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En Aeroparque, de regreso de Tucumán, el DT de las Leonas afirmó: "La picardía debe ser un arte, no una

trampa". Foto: Gustavo Seiguer
Sábado 19 de octubre de 2002 | Diario La Nación

Nobleza
El DT de las Leonas, Sergio "Cachito" Vigil, está más allá de un resultado
deportivo; le hizo cambiar el fallo a un árbitro y el gol, finalmente convalidado,
concretó la derrota del equipo argentino ante Alemania

- ¿Cómo fue el gol...?


-No entiendo al deporte y a la vida de otra manera. Cuando las alemanas empezaron
a protestar por el gol no convalidado, a mí me pareció que la pelota había ingresado.
Y en el momento en que estábamos atacando y con posibilidades de convertir, María
Paz Ferrari y Paola Vukojicic me hicieron una seña para confirmarme que el gol había
sido legítimo. Entonces no dudé un instante, fui a buscar al árbitro y le expliqué que la
red estaba rota. Sinceramente, me parece una actitud totalmente normal, no podría
haber tenido otra. Una cosa es una apreciación subjetiva del árbitro, como ocurrió en
la final del Mundial de basquetbol con una falta, pero éste fue un hecho bien concreto:
la pelota había traspasado la red. Igual, lo valorable fue que mi grupo de jugadoras
me ratificó que el gol había sido correcto. Si ocurriese otra vez algo así, actuaría de la
misma manera. Estas cosas no se piensan, te nacen.
- ¿Por qué la actitud es considerada rara?
-Quiero hablar desde la posición de un deportista. En el deporte uno entrega la vida,
pero no hay que perder los valores. Uno juega para ser feliz, para superarse. Pero un
deportista no se supera si gana o empata un partido haciendo mula. En este caso, si
yo no decía que era gol sabiendo que sí lo era, estaba haciendo mula.
- ¿De chico tenías las mismas convicciones?
-Sí, porque así me lo enseñaron mis padres, las personas que me rodearon, los
técnicos que tuve en las divisiones menores... La mal llamada "picardía criolla" nos ha
llevado a la destrucción de nuestro país. La picardía sólo la entiendo en una acción
inteligente en el campo de juego y que esté contemplada en el reglamento. La
picardía debe ser un arte, no una trampa.
- ¿Te sentís un ejemplo?
-Al menos, lo que tratamos el cuerpo técnico y las chicas es ser honestos con
nosotros mismos. Y no pensamos en nada más. Intentamos transitar siempre el
camino de la verdad. Y cuando nos equivocamos, buscamos retomar el camino.
- ¿En qué aspectos de la vida creés fuera de lo deportivo?
-En la honestidad para el amor hacia mis afectos: mi esposa, mis padres, mis
hermanos y mis amigos. No entiendo la vida sin vivirla intensamente y en forma
espontánea; cuidando las formas del corazón, no de la razón. Creo que la vida es una
suma de momentos muy felices y difíciles.
- ¿Y ahora en qué estado estás?
-En un estado de plenitud respecto de mi vida y del grupo de jugadoras que conduzco.
Pero siento una profunda angustia porque el fin de semana próximo tendré que dar la
lista de jugadoras para el Mundial de Australia. No quiero que llegue ese momento
porque la tendré que dar más con la razón que con el corazón. Es algo que me tiene
muy mal.
- ¿Cuál sería tu realización personal en la vida?
-Llegar a mi último día y sentir que no tengo nada más por dar.
-Y en esta búsqueda, ¿cómo te afecta la situación del país?
-Si hablé de angustia por dar una lista de jugadoras, todavía no encuentro las
palabras para describir lo que ocurre con la Argentina. Desde mi lugar, lo que intento
es ayudar dictando cursos a beneficio y que lo recaudado vaya para un objetivo
solidario. Sólo se trata de aportar un granito de arena.

Por Gastón Saiz De la Redacción de LA NACION

http://www.lanacion.com.ar/442024-nobleza

Cachito Vigil: “Uno no es honesto por dos o tres acciones”


04.06.2013 |

El glorioso entrenador de Las Leonas editó un libro de experiencias. Habla


del juego, la competencia y los motivos que lo llevaron a escribir.
Por: INFOnews

A Sergio “Cachito” Vigil le encanta conversar y lo hace con todos, en charlas


callejeras o en el bar donde desayuna siempre. Mira fijo a los ojos y dispara
palabras lejanas a la soberbia y los laureles. El ex entrenador del seleccionado
femenino de hockey, ese que ganó todo y tornó conocido un deporte que se
jugaba en pocos clubes, dejó atrás aquella gloria alcanzada con Las Leonas.
Ahora entrena a Las Vikingas, un equipo de jóvenes que defiende los colores de
River Plate. Es en ese club donde nos recibe para hablar de la vida y de Un viaje
al interior (Planeta), su libro de reciente aparición. También respondió sobre su
particular visión acerca de la honestidad y las buenas prácticas en la competencia
deportiva.
–Usted convalidó un gol alemán en perjuicio de sus dirigidas.
–Fue en Tucumán, durante el último partido de una serie de cinco. Veníamos
ganando cuatro encuentros y hubo una jugada donde ellos hicieron un gol de
corner corto. El árbitro dio la orden de salida de fondo porque la pelota había
traspasado la red y yo me di cuenta por los gestos de las jugadoras, que
reclamaron. Las Leonas siguieron jugando y las rivales protestando. Consulté a
mis jugadoras, ellas asintieron y me metí en la cancha a buscar al árbitro. Lo
agarré del brazo para pedirle que detuviera el juego porque había sido gol, que lo
cobrara. El tipo me miró, se asustó, y el banco alemán aplaudió. Perdimos un
invicto de más de veinte partidos pero en esa acción tuvieron mucho que ver las
jugadoras argentinas.
–¿Esa acción se dio sólo una vez?
–En la vida hay un montón de situaciones similares que se dan en la familia, en los
entrenamientos, en la escuela, cuando se pierde plata y es devuelta. Aquella fue
una acción espontánea ante un gol válido del rival porque otra cosa es una jugada
dudosa, que puede tener errores de interpretación. Cuando uno hace trampa, al
que trampea es a uno mismo, y aquel partido es una consecuencia de esa
naturaleza. De todas maneras, por dos o tres actos honestos, una persona no es
honesta. Cada día hay que revalidar ese valor.
–¿Por qué no se ve en otros deportes?
–El fútbol tiene un contexto dificilísimo donde hay periodistas, personas que se
convierten en hinchas. Si hay un equipo que se está yendo al descenso, se puede
generar una batahola por un gol mal cobrado a un oponente a quien en los medios
se lo ubica como a un enemigo.
Leé la nota completa en el sitio de Veintitrés -  Cachito Vigil: “Uno no es honesto
por dos o tres acciones”

http://elgraficodiario.infonews.com/2013/06/04/elgraficodiario-79374-cachito-vigil-uno-no-es-
honesto-por-dos-o-tres-acciones.php

Actividad

Teniendo en cuenta La ética de Sócrates:

1) ¿Qué relación encuentran entre la actitud del Técnico Sergio Vigil y la propuesta de Sócrates?

2) ¿Creen que es posible imitar el comportamiento del técnico? ¿Están de acuerdo con su
conducta? ¿Sí o no, por qué?
3) a) ¿Están de acuerdo con Sócrates en que: quien sabe qué es lo bueno y lo malo no podría
actuar de manera incorrecta, ¿injusta?

b) ¿Qué relación hay con la idea de Trampa que sostiene el técnico Vigil?

Sábado 19 de octubre de 2002 

Un gol de la honestidad
Por Carlos Losauro 
De nuestra Redacción

La historia, en un mundo mejor, quedaría como una anécdota; no es, justamente, el


que transitamos en este tiempo; de todos modos, el brazo no se tuerce así nomás;
muchisima gente -mejor dicho personas-; más de la que nos imaginamos, pelea todos
los días desde su lugar; a veces desde el menos imaginable para darle otro sentido a
la vida; o el que corresponde; que no es otro -entre tantos- el de la honestidad.

Hace unas horas, en una cálida noche en Tucumán, las chicas del hockey sobre
césped, las Leonas, perdieron 2 a 1 con las alemanas en un partido amistoso que
apunta al Mundial de Australia; el gol que sentenció la derrota no fue uno más; en
realidad fue gol porque así lo reconoció Sergio Vigil, el DT argentino, que advirtió que
la bocha había entrado en el arco, pese a que la árbitro Jun Zhang, de origen chino y
nacionalizada norteamericana, entendió todo lo contrario: que la bocha no había
entrado, a metros de las chicas alemanas que festejaban la conquista al lado de la
valla argentina.

El desenlace se explica muy bien en la contratapa de esta edición; por las dudas les
contaré que el DT nacional ni se inmutó; se acercó al árbitro y le aclaró la situación; e
inmediatamente, el gol fue convalidado.

Ahora sí: diré, simplemente, que la actitud de Cachito Vigil, como todo el mundo lo
conoce al DT de las Leonas, no debería sorprendernos; de todos modos -por aquello
del mundo que transitamos-, en el deporte o fuera de él, tenemos que rescatarlo; darle
entidad al tema, como dicen ahora; no sea cosa que de pronto lo mediático -siempre
impulsa lo negativo, casi nunca lo positivo- lo envuelva en el olvido; aunque Cachito
Vigil ni se inmutará. Será siempre el mismo: honesto.
Acaso como un símbolo de su pensamiento vale la pena un repaso a sus palabras,
cuando llegó ayer por la tarde de Tucumán, y se encontró con un cronista de LA
NACION en el aeroparque de Buenos Aires. "No entiendo el deporte ni la vida de otra
manera", sentenció Cachito Vigil. Está todo dicho.  .

http://www.lanacion.com.ar/441967-un-gol-de-la-honestidad

Un hombre justo llamado Vigil

Clarín.com » Edición Sábado 19.10.2002 » Deportes » Un hombre justo llamado Vigil

Mariano Ryan

De repente, el hombre de físico menudo y corazón enorme que hace dos años llegó al podio
olímpico, salió disparado del banco de suplentes y con ademanes claros le indicó al árbitro Jin
Zhang que el córner corto de Fanny Rine había sido gol y que por eso Alemania vencía a Las Leonas
por 2 a 1 —al cabo, el resultado final— en el segundo test match jugado en San Miguel de
Tucumán. La estadounidense no se había percatado de que la red estaba rota y pensó que la
bocha había salido desviada. Pero bastó que aquel hombre viera el paso del festejo a la
incredulidad de las adversarias ante la decisión y que dos de sus Leonas (María Paz Ferrari y Paola
Vukojicic) le hicieran una clara señal de que el gol había sido legítimo para correr hacia Zhang,
parar el contragolpe cargado de peligro de su seleccionado e inducir al cambio de la sanción.

Es cierto que se trató apenas de un amistoso de hóckey sobre césped. Es cierto que poco y nada se
estaba jugando en la cancha de Tucumán Rugby más allá de los sueños de un puñado de chicas de
quedar definitivamente en una lista mundialista. Es cierto además que los alemanes habían
juntado mucha bronca luego que recién en nuestro país se enteraran de que tres de los cuatro
partidos ante Argentina los jugarían en sintéticos de arena, muy diferentes a los sintéticos de agua
que exige la Federación Internacional para torneos oficiales. Y es cierto también que antes del
primer test en Mendoza, el propio personaje central de esta historia tuvo que convencer a Peter
Lemmen, entrenador alemán, para jugar hoy en la cancha (de arena, claro) de CASI. Todo eso es
cierto. Pero en un mundo que día a día pierde sus valores, en un mundo en el que la trampa, la
picardía criolla, la ilegalidad, el querer ganar sin importar el precio y el sentirse más al otro aún sin
serlo es moneda corriente, aquella actitud se robó la noche tucumana. "No entiendo el deporte de
otra forma", señaló ayer ese hombre. "Fue una reacción espontánea que podría repetirse en el
Mundial precisamente porque fue así: espontánea", agregó. Hay que creerle. A Sergio Vigil hay
que creerle.

http://edant.clarin.com/diario/2002/10/19/d-00202.htm

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