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Pese a que Castro Britto presentó renuncia voluntaria al cargo de Gerente del Hospital
Santander Herrera de Pivijay, posteriormente acudió a la acción de tutela por considerar
que con la expedición del Decreto de aceptación de la renuncia se le vulneraba su mínimo
vital en su calidad de madre cabeza de familia, correspondiendo el trámite de la acción de
tutela al Juez Primero Promiscuo Municipal de Pivijay Juan Carlos Bonnet Pérez, que
según la Gobernación del Magdalena se ha parcializado en favor de la exgerente, hoy
accionante.
Como prueba de la parcialidad del juez Bonnet Pérez, la Oficina Asesora Jurídica reveló
que el pasado viernes el funcionario judicial negó la participación de la Gobernación en
las diligencias de declaración jurada recibida a la accionante Mayra Castro y al Personero
Municipal de Pivijay, actuación que, según Torres Díaz, pone de presente la falta de
garantías judiciales.
Además de sus declaraciones en el debate, se conoció que la doctora Mayra vive en edificio
de apartamentos y comparte vecindad con compañeros del gabinete departamental quienes
a diario se cruza con miembros de su familia entre otros su esposo.
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
El Jefe Jurídico de la Gobernación denunció que el 26 de mayo de 2021, quince (15) días
después de habérsele comunicado la aceptación de su renuncia, la exgerente Castro
Britto, celebró, en representación del Hospital Santander Herrera de Pivijay, un contrato
de prestación de servicios de apoyo a la gestión con Andrea Carolina Collazos Moya,
esposa de Alvaro Orozco, hermano del Personero Municipal de Pivijay Ernesto Sierra
Orozco, funcionario municipal, que el pasado viernes declaró a favor de la exgerente
Castro Britto, lo que evidencia un intercambio de favores con recursos públicos, con la
gravedad que el acta de inicio fue firmada por Castro Britto, quien ya no ostentaba la
calidad de empelada pública del Hospital.
También dio a conocer que, la exgerente Mayra Castro Britto en su instancia en el centro
asistencial de Pivijay, suscribió dos contratos con la hija del Juez Promiscuo Municipal de
Pivijay, Laura María Bonett Daza, por concepto de prestación de servicio profesional
como médico especialista en pediatría. El primer contrato fue el número 1995, $1.200.000
por un día de trabajo, el 23 de diciembre 2020; y el otro contrato es el 204 por valor de 8
millones 800 mil pesos, cuya duración fue desde el 21 de enero hasta el 31 de enero del
2021.
En el mismo sentido, advirtió que nos encontramos ante una estrategia sistemática y
orquestada entre algunas autoridades locales y aquellos sectores que han usufructuado
históricamente los recursos de la salud; pues el Juez Primero Promiscuo Municipal de
Nueva Granada, Edgar Alexander Aponte López, también incurrió en irregularidades
sustanciales que violaron el debido proceso en el trámite de la acción de tutela que falló
a favor de la Gerente del Hospital de Nueva Granada, donde el juez desconociendo el
principio de igualdad de armas, procedió a valorar las pruebas presentadas por la accio-
nante y excluyó del proceso, sin argumento alguno, las pruebas aportadas y solicitadas
por la Oficina Asesora Jurídica de la Gobernación del Magdalena.
Reiteró, que si los jueces de tutela persisten en esa práctica de violar con sus decisiones
los derechos de la Gobernación del Departamento del Magdalena, la Administración
Departamental no dudará en interponer todas las acciones jurídicas pertinentes para
evitar que el ejercicio abusivo de la acción de tutela se convierta, en manos de jueces sin
rigor, en una especie de caja de pandora para amparar los más disimiles y reprochables
intereses