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algo como «vérfano», Poniendo una hache al inicio de pala-
bra se dejaba claro que esa wera vocal.
Lahache es,en fin, algo mas que un adorno que ponemos como
guifio a la lengua madre. Esconde en si una historia de cam-
bio, de variacién y de originalidad respecto al latin. Y, como
en otras cosas de la lengua, nos muestra que dentro de una le-
tra puede esconderse toda una historia para que no te harte el
arte de la ortografia, Nada de letra florero; flores a la hache.LOLA Pons RODRIGUEZ
nor, onra o similares fueron decayendo, al tiempo que se ins-
talaba la ensefianza de la hache en las escuelas. Como ya sa-
bemos, hay siempre una distancia entre ortografia y pronun-
ciacién, y la conservacién de la hache es una muestra de ello.
(2) La hache nos hace diferentes, Junto con esa hache latina
tenemos a otra hache que proviene de una rama bien disti
ta: la de las palabras que tenjan una F en latin. Si escribimos
harto, hondo, hecho 0 bigo es porque en latin se escribia
FARCTUS, FONDUS, FACTUS y FICUS. El castellano fue la nica
lengua peninsular que inicié un proceso muy original y pro-
pio: comenzar a pronunciar esa F del latin con un sonido as-
pirado. Esa aspiracién de la F latina se ha relacionado con el
eusquera, ya que antiguamente los hablantes de esa lengua que
también hablaban castellano (recordemos que el area de sur-
‘gimiento del castellano, en la cuenca alta del Ebro, era zona
de contacto entre la lengua vasea y las lenguas hijas del latin)
tendicron a modificar la pronunciacién de la ¥ latina. Al me-
nos desde el siglo xt, hay gente que pronuncia «hambres (con
tun sonido de suave aspiracién, como el de la hache inglesa).
Es verdad que se consideraba un rasgo vulgar y la gente no
lo ponfa por escrito: escribfan «fermoso» pero pronunciaban
hermoso» (‘jermoso’) con aspirada. Desde el siglo xvt co-
mienza a escribirse esa aspirada con hache. Desde entonces, el
espaiiol escribe «yo hago» donde el castellano medieval escri-
bia «yo fago». Los equivalentes actuales en otras lenguas her-
manas del espanol muestran que otras lenguas hijas del la
conservaron la f: francés je fais, italiano io faccio, catalin jo
faig, gallego eu fago o rumano eu fac.
(3) La hache nos hace diversos internamente. Ese proceso de
aspiracién se difundi6 del norte peninsular hacia el sur, pero
en el xvi empezé a perder prestigio y la mayoria de los cas-
tellanohablantes empez6 a perder la aspirada y a pronunciar
EL SONIDO DE Los ARBOLES
«hago» sin aspirada (‘ago’,como hoy, haciendo muda a la ha-
che). No obstante, y pese a la presién de la lengua estandar,
otras zonas peninsulares conservaron el sonido aspirado. Si en
Andalucia occidental oyes atin un sonido consondntico en be-
cho, hambre o harto, estas ante esa vieja aspiracién nacida en
el norte en el principio de la vida del castellano. Otras zonas
de la peninsula (el este de Asturias, puntos salmantinos y ex-
tremeiios) y de América (Caribe, Cuba, Puerto Rico) también
conservan espordicamente esa aspiracién. Palabras como el
beber) y la u (o ¥, eran letras equivalentes). Hoy
para nosotros esta claro que vi tiene una v consonante y hui
tuna w que es vocal, pero en latin una y otra se pronunciaban
como una u vocal; tanto daba escribir u o en latin porque so:
naban igual. O sea, en el lapidario vENt, vibI, Vict, lo que solt6,
el amigo César sonaba como «Ueni, uidi, uiqui». En torno al
siglo 1d. C., ese sonido vocélico empez6 a hacerse consonan-
tico. De hecho, un chiste que aparentemente circulé en el final
del Imperio romano aprovecha ese cambio que experimenta-
ba el sonido de la u ante vocal. BEAT! HISPANII QUIBUS BIBERE
VIVERE EST (0 Sea, felices los hispanos, para quienes beber es
vivir’). De esta frase se pueden sacar dos conclusiones: la pri-
mera es que al personal de Hispania ya le gustaba tela tomarse
un vinito al bajar de la cuadriga; la segunda es que ese vino ya
no se pronunciaba ui70, sino algo parecido a /bino/ porque la
identificacién Bipere, de beber = vivere, de vivir, ya no pro-
nunciado «uiuere, era la base del chiste. Un juego de palabras
similar se sigue diciendo en los cenaculos literarios hoy: la es-
critura no da para vivir pero si para beber. Claramente pro-
nnumicias igual las uves de para vivir que las bes de para beber.
Pero un momento: zqué pasa si cambiamos la frase? Vi-
tir no, pero beber si. Si la dices en voz alta, puedes observar
que ya no suenan igual las dos uves de vivir. Lo mismo ocurre
si lo hacemos al revés: Beber si, pero vivir no. La primera b
de beber suena distinta que la segunda. Como son dos los la-
bios, estamos ante un sonido bilabial, si al pronunciar los ce-
ramos totalmente, decimos que es oclusivo, si solo los cerra-
mos de forma parcial, decimos que es fricativo. En el espafiol
de hoy, cuando una consonante labial se queda entre dos vo-
cales se pronuncia con un sonido fricativo (el segundo de vi-
vir o beber) y cuando la labiales inicial absoluta (por ejemplo,
al principio de frase) o est tras una consonante nasal (como
110m) el sonido es oclusivo. Es decir, si tenemos dos tipos de
sonidos labiales en espafiol actual, pero no se correspondenTe juro que b y v se pronuncian igual
La gente deposita una confianza desmesurada en las letras.
Y no me refiero a las del banco, sino a las que usamos para
escribir. Tenemos mucha fe en los textos y, en cambio, sole-
mos desconfiar de la lengua que hablamos. Ese prestigio hace
que los hablantes piensen que lo escrito brinda en general la
pauta de correccién y que lo hablado se aleja de ese modelo
y resulta incorrecto. Incluso algunos textos, como los diccio-
narios, son usados como patron para medir no solo qué signifi-
canlas palabras o cémo se escriben, sino incluso qué palabras
existen. zHas dicho que tu cara es inafeitable? Da igual que te
hayamos entendido 0 que la palabra se corresponda con los
esquemas comunes con los que se forman palabras en espaiiol:
esa palabra no esti en el diccionario, amigo, asi que no existe
y no la puedes usar. Encima de barbudo, no sabes hablar, Es
absurdo, si. Y también es llamativo, por cuanto las lengtas son
primariamente sistemas de comunicacion que nacen oralmente
y solo un pequefio conjunto de ellas ha llegado a ser escritas.
Este sistema secundario de la escritura, creado por los ha-
blantes como algo premeditado, tiene unas normas, A veces
las convenciones son meros habitos, costumbres, rutinas que
‘se mantienen porque la gente suele escribir como les han ense-
EL SONIDO CE Los ARBOLES 55
fiado. Pero hay lenguas que tienen ortografias oficiales. En ese
caso, las castumbres ya no son tan inocentes porque los usos
se han convertido en reglas prescriptivas.
Elespafiol se escribié, como todas las lenguas que salieron,
del latin, mas o menos heredando los usos latinos, Sien latin de-
cian MENSA, para qué nos ibamos a complicar la vida en cas-
tellano escribiendo mesa con otras letras distintas. A veces las
cosas no eran tan faciles, claro, porque hay sonidos que tiene
el castellano y que no tenia el latin. Esos los hemos ido repre-
sentando como hemos podido: creando una letra nueva (la,
salida de una abreviatura), juntando dos letras existentes (la
ch) o dando un valor nuevo a una letra que ya tuviese el latin
(la doble 1). Las rutinas del espaiiol se hicieron reglas cuan-
do, tras fundarse la Real Academia Espafiola a principios del
siglo xvi, se declar6 oficial su ortografia a mediados del xix.
Desde entonces, la forma de escritura que fue proponiendo la
Academia en cada momento es la que ha ido ensefiindose en
las escuelas y la que se ha tenido como ortografia del espafiol
en la mayor parte de la superficie hispanohablante.
Normalmente las faltas de ortografia se dan porque, de
nuevo, la realidad de los sonidos no se corresponde de mane-
ra exacta con lo que escribimos. Como parte del lenguaje es-
crito estan las letras, las que técnicamente llamamos grafias;
lo que usamos cada dia al hablar son los sonidos, que en lin-
giiistica se Haman fonemas. Hay letras que no corresponden
a ningtin fonema: la h, por ejemplo, que es muda en espaol.
‘También hay fonemas que pueden escribirse con varias letra:
por ejemplo, el fonema interdental que suena en una taza de
ciaruro (frase rara, lo sé) ¢s el mismo en la za de taza y en la ci
de cianuro. Dos letras y un solo sonido. Lo mismo pasa con je
y ge 0.con ca y ka. En general, estas divergencias estan en la
base de las faltas de ortografia que se cometen,
Lab y lav son fuente también de errores ortograticos. Bs-
tamos ante dos letras que representan un mismo sonido. Sue-