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A la Inmaculada Virgen incorruptible se ve.

Condenó a dolores graves


Mirad hoy, resplandeciente, en el parto a la mujer,
a la Reina celestial. y vos Fénix sola fuiste
Mirad cómo tiembla el mal libre de dolor en él.
y se esconde la serpiente.
Pues quien todas estas leyes
Vestida de sol ardiente, pudo alterar y poner,
la luna por pedestal ¿quién duda de que os librase
y, cual corona nupcial, de muerte, divina Ester?
doce estrellas en la frente.
Decir que pudo y no quiso
Es la Sierva y la Señora, parece cosa cruel
la Virgen profetizada, y puesto que Dios lo fuera,
del Sol naciente la Aurora. con vos no lo había de ser.

Viene de gracia colmada, Demás que si bien fué gracia,


pues su Hijo, en buena hora, gracia con justicia fué;
quiso hacerla Inmaculada. (Bruno M.) que título tiene della
lo mucho que merecéis.

Ésta es de Tomás de la Vega: Que honrar el Hijo a la Madre


derecho divino es:
A una imagen de la Virgen, luego la misma justicia
que estaba en una pared, pudo obligarlo también.
esto le dijo un devoto,
postrado a sus santos pies: Dios es justicia suprema,
no hay más ley que su querer;
Un ángel de culpa libre todo cuanto quiere puede,
quisiera, Señora, ser y esto quiso y pudo hacer.
para decir de la gracia
la plenitud que tenéis.

De Adán el primer pecado


no vino en vos a caer;
que quiso Dios preservaros
limpia como para él.

De vos el Verbo divino


recibió el humano ser;
que para vuestra limpieza
bastante probanza es.

La carne por el pecado


corrupción vino a tener,
y la vuestra, siempre

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