Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DOCTRINA
ARISTOTÉLICA
DE LA J U S T I C I A
ESTÚDIO, SELECCIÓN Y TRADUCCIÓN DE TEXTOS
procesos de movimiento en una u otra de dos direcciones RAZÓN TEÓRICA V SABER PRACI1CO 4~
opuestas (ôwqieis xã>v èvavxíwv). Dichos procesos o fuerzas
constituyen ei presupuesto indispensable de todo desenvol- dolor no es extravio, pues Ia matéria de los primeros consis-
vimiento y toda educación".13 La naiMa tiene precisamente te, según sabemos, en acciones y pasiones, y a estas van
por objeto conseguir que aquellas potências se transformen siempre unidos los segundos.
en "disposiciones habituales" o "hábitos" (?£eiç), y que los Toda disposición anímica tiene naturalmente que ver con
hábitos se ajusten a solo una de esas direcciones contrarias: aquello que puede hacerla mejor o peor. Ello explica que
Ia moralmente conecta. los hombres se vuelvan perversos por los placeres o los do-
Llegamos a ser buenos en Ia medida en que hacemos bien lores, sea ai perseguir o evitar los que no deben, o cuando
ciertas cosas; nos volvemos maios cuando no practicamos no deben, sea a! apartarse, en cualquier forma, de lo que Ia
Ias virtudes. Lo propio ocurre en ei caso de ias artes, y esta razón prescribe.17
circunstancia hace posible y determina ei valor de Ia ense- "Siendo tres Ias cosas que se relacionan con nuestras pre-
nanza y ei aprendizaje de Ias actividades técnicas." ferencias y tres Ias que se relacionan con nuestras aversiones:
La ética no es para nuestro filósofo una disciplina espe- lo noble, lo útil y lo agradable, y siendo sus contrarias lo
culativa; lo que debe importamos no es tanto investigar en bajo, lo perjudicial y lo desagradable, respecto de todos ellos
qué consiste Ia virtud, sino llegar a ser virtuosos. Por ello es el bueno se ajusta a lo recto y el maio se desvia, especial-
necesario inquirir, en lo que a Ias acciones respecta, Ia ma- mente en el caso dei placer; pues este es común a todos los
neia de practicarlas, pues ya sabemos que son los actos los animales, y acompaíía a todos los actos que dependeu de
que dominan Ia vida." una elección, ya que lo noble y lo útil parecen agradables".ls
Si lo bueno, lo útil y lo placentero suelen ser objeto de
nuestras preferencias, y lo maio, lo perjudicial y lo desagra-
3. La virtud moral y el placer dable objeto de nuestras repugnancias, no hay duda de que,
tanto respecto de Ias unas como de Ias otras, el bueno acer-
"Debemos tomar como signo de Ias disposiciones —escribe tará y fallará el perverso.1J "Es aún más difícil combatir ai
Aristóteles— el placer o el dolor que se aiíadcn a los actos: placer que a Ia ira, como dice Heráclito; pero respecto de
ei que se abstiene de los placeres dei cuerpo y en ello mismo lo más difícil están siempre a Ia mano el arte y Ia virtud,
se complace, es moderado; el que sufre ai abstenerse, licen- pues en lo árduo el acierto es mejor".20 Por esta razón, goces
y dolorcs son tema de estúdio para Ia virtud y Ia ciência po-
cioso; quien se enfrenta a lo temible y se alegra o, ai me-
lítica. Quien sepa usar de ellos rcctamcntc, será bueno, y
nos, no se aflige, es valiente; pero el que se aflige es cobarde.
quien mal, maio.
Por tanto, Ia virtud moral atane a los placeres y a los do-
lores. Pues, ciertamente, por el placer ejecutamos acciones
malas; por el dolor nos abstenemos de Ias nobles. Conviene
por ello haber sido guiados ya desde jóvenes, como dice Pla- 4. Razón teórica y saber práctico
tón, de manera que nos alegremos y nos aflijamos con lo
debido, pues esta es Ia educación correcta".16 La virtud ética deriva de Ia sumisión de ias tendências
inferiores de nuestra naturaleza ai elemento racional dei alma.
Que Ia virtud y el vicio se relacionen con el placer y el
Por voíç, o W>Y°5, cl Estagirita entiende, cn el mencionado
"EN, íi, I, 1103 b, 23-25. Cfi.: Joachim, opus cit, pp. 73-74. contexto, Ia capacidad pensante y cognoscitiva dei hombre
"u EN, H, 4, 1103 b, 6-25.
M
EN, i, 10, 1100 b, 33. " EN, II, 3, 1104 b, 18-24.
EN, II, 3, 1104 b, 4-13. " EN, u, 3, 1104 b, 30-1105 a, 2. ^_
" EN, II, 3, 1104 b, 33-34. ^*
30
EN, II, 3, 1103 a, 7-13.
48 LA VIRTUD
SOPHÍA Y PHRÓNESIS 49
21
(tò ôtavoTjxuóv o TÒ ?.óyov exov). Tal capacidad se dirige "ai el planteamiento dei fin influye (rctroactivamcntc, por dc-
conocimiento de Ia verdad y a Ia distinción entre Io verda- cirlo así) sobre Ia razón, disponiéndola e incitándola a una
dero y Io falso; por una parte consiste en tomar conciencia
nueva actividad: elegir los médios. El uso dei médio elegido
de manera inmediata, de los princípios supremos, no deri-
vables e indemostrables dei ser y, por otra, en conclu- conduce a Ia postre, si este es idôneo, a Ia consecución
siones que se obtienen de esos princípios o de percepciones , dei fin.2S
(alo0T)O£iç) y representaciones ((pavrácuaxa), mediante cl en-
5. Sophía y phrónesis
lace y Ia separación de los conceptos (auUoyiajióç, biaywyri).
Y sus resultados encuentran expresión en juicios afirmativos Las virtudes dei elemento racional dei alma son Ia sabi-
o negativos (xaTdqpaoiç, dnócpaotç) que necesariamente son o duría (coquei) y ia prudência (<PQÓVTI<HÇ).
verdaderos o falsos"." Resumiendo este aspecto dei pensamiento aristotélico.
De acuerdo con Ia diversidad de sus objetos, Ia actividad D. J. Allan escribe que "sophía y phrónesis son virtudes de
cognoscitiva difiere también, por Io que Aristóteles distingue Ia mente; las produce Ia ensenanza y consisten en regias ver-
en ia razón dos elementos: por un lado, Ia razón teórica; daderas, acompanadas, cuando de Ia phrónesis se trata, de
por otro, el saber práctico" La primera (voüç o Myoç Ia aptitud necesaria para aplicadas intuitivamente a casos
QmQwixóç) oriéntase hacia el conocimiento de Io invariable concretos..." .. ."En un importante pasaje (vi, capítulos
o necesarie; el segundo (Xóyoç jtçaxnxóç), hacia el de Ias co- 12 y 13), Aristóteles concluye que Ia separación entre vir-
sas que pueden ser o no ser, es decir, al de Ias que cambian, tudes dei caracter y phrónesis, que es virtud de Ia mente,
y, en primer término, al de nuestras acciones.24. no es real, sino lógica. En rigor, Ia virtud ética debe ir acom-
El objeto principal dei saber práctico es conocer los fines panada de phrónesis, sin Ia cual seria ciega; mientras que
humanos, princípios supremos, no silogísticamente deriva- Ia phrónesis unicamente puede alcanzarse en conjunción
bles y, por ende, no susceptibles de demostración, dcl com- con Ia virtud moral." "
portamiento dei hombre.20
" Loening, opus cit., pp.. 16-20. El descubrimiento dcl medio que puede llevjr
El saber práctico descubre al actuante aqucllo hacia Io a Ia meta que en cl caso concreto se pcisiguc, "cs cl resultado de mi procedi
cual debe tender o, en otras palabras, Io para él deseable deduetivo cn que el puuto de partida o premisa mayor es cl tin dado eu form.i
general (xuOóÀou), bajo cl cual las circunstancias y relaciones existentes, recono-
(ÔÇEXTÓV), el bien que su actividad puede alcanzar (jiçax-ròv ciblcs por perccpción (aía0T)Otç), son subsumidis como premisa menor, hasta
àya0óv) y, por tanto, ha de convertir en fin. que de ello resulta una conclusión (tò eoxoxov), que seiiala el acto que cn tales
circunstancias cs más adecuado para el logro dcl fin (TÒ .-rpaxtóv), así como Ia ac-
La representación de aqueMo a Io cual ha de dirigirse apa- tividad corpórca necesaria para su ícali/ación efectiva". Loening, opus cit., p. 20.
rece frente a Ia capacidad apetitiva (TÒ ÔQEXTIXÓV) como man- Cfr.: Aristóteles: De An., m, 7, 431 b, 6-9; EN, vn, 5, 1147 a, 25-27; vi, 13,
1144 a, 31; EN, m, 5, 1112 b, 13-20. Sobre el mismo tema: D. J. Allan, The
dato o fuerza que nos induce a realizar fines moralmente Philosophy of Aristofle, cap. xm, p. 174; dei mismo autor: "The Practical Syllo-
valiosos. Pues solo podemos convertir en meta de nuestros gistn", cn Autour d'Ar/stotc, Luuvaiu, 195?, pp. 325-340; J. Donald Monan, Moral
Knoivledge and its Methodo/ogy jn Aristofle. Oxford, At the Clarendon Press,
anhelos Io que aparece a nuestres ojos como bueno (tò 196S. "El hecho de que Aristóteles conciba Ia acción moral como su propio fin
<paivó(xevov dya6óv). Gracias a Ia representación de Io desea- tieue importantes repercusiones sobre cl significado dcl nexo medio-fin. En todos
los casos en que se trata de un liacer (poiesis), el citado nexo claramente existe
ble, surge en el sujeto el propósito de dar vida, a través de entre dos realidades independientes entre si. De este modo podemos válidamentc
su actividad, al fin previamente representado. Empero, ello llamar a las herramientas o al hacer humano 'médios' respecto de Ia casa, con-
cebida como fin, fundándonos cn dos comienzos que existen en forma indepen-
no conduce, de modo directo, al logro de Io propuesto, pues diente uno dcl otro. Pero Ia categoria medio-fin adquiere un significado total-
mente diverso cuando Ia referimos a Ia actividad moral. Aqui, el concepto no
il
De An., m, 4, 10-23. expresa ya Ia relación entre dos maneras de ver una misma realidad. Aun cuando
" R. Locning, opus cit., p. 9. Ia actividad moral es su propio fin, se Ia considera como fin precisamente cn
" EN, vi, 1, 1139 a, 5-16 cuanto encierra un valor. Pcro se Ia concibe como médio en cuanto es Ia correcta
** Cfr.: R. Loening, opus cit., p. 10. realización de ese valor". J. Donald Monan, opus cit., p. 62.
" EN, vi, 5, 1140 b, 31. " D. J. Allan, The Philosophy of Aristofle, pp. 168-169
50 LA YIRTUD
EL JUSTO MÉDIO 51
Respecto dei concepto de elección, Allan, apartándose de 3
interpretaciones anteriores,28 insiste en Ia necesidad de refe- sófica".' Aquello por Io cual se decide, de acuerdo con su
rido a dos procesos que es preciso distinguir con pulcritud. saber, será bueno; "su aretê pone ei fin"."
Hay, dice, una espécie de elección en que un acto es esco-
gido como médio para ei logro de un fin deseado; pero si
ei término se usara invariablemente de este modo (de acuer- 6. El justo médio
do con ei capítulo rv dei Libro m de Ia Ética nicomaquea),
tendríamos que decir que tal elección carece de importância Según ei autor de Ias três Éticas, "no solo hay que decir
en sentido ético, ya que ei critério para juzgar dcl caracter que Ia virtud es un hábito, sino, también, de qué espécie.
de un hombre "es ia naturaleza de los fines que permanen- "Digamos, pues, que toda virtud perfecciona aquello cuya
temente desea", no Ia aptitud de seleccionar médios para Ia función es, disponiéndolo bien, y permite ei eficaz cumpli-
obtención de Io propuesto. Pues no es Io mismo preferir un miento de su tarea. Por ejemplo: Ia virtud dei ojo hace
acto porque corresponde a un principio moral que deseamos excelente ai ojo y a su función (pues por Ia virtud dei ojo
cumplir en nuestras vidas, que seleccionarlo "porque pen- vemos bien); y, de manera semejante, Ia virtud dei caballo
samos que conducirá a un fin bueno".29 Io hace bueno y apto para correr, llevar ai jinete y esperar
La interpretación de Allan coincide sustancialmente, en a pie firme a los enemigos.
este punto, con Ia de Ingemar Düring. La estructura de Ia "Si en verdad esto ocurre así respecto de todas Ias cosas,
acción moral —escribe Düring— es Ia siguiente: ei intelecto entonces Ia virtud dei hombre seria ei hábito por ei cual
intuitivo que guia nuestra práctica encuentra que algo se realiza bien su propia obra." "
perfila ante nosotros como un bien. El deseo entra luego en La noción de hábito constituye, de acuerdo con R. A.
función y transforma ei juicio 'esto es bueno' en un pro- Gauthier, ei gênero próximo de Ia definición aristotélica de
pósito que se orienta hacia ei logro dcl fin valioso. "El in- virtud. ,;Cuál es Ia diferencia específica? El comentarista
telecto ordena, y cuando esta orden cs cscucliada, Ia voluntad
decide: 'adopto esto como fin'." 80 El siguiente paso con- ** Idem.
siste en encontrar los médios que pueden conducirnos a Ia ** EN, 1106 a, 14-24. Aristóteles expone su teoria dei justo médio en Ias três
Éticas. Cfr.: EN, Libro n, caps. 6-9; MM, Libro i, caps. 5-9; EE, Libro n,
consecución de Ia finalidad. El intelecto (o saber) práctico caps. 3-6. "El principio dcl justo médio —opina Düring— no es ei resultado de
entra en acción nuevamente: ahora se trata de desplegar ei una tematización dcl ideal popular de Ia justa medida, de Ia áurea mediccrjtas o
dei medio tutissimus ibis. Tampoco procede de Ia medicina. II. }. Kràmer ha sc-
Uamado 'tacto moral'. Y aun cuando exista ya un motivo fialado convincentemente que ei punto de partida de Ia tesis aristotélica dei neoÓTrjÇ
para obrar, habrá que asegurarse, considerando Ias circuns- cs Ia doctrina platônica sobre los princípios. Esto Io dijo, hace ya setenta anos,
J. A. Stewart en su Comentário a Ia EN, n, 6, 1106 b, 8. Cita três pasajes de
tancias presentes, "de que Ia acción es ejecutada en ei mo- El político, de Platón; ei paso más importante es ei 284 d-e. Parafrasco: 'Cuando
mento correcto, frente a los hombres y en Ias situaciones uno quiere mostrar Io absolutamente exacto, avxò rò âxinfJÉç, h a v que advertir
que, en todo poder humano, ei más y ei menos no son solo medidos en su
correctas, en vista dei fin correcto y en Ia forma correcta".31 relación recíproca, sino en conexión con cl justo nicdio que se pretende convertir
en fin. Algunas artes miden cl número, Ia longitud. Ia profundidad, Ia velocidad
El critério para comprobar Ia validez dei juicio: 'esto es y Ia anchura en proporción aritmética con sus contrários, en tanto que otras Io
un bien' es siempre, para Aristóteles, ei hombre prudente, hacen en conexión con ei justo nicdio, con Io conveniente, con Io oportuno, con
Io debido; en una palabra: con Io que representa ei medio justo entre dos extre-
"formado en ia experiência de Ia vida y en ia reflexión filo- mos.' A modo de observación anade: 'Plato anticipates ali that is valuable in
Aristotle's doctrine, and even stumbles upon the use of the term u,éoov, only
however to drop it.' Esto no cs correcto. Lo correcto es que Aristóteles no
** Queremos aludir, en primer término, a Ia de Jaeger en AristotJc. Fundamentais descubrió ei principio dcl justo medio ni fue ei primero en aplicarlo a los fenô-
of the "History of his Deveíopment. Translated by Richard Robinson. Oxford. At menos éticos; lo toinó de Platón y, renunciando a Ia ontologia platônica, cons-
the Clarendon Press, 1934, cap. rx. truyó sobre aquel principio su propia teis. La teoria dei U,EOÓTTIÇ. correctamente
" Allan, opus cif., p. 177. concebida como un método para Ia descripeión fenomcnológica de Ias virtudes
" Düring, Aristóteles, p. 462. y los vidos, es ei rendimiento propiamente aristotélico." Düring, p. 448.
" Jdem. 14
EN, 1106 a, 15-24.
52 LA VIRTUD
EL JUSTO MÉDIO 53
francês piensa que Aristóteles Ia indica ai decir que Ia vir- cjcrcicios ginimísticos. El hombre experimentado evita siem-
tud es un médio entre dos extremos viciosos. pre ei exceso y ei defecto o, en otras palabras, busca y elige
Al estudiar Ias virtudes éticas, ei preceptor de Alejandro ei término mcdio, mas no cl de Ia cosa, sino ei relativo a
analiza, sucesivamente, ei objeto de cada una y Ia forma en nosotros.3*
que ei hombre se conduce respecto de tal objeto. En Ia Al hablar aqui de sentido objetivo y sentido subjetivo es
virtud hay, pues, dos facetas: una objetiva; subjetiva Ia otra. preciso no dejarse extraviar, como advierte Gauthicr, por
Esta es más importante, pues para ser virtuoso hay que hacer Ia equivocidad de los términos, pues Aristóteles no pretende
ciertas cosas, pero, sobre todo, hacerlas en cierta disposi- que ei médio (en relación con nosotros) este condicionado
ción." El justo médio es Ia cualidad distintiva dei objeto por Ia arbitraria apreciación de cada sujeto.3" Lo que quiere,
de Ia virtud; Ia tesitura en que ei hombre se encuentra es, como ei ejemplo de Milón lo demuestra, es que atendamos
por ei contrario, Ia cualidad dei virtuoso, es decir, ei há- a una serie de condiciones de Ia persona y su circunstancia,
bito que lo ileva a ejecutar de modo estable y con intención que no por hallarse en conexión con ei sujeto y su condueta
recta los actos eticamente meritorios.86 carecen de objetividad. Lo dicho resulta particularmente cla-
Pero: ^de qué manera se define ese justo médio en que ro cuando ei Estagirita pasa de los planos de Ia matemática
nuestro filósofo hace residir ei aspecto objetivo de Ias vir- y de Ia medicina ai de Ia acción moral, y atribuye un sig-
tudes morales?... nificado normativo a Ia determinación dei justo médio.
Como en otras ocasiones, Aristóteles parte de un ejemplo Recuérdese que Ia condueta virtuosa tiene por matéria ac-
matemático. "En todo continuo divisible —leemos en Ia ciones y pasiones, en Ias que también hay exceso, defecto
Ética nicomaquea— cabe distinguir lo más, lo menos y lo y médio. "Por ejemplo: es posible, en forma excesiva o de-
igual, y estos sea respecto de Ia cosa misma, sea respecto fectuosa, ser amedrentado o tener valor; desear y ser irri-
de nosotros; pues lo igual es una espécie de término nicdio tado; apiadarse y, en general, sentir dolor o alegria y, en
entre ei exceso y ei defecto." S7 Si prescindimos de toda ambos casos, indebidamente; pero actuar cuando se debe,
referencia subjetiva y declaramos, verbigracia, que diez es mu- en vista de lo que se debe, en Ias circunstancias en que se
cho y dos poço, seis será ei término médio según Ia cosa, debe y como se debe, esto es ei término médio y lo mejor,
puesto que por igual excede y es excedido, y es ei término y, precisamente, lo propio de Ia virtud." 40
médio de acuerdo con Ia proporción aritmética. Se trata, pues, No basta con decir, por ejemplo, que Ia valentia cs cl mc-
de un término objetivo, para establecer ei cual se atiende dio entre un proceder temerário y una actitud cobarde, pues,
solo a dicha proporción, independientemente de lo que sig- en relación con nosotros, ese término solo puede descubrirse
nifique o pueda significar para un hombre. si se toma en cuenta:
La perspectiva cambia por completo cuando se pregunta
1) ei momento de Ia acción;
por ei término médio respecto de nosotros. Si para alguien 2) Ias circunstancias dcl caso;
es mucho diez minas de alimento, y dos poço, no por esto 3) ei fin a que se tiende;
—dice Aristóteles— ei maestro de gimnasia prescribirá a todo 4) ei sujeto frente a quien se actúa y
ei mundo una comida de seis minas, pues ello podría ser o 5) Ia forma en que se debe actuar.
mucho o poço para quien hubiera de tomaria: poço para
Milón ei atleta y mucho para ei que apenas se inicia en los Pero cuando Ia acción correcta modera nuestras pasiones
y encuentra ei médio justo: ,;esa moderación y ese médio
™ René A. Cauthier, La moralc d'Aiistote. Presses Universitaires de France,
Paris, 1963, p. 63. " EN, 1106 3, 33-1106 b. 8.
M
" Iâem. René A. Gauthicr, opus cií., p. 66.
" EN, 1106 a, 27-29. . " EN, 1106 b, 18-23.
f
54 LA VIRTUD
"La justicia, como completa observância de Ia ley —es- JUSTICIA EN SENTIDO LATO 6
cribe ei primero—• coincide con Ia virtud moral completa: ei
entre otros, el siguiente paso de Ia Ética nicomaquea: "La
hombre justo, ei que siempre acata Ia ley, es ei oXcoç onovbaloç,
ley ordena ejecutar los actos propios dei valiente. como no
o varón totalmente bueno. Pero existe una diferencia, ya
abandonar su puesto, ni huir, ni deponcr Ias armas; y los
que los términos 'justicia' e 'injusticia' implican siempre,
dei temperante, como no cometer adultério ni incurrir en
cuando son aplicados, que ei comportamiento afecta a otro,
excesos; y los dcl apacible, como no ofender a los demas
es decir, que Ias acciones benefician o danan a un sujeto
ni hablar mal de nadie, e igualmente cn Io que concicrnc
distinto dei actuante. Esta es Ia característica común de
a otras virtudes y otros vicios, ordenando Ias unas y pro-
ambas clases de justicia o de injusticia, y sirve para distin- hibiendo los otros, rectamente Ia estableeida rectamente,
guir Ia justicia general o indiferenciada (o Ia injusticia ge- menos bien Ia formulada a Ia ligera. Esta justicia es, en eíec
neral) de Ia virtud y ei vicio." 22 to, una virtud perfecta, mas no en sentido absoluto, smc
Trude se expresa en términos parecidos: "La nota que en relación con otros hombres." 2S
distingue a Ia justicia universal de Ias demás virtudes es Ia
Del pasaje anterior se colige: 1) que toda condueta vii-
que indican Ias palabras JIQÒÇ ITEÇOV, es decir, Ia relación con tuosa referida a un sujeto distinto dei actuante es un acto
otro, con el prójimo. En cuanto a Ias dos formas de injus- de justicia, en el. sentido lato de esta expresión; 2) que
ticia, Ia general y Ia particular, tienen el mismo nombre, son cuando cl que ejecuta un acto bueno no actúa en relación
sinônimas (<nwóvu}ioç), porque, de acuerdo con su defini- con otro, si/20 exclusivamente en relación consigo mismo,
ción, pertenecen ai mismo gênero (8ti 6 ÓQiqiòç êv TÜ> auro) Ia iustitia universalis no entra en juego. Por esto solo Ia
Y^vei) .2S Y ello es así porque ambas implican Ia relación con última, "entre todas Ias virtudes, parece ser 'un bien para
otro." 2i otro', puesto que existe en relación con él. Ella, en efecto,
En cuanto a Ia Sh\ dôixia, o injusticia en general, contra- realiza Io que conviene a los demás, va ai gobernante, ya
polo de Ia iustitia universalis, H. H. Joachim, siguiendo a ai miembro de Ia comunidad. Si el peor de los hombres es ei
J. A. Smith, juzga que, ai referirse a ella, Aristóteles piensa que práctica ]a maldad tanto cn relación consigo mismo
en todas Ias formas de entuerto que eran penalmente cas- como COR füs amigos, el mejor, en cambio, será el que ejer-
tigadas, pues los ejemplos que el filósofo ofrece en EN, cite Ia virtud no en relación consigo mismo, sino en bien
1129 b, 19-25, corresponden a hechos que (según sabemos de otros: empresa en verdad difícil"." Solo que aqui no
por el testimonio de algunos oradores), se consideraban como puede tratarse dcl mejor en sentido absoluto, dcl varón ejcni-
delitos y, en consecuencia, eran sancionados con una pena.25 plar que practíca todas Ias virtudes cn cualquiera de Ias dos
Que Ia iustitia universalis consiste en Ia práctica de todas direcciones, sino dei mejor entre los justos.™
Ias virtudes en Ias relaciones interhumanas, Io confirma, La disünción que acabamos de explicar no aparece toda-
via en los Magna Moralia. Cuando, en esta obra, Aristóteles
23
Joachim, opus cit., p. 130. emprende cl estúdio de Ia justicia, dice. como cn Ia Ética ni-
° EN, 1130 a, 33-1130 b, 1.
* Peter Trude, Der Begriff der Gerechtigkeit in der arisfote/ischen Rechts- comaquea. que de ella hay dos cspccics, de Ias cualcs una
vnd Staatsphilosophie (EI concepto de justicia en Ja filosofia arisrotélica dei de- es Ia justicia según Ia ley. "Pues —anade— se llaman justas
recho y de/ Estado), Walter de Gruyter, Berlin, 1955, p. 49. Debe tenerse en
cuenta, sin embargo, que el citado pasaje de Ia obra de Trude se refiere ai que Ias acciones que Ia ley prescribe. Ahora bien: Ia ley ordena
este autor denomina "concepto aristotélico posterior y empírico", y no ai "pri- realizar acciones valerosas, sensatas y, en general, todas Ias
mitivo concepto aristotélico idealista" de Ia justicia, que, según el mismo Trude,
descansa en Ia doctrina platônica de Ias três pa"rtes dei alma. Esta tesis de Trude que se dicen estar de acuerdo con Ias virtudes. Por ello se
ha sido rechazada, con muy buenas razones, por Dirlmeier. Cfr.: Aristóteles,
Magna Moralia. Übersetzt und kommentiert von Franz Dirlmeier (Zwcite, durch- * EN, 1129 b, 19-26; Pol., 12S3 a, 38. En esíe pasaic de Ia Política Aristóteles
gesehene Auflage, Berlin, 1966, 34, 10, pp. 310 y ss. asevera que "Ia justicia cs una virtud social" (xowuvtxri àpeTÍj).
* Joachim, opus cit, p. 130. " EN, 1130 a, 3-9.
" Precisamente porque cs quien de manera ejemplar práctica Ias virtudes en
relación con sus semejantes.
68 JUSTICIA UNIVERSAL Y JUSTICIA PARTICULAR
JUSTICIA EN SENTIDO LATO 60
afirma que Ia justicia parece ser una espécie de virtud per-
un conciudadano, y su valor solo consiste, por ejemplo, cn
fecta. Pues si Ias acciones que Ia ley ordena ejecutar cierta-
Ia omisión de una injusticia en contra suya; Io cual, tratán-
mente son justas, y Ia ley prescribe Ias que están de acuerdo
dose de Ia justicia particular, quedaria conceptualmente ex-
con Ias virtudes, entonces, quien se cine a los princípios de
cluído. Por ello —anade Dirlmeier— entiendo que cn Ia Ética
justicia según Ia ley será un varón perfectamente ejemplar,
nicomaquea Aristóteles no diga: 'Quien obra en el sentido
de manera que, tratindose dei justo, su justicia cs una es- de Ia justicia universal no cs xa8' aútóv justo', sino: 'no solo
pécie de virtud perfecta." ** cs justo x«6' aútov (esto es, respecto de si mismo), sino tam-
Resulta entonces que, de acuerdo con este pasaje, Ia vir- bíén HQÒÇ ETEQOV' "."
tud total y Ia Skr\ Ôixaioaiüvn se confunden, pues el Estagirita Según Dirlmeier, Trude acierta cuando niega que exista una
no reduce el âmbito de Ia segunda a los casos en que Ia contradieción entre Ia Gran ética y Ia Ética nicomaquea,
actividad virtuosa se manifiesta en relación con otro. Poço "pues —cito al segundo— Ia pareja de opuestos y-o0' éavtòv
más abajo, nuestro filósofo escribe: "Tratándose de esta es- — jtfjòç ÊTEQOV tiene en Ia nicomaquea una significación dis-
pécie de justicia (alude a Ia ôixoioovvtj en sentido amplio) es tinta de Ia que le corresponde en Ia otra obra. Si en Ia última
posible que alguien sea justo en relación consigo mismo se refierc a una exigência para el ejercicio de Ia virtud a tra-
(pues el sensato, valiente y de caracter firme precisamente vés de un acto, en Ia primera hállase referida a Ia fundamen-
es tal respecto de si mismo)." 30 Esta afirmación contradice, tación de Ia virtud, es decir, al problema de si se debe ser
sin duda, Ia tesis expuesta en Ia Ética nicomaquea, según virtuoso porque se cs hombre individual o porque se es mieni-
Ia cual Io que separa a Ia iustitia universalis de Ia virtud a bro de una comunidad política".35
secas es Ia referencia de Ia conducta a una persona distinta A nosotros nos parece que si Ia virtud de cada ser consiste
dei actuante.31 en Ia realización de Io que le es propio,36 y el hombre no
Dirlmeier opina que se ha exagerado, en este punto, Ia dis- existe unicamente como indivíduo, sino como miembro de
crepância entre Ia Gran ética y Ia Ética nicomaquea. El pa- Ia JCÓXIÇ, su virtud o excelência puede manifestarse en cual-
saje citado,32 escribe el distinguido comentarista, suele inter- quiera de esos dos aspectos, ya que ambos son esenciales.
pretarse como si en él se dijera: "Quien obra en el sentido Pero ello solo significa —para recurrir a una distinción intro-
de Ia justicia universal, solo es justo en su interior; quien ducida pòr Nicolai Hartmann— que el valor de Ia actividad
Io hace en el sentido de Ia justicia particular, solo es justo virtuosa no cs solo relativo al sujeto a quien tal actividad fa-
en Io externo." "El acto de Ia primera no tendría ninguna vorece y respecto dei cual constituye un bien, sino relativo.
irradiación; el de Ia segunda procederia de un espacio espi- igualmente, al actuante, pues, por ejemplo, cl que procede
ritual vacío." ss Empero, en el caso de Ia justicia lato sensu con magnanimidad y justicia es siempre, en virtud de sus
"conceptualmente no se excluye Ia posibilidad de que el acto actos, magnânimo y justo.'7 Mas para afirmar tal cosa es
bueno conserve su inmanencia respecto dei sujeto, incluso innecesario borrar toda diferencia, como se hace en los MM
cuando el resultado de ese acto es plenamente valioso para 1193 b, 1-10, entre Ia OAIJ <XOETÍÍ y Ia iustitia universalis.
" MM, 1193 b, 3-10. Debe tcnersc presente que aqui, como cn todos los
pasajcs en que Aristóteles habla de Ia ley (vónoç). no se reficre unicamente a Ia
escrita, ni solo tampoco a normas de caracter jurídico. La voz vójioç aplicase tan-
to a Ias prescripeiones (escritas o no) de cada Estado (tôtoç vónoç) como a Ias
no escritas reconocidas en todas partes (xoivòç vónoç), cuyo fundamento resi-
de en Ia naturaleza. Cfr.: Rei, 1373 b, 3-17.
» MM, 1193 b, 13-16. " Idem.
" EN, 1130 a, 10-14. " Trudc, opus cir., p. 62.
" MM, 1193 b, 3-10. * EN, 1097 b, 25-34.
" Dirlmeier, Comentário a los Magna Moralia, 34, 11, p. 313. " Cfr.: N. Hartmann, EfJiilc, 15, e) pp. 131 y ss. de Ia segunda edición alemana.
70 JUSTICIA UNIVERSAL V JUSTICIA PARTICULAR
. Según Aristóteles es injusta: tomados en sentido absoluto, estos son siempre bienes, aun
a) La conducta de quien, en una relación interhumana, cuando en ocasiones no Io sean para alguien, puesto que cs
aparece como violador dei vójxoç; posible emplearlos mal.
b) ia dei codicioso e inicuo (j&eovéx-njç xai aviaoç), es de- La nhovelía puede, según Aristóteles, exteriorizaTse de des
cir, dei que se asigna ventajas indebidas y, por tanto, atenta maneras, "pues ei jiAeovéxtíiç no siempre escoge Io mas, sino *
contra ia igualdad. también Io menos, tratándose de cosas absolutamente ma-
las".4" Y Ia razón es esta: "como Io menos maio parece ser
El violador de Ias leyes (naeávo(ioç) es injusto en sentido
de alguna manera bueno, y Ia codicia se refiere a los bienes,
lato; ei codicioso e inicuo (reXeovéxtriç xai âviaoç), injusto
ei que escoge ei mal menor puede pasar por codicioso".*"
stricto sensuss
Recordemos que, ai referirse a quien resulta culpable de
Consecuentemente, es justa: injusticia, en ei sentido estricto de esta expresión, nuestro
a) La conducta de quien, en sus relaciones con los demás, filósofo le aplica dos calificativos: ei de codicioso y ei de
acata fielmente Ias leyes; inicuo (àvioo;). Mas ocurre preguntar: ,;refiere Aristóteles los
b) Ia dei cbservante de Ia igualdad. dos epítetos a una sola o, por ei contrario, a dos distintas
El cumplidor dei vófioç, o vo\ioq>v\aKvxòç, es justo cn sentido formas de conducta?... Creemos que ei segundo de los dos
amplio; ei observante de Ia igualdad, en cambio, Io cs en sen- términos sirve para esclarecer ei sentido dei primero, pues si
tido estricto. ei jrAeovéxtijs se asigna, indebidamente, de los bienes más y
La justicia dei último es una forma particular de virtud de los males menos de Io que de acuerdo con Ia ley le co-
(f|6txfj àçe-ni), a diferencia de Ia iustitia universalis, de Ia. rresponde, necesariamente peca contra Ia igualdad. Conv-ieru,
ÕXTJ ágerr) que se despliega en relación con otro (ft(>òç Itegov). empero, hacer un distingo que nuestro filósofo olvida. La
"Se trata, podríamos decir, de una forma específica de ese codicia, que ei diecionario define como "apetito desordena-
comportamiento con otro que caracteriza genericamente a do de riquezas", puede permanecer latente, esto es, no tra-
Ia justicia: específica qua limitada a cierta esfera (Ia de los ducirse en actos injustos, caso en ei cual resultaria incorrecto
(ieçtoTu àyaOá, o bienes que pueden ser divididos), y espe- decir que ei codiciador procede en forma ventajosa. Mas
cífica, también, qua implicante de un móvil determinado, Ia cuando aqucl desordenado apetito —que, según sabemos ya,
codicia o amor a Ia ganância".89 Aristóteles no refiere solo a ias riquezas sino, en general, a
Veamos, un poço más despacio, de qué manera describe los bienes externos— rebasa Ias lindes de Io subjetivo v, en-
Aristóteles ai injusto stricto sensu carnando en Ia aeción, atenta contra Ia igualdad, ei .-IÂEOVF/.TI);
Ante todo dice de él que es codicioso. Su codicia, anade, no cs única mente JTAEOVÍXTII;, sino UVKÍO;.'"
se manifiesta en relación con los bienes, "mas no rcspecto
de todos, sino de los que condicionan Ia prosperidad y Ia los objetos dcscabks que cotistituyen Ia esfera cie Ia justicia v de Ia iiijmi:.:
particulares. En 1130 b, 2, los enumera como TIU.I'I. X0'lM-<"a. oconiQÍu —["''•
adversidad, los cuales, tomados en sentido absoluto, son iición, propiedad y seguridad personal. Su característica es que todo ei inunde-
los desea y tiene derecho a ellos, pero son objeto de comDetencia. La propiedad.
siempre bienes, aun cuando en ocasiones puedan no serio por ejemplo. los cargos —o incluso Ia seguridad personal en una batalla— son
para alguno".40 De esta cita resultan dos cosas: 1) que ei de tal Índole que mientras mis tiene A de dichos bienes, menos le toca a B.
Por ello son IIEQIOTCI ÔYaOá (1130 b, 32), a diferencia, verbigracia, de otro;
jiÀEovéxtriç es tal relativamente a los bienes externos;41 2) que, como e! conocimiento, Ias acciones nobles, etc., cuya índole es tal que. mientr.is
" EN, 1129 a, 31-1129 b, 2. cn uiayor número los tiene A, eu esa inavor medida se beneficia todo cl mundo"
" Joachim, opus cit, pp. 131 y 132. Joachim, opus cif., p. 133.
" EN, 1129 b, 2-4. " EN, 1129 b, 7-8.
" No se olvide Io expuesto en Ia sección 5 dei capítulo i de esta obra. Refi- " EN, 1129 b, 8-9.
tiéndose ai mismo tema, Joachim dice que "Aristóteles describe en varias formas " La pa!;il>ia .-r?.FOvÉxuiç, aplicada a una pcrsoiia, puede referirse ya "ai qm'
tiene mis de Io debido", ya ai que quíere para si más de Io que legalmente le
corresponde. Analogamente, JIXCOVEÇÍCI significa unas veces deseo de tener mis
72 JUST1CIA UNIVERSAL Y JUSTICIÀ PARTICULAR
Nuestro pensador asevera que Ia injusticia dei codicioso no JUSTICIÀ E INJUSTICIA STRICTO SENSU 73
cs Ia maldad toda, sino parte de Ia maldad, así como Ia jus- Los actos injustos, en el sentido lato de Ia expresión, pue-
ticia dei equitativo48 no es toda Ia virtud, sino parte de ella." den obedecer a infinidad de móviles diversos dei que deter-
Que Ia injusticia particular existe ai lado de Ia total clara- mina ia índole de Ia injusticia stricto sensu, esto es. de Ia
mente se colige de Io que sigue: "En ei caso de Ias demás jiXEoveí-ía. Los ejemplos de Aristóteles Io indican con toda
maldades, el que Ias ejecuta obra, sin duda, injustamente, nitidez: cl que por miedo arroja cl escudo, cl que habla mal
mas no es codicioso. Así, el que arroja el escudo per cobar- de otro por antipatia y el que no socorre con sus riquezas
día, o el que habla mal de otro por hostilidad, o el que no por avaricia, obran por temor, por antipatia y por avaricia,
socorre con sus riquezas por avaricia." 4T "Además, si un hom- sin ser, por ello, codiciosos.
bre fornica para obtener una ganância y, efectivamente, Ia Tanto Ia justicia como Ia injusticia, en Ia acepción res-
obtiene, y otro Io hace porconcupiscencia, pagando por ello tringida de ambos vocablos, suponen, por su misma índole,
y sufriendo un menoscabo en su patrimônio, más parece in- que el proceder dcl justo o dcl injusto beneficia o dana a una
temperante que codicioso, mientras que el otro parecerá persona distinta dcl actuante, razón por Ia cual, en este res-
injusto, mas no intemperante, pues es claro que obra por el pecto, no hay diferencia entre Ia ôh\ Sixouoo-úvn y Ia iustitia
deseo de lucrar."48 particularis, ni entre Ia ôh) uôiKÍa y Ia injusticia stricto sensu.
Ni podría ser de otro modo, "pues Ia injusticia de que ha-
de Io debido, y otras se refiere a Ia ventaja ilícita, es decir, ai hecho de que
alguien tenga más de Io que le corresponde según el vóu,o;. Esta dualidad de blamos es parte de Ia injusticia total, así como Ia justicia a
significados, no subrayada por Aristóteles, se refleja en diversos pasajes de sus que hicimos referencia es parte de Ia justicia total".49
obras, Io mismo que en Ia forma, a veces discrepar.te, en que ambos vocablos
han sido entendidos por ios traduetores. En EN, 1129 a, 31-34, por ejemplo, no Del hecho de que Ia injusticia y Ia justicia stricto sensu.
resulta claio si, coando menciona ai jiXeováxTnç, el filósofo piensa en el que sean, respectivamente, parte de Ia injusticia y de Ia justicia
quiere tener o en el que toma para si más de Io debido. En 1129 b, 1-6, en
cambio, es obvio que ai referirse ai jiX.eováxTn,ç está pensando en el que am- lato sensu podemos desprender el siguiente corolário: aqué-
biciona para si más de los bienes y menos de los males. Se inficre así de Ias llas, como estas, son Io que son de acuerdo con el vójaoç que
palabras finales dei pasaje: "Los hombres anbelan y buscan estas cosas; pero,
en vez de proceder así, deberian más bien anhelar Ias que, siendo buenas en en cada caso determina su caracter. Ello explica Ias defini-
absoluto, también Io son para ellos, y escoger en todo caso estas últimas." El ciones que de Ias primeras ofrece Ia Retórica: "Justicia es
paso de Ia Ética nicomaquea dcl que con mayor claridad resulta que cl autor,
ai hablar dei jiXeovéxTnç, se refiere tanto ai que trata de obtener, como ai que una virtud por Ia cual cada uno tiene Io que le pertenece,
efectivamente obtiene un lucro indebido, es el 1130 a, 24-28: "Además, si un y ello según Ia ley; en tanto que injusticia es el vicio por
hombre fornica para obtenu una ganância y, efectivamente, Ia obtiene, y otro
Io hace por concupiscencia, pagando por ello y sufriendo un menoscabo cn su cl cual alguien se apodera de Io ajeno, contrariamente a Ia
patrimônio, más parecerá intemperante que codicioso, mientras que cl otro pare- ley." 60
cerá injusto, mas no intemperante, pues es claro 'que obra por cl deseo de lu-
crar." Estas últimas palabras, en Ias que el Estagirita alude ai aspecto subjetivo Guando, cn este sentido, una persona procede injustamen-
de Ia condueta dei codicioso, explican, en mi opinión, Ia forma en que Joachim te, Ia ventaja que obtiene a fortiori implica un perjuicio
y Dirlmeier, por ejemplo, han vertido a sus respectivos idiomas Ia voz nXeovEÇía.
Joachim Ia traduce por "covetousness or love of gain" (opus cit., p. 132); para Ia victima dcl acto injusto; cl autor de este necesaria-
Dirlmeier, por Mehr haben woflen (querer tener más) (p. 96 de su tradueción mente peca contra Ia igualdad o, para expresarlo con Ias mis-
de Ia Ética nicomaquea). Pero hay orros paiajes, tanto en el comentário de
Joachim como en Ia versión de Dirlmeier, en que se habla dei ji).£ovéxTnç mas palabras de Aristóteles, amén de n^eovcxTtjç cs ãviaoç.
como dei que tiene más de Io debido, y de Ia jrXeove|ía como de ventaja Si injusto, en el sentido estricto de esta voz, es el hombre
ilegal. Sobre el sentido de los dos términos a que acabamos de referimos véase
Io que afirman Cauthier y Jolif en el Tomo n, p. 334, 1129 a, 32, de su co- que atenta contra Ia igualdad, justo, en el mismo sentido,
mentário a Ia nicomaquea. será quien, ai tratar con sus prójimos, Ia respetc. "Lo justo
* La palabra "equitativo", como tradueción de looç, es empleada aqui en el en relación con otro —Icemos en Ia Gran ética— es, para
sentido de observante de Ia igualdad, no en d que, como tradueción de imeixTJç,
tiene en Ia doctrina aristotâica de Ia equidad. Cfr.: EN, 1136 b, 31-35. decirlo en una palabra, lo igual. Pues lo injusto es lo des-
- EN, 1130 a, 9-14. igual. En efecto: cuando los hombres se atribuycn a si mis-
" EN, 1130 a, 16-19.
" EN, 1130 a, 24-28. " EN, 1130 b. 14-15.
" Kct, 1366 b, 9-11.
74 JUSTICIA UNIVERSAL Y JUSTICIA PARTICULAR
Cuando de los cuatro términos uno es enunciado dos veces decir que A vale dos veces más que B y B dos veces más
o, como dice Aristóteles, "se cuenta dos veces", Ia propor- que C, sino, también, que A vale cuatro veces más que C.
ción se llama continua (owex^ç); cuando ello no ocurre, El ejemplo revela diáfanamente hasta qué punto ei aparente
como en ei caso a que Ia última fórmula se refiere, llámase rigor de Ia fórmula encubre Ia dificultad de aplicaria a les
discreta (StflQimévti). merecimientos humanos. Cuantificar ei valor de Ias cosas,
Esta se aplica a Ia justicia distributiva, y en Ia de cuatro • fíjándoles un precio, es muy sencillo; cuantificar los méritos
términos "tenemos WÓTT)Ç Uycov (igualdad de razones) cuan- personales puede ser, en cambio, extraordinariamente difícil.24
do A es, respecto de B, ei mismo múltiplo que x respecto de y. Al hacer ei estúdio de Ia justicia distributiva, Aristóteles
"En tal caso décimos: se refiere principalmente ai mérito (a?í«), y declara que es
"A : B : : x : y. Ia pauta en que debe basarse Ia instância encargada de dis-
"Por tanto: A : x : : B : y, y, también, tribuir lo repartible entre los miembros de Ia comunidad.
"A + x-.B + y : : A : B." 22 No hay duda de que, en lo que ai derecho actual respecta,
"El enlace dei primer término ai tercero y ei dei segundo Ia prímera de Ias dos formas de Ia justicia particular puede
ai cuarto —explica Aristóteles— es lo justo en Ia distribu- o, mejor dicho, tiene que impartirse también de acuerdo con
ción, y representa ei médio entre los términos contrários a otros critérios. Uno de ellos es ei de Ia necesidad, aplicable,
lo proporcional. Pues lo proporcional es ese médio, y lo por ejemplo, cuando se trata de dar ayuda a los supervi-
justo es lo proporcional. A esta proporción los matemáticos vientes de una catástrofe, o de otorgar pensiones a quienes
Ia llaman geométrica, pues también en ella ei total es ai total
como cada uno de los términos relacionados es ai otro. Esta una guerra convirtió en inválidos.25
proporción no es continua, porque ei que se refiere a per-
' sonas y a cosas no es, numericamente, un solo término. Por
4. La justicia rectificadora de Ias relaciones en que una de
v consiguiente, lo justo es esta proporción y lo injusto lo que
Ia contraria, o por exceso o por defecto. Esto mismo acon- > Ias partes causa y Ia otra sufre indebidamente un dano
tece en relación con los actos, pues quien procede injus-
tamente recibe más, y quien sufre una injusticia menos dei La segunda espécie de Ia iustitia particularis es Ia rectifi-
bien de que se trate. Con lo maio ocurre a Ia inversa; por- cadora, que tiene lugar en Ias relaciones interpersonales, ya
que, en razón dei bien, ei mal menor resulta preferible ai M
Refiriéndose ai concepto aristotélico de Ia justicia distributiva, Antônio Gó-
más grande, pues ei menor es más deseable que ei otro, y lo mez Robledo escribe: "De esta suerte, ei principio de Ia justicia distributiva crec
deseable es un bien, y lo más deseable ei mayor bien".23 Aristóteles que puede expresarse en Ia siguiente formula matemática: Si ai indivíduo
A se atribuye ei bien a y ai indivíduo B ei bien b, será preciso que Ia diferencia
La proporción que nuestro filósofo denomina aritmética, de valor entre i y b sei igual a Ia que respectivamente y desde luego por otras
consideraciones, existe a su vez entre A y B. A esta doble proporción, o a esta
y en Ia que uno de los términos es contado dos veces, se proporción de razones, como nos plazea, Ia ha definido Aristóteles como proporción
aplica lo mismo a personas que a Cosas. Tratándose de per- geométrica (yEconExoixi) áva).oyía), y somos los primeros en reconocer lo que
de artificioso hay en esta concepción, oriunda como poças dei matematicismo que
sonas, por ejemplo, Ia fórmula A : B : : B : C, podría leerse privo siempre en Ia Academia platônica, y dei que, por lo visto, no pudo liberarse
así: ei mérito de A es ai de B como ei de B es ai de C dei todo Aristóteles. Es imposible, en efecto, que así como son cuantíficablcs los
(doble, verbigracia). Tratándose de cosas, Ia fórmula: a : bienes econômicos, pueda hacerse otro tanto con los méritos personales". Antônio
Gómez Robledo, Meditãción sobre Ja justicia, Publicaciones de Diánoia, Centro de
b : : b : c, se podría leer de este modo: ei valor dei bien Estúdios Filosóficos. Edición dei Fondo de Cultura Econômica, México, 1963, p. 50.
d es ai dei bien b como ei de este ai dei bien c. * A esta forma de lo justo, que Aristóteles no conoce, algunos filósofos y ju-
ristas le dan ei noinbre de iustitia ptotcctiva. Cfr. Heinrich Henlcel, Einfiihrung
Respecto de Ia expresión: A : B : : B : C, no solo cabría in die RechtsphiJosophic (fntroducciòn a Ja filosofia dei derecho), C. H. Beck'schen
Verlagsbuchhandlung, München und Berlin, 1964, p. 314. Según Henkel, Ia iustitia
" Joachim, comentário citado, p. 143. protectiva debe incluirse en ei anchuroso campo de aplicación de Ia justicia dis-
» EN, 1131 b, 9-23. tributiva.
i
86 IGUALDAD Y JUSTICIA
ias voluntárias, ya Ias involuntárias. En todas ellas "Io justo IA JUSTICIA RECTH ICADORA
consiste también en cierta igualdad, y Io injusto en cierta b~
30
desigualdad, mas no según Ia mencionada proporción, sino dida; en cl otro, provecho)" Bien dice Joachim, comen-
según Ia aritmética".26 tando estas líneas, que Ias expresiones "ganância" y "perdi-
Aqui ya no se atiende ai mérito de Ias personas, pues estas, da", de que se vale el autor de Ia Ética nicomaquea, son
son tratadas como iguales. Lo único que se considera es Ia "metafóricas", y solo se aplican con propiedad a Ias rela-
diferencia que proviene dei dano, y ei problema se reduce a ciones de intercâmbio. Por artifíciales que aquellos térmi-
inquirir "si uno cometió injusticia y otro Ia sufrió, o si uno nos a vcces resulten, Aristóteles no deja de emplearlos, e
dano v ei otro fue danado".27 Esta es Ia pregunta esencial y, insiste en que cl juez mide el sufrimiento causado por los
respecto de Ia aplicación de Ia justicia rectificadora a hechos àxoúota equiparándolo a un dano o, en otras palabras, con-
delictuosos, Ia única que, para Ia estimación de los danos siderando Ia situación relacionai —desde ese punto de vista—
resultantes de un delito y estimables en dinero, debe tomarse como ganância de una de Ias partes y como perdida de Ia
en cuenta, pues, en lo que respecta a Ia imposición de Ia otra.31 La rectificación que en tales casos debe hacer el juez,
pena, casos hay, como luego veremos, en que Ia calidad de consiste, por tanto, en encontrar el médio entre el provecho
Ias personas no puede ser ignorada.28 En cambio, cuando solo y Ia perdida o, lo que es lo mismo, en restablecer —desde
se trata de tasar los danos causados por un hecho ilícito, tal punto de vista— Ia igualdad.
resulta "indiferente" que un hombre instruído haya defrau- Las dificultades que el paso citado en último término plan-
dado a un ignorante, o que ei culpable de adultério sea tea a Ia mayoría de los intérpretes, provienen de Ia forma
culto o no lo sea.29 en que traducen Ia palabra lw'ia, pues esta voz significa no
solo "pena" sino "sanción pecuniária". Emplear el primer
Si en una relación interpersonal una de Ias partes causa vocablo seria incorrecto en el caso, pues provocaria una con-
y Ia otra sufre un dano indebido, Ia igualdad resulta que- tradieción entre los pasajes a que remiten las notas 29 y 30
brantada, ya que ei primer sujeto obtiene, en perjuicio dei y el indicado por Ia nota 37, dei cual, como pronto veremos,
segundo, algo que, según Ia ley, corresponde a este. Ya hemos claramente se colige que, cuando no se trata de medir los
dicho que Aristóteles aplica estas ideas no solo ai intercâm- danos provenientes de Ia comisión de un hecho delictuoso.
bio de bienes, sino a los danos originados por Ia comisión sino de imponcr un castigo ai autor, casi siempre es nece-
de un delito. "Cuando uno es herido y otro hicre, uno mata sario tomar cn cuenta Ia calidad dei delincuente y de Ia
y otro es muerto, Ia pasión y Ia acción resultan desigual- víctima o, en otras palabras, aplicar el critério de Ia igualdad
mente divididas. El juez trata entonces de restaurar Ia igual- proporcional. Justamente observa Trude que Aristóteles con-
dad por médio de una sanción pecuniária, es decir, quitando sidera los casos penales desde el punto de vista de Ia retri-
ei provecho ai agresor. (En semejantes casos se habla solo bución y, con ello, de Ia proporcionalidad geométrica. Para
en forma general, aunque en algunos ei nombre no sea ade- eliminar Ia discrepância entre los pasajes citados —cuando en
cuado, como ocurre con ei de provecho en ei dei que le- 1132 a, 10, Çimía se traduce por "pena"— basta con perca-
sionó, y con ei de perdida en ei dei que sufrió Ia lesión. Pero tarse, por un lado, de que en vez de pena debe decirse —en
cuando ei dano es medido, se le llama, en un respecto, pér- el mismo lugar— sanción pecuniária o reparación dei dano,
y con advertir, por otro, que "Ia Hamada igualdad aritmética
» EN, 1131 b, 32-1132 a, 2. es aplicable a los casos penales cuando dos indivíduos que
".EN, 1132 a, 5-6. desde los puntos de vista subjetivo y objetivo han cometido
** "Por ejemplo: si ei que tiene un cargo público golpea a alguien, no por ello
debe ser golpeado a su vez. Pero si un particular golpea n un funcionário, no cl mismo delito, sin acepción de persona, es decir, sin que
solo debe ser golpeado, sino que debe, ademís, castigárscle." EN, 1132 b, 28-30. sea menester tomar cn cuenta circunstancias pcrsonalcs de
" EN, 1132 a, 2-4.
M
EN, 1132 a, 7-H.
" Joachim, comentário citado, p. H5.
88 IGUALDAD Y JUSTICIA
CONCEPTO riTACÓRICO DE RETRIBUCIÓN 89'
cualquiera espécie, deben sufrir ei mismo castigo. Pero Ia
llamada igualdad geométrica puede justificarse en matéria a costa dei otro, una veutaja indebida. Entonces, para res-
penal respecto de hechos especiales o de distinciones como tablecer Ia igualdad, ei juez quita ai primero ei provecho
Ia de íntención y negligencia".32 De esta suerte —prosigue injustamente obtenido y devuelve ai segundo aquello de que
Trude— tanto Ia igualdad geométrica como Ia aritmética va- no debía habérsele privado.
len —si bien en diferente relación— para dicha matéria. Por
eso "es probable que Aristóteles, ai aplicar a los delitos Ia
justicia igualadora no haya pensado en consecuencias pena- 5. Concepto pitagórico de retribución
les, sino civiles. De ser así, Çimía no debe trasladarse, en dicho
contexto, por pena, sino por reparación dei dano"." En ei capítulo quinto dei libre de 3a Ética nicomaquea
Llevado por su amor a los ejemplos matemáticos, Aris- consagrado a Ia justicia, Aristóteles discute ei concepto de
tóteles prosigue: "El juez restaura Ia igualdad, como si de retribución defendido por los filósofos pitagórico?.35 Las si-
una línea dividida en partes desiguales quitara aquello en guientes palabras expresan diáfanamenfe tal concepto:
que Ia mayor excede de Ia mitad y Io anadiera a Ia parte,
más pequena. Cuando ei todo ha sido dividido en dos mi- "Si alguien padece lo mismo que hizo,
tades, entonces se dice que cada quien tiene lo suyo, ya que recto será su castigo".36
ambos recibieron lo mismo".' 4
Lo suyo de cada quien, desde ei ângulo visual de ia jus- Esta concepción, estrictamente "taliónica", no correspon-
ticia rectificadora, es, por ende, ei término médio entre ei de, en ei sentir de Aristóteles, ni a Ia justicia distributiva
dano que una de Ias partes causa y ei que es padecido por ia ni a Ia rectificadora. "Por ejemplo: si ei que tiene un cargo
otra. Pero dano y provecho ilícitos pueden existir no solo público golpea a alguien, no por ello debe ser golpeado a
como consecuencia de un delito —caso en ei cual Ia función su vez. Pero si un particular golpea a un funcionário, no
rectificadora estriba en ia reparación— sino tambíén cuando, solo debe ser golpeado, sino que debe, además, castigársele".37
en Ias relaciones voluntárias, uno de los contratantes obtiene, Es éste cl pasaje a que aludimos antes, y dei cual claramente
resulta que cuando no se trata de reparar (cn forma pecu-
m
Trude, obra citada en Ia nota 5, p. 100. niária) cl dano causado por Ia comisión de un delito, sino
" Trude, opus cit, p. 101. de imponer un castigo ai delincuente, Ia pena solo puede
** EN, 1132 a, 24-29. A fin de explicar más claramente ei ejemplo, Aristóteles
prosigue: "Si de dos partes iguales se quita un segmento a una y se anade a Ia individualizarse de manera justa si ei encargado de aplicaria
otra, Ia segunda excederá a Ia primera en dos veces ese segmento. Pero si lo que toma en cuenta tanto Ia calidad dei autor como Ia de ia vic-
se quito a Ia primera no fue afladido a Ia segunda, esta solo excederá a Ia otra
en ese segmento. Así, pues, Ia parte mayor excederá en tal segmento ai médio, tima dei hecho delictuoso, en vez de limitarse a infligir ai
y este, en Ia misma cantidad, a Ia porción de que aquel segmento fue quitada. De primero un sufrimiento igual ai padecido por ei segundo
este modo reconoceremos qué se debe quitar ai que tiene más y qué atribuir ai
que tiene menos. A este debe asignárseíe aquello en que cl médio excede a su ("ojo por ojo, diente por diente").
porción, y ai ctro hay que quitarle Ia parte en que ei medio cs excedido por Ia El justo castigo no consiste, como los pitagóricos decían,
porción mayor. Sean AA', BB', C C , três líneas iguales entre si. Quitese de AA'
ei segmento AE y afiádase a CC como C D , de modo que toda Ia línea C C D en que uno sufra lo mismo que hizo. En las distribuciones,
exceda a EA' cn los segmentos CD y CF y, por tanto, a BB' en ei segmento C D : por ejemplo, Ia rectitud dei acto distributivo no depende de
A E A' que a todos los sujetos se les den ias mismas cosas, ni, cn cl
B B' Cfr. Benvcnuto Donati. Dorfrma pifagor/ca e arisfofelica dc/Ia gi'u<fizú A F
Forniíggini, Editorc in Modcn.i. 1911. iv, a), pp. 21 y si. Sobre e) mismo tema:
C F C D C Del Vcccliio, La justkh. Traducción de Francisco P. Laplaza. Editorial De -
palma, Buenos Aires, 1952. Cap. v.
EN, 1132 a, 32-1132 b, 9. " EN, 1132 b, 27.
" EN, 1132 b, 28-30.
•90 IGUALDAD Y JUSTICIA
no es realmente tratado en forma injusta, "pues ei dar está ^PUEDE UN HOMBRE SER INJUSTO CONSICO MISMO? 109
en él, y ei ser tratado en forma injusta no, sino que debe "mas no cualquiera espécie de justicia, sino Ia dei senor o
atribuirse ai que actúa con injusticia".55 ia doméstica. En estos discursos se ha distinguido entre ia
Consideremos ahora ei caso de quien ai repartir un bien parte dei alma dotada de razón y Ia que carece de ella. A
sobre ei que tiene ei mismo derecho que ei otro sujeto de Ia quienes ponen Ia vista en tales discursos les parece que hay
relación, a sabiendas da a este más que a si mismo. ^No es también injusticia dei hombre consigo mismo, porque en
entonces claro que comete consigo mismo, en forma volun- dichas partes se da un proceder contra sus propias tendên-
tária, una injusticia? . . . Esto —prosigue nuestro filósofo— cias. Y como entre el gobernante y el gobernado, así parece
es Io que sueíen hacer los moderados, "pues ei equitativo se haber cierta justicia en Ias relaciones reciprocas de aquellas
conforma con menos de Io que estrictamente le correspon- partes".60
de"." Pero aqui surge una duda: Ia de que, ai proceder
-como procede, ei equitativo no gane un bien más alto, "fama,
por ejemplo, o simplemente nobleza"." Mas si nada padece
• ei hombre contra su propio querer, no puede decirse que sea
tratado en forma injusta cuando se conforma con menos de
"Io que le corresponde, "sino que, a Io sumo, sufre dano".58
Igualmente es cbvio que si ei encargado de repartir da a otro
menos de lo que le toca, y él se asigna una porción mayor,
Ia injusticia es cometida por ei que distribuye, no por ei
•-que recibe. Y ia razón consiste en que Ia fuente u origen
-dei obrar está en ei que reparte, no en el otro".09
Solo "metaforicamente y por semejanza" —concluye Aris-
vtóteles— puede decirse que hay justicia no en el hombre en
:relación consigo mismo, sino entre algunas de sus partes;
" EN, 1136 b, 9-13.
" EN, 1136 b, 15-21.
"* EN, 1136 b, 21-22. Argumento y contraargumento son formulados así en los
.Magna Moralia: "Hay algunos que, debiendo ellos mismos recibir algo igual, lo
• ceden a otros, de mancra que, si recibir lo igual era justo, y recibir menos sufrir
una injusticia, y el que Ia recibe lo hace queriendo, entonces, dicese, sufre vo-
luntariamente una injusticia. Pero en el caso es manifiesto, por el contrario, que
'no Ia sufre queriendo. Pues todos los que reciben menos intercambian lo que les
• corresponde por honores, alabanzas, fama, amistad o alguna otra de estas cosas.
Mas el que intercambia algo por lo que cede, ciertamente no sufre una injusticia,
y si no sufre un injusticia, no Ia sufre, entonces, voluntariamente". MM, 1195
••b, 10-17. • EN, 1138 a, 5-13. "El alma, hallándose dividida en varias partes, tiene en
" EN, 1136 b, 25. En Ia Gran ética, el argumento es reforzado así: "Los si misma una superior y otra inferior, de modo que, si en ella se produce una
• que reciben menos y son víctimas de una injusticia en cuanto no les toca una injusticia será injusticia de una de esas partes respecto de Ia otra. Ahora bien: distin-
porción igual, se jactan y enorgullecen por ello, puesto que, dicen: 'siéndome per- guimos Ia injusticia doméstica respecto de lo inferior y de lo superior, de manera que,
mitido recibir algo igual, no lo tome, sino que lo cedi ai de más cdad o ai en tal sentido, es posiblc que alguien llegue a ser injusto consigo mismo; pero nos-
-amigo'. Pero nadie que ha sufrido una injusticia se jacta. Mas si los hombres orros no examinamos esta espécie de injusticia, sino Ia de caracter político. De
.no se enorgullecen de Ias injusticias sufridas y, en cambio, sé enorgullecen de Ia modo que, respecto de tales actos de injusticia, cn los que estamos investi-
mencionada actitud, en general no sufrirían de este modo injusticia los que reci- gando, no resulta posiblc que un hombre sea consigo mismo injusto" MM, 1196
Tben menos. Y si entonces no Ia sufren, tampoco Ia sufrirían queriendo" (MM, a, 26-33. De Ia distinción aristotélica entre justicia política y justicia doméstica
.4195 b, 17-24). se hablará en el capítulo vm de esta obra. Sobre el problema que consiste en
" EN, 1136 b, 25-29. saber si el hombre puede ser injusto consigo mismo, véase Ia excelente exposi-
ción de Paul Moraux en su libro A Ia recherche de TAristote perdu. Le dialogue
'SVT Ia justice*. Publications Universitaires de Louvain, 1957, iv, pp. 137-140.