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términos de nuestro crecimiento, ¿Qué hacer para lograrlo?

1. PROCURA TENER EL SELLO DE APROBACIÓN DEL SR EN LO QUE HACES


Si quieres tener un genuino crecimiento y volverte resistente
a las diferentes presiones que tendrás que enfrentar mientras
avanzas, tienes que contar con la aprobación de Dios en lo que
haces.

Muchas personas ejecutan sus acciones y emprenden sus


proyectos basados, no en el deseo del Señor para ellos, sino:
- en las emociones del momento,
- en las recomendaciones que reciben de los demás
- en los resultados que han visto tener a otros que hacen lo
mismo

Para luego de haber perdido tiempo y recursos, darse cuenta


que sus intenciones, aunque no eran malas, no tuvieron los
fundamentos correctos.

Alinearnos a los planes de Dios para nosotros, debería ser la


base de todo lo que hacemos.

Ya que solo así tendremos la garantía de que nos irá bien.

A esto se refirió el salmista, al decir: “Si Jehová no


edificare la casa, en vano trabajan los edificadores”.
Partiendo de esto, entonces podemos deducir que si es Jehová
quien edifica la casa, en vano trabajan los destructores.
Salmos 127:1 (RVR 1960).

2. NO DEJES LAS COSAS A MEDIAS:


Más importante que la manera en que empiezas un asunto, es la
forma cómo lo terminas.

Aunque te debilites en el camino y no sientas el entusiasmo


que sentías al principio, no desistas y ármate de valentía,
porque, aunque no sea fácil, te aseguro que será mucho más
difícil considerar al final, lo que hubieras podido adquirir
si no te hubieras rendido.

Uno de los ejemplos bíblicos más poderosos que tenemos acerca


de esto, es del apóstol Pablo, quien refiriéndose a la
autenticidad de su ministerio dijo en una ocasión:

2 Corintios 11:24-28 (RVR 1960).


24
De los judíos 5 veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
25
Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado;
tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado
como náufrago en alta mar;
26
en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de
ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los
gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto,
peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
27
en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en
muchos ayunos, en frío y en desnudez;
28
y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día,
la preocupación por todas las iglesias.

Pero a pesar de todo esto, es a este mismo Pablo que al


concluir su apostolado, con toda propiedad escuchamos decir:

2 Timoteo 4:7 (RVR 1960).


He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. Por lo cual me está guardada la corona de
justicia, la cual me dará el Señor, juez justo en aquel día…

3. DESDE EL PRINCIPIO, ENFÓCATE EN LA RECOMPENSA FINAL:


Tener presente desde el principio lo que lograrás al final, te
ayudará a mantener el enfoque.

En una ocasión, mientras el reconocido escultor Miguel Ángel,


daba golpes de cincel a un bloque de mármol, uno de sus
alumnos le preguntó: “¿qué está haciendo maestro?” a lo que él
respondió: “ESTOY LIBERANDO AL ÁNGEL QUE ESTÁ ATRAPADO EN ESTE
BLOQUE DE MÁRMOL”.

Por otro lado, cuando David iba a enfrentar a Goliat, hizo la


siguiente pregunta:

1 Samuel 17:26 (LBA)


¿Qué harán por el hombre que mate a este filisteo y quite el
oprobio de Israel?

Antes de iniciar la pelea David indagó acerca de la recompensa


que recibiría por matar este gigante.

Y estaba tan enfocado en la victoria que el Señor le había de


entregar, que antes de iniciar el enfrentamiento tomó 5
piedras, en vez de una.
Algo que según ciertos eruditos del acontecer bíblico se debió
al hecho de que Goliat tenía 4 hermanos que también eran
gigantes.

Así es que David, no solo se preparó para enfrentar a Goliat,


sino también a sus hermanos, en caso de ser necesario.

Por tanto, si realmente has decido tomar en serio tu


crecimiento, disponte a pagar el precio, vence la
inestabilidad y enfócate.

Finalmente, considero de utilidad que te formules las


siguientes preguntas:

¿En cuáles aspectos de tu vida necesitas crecer?


¿Cuáles cosas de las que haces cada día deberías dejar de
hacer?
¿Qué no estás haciendo que deberías hacer para poder
desarrollarte?

Más que una opción, nuestro crecimiento continuo, es la


demanda que nos ha sido establecida por el Señor.

Juan 15:16 (TLA)


Ustedes no fueron los que me eligieron a mí, sino que fui yo
quien los eligió a ustedes. Les he mandado que vayan y sean
como las ramas que siempre dan mucho fruto.
Capítulo 2 - TENEMOS DUEÑO
“De nuestras vidas, somos simples mayordomos; el verdadero
Dueño es el Señor”.
TENEMOS DUEÑO

Jesús, con frecuencia hacía uso de las parábolas como medio


para ilustrar verdades profundas y divinas.

El término parábola, viene del griego “parabole” que significa


comparación.

Partiendo de esto, en la parábola de Lucas 13:6, tenemos


algunos elementos dignos de ser considerados y que tomaremos
como principios claves para ilustrar la forma como el Señor
espera que crezcamos. Entre ellos:

LA HIGUERA TIENE DUEÑO


La parábola inicia con el término, “tenía” que denota
propiedad.

Dejando claro que la higuera (la cual simboliza nuestras


vidas) no es dueña de sí, sino que es propiedad ajena.

¿Alguna vez te has preguntado, por qué la muerte no avisa ni


pide permiso para llegar?
La razón de esto, es que la vida realmente no es una posesión
sino un préstamo dado al ser humano con fecha de vencimiento,
en el que nosotros somos los mayordomos, pero el verdadero
Dueño es Dios, y ningún dueño pide permiso para tomar lo que
es de su propiedad, sólo procede a tomarlo y punto.

Con respecto a esto, veamos los siguientes pasajes:

Génesis 2:7 (NVI).


Y Dios el Señor, formó al hombre del polvo de la tierra, y
sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en
un ser viviente.

Salmos 100:3 (NVI).


Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos.
Somos su pueblo, ovejas de su prado.

Job 33:4 (NVI).


El Espíritu de Dios me ha creado; me infunde vida el hálito
del Todopoderoso.
Romanos 10:9 (RVR 1960).
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en
tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

El término “Señor” utilizado en este último pasaje, viene de


la raíz griega "kurios" que significa:
- supremo en autoridad,
- controlador,
- soberano
- dueño absoluto.

Básicamente, a esto hace alusión el término “tenía” utilizado


en el inicio de la parábola, ya que este verbo viene de la
raíz griega “sjeo” que significa:
- sostener,
- poseer,
- condicionar,
- estimar,
- conservar,
- reinar sobre,
- reprender con derechos.

Entonces, considerando esto podemos entender que nuestra vida


es propiedad de Dios porque
- Él la sostiene,
- a Él le pertenece,
- Él la condiciona,
- Él le ha dado valor,
- Él la conserva,
- Él reina sobre ella
- Él la reprende con derechos.

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