Está en la página 1de 2

Mi hijo maltrata a los animales

El abuso hacia los animales efectuado por niños fuera de ser visto como algo normal,puede
indicar la existencia de un problema más profundo: los niños que abusan de los animales
pueden estar siendo víctimas de maltrato doméstico, abuso sexual o acoso escolar. En estos
casos, el menor puede estar expresando el dolor que él siente como víctima a través del maltrato de
víctimas más vulnerables; en este caso,los animales.
La crueldad hacia los animales puede ser el único signo visible de una familia donde existe
abuso: mientras el abuso hacia los ninos y las mujeres suele ocurrir en privado, el abuso hacia
los animales suele cometerse de forma abierta.
La violencia es violencia: una persona que abusa de los animales no tiene empatía hacia otros
seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia las personas.
El Dr. Frank Ascione(2001), considera que el maltrato a los animales es "una forma significativa
de comportamiento agresivo y antisocial que podría añadir una pieza más al puzzle del
conocimiento y la prevención de la violencia juvenil". Además, como Lockwood y Ascione (1998)
apuntaron, los actos de crueldad hacia animales son considerados como crímenes menores.

Cómo podriamos evitar ese comportamiento hacia los animales

Diversas investigaciones han puesto de manifiesto que educar a los menores transmitiendo valores
positivos hacia todos los seres vivos es un elemento muy importante de cara a la prevención de
actos crueles contra animales , facilitando el desarrollo de la empatía inclusive hacia los humanos.

 Debemos de inculcar en el niño desde pequeño a desarrollar el sentido de la responsabilidad, de


preocupación por los demás, además de colaborar en el desarrollo de la autoestima, la socialización
y cooperación.

La conducta prosocial la podemos definir como toda conducta social positiva que se efectúa para
beneficiar a otro en presencia (o no) de motivación altruista,como por ejemplo dar, ayudar,
cooperar, compartir.
Los seres humanos somos empáticos pero esta capacidad puede fomentarse o anularse según la
manera en la que somos educados y tratados desde la infancia. Los niños aprenden de lo que
hacemos, no de lo que decimos que hay que hacer.

 El ejemplo que les des les hará asimilar que las personas son capaces de comprender al otro,
ponerse en sus zapatos, conmoverse y compartir emociones sin juicios. Nuestra actitud y la manera
en la que hablas a los demás y de los demás es lo que ellos entenderán.
 Si cuando somos niños en vez de recibir aceptación se nos reprime o ignora vamos a crecer con la
capacidad de autoestima dañada. Seguro que nos damos cuenta de ello y entenderemos que
precisamente siendo nosotros empáticos con nuestros hijos es como mejor les ayudaremos a
desarrollar esta capacidad.

También podría gustarte