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Autor Desconocido - La-Casa-De-Al-Ladopdf
Autor Desconocido - La-Casa-De-Al-Ladopdf
LA CASA DE AL LADO
Por: Álvaro Naranjo R.
II
EL VIAJE DE TRABAJO
Yo estudio en un colegio cerca del barrio, estoy en segundo curso, tengo muchos
compañeros y amigos, también tengo algunos amigos en el barrio.
Roberto es mi mejor amigo seguido por mi perro Toby, él estudia en el mismo
colegio que el mío y su casa está a tan solo cuatro cuadras antes que la mía.
Una tarde regresaba del colegio, venía caminando con Roberto, él se tuvo que
quedar en su casa y yo tuve que caminar las cuatro cuadras que faltaban para
llegar a mi casa, entré y antes de saludar con alguien saludé con Toby, mis padres
me estaban Esperando para almorzar, me senté y mi mamá estaba emocionada
que hasta lograba mover la mesa de vidrio.
¡Tranquilízate Émily! Dijo mi padre.
¿Por qué está tan hiperactiva mi mamá?
- Creo que es porque nos está yendo muy bien en la oficina.
Me respondió mi padre.
Después de terminar mi comida, me fui a mi curato y minutos después sonó el
teléfono, era Roberto.
Hola Manuel ¿Cómo estás?
-Bien Roberto, bien
Te quería preguntar si hoy quieres venir a dormir a mi casa
- Por supuesto, pero tengo que preguntarles a mis padres
-Espérame un momento voy a preguntarles si me dejan
PAPÁAAAAAAAAA, PAPÁAAAAAAAAAAAAAAA
¿Qué pasa Manuel?
- Roberto me invitó a quedarme a dormir en su casa
¿Puedo ir, si si si si si?
- Bueno hijo, bueno
Me puse muy feliz cuando aceptó mi papá y rápidamente fui a mi habitación a
seguir hablando.
-Hola
- Al fin volviste
- Si ya regresé, lo bueno es que sí me dieron permiso
- Alistarás las cosas
- Está bien
- Chao
- Hasta la noche
Esa tarde cogí mi pijama, pasta dental, mi cepillo de dientes y una ropa de cambio.
Al llegar la noche, mi padre fue a dejarme en la casa de Roberto. Él se había
confundido de dirección, era tan simple, solo 4 calles después de la nuestra.
Llegamos a las 8 de la noche, yo ya había merendado en casa, me despedí de mi
padre, bajé del auto y golpeé la puerta:
Tock-tock
Se abrió la puerta, era Roberto
-Hola
-por favor pasa, me dijo
Oye Manuel, hoy noche veremos películas de terror, comeremos canguil y
después dormiremos.
A lo largo de varias horas, terminamos todo lo que dijo que hiciéramos Roberto, en
ese momento, nos íbamos a la cama, él estaba pálido y tembloroso.
- ¿Qué te pasa?
- tengo mucho miedo, era mejor que no veamos ésa película de noche.
Yo estaba en las mismas condiciones que él, esa película de miedo “El Aro” si que
me hizo tener pesadillas por varios días, pero a las tres semanas ya se me había
pasado.
Los días en el colegio pasaron volando, tan solo faltan 3 días para salir a
vacaciones. Al día siguiente, mis padres tuvieron que ir a retirar mi reporte de
notas, y a lo que llegaron me felicitaron, yo estaba confundido porque no creí que
iba a sacar sobresaliente en todas las materias.
Al fin llegaron las vacaciones, cuán alegre que estaba, pero lo malo es que mis
padres siguen trabajando y yo me quedo solo con Toby. Pero eso no fue un
obstáculo para mí porque me acostumbré.
Todos los días mí mamá y mi papá llegaban a darme de comer, después se tenían
que ir al trabajo, por lo cual me sentía desolado y todo esto se volvió un gran
problema, no tenía con quien estar, Roberto se fue a la playa con sus padres y va
a regresar en un mes. Para matar el tiempo veía televisión, pero no me agradaba
ni una caricatura, nunca intenté leer un libro porque me aburren, y como no tenía
nada que hacer esperaba hasta la noche para dormir.
Los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas y las horas en
días.
Un día sonó mi celular, era un mensaje de Roberto, me decía que ya llegó a Quito
y quería visitarme. Al leer esto, sentí un gran alivio, porque iba a tener una
compañía. A lo que llegó, noté en su cara un ligero bronceado, me contaba que el
crepúsculo de la playa era hermoso y que la pasó muy bien. Se tuvo que ir, pero
acordamos que mañana iríamos a jugar en el parque, y así fue, jugamos fútbol en
el parque de al frente y todos los días haríamos lo mismo. Cierto día llegaron mis
padres y me llamaron a almorzar, mi madre estaba emocionada.
- ¿Qué te pasa mamá? Le pregunté con un tono de misterio.
Recuerdas que hace algunos meses también estaba así, era porque estaba por
aprobarse un contrato que tendríamos en el extranjero, y hoy lo aprobaron.
Después del almuerzo, mis padres fueron a trabajar, la verdad a mí me aburre
esta rutina con mis papás, ellos siempre están ocupados y no me agrada en lo
absoluto.
Después de dos días, mi mamá se veía preocupada, parecía que ocultaba alguna
cosa o no quería decirme algo. Y como lo sospechaba, logró decirme algo pero
con mucha dificultad:
- Hijo, ponme atención,
- Si, te escucho mamá
- En pocos días tu papá y yo tendremos que irnos
- ¿Qué? No puede ser, pero…
- Calla y escucha, queremos que te cuides y protejas etc. etc. etc.…
y no dejó de darme consejos por media hora, ni siquiera pude decir una sola
palabra, y lo peor es que ni siquiera me van a dejar a Toby, así que lo llevó a un
hotel para perros, porque me decía que no puedo ni mantenerme a mí mismo,
peor otra carga encima y cuidar a Toby y bla, bla, bla.
Después de que pasó todo esto fui a llamar a Roberto y él se rió de la parte de
que no puedo ni cuidar a mi perro.
Al fin llegó el día en que mis padres viajarían, pero antes de irse me dejaron una
buena suma de dinero, para mí ahí me volví rico. Mi mamá dijo que no lo
malgastara en tonterías como dulces y frituras, mas si que lo use especialmente
en comida o alguna emergencia, ya conocen cómo son las madres.
Lo último que vi ese día de mis padres fue que me llenaron de besos y consejos.
Lo más terrible es que ellos nunca mencionaron a dónde se iban, pero que la
fecha de retorno no era definida, ellos se fueron al aeropuerto en taxi y no los vi
más desde entonces.
Ese día estaba un poco alegre, tenía un dineral en mis bolsillos para mi solito, lo
primero que hice es ir donde Roberto, ni loco le comentaría sobre el dinero porque
sé que lo gastaría de inmediato y esta vez quiero intentar ganarme la confianza de
mis padres en especial de mi papá que se puede decir que es el mas difícil entre
ellos.
III
UN FUTURO NO MUY CREÍBLE
Un día, en una de las tantas pijamadas que he tenido con Roberto, a partir de las
diez de la noche nunca hemos sabido qué hacer en el resto de la noche sin
quedarnos dormidos, hasta que se me ocurrió algo, que consistía en ir a su
habitación, con algo para picar o con bocaditos, coger unas sábanas calientes
para echarnos en el suelo, apagar la luz, coger y prender una linterna de tal
manera que quede bajo nuestra boca y empezar a contar historias de terror.
Empezamos ha hacerlo, pero al azar, la suerte le eligió a Roberto, al fin él
empezó, yo lo escuchaba con mucha atención, pero alrededor de los treinta
minutos yo me empezaba a aburrir, y no lograba imaginarme, menos aún creer
todas esas cosas terroríficas que estaba contando, así que le dije que pare y que
mejor yo contaría primero, aceptó y empecé, como a Roberto lo le gustó escuchar
que yo le dije que su historia era aburrida, él me pagó con la misma moneda, hizo
exactamente lo mismo, después de treinta minutos, dijo que pare y que cuente
otra historia más interesante.
-Vamos Manuel ya para de contar eso que me aburre
- Pero si ni siquiera ha comenzado la parte interesante, le dije a Roberto
En fin ambos dejamos de contar esas historias y nos pusimos a pensar en otras
historias y al mismo tiempo dijimos:
-Ya tengo la historia: “Un futuro no muy creíble”
- Esa es, pensamos lo mismo, dije
- Ya sé
- ¿Qué cosa Roberto?
- Qué te parece si compartimos conocimientos sobre esa historia la escribimos y la
publicamos en internet, yo sé lo que te digo porque el ganador del concurso:
“Comparte tu historia” en internet, ganará fabulosos premios, y estoy seguro,
100% seguro, que esta historia ganará el primer premio.
- ¡Estas hablando en serio Roberto!
- Por supuesto que sí, dijo Roberto
- Entonces empecemos ahora mismo.
IV
LA HISTORIA
- Inventé una máquina del tiempo, que al probarla, comprobé que si funciona
porque me trajo a este año
- JaJaJaJa que dices que inventaste una máquina del tiempo, no me hagas reír
- Te digo la verdad, dijo Pedro con mucha confianza y muy eufórico, en este
año en el que estamos, puede que no haya la suficiente tecnología para
hacer una maquina del tiempo, pero en el año 2102 si la hay, con esto no te
digo que ya existen, por eso soy el primero en hacer una y el primero en
viajar por error al pasado
- ¿Y tú crees que las personas de este tiempo te van a entender todo lo que
tú posiblemente les enseñes? Dijo su compañero con tono de burla
- ¿Hablas en serio?
- Claro que si, dijo su compañero, sólo lleva tu mochila con libro y lo mas
importante lleva tu conocimiento
Al día siguiente Pedro fue a la universidad con su amigo, y cuando inició la primera
hora de clases él le presentó a todos los profesores que pudo, Pedro les empezó a
explicar que él venía del futuro y que creó una máquina del tiempo, como era lo
mas común nadie le creyó todo eso y no decidieron ayudarlo, Pedro se puso muy
triste y regresó corriendo y casi llorando a su departamento, su compañero decidió
seguirlo y al llegar al departamento
- ¿Por qué lloras Pedro?
- Mire señor, le puedo mostrar mis conocimientos y verá que nadie en este
tiempo sabe ni ha descubierto nada de lo que les mostraré
- Aún no te sigo creyendo, dijo el maestro, a lo mejor todo lo que nos
muestre puede que sean puras invenciones tuyas, crees que vistiéndote
totalmente diferente a nosotros y teniendo otros conocimientos que no se
sabe si son ciertos te creeré
- No, pero tengo unos libros en mi mochila que se parecen pero tienen
totalmente diferente la información.
Pedro con una sonrisa en la cara por saber que el maestro ya le creyó, muy
eufórico dijo:
- Ahora, sería tan amable de traer un diccionario común y corriente
Fin
- Bueno Roberto, tendremos que esperar tres meses hasta que salgan los
resultados del ganador de la mejor historia.
V
UN DÍA ¿FELIZ?
Yo y Roberto fuimos con otros amigos, no tenía saldo en el celular y a esta
situación yo la considero una emergencia baja, pero emergencia, así que le puse
una tarjeta de seis dólares, el cual un buen tanto lo gasté llamando a unos amigos
para que vinieran a mi casa, pero me quedaba el suficiente saldo para otras
llamadas mas, en fin cuando ellos llegaron empezamos a coordinar una salida con
unas chicas. Como ustedes ya sabrán las chicas de mi edad son sumamente
complicadas y ocupadas en no se qué, así que para acordar la salida tuve que
gastar todo el saldo que me restaba, pero lo bueno fue de que las convencí de ir a
un buen lugar con mis amigos.
Cuando llegó el día estábamos esperándolas y como siempre las mujeres se
demoraron en llegar, por suerte solamente era la una de la tarde más o menos, y
aún nos quedaba toda la tarde por delante y en ese lapso de tiempo nos
divertiríamos como nunca. Empezamos a discutir durante quince minutos para
decidir qué haríamos de bueno, y como somos un poco flexibles decidimos darles
gusto a las chicas, ellas quería ir al cine para ver cualquier película que esté de
estreno, yo me puse a pensar que casi no las conocía del todo a excepción de la
chica con la que hable por supuesto para acordar todo esto, porque no voy a
hablar con cualquier desconocida para salir a algún lugar, así que nos empezamos
a conocer mientras caminábamos al cine, de los hombres estábamos: Sebastián,
Gabriel, Roberto, José y por supuesto estaba yo, de las mujeres estaban: Melisa,
Carolina, Verónica, Andrea y Micaela que por suerte era la novia actual de
Roberto, mientras nos conocíamos la que más me agradó fue Carolina que llevaba
puesto un pantalón azul oscuro, una blusa con mangas cortas de color negro que
hacía juego con sus lindos ojos color cafés claros y pelo negro. Un par de calles
después y llegamos, éramos un grupo de adolescentes que llamábamos un poco
la atención porque hacíamos mucho ruido charlando, la mayoría de gente nos veía
pero a mí no me importaba nada, me sentía bien con Carolina que sonreía
angelicalmente, no se que sentía pero no me cansaba de verla, no la escuchaba
solo la veía y yo me sentía algo entorpecido, llegamos al cuarto piso de un centro
comercial, en el cine había una película de censura: mayores de doce años y la
crítica era muy buena así que no fue necesario discutir para elegir alguna,
entonces cada uno compraba un boleto para alguien los chicos por supuesto que
tenían que invitar por suerte ese día era 2x1 y la mitad no tuvo que pagar en
entradas pero sí pagamos las palomitas, la soda y los dulces.
Al momento de entrar a la sala nos dieron las gafas 3D, todos la pasamos muy
bien en especial yo con Carolina que nos hicimos buenos amigos o quizás más
que eso, pero no es de su incumbencia. A lo que salimos del centro comercial eran
las seis de la tarde y todos fuimos al parque de diversiones, bueno no todos,
Gabriel y Sebastián no fueron porque decían que era “tarde” yo les traté de
convencer con ese dicho que dice La noche es virgen, pero nada los detuvo y se
fueron, creo que mas bien tenían otros planes pero igual nos íbamos a divertir con
los que quedábamos. Me gasté un buen porcentaje del dinero que llevé ese día en
los juegos que Carolina quería hacerse conmigo, todo fue genial menos un juego
que nos hicimos era el martillo, yo estaba confiado de que no me daba miedo pero
si me dio un poco. El parque de diversiones ya iba a cerrar y también nosotros ya
nos íbamos porque las nueve de la noche ya es un poco tarde y peligroso para
estar afuera algunos adolescentes.
Las chicas se despidieron y se fueron a su casa, lo mismo hice con Roberto. Al
llegar a mi casa me sentía un poco solo pero lo bueno es que ya no tuve que
prepararme la comida porque ya comí con los demás y también di gracias a Dios
por no llevar todo el dinero que mis padre me dejaron porque el dinero marchaba
antes de que cante un gallo, y si mis padres se enteraban, en especial mi papá,
literalmente “me mataba”.
VI
¡QUÉ EXTRAÑO!
VII
EL ÚNICO DÍA NORMAL
Ayer fui a la casa de Carolina con Roberto para distraer mi mente un poco de
todos estos raros acontecimientos que me han estado pasando, la pasé muy bien,
fue la primera vez que fui a su casa, su casa era enorme a pesar de que es de un
solo piso, tiene un gato llamado Max que es diminuto, amigable y tierno y eso me
hizo pensar en Toby y por eso se me ocurrió una genial idea que la hice después,
tenía casi la misma extensión de patio que la mía, jugamos baloncesto y después
fuimos a la piscina, y eso estuvimos haciendo toda la tarde.
A ese día se le puede llamar normal, pero al día de hoy no, porque en la mañana,
cuando me desperté escuché demasiados ruidos y voces susurrantes
provenientes de la planta de abajo que hacía eco en la casa de a lado que mas
bien parecía que provenían de allá mismo…
VIII
LA CASA DE AL LADO
Un día salí de casa para visitar a Roberto, como siempre jugamos videojuegos,
pero como no tenía mas juegos para esa consola tuvimos que repetirnos mas de
tres veces todos los juegos, porque los juegos de play station 3 solo son originales
y esos cuestan mucho y los padres de Roberto ya no quieren comprarle porque ya
le dieron esos regalos adelantados, como ya nos aburrimos, decidimos hacer otra
cosa pero no sabíamos qué, me puse a pensar y mientras lo hacía recordé que
solamente he recibido una única llamada de mis padres que fue hace un mes y
medio y me preocupe, pero ya no quise pensar en eso, decidí pensando y me
acordé de la genial idea que tuve hace tiempos, y decidí ir a visitar a Toby al hotel
de perros en el mi mamá lo hospedó, estuvo un poco lejos llegar pero lo hicimos,
el estaba jugando con otros perros cuando llegué y ni bien entré él detectó mi olor
y vino corriendo hacia mi, se veía tan feliz y con muchas energías, yo lo había
echado de menos y me apené y decidí llevármelo de vuelta a casa sin el
consentimiento de mis padres, dudé por unos instantes y recordé un dicho que
dice “Las cosas buenas se hacen de inmediato”, no sé si era algo erróneo pero
estuve seguro de mi mismo y me lo llevé, al llegar al barrio me despedía de
Roberto, y fui a casa con Toby, en el camino me topé con Carolina que fue la
última vez que lo hice, no sé por qué, ella no sabía de la existencia de mi perro y
le informé de todo un poco sobre él.
En fin llegué a mi casa y al entrar, la sorpresa que me llevé es que mis padres
estaban ahí, fui corriendo a abrazar a mi padre, pero me rechazó, no se por qué,
pero me impresionó mas no me sorprendió, lo que si me sorprendió es que mi
madre hizo lo mismo, y eso ¡si que es raro!, ellos no estaban hablando mucho y
cuando lo hacían yo notaba un cambio en su acento de voz y en su léxico y una
forma rara de actuar, lo cual me sorprendió mucho, no quisieron contarme nada de
su viaje ni nada de nada, ocultaban algo, ponían escusas o cualquier cosa para
ocultar la verdad, no me trataban igual, no se qué tienen que ver con la casa de al
lado y las personas que la habitan, que sinceramente nunca las he visto, pero sé
que existen, tampoco sé lo que le hicieron a mis padres en ese viaje, lo cual dudo
que lo hayan realizado, lo único que sé es que desde entonces ellos no son los
mismos…
FIN