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Martínez Mazzola, Ricardo

Elías José Palti. El tiempo de la política. El


siglo XIX reconsiderado Buenos Aires, Siglo
XXI, 2007, 327 páginas.

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Cita recomendada:
Martínez Mazzola, R. (2007). Elías José Palti. El tiempo de la política. El siglo XIX reconsiderado Buenos Aires,
Siglo XXI, 2007, 327 páginas. Prismas, 11(11), 297-298. Disponible en RIDAA-UNQ Repositorio Institucional
Digital de Acceso Abierto de la Universidad Nacional de Quilmes
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publicación en libros y revistas
José Sazbón académicas locales–, obedece Elías José Palti
Seis estudios sobre la probablemente a la escasez de El tiempo de la política. El
Revolución Francesa interlocutores que en nuestro siglo XIX reconsiderado
La Plata-Buenos Aires, medio confiesa tener el autor Buenos Aires, Siglo XXI, 2007,
Ediciones Al Margen, 2005, sobre estos temas. Ciertamente, 327 páginas
220 páginas no todos los artículos que com-
ponen el libro ofrecen contribu- El punto de partida de este nue-
Los estudios que José Sazbón ciones de igual valía: resulta vo libro de Palti es una reconsi-
consagra en este volumen a menos novedosa la lograda deración crítica de los trabajos
diversos aspectos de la sinopsis de la génesis y las de François-Xavier Guerra en
Revolución Francesa son una características del enfoque revi- la que se propone mostrar que
ocasión para volver a apreciar sionista de la revolución –que su novedad, la cual no deja de
la singular erudición y el punti- el autor reconstruye no sólo de reconocer, no se encuentra en
lloso y hasta preciosista modo fuentes francesas sino a través la adhesión a una “tesis revisio-
de exposición que sin estriden- de los pioneros trabajos de nista”, que con su “rígido dua-
cias cultiva este reconocido Alfred Cobban en Inglaterra–, lismo” entre modernidad y tra-
profesor e investigador. No que el fascinante estudio sobre dición se encontraría lastrada
resulta excesivo calificar de Anacharsis Cloots y el volteria- por el teleologismo de la “his-
verdadera hazaña intelectual el nismo revolucionario, un traba- toria de ideas”. En este punto
hecho de que, del interior mis- jo en el que Sazbón se sirve del Palti amplía el blanco de su crí-
mo de los por demás módicos significativo caso de la recep- tica incluyendo en ella otros
espacios académicos dedicados ción de Voltaire en ciertos cír- intentos de historizar las ideas
al estudio de la historia europea culos para plantear problemáti- a los que considera irremisible-
contemporánea en la Argentina, camente y rastrear con sutileza mente fracasados, ya que,
surja una obra que, por la fine- las complejas relaciones entre explica siguiendo a Pocock, no
za de análisis y el rigor históri- Ilustración y revolución. En es en las ideas donde pueden
co y conceptual que exhibe, se éste, como en el conjunto de los registrarse los cambios, sino
revela altamente competente trabajos –por ejemplo el que a en los lenguajes políticos sub-
incluso ante un cotejo con los través de un enfoque de género yacentes, que se reconfiguran
más renombrados historiadores se pregunta por la participación aun cuando las ideas persistan.
del voluminoso campo de estu- de las mujeres en la revolu- A continuación, Palti pone
dios dedicado ya secularmente ción–, el autor se aproxima a en juego un rico arsenal con-
a explorar el magno aconteci- sus objetos, no sin antes, de un ceptual para analizar las trans-
miento revolucionario. Al res- lado, despejar las condiciones formaciones del lenguaje políti-
pecto, y tal como apunta José teóricas y epistemológicas que co latinoamericano del siglo
Emilio Burucúa en el breve permiten su cognoscibilidad, y XIX. Comienza mostrando
prólogo del libro, impresiona la de otro, ofrecer un aventajado cómo, más allá de la subsisten-
masa bibliográfica de la que se panorama del estado de los cia de argumentos preexisten-
sirve Sazbón en sus estudios. conocimientos de los asuntos tes, en el período que precede a
Se trata de un corpus que, a dis- que considera. Por todo ello, el la convocatoria a las Cortes de
tancia del francocentrismo de volumen se presenta no sólo Cádiz surge un nuevo vocabu-
encumbradas figuras como como la posibilidad de acceder lario de base que tematiza la
François Furet, se nutre no sólo a dimensiones poco conocidas cuestión del poder constituyen-
de los accesos a la gran revolu- de la Revolución Francesa, sino te y el sujeto de la soberanía.
ción provenientes de la histo- también como una invitación a Luego reconstruye cómo las
riografía francesa, sino también adentrarse en discusiones rele- circunstancias políticas llevan
de los aportes de tradiciones y vantes tanto de la historiografía a la problematización de la
autores de otros países como en general como de la historia sede de la soberanía, que final-
Inglaterra, Italia, Alemania y intelectual en particular. mente será colocada, por el his-
Rusia. En ese sentido, la men- toricismo romántico, en una
guada resonancia de los traba- M. B. Nación preexistente. Un tercer
jos de Sazbón –que conocían ya movimiento pondrá en cues-

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tión, al plantear la divergencia naturaleza y afanes, de posicio-
entre razón y voluntad, los fun- Fernanda Beigel nes tanto estéticas como sobre
damentos de la política moder- La epopeya de una generación todo teórico-políticas. Por caso,
na, generando transformaciones y una revista. Las redes edito- el modo en que Labor busca
en una opinión pública que deja riales de José Carlos interpelar a sectores sociales
de ser vista como “tribunal Mariátegui en América Latina emergentes, como obreros o
neutral” que permite acceder a Buenos Aires, Biblos, 2006, indígenas, resulta del horizonte
la verdad pasando a ser campo 312 páginas teórico previo de “peruanizar al
de batalla. Esto conduce, final- Perú”. Narrada así por esta ave-
mente, a una cuarta transforma- La trayectoria intelectual de zada especialista argentina en
ción de los lenguajes políticos: Mariátegui es recorrida nueva- Mariátegui –conocedora como
la que coloca en el centro la mente en este libro desde un pocos de la totalidad de su obra
cuestión de los mecanismos ángulo que hasta aquí no había y de sus papeles privados–, esta
de articulación de identidades sido explorado con exhau- historia ofrece su aporte más
colectivas que producen al stividad: el de las prácticas edi- sustantivo en la reconstrucción
sujeto de la opinión, opinión toriales y los modos de conce- que, sobre todo a partir de la
que deja de ser indeterminada bir la factura de artefactos copiosa correspondencia del
para referir a los irreductibles culturales tales como periódicos peruano, Beigel hace de las
intereses sociales. y revistas. Desde fines de la “redes mariateguianas” tanto
Palti concluye su recorrido Primera Guerra Mundial hasta del interior del Perú como de
enfatizando la necesidad de his- su muerte en 1930, en efecto, Latinoamérica y Europa. Cabe
torizar los conceptos, y hacerlo Mariátegui estuvo permanente- señalar que el tono excesiva-
en un sentido fuerte. Esto mente involucrado en empren- mente laudatorio por el que
implicaría, afirma el autor, no dimientos propios de lo que la opta en ocasiones la autora
sólo mostrar que los cambios autora denomina editorialismo (empezando por la palabra
que sufren a lo largo del tiempo programático. Periodista desde “epopeya” del título), bien
no siguen un patrón establecido muy joven, en el relato que podría obviarse sin que el tra-
ni se orientan a ningún fin, sino ofrece Beigel la vida del perua- yecto efectivamente atrapante
reconstruir sus premisas discur- no es un camino ritmado por de Mariátegui pierda espesor. A
sivas para descubrir allí los aprendizajes (como los que pesar de ello, y de cierto sesgo
“puntos ciegos inherentes”, obtiene de su contacto con el teleológico que por momentos
presupuestos implícitos cuya periodismo político italiano en parece juzgar las fases iniciales
explicitación los destruiría. su estancia europea) y ensayos del itinerario del peruano desde
Este trabajo de indagación (y aquí se detallan las alter- el esquema temporal del toda-
sobre los supuestos epistemoló- nativas del periódico La Razón, vía no –como tentativas incom-
gicos de base permitiría con- de las revistas Nueva Epoca y pletas respecto de lo que sería
vertir a la historiografía latinoa- Claridad, y de la editorial su estadio maduro, tanto en tér-
mericana en un “auténtica Minerva, que dirige sucesiva- minos doctrinarios como en su
empresa hermenéutica”, aban- mente desde 1918 en adelante), rol de editor–, el lector tiene en
donando el esquema de mode- hasta el nacimiento en 1926 de este libro la chance de adentrar-
los y desviaciones y el viejo aquello que la autora acuerda se en los meandros del labora-
tópico de “las ideas fuera de en llamar, con Antonio Melis, torio dinámico en el que se fra-
lugar”. su “obra maestra”: la revista gua una relación productiva con
Amauta, luego complementada las noticias y los sucesos de esa
R. M. M. con el semanario informativo escena contemporánea que, para
Labor. La tesis del libro apunta ese “ante todo periodista” que
a mostrar cómo ese conjunto de era Mariátegui, constituyen la
prácticas editoriales, que hacen base de elaboración de su pro-
familia con las llevadas a cabo ducción intelectual y de su pro-
contemporáneamente por yecto político-cultural.
Joaquín García Monge o
Samuel Glusberg, en el caso de M. B.
Mariátegui se derivan, en su

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