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1.

-Los diez países con las reservas de agua dulce más importantes,

1. Brasil

Vista del río Amazonas, una de las mayores fuentes de agua y biodiversidad del planeta.
El país más extenso de Latinoamérica es también el que tiene mayores reservas de agua dulce, con
unos 8.233 kilómetros cúbicos (km3), lo que supone unos 43.000 metros cúbicos (m3) per cápita.
Sin duda, su riqueza acuática se debe principalmente al Amazonas, el río más largo y caudaloso del
mundo, que tiene más de 200 afluentes y acapara por sí solo la quinta parte de todo el agua fluvial
del planeta. 
Además, la zona sur de Brasil está situada encima del acuífero Guaraní, una acumulación de agua
dulce mayoritariamente subterránea que comparten varios países y se encuentra bajo las cuencas
de los ríos Paraná, Uruguay, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo y Salado. Esta enorme cantidad de
recursos hace que en Brasil se concentren el 12% de los recursos de agua dulce del planeta.

2. Rusia

Vista del lago Baikal (Rusia), durante el verano.


El país más extenso del planeta es también el segundo con mayores reservas de agua dulce, con u n
total de 4.067 kilómetros cúbicos, lo que supone unos 29.000 m3 por persona.  Aunque su cifra es
casi la mitad de Brasil, Rusia tiene más del 20% de los recursos superficiales de agua dulce, gracias
en gran medida a sus más de 2,5 millones de ríos y más de 2 millones de lagos.
Pero es sobre todo gracias a uno de ellos que Rusia ostenta esta posición: el lago Baikal, en Siberia,
que ocupa una superficie de 31.494 km² y ostenta el título del lago más antiguo y profundo del
planeta. Solo en este lago, se acumula más del 90% de las reservas de agua dulce rusas.

3. Canadá

Puente Blue Water Bridge, una de las múltiples fronteras entre Canadá y EEUU en los Grandes
Lagos.
El segundo país con mayor extensión de la Tierra ocupa el tercer lugar, aunque al contrario que
Rusia, sus más de 3.300 kilómetros cúbicos de reservas de agua dulce se deben sobre todo a  los
numerosos acuíferos que hay bajo la superficie. Esto provoca que, a pesar de contener menos del
1% de la población mundial, este país norteamericano cuenta con el 7% de los recursos globales
renovables de agua dulce.
Eso sí, también hay importantes cantidades de agua en superficie, sobre todo en los Grandes Lagos,
cuya cuenca excede los 240.000 km2, aunque la jurisdicción sobre esta reserva es compartida con
el siguiente país de la lista, los Estados Unidos.

4. Estados Unidos
Curva de la Herradura (Horseshoe Bend) en el río Colorado, Arizona (Estados Unidos).
El gigante norteamericano controla un total de 3.069 kilómetros cúbicos de agua dulce, aunque
debido a su gran población esto apenas supone unos 8.800 metros cúbicos per cápita. Además, la
distribución es extremadamente desigual: mientras algunas zonas del país, como los Grandes Lagos
o el Noroeste, tienen un enorme superávit hídrico, en otras, como California o Tejas, son cada vez
más habituales las sequías. 

5. China

Río Amarillo a su paso por Lazhou, China. | Maksym Deliyergiyev


Este país asiático tiene unos 2.840 kilómetros cúbicos de agua dulce, pero tiene al mismo tiempo la
mayor densidad de población del planeta, lo que hace que apenas haya unos 2.300 m3 por persona.
Además, al igual que ocurre en EEUU, la distribución es muy desigual en el territorio: mientras el sur
del país siempre ha luchado contra las inundaciones, el norte y el centro carecen de agua.
Aún así, la presencia de grandes ríos como el Amarillo, el Yangtsé o el Mekong hace que entre el
cinco y seis por ciento del agua dulce de la Tierra se encuentre en China.

6. Colombia

Piedra Peñol, en la presa de Guatape, Antioquia, Colombia


El segundo país latinoamericano de esta lista es Colombia, que con 2.132 kilómetros cúbicos de
agua está también entre los lugares con mayores recursos acuáticos por persona, casi 46.000
metros cúbicos, más que Brasil. Eso sí, sus enormes reservas se deben en gran parte al mismo
motivo que su vecino del sur: el Amazonas y sus afluentes son los responsables de la mayor parte
del superávit hídrico del país.

7. Unión Europea

Vista del río Sena junto a la Torre Eiffel, en París (Francia).


Aunque en este caso no hablamos de un país, el hecho de que existan prácticas y normas hídricas
comunes a todos los países miembros de la UE permite englobar todas las capacidades nacionales
en una sola que alcanza los 2.057 kilómetros cúbicos. Sin embargo, el reparto de este recurso
también es profundamente desigual entre el estado miembro: mientras Francia tiene más de 200
kilómetros cúbicos, los países bálticos apenas rondan los 10 y Dinamarca no llega a 4.
En este contexto, España se sitúa a mitad de camino, con 111 kilómetros cúbicos de reservas de
agua dulce, lo que supone unos 2.392 metros cúbicos por persona.

8. Indonesia

Un hombre camina con sus hijos durante unas inundaciones en Jakarta (Indonesia), en 2018.
El territorio indonesio, repartido en diferentes islas, cuenta con una de las mayores tasas de
precipitación del planeta, por lo que sus ríos suelen estar casi siempre están a pleno rendimiento,
sobre todo en la época de lluvias, entre noviembre y marzo. Sin embargo, esta ventaja geográfica
tiene su cara oculta en las continuas inundaciones que habitualmente afectan a sus
ciudades, especialmente la capital, Jakarta. En total, cuentan con 2.019 kilómetros cuadrados, lo que
supone unos 12.200 m3 de agua dulce per cápita. 

9. India

Vista al atardecer del río Ganges a su paso por Calcuta (India).


La India, uno de los países más poblados del planeta, dispone de algo más de 1.911 kilómetros
cuadrados. El país cuenta con una gran cantidad de ríos, muchos de los cuales son una importante
fuente de irrigación, sobre todo el Ganges, sagrado para los indios y una de las cuencas más fértiles
del mundo. Sin embargo, la enorme población hace que haya un importante estrés hídrico, que
puede empeorar en las próximas décadas: los indios apenas disponen de 2.200 m3 de agua dulce
per cápita.

10. República Democrática del Congo

Niebla matutina en el río africano Sangha, en la República Democrática del Congo.


Cerramos la lista con el único país africano que figura en ella: la República Democrática del Congo.
Situado en la franja tropical del continente, es la nación con la segunda mayor extensión del mismo,
a poca distancia de la primera, Argelia. En total, tiene más de 1.200 kilómetros cuadrados de agua
dulce, lo que supone más 12.000 m3 por persona.
A pesar de que esta cantidad supone más del 50% de las reservas de agua del continente africano,
su potencial está completamente desaprovechado por las crónicas dificultades sociales y
económicas que atraviesa este país: 33 millones de personas en áreas rurales todavía carecen de
acceso a agua de calidad, y, a pesar de los esfuerzos sostenidos de organismos como Unicef, sólo
el 52% de la población tiene acceso a una fuente de agua segura. 

2. Las principales causas que han provocado la contaminación del agua. Veamos cuáles son:

1) Desechos industriales
La industria es uno de los principales factores que provocan la contaminación del agua.
Desafortunadamente, miles de empresas aún desconocen el buen uso que se debe dar a este
recurso y vierten cantidades de productos contaminantes derivados de sus procesos industriales.
Los ríos y los canales son los más afectados por estas malas prácticas.
2) Aumento de las temperaturas
Aunque no lo parezca, el calentamiento global también influye en la contaminación del agua. ¿Cómo
es posible? La explicación es sencilla: cuando un ecosistema sufre temperaturas por encima de las
habituales, las fuentes de agua disminuyen su cantidad de oxígeno, lo cual hace que el agua altere
su composición.

3) Uso de pesticidas en la agricultura


La gran mayoría de los procesos agrícolas de nuestro tiempo emplean fertilizantes y productos
químicos para el cultivo y la producción de los alimentos. Pues bien, estos productos se filtran a
través de canales subterráneos que, en la mayoría de los casos, acaban en las redes de agua que
utilizamos para nuestro consumo. Este agua difícilmente será tratada para que vuelva a los canales
aptos para el consumo.

4) Deforestación
La excesiva tala de árboles contribuye a que los ríos, los lagos y otras fuentes hídricas se sequen.
Además de esto, la tala de bosques no en todos los casos incluye la retirada de las raíces de los
árboles que están en las orillas de los ríos, lo cual provoca la aparición de sedimentos y bacterias
bajo el suelo y la consiguiente contaminación de este preciado recurso.

5) Derrames de petróleo
Finalmente, no podemos olvidar una práctica que tradicionalmente ha provocado la polución de
aguas en diversos puntos del planeta: los vertidos de crudo y sus derivados. Dichos vertidos se
deben al transporte deficiente del petróleo y a la filtración de productos como la gasolina, que
generalmente es almacenada en tanques bajo tierra; en muchos casos, los tanques tienen fugas y la
sustancia se filtra a los cuerpos que están a su alrededor, entre ellos las fuentes de agua aptas para
el consumo humano.

Plan de acción para reducir la contaminación del agua

 Uso de nutrientes y plaguicidas naturales. Reducir la contaminación del agua empieza por
entender lo que está llegando a ella, directa o indirectamente. La agricultura intensiva utiliza
fertilizantes y pesticidas químicos, dos de los productos más contaminantes para el agua.
Los nutrientes o plaguicidas de origen natural permiten una agricultura más ecológica y
sostenible.
 Mejor tratamiento de las aguas residuales. Las aguas residuales producen una alta
contaminación hídrica cuando se vierten en ríos y mares sin haber recibido un tratamiento
correcto. Un consumo eficiente del agua, la menor utilización de productos químicos y unas
correctas infraestructuras de depuración del agua son las mejores formas de simplificar y
mejorar el tratamiento de las aguas residuales.
 Acabar con la deforestación. Los bosques son uno de los principales sumideros de agua,
tanto a nivel atmosférico como de subsuelo. Cuanta mayor masa forestal, más agua dulce
habrá en sus entornos. Además, los árboles sirven como depuradores de muchos
contaminantes que se vierten al medio ambiente y ayudan a que no lleguen al agua. Aplicar
esta medida podría ayudar a reducir la contaminación del agua en gran medida debido a la
gran cantidad de masa forestal que desaparece cada día.
 Agricultura e industrias más sostenibles. Ambas son actividades necesarias para el ser
humano, por lo que es importante implementar acciones para aumentar la eficiencia en el
consumo del agua y para no verter en ella productos que la contaminen.
 Implementación de transporte sostenible. Es posible reducir la contaminación del agua a
través del medio terrestre. La contaminación que proviene de coches y otro tipo de vehículos
no es solo atmosférica o acústica. También llega al agua, por ejemplo, mediante la lluvia
ácida que contamina los acuíferos y altera la calidad del agua.
 Reducción del uso de aceites y baterías. Todo residuo arrojado al medio ambiente y que no
es reciclado puede acabar en el agua. Pero el aceite y las baterías merecen una atención
especial. El aceite es un contaminante del agua especialmente agresivo que provoca un
grave daño a la biodiversidad acuática. Por su parte, las baterías y las pilas poseen un gran
número de minerales en su composición que, al entrar en contacto con el agua, se disuelven
y pueden ser ingeridos por los peces. Es fundamental reciclar estos productos para evitar
que lleguen al agua y provoquen daños irreversibles.
 Menos consumo de plásticos. Para reducir la contaminación hídrica es imprescindible
disminuir la utilización del plástico de un solo uso y reciclar siempre este material en el
contenedor adecuado. El plástico tarda en degradarse y permanece en el medio ambiente
durante muchos años, descomponiéndose en forma de microplásticos que dañan el agua y
toda la vida que ésta contiene.

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