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Universidad de Cartagena

Ingeniería de software

Física II

Cipa Los Ilusionistas

Leandro Marrugo Tijera


Bregolen Yeisson Ávila Rivera
Juan Carlos Machuca

EFECTOS DE LOS CAMPOS ELECTRICOS Y MAGNETICOS DE BAJA


FRECUENCIA EN LA SALUD DE LAS PERSONAS

Cartagena – Bolivar

30 de diciembre de 2020
TRABAJO DE INVESTIGACION DE FISICA DOS EN CIPAS
EFECTOS DE LOS CAMPOS ELECTRICOS Y MAGNETICOS DE BAJA
FRECUENCIA EN LA SALUD DE LAS PERSONAS
1. Introducción
Un campo eléctrico existe, aunque no haya corriente. Cuando hay
corriente, la magnitud del campo magnético cambiará con el consumo de
poder, pero la fuerza del campo eléctrico quedará igual.

Fuentes de campos electromagnéticos generadas por el hombre

La electricidad que surge de cualquier toma de corriente lleva asociados


campos electromagnéticos de frecuencia baja.

¿Por qué son tan diferentes los diversos tipos de campos


electromagnéticos?

Una de las principales magnitudes que caracterizan un campo


electromagnético es su frecuencia, o la correspondiente longitud de
onda. El efecto sobre el organismo de los diferentes campos
electromagnéticos es función de su frecuencia. La frecuencia simplemente
describe el número de oscilaciones o ciclos por segundo, mientras que la
expresión «longitud de onda» se refiere a la distancia entre una onda y la
siguiente. La longitud de la cuerda no varía, por lo que cuantas más ondas
genere , menor será la distancia entre las mismas .

¿Qué diferencia hay entre los campos electromagnéticos no ionizantes y la


radiación ionizante?

La longitud de onda y la frecuencia determinan otra característica


importante de los campos electromagnéticos. Las fuentes de campos
electromagnéticos generadas por el hombre que constituyen una parte
fundamental de las sociedades industriales están en el extremo del
espectro electromagnético correspondiente a longitudes de onda
relativamente largas y frecuencias bajas y sus cuantos no son capaces de
romper enlaces químicos.
2. ¿Qué sucede cuando se está expuesto a campos eléctricos y/o
magnéticos?
La exposición a campos electromagnéticos no es un fenómeno nuevo. Sin
embargo, en el siglo XX la exposición ambiental ha aumentado de forma
continua conforme la creciente demanda de electricidad, el constante
avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos sociales han
generado más y más fuentes artificiales de campos electromagnéticos.
Todos estamos expuestos a una combinación compleja de campos
eléctricos y magnéticos débiles, tanto en el hogar como en el trabajo, desde
los que producen la generación y transmisión de electricidad, los
electrodomésticos y los
equipos industriales, a los producidos por las telecomunicaciones y la
difusión de radio y televisión.
 
En el organismo se producen corrientes eléctricas minúsculas debidas a las
reacciones químicas de las funciones corporales normales, incluso en
ausencia de campos eléctricos externos. Por ejemplo, los nervios emiten
señales mediante la transmisión de impulsos eléctricos. En la mayoría de
las reacciones bioquímicas, desde la digestión a las actividades cerebrales,
se produce una reorganización de partículas cargadas. Incluso el corazón
presenta actividad eléctrica, que los médicos pueden detectar mediante los
electrocardiogramas.

Fue hasta más o menos en el año de 1900 cuando el campo


electromagnético de la tierra consistía en forma sencilla en su propio campo
y algunas otras micropulsaciones asociadas con él. Tal es el caso de las
descargas fortuitas de relámpagos y la luz visible. En cambio, en la
actualidad estamos sumergidos en un mar de energía que es casi
totalmente hecho por el hombre.

Si percibimos y derivamos información del campo geomagnético natural, es


muy lógico que todo este campo electromagnético no natural esté
produciendo efectos biológicos que pueden ser dañinos.

Las instalaciones y las aplicaciones de la electricidad y la electrónica están


incrementándose continuamente. Sus efectos sobre la salud son ahora
indiscutibles y ampliamente conocidos dentro del ambiente científico, aunque en lo
que se refiere al público, la mayoría de la gente desconoce lo que puede hacer
para protegerse de los efectos nocivos de algunos campos electromagnéticos.
Ahora se sabe que la estimulación eléctrica influye en el crecimiento celular y
ayuda a promover la consolidación de los huesos rotos.

Pero también se sabe que las intensidades de los campos electromagnéticos


necesarios para que suceda este fenómeno, son mucho más grandes que las
intensidades de la contaminación de los campos electromagnéticos.

Desde 1975 se conoce el efecto magnetotrópico de las bacterias hacia el polo


norte.

Todos sabemos que en la sociedad actual en que vivimos, no estamos libres de


riesgos, pero que debemos tomar nuestras precauciones para que estos riesgos
sean menores.
La mayoría de las personas creen que los riesgos de la salud relacionados con los
campos electromagnéticos, son de origen externo, en el medio ambiente. La
verdad es que el mayor riesgo está asociado con el uso de muchos aparatos
electrodomésticos que usamos a diario en nuestras casas y oficinas.

Actualmente, la energía electromagnética abarca todo el mundo, es decir, no hay


lugar donde esconderse de ella. En los lugares más remotos del planeta también
estaríamos expuestos a un nivel de frecuencias corrientes ubicuas de 50 o 60 Hz,
igual que las ondas de radio reflejadas en la ionósfera. Con esto, fácilmente
podemos percatarnos de que el problema de la electropolución es mundial y para
resolverlo se requeriría de un inmenso esfuerzo y coordinación internacional. Por
otro lado, como individuos, sí tenemos algo de control sobre nuestros aparatos
electromagnéticos que ordinariamente utilizamos en nuestra vida diaria. El único
concepto básico que debemos de aplicar es la tasa de riesgo-dosificacion. Por
ejemplo, sabemos que una razuradora eléctrica produce un campo
electromagnético extremadamente alto en potencia, si está conectada a la
corriente eléctrica.

Hemos medido con diferentes aparatos, campos electromagnéticos de 60 Hz, de


hasta 400 miligauss a un centímetro del filo de la navaja. Estos campos penetran
la piel del operador. Existe evidencia científica de que los campos de 60 Hz de tan
sólo 3 miligauss, están relacionados con el aumento de la incidencia de cáncer.
Esto entonces nos dice que estos campos electromagnéticos emitidos por la
razuradora eléctrica (conectada a la línea eléctrica) son 100 veces más potentes
del máximo considerado como seguro.

Por lo anterior, es muy importante no olvidar el concepto de tasa-dosificación, ya


que la razuradora eléctrica se usa durante unos minutos nada más. Por lo cual, la
exposición es mínima. En cambio, por ejemplo, la fuerza del campo magnético de
una sábana eléctrica es de 50 a 100 miligauss, estando todavía dentro de la zona
de peligro. Además, hay que tomar en cuenta que el uso de la sábana es de varias
horas diarias, por lo que la dosis total administrada es mucho más alta.

3. ¿Son un riesgo para la salud humana los campos eléctricos y


magnéticos?
Segun la OMS el consumo de electricidad ha pasado a formar parte integrante
de la vida cotidiana. Siempre que hay un flujo de electricidad, se crean campos
eléctricos y magnéticos junto a los conductos que la transportan, así como
alrededor de los aparatos. Desde finales de los años setenta, se han planteado
interrogantes sobre si la exposición a estos campos eléctricos y magnéticos
(CEM) de frecuencia extremadamente baja (FEB) tiene consecuencias
adversas para la salud. Desde entonces, se han llevado a cabo numerosos
estudios, que han contribuido a resolver cuestiones importantes y a focalizar
mejor las investigaciones futuras.
En 1996 la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha el
Proyecto Internacional sobre Campos Electromagnéticos con el fin de investigar
los posibles riesgos sanitarios asociados a las tecnologías que crean CEM. Un
grupo de trabajo de la OMS ha concluido recientemente un estudio sobre las
repercusiones sanitarias de los campos de FEB (OMS, 2007).
La presente nota descriptiva se basa en las conclusiones de este grupo de
trabajo y ofrece una actualización de estudios recientes sobre los efectos
sanitarios de los CEM de FEB publicados en 2002 por el Centro Internacional
de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), establecido bajo los auspicios de la
OMS, y por la Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No
Ionizantes (ICNIRP) en 2003.
Fuentes de campos de feb y exposición en el hogar
Los campos eléctricos y magnéticos están presentes dondequiera que haya un
flujo de corriente eléctrica, es decir en las líneas y cables de transmisión de
energía, las instalaciones domésticas y los aparatos eléctricos. Los
campos eléctricos son generados por cargas eléctricas y se miden en voltios
por metro (V/m); algunos materiales comunes, como la madera o el metal,
apantallan sus efectos. Los campos magnéticos se originan por el movimiento
de cargas eléctricas (es decir, una corriente) y se expresan en teslas (T) o, más
comúnmente, en militeslas (mT) o microteslas (µT). En algunos países, se
utiliza comúnmente otra unidad denominada gausio (G) (10 000 G = 1 T). La
mayoría de los materiales comunes no atenúan los campos magnéticos, que
los atraviesan fácilmente. La intensidad de ambos tipos de campo alcanza su
nivel más alto junto a la fuente y disminuye conforme aumenta la distancia con
respecto a la misma.
La frecuencia de la corriente eléctrica suele ser de 50 ó 60 ciclos por segundo,
o hertzios (Hz). Junto a determinados dispositivos, los valores del campo
magnético pueden llegar a alcanzar varios cientos de microteslas. Debajo de
una línea de transporte de energía, el campo magnético puede rondar las 20 µT
y el campo eléctrico puede alcanzar varios miles de voltios por metro. Sin
embargo, los campos magnéticos de frecuencia de red media en los hogares
tienen una intensidad mucho más baja: alrededor de 0,07 µT en Europa y 0,11
µT en América del Norte. Los valores medios correspondientes a los campos
eléctricos en las casas llegan a alcanzar varias decenas de voltios por metro.

4. ¿Qué dicen los organismos nacionales e internacionales de la salud?


Directrices internacionales sobre los límites de exposición
Los efectos que la exposición a corto plazo a campos de frecuencia elevada
tiene en la salud han quedado demostrados y conforman la base de dos
conjuntos de directrices internacionales sobre los límites de exposición
(ICNIRP, 1998; IEEE, 2002). En la actualidad, ambos organismos consideran
que las pruebas científicas relacionadas con los posibles efectos sanitarios
atribuibles a la exposición a largo plazo a CEM de frecuencia baja son
insuficientes para justificar una reducción de estos límites de exposición
cuantitativos.
Orientación de la OMS
En lo que respecta la exposición a corto plazo a CEM de frecuencia elevada, ha
quedado científicamente demostrado que ésta tiene efectos adversos para la
salud (ICNIRP, 2003). Las instancias normativas deben adoptar directrices
internacionales sobre los límites de exposición destinadas a proteger a los
trabajadores y al público en general frente a esos efectos adversos. Los
programas de protección contra los CEM han de incluir mediciones de
exposición correspondientes a fuentes en las que cabe prever que los niveles
de exposición excedan los valores límite.
En cuanto a los efectos a largo plazo, no existen evidencias suficientes para
establecer una correlación entre la exposición a campos magnéticos de FEB y
la leucemia infantil, por lo que no está claro qué beneficios reportaría para la
salud una reducción de los niveles de exposición. En vista de todo ello, se
hacen las recomendaciones siguientes:
 Los gobiernos y el sector industrial deben seguir de cerca los avances
científicos y promover programas de investigación que reduzcan aún
más la incertidumbre de las pruebas científicas relativas a los efectos
sanitarios de la exposición a campos de FEB. A lo largo del proceso de
evaluación del riesgo de las FEB, se han identificado diversas lagunas
de conocimientos, que conforman la base de un nuevo proyecto de
investigación (www.who.int/peh-emf/es/).
 Se alienta a los Estados Miembros a que establezcan con los
interesados directos programas de comunicación eficaces y abiertos que
faciliten la adopción de decisiones informadas. Esos programas podrían
incluir la mejora de los cauces de coordinación y consulta entre la
industria, los gobiernos locales y los ciudadanos en el proceso de
planificación relacionado con las instalaciones que crean CEM de FEB.
 Al construir nuevas instalaciones y diseñar nuevos dispositivos, por
ejemplo electrodomésticos, conviene explorar soluciones de bajo coste
para reducir los niveles de exposición. La idoneidad de las medidas de
reducción de los niveles de exposición variará de un país a otro. Sin
embargo, no se justifica la implantación de políticas basadas en la
adopción de límites de exposición arbitrariamente bajos.

5. ¿Qué dice la legislación colombiana al respecto?


ARTÍCULO 1. Objeto. La presente Ley tiene por objeto dictar lineamientos
básicos dirigidos a:
1. Garantizar los derechos a la salud y a un ambiente sano de la población
bajo exposición involuntaria a determinados niveles de radiaciones no
ionizantes.
2. Promover la investigación científica
3. Promover la innovación tecnológica y las acciones correctivas dirigidas a
minimizar las intensidades y efectos de campos de radiaciones no
ionizantes. 4. Adoptar la aplicación del Principio de Precaución y del
Principio de Acceso a la Información en materia de radiaciones no
ionizantes.
5. Fortalecer la participación comunitaria en la materia
6. Promover la compatibilidad paisajística en los trazados de instalaciones
generadoras de radiaciones no ionizantes.
7. Establecer un sistema de seguimiento y control para las mismas.
8. Establecer periodos de actualización de la información

ARTÍCULO 2. Definiciones. Para la interpretación de la presente Ley se


tendrán en cuenta las siguientes definiciones, además de las definiciones
establecidas en el decreto 195 de 2005: Estación base. Son los elementos
físicos que soportan y sostienen las redes de telecomunicaciones. Se
compone de equipos transmisores y/o receptores, elementos radiantes y
estructuras de soporte como torres, mástiles, azoteas, necesarios para la
prestación del servicio y/o actividad de telecomunicaciones. Zonificación
socio-ambiental de CEM. Es la carta de navegación para orientar a los
actores sociales y los gubernamentales quienes intervienen y toman
decisión sobre sus actuaciones en la zona, buscando así un equilibrio
hombre-naturaleza- 2 salud pública, de tal manera que se garantice para
las generaciones futuras la sostenibilidad en términos ambientales,
socioeconómicos y de calidad de vida.

6. Bibliografía
Efectos de los campos electromagnéticos (CEM) en la salud (elektrosmog.com)
Enfoque Ocupacional en la Red.Salud y Seguridad Laboral: ¿Qué pasa cuando nos
exponemos a campos electromagnéticos?
OMS | Campos electromagnéticos y salud pública (who.int)
Organismos Nacionales E Internacionales De La Salud Ocupacional - Composiciones de
Colegio - cindy.godoy (clubensayos.com)

FECHA Y HORA DE ENTREGA: Miércoles 30 de Diciembre de 2020 hasta las


24:00 horas. Después de esta hora no recibo ningún trabajo.

Julio Padilla Morales


Docente.

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