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CICLO DE LICENCIATURA
Gestión Educativa
Nora Grinóvero
Coordinadora de la Carrera
Julia Bernik
Victoria Baraldi
Docentes de la asignatura y autoras del material
CAPÍTULO I
El oficio de investigar es una práctica social, y como tal está connotada por las
condiciones sociales en las que se realiza. Pero (a) ¿a qué llamamos investigación?,
¿por qué es una práctica social? (b) ¿cuáles son las particularidades de la
investigación educativa?, ¿podemos hablar aquí también de pluralidad de enfoques
y metodologías? (c) ¿puede una misma persona enseñar e investigar?
Para ir aclarando estos interrogantes articulando sus propias perspectivas y las
nuestras, le sugerimos la siguiente actividad:
Actividad 1
Consideramos que este “mito de mentes brillantes” funciona para legitimar un or-
den. Pero también funciona para deslegitimar prácticas reflexivas que promuevan
otras preguntas, otras direcciones, otras maneras de mirar y entender la realidad.
En función de poder recuperar estas prácticas, podemos aludir a una comunidad
de pensadores, a una comunidad científica que no necesariamente reúne a men-
tes brillantes, aunque sí indudablemente convoca a un grupo de sujetos sociales
comprometidos con ampliar, enriquecer, innovar, en un campo de conocimiento e
implicados, para ello, en un proceso riguroso, sistemático y genuino de construc-
ción de dichos conocimientos.
Dos cuestiones nos interesa recuperar: la primera, que por otro lado es uno de
los temas más complejos de definir a la hora de las prácticas investigativas, la
referida a la definición del problema a investigar; y la otra cuestión, considerar que
la definición del problema está sustancialmente articulada con los propios marcos
de referencia del investigador.
de estudio, podrá ser el fracaso escolar en la EGB. Si bien este objeto implica
problemáticas, será necesario que el investigador delimite sobre cuál investigar,
porque así estará definiendo cuáles son para él los problemas y por qué lo son.
Por ejemplo el problema podrá ser: la relación entre condiciones de existencia de
los alumnos, expectativas de logro de los organismos oficiales y propuestas de
enseñanza. O, por otro lado, el problema podrá ser: la relación entre el coeficiente
intelectual de los alumnos y los propósitos educativos de la institución.
Citas
Finalmente dos advertencias de Guber R. (ob. cit.) “Las técnicas [de recolección de
información] tampoco le hacen decir a lo real lo que se nos dé la gana (…) Ayudan a
obtener información (…) pero esto no se logra por decreto ni por declaración jurada,
sino a través de un proceso de elaboración personal que encuentra en la reflexivi-
dad su mejor expresión” (p. 96). 11
5- La redacción del informe final: ¿cuál fue el recorrido que vertebró el proceso?,
¿cómo apresarlo sin desvirtuarlo?
El informe final es la última producción escrita que sistematiza el proceso recorrido durante
la investigación, describiendo momentos constitutivos y significados construidos.
Por otro lado, el informe final hace a la publicidad e historicidad del conocimiento
científico. Lo que se informa deja de “pertenecer” –en el sentido de implicar– al
investigador o investigadores y sujetos de la investigación, para empezar a ser
reconstruido por la heterogeneidad de “otras” voces que se encuentren con él.
Esto es sumamente valioso, hace a los procesos sociales de construcción de
conocimiento y a cómo éstos atraviesan los procesos de construcción científica
de conocimiento.
quizás sea uno de los aspectos más vulnerables de estos procesos. Lo decimos
porque sostenemos que los mecanismos de comunicaciones de productos de
investigación y a quiénes han congregado, no siempre se han constituido en
espacios públicos de confrontación, de enriquecimiento, de aporte. Aporte, no
sólo al conocimiento científico sino, y sobre todo, al oficio del investigador, a las
relaciones que establece con sus pares, a las relaciones que establece con otros
sujetos sociales, a las vinculaciones entre lo que se investigó y los escenarios
reales de referencia de tales investigaciones.
Es imprescindible pensar este aspecto del proceso como un aspecto que redundará
en complejizar y ampliar lo investigado cuanto más diversidad y heterogeneidad de
perspectivas se confronten con esto, cuanto más lectores impriman su mirada y
se constituyan espacios públicos de interpelación y valoración colectiva.
Nos gustaría que suspenda la lectura del cuadernillo y realice la siguiente actividad:
12
Actividad 2
7
Acerca de esta diferenciación en relación a las producciones teóricas, Goetz y Lecompte (1988) investiga-
dores de referencia de una perspectiva interpretativa en investigación, distinguen lo que denominan nive-
les de teoría y aluden a la gran teoría “sistemas fuertemente relacionados de proposiciones y conceptos
abstractos que describen, predicen o explican, exhaustiva y no probabilísticamente, grandes categorías de
fenómenos”; los modelos teóricos o perspectivas teóricas “conjuntos de supuestos, conceptos y proposi-
ciones interrelacionados de forma laxa que configuran una visión del mundo...”; las teorías formales y
de rango intermedio “son conjuntos de proposiciones interrelacionadas cuyo objeto es explicar una clase
abstracta de comportamientos humanos” ; y, finalmente las teorías sustantivas: “son proposiciones o con-
ceptos interrelacionados que se centran en determinados aspectos de poblaciones, escenarios o tiempos”.
Es el tipo de teoría que producen generalmente los etnógrafos.
La distinción que realiza nuestro autor nos permite acercar respuestas a los
interrogantes formulados ya que define la especificidad de la investigación
educativa, la diferencia –y contrapone– a la que él denomina investigación sobre
educación.
Actividad 3
Merlin(compilador) : La in-
vestigación de la enseñanza”,
analogías en el ámbito educativo con la construcción del conocimiento en el niño11.
Tomo I, Paidos, Barcelona. En sentido inverso, la enseñanza ha sido motivo de generación de conocimiento.
Una síntesis de las distintas modalidades en su construcción ha sido planteada
15
Beillerot Jacky ( 1998) La por Díaz Barriga12. También hay una interesante sistematización en Wittrock
formación de formadores.
Serie Los Documentos, Fac-
(1989)13.
ultad de Filosofía y Letras,
UBA, Ediciones Novedades No obstante, uno de los problemas recurrentes ha sido el “abismo” entre docentes
Educativas, Buenos Aires e investigadores. Cada uno con sus prácticas y sus mundos. Recordamos a
Citas Fenstermacher quien nos dice: “El valor de la investigación de la educación, cuando
se lleva a cabo correctamente, es ayudarnos a conocer y comprender cierta limitada
gama de fenómenos educativos. Este conocimiento y esta comprensión, obtenidos a
partir de la investigación, pueden mejorar la práctica docente si influyen positivamente
sobre las premisas de los razonamientos prácticos de los profesores”14. Si este
proceso no se produce, no tiene sentido la investigación.
Existen distintas posiciones respecto a las relaciones entre enseñar e investigar,
y en particular, sobre si es posible que los mismos docentes investiguen. Hay
16 quienes enfatizan en la especificidad y complejidad de cada práctica (enseñar e
investigar), y por lo tanto consideran imposible que pueda ser realizado por una
misma persona. Otros en cambio, y como ya hemos estudiado, propician la figu-
ra del docente como investigador de su práctica para establecer una constante
articulación entre investigar y enseñar. También hay quienes no mantienen una
postura tan taxativa y plantean a la investigación como una instancia posible15 en
la formación de docentes.
11
Esta línea de trabajo se inicia con Dewey, y tiene continuidad en muchos otros trabajos que luego
plantearon el aprendizaje por descubrimiento. Se pueden consultar al respecto, las obras de Dewey: El
niño y el programa escolar y Cómo Pensamos.
12
Díaz Barriga (2000) “La investigación en el campo de la didáctica. Modelos históricos” en Tomo 2. Las
propuestas de la Didáctica y la Psicología, del Congreso Internacional de Educación “Educación, Crisis y
Utopias”, Universidad Nacional de Buenos Aires y Aique, Buenos Aires.
13
Wittrock, Merlin (1989) La investigación de la enseñanza, Tomos I, II y III. Editorial Paidos, Barcelona.
Estos tomos reúnen interesantísimos trabajos sobre la enseñanza que sistematizan las producciones de la
American Educational Reasearch in Education (AERA), aunque las mismas requieren ser actualizadas.
Actividad 4