para la V ficiencia hipoxémica no vinculada a E A P por Antonelli y cois. (1998), quienes
aunque en los pacientes con insuficiencia respiratoria hipercápnica, la experto demostraron que la V N I resultó igualmente efectiva para mejorar el intercambio
indica que bajo estrictas condiciones de monitorización, puede intentarse la V N I gaseoso. L a frecuencia de com plicaciones totales, y de neumonía y sinusitis, fue
menos durante un breve período, previo a intubación, en caso de ser necesaria. (/ mayor en los pacientes tratados con V M invasiva, mientras que la estadía en U T I
y cois., 2007). M fue menor en el grupo de V N I, sin diferencias en la mortalidad.
Con respecto a los pacientes con ataques de asma grave, se han publicado se Un reciente estudio aleatorizado efectuado en 105 pacientes con un fallo respira­
de casos de pocos pacientes (M eduri y cois., 1996; Fernández y cois., 2001) y torio agudo hipoxémico de variada etiología (Ferrer y cois., 2003) mostró reduccio­
estudio piloto aleatorizado realizado en el área de emergencias (Soroksky y col nes de la tasa de intubación, de la incidencia de shock séptico y de mortalidad en U T I
2003). En este últim o ensayo clínico se comparó, en 30 pacientes cuidados y a 90 días en los enfermos asignados a V N I en comparación con aquellos tratados
seleccionados, la V N I con presión binivelada nasal más el tratamiento conveno con altas concentraciones de oxígeno. Aunque recordando que el estudio fue esta­
nal. contra la terapéutica estándar; el uso adicional de V N I permitió mejorar la I dísticamente diseñado para valorar la población global de insuficiencia respiratoria
ción pulmonar, con una más rápida recuperación de la crisis y menor necesid hipoxémica, el análisis por subgrupos evidenció que el menor requerimiento de intu­
hospitalización. De todas maneras, los pocos estudios publicados no permiten bación y la reducción de la mortalidad en la U T I persistieron en los pacientes con
lizar una recomendación definitiva con relación al empleo de V N I en este grupo neumonía. No obstante estos resultados, la recomendación actual es extrem ar el
pacientes. cuidado en la im plem entación de V N I por fallo respiratorio hipoxémico ocasio­
nado por neumonía, por lo que se deben contar para estos casos con estrictos crite­
IN S U F IC IE N C IA R E S P IR A T O R IA A G U D A H IP O X É M IC A rios de fallo y así evitar prolongar de manera inadecuada el soporte no invasivo. Más
aún, el cuidado debe ser mayor en pacientes con alteraciones más importantes de la
L a eficacia de la V N I en este grupo es m enor que en pacientes con ¡nsufi. oxigenación, como en los casos con criterios de lesión pulmonar Aguda/SDRA. Si
ciencia respiratoria aguda sobre E P O C y los resultados publicados son má» bien según un estudio epidemiológico entre centros con alto entrenamiento en técni­
discutibles, con excepción de los casos de E A P . cas de soporte ventilatorio no invasivo, se pudo evitar la intubación en casi el 5 0% de
La aplicación de ventilación con presión positiva con aumento de la presión los casos (Antonelli y cois., 2007). En otros estudios el fallo de la V N I determinó una
transpulmonar facilitaría la apertura de espacios aéreos colapsados y proporciona mayor mortalidad que la prevista por Apache III, y en un estudio multicéntrico efec­
ría asistencia a los músculos inspiratorios. En estas condiciones, el empleo de PE I I' tuado en realidad para valorar la eficacia del decúbito prono, uno de los eventos aso­
podría sostener el volumen pulmonar teleespiratorio con una mejoría del intercilio ciados a mortalidad en el análisis multivariado fue la implementación de V N I seguida
bio gaseoso y reduciría el trabajo respiratorio al colocar al sistema en un sector dc de ventilación convencional por fallo de la V N I (Rana, 2006; Mancebo, 2006).
mayor complacencia. En el EA P, la V N I a presión positiva tendría asimismo efec­ Estas observaciones no hacen más que reforzar el concepto de precaución y
tos benéficos sobre la función cardiovascular, con una reducción del retorno veno­ extrema vigilancia en la aplicación de la técnica en el fallo respiratorio hipo­
so y tam bién de la postcarga del ventrículo izquierdo (V I). en tanto el xémico, más aún con criterios de gravedad por la alteración del intercam bio
incremento de la presión intratorácica conlleva una reducción del gradiente de prc gaseoso, por lo que se debe evitar en aquellos pacientes con fallos respiratorios
sión transmural del V I. agudos con deterioro hemodinámico, con fallos de otros órganos, y en los que
De acuerdo con dos recientes metaanálisis (Peter y cois.; W in cjk y cois., ambo» después de una hora del soporte no invasivo no alcanzan una clara m ejoría de
publicados en 2006), tanto la aplicación de C P A P como de ventilación binivelada la oxigenación con dism inución del trab ajo respiratorio.
fueron beneficiosos en términos de reducción de la tasa de intubación y de la mo» E l subgrupo de los pacientes inm unodeprim idos ha sido estudiado con particu­
talidad. Estos resultados son más evidentes en el grupo de pacientes hipercápnicos lar interés, en tanto la insuficiencia respiratoria que requiere una V M invasiva se
Entre los datos que revelan la eficacia de la V N I en el E A P podemos mencionar qui­ acompaña de una elevada mortalidad. En un grupo seleccionado de enfermos inmu­
se necesitan seis tratamientos con C P A P y siete con presión binivelada para evitai nodeprimidos con fiebre e infiltrados pulmonares, Hilbert y cois. (2001) encontra­
una intubación, y un número necesario a tratar de diez para evitar una muerte. ron una reducción de la necesidad de intubación, com plicaciones serias y
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 395
394 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ecánk a

I Pura acelerar el destete ylo ante fa llo de destete: en 1998. Nava y cols. mvestr-
mortalidad con la utilización de V N I con relación al tratamiento estándar. I u \á
L ro n el empleo de V N I como método de destete en pacientes con EPO C en V M
mayoría de los pacientes (5 8 % ) el estado de inmunodepresión dependía del oIlM
invasiva por insuficiencia respiratoria aguda, después de 48 horas de ventilación y
cer hematológico y neutropenia. A pesar de que la evidencia no es aún definitiva
la alta m ortalidad de los pacientes con una inmunodepresión grave que n-qulM ,lc un fallo de prueba de tubo en T. Se asignaron los sujetos a una de dos estrate­
gias: extubación y aplicación de P S V por máscara facial o P S V por tubo endotra-
ren intubación y V M , sugiere que bajo condiciones adecuadas la V N I po<li m
justificarse como prim era línea de soporte respiratorio. qucal. E l empleo de V N I:
En un estudio aleatorizado de 40 pacientes sometidos a un trasplante de oí gu • Redujo el tiempo de liberación de V M .
no sólido (Antonelli y cois., 2000). el empleo de V N I se asoció a reducciones <l« lu • Acortó la estadía en U T I.
tasa de intubación, de complicaciones fatales, de tiempo de estadía en U T I de • Disminuyó la incidencia de neumonía nosocomial.
sobrevivientes y de mortalidad en la U T I. En una serie de 21 pacientes sometido* 4 • Aumentó la sobrevida a 60 días.
un trasplante de pulmón bilateral que desarrollaron insuficiencia respiraioijfl
Girault y cois. (1999) publicaron los resultados de un estudio prospectivo y ale­
(Rocco y cois., 2001) se pudo implementar la V N I exitosamente, sin necesidad
atorizado de V N I como sistemática de extubación de pacientes con tallo respirato­
intubación, en un 86 % de los casos. La ausencia de un grupo control no permllfl
rio agudo más una patología crónica (incluidos sujetos con EPO C ) queJallaron en
extraer conclusiones definitivas.
la prueba del tubo en T frente al tratamiento estándar (destete con P S V ). La V N I
Confalonieri y cois. (2002) comunicaron el primer estudio prospectivo, de cu ad
fue empleada como P S V o VC V. Estos investigadores observaron que si bien la V N I
y controles, de pacientes con neumonía por Pneum ocystis c a rin ii e insuficicnofl
redujo de manera significativa la duración del soporte ventilatorio con tubo endo-
respiratoria aguda. Unos 24 pacientes admitidos en U T I sin intubación previa fui
traqueal, la tasa de éxito de destete fue similar en ambos grupos y que el tiempo
ron ventilados con máscaras faciales mediante la modalidad limitada por presión ||
total transcurrido en apoyo ventilatorio en los pacientes exitosamente liberados de
PEEP. y se emplearon como controles 24 pacientes intubados y con V M dentro (Jfl
V M fue mayor en los enfermos con V N I. No hallaron diferencias objetivas demor­
las 24 horas de ingreso. Se observó con V N I reducciones de la intubación, de In
talidad. complicaciones o duración de la internación. La duración dela aplicación
mortalidad e incluso de la tasa de neumotorax, complicación no infrecuente en lu
de la V N I menos intensiva y la población de pacientes, entre otras cosas, podrían
neumonía por Pneumocystis carin ii.
A l igual que en los inmunodepritnidos con fallo respiratorio agudo y V M , Ior explicar la diferencia de resultados entre estos dos estudios.
Ferrer y cois. (2003) evaluaron el empleo de V N I en pacientes que fracasaron en
pacientes con distrés respiratorio agudo en el postoperatorio de resección pulmonar,
un ensayo diario de ventilación espontánea con un tubo en T durante 3 días conse­
en especial por neumonectomía. tienen una elevada mortalidad. Algunos estudios d«
cutivos. Estudiaron 43 pacientes, casi el 80% con antecedentes de patología respi­
pocos pacientes muestran reducciones de la intubación y de la mortalidad con VN I
ratoria crónica (principalmente EPO C ), a quienes aleatorizaron a extubación.con
Finalmente, en los pacientes con trauma de tórax que desarrollan un fallo respiiu-
empleo de V N I ulterior o una estrategia convencional de desconexión de V M . En e
torio por tórax inestable y contusión pulmonar, la intubación puede prevenirse con
grupo de V N I se observó una disminución significativa en la duración de V M inva­
V N I. incluso a través de CPAP, asociada a analgesia a través de catéter peridural. 1
siva y del período total de soporte ventilatorio, días de internación en U T I y en el
hospital; también se redujo la incidencia de neumonía nosocomial y shock séptico.
E M P LEO D U R A N T E LA L IB E R A C IÓ N DE V M Y PARA EVITAR
E l enfoque convencional de destete fue un factor de riesgo independiente de la
LA R E IN T U B A C IÓ N I
reducción de supervivencia en la U T I y a los 90 días.
Como conclusión, la V N I puede aplicarse a los pacientes con E P O C que pre­
Hay razonables fundamentos fisiopatológicos para el uso de V N I en el proceso
de destete. La V N I puede reducir la carga respiratoria por diferentes mecanismos, sentan un fallo reiterado del destete.
Fallo de la extubación: Keenan y cois. (2002) estudiaron en forma controlada y
especialmente mejorando la distensibilidad ( compliance) pulmonar, y disminuyen­
aleatorizada la efectividad de la V N I para prevenir la reintubacion en una pobla­
do la resistencia y la auto-PEEP. Por otra parte, tanto las bombas musculares respi­
ción heterogénea de 81 pacientes con enfermedad cardíaca o respiratoria crónica o
ratoria y cardíaca pueden mejorar con la aplicación de presión positiva.
con necesidad de soporte ventilatorio total durante más de 2 días que desarrollaron
L a V N I puede aplicarse en tres distintas fases del proceso de liberación de In
VM : J una dificultad respiratoria dentro de las 48 horas de extubación. E l ensayo tue rea­
lizado desde 1996 hasta 1999 con exclusión, después del primer ano. de los pacien­
tes con EPO C sobre la base de los datos positivos publicados a esa techa. No se
• Para acelerar el destete y/o ante el fallo del destete.
observaron diferencias en la tasa de intubación, mortalidad hospitalaria, duración
• Ante el fallo de la extubación.
• Como prevención del fallo de la extubación. de V M , estadías en U T I u hospitalaria.
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 39 7
396 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e cán ica

En un estudio posterior de Esteban y cois. (2004) a mayor escala, multiccn


. Los ventiladores microprocesados, habitualmente utilizados en las unida-
y con más de 200 pacientes evaluados por dificultad respiratoria posextubación
des de cuidado crítico, pueden ser empleados para proporcionar V N I.
V N I no produjo una disminución de la necesidad de reintubación e, incluso,
Ofrecen las ventajas de disponer de un sistema completo de alarmas, per­
una tendencia a mayor mortalidad con la aplicación de la técnica, mortalidad
miten una monitorización completa y la capacidad de aportar una FIO ,
bablemente sustentada en el mayor tiempo a reintubación en el grupo de V N I H
conocida y fiable, por lo que serían de elección en los pacientes con insu­
frente a 21,6 horas. Cabe consignar que el grupo de pacientes con EP O C está auhu«
ficiencia respiratoria hipoxémica.
presentado en este ensayo y que cuando los médicos decidieron efectuar el cni/gj
. Una vez iniciado la V N I debemos controlar diversos parámetros, incluidos
miento del tratamiento convencional a V N I, a pesar de la selección asignada, *|
las frecuencias cardíaca y respiratoria, la presión arterial, el nivel de con­
éxito en prevenir el fallo de la intubación fue mayor. Esto indicaría que los c n ic iliif l
ciencia. la actividad de los músculos accesorios y la SaO : por oxim etru de
predeterminados para iniciar la técnica tal vez no fueron adecuados o no claramoN
pulso. Deben obtenerse gases en sangre arterial, como mínimo al finalizar
te explicitados.
la primera hora de la V N I. Debe brindarse particular atención a la apanción
Prevención del fa llo de la extubación: en estudios de Nava y cois. (2005) y
de una inestabilidad hemodinámica que implicará una falla de la V N I. inde­
Ferrer y cois. (2006), se valoró nuevamente la V N I para evitar una reintubaciótij
pendiente de la mejoría del intercambio gaseoso. E l análisis del patrón res­
pero tratando de actuar previo a la aparición del fallo respiratorio posextubación
piratorio puede evidenciar la persistencia del reclutamiento de músculos
Para esto se seleccionaron los pacientes según tuvieran condiciones atribuidas cuM accesorios y d iv erso s tip o s d e a s in c r o n ía p a c ie n t e - v e n tila d o r .
mayor riesgo de fallo: edad > a 65 años, antecedentes de insuficiencia cardím u,
. Las complicaciones de la V N I más frecuentes son las locales, relacionadas
hipercapnia, tos inefectiva, comorbilidades, excesivas secreciones y previa ii In
a la aplicación de la interface, e incluyen congestión nasal, sequedad de
prueba de destete y P a C O , > 45 mm Hg tras la extubación. Con esta selección,
boca o nariz, irritación ocular y ulceración del puente nasal
la V N I demostró una m ejoría en la tasa de reintubación e, incluso, una dism i­
• Factores predictivos de éxito: los pacientes con menor gravedad de la enfer­
nución de la m ortalidad.
medad (valores más bajos de A P A C H E II o S A P S ). más jóvenes, coopera­
tivos, con dentición intacta, menor fuga de aire y adecuada sincronización,
y con insuficiencia hipercápnica, tienen más chances de responder favora­
C O N C E P T O S CLAVE
blemente a la V N I. La rápida mejoría en el intercambio gaseoso después de
im p lem en tar la V N I e s o t r o d e t e r m in a n te d e é x it o .
L a ventilación no invasiva (V N I) es el empleo de V M sin intubación endo-
. L a evidencia demuestra que la aplicación de V N I reduce el requenmiento
traqueal.
de intubación y la mortalidad en exacerbaciones agudas graves de EPO C ,
Se asocia a un riesgo menor de infecciones nosocomiales, incluida la neu­
por lo que se constituye en un tratamiento de primera linea en este subgru-
monía, y a un uso menor de antibióticos.
En algunas poblaciones su empleo conlleva a una menor mortalidad y acor
ta la duración de la internación en cuidado crítico.
: po de pacientes. . . .
• L a C PA P constituye el soporte ventilatorio de primera linea en el edema
pulmonar cardiogénico. Ante una falta en la mejoría d e P ™ m etIO Scll™ o s
Una adecuada selección de los enfermos es una condición fundamental
y gasométricos se sugiere la utilización inmediata de V N I binivelada o con
para el éxito de esta técnica. En líneas generales, habrán de beneficiarse los
v e n t ila d o r e s m ic r o p r o c e s a d o s .
casos de insuficiencia respiratoria moderada o grave, con inicio temprano
• L a eficacia de la V N I en la insuficiencia respiratoria aguda hipoxémica (no
de la V N I y una expectativa de resolución en el corto plazo.
E A P ) es menor que en los pacientes con insuficiencia respiratoria aguda
Ante la falta de una respuesta rápida y clínicamente significativa, la insis­
sobre E P O C , y los resultados publicados son más discutibles.
tencia en el empleo de la V N I, retrasando la intubación, im plica un retra­
. La alta mortalidad de los pacientes con una inmunodepresión grave que
so perjudicial para el pronóstico de estos enfermos.
requieren intubación y V M sugiere que en condiciones adecuadas, la V N I
L a experiencia clínica sugiere el empleo preferencial de las máscaras
podría justificarse como primera línea de soporte respiratorio.
faciales (oronasales) en los pacientes con insuficiencia respiratoria aguda.
. Se requieren más estudios sobre el papel de la V N I como estrategia de res­
Los modelos portátiles de presión binivelada son generadores de flujo
cate en el fallo de la extubación, aunque según estudios recientes es posi
variable, circunstancia que permite un control independiente de presiones
ble que pueda disminuirse la necesidad de reintnbación si se achia con
inspiratoria y espiratoria (IP A P y E P A P respectivamente) y la capacidad de
una estrategia más preventiva en los pacientes con m ayor nesgo de fallo.
compensar fugas de aire.
V e n t il a c ió n m e c á n ic a n o in v a s iv a 399
398 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

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Los cuidados del paciente en ventilación mecánica (V M ) deben tender a propor­
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cionarle el máximo bienestar físico y psíquico, y a evitar las complicaciones, las
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cuales a menudo pueden provocarle la muerte. Estos cuidados son necesarios para
I hys F, Liistro G. Dozin O, et al. Determinants of FIO , with oxygen supplementation m un tratamiento adecuado y para conseguir la recuperación y minimizar posibles
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sure vcntdation for severe hypercapnic encephalopathy due to acute exacerbation ni • Las medidas terapéuticas desconocidas.
chronic obstructive pulmonary disease: a prospective case-control study Chin Med J
• E l aislamiento físico al que es habitualmente sometido.
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• La incapacidad para comunicarse.
• La falta de movilidad.
• La invasión que representan los equipos de monitorización.
• La alta probabilidad de complicaciones.
• Las luces y ruidos que lo rodean y la pérdida del sentido temporoespacial.
• Y sobre todo, la alta dependencia del equipo sanitario y de una máquina.

Todo esto explica la importancia de los cuidados, la vigilancia y la monitoriza­


ción que se debe llevar a cabo en estos pacientes.
402 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 403

O B JE T IV O S En el año 2005, Jean Louis Vincent propuso una regla mnemotécnica precisa­
mente para no olvidar cuáles deben ser los aspectos más importantes en el cuidado
diario del paciente crítico. Estos criterios son básicos y adquieren singular impor­
• Describir los cuidados generales del paciente ventilado.
• D efinir los cuidados de la vía aérea y la prevención de complicaciones.
• Conocer los parámetros de alarma y cómo proceder ante situaciones do
I tancia en el paciente ventilado.
F A S T H U G significa en inglés, “ abrazo rápido” . Cada una de las letras que com­
ponen esta expresión representa un aspecto (f eeding, analgesia, sedation. Xhrombo-
riesgo.
cm bolic prophylaxis, head-of-bed elevation, stress u leer prevention, glucosa
• Enumerar los cuidados generales de los equipos de ventilación y de las control) que influye de manera preponderante en la evolución y el pronóstico del
interfaces empleadas.
paciente, lo que está demostrado por la evidencia de numerosas revisiones sistemá­
• Analizar las normas de control de infecciones aplicadas al paciente venti­ ticas. Vincent agrega. “ at least once a day"\ lo que significa que debemos darle a
lado.
nuestro paciente "un abrazo rápido al menos una vez al día” .
Alim entación (Feeding): la desnutrición aumenta la morbilidad y empeora el
pronóstico. Muchas veces, los pacientes ingresan desnutridos a nuestras unidades,
o simplemente se “ espera” demasiado para comenzar con el soporte nutricional. La
C O N T E N ID O S
alimentación adecuada al gasto energético evita el consumo de reservas metabóli-
cas y garantiza el aporte de proteínas plásticas necesarias para evitar com plicacio­
nes propias de la inm ovilidad (p. e j„ aparición de úlceras por decúbito). Se
Cuidados generales del paciente ventilado mecánicamente I aconseja comenzar de manera temprana con la nutrición (24 a 48 horas al ingre-
F A S T H U G H U PA . una herramienta útil y necesaria I so), se prefiere la vía enteral a la parenteral. Las Guías canadienses, basadas en
Comunicación con el paciente intubado
extensas revisiones de la literatura, recomiendan que las soluciones que contienen
Cuidados de la vía aérea artificial aceite de pescado y antioxidantes, deben ser consideradas en pacientes con sín­
Valoración general del paciente en V M
drome de dificultad respiratoria aguda (S D R A ). y deben ser tenidas en cuenta fór­
Resolución de problemas: paciente con dificultad respiratoria súbita mulas enriquecidas con glutamina para pacientes traumatizados y quemados
Alarmas
graves. L a “ f” de feeding también hace referencia a la comprobación de la posi­
Posición del paciente ventilado
ción de la sonda de alimentación enteral. Se prefieren las sondas de localización
Recomendaciones útiles
transpilórica debido a la mejor tolerancia y a la menor probabilidad de reflujo y,
Cuidados de los equipos de ventilación e interfaces por ende, de neumonías asociadas a la vía aérea artificial. Aún no existe un con­
Consideraciones acerca de los circuitos
senso acerca de la alimentación continua o en bolos, pero esta última modalidad
Recomendaciones relacionadas con los equipos de V M para la prevenci aumenta la probabilidad de distensión por el volumen administrado. Asimismo, se
de transmisión de microorganismos recomienda suspender la administración cada 8 horas para comprobar la presencia
de residuo.
A nalgesia: el dolor impacta de manera negativa en la recuperación fisiológica y
psicológica de los pacientes, por lo que un adecuado tratamiento del dolor debe ser
C U ID A D O S G EN E R A L E S D EL PA C IEN T E V E N T IL A D O considerado fundamental en la terapéutica del paciente crítico. E l paciente intuba­
M E C Á N IC A M E N T E do siente dolor, no sólo debido a su enfermedad de base y a la presencia de un tubo
que atraviesa su garganta, sino también por los procedimientos rutinarios a los que
FAST H U G H U P A , una herram ienta útil y necesaria es sometido, por ejemplo, los cambios de decúbito, la aspiración de secreciones, la
extracción de muestras, la curación de heridas, etc. E l dolor no siempre es fácil de
Mucho se ha escrito sobre este aspecto, y acerca de la importancia y la prepon­ valorar, muchos pacientes no pueden expresarse por sí mismos, sin embargo aun­
derancia de algunas acciones sobre otras. No obstante, hay consenso entre todos los que sea subjetivamente, debemos valorar su presencia a través del lenguaje no
autores con respecto a que la implementación de protocolos escritos disminuye de verbal, expresiones faciales, movimientos, llanto, y observando indicadores fi­
gran manera la probabilidad de error, favorece la uniformidad de criterios entre los siológicos, como la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arte­
miembros del equipo asistencial y actúa positivamente en la reducción de las tasas rial (cuadro 15-1). Las terapias farmacológicas incluyen los antiinflamatorios no
de morbimortalidad y el tiempo medio de estadía. esteroides (A 1 N E). paracetamol y opiáceos. Los opiáceos son usados ampliamente.
C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 40 5
404 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

individual para cada paciente. Aunque parezca fácil incrementar la dosis del sedan-
C u ad ro 15-1. Valoración d el d o lo r en e l paciente intubado
lu para mantener al paciente adaptado, quieto y calmo, la sedación excesiva está
Fecha Valoración del dolor Intervención Revaloración asociada con complicaciones graves, incluidos el riesgo de trombosis venosa, la
i educción de la motilidad intestinal, la hipotensión arterial, la inhibición de los
Fecha: No objetivable Farmacológica No objetivable: , elle jos protectores de la vía aérea, la dificultad para el aclaramiento de secrecio­
Hora:
nes el incremento del riesgo de la polineuropatía por inm ovilidad, la prolongación
M e d ic a c ió n :
Escala de valoración de la V M y de la estadía media en la U T I (y, por ende, incrementos en los costos).
Escala de valoración
del dolor: puntuación del dolor: puntuad Kress y cois, han demostrado que la discontinuación diaria y transitoria de la seda­
/10 Dosis: /10 ción puede reducir la estadía en la U T I y acortar los tiempos de V M . sin embargo
podría argumentarse que si la sedación es titulada continuamente no haría falta su
Objetivable Vía: Objetivable discontinuación una vez al día. E l tema es si resulta posible esta titulación continua
F is io ló g ic o : F is io ló g ic o :
dada la carga de trabajo y el número de enfermeras disponibles. Se recomienda con
TA: / FC: M e d ic a c ió n : TA: _ / FC:
énfasis (evidencia clase I) el uso de protocolos y escalas de sedación debido a que
FR: Sa02: su implementación reduce la cantidad de sedantes requeridos. Las escalas de seda­
FR: Sa02:
Dosis:. ción y agitación más difundidas son la de Ramsay-Cambridge y la de Richmond
Otros signos: Otros signos: (cuadros 15-2a y 15-2b). S i bien la última es la de mayor sensibilidad y especifici­
Vía: dad. lo que realmente importa no es qué escala se utilice, sino que todo el equipo
A c t itu d in a l: A c t it u d in a l: adopte una sola escala, la valore con asiduidad, haga los ajustes necesarios y regis­
No farmacológica: tre los resultados. E l objetivo es logar “ l a s t r e s C ", es decir, un paciente calmo, con­

¿Despertable?, fortable y colaborador.


¿Despertable?.
Pro filax is de trom boem bolism o: entre los pacientes que no reciben profilaxis,
las tasas de trombosis venosa profunda confirmada oscilan entre un 13 y un 31 % , y
Escala de Coma de ¿M édico avisado? Escala de Coma de en los pacientes traumatizados puede ser mucho mayor. Por lo tanto, se recomien­
Glasgow :___ /15 Glasgow :___ /15 da que todos los pacientes reciban heparina subcutánea en caso de no estar con­
traindicada. Varios estudios han sido conducidos para comparar diferentes hepannas
en grupos específicos de pacientes, pero pocos han involucrado específicamente a
la población de pacientes críticos, y el método más efectivo de profilaxis no esta
aún bien determinado. E l beneficio de la profilaxis debe enfrentarse al nesgo de
y pueden combinarse con los A IN E o paracetamol en ciertos pacientes. Los opí
sangrado. Sin embargo, se recomienda fuertemente en todos los pacientes con
ceos más usados son la morfina, el fentanilo y el remifentanilo. La infusión con
inm ovilización prolongada o con necesidad de sedación profunda o parálisis, la uti-
nua de fármacos analgésicos o dosis administradas regularmente (con dosis exira
de “ rescate” cuando se requiera) son más efectivas que las dosis en bolo “ seg
necesidad” , lo cual puede conducir a intervalos de tiempo sin un adecuado tra
miento para el dolor. La indicación “ según necesidad” debería ser erradicada dc C u ad ro 15-2a. Sedación: escala de Ram say-Cam bridge
nuestro medio. La administración intravenosa permite una más rápida y estr
titulación de la dosis según las necesidades del paciente que cuando la adminis • Nivel 1: Agitado. Incontrolable. Peligran vías y tubos.
ción es por vías intramuscular o subcutánea. Debemos recordar los efectos cola • Nivel 2: Activo. Movimientos controlados. Ojos abiertos.
rales de los opiáceos, como la depresión respiratoria, el estreñimiento, la • Nivel 3: Somnoliento. Ojos cerrados. Responde a estímulos verbales normales.
gastroparesia, la hipotensión arterial y las alucinaciones. Debe asegurarse una adc • Nivel 4: Dormido. Ojos cerrados. Responde con lentitud a estímulos verbales, aun a
cuada pero no excesiva analgesia, y tampoco hay que olvidar el hecho de que un los intensos.
paciente no pueda expresarse no significa que no siente dolor. L a sobreanalgesia os • Nivel 5: Dormido. Sólo responde a estímulos importantes como la aspiración tra­
tan poco deseable como la subanalgesia. queal o estímulos dolorosos intensos.
Sedación: como en el caso de la analgesia, la sedación es de importancia funda • Nivel 6: Dormido. Sin respuesta a los estímulos.
mental como uno de los pilares para lograr sincronía ventilador-paciente. No exis­ • “ P ” : Paciente paralizado con curari/.antes. No valorable. _____
ten reglas de cómo y cuánto; la administración de sedantes debe titularse en forma
C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 407
406 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

C u ad ro 15-2b. Sed ación: E s c a la de Richm ond (R A S S : Richm ond A g itatio n t ión, que se encuentran en terapia con corticosteroides o con historia de ulcera gas-
Sedation Sccile) troduodenal, ya que tienen un riesgo aumentado de desarrollar una hemorragia
digestiva relacionada con el estrés. A pesar de varios estudios controlados, aleaton-
+4 C o m b a tiv o : violento, representa un riesgo inmediato para el personal /udos y un metaanálisis que han comparado diferentes agentes, el fármaco opt.mo
+3 M u y a g i t a d o : agresivo, peligran tubos y catéteres
aún está por definirse. En un ensayo multicéntrico realizado por Cook y cois., que
+2 A g i t a d o : se mueve de manera desordenada. Lucha con el ventilador
+1 I n q u i e t o : ansioso, sin movimientos desordenados, agresivos ni violentos
Involucró a 1.200 pacientes críticos en V M , los tratados con ramtidina tuvieron
0 D e s p ie r t o y t r a n q u ilo tasas más bajas de sangrado clínicam ente significativo frente a los pacientes trata­
-1 S o m n o le n c ia : no completamente alerta. Se mantiene despierto más de 10 s e g i i i i dos con sucralfato, aunque no hubo diferencias en la tasa de mortalidad entre ambos
dos L grupos. Tampoco hubo diferencias en las tasas de neumonía asociada al ventilador.
-2 S e d a c ió n lig e r a : despierta a la voz y mantiene contacto visual menos de 10 I lasta el momento, no hay ensayos grandes aleatorizados y controlados que evaal­
segundos
en inhibidores de la bomba de protones en pacientes ventilados mecánicamente. Sin
-3 S e d a c ió n m o d e r a d a : movimientos o apertura ocular a la voz, no dirige la m u u
embargo, algunos datos publicados sugieren que son efectivos para incrementar e

-4 S e d a c ió n p r o fu n d a : se mueve o abre los ojos a la estimulación física, no a la pl I gástrico y prevenir el sangrado del tracto gastrointestinal.
voz. C ontrol de la glucem ia: a partir del estudio de Van der Berghe se reconocióla
-5 N o d e s p e r ta b le : no responde a la voz ni al estímulo físico. necesidad de controlar estrictamente los valores de glucemia en los pacientes críti­
cos. En este estudio se propone que el nivel óptimo de glucemia debe encontrarse
P r o c e d im ie n t o p a r a la v a lo r a c ió n d e l R A S S :
entre 80 y 100 mg/dL; sin embargo se ha observado que en la practica estos valo­
1. Observar al paciente. Si está despierto, inquieto o agitado, asignar un puni;i|o
res son difíciles de alcanzar, por lo que se acepta un valor de 150 mg/dL, valor reco­
de 0 a +4
2. Si no está despierto, llamarlo por su nombre, pedirle que abra los ojos y mili» mendado en las guías reciéntemente publicadas para el tratamiento de la sepsis
al examinador. S i abre los ojos o responde con movimientos, asignar un pun grave y el shock séptico. Un estudio publicado por Krinsley informó que el objeti­
taje de -1 a -3. vo de mantener los niveles de glucemia por debajo de 140 mg/dL im plico una
3. Si no reponde a la llamada, estimular al paciente con palmadas en el homhtu reducción del 29,3% en la tasa de mortalidad y una reducción del 10,8% en la esta­
y asignar un puntaje de -4 a -5 según la respuesta.
día en la U T I. . .
Existen al menos cuatro medidas simples agregadas a las propuestas poi J. L.
Vincent. que son imprescindibles para garantizar los cuidados de calidad a nuestros
lización de medidas no farmacológicas de prevención: cambios frecuentes de d e c t l pacientes. En sintonía con la mnemotecnia, al F A S T H U G repodemos agregarle el
hitos y utilización de botas de compresión neumática. acrónimo H U PA (/ligiene bucal, ubicación del tubo endotraqueal, presión del man­
Elevació n de la cabeza (Head-of bed elevation): varios estudios han demostrado guito, actitud del paciente en la cama).
que la cabecera a 30-45° puede reducir la incidencia de reflujo gastroesofágico cn H igiene b ucal: los pacientes ventilados suelen tener deprimido el nivel de con­
pacientes con ventilación mecánica, y un ensayo aleatorizado y controlado demos ciencia a causa de la sedoanalgesia, o disminuido el reflejo nauseoso, lo que pro­
tró una reducción de las tasas de neumonía nosocomial cuando los pacientes adop voca la caída de las secreciones colonizadas hacia la orotannge. En un periodo de
tan este decúbito. Sin embargo, a pesar de la evidencia y las recomendaciones, eslu 24 horas puede acumularse un volumen de entre 100 m L y 150 m L de secreciones.
simple estrategia no cuenta con la adhesión esperada del equipo de salud, aun aun La microaspiración de estas secreciones orofaríngeas es el principal factor de nes-
que se trata de una medida de bajo costo, lo cual se supone que se debe a la escn c0 de neumonía asociada a la vía aérea artificial. La disminución de la carga bacte­
sez de recursos de enfermería. Es importante recordar que hablamos de posición riana de la cavidad bucal se logra a través del lavado, al menos tres veces por día.
semisentado y no solamente de elevación de la cabeza. Para dism inuir la probabili­ Existen numerosos estudios que tratan de establecer el mejor agente para la higie­
dad de reflujo gastroesofágico debe asegurarse que todo el tronco se halle en esta ne bucal en pacientes intubados. Los estudios recientes sugieren “ considerar la uti­
posición, esto requiere continuas correcciones posturales porque aun los pacientes lización de clorhexidina. Es importante la remoción de la placa dental y para ello se
sedados tienden a deslizarse hacia los pies de la cama. La postura de semisentado puede utilizar cepillos dentales suaves o hisopos de gasa y abundante agua para eh-
debe practicarse en todos los pacientes salvo que haya una contraindicación expre­ minar las secreciones por arrastre. De todas maneras, lo importante es que se reali­
sa (p. e j„ pacientes neurocríticos en posoperatorio de hematoma subdural subagu ce la higiene bucal, y que se haga con frecuencia. L a recomendación es desarrollar
do o crónico, que deben estar con la cama a cero grado). y poner en práctica un programa de higiene oral (que puede incluir el uso de un
Prevención de úlceras de estrés: la prevención de las úlceras de estrés es impot agente antiséptico) para todos los pacientes en cuidados intensivos Desalentamos
tante sobre todo en pacientes con fallo respiratorio, anormalidades en la coagula totalmente la utilización de cánulas orofaríngeas en el paciente intubado. L a canu-
408 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a
[ C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 409

la orofaríngea es un accesorio transitorio para la permeabilidad de la vía aérea \ IM modidad del paciente. Puede solicitarse a la fam ilia información acerca de la posi­
un mordillo; si el paciente muerde el tubo debemos buscar la causa. Las c .in iili| ción en que descansa el paciente, si existe algún gusto o preferencia que tal vez
orofaríngeas favorecen la acumulación de mayor cantidad de secreciones y la u p a podamos consentir (p. ej., que utilice su propia almohada o auriculares para escu­
rición de lesiones por presión en la mucosa oral, labios y encías. char su música preferida, etc.). No hay que olvidar que si el paciente utiliza gatas o
U bicación del tubo endotraqueal (T E T ): como veremos más adelante. Iftl audífonos, es muy importante que cuente con ellos durante su internación. E l con­
manera en que está fijado el tubo y la profundidad de éste adquieren singular iltM tacto piel con piel es muy importante: debe alentarse a la tam ilia a que toque y aca­
portancia. ricie a su ser querido aunque se encuentre inconsciente. Por parte del medico y
Presión del balón: la monitorización debe asegurar que la presión del balón |K>( Cuando sea posible, el contacto humano sin guantes puede ser una medida muy bien
manezca por debajo de 20 mm Hg y permita un margen de seguridad por debajo iH recibida y no afecta el control de las infecciones. E l control de las luces y del ruido
la presión de perfusión capilar traqueal (25 a 35 mm Hg). Por lo general se connilj nocturno o el uso de un reloj, pueden contribuir a evitar la desorientación temporo-
dera que el valor máximo permitido de presión lateral sobre la pared traqueal qu|] espacial y proporcionarle al paciente una mayor noción del tiempo.
provoca el manguito inflado, es de 25 mm Hg. S i el paciente presenta signos djfl
mala perfusión y/o elevadas presiones en la vía aérea durante la V M , el valor tic lit C om unicación con el paciente intubado
presión en el interior del manguito debe ser menor. S i se requieren presiones m iiy M
res de 25 mm Hg para proporcionar un sellado eficaz de la vía aérea durante la volM I Numerosos estudios han identificado que la principal causa de angustia y ansie-
tilación con presión positiva, deben valorarse medidas alternativas: cambio del tubo I dad en los pacientes ventilados mecánicamente es la imposibilidad de comunicar
por uno de mayor calibre, colocación de un tubo con un balón más largo, o cambiar sus necesidades. En un estudio publicado en 2004 por Patak y cois, se propuso reca­
la profundidad de colocación del T ET . L a presión del manguito debe controlarse al bar información de personas que requirieron V M durante períodos variables. Estas
menos una vez por turno y después de cada procedimiento “ respiratorio” (cam b ial personas coincidieron en identificar que les producía angustia no poder indicar al
en la programación del ventilador, aspiración de secreciones, movimientos il«|| personal sus sentimientos de dolor, frustración, ansiedad, miedo, despersonalíza-
tubo). Debe ser revisada inmediatamente después de la anestesia con óxido nitroso, I ción. pérdida de control, incomodidad y pena.
debido a que éste difunde al interior del manguito del T ET , lo que aumenta su p u l Se han diseñado muchas estrategias a fin de que el paciente intubado pueda
sión (fig. 15-1). I comunicar sus necesidades básicas. L a utilización de tablas impresas, pizarras con
A ctitud: actitud del paciente en la cama. ¿ E l aspecto es confortable, o estarna! marcadores, papel y lápiz, pizarras “ mágicas” , etc., son medios para acceder a esa
ante una persona que requiere dosis altas de sedoanalgésicos por ansiedad o inquiofl zona oscura del paciente ventilado. En nuestra experiencia, podemos decir que los
tud? Existen numerosas medidas que pueden ser implementadas para evitar la í i i c i m marcadores son más útiles que los lápices y los bolígrafos porque éstos requieren
que se ejerza mayor presión durante la escritura; que la lectura de labios no es prac­
tica si el paciente está intubado por vía orotraqueal, pero sí es útil para pacientes
iraqueostomizados, aunque no existe una bibliografía con recomendaciones especi­
ficas.

Cuidados de la vía aérea artificial

Fijació n d e l tubo endotraqueal

L a vía de intubación orotraqueal presenta mayores dificultades para anclar el


T E T que la vía nasotraqueal y el tubo de la traqueostomía. Los pacientes sin dien­
tes y que mantienen su boca abierta ampliamente representan un mayor desafío en
este sentido. L a migración del extremo distal del T E T hacia un bronquio principal,
la extubación inadvertida, la ventilación y la oxigenación inadecuadas, y la aspira­
ción y la lesión física son algunas de las consecuencias de la falla en estabilizar el
T E T de manera apropiada.
Una vez colocado el T E T y verificada su posición adecuada, se debe fijar para
evitar desplazamientos. Existen varios métodos para realizar esto, y se debe optar
410 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n k a C u i d a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 411

por el que ofrezca mayor comodidad y efectividad para el paciente y para cl eq| • Corte por la mitad los extremos de la cinta adhesiva no cubierta.
po de salud que lo asiste. Los requisitos que deben cum plir son: • Coloque la tira de cinta adhesiva alrededor de la cabeza del paciente, por encima
tic las orejas.
• Otorgar estabilidad al TET . I • Asegúrese de que sea la cinta adhesiva hipoalergénica la que quede en contacto
• Perm itir la aspiración de la faringe y la higiene oral frecuente. con la piel.
• Perm itir el cambio frecuente de posición del tubo. • Sírvase de los extremos cortados de cinta adhesiva para fijar el tubo.
• Evitar la compresión del cuello que impide el retorno venoso adecuado del Of • Se puede aplicar un parche de hidrocoloide sobre las mejillas para proteger la
bro al tórax. piel.
• Ubicar el tubo en posición medial dentro de la boca.
• Producir el mínimo de lesiones dérmicas y por decúbito (no olvidar el el I Soportes de T E T com erciales: existen en el mercado varios tipos de dispositi­
palanca). vos para inm ovilizar el T ET . Son útiles ya que permiten la colocación medial del
luho en la boca y actúan impidiendo que el paciente muerda y ocluya el tubo. Es
E l T E T debe ser anclado todas las veces que sea necesario para prevenir la ext Una recomendación en los protocolos A C L S de la Am erican Heart Association.
bación inadvertida y un movimiento excesivo del tubo. "Para prevenir el desplazamiento, sobre todo en pacientes expuestos a m ovim ien­
to. utilice fijadores de T E T fabricados con tal fin, que son superiores a los méto­
dos de atar y encintar” . Son eficaces en pacientes alérgicos a la tela adhesiva y al
M étodo de fijació n propuesto (fig. 15-2)
látex.
• Corte una cinta adhesiva de 2,5 cm de ancho, lo suficientemente larga como p
rodear la cabeza del paciente.
• Cubra el lado adhesivo de la tira con un trozo más corto de cinta hipoalergémui, Cambio de posición del tubo orotraqueal
dejando un mínimo de 8 cm descubiertos a cada extremo.
E l T E T o el tubo de traqueostomía deben ser estabilizados en todo momento para
prevenir el movimiento y la transmisión de fuerzas mecánicas al paciente.
Cinta adhesiva Segunda pieza de cinta E l T E T debe ser considerado como un brazo de palanca mecánico en la vía aérea.
(lado con adhesiva pegada a la primera
pegamento) pieza (sin pegamento) Cuando el T E T se mueve desde afuera, su extremo distal dentro de la tráquea se
apoya sobre la mucosa y la lesiona.
Prácticamente cualquier movimiento del T E T o cualquier actividad motora del
paciente transmite una fuerza “ cortante” en el punto de contacto entre el tubo y el
paciente. Esto puede ocurrir a nivel de muchos sitios: los labios, la lengua, los dien­
tes, las alas de la nariz, la narina anterior, la faringe, la glotis, las cuerdas vocales y
la pared traqueal. En pacientes con traqueostomía, el sitio del ostoma es especial-
mente vulnerable a las tuerzas externas.
Cualquier movimiento del T E T puede lesionar el delicado epitelio traqueobron-
quial a través de la presión, lo que provoca la abrasión de los tejidos circundantes.
Las acciones que pueden provocar movimientos del T E T son toser, deglutir, inten­
tar hablar, el esfuerzo respiratorio y la rotación de la cabeza.
La aspiración de secreciones no solamente causa un movimiento del tubo sino
que también esfacela el epitelio. Por esta razón, todos los movimientos y procedi­
mientos sobre el tubo (incluida la aspiración) deben ser mantenidos en el mínimo
indispensable, y el paciente debe ser extubado lo más rápidamente posible.
E l tubo debe quedar colocado en la mitad de la boca, para evitar lesiones por
decúbito sobre las comisuras bucales. En caso de no poder lograrlo con los méto­
dos de fijación usados, y si el tubo estuviera ubicado sobre la comisura, es impera­
Fig. 15-2. Método de fijación del TET con tela adhesiva. tivo cambiarlo de posición cada 4 a 6 horas.
412 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 413

L a té cn ica de cam b io de p o sició n es la siguiente: ( uad ro 15-3. Técnica de aspiración de secreciones p o r tubo traqueal o tra ­
queostom ía (C o n t.) __________________________________________________
• Retire las cintas de fijación del TET .
Introducir el catéter de aspiración. No aplicar presión negativa durante la introduc-
• Mantenga el tubo en su posición con una mano.
• Introduzca una sonda de aspiración y aspire en la profundidad a un lado di Retirar el catéter lentamente mientras se aspira y presionar con el pulgar el control
boca, tratando de elim inar las secreciones faríngeas. de aspiración. .
• Cambie el tubo de posición y aspire el lado contrario. Retirar el catéter suavemente sin girarlo, los catéteres modernos tienen múltiples
• Tenga especial precaución de no lesionar la tráquea cuando mueve el tubo. orificios en su circunferencia, lo que hace innecesaria su rotación. En caso de no
contar con estos catéteres se deberá ir girando mientras se retira.
• Reúna procedimientos: aproveche a realizar junto con el cambio de posición dü(
Reconectar la fuente de aporte de oxígeno lo antes posible.
tubo la higiene oral, con el fin de minimizar la cantidad de estímulos al pacictlM Monitorizar la saturación de oxígeno y la frecuencia cardíaca en busca de descensos
• Vuelva a realizar la fijación del TET . que indiquen hipoxemia durante el procedimiento.
En los sistemas de aspiración abiertos, se usarán soluciones estériles para eliminar
Técnica de aspiración de secreciones las secreciones del catéter de aspiración (si se van a utilizar para reingresar a la trá­
quea) y se desecharán después de finalizado el procedimiento.
Una valoración apropiada es el paso previo para establecer la necesidad de ilNfll Repetir el procedimiento hasta que la vía aérea esté limpia (auscultar el tórax des­
pués de la aspiración). Sin embargo, no deber repetirse el procedimiento más de tres
ración. L a descripción de la técnica se describe en el cuadro 15-3. Se debe (Iclci
veces.
minar los signos y síntomas individuales del paciente en ese momento. I n Entre aspiración y aspiración, oxigenar al paciente y esperar que la saturación de
valoración debe incluir la frecuencia y profundidad de las respiraciones y cualquier oxígeno vuelva a los valores que tenía antes del procedimiento.
- Verificar la necesidad de realizar lavado de la cavidad bucal del paciente.
Retener el catéter en la mano enguantada, y retirar el guante; descartar el guante y
C u ad ro 15-3. Técnica de aspiración de secreciones por tubo traqueal o tro el catéter en forma segura
- Lavar la conexión mediante la aspiración de agua estéril y descartar el otro guante.
queostomía _______________________________________________________________
- Valorar al paciente y determinar la necesidad de una nueva aspiración con otro
guante y catéter estéril. En los sistemas de aspiración abiertos, se usará un catéter
- Comunicar al paciente el procedimiento que se le realizará y obtener su colaboi
estéril descartable para cada procedimiento de aspiración de secreciones y se dese­
ción (si es posible).
- Explicar el procedimiento. chará después de finalizado éste.
- Organizar el material necesario y controlar el funcionamiento del equipo de aspira■ - Lavar las manos después del procedimiento.
- Documentar y registrar hallazgos, información sobre cantidad y características de
ción.
las secreciones, presión pico en la vía aérea, si descendió después de la aspiración,
- Programar la presión de aspiración apropiada: entre 80 y 120 mm Hg (12-16 Kpa).
- Calcular el número apropiado de catéter de aspiración. Para aspiración endotraqueal si mejoró la forma de la onda de flujo/tiempo, etcétera.
o por traqueostomía, el diámetro del catéter debe ser el mayor que pase con facili
dad por el interior del tubo.
- Previo a cada aspiración se aconseja hiperoxigenar con cinco ventilaciones con FIO
al 100%. dificultad manifiesta de ésta, como una respiración laboriosa y la utilización de
- Si es posible, ubicar al paciente decúbito supino y semisentado.
musculatura accesoria. Los ruidos respiratorios normales no deben ser audibles sin
- Lavarse las manos.
un estetoscopio; la auscultación de los pulmones permite identificar ruidos adven-
- Usar un guante estéril en la mano que manipulará el catéter y uno limpio desc:
ble en la otra mano. ticios.
- Con la mano limpia (no estéril), retirar el catéter de la envoltura sin tocarlo. E l paciente debe ser observado durante todo el procedimiento en busca de cual­
- Desconectar la fuente de aporte de oxígeno al paciente. En pacientes ventilados quier signo de: inestabilidad cardiovascular (p. ej., arritm ias), aumento de la presión
mecánicamente, el tiempo de desconexión (hasta la reconexión) no debe ser mayor intracraneal (P IC ), malestar o desasosiego. Si ocurriera, el procedimiento debe ser
de 10 segundos. En pacientes con lesión pulmonar aguda y altos niveles de P E E P se suspendido. Después de la aspiración, la valoración incluye la descripción del tipo,
debe recordar que al desconectar al paciente del ventilador pueden desreclutarse
la tenacidad, la consistencia y la cantidad de secreciones. Las secreciones respira­
unidades alveolares que fueron reclutadas, es por ello que se recomienda en estos
torias normales son blancas y mucoides, y si las secreciones son Huidas, abundan­
pacientes el uso de circuitos cerrados de aspiración de secreciones.
tes, rosadas, espumosas o con estrías de sangre, esto puede indicar una sobrecarga
(Continúa I de líquidos (edema pulmonar). Secreciones amarillas o verdes pueden indicar una
C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 415
414 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

La hiperoxigenación provee cierta protección sobre los niveles de oxígeno en


infección. Hay discordancia entre la observación clínica y la validación con ctl|
sangre, pero es más efectivo si se lo combina con hiperinsuflación. L a cantidad de
vos posteriores. Podemos referirnos a una colonización y no necesariamente
hiperoxigenación que puede recibir el paciente aún no está claro. Algunos estudios
hablando de infección. Cualquier cambio en detrimento del estado fisiológico < !
recomiendan que la hiperoxigenación no debe superar el 20% del nivel de base, por
paciente durante el procedimiento de aspiración indica que éste debe ser intcrrtl
ejemplo, si el paciente está respirando oxígeno al 4 0 % , se aumentará al 60% , no se
pido. I
hallaron diferencias significativas proveyendo oxígeno al 100% comparado con el
Es importante r e v a lu a r al paciente de manera constante y sospechar tempiaua*
mente la necesidad de aspiración; y no hacerlo cuando la vía aérea ya está inunda 20% por encima del valor de base.
Para pacientes intubados y ventilados mecánicamente, la hiperoxigenación debe
da de secreciones. Son indicadores de necesidad de aspiración:
efectuarse antes de la aspiración y después de ésta. La hiperoxigenación con el ven­
tilador puede programarse durante 2 minutos, ya que el ventilador proporciona
• Taquipnea.
niveles más altos de oxígeno a bajas presiones pico que las que se obtienen con la
• Secreciones visibles o audibles, estertores o burbujeos, audibles con el estetoofll
ventilación manual (esto es cierto según el volumen que entregamos por cada vía,
pió o sin él.
• Sensación referida por el paciente de secreciones en el tórax. manual o mecánica).
• Aumento de la presión de la vía aérea en V M .
• Movim ientos torácicos alterados, debilidad. Instilación con solución de cloruro de sodio
• Disminución de los niveles de saturación de oxígeno.
L a instilación de solución de cloruro de sodio al 0 ,9 % durante la aspiración
• Alteraciones hemodinámicas, incluidos el aumento de la tensión arterial y Id
(usualmente asociada con aspiración a través del T E T ) puede elim inar tapones y
taquicardia.
secreciones secas. Sin embargo, este procedimiento no se recomienda como prác­
• Dism inución de la entrada de aire (dism inución de los sonidos respiratorios a la
tica rutinaria debido a que puede resultar en com plicaciones que pongan en riesgo
auscultación).
la vida del paciente, como por ejemplo, la dism inución de la saturación de oxíge­
• Cambio de color (p. ej., cianosis, palidez, rubicundez).
no, el broncoespasmo, la disnea, el dolor, la ansiedad, el aumento de la P IC y la
• Para pacientes que están en V M pueden indicar necesidad de aspiración la eleva*
ción progresiva de la presión pico con gradiente pico-meseta mayor de 10 Clfl neumonía.
Para reducir la sequedad en las secreciones se debe asegurar que el aire que
H.O. J
ingresa al paciente está adecuadamente calentado y humidificado.
• Cambios en la morfología de la curva flujo/tiempo con la pérdida de su c u rv a iu
ra normal.
V aloración general del paciente en V M
La evidencia ha demostrado que la práctica de la aspiración a intervalos fijos no
Valorar a un paciente ventilado significa estar al lado de su cama, hablar con él
está justificada en ausencia de signos y síntomas clínicos, por lo que no debe tomar
se como una rutina. L a decisión de aspirar un paciente debe estar basada en el jm de ser posible, y realizar un examen físico prolijo y completo.
ció y la evaluación clínica.
La aspiración de las secreciones subglóticas u orofaríngeas requiere la in s e rc ió n Exam en físico
de un catéter a través de la boca y la faringe, y que se aplique presión negativa sos­
Siempre debe ser completo, de adelante, de atrás y de los costados (para ello se
tenida hasta no obtener más material. La mera aspiración de la cavidad o ra l no
alcanza para lograr extraer el cúmulo de secreciones que se produce por encima dpi debe sentar o rotar al paciente).
balón del T ET . Debe repetirse el procedimiento por vía nasofaríngea. Este p ro ce d í
• Se debe evaluar primero la actitud del paciente en la cama, su postura, confort y
miento se llevará a cabo al menos cada 4 horas, cada vez que se manipule el T ET o
la presencia de dolor. Valorar la alineación de la cabeza, la posición del paciente
previo a retirarlo.
en la cama (grados de elevación), y a qué altura se hallan el torso y la cabeza en
relación con el cero. L a identificación del dolor es d ifícil en pacientes ventilados.
Hiperoxigena ción Deberíamos realizar un esfuerzo en forma constante y recurrente para averiguar
si el paciente está confortable o no, si tiene dolor o no, etcétera.
En la práctica, se entiende por hiperoxigenación a la entrega de oxígeno al 1009.
• Evaluar los estados emocional y psicológico del paciente. La ansiedad, la depre­
el cual es brindado durante cinco respiraciones antes, durante y después del paso
sión. el delirio y la desorientación son hallazgos comunes. Una vez por turno
del catéter de aspiración.
412 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 413

La técnica de cambio de posición es la siguiente: ( uad ro 15-3. Técnica de asp iració n de secreciones p o r tubo traqu eal o trá ­
queostom ía (C o n t.) _________________________________________________
• Retire las cintas de fijación del TET .
- Introducir el catéter de aspiración. No aplicar presión negativa durante la introduc­
• Mantenga el tubo en su posición con una mano.
ción.
• Introduzca una sonda de aspiración y aspire en la profundidad a un lado tía I - Retirar el catéter lentamente mientras se aspira y presionar con el pulgar el control
boca, tratando de elim inar las secreciones faríngeas. de aspiración.
• Cambie el tubo de posición y aspire el lado contrario. - Retirar el catéter suavemente sin girarlo, los catéteres modernos tienen múltiples
• Tenga especial precaución de no lesionar la tráquea cuando mueve el tubo. orificios en su circunferencia, lo que hace innecesaria su rotación. En caso de no
• Reúna procedimientos: aproveche a realizar junto con el cambio de posición d»| contar con estos catéteres se deberá ir girando mientras se retira.
tubo la higiene oral, con el fin de minimizar la cantidad de estímulos al p acio n ll - Reconectar la fuente de aporte de oxígeno lo antes posible.
- Monitorizar la saturación de oxígeno y la frecuencia cardíaca en busca de descensos
• Vuelva a realizar la fijación del TET .
que indiquen hipoxemia durante el procedimiento.
- En los sistemas de aspiración abiertos, se usarán soluciones estériles para eliminar
Técnica de aspiración de secreciones las secreciones del catéter de aspiración (si se van a utilizar para reingresar a la trá­
quea) y se desecharán después de finalizado el procedimiento.
Una valoración apropiada es el paso previo para establecer la necesidad de iin |M Repetir el procedimiento hasta que la vía aérea esté limpia (auscultar el tórax des­
ración. L a descripción de la técnica se describe en el cuadro 15-3. Se debe deton pués de la aspiración). Sin embargo, no deber repetirse el procedimiento más de tres
minar los signos y síntomas individuales del paciente en ese momento. I ,i veces.
Entre aspiración y aspiración, oxigenar al paciente y esperar que la saturación de
valoración debe incluir la frecuencia y profundidad de las respiraciones y cualqui#
oxígeno vuelva a los valores que tenía antes del procedimiento.
Verificar la necesidad de realizar lavado de la cavidad bucal del paciente.
Retener el catéter en la mano enguantada, y retirar el guante; descartar el guante y
C u a d ro 15-3. Técnica de asp iración de secreciones p o r tubo traqu eal o Ira el catéter en forma segura
queostom ía - Lavar la conexión mediante la aspiración de agua estéril y descartar el otro guante.
- Valorar al paciente y determinar la necesidad de una nueva aspiración con otro
- Comunicar al paciente el procedimiento que se le realizará y obtener su colaboiu guante y catéter estéril. En los sistemas de aspiración abiertos, se usará un catéter
ción (si es posible). estéril descartable para cada procedimiento de aspiración de secreciones y se dese­
- Explicar el procedimiento. chará después de finalizado éste.
- Organizar el material necesario y controlar el funcionamiento del equipo de aspn u- - Lavar las manos después del procedimiento.
ción. - Documentar y registrar hallazgos, información sobre cantidad y características de
- Programar la presión de aspiración apropiada: entre 80 y 120 mm Hg (12-16 Kpajfl las secreciones, presión pico en la vía aérea, si descendió después de la aspiración,
- Calcular el número apropiado de catéter de aspiración. Para aspiración endotraque»! si mejoró la forma de la onda de flujo/tiempo, etcétera.
o por traqueostomía, el diámetro del catéter debe ser el mayor que pase con facili
dad por el interior del tubo.
- Previo a cada aspiración se aconseja hiperoxigenar con cinco ventilaciones c o n I M>
al 100%. ■
dificultad manifiesta de ésta, como una respiración laboriosa y la utilización de
- Si es posible, ubicar al paciente decúbito supino y semisentado.
- Lavarse las manos. musculatura accesoria. Los ruidos respiratorios normales no deben ser audibles sin
- Usar un guante estéril en la mano que manipulará el catéter y uno limpio descarta un estetoscopio: la auscultación de los pulmones permite identificar ruidos adven­
ble en la otra mano. ticios.
- Con la mano limpia (no estéril), retirar el catéter de la envoltura sin tocarlo. E l paciente debe ser observado durante todo el procedimiento en busca de cual­
- Desconectar la fuente de aporte de oxígeno al paciente. En pacientes ventilados quier signo de: inestabilidad cardiovascular (p. ej., arritm ias), aumento de la presión
mecánicamente, el tiempo de desconexión (hasta la reconexión) no debe ser mayoi intracraneal (P IC ), malestar o desasosiego. S i ocurriera, el procedimiento debe ser
de 10 segundos. En pacientes con lesión pulmonar aguda y altos niveles de P E E P se
suspendido. Después de la aspiración, la valoración incluye la descripción del tipo,
debe recordar que al desconectar al paciente del ventilador pueden desreclutarse
unidades alveolares que fueron reclutadas, es por ello que se recomienda en estos la tenacidad, la consistencia y la cantidad de secreciones. Las secreciones respira­
pacientes el uso de circuitos cerrados de aspiración de secreciones. torias normales son blancas y mucoides, y si las secreciones son fluidas, abundan­
tes, rosadas, espumosas o con estrías de sangre, esto puede indicar una sobrecarga
( Continua I de líquidos (edema pulmonar). Secreciones am arillas o verdes pueden indicar una
C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 41 5
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I a hiperoxigenación provee cierta protección sobre los niveles de oxígeno en


infección. Hay discordancia entre la observación clínica y la validación con e
«migre, pero es más efectivo si se lo combina con hiperinsuflación. La cantidad de
vos posteriores. Podemos referirnos a una colonización y no necesariamente
hablando de infección. Cualquier cambio en detrimento del estado fisiológico hiperoxigenación que puede recibir el paciente aún no está claro. Algunos estudios
paciente durante el procedimiento de aspiración indica que éste debe ser inte It i omiendan que la hiperoxigenación no debe superar el 20% del nivel de base, por
pido. ejemplo, si el paciente está respirando oxígeno al 4 0 % , se aumentará al 60%, no se
hallaron diferencias significativas proveyendo oxígeno al 100% comparado con el
Es importante revalu ar al paciente de manera constante y sospechar tempr
mente la necesidad de aspiración; y no hacerlo cuando la vía aérea ya está mu 2(1' i por encima del valor de base.
da de secreciones. Son indicadores de necesidad de aspiración: Para pacientes intubados y ventilados mecánicamente, la hiperoxigenación debe
ch etuarse antes de la aspiración y después de ésta. La hiperoxigenación con el ven­
• Taquipnea. tilador puede programarse durante 2 minutos, ya que el ventilador proporciona
• Secreciones visibles o audibles, estertores o burbujeos, audibles con el estelos*! niveles más altos de oxígeno a bajas presiones pico que las que se obtienen con la
pió o sin él. ventilación manual (esto es cierto según el volumen que entregamos por cada vía,
• Sensación referida por el paciente de secreciones en el tórax. manual o mecánica).
• Aumento de la presión de la vía aérea en V M .
• Movimientos torácicos alterados, debilidad. Instilación con solución de cloruro de sodio
• Disminución de los niveles de saturación de oxígeno.
• Alteraciones hemodinámicas, incluidos el aumento de la tensión arterial y La instilación de solución de cloruro de sodio al 0 ,9 % durante la aspiración
taquicardia. (usualmente asociada con aspiración a través del T E T ) puede elim inar tapones y
secreciones secas. Sin embargo, este procedimiento no se recomienda como prác­
• Disminución de la entrada de aire (disminución de los sonidos respiratorios ti
auscultación). tica rutinaria debido a que puede resultar en complicaciones que pongan en riesgo
• Cambio de color (p. ej., cianosis, palidez, rubicundez). la vida del paciente, como por ejemplo, la disminución de la saturación de oxíge­
no, el broncoespasmo, la disnea, el dolor, la ansiedad, el aumento de la P IC y la
• Para pacientes que están en V M pueden indicar necesidad de aspiración la elov*
ción progresiva de la presión pico con gradiente pico-meseta mayor de !() ciil neumonía.
H ¿,0 . | | Para reducir la sequedad en las secreciones se debe asegurar que el aire que

• Cambios en la morfología de la curva flujo/tiempo con la pérdida de su curvullM ingresa al paciente está adecuadamente calentado y humidificado.
ra normal.
Valoración general del paciente en V M
L a evidencia ha demostrado que la práctica de la aspiración a intervalos fijos no
Valorar a un paciente ventilado significa estar al lado de su cama, hablar con él
está justificada en ausencia de signos y síntomas clínicos, por lo que no debe tomar*
se como una rutina. L a decisión de aspirar un paciente debe estar basada en el |in de ser posible, y realizar un examen físico prolijo y completo.
ció y la evaluación clínica.
L a aspiración de las secreciones subglóticas u orofaríngeas requiere la inserción Exam en físico
de un catéter a través de la boca y la faringe, y que se aplique presión negativa sos-
Siempre debe ser completo, de adelante, de atrás y de los costados (para ello se
tenida hasta no obtener más material. La mera aspiración de la cavidad oral no
alcanza para lograr extraer el cúmulo de secreciones que se produce por encima del debe sentar o rotar al paciente).
balón del TET . Debe repetirse el procedimiento por vía nasofaríngea. Este procedí!
miento se llevará a cabo al menos cada 4 horas, cada vez que se manipule el T í I o • Se debe evaluar primero la actitud del paciente en la cama, su postura, confort y
previo a retirarlo. la presencia de dolor. Valorar la alineación de la cabeza, la posición del paciente
en la cama (grados de elevación), y a qué altura se hallan el torso y la cabeza en
relación con el cero. La identificación del dolor es d ifícil en pacientes ventilados.
Hiperoxigenación
Deberíamos realizar un esfuerzo en forma constante y recurrente para averiguar

En la práctica, se entiende por hiperoxigenación a la entrega de oxígeno al 100' í , si el paciente está confortable o no, si tiene dolor o no, etcétera.
el cual es brindado durante cinco respiraciones antes, durante y después del paso • Evaluar los estados emocional y psicológico del paciente. L a ansiedad, la depre­
del catéter de aspiración. sión, el delirio y la desorientación son hallazgos comunes. Una vez por turno
416 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n k a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 417

debería valorarse la sedoanalgesia, así como la presencia o ausencia de d r ln lii del paciente debe incluir un examen físico y una valoración de los signos vitales.
activo o pasivo.
( uando el paciente está seguro y estabilizado, se debe revisar las alarmas y, si es
• Valorar la necesidad y la habilidad para comunicarse del paciente. Se debe iliUifM necesario, obtener ayuda.
tar la comunicación de todas las formas posibles sin que esto signifique csliitff E l súbito comienzo de la disnea en un paciente crítico puede ser reconocido por
zos o movimientos excesivos de la laringe que pueden provocar lesiones tic U los signos físicos que presenta. Estos signos incluyen taquipnea, aleteo nasal, dia-
mucosa.
l'oresis, uso de músculos accesorios, retracción de los espacios supraesternal, supra-
• Se debe auscultar el cuello para detectar fugas del manguito manifestadas co fflJ clavicular e intercostal, movimiento paradójico o anormal del tórax o abdomen,
gorgoteos por debajo de la laringe. L a presencia de secreciones espumosas I mu hallazgos anormales a la auscultación, taquicardia, arritm ia e hipotensión. La lec­
bujeantes con cada respiración es otro signo de fuga del manguito. tura de la oximetría de pulso y la capnografía pueden variar, así como la presión
• Evaluar si hay aleteo nasal, ulceración nasal, inflam ación, y hemorragia nasal u pico y la presión meseta.
ótica. Valorar las características de las secreciones nasales. Considerar la posihi Si el paciente está despierto, se lo puede interrogar directamente (respuestas por
lidad de sinusitis.
"sí” o “ no” ) y obtener información valiosa. Algunos episodios de asincronía pueden
• Exam inar diariamente la boca del paciente. Retirar la tela adhesiva del T E 'I pnrj producirse debido a un sentimiento de pánico, y puede minimizarse ventilando de
examinar con linterna y bajalengua. Observar los labios, la boca y la faringe en manera manual al paciente e instruyéndolo sobre cómo relajarse mientras respira
búsqueda de inflamación, úlceras, dolor y sangrado. Observar los dientes, rol mu con el ventilador.
las prótesis dentarias fuera de lugar.
Algunas veces, la dificultad respiratoria aparece de manera paulatina pero es el
• Exam inar la sim etría de la expansión torácica, los movimientos paradójicos, el equipo de salud quien lo detecta de forma súbita. Es por ello que debemos antici­
uso de músculos accesorios, la retracción intercostal. Muchas veces, la u tiliz a huí pamos y buscar signos mínimos que nos alerten.
de músculos accesorios pasa inadvertida. Palpar los grupos musculares (p. ej. U Las causas más frecuentes de dificultad respiratoria súbita están numeradas en el
esternocleidomastoideos). Auscultar el pulmón y evaluar la intensidad y el li|Mi cuadro 15-4.
de los sonidos respiratorios. E l manejo de la asincronía del paciente comienza con una serie de pasos especí­
• Evaluar: posición de la sonda nasogástrica, residuo gástrico, presencia de hipo, ficos (cuadro 15-5). E l paso inicial es desconectar al paciente del ventilador y ven­
ruidos hidroaéreos, distensión abdominal, catarsis y sus características. tilarlo en forma manual. S i la dificultad respiratoria mejora, el problema está
• Signos vitales: la V M produce una caída del gasto cardíaco debido al aumento do vinculado con el ventilador. S i la dificultad no mejora, entonces el problema se rela­
las presiones intratorácicas. Esto puede producir una hipotensión arterial, es|H 5
ciona con el paciente.
cialmente en pacientes hipovolémicos, y una reducción de los flujos sanguíneo-,
renal y esplácnico. L a diuresis debe ser medida en forma horaria para detector
estos eventos en forma temprana.
• Valorar la dificultad en pasar la sonda de aspiración a través del tubo. I
C u ad ro 15-4. Causas de d ificu ltad resp irato ria súbita en un p aciente en V M
• Sentir la resistencia de la bolsa de reanimación durante la ventilación manual.
Causas relacionadas a l paciente Causas relacionadas con el ventilador
Resolución de problemas: paciente con dificultad
respiratoria súbita Problemas de la vía aérea artificial Fugas en el sistema
Neumotorax M al funcionamiento del circuito o desconexión
"Lo s problem as que nosotros creamos no pueden ser resueltos con el mismo Broncoespasmo Inadecuada FIO ,
Secreciones Inadecuado soporte ventilatorio
nivel de pensamiento que teníamos cuando los creamos ” (A lbert Einstein) ]
Edema pulmonar Inadecuada sensibilidad de disparo
Cuando se activa una alarma del ventilador o de cualquier monitorización aso­
Tromboembolismo pulmonar Inadecuada programación del flujo inspiratorio
ciada, es imperativo que el personal responda con rapidez. La seguridad del pacien­ Hiperinflación dinámica Asincronía paciente-ventilador
te es primordial, para ello debemos tener la certeza de que el paciente está siendo Impulso (drive) respiratorio anormal
adecuadamente ventilado y oxigenado. En muchas ocasiones debe desconectarse al Postura corporal inadecuada
paciente del ventilador y ventilar manualmente con una bolsa-válvula-máscara Problemas inducidos por fármacos
hasta que el problema pueda ser diagnosticado. Esta maniobra no sólo ventila al Distensión abdominal
Ansiedad
paciente, sino que es una manera de valorar manualmente la distensibilidad (com-
Asincronía paciente-ventilador
p lia n te ) pulmonar y la resistencia de la vía aérea. Según la situación, la evaluación
418 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n mecAnk a C u i d a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a 419

C u ad ro 15-5. Pasos p ara e l m anejo de la d ificu ltad súbita en un p a c ie n te «•lio lo ideal es marcar el T E T con tinta indeleble a nivel de los dientes incisivos una
ventilado ve/ que haya atravesado las cuerdas vocales. A sí se puede comprobar su posición
«•n cada movimiento del TET.
1. Desconectar al paciente del ventilador.
La diferencia entre la presión en la vía aérea en condiciones dinámicas (presión
2. Iniciar la ventilación manual utilizando una bolsa-válvula-mascara con O, al lllfl'd pico) y estáticas (presión meseta) provee información esencial. Una diterencia im­
3. Realizar un examen físico rápido y valorar los indicadores monitorizados. portante entre la presión pico y la presión meseta sugiere un problema en la resis­
4. Valorar la permeabilidad de la vía aérea y pasar un catéter de aspiración.
tencia, ya sea en el T E T o en la vía aérea (broncoespasmo. secreciones).
5. Si sospecha muerte inminente, considerar y tratar las causas más probables: ncuniJ Se debe hacer énfasis en la importancia de la auscultación para valorar signos de
tórax y obstrucción de la vía aérea.
neumotorax, broncoespasmo, acumulación de secreciones y edema pulmonar. Una
6. Una vez que el paciente está estabilizado, realizar una valoración más detallada. de las distinciones importantes a realizar es entre atelectasia masiva y neumotorax a
tensión. Un neumotorax sin componente de tensión puede no tener una presión pico
demasiado elevada. Las causas de malestar no pulmonares (distensión de la vejiga o
del tracto gastrointestinal, posición del cuerpo inadecuada, dolor, etc.) son pasadas
Problemas relacionados con el paciente
por alto con frecuencia. La embolia pulmonar y la isquemia cardíaca son comunes.
Siempre que no podamos identificar el problema rápidamente, debemos empoJ E l aumento del consumo de oxígeno, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y
por la valoración de la vía aérea. Los problemas asociados a la vía aérea cnUM la poscarga del ventrículo izquierdo (V I) pueden causar una insuficiencia cardíaca
numerados en el cuadro 15-6. congestiva (edema pulmonar), isquemia u otras manifestaciones de estrés circula­
Se debe buscar fugas del manguito del TET , auscultando sobre la laringe micn torio dentro de los primeros minutos de comienzo de la V M en un paciente con
tras se insufla aire con la bolsa resucitadora. E l T E T se suele doblar, se bloquea con insuficiencias coronaria o miocárdica, o disfunción valvular. Es importante realizar
secreciones o es aplastado por los dientes de un paciente combativo. En este ciiimM un electrocardiograma con el fin de detectar alteraciones isquémicas ya que el
se debe pasar un catéter de aspiración para constatar la permeabilidad y aspirar liu paciente habitualmente no nos puede referir dolor precordial.
secreciones de la vía aérea. Aunque la agitación suele tener causas triviales, nunca debe ser ignorada o supri­
Los tubos que están mal ubicados o pobremente fijados pueden migrar a la larii) mida con sedantes hasta que sean investigadas otras posibles causales.
ge o al bronquio derecho, o pueden apoyarse sobre la carina, lo que provoca tos y La presencia de hiperinsuflación dinámica o auto-PEEP (P E E P es la presión
broncoespasmo. positiva de fin de espiración) puede obstaculizar el sistema de disparo ( trigger) y
E l T E T tiene marcada la distancia en centímetros desde la punta y debe ubicai se causar problemas cardiovasculares, como hipotensión y caída del gasto cardíaco. Se
aproximadamente a 23 cm para hombres y de 21 cm para mujeres a nivel de la aren debe monitorizar su presencia regularmente.
da dentaria superior, pero estas medidas varían según el tamaño de la persona. I’oi Los cambios en la posición del paciente pueden estar acompañados de una extu­
bación accidental, un acodamiento del circuito del ventilador o cambios en los nive­
les de oxigenación. Este último puede ser el resultado de modificaciones en la
C u ad ro 15-6. Problem as en Ia vía aérea que pueden desencadenar dificult enfermedad pulmonar a áreas dependientes, una obstrucción de la vía aérea súbita
resp iratoria súbita por tapón de moco, secreciones o una posible migración de un coagulo que cause

• Desplazamiento del T ET (la flexión y extensión de la cabeza y cuello pueden mover una embolia pulmonar.
La bradicardia es experimentada frecuentemente por pacientes que requieren altos
el T ET un promedio de 2 cm hacia arriba y hacia abajo dentro de la vía aérea), l l
Migración del T ET sobre las cuerdas vocales niveles de P E E P y de presión media en la vía aérea, durante las breves desconexiones
Migración del T ET dentro del bronquio fuente derecho del ventilador para la aspiración de secreciones. Aunque en ocasiones la hipoxemia es
• Hemiación del manguito sobre el final del TET. I la causa de estos episodios de bradicardia. este fenómeno usualmente se desencade­
• Ruptura o fuga del manguito. na por un efecto reflejo, y puede prevenirse si se utilizan sistemas cerrados de aspira­
• Acodamiento del TET. 1 ción de secreciones y si siempre se provee hiperoxigenación antes del procedimiento.
• Desarrollo de una fístula traqueoesofágica.
• Secreciones en la vía aérea.
• Mordida del TET. Problem as relacionados con e l ventilad or
• T ET apoyado en la carina.
La integridad del circuito debe ser inspeccionada rápidamente. La activación de
• Fístula de la arteria innominada.
las alarmas de baja presión, bajo volumen corriente (V T) o bajo volumen minuto
C u i d a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a 421
420 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a

La Ppico también puede elevarse debido a problemas en el circuito. La acumula­


(V H) indican que la causa del problema es una fuga de aire. Comúnmente resuli.i **u
ción de agua por condensación puede llevar a oscilaciones del flujo del gas a través
una desconexión del paciente, y se soluciona simplemente reconectándolo. Si »’|
del circuito y fluctuaciones de la presión en la vía aérea. También puede causar
problema persiste, se debe controlar todas las conexiones buscando fugas, en rs|H>
nutodisparo, aumento de la Ppico y, en ocasiones, activar la alarma de alta presión.
cial alrededor del humidificador, de las trampas de agua y de la válvula exhalahuiu
|.;i mal funcionamiento de la válvula espiratoria es otra causa frecuente de aumen­
Otra causa de fuga es el manguito desinflado del TET , o menos frecuente, la ptnli
to de la Ppico. Siempre hay que priorizar la seguridad del paciente. Sea cual fuera
da a través de un drenaje pleural. Esta pérdida puede ser compensada aumentando
la causa de la activación de la alarma, debe asegurarse siempre una vía aérea per­
el volumen entregado al paciente. E l monto de la fuga puede determinarse al cmn
meable y adecuadas ventilación y oxigenación.
parar el volumen comente inspiratorio con el espiratorio. En un paciente pasivo, Iti
La alarma de caída de la PEEP/C PA P (C PA P es la presión positiva continua en
aplicación de una pausa inspiratoria puede ayudar a detectar una fuga del circuiin
la vía aérea) es programada usualmente 5 cm H ,0 por debajo del nivel de PEEP.
Es conveniente revisar los tubos en busca de agua acumulada, la cual puede aunirn
Indican cuando los niveles de P E E P o C PA P caen, por lo general debido a fugas.
tar la resistencia inspiratoria y causar un inadvertido retardo espiratorio, un aillo
Las alarmas de apnea son utilizadas para monitorizar respiraciones mandatorias
disparo o un aumento de la PEEP.
o espontáneas. Un período de apnea de 20 segundos es el máximo aceptable. En
algunas situaciones, la alarma de apnea es programada de tal manera que el pacien­
Alarm as
te no omita dos ventilaciones consecutivas (tiempo de apnea > tiempo total de cicla­
Program ación in ic ia l e interpretación de las alarm as do (T T C ) y < (T T C x 2). Muchos ventiladores tienen un indicador o alarma que se
activa cuando el tiempo inspiratorio (T,) es más de la mitad del TTC establecido.
Las alarmas del ventilador se clasifican en diferentes niveles según el riesgo «I.
Otros ventiladores automáticamente finalizan la inspiración si el tiempo espiratorio
vida que implican para el paciente. Así tenemos las alarmas que inmediatamenif
(T ) es tan corto que el paciente no tiene tiempo para exhalar.
amenazan la vida (pérdida de electricidad, falla de la válvula espiratoria, alta presión,
La alarma de oxígeno bajo o aire comprimido bajo (fuente de gas) alerta que la
baja presión, falta de entrega de gas al paciente, excesivo gas entregado al paciente),
presión del gas disponible no es suficiente para funcionar. Esta alarma puede ser
las que potencialmente amenazan la vida (fugas del circuito, mal funcionamiento d« I
crítica para los nuevos ventiladores mieroprocesados que cuentan con alta presión
calentador/humidificador, relación inspiración:espiración inapropiada, inapropiado
del gas para funcionar, pero no vienen con un compresor interno, por lo que no dis­
nivel de oxígeno, autociclado, P E E P inapropiada, etc.) y las que no constituyen un
ponen de otra fuente de gas. Esta alarma no puede ser silenciada si la presión de gas
riesgo de vida pero pueden ser fuente de daño potencial (cambios en las distensiln
lidad o resistencia, auto-PEEP, cambios en el impulso \drive\ respiratorio, etc.). es crítica para la operación del ventilador.
Otras alarmas del ventilador incluyen bajo V T, bajo y alto V E, baja y alta fre­
La alarma de presión mínima es utilizada para detectar desconexión y fugas en el
cuencia (f), bajo y alto porcentaje de oxígeno, etc. No hay niveles predeterminados
sistema. Algunos ventiladores utilizan la alarma de bajo V F (volumen minuto) con
para programar estos parámetros; el operador debe usar su juicio cuando programa
el mismo propósito. Cuando se active esta alarma primero debe estar seguro de que
las alarmas para indicar posibles cambios en la condición del paciente. Las alarmas
el paciente está siendo ventilado. Si está desconectado, reconéctelo. Puede ser necc
no deben estar programadas tan sensibles que estén constantemente activadas, ni tan
sario ventilar manualmente hasta que se encuentre la fuga.
insensibles que sólo se activen cuando el paciente se haya deteriorado demasiado.
La alarma de presión máxima se programa en alrededor de 10 cm H ,0 sobre l.i
Otro tema importante a considerar es el volumen sonoro de las alarmas ya que si
presión inspiratoria pico. Las condiciones que llevan a que se active se dividen en
son muy intensas son escuchadas pero molestan a los pacientes, y si son muy sua­
tres categorías: problemas de la vía aérea, cambios en las características pulmona
res o condiciones relacionadas con el paciente, y problemas relacionados con el ves no son escuchadas. .
Debido a que en una unidad de cuidados críticos hay muchas alarmas e indicado­
ventilador o circuito del paciente. Las causas más habituales son la tos, las secre
res, el equipo de salud se desensibiliza a sus sonidos y responden a ellas lentamente.
ciones en la vía aérea superior o un paciente que muerde el TET. Usualmente, la tos
es autolimitada y no requiere tratamiento.
Cóm o actu ar ante situaciones habituales de activació n de las alarm as
Las características del paciente también pueden hacer activar esta alarma. Poi
ejemplo, broncoespasmo, edema de la mucosa (aumentan la resistencia de la vía d el ventilad or
aérea), SD R A , neumonía, neumotorax, derrame pleural, ascitis, etc. (disminuyen la Alarm a de baja presión
distensibilidad). Los cambios en la resistencia y la distensibilidad pueden distin­
guirse por auscultación, evaluando los cambios en la Ppico y Pmeseta e interpre • Busque la desconexión del paciente.
• Busque fugas en el circuito del paciente, en la vía aérea artificial y a través de los
tando las curvas gráficas del ventilador.
tubos de tórax.
422 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m ecá n k a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 423

• Verifique que la línea de medición de la presión de la vía aérea (Paw ) pro* P e íació n I: E inversa
esté conectada y sin obstrucción.
• Esta alarma puede estar acompañada por un bajo V t o una alarma de bajo V • Usualmente indica una relación I:E igual o mayor a 1:1.
• Si la relación I:E inversa es un objetivo, deshabilitar el lím ite de la relación I:E .
A larm a de alta presión • S i el objetivo es una relación I:E normal, verifique las causas de la alarma:
• S i el paciente está tosiendo, asegúrese de que no tiene secreciones en la vía a. u>n Aumento de la resistencia de la vía aérea (R a w ) o disminución de la distensi­
y que no muerde el TET. bilidad ( com pliance).
• Busque acodamientos y desplazamientos del T ET , y del circuito del ventiladla E l flujo predeterminado es muy bajo para el V 7 deseado. Aumente el flujo o
• Verifique si la resistencia ha aumentado o la distensibilidad del paciente ha día* cambie la curva de flujo.
minuido.
• Observe si el paciente respira sincrónicamente con el ventilador. Alarm as de alta PEEP/C PA P
• Determine si se desarrolló auto-PEEP.
• Verifique el funcionamiento de la válvula espiratoria. • Sim ilar a las causas de alarma de alta presión.
• En modos ciclados por flujo, busque fugas en el sistema.
A larm a de bajo PEEP/C PA P I

• Verifique que el valor programado de la alarma esté por debajo del nivel di» Alarm as de b ajo V „ b ajo V, y/o baja frecuencia (F)
PEEP.
• Observe si el paciente está inspirando activamente bajo la línea de base. • Sim ilar a las causas de alarma de baja presión.
• Determine si hay presencia de fuga o desconexiones. • La ventilación espontánea del paciente ha disminuido por alguna razón.
• Valore que la línea de medición de Paw proximal esté conectada y sin obsl • Las alarmas pueden estar incorrectamente programadas.
ción. • Desconexión o malfuncionamiento del sensor de flujo.

A larm a de apnea
Alarm as de alto V,, alto V, y/o alta F
• Determine si el paciente está apneico.
• Verifique la presencia de fugas. • Verifique la sensibilidad del ventilador para el autociclado.
• Verifique el nivel de sensibilidad programada y asegúrese de que el ventiladoi • Verifique posibles causas de aumento del V E.
puede detectar el esfuerzo del paciente. • Verifique la programación de las alarmas.
• Verifique el intervalo de alarma y el volumen programado cuando sea apropiado • S i se está utilizando un nebulizador externo, anule la alarma hasta que finalice el
tratamiento.
A larm a de ven tilad or inoperante o m ensaje de error técnico • Verifique sensores de flujo para el mal funcionamiento, la descalibración o la
contaminación.
• Malfuncionamiento interno presente: apague el ventilador y realice una nueva ca­
libración. A larm as de baja F IO , y alta F IO , (fracció n inspirada de oxígeno)
• S i la alarma continúa, reemplace el ventilador.
• Verifique la fuente de gas.
• Verifique el funcionamiento de la celda de oxígeno o del analizador interno de
A larm a de baja fuente de gas o de falla en la electricid ad
oxígeno.
• Verifique una presión de 50 psi en la fuente de gas (compresor de aire o conexión
de pared).
Posición del paciente ventilado
• Verifique la conexión de las mangueras de fuente de gases al ventilador.
• Verifique la conexión eléctrica y reconecte si es necesario. D ecú b ito la te ra l
• Verifique los fusibles de la línea o el disyuntor.
• U tilice el botón de reset. Los pacientes en V M suelen estar inmovilizados. La movilización y la rotación
• S i la alarma continúa reemplace el ventilador. de estos pacientes cada 2 horas es un estándar de cuidado de enfermería, y se reali­
424 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n ic a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 425

za para ayudar a prevenir complicaciones pulmonares como atelectasias y ncuniiM para S D R A y LPA podría ser menor que en aquellos con una causa extrapulmonar.
nías, además de prevenir la aparición de úlceras por decúbito. DesafortunadamenlJ Sin embargo, Lim y cois, encontraron respuestas muy satisfactorias en todos los
los beneficios de la rotación pueden tener efectos deletéreos en la función cardin subtipos de S D R A , con diferencias sólo menores en el tiempo de respuesta.
vascular y la función pulmonar. Los efectos negativos de la ventilación a presión Aunque ningún estudio ha identificado objetivamente contraindicaciones absolu­
positiva y la rotación incluyen un aumento de la presión pericárdica con llenado del tas para el decúbito prono, se piensa en las quemaduras serias o las heridas abiertas
V I limitado, reducción del retorno venoso, reducción de la saturación venosa imxlu en la cara o en la superficie ventral del cuerpo, las inestabilidades espinal o toráci­
de oxígeno, reducción de la presión arterial media, del volumen sistólico y del guslii ca (como podría verse en pacientes con artritis reumatoidea o trauma), las fracturas
cardíaco, y compresión de la vena cava inferior que crea una condición vasculm pelvianas, las arritmias cardíacas amenazantes para la vida o la hipotensión deben
desfavorable, la cual es más pronunciada en la posición lateral izquierda. AuuqH# considerarse contraindicadas para la posición prona. Algunos métodos de posicio-
estos cambios generalmente son transitorios (menores a 5 minutos), los paciente» namiento prono exigen voltear la cabeza de un lado al otro. Tal torsión puede com­
con volumen intravascular disminuido o reservas cardiopulmonares limitadas pin* primir las venas yugulares y, por esto, debe evitarse en pacientes con presión
den experimentar un compromiso hemodinámico mayor y más prolongado. Si se intracraneal aumentada. Este problema puede ser evitado usando camas especial­
observa un compromiso hemodinámico, el grado de duración de éste puede prove­ mente diseñadas que les permite a los pacientes ser rotados mientras la posición de
er una guía para la intervención apropiada. Resulta claro que la rotación lateral debe la cabeza y el cuello permanece fija.
suspenderse si el compromiso es clínicamente importante. Un compromiso modc m Los tubos de traqueostomía presentan una dificultad logística al considerar la
y transitorio, con parámetros que retornan a niveles básales antes de los 5 minutos, posición prona, pero hay varias maneras por las que pueden apoyarse los pacientes,
simplemente requiere vigilancia y monitorización. En algunos casos, la expansión de manera que estos tubos no tengan ningún contacto directo con la cama o el relle­
de volumen puede ser considerada para tratar la hipovolemia absoluta o relativa no de apoyo, y no implique la torsión de la cánula.
Existen dos patologías en las cuales la posición es importante: la enfermedad pul Los tubos torácicos insertados en el espacio pleural dorsal o ventral para drenaje
monar unilateral y el SD R A . de fluido o aire, respectivamente, no quedan bien posicionados para estos propósi­
En la enfermedad pulmonar unilateral, una manera de manejar la ventilación es tos cuando se coloca al paciente en prono. Aunque no hay ningún caso documenta­
ubicar al paciente en posición lateral de tal manera que el pulmón sano esté hacin do que asegure que esto haya afectado adversamente el intercambio gaseoso, este
abajo o en posición dependiente. Cuando un pulmón está afectado por un proceso problema debe tenerse en cuenta antes del giro si los pacientes tienen un drenaje
patológico como la atelectasia, la consolidación o los infiltrados, y el pulmón afei­ continuo de grandes volúmenes de líquido del espacio pleural.
tado está en posición dependiente, los valores de la presión arterial de oxígeno Los pacientes obesos, con ascitis u otros problemas que producen una presión
(PaO ,) son menores que cuando el pulmón “ normal” está en la posición dependicn intraabdominal aumentada, pueden aumentar más la presión abdominal si están
te. La fisiopatología de esta condición pulmonar es la hipoxemia intensa, que invo pronados, pero este efecto no es intrínsecamente arriesgado ni predeciblemente per­
lucra la persistencia de flujo sanguíneo pulmonar a través del pulmón lesionado judicial para el intercambio gaseoso. De hecho, hay argumentos teóricos y datos c lí­
debido a la falla de la vasoconstricción hipóxica. Normalmente, la porción depon nicos que sugieren que los pacientes obesos pueden tener una mejora real mayor en
diente del pulmón es más perfundida. Cuando el pulmón afectado está hacia abajo el intercambio de gas cuando se los rota a prono, quizás porque los efectos de la
el flujo sanguíneo hacia él aumenta pero la ventilación de este pulmón no se incre­ postura supina puede ser una complicación más en los pacientes obesos.
menta de manera apropiada. La ventilación disminuida puede deberse al proce Los catéteres de diálisis y otros catéteres centrales necesitan ser fijados con cui­
mismo de la enfermedad, o a que los alvéolos son llenados de exudado. También dado y deben recibir atención cuidadosa durante el proceso de giro a prono, pero la
puede ser debido al aumento de la distribución de la ventilación hacia las áreas no presencia de estos catéteres no debe ser considerada una contraindicación a la posi-
dependientes si el paciente está en ventilación a presión positiva. ción prona.
E l decúbito lateral podría mejorar la oxigenación en aquellos pacientes difíciles Sin la preparación apropiada y la supervisión visual directa, el proceso de rota­
de tratar. ción puede, en teoría, ser causa de extracción de catéteres o de extubación. Sin
embargo, en la práctica, estos problemas no tienen mayor incidencia que en los
Decúbito prono pacientes que no son pronados. E l personal involucrado en el proceso de rotación
debe tener todo lo necesario preparado de antemano para que este proceso sea tan
Los efectos beneficiosos de la ventilación en prono sobre la oxigenación han sido rápido que su atención no se desvíe de los catéteres y del TET . De acuerdo con esto,
observados en pacientes con SD R A y lesión pulmonar aguda (L P A ) resultantes de nu­ se recomienda tener una persona asignada solamente para el cuidado de las líneas
merosas condiciones (p. ej., aspiración, neumonía, sepsis, trauma, cirugía cardíaca). centrales y del T E T durante el proceso de pronación. Esta persona debe ser cons­
Hay razones teóricas para sugerir que la mejoría en pacientes con causa pulmonar ciente de la posibilidad de que el T E T puede retorcerse o desplazarse, con el poten­
C u i d a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a 42 7
426 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t i l a c i ó n m e c á n k a

cial de producir hipotensión severa, hipoventilación, neumotorax, e incluso el puffl mente, mientras que una persona adicional únicamente supervise el T E T y los caté­
cardíaco o respiratorio. teres centrales. Esta última persona también debe prepararse para aspirar inmedia­
Los T E T pueden desplazarse durante el proceso. Debe revisarse la posición <l«|l tamente la vía aérea o hacer los ajustes requeridos en el ventilador. Pueden
T E T antes del giro (p. ej., el extremo distal del tubo debe localizarse entre 2 y 11ni necesitarse cuatro o más personas si el paciente es más grande.
sobre la carina). Esto evitará la progresión del tubo hacia el bronquio fuente y p rtf Los pacientes ventilados frecuentemente reciben benzodiazepinas u otros agen­
vendrá la extubación accidental. Aunque los fijadores orales pueden aytulai ni tes para la sedación, pero esta práctica puede prolongar la ventilación, y su uso no
movimiento del tubo, también pueden aumentar el riesgo de que el tubo se relucí debe ser rutinario. Aunque Gattinoni y cois, encontraron un uso creciente en la uti­
za durante la maniobra. lización de sedación y relajantes musculares en un 55 y un 28% respectivamente
Los catéteres venosos centrales también pueden retorcerse, sus fijaciones y Itt I durante las maniobras de rotación, la administración de estos agentes no estaba
permeabilidad deben verificarse después de la rotación. Deben colocarse todas Ins regida por protocolos adecuados. No debe asumirse rígidamente que un paciente en
tubuladuras en orden y del mismo lado antes de rotar al paciente (sobre el lado qin prono requiere sedación adicional. Algunos pacientes refirieron que se sintieron
quedará hacia arriba, para que las tubuladuras no queden aprisionadas debajo del más cómodos cuando estaban en prono. En circunstancias ideales, el equipo de
paciente). salud debe poder comunicarse con los pacientes para facilitar encontrar una posi­
En ocasiones, la posición prona puede producir el drenaje copioso de se cre cio ción cómoda de sus cabezas, cuello y miembros, y para determinar cuándo podrían
nes a la vía aérea; también pueden aparecer los volúmenes grandes de se cre cio n es necesitarse subsecuentes ajustes en la posición. E l hecho de poder comunicarse con
nasales y orales. Deben prepararse equipos de aspiración antes del cambio, y el pet los pacientes también puede llevar a minimizar las lesiones en las superficies cor­
sonal debe estar listo para aspirar sin demora y profundamente la vía aérea en cuan» porales ventrales.
to se logre la posición prona. E l edema facial es común en pacientes en prono debido a que el tejido conjunti­
La oxigenación suele caer temporalmente durante el proceso de pronación. Una vo laxo de la cara se mueve a una posición relativamente dependiente. E l edema
reducción abrupta en la oximetría de pulso no debe interpretarse como un fracaso»Id periorbitario puede ser tan marcado como para que interfiera con la visión. Puede
decúbito prono. Aunque sólo el 50 al 70% de pacientes tendrán una mejora en su oxi minimizarse el edema facial colocando al paciente en posición de Trendelemburg
genación al ponerse en prono, estos pacientes ocasionalmente experimentarán una invertido (asumiendo que esta maniobra no provoca o acentúa la hipotensión). Debe
desaturación. S i la oxigenación cae durante el proceso de pronación, ésta regresa al advertirse a la familia y amigos del paciente sobre su aspecto e informar que el
valor previo del paciente en supino entre 1 o 2 minutos después de la rotación. edema facial se resolverá rápidamente cuando el paciente vuelva al decúbito supi-
La distensibilidad de la pared torácica puede disminuir en prono. Si esto ocurre no y que no quedará ningún cambio permanente.
y está utilizándose una ventilación controlada por presión, el V r disminuirá y la pie La presión entre la superficie de la cama y los ojos, las mejillas, los pechos, las
sión parcial de dióxido de carbono en sangre arterial (PaCO ,) subirá a menos que crestas ilíacas, las rodillas y el abdomen pone al paciente en riesgo de isquemia
se ajuste la frecuencia respiratoria. periorbitario, traumatismo cutáneo y reflujo esofágico a menos que se tomen las
Los voltajes y vectores medidos en el electrocardiograma pueden cambiar un precauciones apropiadas. Debe prestarse atención en acondicionar las regiones que
poco ante los cambios de posición con respecto al corazón en el tórax y los elec­ entren en contacto con la cama. Aunque ningún estudio determina este problema,
trodos en la espalda. Se recomienda mapear la región torácica posterior. recomendamos que las sondas de alimentación insertadas en el duodeno o naso-
La cabeza normalmente se voltea hacia la izquierda o hacia la derecha cuando se gástricas sean frecuentemente descomprimidas debido a que aumentan las presio­
rotan los pacientes a prono para minimizar cualquier presión periorbitaria o facial nes gástricas con el decúbito prono. Sin embargo, los residuos gástricos no se ven
y para evitar los traumatismos nasales o de los labios causados por el TET. Esta afectados por la posición prona. La posición de Trendelemburg inverso también
rotación lateral puede ser difícil de lograr en pacientes que tienen un desplaza­ puede reducir el riesgo de reflujo esofágico y/o aspiración (el efecto es semejante
miento de las vértebras cervicales o hernias de discos cervicales. En estas circuns­ al reducir el riesgo de aspiración levantando la cabeza de pacientes en decúbito
tancias se utilizan aros de goma espuma para suspender la cabeza fuera de la cama supino).
y evitar la rotación lateral. Estos aros pueden, sin embargo, producir un trauma E l transductor del catéter de la arteria pulmonar debe ser recalibrado como siem-
facial mayor debido al peso de la cabeza que está apoyada en un área de superficie pre, en la línea axilar media, así como se haría si el paciente estuviese en supino.
mucho más pequeña. Cualquier dispositivo de sostén como almohadas, almohadi­ Aunque hay un cambio considerable del corazón en dirección ventral al colocar al
llas y otros que podrían necesitarse para apoyar el cuerpo, la cabeza o los miembros paciente en prono, el nivel de la aurícula izquierda al nuevo cero de referencia esta
después del giro, deben estar disponibles antes de empezar el proceso. lo suficientemente fijo para que la presión de enclavamiento de la arteria pulmonar
E l número de las personas necesarias para rotar un paciente depende del tamaño. refleje con precisión la presión de llenado del V I.
En general, se recomienda que dos o tres personas reacomoden al paciente física­ E l algoritmo de pronación está descrito en el cuadro 15-7.
428 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 429

C u ad ro 15-7. Algoritm o para la pronación C u ad ro 15-7. A lgoritm o p ara la p ronación (C o n t.)____________________________

Preparación 9. Si el paciente estuviera sobre una cama hospitalaria estándar, girar la cabeza con
1. Controlar que no haya contraindicaciones: la cara mirando al ventilador. Asegurar la vía aérea y revisar la posición del tubo.
a. Fracturas faciales o pélvicas Aspirar la vía aérea y las fauces, en caso de que sea necesario.
b. Quemaduras o heridas abiertas extensas en la región ventral 10. Sostener la cara y los hombros apropiadamente para impedir o atenuar el apoyo
c. Condiciones asociadas a inestabilidad espinal (p. ej., artritis reumatoide, li.minit) de las partes blandas, prestar especial atención a las órbitas.
d. Condiciones asociadas con aumentos de la PIC
11. Posicionar los brazos de manera confortable. Si el paciente no puede comunicar­
2. Considerar posibles efectos adversos de la posición prona sobre los tubos de div
se, prestar especial atención a que queden flexionados; la extensión puede causar
naje torácicos.
3. Si es posible, explicar la maniobra al paciente y/o su familia. una lesión del plexo braquial.
12. Auscultar el tórax posterior en busca de asimetría. Anotar nuevamente los valores
4. Confirmar la posición del tubo endotraqueal, si es posible mediante la monitorl* j
zación del CO, exhalado y una radiografía. de V T y de ventilación minuto.
5. Inspeccionar y confirmar la fijación de tubos y catéteres. 13. Revisar y ajustar los conectores de los accesos vasculares.
6. Considerar exactamente cómo quedarán la cabeza, el cuello y los hombros, y qntl 14. Colocar nuevamente los electrodos de EC G en la región posterior del tórax.
accesorios se utilizarán para suspenderlos una vez que el paciente esté en dectíbl 15. Colocar la cabecera con elevación de 20 a 30° en posición de Trendelemburg
to prono. Tener todos los elementos a mano: almohadas, rollos, y todo material <U* invertido. Variar ligeramente el decúbito, sin perder la pronación, cada 2 horas.
soporte necesario. 16. Documente todo el proceso, en especial la inspección del estado de la piel, la dis­
7. Suspender la alimentación. Verificar la presencia de residuo y, de ser necesario, tribución de los edemas y el patrón respiratorio.
evacuar el estómago. Lavar la sonda de alimentación enteral para evitar una oelu
sión. Clampearla.
8. Preparar el equipo de aspiración. Recordar que es posible la salida copiosa de I
secreciones una vez que el paciente esté en decúbito prono.
9. Decidir si el giro será hacia la derecha o hacia la izquierda. H Recomendaciones útiles
10. Preparar todos las tubuladuras y conexiones necesarias para cuando el paciente 1
esté pronado. • Se recomienda tomar todas las medidas necesarias para la dism inución del
a. Asegurar suficientemente la fijación de los tubos
ruido en la U T I. E l ruido en la U T I crea un ambiente hostil para el paciente, con
b. Reubicar las bolsas de drenaje en el lado opuesto de la cama
la consecuente alteración del sueño y la aparición de ansiedad. E l ruido es pro­
c. Clampear y ubicar entre las piernas las campanas de drenaje torácico ■
ducido por alarmas, ventiladores mecánicos, teléfonos y conversaciones del
d. Reposicionar los tubos venosos sobre la cabeza del paciente, del lado opuesto
de la cama personal.
• Se recomienda respetar, en la medida de lo posible, el ritmo vigilia-sueño, dis­
Giro I
minuyendo la intensidad de la luz por la noche, así como las intervenciones de
1. A ambos lados de la cama deberán ubicarse una o más personas; unas se ocupa- '
rán del procedimiento de giro, y otras (a la cabecera) se ocuparán de preservar la enfermería o los procedimientos.
vía aérea y las vías colocadas. • Los masajes pueden ser usados como una alternativa o como un procedimiento
2. Aumentar la FIO , a 1 y tomar nota del V T, la ventilación minuto y las presiones I adyuvante de la terapia farmacológica. Los masajes en la espalda durante un pro­
pico y de meseta. medio de 5 a 10 minutos favorecen la relajación y mejoran el sueño, al igual que
3. Llevar al paciente hacia el extremo de la cama contrario hacia donde rotará el I los masajes en los pies durante 5 minutos. La combinación de masajes con acu-
decúbito, de manera similar a cuando se lo lateraliza. presión ha mostrado los mismos beneficios.
4. Colocar una nueva zalea sobre el lado libre de la cama para colocar al paciente en • Se recomienda la musicoterapia en los pacientes internados en la U T I, en espe­
decúbito lateral sobre ella, siguiendo el sentido del giro.
cial en los que requieren V M . L a musicoterapia puede contribuir a la relajación y
5. Con el paciente en decúbito lateral, dejar el brazo dependiente ligeramente bajo el
tórax. E l brazo que no está en declive debe quedar sobre la cabeza en ligera fle­ a la disminución del dolor en los pacientes de la U T I. La música puede enmas­
xión. carar el ruido. En los pacientes con V M , la musicoterapia se asocia a una dism i­
6. Quitar los electrodos del EC G . En decúbito lateral, aspirar por el tubo y las fau­ nución de la ansiedad, de las presiones arteriales sistólica y diastólica, y de la
ces, de ser necesario.
frecuencia cardíaca.
7. Completar el giro hasta la posición prona. • Se recomienda informar al paciente sobre su enfermedad y los procedimientos
8. Reubicar al paciente en el centro de la cama con ayuda de otra zalea. que se le realizarán. La falta de información o el tratamiento inadecuado de la
información que recibe el paciente favorecen el incremento de la ansiedad. Un
<Continúa)
C u id a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t il a c ió n m e c á n ic a 431
430 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c io n a d a s c o n la v e n t il a c ió n m e c á n k a H

• Es preciso mantener en perfectas condiciones de higiene la superficie externa del


mejor entendimiento de su enfermedad y de las intervenciones que se m illiH
I equipo de asistencia ventilatoria mecánica y todos los sectores donde se deposi-
puede mejorar su colaboración y dism inuir la ansiedad. Asimismo, se deben eyU
tar las conversaciones médicas o de enfermería inadecuadas que puedan sei • til ten elementos para la terapia respiratoria.
chadas por el paciente. • I a frecuencia del cambio de los circuitos del ventilador no influye en la inciden-
I Cia de neumonía asociada al ventilador (N A V ). Se recomiendan circuitos nuevos
o estériles para cada paciente y realizar los cambios en los circuitos solamente si

C U ID A D O S DE LO S E Q U IP O S D E V E N T IL A C IÓ N E IN T ER FA C ES ■ están visiblemente sucios o dañados.


. Es preciso evitar que el líquido condensado que se acumula en los circuitos del
Consideraciones acerca de los circuitos ventilador se vuelque en forma accidental en la vía aérea. Se debe desechar el
líquido condensado en forma periódica en dirección contraria al paciente. L a con­
densación debe ser eliminada con guantes no estériles, ya que se considera liqui­
Es muy importante sostener las tubuladuras del ventilador para reducir la liaim i
misión de las fuerzas mecánicas directamente al T E T o traqueostomía del paciorífll do contaminado.
• Se debe efectuar el lavado de manos o la desinfección con alcohol glicennado,
y evitar así desplazamientos y lesiones por un mal posicionamiento. E l tubo y «|
antes y después del contacto con el paciente y con cualquier elemento cercano al
paciente deben ser movidos como una unidad. E l peso de las tubuladuras del ven­
paciente (monitores, ventiladores, equipos de infusión de soluciones, etc.).
tilador debe ser siempre soportado sobre el tórax del paciente o sobre un soporte d. I
ventilador para mantener el tubo en su lugar. • Es preciso lim piar exhaustivamente (prelavado. lavado) todos los equipos y acce­
sorios reutilizables, empleados en terapia respiratoria, que tengan contacto direc­
Durante el cuidado del sistema paciente-ventilador se debe verificar el nivel dfl
to e indirecto con mucosas y tracto respiratorio, antes de someterlo a un proceso
agua del humidificador o de la fuente de agua para garantizar que se mantenga en
el nivel adecuado. de esterilización y/o desinfección de alto nivel.
• Se debe esterilizar o someter a un proceso de desinfección del alto nivel a todos
E l uso de humidificadores activos favorece la condensación de agua en los cir­
cuitos. Se debe evitar la presencia de agua en las tubuladuras ya que interfiere c o ii los elementos de la terapia respiratoria empleados entre pacientes.
• No existe una recomendación en cuanto al uso preferencial de H M E -nariz arti­
las mediciones del ventilador y puede producir un autodisparo, aumentos de la
ficial- en lugar de humidificadores-calentadores activos para prevenir la N AV en
resistencia y la presión pico, la incoordinación paciente-ventilador, la disminución
del V T en modos soportados por presión, etcétera. paciente en V M .
• Los nebulizadores empleados para tratamientos por inhalación requieren ser este­
Las trampas de agua deben ser vaciadas con frecuencia y posicionadas hacia
rilizados o sometidos a una desinfección de alto nivel antes de ser usados en un
abajo, para que recojan el agua por gravedad. Este hecho es especialmente difícil dc
conseguir debido al material poco maleable con el que están construidos algunos paciente. _
. Los humidificadores pasivos no deben ser cambiados en periodos menores a 48
circuitos. Preferentemente se deben elegir las trampas de agua que evitan la apcriu
horas por razones de control de infecciones o técnicas. Ello s pueden ser muy
ra del sistema, para impedir el desreclutamiento alveolar. J
La temperatura del gas inspirado es controlada con un termómetro colocado en seguros y, en algunas poblaciones, se utilizan hasta 1 semana.
• Los sistemas de aspiración cerrados n o necesitan ser cambiados diariamente para
el circuito, proximal al paciente. Las temperaturas por arriba de 37° C elevan la tem
propósitos de control de infecciones. E l tiempo de duración máximo para que sea
peratura corporal y pueden producir quemaduras térmicas debido al aire caliente.
Por debajo de 30° C no mantienen la humedad relativa adecuada del aire inspirado. seguro es desconocido.
L a temperatura del aire en la vía aérea proximal debe ser mantenida a 33° ± 2o C y
la alarma de baja temperatura, a 30° C.
Se debe evitar utilizar una fuente externa de gases para nebulizar a un paciente CONCEPTOS CLAVE
en V M debido a que interfiere con la provisión de gases al paciente y con la medi­
ción de las presiones y el flujo en la válvula espiratoria.
• Los cuidados del paciente ventilado deben ser conocidos y realizados por todo
el equipo de salud. Es en la unidad de la terapia intensiva cuando el trabajo en
Recom endaciones relacionadas con los equipos de V M para la
equipo cobra un significado primordial.
prevención de transmisión de microorganismos
. Todo el equipo debe realizar un F A S T H A G H U PA al menos una vez por turno
para no olvidar ningún aspecto clave del cuidado del paciente ventilado.
• Es preciso educar al equipo de salud en las medidas de prevención y control de
neumonías nosocomiales.
432 S it u a c io n e s e s p e c íf ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a v e n t il a c ió n mecánk a C u i d a d o s d e l p a c ie n t e e n v e n t i l a c i ó n m e c á n i c a 43 3

Muscedere J, Dodek P. Keenan S, et al. Comprehensive evidence-based clinical practi­


• Los cuidados de la vía aérea son prioritarios. Se debe hacer esfuerzos pura co guidelines for ventilator-associated pneumonía: Prevention. J Crit Care 2008:23:
mantener correctamente posicionado y fijado el T E T y minimi/ar m i » 126-137. . , • ,
Putak L. Gawlinsky A, Fung I, et al. Communication boards in critical care: a patients
movimientos.
view. Applied Nursing Research 2006;19:182-190.
• E l hecho de que un paciente esté ventilado no siempre imposibilita In Pilbcam S, Cairo J. Mechanical Ventilation: Physiological and Clinical Applications. 4'"
comunicación. Se debe hacer intentos constantes para comprender las n ccd
odition. St. Louis: Mosby; 2006.
sidades del paciente ventilado y otorgarle el máximo confort y segundad, Sossler C, Gossnell M, Grap M, et al. The Richmond Agitation-Sedation Scale. Vahdity
• E l equipo de salud debe estar entrenado en la valoración y detección irm and Reliability in Adult Intensive Care Unit Patients. Am J Respir Crit Care Med
prana de complicaciones de la V M . 2002; 166(10): 1338-44.
• Las alarmas deben ser correctamente programadas y todo el equipo debi Van den Berghe G, Wouters P. Weekers F, et al. Intensive insulin therapy in the critically
saber cómo actuar cuando éstas se activan. ill patient. N Engl J Med 2001;345:1359-1367.
• Las precauciones universales para evitar la transmisión de gérmenes deben Vincent JL . Give your patient a fast hug (at least) once a day. Crit Care Med 2005;33:
ser cumplidas por todo el equipo de salud. 1225-1230.

B IB L IO G R A F ÍA I

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its Reíation to Ventilator-Associated Pneumonía. Respir Care 2003;48(9):869-K79.
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PARTE III

C o n s id e r a c io n e s
e sp e c ia le s
16
Nuevos modos
de ventilación mecánica

D AM IÁN A. VIO LI
Y G U ILLERM O R. CH IAPPERO

IN T R O D U C C IÓ N

En las últimas décadas hemos presenciado un cambio significativo en la imple-


mentación de la ventilación mecánica (V M ) debido a los progresos tecnológicos
que han permitido el desarrollo de nuevos modos ventílatenos.
Si se tiene en cuenta que gran parte de la población ventilada obtiene beneficios
a través de los modos convencionales (modos controlados/asistidos por volumen y
por presión y/o ventilación con presión de soporte, P SV ), sólo un pequeño porcen­
taje de los pacientes bajo V M en situaciones especiales podrían beneficiarse con las
estrategias ventilatorias que serán analizadas en el presente capítulo.
Con el objeto de ofrecer un mayor bienestar y seguridad durante la V M es que se
perfeccionan los nuevos modos de ventilación que incluyen: los modos duales de
ventilación, los sistemas por circuito cerrado que permiten combinar sincrónica­
mente dos modos ventilatorios, adecuar el fiujo suministrado con relación a la resis­
tencia del tubo endotraqueal, modificar el fiujo aportado en forma proporcional al
esfuerzo del paciente, protocolizar en forma electrónica el destete de la ventilación
mecánica y, recientemente, poder dar asistencia ventilatoria según el sensado de la
actividad eléctrica del diafragma. .
Tienen como objetivo mejorar el intercambio gaseoso, disminuir el trabajo respi­
ratorio y evitar la lesión asociada a la V M . Se puede decir que la eficiencia de estos
modos depende de que el ventilador tenga la capacidad de responder lo mas rápido
posible a los cambios que se suscitan en el paciente, por lo que se puede asegurar
su detección a través del uso de procesadores complejos y competentes. Sin embar­
go, quedan por analizar todos aquellos factores más allá de la fisiología respirato-
ria que interfieren, como los estímulos no respiratorios.

4 .
438 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 439

Paw
Ponemos énfasis en el término “ situaciones especiales” debido a que h.isi c m H ?0
momento, la evidencia clínica no beneficia estos modos cuando se habla de olí
vos primarios de ventilación, como días de ventilación, necesidad de traqueosl
neumonía asociada y mortalidad.
20s

O B JE T IV O S Paw
c m H 20

• D efinir los nuevos modos de V M .


• Clasificar los modos no convencionales.
• Describir los fundamentos de cada modo, su programación y su uso. 20 s
• Enumerar las ventajas y las desventajas. B
• Analizar la aplicación clínica disponible. 50 Paw
cm H ,0

C O N T E N ID O S
20 s

Ventilación mandatoria minuto


Fig. 16-1. Ventilación mandatoria minuto. A. VM controlada total, no hay esfuerzo respiratorio es­
Modos duales de V M pontáneo. B. VM parcial, el paciente en P.SV recibe ocasionalmente ventilación mandatoria. C. Iran-
Control dual dentro de una misma respiración sición completa a ventilación espontánea en PSV.
Control dual de respiración a respiración
Presión de soporte más presión control
Presión positiva bifásica en la vía aérea (B IP A P ). Las indicaciones incluyen a los pacientes con fluctuaciones en el impulso (drive)
Ventilación con liberación de presión en la vía aérea (A P R V ) respiratorio por sobredosis de fármacos, las situaciones relacionadas con la recupe­
Ventilación con soporte adaptable ración dc procedimientos que requieran el uso de sedación profunda o relajantes
Compensación automática del tubo endotraqueal neuromusculares, el período postoperatorio inmediato, o como modo de destete
Ventilación asistida proporcional donde puede ser asociado a PSV.
Sistemas basados en el conocimiento Es un modo de ventilación por circuito cerrado (el ventilador cambia su salida y
Ventilación por sensado de la actividad eléctrica del diafragma ajusta sus parámetros, para ello se basa en una entrada medida de acuerdo con la
respuesta del paciente), que asegura que el V E del paciente permanezca constante a
pesar de que ocurran cambios en su capacidad para respirar espontáneamente. Se
debe estimar el VKcon el objetivo deseado, de acuerdo con la indicación para el uso
V E N T IL A C IO N M A N D A T O R IA M IN U T O de M M V. Por lo general se logra programando una frecuencia respiratoria de entre

La ventilación mandatoria minuto (M M V ) garantiza que el paciente recibirá un


C u ad ro 16-1. Ejem plo de M M V p ara diferentes VE espontáneos_______________
volumen minuto (V h.) mínimo programado por el operador. Le permite al paciente
que respire de manera espontánea, y el ventilador no proporcionará ventilación MMV Volumen minuto programado en 10 L/min
mecánicas si el V[; espontáneo iguala o excede el programado. No obstante, si la res­
piración espontánea del paciente no es suficiente para alcanzar el V t predetermina­ Paciente Ventilador
do, el ventilador suministra respiraciones controladas por presión o controladas por
0 L/min 10 L/min
volumen para asegurar que la suma de las respiraciones mecánicas y espontáneas 7 L/min
3 L/min
logre el VE seleccionado (fig. 16-1). En el cuadro 16-1 se puede observar un ejem­ 0 L/min
10 L/min
plo de programación de M M V.
N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 441
440 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s

I Se deberá programar la frecuencia respiratoria, el flujo pico inspirado con una


8 y 10 respiraciones por minuto y un volumen corriente (V ,) de 7 a 10 mlVkg M
morfología de onda constante, que deberá ser ajustado para permitir un apropiado
peso teórico.
¡E ü p o inspiratorio. la presión positiva de fin de espiración (P E E P ,. la fmcctón tna-
Los pacientes con respiración rápida y superficial pueden alcanzar el V, pn <U>I
piratona de oxígeno, la sensibilidad de disparo y el V , mínimo deseado. Ademas,
terminado, pero el aumento de la ventilación del espacio muerto puede con d u d fl
se seleccionará el nivel de presión de soporte, usualmente equivalente a apresión
una inadecuada ventilación alveolar.
meseta (Pmeseta) obtenida con la ventilación controlada por volumen al V T obje
Las estimaciones del VKdeseado no están bien definidas, si el VKobjetivo es unid
alto, los esfuerzos respiratorios espontáneos son inhibidos y el paciente rec¡hl|í
Í L a inspiración puede ser iniciada por el paciente o por tiempo y el ventilador
solamente V M controlada. Por el contrario, si el VE objetivo es muy bajo, el vcnll
alcanza rápidamente la presión de soporte programada. Esta parte de la respirauc n
lador no proporcionará ventilaciones mandatortias hasta que el V E caiga lo sul|-|
es la controlada por presión y se asocia con un flujo variable, que reduce: eltrai j
cíente, con el riesgo de desarrollar hipercapnia como resultado de la fatiga muscular
respiratorio y mejora la sincronía con el ventilador. Alcanzado este nivel de presión,
respiratoria.
el microprocesador mide de manera constante el flujo aportado, calcula el volumen
Este modo puede ser encontrado en los diferentes equipos disponibles en el inri
y determina si el flujo será adecuado para alcanzar el V T mínimo predeterminad c
cado bajo las siguientes denominaciones:
c, tiempo inspiratorio programado. Si éste es el caso, se produce el ciclado por
Ventilación mandatoria minuto: M M V
Volumen minuto aumentado: A M V flujo propio de la PSV. Si el ventilador determina que el V T mínimo predetermina
do no será aportado en el tiempo inspiratorio programado, el microprocesador cam­
Ventilación mandatoria minuto extendida: EM M V
bia a la estrategia de control por volumen, en el momento en el cual fluj
desacelerado alcanza el flujo pico programado de la onda de flujo constante, hasta
M O D O S D U A LES DE V M 1 suministrar el V T deseado (tig. 16-2).

Ciclo
Iradicionalmente se han definido los modos respiratorios como controlados por respiratorio
volumen o controlados por presión por cuanto el ventilador es capaz de mantener
constante en el tiempo sólo una de estas variables. En forma reciente se han desa« I C
<T
J
D
<5
rrollado modos que le permiten al aparato controlar una u otra variable a través de ai
.<5 o
un mecanismo de retroalimentación por volumen. Estos modos son considerados > OJ Nivel de
ro X presión
modos de control dual. Sin embargo, debemos recordar que el ventilador controla
(DEo
c de soporte
sólo la presión o el volumen y no ambos al mismo tiempo. C
O
cn)
Q
Estos modos de asistencia permiten, aun en respiraciones limitadas por la pre­
CL
sión, garantizar que un volumen determinado de gas sea aportado al pacien
Pueden ser de control dual dentro de una misma respiración o control dual respira
ción a respiración. Ajuste del
oC
'S £
U-^J
flujo pico

Control dual dentro de una misma respiración

Es un modo en el que el ventilador opera como un controlador de presión y cam


bia por un controlador de volumen durante una misma respiración para garantiz
que se proporcione un volumen predeterminado. Permite al ventilador suminis
una ventilación con presión de soporte (la variable de control es la presión), o cam­
biar de una ventilación con presión de soporte a una ventilación con variable de
control volumétrica.
El control dual dentro de una misma respiración tiene por objeto combinar la
variable de alto flujo inicial de la ventilación limitada por presión con el aporte de
un volumen constante de la ventilación controlada por volumen. La principal ventaja
propuesta es disminuir el trabajo respiratorio mientras se mantiene un V, constante.
«■■¡¡¡¡¡Sil
ga un V, mayor que el programado.
442 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s
N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 44 3

Es de destacar que el ventilador monitoriza el V T aportado y no el V i-.pii Los usos más comunes de este modo de ventilación comprenden: el destete de la
para proveer un control dual dentro de la misma respiración y no en la mi V M , la utilización durante la anestesia, y el control del V T con el paciente en modo
guíente.
espontáneo.
Las principales desventajas son: la dificultad para elegir el nivel de presión Los equipos disponibles en el mercado pueden contar con esta modalidad de ven­
soporte (usualmente se utiliza la Pmeseta) y el flujo pico del ciclo volumétrico tilación bajo las siguientes denominaciones:
permita un tiempo inspiratorio adecuado para evitar asincronías. Además, es un Soporte de volumen ( Volunte Support, V S )
tante destacar que la presencia de fugas en el circuito puede conducir a impo Presión de soporte variable (Variable Pressure Suport, V P S )
problemas durante la ventilación con control dual dentro de la misma respiración
Este modo puede ser encontrado en los diferentes equipos disponibles en el n
/ im itadas p o r presión-cicladas p o r tiem po
cado bajo las siguientes denominaciones:
Presión de soporte con volumen asegurado {Volunte Assured Pressure Supparl] Cada uno de estos modos son formas de ventilación limitadas por presión y cicla­
V A i j )
das por tiempo que utilizan el V , como un mecanismo de retroalimentación para un
Aumento de presión (Pressure Augmentation, PA ) H ajuste continuo del límite de presión. La señal de volumen es la correspondiente al
volumen aportado por el ventilador y no el volumen exhalado. Todas las respira­
ciones son iniciadas por el paciente o por tiempo, limitadas por presión y cicladas
Control dual de respiración a respiración I por tiempo.
Ciertas diferencias a tener en cuenta de acuerdo con el ventilador utilizado es que
Lim itadas p o r presión-cicladas p o r flujo ■ algunos permiten ¡mplementarlo solamente en ventilación mecánica controlada
(C M V ), mientras que otros aparatos admiten este modo de control dual en CM V.
Es una forma de control por bucle cerrado sobre una PSV, que utiliza el V, como S1MV (ventilación mandatoria intermitente sincronizada) o M M V, además de que
retroalimentación para el ajuste continuo del nivel de presión de soporte a sum.m» cada ventilador tiene un algoritmo diferente para realizar la transición al modo dual
elegido.
Todas las respiraciones son iniciadas por el paciente, limitadas por presión V Una vez programado el tiempo inspiratorio y el V T deseado, el ventilador pro­
cicladas por flujo.
porciona inicialmente una respiración de prueba para determinar la distensibilidad
Se debe programar el V , deseado, el aparato inicia la ventilación aportando una del sistema respiratorio y calcular la menor presión necesaria para aportar el V Tpro­
respiración de prueba con una presión de soporte de 5 cm H.O. E l V, aportado cu gramado.
medido y la distensibilidad (compliance) del sistema es calculada. Las siguiente» En los siguientes ciclos ventilatorios se aumentará o disminuirá el límite de pre­
tres respiraciones son proporcionadas a un nivel de presión soporte del 75% de In sión en no más de 3 cm H.O por respiración, desde 0 cm H.O del nivel basal o P E E P
calculada para administrar el V, mínimo programado. De un ciclo a otro el máximo hasta un límite máximo de 5 cm H.O por debajo del valor prefijado de alarma de
cambio de presión es de hasta 3 cm H :0 , y puede variar en un rango de entre 0 c . alta presión, en un intento por lograr el V T deseado sobre la base de la distensibili­
H ,0 por encima de la P E E P y 5 cm H.O por debajo del límite de la alarma de pa­ dad calculada (fig. 16-3).
sión maxima programada. Debido a que todas las respiraciones son PSV, el ciclado
ocurre habitualmente y, de acuerdo con el ventilador utilizado, al 5 % del flujo pico
inicial. Un mecanismo secundario de ciclado se activa si el tiempo inspiratorio
excede el 80% del tiempo del ciclo total.
Además, aunque no en todos los modelos de ventiladores, se deberá program
una frecuencia respiratoria. No obstante, en este modo dual no se proporción
respiraciones mandatorias. La frecuencia programada controla el límite del tiempo
inspiratorio y determina un V„ mínimo. De este modo se establece una relación entre
V
la frecuencia programada y el V T. Por ejemplo, si el V T deseado es de 500 m L y la
recuencia respiratoria es programada en 15 R PM , el V E programado será de 7.5 w

L/minuto. Si la frecuencia respiratoria del paciente disminuye, el V T será automáti­


Fig. 16-3. A la izquierda, el gráfico muestra el suministro de una respiración de prueba donde se
camente aumentado por el ventilador hasta un máximo de 150% de su valor inicial determina la presión de referencia (flecha), para poder ajustarla en relación con el VT deseado. A
(en este ejemplo, 750 m L), en un esfuerzo para mantener constante el V1:. la derecha, en una serie corta de respiraciones, el ventilador alcanza el V 7 seleccionado.
444 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s
N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 44 5

Por otra parte, ciertos ventiladores cuentan con un sistema de respiración ,il>i lodo en pacientes con aumento de la resistencia al flujo y atrapamiento, aéreo para
por medio de válvulas de rápida respuesta y de espiración activa, las que piiot evitar el fenómeno de sobredistensión. En estos casos es recomendable monitorizar
controlar automáticamente su cierre y apertura para mantener constante el mu con frecuencia la curva espiratoria de flujo en el tiempo para visualizar la presen­
presión objetivo y, de esta manera, le permiten al paciente respirar espontám .imh ii cia de auto-PEEP.
te o toser libremente en cualquier parte del ciclo ventilatorio (fig. 16-4). Los equipos disponibles en el mercado pueden contar con este modo de ventila­
E l flujo es regulado automáticamente de acuerdo con la presión objetivo riiTOM ción bajo las siguientes denominaciones:
ria para proveer el V T programado; mantiene un patrón de rampa desacHcnuln Respiración regulada por presión, controlada por volumen ( Pressure-
(característico de los modos controlados por presión) con un flujo pico inio.il lo Regulated Volunte Control, PR V C )
suficientemente rápido como para evitar asincronías debidas a un flujo inspiialoilil Ventilación de presión adaptable (Adaptive Pressure Ventilation, A P V )
insuficiente. Control de presión variable ( Variable Pressure Control, V P C )
E l ventilador alcanza pronto el V T programado, tras una corta serie de respliii» Auto flow
ciones. E l reconocimiento de la Pmeseta adecuada ayuda a proteger contra vnlortfl Volunte control plus VC+
programados incorrectos. Los ajustes en la presión reducen a un mínimo los i ie*»no|
de las presiones altas y V Tcambiantes por causa de alteraciones súbitas y/o m onuMI
Presión de soporte más presión control
táneas de la distensibilidad. S i el V T anterior se eleva por encima del deseado, la pn>*
sión objetivo subsiguiente automáticamente desciende para proveer re s p ira c ió n » # Combina el control dual de respiración a respiración, ciclado por tiempo (respi­
con los volúmenes programados. En caso contrario, si el V T no alcanza el seleccio­ ración regulada por presión-controlada por volumen o volumen control plus) con el
nado, la presión objetivo se incrementará en la próxima respiración. control dual de respiración a respiración, ciclado por flujo (soporte de volumen) en
Ante cualquier caso de desconexión, al reconectar el circuito al paciente i . un único modo. Le permite al ventilador alternar entre esos dos modos basados en
diatamente se reanuda el ciclo ventilatorio con las presiones y los niveles de volu el esfuerzo inspiratorio espontáneo del paciente. Si el paciente se encuentra relaja­
men previos a la desconexión, lo que asegura un rápido alcance de la presión medin do, el ventilador proveerá una respiración controlada por volumen y regulada por
de la vía aérea que, como es sabido, tiene una relación directa con la ventilación presión. Todas las respiraciones serán mandatorias, iniciadas por tiempo, limitadas
alveolar. por presión y cicladas por tiempo. La presión lím ite aumentará o disminuirá para
Además, el aporte de un flujo desacelerado y la regulación de la apertura de In*» mantener el V T programado. Si el paciente respira espontáneamente en dos respira­
válvulas ¡nspiratoria y espiratoria permiten dar una respuesta a cada esfuci/n ciones consecutivas, el ventilador cambiará en forma automática a soporte de volu­
espontáneo y, de esta manera, se puede capitalizar los esfuerzos del paciente pío men. En este caso, todas las respiraciones son por presión de soporte y, por lo tanto,
moviendo una ventilación asistida con un menor requerimiento de sedación. serán iniciadas por el paciente, limitadas por presión y cicladas por flujo. Si el
Debido a que son modos ciclados por tiempo, y no obstante la seguridad que pur paciente presenta apnea durante más de 12 segundos, el ventilador cambia nueva­
dan brindar los algoritmos de los equipos que proporcionan este tipo de modos, mente al modo controlado. E l cambio de controlado a soporte de volumen es acom­
deberá tenerse especial énfasis en la programación del tiempo inspiratorio, subir pañado por una presión pico (Ppico) equivalente.
Este modo puede ser encontrado en los diferentes equipos disponibles en el mer­
cado bajo las siguientes denominaciones:
AutoMode
Volunte ventilation Plus, VV+

V o lu m e n p r o g r a m a d o . ., . ...
P R E S IÓ N P O SIT IV A B IFÁ SIC A EN LA V ÍA AÉREA (B IP A P ). V E N T IL A C IÓ N
Insp. k I \
• (500 m L) V T ( 4 0 0 m L) f V T (50 0 m L) C O N L IB E R A C IÓ N DE P R E S IÓ N EN LA V ÍA AÉREA (A PR V )
V
LVmin
Esp B IPA P
Esfuerzos espontáneos
Es un modo ventilatorio descrito e introducido en la práctica clínica por Baum y
Fig. 16-4. Trazado de presión y ílujo en el tiempo. Se observa la presencia de respiraciones espon cois., limitado por presión, ciclado por tiempo, en el que dos niveles de presión posi­
táneas y el ajuste automático de la presión objetivo para mantener constante el V, deseado. tiva continua en la vía aérea (C PA P) diferentes, suministrados mediante un sistema
N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 44 7
446 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s

valvular de flujo a demanda, alternan con intervalos de tiempo preestablecido» y 20


Phigh
determinan la V M . Además, permite la respiración espontánea del paciente, sin liiilH
15
tes en ambos valores de C PA P y en cualquier momento del ciclo ventilatorio.
Se debe programar independientemente cuatro variables: los dos valores di pie Paw 10
cm H?0
sión (C P A P ) elegidos (denominados Plow y Phigh) y la duración correspondinilo |
Plow
cada nivel de C PA P (Tlow y Thigh). Donde el cambio entre Plow y Phigh dctcriflfl 5
na el V , mecánico, y Tlow y Thigh representan la frecuencia respiratoria y la irln
ción inspiración/espiración (I:E ) del aparato. La duración del período Thigh o» 0 Tlow -
■ Thigh
considerada tiempo inspiratorio, y el Tlow, tiempo espiratorio. E l V, es resultado dn
la respiración espontánea más la contribución realizada por la V M , originada cu la»
modificaciones de la presión intratorácica.
Son posibles cuatro tipos de respiración espontánea con el uso de B1PAP.

• Tipo A: respiración espontánea en el nivel de C PA P inferior Plow.


• Tipo B: respiración espontánea en el nivel de C PA P superior Phigh. La respira
ción espontánea adicional que posibilita la B1PAP durante la inspiración mecimi
ca es de particular interés debido a que no conduce a asincronías o “ lucha" con
el aparato.
• Tipo C: respiración semejante a PSV. E l paciente es capaz de iniciar el cambio
desde Plow hasta Phigh si presenta un esfuerzo inspiratorio en el 25% final df
Tlow. En este caso, la respiración espontánea del paciente resulta en un tipo da
P S V en el cual el soporte corresponde al nivel superior de CPAP. Phigh. En con
traste con la P S V convencional, la presión en la vía aérea se mantiene en P h ig h , Fig. 16-5. L a parte s u p e rio r m uestra un a c u rv a de p resió n en la v ía a érea (P a w ) co rre sp o n d ie n te a
v e n tila c ió n co n p re sió n co n tro la d a (re s p ira c ió n p a siva . T ip o D de B IP A P ) . L a P a w a lte rn a entre
aun cuando la inspiración haya finalizado. P lo w y P h ig h a in te rv a lo s de tie m p o d e te rm in ad o s p o r T lo w y T h ig h . E n la p arte in te rio r se o b se r­
• Tipo D : respiración pasiva. No ocurre una respiración espontánea, el ap aran > van lo s d ife re n te s tip o s de re sp ira ció n e sp o n tán ea co n e l uso de B IP A P . E n lo s tip o s A y B e l
cambia entre los niveles de presión programados sin ninguna intervención del p a cie n te es ca p a z d e re sp ira r esp o n tán eam en te en e l n iv e l de p resió n co rre sp o n d ie n te sin ningún
soporte m e c á n ico a d ic io n a l. E l tip o C se p ro d u ce si el c a m b io en tre P lo w y P h ig h es in ic ia d o por
paciente. Este modo es indistinguible de la ventilación controlada por p resió n
e l p acien te.
(P C V ), con P E E P (fig. 16-5). ■

En el modo B1PAP. las respiraciones obligatorias independientemente del nivel


Por ejemplo, si Plow = 5 cm H.O, Phigh = 15 cm H ,0 y P S V = 20 cm H ,0:
de presión de que se trate, están siempre controladas por presión, mientras q u e las
respiraciones espontáneas pueden ser apoyadas con soporte de presión. La B IPA P
• Todas las respiraciones espontáneas en Plow estarán asistidas por 20 cm H ,0 de
controla los V T obligatorios y espontáneos en forma separada.
presión de soporte (Plow + P S V ) para una presión total de 25 cm H ,0.
Las respiraciones espontáneas en el modo B IP A P pueden ser asistidas con sopor
• Todas las respiraciones espontáneas en Phigh estarán asistidas por 10 cm H ,0 de
te de presión siguiendo las premisas que se indican a continuación:
presión de soporte PSV - (Phigh - Plow ) para la misma presión total de 25 cm

• La P S V puede utilizarse para asistir respiraciones espontáneas en Plow y Phigh H :0 (fig. 16-6).
E l valor de P S V se expresa siempre en relación con el valor de Plow. Presión
objetivo = Plow+ PSV. Program ación de B IP A P
• Los esfuerzos del paciente en Phigh no reciben soporte de presión a menos que
Si al comenzar con B IP A P el paciente se encuentra en asistencia ventilatoria
P S V > (Phigh - Plow). 1
mecánica, la programación inicial se realizará sobre la base de la presión en la vía
• S i P S V + Plow es mayor que Phigh, todas las respiraciones espontáneas de Plow
aérea, la frecuencia respiratoria, los tiempos inspiratorio y espiratorio, y la relación
estarán asistidas por el parámetro PSV , mientras que todas las respiraciones
I:E existentes. Donde Plow es equivalente al nivel de PEEP. E l V Tcorrespondiente
espontáneas en Phigh estarán asistidas por P S V - (Phigh - Plow).
448 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s
N u e v o s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 449

APRV

Ha sido descrita por Downs JB y Stock MC, en 1987, como la aplicación de una
CPAP con una liberación intermitente, breve y regular de la presión en la vía aerea.
La APRV facilita tanto la oxigenación como la eliminación de C 0 2, permite
aumentar la ventilación alveolar en el paciente que respira espontáneamente o pro­
veer una ventilación total en una situación de apnea. E l nivel de CPAP optimiza la
oxigenación, mientras que la fase de liberación programada optimiza la ventilación
alveolar y mejora la eliminación de COr
F ig . 16-6. B IP A P con presión de soporte en las respiraciones espontáneas. Técnicamente, la APRV es un modo iniciado por tiempo, limitado por presión y
ciclado por tiempo. Además, permite de forma irrestricta la respiración espontánea
a través de todo el ciclo ventilatorio, con el agregado de PSV o sin él.
al aparato se selecciona con el valor de Phigh de acuerdo con la Pmeseta (volume Cuando el paciente no tiene respiraciones espontáneas, esta modalidad es similar
control) o la presión limitante (PC V ) y la distensibilidad del paciente. al modo PCV con una relación I:E inversa.
E l Thigh y el Tlow representan los tiempos inspiratorio y espiratorio respectiv
mente, y se ajustan con una duración similar a los hallados con CMV. De esta man Terminología
ra obtendremos una frecuencia respiratoria y una relación I:E igual con BIPA P q
con el modo ventilatorio previo. Se describen comúnmente cuatro variables que incluyen: presión superior (Phigh),
De no hallarse en VM o de no conocerse estos parámetros, Plowse ajusta presión inferior (Plow), tiempo superior (Thigh) y tiempo inferior (Tlow).
acuerdo con el valor de P EE P elegido, y el nivel de Phigh se programa de acuer Phigh es la presión de base en la vía aérea y corresponde al mayor de los dos
con el VT deseado. Con la selección apropiada de Thigh y Tlow se calcula la fre­ niveles de presión. Se la ha descrito también como el nivel de CPAP, la presión de
cuencia respiratoria de BIPA P (60 dividido por la suma del tiempo de ciclo Thigh insuflación o presión P l.
+ Tlow), y la relación I:E (I:E = Thigh / Tlow). Plow es el nivel de presión en la vía aérea que resulta de la liberación de la pie-
Finalizada la programación inicial y de no haber contraindicaciones, el pacienl sión. Del mismo modo se puede referir a Plow como el nivel de PEEP, presión de
puede respirar espontáneamente sin límites y en cualquier momento del ciclo ven* liberación o la presión P2.
tilatorio. Sólo será necesario administrar una sedación y analgesia adecuadas cora Thigh corresponde al tiempo de duración en el cual la Phigh es mantenida; Tlow
los objetivos ventilatorios deseados. es tiempo en el cual la Plow es sostenida y que corresponde a la liberación de la pre­
sión en la vía aérea (fig. 16-7).
La presión media de la vía aérea puede ser calculada de la siguiente manera:
Optimización de la oxigenación y la ventilación
E l aumento de la presión media (Paw = [Phigh X Thigh + Plow X Tlow]/(|Thigh (Phigh x Thigh) + (Plow x Tlow) / Thigh + Tlow
+ Tlow]) con el objeto de incrementar la capacidad residual funcional y adecuar la
oxigenación sin modificar la VM , se logra al prolongar la duración de la relación Aplicación
I:E, al aumentar el Thigh y disminuir el Tlow en igual proporción (hay que evitai
generar auto-PEEP al reducir la duración del Tlow); o bien al elevar en igual mag­ Cuando se cambia el modo ventilatorio de un paciente a APRV. los parámetros
nitud y en el mismo sentido el nivel de la Plow y la Phigh. para la programación inicial son parcialmente deducidos de los valores de la venti­
En caso de hipercapnia existen también dos mecanismos para aumentar el V, lación convencional. E l clínico convierte la Pmeseta del modo convencional a Phigh
espirado sin modificar la presión media: uno consiste en reducir paralelamente cl y busca un VE espirado de 2 a 3 litros por minuto, menor que cuando estaba en ven­
Thigh y el Tlow, sin modificar la relación I:E previa. La otra posibilidad es incre­ tilación convencional. Esto se logra programando la Phigh a la Pmeseta con un lim i­
mentar el valor Phigh y disminuir el valor Plow en igual proporción; esto es válido te superior de 35 cm H;0. La Plow es programada a una presión de 0 cm H20 . Una
hasta una relación !:E 1:1. En presencia de hipocapnia con hiperventilación el V, sr Plow de 0 cm H ,0 produce una mínima resistencia espiratoria, por lo tanto acelera
reduce en sentido opuesto. (Disminuir el VT al reducir la diferencia entre Plow \ la tasa de flujo espirado y facilita la rápida caída en la presión. E l Thigh es progra­
Phigh o programar una frecuencia respiratoria menor al prolongar el Thigh y cl mado a un mínimo de 4 segundos. Un Thigh menor de 4 segundos puede tener un
Tlow sin cambiar la relación I:E anterior.) impacto negativo en la presión media de la vía aérea. E l Tlow es programado en-
450 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s N uevo s m o d o s d e v e n t il a c ió n m e c á n ic a 451

Programar una Phigh en la vía aérea elevada, mantenida de manera sostenida y


al minimizar los períodos de liberación de presión, puede ser ventajoso por múlti­
ples razones:

• Facilita el reclutamiento alveolar.


• Evita los ciclos de apertura y colapso repetitivo.
• Mejora la difusión de gases.
• Permite el llenado de unidades alveolares con constantes de tiempo prolongadas.
• Previene la sobredistensión de los alvéolos.
• Aumenta la ventilación colateral a través de:
- los poros de Kohn
- los canales de Martin
- los canales de Lambert

Estos modos pueden ser encontrados en los diferentes equipos disponibles en el


mercado con las siguientes denominaciones:
Presión positiva bifásica en la vía aérea: B IP A P
Ventilación con liberación de presión en la vía aérea: A PR V

VENTILACIÓN CON SOPORTE ADAPTABLE


F ig . 16-7. A P R V . C u rva de presión y flu jo en e l tiem po.
El modo ventilación con soporte adaptable (A S V ) se basa en el concepto de tra­
bajo respiratorio mínimo desarrollado por Arthur B . Otis en 1950. Este concepto
tre 0,5 y 1 segundos (frecuentemente a 0,8 segundos). Con esta programación sugiere que el paciente va a respirar con un V r y una frecuencia respiratoria que
(Phigh = 35 cm H :0 , Plow = 0 cm H ,0, Thigh = 4 segundos, Tlow = 0,8 segundos), minimicen las cargas resistivas y elásticas del sistema respiratorio mientras se man­
la presión media será igual a 29,2 cm H.O. No es posible lograr mantener una pre­ tiene la oxigenación y el equilibrio ácido-base.
sión media de 29 cm H ,0 en los modos convencionales por volumen, limitando la La A SV utiliza un sistema especial con bucle cerrado por el cual el ventilador,
Pmeseta a 35 cm H:0 , y aún producir una V T suficiente. que a través de los datos incorporados por el clínico y de acuerdo con las condicio­
La aplicación de A PR V a pacientes recientemente intubados suele involucrar la nes medidas de carga del sistema (resistencia y distensibilidad), selecciona la fre­
utilización de parámetros estándar y ajustar la programación de manera convenien­ cuencia respiratoria, el tiempo inspiratorio, la relación I:E y el límite de presión
te. Comúnmente en pacientes con una lesión pulmonar aguda grave a moderada, los para las respiraciones espontáneas y mandatorias, y además calcula cuál es el volu­
valores de Phigh/Plow son de 35/0 cm H:0 y Thigh/Tlow de 4/0,8 segundos, y se men minuto a administrar.
permiten las respiraciones espontáneas. E l operador ingresa el peso ideal del paciente, programa la alarma de alta pre­
Cuando se intenta evitar la sobredistensión alveolar, el clínico debe estar cons­ sión, la P E E P y la fracción de oxígeno inspirada, ajusta el tiempo de la rampa (pen­
ciente de que la Pmeseta es la mejor representación clínica disponible de estima­ diente inicial de la curva de flujo) y la variable de ciclado por flujo para la PSV, la
ción del promedio de la presión alveolar. que es posible seleccionar entre el 10 y el 40% del flujo pico inicial.
E l ventilador basado en el peso ideal del paciente intentará aportar un V, de
Relevancia clínica 100 mL/minuto/kg. Este puede ser ajustado programándolo como un porcentaje
conocido (entre el 20 y el 200%) del V, en volumen control.
La A PR V fue inicialmente diseñada para optimizar la oxigenación y mejorar la Se puede combinar respiraciones espontáneas y mandatorias, y además el límite
ventilación en los pacientes con lesión pulmonar aguda/síndrome de dificultad res­ de presión de ambos será constantemente ajustado para lograr el V, deseado. Esto
piratoria aguda (S D R A ), aunque también ha sido utilizada con éxito en pacientes significa que la ventilación con A S V es un modo de control dual de respiración a
con enfermedad de la vía aérea. respiración de respiraciones espontáneas o mandatorias.
452 Consideraciones especiales N uevos m odos de v e n tila c ió n mecánica 453

E l porcentaje del Vfi seleccionado permite al operador proveer un soporte venti­ control por circuito cerrado para compensar o eliminar la resistencia impuesta por
latorio total o promover la respiración espontánea y facilitar el destete. la vía aérea artificial por medio del cálculo de la presión traqueal.
Este modo puede ser encontrado en los diferentes equipos disponibles en el mer­ Es una mejora que permite compensar de manera dinámica el trabajo respirato­
cado con las siguientes denominaciones: rio dentro de una respiración y que varía de un ciclo a otro. Asiste el esfuerzo espon­
Ventilación con soporte adaptable (Adaptive Support Ventilation, A SV) táneo del paciente mediante el suministro de una presión positiva que es
proporcional al flujo inspirado. Esta presión supera la resistencia estimada de una
vía aérea artificial.
COM PENSACIÓN AUTOMÁTICA DEL TUBO La ATC utiliza un coeficiente conocido de resistencia del tubo, la presión medi­
ENDOTRAQUEAL da en la vía aérea proximal y la tasa de flujo instantánea, para aplicar una presión
proporcional a la resistencia y a la caída de presión a través de la vía aérea artificial
Generalmente, la PSV se utiliza para compensar la resistencia impuesta por el durante de todo el ciclo ventilatorio.
tubo endotraqueal, pero este modo de ventilación provee una asistencia constante La ecuación para el cálculo de la presión traqueal es:
en la vía aérea programada por el operador, que no varía según se modifique el
esfuerzo del paciente. Presión traqueal = presión de la vía aérea proximal - (coeficiente del tubo X

La PSV puede efectivamente eliminar la resistencia del tubo en condiciones está­ flujo2)
ticas, pero las variaciones del flujo inspirado y los cambios en las demandas del
paciente no logran ser satisfechas por un único nivel de presión de soporte. El operador debe ingresar los datos del tipo de vía aérea artificial, si es tubo o
Asimismo, la resistencia del tubo endotraqueal crea una condición en la cual al cánula de traqueostomía, el calibre de ésta y el porcentaje de compensación desea­
inicio de la inspiración, cuando el flujo del ventilador es elevado, la presión traqueal do (10-100%), el cual está habitualmente programado por defecto en un 80%.
permanece baja y ocurre una subcompensación del trabajo impuesto por el tubo Mediante un algoritmo, el sistema busca la presión necesaria para vencer la resis­
endotraqueal. Y al final de la inspiración, cuando comienzan a equilibrarse las pre­ tencia de la vía aérea artificial (fig. 16-9B).
siones y el flujo disminuye, la PSV tiende a sobrecompensar, prolongar la inspira El mayor interés está centrado en eliminar el trabajo impuesto durante la inspi­
ción y exacerbar la hiperinflación (fig. 16-8). ración, no obstante durante la espiración también hay una caída de presión a lo largo
La compensación automática de tubo endotraqueal (ATC) aplica el principio dc del tubo dependiente del llujo, que puede ser compensada con ATC y, de esta forma,
reducir la resistencia espiratoria y la hiperinflación (fig. 16-9A).
También se debe tener en cuenta que obstrucciones parciales dentro del tubo pue­
den disminuir la eficacia de este sistema de compensación.
Las ventajas propuestas son:

• Modificar el trabajo impuesto por la vía aérea artificial.


• Mejorar la sincronía paciente-ventilador por variación de la compensación con
relación a la demanda.
• Disminuir el atrapamiento aéreo compensando la resistencia espiratoria.

Estudios en voluntarios y en pacientes bajo VM han mostrado que la ATC redu­


ce el trabajo respiratorio y aumenta el grado de sincronía paciente-ventilador.
Esta función puede utilizarse aislada o con el agregado de CPAP en pacientes en
condiciones de destete y, según los distintos sistemas disponibles en el mercado,
puede asociarse a cualquier modo asistido centrado en la presión o que permita la
respiración espontánea.
Flujo de gas - L/min
€fe
Esta mejora puede ser encontrada en los diferentes equipos disponibles en el
F ig . 16-8. A m edida que el flu jo aum enta, la presión requerida para com pensar el trabajo se incrc
mercado bajo las siguientes denominaciones:
menta. Para un determ inado nivel de presión de soporte de 5 cm H .O . la com pensación es óptim a
para un flu jo único inspiratorio (lín e a central vertical, 45 L/m in ). Á bajos flujos la sobrecompcn- Automatic Tube Compensativa, ATC
sa, y a altos flu jo s la subcom pensa. Tabe Compensation, TC
N u e v o s m o d o s de v e n t ila c ió n m ec á n ic a 455
454 C o n s id e r a c io n e s especiales

Con VAP, el ventilador instantáneamente varía la presión positiva proporcionada


durante la inspiración en proporción al flujo (asistencia por flujo, cm H20/L/seg) y
al volumen (asistencia por volumen, cm H:0/L) generados por el paciente, lo que
reduce al mínimo la Pmus requerida. Por lo tanto, la presión aplicada por el venti­
lador es igual a:

Paw = FA X flujo + VA X VT

Donde FA y VA representan la proporción de ayuda al flujo y volumen respecti­


vamente.
Con VAP, un aumento del esfuerzo se corresponderá con un incremento del
apoyo aplicado por el ventilador, es decir, cuanto mayor sea el esfuerzo del pacien­
te. mayor será el soporte suministrado por el aparato.
Durante la ventilación con VAP, el ventilador calcula la presión aplicada midien­
do los componentes elásticos y resistivos en cada momento. Ajustando la ganancia
en las señales de flujo o volumen en proporción a la alteración mecánica existente
en el sistema respiratorio, el operador es capaz de seleccionar qué proporción del
trabajo respiratorio será realizado por el ventilador y cuál le corresponderá realizar
al paciente.
Fig. 16-9. A . L a línea negra representa la presión calculad a en el extrem o distal de la v ía aérea arti­ Debido a que la VAP sólo actúa multiplicando el esfuerzo espontáneo, el venti­
fic ia l (presión traqueal calcu lad a). S e observa que a pesar de las dism inuciones transitorias de la
lador ciclará de inspiración a espiración al mismo tiempo que el flujo inspiratorio
P E E P para d ism in u ir la resistencia espiratoria (fle c h a la presión traqueal perm anece gene­
g ris ),
ralm ente al nivel del valo r program ado de P E E P o por encim a de éste (fle c h a n e g ra ). L a presión del paciente cesa.
en la v ía aérea es m antenida para e vita r el colapso a lve o la r durante la espiración. B . L a presión se Cualquier patología que modifique las características mecánicas del sistema res­
eleva sobre e l n ivel de presión program ado (entre la línea negra horizontal y Hecha negra) m edi­ piratorio puede englobarse en alteraciones de la resistencia al flujo aéreo y/o afec­
da en la “ Y " del circu ito del ventilador. L a presión no es transm itida a la tráquea com o lo indica
tación de la elastancia pulmonar. Para poder evaluar la magnitud de las alteraciones
la flech a gris, t, tiem po (en segundos).
pulmonares involucradas, es necesario conocer las características mecánicas del sis­
tema respiratorio, las que pueden calcularse en el paciente con intubación endotra-
VENTILACIÓN ASISTIDA PROPORCIONAL queal y en condiciones de respiración pasiva, con la aplicación de una pausa al final
de la inspiración durante la insuflación con flujo constante para la medición de la
La ventilación asistida proporcional (VAP) fue descrita por Younes y cois, en Pmeseta y una pausa espiratoria para la cuantificación de la auto-PEEP.
1992. Es un modo de ventilación controlado por presión, en donde la presión api i
cada en la vía aérea en cada ciclo ventilatorio es calculada por el ventilador en pro­ Elastancia = (Pmeseta - P EE P total) / Volumen corriente
porción al flujo inspiratorio del paciente, el cual es usado como un estimativo del Resistencia = (Ppico - Pmeseta) / Flujo inspiratorio
esfuerzo muscular y de las propiedades mecánicas del sistema respiratorio.
Durante la ventilación con soporte parcial, la presión aplicada al sistema respira­ Como en el paciente despierto no es posible obtener fácilmente estos parámetros,
torio (Prs) depende de la presión generada por los músculos respiratorios (Pmus) y Younes y cois, han propuesto un nuevo método de medidas intermitentes de elas­
la aportada por el ventilador (presión en la vía aérea, Paw), la cual representa la tancia y resistencia durante la VAP, incorporando un sofisticado sistema de oclu­
magnitud del apoyo provisto. siones múltiples en la vía aérea para obtener una estimación continua de éstas. Este
método puede realizar mediciones seriadas de ambos parámetros, y se ha integrado
Prs = Pmus + Paw
en la actualización del modo Proportional Assist Ventilation Plus (VAP+).
La carga impuesta a los músculos respiratorios durante la ventilación asistida Además de las dificultades asociadas con la determinación de la resistencia y la
puede ser descrita por la ecuación del movimiento respiratorio. elastancia en el paciente que respira espontáneamente, una complicación potencial
con VAP es la inestabilidad, la cual puede ocurrir cuando la ganancia es programa­
Pmus = Resistencia x Flujo + Elastancia x Volumen corriente + auto-PEEP - Paw da dc manera inadecuada con altos valores y se utiliza un alto porcentaje de asís-
N uevos m odos de v e n tila ció n mecánica 457
456 Consideraciones especiales

tencia, o bien cuando existe una fuga en el circuito. En estos casos el ventilador ■
puede sobre-asistir al paciente y no reconocer el final de la inspiración. Esta sitúa- ■
ción ocasiona asincronías en la espiración y un retraso por parte del aparato en fina- ■
lizar el aporte de flujo, fenómeno que se conoce como nm -aw ay.
En estas circunstancias, la inspiración del ventilador termina cuando se alcanza I
la alarma de Ppico o cuando el esfuerzo espiratorio del paciente es lo suficiente- ■
mente importante para cortar la asistencia inspiratoria del equipo.
Si bien la VAP no está universalmente disponible para su uso, informes prelimi- 1
nares en relación con este modo son promisorios. Ha demostrado ser efectiva ui I
descargar los músculos respiratorios, sin imponer un patrón respiratorio tijo, incre- I
mentando la comodidad y la interacción paciente-ventilador.
Este modo puede ser encontrado en los diferentes equipos disponibles en el mer-
cade con las siguientes denominaciones:

Ventilación asistida proporcional ( P ro p o rtio n a l A ssist V e n tila tio n , VAP) ■


P ro p o rtio n a l A ssist V en tilatio n P lu s , (VAP+)

F ig . 16-10. E l estado ven tilato rio actual del paciente es cla sifica d o en ocho diferentes diagnósti­
cos y son aplicadas m edidas específicas para lle va r al paciente dentro del rango llam ado "v e n tila ­
SISTEMAS BASADOS EN EL CO N O CIM IEN TO
ción norm al” , o a la zona de respiración confortable.

Es un sistema de control que maneja el ventilador con PSV para estabilizar la res- I
piración espontánea del paciente en una zona de “ comodidad respiratoria ’ y para ■
disminuir el apoyo respiratorio hasta que el paciente pueda ser liberado del ventila- ■
minada. Las infecciones o la fiebre pueden producir tasas metabólicas más altas,
dor. que deben contrarrestarse con un aumento de la ventilación minuto. Y situaciones
Es un modo que utiliza una estrategia para la desvinculación de la VM a través
temporales como, por ejemplo, un aumento de las secreciones y el esfuerzo de la
de un protocolo automatizado. E l destete basado en el conocimiento es un sistema ■
succión, pueden llevar a una demanda superior de ventilación minuto. Los sistemas
en el cual los datos clínicos del paciente son interpretados en tiempo real para ajus- ■
de ventilación minuto predeterminado no pueden ajustarse automáticamente a estos
tar el nivel de presión de soporte necesario para mantener la frecuencia respiratoria. I
cambios, mientras que un sistema con enfoque basado en el conocimiento sí puede
el V, y el dióxido de carbono al final de la espiración a volumen corriente (endtidal I
hacerlo. De esta manera permite adaptarse a las condiciones de una gran variedad
CO, = etCO,) dentro de un rango predefinido denominado zona de comodidad íes I
de pacientes, y soportar eficientemente su desconexión.
piratona” . El nivel de presión de soporte es ajustado de manera automática y even I
Como criterios centrales se utilizan tres parámetros fisiológicos para modificar el
tualmente reducido a un mínimo nivel, momento en el cual es analizada una prueba 1
nivel de asistencia durante la PSV y para mantener al paciente en una zona de ven­
de ventilación espontánea. Cuando ésta resulta exitosa, un mensaje en la interl'a/ j
tilación confortable.
gráfica sugiere al operador la liberación del ventilador. La “ ventilaciónnormal” para un paciente adulto sin limitaciones fisiológicas sig­
El sistema se basa en el conocimiento fisiológico y clínico para manejar una
nificativas puede ser clasificada sobre la base de estos parámetros,
situación definida y en los antecedentes médicos del paciente para clasificar el esta
f: 15 - 30/min o hasta 35 en caso de enfermedad neurológica
do respiratorio actual en uno de ocho diagnósticos específicos, > para aplicar las
V T: > 300 mL o 250 si el peso es < 55 kg
medidas terapéuticas correctivas apropiadas (fig. 16-10). E l so ftw are analiza de
etC02: < 55 mm Hg o 65 mm Hg si es EPOC
manera continua los datos que recoge el ventilador y utiliza los valores de un eje tri
En donde f es la frecuencia respiratoria
dimensional conformado por la frecuencia respiratoria, el Vr y el etCCXpara lomut
E l ventilador divide el proceso en tres pasos:
decisiones acerca de la necesidad de adaptar el nivel de presiór. de soporte, con
Paso 1. Adaptación
intervalos de 2 o 5 minutos, en función de la situación previamente diagnosticada
Se estabiliza al paciente dentro de una zona de comodidad respiratoria regulan­
Este tipo de sistema, basado en el conocimiento clínico de expertos, se diferen­
do el nivel de presión de soporte en función de los valores de un eje tridimensional
cia de los sistemas retroalimentados por el valor de la ventilación minuto prcdctci
458 Consideraciones especiales N uevos m odos de v e n tila ció n mecánica 459

conformado por la f, el V T y el etC02. Este protocolo central permanece activo retroal i mentación neural que regula de manera instantánea la señal del centro res­
durante todas las fases. piratorio (la A Ed i) y, en consecuencia, el nivel de apoyo de presión. Durante el perí­
A l mismo tiempo, el ventilador disminuye de manera gradual el nivel de presión odo inspiratorio, en el cual el esfuerzo aumenta, el apoyo es regulado cada 16 mseg.
de soporte, con cambios de 2 a 4 cm H ,0 , mientras controla continuamente si el E l ciclado neural a espiración es realizado determinando la disminución de la
paciente es capaz de soportarlo sin abandonar la zona de comodidad. Si lo tolera, el A Edi desde su mayor valor dentro de cada respiración, y es expresada en un por­
sistema de presión de soporte automatizado realiza la adaptación periódica dismi­ centaje. Según la amplitud de la señal, un rango del 40 al 70% del pico de la AEdi
nuyendo la presión aún más; en caso contrario se aumentará a un nivel de soporte provee un algoritmo de ciclado estable. Asimismo, el ciclado por la A Ed i es com­
apropiado para el paciente. E l mejor escenario será una reducción paulatina de la binado con un ciclado por presión, que finaliza la asistencia si la presión alcanzada
presión de soporte hasta que el nivel más bajo sea logrado. en el circuito se incrementa más de 4 cm H ,0 por encima de la presión establecida
por NAVA.
Paso 2. Observación La señal AEdi es medida con un grupo de microelectrodos sensibles a la activi­
Cuando el paciente es conducido a un nivel de presión de soporte lo suficiente­ dad eléctrica, situados en una sonda nasogástrica tipo Levine que también cuenta
mente bajo, se realiza automáticamente una prueba de respiración espontánea que con un lumen para alimentar y/o succionar. E l objetivo es insertar el catéter de
es mantenida durante 1 o 2 horas, en tanto que el paciente es observado. A conti manera que los electrodos estén posicionados al nivel donde el esófago pasa a tra­
nuación indica la factibilidad del paciente a ser separado del ventilador. vés de la porción crural del diafragma (fig. 16-11).
Durante la ventilación con NAVA, el nivel de apoyo de presión proporcionada (en
Paso 3. Mantenimiento cm H :0 ) es ajustado multiplicando la A Edi (el cual se expresa en pV ) por un factor
En esta fase el ventilador mantiene el menor nivel de presión de soporte hasta que de proporcionalidad, llamado “ nivel N AVA" (expresado en cm H:0 ). E l nivel
el operador decide separar al paciente del aparato. Indudablemente, si el paciente NAVA expresa cuántos cm H :0 recibirá el paciente por cada pV de A Edi. Por ejem-
falla la prueba de respiración espontánea o se deteriora, el protocolo ingresará otra
vez en la fase de adaptación, aplicando el nivel de soporte requerido.
Este modo puede ser encontrado en el mercado con la siguiente denominación:

S m a rtC a re

VENTILACION POR SENSADO DE LA ACTIVIDAD ELECTRICA


DEL DIAFRAGMA

Se denomina NAVA (N e u rc illy A d ju sted V e n tila to ry A ssist, asistencia ventilaton.i


regulada por estímulos neurales) a un nuevo enfoque de la V M que permite que el
paciente controle el ventilador mediante su centro respiratorio.
NAVA utiliza la actividad eléctrica del diafragma (A E d i), un reflejo de la activi­
dad respiratoria neural que se transmite a través ios nervios frénicos al diafragma
como la principal señal de disparo y de ciclado para asistir al paciente en sincronía
con el esfuerzo inspiratorio neural.
E l disparo ocurre por la detección de una deflexión en la A Edi y no por un nivel
absoluto de AEdi. Además emplea un gatillado neumático como una fuente sccun
daria de disparo, el cual opera en combinación con el gatillado neural.
Una vez que el ventilador se dispara, la presión proporcionada por encima dc la
P E E P durante la inspiración con NAVA es controlada por el A Ed i, dado que dicho
nivel de asistencia es proporcional al esfuerzo neural dentro de cada respiración
F ig . 16-11. Esquem a d e la posición cié la sonda nasogástrica en el esófago. Se puede observar que
Por lo tanto, cualquier cambio en la carga inspiratoria o la aparición de d eb ilid ad e l grupo de electrodos están lo c a l izados a n ivel del diafragm a, y conectados al m ódulo del venti­
muscular inspiratoria es inmediatamente sensada y compensada por vía dc una lador.
460 Consideraciones especiales
N uevos m odos de v e n tila c ió n mecánica 461

pío, un nivel NAVA de 2 cm H ,0 por pV significa que suministrará 10 cm H.O


cuando la A Ed i sea de 5 pV. • La APRV es similar a la anterior, sólo que el tiempo en que se libera la
Es importante comprender que durante NAVA, el nivel de presión es proporcio­ CPAP de mayor magnitud es menor. Ambos modos tienen como objetivo
nal a la amplitud del impulso del A Ed i. Como el ventilador y el diafragma trabajan mejorar la oxigenación y la ventilación.
con la misma señal, el acoplamiento de ambos es casi simultáneo. • La A SV se basa en un concepto matemático en el que el paciente recibirá
La amplitud de la señal del A Edi se puede utilizar como ayuda para decidir la un determinado VE respiratorio de modo que se minimicen las cargas resis-
desconexión y la extubación. además puede utilizarse como herramienta de moni- tivas y elásticas del sistema respiratorio.
torización que proporciona los datos correspondientes al impulso ( d riv e ) respirato­ • La compensación automática del tubo endotraqueal intenta compensar o
rio, a los requisitos de volumen, el efecto de la programación del ventilador y la eliminar la resistencia impuesta por éste, lo cual disminuye el trabajo res­
necesidad de sedación. piratorio impuesto por la vía aérea artificial. E l operador puede decidir
Este modo puede ser encontrado en el mercado con la siguiente denominación: acerca del porcentaje de compensación deseado.
• La ventilación asistida proporcional (PAV) es una modalidad en creciente
N e u ra lly A d ju sted V e n tila to ry A ssist: NAVA apogeo, controlada por presión, en la que el ventilador detecta el flujo ins­
piratorio del paciente relacionado con el esfuerzo y la impedancia del sis­
tema respiratorio, por lo que proporcionalmente a tal flujo ofrece
C O N C EPT O S CLAVE determinada presión en la vía aérea. No es un modo que ya esté disponible
en la mayoría de los ventiladores, pero es posible que sí lo posean en los
• Si bien la mayor parte de los pacientes ventilados lo están a partir de modos próximos años.
ventilatorios denominados tradicionales (ventilación asistida-controlada por • La ventilación por sensado de la actividad eléctrica del diafragma permite
volumen o presión o con presión de soporte), en las últimas décadas ha habi­ que el ventilador inicie la inspiración desde un estímulo proveniente del
do cierto auge en la utilización de nuevas modalidades ventilatorias. Su inclu­ diafragma, en vez de la caída de la presión de la vía aérea, lo que lo con-
sión en los ventiladores de última tecnología justifica un tratamiento teórico vierte en un modo con disparo más sensible.
en esta obra.
• Estos nuevos modos tienen como objetivo general y según el tipo de modo del
que nos ocupemos, optimizar la adaptación del paciente al ventilador y dismi­ B IB LIO G R A FIA
nuir el trabajo respiratorio, evitar o minimizar la lesión inducida por el venti­
lador otorgando un óptimo intercambio gaseoso para el oxígeno sin generar, Baum M, Benzer H. Putensen CH, Koller W, Putz G. Biphasic Positive Airway Pressure
en lo posible, retención de CO,. (BIPA P) - eine neue Form der augmentierenden Beatmung. Anaesthesist 1989;38:
452-8.
• La ventilación mandatoria minuto garantiza que el paciente recibirá un deter­
minado VE respiratorio, que es seleccionado por el operador. Si las respiracio­ Branson RD. Johannigman JA . The Role of Ventilator Graphics When Setting Dual-
Control Modes. Respir Care 2005:50(2): 187-201.
nes espontáneas del paciente alcanzan tal volumen minuto, el ventilador no
Branson RD. Johannigman JA . What Is the Evidence Base for the Newer Ventilation
agrega respiraciones mandatorias controladas para alcanzarlo; si el paciente Modes? Respir Care 2004;49(7):742-60.
no lo hace, sí.
Branson RD. Maclntyre NR. Dual control modes of mechanical ventilation. Respir Care
• Los modos duales permiten al operador, ya sea de respiración a respiración o 1996:41:294-305.
en una misma respiración, otorgar un modo limitado por presión, pero a su ve/ Branson RD. New modes of mechanical ventilation. Current Opinión in Critical Care
asegurarse un determinado volumen que se proporcionará al paciente. De estas 1999:5:33-42.
modalidades, existen variadas formas de alcanzar estos objetivos, que a su ve/ Branson RD. Technical description and classification of modes of ventilator operation
cambian de nombre en cada uno de los diseños de cada empresa comercial Respir Care. 1992;37:1026-44.
• La BIPA P es una modalidad limitada por presión y ciclada por tiempo, en el Chiappero G, Robado M, Ceraso D. BIPA P (Biphasic Positive Airway Pressure). Un
que el paciente espontáneamente respira a través de dos niveles diferentes de modo ventilatorio no convencional. Medicina Intensiva 1997;12(2):45.
CPAP, en tiempos determinados preestablecidos, para cada nivel. Si el pai i>u Habashi NM. Other approaches to open-lung ventilation: Airway pressure release ven-
tilation. Crit Care Med 2005;33:S228-S240.
te no posee respiraciones espontáneas, el aparato ventila de manera simil.u ..
Habashia N. Andrewsb P. Ventilator strategies for posttraumatic acute respiratory dis­
la PCV con PEEP.
tress syndromc: airway pressure release ventilation and the role of spontaneous
breathing in critically ill puliente. Current Opinión in Critical Care 2004;10:549-57.
Consideraciones especiales

17
462

Hormann Ch, Baum M. Putensen Ch, Mutz N J, Benzer H. Biphasic Positive Airway
Pressure (B IP A P ) - a new mode of ventilatory support. European Journal of Anaesthe-
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C L A U D IA B E R R O N D O ,*
A N D R E A C A N E P A R I* Y N IL D A V ID A L*

* E n rep resen tació n d el G ru p o de V en tilació n M e c á n ic a P e d iá tric a d e la S o cie d a d


A rg en tin a de T erap ia In te n siva (S A T I)

IN TRO D UCCIÓ N

E l empleo de la ventilación mecánica (V M ) en la población pediátrica con enfer­


medad respiratoria tiene características particulares, debido a que en su implementa-
ción se debe tener presente las condiciones específicas de cada una de las etapas de
crecimiento, desarrollo y maduración, desde el mes de vida hasta la adolescencia. La
capacidad fisiológica de compensación es muy eficiente, también lo es su súbito y
profundo deterioro, y su reversibilidad. De allí la importancia del conocimiento de las
características anatómicas y fisiopatológicas aplicadas a las estrategias ventilatorias,
a los parámetros de ventilación, al retiro del ventilador y a la aplicación de distintas
interfaces en esta edad. Durante los primeros años de vida, la vía aérea baja es parti­
cularmente susceptible de presentar afectación viral epidémica, por ello se abordan
las características epidemiológicas y de comportamiento en la población pediátrica.
La V M en el niño se ha desarrollado en muchos casos a partir de la experiencia
de su aplicación en el adulto. Priorizamos nuestra experiencia y la creciente forta­
leza de las evidencias propias para transmitir nuestra realidad regional, fundamen­
tar estas consideraciones y seguir respondiendo a las necesidades futuras de esta
población. Los avances tecnológicos y de monitorización, con mejoría de la super­
vivencia, plantean nuevas perspectivas y desafíos en una población que trascenderá
la edad pediátrica y necesitara nuevas respuestas para la práctica diaria. La preven-
464 Consideraciones especiales
Consideraciones pediátricas 465
ción de secuelas y la preparación para una vida adulta independiente y produclj
Vías aéreas de conducción: al nacimiento a término ya se han producido todas
alientan los esfuerzos del trabajo cotidiano, sobre todo cuando se administran la t
las ramificaciones bronquiales, y crecen desde ese momento en longitud y diáme­
tribución y la asignación de recursos para esta etapa de la vida.
tro. En menores de 1 año, la gran vía aérea es más propensa a colapsarse ante com­
E l niño tiene características físicas y fisiológicas muy diferentes que hacen i
presiones extrínsecas (anillos vasculares, tumores) y presiones negativas intensas
las indicaciones, los aparatos, las modalidades y la forma de utilización de la V
(laringomalacia, traqueomalacia), debido al menor desarrollo del cartílago y del
sean por lo general distintas a las habitualmente empleadas en pacientes adulto!
músculo liso. La gran vulnerabilidad está dada por la depuración mucociliar más
E l contenido desarrollado intenta reflejar con un sentido práctico y ordena
baja; el formato anatómico de las fosas nasales y epiglotis, que lo condiciona a ser
temas específicos de mayor trascendencia.
un respirador nasal obligado; el exagerado efecto de los cambios posturales de la
cabeza y el cuello, y el tamaño del tejido linfoide de las amígdalas y adenoides, lo
OBJETIVOS que lo vuelve más susceptible a las infecciones respiratorias, episodios de apnea y
bradicardia.
Describir las características anatómicas y fisiológicas de los pacientes Resistencias a l flu jo : en los lactantes, las vías aéreas superiores representan
pediátricos. roximadamente la mitad de la resistencia total; por ello, cualquier disminución
Conocer la epidemiología de la población pediátrica regional en VM . del diámetro de la vía aérea superior condiciona un aumento importante de trabajo
Describir las modificaciones en la utilización de modos y estrategias venn respiratorio. Por ello, el aumento extra de resistencia de las vías aéreas inferiores es
muy mal tolerado.
latorios aplicados a la población pediátrica.
Describir las características de las interfaces en las distintas edades pedia Alvéolos: el número alveolar al nacimiento es mucho menor que en el adulto. El
tricas. desarrollo alveolar continúa en el período posnatal y finaliza su multiplicación
Conocer las aplicaciones de la ventilación no invasiva (V N I) en la ed, hacia los 2 años de edad. Su crecimiento persiste hasta que se completa el del tórax.
pediátrica. En el momento del nacimiento, los poros de Kohn y los canales de Lambert están
Definir la técnica de la desconexión de la V M en pediatría. poco desarrollados, lo que hace al lactante más susceptible a las atelectasias.
Conocer las características particulares de la V M prolongada en la edad Vasos pulmonares: en el momento del nacimiento hay una gran caída de la resis­
pediátrica. tencia vascular pulmonar como consecuencia de la dilatación de la musculatura
arterial pulmonar, relacionada con cambios en las funciones celulares endoteliales,
y la síntesis y liberación de factores de relajación como el óxido nítrico.
CONTENIDOS Pared torácica: las costillas elevadas y horizontalizadas determinan la forma cir­
cular del tórax y que su movimiento aporte un volumen minuto pequeño. A l naci­
miento, las costillas están compuestas principalmente por cartílago, por lo que en la
Características .anatómicas y fisiológicas del paciente pediátrico
infancia la distensibilidad íco m p lia n ce ) de la pared torácica es elevada. Durante los
Epidemiología de la V M en pediatría
primeros 3 años se produce la mineralización de las costillas, lo que provoca mayor
Modos ventilatorios en pediatría
rigidez a la caja torácica y disminuye su distensibilidad hasta igualarse a la de la
V M en situaciones especiales
edad adulta.
Interfaces en pediatría
Músculos respiratorios: la musculatura respiratoria del lactante es menos eficaz
Ventilación no invasiva
que en etapas posteriores de la vida. El ángulo de inserción del diafragma es hori­
Desconexión de la V M
zontal, su descenso en la contracción es menor y la expansión de la caja torácica es
VM prolongada en pediatría
menos pronunciada. La capacidad oxidativa total del diafragma es baja, por lo cual
son susceptibles a una mayor fatigabilidad.

CARACTERÍSTICAS ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS


DEL PACIENTE PEDIÁTRICO
EPID EM IO LO G ÍA DE LA VM EN PEDIATRÍA

En su dinámico crecimiento y desarrollo, el niño posee un sistema respiratorio


Un primer estudio mult¡céntrico realizado en 36 unidades de cuidados intensivos
en constante “ carmbio morfológico”, que comienza muy tempranamente en la vid.»
pediátricos (U C IP i de distintos países en el año 2004 permite conocer las principa­
intrauterina y se prolonga hasta varios años después Je l lacimiento.
les características demográfica'» (cuadro 17-1) y las causas de V M de los pacientes
Consideraciones pediátricas 467
466 Consideraciones especiales

C u ad ro 17-1. C a ra c te rís tic a s d e lo s p a c ie n te s a l in g re so d e U C IP , seg ún ¡o s


1 2

10,3
9,4 9,2
d o s estu d io s m u ltic é n tric o s d e v e n tila c ió n m e c á n ica en n iñ o s (P a r ía s y co is., 10
2 0 04 y 2 0 0 8 ) 8 6,7

Características demográficas 6
4,5
3,3
4 2,4
Edad meses, mediana (Pe 25,75%) 13(5,48)
Femenino, n (% , IC 95%)
Peso, kg, mediana (Pe 25.75%)
262 (40, 36-44)
9(5. 16)
2
o .... , .... □ .....
□ 0,6

^ '

PRISM , mediana (Pe 25,75%) 13(11, 16) &


/
Estado funcional previo
Normal n (% , IC 95%) 541 (82, 79-81)
Patologías crónicas previas, n (% , IC 95%) 105 (16, 13-19) F ig . 17-1. C om p licaciones desarrolladas durante la V M . n = 644.

Problema
Médico, n (% , IC 95%) 429 (65, 61-69)
Quirúrgico, n (% , IC 95%) 230 (35, 31-38) Con respecto a la mortalidad y los factores asociados a ella, el estudio prospecti-
vo, multicéntrico, realizado en 36 U C IP de siete países, mostró una mortalidad glo­
Pe. percentilos. bal de 15,6%. Además, evidenció que la gravedad de la enfermedad al ingreso de la
U C IP, un alto valor de presión inspiratoria pico (mayor a 35 cm H.O ), el desarrollo
pediátricos comprendidos entre el mes de vida y los 15 años (cuadro 17-2). Con re de una falla renal aguda y la presencia de hipoxemia grave (presión arterial de oxí­
pecto a las complicaciones, algunas pueden ser triviales, pero otras son potencial­ geno/fracción inspirada de oxígeno [PaO :/FI0 2] menor de 100) durante la evolu­
mente fatales, por lo que deben realizarse especiales esfuerzos para disminuir su ción. están asociados a una mayor mortalidad.
frecuencia. Las principales complicaciones asociadas con una menor supervivencia
se resumen en la figura 17-1. M O D O S V EN T ILA T O R IO S EN PED IA TR ÍA

V e n tila d o re s: hasta hace pocos años se utilizaban preferentemente ventiladores


de flujo continuo limitado por presión y ciclado por tiempo. En la actualidad, las
C uadro 17-2. C a u s a s d e v e n tila c ió n m e c á n ic a (P a r ía s y c o is ., 2 (X )4 ) últimas generaciones de ventiladores con una gran capacidad de monitorización y
con sensores de disparo muy sensibles al esfuerzo de los pacientes pediátricos, han
n (*>, IC 95%)
permitido la incorporación de prácticamente todos los modos ventilatorios utiliza­
Insuficiencia respiratoria aguda 472 (72,68-75) dos en los adultos. Por otra parte, estos dispositivos permiten suministrar pequeños
Neumonía 100 (15, 13-18) volúmenes corrientes (V .,) (en algunos casos inferiores a 50 m L por cada respira­
Bronquiolitis 35 (5, 4-7) ción mandatoria) que han permitido incorporar los modos controlados por volumen,
SDRA 16(2, 1-4) hasta hace poco tiempo infrecuentes en los cuidados intensivos pediátricos.
Aspiración 15(2. 1-4) V olu m en c o rrie n te : se calcula de acuerdo con el peso del paciente, en general
Obstrucción de vía aérea superior 5 (1, 0-2) alrededor de 10 mL/kg. Debe considerarse, además, el volumen compresible y las
Postoperatorio 161 <24, 21-28)
pérdidas (véase interfaces). Por lo tanto, es esencial determinar el V T en el tubo
Sepsis 70(11,8-13)
Traumatismos 31(5, 3-7) endotraqueal (T ET ).
Insuficiencia cardíaca congestiva 22 (3, 2-5) M o d o s ve n tila to rio s'. con respecto a la frecuencia de los modos ventilatorios, el
Otros 71 (11,9-13) estudio multicéntrico de Farías y cois, de 2004, muestra que el modo utilizado con
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica. 51 (8,6-10) mayor frecuencia era la ventilación mandatoria intermitente sincronizada (S IM V ) y
Asma 10(1, 1-3) la ventilación controlada por presión. Los datos preliminares del segundo estudio
Coma 87(14, 11- 7)
internacional de VM sugieren que el modo más utilizado fue la ventilación asisti-
Enfermedad neuromuscular 6 ( 1. 0 -2 )
da-conlrolada ( A C ) por presión y por volumen (cuadro 17-3).
468 Consideraciones especiales Consideraciones pediátricas 469

Cuadro 17-3. F re c u e n c ia d e u tiliz a c ió n d e m odos ve n tU ato rio s en p a c ie n enfermedades subyacentes (cardiopatías congénitas, prematuridad, displasia bron-
p e d iá tric o s
copulmonar, hipertensión pulmonar, patología respiratoria crónica, anomalías con­
M odos ventUatorios Farías, 2004 n (% ) S / S O fM V 2008 n (
génitas, etc.). E l agente etiológico más comúnmente hallado es el virus sincitial
respiratorio, y lo siguen en frecuencia el parainfluenza, el adenovirus y el virus de
AC/VCV 151(23) 173(19.5) la influenza y el metaneumovirus. E l grado de afectación depende de la interacción
AC/PCV 164(25) 505 (57) entre el virus, la reacción inflamatoria inducida en el paciente y la patología sub­
SIM V V c/s PSV 89 (13,5) 50(5,6) yacente.
SIM V Pc/s PSV 61 (6,9) Esta enfermedad puede comportarse como un patrón obstructivo (bronquiolitis
SIM V 168 (25,5)
típica), como un patrón restrictivo (neumonía, SD RA ) o como una forma mixta.
PRVC/Automode 14(1,5)
PSV 8(1,2) 3(0,3) Las indicaciones de VM son las apneas, los signos de claudicación respiratoria y
BIPAP/APRV 3(0,3) la hipoxemia refractaria al oxígeno.
HFOV 10(1,5) 6(0,6) E l objetivo de la VM es lograr una oxigenación aceptable con una estrategia de
N IV 50 (5,6) ventilación protectora. No hay evidencia que apoye la ventilación con presión con­
Ninguno 21(3,2) 19(2) trol como ventajosa con respecto a la ventilación por volumen control, aunque se
utiliza con mayor frecuencia la primera. Se debe tener cuidado de no sobrepasar la
presión pico a más de 35 cm H:0 , mantener una relación inspiración/espiración
(I:E ) de alrededor de 1:3 o mayor y evitar la hiperinsuflación dinámica con una
Un estudio prospectivo en 102 pacientes pediátricos ventilados por un fallo monitorización estricta de la P E E P intrínseca. El agregado de una P E E P extrínseca
piratorio agudo comparó de manera aleatoria el modo ventilatorio por presión no se suele recomendar, salvo que aparezcan signos claros de patología restrictiva.
trol o por volumen control, y los resultados sugieren que ambos modos ventilal El resto del tratamiento se basa en medidas de sostén, y no hay evidencias que res­
son igualmente efectivos en el fallo respiratorio agudo hipoxémico. No se en palden el uso de terapias adjuntas.
traron diferencias significativas en la duración de la VM , en las complicaciones,
la duración de la desconexión y en la mortalidad. Asma

De los pacientes que requieren internación en cuidados críticos, entre el 5 y el 10


V M EN S IT U A C IO N E S ESPEC IA LES
% necesitan intubación con apoyo ventilatorio invasivo. Se prefiere la ventilación

Síndrom e de dificultad respiratoria aguda controlada por volumen utilizando V T bajos y tiempos espiratorios prolongados. Se
recomienda mantener la presión meseta alrededor de 30 cm H.O. El uso de P E E P
La ventilación en los pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respir es controvertido. El agregado de P E E P en los modos espontáneos y asistidos está
ria aguda (SD R A ) no difiere de la población adulta. Se utilizan las estrategias demostrado para mejor la asincronía paciente-ventilador. Es sumamente necesaria
protección pulmonar y la monitorización estricta de mecánica pulmonar para la monitorización de la mecánica pulmonar.
gurar V, adecuados que no permitan superar la presión meseta a más de 30 cm 11.
la presión positiva de fin de espiración (P E E P ) suficiente para obtener una PaCH Estrategias ventilatorias en cardiopatías congénitas
> 60 mm Hg con una FIO : < 0.6 e hipercapnia permisiva (pH > 7,20). Se dclwrf
tener en cuenta la optimización de la presión media de la vía aérea y evitar el des El capítulo sobre cardiopatías congénitas merece un amplio y detallado análi­
reclutamiento alveolar. La VM en posición prona es técnicamente más sencilla qo# sis que escapa al objetivo de este apartado Trataremos exclusivamente el manejo
en pacientes adultos. Existe controversia sobre la utilización de la ventilación «to ventilatorio de las cardiopatías congénitas aunque es muy difícil abstraer el mane­
alta frecuencia y terapias adjuntas. jo del ventilador separadamente del sistémico, ya que las resistencias vasculares
pulmonares (R V P ) y sistémicas requieren ser manipuladas para direccionar la
Bronquiolitis hemodinamia hacia uno u otro circuito. E l esquema de la figura 17-2 muestra la
relación de las R V P con la ventilación, la oxigenación y variables de manejo sis­
Es la infección respiratoria aguda de las vías aéreas más frecuente en los 2 |>rt témico, que ayudará a entender la manipulación de variables en las distintas pato­
meros años de vida. Requiere hospitalización en alrededor del 2% de los casos, y logías.
de éstos, el 1 al 2% necesita VM . Este porcentaje asciende al 36% en los niños con Se distinguen varios grupos fisiopatológicos:
470 Consideraciones especiales
Consideraciones pediátricas 471
H ip ox em ia

A c id o s is ( P H < 7,3 0 ) La extubación se realiza siguiendo los criterios de destete de la población pediá-
H ip e rc a rb ia ( p C 0 2> 45) trica. En los pacientes con cirugía cardíaca, existe una tendencia a realizar extuba-
H ip erin flación
ciones tempranas, lo que ha demostrado ser seguro y disminuir las complicaciones
H e m a t o c r it o alto vinculadas a ella.
A te le c ta s ia s
O x íg e n o

A lc a lo s is (p H > 7,55) INTERFACES EN PEDIATRÍA


H ip o c arb ia ( p C 0 2 < 30)

C R F n orm al Tubo e n d o traq u eal: la American Heart Association recomienda el uso de T ET


H e m a t o c r it o b a jo (< 30) sin balón en los niños menores de 8 años porque la laringe del niño es cónica y
actuaría como un “ manguito (c u jf) anatómico” La optimización de la presión
media en la vía aérea con T ET sin balón no se obtiene adecuadamente, debido a que
A lv e o la r
en la práctica clínica este manguito anatómico es difícil de lograr. Por este motivo,
diversos autores recomiendan el uso de tubos con balón de alto volumen y baja pre­
Ex tra a lve o la r sión a partir del mes de vida debido a que no se acompañan de mayores complica­
i (► ciones que las observadas con la utilización de T ET sin balón.
CRF CV CPT
E l T ET debe ser estéril, desechable y fabricado con carbonato de polivinilo
Fig. 17-2. Resistencia vascular pulmonar (RVP). Su relación con el volumen pulmonar y los fac­ (PV C ), traslúcido, con un marcador radiopaco en el extremo distal, debe tener mar­
tores que la modifican. Ante la disminución del volumen pulmonar aumentan las RVP extraalvc*
cas calibradas en centímetros como punto de referencia para la introducción y fija­
olares, y en sobredistensión alveolar las intraalveolares. También se modifican por efecto del
oxígeno, un potente vasodilatador. La hipercarbia y la acidosis las incrementan. CRF, capacidad ción, y una marca para las cuerdas vocales. Cuando esta marca se ubica a nivel de
residual funcional; RV, volumen residual; NO, óxido nítrico; CV. capacidad vital; VE, volumen la hendidura glotica (cuerdas vocales), el extremo distal está en el tercio medio de
espiratorio; CPT. capacidad pulmonar total. la traquea. E l T ET debe tener un diámetro interno (D I) uniforme. En el extremo
proximal se fija un adaptador estándar de 15 mm de diámetro para unirlo a un dis­
positivo de ventilación.
En el caso del T ET con balón, su presión debe ser menor de 20 mm Hg y ubi­
• Situaciones con hiperflujo pulmonar (incluye obstrucciones del ventrículo izquier­
carse debajo de la marca de las cuerdas vocales, ya que la excesiva presión en esta
do). Aumenta el cortocircuito intrapulmonar y el desequilibrio V/Q, disminuye la
distensibilidad y aumentan la resistencia de la vía aérea por ensanchamiento del área puede producir una lesión por compresión de la mucosa del cartílago cricoides.
Para la monitorización de la mecánica pulmonar, la pérdida peritubo debe ser
árbol arterial y el acumulo de líquido peribronquial. Tienden a producir hipoxe­
mínima o no debe existir, en general se acepta que debe ser menor a un 20%. Puede
mia y retención de CO, Se recomienda utilizar una FIO,baja, frecuencia respira­
toria baja y PEEP. observarse en las figuras 17-3 y 17-4 la modificación de la monitorización con un
T ET sin pérdida peritubo.
• Situaciones con hipoflujo pulmonar. Aumentan el espacio muerto fisiológico y la
Con respecto a la elección del TET, en el lactante pequeño se utiliza un tubo de
distensibilidad. Con frecuencia se asocian al hipodesarrollo de las vías aéreas, por
3,5 mm, entre 6 a 18 meses un tubo de 4 mm y a partir de los 2 años se utilizarán
lo que aumenta las resistencias de éstas. Se recomienda FIO , altas, frecuencia res­
las siguientes fórmulas:
piratoria alta y minimizar la presión media en la vía aérea.
• Cardiopatías congénitas asociadas a hipertensión pulmonar. El tratamiento de
T ET sin balón, fórmula de Colé modificada
las crisis se basa en una FIO , alta, hiperventilación, en minimizar la presión
media en la vía aérea y mantener el pH en 7,40-7,50 / PaO, 100 mm Hg / PaCO, edad (años)
DI +4
30-40 mm Hg, alcalinizar si es necesario con bicarbonato, analgesia, sedación y 4
relajación. Desconexión lenta del soporte.
Donde D I = diámetro interno
• Posoperatorio de cardiopatías congénitas. Se requiere un balance entre los flujos
sistémico y pulmonar manipulando las resistencias vasculares y pulmonares a Ira
T ET con balón, fórmula de Khine
vés de la FIO ,, la presión media de la vía aérea y el control farmacológico de la
hemodinámica. En general se debe interactuar con un recuperador cardiovascular DI _ edad (años) + ^
pediátrico. 3
472 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s
C o n s id e r a c io n e s p e d iá tr ic a s 473

mL/s mL/s

mL
-25
30
cm
H20
-10
Mecánica pulmonar
Mecánica pulmonar Respiración del paciente Media Total Respiración mecánica Respiración del paciente Media total
Parámetro (unidades)
Parámetro (unidades) Media DE% Media D E% Media DE%
FR (rpm)
FR (rpm) 30 VE (L/min/kg) “ 30
VE (L/min/kg) 0,27 Vnnsp (mL/kg) 14,7 1
V t ínsp (mL/Kg) 19,8 1 Viesp (mL/kg) 14 7 ■
,
VTesp (mL/kg) 9,0 1 % fuga o o
% fuga 55 2
Tiempo I (seg) 0,66 3
Tiempo I (seg) 8
1,17 Tiempo E (seg) 1>34 1
Tiempo E (seg) 0,84 12
Paw media (cm H2O) Paw media (cm H20 ) ’ 14 2
7,9
Pico Pico p ío
Pico P IP (cmH2 0 )
P IP (cmH 20) 28
25

Fig. 17-3. U n lactante con lesión pulmonar aguda es ventilado con control de presión. L a presión
media de la vía aérea es de 8 cm H ,0 . También se observa una pérdida del 5 5 % debido al uso del
ción estándar; ^ * * * * 30 « D E’
tubo sin balón. D E , desviación estándar; P IP , presión inspiratoria pico.

partir de 4 mm de D I. Las características y presiones utilizadas no difieren de las


referidas para el T ET con balón.
E l T E T con balón debe ser 0,5 mm más pequeño que el T ET sin balón.

Profundidad de introducción (cm) = Lciad (años) + T u b u lad u ras de conexión p acien te- ven tilad o r: en la V M pediátrica se utilizan
2 pequeños VT. Por lo tanto, el cálculo del volumen compresible debe considerarse
para lograr una correcta ventilación y una fiable monitorización.
Otra forma de estimar la profundidad de introducción (cm) es: D I x 3

Volumen compresible = distensibilidad del circuito x (P IP - P E EP )


Por lo general, si se aplica esta fórmula, el T ET quedará a 1 o 2 cm de la carina
Circuito pediátrico: 1,35 mL/cm H.O
o en una posición intermedia entre la carina y las clavículas.
PIP: presión inspiratoria pico

C á n u la de traq u eo stom ía: llamamos traqueostomía a la apertura quirúrgica rea­


Las normas para el cambio de circuito no difieren de las de los adultos.
lizada en la tráquea, entre el segundo y cuarto anillos para mantener una vía aérea
estable y permeable. Las indicaciones no difieren de las de los adultos.
La cánula debe extenderse por lo menos 2 cm desde la ostomía hasta 1 a 2 cm de eestar
s ^hum.dtficado T d° T aen,rega
Z f T T yCcalentado Un gaSen la Vía aérea artificial- éste debe
32-35° C y con 100% de humedad relativa
la carina. La medida del tubo debe revisarse cada 2 a 4 meses debido a que con el
Los tipos de humidificadores y sus características no difieren de los de los adultos
crecimiento del niño, quizás sea necesario cambiar la cánula por una más grande.
Existen humid.ficadores pasivos de medidas neonatales y pediátricas con dife­
La curvatura debe ser tal que la porción distal del tubo quede concéntrica y coline-
rentes superficies de intercambio, resistencia y espacio muerto. Los humidificado-
al con la tráquea. Debe constar de un adaptador universal de 15 mm en el extremo
pasivos imponen una resistencia desde 0,7 a 3,5 cm H,0/L/S y un espacio
proximal. Existen cánulas de PVC , de siliconas y metálicas (escasamente usadas en
muerto extra de 19 a 94 mL. No está recomendado su uso en pacientes que presen-
pediatría). No se utiliza en pediatría la cánula interna debido a que disminuye el diá­
metro, y esto produce un aumento de la resistencia. Se utilizan cánulas con balón a Tl ü El Mil
T tmían' g¡ uT “ , a'redCd0r dd T ET ' * "• * • < ■ » P « * « - * con los
ito , y v o lu n ten minuto v e n tila to rio m en o r d e 10 U m in .
474 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s
C o n s id e r a c io n e s p e d iá tr ic a s 475
A e ro so lte ra p ia : las características del sistema respiratorio del niño resultan en
C u a d ro 17-5. S elección d e interfaces
una baja deposición de las partículas de aerosol en el pulmón (< 1% de la dosis
nominal) comparada con el adulto (8-22% de la dosis nominal). Sin embargo, esta Lactante Cánula nasal
baja deposición es la dosis adecuada por kilogramo de peso. El espaciador debe Niño pequeño
Cánula/máscara nasal o máscara facial
colocarse en la rama inspiratoria a una distancia menor de 10 cm del TET. Se ha Pediátrico Máscara nasal o facial
encontrado que la deposición es mayor con aerocámaras que con adaptadores en Pérdida > 20% Máscara facial
Pérdida < 20%
línea, y menor con nebulizadores, ya sean de flujo o ultrasónicos. Cánula/máscara nasal

V E N T IL A C IÓ N N O IN V A SIV A Las mascaras nasales y los dispositivos nasales son utilizados y mejor tolerados
tanto en pacientes agudos como crónicos, aun cuando hayan pasado la edad de los
Es la aplicación de presión positiva sobre la vía aérea superior sin el estableci­ ventiladores nasales obligados (4-6 meses). En el cuadro 17-5 se sugiere el uso de
miento de una vía aérea en forma invasiva con las complicaciones que ésta conlle­ presente6" ' 68 'nterfaCeS SegÚ" Ia edad del paciente y el Porcentaje de pérdida que
va. Las indicaciones y contraindicaciones no difieren de las descritas en la
población adulta. La programación de parámetros dependerá de la disponibilidad del equipamiento
que se tenga a disposición. Una sugerencia puede encontrarse en los cuadros 17-6
El cumplimiento de los objetivos buscados al inicio de la V N I indican que el y i /—/.
paciente se ha beneficiado con la intervención y se describen en el cuadro 17-4. Si
a la hora de iniciada la V N I no se cumplieran los objetivos iniciales no debe retra E l uso de V N I en el fallo respiratorio agudo pediátrico data de la década pasada.
sarse la intubación endotraqueal. Desde entonces se ha aplicado en una variedad de enfermedades que cursan con
La elección de la interfaz y su correcta sujeción juegan un rol fundamental para insuficiencia respiratoria aguda (IR A ), tanto hipoxémica como hipercápnica Si
el éxito o fracaso de la ventilación no invasiva en pediatría. bien la evaluación de los resultados en V N I es de carácter clínico, se ha comunica­
Existen diferentes tipos de interfaz para la aplicación de V N I en pediatría: do el éxito de la V N I cuando esta es instituida en la fase temprana del fallo respi-
ratono agudo. 1

• Máscaras faciales u oronasales. Según las evidencias disponibles, la efectividad en IR A hipoxémica a las 2 horas
• Máscaras nasales. de implementada la V N I se traduce en una mejoría en la frecuencia respiratoria, en
• Dispositivos (p ro n g s) nasales.
• Tubo nasofaríngeo.
m/
• Helmet (escafandra).
. •
- lu g iu m u Liu n in ic ia l: g en erad o res d e p resió n b in ive la d o s

Si bien no existe una evidencia clínica fuerte que apoye el uso de una u otra inter Modo venti­ S Estímulo respiratorio estable y sustentable en el tiempo
faz en pediatría, la experiencia clínica sugiere que las máscaras faciales son más latorio S/T Riesgo de apneas
efectivas para pacientes con una grave dificultad respiratoria e hipoxemia, pero son T Paciente que requiere ventilación mandatoria
peor toleradas porque aumentan el espacio muerto, dificultan la eliminación dc
Parámetros IPAP 8-10 cm H.O (valor absoluto)
secreciones y limitan la alimentación.
iniciales EPAP 4 cm H,0 y aumentar de 2 en 2 hasta lograr la saturación
92% con FIO, < 0.6
% IPAP 33% para una relación de 1:2 en S/T o T
f Según edad en S/T o T
C u a d ro 17-4. O b jetivo s clín ico s y g a so m étrico s de la VNI Rampa 0,05 a 0,4 segundos
Trigger Flujo
Frecuencia respiratoria Disminución del 30% de la inicial
Frecuencia cardíaca Disminución del 20% de la inicial Parámetros IPAP
PaO, k > 60-70 mm Hg 14-20 cm H.O. no debe superar los 24 cm H,0 (presión
máximos
de apertura del esfínter esofágico superior)
PaCO, < 50 mm Hg EPAP 8-10 cm H.O
Saturación > 92% con FIO, 0,6
II AP. presiónpmn.va en la vía aéreadurante 1. miración; EPAP. presiónposi.iva en la vía aéreadurante la espira-
476 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s C o n s id e r a c io n e s p e d iá tr ic a s 477

Cuadro 17-7. P ro g ra m a ció n in ic ia l: re sp irad o re s m icrop ro cesad o s tríeos mostraron que no todos los pacientes lo necesitan y que la prueba diaria de
ventilación espontánea (P V E ) es segura y confiable para identificar al 75% de los
Presión de soporte 4-5 cm H20 y aumentar de 2 en 2 cm H 20 (valor sobre PEEP) pacientes que están preparados para la extubación, como ya ha sido demostrado
PEEP 4 cm H20 y aumentar de 1 en 1 cm H20
para la población adulta.
PIM 10 cm H,0 y aumentar de 2 en 2 cm H20
6-8 mL/kg En un primer estudio multicéntrico pediátrico del año 2004, se observó que la
vT
f Según edad en VCV (ventilación controlada por volumen) o R G SV fue utilizada en el 65% de los pacientes, mientras que el P V E en el 35%
PCV (ventilación controlada por presión) como método de destete. Los resultados preliminares del segundo estudio multi­
Back-up Según edad en PSV (presión de soporte) céntrico pediátrico del año 2008 mostraron una clara modificación en el método
Disparo (trigger) Presión o flujo elegido ya que la tasa de realización del P V E fue del 75%, mientras que la tasa de
FIO, < 0,6 para una saturación ^ 92% realización de la R G SV fue del 16%, y se encontró que el P V E disminuye el tiem­
Alarmas Volumen máximo en PCV y PSV
Presión máxima en VCV y PSV po de soporte ventilatorio (p = 0,013) y la tasa de reintubación (p = 0,19) en forma
f máxima según edad no significativa. Es probable que la eficacia del PV E, demostrada recientemente en
pacientes pediátricos, haya modificado y universalizado este método en las unida­
PIM : Presión inspiratoria máxima des de cuidado crítico pediátricos, por lo que se cambió sustancialmente este pro­
ceder.
la saturación y una disminución de la presión arterial de dióxido de carbono Si bien, tanto los requisitos para la extubación así como el P V E, ya sea tubo en
(PaCO:), y la tasa de intubación varía, según los trabajos, entre el 9 y el 43%. T (TT) o presión de soporte, no difieren de los de adultos, es necesario mencionar
Aunque la evidencia se apoya en seríes de casos retrospectivas, ésta coincide con los criterios de intolerancia a la prueba de ventilación espontánea:
los hallazgos encontrados para la población adulta.
En la utilización de la V N I en IR A hipercápnica en pacientes con fibrosis quís- • Sig n o s de increm ento d e l trab ajo re sp ira to rio : taquipnea con frecuencia respi­
tica (FQ P) y en enfermedades neuromusculares, se encontró que la PaCO, se redu­ ratoria por encima del percentil 90 para la edad, uso de músculos accesorios, tira­
cía dentro de las 6 horas del inicio de la V N I y presentó una falla de tratamiento del je intercostal, supraesternal o respiración paradójica.
20 % . • Diaforesis, ansiedad, taquicardia con frecuencia cardíaca por encima del percen­
La V N I también demostró ser efectiva en niños con asma y enfermedad obstruc­ til 90 para la edad.
tiva baja leve a moderada La adición de B IPA P al tratamiento convencional es segu­ • Trastornos del nivel de conciencia, desde agitación hasta somnolencia.
ra, bien tolerada y promete ser beneficiosa como terapia adjunta el tratamiento • Hipotensión.
convencional. • Saturación de oxígeno medida por pulsioximetría < 90%.
No hay evidencias acerca de la aplicación de la V N I como método de descone­ • PaC02> 50 mm Hg o incremento > 10 mm Hg con respecto al valor determina­
xión del soporte ventilatorio. do durante la VM o pH < 7,30.
La eficacia de la V N I está íntimamente ligada a la experiencia y motivación del
equipo tratante. El insumo de tiempo del recurso humano es muy alto, con las con­ VM PROLONGADA EN PEDIATRÍA
sideraciones institucionales que esto conlleva.
El avance continuo de los recursos dedicados a mejorar la supervivencia de pato­
DESCONEXIÓN DE LA VM logías críticas agudas desde temprana edad hace sobrevenir al mismo tiempo un
incremento de pacientes dependientes de esos mismos recursos. La población de
La VM es utilizada para el soporte de niños críticamente enfermos, pero está aso­ pacientes pediátricos que depende de la tecnología y permanece con dificultades en
ciada con numerosas complicaciones, por lo tanto, cuando las condiciones que la salida del ventilador durante largos períodos, está incrementándose a través del
colocaron el paciente en V M se estabilizan y comienzan a resolverse, la atención tiempo.
debe centrarse en retirar el soporte ventilatorio lo más rápidamente posible. Según La dimensión real del problema aún no está esclarecida y seguramente subesti­
algunos informes, el proceso de desconexión o destete de la asistencia ventilatoria mada debido a que hay muy poca evidencia publicada, que además no incluye a las
podría llegar a insumir el 46% del tiempo total de la VM . Este retraso innecesario unidades neonatales y cardioquirúrgicas. Si los pacientes trascienden los límites de
aumenta la frecuencia de complicaciones asociadas. sus unidades de origen tienen potenciales comorbilidades y son especialmente sus­
Si bien el método de destete por reducción gradual del soporte ventilatorio ceptibles de presentar un ciclo de ventilación mecánica prolongada en la unidad de
(R G S V ) es ampliamente usado para la población pediátrica, dos estudios multicén cuidados intensivos pediátricos.
478 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s C o n s id e r a c io n e s p e d iá tr ic a s 479

Recientemente, Farías y cois. (2008) realizaron un estudio multicéntrico pros­


pectivo de pacientes pediátricos ventilados. Se observó que los pacientes con VM • El uso de T ET con balón no se acompaña de mayores complicaciones que
prolongada (más de 21 días) representaron alrededor del 10% de la población las observadas con la utilización de T ET sin balón y optimiza la monitori­
(24/256) y que su mortalidad fue el doble que la de quienes permanecían menos zación.
tiempo ventilados (40 frente al 20%). Tuvieron mayor riesgo los que ingresaron • E l cálculo del volumen compresible debe considerarse para lograr una
más gravemente enfermos (escala de gravedad PIM 2) y presentaron síndromes correcta ventilación y una fiable monitorización.
genéticos. Se observó una mayor incidencia de sepsis, shock séptico, neumonía aso­ • Si bien el grupo de pacientes que se beneficiaría con el uso de la V N I no
ciada a V M y SD RA, y no hubo diferencias en la incidencia de otros fallos de órga­ está claramente definido, se ha utilizado con éxito en la fase temprana de la
nos entre los dos grupos. Esto implicó una mayor utilización de fármacos IRA.
inotrópicos, múltiples esquemas antibióticos, requerimiento mayor de transfusiones • La falla del tratamiento está directamente relacionada con el incumpli­
y mayor repercusión en el estado nutricional. miento de los objetivos iniciales a la hora de implementada la V N I, y su efi­
Una serie de casos retrospectivos de 39 pacientes pediátricos traqueostomizados cacia está íntimamente ligada a la experiencia y motivación del equipo
dependientes del ventilador (Edwards, 2004) concluye que el 40% de los niños fue­ tratante. Los problemas técnicos, en especial los relacionados con la inter­
ron exitosamente destetados y decanulados. Los niños con enfermedades respirato­ faz y el equipo, limitan su uso en lactantes y niños pequeños.
rias fueron los que tuvieron mejor pronóstico. • La elección del T V E como método de desconexión de la VM se ha incre­
Los costos impactan en forma importante sobre la fuente de recursos; éstos se mentado debido a su eficacia demostrada recientemente en la población
incremen en forma prohibitiva con una inapropiada y prolongada estadía en UCIP. pediátrica, lo cual ha modificado y universalizado este método en las uni­
En algunas situaciones, la enfermedad crítica se convierte en el comienzo de una dades de cuidado crítico pediátricos.
condición de deterioro progresivo y puede ser la oportunidad de discutir con la • La población de pacientes pediátricos que depende de la tecnología y per­
familia la futilidad de continuar el tratamiento. manece con dificultades en la salida del ventilador está incrementándose a
Hay muy pocas alternativas de derivar a estos pacientes a su domicilio u a otras través del tiempo. Queda por definir el marco de seguimiento de esta pobla­
instituciones. Estos retrasos incrementan aún más los períodos de ventilación en la ción.
institución.
Las próximas discusiones serán debatir sobre por qué, cómc y dónde deben ser
atendidos estos pacientes. BIBLIO G R A FIA

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• Siempre que se utilice una estrategia de ventilación protectiva, la ventila­ 30(9) :425—3 1.
ción por volumen es igualmente efectiva qie la ventilación por presión en Farías JA. Seccnd Inte-racioral Study of Mechanical Ventilation in Pediatrics Intensive
las diferentes situaciones especiales. Care Units IX Congreso Latinoamericano de Cuidados Intensivos Pediátricos 2008.
Viña del IVa-(Abstraet in prest PCCM).
18
480 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s

Farías J, Frutos F, Esteban F, Casado Flores J, Retta A, Baldotano A, Alia I, Hatzis T,


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tion 2003. ser tomada como una medida de calidad de atención.
Randolph A, Wypij D. Venkatamaran S, Hanson J. Gerdet R. Meert K, Luckett P. Forbcs
La patogénesis de la NAV es multifactorial y su comprensión es fundamental
P, Lilly M. Thompson J. Cheifertz I. Hibbcrd P. Wetzael R. Cox P, Arnold H. PALISI
Network Effect of mechanical ventilation weaning protocols on respiratory outeomes para poder adoptar medidas de prevención. La presencia de dispositivos en el trac­
in infants and children” . JAM A 2002;288:2561-8. to respiratorio superior facilitan el desarrollo de NAV (sonda nasogástrica, tubo
Sherman J. Davis S. Albanionte-Petrick S. Chatburn R. Fitton C. Green C. Johnston J. endotraqueal, etc.). El tubo endotraqueal juega un papel central, su presencia pro­
Lyrene R. Mycr C. Othersen H, Wood R. Zach M. Zander J. Zinmar R. Care of the duce una inhibición de los mecanismos para eliminar las secreciones: movimiento
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Intubation depth narkirgs allow an ¡mproved positioning of endotraqueal tubes in dotraqueal sería el mecanismo patogénico de la NAV en la mayoría de los pacientes,
children Can J Ancsth 2005;52(7):721-6. pero existen otros mecanismos por los cuales se puede colonizar el árbol bronquial
482 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s
P r e v e n c ió n de l a n e u m o n ía a s o c ia d a a l a v e n t i la c i ó n m e c á n ic a 483

y desarrollar NAV que incluyen: bacteriemias procedentes de otros focos infeccio­ E s tr a t e g ia s d e p re v e n c ió n P a t o g é n e s is d e N A V


sos, inhalación de aerosoles contaminados, inoculación transtorácica directa o por
translocación bacteriana procedente del tracto gastrointestinal. Evite el uso innecesario de antibióticos
Uso abreviado de antibióticos Colonización bacteriana
Si queremos prevenir las NAV deberemos apuntar a: Intubación oral
Protocolos de higiene oral (Orofaríngea, estómago, senos)
Higiene oral con clorhexidina
• Reducir la colonización orofaríngea.
Higiene de manos
• Reducir el pasaje de secreciones hacia la tráquea. Descontaminación digestiva selectiva
• Evitar circunstancias que afecten la inmunidad del paciente.
Considere VNI
Abrevie el tiempo de intubación Aspiración de secreciones
O B JE T IV O S
Posición semisentada



Conocer e interpretar la fisiopatología de la NAV.
Analizar la importancia de la colonización orofaríngea.
Succión subglótica
Drenaje de agua condensada en circuitos
Evite transporte fuera de la UTI
>
i
Reducir las extubaciones accidentales NAV
• Diferenciar las estrategias de prevención según su acción.
• Reconocer aquellas medidas de prevención con evidencia que avalen su
f Íf ; ' 8; 1- ^ edidaf de Prevención y su influencia en la fisiopatología de la neumonía asociada a
aplicación. la V M . V N I. ventilación no invasiva; N A V. neumonía acorde a la ventilación m ecánica.
• Establecer la importancia de la educación en la prevención de las NAV.
• Enumerar los factores niodificables en la prevención de la NAV.
NAV. Mediante un programa de educación, Kollef y cois, redujeron en un 58% la
incidencia de la NAV. lo que significó un ahorro estimado en 425.000 dólares.
En un plazo de 18 meses (4 hospitales), Babcock y cois, redujeron en un 46% la
C O N T E N ID O S incidencia de la NAV.
El número de enfermeros también guarda relación con la incidencia de NAV, la
Clasificación
reducción del número de enfermeros por cama se asocia con un incremento en las
Estrategias no farmacológicas
complicaciones respiratorias y cardíacas (eso incluye la incidencia de NAV). La
Estrategias farmacológicas
relación ideal entre enfermero/paciente para pacientes en U T I con alto riesgo debe­
Situaciones con disminución de las defensas
ría ser 1:1, y 1:2 para los de menor gravedad. Así como el incremento de trabajo, el
grado de entrenamiento del personal se relaciona en forma inversa con las infec­
ciones nosocomiales.
C L A S IF IC A C IO N

Higiene de las manos


Las estrategias de prevención pueden ser agrupadas en las siguientes categorías
(fig. 18-1):
Los microorganismos pueden ser fácilmente diseminados de un paciente a otro
por las manos de los trabajadores de la salud.
• Estrategias no farmacológicas (focalizan en la reducción de la aspiración).
La colonización cruzada o infección cruzada es un importante mecanismo en la
• Estrategias farmacológicas (focalizan en la reducción en la colonización).
patogénesis de la NAV. E l lavado de manos antes y después del contacto con los
• Evitar episodios Je inmunosupresión.
pacientes es efectivo para eliminar el tránsito de bacterias entre pacientes. Los nive­
Estrategias no farmacológicas
les de contaminación que se pueden alcanzar tras la realización de algún tipo de
maniobra llegan hasta 10' y 1010 UFC/cnf de superficie de la mano.
Educación y disponibilidad de personal A pesar de ser ampliamente conocida la importancia de la higiene de manos, el
cumplimiento de las normas por parte del personal es bajo (25-40%). E l uso de
La educación dd personal que desarrolla >us tareas er. U T Í es fundamental. El
alcohol gel permite una mayor adherencia al lavado de manos, y son de gran impor­
conocimiento de la; medidas de prevención de NAV es mandatorio para poder apli­
tancia todas aquellas medidas que faciliten la higiene de manos (disponibilidad de
carlas. Varios estudios prospectivo; señalan que establecer medidas activas de edu­
lavatorios, alcohol gel, clorhexidina, etc.). A su vez, mantener medidas activas de
cación con el personal de U fl se relaciona con una reducción en la incidencia de
educación y control logra que se utilice más el lavado de manos.
484 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s
P r e v e n c ió n d e l a n e u m o n ía a s o c ia d a a l a v e n t ila c ió n m e c á n ic a 485

Respecto del uso de guantes y camisolines (en la prevención de NAV), no son ración de secreciones en forma continua o intermitente. La presión de aspiración
recomendados para el uso rutinario, sólo se deben utilizar cuando un paciente se debe programarse entre 20 a 30 cm H;0 . y cada 4 horas se debe controlar la per­
encuentra colonizado por microorganismos multirresistentes o cuando se requiera meabilidad del sistema (una complicación frecuente es la oclusión del canal). Este
manipular secreciones respiratorias u objetos contaminados. sistema permite minimizar el lago faríngeo por encima del manguito y con ello dis­
minuye el pasaje de secreciones hacia la tráquea.
Posición del paciente Se han realizado varios estudios para evaluar su efectividad, en todos se observó
una reducción en el nesgo de NAV, excepto en un estudio realizado por Kollef
Posición supina: por diversos motivos existe una tendencia a colocar en posición Un metaanáhsis reciente demostró que utilizar tubos con aspiración subglótica
supina a los pacientes críticos, la posición supina favorece la aspiración de secrecio­ reduce casi a la mitad la incidencia de NAV, reduce en 3 días la estadía en U TI y
nes orofaríngeas y el reflujo gastroesofágico. La presencia de una sonda nasogástri- retrasa la aparición de NAV en 6,8 días.
ca y la administración de nutrición gástrica potencian ambos fenómenos. Fue aislada Existen dos estudios de costo-efectividad (Shorr y Dezfulian), que demuestran
la flora intestinal en el árbol bronquial con mayor frecuencia en los pacientes en que a pesar de poseer un costo mayor respecto de los tubos convencionales, utilizar
posición supina respecto de los pacientes en posición semisentada (68 frente a 32%). tubos con aspiración subglótica reduce los costos al disminuir la incidencia de NAV.
Paciente sem isentado: dos estudios han evaluado la posición con el paciente
En los estudios clínicos en seres humanos no se informaron importantes eventos
semisentado en la reducción de la NAV. Primero, Drakulovic y cois, evaluaron en adversos. Sin embargo, en modelos porcinos con aspiración continua se ha demos­
forma prospectiva en 86 pacientes, y lograron una importante reducción en la inci­ trado una importante lesión en la mucosa y en la submucosa traqueal.
dencia de NAV en el grupo que adoptó la posición semisentada ( 8 % frente al 34%), En un pequeño ensayo clínico. Girau observó un importante incremento en las
con una diferencia no significativa en la mortalidad. reintubaciones por edema laríngeo en el grupo al que se le realizó aspiración sub-
Recientemente, Van Nieuwenhoven y cois, cuestionaron la factibilidad y utilidad glotica (en forma continua).
de mantener la cabecera a 45°. E l objetivo era comparar la posición semisentada con Se debe destacar que el agregado de aspiración determina que los tubos sean más
la cabecera a 10°. En este estudio se observó una gran dificultad para que se cum­ rígidos, lo que podría incrementar las lesiones por decúbito (existen informes de
plan los 45° pretendidos (en promedio se posicionó la cabecera a 28°). No hubo dife­ casos en este sentido).
rencias en la incidencia de NAV para las cabeceras colocadas a 28° y 10o. Colocar al No existen estudios que hayan evaluado el uso de cánulas de traqueostomía con
paciente semisentado es una medida de costo casi nulo y, sin embargo, en el mundo aspiración subglótica como medida para prevenir las NAV.
real parece tener poca adherencia, tal vez porque no es fácil de aplicar en paciente Pre sió n d eI m anguito d e! tubo endotraqueal: mantener una presión adecuada en
graves y requiere una atención permanente de la posición dei paciente. A pesar de el manguito es fundamental para evitar la fuga de aire y permitir la ventilación a
ello, a los pacientes críticos no se les debería colocar la cabecera a menos de 10°. presión positiva, también para minimizar el pasaje de secreciones hacia la tráquea
Posició n p ro n a: varios estudios han evaluado la posición prona en el síndrome de y evitar la lesión en la mucosa traqueal. Para lograr estos objetivos se debe mante­
dificultad respiratoria aguda, y encontraron en algunos de ellos una reducción en la ner la presión en alrededor de 25 cm H ,0 (entre 25-30 cm H.O).
incidencia de NAV pero sin un impacto en la mortalidad. El riesgo de complicacio­ Se ha demostrado que los controles repetidos de la presión del manguito con
nes y los conflictivos resultados hacen que no se recomiende la posición prona valores interiores a 20 cm H.O se asocian a una mayor incidencia de NAV.
como método de prevención de la NAV. Existen estudios con dispositivos electrónicos que controlan en forma perma­
nente la presión del manguito frente a la realización de varios controles diarios (ma­
Manejo de la vía aérea artificial nejo estándar), pero esta tecnología no logró reducir la incidencia de NAV Pero debe
destacarse que en el grupo control, la presión fue controlada en forma estricta
Intubación o ra l frente a la n a sa l: la sinusitis ha sido relacionada con la presen­ Sistem as de asp iració n c e rra d a : los sistemas de aspiración cerrada fueron crea­
cia de sondas nasogástricas y con los tubos en posición nasotraqueal. Holsapfel y dos hace mas de 25 años. Permiten una menor disrupción de los circuitos, lo que
cois, encuentran un nesgo tres veces mayor de NAV en los pacientes con sinusitis. conllevaría a un menor nesgo de contaminación de éstos y se podría aspirar secre-
Se supone que la aspiración de secreciones orofaríngeas infectadas por la sinusitis ciones sin perder la presión positiva.
generaría NAV. Aunque la relación causal no está demostrada, en términos de pre­ De los estudios clínicos existentes se obtienen datos controvertidos. Por esto es
vención, la vía bucal debería ser la elegida tanto para las sondas gástricas como para que no se puede hacer recomendaciones para su uso como método estándar para
los tubos endotraqueales. prevenir las NAV. Nuevamente, debe destacarse que en el grupo control se realizó
A sp iració n su b g ló iica: existen tubos endotraqueales que cuentan con un conduc­ una aspiración siguiendo estrictas medidas de asepsia (en ocasiones con dos opera­
to especial, cuya luz se abre justo por encima del manguito, lo que permite la aspi dores), lo que nos indica que para trasladar estos resultados al mundo real, si opta­
486 C o n s i d e r a c i o n e s e s p e c ia le s
P r e v e n c ió n d e l a n e u m o n ía a s o c ia d a a l a v e n t i la c i ó n m e c á n ic a 487

mos por realizar aspiraciones abiertas debemos seguir estas estrictas medidas de Kola publicó un metaanálisis en el que el uso de H M E muestra una significativa
asepsia. reducción del riesgo relativo (R R 0,7; IC 95% 0,5-0,9), con un mayor impacto
Tubos endotraqueales esp eciales: los tubos impregnados en clorhexidina o plata cuando la ventilación se prolongaba más allá de los 7 días (R R 0,57; IC 95% 0,38-
fueron evaluados en modelos animales, y se observó una menor incidencia de colo­ 0,83). Debe tenerse precaución al interpretar estos datos debido a que el resultado
nización y de NAV. Recientemente se realizó un gran estudio clínico aleatorizado final está sumamente influenciado por un ensayo clínico (donde fueron excluidos
abierto donde se comparó tubos convencionales con tubos impregnados en plata. El pacientes con riesgo de oclusión del tubo endotraqueal). E l resto (7 estudios con
grupo con tubos impregnados en plata presentó una menor incidencia de NAV. 4,8% 733 pacientes) muestran una tendencia a una menor incidencia de NAV en el grupo
frente a 7,5%, con una reducción del riesgo relativo de 35,9% (IC 95% 3,6-69). H M E, pero sin que esta diferencia sea significativa.
Estos resultados son prometedores y se contaría con una nueva herramienta, pero Si se opta por sistemas activos se debe tener gran cuidado con la acumulación en
habría que realizar un análisis de costo-efectividad. las tubuladuras de agua condensada, éstas se pueden contaminar por las secreciones
Otra modificación son los tubos con manguitos cilindricos de poliuretano. En un del paciente o en la apertura del circuito (la contaminación se produce desde el
reciente estudio (in vitro e in vivo) se demostró un menor pasaje de secreción periman- ambiente). Se requiere un manejo cuidadoso para prevenir el drenaje accidental
guito respecto de los tubos convencionales (ambos con una presión de 30 cm H .O). hacia el paciente, quien se encuentra especialmente expuesto al realizar la higiene
El fabricante los ofrece como un conjunto para la prevención de NAV, lo que o durante los traslados.
incluye un nuevo sistema de fijación (reduce las extubaciones no planeadas), un Cuando se usa H M E se debe prestar atención a las secreciones o la sangre que
manguito cilindrico, un sistema de aspiración subglótica y un dispositivo de control impactan en los sistemas pasivos por el riesgo de oclusión o el incremento en el tra­
continuo de la presión del manguito. bajo respiratorio.
C am bios de los circu ito s d el resp irad o r: en la década del 1980 era habitual el
Con respecto del tiempo de uso, con los H M E se ha demostrado que el cambio
cambio de los circuitos del ventilador para prevenir las NAV. Esta medida era reco­ diario frente a cambiar cada 5 o 7 días no tiene un impacto en la incidencia de NAV.
mendada por losCenters for Disease Control and Prevention (CDC, centros de con­ Con los datos existentes, la elección del método para humidificar la vía aérea se
trol y prevención de enfermedades) de los Estados Unidos, y pone en evidencia la deberá tomar sobre la base de las condiciones del paciente (hipotermia, hemoptisis,
evolución del conocimiento y los cambios que han sucedido en esta área. fístula broncopleural, abundantes secreciones respiratorias, espacio muerto, etc.) y
Posteriormente se realizaron varios estudios que demostraron que no es necesario no en términos de prevención de NAV.
realizar cambios sistemáticos de los circuitos como método para prevenir las NAV. N eb ulizaciones: la nebulización de medicamentos tiene gran importancia debido
Fueron evaluados distintos períodos (días, semanas e incluso cambios mensuales), a que se inserta en el circuito del ventilador. Estos aparatos pueden generar aeroso­
aunque el tiempo seguro de utilización de las tubuladuras es desconocido. les con partículas de pequeño tamaño (inferior a 5 mieras), lo que les permite pene­
La recomendación universal es realizar un uso individual (no intercambiar entre trar en el árbol respiratorio. La contaminación de éstos puede llevar a la formación
pacientes) y sólo cambiar ante la presencia de secreciones evidentes en la tubula­ de aerosoles bacterianos con alto riesgo de generar una neumonía nosocomial. En
dura o disfunción de éstas. términos de prevención se recomienda administrar fármacos en la vía aérea median­
H u m id ific adores (a ctivo s o p asivo s): humidificar los gases inspirados es crucial,
te sistemas de dosis medida. Si se optara por los nebulizadores convencionales,
los gases medicinales se entregar fríos y libres de humedad. No calefaccionar y estos nebulizadores se utilizarán para un solo paciente y se desinfectarán entre cada
humidificar estos gases produce cambios en el epitelio traqueal, la reducción de dosificación de un mismo paciente.
cilios y disminuye la capacidad de eliminar secreciones, lo que facilita la coloniza­ Ventilación no in vasiva (V N I) p a ra e v ita r la intubación traq u eal: la intubación
ción y posterior infección del árbol respiratorio. traqueal es el principal factor en la patogénesis de la NAV, por lo que toda medida
La humidificación puede realizarse mediante sistemas pasivos o HM E (inter­ que evite o reduzca los días de intubación tendrá un impacto directo en la reducción
cambiadores de calor y humedad) que atrapan el calor y la humedad exhalados por de la incidencia de NAV. La intubación traqueal incrementa el riesgo 21 veces para
el paciente para acondicionar los gases en la siguiente inspiración, conocidos gene­ neumonía nosocomial, sin embargo, este riesgo varía con el tiempo de intubación.
ralmente como “narices artificiales” . Cook y cois, nos demuestran que es mayor al comienzo de la segunda semana y
Existen también sistemas activos o de paso (H H ), donde los gases soi calefac- luego se reduce de manera progresiva.
cionados y humidificados “ al pasar" por un reservorio que posee agua “ calentada *, La utilización de V N I en la insuficiencia respiratoria en pacientes seleccionados
diseñado para maximizar la canticad de gas acondicionado. como los EPO C ha demostrado ser útil para evitar la intubación y, como conse­
Algunos estudios tempranos informaron la reducción en la incidencia de NAV cuencia de ello, redujo la incidencia de neumonía.
con el uso de sistemas pasivos, pero hoy es controversial la superioridad de uno Burns y cois. ( C ochrane review ) hallaron que al comparar EPO C con una pobla­
sobre el otro en términos de prevención de la NAV. ción mixta, la utilización de V N I redujo la mortalidad (R R 0,41; IC 95% 0,22-0,76),
488 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s
P r e v e n c ió n d e l a n e u m o n ía a s o c ia d a a l a v e n t il a c ió n m e c á n ic a 489

la incidencia de NAV (RR 0,28; IC 95% 0,09-0,85), de igual manera se redujeron demostrado en forma contundente. Tal vez esto tenga relación con la instauración
los días de estadía en UTI y en el hospital. En el subgrupo de VN I utilizado duran­ de protocolos de higiene oral. Varios autores consideran que la clorhexidina es sólo
te el destete, el grupo de pacientes con EPOC también se vio beneficiado. una parte más del esquema de higiene oral, y sería fundamental para su éxito que
Traqueostom ía: posee ventajas potenciales respecto de la intubación traqueal: la se usara bajo un régimen de estricta higiene oral.
glotis no está abierta y las cuerdas vocales pueden oponerse. Esto podría disminuir En pequeños ensayos se ha demostrado que realizar una higiene oral con yodo-
el riesgo de aspiración. Sin embargo, no existen estudios que permitan hacer afir­ povidona diluida en pacientes con traumatismo de cráneo es igualmente efectivo.
maciones, tanto para la técnica (quirúrgica frente a percutánea) como para el Realizar una higiene oral con clorhexidina es una medida económica que parece
momento de realización (temprana frente a tardía). ser eficiente. No se han comunicado casos de resistencia a la clorhexidina o de reac­
Ventilación m ecánica con la presión positiva de fin de espiración (P E E P ): la uti­ ciones adversas, aunque la respuesta final a estas cuestiones requiere más estudios.
lización de PEEP en pacientes no hipoxémicos fue evaluada por Manzano en un
reciente estudio clínico aleatorizado. En el grupo asignado a recibir PEEP se obser­
Protocolos de higiene oral
varon menores incidencias de hipoxemia y de NAV. En el mismo sentido, en forma
experimental con tubos especiales (manguito cilindrico de poliuretano) se notó que Establecer un estricto protocolo de higiene oral parece ser una eficaz y económi­
el pasaje de secreciones perimanguito ocurrió en menor tiempo en el grupo de tubos ca medida de reducción en la incidencia de NAV, a pesar de ello no es una medida
sin P EEP Aparentemente, usar PEEP reduce y retrasa la aspiración de secreciones popular y no está muy estudiada. No existe un consenso sobre cómo o con qué fre­
faríngeas, y ello llevaría a una menor incidencia de NAV. cuencia se debe realizar (¿se debe cepillar o usar gasas es suficiente?).
N utrición gástrica frente a p o sp iló rica: se ha propuesto que la nutrición pospi- En varios estudios se compararon los períodos previos y posteriores a la instau­
lórica reduciría el riesgo de NAV; varios estudios pequeños se diseñaron a tal fin. ración de protocolos de higiene oral, y siempre se observó una reducción en la inci­
Marik y cois, realizaron un metaanálisis en el que incluyeron a 552 pacientes (9 es­ dencia de NAV después de haberlos comenzado.
tudios), y se observó una mayor incidencia de NAV con nutrición gástrica, pero esta Los puntos en común en todos ellos es establecer una frecuencia de al menos tres
diferencia no fue significativa. veces por día, en conjunto con el uso de clorhexidina, el control de la presión del
manguito y de la posición de la cabecera.
Estrategias farmacológicas

Colonización del tracto aerodigestivo Descontaminación digestiva selectiva


La vía aérea superior en seres humanos está fuertemente colonizada (por encima Se denomina descontaminación digestiva selectiva (DDS) a la aplicación de anti­
de las cuerdas vocales). Sin embargo, la mucosa traqueal es estéril, a pesar de que bióticos tópicos no absorbióles (boca, orofaringe y tubo digestivo) para limitar la
en sujetos normales se producen aspiraciones durante el sueño. colonización (y posterior infección endógena) de microorganismos potencialmente
Durante la estadía en la UTI, la flora orofaríngea normal cambia y aparecen patógenos y preservar la flora indígena anaerobia; de esta forma se evitan los gér­
Pseudornonas, Acinetobacier Stap/iylococcus, etc. De esta forma, la orofaringe menes multirresistentes.
constituye una fuente endógena de NAV. Diversas circunstancias pueden explicar Diferentes esquemas han sido evaluados, que en general incluyen la combinación
este fenómeno: alteraciones en la producción de saliva, reducción de IgA, trastor­ de tres agentes; polimixina E, tobramicina y anfotericina B son los más usados. Son
nos en el reflejo deglutorio y trastornos de la depuración (clearence) mucoso-tra- habitualmente administrados cuatro veces por día, además se suele administrar anti­
queal. Tras algunas horas de instaurada la VM se puede observar alteraciones y la bióticos endovenosos durante tres días posintubación (por lo general una cefalos-
presencia de microorganismos a nivel traqueal; el riesgo de NAV es de 3% por día porina de segunda generación).
de VM. Por los motivos antes explicados, la modulación de la colonización orofa­ Más de 50 ensayos clínicos han sido publicados que evaluaron la DDS con gran
ríngea tendrá una repercusión significativa en la incidencia de NAV. heterogeneidad de metodologías y poblaciones analizadas. Estos estudios han sido
globalmente examinados en varios metaanálisis, y se comunicó una reducción en la
Modulación de la colonización o rofaríngea con clorhexidina
incidencia de NAV, por lo que fue mayor el beneficio al utilizar antibióticos endo­
La clorhexidina es una solución antiséptica que fue creada hace más de 40 años, venosos como parte del esquema. Liberati considera que se requiere tratar a cinco
con la finalidad de controlar la placa, dental. En varios estudios clínicos se evaluó el pacientes para prevenir una neumonía, y a 21 pacientes para prevenir una muerte.
uso de clorhexidina en pacientes bajo asistencia respiratoria mecánica, los resulta El principal problema (según sus detractores) es el potencial peligro de aparición
dos no son esclarecedores. Se puede apreciar que reduce la colonización oral y pro de bacterias multirresistentes por presión de selección, en especial Staphylococcus
bablemente la incidencia de NAV, pero el efecto sobre las NAV no ha podido ser y Enterococus resistentes a vancomicina.
490 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s
P r i v e n c ió n d e l a n e u m o n ía a s o c ia d a a l a v e n t il a c ió n M E C Á N IC A 491

Cinco estudios evaluaron a largo plazo la aparición de microorganismos multi-


Procinéticos gástricos
rresistentes (entre 2 y 7 años), y no hallaron evidencias al respecto.
A pesar del tiempo transcurrido y de la reducción en la incidencia de NAV por el
Se han utilizado agentes como metrocloprainida o mosapride debido a que estos
uso de DDS, no se ha extendido su uso fuera de Europa debido a los costos, a lo
gentes facilitan el vaciado gástrico e incrementan el tono del esfínter esofágico
complejo de su realización (requiere estrictas medidas de control de infecciones,
tnfenor para evitar la distensión gástrica y, de esta forma, reducir a un mínimo el
con cultivos periódicos) y al temor a generar multirresistentes. No se ha evaluado reflujo y la aspiración.
su implementación en unidades donde los microorganismos multirresistentes sean
Un pequeño estudio clínico no pudo demostrar una reducción en la incidencia de
prevalentes, probablemente se requieren más datos para generalizar su uso.
AV pero si una mejor tolerancia a la nutrición enteral. Iguales resultados se obser­
varon con el uso de sondas nasoentéricas respecto de la nutrición nasogástrica: debe
Descontaminación oral destacarse lo dificultoso de lograr una correcta posición con las sondas nasoentéri-
cas en pacientes críticos.
A l ser la orofaringe el principal reservorio para las NAV, se ha estudiado aplicar
la descontaminación oral (uso de antibióticos tópicos orofaríngeos). Varios estudios
Control en el uso de antibióticos
se han publicado al respecto, y hemos realizado un protocolo aleatorizado doble
ciego (polimixina B, gentamicina) sin evidencias de reducción en la incidencia de
Los programas que establecen controles en el uso de antibióticos han demostra­
NAV. Chan publicó un metaanálisis donde no se evidenciaron beneficios por la uti­
do una gran eficacia para reducir la incidencia de infecciones por microorganismos
lización de descontaminación oral, en este mismo estudio se observaron beneficios
multirresistentes. Se busca evitar tratamientos empíricos innecesarios o prolonga-
con el uso de clorhexidina.
dos, Chastre demostró que 8 días de tratamiento son suficientes.
Establecer un uso racional de antibióticos tiene un impacto económico al reducir el
Profilaxis de úlceras de estrés uso de antibióticos y disminuir la incidencia de microorganismos multirresistentes
*
Este es uno de los temas que ha sido intensamente debatido. E l estómago es un r ió n T Prt° gramaS SUele” mcluir: la rotación de antibióticos, guiar la administra­
ción de antibióticos según el antib.ograma, la suspensión automática de antibióti­
potencial reservorio de microorganismos que por reflujo ascienden a la orofaringe cos injustificados y el uso “justificado” .
y son aspirados hacia el tracto respiratorio inferior.
Si bien estas medidas no reducen en sí mismas la incidencia de NAV, su efecto
En situaciones nomiales, pocas bacterias sobreviven a la acidez gástrica, pero el
se observa en una menor presión de selección y lleva a una menor incidencia de
ascenso del pH gástrico (antagonistas H, inhibidores de la bomba de protones y/o nutri­ NAV por los microorganismos multirresistentes.
ción enteral) predispone a la proliferación bacteriana. Existe una fuerte evidencia de que
ante un pH > 4 se produce la proliferación bacteriana, con mayor incidencia de NAV.
Protocolos de sedación
Por otra parte, pacientes críticos con shock , coagulopatía y VM , el sangrado
digestivo (hemorragia por estrés) es un factor independiente de mortalidad, y esta
Es claro que el tubo endotraqueal juega un papel central en la fitopatología de
situación puede prevenirse mediante la administración de antagonistas H:.
a NAV. En términos de prevención de neumonía nosocomial, lo mejor es evitar la
El sucralfato es un agente usado como profilaxis del sangrado por estrés con el
intubación orotraqueal. Si esto no es una opción, el objetivo debe ser reducir al
mínimo efecto sobre el pH gástrico. Incluso tendría propiedades antibacterianas, mínimo el tiempo de intubación.
por lo que reduciría la colonización gástrica.
Los protocolos de suspensión diaria de sedantes (controlados por médicos o
Varios metaanálisis y más de 20 estudios clínicos evaluaron el riesgo de NAV y
enfermeros) reducen los días de VM , las extubaciones no planeadas, y los pacien-
el método de profilaxis de sangrado digestivo, con resultados controvertidos y una
gran heterogeneidad en los diseños. Los trabajos más recientes no encuentran dife­ caoaddTd Hen,tran r\/Plan° S ^ SedadÓn máS SUPerf,ciaIes (conservan mejor su
. pacidad de toser). Vanos ensayos informan acerca de una reducción en la inci­
rencias en la incidencia de N A V al comparar sucralfato y ranitidina, aunque se pro­
dencia de NAV y se asocian a una menor estadía en U TI con menores costos.
dujo una mayor incidencia de sangrado en el grupo que recibió sucralfato.
Los pacientes críticos con gran riesgo de sangrado gástrico ( shock , VM o coagu
Antibióticos administrados por nebulización
lopatía) deben recibir como profilaxis antagonistas H, (ranitidina), y en aquellos con
bajo riesgo de sangrado se podría optar entre ranitidina y sucralfato, según las prc
En la década de 1970 se propuso el uso de antibióticos nebulizados para preve­
ferencias o la disponibilidad local. Los inhibidores de la bomba de protones no han
nir la colonización del tracto respiratorio y NAV En pequeños ensayos se utilizó
sido evaluados en nhgún estudio clínico.
polim ixina B . y se ob servó una reducción en las NAV. pero un gran increm ento en
492 C o n s id e r a c io n e s e s p e c ia l e s P r e v e n c ió n d e l a n e u m o n ía a s o c ia d a a la v e n t il a c ió n m e c á n ic a 493

NAV por Pro teu s (naturalmente resistente a la polimixina) y la aparición de multi- Corticosteroides
resistentes, por lo que esta práctica cayó en desuso y hoy no es recomendada.
Diversas circunstancias hacen que actualmente se indiquen corticosteroides en
SITUACIONES CON DISMINUCIÓN DE LAS DEFENSAS pacientes críticos. Se debe recordar que su uso se relaciona con una mayor inci­
dencia de sangrados digestivos e infecciones nosocomiales (las que incluyen a la
En los pacientes con intubación traqueal se observa una colonización traqueal por NAV), así como la debilidad muscular. Se debe evaluar con cuidado la necesidad
gramnegativos en un gran porcentaje de pacientes, sin embargo no todos desarro­ del uso de corticosteroides en U TI para evitar sus efectos adversos.
llan NAV. En la fisiopatología de la neumonía podría decirse que el desarrollo de
NAV depende de tres circunstancias.
CONCEPTOS CLAVE
• Virulencia de microorganismos.
• Inoculo bacteriano. • E l principal mecanismo patogénico es la aspiración de secreciones orofa-
• Defensas del huésped. ríngeas. El tiempo de exposición y el uso de antibióticos determinan el ries­
go de colonización por microorganismos multirresistentes.
En ciertas circunstancias, las defensas del huésped parecen ser determinantes en • E l tubo endotraqueal juega un papel central en la patogénesis de la NAV,
la aparición de NAV. En pacientes críticos se han identificado las siguientes. una utilización adecuada de éste (presión del manguito, fijación) o el uso
de tubos especiales puede tener un papel importante.
Transfusiones • El riesgo de NAV es dependiente del tiempo, por ello todas las medidas que
reducen el tiempo de intubación reducen el riesgo de NAV (protocolos de
Varios estudios sugieren que en pacientes no críticos, el número de transfusiones destete, uso de V N I, protocolos de sedación).
sanguíneas se relacionan con un mayor riesgo de infecciones nosocomiales. • Se debe evitar la posición supina en los pacientes críticos; la posición semi-
Similares datos se han registrado en estudios retrospectivos, donde las transfusio­ sentada es la recomendación, aunque sea difícil de cumplir en todos los
nes incrementan el riesgo para NAV (incluso con transfusiones de plasma fresco pacientes.
congelado). Se considera que las transfusiones son causa de inmunosupresión. • La educación del personal es crucial para disminuir la incidencia de NAV; la
Taylor, en un gran estudio mediante un análisis multivariado, demostró que las búsqueda continua de adherencia y educación reducen la incidencia de NAV.
transfusiones sor un factor de riesgo independiente para las infecciones nosoco­ • Establecer protocolos de higiene oral junto con el uso de clorhexidina redu­
miales. cen la colonización orofaríngea y, por ello, la incidencia de NAV.
Recientes estudios concluyen, exceptuando los pacientes con infarto de miocar­ • Las transfusiones son un factor de riesgo para la NAV; asimismo, todos los
dio y angina inestable, que los regímenes de transfusiones restrictivos son equiva­ factores de inmunosupresión pueden ser la génesis de la NAV.
lentes en mortalidad a los liberales, por lo que las infecciones son un motivo más
para mantener conductas restrictivas respecto de las transfusiones de eritrocitos.
Los mecanismos relacionados con los trastornos de la inmunidad asociados a las BIBLIOGRAFIA
transfusiones son complejos y no del todo conocidos, pero los datos actuales sugie­
ren que las conductas liberales con las transfusiones no están exentas de riesgos. C lian E. Ruest A. Meade M. Cook D. Oral decontamination for prevention of pneumo­
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Nutrición
Cook D. Guyatt G, Marshall J. Leasa D, Fuller H. Hall R. Peters S. Rutledge F, Griffith
Se recomiende que tras 48 loras de VM se debe iniciar la nutrición enteral (a L. McLellan A. Wood G, Kirfcy A. A comparison of sucralfate and ranitidine for the
prevention of upper gastrointestinal bleeding in patients requiring mechanical venti­
menos que exista alguna contraindicación). A pesar del riesgo que supone la nutri­
lation. Canadian Critical Care Triáis Group. N EJM 1998;338:791-7.
ción enteral de cdonización gástrica y reflujo, la malnutrición es un factor de inmu
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Actividad eléctrica del diafragma. 458 - auto-PEEP. 306
82. Adaptación. 291 - en el ciclado, 387
Estes RJ, Meduri GU. T he pathogenesis of ventilator-associated pneumonía: I. Mecha- - al entorno, 3 16 - espiración, 456
- a la ventilación mecánica, 291
nisms of bacterial transcolonization and airway inoculation. Intensive Care Med - espiratorias, 302, 312
A d a p tive Pressu re Ventilation. 445 - estudio, 299
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Lorente L. Lecuona M. Málaga J, Revert CL. Mora M, Sierra A. Bacterial filters in res­ Aerocámara. 75
- - del paciente, 299
piratory circuits: An unnecessary cost? Crit Care Med 2003;31:2126-30. Aerosoles
- - de la ventilación mecánica (V M ), 304
- administración. 59, 70, 88
Stoller JK . Orens DK. Fatica C, Elliott M. Kester L, Woods J. Hoffman-Hogg L, Karafa - bacterianos, y neumonía nosocomial. 487
- durante la fase de presurización, 307
- de fin de inspiración, 3 11
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Atrapamiento aéreo, 5, 19. 20f, 110. 274, 279
van Nieuwenhoven CA. Buskens EC, Bergmans DC, van Tiel FH, Ramsay G, Bonten - activación, 421 A uto flo w , 445
- de apnea, 421
MJM . Oral decontamination is cost-saving in the prevention of ventilator-associated Auto-PEEP. 7, 17, 19. 106, 186. 200, 419
- interpretación, 420 - determinantes, 126
pneumonía in intensive care units. Crit Care Med 2004:32:126:1-30. - de oxígeno, 421 - medición, 110
Zack JE . Garrison T. Trovillion E. Clinkscale D, Coopersmith CM. Fraser V J. Kollef M - presión, 420
- - método, 110
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- - - dinámico, 111
- de ventilador inoperante, 422
associated pneumonía. Crit Care Med 2002;30:2407-12). - - - estático. 110
Alimentación. 403
- sustitución. 112
A lveoilitis fibrosante, 230 Autodisparo, 307. 420, 421
A lvéolo(s)
Autom atic Tube Com pensation. 453
- colapso, 228 Autom ode , 445
- en el paciente pediátrico. 465
Analgesia, 317, 403 B
Analgésicos opiáceos, 321 BahyLung , 12, 169, 228
Antipsicóticos Balón traqueal, 63
- haloperidol, 327 - presión, 408
- olanzapina. 328 - - alta. 63
- risperidona, 329 - - baja, 64
A p d ap tive Su p p o rt Ventilation. 452 Barotrauma, 180, 227
Apoptosis, 171.226,231 Barrera hemato-gaseosa, 164
A P R V (ventilación con liberación de presión en - estructura, 166
la v ía aérea), 263. 449 - fallo por estrés, 169
- aplicación, 449 Benzodiazepinas, 324. 427
- programación, 449 - lorazepam, 325
- relevancia clínica, 450 - midazolam, 324
- respiración espontánea. 263 - receptores, 324
- S D R A . 450 Biotrauma, 170, 180, 230. 236
- - ventajas, 450
B IP A P (presión positiva bifásica en la vía aérea),
- terminología, 449 445
- ventilación alveolar. 449 - oxigenación, 448
*
496 Í n d ic e a n a l ít ic o I n d ic e a n a l ít ic o 497

B IP A P (presión positiva bifásica en la vía aérea) - - ciclado, 184 Cuidados del paciente en V M , 401 - índices predictivos, 352
(C o n t.) - disparo. 183 - actitud. 408 - intercambio gaseoso, 351
- programación. 447 - - límite. 184 - comunicación. 409 - protocolos, 355. 368
- PSV . 446 Circuito(s) - elevación de la cabeza, 406 - - recomendaciones. 356
- tiempo, 446 - de aspiración - F A ST H U G . 403 - sedación, 355
- espiratorio. 446 - - cerrados, 431 - generales. 402 - sistema cardiovascular, 349
- - inspiratorio. 446 - ventilatorio, 59. 66. 419, 430 - glucemia, 407 - técnicas, 359, 367
- ventilación, 448 - - cambio. 68. 431, 486 - protocolos, 402 - - prueba del tubo en T (T T ). 360
Bloqueantes neuromusculares, 329 - - condensación,295,421 - seguridad, 416 - - PSV. 360
- algoritmo de uso, 331 - - fuga, 294 - valoración general, 415 - - S IM V .3 6 I
- despolarizantes. 329 - - pediátrico, 473 - examen físico, 4 15 - en la V N I, 362
• no despolarizantes, 330 posición. 87 Curva(s) Dexmedetomidina, 326
Broncodilatadores. 68 - - resistencia. 67 - flujo/tiempo. 113 Diferencia alvéolo-arterial (A-aO: ). 96
- aerosol i /.ación. 74 trabajo respiratorio, 67 - - en PCV. 115 Dificultad respiratoria. 293
- efecto. 74 Citocinas - flujo/volumen, 131 - bajo ventilación mecánica, 293
Bronquiolitis, 468 - antiinflamatorias, 225 - presión. 108 - - análisis, 293
- hiperinflación dinámica. 469 - proinflamatorias. 225 - - en la vía aérea, 108 - - causa. 293
- ventilación mecáncia. 469 - - SD R A . 225 - presión/volumen, 8, 1Of, 180 - - relacionadas, 293
Bronquitis crónica. 273 Cociente - - distensibilidad, 241 - - - con las interfaces, 293
- arterioalveolar, 32, 96 - - estática, 120 - - - con la máquina, 293
C - respiratorio, 32. 95 - - histéresis. 240 - - - con el paciente. 296
C A M -IC U . Véase E s c a la (s ), de d e lirio Colapso - - puntos de inflexión. 240 - causas, 4 17c
Cánula(s) - alveolar. 228 - - reclutamiento, 242. 243f - problemas relacionados. 4 18
- orofaríngeas. 407 - - espiratorio, 244 - - en S D R A , 123.240 - - con el paciente, 418
- traqueal. 126 - espiratorio, 283 - - técnicas, 120,239 - - con el ventiador, 419
- traqueostomía. 64. 425 Colonización - - - bajo flujo. 239 - - con la vía aérea, 418c
- en pediatría, 472 - cruzada, 483 - - - superjeringa, 239 - súbita, 416
tipos, 65 - modulación con clorhexidina, 488 - - - volúmenes aleatorios. 240 - - manejo. 4 18c
Capacidad - orofaríngea, 4 8 1 - de Starling. 157 Difusión, 31, 35
- de difusión de monóxido de carbono, 35 - del tracto aerodigestivo, 788 Dióxido de carbono, 3 1
- pulmonar total. 122. 190 Com pliance. Véase también D isten sib ilid ad I) - arterial, 94
- residual funcional. 122 - del sistema respiratorio, 25 Daño alveolar difuso, 230 - espirado. 251
- vital. 136, 183. 190 Condensación, 295, 430 Decúbito prono. 221. 259. 424 - presión alveolar. 32
Capacitancia Constante de tiempo, 21. 22f. 26. 126. 130 - algoritmo, 428c - producción. 31, 34
- arterial. 145 - de la caja torácica. 128 - contraindicaciones. 425 - reinhalación. 382
- vascular, 147 - prolóngala, 3 12 Delirio, 317. 416 Disparo, 55. 183, 194
- venosa. 145 - pulmonar, 128 - definición, 334 - doble. 308
Capnograf a. 417 Control duel - desencadenantes, 335 - por flujo. 194
- fases. 98 - dentro d: una misma respiración. 440 - factores predisponentes. 335c - inefectivos. 299. 306
- normal, lOOf desventajas, 442 - hiperactivo, 334 - por presión. 194
- volumétrica, 99, 1021' - - programación, 4 4 1 - hipoactivo. 334 - por tiempo. 194
- - espacio muerto, 252 ventajas, 440 - valoración, 334. 336c - umbral, 304
- - P EEP, 251 - de respiración a respiración. 442 Desadaptación, 291 Distensibilidad. 54. 102. 118. 180. 299
Capnometría. 98 - ciclídas, 442 - efectos adversos. 292c - en decúbito prono, 260
Carboxihemoglobina. 38. 97 por flujo. 442 Descontaminación - dinámica. 17, 124
Cardiopatías congénitas - - - por tiempo, 443 - digestiva selectiva. 489 - específica. 12. 25
- hiperflujo pulmonar. 470 - - usos, 443 oral. 490 - pulmonar, 12, 119, 191
- hipertensión pulmonar, 470 Cooximetria, 97 Destete, 343 - del sistema respiratorio. 10
- hipofuj) pulmonar. 470 C PA P (preúón positiva continua en la vía aérea). - basados en el conocimiento. 456 - torácica, 12, 119
- posoperatorio. 470 45.212,374, 445 - criterios. 350 vascular, 147
- resistencias vasculares pulmonares (R V P ), - complicaciones, 214 - - fallo, 356 Dolor
469 - efectos, 390 de inicio. 350 - escalas, 332
Catéter esofágico, 102 - en la inmftcencia cardíaca. 154 - definición, 345 - evaluación, 317
Centro respiratorio. 298 - sistema). 213 - difícil, 344 - valoración, 331
Ciclado, 55, 184. 189 - - de f.ujo continuo. 21 3 - enfoque sistemático, 350
- inspiración-espiración. 195 por válvulas a demanda. 214 - epidemiología, 366 E
- PCV, 197 - tipos, 2 3 - fácil, 345 F A P (edema agudo de pulmón). 392
- por presión, 197 - V N I. 3*1 - fallo. 344. 367 Ecocardiografía transesofágica. 149
- PSV . 197 Creatinfoslocinasa. 337 - cardiovascular, 357 Ecuación
- VC V. 196 C R F (capa; idad residual funcional), 5. 179 - - definición. 356 - del gas alveolar, 31. 95
C iclo ventilatorio - resisten: ia vascular pulmonar, 150 - - factores. 358 de movimiento. 17. 25. 102. 299. 454
- fases. 183 CROP, Véise ín d ice (s), C R 0 P • fisiopatología, 366 - de Starling. 164
498 Ín d ic e a n a l ít ic o
Í n d ic e a n a l ít ic o 499
Edema - A R D S Network. 171. 173. 234, 235, 245 - - calentamiento, 77 - en pediatría, 473
- alvelolar. 232 - E X P R E S S , 174 - - humidificación, 77 - principios, 77
- intersticial, 232 - LO Vs, 174 - - temperatura, 430 Humidificadores
- pulmonar, 164 Extubación, 344. 368 - en sangre arterial, 94 - activos, 86. 430. 486
por aumento de la permeabilidad, 164 - accidental, 365 Gasto cardíaco. 147 - - usos. 86
- - hidrostático, 164 - fallo, 344 Gatillado inefectivo, 384. Véase también D isp aro - calentadores. 82
Efecto Haldane, 39 - inadvertida. 410 Gradiente
- - complicaciones, 82
Elastancia, 12, 118, 119. 191,455 - no programada, 365 - alveolo arterial. 32 - de cascada, 82
- de pared torácica, 119 - programada, 363 - pico-meseta. 414 - pasivos. 431, 486
- pulmonar, 119
- S D R A , 224 F H
I
E n d ricial C 0 2, 98 Factor de necrosis tumoral alfa (T N F ). 171 Haloperidol. 327
Impedancia sistema respiratorio. 24
- variaciones, 99c Fallo Hcliox. 73
índice(s)
Endotclio capilar. 167 - de destete. 344. 356 H elm et. 377
- cardíaco. 157
Enduróm e. 346 - definición, 363 - ciclado, 378 - CROP. 354
Enfermedad pulmonar - por estrés. 169 - gatillado. 378 - de estrés. 248. 249f
- obstructiva crónica. Véase E E O C (enferm edad - de la extubación, 344 Higiene
- - curva P/V. 248
p u lm o n ar o b stru ctiva c ró n ic a ) - - definición. 363 - bucal. 407 - f/VT, 352
- unilateral, 424 prevención. 396 - de manos. 483 - de máximo reclutamiento, 247
Enfisema, 37, 273 - multiorgánico, 162, Véase también F M O Hipercapnia, 40. 151, 448
- de oxigenación. 97. 107
E P A P (presión positiva espiratoria en la vía (fa llo m ultiorgiUiic o ) - permisiva, 234. 284. Véase también - PaÜ2 + PaCO ;, 248, 256
aerea), 382 - respiratorio hipoxémico, 162. 374 H ip o ven tilació n controlada - predictivos destete. 352
- ajuste. 386c - ventilatorio, \S>. 346 - en bronquiolitis. 468 - presión-tiempo, 134
Epitelio alveolar. 167 - ventricular izquierdo, 349 Hiperinflación, 19. 26
- de respiración rápida y superficial. 183. 352
E PO C (enfermedad pulmonar obstructiva cróni­ - - durante el retiro de la V M , 357 - dinámica. 110,277.303.419 - tensión/tiempo, 348. 353
ca). 274,349 Fases, 183 - - barotrauma, 285 - Tobin, 183
- auto-PEEP. 390 - del ciclo ventilatorio, 183 - - causas. 278c
Inhaladores de dosis medida, Véase M D I (in h a la ­
- disparo inefectivo, 303 - de prcsurizacicn. 307 - - consecuencias, 285 dores de dosis m edida)
- exacerbación aguda, 390 - - asincronías, 307 - - esfuerzos inefectivos, 303 Insuficiencia
- insuficiencia respiratoria, 389 Fatiga muscular, 19 - - manejo, 282f - cardíaca, 4 19
- P EEP. 287 - respiratoria, 347 - pulmonar. 110. 274 - cardíca. 288
Escala(s) Fentanilo. 322 Hiperoxigenación. 414 - respiratoria. 3. 29.41c. 179
- de delirio, 320 Fibrosis, 164 Hipervolemia. 152 - - aguda, 375
- de Ramsay (R S S ), 319c, 405 Filtros, 67 Hipocapnia. 448
- - hipercápnica, 476
- de Richmond (R A S S ), 319c, 405 F I0 2 (fracción inspiratoria de oxígeno), 95 Hipoventilación, 34
- - hipoxémica, 392.475
- de secación, 405 - atclcctasias, 258 - alveolar, 281 - - Pa/FIO,, 182
- de secación-agitación, 318c Fisiología respiratoria. 3 - controlada, 284
- - posextubación. 344
Esfuerzo s) Flujo, 54, 101, 113, 178 - contraindicaciones, 284 - ventilatoria. 179
- inefectivos, 301, 305. 388 - constante, 16 Hipovolemia, 152 Insuflación de gas transtraqueal, 265
por hiperinsuflación dinámimea, 303 - espiratorio, 13 , 311 Hipoxemia, 5. 33, 39. 419 Interacción(es)
- inspiratorio, 304. 312 - inspiratorio, 2:. 24, I 14. 308, 444 - en la lesión pulmonar aguda (L P A ). 224 - cardiopulmonares, 139
- - espontáneo, 445 - - constante. I 14 - refractaría, 235
- paciente-ventilador, 296, 3 15
- - neural. 458 - desacelerado, 114 Hipoxia. 33, 181
Intercambiadores de calor y humedad, Véase
- muscular, 454 - - forma de onda, 193 - tisular. 182
H M E (intercam b iad ores de c a lo r v hum e­
Espacio muerto, 3 1 - en la obstncción al fiujo aéreo (O FA ), 277 Histéresis, 8, 9f. 121.240 d ad)
- alveolar. 252 ventilación controlada por volumen H M E (intercambiadores de calor v humedad), 83 Intercambio gaseoso. 4. 29. 94
- anatómico, 251 (V C V ), 186 89. 431
Interdependencia ventricular, 152
- capnografía volumétrica, 252 - laminar, 15, 62 - aplicaciones, 84 - diastólica. 153
- fisiológico, 99, 251 - teleespiratorio, 280f - complicaciones, 85
Interfaces, 373, 430
Espiración, 19 - transicional, 1: - contraindicaciones, 84 - máscara, 376
Espirometría. 131 - turbulento, 15,62 - espacio muerto, 86 - - facial, 376
Estrategia ventilatoria FM O (fallo multiorgánico), 102. 171, 231 - filtro. 83 - - nasal, 376
- convencional, 171 Frecuencia respiraoria, 189 - O FA . 285
- pacientes-ventilador, 59
- protectora, 171. 172,234.245 Fuerza(s) • resistencia, 85 - en pediatría, 4 7 1. 474
- - F10:, 258 - elásticas, 6 - usos, 87
- - selección, 475c
- - PEEP. 246 - resistivas, 6 Humedad, 78 Interleucina
- - del pulmón. 230 - absoluta, 78 - I B . 171
- en S E R A . 230 G - déficit, 81 - 6. 171
Estrés parietal, 143 Gas(es) - relativa, 78 - 8, 171
EstudioO) - alveolar. 30 requerimientos, 81
IP A P (presión positiva inspiratoria en la vía
- A L V E O L I, 174, 245 - inspirado, 30, '7 Humidificación. 379 aérea), 382
- Amato, 173, 234, 245 • - accndicioiuiniento, 79 • inluidccuada. 81 - ajuste. 386c
500 Ín d ic e a n a l í t i c o
Ín d ic e a n a l í t i c o 501
IR V (ventilación con relación I:E invertida). - nuevos. 437 - intercambiadores de calor y humedad, 285
210c - programación, 207
- - A PRV. 449 - nebulizaciones, 286
- complicaciones, 212 - tiempo inspiratorio. 187
- - A S V. 451 - P EEP, 284 - ventajas, 187, 207
- PC V, 209 - - ATC. 452 - presión pico, 28 1
Pediatría. Véase Pacien te p ed iátrico
- presión alveolar. 21 I - - B IPA P. 445 - relación I:E , 283
- tiempo inspiratorio. 209 P E E P (presión positiva de fin de espiración) 17
- duales. 440 - resistencia de la vía aérea, 286 40. 53. 197
- VC V. 209 - - M M V . 438 - tiempo, 277
- ventajas, 210 - capnografía volumétrica, 251. 253
- - objetivos, 437 - - espiratorio. 277.283
- colapso alveolar. 174, 244
Monitorización respiratoria, 93 - - inspiratorio. 277
L Morfina. 322 - curva presión/volumen. 199f
- tubo endotraqueal, 276 - distensibilidad, 246
Lám ina(s) Músculos respiratorios, en el paciente pediátrico, - ventilación mecáncia, 273 - efectos, 198
- densa, 168 465 - - desconexión, 286. 288
- raras. 168 - - secundarios, 198
Musicoterapia. 429 - - indicaciones, 275 - externa. 110
Lesión pulmonar. 162 - - inicio, 276
- aguda, 5, 96, 164, 221 - índice de máximo reclutamiento, 247
N - - modo controlado, 276
- inducida por la V M . Véase V IL ! (ve n tila to r - intrínseca, 110. Véase a u to - P E E P
Nariz artificial, 83, 86 - en la V N I. 288
ird u ce d lung injury, lesión pulm onar - en SD R A , 124. 174
N AV (neumonía asociada a la ventilación mecá­ - volumen atrapado, 279 - selección, 244
inducida p o r la ven tilació n nica), 62 Olanzapina, 328 - shunt, 253
m ecánica) - corticosteroides, 493 Open Lung A p pro ach . 235, 255
Ley - estrategias de prevención. 482. Véase también - tomografía computarizada del tórax (T C ).
Opiáceos, 32 L 404
249
- d cFick. 35 Preven ció n de la N A V - efectos adversos, 322 - total, 110
- de Frank-Starling, 141 - - clasifcación. 482 - receptores, 321 Perfluorocarbono, 222
- de Laplace, I I - incidencia, 481 O vershoot, 31 I
- ventilación, 263
- deOhra, 62, 148 - nutrición, 492 Óxido nítrico. 265
Perfusión pulmonar. 23
- de Poiseuille, 61 - patogenia, 481 Oxigenación, 94
Poli neuropatía, 337. 405
Lím ite, 55. 188 - prevención. 430 - arterial. 5
- axonal. 337
- de saturación isotérmico. 80 - transfusiones, 492 - índices, 136
Posición
Lorazepam, 325 NAVA (n e u ra lly adjusted ventilato ry assist. asis­ - tisular, 5
- decúbito. 423
L P A (lesión pulmonar aguda) tencia ventilatoria regulada por estímulos Oxígeno. 29
- - decúbito lateral, 423
- definición, 223 neurales). 458 - consumo. 17. 29. 135, 181. 349 - - prono, 424
- edema alveolar. 232 - ciclado, 459 - contenido, 36
- del paciente ventilado, 423
- medidas adyuvantes, 265 - disparo, 458 venoso, 23
- prona. 259
- - balance hídrico, 265 - nivel 459 - fracción inspirada, 95. Véase también FIO> - supino, 21
- - conicosteroides, 266 Nebulización(es), 487 (fra cc ión in sp ira to ria de oxígeno) - Trendelemburg invertido, 427
Nebulizador(es), 69. 431 - presión arterial. 94
M Postcarga del ventrículo
- cuidados, 74 - presión parcial, 94
- derecho. 150
Maniobra - neumático, 69 - transporte, 40 - izquierdo, 154
- de aperara. 234. Véase también M a n io b ra de - de pequeño volumen. 69f Oxihemoglobina, 38 - - en la V N I, 392
reclutam iento - ubicación, 72 Oximel ría de pulso. 97. 417. 426
- - pulmonar. 254
Precarga del ventrículo
Neumoría asociada con la ventilación. Véase - limitaciones. 97
- reclutamiento, 255 - derecho, 143
NAV { neum onía a so cia d a a la ventilación
- - alveolar, 247 - izquierdo. 140, 152
m ecánica) P
Presión!es), 54, 178, 192
- complicaciones, 257 Neumonocitos, 164 Paciente pediátrico, 464 - abdominal, 149, 244
- contraindicaciones. 257 N eu rally A d ju ste d Ventilatory A ssist . 458 - características. 464 - alveolar, 6. 105. 106. 151
- en SD R A tardío, 258 - - anatómicas, 464 - - IRV, 210
Máscara O - - fisiológicas. 464 - - media, 13, 106
- facial, 376 Obstrucción al flu jo aéreo. Véase O FA (obstru - pared torácica. 465
- - total. 377 - - de oxígeno, 31
ción a l f lu jo a é te o ) Pa 0 2/F I0 2, 32. 161, 182 - - en PCV. 209
- nasal. 376 O FA (obstrucción al flujo aéreo) - P EEP. 285
- aplicada, 455
Matriz extracelular, 167 - aerosoles, 28.5 Pausa
- de la arteria pulmonar, 151
M D I (inhaladores de dosis medida), 70 - auto-PEEP. 279, 287 - espiratoria, 106, 112.279.455 - arterial
- ubicación, 73 - - complicaciones, 279 - de fin de inspiración, 118. 281
Mecánica - - de dióxido de carbono. 93. Véase D ióxid o
- - estimación. 2"9 - al final de la espiración. I 18
- pulmonar, 101 de carbono presión a rte ria l
- definición. 274 - final de la inspiración, 105
- torácica, 101 - - de oxígeno, 94. Véase Oxígeno. presión
- epidemiología, 274 ¡nspiratoria, 185. 192. 193 a rte ria !
Membrana alvéolo-capilar, 35 - fármacos, 28:5 P C V (ventilación controlada por presión), 18. - atmosférica, 6
Metahemoglobinemia, 97 - - (k-adrenórgicos, 286 114. 185. 207.215,374.426
Midazolam, 324 - auricular derecha, 143, 148
- - corticosteroides, 286 - características particulares. 208 - barométrica. 32
Miopatía, 337 - fisiopatología, 27*- - complicaciones. 208
Modos ventilatorios, 177. 188 - de base, 106
- flujo inspiratorio, 277 - desventajas. 187
- duales, 184. 440. Véase también C o n tro l d ual - circulante. 145
- hipo>emia. 275 - cn pediutríu. 467
- limitados por presión. 384 - crítica. 12
- humUiticaciOn. 2*6 presión alveolar. 209
• - de uperturu. 242. 244. 246
502 Í n d ic e a n a l ít ic o Ín d ic e a n a l ít ic o 503

Presión(es) (C onr.) - manejo de la vía aérea, 484 Relación - convencionales, 236


- - de cierre, 12,26, 133, 232 - nutrición. 488 - I:E inversa, 449 - mortalidad. 162. 225c
- enclavamiento de la arteria pulmonar, 155 - posición del paciente. 484 - inspiración/espiración. 185. 189 - óxido nítrico, 265
- esofágica, 6, 142 - procinéticos gástricos. 491 - PaO:/F I0 2, 32. 96 - PCV. 237
- espiratoria máxima, 364 - sedación, 491 - Pi/Pimax. 353 - en pediatría. 468
- al final de la espiración, 106 - traqueostomía. 488 - ventilación/perfusión. 23. 31. 36, 37f, 179 - P E E P , 124. 236
- inicial. 105 - ventilación no invasiva (V N I). 487 - en decúbito prono, 260 - presión meseta, 238
- inspiratoria, 33 Producto tensión-tiempo, 134 Remifentanilo, 323 - prostaciclina, 265
- - máxima. 135, 183, 353 Profilaxis Resistencia(s). 54. 103. 118. 299. 419. 455 - pulmonar. 224
- - de oxígeno, 33 - tromboembolismo, 405 - adicional, 128 - recuperación, 267
- inlratorácica, 141 - úlcera de estrés, 490 - arterial, 145 - respuesta inflamatoria, 226
- de llenado cirulatoria media, 143 Propiedades estáticas - espiratoria. 129, 453 - sobredistensión. 228
- máxima, 420 - del pulmón, 8 - - cálculo, 129 - surfactante. 265
- media, 13. 106,448 - del tórax. 8 - inspiratoria. 15. 126 - tomografía computarizada. 228
- meseta. 12. 103. 192.417 Propofol, 325 - máxima. 127 - VC V, 237
- mínima. 420 Prostaciclina, 265 - mínima. 128 - ventilación mecáncia, 236
- muscular. 299. 303 Protocolos - en el paciente pediátrico, 465 - - en decúbito prono. 259
- objetivo. 444 - analgesia, 315 - de la pared torácica, 125 - V N I. 389
- pericárdica. 141 - automatizado, 456 - pulmonar, 125 - volumen corriente. 236. 237
- pico, 16. 103, 192.417 - sedación, 315 - del tejido pulmonar, 125 Secreciones, 76
- platean. Véase Presió n meseta Prueba - vascular pulmonar. 150. 151 f - aspiración, 76. 41 I
- pleural, 6, 102, 107. 141 - respiración espontánea, 458 - venosa, 145 - - necesidad, 414
- positiva - con tubo (en) T. 360 - de las vías aéreas. 14, I5f, 24. 125 - técnica, 4 12c
- - bifásica en la vía aérea. Véase B IP A P - diaria, 360 Respiración - cantidad. 413
(presión /tosí ti va b ifásica en la vía - - múltiples. 360 - asistida. 194 - consistencia, 4 13
aérea) - de ventilación espontánea, 354. 370 - espontánea. 446 - cuantificación, 364
- - espiratioria, Véase P E E P (p resión p ositiva - - intolerancia. 371 - paradójica, 182. 275. 349 - orofaríngeas, 407
de fin de esp iració n ) - - en pediatría. 477 - rápida y superficial, 183.348 - subglóticas, 4 14
- de retroceso elástico, 133 - - con tubo en T, 354, 344. Véase también - - PSV. 205 - vía aérea. 426
- sobreimpuestas. 232 Destete y P V E (p ru eb a de ven tib i­ Ventiladores, Véase Ventiladores - volumen. 364
- soporte. Véase P S V (ven tilació n co n presión d ó n espontánea) Retorno venoso, 139, 144 Sedación. 3 17, 404
de soporte) P S V (ventilación con presión de soporte), 114. R ise tim e, 311. 382. 386 - interrupción diaria. 339
- con volumen asegurado. 44 If. Véase 203. 204f, 215. 374 Risperidona. 329 - suspensión. 335
VA P S ( Vola me A ssured Pressu re - asi nerón ía. 309 R S S (R am say sedation se ale). Véase E s e a la (s ), - valoración. 332
Support. p resió n de so p o rte con - ciclado, 204. 309 de Ram say (R S S ) Shunt. 39
volumen asegu rodo) - - criterios. 312 Run a w a y , 456 - fisiológico, 32
- transdiafragmática. 134 - complicaciones, 206 S IM V (ventilación mandatoria intermitente sin­
- transmural, 168, 231 - efectos, 205 S cronizada). 201 f
- - ventrículo izquierdo, 154, 392 - programación. 206 S D R A (síndrome de dificultad respiratoria - destete, 203
- transpericárdica, 142 - riso tim e, 204 aguda), 33. 42c. 96. 161. 221 - desventajas, 202
- transpulmonar, 6. 8f, 24. 107, 141, 150. 151 - trabajo respiratoiio, 205 - B a b y Lung. 228 - en pediatría, 467
- transtorácica. 107 - utilidad clínica, 206 - barrera hemato-gaseosa. 166 - técnicas. 200
- traqueal, 453 Punto de inflexión. -> - clasificación, 223 - a demanda. 201
- de vapor de agua, 32, 78 - inferior, 121. 234, 240 - colapso alveolar, 233 - - flujo continuo. 200
- en la vía aérea, 6, 140, 299 - superior. 121.234,240 - comportamineto alveolar. 231 - ventajas, 201
proximal. 103. 104f P V E (prueba de ventilación espontánea). 344. - curva presión/volumen. 165. 238 Sincronía paciente-ventilador. 453
- yuxtacardíacas, 141 Véase tambici Destete - definición. 161. 223 Síndrome
Pressure Augm enta/ion, 442 - con tubo en T (T T ), 360 - distensibilidad. 238 - de dificultad respiratoria aguda. Véase SD R A
Pressure Regulated Volunte C o rito !, -145 - elastancia, 224 - Guillain Barré. 337
Prevención de la neumonía asociada a la ventila­ R - elección de la F1Ü_>. 258 - de respuesta inflamatoria aguda. 162. Véase
ción mecánica (N A V ) Rampa de presurizición. 307, Véase también - ensayos clínicos. 172. I73f también S IR S
- antibióticos. 491 Pise tim e - epidemiología. 224 S IR S . 162. 171. 338
- control, 491 R A S S (R ich m o n d A g iia tio ri Sed atio n Sea le). - estrategia ventilatoria, 245 Sistema(s)
- endovenosos, 489 Véase Escala(s-), de Richm ond (R A S S ) - evolución, 225 - de alarmas. 56
- - nebuIizados. 491 Reclutamiento, 109, 172 - extrapulmonar. 224 - de aspiración. 59. 89
- aspiración subglótica. 484 - inspiratorio, 229 - fisiopatología. 163. 225. 230c - - abiertos, 77
- descontaminación. 489 - potencial. 245.250 - hipoxemia. 258 - - cerrados, 76, 412, 485
- disminución de las defensas 492 - - mortalidad. 1 56 - incidencia. 162 - recambio, 77
- educación. 482 Región(es) - lesión. 163 - - subglótica. 63
- higiene, 483 - dependientes, U 5 - directa. 163 - basados en el conocimiento. 456
- - Je manos, 483 - no dependientes 166 indirecta. 163 - pasos. 457
- - oral. 489 Reintubación. 364 - modos vcntilutoríos, 236 - con bucle cerrado, 450
504 Ín d ic e a n a l ít ic o Í n d ic e a n a l ít ic o 505

Sistema(s) (C o n t.) - desventajas, 365 Vasoconstricción pulmonar hipóxica. 38, 150. - - O FA . 273
- circulatorio, 144 - percutánea, 365 424 - - pediátrica, 463, Véase V M p ed iátrica
- de flujo continuo. 2 13 - tim ing, 366 V C V (ventilación controlada por volumen), 18, - - con presión positiva, 180
- de humidificación. 59 - ventajas, 65 187, 374. 385 - - suspensión, 343, Véase también Destete
- - activa, 82 Trigger. Véase también D isp aro - desventajas, 186 - minuto. 30
- de presión binivelada. 382 - espiratorio. 302, 382. 386 - flujo inspiratorio, 186 - no invasiva. Véase V N I (ven tilació n no in vasi­
- de respaldo, 57 - inspiratorio. 382 - onda de flujo. 185 va)
- respiratorio, 14, 117 Tube Com pensation, 453 - en pediatría. 468 - - a presión positiva. 374
- capacidad. 346 Tubo endotraqueal. 60 - ventajas, 186 - presión de soporte variable ( V ariab le Pressure
- - cargas, 346. 348c - balón. 61. Véase también B a ló n traqueaI - volumen corriente, 186 Support, V P S ), 443
distensibilidad. 119 - cambio de posición. 411 Vena cava superor, 155 - con presión positiva continua, 45, Véase
- - ecuación de movimiento, 299 - compensación automática, 450 - colapso inspiratorio, 157 C P A P (ve n tila ció n p o sitiva continua en
- - elastancia. 119 ventajas. 453 Ventilación la vía aérea)
impedancia, 117 - espacio muerto. 61 - de alta frecuencia, 222. 264 - pulmonar. 5
- - mecánica, 297c - fijación, 409 - - jet. 264 - con relación I:E invertida. 209. 234
- - del paciente pediátrico. 464. Véase tam­ - - método. 410 - oscilatoria, 264 - por sensado de la actividad eléctrica del dia­
bién Pa cie n te p ed iátrico - en pediatría, 471 - alveolar, 5, 34, 179.440 fragma, Véase NAVA (n e u ra lly adjusted
- - propiedades mecánicas, 303 - elección. 471 - asistida, 196f ven tilato ry assist. asisten cia ven tilato ria
- de seguridad. 56 posición, 472 - asistida. 109. 195 regulada p o r estím ulos n eu rales)
- válvulas a demanda, 214 - - sin balón. 4 7 1 - - proporcional. 385.454 - con soporte adaptable. 450
Sm artC are. 458 - presión del manguito. 485 - - - presión aplicada. 455 - soporte de volumen ( Volunte Support, VS). 443
Sobredistensión, 109, 166. 172 - resistencia. 61. 452 - por circuito cerrado. 439 Ventilador(es)
- alveolar. 107 - trabajo respiratorio. 61 - control central. 298. 445 - clasificación, 44, 49c
Streesed volante. 147 - ubicación, 408 - controlada, 7. 194. 195, I95f - - funcional. 46
Stress index, 248, Véase también In d ice Je estrés - - por flujo, 184 - - temporal, 44
Surfactante. 164. 265 U - - por presión. Véase P C V (ven tilació n - definición. 44
- SD R A . 229 Ulceras controlada p o r presión ) - fuentes, 50
- por decúbito, 403. 424 - - por volumen. Véase V C V (ven tilació n - funciones. 48
T - de estrés. 490 controlada p o r volum en) - mecanismos generadores de flujo. 5 1
Tensión prevención. 406 - en decúbito prono, 234, 259 - microprocesados, 46, 52. 397
- circunferencial, 168 profilaxis, 490 - complicaciones. 262 - partes fundamentales, 47
- longitudinal. 168 Unstressed volunte, 147 - - contraindicaciones. 262 - de presión positiva, 48
- superficial. 168. 238,264 - duración, 262 V ía aérea
Tiempo(s) V - - efectividad, 260 - artifical. 294
- espiratorio, 189. 302 Válvula, 295 - - mecanismo de acción, 260 - artificial, 60. 88. 126
- - mecánico, 302 - antiasfixia. 377 - - mortalidad. 259 - aerosolterapia. 75
- - neural, 302 - espiratoria. 295, 312. 420 técnica, 260 - - cuidados. 409
- - OFA, 277 - de exhalación. 382 - espontánea, 7. 343 - - NAV. 484
- - - optimización. 282 - inspiratoria. 305 - liberación de presión cn la vía aérea, Véase - - resistencia, 453
- inspiratorio, 116, 185. 189. 444 Vapor de agua. 78 A P R V {ven tilació n con lib e ra ció n de - - retiro. 344
- - en IRV. 209 V A PS ( Volunte A ssured Pressure Sttpport. pre­ presión en lu vía aérea) - colapso. 16
mecánico, 301 sión de soporte con volumen asegurado). - líquida. 222 - obstrucción posextubación. 364
- - neural, 301 442 - - con perfluorocarbono, 263 - en el paciente pediátrico. 465
- - en PCV. 187 Variable Pressure C ontrol. 445 - mandatoria. 45 - presión, 101
T N F (factcr de necrosis inmoral alfa), 17I Variable Pressure Su p o n . 443 - - intermitente, 45, 200 - valoración, 418
Tomografía Variable(s) sincronizada. 200 V I L I ( ven tilato r induced lung in ju ry, lesión pul­
- computari/ada (T C ). 221 - condicionales, 53 - - minuto, 438 monar inducida por la ventilación mecáni­
- - P E E E 249 - de control. 53. 55, 184. 188. 215 - - - indicaciones, 439 ca). 162. 169, 222. 227
- - del tórax. 249 - de fase. 53. 55. 56f. 184. 188. 2 15 - mecánica. 3. 43, 177 - atelectrauma. 229
- por impedancia eléctrica. 242 - inspiratorias, 189 - aerosolterapia, 68 - barotrauma. 227
- - curva P/V. 242 - - flujo, 192 - - en cardiopatías congénitas. Véase - biotrauma, 230
- - en la LPA . 243 - - presión. 192 C ard io p atías congénitas - citocinas. 170
- - PEEP. 250 - - tiempo, 189 - controlada. 443 - fisiopatología, 227
Trabajo respiratorio, 17. 25. 134. 181. 299, 38 I, - volumen. 190 - - cuidados del paciente, 401 - mecanismos de lesión, 169
453,477 Variación de la presión - desconexión, 337 - - biofísica, 169
- auto-PEEP. 347 - arterial, 140 invasiva, 376 - - bioquímica, 170
- distensibilidad, 347 - - sistólica. 155. 155f - - modos, 177 - volutrauma, 227
- resistencia. 347 - de pulso. 140, 155 duales, 440 V M (ventilación mecánica)
Traqueostomía, 64. 4 1 I. 472. 488 Vaso(s) nuevos, 437, Véase también M odos - dificultad respiratoria, 293
- beneficios. 365 - alveolares, 150 ven tilato rias nuevos - indicaciones, 181
- complicaciones, 65. 365 - extraalveolares. 150 objetivos, 4 - objetivos. 180
- destete. 365 - pulmonares, cn el paciente pediátrico, 465
506 Í n d ic e a n a l ít ic o

V M (ventilación mecánica) (C o n i.) - ventiladores microprocesados. 384


- pediátrica, 463 Volemia, 139
- - causas, 466c Volunte co n tro l p lu s. 445
- complicaciones. 466 Volunte Su p p o rt , 443
- - destete. 476 Volunte Ventilation P lu s. 445
- epidemiología, 465 Volumen, 54, 101, 178, 190
modos ventilatorios, 467 - alveolar, 31
- - mortalidad, 467 - atrapado. 113. 278f
prolongada, 477 - - de gas, 279
mortalidad. 478 - de cierre, 209
- en el SD R A . 221 - compresible, 114, 473
V N I (ventilación no invasiva), 63, 373 - de compresión. 66. 88
- aerosoles, 379 - corriente, 5. 31
- en asma grave, 392 - - alveolar, 252
- complicaciones. 388. 397 - - espirado O FA . 279
- contraindicaciones. 376 mínimo, 441
- CPAP. 381 - - en pediatría, 467
- criterios éxito. 389 - espacio muerto. 23
- destete, 362 - de fin, 13
- - fallo. 394 - - de espiración, 13
- en la dificultad respiratoria posextubación. - de inspiración, 113
396 O FA . 279 G a rcía G il • M ensa
- dispositivos, 380 - minuto. 18 Terapéutica M édica en Urgencias
- - de presión binivelada, 381 - espirado, 18, 186
- EA P. 374 - - - bajo. 421 2aedición
- E P O C . 373. 390 - espontáneo. 438
5 4 4 p á g in a s / Rústica / 1 0 x 1 5 / 2 0 1 0
- fallo. 387. 392 - - mínimo. 442
- de la extubación. 395 - - respiratorio. 34
- F IO :, 383 O FA . 282
- humidificación. 379 - pulmonar, 5
- implementación. 386 - - medio, 13
- en inmunodcprimidos, 393 - dc relajación. 6. 132
- interfaces, 376. 380c - residual. 16. 190 . 1
- en la LPA , 393 - sistólico. 139. 141, 153 Esquinas Roongutr-

- neumonía. 393 Volutrauma. 180. 227


Peum ocystis c a r in ii . 394 (.uí.i K s e n r in l dc*
- en pediatría. 474 YV M e t o d o l o g í a i*n

- - interfaz. 474 W eaning. 345. Véase Destete V e n t ila c ió n M e c á n ic a


- objetivos, 474c no In v a s iv a

- - programación inicial. 475c Z
- posextubación, 358. 362 Zonas
- selección dc pacientes. 375 - dependientes, 21
- transplante. 394 - de respiración confortable, 4571
- trauma de tórax, 394 - vasculares abdominales. 149
- utilización, 374 - de West. 22. 36f
- ventajas. 375

Esquinas R o dríguez
Guía Esencial de M etodología en
Ventilación Mecánica No Invasiva

650 p á g in a s / R ú s t i c a / 1 1 x 1 8 / 2 0 1 0

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