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LA CASA DE AL LADO

LA CASA DE AL LADO
Por: Álvaro Naranjo R.

Este libro está dedicado a


toda absolutamente toda
mi familia, que me han
apoyado mucho,
especialmente padres y
tíos.
De muchas historias que pasan en Ecuador, la mía es la más rara e inexplicable.
Mis padres un día se fueron a un viaje, y mientras regresaban, en mi barrio
pasaron muchos sucesos misteriosos, raros e inexplicables… que ya hasta han
formado una gran leyenda…
I
MI VIDA
Nosotros vivimos en el centro de Quito. Mi nombre es Manuel, Manuel Narváez, a
mi familia se le podría decir que es de clase alta, Héctor Narváez, mi padre, y
Emily Beltrán, mi madre, y aunque suene tonto, Toby, mi perro, también es
considerado parte de la familia.
Vivimos en una de esas grandes casas de principio de siglo. Nuestra casa es
grande, de dos pisos. En el primer piso, hay un pequeño hall en la entrada, un
baño, la sala-comedor, la cocina con una pequeña bodega debajo de las
escaleras, y un pequeño estudio que es de mi padre.
En la segunda planta, está la recámara de mis padres con baño y vestidor
incluido, mi recámara, que es enorme y sus paredes están pintadas a lo alocado,
la sala de estar, con sus muebles y su plasma, un baño para mí y un estudio que
es más grande que el primero, eso es todo. La casa está rodeada por un jardín, en
el cual está la casa de Toby, que es enorme, la construí yo mismo con madera,
para las paredes y el piso, clavos para juntar la madera y un poco de zinc para el
techo. Nuestro jardín está lleno de flores y pequeños animales de tierra. Me llevo
muy bien con mi madre al igual que mi padre, tengo mucha confianza con ellos,
les cuento todo lo que hago a excepción de ciertas travesuras.
Mi padre, tiene cincuenta años, el pelo negro, es alto, metro ochenta, su piel es
mas o menos blanca, sus ojos son negros.
El se graduó de ing. civil, y con esa profesión ha realizado muchos proyectos
importantes en varias ciudades del país. Pero ahora dejó la profesión, no se por
qué, de vez en cuando le pregunto por qué la dejó, pero nunca me quiso
responder y siempre me quedo con la duda, ahora es presidente de una empresa
que tampoco me quiso decir su nombre.
Mi mamá, es pequeña, tiene el pelo negro, es media morena, sus ojos cafés
oscuros, que casi parecen negros su edad no se pero no es tan joven pero
tampoco le alcanza a la edad de mi padre.
Ella trabaja en la misma empresa que mi papá, como secretaria del presidente,
entonces es la secretaria de mi padre y con mayor razón se ayudan mutuamente.
Yo tengo trece años, para mi edad, mi estatura es regular, mido un metro cuarenta
y ocho exactamente, como mi papá es mas o menos blanco y mi mamá es un
poco morena, yo soy trigueño, mi pelo es café oscuro al igual que mis ojos y como
soy hijo único para ellos soy el mejor.

II
EL VIAJE DE TRABAJO

Yo estudio en un colegio cerca del barrio, estoy en segundo curso, tengo muchos
compañeros y amigos, también tengo algunos amigos en el barrio.
Roberto es mi mejor amigo seguido por mi perro Toby, él estudia en el mismo
colegio que el mío y su casa está a tan solo cuatro cuadras antes que la mía.
Una tarde regresaba del colegio, venía caminando con Roberto, él se tuvo que
quedar en su casa y yo tuve que caminar las cuatro cuadras que faltaban para
llegar a mi casa, entré y antes de saludar con alguien saludé con Toby, mis padres
me estaban Esperando para almorzar, me senté y mi mamá estaba emocionada
que hasta lograba mover la mesa de vidrio.
¡Tranquilízate Émily! Dijo mi padre.
¿Por qué está tan hiperactiva mi mamá?
- Creo que es porque nos está yendo muy bien en la oficina.
Me respondió mi padre.
Después de terminar mi comida, me fui a mi curato y minutos después sonó el
teléfono, era Roberto.
Hola Manuel ¿Cómo estás?
-Bien Roberto, bien
Te quería preguntar si hoy quieres venir a dormir a mi casa
- Por supuesto, pero tengo que preguntarles a mis padres
-Espérame un momento voy a preguntarles si me dejan
PAPÁAAAAAAAAA, PAPÁAAAAAAAAAAAAAAA
¿Qué pasa Manuel?
- Roberto me invitó a quedarme a dormir en su casa
¿Puedo ir, si si si si si?
- Bueno hijo, bueno
Me puse muy feliz cuando aceptó mi papá y rápidamente fui a mi habitación a
seguir hablando.
-Hola
- Al fin volviste
- Si ya regresé, lo bueno es que sí me dieron permiso
- Alistarás las cosas
- Está bien
- Chao
- Hasta la noche

Esa tarde cogí mi pijama, pasta dental, mi cepillo de dientes y una ropa de cambio.
Al llegar la noche, mi padre fue a dejarme en la casa de Roberto. Él se había
confundido de dirección, era tan simple, solo 4 calles después de la nuestra.
Llegamos a las 8 de la noche, yo ya había merendado en casa, me despedí de mi
padre, bajé del auto y golpeé la puerta:

Tock-tock
Se abrió la puerta, era Roberto
-Hola
-por favor pasa, me dijo
Oye Manuel, hoy noche veremos películas de terror, comeremos canguil y
después dormiremos.
A lo largo de varias horas, terminamos todo lo que dijo que hiciéramos Roberto, en
ese momento, nos íbamos a la cama, él estaba pálido y tembloroso.
- ¿Qué te pasa?
- tengo mucho miedo, era mejor que no veamos ésa película de noche.
Yo estaba en las mismas condiciones que él, esa película de miedo “El Aro” si que
me hizo tener pesadillas por varios días, pero a las tres semanas ya se me había
pasado.
Los días en el colegio pasaron volando, tan solo faltan 3 días para salir a
vacaciones. Al día siguiente, mis padres tuvieron que ir a retirar mi reporte de
notas, y a lo que llegaron me felicitaron, yo estaba confundido porque no creí que
iba a sacar sobresaliente en todas las materias.
Al fin llegaron las vacaciones, cuán alegre que estaba, pero lo malo es que mis
padres siguen trabajando y yo me quedo solo con Toby. Pero eso no fue un
obstáculo para mí porque me acostumbré.
Todos los días mí mamá y mi papá llegaban a darme de comer, después se tenían
que ir al trabajo, por lo cual me sentía desolado y todo esto se volvió un gran
problema, no tenía con quien estar, Roberto se fue a la playa con sus padres y va
a regresar en un mes. Para matar el tiempo veía televisión, pero no me agradaba
ni una caricatura, nunca intenté leer un libro porque me aburren, y como no tenía
nada que hacer esperaba hasta la noche para dormir.
Los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas y las horas en
días.
Un día sonó mi celular, era un mensaje de Roberto, me decía que ya llegó a Quito
y quería visitarme. Al leer esto, sentí un gran alivio, porque iba a tener una
compañía. A lo que llegó, noté en su cara un ligero bronceado, me contaba que el
crepúsculo de la playa era hermoso y que la pasó muy bien. Se tuvo que ir, pero
acordamos que mañana iríamos a jugar en el parque, y así fue, jugamos fútbol en
el parque de al frente y todos los días haríamos lo mismo. Cierto día llegaron mis
padres y me llamaron a almorzar, mi madre estaba emocionada.
- ¿Qué te pasa mamá? Le pregunté con un tono de misterio.
Recuerdas que hace algunos meses también estaba así, era porque estaba por
aprobarse un contrato que tendríamos en el extranjero, y hoy lo aprobaron.
Después del almuerzo, mis padres fueron a trabajar, la verdad a mí me aburre
esta rutina con mis papás, ellos siempre están ocupados y no me agrada en lo
absoluto.
Después de dos días, mi mamá se veía preocupada, parecía que ocultaba alguna
cosa o no quería decirme algo. Y como lo sospechaba, logró decirme algo pero
con mucha dificultad:
- Hijo, ponme atención,
- Si, te escucho mamá
- En pocos días tu papá y yo tendremos que irnos
- ¿Qué? No puede ser, pero…
- Calla y escucha, queremos que te cuides y protejas etc. etc. etc.…
y no dejó de darme consejos por media hora, ni siquiera pude decir una sola
palabra, y lo peor es que ni siquiera me van a dejar a Toby, así que lo llevó a un
hotel para perros, porque me decía que no puedo ni mantenerme a mí mismo,
peor otra carga encima y cuidar a Toby y bla, bla, bla.
Después de que pasó todo esto fui a llamar a Roberto y él se rió de la parte de
que no puedo ni cuidar a mi perro.
Al fin llegó el día en que mis padres viajarían, pero antes de irse me dejaron una
buena suma de dinero, para mí ahí me volví rico. Mi mamá dijo que no lo
malgastara en tonterías como dulces y frituras, mas si que lo use especialmente
en comida o alguna emergencia, ya conocen cómo son las madres.
Lo último que vi ese día de mis padres fue que me llenaron de besos y consejos.
Lo más terrible es que ellos nunca mencionaron a dónde se iban, pero que la
fecha de retorno no era definida, ellos se fueron al aeropuerto en taxi y no los vi
más desde entonces.
Ese día estaba un poco alegre, tenía un dineral en mis bolsillos para mi solito, lo
primero que hice es ir donde Roberto, ni loco le comentaría sobre el dinero porque
sé que lo gastaría de inmediato y esta vez quiero intentar ganarme la confianza de
mis padres en especial de mi papá que se puede decir que es el mas difícil entre
ellos.

III
UN FUTURO NO MUY CREÍBLE

Un día, en una de las tantas pijamadas que he tenido con Roberto, a partir de las
diez de la noche nunca hemos sabido qué hacer en el resto de la noche sin
quedarnos dormidos, hasta que se me ocurrió algo, que consistía en ir a su
habitación, con algo para picar o con bocaditos, coger unas sábanas calientes
para echarnos en el suelo, apagar la luz, coger y prender una linterna de tal
manera que quede bajo nuestra boca y empezar a contar historias de terror.
Empezamos ha hacerlo, pero al azar, la suerte le eligió a Roberto, al fin él
empezó, yo lo escuchaba con mucha atención, pero alrededor de los treinta
minutos yo me empezaba a aburrir, y no lograba imaginarme, menos aún creer
todas esas cosas terroríficas que estaba contando, así que le dije que pare y que
mejor yo contaría primero, aceptó y empecé, como a Roberto lo le gustó escuchar
que yo le dije que su historia era aburrida, él me pagó con la misma moneda, hizo
exactamente lo mismo, después de treinta minutos, dijo que pare y que cuente
otra historia más interesante.
-Vamos Manuel ya para de contar eso que me aburre
- Pero si ni siquiera ha comenzado la parte interesante, le dije a Roberto
En fin ambos dejamos de contar esas historias y nos pusimos a pensar en otras
historias y al mismo tiempo dijimos:
-Ya tengo la historia: “Un futuro no muy creíble”
- Esa es, pensamos lo mismo, dije
- Ya sé
- ¿Qué cosa Roberto?
- Qué te parece si compartimos conocimientos sobre esa historia la escribimos y la
publicamos en internet, yo sé lo que te digo porque el ganador del concurso:
“Comparte tu historia” en internet, ganará fabulosos premios, y estoy seguro,
100% seguro, que esta historia ganará el primer premio.
- ¡Estas hablando en serio Roberto!
- Por supuesto que sí, dijo Roberto
- Entonces empecemos ahora mismo.

IV
LA HISTORIA

Después de lánguidas horas y un arduo trabajo, logramos terminar y publicar


dicha historia en internet, casi nos amanecimos en ella pero valió la pena; y como
nos salió tan bien esa historia decidí contarles.
Yo creo que les va a gustar, porque de lo que sé las cosas que a mí me gustan,
también a mucha gente le gusta, es experiencia propia, por eso creo que tengo un
gusto aceptable en recomendar historias. Esta historia no es muy larga, de hecho
si lo es; esta historia actualmente es una fantasía, pero quién sabe si en pocos
años lo será, porque se trata de una máquina del tiempo y otras cosas
interesantes del futuro.
Me esmeraré y la contaré de una forma peculiar, lo haré como si ustedes la
estuvieran viviendo, bueno no para tanto. En fin, menos palabras y más acción,
aquí les va la historia:

Un futuro no muy creíble


Dice la historia que un día tranquilo de verano del año 2014, había un señor
llamado Pedro, el estaba en Quito sin rumbo fijo, él logró conseguir muchos
amigos, en especial uno, el cual le rentó un departamento en el Norte de la
capital, instaló todas sus cosas, que aunque no eran muchas, pero las instaló,
solamente traía una mochila con cuadernos y libros, y otra aparte con un par de
prendas de vestir muy raras y muy modernas, fueron tan bonitas que el
compañero con el que estaba viviendo le preguntó:
- ¿Dónde conseguiste toda esa ropa?

- No, aquí no hay

Su compañero se quedó pensando esa respuesta tan directa, pero no insistió en la


misma pregunta, así que decidió hacer otras preguntas diferentes:
- -¿Vas a la universidad? Porque noté que llevas unos libros similares a los
míos que me dan en la universidad

- Si, estaba en la universidad pero ya me salí

- ¿Por qué te saliste?

- Porque inventé algo en el futuro, que me trajo aquí

- Cómo dices ¿Qué inventaste?

- Inventé una máquina del tiempo, que al probarla, comprobé que si funciona
porque me trajo a este año

- JaJaJaJa que dices que inventaste una máquina del tiempo, no me hagas reír

- Te digo la verdad, dijo Pedro con mucha confianza y muy eufórico, en este
año en el que estamos, puede que no haya la suficiente tecnología para
hacer una maquina del tiempo, pero en el año 2102 si la hay, con esto no te
digo que ya existen, por eso soy el primero en hacer una y el primero en
viajar por error al pasado

- No puedo creerlo, dijo su compañero, no definitivamente no lo creo, pero lo


que si creo es que está loco, eso si creo, mas no esa payasada que me
estas diciendo

- No me creas, ese no es mi problema


Bueno pasando de coles a nabos, ¿Qué vas a hacer?
- No lo sé, creo que voy a entrar a una universidad para hablar con los mas
destacados estudiantes o profesores, para compartirles mi conocimiento, y
con ello lograr hacer otra máquina del tiempo para que yo regrese a mi
tiempo

- ¿Y tú crees que las personas de este tiempo te van a entender todo lo que
tú posiblemente les enseñes? Dijo su compañero con tono de burla

- Exactamente creo que me van a entender, porque esto no es complejo,


pero tampoco es tan sencillo

- Ya quiero verlo, y se contuvo una carcajada su amigo, pero no importa ven


a mi universidad, que es una de las más destacadas de por aquí,

- ¿Hablas en serio?

- Claro que si, dijo su compañero, sólo lleva tu mochila con libro y lo mas
importante lleva tu conocimiento

Al día siguiente Pedro fue a la universidad con su amigo, y cuando inició la primera
hora de clases él le presentó a todos los profesores que pudo, Pedro les empezó a
explicar que él venía del futuro y que creó una máquina del tiempo, como era lo
mas común nadie le creyó todo eso y no decidieron ayudarlo, Pedro se puso muy
triste y regresó corriendo y casi llorando a su departamento, su compañero decidió
seguirlo y al llegar al departamento
- ¿Por qué lloras Pedro?

- Acaso no ves que nadie me cree y que nadie me quiso ayudar

- Si lo sé, pero no hay por qué llorar

- Claro que lo hay, yo tengo a mi familia y amigos en el futuro, me siento


muy sólo y no conozco a nadie, y mi familia se ha de sentir peor, ellos han
de creer que me perdí o que he fallecido

- No te preocupes, mañana es un nuevo día y podrá tratar de convencerlos

- Pero por qué esperar hasta mañana, ¡hagámoslo ahora!

Cuando llegaron a la universidad, fueron ha hablar con el más importante profesor


de ahí y le contaron todo de nuevo, pero nos les creyó y les dijo:
- Así que tú eres del futuro, pero ¿Cómo lo compruebas?

- Mire señor, le puedo mostrar mis conocimientos y verá que nadie en este
tiempo sabe ni ha descubierto nada de lo que les mostraré
- Aún no te sigo creyendo, dijo el maestro, a lo mejor todo lo que nos
muestre puede que sean puras invenciones tuyas, crees que vistiéndote
totalmente diferente a nosotros y teniendo otros conocimientos que no se
sabe si son ciertos te creeré

- No, pero tengo unos libros en mi mochila que se parecen pero tienen
totalmente diferente la información.

En ese momento, cuando Pedro recordaba lo que traía en la mochila, se acordó


que él tenía un diccionario ilustrado, él sabía que podía conseguir algo con el
diccionario pero no sabía que, y solamente le mostró el diccionario al maestro, y él
dijo:
- Pero qué es esto, este diccionario está lleno de palabras que en esta época
no se las dicen ni se las han inventado

Y al escuchar eso, Pedro exclamó:


- ¡Ya sé! busque en el diccionario la palabra “CÁNCER” y lea en voz alta lo
que dice

El maestro empezó a buscar y dijo:


- “Cáncer”: 1.- Signo del zodíaco que… no ese no, lea el número dos, 2.- El
cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce
un exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas)
enfermedad curable.

El maestro muy atónito dijo:


- ¡el cáncer ya es curable! No, no lo puedo creer

Pedro con una sonrisa en la cara por saber que el maestro ya le creyó, muy
eufórico dijo:
- Ahora, sería tan amable de traer un diccionario común y corriente

- Está bien, ya lo tengo aquí, leeré lo que dice cáncer, aunque ya sé el


significado.

- “Cáncer”: Enfermedad grave causada por la multiplicación anormal de


células, enfermedad incurable.

- Lo sabía, dijo Pedro, en nuestro tiempo, hasta mucho antes, el cáncer ha


sido una enfermedad muy grave, pero se ha logrado obtener la cura, y eso
es cierto porque un tío mío del futuro tuvo cáncer y lo curaron rápidamente.

- Está bien, te creemos, dijo el profesor

Y Pedro con muchos ánimos dijo:


- Entonces hagamos la máquina del tiempo, ¡manos a la obra!

Fin

- Bueno Roberto, tendremos que esperar tres meses hasta que salgan los
resultados del ganador de la mejor historia.

- Cierto Manuel, cierto, pero antes de que amanezca, ¡durmamos!

V
UN DÍA ¿FELIZ?
Yo y Roberto fuimos con otros amigos, no tenía saldo en el celular y a esta
situación yo la considero una emergencia baja, pero emergencia, así que le puse
una tarjeta de seis dólares, el cual un buen tanto lo gasté llamando a unos amigos
para que vinieran a mi casa, pero me quedaba el suficiente saldo para otras
llamadas mas, en fin cuando ellos llegaron empezamos a coordinar una salida con
unas chicas. Como ustedes ya sabrán las chicas de mi edad son sumamente
complicadas y ocupadas en no se qué, así que para acordar la salida tuve que
gastar todo el saldo que me restaba, pero lo bueno fue de que las convencí de ir a
un buen lugar con mis amigos.
Cuando llegó el día estábamos esperándolas y como siempre las mujeres se
demoraron en llegar, por suerte solamente era la una de la tarde más o menos, y
aún nos quedaba toda la tarde por delante y en ese lapso de tiempo nos
divertiríamos como nunca. Empezamos a discutir durante quince minutos para
decidir qué haríamos de bueno, y como somos un poco flexibles decidimos darles
gusto a las chicas, ellas quería ir al cine para ver cualquier película que esté de
estreno, yo me puse a pensar que casi no las conocía del todo a excepción de la
chica con la que hable por supuesto para acordar todo esto, porque no voy a
hablar con cualquier desconocida para salir a algún lugar, así que nos empezamos
a conocer mientras caminábamos al cine, de los hombres estábamos: Sebastián,
Gabriel, Roberto, José y por supuesto estaba yo, de las mujeres estaban: Melisa,
Carolina, Verónica, Andrea y Micaela que por suerte era la novia actual de
Roberto, mientras nos conocíamos la que más me agradó fue Carolina que llevaba
puesto un pantalón azul oscuro, una blusa con mangas cortas de color negro que
hacía juego con sus lindos ojos color cafés claros y pelo negro. Un par de calles
después y llegamos, éramos un grupo de adolescentes que llamábamos un poco
la atención porque hacíamos mucho ruido charlando, la mayoría de gente nos veía
pero a mí no me importaba nada, me sentía bien con Carolina que sonreía
angelicalmente, no se que sentía pero no me cansaba de verla, no la escuchaba
solo la veía y yo me sentía algo entorpecido, llegamos al cuarto piso de un centro
comercial, en el cine había una película de censura: mayores de doce años y la
crítica era muy buena así que no fue necesario discutir para elegir alguna,
entonces cada uno compraba un boleto para alguien los chicos por supuesto que
tenían que invitar por suerte ese día era 2x1 y la mitad no tuvo que pagar en
entradas pero sí pagamos las palomitas, la soda y los dulces.
Al momento de entrar a la sala nos dieron las gafas 3D, todos la pasamos muy
bien en especial yo con Carolina que nos hicimos buenos amigos o quizás más
que eso, pero no es de su incumbencia. A lo que salimos del centro comercial eran
las seis de la tarde y todos fuimos al parque de diversiones, bueno no todos,
Gabriel y Sebastián no fueron porque decían que era “tarde” yo les traté de
convencer con ese dicho que dice La noche es virgen, pero nada los detuvo y se
fueron, creo que mas bien tenían otros planes pero igual nos íbamos a divertir con
los que quedábamos. Me gasté un buen porcentaje del dinero que llevé ese día en
los juegos que Carolina quería hacerse conmigo, todo fue genial menos un juego
que nos hicimos era el martillo, yo estaba confiado de que no me daba miedo pero
si me dio un poco. El parque de diversiones ya iba a cerrar y también nosotros ya
nos íbamos porque las nueve de la noche ya es un poco tarde y peligroso para
estar afuera algunos adolescentes.
Las chicas se despidieron y se fueron a su casa, lo mismo hice con Roberto. Al
llegar a mi casa me sentía un poco solo pero lo bueno es que ya no tuve que
prepararme la comida porque ya comí con los demás y también di gracias a Dios
por no llevar todo el dinero que mis padre me dejaron porque el dinero marchaba
antes de que cante un gallo, y si mis padres se enteraban, en especial mi papá,
literalmente “me mataba”.

VI
¡QUÉ EXTRAÑO!

Un día fui a la casa de Roberto y recibí la primera llamada de mi mamá,


lamentablemente ella no podía hablar conmigo por mucho tiempo porque mi
mamá decía que estaba muy ocupada trabajando y lo único que me podía decir es
que cómo estaba yo, nada más y colgaba el celular. Ese día almorcé en casa de
Roberto y también me quedaría a dormir con él para ver si podía tratar de borrar
esa pequeña soledad que tenía en mi mente y un diminuto declive de ego, ya que
no tenía compañía de nadie por mucho tiempo en mi casa, también estaba algo
irónico pero eso es secundario. Almorzamos una deliciosa comida casera que
preparó su mamá, después de eso fuimos a jugar videojuegos en la recámara de
Roberto, le habían comprado una televisión nueva, era una plasma de 42
pulgadas, yo me quedé impactado pero eso no era todo también tenía un play
station 3, pero ya no estaba tan atónito cuando me dijo que le compraron por dos
cumpleaños y dos navidades de adelanto, ¡su familia si que consume!, todo esto lo
habían mandado a comprar desde los Estados Unidos porque allá salía mas
barato, jugamos toda la tarde hasta caer rendidos y exhaustos. Antes de ir a
dormir esperé un poco hasta que llame mi mamá, pero ella nunca llamó, así que
nos fuimos directo a la cama. Al amanecer desayuné en ahí mismo y de repente
llegó la novia de Roberto yo no sabía que vendría y mientras conversábamos me
di cuenta que ella era una marisabidilla y no me agradan mucho las sabelotodo así
que decidí no quedarme al almuerzo y me retiré, fui caminando por la calle para
ver si me encontraba con algún amigo pero nadie apareció y llegué a mi casa,
cuando quería abrir la puerta delantera sentí que estaba forzada, ¡qué susto que
tuve! Pero eso no era todo, logré entrar a la casa fui a mi cuarto y la ventana
estaba rota y lo peor de todo es que esa ventana no tenía rejas y la casa en sí
estaba muy desarreglada lo cual no fue obra mía. En esos momentos me moría de
miedo así que salí de mi casa y no quería entrar por nada del mundo, fui corriendo
donde Roberto para que entrara por mi, pero pensé que el es más cobarde que
yo, por qué de hacerlo, pero igual quise hacerlo.
Cuando toqué la puerta de su casa salió su mamá
- ¿Puede salir Roberto un momento por favor?
- Lo siento mucho, no se encuentra, se fue a la casa de su novia con ella.
Ni su mamá ni yo sabíamos dónde quedaba la casa de ella, así que decidí ir a
buscar a algún amigo pero ninguno apareció, parecía que el vecindario se apartó
de por aquí, parecía que todos se fueron de viaje porque ya nadie atendía a la
puerta de quien tocaba. Respiré hasta el fondo y me llené de fuerzas para ir a
casa, llegué, abrí la puerta y escuché un ruido como si alguien estuviese
escondiéndose, no aguanté más y se me puso la piel de gallina y salí corriendo a
la calle, no conocía a un solo vecino pero pedí ayuda al vecino de al lado, golpee
una y dos veces la puerta y nadie contestó, tuve que esperar hasta que llegue
Roberto, que era a las seis de la tarde, cuando llegó la hora fui mas rápido que un
rayo le comenté todo lo que pasa y me acompañó, al llegar a mi casa como lo
sospeché Roberto tenía más miedo que yo, pero ambos lo superamos, pero no
por mucho, entramos sigilosamente, fuimos a cada habitación de mi hogar y no
había nada ni nadie mas que un terrible desorden que yo do me acuerdo haberlo
hecho, los libros y revistas estabas echadas por el piso y en la recámara de mis
padres como si alguien estaba buscando algo, estaba regado un chorro de agua
que por error alguien lo ha pisado y que esas huellas salían de la casa y no había
rastro ha dónde iban porque se desvanecieron. Roberto se tuvo que ir y yo me
quedé con un gran susto que duró toda la noche. Al día siguiente limpié y arreglé
todo ese desorden, a la ventana rota le puse un gran plástico transparente,
después intenté llamar a mis padre pero recordé que no me dejaron su número así
que vi mi celular y revisé las llamadas recibidas, esa fue la antepenúltima llamada
que tuve desde entonces, por lo cual no fue un problema buscarlo, el número no
era de celular, y era un poco raro, remarqué al mismo numero para no cometer
errores, pero aunque me puse una tarjeta de saldo nueva no contestaba nadie y
me aparecía número dañado, empecé a averiguar de qué casa provenía ese
número, me tomó mucho tiempo descubrirlo, pero la información no era muy
explícita solamente me pudieron dar la dirección y numero de calle del cual
provenía el número telefónico, ya no fue problema encontrar la casa porque el
nombre de la calle correspondía a la misma en la que se sitúa la mía sólo tuve que
salir y buscar el número marcado en la casa lo cual tampoco fue un problema
porque era la casa de al lado, yo me pregunte muchas cosa esa noche, y me llené
de interrogantes y dudas que eran inexplicables y que no podía responder,
después de un tiempo me dije a mi mismo “soy un tonto” por qué no intento
llamarles al celular, en ese instante le llamé primero a mi mamá y escuché el
inconfundible tono de timbre que ella tenía, y escuche que venía de la casa de al
lado y que nadie contestaba, estaba un poco paranoico y sólo tenía en mi mente
a: la casa de al lado, la casa de al lado, la casa de al lado, la casa de al lado, que
ya me volvía loco…

VII
EL ÚNICO DÍA NORMAL

Ayer fui a la casa de Carolina con Roberto para distraer mi mente un poco de
todos estos raros acontecimientos que me han estado pasando, la pasé muy bien,
fue la primera vez que fui a su casa, su casa era enorme a pesar de que es de un
solo piso, tiene un gato llamado Max que es diminuto, amigable y tierno y eso me
hizo pensar en Toby y por eso se me ocurrió una genial idea que la hice después,
tenía casi la misma extensión de patio que la mía, jugamos baloncesto y después
fuimos a la piscina, y eso estuvimos haciendo toda la tarde.
A ese día se le puede llamar normal, pero al día de hoy no, porque en la mañana,
cuando me desperté escuché demasiados ruidos y voces susurrantes
provenientes de la planta de abajo que hacía eco en la casa de a lado que mas
bien parecía que provenían de allá mismo…

VIII
LA CASA DE AL LADO

Un día salí de casa para visitar a Roberto, como siempre jugamos videojuegos,
pero como no tenía mas juegos para esa consola tuvimos que repetirnos mas de
tres veces todos los juegos, porque los juegos de play station 3 solo son originales
y esos cuestan mucho y los padres de Roberto ya no quieren comprarle porque ya
le dieron esos regalos adelantados, como ya nos aburrimos, decidimos hacer otra
cosa pero no sabíamos qué, me puse a pensar y mientras lo hacía recordé que
solamente he recibido una única llamada de mis padres que fue hace un mes y
medio y me preocupe, pero ya no quise pensar en eso, decidí pensando y me
acordé de la genial idea que tuve hace tiempos, y decidí ir a visitar a Toby al hotel
de perros en el mi mamá lo hospedó, estuvo un poco lejos llegar pero lo hicimos,
el estaba jugando con otros perros cuando llegué y ni bien entré él detectó mi olor
y vino corriendo hacia mi, se veía tan feliz y con muchas energías, yo lo había
echado de menos y me apené y decidí llevármelo de vuelta a casa sin el
consentimiento de mis padres, dudé por unos instantes y recordé un dicho que
dice “Las cosas buenas se hacen de inmediato”, no sé si era algo erróneo pero
estuve seguro de mi mismo y me lo llevé, al llegar al barrio me despedía de
Roberto, y fui a casa con Toby, en el camino me topé con Carolina que fue la
última vez que lo hice, no sé por qué, ella no sabía de la existencia de mi perro y
le informé de todo un poco sobre él.
En fin llegué a mi casa y al entrar, la sorpresa que me llevé es que mis padres
estaban ahí, fui corriendo a abrazar a mi padre, pero me rechazó, no se por qué,
pero me impresionó mas no me sorprendió, lo que si me sorprendió es que mi
madre hizo lo mismo, y eso ¡si que es raro!, ellos no estaban hablando mucho y
cuando lo hacían yo notaba un cambio en su acento de voz y en su léxico y una
forma rara de actuar, lo cual me sorprendió mucho, no quisieron contarme nada de
su viaje ni nada de nada, ocultaban algo, ponían escusas o cualquier cosa para
ocultar la verdad, no me trataban igual, no se qué tienen que ver con la casa de al
lado y las personas que la habitan, que sinceramente nunca las he visto, pero sé
que existen, tampoco sé lo que le hicieron a mis padres en ese viaje, lo cual dudo
que lo hayan realizado, lo único que sé es que desde entonces ellos no son los
mismos…

FIN

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