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TEMA: Rocas metamórficas: tipos y clasificación

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¿Qué son las rocas metamórficas?
Las rocas metamórficas son un tipo de roca que se genera gracias a rocas ya existentes, tanto
sedimentarias, como ígneas e incluso otras metamórficas. Al sufrir un aumento de temperatura y
de presión por procesos geológicos tales como enterramiento o intrusión de magmas, sufren
cambios tanto en sus minerales como en su formación a nivel químico. Hay que tener en cuenta
que esta modificación siempre se produce a partir de otras rocas sólidas.  
Al formarse debido en parte a altas temperaturas, este tipo de rocas suelen encontrarse de forma
abundante en zonas profundas de la corteza. La formación de las rocas metamórficas puede ser
por la suma de las altas temperaturas de esta capa terrestre y las presiones litostáticas (es decir, la
presión de las capas de rocas superiores). Sin embargo, también pueden originarse gracias a
procesos tectónicos, que generan presiones horizontales o fricción, e incluso por el llamado
metamorfismo de contacto, que comentaremos a continuación. 

Clasificación de rocas metamórficas según su formación

Metamorfismo regional
El metamorfismo regional es un proceso en el que actúan tanto la temperatura como la presión.

Metamorfismo de impacto o de choque


El metamorfismo de impacto se refiere a la presión y energía que se produce por impactos, tal y
como indica su nombre. Esto ocurre por ejemplo en caso de choques y cráteres meteoríticos o
explosiones, es decir, en general es de extensión local causado por la colisión de un cuerpo
extraterrestre. 

Metamorfismo de presión o dislocación


El metamorfismo de presión, tal y como indica su nombre, se produce por presión pero a
diferencia del metamorfismo de impacto, no intervienen cuerpos extraterrestres.

Tipos de rocas metamórficas según su forma

 Foliadas: las rocas metamórficas foliadas se caracterizan por tener formas alineadas debido a
que la presión ejercida conforma los materiales en bandas paralelas. Por eso, se trata de rocas
fáciles de diferenciar. La pizarra es un ejemplo de roca metamórfica foliada. Las rocas foliadas
pueden clasificarse a su vez dependiendo de su estructura en las siguientes:
o Pizarrosidad: no se aprecian bandas, pero se trata de rocas laminadas. 
o Esquistosidad: las rocas se pueden romper fácilmente y pueden verse así sus
minerales.
o Gneisico: alternan bandas de colores claros y oscuros
 

 No foliadas: las rocas metamórficas no foliadas cuentan con la característica de que la


presión hace que los minerales se reorganicen en otras formas cristalinas en vez de en láminas.
Por eso, son de aspecto homogéneo y se rompen en formas irregulares. Un ejemplo claro de
una roca metamórfica no foliada es la cuarcita o el mármol. 
 

Rocas metamórficas más comunes

 Pizarra: es homogénea y suele aparecer en zonas de actividad volcánica o sísmica, además


de montañas, fallas o costas. Es característica por romperse en capas o láminas y es de color
oscuro.
 Filita: suele ser común encontrar filita entre placas continentales en las que hay rocas
sedimentarias ricas en arcilla. Es similar a la pizarra en cuanto a color  pero tiene un brillo
sedoso y parece más untuoso.
 Esquisto: este tipo de rocas suelen originarse debido a procesos metamórficos a medianas
o altas temperaturas y presiones, en el interior de la corteza terrestre. Puede ser de diferentes
colores, desde el gris hasta el amarillo; y de esta roca se extrae gas y petróleo. 
 Gneis: esta roca metamórfica se caracteriza por su aspecto micáceo, con cierta
esquistosidad (es decir, se distribuye en láminas) y suele tener una apariencia espumosa en su
interior. 
 Mármol: se caracteriza por tener una textura maciza y un color blanquecino debido a su
composición de carbonato cálcico. Tiene distintos matices dependiendo de sus impurezas o
componentes, y es uno de los materiales más utilizados para la construcción y el arte.
 Cuarcita: suele ser una roca de color marrón claro, pero dependiendo de sus elementos
químicos pueden adoptar distintas tonalidades. Es una roca bastante dura y resistente, y se
forma principalmente a partir de cristales de cuarzo.

Usos de las rocas metamórficas


Por lo general, es muy común encontrarse rocas metamórficas tanto para la construcción
como para obras de arte como esculturas. Por eso, podrás ver tejados de pizarra o escaleras de
mármol, ya que se caracterizan por una gran dureza o maleabilidad. Por eso, la pizarra se observa
más en la construcción de viviendas y el mármol más en ornamentación. 
Sin embargo, las rocas metamórficas foliadas como los esquistos y los gneises no son aptos para
este tipo de construcciones por sus características mecánicas que hacen que se exfolien con
facilidad y se rompan paralelamente a la superficie de foliación. 
Por otro lado, existen ciertas rocas metamórficas como el gneiss que en su interior produce un
aceite mineral que puede hacer de petróleo no convencional, utilizado en ciertas prácticas como
si fuese petróleo crudo.

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