En 1450 se fundó en Perugia, Italia, la primera casa que concedía
préstamos a los pobres con garantía de ropas, muebles o alhajas, que se llamó en italiano monte-di-pietá (monte de piedad). En esta expresión, monte alude a una suma o monto de dinero que está a disposición para préstamos. La idea se extendió rápidamente y otras casas semejantes se crearon en Italia y en otros países. En Francia se llamaron “mont de piété” y en España, monte de piedad o “montepío”. Esta idea del siglo XVII fue retomada en la segunda mitad del siglo pasado por el banquero de Bangladesh Muhammad Yunus, quien fundó el banco Grameen a personas de pocos recursos y que no pueden ofrecer garantías. Esta iniciativa le valió el premio Nobel de la Paz en 2006. Según la Academia Española, se denomina “montepío” ‘un depósito de dinero, formado ordinariamente de los descuentos hechos a los individuos de un cuerpo, o de otras contribuciones de los mismos, para socorrer a sus viudas y huérfanos’, un concepto que hoy se corresponde más bien con el de los fondos de pensión. Pero originalmente, montepío era una casa de empeño o ‘prendería’, donde se dejaba una prenda equivalente a un dinero prestado.