Está en la página 1de 1

La fascinante historia de las palabras –37–

PESEBRE
En latín se llamaba praesepes (‘prae’= delante y ‘saepes’ = cercado) al lugar donde comían
los animales, y por extensión a todo lo que hoy llamamos pesebrera. Cuando el evangelio
dice que “María lo acostó en un pesebre” (Lc 2,7) se refiere al lugar del tamo para las
bestias.
La representación del ‘pesebre’ estuvo precedida por la dramatización de la navidad, ya
desde el siglo IV, como lo atestiguan los himnos de Prudencio. Era una celebración cuasi-
litúrgica del misterio natalicio, en la que se incluían también algunos animales y los tres
‘sabios’ de oriente. Y en la navidad de 1223, Juan Bernardone (san Francisco) visualiza para
los campesinos de Greccio este misterio, añadiendo la mula y el buey; así recordaba el texto
profético: “El buey conoce a su señor y el asno, el pesebre de su dueño; ¡pero Israel no
conoce, mi pueblo no entiende!” (Is 1,3).

También podría gustarte