El control social sobre el individuo, la Sociedad y el Estado.

El Dr. Francisco Javier García Ramírez a través de su libro aborda el término de

Control Social y su origen histórico. El autor comienza su análisis con el
surgimiento del liberalismo, con John Locke como padre del Liberalismo se afirma
la existencia de derechos individuales que el Estado debe percibir y respetar; su
mínima intervención se conoció como laissez faire “dejar hacer”. Las
consecuencias de este sistema político-social- económico liberal fueron conductas
delictivas, se multiplicaron los mendigos, las prostitutas, ladrones y vagabundos
hasta llevar al Estado a la crisis, el Estado se convierte en Estado intervencionista
el cual se concentró en capturar a estos anormales, lo cual propicio el Estado
liberal burgués y una gran desigualdad económica.

Augusto Comte contribuye a la consolidación del Positivismo en el ámbito social

mediante “sociología positivista” La concepción positiva ha influido hasta nuestros
días, permitió la introducción de las ciencias naturales para corregir los desajustes
del ámbito social. La sociología introdujo el concepto de “control social” tanto para
analizar el comportamiento social como para regularlo. La sociología es una
ciencia especializada en el vínculo social que mantiene unida a la sociedad y sus
consecuencias institucionales y de acción social.

La Escuela de Sociología de Chicago enfatizo dentro de sus estudios el análisis de

la criminalidad y sus causas. A sus investigadores se les conoció como los
Chicago Boy, representaron el análisis del fenómeno criminal en los Estados
Unidos y el resto del mundo. Nace la criminología clínica que se presenta como
instrumento para tales actividades junto con los médicos expertos para dar
acciones de corrección, prevención y control, para el propio bien de aquel y de la
sociedad, siendo así aparecen las primeras instituciones psiquiátricas la prisión y
el hospital.
El positivismo intentó, mediante el método científico, cooperar para la corrección
de los individuos anormales. Según este paradigma, un enfermo social se hace
ladrón, desempleado, rebelde, prostituta, etcétera; porque nació con esos
defectos. Es cuando el argumento correccionalista se convierte en la base de la
legitimación de las sanciones penales.

En cuanto a México, en los inicios del siglo XX las condiciones de desigualdad

social y una grave inequidad en la distribución de riqueza provocaron un
levantamiento armado. El control social en nuestro país ha vivido la cohesión del
corporativismo social, político, económico, sindical y hasta la persecución de los
estudiantes e intelectuales a los que se les persiguió por el delito de disolución
social, para finalizar con un estado neoliberal que combina el control social del
conflicto con el del consenso.

Los cambios en las formas de producción y distribución de la riqueza impuesto por

el modelo económico adoptado durante los años ochenta, trajo consigo las
transformaciones políticas y sociales que marcaron la sustitución del Estado
Capitalista de bienestar, por el Estado Neoliberal privatizado.

En México, donde el capitalismo avanzado no había logrado desarrollarse

suficientemente, la agresividad con que se han impuesto las nuevas formas de
producción y distribución han roto las redes económicas y sociales que ya
existían.
En el sistema neoliberal se apela a la eficacia y eficiencia del sector privado, es
ahora este el encargado de asumir las antiguas responsabilidades del estado.

Con la privatización de funciones y de servicios que antes prestaba el Estado

mexicano se acabaron los apoyos económicos co-sociales que habían servido a
una gran parte de la población asalariada para vivir con el sueldo mínimo diario de
subsistencia. En el ámbito rural se desestructuraron las cadenas de producción de
autoconsumo e intercambio.
La pérdida del Estado de bienestar ha provocado que todas las actividades que
antes el Estado brindaba gratuitamente, apoyado en la recaudación de impuestos,
ahora deban ser auto-financiables. El Estado entonces, cumple el papel de ser
solo un mediador que facilita la actividad entre particulares, quienes tienen el
capital, la iniciativa y la inteligencia de saber lo que es “benéfico” para todos. Con
esta nueva visión, el papel de los partidos y las instituciones públicas es nulo.

Los flujos migratorios se han colocado como los temas más importantes y
controvertidos. Pareciera que estamos en presencia de las nuevas formas de
colonización y de esclavitud.

El neoliberalismo ha demostrado ser un detonante en el crecimiento de la pobreza,

cada vez abre más la brecha entre ricos y pobres, la concentración de la riqueza
en unas cuantas manos es su signo característico, pero no solo el
empobrecimiento es la variable a la que se sujetan los individuos, sino también el
control.

En la modernidad las instituciones, el sistema económico y el estado ya no son

responsables de lo que sucede, el individuo es responsable de su posición, es
responsable de su éxito o fracaso.