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Una vez determinada la criticidad del equipo ya se tiene el primer paso para poder decidir el
modelo de mantenimiento a aplicar.
Equipo crítico: El modelo de mantenimiento puede ser cualquier de los tres correspondientes
al Mantenimiento Programado.
Equipo importante
Si la parada no presenta una gran obstrucción en el ritmo de producción los costes de las
averías pueden ser asumibles y el modelo será correctivo; caso contrario el modelo será
cualquiera de los tres.
Si el equipo necesita necesita mantenerse funcional la mayor parte del tiempo (90%), el
modelo a aplicar será de Alta Disponibilidad. Este modelo se caracteriza por ser más costoso,
más completo y no incluye reparación de averías.
Si el equipo que tiene una disponibilidad media (no funciona las 24 horas) el modelo a aplicar
será Sistemático. Aquí se enmarca a aquellos equipos que no tienen una función continua.
Si los equipos tienen la posibilidad de fallo muy baja o con una disponibilidad baja de igual
forma (equipos de aplicación ocasional) el modelo a aplicar será Condicional. Aquí se
puntualiza realizar pruebas funcionales o ensayos.
Finalmente, se valora los aspectos complementarios relativos sobre las normativas legales de
aplicación y la necesidad de realizar contratación de mantenimiento a personas externas como
los fabricantes o especialista.
Nota: Una vez aclarado que modelo corresponde a cada equipo se identifica que equipos están
sometidos a normativas de regulación.