Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Monición de entrada
Hermanos y hermanos:
La cuaresma es un tiempo privilegiado para tomar conciencia de
las necesidades e insatisfacciones que experimentamos en nuestra vida:
necesidad de ser amado, de amar, de poseer, de dar sentido a nuestra
vida, etc.
Hoy la Palabra de Dios nos plantea descubrir en nuestra relación
con el Señor Jesús el sentido de nuestra vida y los grandes interrogantes
que nos hacemos.
Por ello, celebremos nuestra fe con atención para escuchar la voz
del Señor que se hace presente.
SALMO 95
Escucharemos tu voz, Señor.
Venid, cantemos jubilosos al Señor, aclamemos a la roca que nos salva;
vayamos ante él a darle gracias y a cantar himnos en su honor.
Venid a adorarlo, hinquemos las rodillas delante del Señor, nuestro
creador. Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, las ovejas que
él guarda.
Escuchad lo que dice: «No endurezcáis vuestro corazón como en
Meribá, como el día de Masá en el desierto, cuando vuestros padres
me desafiaron y me pusieron a prueba aunque habían visto mis obras».
Hermanos: Justificados por la fe, estamos en paz con Dios por nuestro
Señor Jesucristo. A él debemos, en virtud de la fe, este estado de
gracia, en que nos mantenemos firmes y nos alegramos con la
esperanza de alcanzar la gloria de Dios. y la esperanza no nos defrauda,
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
medio del Espíritu Santo que nos ha dado. Pues Cristo, cuando aún
éramos nosotros débiles, en el tiempo ya establecido, murió por los
malvados. Difícilmente habrá quien esté dispuesto a morir por un hombre
justo, aunque por un hombre de bien tal vez alguien lo esté; pero Dios
mostró su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros.
ACCIÓN DE GRACIAS