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ESTRATEGIAS PARA LOS

PROBLEMAS DE CONDUCTA.
 
1. Dale un voto de confianza: conoce al niño o la niña antes de dejarte llevar
por la “fama” que le precede.

2. Pregúntale cuáles son sus intereses: por muy apáticos que puedan parecer,
siempre tendrán algo que les motive. Si les gusta un videojuego concreto, puedes
adaptar tareas con personajes de dicho videojuego o dejarle que haga un dibujo
sobre él al terminar una tarea o actividad en casa. Reconoce sus logros por
pequeños que sean y ve aumentando la exigencia muy

3. Los niños y las niñas sólo quieren pertenecer y sentirse queridos en el


grupo (al igual que los adultos). Por eso, dales una responsabilidad semanal que
vaya rotando. Deben cambiar de rol y a veces ayudar, otras ser ayudados… ya
que por lo general suelen rechazar la ayuda y crearse una coraza de superioridad
que no es real. Trata de valorar positivamente sus fortalezas y ayudarle a superar
sus debilidades.

4. Atiende sus llamadas de atención de la forma correcta: en su mayoría, las


conductas disruptivas son grandes llamadas de atención. Han perdido el
sentimiento de importancia y pertenencia, ya sea en su ámbito familiar o escolar, y
es nuestra labor que lo recuperen. Ignorar estas conductas, como se ha hecho
tradicionalmente, no es una opción. Hablar con ellos y ellas y darles una nueva
motivación de la que puedan ocuparse por sí mismos, les va a empoderar y van a
conectar de nuevo con sus fortalezas. Si le ignoras, seguirá sintiéndose cada vez
más pequeño y con más necesidad de descontrolarse para llamar tu atención.

5. No busques culpables, busca una solución. Hay que hablar con ellos y ellas
para conocer la causa de sus conductas y poder buscar una solución con ayuda
de todos. Cuando esté calmado o calmada, valida sus sentimientos, empatiza y
hazle ver que le comprendes a pesar de haber sido firme y demostrar tu autoridad
(que por supuesto, debe estar presente). Sólo así confiará en ti.

6. Evita comparaciones y señalarle: a veces se nos escapan comentarios


hirientes, así que piensa mucho lo que dices en su presencia, y si no sabes si lo
que vas a decir es beneficioso, mejor respira, cambia de tema o retírate a tiempo.

7. Crea una zona para la resolución de conflictos: la mesa de la paz, el rincón


de la amistad o como lo quiera llamar el menor.

8. Trabaja las emociones y la atención plena o Mindfulness: está demostrado


que si los niños y niñas no tienen un buen conocimiento de las emociones, no
saben ni siquiera explicar qué les pasa y por lo tanto actúan sin posibilidad de
regular sus acciones. Además vivimos en una sociedad de menores sobre
estimulados, que deben hacer esfuerzos sobrehumanos para centrar la atención
en un único estímulo.

9. Sé flexible, paciente e inclusivo/a: trabaja desde inicio de curso estrategias


dirigidas al control de la conducta

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