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1.¿En qué difiere el enfoque de Adler de la personalidad con el de Freud?

Alfred Adler fue uno de los primeros y de mayor influencia que disentían del círculo interno de
los primeros psicoanalistas. A diferencia de Freud, quien ponía énfasis en los conflictos
universales que toda la gente experimenta, Adler enfocó su atención en que cada persona es
única.

Adler sostuvo que la gente debe ser entendida desde una perspectiva social, no biológica.

Se opuso al énfasis exclusivo de Freud sobre el sexo como una fuente de energía y afirmó que

cualquier método determinístico que no considere las metas individuales está incompleto y no

puede proporcionar una terapia efectiva.

2. Describa la motivación fundamental de la persona, de acuerdo con Adler. Liste los cinco
términos empleados por él en el desarrollo de esta idea.

La motivación fundamental para Adler es el esfuerzo sin fin para moverse a una mejor manera
de vivir. Esta lucha por mejorar es diferente para cada persona. Los únicos que no sienten que
la necesitan son los que se resignan a la derrota. Esta lucha y búsqueda por la perfección o
llegar a una totalidad es un proceso que se dispara por la insatisfacción de sentirse menos.
Adler explica como para cada persona este proceso es diferente dependiendo de las
diferencias individuales de cada uno y del ambiente social en que el individuo se encuentra.

Los cinco términos que utilizo para desarrollar esta idea fueron:

 La inferioridad del órgano


 Impulso negativo
 Protesta masculina
 Lucha por la superioridad
 Esfuerzo por lograr la perfección

3.Distinga entre un sentimiento de inferioridad y un complejo de inferioridad.

Según Adler, las personas nacen con cuerpos débiles e inferiores, una condición que provoca
dependencia de los demás y en consecuencia sentimientos de inferioridad. Por ejemplo, en el
caso de los niños, estos tienen un instinto innato de crecimiento, plenitud o éxito ya que, como
son pequeños, imperfectos y débiles, se sienten inferiores, y, para compensar estas carencias,
establecen un objetivo ficticio de hacerse grandes, perfectos y fuertes, es decir la tendencia
innata de las personas hacia la perfección empuja continuamente la necesidad de vencer los
sentimientos de inferioridad impulsadas por el deseo de plenitud. En cuanto a las
inferioridades físicas heredadas, estas intensifican “el sentir normal de la debilidad y la
impotencia” que todos los niños experimentan. Una persona con extremidades débiles
considera a sus piernas como inferiores. Un niño con problemas de audición se sentiría inferior
en capacidad auditiva, entonces es dicha experiencia la que determina el sentimiento de
inferioridad a través de las comparaciones y demandas de su mundo social. Estas deficiencias
activan los sentimientos de inferioridad motivando a las personas a luchar por la superioridad
y el éxito. Por ejemplo, Adler sugirió que los niños con oídos defectuosos pueden compensar
esa deficiencia con el desarrollo de una capacidad musical, como Beethoven, quien siendo
adulto se quedó completamente sordo.

En relación al complejo de inferioridad este deriva de aquellas personas que luchan por su
propia superioridad y se preocupan poco o nada por los demás, sus objetivos son personales y
sus esfuerzos están motivados en gran medida por sentimientos de inferioridad extremos. En
estos casos el proceso de crecimiento se estanca; la situación de sentirse menos es demasiado
poderosa como para ser superada y la persona acepta un exagerado sentido de inferioridad
como una precisa auto descripción.

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