Por su finalidad las leyes naturales y las normas morales se diferencian porque las
leyes son explicativas. El científico no hace juicio de valor, sólo se pregunta a qué
leyes obedecen ciertos fenómenos. La función de la ley consiste en explicar un hecho
con base en la relación que éste guarda con otro. En cambio, las normas morales son
prácticas, no tratan de explicar sino de provocar, de suscitar un comportamiento que
se considera adecuado o valioso. Otra diferencia importante entre las normas morales
y las leyes naturales consiste en que estas últimas necesitan ser corroboradas por los
hechos.
Las normas morales también se han comparado con las llamadas reglas técnicas o
reglas de las artes. Éstas constituyen una fórmula o receta técnica para el desarrollo
eficaz de una actividad determinada. Las reglas técnicas coinciden con lo que Kant
llamó imperativos hipotéticos.
Normas morales:
Normas jurídicas:
El incumplimiento de una norma social, por ejemplo, saludar con corrección, no implica
una multa o algo parecido sino sólo la reprobación o el ridículo. En general todas
estas reglas de cortesía son cumplidas por el sujeto de manera impersonal y hasta
hipócrita.
Las normas religiosas se presentan como objeto de una revelación. Estos preceptos
tienen una procedencia divina, extrahumana y, siendo así están fuera del alcance del
hombre quien no tiene capacidad para comprenderlas y juzgarlas. Es necesario, pues,
que la divinidad intervenga directa o indirectamente para dictar su voluntad y hacerla
valer.