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Los Derechos Humanos

en la Constitución del 91

Hernando Valencia Villa"

E
ntre los cambios introducidos tales, judiciales, fiscales y legislativos
por la nueva constitución incide en la marcha de la sociedad, su
colombiana, el que mayor valor gravitación en losmicroproblemas que
simbólico tiene por lo que significa configuran la existencia concreta de
comovictoria del país nacional sobre individuos y comunidades no puede
elpaís político es la reestructuración compararse con la del sistema de de-
delCongreso en lo relacionado con el rechos civiles y políticos, sociales, eco-
origen de las cámaras y el régimen nómicos, culturales y colectivos de
disciplinario de los Senadores y que son titulares los colombianos y
Representantes. Sin embargo, para la habitantes del territorio desde la adop-
gentede la calle, que no sabe ni tiene ción de la nueva carta. Se trata del más
porqué saber derecho público, tal vez grande avance del derecho político
lomásrelevante de la ley fundamental nacional porque representa la mejor
de1991es la carta de derechos. caja de herramientas para armar, ope-
Recogida en el Título II e integra- rar y reparar la democracia desde la
dapor los ochenta y cuatro artículos fundación misma de la república.
que van de la regla once a la regla Mucho más si se considera que los
noventa y cinco, esta sección de la derechos humanos constituyen la éti-
norma superior tiene una influencia ca de la democracia, pues integran ese
en la vida cotidiana de hombres y conjunto de reglas sin cuya vigencia
mujeresdel común mucho mayor que efectiva el juego de la política y de la
cualquier otro aspecto del ordena- convivencia resulta indigno, inferior a
mientopromulgado en julio de 1991. la sociedad humana, y no vale la pena
Larazón es obvia: aunque la renova- de ser jugado. En esta perspectiva,
ciónde los organismos gubernamen- conviene ofrecer una sinopsis de la
carta de derechos y de los mecanis-
mos de protección de las libertades en
la constitución del 91 y subrayar sus
• Profesor del Instituto de Estudios Políti-
cos y Relaciones Internacionales de la rasgos distintivos de cara al proceso
Universidad Nacional de Colombia. político nacional.

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Antes de entrar en materia, resul- supremo, dependerá no sólo lapráctica
ta oportuna una glosa metodológica de las reglas fundamentales mismas
sobre la parte en relación con el todo. sino también su virtualidad
La carta de derechos reproduce en democratizad ora y pacificadora de la
pequeña escala, como en un microcos- vida nacional. Ello es igual o
mos, la heterogeneidad característica mayormente válido para la carta de
del documento constitucional en su derechos por dos razones: porque se
conjunto. Tal diversidad es el produc- trata de un articulado tan abigarrado
to directo del procedimiento acentua- como el del resto de la norma superior,
damente inductivo que se empleó para y porque su desarrollo legislativo,
redactar el nuevo código político del judicial y administrativo requerirá
país. Esta curiosa técnica de produc- forzosamente del respaldo de una
ción normativa, que bien podría califi- jurisprudencia cons ti tucional
carse de codificación por agregación, renovada, mucho más comprometida
pone de manifiesto la amplia partici- con la cultura de la democracia y de
pación de las distintas fuerzas inte- los derechos humanos que la que
grantes de la Asamblea Constituyente mantuvo la Corte Suprema de Justicia
de 1991y, al mismo tiempo, la notoria -hoy corte de casación- durante los
ausencia de una ideología dominante ochenta y un años en que se
que encuadre todas las reglas de la desempeñó como tribunal
carta y les dé jerarquía y armonía in- constitucional.
ternas. La construcción modular re-
sultante ostenta, sin duda, una legiti-
midad propia, de nuevo cuño, en la 1. La Carta de Derechos
medida en que corresponde cabal- Tres aspectos principales
mente a la dispersión de actores y a la requieren atención en el estatuto de
falta de consenso que distinguen hoy libertades de la ley suprema de 1991:
a la política colombiana. Al mismo a) su génesis, b) su significación
tiempo, sin embargo, la utilización de filosófica, y e) su contenido temático.
la tecnología del rompecabezas arroja a) El articulado vigente proviene
serias dudas sobre la coherencia y la del proyecto de consenso de la
aplicabilidad del texto final en tanto Comisión Primera de laConstituyente,
instrumento de gobierno y pacto de que fue preparado por los delega tarios
convivencia para Colombia y los co- Aida Abella, María Mercedes
lombianos. Carranza, Raimundo Emiliani Román
La perspectiva de una y Diego Uribe Vargas. Intitulado
constitución transaccional y analítica "Proyecto de Nueva Carta de
o reglamentaria hace que la función Derechos, Deberes, Garantías y
del control constitucional sea decisiva Libertades", constaba de cincuenta y
para el futuro del país, pues de la un artículos y se inspiraba, según
interpretación exegética o contextual, advertencia expresa de los ponentes,
reaccionaria o progresista, que realice en "noventa proyectos que se refieren
laCorte Constitucional, nuevo tribunal a los principios". Entre estos, se

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destacaban el proyecto del gobierno'. artículo, para efectos de explorar la
los proyectos de los miembros de la filiación ideológica o escuela jurídica
Asamblea y las propuestas de las once a que pertenece, en el caso de la carta
subcomisiones preparatorias sobre del 91 estamos en presencia de una
derechos humanos que, convocadas e obra colectiva como ninguna otra en
integradas por el ejecutivo, sesionaron la historia política nacional, cuyo sin-
en el último trimestre de 1990 y cretismo obedece no sólo al pragma-
recogieron muchas iniciativas de las tismo de la hora sino también al clima
llamadas mesas de trabajo y de las de transacción y compromiso preva-
organizaciones de la sociedad civil en leciente en una asamblea de minorías.
todo el país. Sin embargo, el proyecto Sobre este tema, que tanta importan-
del gobierno, elaborado por un grupo cia tiene para la interpretación consti-
de trabajo integrado por el propio tucional, existe una olvidada confe-
Presidente César Gaviria, los Ministros rencia de Michel Foucault, de publica-
Jaime Giraldo y Julio César Sánchez, ción póstuma, en la cual el gran pensa-
elViceministro Andrés González, los dor francés cuestiona la función auto-
Consejeros Manuel José Cepeda y ral y propone una hermenéutica im-
Fernando Carrillo, y los asesores personal o despersonalizada, mucho
Humberto de la Calle, Héctor Riveros, más acorde con el carácter estratégico
Mario Roberto Molano y quien esto de la escritura y con sus ambiguos
escribe, tuvo mayor influencia en el efectos en la realidad social que la
texto final de la que se admite. La exégesis moralista y psicologista aún
versión oficial presentada al órgano en boga:
constituyente fue redactada por el Lo propio de la crítica no es
Consejero Cepeda e incluía el derecho poner de relieve las relaciones de la
de amparo, que vino a convertirse, obra con el autor, ni querer reconsti-
con la contribución del delegatario tuir a través de los textos un pensa-
Juan Carlos Esguerra, en la acción de miento o una experiencia; más bien
tutela del actual artículo 86 tiene que analizar la obra en su es-
constitucional, quizá el mayor avance tructura, en su arquitectura, en su
del constitucionalismo nacional en forma intrínsecay en eljuego de sus
materia humanitaria. relacionesinternas",
Con todo, el problema de la auto- Llegará el día en que los intérpre-
ría de éste y de los demás artículos de tes de la norma fundamental apelarán
la nueva constitución no puede plan- a la intención original del constituyente
tearse en los mismos términos que del 91 como único criterio válido para
emplea la crítica literaria cuando de la determinar el alcance de una u otra
atribución de un texto se trata. Si bien regla, en especial cuando se trate de
interesa saber quién propuso talo cual regular situaciones nuevas o reivindi-

1. Presidencia de la República. Proyecto de Acto Reformatorio de la Constituci6n Política de Colombino Bogotá:


Imprenta Nacional, Febrero de 1991, p. 7-25 Y 101-210.
2. FOUCAUL T, Michel. "Qué es un autor?". En: Revista de la Universidad Nacional. Vol.lI, No. 11, Bogotá, Segunda
época, Mar., 1987, p. 6.

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caciones insurgentes, no previstas o pretenda, la hermenéutica jurídica
legitimadas por la codificación en vi- siempre está situada, comprometida,
gor. Frente a esta jurisprudencia de la encuadrada en unas coordenadas de
intención original, que se resuelve en espacio y tiempo y en una relación de
úl timas en una concepción fuerzas económicas, políticas y socia-
conservadurista del derecho y de la les, que confieren al derecho toda su
justicia judicial, hay que postular desde estratégica trascendencia como saber
ahora una jurisprudencia del contexto esotérico y retórico al servicio de la
sociopolítico, que es la única que se polémica ciudadana.
compadece, consultando los signos de El antiguo tribunal constitucional
los tiempos, con el carácter también defendía una exégesis tradicional de
simbólico y no sólo instrumental que la norma superior, basada en una idea
tiene el docurnento-monumento cons- técnica y autorreferencial del derecho,
titucional. para la cual el legislador se encuentra
Contra la opinión mayoritaria de sustraído de la lucha política o es ajeno
los miembros de la profesión legal a la confrontación de los intereses y
entre nosotros, la interpretación de la puede, por tanto, formular reglas abs-
constitución o de la ley no es una tractas y absolutas. A este tipo de lec-
simple operación de lógica formal que tura, que entre nosotros se denomina
puede realizarse en el vacío ideológi- interpretación exegética y que tiende a
co, más allá de los intereses individua- favorecer la defensa del orden o des-
les y colectivos que condicionan la orden establecido, pertenece casi toda
conciencia de magistrados y jueces y la jurisprudencia constitucional acu-
la conducta de cortes, consejos, tribu- mulada en el país. Pero existe otra
nales y juzgados. Por el contrario, toda lectura, la llamada interpretación so-
interpretación judicial es la lectura ciológica o con textual, que reconoce
creativa de un contexto, entendido explícitamente los condicionamientos
como el conjunto de los elementos de y las determinaciones de carácter ex-
situación o lenguaje que motivan una tradiscursivo que gravitan sobre el
formulación y determinan su sentido, derecho y que permite o fomenta, en
según la magistral definición de consecuencia, el cambio y la participa-
Foucault", Y en cuanto tal, la jurisdic- ción como procesos legítimos suscep-
ción o declaración del derecho impli- tibles de respaldo judicial",
ca de hecho el empleo de creencias,
prejuicios y valores que atraviesan y b) En cuanto a su significación
constituyen al juzgador o intérprete filosófica, la carta de derechos es el
de la norma, de manera que la senten- centro axiológico de la nueva consti-
cia es una toma de partido en pro de tución. Esto quiere decir que la fuente
unos intereses y en contra de otros. de energía ética y política del texto es
Por más aséptica o legalista que se la libertad,la libertad plural, mientras

3. FOUCAULT, Miche!. La Arqueologta del Saber. México: Siglo XXI, 1976, p. 163.
4. TRIBE, Laurence H. & DORF, Michael C. On Reading the Constitution. Cambridge: Harvard University Press,
1991, p. 10.

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que en la Constitución de 1886 ese blece la primacía de los derechos hu-
núcleo valorativo giraba en torno a la manos. El artículo 86 crea la acción de
noción de orden, de orden central. tutela de los derechos fundamentales.
Ahora la idea de orden es diferente, y el artículo 94 dispone la aplicación
más abierta y más compleja en la me- analógica o extensiva de las normas
dida en que depende de equilibrios sobre derechos y garantías de las per-
más elaborados y más sutiles entre el sonas. El nudo normativo formado
Estadoy la ciudadanía, entre la nación por estas seis reglas muestra cómo el
y las entidades territoriales, y entre el estatuto de libertades no es sólo un
gobierno, el parlamento, la justicia y listado de derechos sino también un
los organismos de control. Más aún, conjunto de criterios para interpretar y
en la carta del 91, el orden debe armo- aplicar el resto del articulado constitu-
nizarce con los derechos, so pena de cional,si se admite, como parece obvio,
deslegitimarse, y en este balance entre que la racionalidad finalista de todo el
losextremos de la autoridad y la liber- instrumento es garantista o libertaria.
tad radica hoy la clave del orden pú- El énfasis que la ley fundamental
blico interno, al igual que el dinamis- hace en el garantismo corresponde a
mo medular del sistema institucional una tradición minoritaria y hasta cier-
y normativo, el cual se define en ade- to punto herética en el constituciona-
lante como un Estado social de dere- lismo colombiano. En efecto, la mayo-
cho de carácter democrático. ría de las quince constituciones nacio-
En estrecha relación con nuestras nales del siglo XIXy de las sesenta y
anteriores reflexiones sobre autoría y siete enmiendas constitucionales del
hermenéutica, cabe anotar que si la siglo XXse caracterizan por un trata-
cartade derechos es el centro axiológi- miento autoritario de las libertades
co ello significa que debe leerse tam- públicas de los nacionales y de los
bién como el núcleo criteriológico de habitantes del territorio. Tan sólo los
interpretación y aplicación de la nue- códigos federalistas de 1853, 1858 Y
vaconstitución. Así lo ponen de mani- 1863, Y las reformas de 1910 y 1936,
fiestoel preámbulo y los artículos 1,2, reconocen amp lios derechos a los aso-
5,86 Y94. El preámbulo es el artículo ciados e incorporan nuevas garantías
cero o la norma fundamental de la que fortalecen a la sociedad civil fren-
norma fundamental, toda vez que re- te al Estado. Pero aquí se perdieron las
coge los postulados filosóficos que guerras federales, en lo que probable-
informan el régimen político y lo suje- mente constituye el acontecimiento
tan a derecho en una perspectiva de- político más preñado de consecuen-
mocrática moderna. El artículo 1defi- cias en todo el período republicano,
ne a Colombia como un Estado social como lo recordaba Gabriel García
de derecho. El artículo 2 enuncia los Márquez con ocasión de la publica-
sietefines del Estado y la doble misión ción de su versión del mito bolivaria-
de las autoridades. El artículo 5 esta- nos. Además, los progresos alcanza-

5. Semana. No 358, Bogotá: marzo 14 a 20 de 1989, p. 31.


dos por la oposición al quinquenio de lombianos y moradores del territorio
Reyes y por la Revolución en Marcha en el artículo 95 o Capítulo V de la
de López Pumarejo, se desdibujaron carta de derechos. Una tal estructura
muy pronto con el advenimiento de la asegura que los principales bienes ju-
Violencia, la dictadura y el Frente rídicos de los asociados se encuentren
Nacional, que forman un continuo his- reconocidos al más alto nivel norma-
tórico de autoritarismo e involución tivo, que la fuerza centrífuga de los
en materia de derechos y participa- derechos esté debidamente equilibra-
ción de los ciudadanos en el proceso da por la fuerza centrípeta de los debe-
político nacional. res y que por primera vez los colom-

º' El tercer aspecto general que


vale la pena considerar en esta reseña
bianos y las colombianas del común
dispongan de un recurso expedito para
pedir y obtener el amparo judicial de
es el contenido temático del Título 11 los derechos fundamentales.
de la constitución del 91. En un gesto El catálogo de libertades que nos
que permite recuperar el tiempo per- ofrece la ley suprema constituye en sí
dido cuando menos desde 1936, la mismo un avance de imprevisibles
carta de derechos incorpora el catálo- consecuencias para el proceso político
go actualizado y completo de las liber- y para la vida cotidiana de la nación y
tades y garantías que distinguen hoya de los ciudadanos. Entre los derechos
las democracias constitucionales, es fundamentales o de primera genera-
decir, a los regímenes en los cuales ción, se consagran el derecho a la vida,
operan de manera eficaz y simultánea que no estaba garantizado como tal; el
un sistema de mayorías y un sistema derecho a la intimidad y a la honra,
de control constitucional o, lo que vie- con su moderno corolario, el llamado
ne a ser lo mismo, las soberanías con- habeas data; el derecho a la libertad,
currentes del pueblo y de la Constitu- que tampoco existía bajo una formula-
ción. Por fin tenemos las tres genera- ción positiva; las libertades de con-
ciones de derechos humanos en la ley ciencia y de cultos, por fin emancipa-
de leyes: la primera generación, de das de la tutela católica; las libertades
derechos individuales, civiles y políti- de expresión e información y el dere-
cos, se encuentra en el Capítulo 1,del cho de rectificación, que configuran
artículo 11 al 41; la segunda genera- una opinión pública democrática; las
ción, de derechos sociales, económi- libertades de enseñanza, aprendizaje,
cos y culturales, está en el Capítulo 11, investigación y cátedra, propias de un
del artículo 42 al 77; y la tercera gene- sistema educativo abierto y pluralista;
ración, de derechos colectivos, apare- el habeas corpus, que llega con más de
ce en el Capítulo III, del artículo 78 al un siglo de retraso a nuestra carta
artículo 82. Adicionalmente, se inclu- política; y el múltiple derecho de par-
yen mecanismos de protección y apli- ticipación, que incluye el sufragio, el
cación de los derechos en el Capítulo derecho de asociación política, la ini-
IV, del artículo 83 al artículo 94, y los ciativa constituyente y legislativa, y la
deberes y las obligaciones de los co- revocatoria del mandato. A su lado, se

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proscriben de manera inequívoca una desechos tóxicos. y se dispone la regu-
seriede prácticas infames cuya ausen- lación de los recursos genéticos.
cia distingue a la civilización de la Con respecto a los deberes
barbarie: la pena de muerte, la des- ciudadanos, el artículo 95 cons-
aparición forzada, la tortura, la discri- titucional enumera nueve, de los cuales
minación, la esclavitud, la servidum- tan sólo uno, el de tributar, puede
bre, el destierro y la extradición de considerarse una obligación legal-
nacionales. mente exigible. Los demás son deberes
En el capítulo de derechos socia- cívicos, de índole ética, que por ahora
les, económicos y culturales o de se- apelan a la buena voluntad de las
gunda generación, se encuentran de- personas: respetar los derechos ajenos,
talladasdisposiciones relativas a la fa- realizar acciones humanitarias y de
milia,las mujeres, los niños, los jóve- solidaridad, acatar a las autoridades,
nes, los ancianos y los disminuidos, defender los derechos humanos,
que corrigen viejas injusticias al res- participar en la vida pública,conservar
ponder a las necesidades especiales la paz, colaborar con la justicia y
deestossectores desaventajados o vul- contribuir a la defensa del ambiente y
nerables de la población. Los dere- el patrimonio natural y cultural. Este
choslaborales y sindicales se amplían decálogo escaso tiene, sin embargo,
de un modo significativo. Y los servi- señalada importancia pues sirve de
cios públicos modernos, como la sa- contrapeso, así sea académico o
lud,la seguridad social,la vivienda, la simbólico, al estatuto de libertades y
recreación y el deporte, la educación, contribuye a definir un perfil del
la cultura, la ciencia y la tecnología, ciudadano democrático sin el cual los
entre otros, se convierten de manera postulados de la constitución del 91
explícitaen derechos subjetivosy al mis- serán letra muerta.
mo tiempo en obligaciones estatales. Estas y otras características
La carta del 91 inaugura la era de ayudan a entender por qué la carta de
los derechos colectivos o de tercera derechos ocupa un lugar central en la
generación entre nosotros. Se inclu- nueva ley fundamental, al punto que
yen en este capítulo los derechos a la sin aquella, ésta no tendría la tras-
paz, al medio ambiente, al espacio cendencia política y la jerarquía étiéa
público, a la calidad de los bienes y que le atribuimos muchos colom-
servicios de consumo masivo, a la bianos. Una cierta familiaridad con la
participación popular, a los servicios práctica constitucional nos obliga a
públicos y a las acciones populares en reconocer que la declaración de
defensa de los propios derechos colec- derechos sería nugatoria si el cons-
tivos. En materia ecológica, se incor- tituyente del 91 no la hubiese com-
poran los conceptos de planificación pletado con una panoplia de meca-
ambiental y desarrollo sostenible, que nismos de protección. Estos dis-
constituyen el estado del arte. Se pro- positivos, de los cuales pueden
hiben las armas químicas, biológicas y identificarse por los menos nueve, se
nucleares, al igual que los residuos y encuentran tanto en el Titulo II como

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en otros títulos de la carta y configuran internacional de los derechos huma-
un auténtico derecho procesal cons- nos, la aplicación absoluta del dere-
titucional que puede contribuir como cho internacional humanitario, los or-
pocas herramientas normativas, a la ganismos de control con funciones en
consolidación de una cultura huma- materia de derechos, el sistema de
nitaria en nuestra sociedad. control constitucional y los mecanis-
mos de participación popular. Los
2. Los Mecanismos de dispositivos de protección específicason
Protección de los Derechos tres: la acción de tutela, la acción de
Cabe distinguir dos clases de me- cumplimiento y las acciones populares.
canismos de protección de los dere- A continuación se presenta una breve
chos en la nueva constitución: los ge- discusión sobre cada uno de ellos.
nerales y los específicos. Los primeros
son aquellas instituciones o disposi- 2.1. La consagración constitucio-
ciones que amplían el campo de las nal es tan obvia que pasa desapercibi-
libertades o que apoyan su ejercicio, da y muchos la tienen por irrelevante.
de modo indirecto o mediato, a través Los colombianos de las últimas gene-
de la participación o de la vigilancia raciones ---€specialmente quienes al-
de la comunidad o de algunas instan- canzamos la mayoría de edad hacia'
cias de control. Los segundos son los 1970 Y descubrimos de manera
recursos concretos que permiten a los vivencial que la cuestión humanitaria
particulares, en tanto que titulares de es la clave de la democracia política
los derechos, oponerse a la arbitrarie- con ocasión del Primer Foro Nacional
dad o pasividad de las autoridades y por los Derechos Humanos en 1979-,
promover el reconocimiento y la efec- sabemos que el reconocimiento de las
tividad de las garantías ciudadanas, libertades fundamentales modernas
sin dilaciones y sin intermediarios. por la décimosexta constitución nacio-
Mientras los unos se refieren a distin- nal es una hazaña de la razón ciudada-
tos funcionamientos del régimen cons- na y abre una nueva era en la 1ucha por
titucional, que dependen de las ramas la modernidad democrática en el país.
del poder público, incluidos los orga- Entre un estatuto anacrónico, incom-
nismos fiscales, o de la dinámica del pleto y avaro, como era el Título III de
juego electoral, los otros deben em- la constitución del 86, y un estatuto
plearse siempre ante los jueces, ya que moderno, sistemático y amplio, como
se trata de acciones públicas a través es el Título II de la constitución del 91,
de las cuales se procura la interven- media un abismo que los colombianos
ción puntual de los tribunales en el tardamos sesenta años en salvar. Este
microcosmos de la libertad ciudada- salto cualitativo pone en evidencia las
na. Los mecanismos de protección dos funciones del derecho: la
general son seis: la consagración cons- instrumental y la simbólica. En su re-
titucional, la prevalencia del derecho lación sagital con la realidad social" el
6. Como la flecha que está destinada al blanco pero que lo hiere o lo destruye cuando llega a él. Véase: FOUCAUL T,
Michel. LA Crisis de la Razón. Murcia: Universidad de Murcia, 1986, p. 16.

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derechose propone no sólo inducir un este revolucionario postulado, que
comportamiento mediante la aplica- resuelve de un plumazo la vieja
ción de una regla coactiva, sino tam- disputa escolástica entre monismo y
bién enjuiciar lo existente a partir de dualismo en las relaciones entre
un valor ético, lo cual se logra casi derecho internacional y derecho
siempre confiriendo a la situación un nacional, los instrumentos inter-
carácter ritual o simbólico. En este nacionales sobre derechos humanos
sentido, la elevación de la carta de adquieren rango constitucional en
derechos al máximo nivel jerárquico Colombia, lo cual significa que
de nuestro ordenamiento jurídico es prevalecen contra la ley en todos los
importante por sí misma y cumple casos e incluso contra la propia norma
dos propósitos a la vez: facilitar la fundamental si ella se opone al ius
expresión y la actuación autónomas gentium. En otras palabras, la dis-
delos individuos y de la sociedad civil posición crea una nueva categoría de
frente al Estado e incluso contra el leyes, que no podemos calificar más
Estado, que es la finalidad ins- que como leyes constitucionales: las
trumentalo pragmática de cualquier leyesaprobatorias de tratados públicos
regulación sobre derechos subjetivos de derechos humanos, las cuales
ogrupales; y fijar una utopía normati- sobrepujan a cualquier otra ley en
va que no sólo opere como polo de materia humanitaria. Adicionalmente,
atracciónde las relaciones socialessino los convenios internacionales sobre
que también dramatice la distancia derechos servirán como criterio de
entre la norma y la realidad al subra- interpretación del propio Título IIy de
yar la mediocre o mala situación de sus normas concordantes y com-
derechos humanos en que se vive; tal plementarias.
es la finalidad simbólica o ritual de
aquella legislación. 2.3. Idéntica perspectiva interna-
cionalista se advierte en el tercer me-
2.2. La prevalencia del derecho canismo de protección general: la apli-
internacionalde losderechos humanos cación absoluta del derecho interna-
en el orden interno, que se encuentra cional humanitario en los estados de
recogida en el artículo 93 cons- excepción de que tratan los artículos
titucional, es el resultado de la 212y siguientes de la codificación fun-
combinación del artículo 49 del damental. Con esta fórmula, recogida
proyecto de la Comisión Primera de la en el numeral segundo del nuevo artí-
Constituyente con el artículo 65 del culo 214, se da la razón a quienes
proyecto de la administración Gaviria. argumentábamos que el derecho de
Se trata de un avance de tanta gentes en el antiguo estado de sitio
trascendencia que, si bien no requiere sólopodía entenderse y aplicarse como
desarrollo legal o reglamentario y una legislación complementaria y mo-
puede ser aplicado de inmediato, deradora --complementaria en tanto
todavía no advertimos todas sus moderadora-, de las facultades pre-
implicaciones y consecuencias. Según sidenciales y gubernamentales en caso

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de desorden público interno debido a del derecho de Ginebra al conflicto
guerra o alzamiento". En el nuevo ré- armado interno, por cuanto el estatuto
gimen de estados de excepción, que superior lo impone como legislación
viene a sustituir y por tanto a heredar, civilizadora y humanizadora del nue-
aunque con beneficio de inventario, al vo estado de sitio, bajo el cual, convie-
viejo régimen de estado de sitio, la ne añadir, tampoco "podrán suspen-
limitación se hace explícita y genérica: derse los derechos humanos, ni las
"en todo caso se respetarán las reglas garantías fundamentales", según dis-
del derecho internacional humanita- pone el mismo artículo 214 constitu-
rio" o derecho de Ginebra, que, como cional inmediatamente antes de la re-
se sabe, protege a la población civil no ferencia comentada.
comba tiente y a loscombatientes pues- Poreso resulta tan preocupante el
tos fuera de combate por cualquier proyecto de ley estatutaria de los esta-
razón en los conflictos armados inter- dos de excepción, recientemente pre-
nacionales y no internacionales, inclu- sentado por la administración Gaviria
yendo las situaciones de disturbios y a consideración del Congreso, que
tensiones interiores. En este caso y en pretende reeditar la lógica autoritaria
el del mecanismo precedente, resulta del antiguo artículo 121constitucional
evidente que el constituyente ha deci- y de su jurisprudencia, en abierta con-
dido que la vigencia efectiva de las tradicción con el nuevo régimen de
libertades fundamentales sólo se con- ley marcial de la norma fundamental.
sigue mediante la limitación de la so- En concreto, los artículos 15,23,27 Y34
beranía del Estado y la ampliación del proyecto número 91 de 1992pare-
correlativa de la soberanía del indivi- cen inexequibles y son antidemocráti-
duo. La única restricción de la sobera- cos por las siguientes razones: el artí-
nía nacional que no sólo puede acep- culo 15 faculta al gobierno para crear
tarse sino que incluso debe promover- zonas de confinamiento, que no son
se es la que resulta de la aplicación mas que campos de concentración,
plena de la legislación internacional indefensables desde cualquier punto
de derechos humanos. Más aún, la de vista; el 23,en el inciso tercero de su
actual coyuntura nacional, en cierto literal a), revive el espíritu autoritario
modo, exige la utilización del derecho del artículo 28 de la constitución de
internacional de los derechos huma- 1886, de ingrata recordación entre
nos, que es una normatividad para nosotros; el 27 hace lo propio con el
democracias funcionales en tiempos antiguo artículo 61constitucional, que'
de paz, y también, y sobre todo, del fue la coartada para la militarización
derecho internacional humanitario, de la justicia entre 1944y 1987;yel34
que es una normatividad para demo- confiere rango constitucional a los
cracias disfuncionales en tiempos de decretos legislativos al sustraerlos del
guerra. No existe, pues, excusa alguna ámbito de la acción de tutela, lo cual
para eludir la invocación y aplicación equivale a otorgar patente de corso
7. VALENCIA VILLA, Hernando. "El derecho de los conflictos armados y su aplicación en Colombia". En: Revista
Debate Abierto N. 3. Madrid, Otoño/Invierno de 1990, p. 84.

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contra los derechos humanos de los humanitaria digna de ese nombre es
colombianos a las decisiones excep- el activismo independiente frente a
cionales del ejecutivo," todos los actores armados, regulares e
irregulares, que han hecho de la po-
2.4. De los cinco organismos de blación civil desarmada el teatro mis-
control que prevee la carta del 91, a mo de sus hostilidades. Las fallas con-
saber, la Contraloría General de la suetudinarias y la timidez habitual de
República, la Registraduría Nacional la vieja Procuraduría, que no pueden
del Estado Civil,la Veeduríadel Teso- trasladarse a la nueva Defensoría, de-
ro, la Procuraduría General de la Na- ben corregirse pronto si es que las dos
ción y la Defensoría del Pueblo, tan partes del Ministerio Público quieren
sólo los dos últimos se ocupan de los ser tenidas algún día como baluartes
derechos humanos. Ambas agencias de los derechos ciudadanos.
forman el Ministerio Público, aunque
la relación entre ellas no es ciertamen- 2.5. El control constitucional, de
te de coordinación pues la Defensoría acuerdo con la célebre fórmula del
está sujeta a la Procuraduría, como lo jurista norteamericano Alexander Bic-
demuestra el hecho de que el primer kel, es la fuerza antimayoritaria de las
Defensor haya sido designado por el democracias modernas por cuanto
actual Procurador con base en una supone la defensa judicial de la cons-
tema enviada por el Presidente de la titución, a veces en contra de las ins-
República, de conformidad con el ar- tancias electivas y políticamente res-
tículo transitorio 37. A juzgar por la ponsables que gobiernan y legislan en
celeridad y el celo que han brillado nombre del soberano". Sin embargo,
por su ausencia en el despegue de la toda constitución democrática se defi-
nueva institución, hay que empezar a ne hoy como la articulación dinámica
preocuparse por la eventual contribu- entre el principio de mayoría y el prin-
ción de la Defensoría del Pueblo a la cipio de supremacía constitucional",
abogacía de las libertades fundamen- La vigencia efectiva de la constitu-
tales. En cualquier caso, cabe esperar ción, como ley suprema del territorio,
que Procuraduría y Defensoría termi- es lo único que garantiza la sujeción de
nen por hacer una coalición de fuerzas todos los poderes públicos y privados
en favor de la ciudadanía y de sus al derecho y la práctica de todas las
garantías democráticas, para lo cual libertades individuales y colectivas
esmenester persuadirse de que la res- dentro del marco normativo de la pro-
ponsabilidad por las violaciones de pia Constitución. Por ello tiene senti-
los derechos humanos incumbe ante do hablar de la justicia constitucional
todo al Estado y que la única política entre los mecanismos de protección

8. Véase también: VAZQUEZ CARRIZOSA, Alfredo. Conmoción interior o Estado de Sitio Incontrolado. Bogotá:
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, 1992.
9. BICKEL, Alexander M. The least Dangerous Branch: The Supreme Court at the Bar ofPolitics. Indianapolis: Bobbs-
Merrill, 1962, p. 16, 18 Y 20.
10. CRUZ VILLALON, Pedro. "Derechos humanos y estados de excepción". Conferencia inédita, Bogotá: noviembre
7 de 1991.

55
general de los derechos humanos: generacional y profesional de la Corte
porque defender la supremacía políti- en este primer año de prueba y en el
.ea y la superlegalidad o supralegali- período regular de ocho años que debe
dad jurídica de la constitución" no es iniciarse en marzo de 1993, al igual
otra cosa que poner a buen recaudo la que de la concepción libertaria o disci-
carta de derechos, centro del ordena- plinaria, desde la llanura o desde la
miento superior y, a su vez, instru- montaña, que sustente la nueva juris-
mento y símbolo del Estado democrá- prudencia constitucional a partir de la
tico de derecho. reciente decisión inaugural: el auto de
El sistema colombiano de control marzo 3 de 1992por medio del cual el
constitucional ha sido renovado por el magistrado Alejandro Martínez Ca-
constituyente de191en algunos aspec- ballero desestima las demandas de
tos esenciales: en lugar de una corte de Juan Manuel SilvaNigrinis y José Galat
casación con una sala especializada Noumer contra la constitución de 1991.
meramente sustanciadora, tenemos un
tribunal especializado e independien- 2.6. El sexto mecanismo general
te, dedicado por entero al juzgamien- de protección de derechos es el con-
to de exequibilidad e inexequibilidad, junto de dispositivos de participación
e integrado de tal manera que reflejeel popular del artículo 103: el voto, el
proceso político nacional; la acción referendo, el plebiscito, la consulta
pública se extiende a los actos refor- popular, el cabildo abierto, la iniciati-
matorios de la carta; el llamado con- va legislativa y la revocatoria del
trol oficioso o automático se amplía a mandato. Con excepción del sufragio,
la convocatoria de referendos, asam- que tiene ahora la condición de un
bleas constituyentes, consultas popu- derecho y no de una función, los seis
lares y plebiscitos, a los proyectos de medios restantes son nuevos y fueron
leyes esta tu tarias y a los tra tados inter- introducidos en desarrollo del princi-
nacionales y sus leyes aprobatorias; y pio de la soberanía popular del artícu-
se crea una especie de jurisdicción lo tercero, con el propósito de pasar
eventual para que la Corte Constitu- del régimen representativo o repúbli-
cional revise las decisiones judiciales ca al régimen participativo o demo-
sobre acciones de tutela. Con estas cracia. Estas instituciones configuran
herramientas y con las que empleaba una reorientación radical en el siste-
la antigua Corte Suprema de Justicia, ma político colombiano, por cuanto
el nuevo tribunal constitucional está tienden a desplazar su centro de gra-
llamado a convertirse en la principal vedad del Estado a la sociedad civil y
instancia judicial de defensa de los de la clase parlamentaria a la ciudada-
derechos fundamentales de los nacio- nía. Se trata, por supuesto, de una
nales y moradores del territorio. Ello transformación virtual que debe ser
depende de la composición política, llevada a la práctica a través de múlti-

11. ARAGON REYES, Manuel. Sobre las Nociones de Supremacia y Supralegalidad Constitucional. Bogotá: Univer-
sidad Externado de Colombia, 1986.

56
ples esfuerzos de muchos individuos y ediles-, siguen siendo incontrola-
y grupos durante largo tiempo. Sólo bles y por tanto irresponsables. Si don-
así podrá el pueblo apoderarse de su de existe la misma razón, debe existir
soberanía y desempeñar el papel pro- la misma disposición, no se ve por qué
tagónico que le corresponde en el pro- puede revocarse el mandato de los
ceso político nacional. Para el logro de unos (los personeros ejecutivos o ad-
este objetivo, los mecanismos de par- ministrativos) y no el de los otros (los
ticipación, control y vigilancia popu- personeros legislativos o parlamenta-
lares abren avenidas a los partidos y rios), cuando todos ellos han recibido
movimientos políticos y sociales que la investidura popular y tienen que
no existían antes y que pueden contri- responder ante el público por su ges-
buir a crear-un clima en el cual no sólo tión, como es apenas obvio tratándose
se asegure la intervención ciudadana de una democracia participativa.
en la toma de decisiones públicas sino Al lado de estos seis mecanismos
que se garantíce también el ejercicio generales, la constitución del 91 dise-
de las libertades por tirios y troyanos. ña tres mecanismos específicos de pro-
En tal sentido, la participación demo- tección de los derechos fundamenta-
crática resulta imprescindible para ge- les: la tutela, la acción de cumplimien-
nerar el medio ambiente nutricio de to y las acciones populares.
una cultura de los derechos humanos
como lo ratifica la propia ley de leyes 2.7. Por sí sola, la tutela merecería
al disponer en su artículo 377 que capítulo aparte. Para efectos de la pre-
deben someterse a referendo deroga- sente sinopsis, basta con subrayar su
torio las reformas constitucionales significación política y refutar los ar-
sobre derechos fundamentales, si así gumentos especiosos con los cuales se
lo solicita el cinco por ciento del censo ha pretendido no tanto desvirtuarla
electoral. Por lo demás, el proyecto de cuanto satanizarla. Respecto de lo pri-
ley estatutaria sobre instituciones y mero, hay que señalar que la novísima
mecanismos de participación ciuda- figura del artículo 86 constitucional
dana, que el gobierno presentó al Con- entraña una devolución de poder a los
greso en febrero pasado, consulta el ciudadanos, propone la vinculación
espíritu y la letra de la Constitución en de la justicia al cambio social y apunta
forma mucho más fiel que el proyecto a una nueva estructura jerárquica de
sobre estados de excepción. En princi- la rama jurisdiccional. En efecto, la
pio, la propuesta oficial desarrolla las racionalidad finalista del amparo co-
seisfiguras nuevas en una perspectiva lombiano, tal como lo llamábamos en
democrática, aunque la revocatoria el II Foro Nacional por los Derechos
del mandato se restringe sin justifica- Humanos en 1982,no es, no puede ser
ciónalguna a los alcaldes municipales otra que restablecer a los asociados en
y a los gobernadores departamenta- su derecho natural de defender las
les,con lo cual los representantes po- libertades concretas para evitar que
líticos de la población --senadores, sean violadas o que no puedan ejerci-
representantes, diputados, concejales tarse por' acción o por omisión de

57
cualquier autoridad e incluso de los y que el organismo de cúpula es hoy
particulares en ciertos casos. Este po- el guardián de la constitución y, en
der ciudadano para meter en cintura a cuanto tal, el protector de los dere-
las autoridades arbitrarias o pertina- chos.
ces implica, a su vez, una nueva polí- Las objeciones técnicas
tica judicial en la medida en que al formuladas por magistrados y
responder a las acciones de tutela los abogados contra la tutela o su
jueces pueden proferir órdenes admi- reglamentación (Decretos 2591de 1991
. nistrativas, intervenir en procesos y 306 de 1992) son, en realidad,
públicos de diverso orden y, en gene- argumentos políticos contra la
ral, impulsar el cambio social y la constitucionalización de los derechos
participación ciudadana so pretexto humanos. Así se pone de manifiesto
de la protección de los derechos cons- en una somera revisión del debate
titucionales fundamentales. Pero una incoado en torno al amparo
tal vinculación de la justicia a la admi- colombiano por los altos tribunales y
nistración a través de la garantía de las algunos conspicuos voceros de la
libertades básicas, que ha sido tomada profesión legal en los últimos meses
de los modelos norteamericano y ale- de 1991 y en los primeros meses de
mán, no es la única innovación que 1992. Se dice que la tutela viola el
comporta la tutela de cara a la rama principio de la cosa juzgada y ello no
jurisdiccional. El otro cambio impor- puede ser visto más que como un
tante en esta materia consiste en que, delito de lesa majestad; que la nueva
sin decido explícitamente, el constitu- acción es responsable de agravar la
yente de191convirtió a la CorteSupre- congestión de la justicia; y que con su
ma de Justicia en una corte de casación libre ejerciciotermina por desquiciarse
e hizo de la Corte Constitucional el la tradicional jerarquía judicial del país.
tribunal supremo del Estado colom- Puede replicarse a estos tres
biano. La explicación es simple: al per- argumentos de la siguiente manera: es
der su condición de tribunal constitu- evidente que la tutela limita los efectos
cional, la antigua Corte Suprema que- de la cosa juzgada pero ello no tiene
da reducida a un tribunal de casación por qué considerarse como un
y, junto al Consejo de Estado, cae bajo atentado contra la seguridad jurídica,
la subordinación de la nueva Corte sino como una exaltación de la libertad
Constitucional, la cual prevalece so- y dignidad de las personas, que se
bre cualquier otra autoridad judicial convierten ahora en el valor supremo
en todo cuanto concierne a derechos y del sistema al cual han de plegarse las
libertades pues el artículo 86 le da la demás normas y decisiones, incluidas
última palabra en esta materia estra- las sentencias ejecutoriadas, cuando
tégica. Si se acepta que el tema hu- vulneran los derechos fundamentales;
manitario es el centro de gravedad si el precio que tenemos que pagar por
del ordenamiento fundamental, for- hacer efectivos nuestros derechos es el
zoso es concluir que la estructura de sacrificar la sacrosanta estabilidad
jerárquica de la justicia ha cambiado de los fallos judiciales, pues hay que

58
hacerlo con alegría, porque es más juez no sólo el reconocimiento de los
importante la persona que la regla. En derechossinotambiénelcumplimien-
cuanto a la avalancha de acciones de to de las leyes o de los actos adminis-
tutela que parece haberse presentado trativos, caso en el cual la decisión
en los últimos meses, es de mala fe judicial "ordenará a la autoridad re-
atribuir a un recurso ciudadano--que nuente el cumplimiento del deber
además debe resolverse en días o en omitido". Comparable al writ 01 man-
semanas-, el entrabamiento damus de la justicia norteamericana, la
estructural de tribunales y juzgados, acción de cumplimiento se resuelve
que es un fenómeno de años y décadas, en una orden administrativa del juez,
prod ucido por una legislación mediante la cual protege lo que po-
individualista, privatista y ritualista, dríamos llamar el derecho a la ley,
por una comunidad legal mediocre y esto es, la legítima aspiración de cada
corrupta y por el abandono crónico ciudadano a que toda ley o decisión de
por parte de la tecnocracia y de la clase la autoridad se aplique o ejecute, sin
política. Nótese además que los importar que ella sea general o parti-
colombianos han descubierto que una cular, benéfica o perjudicial. La redac-
tutela de diez días puede ofrecerle ción de la norma sugiere que puede
soluciones que no han conseguido ser aplicada directamente, sin necesi-
mediante juicios ordinarios de seis o dad de desarrollo legal o reglamenta-
siete años, y que la invocación masiva rio, como en el caso del artículo 93
de la nueva acción no es más que la sobre prevalencia del derecho inter-
judicialización de las querellas nacional de los derechos humanos en
ciudadanas que han venido el orden interno. Lo importante, sin
reclamando de tiempo atrás los embargo, es que este nuevo recurso
partidarios del orden. La denuncia puede servir para vencer la invetera-
del supuesto desquiciamiento de la da costumbre del" se obedece pero no
rama, no encubre otra cosa que la se cumple", gracias a la cual más de la
ignorancia o el desacato de la nueva mitad de las prácticas y relaciones
constitución, de su principio rector (la sociales en las que está envuelta la
defensa de los derechos humanos) y población nacional corresponde a la
de su tribunal supremo (la Corte noción de ilegalismo y constituye un
Constitucional). La moraleja de esta mentís cotidiano del imperio del dere-
parte de nuestra historia es que hay cho. Sihay algo más antiético y antiju-
que tutelar la tutela para evitar que rídico que una situación generalizada
ésta, la mejor herramienta con que ha de corrupción y violencia es una situa-
contado la democracia de los derechos cióngeneralizada de corrupción Yvio-
en Colombia, muera en manos de los lencia decorada o escenificada por las
legistas. formas del derecho.

2.8. La acción del articulo 87 im- 2.9. Gracias en parte al rescate


plicala posibilidad ciudadana, inédi- que hiciera Germán Sarmiento Pala-
ta hasta ahora, de pedir a cualquier cio de las acciones populares en favor

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de los bienes de uso público y de daño preciado [...] La excelencia de la de-
contingente, de que tratan los artícu- mocracia, su superioridad sobre to-
los 1005 y 2359 del Código Civil", la das las demás formas de coexisten-
Constituyente de 1991 reconoció la cia humana, reside precisamente en
personería jurídica del sujeto colecti- el hecho de haber institucionalizado
vo para efectos de la defensa de sus el conflictoinscribiéndolo en el princi-
pio mismo de su funcionamiento"."
derechos e intereses propios. En con-
secuencia, bienes comunales como el En este orden de ideas, es harto
patrimonio, el espacio, la seguridad y probable que el ideal de paz política a
la salubridad, la moral administrati- que apunta la constitución de 1991no
va, el ambiente, la libre competencia sea el de una sociedad armoniosa y
económica y otros que definirá la ley, transparente, finalmente reconciliada
pueden ser protegidos por medio de consigo misma, sino más bien el de
las acciones populares del artículo 88 una sociedad litigiosa, en tregua de-
constitucional. Tales herramientas tie- mocrática, que privilegie los pleitos
nen ventajas apreciables que deben sobre las guerras privadas y que haga
subrayarse: reconocen el carácter co- más énfasis en los medios que en los
lectivo de la mayoría de los conflictos fines. Esta utopía procesal descansa
existentes hoy en el país, que son otras en la democracia como el único tipo
tantas disputas por los bienes políti- de régimen político que conviene a la
cos, económicos, sociales y culturales, persona humana porque se funda en
y por este camino hacen posible la una concepción plural de la verdad y
administración de remedios también no aspira a la unanimidad sino a la
colectivos; ahorran recursos procesa- igualdad en la libertad y en la diversi-
les; y estimulan la confederación de dad. Así lo planteaba eljurista austría-
intereses y de esfuerzos para litigar co Hans Kelsen en 1929:
por las vías del derecho lo que de otro La concepción filosófica que
modo tendría que ajustarse por las presupone la democracia es el relati-
vías de hecho, como sucede hoy en vismo. La democracia concede igual
casi todos los escenarios de nuestra valor a la voluntad política de cada
vida social. Emparentadas con las ac- uno, porque todas las opiniones y
ciones de clase del sistema anglosajón, doctrinas son iguales para ella, por
las acciones populares pueden ejerci- lo cual les concede idéntica posibili-
tarse en los pequeños tea tros donde se dad de manifestarse y de conquistar
aprenda la sabia lección que encierran las inteligencias y voluntades huma-
estas palabras de un ensayista francés: nas en régimen de libre concurrencia.
"La discordia, lejos de ser un Tal es la razón del carácter
error o un arcaísmo de la sociabili- democrático del procedimiento dia-
dad, es nuestro bien político más léctico de la discusión, con el que

12. SARMIENTO PALACIO, Germán. Las Acciones Populares en el Derecho Privado Colombiano. Bogotá: Banco de
la República, 1988.
13. FINKIELKRAUT, Alain. La Memoria Vana: Del Crimen contra la Humanidad. Barcelona: Anagrama, 1990, p.
110.

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funcionan los parlamentos y asam- ción de recursos económicos, políticos
bleas populares. Por eso mismo, el y culturales en todos los niveles de la
poder mayoritario de la democracia organización social. Del mismo modo
no es posible sin una minoría oposi- que, como dice René Girard, el control
cionista a la que ineludiblemente ha democrático de la violencia intraso-
de proteger, y por esto también la cietaria reposa por entero en "un orga-
política democrática es transaccio-
nismo soberano independiente capaz
nal, del mismo modo que el relativis-
de reemplazar a la parte lesionada y
mo tiende a procurar la compensa-
reservarle la venganza'<", que no es
ción de los puntos de vista contra-
otro que la justicia judicial, la gestión
puestos, ninguno de los cuales pue-
de aceptarse íntegramente y sin re- democrática de la vida cotidiana de-
servas, y con negación completa del pende de un equilibrio dinámico y
otro. Larelatividad del valor de cual- siempre inestable entre el orden y las
quier fe política, la imposibilidad de libertades, entre la autoridad y los
que ningún programa o ideal políti- derechos, que sólo puede mantenerse
co pretenda validez absoluta [...] in- como tensión creadora con la media-
duce imperiosamente a renunciar al ción de lajusticia económica, política y
absolutismo en política: sea el abso- cultural. Sin justicias, como sin mayo-
lutismo de un monarca, de una casta rías y minorías, por más libertades
sacerdotal, aristocrática y guerrera, que se consagren o por más elecciones
de una clase o de cualquier grupo que se realicen, la democracia se redu-
privilegíado'". ce al constitucionalismo y al garantis-
Mas allá de la nueva carta de mo. Ningún texto constitucional, por
derechos humanos, la única garantía bien intencionado, innovador o legíti-
eficaz de las libertades públicas de los mo que sea, podrá suplir la tarea ina-
colombianos radica en la justicia en su plazable de redistribuir los bienes y
doble acepción de servicio público y reconstruir las relaciones, de manera
de experiencia colectiva, es decir, como que los derechos humanos, con todo
mecanismo institucional de solución su potencial de participación y de cam-
de conflictos a través de tribunales y bio, tengan una primera o una segun-
juzgados, y como política de asigna- da oportunidad sobre esta tierra.

14. Citado por: ARAGON REYES, Manuel. "Estudio Preliminar a Carl Schrnitt". En: SOVreel Parlamentarismo.
Madrid: Tecnos, 1983, p. XXV Y XXVI.
15. GIRARD, René. LA Violencia y lo Sagrado. Barcelona: Anagrama, 1983, p. 25.

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