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SUPLEMENTO LITERARIO TÉLAM I REPORTE NACIONAL AÑO 4 I NÚMERO 177 I JUEVES 23 DE ABRIL DE 2015
El
asesino
de
Martin
Luther
King
en
diálogo
con
Antonio
Muñoz
Molina JAMES EARL RAY Y MARTIN LUTHER KING.
REBELIÓN, UNA AVENTURA FUTURISTA QUE LLEGA DE LA MANO DE ANNA K. FRANCO
La escritora argentina Anna K. Franco se suma al éxito de con 16 años, en un mundo que desconoce, pero que en
las sagas de ficción adolescente y presenta Rebelión, la apariencia es perfecto. “Después de la Tercera Guerra
primera parte de una trilogía distópica –una sociedad ficticia Mundial, la humanidad al fin aprendió ciertas lecciones: ya
indeseable en sí misma– al estilo de Maze Runner o Los no hay enfermedades, maldad ni dolor. Pero el día en que
juegos del hambre, con guerras mundiales, personajes Lenah conoce a Nahier, todo cambia. Él es un clon, un calco
resucitados y mucha acción. La historia de Franco se ubica mejorado de su original, sus genes son perfectos y sus
en 2056 con una muchacha llamada Lenah, quien resucitó acciones están dominadas por la raza”, adelanta el libro.
¿ Q ué habrá pensado
James Earl Ray, el
asesino de Mar-
tin Luther King,
durante el tiempo que permane-
ció en fuga? Nadie puede saberlo
con exactitud, pero un novelista
como Antonio Muñoz Molina
puede intentarlo.
El mismo que en Como la som-
bra que se va, su última novela, se
obsesiona con este hombre y, gra-
cias a la apertura de los archivos del
FBI sobre el caso, reconstruye su
crimen, su huida y su captura. Pe-
ro sobre todo se detiene en los diez
días que el criminal pasó en Lisboa
tratando de conseguir un visado
para Angola. Lejos de cualquier
atajo fácil, la novela de Muñoz
Molina es también una reflexión
sobre la escritura y los procesos
creativos. Porque el otro persona- MUÑOZ MOLINA. “ESCRIBIR ES IR AVANZANDO DESDE LO QUE NO SE SABE A LO QUE SE SABE, NO DIBUJAR EL MAPA DE UN TERRITORIO SINO EXPLORARLO”.
je central del texto es el mismo
Molina que en 1987 parte de Gra- una reconstrucción histórica pre- música de jazz, sin que esa palabra de tantos otros que van a trabajar de Muñoz Molina como narrador,
nada en busca de inspiración para cisa en cada detalle, avanza al mis- se mencionara apenas en toda la desganados, intuyendo que la vi- sino también el comienzo de un
escribir El invierno en Lisboa, texto mo tiempo en la historia real, tan- novela. Escribir ficción es ver el da está en otra parte, pero sin el amor que lo acompañaría hasta el
que lo consagró como escritor. gible, la de James Earl Ray, y en la mundo por los ojos de otro, oírlo coraje suficiente para marchar ha- día de hoy. En los dos casos se tra-
“Escribir es una tarea de frontera otra, no menos importante, que es con otros oídos. Es la temeridad cia ese lugar tan anhelado como ta de una experiencia radical. Por
–sostiene–. Es ir avanzando desde la de la gestación de una novela de creer que puede averiguarse lo temido. “Con paciencia meticu- un lado el autor se adentró en la vi-
lo que no se sabe a lo que se sabe, que transcurre en los mismos lu- que sucede en el secreto de la con- losa –cuenta Muñoz Molina–, co- da de un hombre absolutamente
no dibujar el mapa de un territo- gares por donde pasó el prófugo. ciencia de otro, sea quien sea, un mo un preso en una celda, elabo- distinto a él; por otro, se miró a sí
rio sino explorarlo sin más ayuda Los psicoanalistas suelen decir asesino, un fugitivo, un hombre raba planes ilusorios para cambiar mismo como quizá nunca lo había
que la sumaria orientación de los que lo importante es la realidad que se apoya en una baranda a la radicalmente de vida; mientras hecho antes. Hizo un ejercicio de
puntos cardinales. Las ideas pre- psíquica, no la verdad. Porque lo caída de la tarde uno o dos minu- tanto, en la desacreditada reali- introspección para dar un paso de-
vias no son más que el punto de que decimos puede estar defor- tos antes de que el disparo de un dad, una mañana me llamaba por cisivo en su existencia. La literatu-
partida. La linterna que alumbra- mado por el paso del tiempo. O rifle le rompa la mandíbula y le teléfono mi mujer para anunciar- ra lo auxilió en las dos situaciones.
rá no mucho más allá de los pasos ser simplemente una mentira de atraviese el cuello y le taladre la me que íbamos a tener otro hijo”. Los grandes escritores saben que
inmediatos sólo se enciende en el la que nos hemos convencido. columna vertebral, un músico Después de textos como El ji- algo del orden de la verdad está en
acto mismo de escribir”. Eso es lo que le ocurre a James, que toca el piano con los ojos ce- nete polaco, El viento en la luna o Se- el acto de escritura.
Esa es la filosofía que guía su que llega a creer, y ha escrito dos rrados”. farad, Antonio Muñoz Molina lo- Después de leer las más de qui-
camino en el territorio de la escri- libros sobre el tema, que no fue él En Como la sombra que se va el gra su novela más personal, más nientas páginas de Como la sombra
tura. Como así también lo es cier- quien mató a Luther King, o que joven Antonio también es alguien íntima, en la que incluso se anima que se va, la sensación que tiene el
to tono que sólo poseen los mejo- en todo caso alguien lo dirigía. La que escapa de su realidad. No ha a hablar del amor que surge en lector es que ha conocido la inti-
res policiales. Al asesino de Mar- evidencia muestra que no fue así. cometido ningún crimen, ni nada aquella época con quien sigue midad de un asesino: sus miedos,
tin Luther King lo persiguen mi- Sucesivas investigaciones llega- que se le parezca. Pero su viaje a siendo su mujer, la escritora Elvi- sus vacilaciones, sus intentos por
les de agentes de los servicios de ron a la conclusión de que actuó Lisboa no sólo tiene que ver con ra Lindo. Y lo hace valiéndose de convertirse en otro y las dificulta-
inteligencia de distintos países, to- en soledad, guiado por un racis- el nacimiento de su novela. Es esa línea tan tenue que se alza en- des para lograrlo. Pero también ha
dos coordinados por los estadou- mo visceral. Pero al novelista na- también la fuga de un hogar en tre la realidad y la ficción. Es más, descubierto la interioridad de un
nidenses. Lo que logra Muñoz da se le escapa. “Yo quería –escri- donde no se siente feliz, el antici- a lo largo del texto queda claro pa- escritor, sus hábitos, sus avances y
Molina es volver al pasado y con- be el autor– que la escritura tuvie- po de una ruptura matrimonial ra el lector que ese viaje a Lisboa retrocesos, sus preferencias litera-
vertirlo en presente. Al mismo ra un fraseo, un desasosiego de donde ya hay un hijo pequeño. no sólo determinó el nacimiento rias y, sobre todo, habrá visto el
tiempo capta el instante como so- Ese muchacho que empezaba a momento de cambio, de transfor-
lo la buena literatura puede hacer- escribir tenía un trabajo rutinario mación, que hace que alguien ya
lo. De esta forma, y partiendo de y no deseado. Su vida era como la no pueda ser quién ha sido.
LLEGA A LA ARGENTINA LA OBRA DEL FILÓSOFO COREANO ESTRELLA EN EUROPA
La obra completa traducida al español de Byun-Chul Han, el (Seúl, 1959) estudió Filosofía en la Universidad de Friburgo y
filósofo coreano que revolucionó el pensamiento occidental Literatura alemana y Teología en Munich. En 1994 se doctoró
con postulados que analizan males contemporáneos como el con una tesis sobre Martín Heidegger. Es profesor de
porqué de la soledad y del cansancio, la pérdida de erotismo Filosofía y Estudios culturales en Berlín y autor de más de
en la sociedad virtual, la hiperactividad y la ilusión de la una decena de títulos, entre ellos La sociedad del cansancio
libertad y la comunicación ilimitadas, llega a la Argentina y se (2012), La sociedad de la transparencia (2013), La agonía
podrá conseguir en la Feria del Libro de Buenos Aires. Han del Eros, En el enjambre y Psicopolítica (estos tres en 2014).
T
odos los libros son al me-
nos un viaje, sea al centro
de una historia nacida de
las ganas de contar historias, sea al
mundo de las ideas, sea a la inte-
rioridad del autor. Y a veces un li-
bro es más de un viaje: por ejem-
plo al corazón de una historia y a
las ideas que se organizan en tor-
no a ella. También existe la posi-
bilidad de que el libro se trate de
un viaje, lo que en cine se llama de-
masiado a menudo road movie.
En Hacete hombre (historia personal
de la masculinidad) de Gonzalo
Garcés (Marea editorial) los viajes
son varios. Pero además es la his-
toria de un viaje que hace alguien
llamado Gonzalo Garcés junto a
su padre Rodolfo, ex productor de GONZALO GARCÉS. HACETE HOMBRE ES LA HISTORIA DE UN VIAJE EN LA QUE EL AUTOR TRANSITA VARIOS VIAJES, DEL HIJO AL PADRE Y DEL PADRE AL HIJO.
televisión, y a una joven chilena,
tal vez prostituta, a Mendoza, con hecho biológico sino algo por ha- bro que, como otros buenos, se ción; o a un ensayo propiamente rior en realidad era violencia de
el noble propósito de que Rodol- cerse, un código de comporta- lee de diferentes formas según dicho sobre la masculinidad que género”). La segunda es relajada,
fo, el padre, recupere el carnet de miento, una ética, una perspecti- uno sea joven o no tanto, mujer u no tiene desperdicios. pasiva, contemplativa (“… lo que
conductor. El viaje en coche es li- va sobre las cosas (...) La hombría, hombre. Pero lo que todos so- Dos menciones especiales generaba esa rabia, era violencia
neal. De Buenos Aires a Mendo- entonces, es un instrumento. Pa- mos, inevitablemente, es hijos. Y dentro de un libro especial. Uno entre la mujer francesa y el hom-
za y de regreso a Buenos Aires. El ra ser más precisos: un instru- ahí aparece la incomodidad, por- es el análisis que hace Garcés so- bre argentino que soy”). Ambos
otro viaje, el que Gonzalo Garcés mento de progreso”), Garcés, que que el viaje a Mendoza primero, bre una Argentina agrietada, por hacen una, la del hombre que es-
hace al interior de su vida y a la re- estudió letras modernas en La y el libro al fin, le permiten a Gar- usar una palabra de moda. Dice cribe este libro formidable. Pero
lación con su padre, es un zigza- Sorbona y filosofía en la UBA, cés hijo ajustar cuentas con Gar- Garcés: “No conozco otro país también la del hombre que deci-
gueante viaje al corazón de su his- nos lleva de paseo por el mundo cés padre, y uno se encuentra, de (…) que, como la Argentina, se de escribir este libro formidable
toria familiar (una disección sin del conocimiento. Para disfrutar pronto, asomándose obscena- haya definido menos por el anta- para ajusticiar simbólicamente a
anestesia), a los miedos infantiles, de este viaje le conviene a uno ser mente al interior de una discusión gonismo con otras naciones o sis- su padre.
a la erudición, al abismo que pue- una persona más o menos culta, o familiar, atrapados en medio de temas que por la enemistad de Claro que también es el hom-
de significar la paternidad, asunto más o menos memoriosa, porque una disputa de proporciones ca- una parte del país contra otra (…) bre que usa este libro para confe-
que Gonzalo mira primero como Garcés utiliza con la misma serie- tastróficas, el momento en que sin el enemigo interior, el argen- sar sus propias bajezas, sus infide-
hijo y luego como padre. dad y precisión la mitología de gente que hasta entonces parecía tino pierde su identidad viril”. De lidades, hasta verse peligrosa-
Acompañar a Gonzalo Garcés ambas orillas del origen de occi- o se mostraba como de bien, de- ahí a la segunda mención especial, mente parecido a su padre, y para
en los viajes que propone es un dente, Cyrano, Gilgamesh, Casa- cide sacarse los trapitos al sol, des- cuando Garcés hijo saca a Garcés darse también una oportunidad
desafío. Y es un desafío diferente blanca, Breaking Bad, Leonard de los obvios a los más sucios. El padre del ring de boxeo, deja de de ser mejor, por eso termina ha-
en tanto seas hombre, mujer, pa- Cohen, Kipling, Sarlo, House of momento en que un hombre golpearlo, o lo declara decidida- blando de su hijo y de cómo ser
dre o no, culto o apenas un cono- Cards, la historia de las religiones, adulto en posesión de todas sus fa- mente fuera de combate, para padre es también (de ser posible)
cedor de los vericuetos evidentes la política, y un largo etcétera. Y cultades, tanto físicas como inte- verse a sí mismo, tanto como pa- ser o tratar de ser Batman: “Y des-
de la cultura. Porque Garcés usted podrá preguntarse si vale la lectuales, pone en caja a un hom- dre, tanto como un argentino que pués, en sólo unos años más, em-
aprovecha la oportunidad del via- pena. Sí, vale la pena viajar con es- bre mayor, un viejo, quizá un bo- vive acosado por ese antagonismo pezará a entrever la enormidad de
je a Mendoza para construir una te autor que es capaz de razonar rracho, que supo ser una calami- que en la vida pública se define mi extravío, mi insuficiencia ver-
historia de la masculinidad, para desde la cultura académica y des- dad para su entorno, encerrado como peronismo-antiperonismo, tiginosa, las disfunciones cogniti-
interrogar el mandato de hacerse de la cultura popular con la mis- en sus axiomas a los que apela co- unitarios-federales, pero que en vas y las ilusiones que me llevan
hombre, una historia que él llama ma intensidad. Basta leer el mag- mo si él fuera su propio gurú. su vida personal es el de un hom- en su barco, mis esfuerzos incons-
personal porque comienza y ter- nífico capítulo donde Gonzalo Y como si Garcés oyera que el bre que vive su parte masculina en tantes y mis intentos de ser algo
mina en él. O mejor dicho, co- Garcés se mira el ombligo y habla lector le dice: “bájame en la esqui- la Argentina y encuentra su parte más que un varón y de hacerme
mienza en su padre y termina en de sí mismo con la ayuda de… le- na, por favor”, el viaje a Mendoza femenina en Francia. La primera hombre. Pero en estos primeros
su hijo. Para hablarnos del man- tras de Charly García. deja lugar a capítulos donde la re- es agresiva casi sin sentido (“me di años y por un tiempo más, mien-
dato de ser hombre en el hoy Decía más arriba que es un li- lación padre e hijo queda a un cos- cuenta de que mi violencia inte- tras él lo necesite, estoy acá para
nuestro (“… de algún modo –di- tado para ocuparse de otras cosas, él con mis orejas y mi capa”.
ce en una nota–, desde el potrero incluso cosas que pueden enten- Un libro tan incómodo como
sabemos que la hombría no es un derse como del terreno de la fic- honesto. Un verdadero viaje.
JEROME FERRARI GANÓ EL GONCOURT CON EL TEMA DEL FIN DE LAS CIVILIZACIONES
La descomposición de un pequeño universo doméstico en verdad, qué son los mundos y de qué depende la
como metáfora del orden civilizatorio bosqueja la anécdota existencia de los mismos. En algún lugar del universo tal
central de El sermón sobre la caída de Roma (Random vez esté escrita la misteriosa ley que preside su génesis,
House Mondadori), obra del escritor francés Jerome su crecimiento y su fin. Pero sabemos esto: para que surja
Ferrari ganadora del Premio Goncourt –el más prestigioso un nuevo mundo primero debe morir un mundo antiguo”,
de la literatura gala– que reflexiona sobre la construcción escribe el autor en el comienzo de esta historia que
de la memoria y la decadencia de occidente. “Ignoramos, arranca en 1918 y recorre todo el siglo XX.
4 REPORTE NACIONAL SLT JUEVES 23 DE ABRIL DE 2015 DIRECTOR DEL SUPLEMENTO LITERARIO TÉLAM: CARLOS ALETTO SLT.TELAM.COM.AR
CONTRATAPA
LUIS SOTO
Nada virtual
E
n qué laburo te ga- ban gomas de autos, el fuego tenía riodistas. Una de anteojos con vi- mos en las mesas y detrás del un rato”, dije y sin volver al salón