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Auto 204/18

Referencia: expediente D-12541

Recurso de súplica contra el auto de 5 de marzo


de 2018 que rechazó la demanda de
inconstitucionalidad presentada por el
ciudadano Antonio Eduardo Bohórquez
Collazos contra los artículos 1, 14, 45, 52, 68,
94, 96 y 131 literales c24, d3, d4, d5, d6 y d7 de
la Ley 769 de 2002 “Por la cual se expide el
código Nacional de Tránsito Terrestre y se
dictan otras disposiciones”.

Magistrado Ponente:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS

Bogotá, D.C., once (11) de abril de dos mil dieciocho (2018).

La Sala Plena de la Corte Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones


constitucionales y legales, en especial aquellas que le concede el Decreto ley 2067
de 1991 y el artículo 50 del Reglamento Interno de la Corporación (Acuerdo 02 de
2015), procede a resolver el recurso de súplica interpuesto en el asunto de la
referencia.

I. ANTECEDENTES

1. El 15 de diciembre de 2017, el ciudadano Antonio Eduardo Bohórquez Collazos


interpuso acción de inconstitucionalidad contra los artículos 1, 14, 45, 52, 68, 94,
96 y 131 literales c24, d3, d4, d5, d6 y d7 de la Ley 769 de 2002 “Por la cual se
expide el código Nacional de Tránsito Terrestre y se dictan otras disposiciones”1.

2. En criterio del ciudadano las normas demandadas contrarían los artículos 13 y


24 de la Constitución Política, por existir una omisión legislativa relativa, toda vez
que en las normas señaladas no se encuentra regulado el “transporte público en
motocicletas a manera de taxis”.

3. Señaló que esta es una actividad que se desarrolla en el territorio nacional desde
hace más de dos décadas y que es la ocupación actual de alrededor de un millón de

1 Folios 1 al 10.
2

personas. En tal medida, considera que el mencionado vacío jurídico genera


interpretaciones contradictorias, pues por una parte se permite a las personas elegir
libremente el medio de transporte y por otra las disposiciones legales advierten que
las autoridades estatales deben propender por el uso de medios de transporte
masivo, de donde infiere que se da prioridad a los autobuses 2 y no a los vehículos
que transportan solamente un pasajero como ocurre con las denominadas moto-
taxis.

4. De manera adicional refirió que las normas atacadas si bien hacen alusión a las
motocicletas y motociclistas, en ninguno de sus apartes aluden al moto-taxismo, lo
que ha llevado a que se apliquen sanciones injustificadas “a otros seres que no
utilizan su motocicleta como taxi para trasportar pasajeros, como: los que utilizan
la motocicleta como medio de trabajo: moto–trabajador”.

En consecuencia manifestó que el legislador debe tratar el asunto del moto-taxismo


de acuerdo a lo consagrado en el artículo 24 de la Constitución Política en relación
con la libertad de circulación o locomoción.

5. Respecto de la afectación al principio de igualdad (art. 13 C. Pol.) consideró que


la omisión del legislador implica un trato diferenciado injustificado entre los
conductores de buses o taxistas y quienes se dedican a la actividad del moto-
taxismo.

6. Como consecuencia de lo anterior solicitó declarar la inconstitucionalidad de los


artículos demandados o la exequibilidad condicionada en el entendido que también
se aplican para quienes realizan la labor de moto-taxis.

7. Efectuado el reparto respectivo, le fue asignado el presente asunto a la


Magistrada Cristina Pardo Schlesinger, quien en auto del 9 de febrero de 2018
inadmitió la demanda indicando que la argumentación del actor no satisfacía los
elementos requeridos para dar trámite a la acción, de conformidad con lo
establecido en el artículo 2º del Decreto ley 2067 de 1991. En efecto, en dicho
proveído se dispuso:

“[P]ara este despacho la demanda no cumple con los requisitos de


especificidad y pertinencia recientemente expuestos, dado que no es posible
identificar en los argumentos esbozados por el ciudadano la existencia de al
menos un cargo de constitucionalidad concreto contra las normas acusadas.
No es posible definir cuál es la razón real, objetiva y verificable para estimar

2 Como sustento de esta afirmación cita el artículo 3º de la Ley 105 de 1993 “Por la cual se dictan disposiciones
básicas sobre el transporte, se redistribuyen competencias y recursos entre la Nación y las Entidades Territoriales, se
reglamenta la planeación en el sector transporte y se dictan otras disposiciones”. Sin embargo esta disposición no
fue demandada.
3

que el legislador incurrió en una omisión legislativa relativa que afecte los
derechos a la igualdad o libertad de circulación de los ciudadanos. En este
sentido, se puede corroborar que las normas acusadas son apartes del Código
Nacional de Tránsito y establecen las reglas generales respecto de circulación
de vehículos y personas sobre vías públicas, privadas o en general las vías
sobre las cuales circulen vehículos. De ninguna de estas disposiciones se
puede extraer la reglamentación concreta de una actividad de servicio de
transporte público. De manera que no es posible tomarlas como un extremo de
comparación objetivo de cara a una omisión relativa del legislador.

6. Por el contrario, para la suscrita Magistrada la exposición que hace el


actor conduce a concluir que el asunto objeto de análisis no constituye una
omisión relativa sino la ausencia absoluta de mención legislativa alguna sobre
la cual no es posible hacer un control de constitucionalidad dada la necesidad
de preservar los principios fundantes del Estado social de Derecho. Cabe
recordar que son inconstitucionales por omisión aquellas normas legales que
por no comprender todo el universo de las hipótesis de hecho idénticas a la
regulada, resultan ser contrarias al principio de igualdad. Pero la omisión
legislativa pura o total, no es objeto del debate en el proceso de
inexequibilidad, puesto que este consiste, esencialmente, en un juicio de
comparación entre dos normas de distinto rango para derivar su conformidad
o discrepancia. Luego el vacío legislativo absoluto no puede ser enjuiciado en
razón de la carencia de objeto en uno de los extremos de comparación.”

8. El 16 de febrero de 2018 el demandante presentó escrito de corrección, a través


del cual expuso las razones por las cuales consideraba que la demanda reunía los
requisitos establecidos por la jurisprudencia constitucional para ser admitida. En
ese sentido señaló lo siguiente:

“(...) al hacer una lectura integral de este texto legal nos encontramos con que,
si bien es cierto en sus artículos 1, 2, 14, 45, 52, 68 y 94, hace alusión a las
motocicletas y motociclistas, también lo es que en ninguno de sus apartes y
pese a varias iniciativas fallidas alude al llamado mototaxismo. //Lo cual ha
logrado que se apliquen indiscriminadamente restricciones, prohibiciones,
sanciones a otros seres que no utilizan su motocicleta como taxi para
transportar pasajeros, como: los que utilizan la motocicleta como medio de
locomoción: motocicletas a secas o los que utilizan la motocicleta como medio
de trabajo: moto —trabajador. (...) // Estamos frente a unos textos legales que
al solo citar o reglar la actividad general que se desarrolla en las motocicletas
y a los motociclistas a secas; excluyendo u omitiendo o no comprendiendo,
pese a ser ineludible obligación, todo el universo de las hipótesis de hecho
idénticas a la regulada, tales como las que hacen relación a las actividades de
actores de la movilidad en motocicleta que pertenecen a los que la usan como
4

medio de ingreso como taxistas, o sea esto es los mototaxistas, o ya sea moto -
trabajadores. Contrariando así de manera inocultable el principio de igualdad
(...). // Dicho de otra manera, esto es, que mientras que todos estos actores de
la circulación utilizan la motocicleta, el legislador solo ha reglado de manera
general lo que dice en relación a la actividad de los motociclistas a secas; más
no se pronuncia, no contempla no hace alusión ni al llamado mototaxismo, ni
al moto- trabajo. A lo que ha de aunarse el que mientras que en el mismo texto
legal en cita si se regula el servicio de transporte público en taxis (automotor
de 4 ruedas): hay una clara omisión para que se regle, si se determinase que
estuviese permitido, dicho servicio en motocicleta.”

En cuanto al argumento alusivo a la omisión legislativa absoluta, afirma que la


misma es relativa “toda vez que estamos ante el hecho de que, en efecto se ha
reglado el uso de la motocicleta para que pueda circular por el territorio nacional,
pero sin incluir algunas hipótesis particulares como lo es el uso de tal artefacto
para el transporte público de personas, como si fuesen taxistas”.

9. Mediante auto del 15 de marzo de 2018, la Magistrada sustanciadora determinó


que la corrección de la demanda era insuficiente, en consecuencia, dispuso su
rechazo atendiendo los siguientes argumentos:

“4. En relación con el escrito de corrección este despacho encuentra que los
argumentos allí planteados repiten lo ya expuesto en la demanda inicial, y en
ese sentido, no alcanzan a subsanar las razones que dieron lugar a la
inadmisión de la demanda. Así pues, aun con el esfuerzo del accionante por
exponer la necesidad de regular la actividad del moto taxismo o moto - trabajo
para evitar multas y restricciones injustificadas a los mototaxistas, para este
despacho tales razones tienen un contenido genérico que no logra cumplir con
la carga de especificidad y pertinencia que debe contener la demanda para
que esta sea admitida. El escrito no muestra cuál aparte de las normas
acusadas puede ser objeto de comparación con la hipótesis planteada por el
actor. En este caso es evidente que no existe legislación alguna que describa el
mototaxismo como un servicio de transporte público que pueda ser
equiparable a los que efectivamente han sido autorizados de manera expresa
por el legislador y que son mencionados en el Código Nacional de Tránsito.

5. Así las cosas, la consideración del accionante frente a la ausencia de


legislación respecto de los mototaxistas o moto - trabajadores como actores de
la movilidad, no implica que de las normas acusadas desprenda un contenido
inconstitucional. No es posible concluir que el legislador haya incurrido en
una omisión legislativa relativa en el Código Nacional de Tránsito,
concretamente en las normas acusadas, pues aunque se puede ver que la
demanda versa sobre un tema relacionado con la movilidad, definitivamente la
reglamentación de esta actividad es una materia diferente que en opinión de
5

este despacho no es susceptible de comparación con las normas acusadas. Se


reitera entonces que lo que se observa es una omisión legislativa absoluta
respecto del moto - trabajo o mototaxismo y, como se dijo en la etapa de
inadmisión, este fenómeno le quita la competencia a esta Corporación para
pronunciase al respecto en aras de preservar el principio democrático.”

10. El actor interpuso el presente recurso de súplica en el cual reiteró los


argumentos de la demanda inicial y, además, manifestó que la Magistrada
sustanciadora estableció unas “excesivas rigurosidades no exigidas ni normativa ni
jurisprudencialmente”. En tal sentido reiteró que la demanda cumple con los
requisitos de especificidad y pertinencia, pues al hacer una lectura integral de las
normas demandadas, estas hacen alusión a las motocicletas y los motociclistas, sin
embargo, no se tuvieron en cuenta todos los temas relacionados con el derecho a
libre circulación o locomoción de todos los actores de la movilidad incluyendo los
llamados moto-taxistas y también los moto-trabajadores. En tal sentido reitera que
existe una evidente omisión legislativa relativa de cara a lo consagrado en los
artículos 24 y 13 de la Constitución. Sobre el particular expone:

“Por un lado se abstiene de legislar sobre uno de los temas atinentes al


derecho a la circulación por el territorio nacional, pues el no regular el tema
del llamado moto-trabajo significa ello; desatendiendo el dictamen obligatorio
plasmado en el artículo 24 superior.

Por el otro, estamos ante unos textos legales que al solo citar o reglar lo que
dice relación a la actividad general que se desarrolla en las motocicletas y a
los motociclistas a secas; excluyendo u omitiendo o no comprendiendo - pese a
ser su ineludible obligación – ‘todo el universo de las hipótesis de hecho
idénticas a la regulada’, tales como las que dicen relación las actividades de
actores de la movilidad en motocicleta que pertenecen a los que la usan como
medio de ingreso como taxistas, o sea esto es los moto- taxistas, o ya sea por
hacer parte del grupo de quienes las utilizan como instrumento de trabajo o
moto- trabajadores. Contrariando así de manera inocultable el Principio de
Igualdad que anida en el súper artículo No. 13.”

Por otra parte advierte que la Magistrada Sustanciadora se atribuyó “la


competencia, sin tenerla, de conceptuar o fallar respecto de esta especial temática
determinando que estamos ante una omisión legislativa absoluta; puesto que un
pronunciamiento en este sentido solo radica en cabeza de la Sala Plena, en el fallo
de fondo”. Agregó que esta actuación constituye un prejuzgamiento “al
anticiparse en su auto de inadmisión a calificar el tipo de omisión legislativa
existente; cerrando, sin poder hacerlo, la vía para que sea la Sala Plena -titular de
la competencia- quien lo precise”.
6

II. CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

Competencia

11. La Sala Plena es competente para resolver el recurso de súplica de la referencia,


con fundamento en lo previsto en el inciso 2º del artículo 6° del Decreto ley 2067
de 19913.

Metodología de la decisión

12. Atendiendo a lo expuesto en la presente providencia se comenzará por hacer


alusión a las generalidades sobre el trámite de la acción pública de
inconstitucionalidad y el recurso de súplica, para posteriormente abordar el análisis
de la presente solicitud.

Generalidades sobre el trámite de la acción pública de inconstitucionalidad y


el recurso de súplica.

13. De conformidad con el artículo 241.4 de la Constitución, corresponde a esta


Corporación “decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que presenten
los ciudadanos contra las leyes, tanto por su contenido material como por vicios
de procedimiento en su formación”. Esta facultad no se ejerce de manera oficiosa
en razón a que “quien activa el control de constitucionalidad es el ciudadano con
la presentación, en debida forma, de la demanda de inconstitucionalidad y no la
Corte Constitucional”4.

En este sentido, es esencial la participación de los ciudadanos en la conformación,


ejercicio y control del poder político, a través de las acciones públicas en defensa
de la Constitución y la ley (art. 40.6 superior).

14. Por su parte, el artículo 2º del Decreto ley 2067 de 1991 determina que, el
ciudadano que ejerce la acción de inconstitucionalidad debe: (i) identificar las
normas demandadas; (ii) indicar las disposiciones constitucionales presuntamente
infringidas; (iii) explicar las razones por las cuales estas últimas se estiman

3 “Artículo 6º. Repartida la demanda, el magistrado sustanciador proveerá sobre su admisibilidad dentro de los
diez días siguientes. // Cuando la demanda no cumpla algunos de los requisitos previstos en el artículo segundo, se
le concederán tres días al demandante para que proceda a corregirla señalándole con precisión los requisitos
incumplidos. Si no lo hiciere en dicho plazo se rechazará. Contra el Auto de rechazo, procederá el recurso de
súplica ante la Corte. // El magistrado sustanciador tampoco admitirá la demanda cuando considere que ésta no
incluye las normas que deberían ser demandadas para que el fallo en sí mismo no sea inocuo, y ordenará cumplir el
trámite previsto en el inciso segundo de este artículo. La Corte se pronunciará de fondo sobre todas las normas
demandadas y podrá señalar en la sentencia las que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras
que declara inconstitucionales. // Se rechazarán las demandas que recaigan sobre normas amparadas por una
sentencia que hubiere hecho tránsito a cosa juzgada o respecto de las cuales sea manifiestamente incompetente. No
obstante estas decisiones también podrán adoptarse en la sentencia”. (Subrayas fuera de texto).

4 Sentencia C-251 de 2004.


7

violadas5; (iv) cuando fuere el caso, el señalamiento del trámite impuesto por la
Constitución para la expedición del acto demandado y la forma en que fue
quebrantado y, (v) justificar la competencia de la Corte.

15. Ahora bien, de conformidad con el artículo 6º del Decreto ley 2067 de 1991 la
decisión que rechaza una demanda de inconstitucionalidad puede ser controvertida
a través del recurso de súplica, mediante el cual el ciudadano puede solicitar a la
Sala Plena que reconsidere tal determinación.

Sobre el particular, en el auto 073 de 2012 se precisó lo siguiente: “El recurso de


súplica permite a quien está legitimado para interponerlo, aportar elementos de
convicción que permitan a la Sala Plena resolver sobre la admisión de una
demanda previamente rechazada. Así, el escrito respectivo, además de rememorar
los argumentos expresados en el escrito inicial o principal, deberá suministrar las
razones de inconstitucionalidad en los términos señalados por el Magistrado
Sustanciador; de otra manera, el recurrente estaría llevando a la Sala un
documento materialmente idéntico a aquél que dio lugar al rechazo, incumpliendo
el deber de enmendar o corregir la respectiva demanda.”6

Partiendo de esta premisa este Tribunal ha sostenido la improcedencia del recurso


de súplica por ausencia de argumentos con base en que “no puede ser utilizado
como vía para presentar nuevos elementos de juicio que reiteren, adicionen o
corrijan los expuestos al momento de subsanar la demanda. En consecuencia, la
carga argumentativa del recurrente se centra en ofrecer razones que permitan
desvirtuar los fundamentos que tuvo el Magistrado Sustanciador para rechazar la
demanda y la función de la Sala Plena en estos eventos es precisamente examinar
los motivos expuestos,  [por lo que]  no es posible resolver recursos de súplica en
los que el suplicante no desarrolla argumento alguno.”7

16. El recurso de súplica contra el rechazo de la demanda de inconstitucionalidad


debe controvertir el auto de rechazo, como lo reiteró este Tribunal en auto 058 de
2012: “el objeto del recurso de súplica no es controvertir las consideraciones que
fundamentan el auto inadmisorio en el cual se señalan los errores que contiene la
demanda de inconstitucionalidad, sino impugnar aquellas que sirvieron de razón
jurídica para proferir el auto de rechazo”. Además, el recurrente debe cumplir con
un grado mínimo de fundamentación puesto que es indispensable que, “efectúe un

5 Cfr., Sentencias C-236 de 1997, C-986 de 1999, C-013 de 2000, C-1052 de 2001, C-1294 de 2001, C-918 de 2002,
C-1200 de 2003, C-048 de 2004, C-1236 de 2005, C-180 de 2006, C-777 de 2006, C-666 de 2007, C-1087 de 2008,
C-372 de 2009, C-025 de 2010, C-028 de 2011, C-029 de 2011, C-533 de 2012, C-433 de 2013, C-437 de 2013, C-
084 de 2014, C-240 de 2014, C-504 de 2014, C-687 de 2014, C-727 de 2014, C-756 de 2014, C-813 de 2014, C-867
de 2014, C-871 de 2014, entre otras.

6 En este mismo sentido, consultar los autos 242 de 2007, 254 de 2006 y 295 de 2006.

7 Auto 129 de 2005.


8

razonamiento mediante el cual la Sala Plena pueda constatar el yerro, el olvido o


la actuación arbitraria que se endilga del Auto de rechazo. Por esta razón, el
recurso de súplica no está llamado a convertirse en nueva oportunidad para
adicionar, complementar, aclarar o reformar una demanda sino que, por su propia
esencia, está destinado a controvertir la posición que el Magistrado Sustanciador
haya tomado en un caso concreto.8”

Estudio del recurso de súplica en el presente caso.

17. El señor Antonio Eduardo Bohórquez Collazos considera que el legislador


incurrió en una omisión legislativa relativa al abstenerse a regular la actividad del
moto-taxismo como servicio de transporte público, de cara a las normas
demandadas contenidas en el Código Nacional de Tránsito, a pesar de tratarse de
una actividad que se ha desarrollado durante más de 20 años.

Considera que la ausencia de referencia normativa frente a esta materia genera


vulneraciones al derecho a la igualdad de quienes ejercen dicha actividad respecto
de los demás conductores de servicio público (artículo 13 Superior), así como un
desconocimiento de la libertad de circulación establecida en el artículo 24 de la
Constitución.

18. Encuentra esta Corporación que el recurso de súplica fue presentado


oportunamente por el actor, puesto que de acuerdo con la certificación secretarial
del 14 de marzo de 2018, el escrito fue entregado a Servientrega el 11 de marzo de
2018 y el término de ejecutoria correspondió a los días 8, 9 y 12 de enero, con lo
que se comprueba que el demandante lo presentó en tiempo, de acuerdo a lo
estipulado en el Auto 082 de 2010 en el que la Sala Plena determinó que la fecha
de radicación de estos escritos debe corresponder a la de entrega en la oficina de
correo y no a la llegada efectiva a las instalaciones de la Corte Constitucional. En
concreto la providencia en cita destacó:

“4.1. Acorde con la jurisprudencia de esta corporación, cuando se impugna


una decisión proferida por ella mediante un escrito remitido por correo, debe
observarse la fecha en que el documento es introducido en el servicio postal y
no cuando efectivamente es radicado en la Corte Constitucional.

Recuérdese que en el auto 166 de julio 4 de 2007, M. P. Manuel José Cepeda


Espinosa, la Sala Plena de esta corporación, dando aplicación al principio pro
actione, concluyó que una solicitud de nulidad fue “presentada en tiempo”, al
existir incertidumbre acerca de si el escrito había sido enviado a la Corte
Constitucional dentro de los tres días siguientes a la notificación.

Con relación a lo expuesto, en aquella providencia se explicó (no está en

8 Auto 196 de 2002.


9

negrilla en el texto original):

“Ahora bien, esta Corporación ya ha indicado que en los casos en que la


presentación personal de los escritos de nulidad se hace en notaría, la fecha
determinante para la contabilización del término es la de la radicación del
escrito en la Corte Constitucional.9 Ello indicaría que el incidente fue
presentado luego de vencido el término, pues el escrito de impugnación se
radicó en esta Corporación el día 11 de abril.

Sin embargo, la regla indicada no se puede aplicar para aquellas situaciones


en las que el escrito de impugnación es remitido por correo. En estos casos
habrá de observarse la fecha en que el documento fue introducido al correo,
para establecer si el escrito fue presentado dentro de los tres días siguientes a
la notificación.

En el caso que se analiza, en la boleta de la empresa de correo que se adhiere


al sobre de envío no se puede leer el día en que fue entregado el documento
para su envío a la Corte Constitucional. Por lo tanto, existe incertidumbre
acerca de si el escrito fue enviado a esta Corporación dentro del término
establecido. La duda debe resolverse a favor del incidentante, en virtud del
principio pro accione. En consecuencia, ha de concluirse que la solicitud fue
presentada en tiempo.”

Acorde con lo arriba citado, en aquellos eventos en que se impugne una


decisión de la Corte Constitucional, cuando a ello haya lugar, mediante un
escrito remitido por correo, debe tenerse en cuenta la fecha en la cual se hizo
uso de ese servicio y fue entregada la comunicación al medio postal expedito,
para efectos de determinar la preclusión o no de la oportunidad para ejercer
ese derecho.”

En tal medida encuentra la Corte que el señor Bohórquez Collazos en el término de


ejecutoria del auto de rechazo depositó en la oficina de correo el presente recurso
de súplica, por lo que procede su análisis de fondo.

19. Ahora bien, de entrada la Sala Plena observa que, pese a lo anterior, el presente
recurso carece de sustentación al limitarse a reiterar las afirmaciones contenidas en
la demanda sobre la violación del derecho a la libre circulación y a la igualdad ante

9 “Así se determinó en el Auto 235 de 2002, en el cual la sociedad comercial que deseaba proponer el incidente de
nulidad contra una sentencia de tutela confirió un poder ante un notario de Medellín, el día 9 de septiembre de
2002. El abogado presentó el escrito de nulidad el día 13 de septiembre de 2002, ante un notario de Bogotá, y
luego…, radicó el documento ante la Corte Constitucional. La Corte rechazó la solicitud de nulidad, por cuanto fue
presentada por fuera del término de tres días. Expresó así esta Corporación: ‘3.9. Así las cosas, si la parte actora,
legitimada para impetrar la declaración de nulidad de la Sentencia T-553 de 18 de julio de 2002 fue notificada por
conducta concluyente el 9 de septiembre de 2002 y la solicitud respectiva para ese efecto tan solo se presentó a la
Corte Constitucional el 16 de septiembre del año en curso, surge como conclusión ineluctable que cuando se
presentó tal solicitud a la Secretaría General de esta Corporación, el término para el efecto se encontraba precluido
pues habían transcurrido ya más de los tres días que para ese propósito tenía a su disposición la parte actora. Por
ello, se impone entonces rechazar la solicitud presentada por Incametal S.A. para que se declare la nulidad de la
sentencia que impugna, y a la que se refiere esta providencia.’”
10

una posible omisión por parte del legislador frente a la figura de las moto-taxis, sin
argumentar correctamente porqué el escrito correctivo de la demanda satisface de
manera idónea el proveído inadmisorio.

De cara a las providencias de inadmisión y rechazo, este Tribunal encuentra que el


memorial a través del cual se pretendía la subsanación no se ajustó a los términos
del auto inadmisorio, al no realizar las adecuaciones requeridas por la Magistrada
sustanciadora en relación con los elementos de especificidad y pertinencia. En este
orden de ideas, resulta oportuno precisar que la fundamentación ofrecida por el
demandante en el recurso de súplica no logra encuadrase dentro de los objetivos
adscritos a dicho recurso, de acuerdo con la reglamentación prevista en el artículo
2º del Decreto ley 2067 de 1991 y la jurisprudencia constitucional.

20. En efecto, respecto a la presunta vulneración de los artículos 13 y 24


constitucionales, si bien el actor realizó algunas referencias generales, incurrió
nuevamente en los mismos defectos observados por el proveído inadmisorio, toda
vez que no logró edificar un cargo de inconstitucionalidad de manera específica y
pertinente. De ahí que el despacho de la Magistrada sustanciadora hubiera
señalado, respecto de la corrección, que se reiteraron los argumentos expuestos en
la demanda inicial, ya que a pesar del esfuerzo por demostrar la importancia de
regular la actividad del moto-taxismo, se quedó en afirmaciones de contenido
genérico y subjetivo, con lo cual no llega a construir un cargo de violación, en la
medida que las normas acusadas se refieren a apartes del Código Nacional de
Tránsito en las cuales se establecen las reglas generales respecto de circulación de
vehículos y personas, sin que aludan a una actividad de servicio de transporte
público, por lo que no es posible tomarlas como un extremo de comparación
objetivo de cara a una eventual omisión relativa del legislador.

21. Así las cosas, a pesar de que al actor se le señaló con precisión los requisitos
incumplidos y por qué de cara a los argumentos presentados no era posible concluir
que el legislador incurrió en una omisión legislativa relativa en el Código Nacional
de Tránsito, no logró establecer una verdadera controversia constitucional, pues a
pesar de tratar de configurar un cargo a partir de la movilidad, la intención del
demandante se refiere a un tema que no permite un ejercicio de comparación entre
las disposiciones atacadas y el Texto Superior.

20. Por último, considera la Sala importante hacer una aclaración respecto a la
afirmación hecha por el recurrente tendiente a señalar que la Magistrada
sustanciadora carecía de competencia para establecer de manera preliminar si en
este caso se está ante una omisión absoluta o relativa del legislador, pues la misma
no es correcta, toda vez que para evitar un desgaste innecesario de la
administración de justicia, la Corte a través de los magistrados que la integran está
facultada para rechazar una demanda cuyo cargo recaiga sobre una omisión
legislativa absoluta, en virtud del artículo 6° del Decreto 2067 de 1991, según el
11

cual “se rechazarán las demandas […] respecto de las cuales sea manifiestamente
incompetente”, y de esta manera evitar que el proceso iniciado con la acción de
inconstitucionalidad termine en un fallo inhibitorio. Bajo esta precisión, es apenas
evidente que si la Magistrada sustanciadora advirtió que en este caso se estaba ante
la citada figura lo coherente era proceder su rechazo.

En este caso particular, se advierte que el accionante no identificó qué aparte de las
normas demandadas se refieren a la figura del transporte público, para que pudieran
asimilarse de manera alguna con el moto-taxismo, dado que se limitó a señalar
estas que se debían “aplicar a quienes subsisten y obtienen su ingreso realizando
las labores de mototaxistas, esto es transporte de personas en su motocicleta”, sin
reparar en que tales disposiciones aluden a las reglas de circulación de vehículos y
personas sobre vías públicas o privadas, por lo que planteado así el argumento
constituye una omisión legislativa absoluta, aspecto que escapa de la competencia
de la Corte Constitucional.

Lo anterior lleva a denegar el recurso de súplica y, de esta manera, confirmar el


auto de rechazo de la demanda que expuso adecuadamente cómo se incumplieron
los presupuestos de certeza, pertinencia y suficiencia.

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional

III. RESUELVE

Primero. CONFIRMAR el auto del 15 de marzo de 2018 por medio del cual la
Magistrada Cristina Pardo Schlesinger rechazó la demanda correspondiente al
expediente D-12541, conforme a las consideraciones expuestas en esta providencia.

Segundo. Proceda la Secretaría General de la Corte Constitucional a comunicar el


contenido de esta decisión al recurrente.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y archívese.

ALEJANDRO LINARES CANTILLO


Presidente

CARLOS BERNAL PULIDO


Magistrado
12

En comisión

LUIS GUILLERMO GUERRERO PÉREZ


Magistrado

ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO


Magistrado

GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO


Magistrada

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Magistrado

CRISTINA PARDO SCHLESINGER


Magistrada
No interviene

ALBERTO ROJAS RÍOS


Magistrado

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General
13

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