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UNIVERSIDAD AUTONOMA

GABRIEL RENE MORENO

MATERIA : ORATORIA

CARRERA : ARQUITECTURA

FACULTAD : CIENCIAS DEL HABITAT DISEÑO Y


ARTE

DOCENTE : ARDUZ VARGAS YENNY TERESA

ESTUDIANTE : YUCRA MAMANI EDUARDO

2021
DISCURSO DEL EMPERADOR HIROHITO

Emperador Hirohito

(1) Yo, el Emperador, después de reflexionar profundamente sobre la situación


mundial y el estado actual del Imperio japonés, he decidido adoptar como solución
a la presente situación el recurso a una medida extraordinaria. Con la intención de
comunicároslo me dirijo a vosotros, mis buenos y leales súbditos.
(2) He ordenado al Gobierno del Imperio que comunique a los países de Estados
Unidos, Gran Bretaña, China y la Unión Soviética la aceptación de su Declaración
conjunta.
(3) Ahora bien, conseguir la paz y el bienestar de los súbditos japoneses y
disfrutar de la mutua prosperidad y felicidad con todas las naciones ha sido la
solemne obligación que me legaron, como modelo a seguir, los antepasados
imperiales y de la cual no he pretendido apartarme, llevándola siempre presente
en mi corazón.
(4) Por consiguiente, aunque en un principio se declarase la guerra a las partes
Norteamericana y Británica, la verdadera razón fue el sincero deseo de la
autoconservación del imperio y la seguridad de Asia Oriental, no siendo en ningún
caso mi intención el interferir en la soberanía de otras naciones ni la invasión
expansiva de otros territorios.
(5) Sin embargo, la guerra tiene ya cuatro años de duración. Y a pesar de que los
generales y los soldados del ejército de tierra y marina han luchado en cada lugar
valientemente, los funcionarios han trabajado en sus puestos realizando todos los
esfuerzos posibles y todos los habitantes han servido con devota dedicación,
poniendo cuanto estaba en sus manos; la trayectoria de la guerra no ha
evolucionado necesariamente en beneficio de Japón y la situación internacional
tampoco ha sido ventajosa. Además, el enemigo ha lanzado una nueva y cruel
bomba, que ha matado a muchos ciudadanos inocentes y cuya capacidad de
perjuicio es realmente incalculable.
(6) Por eso, si continuamos esta situación la guerra al final no sólo supondrá la
aniquilación de la nación japonesa sino también, la destrucción total de la propia
civilización humana. Y si esto fuese así, cómo podría proteger a mis súbditos, mis
hijos, y cómo podría solicitar el perdón ante los sagrados espíritus de mis
antepasados imperiales. Esta es la razón por la que he hecho al gobierno del
Imperio aceptar la Declaración Conjunta de las Potencias.
(7) Me siento obligado a expresar mi más profundo sentimiento de pesar con las
naciones aliadas que han colaborado permanentemente junto con el Imperio
Japonés para la emancipación de Asia Oriental. Asimismo, pensar en aquellos de
mis súbditos que han muerto en el campo de batalla, así como en aquellos que
dieron su vida ocupando sus puestos de trabajo, cumpliendo con su deber, o
aquellos que fueron víctimas de una muerte desafortunada y en sus familias
destrozadas es un sufrimiento presente en mi corazón noche y día. Del mismo
modo, el bienestar de los heridos y de las víctimas de guerra, de aquellos que han
perdido sus hogares y sus medios de vida constituye el objeto de mi más honda
preocupación.
(8) Soy consciente de que los sacrificios y sufrimientos que tendrá que soportar el
Imperio a partir de ahora son, sin duda, de una magnitud indescriptible. Y
comprendo bien el sentimiento de mortificación de todos vosotros, mis súbditos.
Sin embargo, en consonancia con los dictados del tiempo y del destino quiero, aun
soportando lo insoportable y padeciendo lo insufrible, abrir un camino hacia la paz
duradera para todas las generaciones futuras.
(9) Confirmo vuestra lealtad al defender la estructura del Imperio y me siento unido
a vosotros, mis buenos y leales súbditos. Por eso, os exijo que evitéis cualquier
explosión de emociones que pueda desencadenar complicaciones innecesarias, o
enfrentamientos que puedan desuniros, causando desorden y conduciéndoos por
un camino equivocado que haría al mundo perder la confianza en vosotros.
(10) Continuad adelante como una sola familia, de generación en generación,
confiando firmemente en la inmortalidad del Japón divino, conscientes del peso de
las responsabilidades y del largo camino que os queda por delante. Dedicad todos
vuestros esfuerzos para la construcción del futuro. Manteneos fieles a una firme
moral, seguros de vuestro propósito, y trabajad duro aprovechando al máximo
vuestras virtudes sin retrasaros de la línea del progreso del mundo.
(11) Poned en práctica, según lo he dicho, mi voluntad.
LA HISTORIA DE LA CARITA FELIZ

La icónica carita feliz amarilla o smiley—con sus dos ojos


ovalados y una gran boca semicircular—es reconocida en todo el mundo como un
símbolo de alegría. Sin embargo, la historia detrás de la famosa cara sonriente no
es tan alegre como podrías imaginar.
La historia de la clásica carita feliz se remonta a 1963 en Worcester,
Massachusetts, Estados Unidos, cuando al diseñador gráfico Harvey Ball recibió el
encargo de crear una imagen para levantar los ánimos del personal de la State
Mutual Life Assurance Company. Aparentemente, Ball pasó solo 10 minutos
dibujando una cara sonriente deconstruida sobre papel amarillo—una superficie
que eligió simplemente “porque era soleada y brillante”. Ball recibió 45 dólares
como pago por este sencillo pero ingenioso visual.
La carita feliz amarilla comenzó a aparecer en todo, desde tarjetas de felicitación y
calcomanías hasta camisetas y llaveros. Y si bien es ampliamente aceptado que
Ball inventó la cara sonriente, ni él ni la compañía de seguros registraron este
diseño ante la Oficina de Derechos de Autor.

Controversias sobre smiley


Con el tiempo, hubo muchas batallas legales sobre
quién realmente podía reclamar la propiedad sobre el
diseño de la carita feliz. A principios de los años 70,
Bernard y Murray Spain, dueños de Hallmark,
registraron los derechos de autor del diseño con el lema
“Have a Happy Day” (“Ten un día feliz”). Los hermanos
vendieron más de 50 millones de botones sonrientes e
innumerables productos con el diseño original de Ball.
Su objetivo era obtener ganancias mientras intentaban
recuperar el optimismo de Estados Unidos durante la
guerra de Vietnam. Los hermanos se atribuyeron
públicamente el crédito por este símbolo de alegría en 1971 cuando aparecieron
en el programa de televisión What’s My Line (a pesar de que sabían que Ball era
el diseñador original).

En 1971, el periodista francés Franklin Loufrani lanzó The Smiley Company, que
se convirtió en un gigante global de licencias que todavía existe hoy. Incluso
Walmart intentó registrar los derechos de autor de la carita feliz como suyos en
2006, pero perdió el caso ante The Smiley Company, que ahora tiene los derechos
del símbolo de carita feliz en más de 100 países.
En 2001, Charlie Ball (el hijo de Harvey Ball) intentó rescatar la creación de su
padre del mundo del consumismo con la creación de la World Smile Foundation,
una compañía enfocada en pequeños esfuerzos caritativos. “Harvey Ball creía que
cada uno de nosotros tiene la capacidad de hacer una diferencia positiva en este
mundo y vivió siguiendo esa creencia”, dice la World Smile Foundation en su sitio
web. “Sabía que cualquier esfuerzo por mejorar el mundo, por pequeño que fuera,
valía la pena. Y comprendió el poder de una sonrisa y una buena acción”.

La evolución de la carita feliz


A
lo
largo de los años,
se han creado miles de variaciones de la icónica carita feliz.
Junto con su diseño, su significado también ha cambiado según los valores
sociales y culturales de la época. Lo que comenzó como un simple símbolo de
optimismo en los años 60 se convirtió en un logotipo comercializado en los 70 y en
un emblema de la cultura rave en los 90. Hoy en día, smiley aparece en artículos
de moda e incluso como su propio lenguaje visual en línea en nuestros mensajes
de texto y publicaciones en las redes sociales. Es interesante preguntarse:
¿tendríamos los mismos emojis que conocemos hoy si no fuera por el garabato de
cara sonriente que Harvey Ball trazó en 10 minutos?

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