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Universidad Nacional Abierta y a Distancia.

Curso: Cerebro y Mente


Código: 520007.

Nombre: Juan Daniel Nava Zapata.

Tarea 2 Desarrollar la Unidad 2

Licenciatura en filosofía.

2021.

Cada estudiante de acuerdo a las temáticas desarrolladas en la unidad


2 responderá la pregunta Problematizadora: ¿Se puede dar una
reconsideración de la visión bergsoniana de materia y memoria? Cada
estudiante presentará en el foro, en formato Word, un ensayo de
construcción individual que responda a la pregunta problematizadora de
acuerdo con la temática tratada. La respuesta debe estar argumentada
bibliográficamente en tres páginas. Además, debe realizar comentarios
en el foro a los aportes de los compañeros de manera crítico-
argumentativa.

¿Se puede dar una reconsideración de la visión bergsoniana de materia y


memoria?

(comento y trato el texto de Jesús pardo, H. BERGSON: MENTE Y CEREBRO.

Inicialmente, la visión de materia y memoria según Bersong, parte de una


concepción objetiva del cuerpo. Dicha concepción determina y señala al cerebro
como “instrumento de selección” (Martínez, 2012, p. 115), lo cual establece este
“objeto” como el que realiza un oficio de percepción. La percepción como tal no se
encuentra de forma localizada en el cerebro, esto es lo que Bergson busca
argumentar, “porque el cerebro es una imagen como las demás imágenes, incluida
en el conjunto de todas ellas, y seria por tanto absurdo afirma que el continente
surgiera del contenido”.( Martínez, 2012) . Por tanto, el cuerpo esta imposibilitado
para hace nacer una representación, puesto que este esta destinado a mover
objetos y no podría hacer nacer una representación. Entonces, “La dificultad
desaparece si suponemos que sólo existe una realidad, las imágenes-objeto,
aunque estructurada según dos sistemas diferentes: el de la ciencia, en el que las
imágenes interactúan necesariamente según las leyes constantes de la
naturaleza”. (Martínez, 2012)

En el reconocimiento de las imágenes, se dice que el cuerpo en su “experiencia”


recoge a lo largo de la existencia imágenes que luego se reproducen como un
mecanismo motor y como un recuerdo. Desde este aspecto se entiende la relación
que establece la memoria y el cerebro. Hay dos clases de memoria, una corporal y
otra del reconocimiento en la cual, el cerebro juega un papel bastante importante.
Bergson pretende distinguí la doble implicación que existe en la palabra recuerdo.
En primer lugar, considerando el diferente modo de adquisición que
permite comprender que la lección una vez aprendida se convierta en
un hábito, similar a los demás hábitos del cuerpo. Y en segundo lugar
atendiendo al modo de reproducción que aún hace más evidente la
profunda diferencia existente entre ambos. (Martínez, 2012)

Por ejemplo, el recuerdo de una lectura es una representación y puedo manejarlo


como quiera. Por el contrario, el recuerdo de una lección aprendida no es una
representación ya que necesita un tiempo determinado para el desarrollo de cada
uno. Esto se considera más una acción que una representación.
Entre estas memorias, Bergson establece unas diferencias una es mas objetiva y
la otra es mas pragmática. Desde la experiencia individual será representativa en
sentido propio y aquello que esta sobre el cuerpo es mas pragmático.

Frente al punto de la distinción de las memorias, Bergson dice que el


asociacionismo es una concepción muy simple, la cual afirma que el
reconocimiento se reduce a una mera asociación entre una percepción y un
recuerdo. Por tanto, el cerebro cumple una función relacional. Es decir, que el
cerebro “es el instrumento de nuestra relación corporal y mental con el mundo.”
(Martínez, 2012, p 120).

En definitiva, el reconocimiento parte de dos causas, la primera es cuando nuestro


cuerpo no puede adquirir automáticamente una selección de nuestros recuerdos
con la experiencia externa. O de otra manera, que este mismo reconocimiento lo
lleve a la acción. Lo anterior solamente serían movimientos y en ninguno se
destruyen los recuerdos.

Lo anterior, redefine todo en un problema, el dualismo. Bergson lo reconoce y se


vuelve a su concepto original de metafísica. Finalmente, Bergson aborda los
conceptos de intuición y duración, concluyendo que la primera es la forma en la
cual nos transportamos al interior de un objeto para coincidir en lo que tiene uno
de único y en consecuencia de inexpresable. Por tanto, el segundo concepto es el
puro fluir del tiempo de un modo continuo. Para Bergson la memoria es una
sucesión de estados vitales de índole espiritual.

Dando respuesta ya de forma directa la pregunta, Bergson distingue el cuerpo y


alma y considera, que la distinción es temporal y no espacial. La memoria es
donde mora el pasado, sin residir en el presente mientras que la materia en la
morada del presente. Tener conciencia de algo implica mirarlo desde el punto de
vista del pasado, a la luz de este. Contentarse con reaccionar a estímulos
externos significa no ser consciente del acto, viviendo una existencia puramente
corporal. La conciencia consiste en atrasar un poco la reactividad de las acciones
y detenerse mas a “pensar” de que el alma se encuentra en el pasado. Para
Bergson las personas impulsivas suspenden su capacidad de memoria y se
quedan anclados en la inconciencia de la impulsividad de las acciones. Entonces,
de esta manera se podría se puede reconsiderar la idea de Bergson en cuanto a la
materia y la memoria. En el hecho de que una se sirve de la otra para que esto
trascienda en forma de una ética que concibe la idea de una premeditación de los
actos, para evitar la impulsividad y una reactividad que provocan excesividades y
discordancia que repelen con muchos esquemas que maneja la sociedad para
llevarla a fines colectivos apropiados.

Bibliografía.

Martinez, J. (2012). H. Bergson: Mente y cerebro. Revista Quaderns de filosofía i


ciència, Volumen 42, pp.115-126.

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