Lizama

En el año 2015 uno de los revestimientos presento una fuga de gas la cual podría

llegar a ocasionar fallas en otro puesto de trabajo, para su solución, fue instalado un sistema

que permitía mantener la presión interna y así determinar si era factible reactivar o

abandonar el pozo. Para el 2017 continuaron las labores en este campo, sin embargo, otro

incidente se presentó y al tratar de enmendarlo ocasionaron que la falla presentada dos años

antes se reactivara, cuando se quiso controlar con maquinaria, esta quedo atascada y

procedieron abandonar el pozo con el problema presuntamente resuelto.

Todo fue tranquilidad hasta el día 2 de marzo del 2018 en donde mas de 24.000

barriles de crudo lograron acabar con la fauna marítima y contaminando ríos y quebradas

del lugar. A pesar de que se realizaron esfuerzos por mitigar las consecuencias, el

corregimiento estaba en temporada de invierno, por lo cual las lluvias impidieron las

actividades. Fue a tal punto de afectación que la alcaldía de Barrancabermeja declaró

situación de calamidad en el municipio casi 15 días después del incidente.

Pasados 32 días se finalizaron las operaciones “controlando” el desastre gracias a

maquinaria traída de Estados Unidos que ayudo al sellamiento del pozo, las labores que

Ecopetrol ejerció para darle fin al problema ecológico no fueron suficientes. Luego del

incidente y con alianza al Instituto Humbolt, se planeo y desarrollo la restauración del

ecosistema, en donde peces, invertebrados acuáticos, aves y la flora del lugar se verían

beneficiados.