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Neville Goddard (6 de mayo de 1969)

CRISTO EN TI

“Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os


reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en
verdad no paséis la prueba?” (2da. Corintios 13: 5) Ahora, la fe no está completa hasta
que a través de la experimentación ¡se convierta en experiencia! Cuando tú pruebas al
Cristo en ti y pruebas por experiencia que funciona, entonces tú tienes la fe. Pero primero
debes encontrar quién es Cristo, dónde está él, y qué es él. No eres llamado para probar
una tradición del hombre como algo en el exterior, ¡sino a Cristo Jesús que está en ti!

Quizás escucharon las noticias esta noche, de que los católicos acaban de eliminar a
cuarenta santos. Por cientos de años, millones de personas han orado a San Cristóbal, y
aun así ahora se les dice que él nunca ha existido. ¿Cuántas medallas de San Cristóbal y
figurines se han vendido para proteger a aquellos que fueron a la batalla o han viajado
lejos? Creyendo que era el santo del viajero, ¿Cuántos pusieron su fe en él? El Canal de
Santa Bárbara fue nombrado por la Santa Bárbara, quien ahora se cree que nunca existió,
aun así ¡es la causa de la reciente ruptura del oleoducto!

Si leen las escrituras cuidadosamente (y no siguen a la manada) verán que no hay


intermediario entre tú mismo y Dios. No hay sacerdote, ni santo, ni ministro, ni maestro de
la verdad, o los tales llamados sanadores que puedan ser intermediarios entre tú y Dios.
Cristo en ti es la esperanza de la gloria. Tú debes examinarte a ti mismo para ver si estás
en la fe. Examínate a ti mismo. ¿Acaso no te das cuenta que Jesucristo esta en ti? Si te
das cuenta, ponlo a prueba. Él es tu poder para crear, tu poder para imaginar todo – ya
sea lo bueno, lo malo o lo indiferente.

El capítulo 14 del libro de Juan comienza: “no se turbe vuestro corazón”. Esta declaración
es repetida de diferentes maneras una y otra vez por el maestro de las almas – que es
Cristo en ti, porque cuando él despierta, el miedo desaparece. Despierto, él te urge a que
no temas, que no tengas miedo, que no se turben. Un tirano no podría existir sin miedo. Él
debe matarnos de miedo antes de que pueda dominarnos. Al asesinar a millones (y tú
tienes miedo de ser el siguiente) él te tiene bajo su poder. Pero si tú sabes que ni tú ni tu
familia pueden morir, no tendrás miedo y entonces, no habría un tirano. La tiranía sólo
puede existir en un mundo aterrorizado. Así que, la Imaginación despierta comienza en el
capítulo 14 de Juan al decir: “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también
en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho;
porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para
vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis
también vosotros. Y ustedes saben a dónde voy, y saben el camino.” Luego Tomás dijo,
“Señor, no sabemos a dónde vas; ¿Cómo podemos saber el camino? Jesús le dijo: «Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieran,
también conocerían a mi Padre; y desde ahora lo conocen, y lo han visto.” Felipe le dijo:
«Señor, muéstranos el Padre. Con eso nos basta.» Jesús le dijo: «Hace ya tanto tiempo
que estoy con ustedes, ¿y tú, Felipe, no me has conocido? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos al Padre”?».

Tomemos a este verso en este nivel primero, y luego lo llevaremos a un nivel más alto. En
la casa de mi Padre hay muchas moradas. La palabra “morada” traducida, significa:
“quedarse en cierto lugar; estado; relación; o expectativa.” Existen infinitos estados desde
los cuales tú puedes ver al mundo. Tú podrías entrar a un estado y permanecer allí hasta
que se convierta en tu hogar, o podrías simplemente estar de pasada por un momento,
pero es un estado, una de las muchas mansiones de tu Padre. Elige la mansión en la
casa de tu Padre a la que quisieras entrar. Asume que ya estás allí. Siente la realidad del
estado rodeándote, y tú has arribado. Tu sueño ahora es real, ¡pero debes permanecer
allí!

Cuando te vayas de este auditorio esta noche, tú esperas volver al lugar que has dejado
para venir aquí. En este momento este auditorio es sólido y real, mientras que tu hogar es
sólo una imagen mental. Así que ¿Qué es un hogar? Es el estado al que tus
pensamientos vuelven constantemente. ¿Estás pensando desde el estado que deseas?
¿O es tu sueño tan solo una fantasía pasajera, un sueño despierto que tú disfrutas por el
momento y luego lo sueltas? Tú puedes darte cuenta si estás permaneciendo en tu casa
de deseo, al observar tus pensamientos, porque el estado al que tú vuelves
constantemente, constituye tu lugar de residencia.

Cuando imaginaste que eras la persona que querías ser y escuchaste a tus amigos
regocijarse por tu buena fortuna, entraste en aquel estado y preparaste el lugar en el cual
morar; porque en ese momento Cristo en ti le estaba hablando al tú externo y racional.
Como tu propia maravillosa imaginación humana, Cristo te está diciendo que él sabe que
tienes miedo; que tienes obligaciones en la vida que deben ser resueltas, pero que no
tengas miedo porque: “yo voy a preparar un lugar para vosotros.” Sabiendo esto, cierra
tus ojos físicos al mundo que te rodea, y no dejes que tu corazón se turbe, ni permitas que
tenga miedo, ¡porque todas las cosas son posibles para Cristo en ti! Déjale preparar el
estado, porque él es el camino a su cumplimiento.

Cerrando los ojos en contra de los hechos de la vida, atrévete a asumir que estás viendo
y escuchando lo que verías y escucharías si tu deseo fuera verdad. Ahora, sintonízalo
como sintonizarías una radio. Si cuando prendes la radio, se escuchan cuatro o cinco
estaciones al mismo tiempo, tú no podrías soportar la confusión, y apagarías la radio. Así
también es con tu imaginación – debe ser finamente sintonizada. Ahora, ninguna radio ni
televisión es comparable contigo, porque aquello que la mente crea no puede ser más
grandioso que la mente que lo creó. Estamos asombrados por la perfección del pequeño
instrumento llamado radio, porque puede producir sonido de la nada misma, y aun así la
mente que está asombrada, es aquella que la creó. Nuestra radio o televisor, puede ser
llevada por cualquier parte de la casa o el patio, sin conexión a una carga eléctrica, y aun
así el sonido y la imagen salen perfectos, y cualquier estación (o canal) puede ser
alcanzada por un mero giro de la perilla. En este momento, todo lo que está siendo
transmitido o televisado en el mundo, está en esta habitación, pero no lo hemos
sintonizado.

Ahora, tú tienes un instrumento infinitamente más grande que cualquier radio o televisión,
pero debe ser prendido y finamente sintonizado. Piensa en un amigo que se regocijaría
verdaderamente por tu buena fortuna. Sintonízalo hasta que su voz sea la única que
puedas escuchar. Déjale que te diga su excitación por tu buena fortuna. Escúchalo
cuidadosamente hasta que su voz sea clara como el cristal, y hasta que puedas escuchar
la oración que has puesto en esa voz. Ahora, cree en su realidad. Si lo haces, estás
viviendo por este principio y no meramente aceptando la fe Cristiana como sustituto de
vivir en él.
¿Puedes imaginar el escándalo que está sucediendo en el mundo Católico esta noche,
ahora que las cortes han sacado cuarenta de sus tales llamados santos? La mitad de mi
familia es católica. Realmente espero que mis hermanos protestantes, que no se han
casado con chicas católicas, sean lo suficientemente grandes como para mencionarlo.
Recuerdo hace veinte años atrás cuando mi esposa y yo visitamos a una familia católica.
En ese momento mi esposa me dijo: “son ardientes católicos, pero no saben nada de ti
excepto que eres protestante y no eres salvo.” Luego de una bella cena, nos sentamos
junto a la piscina y observamos a sus tres hijos nadar. Cada muchacho tenía una medalla
de San Cristóbal en su cuello. Uno ya tenía tres años en el sacerdocio cuando renunció,
se unió al ejército, y volvió sin poder oír. Otro volvió sin un pie, y el tercero sin un brazo.
Me dijeron que ellos creían que sin sus medallas hubiesen muerto. Bueno, me pregunto
qué le pasará a esa familia ¡cuando se enteren de que San Cristóbal nunca existió! El
único Cristo que siempre ha existido está dentro de ti, como tu propia maravillosa
imaginación humana. Nunca hubo otro.

Cuando uno, habiendo despertado, descubre que todo lo que ha sido anunciado en la
biblia está tomando lugar en él, sabrá quién es realmente el Mesías. Él contó su historia,
mientras que algunos creían y otros no le creían. Aquellos que la escucharon y le
creyeron escribieron sus experiencias en la forma de una historia, porque la verdad es
mucho más aceptable cuando se cuenta en forma de historia, como en nuestros cuatro
evangelios. Pero un día seremos lo suficientemente grandes para escucharla sin la forma
de historia que nos ayuda.

La redención fue anunciada en el Viejo Testamento, pero no fue entendida por aquellos
que la escribieron. Los profetas que profetizaron la venida del Mesías buscaron e
investigaron sobre esta gracia que debía ser nuestra, y les fue revelado que no era para
que ellos la conocieran. El tiempo todavía no había venido, porque era para nosotros.
Ahora que los horrores han sido cumplidos, el Mesías que fue enterrado en nosotros
antes de que el mundo existiera, está comenzando a erupcionar en el individuo. Todo lo
que se dijo de Jesucristo será realizado en ti individualmente, porque la biblia fue escrita
sobre ti.

Ahora, antes de que venga el Mesías, tú puedes poner su palabra a prueba. Si Cristo es
tu propia maravillosa imaginación humana y todas las cosas – sean buenas, malas o
indiferentes – son creadas por él, tú puedes imaginar cosas desagradables y perpetuar su
imagen. Decir que Cristo sólo hace lo bueno y el diablo hace lo malo es falso, porque el
diablo es tan falso como Cristóbal. Cuando tú dudas el poder de Cristo en ti – eso es el
diablo. A menos que realmente creas que “yo soy” es el ser que estás buscando, y le oras
solamente a él, al ejercitar tu imaginación humana, nunca alcanzarás tu deseo, porque la
consciencia es el único poder que puede dártelo.

Esta noche, pregúntate a ti mismo, de qué serías consciente de escuchar, ver y


experimentar, si tu deseo fuese ahora cumplido. Si lo que te digo es cierto y tu
imaginación es el creador de todas las cosas, entonces deberías ser capaz de comprobar
su poder al probarlo. Te digo: no existe intermediario entre tú y Dios. Si tan solo testearas
este poder dentro tuyo, se probaría a sí mismo en acción. Luego sabrías quién es Cristo
realmente.

Ahora, nadie viene al Padre excepto por mí, y te voy a decir exactamente cómo venir al
Padre. No está explicado en las escrituras. Lo busqué, pero no pude encontrarlo, hasta
que él se reveló en mí. Un día, él se va a revelar en ti, porque verás a un muchacho,
elegido por Dios para ser su hijo. El muchacho será rojizo de cutis, muy buen mozo, con
hermosos ojos. Él estará en sus comienzos de adolescencia. Cuando lo veas a los ojos,
tú sabrás exactamente quién es él, y quién eres tú. Entonces, y sólo entonces, tú sabrás
que tú eres Dios el Padre. Así que, nadie viene a la consciencia de ser Dios el Padre
excepto por revelación de David, porque él es aquel por el cual tú te haces consciente de
la Paternidad.

En este mismo capítulo 14 de Juan, Imaginación Despierta hace esta pregunta: “Hace ya
tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿Y tú, no me has conocido? El que me ha visto a mí,
ha visto al Padre; ¿Cómo entonces dices: Muéstranos al Padre?” David es uno con su
Padre. Él es unido al Señor, habiéndose hecho un espíritu con él. Así que, la única forma
que podrías encontrar al Padre dentro tuyo es traer a su hijo David. Se nos dice en el
salmo 89: “He encontrado a David. Él me ha clamado: “Tú eres mi padre. Eres mi Dios, la
roca de mi salvación”.

La palabra “encontrado” escrita aquí, si se toma solo por superficie, implica que David
estaba perdido; pero la palabra significa, “llevar adelante uno que estaba atrás”. David, la
juventud eterna, fue puesto en la mente del hombre, para que el hombre no pueda
descubrir qué es lo que Dios ha hecho desde el comienzo hasta el final, cuando el lleva
adelante aquello que estuvo detrás todo el tiempo, esperando para salir. Nunca sabrás
que eres Dios el Padre hasta que David aparezca y te llame Padre. Es él quien declaró en
el segundo Salmo: “Ciertamente anunciaré el decreto del Señor que me dijo: “Mi Hijo eres
tú, yo te he engendrado hoy.” (Salmo 2: 7) En mi propia experiencia, yo sentí una
explosión en mi cráneo, y cuando todo se calmó yo vi a mi hijo apoyándose al costado de
una puerta abierta, observando una escena pastoral. Cuando se dio vuelta y me vio a mí
parado a su derecha, yo supe que era su padre, cumpliendo las escrituras.

Los evangelios son la historia más verdadera jamás contada, pero el hombre, a causa de
sus tradiciones, ha vaciado la palabra de Dios, y construyó un concepto estúpido llamado
“santos”. ¿Qué hombre sobre la tierra puede ser un santo? Los únicos santos son los
redimidos, aquellos que forman el cuerpo del Señor resucitado. Déjenme que les diga:
todos están predestinados para esa redención. Ni uno solo será perdido, así que ¿para
qué elegir a alguien y llamarlo santo, para luego negar que alguna vez fue Cristiano?
Hasta sacaron a San Nicolás de su lista, declarando que ¡Jamás existió! aquí están los
hombres mortales, sin visión, ¡Dándose por jueces de los santos!

Les digo: sin importar lo que hagas aquí como hombre mortal, tú serás redimido, porque
la redención no tiene nada que ver con los códigos éticos del hombre. Depende
completamente del ser que está dentro del hombre, quien – habiendo interpretado todos
los roles – despierta para recibir la corona de justicia que ha estado en espera de tu
retorno. En el momento en que él despierta, tú eres redimido. Pero tus amigos saben que
eres igual de mortal, y no tienen ni la menor idea de lo que este poder es. Robert
Browning lo dijo en su poema “Reverie”:

“Desde el principio, el Poder era – lo sabía,


Lucha pero por una visión más cercana,
El amor era tan fácil de ver.”

Esto es verdad porque: antes del poder, era el amor. En mi propio caso luchar por el amor
no me lo reveló. Sólo cuando Dios en mí se mostró a sí mismo como el amor, ahí fue fácil
de ver.

Como el amor, tú ejercitarás tu omnipotente poder en el mundo venidero. Tener ese poder
aquí antes de haber sido incorporado en el cuerpo del amor, causaría estragos en el
mundo; porque el Dios del que hablo es amor infinito y poder omnipotente, y tú eres ese
Dios, pero no lo sabrás hasta que tu viaje esté completo. Sólo cuando él complete el viaje
se mostrará a si mismo ante ti – su emanación – al abrazarte en su propio ser. En ese
momento dejarás de ser otro, porque te harás uno con el Dios Viviente. Luego contarás tu
historia a todos los que quieran escucharla. Algunos te creerán, y otros no te creerán,
pero la contarás hasta que te desprendas de tu vestidura mortal por última vez, para
convertirte en uno con el Señor resucitado, que está formado por todos los redimidos de
la humanidad. Y en el final, cuando todos sean redimidos, este ser que ya era antes de
que el mundo existiera, será más poderoso, más sabio, y más glorioso, por su viaje hacia
el mundo de la muerte.

Esta noche, aprende a sintonizar finamente tu imaginación. Conociendo la voz de tu


amigo, sintonízalo a él. Determina las palabras que quieres que él diga, y escucha
cuidadosamente. Sintonízalo hasta que sus palabras sean finas y claras, y luego cree que
lo has escuchado. Piensa que realmente ha sucedido. Si lo haces, sucederá. Cuándo, no
podría decirlo, porque cada acto imaginario es como un huevo, y no hay dos huevos (a
menos que sean de la misma especie) que tengan el mismo intervalo de tiempo de
incubación. El pequeño pájaro sale en tres semanas, una oveja en cinco meses, un
caballo en doce meses, un humano en nueve meses. Tu acto imaginario tiene su hora
predeterminada para madurar y florecer. Si pareciera que se demora, espera – porque
ciertamente vendrá, y no se demorará para lo que es. (Aproximadamente Habacuc 2: 3)

Un acto imaginario es un acto creativo, porque en el momento en que se siente, la semilla


(o estado) es fertilizada. Tomará cierto rango de tiempo para que nazca, así que comienza
hoy, al asumir que eres el hombre, o la mujer que quisieras ser, y permite que la gente, en
el ojo de tu mente, refleje la verdad de tu asunción. Permanece fiel a tu asunción. Persiste
en este pensamiento, porque la persistencia es el camino para traer tu deseo a la
manifestación. Tú no persistes a través del esfuerzo o del miedo, sino al saber que tu acto
imaginario es ahora un hecho; espera su nacimiento, porque vendrá.

Ahora, una amiga me escribió contándome que en su sueño ella estaba caminando por la
calle, sosteniendo un pez en sus manos. El pez parecía estar muerto, pero ella aún sentía
su pulso. Determinada a mantener al pez vivo, ella encontró un vaso, lo llenó de agua, y
puso al pez adentro. Luego despertó, escuchando una voz masculina que decía: “Oh, mi
querida”.

Cada sueño contiene dentro de sí la capacidad de significancia simbólica. Un pez es el


símbolo del poder de la imaginación humana. Imagínate a ti mismo deprimido, y la
imaginación te lanzará al hoyo de la depresión. Imagínate a ti mismo libre, y tu poder
imaginativo te sacará de allí, porque tu imaginación es el salvador de tu mundo. Cuando
te pierdes en el mundo del razonamiento, tu imaginación no está siendo alimentada con tu
deseo, porque el razonamiento niega su fluidez. Cristo, siendo tu imaginación humana, no
está limitado por el mundo del razonamiento, y todas las cosas son posibles para él. Si
ignoraras los hechos y caminaras en tus actos imaginarios como si tu deseo ya hubiese
sido cumplido, estarías alimentando a Cristo, y él vuelve a la vida dentro de ti una vez
más. Su sueño, creado por su propio ser que es Cristo en ella, le estaba diciendo que ella
estaba desatendiéndose a sí misma. Saber qué hacer no es suficiente. El conocimiento
debe ejercitarse. Es tan fácil aceptar la Fe Cristiana y usarla sólo para sustituir la acción, y
tan difícil vivir por ella; pero sólo cuando vives por medio de tu imaginación podrás saber
quién eres realmente.
Yo tuve una experiencia similar al de esta señora, pero la mía era en otra forma, otro
símbolo de Cristo, el cual era el cerdo. Una noche me encontré a mí mismo en un vivero
lleno de todo lo que crece. Cuando comencé a irme miré hacia abajo, y vi un pequeño
cerdo a mis pies. Lo levanté, y lo puse sobre la mesa, rompí algunas ramas de un árbol
cercano para protegerlo, y comencé a buscar comida para alimentarlo. Luego, como
sucede en los sueños, la escena cambió. Ahora estaba en un mercado de vegetales con
el cerdo a mi lado. Él había crecido en altura pero estaba muy flaco. De repente me di
cuenta que él era mío, así que me dirigí a mi pequeña hija Vicky, y le dije: “Ve a buscar
comida para que pueda alimentar a mi cerdo”. Ella respondió: “Papi, no tengo dinero”.
Luego le dije: “No necesitas dinero aquí, porque todas las cosas nos pertenecen.” Fue a
una góndola de galletitas, apiladas en forma de pirámide, y Vicky tomó una caja de la
base, haciendo que la pirámide entera se cayera.

Abriendo la caja, comencé a alimentar a mi cerdo, cuando mi hermano Víctor se me


acercó y, tomando lo que parecía ser una grasa blanca y cremosa, la esparció sobre mis
galletas diciendo: “Esto le dará sustento”. De repente, una vela encendida apareció dentro
de la mezcla, y yo dije: “La vela está encendida, y nunca más debe volver a apagarse.”
Luego estas palabras de las escrituras vinieron a mí: “Su vela está encendida sobre mi
frente, a cuya luz yo caminaba sobre la oscuridad, porque el espíritu del hombre es la vela
del Señor.” (Aproximadamente Job 29: 3)

Previo a esta visión, yo había descubierto que mi imaginación era el único Dios que jamás
existió, y aun así, a pesar de este descubrimiento, yo no lo había alimentado. Más bien,
yo continuaba usando el enfoque racional hacia la vida, al planear mi vida sobre la base
racional. Conocer un poder que no necesita el razonamiento no era suficiente; yo tenía
que ejercitar este poder dentro de mí. Y luego estuve determinado a ejercitar mi
imaginación para mí, y para otros. Yo vi que mi vela estaba encendida y supe que desde
ese momento en adelante, no permitiría que su luz se vuelva a apagar, o se debilite por
falta de uso.

Pablo dijo: “Yo soy el mayordomo (1) de los misterios.” La palabra “mayordomo”, significa:
“el cuidador del cerdo”. Se nos dice que sigamos el ejemplo del mayordomo deshonesto y
que falsifiquemos nuestros registros. Sin embargo, para ser un mayordomo de los
misterios, el cerdo debe ser alimentado, para que sepas de qué estás hablando. Debes
ejercitar tu poderosa imaginación, mañana, tarde, y noche, y nunca desatenderla.

Si esta noche le dieras a un hombre un millón de dólares para que los invirtiera, bueno, él
desatendería a su cerdo al no alimentarlo, porque él cree que lo tiene todo. Luego, una
noche, él verá a su cerdo, y se dará cuenta lo que le ha hecho al poder que tiene dentro.
Si eres un músico y dejas de practicar por una semana, no estarás calificado para dar un
concierto. Solo cuando practicas diariamente tú estás calificado. Así también sucede con
la imaginación. Debe ser ejercitada diariamente y luego un día, descubrirás a Cristo
dentro de ti, que es Dios el Padre, que viene sólo a través de su hijo David llamándote a ti,
Padre.

Ahora vayamos al silencio.

(1) Nota de la traductora: La palabra “mayordomo”, en inglés “steward”, antiguamente significaba “el
cuidador de los cerdos”.
Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es CHRIST IN YOU (Neville Goddard – 05-06-1969)

www.nevilleenespanol.blogspot.com

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