La fertilidad de cada persona bien sea hombre o mujer depende de
diversos elementos físicos, biológicos, estado de su salud y cómo
trabaje su sistema endocrino. En la mayoría de los casos la fertilidad se da en casi todos los hombres y mujeres, pero existen casos en los que estos son infértiles, es decir, no pueden tener hijos siguiendo los métodos tradicionales. Existen, aun así, formas de concebir alternativas. Es decir la fertilidad es la capacidad para reproducirse en forma que se alcance el logro de un niño sano con garantías de supervivencia y que en el transcurso del embarazo y el parto no se supongan riesgos de salud
INFERTILIDAD
La infertilidad es la dificultad para lograr o mantener un
embarazo. Los problemas de fertilidad se pueden presentar en mujeres y en hombres, y pueden tener muchas causas. La inferilidad no es únicamente “un problema de mujeres” o algo relacionado con la edad. Hay muchas cosas que pueden conducir a la infertilidad, y esta puede afectar a personas de cualquier sexo y edad. Cuando a una pareja le cuesta lograr un embarazo, cualquiera de los dos (o ambos) tienen las mismas probabilidades de ser la causa. Por eso, generalmente, se les hacen pruebas de infertilidad a ambos miembros cuando una pareja tiene dificultades en quedar en embarazo Infertilidad primaria: la que padece una pareja que consigue una gestación que no llega a término con un recién nacido sano.
Infertilidad secundaria: cuando, tras un embarazo y parto
normales, no se consigue una nueva gestación a término con un recién nacido sano.
La fertilidad de las mujeres tiene una estrecha relación con su edad:
desde los 40 años, el porcentaje de infertilidad alcanza el 50%, la cual finalmente concluye con la menopausia. Los hombres por su parte cuentan con un índice mayor de fertilidad, aunque la edad también afecta a su probabilidad fértil.