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Capítulo 3:
Captura de CO2 en postcombustión:
absorción
3.1. Introducción.....................................................................................48
3.1. Introducción
primer lugar se describen los fundamentos de la etapa de absorción de CO2, tras esto
los requisitos de pretratamiento y por último las necesidades energéticas de
regeneración del solvente químico.
El proceso de absorción en los proceso de captura de CO2 en postcombustión hace
uso de la naturaleza reversible de una disolución acuosa alcalina absorbente, por lo
general aminas, de una solución ácida o de un gas ácido. El diagrama de flujo de un
proceso comercial de absorción de CO2 es el representado en la Figura 3. 1. Después
de enfriar los gases de combustión se ponen en contacto con la solución absorbente
(solución pobre), es necesario un sistema de impulsión de gas para superar la pérdida
de carga durante la absorción. La temperatura de esta etapa oscila normalmente entre
40 y 60ºC, el CO2 es así atrapado por el solvente químico. Antes de abandonar esta
etapa el gas es sometido a un lavado con agua, esta forma parte del balance total de
agua, para eliminar las posibles gotas o vapor de absorbente que pueda arrastrar el
gas.
Es posible reducir la concentración de CO2 del gas de salida hasta valores muy
bajos, como resultado de la reacción química que se produce en el solvente, las
concentraciones demasiado bajas en el gas de salida necesitan torres de absorción
muy grandes.
La solución rica, que contiene el CO2 químicamente combinado, es bombeada al
stripper (columna de regeneración) mediante la bomba de solución rica, pasando por
un intercambio de calor para aprovechar el calor de la solución pobre de salida del
stripper. La regeneración química del solvente es llevada a cabo entre 100 y 140ºC a
una presión no mucho más alta de la presión atmosférica. El calor es aportado en el
reboiler manteniendo de esta forma las condiciones de la desorción. Esto es lo que
penaliza energéticamente este sistema. El vapor se recupera y es devuelto a la torre de
regeneración, el CO2 sale del stripper. El disolvente regenerado, con mínima
concentración de CO2 es bombeado a la torre de absorción. Antes de entrar en la torre,
pasa por el intercambiador para adaptar su temperatura a las del proceso de absorción.
El resto de los equipos que se usan es para mantener la solución absorbente en
condiciones, se produce una degradación de la solución por partículas de corrosión y
otras partículas. El filtro, lecho de carbón activo, controla la degradación y la corrosión.
Los tres tipos de equipos de contacto pueden ser usados en los diferentes procesos
de purificación de gases, son intercambiables en gran medida aunque los
Torres de plato:
Las torres de plato se usan para grandes instalaciones de intercambio gas-líquido,
para fluido limpio, no corrosivo, que no forme espumas y para flujos medio-bajo de
líquido. Son aplicables también cuando se requiere refrigeración interna, pueden
colocarse serpentines de refrigeración o enfriamiento con entrada y salida de líquido
del plato. Normalmente se usan platos perforados por su simplicidad y bajo costo. Los
platos de campana (bubble cap) se usan para un flujo de líquido muy bajo pero pueden
ser sustituidos por torres de relleno estructurado.
En estas torres el líquido fluye horizontalmente por los platos y el gas fluye en
sentido vertical a través de las aperturas de la bandeja. El líquido pasa de bandeja en
bandeja a través de un bajante que ocupa aproximadamente del 5 al 20% de la
bandeja.
Torres de relleno:
Las torres de relleno están ganando cada vez más aplicaciones por el desarrollo
tecnológico de nuevos rellenos donde se produce el contacto, esto hace que el proceso
alcance un rendimiento superior. Son muy recomendadas para procesos con baja
pérdida de carga, líquidos que formen espumas, pequeños diámetro de columna, altos
caudales de líquido, fluidos corrosivos y para fluidos viscosos.
Cámaras de aspersión:
Estos tiene aplicación cuando la caída de presión es un factor limitante y cuando
hay partículas sólidas presentes en el gas. Su eficiencia no se aproxima mucho a la de
una etapa ideal de equilibrio. El absorbente se distribuye en la cámara de gas como un
aerosol, el absorbente también es recuperado para su regeneración y reciclo.
Las aminas con más interés comercial para la purificación de gases son
monoetanolamina (MEA), dietanolamina (DEA) y metildietanolamina (MDEA).
También se utilizan variaciones y modificaciones de estas aminas como la alanina,
el metilaminopropanol o la piperazina y compuestos con nombre comercial como
“Econamine FG”, “Kerr-McGee MEA”, “ExxonMobil Flexsorb” o “BASF piperazines”
OH C C OH C C
H
OH C C N N H N CH3
H
OH C C OH C C
Figura 3. 2 Estructura química de las aminas más utilizadas en absorción química de CO2
H 2 O → H + + OH −
CO2 + H 2O → HCO3− + H +
Protonación de la amina:
RNH 2 + H + → RNH 3+
Formación de carbamato:
Hay que considerar que se producen otras reacciones secundarias que afectan al
proceso, estas son las reacciones del CO2 con la amina para formar compuestos no
regenerables. La concentración de equilibrio del CO2 en el líquido depende de la
presión parcial en la fase gas. El equilibrio es sensible a la temperatura, aumenta la
presión parcial en la fase gaseosa cuando aumenta la temperatura, por esto, en el
proceso de regeneración de la solución hay que calentar.
La unidad de extracción utiliza un absorbedor seguido de una regeneración de la
amina. El principio de extracción es la reacción de una base débil (alcalinoamina) con
la un ácido débil (CO2) para formar una sal soluble en agua. La formación de la sal se
produce a una temperatura de 40-50ºC y se invierte con adición de calor para alcanzar
los 110-120ºC. Bajo estas condiciones se libera el CO2 y la amina se recicla al proceso
de absorción. Dentro de la unidad de absorción el gas es inyectado, tras un
acondicionamiento, en contracorriente con la corriente líquida de amina pobre. La
solución enriquecida en CO2 se precalienta en un intercambiador y luego pasa al
regenerador. El escape de gases se produce mediante el calentamiento de la solución
cargada. Esta mezcla de gases (contiene vapor de agua) pasa por un condensador
para eliminar el agua y concentrar el gas en CO2.
Se pueden realizar modificaciones que aportan considerables ahorros energéticos:
la solución enriquecida después de ser calentada puede alimentar un tanque flash, el
líquido que se produce se lleva al regenerador. Esta modificación puede suponer un
ahorro de energía de un 40% (en la regeneración) y puede bajar los costes de captura
de un 10 a un 30%.
MEA:
Las disoluciones acuosas de monoetanolamina han sido usadas a lo largo de los
años para la eliminación de CO2 y H2S en el gas de síntesis, en la actualidad también
se usa para el tratamiento del gas natural a alta presión.
Es apropiada para eliminación de CO2 y H2S cuando se encuentra en baja
concentración en el gas y cuando no existan contaminantes minoritarios como COS o
CS2. Esencialmente, su uso es óptimo para el tratamiento de gases a bajar presión y
elevada eliminación de CO2. El bajo peso molecular de la MEA conlleva a soluciones
con alta capacidad a concentración moderada; su alta alcalinidad y facilidad de
recuperación son algunas de las ventajas que contrarrestan los inconvenientes que
existen. El principal problema es la formación de productos de reacción irreversible lo
cual provoca pérdidas de este producto químico como absorbente en los procesos.
Además la MEA es más corrosiva que otras especies, especialmente si se sobrepasa
el 20% de concentración en disolución. Esto limita la capacidad de la MEA para casos
en los que la presión parcial de CO2 sea elevada, donde podría cargarse mucho más.
DEA:
Las disoluciones acuosas de dietanolamina (DEA) se han usado tradicionalmente
en el uso de gases de refinería con un contenido apreciable de COS y CS2 además de
CO2 y H2S. Las aminas secundarias son menos reactivas con estas impurezas que las
aminas primarias y los productos de reacción no son particularmente corrosivos. La
baja presión de vapor de la DEA hace que las pérdidas por vaporización sean
despreciables, una desventaja de la dietanolamina es que puede requerir presión de
vacío en el proceso de regeneración de la disolución. Otra desventaja en el uso de este
tipo de disolución es que se degrada mucho con el CO2, por eso no es óptima para la
eliminación de este.
MDEA:
La absorción selectiva de sulfuro de hidrógeno en presencia de CO2 especialmente
en altas concentraciones, han permitido el uso de estas disoluciones de amina terciaria
en el tratamiento de gases de plantas de gasificación de carbón y proceso Claus
(recuperación de azufre). La MDEA puede eliminar casi completamente el azufre de
una corriente ácida pero sol puede eliminar el 30% del CO2 contenido.
Puede ser usada en una concentración del 60% en disolución por su baja presión de
vapor, además es resistente a la degradación térmica y la degradación química, los
productos no son corrosivos y el calor de reacción es bajo.
• Volatilidad: El disolvente debe tener una presión baja de vapor, puesto que
el gas que sale de absorción generalmente está saturado con el disolvente y
en consecuencia, puede perderse una gran cantidad. Si es necesario, puede
utilizarse un líquido menos volátil para recuperar la parte evaporada del
primer disolvente. Esta recuperación de disolvente en los procesos absorción
son soluciones químicas se realiza con agua de lavado en la propia cabeza
de la torre de absorción.
• Corrosión: Los procesos de absorción de CO2 pueden generar
subproductos que potencian la corrosión de los diferentes materiales en
contacto con el líquido. Aun así estos materiales usados para la construcción
de los equipos no pueden ser raros o costosos.
• Viscosidad: Se prefieren soluciones con viscosidad baja para la absorción
ya que aumenta la rapidez del proceso, se consiguen mejores características
frente a inundación en las torres, bajas caídas de presión en el bombeo y
buenas características de transferencia de calor.
• Si es posible, el disolvente no debe ser tóxico, ni inflamable, debe ser
químicamente estable y tener bajo punto de congelación.
Mención aparte requieren los parámetros que más afectan a la selección del
sistema absorbente como son la velocidad de reacción, la capacidad de absorción y la
energía requerida para la regeneración del absorbente.