Fritjof Capra
eS
ANAGRAMA
Coleccién CompactosEPILOGO: «LEEME, LECTOR, SI ESO TE DA PLACER»
La ciencia de Leonardo no puede entenderse en el marco
del paradigma mecanicista de Galileo, Descartes y Newton
Aunque fue un genio de la mecénica que diseiié innumerables
maquinas, su ciencia no era mecanicista. Reconocié plenamen-
te estudié en amplitud los aspectos mecinicos del cuerpo hu-
mano y animal, pero siempre los considers instrumentos que el
alma emplea para la autoorganizacién del organismo. El inten-
to de comprender esos procesos de autoorganizacién —el creci-
miento, los movimientos y las transformaciones de las formas
vivas de la nacuraleza~ es el verdadero niicleo de la ciencia de
Leonardo, Era una ciencia de las cualidades y las proporciones,
de las formas orgiinicas modeladas y transformadas por proce-
sos subyacentes. Para Leonardo, la naturaleza como un todo era
viva y animada, cra un mundo que fluye y se desarrolla sin ce-
sar, tanto en el mactocosmos de la Tierra como en el microcos-
mos del cuerpo humano,
‘Mientras que sus contemporéneos se adherian a las autori-
dades de Aristételes y la Iglesia, Leonardo, a fin de adquirir un
conocimiento independiente, desarrollé y practicé un enfoque
empiric que muchos siglos después se conocié como método
cientifico y que implicaba la observacidn sistemstica y cuidado-
sa de los fenémenos naturales, experimentos ingeniosos, la for-
329mulacién de modelos tedricos y muchos intentos de generaliza-
ciones matemdticas.
Leonardo utilizé su método empirico —junto con su excep-
cional capacidad de observaci6n y su «sublime mano inquier-
da» para analizar, dibujar y pintar «con filos6fica y sutil espe-
culacién [..] todas las cualidades de las formas».! Los registros
que dejé de toda una vida de investigacién son magnificos tes-
timonios de su arte y de su ciencia a a ver.
En las tiltimas décadas, los especialistas nos han oftecido
anilisis exhaustivos de algunas drcas de la ciencia de Leonardo
(aunque a menudo desde perspectivas algo diferentes de la
mia), mientras que otras siguen atin en gran medida sin explo-
rar, El corpus integro de estudios anatémicos de Leonardo ha
[> sido analizdo con imprsionnte minscosted-en_un na
‘magnifico, Leonardo da Vinci’ Elements of the Science of Man,
Ce
mf
de Kenneth Keele, historiador de la medicina y gran conoce-
dor de Leonardo?
Contribuciones originales de Leonardo al diseiio_paisa-
heen y de jardines, asi como su sobresaliente obra hotdnica,
han sido analizadas con gran detalle en un penetrante volumen
del botinico WilliamEmboden titulado Leonardo da Vinci on
Plants and Garde Po dena ia, no existe ningdn volumen
comparable en tomnd a los abundantes escritos de Leonardo de-
dicados al «movimiento de las aguas», que incluyen sus estudios
pioneros de la hidrodindmica, asi como sus muchos pensa-
‘iientos originales sobre la dimensién ecolégica del agua como
medio y fluido nutriente de la vida. También permanecen en
gran parte inexploradas sus observaciones geolégicas, que se
adelantan siglos a su época.
Las contribuciones de Leonardo a la mecinica y la ingenie-
ria se estudian exhaustivamente en varios libros, incluido ef be-
Ilo volumen titulado Renaissance Engineers fiom Brunelleschi to
Leonardo da Vinci, de Paolo Galluzzi, historiador de la ciencia.4
Sus precisas observaciones y andlisis del vuelo de los péjaros y
330,
sus petsistentes intentos de disefiar méquinas de volar operat
vaeou objets de evaluacién en Lemardo on Flghs, monograa.( £
cautivante y profusamente ilustrada del historiador de la ciencia ig
Domenico Laurenza.5 Sin embargo, hasta ahora no se ha reali-
zado, desde la peneaina modema.del disetiny una cyaluagia
‘Weconjunto del ampli espectro de obras de Leovardo sobre
quitectura e ingenierfa.6 Seguramente seria un tema fascinante.
Tg euidiar de Temas soe cnet yiea di: eae
raleeaseinidaron:con sutapasiencia exteena,:pero luego #2 con
virtieron en metddicas investigaciones de su naturaleza intrin-
seca. Los modelos de organizacién de la vida, sus estructuras
orgénicas y sus procesos fundamentales de metabolismo y cre-
cimiento son los hilos cénceptuales unificadores que vinculan
su conocimiento del macrocosmos y el microcosmos. A lo largo
de su vida estudi6, dibujé y pint6 jas rocasy los sedimentos de
Ja Tierra, moldeados por el agua; el crecimiento de las plantas,
moldeadas por su metabolismo; y la anatomfa del cuerpo ani-
mal en movimiento. Urilizé la comprensién cientifica de las
Formnas'de li narutaleea como sosedn de au ante, smleneran que
sus dibujoe ¥ pinturar cumplicron cl papel de hetramieneas de
sus andlisis cientificos. Por eso los estudios de Leonardo de las
formas vivas de la naturaleza constituyen una unidad perfecta-
mente coherente de arte y ciencia.
En el Renacimiento Italiano no eta extrafio encontrat pin-
rarer que Fares, tamabién consrnadon evcalostes, arqultsevos 6
ingenieros. El wema wniversale fue el gran ideal de la época. No
obstante, la sintesis de arte y ciencia de Leonardo da Vinci, ast
como sus brillantes aplicaciones en multiples campos del disefio
y la ingenierfa, eran absolutamente tinicas. En los siglos poste
rites se fueron redescubriendo poco a poco los conceptos y las
observaciones de Leonardo en el campo de la ciencia y su visidn
etna clesicis de fortuna orplnicaxresurpi varias veoes tn dile-
rentes épocas. Sin embargo, nunca volvié a darse tanta geniali-
dol'iutlecnal sits meee sara ee hemaLeonardo nunca se jacté de sus talentos y habilidades sin
par, ni se vanaglorié jamds, en sus millares de péginas de ma-
nusctitos, de la originalidad de tantas de sus ideas y descubri-
micntos. Pero era plenamente consciente de su excepcionali-
dad. En el Cédice Madrid, en medio de extensos andlisis de las
leyes de la mecénica, entcontramos dos lineas que podrian pasar
por su propio y definitivo epicafio:
‘Léeme, lector, si eso te da placer, pues muy raras veces re-
naceré en el mundo.”
Durante mds de cuarenta afios, Leonardo persiguié incan-
sablemente sus exploraciones cientificas, impulsado por su ina-
gotable c intensa curiosidad intelectual, su amor a la navuraleza
y su pasién por todas las cosas vivas. A menudo sus magnificos
dlibujos reflejan con gran delicadeza y sensibilidad esa pasién.
Por ejemplo, su famosa imagen de un feto en el titero (fig, E-1)
va acompafiada de varios exbozos més pequefios que comparan
Ja matriz con el saco embrionario de una flor al representar las
capas extraidas de las membranas uterinas como si se tratara de
los pétalos en la corola. El conjunto entero de dibujos muestra
con gran elocuencia el extremado cuidado y respeto de Leonar-
do por todas las formas de vida. Rebosa una ternura profunda-
mente conmovedora,
La ciencia de Leonardo era una ciencia delicada. Aborrecia
la violencia y tenfa especial compasién por los animales. Era ve-
‘getariano porque no queria hacer suftir a los animales al sacri
carlos para su consumo, Compraba en el mercado pajaros enjau-
lados y los dejaba en libertad y contemplaba su vuelo no sélo con
Ja aguda mirada del observador, sino también con gran empatia,
Hojeando los cuadernos de notas se puede tener de golpe la im-
presién de que un péjaro solitario ha volado hasta allf mientras
Leonardo presta atencién a otra cosa, y que en los folios siguien-
tes llega tras él toda una bandada de criacuras aleteantes.*
332
Figura E-1. El feo en el ero, ¢ 1510-1512, Estudios anatémicos,
folio 198En los dibujos de sus méquinas de volar, Leonardo traté de
imitar cl vuelo de las aves con tanta exactitud, que llega casi a
dar la sensacién de querer convertirse en ave. Llamaba uecello
(pjaro) a su maquina de volar, y cuando dibujé sus alas mecé-
nicas imité con tanta precisidn la estructura anarémica de las
de un pdjaro ~y, se percibe, con tanto carifio~ que a menudo es
Aificil ver las diferencias (véase fig. E-2).
En lugar de tratar de dominar la naturaleza, que ¢ lo que
propuso Francis Bacon en él siglo XVI, la intencién de Leonar-
do eta aprender de ella todo lo posible. Admiraba la belleza que
vela en la complejidad de las formas, los modelos y los procesos
naturales, y era consciente de la gran superioridad del ingenio
de la naturaleza respecto del disefio humano. «Por mucho que
el ingenio humano emplee diferentes instrumentos en diversas
invenciones con el mismo fin ~declard-, jamés encontrar una
invencién més bella, mas facil, ni mas concisa que la naturale-
za, porque en las de ésta no falta nada ni nada es superfluo.»?
Esta actiud, la de considerar la naturaleza como modelo y__
gui se sd sedesebrendo-en el disso eeepc. Come Leo-
nardo da Vinci cinco siglos antes, los ecodiseiadores estudian
hoy los patrones y los flujos del mundo natural y tratan de in-
corporar a sus procesos de disefio los principios subyacentes.'°
Cuando Leonardo proyecté villas y palacios, presté especial
atencién a los movimientos de personas y de bienes por los edi-
ficios, aplicando a sus disefios arquitecténicos la metéfora de los
procesos metabélicos."” También pens6 que los jardines forma-
ban parte de los edificios, siempre con la intencién de integrar
anquitectura y naturaleza, Aplicé también esos mismos princi-
pios a sus proyectos urbanos, pues concebfa la ciudad como una
especie de organismo en el que, para que fuese saludable, era
imprescindible que las personas, los bienes materiales, los ali-
‘mentos, el agua y los residuos circularan por él con facilidad.!
En sus extensos proyectos de ingenierfa hidréulica, Leonar-
do estudid arentamente Ia corriente de los rios con el fin de
334
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Figura E-2. Estudio de un ala mecénica a imitacién del ala de un pajaro,
Cédice sul volo, folio 7rmodificar suavemente su curso insertando en ellos presas relati-
vamente pequefias en los lugares adecuados y con los éngulos
éptimos. «Para desviar un rio de un sitio a otro, es menestet
halagarlo, no forzatlo con violencia», explicaba,'
~~ Estos ejemplos de utilizacién de los procesos naturales
como modelos de disefio humano y de cooperacién con la na-
turaleza antes que del intento de dominarla, muestran clara-
mente que, en calidad de diseftador, Leonardo trabajaba con el
mismo espititu que defiende hoy el movimiento de ecodisefo.
En esta actitud de aprecio y respeto por la natuifaleza subyace
tuna posicién filoséfica que no concibe los seres humanos sepa-
rados del resto del mundo vivo, sino més bien como funda-
mentalmente insertos en la comunidad total de vida de la bios-
fera y en dependencia de ella,
Hoy en dia, esta posicién filoséfica es promovida por una
escuela de pensamiento y movimiento cultural conocido como
zecologia_profunda».! La distincién entre ecologia «superfi-
ao5 y petamday ana terminologta til para referirse a una
divisidn importante en el seno del pensamiento medioambien-
tal contempordneo es ampliamente aceptada en Ja actualidad,
La ecologia superficial considera los seres humanos por encima
del mundo natural o fuera de él, los ve como fuente de todos
los valores y s6lo concede a la naturaleza un valor instrumental
0 de «uso». Por el contratio, la ecologia profunda no separa a
los seres humanos -ni ninguna otra cosa~ del medio ambiente
natural. Considera el mundo vivo fandamentalmente interrela-
cionado ¢ interdependiente y reconoce el valor intrinseco de
todos los seres vives. Asombrosamente, los cuadernos de notas
de Leonardo contienen una expresién explicita de esta visin:
«gDirlamos que las virtudes de las hierbas, las piedras y los ar-
boles no existen porque los hombres no las conozcan? Por
supuesto que no. Lo que decimos es que las hierbas son nobles
en sf mismas, sin ayuda de las lenguas ni de las letras huma-
nas.»!5
336
ll
YT
En tiltima instancia, la conciencia de la ecologia profunda
es conciencia espiritual o religiosa. Cuando la espiritualidad se
entiende como manera de ser que emana de un profundo senti-
do de unidad con todo, como sensacién de pertenencia al uni-
verso concebide como una coralidad, no hay duda de que, en
su esencia més profunda, la conciencia ecolégica es espiricual.'6
Parece que Ia visidn del mundo que profesaba Leonardo da
Vinci tenia esta suerte de dimensién espiritual, A diferencia de
a mayoria de sus contempordneos, casi_nunca se tefirié a la
creacién divina, sino que preferfa hablar de las obras infinitas y
las invenciones maravillosas de la naturaleza, Los cuadernos de
notas estén Ilenos de pasajes en Tos que describe cémo la nat-
raleza cha ordenado» que los animales cengan experiencia del
dolor, cémo ha creado las piedras, ha hecho convexa la superfi-
cie de la cérnea, ha dado movimiento a los animales y forma a
sus cuerpos.
En todos estos pasajes se percibe la gran reverencia de Leo-
nardo por la ilimitada creatividad y sabiduria de la naturaleza.
No estén redactados en lenguaje religioso, pero son profunds-
mente espirituales,
En los siglos posteriores a la muerte de Leonardo, mientras
sus cuadernos de notas permanecfan ocultos, la Revolucién
Cientifica y la Revolucién Industrial susticuyeron la visién o-
ginica del mundo de la Edad Media y el Renacimiento por
otra completamente distinta, que concebia el mund
méquina. EI paradigma mecanicista que de ello de
lado en lenguaje cientifico por Galileo, Descartes, Newton y
Locke~ dominé nuestra cultura durante mds de trescientos
afios, lapso en que modelé la moderna sociedad occidental e
influy6 significativamente en el resto del mundo.'”
Este paradigma consta de un conjunto de ideas y valores
profundamente atraigados, entre los que cabe mencionar la vi-
sién del universo como sis
ema mecénico compuesto por ele-
mentos bésicos, el cuerpo humano como méquina, la vida en so-
337YR
$f
er
ciedad como una lucha competitiva por Ia existencia y la creencia
en el progreso material sin Iimites, a lograr mediante el creci-
miento econémico y tecnolégico. Ciertos acontecimientos de fe-
cha reciente han constituido un fatfdico cuestionamiento de to-
dos estos supuestos, sometidos en nuestros dias a radical revisién.
‘A medida que avanza este nuevo siglo, ms claro se ve que
los principales problemas de nuestro tiempo ~econémicos, me-
dioambientales, tecnolégicos, sociales o politicos~ son_sistémi-
cos y no pueden resolverse en el actual marco fragmentario y
Sie oaite de ls disciplinas académicas y ls instituciones
sociales. Necesitamos un cambio radical en nuestras percepcio-
nes, nuestto pensamiento y nuestros valores, y precisamente en
el comienzo de ese cambio fundamental de visién del mundo
nos hallamos hoy, tanto en la ciencia como en la sociedad.
Durante las tiltimas décadas, la visién cartesiana mecanicis-
ta del mundo ha empezado a dar paso a una visién holistica y
ecolégica semejante a la que expresan la ciencia y el arte de Leo-
nardo da Vinci. En lugar de ver el universo como una maquina
compuesta por elementos bsicos, los cientificos han descubier-
to que, en tltima instancia, ol mundo materia uoeso-de
modelos de relaciones inseparables, que el planeta como rorali-
‘dad es un sistema vivo y autorregulado. La concepcién del
cuerpo humano como maquina y de la mente como entidad se-
parada escé siendo sustituida por otra, para la cual no sélo el
cerebro, sino también el sistema inmune, los tejidos o« rporales
¢ incluso cada célula son sistemas vivos, sistemas cognitivos. La
evolucién ya no es considerada una lucha competitiva por la exis-
tencia, sino més bien una danza de cooperacién en la que la crea~
tividad y el constante surgimienta de novedades son las fuerzas
impulsoras. Y con el nuevo énfasis en la complejidad, las redes y
los modelos de organizacién, poco a poco esté surgiendo una
nueva ciencia de la cualidad.!®
‘Naturalmente, esta nueva ciencia se formula en un lengua-
je complecamente distinto del de Leonardo, pues incorpora los
338
liltimos logros de la bioquimica, la genéc i
ica, la genética, la neurociencia y
otras disciplinas cientificas avanzadas. Sin embargo, la concep.
cin de un mundo vivo como fundamentalmente interconecta-
do, enofmemente complejo, creativo e imbuido
: 0 de inteligencia
cognitiva, es muy similar a la visién de Leonardo. Por = la
ciencia y el arte de este gran sabio del Renacimiento, con su
aliento integrador, su sublime belleza y su ética de afirmacién
de la vida, son una extraordinaria fuente de inspiracién pata
nuestro tiempo.
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