Está en la página 1de 242
HisTORIA DEL URBANISMO EN EUROPA 1750-1960 e Benedetto Gravagnuolo Traduecién, Juan Calatrava Ami madre A ayo OE a & f e INTRODUCCION Ei tema de este ensayo podsia parecer excesivamente amplio en compara- cién con imicrohistorias" Me he visto mpulss- do a aro conviceién de que, después de los nt- ‘merosos tes, han indagado enel arco de dos sigt tales avatares a una de “establecer una s de las que parecen ser ddsia objetar que ya han blemente “reductva”, susceptible, en idad de los acontecimentos la luz ralmente hegembnicas. Se po- publicados discursos de sintsts sobre tal objeto, mas de valores que han sosteni= 15 praxis operatwas sobre lo urba- no orientando sus intenciones proyectuales. En Ia conciencia de que no siempre los logros alcanzados en las realizaciones concretas se han corres- ondido con los temas teénicos declarados, he tratado de documentar ino *proyectacién urbana", que he adoptado en lugar del mis convencional de “urbanismo", vale la pena precisar que esta nueva expresiOn, a pesar de haberse impuesto en el debate s6lo desde hace pocos decenios, denota una actitud proyet ‘mds antigua que fa que viene implicita en la segunda expresién. Se tata, s1 nos detenemos a pensar en ello, de ese ambito disciplinar que, desde iF que, ya en el primer los prineipios de ase vos, sociol6gicos, simb Is diferentes tecnicas paginas que siquen resultars prwvilegiado camo enfoque 7 me ha parecido mis 6 aque involuntaria- fe se ha perdido de vista ha sido precisame imo de la disci- ‘sea, el proyecto de la forma tirbana. Sélo en los Witimos decenias se ha comenzado a invocar con insistencia necesidad de una recomposicién de la unidad entre arguitectura y tirbanismo. Si este objetivo, anhelado desde el punto de vista teénico, hubiera de mostrarse provechoso también en el campo operativo, deber ‘mos revisar entonces muchos jutcios histoniogrificos. Lo que con frecuen- ia ha sido sefalado como el acto de un giro tecnico “progresivo" debe- ria ser redefindo como el comienzo de una crisis que ha llevado a la uptura provisional de la secular conexién entre dos diversas escalas apli- a (ud proyectual unitana, sabemos que “una de ins caracterisueas esenciales del espi- rntu europeo parece ser el modo en que desteuve las cosas y después las integra sobre bases nuevas, rompiendo con la tradicin para despues desde un punto de vista completamente nuevo" (E. yy B. Sax). A la luz de esta consideracion es razonable suponer ‘que ¢s cuando menos improbable la hipétesis de una recomposicién de lo rurado entendida como ingenuo retorno a los presupuestos teéricos la dindmica incesante Por otra parte, desde los origenes lesinos, podernos cl as urbanas en dos categorias fundamentalas: las la base de un discfio pred del espacio antropizaco, | desarrollo urbano que el abus iaguen 2 la actual ensis ce ia de los servicios colectivos~ derivan planes v de las carencias (no gestion y en el control de la expansién la no debe, sin embar go, inducarnos al smo hasta el punto de llevamos 2 considerar que, Gespues de alrededor de cinco mileruos de histona urbana, los fenomenos de 7 Remos ante nuestros ojos deban interpretarse ‘meipiente y apocaliptica agonia de las grandes cit femos entrando en una era post-urbana (A. Toffler). Al jo y articulado ~que conecta con una red invisible de sedimentacias relarinnes de equilibie la dindmica entre cit ndes, pequefas v medias muestra atin, a pesar de algunas innega- inciones de gestién, todos los signos de una entusiasmante vitalidad, dades. No cre que ‘menos en Europa, el armazén com te databies y criticamente evaluables- los prineipios ¥ cortientemente adopradas en la préctica profes necesidad de un reconocimiento de los principales ‘mutad del siglo xvitt se vuelve a plantear bajo el impulso de las preguntas que actualmente nos hacemos sobre el los elementos que se canvierien en los estimuios de 'd Giedion en una bella pagina introductoria 2 ‘0 (1928), planteande 2 propisito de una cuestion 8 que personaimente comparto. Al margen 1C0 de las técnicas y las formas depositadas (Gnica europea tiene en este ensayo La misma eleccion de Europ: tada por obsoletas e inaceptables Por una voluntad de evitar una dilatacién temitica de resultar genérica. En efect 10 se pueden trazar fronteras geogrificas para ia proyectual y que el in ras diversas ha sido desde siempre un indicio de civilizaci6n, por otra es a como terreno de investigacion prwvilegia- nes “eurocéntricas”, si por una parte es rcambio entre cultu- innegable que el sector mas avisado de Ia inteligeneia critica internacional reconoce hoy lo oportuno de calibrar los proyectos a la “cultura del habe Valdes en si mismos por encima de las nes historicas y geogrdficas en las que se va ~valorando en de “larga dura- propia disciplina ‘Ante un proyecto, siempre es oportuno las me levado a esa forma dada y sobre que has leograma. La profundizacién cognos: Jo mejor que se haya ideado, 10 y verificado sobre un det problema puede ak cero recorriendo senderos fallidos ya ayudamos a encontrar ias innovaciones que port Bacion a las que conscientemente pretendemos atenernos para retomar el camino hacia una nueva arq i del punto en el que se detu- ‘yo ei trabajo intelectual de q) 3s prec En este sentido, as paginas que siguen orientativo agil para quien se disponga a ade dedicada a la cuestidn, enriquecida en los ail ‘Alumerosas investigaciones monogréficas. Par ‘matismo que la intenciéa divuigativa d ha comportado,-he tratado de proporcionar a través de las notas las referencias bibliograficas esencia. les para Ia profundizaci6n de los temas de mayoi Restan, sin embargo, lagunas inevitables, ciertas ‘reas teméticas inexploradas. Pero, aserd necesario voiver a decir que “esta investigacion no es exhaustive’? , seralidad y a ‘emerge con fuerza de ta construccion de las crudades en el Siglo de Ins Luces. snen un mismo destino. los mismos: redactado en onal Ambito diseipli- 1a urbana va siendo sustratda a la hegemonia nrquitectOnica para convertirse en terreno de proyectual de ie diversos la topografia ans Gxactitud tna fecha que indique el punto issement clisico y !a afirmacion de es cesnifata hacia la ciudad que conducira a la definicion det corpus disci xemporanco, DE LA CIUDAD-MONUMENTO A 1A CTUDAD-SERVICIO: LA TRANSICION EN EL UMBRAL DEL STGLO XIX Un dato ya hist6ricamente incuestionado es Ja existencia de una concate- radical innovacién de los eictos de pro- pot la “revolucién industrial” y el origen del urbanismo El cuadro geneal6gico de la nueva disci . en efecto, idad de ramificaciones, vanmidas y compleyas, € in del modo de producciOn se inserta como determi i predominance. Durante el propio siglo XX siguen exis caso, muchas resistencias al cambio, de estrictame ‘que a ‘pesar de las rec ntido la refundacién disc Serfa, en consecuencia, nencia en los principios basicos de Ia construc gualmente erroneo seria negar los desgarro} discipla tanto pot fctores externos como por momentos de replantes- fernos a fa propia disciplina, duceién provocada Hisronra cet Uneawiswo en EUROFS fs, por sea gue dete meds del silo 1 ct a ode ios nuevos saberes ntentada por la Encylopédie GSI) de Didert ¥ Dilemben, del nuevo papel dl reenco provetsa tigebraico-geométriens sobre Ia exica representacion i clon esttogration del tert ton introduc pot Johann Henach Lambert (17281777), de as vest gaciones higlencas sobre in slubndad de los espacis consiutdosevadas E eabo por a Société Royale de Sédécine porla Académie des Sciences, tn summa, de un heterogeneo acervo de diversos ferment, se Ios gemones que concn aun inevkable revision de Ge las teemseas y de tos métodos de Ia proyecacion urbana Desde nuesra Opies, es Important far ta mirada sobre todo en vn fendmeno inédito que aflora en Pars a finales cel Se cespues, en una prictica que se difende po mpolfonci: fs ret tun levantamiento siste- , el arquitecto Verniquet Bewsoerro Gaavacnvoce a (que le supondra mas de nueve aftos de asiduo ‘ofreciendo una base des Artistes de fevantamien- ico de Is fenomenologia ur siniomiticos de una voluntad de control de forma cerada En la senda det emergenre “neo-Ipo malizar el espacio urbano descongestionando las zonas insilubres por exceso de densidae de habitacion y, al mismo tiempo, programando areas Ge nuevo desarrollo. Es a idea del crecimiento cont ‘una fase de transicion del in, estrechamente ligada misma fase es la asuncién del pr ropa de los equipamieatos soc wyas del poder y de polos de # lurbano. Con Ia subdivision dé grado de relauva a las mnstuciones el papel de conexion de ln evidente los histoniadores ficencia y todas las limutaciones de la evidad- la concepcién del mecanismo urbano contiene jovadora de la cmidad-seruicio” No es casual le el propio Ledoux definiera a este fragmento de utopia realizada como sociale” En las intenciones proyectuales explicitas, ia realizacion de los equipamientos civiles (desde los hospitales a los baitos pablicos 0 al cementerio descentrado) viene indicada como condicién esencial del pe fecto funcionamiento de la ctudad-iieal en mayor medida aun que la Forma “pandptica’ que la caractenza, punto de llegada y no de pi tun largo trabajo de ideacién™ Sin embargo, no hay que deter apanencias. Una prueba mas del papel de anticipacién jugado ps de Chaus: nos Ia ofrece, de manera emb 10 no realizado de ‘Anvolin. para el Poro Bonaparte (1 ‘un gran callar de construcc! snde a trasplant 0 del programa “soci En el mismo siglo xix, muchos gestos inéditos se funden con formas: is. Anacronismos y ambi los signos mas evidentes de festa delicada fase de transicién en la que los senderos del proyecto. se ‘escinden todos los signos de la mas statal, constructor ‘maquina urbana; fa, cl arquitecto del ibercad ideativa del segundo. se reorganiza y refuerza el apara- acentuada pposicién urbana de las grandes los procesos de transformacién. , el Edimburgo de Adam, el Londres de Petersburgo ct Paris de Percier y Fontaine, |x ladies, el Nipoles de Niccoliny, la Atenas de Von Klenze, en suma, 15 grandes ciudades europeas, asistimos a la co-actualidad de jartzacion se encuentra en la .des, donde mis consistentes Bengoerre Gaavacnuore 35 obras dulicas de“ prefiados de dos programas de racio zados para el rapido fh ‘social de los movi obreras (sobre todo en Ing! predominante del crecimiento urbano)*. A veces es un mismo que se mueve con maestria entre las exigencias diversas de la ica y prvada. Valga para todos el ejemplo de John Nash*, ‘nto de la Regent Street y otras obras deciswvas de la redistribucion na de Londres como de villas suburbanas en So\ Dulwich Brombey, ademés del asentamiento de Blaise Hamlet (un pequefio nucleo residencial en las cercanfas de Bristol que evoca en Ia forma estilistica de las “casas eisticas", afin més que en su propia disposiciOn, la idea de la aldea). Asi, pues, si la programacibn y la tipificacién de las insttuciones pabl cas es el aspecto mas evidente de esta fase histOnca, nO es menos ciesto que el modo de concebr el habitat doméstico sufre una sensible modifica- mostrando los primeros sintomas de esa tendencia a la residencia nnedad urbana propia de la ciudad lo demas, que en los planes de Ia €poca la precisa indicacién de la entidad, el tipo y la ubieacién de los equipamientos colectvos se vea acompanada faire de las zonas destinadas a residenc desarrollo de del suelo, Pese a todo también en esta fase algunos casos paradig- tidores escénicos de las vias ‘casos complementanios de la cen Paris y la Langestrasse de Karlsruhe. ‘con fondos piiblicas, ‘en fanto que el completamuento de los e ‘deja 2 Ia iniciativa privada, incentivada a Ia intervenci6n pero, al mismo tiempo, controlada a través de la imposicion de una rigida normanva arqui- recténica En Kai tnumpbalis, experiencia p: porticado Fecomposicion disparidades También en ros para la cambio de clén de una dnica pintura pai Weinbrenner propone, ademés, un promotores: un “én ce rea inumos aspectos de las fachadas, ten el transcurso del proceso de: en suma, desde los primeros normativa arquitecténica por el simple regiamento constructivo, aunque este recorrido es cuaiquier cosa ‘menos lineal. Tanto es asi que, aun en esta fase, los Statuti Murattiam de 1814, 0 las indicaciones legislativas Gel plan de Bari, nos transmuten uno de los ejempios mas brillantes de normativa arquitect6nica, esto es, de un sis- iar un con- 70, de la edificacion ce una parte de lo, se suceden con una frecuencia cada vez més ripica de las adquisiciones de método. ciudad”. Pese a las fases de ny [LAS NUEVAS TECNICAS DE LA TRASNFORMACION URBANA: 1 Panis DE HAUSSMANN COMO EJEMPLO En el transcurso del sigio xX el tablero de ia problemética urbana es reuteradamente puasto en ersis por la rupeiéa de varios Factores de dese quilibro que convergen en la inducciéa de una notable aceleracion en el crecimiento de las iades, factores que van desde un poderoso ejora de las condiciones higiénicas NG toe), cea Bineoerre Gravacnvore modo de pnd fade trabxjo en lugares puntuales) eanza su definicion primero en las ciudhcies-eapit cde diversas pero or tables procedimientos) y que se difunde suceswamente también a los centros menores de Europa. Para bien ¥ para mal, lx tansformacion havssmanniana cde Paris sigue senda ua paso obligido para comprender el senudo de ins Innovaciones introduerdas en la se fad del siglo SIX tanto en las gran icis del disefio de lx cucad, Cuando George-Bugene Haussmann presta juramento como Prefecto del Seni.rel 29 de junio de 1853, unos dos afios después del golpe de de Napoleon que pretende perseguir y los medios a adoptar en el imbito de sus grands travaux*.\Es sorprendente constatar la claridad de sus convicciones en el fenfoque dé los instrumentos téenteos, legisiawwos y Financietos adecuados para la realizacién de ese ambicioso programa de transformaciones que se extiende a la totalicad del rea metropolitana. En diversas ocasiones se han puasto de nvinifiesto las ascencleneias his- tonieas de los patterns morfologicos adoptados por Haussmann en sus tra- zados viarios ~en “est en “tridente" o en “cruz'~ inspirados en Ia Roma de Sixto V, en el de Le Notre y, en un sentido mis amplio, en el cule de Faxe barroco. Otros han subrayado el eariicter de continu: dad entre las intervenciones del Prefecto del Sena y los procesos de modifi ppuestos en marcha en la eivdad-capital, aduciendo prolongacion del eje de Ia como prueba de da desde principios siendo evidente que el plan de Haussmann vya fafizn} es igualmente innegable que, 21 lo-a sus consecuencias extremas, se produce un salto de 'saun que dimensional: es la manera misma de pensar la ciudad: aque cambin “La logica de los o fundada sobge la eq) tts por oder en la que asume una ‘queda férrea- ‘mente subor los propios monumentos el pasado, fas, quedan reducidos, a fin de cuentas, al : reciclados 38 como signos visuales en un paisaye metropolitano radicalmente renovadd) Li hostifidad de gran’parte de los contemporaneos contra el gran démolisseusr ~rasgo con e que aparece Haussmann ea una primera fase ante los ojos de la gente comin y a veces también de las inteligencias er ‘cas mas sensibles- es, por tanto, comprensible como melancolia por la erradicacién de tos valores de la ciudad preindustrial y como apego a las imagenes y a las cosas de un ticmpo icremediablemente perdido” Muy pronto, sin embargo, la desconfianza se trocar en entusiasmo por le nou bean Paris* Por encima de jas conirastantes reacciones emotivas, nay un dato signili- cativo a destacar: 160 de Ia metr6poli haussmanniana es cvalquier cosa menos indiférente a le estructura urbana preexistente, a la cual se superpone. En muchos aspectos, incluso, ei ntcleo histérico es notable. mente potenciado como centro | ¥ social) del auevo asentamiento urbano! le croisée (determinada por el cruce de los es de Ia rue de y la née Saint-Antoine con los boulevards Sebastopol y Saint-Michel) exalta el zea del Hétel de Ville como corazén metropolitano (proponiendo un esque- ma eficaz en su extrema simplicidad, no casualmente retomado por Le Corbusier en su imagin: en este a cabo con la apertu- 200 por 150 metros) ante la catedral de Notre-Dame, fa ln edfcacion de fa nueva Prefectura ¥ ls ",tercianos y adim- iga para los equipamientos iimont fa penifenia 1 de calidad (Les Batig Se trata de dos zonas diferenciadas, pero con it 40 ¢ integradas respectivamente por los grandes pulmones verdes del Bois de Vincennes y del Bois de Boulogne. £l conjunto queda exrcundado por una faja *gris" comprendida entre el viejo trazado de los Fermiers Generau ¥ ia nueva murallz de Thiers, segunda y verdadera baniien que se deja carente e equipamientos.” Con el fin de obtener los apoyos politicos y financieros para la puesta en prictica de un proyecjo ce semejante aicance, el mismo Prefecto del ed (motivando la amplitud para la rapidez y eficiencia de las intervene: ica) y las razones higignicas (proponiendo las demol como medio pars eliminar los focos de epidemia)”. Pero, en la prictica, cl objetivo, perfectamente logrado, del plan haussmanniano es la poten- “qiacion de Ia renta det suelo como mecanismo de In expansiOn urbana y ciclo generador de riqueza autoinducida. Los tres réseaux de las nuevas infaestructuras viarias no s6lo revalorzan la renta de posicién de las reas centrales sino que abren programiticamente nuevas zonas edi igran demanda de viiendas en el mismo momento en que ial oferca residencial se convierte a su vez en factor cata- nentos cemogeifico Deneoerta Gravacnvace ar contingeaci punto y la expropracion. En curcular de octubre de 1 voir, Haussmann habla de | Ia estrategia (inevwablemente ligada 2 las son las tictieas pues 2 15 que procucen innova- provectacion urbana, prec lidadi también en contextos los procedimientos faussmannianos pue- idos como una especie de manus nica urbanistica dedi “rapport” La amplia adopeién de este tipo edilicio m en as paces bn puto de fn efecta 41 dominio de 1s de la ciudad dieciochesca ~donde, junto a la persis- gués sobre parcela profunda (de ascendencia medie- unidad entre residencia y taller) y al hibitat anstocratico 1 entre cour et jardin, de formacién cinquecentista-seicentista), se man los pimeros modelos de maison a loyer (con ta planta noble destina- (0 ¥ los pisos supeniores al alguiler)— se ve sustituida en la “segunda mirad del lo XIX por un marcado predominio del lanta (de patio cerrado) se debe a la exigencia de alta rentabilidad y alta densidad de hab tacién, que lo imponen como médulo urbano por excelencia. En el esque- canénico, el lee rappon ptevt una cara tpt a base (planta baja y entresuel nada a comercios © a ides cerciaris, un cuerpo central qe euaeo ages plates) con Yun Cercer cuerpo en mansarda (con viviendas para serv i social entre [os diversos inmuebles én, en su dimensionamiento interno (de clon, con ‘otras act B be ciudad come yas los patios y las viviendas) y en los materiales de is fachada (que van desde la auténtica piedra de canteria a las io) Oras variables distintivas derivan de la forma de Is parcela edificable, mas que de la parceiacién de la propiedad, logia de los trazados en estclla Ue difusion ael los espacios res indirecta, Pese a ello, hay que sefial acompafados de un organigrama riguroso de la parcelacién que pe recomponer en un bloque tinico las pequefias parcelas de la propiedad!" La parcelaci6n de las propiedades, tendente a la maxima potenciacion de imeuble de rapport se repite, en largo de la calle, smpruniendo un catde- papel de La prog hhaussmanaiano esti, de hecho, indisolublemente Funciones comer plazas en estrella Todo concurre a la puesta en escena de una aeracién urbanistica animada por ei flujo horm- de las merean Los grands ravaiix, ademas de cambiar el rostro de oftecen modelos inédites y exporabies para viviendas de nueva formaci tiempo condiicior de instalaciones (luz, agua, 603 (peatonales y rodados) y condensador de encuenttos sociales Ia Fun hhegernénica de tzado regulador de la Fenomenologia metropoltana, ctudad-capital, disefio ce los conjuntas de “a4 ado habia sido inalcanzable sin un uso amplio y auto , Haussmann recurve al decreto de marzo de 1852 que, jose a las ieyes para las obras ferroviarias, de 3 ce mayo de 1841, sanciona la posi pictarios originales los terrenos expropiados cuando la super jada en las obras fuese demasiado exigua para construir en ella casas “decenies" Foreando la interpretacién de este principio, el Prefecto del Sena pretende incaurarse de la plusvalia inducida por las obras pablicas, revendiendo los terrenos residuales para incrementar los recursos finan- ‘ieros, En este punio se produce un inevitable conflicto entre los intere- ses privados y los pal a en una primera derrota para Haussmann, con wa del Consejo de Estado de terrenos residuales, privando al programa de una import financiera El episodio de los grands travaux viene marcado, por ‘una aparente segunda paradoya. A pesar de que entre los prensible si se considera que la est rece a los grandes sociedades los pequefios pr una inmedi exper contemporiinea, donde tenders siemp: veces bajo una falsa piel ideo Btneoerre Gravacuvoro La EMULACION HAUSSMLANMIANA EN EUROPA issinana ~elegido como paradigma de fopeas de la segunda mutad del ronssmo haussmanny igen, concebida por Albert Lindhagen en anal -omo gran dk ia de 68 metros de anchura, es 30 metros ante fa ineapacidad de impo- es relacionados con el suelo, fencién comparable con el paradigma Anspach puede contar, en efec spencon ae obras ecu on ol efecto d 1 epidemia de cblem de 1866, que sbae fas Fe cde las obra Hay, en Fecurso a esa estrategia 20 del siglo icin de un asentamiento de sobre un elegante esqu lada sobre el doble recambio, edilicio a las capas sociales menos e deja sentir el eco haussmanniana, aunque debilitado idn de los nuevos procesos econ! ¥ sociales y por el no despuss de la corso Vinzaglio (1872), aun mostrando afinclades Ge los Alpes, confluyen de manera evidente en el cauce de local de los médulos mofo) escogida en 1864 como ca sformacion redactado grands tra con cortes y directrices de travesia, ademas de la reorganizacion del sistema de pargues v la morfologia de los nuevos barnos residenciales, con trazados regulares, periddicamente mnterumpidas por plazas estrelladas y marcados por el tipo reiterado del gran bloque urbano. Se trata, sin embargo, de una porque, a fin de cuent ransformaci6n de de esos equipamientos mé '$ musrnas limitaciones estructurales permute concluir ‘que en Italia se afirma una estrategiz de la gestién urbana sustanciaimente dlisciata del paradigma francés, a pesar de algunas aparentes analogias forma- les (valga como eyemplo Ia técnica de los sventramenti adoptada en la misma apertura del corso Vittono Emmanuele). Tales diferencias se diferente papel jgado por ia renta del suelo ¥ por las sociedades inmobiliarias, que asumen un peso decisono de mucho mis vasto alcance en la determunacién del disefio urbane. a aciones, entre las cuales predomina sob: Coser en una trama unitaria las transformaciones ya real impulso de los intereses derivados del suelo. En ot (Como en muchas eiudades italianas) las ampliaciones decididas en et campo prvado anticipan y no siguen a las opciones del plan. En las ciudaces wtalianas, el mecanismo que impulsa el crecimiento turbano es ia concesion 2 grupos inmobiliarios de la edificacién ae artes de ciudad. Dichos grupos realizan, mediante acuerdos, por cuenta de urbanizacién sobre terrenos pre- cl uneremento del valor del suelo viamente adquindos, apoderandose asi ‘mismas. En este no Cavour, fopietarios de los terrenos (On de un proyecto para toda rovecto que seri rechazado en un primer momento por ia adrni- nistracion romana s6lo por Ia existencia de intereses privados enfientados, Bjemplos de esta fase de vasta expansion residencial son los barrios Esquilino y Testaccio, realizados ambos en el interior del trazado de los sectores de empleados y de A en comdn Ia regularidad del trazaco en damero (interrum- ier ¢as0, por el bancéntrico square arbolado de Piazza -gundo por una mis pe Feconocer el caricter de homogeneidad e individualidad de las partes de ‘ciudad construidas en el siglo X&X, a pesar de las limitaciones del plan ya la apan- Predominto de los intereses privadios que conducirin, al cabo de poco tiempo, al descontrolado desorden expansive oles presenta, a su vez, en la pro- de las dreas de nueva expansi6n (y de las propias intervenciones ‘in de lo ya ‘un predomunio de Ios intereses relacio- znados con la propiedad del suelo tan acentuado que le hace aparecer como ejemplo cast didasedlico del mecanismo de crecimiento “inmobi ciudad", El acontectm grama coordi le itereses contrapuestos~ es la epide” Onda de una emouva solidaridad nacional es ‘lamento la Ley para el saneamiento de la ciudad de poles (15 de eneto de 1885), en tanto que ya ba elabora un plan cuyo eje es una icados como foco de epidemia, une la estacién ferroviaria con el centro direce! La ley para Napoles determina un subsidio gubemamental de 100 millones (20 para realizar ios alcantarillados y 80 para expropiaciones de suelo), pero es significatwva sobre tocio por su tentativa de les expropia: venal y de las rentas sumadas imo decenio" Queda asi superado el eriterio sancionado, 25 de junio de 1865 y que se fundaba en Ia equivalencia ent ciGn por expropiacion y valor venal, para tener en cuenta anor de tenta garantizado por los inmuebles (a pesar de su ba efecto de la fuerte demanda de alquileres ‘Tras encamnizadas discusiones y modificaciones subsiguientes, e! reguiador general es aprobado en 1889 en la parte relativa al to" El municipio entrega todos los instrumentos operatives gubernamental, expropiacién, obras de infraestructura y recto del nuevo barrio del Vomero ~sigaific . de los upos euilicios y de los médulos morfal6gicos ya wentados en las granees ciudades europeas, s ssultado final de la operacidn “sineamiento” es fa expul ‘malsanas" del centro de alrededor de ochenta is © imperiecta imitaci6 produ tuna refuncionalizicin del orden urbano comparable a la fuerza innovado- ade los g adigma haussmanniano represents ba rents los rumbos urbari '5 igualmente cie 5 de lis diversas sa onienta- ras praxis paradigan insformaciones ‘que fnicer mencion ante todo del caso de Viena cidn que den vurbzmas, y ent 50 En la primera mitad del sigio xix la capital de los Habsburgo mu tuna singular conformacién urbana determinaca caciones. El trazado de fas mur encerrado, en efecto, un vaste suburbios (formados en él siglo xvi), e1 nticleo hi tencerrado a su vez en el peri las murallas renacentistas (1533). El indose por un lado a lo largo de or otro en el interior del nlicleo antiga bles ekigena 3060, la propiedad tnica y p: ‘Gratis ofrece Ia Gcasion para un programa de intervencion ejemplar por racionalidad y su elegancia forma. > Una primera hipétesis de proyecto tendente a realizar MOE estatales (Canoral Genie Direbiot) en Pero s6l6-después de un concurso snfernacional para el plan d= de Viena, convocado al afio siguiente, encuentra su definicion. edifieacién dat Rin das en al concurso (en el ‘royectisias), y en particular las mane}. \cros clasificados (F, Stache, L. Féster, E. van der Nil iccardsburg), son reelaboradas ¥ secompuestas por cl arquitce. {0 Loh, asistido por una comisién formada por funcionarios ministeriales ¥ por os propios autores de los provectos,'En el ecutive, custo Quintas partes del Ring quedan reservade’ 5 Tas Equiparmiontos cos A1GE_qionUMentos simbSlicos y representatives (el Radlaus Ge SCMMNTA al Parlamento de Hansen, la Universida el Burgtheater de Semper y Hasenauer, el Palacio de Justicia de Wielemans, la Opera de Van (08), destinando 5A id Semper y Ca Nos encontramos, pues, ante u piblica, ademis de guar a ia micrativa privada, esti en situacian de cara una amplia y cualificada parte de los profesionales locales. $y, dal emp de la arquitectura eclécuea revelan uaciones de una exaltaci6n reconea de los simbolos del poder, es también be, con estas obras, Viena recbe 1 cuada doracién de equipamicntas, pasques y-seFVi0s col bign wh diseno oro de su con (En ete marc entre Ia lstact inves los fedlores que conducen a los_ mos nuestra atencién en la redistribuci 10 vienés 2 través de los reglamentas e¢ Urbanisticos, merece al menos una menci6r de los reglamentos, aun- ssquizoftenis que no deja de plantear problemas, hast cel punto de que el imparible increment de la tamigracién y el ‘consi guiente aumento ck necesidad ce defini uaa 192 se conv expaasia el propio Wagner en tesis, s6lo aparentemente abs- merpretacion de un fenomeno De Viena parte, pues, a indicaclén.de un crecimiento urbano por ani sresiva, Como circulos en ea misma l6gica se atiene también ia expansiGn planificeda de Amterdaey 5-0 hasta qué punto J. G. van 120 propiso ven el plan abio en Pade realizado, ds 1866) una banda racial de fries y oacguce se ace 4 lo largo del trazado de ias murallas (poco ames deanna Amsterdam, Lo cierto es que ~quitis por inveha gular coincidencia de voeacion topologies ios basses Segunda mitad del siglo ik se agrepneee a tervenciéa poblica en el se econdmica y popular que, en ciertos aspectos, se ad Desde 1878, el ayuntamiento concede suelo en ci6n especial a una empresa de consiruccién para Ia edi obreras: un sistema que serd asumido por otras adminis ormente codificado por la ley urt la financiaci 01 que estab 108 y cooperativas para la edificacion de viv ici6n, pal de cox Fa un riguroso reglamento edilicio aprobado en 1905) y el encargo de Hendrile Petrus Berlage de ia elaboracién del plan de expate ‘sin de ta zona sur de In ciudad, hacen de Amsterdam un faro tefereneal en el umbral de una nueva epoca. TAS COORDENADAS DE LA EXPANSION CUANTITATIVA DE LAS METROPOLIS: 10S CASOs DE Lonpnes ¥ BERLIN Cuando se piensa en la expansi6n londinense del siglo xix convie! 10, cual fue ef mecanismo que godemé su equi dosis de empinismo en la planifica- wva prwvada sobre la pliblica® La lene sobre sus hombros una larga tradicion de control ba eroded de Greynn + Dancg, llega 4 Nash y Soane. El a cuestién urbana en el Londres de los primeros afios demosirado no s6lo por los refinados las aormanvas sobre andar), se puede de los componentes que garants- compositiva de los complejos residenciales londinenses. lo €5 vilido, sobre rodo, obviamente, para los barrios sefior 'y South Kensington, ete.), que, con res de ciudad mortol6: insportes Fe WweVOS puentes sobre el imesis, el perfeccionamiento de los embanements y la realizacion de fervenciones ferminales de renovaci6n urbana completan la rees- n de Londres confiriéndole el umbre de metrépoli simbolo dei res distintivos sensiblemente dife- cia de antiguos burgos ru ICO, que consigue con ello un atenta polities de gestién puesta en paticuea por el London Country Council (insttuido en 1889). Sirvigndose de los renovados instrumentos legistaivos (y ion de in periferia que se lleva a reestructuracién de algunos barrios € prictca tes (Boundary lo alternativo al tradicional crecamiento de la ciudad compacta. En este contexto, fa edificacion de Ia Tottercown Field Estate (1900) puede consi- derase como una intervencién piloto por ser una de las primeras aplicaciones icadas del sistema constructvo de los cottages en un barrio destinado 2 clon, por parte del departamento de 1853 y del plan regulador de 1852” hhay que buscar upol6gica de los Mietkasernen en Ia epoca federiquana’, pero s6lo a partir de Ia segunda mitad del siglo 16x este tipo edilicio se difunde por el tejido Beurperro Gaavacnuate 55 vurbano con tal racién que llega 2 convertisse en el signo mis llamanvo. las dimensiones ie cuadrada de 5,30 metros de lado). Lo que 10s dimensionales no es una reflexién sobre las condiciones Sptimas de habitabilidad, sino la posibilidad de un ripido maniobrar para sy demas equipamientos de intervencién de ios bomberos. En la ca, este reglamento edilicio se limita a indicar una volum Coincidente con las modalidades constructivas de los edificios y de manera particular en los barrios periféricos con construccin a bajo coste. Una vez mas, pues, asistimos a la determinacién distorsionada de una tipologia edilicia condicionada por motivaciones externas 2 In l6gica proyectusl A la rigidez del ceglamento edilicio se corresponde un igualmente radi- cal esquematismo del plan urbanistico elzborado, por encaigo dei mismo departamento de policia, por el arquitecto J. F. L. Hobrecht, publicado en 1862 y aprobado definstivamente en 1873. Dos rasgos disunguen la estrate- gia urbana propuesia por Hobrecht: ia atemporalidad y Ia extendibilidad virtualmente indefinida del recinto metropolitano, El plan esté dimensionado sobre una previsién de cuatro millones de hhabitantes. Aun temmendo en cuenta el acelerado proceso de crecimiento demogritico ~que ve a Berlin pasar de los 199.510 habitantes de 1820 a 884.478 de 1871, para 2 3,800,000 en la conurbacién reu en 1920- Ia pre sorprendente para la época en que fue nos [a da el de un: los 150 y 250 de profundidad), que subyace a la edificacién s ‘grandes bloques de varios pisos con patio, La simplificacion del trazado (s6lo en ocasiones ‘espacios vacios de unas pocas plazas rectangulares o en con el gusto de la época) resul de la propiedad del ciudad en seguida te 6 oamelies, adnsnngein nel, paler nd sca Be Bes 105 del siglo XX, en los grandes blo- Como es sabido, precisamente contra este proceso de cre- cimiento urbano ilimitado, compacto y de alta densidad, se alzard en esos muismos afios un movimiento de opinion encabezado por Hermann Wemer Hegemann, Otto March y Paul Schultze Naumburg, fas inglesas sobre Ia ciudad jardin, conside- ran como modelo residencial los barrios suburbanos de baja densidad, poniendo las bases de la estrategia proyectual de las Siedlungen, EL PLAN CERDA PARA BARCELONA: 1A FUNDACION DEL URBANISMO CIENTIFISTA EI plan de ampliacion de Barcelona elaborado por Ildefonso Cerd y Sufter en 1859, a pesar de mostrar algunos indirectos puntos de confluencia con el plan de Hobrecht en cuanto a la ingenteria funcional de la maquioa ‘urbana, se diferencia de éste en un punto decisivo: Ia propuesta de iniova- cién upolégica del edifcio urbano®. Al edificio de varias plantas y patio cerrado ~que, como se ha visto, representa el médulo mas ampliamente difundido de la expansi6n decimondnica- se contrapone el ios abnertos, ealizados sobre s6lo dos lados de Ia parcela ed tunando a jardin la parte restante del terreno, Se anuneia asi la idea de la “ciudad radiant es, el principio de ia estrecha integracién de ia alta densidad de habiiacion con lo Esta propuesta practica de la vision funcionalista aparece motivada desde el punto de vista te6rico como un retorno a los pr i6n urbana, con vistas a una tendencial “rural ‘sin embargo, de una idea que se queda en idas, acss0 por su pro las sucesivas reglament peta de la manzana sobre el modelo del edi Fesponde mejor a l del suelo. Queda asi uuno de los te6nico del‘plan. Lo que resist, por contra, es el rigor ce la ciudad. Se de as casones ¥v los 60 0 incluso 80 metros en los ejes principales) ingulos de las manzanas son achaflanados para favorecer el 2 estatica de las uniones). En absolute que sigue contta los vientas dominantes ¥ cf 9, s6lo por das grandes del meridiano ¥ el pai aspect: idades evidentes con los ct ‘modemios" de planificacion de las grandes ciudades de nueva funcacion “1 mis que con los ejemplos europeos. Y ello aunque Ce de Haws lo es la indica- ndcleo histnico, duce operativamente en una imientos colectivos 2 adopaar (siguiendo reglas ada uaa de los doce barrios en que se vadad con un grado las luchas armadas como comandante veion de 1854 y se habia unido a ta bata Srquitecto Rovira 1 Tins Del anilisis comparado de estos dos proyectos contemporancos emerge, subrayar tambi 3 de Unwin y Parker de programar bbrada variedad de las partes que componen el asentam la puesta en escena de una dinimiea que imita en miniatura la complejidad urbana, No faltan, por otra parte, momentos inspicadas en el monumentalismo clisico, como el trazado en pata de oca convergente en perspectiva sobre ei julico Central Square. Lx misma implicacion proyec: tval de Lutye ¥ ofros determina un controlado plucalismo formal que se incluye en la estrategia polifénica de la compasicién. El dosificado cécrei de antinomins provectuales, funcionalidad y pintoresquis imo, respeto a In privacy y sentido de la comunidad, repeticion tipoldgica y variedad formal, hace de Hampstead un verdadero paracligma del garden ‘subterb del sigio XX, un tipo de asentamiento que, aunque en diferentes eglinaciones, tendrd amplio eco en Europa y América "El impulso a huir de las grandes concentraciones urbanas permanecien- do, sin embargo, 2 una distancia razonable del centeo se nutte indudable- mente, aparte de motaciones l6gieas (el privilegio de una casa unifarpiliar con yardin 2 un coste contenido, con un ambiente higignico y cusdsdo), de luna componente emotiva por asi decirlo ancestral, Como ha sefialado Lewis Mumford: -vocar al patio, no hecho de que los suburbiosfucsen en su origen comunidades pecwends ¥ 2040 roma tovo os conrecunca sees evolucion (Go de algo que esustllo de be aun respondiendo a exigencias habrativas de particul difusion en el ambiente anglosajén, el movimiento del garden-suot __encuentra en sus comienzos.no pocos obstaculos legislanvos. Pa Zacién de Hampstead se impone, en efecto, una modificaciéa de la legisia- cin entonces vigente, propuesta en 1906 al Pasiamento por Hency Vivian ¥ aprobada con la denominacion de Hampstead Garden Suburb Act. preludio de la mis compieja revision j 1 lievada 2 cabo con ia Housing and T No hay que olvidar tampoco el papel desempeaado por los apéstoles de la garden-city y del garden-suburd en la definicién del nuevo ambito inar del town piannung, a través del establecimiento de asoctaciones profesionales y escualas en estrecho contacto entre si, 1a promocién de exposiciones y congresos, la redaccién de revisias y ensayos especializa- dos, ft participacién politica y 1a amplicaci6n directa en intervenciones » Encontramos a Unwin en el grupo promotor del Town into con Thomas Adams (primer admunustrador de iverpool) y 2 Thomas Hayton en Liverpool de Ladscape fundaaa en 1914 ~forja de tes pero de gran espesor cultural~ se adhieren también, Patrick Geddes v Thomas Horsfall™, que fades dle mayor relieve en esa fase de ges- aismo angles. LA DIFUSION INTERNACIONAL DEL, “GARDEN-MOVEMENT” Un momento decisivo de confrontaciéa enite las diversas posiciones no s6lo en su propio interior sino a escals internacional- viene dado por la Town Planning Conference, organizada predomiaantemente por Unwin pari el RIBA (Royal Institut of British Architects) y celebrada en Londres en 1910 en la Royal Academy -k Geddes ia ocasién para divuigar Jos resultados ‘Sse Ure oo im en ia Town Planning, convergencia de pasiciones entre las en oposicién a tas sostenidas por ct anglesa de la €po En una posicién intermedia se sua, por con- ‘cus alemanas en equil tuones de la ctudad} La imporan es bien comprendida por Patrick a haussmannians las suges- nte de fundamento st se prens: an un Congreso rue cu Eynora Abercrombie emprende una centre las diversas Sies verdad los primeros aos det siglo uns \cion del pensamiento usbanis- ‘que és1a no asume connotaciones autéctonas ta de un intenso intercambio de expe- raps y de América. Tal intercambio es, por que el mismo ato de Ia pudl del cnesius da a la ampres ‘be Haus, que represe: as, sino que se Aciss Con otfos paises de 1235 bajo de ta clase obrera (en base a la Férmula: salubridace , propuesta mas tarde de nuevo por Henry Ford), acepcién como el concepto de ciléjardin es recibido en los ises francofonos. Piénsese en el pueblo obrero para de Winteriag, en Bélgies, o en , determinada lun articuiado debate sobre Jos modelos de intervencién dominade por idea de confiar a los subur de pieza estratégica en el tablero de un plan de con- textual potenciacidn del sistema de transpor Entre los defensores de esta estrategia destacan las figuras de Van d Swaelmen, arquitecto-urbanista embebi 2a en el area sudoriental de Bruselas denominados Le Logis y Floreai, y Antoine Pompe, que, desp como disefiador de gusto rt Noweat, din de Havtrage-Nord (1921) una on desemboca en la elegante cottage inglés en el compiejo residencial de Kapelleveld (1922-1926), realizado =n ‘Woluwé Saint-Lambert En una posici6n intermedia entre racional y pintoresco s¢ sitia el asen- tamiento llamado "La Cité Modeme" (1922-1 sobre todo, cin de esquemas 2 redenis en las bandas 's dei barrio. 126 inforesco; precisamente en Bruselas seri estig- § Suburbios-jardin en ese pia Woningwer que urbano, Pettus Berlage lo sus importantes planes de amplia- de Amsterdam ciudades holandesa merece la pena detenernos en las Veewi diseflado sobre esquemas de funamente reinterpretados, sufre uaa fuette rain | conflieto bélico. Cuando en 1916 se reanudan las A arquitecténica del Tuindorp es confiads, siguiendo yecto, culminado en 19 anglosajona ope ‘como consecuenci obras, la proyecta idas para sus propios ipsdorp, en Eindhoven, y Het algunas sig aunque sea de forma epis6d las Tecepciones de las resis howardianas. El Wo ¢s el del plan del Gran Helsinki elaboraco en Pero no realizado. Heredero de una t ona pero abierto 2 influencias te6: abo en Ia redaccién del plan una origr. te y de Howard. Al prefigurar la fiza una gran artera que, insinuindose dante, habria representado el cauce de lin inmersos en la vegetacion. Asi, expansion de cen los declives di conexién de una sticulado sobre un plantezmiento a domuaado por un geaa vial arbolido, es cancebido como obra-mai lades contingente adhesién sdeolégica irb paste de profundas cor toda Europa ~desde 128 idad de su disefio urbano, sirve como caso cjemplar a escala ‘onal le casas de bajo coste— in encuentra sus mayores defensores e (Turan, Treves, Schia sma morfoldgico del fe algunos exponentes y por mouvos diferentes en algunos 1, que en 1909 (fundado en 1908) y redacta, con tai inglés del gaiden-c i Bon Marché (que opera en Paris desde ei Congreso de 1889). Ts tesis de la “descentralizacion” de las resiiencias obrerss es sostenida en'base a la constatacion de la innegable ventaya econémica de las edifica- clones periférias, debido a la caida de la plusvalia que en los terrenos cen- trales viene inducida por la renta poscional. Pero ao es dificil captar en el testo, como auténtico movil, el entusiasmo por [a eallidad urbana de los pue~ bilos-ardin ingleses, visitados por Schiavi en el transcurso de uno de los viajes de estudios organizacos por Benoit-Lévy. Los “pueblos ce casitas" son vistos como pequefies cliseos del mundo obrero, porciones de paraiso fen un suelo barato. Sobre [as consideraciones econdmicas y sociales preva lece, en suma, Ia complacencia esténca. Fl ensayo culmina, emblemitica- mente, con la entusiasta ¥ aat descripcién ef "Milanino”, "la pr mera ciudachprdia que surgird en Ilia a die2 klémettos de la pitzza del Duomo, en el Comune de Cusano, en una localidad salubre y bella™” En el “Milanino” =promo 129 por la revista Le case popolan ¢ ja citta lan de 1906 (donde plos de pueblos de casitas con jardin), por congresos como los de populares ce Milén (1910) y Roma (1911) y por numerosos ensayos, entre los que se encuentran ~ademds del y les pequeis volo. adoptados en Europa en las intervenciones de casas po} vez al bloque plurifamiliar como modelo 6puimo"™ En tomo a los afios diez predomina, en lineas generates, entre los “progress in entusiasta del garclen movement. Sin embargo, como el presidente de la Unione Cooperative, Luigi Buffoli, en el Congreso casas populares de 191 .do a proporciones mas circunscntas, dando origen , que sepresentan su realizacién a escala reducica Bero, con todo, 2 razonable redimensio- In praxis consiructiva ce los suburbias a base de ‘asitas tropieza en Italia con difcultades notable que esperar a la post ‘guerra para que el Istituto Case Popolan, bao la guia de Schavi, iogre realizar la intervenciones-prdin programadas con el apoyo del Ayuntamiento de Min, Las ‘obras que se inician en el verano de 1919 darin cuerpo, asi, a algunos de los escasos fragmentos realizades de esta tensi6n ut6pica (Campo dei Fion, Baravalle, Tiepolo, Gran Sasso), construidos, por auo lado, en un lapso de tem po sorprendentemente breve para es0s afios (500 viviendas en cien cas) LA TRANSICION DEL MODELO DE LAS “GARTENSIEDLUNGEN’ ‘8-105 BARRIOS RACIONALISTAS EN ALEMANIA profundos que pone Siedlungpolitik de los eras, aunque ain vagas, inspiraciones en tos modelos de 10 del bousing britinico encontramos, por un lado, Arbeiterkolonien de los Krupp en Essen” y, por otro, Ia Kunstierkol realizada en Darmstadt a partir de 1901 por iniciativa del gran duque Ernst provectual de Josey Por singular que ello pueda parecer, es ‘mos de la casa obrera y de la v gicas de la villa campes- Mackintosh, Voysey y otros). de las construcciones nuevo modo de const Berminico y eslav0. Muy pronto, sin embargo, el zeclam popular se traduce en una voluntad de libertad expresiva y de reelabora- :malmente actualizada y completamen aginario pintoresquismo vernaculo se funde con el auevo decorat 131 Un nexo mis di co con Ia dea det garcten-suburb se halla, por contra, en el suburbio per rico proyectacio por F Puetzer en los alrededores dle retorno a ka pureza idbeuis une Garten © de los que queda un Végeles™ sido preparado par los diversos co y visceral, a partir de los nas hasta los partic cen la mayor parce de los casos, de asentamientes de baja, ‘caracteres tipologicos dé respecto es el Mana um-WaldhoF (1912), donde el asentamiento urbano ~con el gran Svalo residencial atravesadio por grandes viales arbolados- remite con mayor inmediatez al modelo de las Restcenzstddte del siglo xvi (Karsiruhe, por ejemplo) que al programa 10. Del mismo modo, et suburbio Leipaig-Manenbrunn ~ealizaco 1910 y 1913 como intervencién modelo del movimiento de Ia Garienvorstac~ muestra los caracteres tipicos de las pequefas ciudades alemanas de colonizacion de los terntonios rurales Werks los temas te6ncos puestos sok cofrecica por la Gartenstadiges En ningun ovo lugar ~esc la digondad humana, en rungun cfvo lugar ta plenu de lor valores humsnos es tan cer aman” y saparecen la época. Piénsese e morada campesina como simbolo de en: 3s juveniles de Hermann Hesse, que de un viaje destinado a no tener meta, Ia nostalgia de Beueoerro Gravacnuate 133 August Endell, al deseo de “Iujo" del que habla Werner Sombart 0 a Ia misma desencantada aceptacion por parte de Max Weber de Ia estructura dela contemporinea como producto hist6nico ineversible. Una Weltanschauung que encuentra mis bien ini rectos puntos de contacto con fa critica lanzada por Georg Simmel conta ei denodada defensa de los valores de una c por el aceleraco proceso del ewilizaci6n indus co-regresiva. Contemplada a distancia, la critica ala “ausencia de alma” de la era de las maquinas muestra los signos de racionalidad de quien busca el freno de emergencia de una locomotora lanzada con ingenua euforia hacia In meta lejana de un progreso improbable. ‘Al margen de metiforas, ia renovada reflexion sobre las técnicas cons- tructivas del pasado y sobre Is cultura del habitar de la eivilizacin rural es esarrollada por Tessenow con merecedor de mostraron incluso parte de quienes ‘8 modo de ejemplo su icistica defensa disintieron de sus posiciones. Val jado en faldén” acogida en. rema claridad del pl egativa de la ausencia de prolijidad", donde se manifiesta ipequefia ciudad” con una inmediatez mayor que en sus deciaraciones ver- bales En el tema de la sachliche Schonbeit *de un modo de construir Hisromta occ Unpawizma cn Eunors 14 simple, naturat y sacional", Tessenow se encuentra con Muthesws, al que acompafia, ademis, en el encargo de proyectar el suburbio-jardin de Hellerau, junto con Riemerschmid Por encima de ins no descefables diferencias lingti rico Hermatsti! de Richard "as entre el pi ierschmid, el ascético Klassizismus de Heinrich Tessenow y el asunétnico Englischstil de Hermann Muthesius, {queda sin embargo como un dato comin entre los cres principales autores del disetio de Hellerau la voluntad de verificar hasta el fondo tas posi dts y los modos de una reactuali ici6n de la wadici6n” Pero, como es sabido, sera Muthesius quien, de los tres, asuma con mas decisién el papel de organizador cultural y de animador del debate teérico" Por lo demas, su vocacion cle "embajacor” de las innovaciones técnica y linguisticas de It arquitectura anglosajora la habia manifestado Muthesius ya desde 1895, cuando, en su calidad ce agregado de la Embajada alemana en Londres, comienza a enviar a Alemania articulos sobre Ruskin, Morris y, en general, sobre la englische Baukunst Es sobre code con la fundamental publicacian de los tres volimenes de Das englische Haus como lleva a term ‘no Un programa de investigaci ta del habitar” que va mucho de Jos logros técnicos y formales de los protagonists ingleses de la renovacién del paisaje doméstico y Das englisce Haus es, si se mira bien, un verdadero “tratado. 135 unos principios con inglesa es elegida como parac ;abre nigurosos critesios de racionaliciad y (desde su genesis en su revision victonana) aparece marcada por de'cada pieza, i¢ por la forzads homaloga- de los espacios de las palacios teibucion de hasta sus extremas consecuen- istas de los aos veinte, Son indiv- observaciones y Bournville Se ha aludido ya al papel Mutheswws, pero no menos signifi: Fritz Schumacher v Peter Behrens a igacio por Tessenow y icin de Karl Schefiler, debate. En absolute secundaria es, n que se registra en la propuesta de los modelos Werkbund y el movimiento Ge la ciudad jardin a prin- raccién viene testimoniada por Ia adhesion oficial inenstadigesellschaft al Werkbund, ademas de por el tineranio inte- lectual de fos es aciores de esta aventur Es embiemsnico el caso de Mutheswus, "padre" del Werkbund y al mismo imbro de ta Gartenstadigesellsch: a ent 1909. Tanto es asi que en se reserva un espacio pa de Werner Hegemann, Karl Scheffle muchos de los futuros protagonistas de la desde Mi foverdes deter caburbeerssardin e fan credadera Probablemente In misma entusuista recepci6n en Europa de los dos volimenes dedicados ~en 1910 y 1911 por Ia editorial Wasmuth de Berlin a las praine houses de Frank Lloyd Wright denwara de In hipétesis ideoldgi- fea de confi nativa a la Groszstadi, mis que de la obse~ sién por la casa pionera, elegida como paradigma de un construir enraiza do en Ia terra y en los valores primarios det habitar. La critica al modelo de expansi6n “compacta” del Berlin decimonénico encuentra en la elaboracién teérica de Karl Scheffler una primera salida propositiva que conduce a nuevos paradigmas de diseiio territonal. Al for- ‘ular el organigrama de la ‘metr6poli ideal" -en ei ensayo Die Arcbitelrur der Groszstadt, de 1913~ Scheffler termtorio que ve precisamente 2 los suburbros como satélites residenciales que giran en torno al polo gravitacional de la city, En este sentido, su teo- fa muestra afinidades mas evidentes con {a revision de Unwin Cy, de manera mis general, con los expenmantes ingleses y americanoe costineos) que con la formulacién originaria de Howard. Ea todo caso, es significative huallar ta influencia dei garden-suburb movement incluso en émbut0s tée cos completamente ajenos al romanticismo atin una logica para el desarrollo ce la mete imiento urbano por unidades celulares separa verdes pero conectadas a la cily por una eficiente red de transpores~ sera de nuevo propuesta por Paul Wolf en la nal esquema que prevé tres ai jardin de 100.000 habutante vy tendentes a indivi- le Michler, en 1920, de aplicar a la especifica drea metropolitana berliness ua plan territorial que prevé La realizacién de barnes residenciales dispuestos en corona en (orno @ Ia citl= dad-capital (con un radio de distancia del centro vanable hasta un maximo de diez kil6metros)” Un inciso aparte se impone para los proyectos a gran escala elaborados fen esos mismos aflos por Fritz Schumacher para las Areas metro de Hamburgo y de Colonia. En dichos planes no sélo queda exal estrecia complementariedad entre el armaz6n urbano y el habitat agricola, sino que la propia técnica de representacion geifica llega a mostrar una acentuada analogia con las formas de las hojas y las flores, La alegoria orginica alcanza aqui su limire excremo™ ‘A los inicios det sigio se remont gran protagonista de la cultura argu: {a participacion de Peter Behrens ~tro alemana~ en el debate sobre Beweoerre Gravacnuacro ner Tageblatt cl 5 de marzo de 1908, en el que son objeto resis formuladas por Ebenezer cas sobre a xis constructiva de innegable legado in, 5e puede ver yemas de los garden-suburbs lanteamiento plano volumstrico de los e Lichtenberg (1915) y en Spandau (1917). Es, en al proyecto de un compl rerraza, elaborado vuntamienco de Viens, donde Beneens llega 9 avanzar una -corems del habitar en el verde ¥ en la luz sola. De este sustrato (e6rico se nutrird también, a su manera, el Trabatenprinzp adoptado por Ernst May en la construccién del nuevo Wagner en (0 Max Berg en dle una opcion de con era explicit en los textos de fos autores de tales experiencias y, pese a ello, con frecuencia obliterada por las exégesis “candnicas" del movimiento modern, en cuanto que ajena al plot na En este sentido, es inequivoco el ensayo Sied por Taut en el Japon en agosto de 1936, en el que traza un balance auroa- en Alemania Desde las primeras ineas Taut subsava la influencia deciswva desempefada en su formacién por la edificacién de dos asentamientos-jr- din proyectados antes de la guerra por encargo de la Deutsche Gattenstadt Gesellschaft, para concluir que en una eventual historia de las Siedlungen no podria prescindirse de ia aportaci6n pragmiitica y tebrica de esa con- cepcion urbanistica de los primeros afios del siglo que dio “inicio a ua. Los dos asentamientos mencionados por Taut son la Gartenstadtkolonie Reform, realizada en las proximidades de Magdeburgo entre 1913 y 1915 para los obreras ae las fabricas Krupp-Gruson (ampliada después en varias Pi ellos un no realizado asentamiento obrero de 1905, se dej corrosiva en los afios de la inmediata postguerra" is a pensadores de diversas épocas y de diferente estatura t umaginando aladas por pequefios 10". No sdlo en I jones coneretas di ‘miento de las cudades-jardin, El ejemplo que lo demuestra es el mis célebre'de los barios realizados, por Taut: Ia Gross-Siedlung Britz, construida en Berlin entre 1925 y 1931 en. colaboracién con su hermano Max y con Martin Wagner, En este aso, et tejado en pendiente es sustituido por el mas “moderno” tejado plano Cabandonando el “estilo de pajar” que distingue a las Siedlungen magdebur- mizaci6n de la obra Cepe- nde vagonetas sobre rai- Tampoco es casual que este proyecto sea elaborado después de un viaje de estudios realizado por Martin Wagner y Bruno Taut a Inglaterra con una nde las Deutsche Gartenstact Gesellschaft. No hay que olvidar, en efec- que el disefio en forma de herradura ya habia sido propuesto ~aunque a wazado viario~ p (Cen la Newcastle Cottage de los pri ai ando a ser después uno de los esquemas tipicos de ingleses. La de construcci6n-de Ia Si {cance innovador del extraordinario proyecto urbano ideado por Wagner y Taut ~que, pariendo de peqi ‘en una gran composicién técnica y formal ay que poner de relives ho Sbsante aed de sutles los entclzado gue liga dente les ortgenes oe potagonisas del Neues Bauen con la ews uel grrr evo mismo Martin Wagner se adhere desde antes dela gett soie- ciudad jada, adems de mantener breves peo sigh clones con Hermann Muhesrs (en Bein ene 1908 Schumacher (ea Hambigo en 1911)" Fara le omen ano poyeetal es deciivo, sobre todo, sueacuentee con fgge, tedrico de una tan 2uge probable entendisa como progatna de “socalzacion del ere das Ge los noch meant el Culeo crecto de un trozo de terra anexo 9a case” Bintoerre Gravaanucre En 1912 Wagner pi de Rustringen, 1a obra de Martin Wagner no puede ener estas expeniencias. Después de Lindenhof, se adentrara en el labeniato de 38", termmnando por atravesas, en su calidad de (desde diciembre de 1926), el entero ubanico de los pro- bblemas técnicos, policos ¥ econémicos de In gesti6n urbana de una gran civ- dad. En este recorndo se dis mn por la de “Sociedad En 1929 mantiene enla pnmavera de ra todos"), en In que expone los resultados de un ‘concurso convacado por él mismo el aio anterior. Reaparece ast la idea juvenil de un hueno para el autoabaseermento del colona, luso en una mis acentuada vision orginica que prevé un de la casa. Y no puede sorprendemas enconts -seloh, una comunidad que, segin sus brevivir produciendo y vendiendo: ¥, por decitlo con sus propias palabras, “conchas nes ce personas sin 5 casitas en grupos de propuesto por Tay 1 citadas con, nyla subsiguente consideracién det hue in como indispensable prolonga- ccién de la casa, estancia "abierta” en Ia que el alma “respira‘~ no es algo igaciones™ La juvenil adhesion de Ernst May a , Por ejemplo, algo tan conocido Formaco en Ia escuels de Theodor Fischer en la Technische Hochschule de Munich, May cumpic entre 1910 y 1912 un periodo de aprendizaje en Londres en el ‘own planming office de Unwin. Ello testimonta su directo y profundo conocimiento de Ias nuevas orientaciones del urbanismo anglosa- jon, Entre 1919 y 1925 realiza en Silesia algunas Siedlu ies a medio camino entre la mspiracién unwiniana v fa recuperaci6n de tadiciones autoctonas slemanas, Tampoco es ajeno a las teorias unwinianas de los nGcieos urbanos sa propio Trabatenprinsip (principio det erect mento urbano de desarrollo “intecrumpido") asumicio por May como est tegit de asentamiento de fos nuevos barrios realizados bajo su direccién en Frankfurt entce 1925 y 1931" Bewcoerre Gaavacnuoto Strahlenberger Lehen-, de impli sma periferia de Prankfu ciudad y campo Ciertamente, todo el sobre un mecinico y a yectacion urbana anglosiyones. Es innegable, en efecto, el proceso de pro funda reelaboracin de estas teorfas que lleva a cabo Ernst May a través del de los manuales alemanes sobre el fendmeno urbano (de Eberstadt a Schefler 0 Wolf) y sobre todo a través de una ngurosa reflexién sobre la Identidiad especifica del proceso de construcci ade Ia ciudad de icfor. La superacion de los aspectos mas rominticos y retrOgradios de la la adopcisn de altas im, Romerstact, en sélo en los posteniores y no realiza- dos proyectos eiaborados en la URSS se ate fay a una extremada adopcion de to: sntos laminares racionalistas. En la mucho mas vada a cabo como arquitecto-jefe del Nuevo Francfor se registra, por el contrario, una atenci6n a la vocacion topolégica 0s, un sabio disefo de la vegetacion ¥ una ligazén con wudad taa profunds como pars hacerla immune a los equi lismo exaltado. aunque sea en extrema sintesis, tos érminos det debate que se abre en forno a Iz cuestion de la viviendi en los afios de Is gestion socialdemdcrata de la ciudad-capatal (1920-1933). que se concentran lavaderos breve periodo en que ocups el venda de Ia ciudad de Viena compositive extremadamente simple que recurre 2 elementales procesos tecnol6gicos (por ejemp| das sobre muros perimet Beneoerre Gravacnuore a Ia upologia de las casas en hilera (en por Leopold Buuer en 1919 en werer Zeit™ En noviembre de ese ena convoca un “Concurso part barno-prdin en Viena" En este contexto, 10 como ideoldgico, Jn idea de realizar en la perifena urbana un area de mediacién entre cudad campo parece cuaiquier cosa menos ireflexiva ineos de lucha por la casa, como Is ocupa 1§ a procurarse (mediante ) los fondos necesarios pari cons ‘el modelo nacia de la proyect den Viena en 1932 En ei plant se hace patente, en efect queda de una nu zacién de la viviends. & va estandarizada se contrapone una iavestigacion sobre la variacion tipolégica diferenciada en relacién con una mis vasta gama de-exigen- cas individuales. En otros términos, lo que esta Siedlung quiere demostrar es la posi dad de ofrecer, dentro de los limites de unos costes contenidos, una plura- lidad de tipos edilicigs insertados en una equilibraca celacién can la natu- raleza, extendiendo a las capas populares las exigencias arquitecténicas ¥ ambientales de ia residenca burguesa suburbana. No es casual que, de entre los arquitectos alemanes, el tnico invitado sea Hugo Haring (defen- sor de una orgamsche archiicktur tendente a plasmar lus conformacicnes casa Schroder Figurauvos neo; Loos. ‘Aunque sea en fos limites de una expen: de superacion de Ix contradiccion centro-p: ia curcunsenta, fa hip6tests ‘es formulada en termi- fos soctalmente avanzados. Poco tiempo después derecha iniciarin un duro TA IDEOLOGIA DEL RETORNO 4 La TERRA. EN LA ALEMANIA Det Im REICH Hegada del nazismo se cierra un ump wade cope namin) 8 1934 €l Werkbund alemén ~simbolo de lo sige nee Woumas camenticion en arquitectura y diseho industrial Gn ioe ate ne Weimar es objeto de una refun nacionalsocialista. Un: am Kochenhof, con Schnutthenner como antites van der Rohe, Feng mot, por lo dems, ia tosquedad del staque nazi conta el sa yetie modemo, staque que desembocari en el wonanen triad de las escenografias urbanas inseritas por Alben Spee Ludwig Troost y otros abanderados del regimen eel c Pero itano que clige como estrella polar prop Perdidos valores de la Alemania patnateal y rural wae Ga Greet del mto dei “retomno ala tierra", et modelo de agent hay nique dace miersedtingen recibe, i'3u modo, un nuevo imu no fav nt que decir que las motivaciones politieas que subyaree ote nueva fase de programacion de los barriosjatdin en Alewonn eet rofundamente diferentes, he Tacoloela ancturbana de cone nazi se mezclan motwvos proceden. ecg fuentes diversas, que van desde la densa ¥ augesis coger la Oswald Spence, la “eivlizacién de tas maquins” plactencs por eee gPengles en Der Untergang des Abendlances lin eengacs de Ocercerse, 1918-1922), a las viscerales al lizo indisoluble entre “tierra y sangre” lanzad; Iter Darré en Das Bauernium als racer aduale der norciscbon Kasse (Los campesines come agus rier la ‘rasa nbviica, 1929) y Neuadel aus Blu und Boden (Nueva arsioncens Ao {a sangre y el stielo, 1930), hasta las delirantes teorias de Ey el nomadismo, Formulaciones mis directamente it Hogg contra lacionadas con los aspectos formales gue orientaria Is. pre 2 ia arquitectura rural det Tercer Reich se deben a Paul Schultze-Naumburg, quien, ya en 1936, cena manual Abc des Bauens, emprende una investigacion sistematica de nee icionales para detenerse tres afios después en ff casa alemane (Das Gesicht des deutschen Hose { ta eas alemana ~ee lee en et Sin lugar a dudas, es precisamente el impacto tnera vista diferencia radicalmente ins Siediongen r los ejemplos precedeates, El recurso ale mento: folkl6ricostadeionalesy, sobre todo, al tejado ee cogaas fo dente (“ningan alemin que se reapete quiere vivic Dag va eps Plano’) exaspera celiberadamente el carter campesing ae lon wee fuentos. Pero as antinomias no se limitan a los mpecios speséennee | Micmteas que las Garcons propia concepeion e su #0 volumétrico una tendencia 4 Ia ides de “comunidad social, las colonias del Tercer hewn nn, Principio de individualidad en la casa campesne noe eee faaciones de las Siedlungess en Aquisgrin, “Adolf Hitler” en Ludwigshafen alkensee" en Berlin v *Godstein” en Francfon. El esqueme ren feuttente es el de a casa asada dotada de hucrts aoe ee “de ara sobre un teeno fuerementefragmemado$ presets oer ios de destino colectvo, la opcién por este planteamiento no denva de valoraciones em voca estrategin politica busaca eh is hy autarquia ¥ el auiosostenimiento ve cada Son Probe ds tun tado, la prolia seri de entudios sobse ai imensiones del nuero esenciaes pars rch para slimentar x una familia media 9, pot lmapatidas en Racicar a fs rabeyaores en elsusio por EW nace ees Bonsable para los asentamentos en la setearia del Folter™ Line ares Ulerior nos viene daca por el texto redactato en 1939 for F Sena eee ilungen de los ahos veinte mosttaban en la SEF Stent, dec Ja de mente propagane conjunto de un pabellon par rente de las plantas-upo de pequetias villas rurale, ideograma howardiano. Los ejemplos nen dados por s calculadas en cada uno de sus 908 de recorndo entre residencia 20 de permanencia v eficiencia u dimensién y disefio plani- le Goring, desunaca 130.000 las oficinas 2Jes ortogonales y circuns- de los trabsadores desde 5, distribuidos de re V con una densidad cada vez mis degradada en los mic. waguina urbai mn_de estos esquemas planimétricos se sive ia model tada desde mediados de hallarse, 152 ejemplo, una ini enite el planteamento de! Volksburg paradigna det *p de amplia difusion en las revistas de id de expansion del concéninicos. También se entrevé una vaga dante del asentamiento fos modelos urbanos con los que se fantaseatya Reich puede hallarse en el volumen de Feder parimetros de e: del conflicto deando sobre et papel nuevos model tas las crudades obreras de la Hermann-Gos haciendo que queden incomple- 8 V Ia Volksourg, [RURALISMO Y CTUDADES NUEVAS EN LA ITALIA DEL PERIODO FASCISTA Mas empirica ~¢ incluso se mente refractaria a teoriaa ciones abstractas de modelistica urbana se nos presenta la experienc: 11 de edificacidn ce puebios rurales en los veinte aiios fascistas. Es to que Ia edaccién de textos como La citta mocierna de Cesare Chie ‘Orico-manualisuca de amplias muras que presta ui va atencidn los sistemas de descentralizacién urbana mediante ie) y In elaboracién de nuevos paradigmas como 1! village} fascista de G. Patrizi (1938, un asentamiento circular ea anillos concéntnicos sureado por ocho radios y dominado en el centro por una de vigilancis "panéptica") se encuentcan en si con las coetan ‘menores como Richard Korherr, cuyo ensayo sobre la “muerte de los pue- bios” se taduce al en 1928 con un prefacio del propio Mus: ‘campo sobre la ciudad” sea agiteda como estandarte de in ideologi oficial del régimen, la praxis constructiva de igue stendo algo exigua y, en todo caso, emnacional del gardien-subuirh, con jos modelos de ascendencia angio- 2 los ejemplos ya citados de los dos primeros decenios del siglo. La tentativa mis emblemitica de ap! ciados howardianos es a representada, en los aflos veinte, p Jardin cle Aniene, que se apaya, con wa elegante trazado curvilineo, segin Giovannoni, sobre las iaderas del Monte Sacro, en los tos de Roma. Pero se trata, en ngor, si tenemos en Cuenta que el afio de micio de las obras es el de’1920, de una experiencia prefascista. v una experiencia que, ademas, se verd bien pronto subvertida Gebido a ja sustitucién de las pequefias villas por ed Gad, Por otro lado, no pueden incluirse en un tratamiento de fos suburbi Jardin las caéticas vicisitudes de Ia construccién de los asentamientos d pperiferia de Roma, surgidos las mas de las veces como espontiineas y abu- 's agregaciones de barracas que seguirin careciendo de los huertos cul Wwables y de los servicios bisicos incluso en los pacos casos de interven: icas” (S. Basilio, Porta Metronia, Acilia, y otros). E igualmente fallida resulta la tan cacareada voluntad de" 5 ciudades’ disefanco burgos rurales en los micgenes de los nicleos urbanos exis- tentes, Baste pensar en el caso del plan de Foggia de 1928, ejemplar sobre el pape! pero ampliamente incum, sajona hay de estos veinte afios en el ia amplia labor de bonifi- iada en diciembre de 1928 (con ia ley al respecto) pero ya preparada desde los primeros afios veinte I estice como cimara de amplificacién propagandistica de ese furalismo de trinchera anunciado desde las iavectivas antiurbanas del curso de la Ascensién” de Mussolini de 1927, al que seguirin las histridni ones del propio Duce en ta “batalla del grano”. Pero, por enc ma de la nmbombante retérica del régimen, es intiegable el avanzado nivel del programa formulado por Serpient, que no se limita a la tradicional obra de drenaye de las aguas sino que se amplia a un mas articulado dlisefio de desde la valorizacién de los cultivos a ta redistribu- cin de los terrenos agricolas o desde Ia nueva red de infraestructuras via~ ras, hasta la edificacion de los complejos rurales. ¥ es precisamente estat cara especifica del plan la que mas de cerca tiene que ver con la tem: agut afrontads, Los asentamientos de habita reconocible a pesar del recorrido: 10s de casas unifamiliares alineadas a io largo de los caminos “interpo- cerales", en un segundo nivel se colocan los borghs (alrededor de treinta, Formados por la agregacion de un centenar de casas) colocades en los cr. ” y pensados como pequefies nticleos de sta; en el tercer nivel estén, La definicion de “ciudad! resulta reduadante no s6lo en relacién con las dimensiones reales de los ceniros, con una poblacién oscilante entre 3.000 “ristico" de la construccién escénica, En efecto, to de reference que sea en mi i, Ia casa munice pal lanqueada por la alta torve i la iglesia con campanano y casi Parroquial anexa, el mercado cubierc, las escueias, los campos dle deporte, son algunos de los elementos tomados del léxico urbano convencional ¥ ofecidos como en una caja de mecano a las manos de los proyectistas para un juego tan ficil como peligrosamente suspendido sobre el abismo de una involuntana parodia de " La primera de las cinco ciudades pontinas en ser inaugurada, en diciem bre de 1952, s6lo seis meses después de la puesta de la primera piedra, es Littoria, proyectada por encargo directo de la ONC (Opera Nazionale Combattenti) por Oniolo Frezzott" El plantesmento urbano se remute ai esquema radiocéntrico, ciertamente no onginal pero si eficaz en su ex: ién cel tono ulico de la gran plaza central, ‘Mucho mis refinca es ia experiencia proyectual del grupo de jévenes amquitectos Cancellot, Montuon, Piceinato y Scalpel, ginadores del concutso para ls edificacién de Sabaudia, desunada a 5.000 habitantes y ato a panic de agosto de 1933. No se trata sélo de una revision for icionalista del mmo tema, sino de una sustancial innovacién del ‘a mecconts “sugar de Bencoerre Gaavagnucro igaciones europeas del momento. La fo de los paradig icin, nos deja ver tres zonas ya netamente predominantemente er fis zona de las p lb atencién que se pr localizando el asentammento en una posicién de del "Sirapaese” defendida por el movimento Leo Longines y eos estas del rumen, 10 de formas ¢ ideas sedimentado en las, .do en él una anticipacion incons- 156 cuadrados de verde por hi del plan es simulada por los mismos to del vieo barrio de corso Ga provecto, precisamente por st intento de mostrar una abstea lidad, se inscribe en el caras a las vangi no pasar del papel. Ia segunda gues icas y, en cuanto tales, predestinadas a ‘ce hacer descender definitivamente el impulso sino que encuentra en la seguada post gia aunque sea bayo oura piel EL. NUEVO CURSO DBI. “GREEN MOVEMENT": DE WELWYN-GARDEN-CITY AL REGIONALISMO. Una vez mis es Inglaterra la que: sirve de polo de irradiacion de la sas y de las expenenei a Howard y a su segunda y puesta en peicuca de los prineipios-guia en cludad-ardin de Welwyn, a 33 kil6metros de Londres, Los terrenos sobre ios que surge Welwyn-garden-city son adquiridos “pnvadamente* (en subasta pablica y por etapas sucesivas) por el New Town Group, a fundada algunos de sus de 1920, habiendé ya adquindo 2.377 acres, se int- icacion, confiando la direccién de la oficina del pian Imyento se ve condicionado sobre todo por Ia red ferroviana,consti 72 de ln Great Nohem Railway, que, al cruzar dos lineas secundaria, s. Dos de ellas estin destina: das a barnios residenciales (en los que predomuna la habatualtipologia del hote- lito en dos pisos con jardin, alternado con casas en hilera dispuestas en close), 4 cusma a centro urbano, Es justamente en el disenio tana donde Louts de Soxssons trata de soslayar algunas limitaciones de planteamuento surgidas de manera evidente en el primer expert Bencoerre Gravacuvoce 157 mento de Letchworth (1904), probando a replantear ese “sentido urbano" ya las so ptoresco" de Unwin y Parker tina Oportuna atencon =al menos sobre real un gran boulencrd srbolado (a Paway, de G0 metas de Snel ‘2, que, evecsaso Icanza so clu en la Insereion en un mpio tan Va por el verde, S510 unos pocos ed Esquina, permite incurs fuerza visual que habria pod tener este fo prospectico shubiese quedado compl Ccilca, Por conta, el excesho predominio del ere sobre lo consrudo transforma también en este caso el centro ciudadano en un pargue dlendo Ge vn el obervoprefjado, La a “hudin” sigue siendo, una vee ms un espe. E nos dela elocion es ian ageonte que llega clea "sen ucdlico. de su favorable ubscacién, no s6lo a menos distancia de Londres que Letchsvorth sino también mejor servida por Ias grandes lineas de comunica- cl gran ee viario de Ia North Road), pueda parecer, e5 precisamente esa el hecho de que ia poblacién no llega a alcanzar el pre- finda techo éptimo de 50.000 habitantes, permaneciendo por debajo de los , ao en el que queda inciuida en el programa de desa- rrollo de las new fowns. ‘A pesar del fracaso parcial de estos “ejemplos” demostrativos del axioma howardiano 0, mejor dicho, precisamente a causa del mismo- terra, entre las dos guerras, un autéatico movimiento de opinion en forno a la idea de a cludad-jardin; un movimiento que no s6lo implica a amplias capas sociales sensibilizadas hacia el tema por el apostalado propagandistico de los medios de comunicacién, Sino que da lugar también a una profunda revision tebnica por parte de algunos de los mas agudos pioneros de ia disciplina del town- planning. A través de un fecundo florecimiento de estudios se lleva 2 cabo €1 paso conceptual desde el empirico y un tanto ingenuo pragma- lusmo filantrSpico de Howard, sustanciaimente indiferente a ta politica, 2 una vision técnica de la programacién urbanistica y territorial que intervencion 158 rencionado Town Planning eas de reflexion teénca, en estrecha dialéctica entre si, y a cuya cabeza se encuentran respectiva. mente Thomas Adams, Raymond Unwin y Patrick Abercrom ‘Adams ~primer presidente del Town Planning Institute, unido por un obi Ia aventura howardiana, como uno de los responsabies de construccién de Letchworth y uno de los mis activos animadores de (a Garden City and ‘Town Planning Association trata de superar el impasse eterminado por los pameros fracasos abniendo vias hacia una mis aricu- lada estrategia del plan que se extienda al entero terntonio regional. En 1917 publice el ensayo Rural Planning and Development. Tras su marcha 3 [América en los aios veinte, encuentra el modo de someter a un banco de pruebas sus propias elaboraciones tedricas dirigiendo la oficina del Plan Regional de Nueva York entre 1923 y 1930. “EI mejor plan es el que contenga los mis altos ideales que puedan ser realizados". Quizis sea esta la frase que mejor sume | de Adams, en quien el cindido tdealismo de los or Pragmatismo mas realisia. Es justamente ete mez technicality lo que lo predispone al encue Entre ellos se encuentran Heney Wright Federick Ackerman, que realizan algunos de los primeros ejemplos ests dounidenses de asentamientos autosuficientes inmersos en el verde (el mis importante de los cuales es Radbumn, 1928-1933) y el socidlogo-urbanista Lewis Mumford, figura carismitica del regionalismo ncrteamercano y autor de ensayos de gran resonancia internacional como The Story of Utopias (1922) y The Culture of the Cities (1938). ‘A su manera, Adams ~como ya en el decento precedente Geddes juega un papel de conexién entre ios dos filones paralelos de pensamiento de vaga ascendencia howardiana. Por encima de los datos biog pioneros del planming, los intercambios culturates entre Gran Bretaia y los Estacios Unidos a propésito dei tema de Ia planificacién fueron muy inten sos Encontramos, en efecto, reflejados en el debate inglés algunos con Benecoerre Gravacnuore ion cacion del Gran Londres, con una apovatura grifica mas acabada demostracién sobre cl én’, aplicado a una concreta situacién metrops ne de 1933 para el Com ‘des- sarnio basado en el, por Clirence Perry en | 160 vende: de (ar sapurbsccsardta ¢ lar esatede Ei sistema regional propuesto se basa en la idea de c1 inturon verde” (greey 1p0, dotado de se i de la “ciudad-regi De estos mismos presupuest que teva a su de wopico. Pasar de fa accién experimental a una programacion basada en amplios poderes legislativos: tal es el credo que subyace 3 su eshuerzo por refundar la diseiplina del town planating sobee bases presuntamente “cre ficas", La bsqueda de regias universales, verficadas sobre los detos ‘vos de la realidad, termina, sin embargo, por cristalizar en una metodo aséptica inmediatamente codificada en manuales. Est y ottas posibles cas no empatian, ce todas formas, el incontrovertible interés del plan Gran Londres, elaborado por Abercrombie en 1944, sintesis de un largo proceso de elaboraciones teGncas, praxis experimentales y proyectos lege. lauvos e ineludible paradigma de referencia para la planificacion territorial dentro y fuera de las fronteras nacional a legisiauvo, Ins etapas mas sxgnifcatvas que prelue ficuea del Greater London Plan son la Housing and Act de 1932 (que incrementa los poderes de los entes jt los enterios de salvaguarda * de una anchura de unos 8 kild- 108 de exproj ¥ of Town and Country Planning en 1943 deslinda en el rato estatal una seccion expresamente dedicada 2 las estrate- liana mas vasta de Europa, I Greater London Plan ~elaborado en coial rd aprobado en 1944 y Jardin a tus cvadades vurbano de Londres en cuatro cinturones:'el inner urban ring, banda de mis directo contacto con la periferia londinense, para fa cual se prevé una ret de Ia densidad edilicia y un éxodo de alrededor de 400.000 hat suburban ring, ya en parte edificado, para el que se prevé un erecims cero ¥ una racionalizacion de to ya exastente; el green belt rng, pulmén con eequipamientos para el tiempo libre que acupa los terrenos bloqueados por Ia Green Belt Act de 1938; y, Finalmente, el outer country ring, Grbita més exte- ror en la que esta previsa Ia funcicion de ocho nuevas ciudades-satél para absorber la descentralizaci6n de la poblacién metropolitans, Este mode- lo fisico esti regulado por algunos 105 fjados en cinco puntos que vuelven a plantear las que ya se habjan convertido en consignas adquiridas jueo de las industrias en el centro urbano, des- nde la residencia Dloqueo de Ia sam 3s funciones portuaras. sobre todo, en Una vision sus- politano que pretende redvcit rifica y produ ‘de un dispos cencargasi de desme! n efecto, la construc- vvendri acompafada fe, por el contran, suftica impulso de los procesos de [LA EXPERIENCIA DE LAS “NEW TOWNS” EN INGLATERRA, ida posiguerra asume un que, a diferencia de lo ocurrido en Ia fase pronera, corresponde al Gobi 1 proporcionar la financiacién y el area de edificacién, La eleccion OS ~que inciuyen casi siempre un cinturén de 20na verde publica no "OF a 22,000 hectdreas- viene dictada por las exigencias de un posiciona- 162 sdederssusettre puede resumitse esi tablece una Developm a determiner ta cubicaci6n volumétrica sino que llega a pla Findicaciones tipologicas y formales. La iniciativa prwvada queda, en tal sent do, sometida a un designio piblico, En la construccién de las mew towns podemos distin tres Fases™. La primera genoracién. Transcurre aproximadamente entee 1946 y 1951 y esti marcada por el lizacion de uece ciudades nuevas: Stevenage (19: 1947), Hemel Hampstead (1947), Hi 1948), | en torno a Londres; y, ademds, East m, Glenrothes (2948) en el Fifeshire, Cwbran (1949) en Gales del Sur y Corby (1950) en Northamaton. Por enci diferencias debidas a las contingencias estas primeras mew rowns muestran en keradas. El 00d esti cotacda de serncies pri 10S de primera necesidad, campos de juego, jaciones de un plantearuen- mente téenico-funcional no tanto en compensici6n urbana offecida por ‘The Failure of Nei sate, paredes de lad Gibbera y Berthold definicién del centro urbana n, por su parte, en Su tan que prevé un aticleo 12 residencial planteacis No menos interesante es Is idea de englobar istentes mal equipados. A compacto flanqueado por un ‘a una serie de pueblos pre: profesional desplegn dere pieza con una hostilidad tal por parte de las convenciones adqutridas de Ia clase dirigente, favorable al mew empineism, que abandono del cargo por parte de Lubetkin. ‘urbano con el objetivo de inyectar una 10s perceptivos. La posesién del Jugar re el hombre y el ambiente) y la vssiin del recorrido peatonal) se (entendida como rel ‘sonal (esto es, la cal ‘encuentran entre los puntos mis nota El owrucapees el an de Ie roti, jusament lo misma que esse un are de la iscape hace dar un paso adelante, sin duda. a ciudades nuevas, pero sin llegar a superar los ia. Mas que en una teoria, las observaciones de Cullen se nv el buen sentido. D 7 ida_generacién. Con la llegada de tos conservadores al Gobierno ef 1951, €l programa de las new sowns sufte, si no un paron, st ‘ciertamente Un decidido redimensionamiento de la financiaci6n estatal. Las, azones que marcan ei giro metodolégico que distingue a la segunda fase eben buscarse en cuestiones internas a la disciplina antes que en los fac- ores externos de la politica. No en vano, en efecto, el grupo de val Review estigmatiza 2 ia primer fase de expenmentacién bajo sin hacer cwudad: es un enemigo a Con vistas a Ia rei primeras experiencias, el p: tado sobre el principio de Ia "ciudad compacta” Los pianes que se pueden adscribir a esta segunda fase se reducen sustanci dos: Hook (en Hampshire, para 100.000 hab: _el nivel de proyecto) y New Cumbernauld Glasgow para 70.000 habicantes, 1955-1967 ma vita hacia un Aevo cUss0, orien- Lo que felaciona a 1 Hag rb Sela creas in la idea de hacer rotar las areas residenciales de densidad (alrededor de 75 personas por acre) e1 éntrico concebido como ua *condensador” de lectivas v accesible’ pie en un tiempo rendas. cipales de 10 mi “Queda asi redimen: L Grewitourtcadd) en una "ano. En el Gruco banco de pruebas oftecido por Ia edificacion concreta de New | planicamiento de “crudad compacta” se ve favorecido por ia ica, que sugicre su forma alsrgada. atin mas Gifetenciados de los de ‘dos por tiendas y otros equipamientos de consumo y de servicio soxtal El esquema urbano de New evitando en su densa y solidarin trama urbana la disp. de baja densidad, perma~ nece sin embargo bioqueaco esos ce crecimiento. Si a est por los obsesionar al debate inglés pacién que culmina en el que conducen al revisiones de concentraciones demogrii los 250.000 habtantes en Milton Keynes Justamente el mayor grado de elasticidad en las practicas del plan con duce a unas més marcadas diferencizciones en los cisedos plan G08 de los diversos asentamientos, que ya no son reconduetb 166 estaba poniendo en prictica un programa de rai slums decimonénicos, con la expulsién social de menos favorecidos). Para la ubicacién del nuevo ase area contigua a uu pueblo préexistente de 30.000 hi (Gn estratégica con respecto al dieciochesco in entre el mar abierto y el puerto de fa cided, lan tommada a pat s@ elige un (es stuado en una de Manchester de ‘acionalizaci6n ce los sistemas de tedlica, de los recorridos peatonales de las vias de * de este segundo ambito, entie calles mecanizadas servadas a los vehieulos prvados) en cambio, Ia innovacién en los métodos del di uudbana. La veleicaé de superar el esquera en forma cemmads que tale inguido a la segunda generacién de las new towns conduce 4 ana te la fragmes "a propia de la primera fuse, Se vuelve a ui teamicnto de agre 5 autosuficientes (con una pol ‘media de 8.000 hi primai les casas unifa mal unidos e cebido en este caso como un “contenedor" plurifuncional. Similar a UnenorMTe supetmercado, el Centro, cerrado en una forma de caja, rocky & Hit Amelia plaza cubtera climatizaca v esti dotado de tiendas en divercos eles ¥ de aparcamientos en varios pisos. La adapt queda garantizada por la avanzada tecnol ca Gon luces de 60 metros sostenida por “torres" que contiencn las comecnee clones verticales (escaleras, ascensores, etc). idencias, en medio de MO puede decirse a pro- 8, proyectado por James ica que queda, sin embargo, in mis ambicioso es et strategic ‘medio camino publica y privada. Mis del 50 por ciento de la edificacion prev da, del mismo modo que s de empresas industriales. el laisse faire condiciona las propias opciones de fondo nfo urbane, basado en un quadrillage indiferenciado que Beneoerro Gaavacnuace favorece una explotacion mis amplia det suelo. En p: grupo de consultores urbanisia n de esta redl no jerdrquica de calles (en contraposicion con ei ripeto de las precedentes new fowns, que se considera a- idea de proceso de crecimiento por fases programadas) teorias del Non-Plan™ ‘udades amertcanas vedom, aunque or oto fracciona excesiva- iéndolo en un patchwork de arguitectura y uebanismo —prevista radamente aceniuada por Derek Walker desde fe- exaspera atin mas la disociacioa formal entre en cl program: su cargo de arg las partes urbana: En homenaje ‘menos una apaniencia de imagen urbana, Por Trevor Denton clige como modelos de rel manzana urbana. Pero todo se reduce, en Ia prictica, a joles que siven 8 una segmentada cortina de e de la imagen urbana hauss- a. La proclamada referencia parisina es, cuando menos, genérica y 168 La decision que, mas que cualquier otra, determina las premisas del fra- caso del area central de Milton Keynes es, a fin de cuentas, la de concen. (rar todos los servicios principales, una vez més, en tin Unico contenedor ‘uyo proyecto se coafia al arquitecto Christopher Woodware. ce ico como Una Jimina de un solo piso dotada de waado y de un pat adentrarse en consideraciones arqui fonicas @ prope lun objeto que encuentra su equivoco de fondo en un error de plantea- miento urbanistico. Por clegantes que puedan ser las soluciones formales de un “supermereado de destino social’, ningtin contenedor neutro ¥ fun ‘ional podri nunca sustituir el valor urban de una plaza. A pesar del crecimiento alcanzado en los dltimos afos y del prestigio \cionai Ge su Open University, Milton Keynes sigue siendo una road own ia de ciudad. Podemos decir, en suma, que la experiencia de @ su cima, se estanca en una doble paradoja: por Indo, un movimiento nacido de una ideologi ‘bana termina por postular ia necesidad de Ia alta densidad urbana, pero, por otro, a causa de viciado en origen, no logra dar forma coherente # esta, 1LAS “VILLES NOUVELLES” EN FRANCIA, ssias 58 Tomé este episodio como modelo exemplar. Convendira preguntarse Suna Ssemejante presenta requisitos y presupuestos transfers 4 contextos diversos 0 si, mis bien, no esta indisoli- Fes ¥ a las condiciones isrepetibles del dmbito surgi6, Se puede constatar que, de hecho, una ten. ciOn’ cuvo Inga ~v es bueno precisa fen esta importacion tiene lugar una sustancial deforma a mediados de ios afios ke pacices verde: de lox subs trdin elas cindedes 10 que pretende hacer descender desde arriba un disposi quilibo cern Igebraico, mecanicista y ref to; nna productva de grandes obras edilicias bajo In presién de los intereses empresariales Pero antes aiin que el decisionismo est ides nuevas es una real e -1 metropolitana parisina y que se remonta a los pri- metos decenios del siglo. Desde 1910 se abre, en efecto, un debate sobre lo que determina la edifica- jente demands de vivienda jones (realizada por Thiers entre 1841 12 banda verde de mi , H tendentes, pragi din encaminadas a la 2 embargo, en ambos casos, de prov superados en la realidad de los hechos por Ia incontrolada expansion en u. Expansion provocada, ademas de por el Histomia 06: Ussaniswa en Eunora ensembles de Ia Propo: praia ri ne de manera decidida (aunque clement) a la no con edilciaextensiva desordenada. Asumiendo las gran- Este, Evy bun Sena al Sudoestey Teappes al Oeste En este marco de referencia te los requisitos que concepcién morfoldgica de las ules nouvelles son, sobre todo, una marcadia concenttacion demo; rend al umbral de los 500.000 habitantes, con el fin de poten a; en segundo lugar it mayen urbxins, con propuestas forma- bles pero. ignsese en la Petite Cathédraie de Ricardo [en Ceigy Pontoise, la Pyra 2de Henn, ademis, una deliberada compiejidad formal que superacion de la uni Puede encontrarse en parte una vagi relici6n con las de Runcorn y Milton Keynes, pero, en todo caso, en una version agiganta- fa densidad urbana. anglosajona se nos presenta, por ef cont ses escandinavos, que muestra ana cual se construira econdmica y social sobre anistica de 108 a, Ya enronces Ia rura de E.G. Asplund, is ¥ ©. Almavist en , K. Fisker y A. Jacobsen en Dinamarca, M. Poulsson en Noruega ¥ A. Orweoerre Gnavacnvore scion urbanistica en Europa, al par aspectos, con Holanda" 1946 por un 100 desde postulada congruenci estratagia ecandmic: ica y del perfecto eq: fentre correctas opciones terrtoriales ¥ elevada calidad ee la arqui inc las logradas intervenciones de suburbios-jard estrategia urbat direceional de alta densidad (cemodernizado, en la linea de una idea de David Helldens, con cinco rascacielos laminares) y una corona de ciuda- sm embargo, lt cima en cuanto Vanos Factores concurren al im Ja propiedad ‘mediante una pol acumulados por la ciudad de Estocotmo ién emprendida desde 1904. Con la nacional de 1948, que amplia los podieres de expropiacién de para uso pablico sobre in base de planes quinquenales, las propiedades dlc Ia capital alcanzan en 1952 una extension de 19.000 hectireas. Blo determina las condiciones de un papel experiencia sueca en la Europa de los aftos e1 ‘No menos trascendente en este sentido es la calidad arquitectonica de las nuevas ciudades. Vallingby y Fartsa ~sepai pulmen verde y situsdas en sugerentes contextos naturaies~ son considera- das “casos eyemplares" de a ideal consonancia entre arquitectura ¥ paisaje por la eficiencia de sus propios centros sociales y comerciales, por Ia sepa- ico peatonal y el de vehiculos y por los elevadios estindares inglés de nacimiento y de formacién pero sueco de adopcion ** Compaiiero de extudios de Gordon Cullen en el Regent Street Polytechnic de Londres, colaborador de Louis de Soissons en la proyectacion de la ciudad Ei ladas en su terra natal, én de los complejos residencia- 955), Gistrike-Hammarby (1948) v Fidrias (1951), en cualquier caso, la sistematizacién del barrio in Svappavazra, en Laponia (1963-1964). las que sugic- wo en lines que tuna especie cual se sittan grupos d dades de veeindad. Ozros proyectacisn de son a prestar aten- det usuario) y struido). Son igacion de Erskine con ia de otros protagonistas de la *generacién det Tea thison, De Casto y otros. alive, me bebe im i be poeres seburbios jardin we ler cradudescsatélite dia, Pese a no ser nunca adoptado de , este plan traza las coorde- a, llama nuestra atencién el amado “plan de los dedos" de Copenhagu claborado en 1945 por un equipo coordinado por $.E. Rasmussen, investig dor ademas de téenico atento a las teorias anglosajonas. El plan vuna estrategia de Uesceniraitzacion de a capital que se coni Ci6n ce largas directrices de desarrollo que, partiendo de lo vi Que envuelve 2 la ciudad antigua, se prolongan por el territonio circundante. royectacién de ios barrios resideneiales, la figura de segmentacion dé ieve es la de Ame Jacobsen. Discipulo de Kay Fisker (quien, par. destacados de e: ado de una cultura académico-histoncisia llega a experimentar, descle los a segunda experien: teamientos compositives inéditos para la as en Finlandia es 0 oforiedad internacional originalmente para 18. a presentada a la Exposicién fo ~que ocupa un arco temp. de Paris de 1925, pero ya cuatro afios después obtiene et 1975~ muestra los caracteres de una més articulad el concurso del Akademisck Arkitekforeningen para ‘ca, en consonancia con la orients Es el comienzo de una la aca investigacién en ew towns ingiesas de la tercera generaci6r Fo aporta una importante contribucién también, puesta, claborada entre 1965 y 1966 y sélo en parte Dada la notonedad de la obra de Aal ente reconocido ‘como “maestro” del movimiento moderna, ‘observacio- iment relacionados con Ia proyectacién de JOS residenciales y los planes a eseala urbana. El punto de leo de nueva del paisaje bos ante de entre i situada al sudo de los bosques que fe de Copenhague. , de 1943 2 1945, base de laminas de hormigén prefabricacas que componen unidades de i6n normalizadas. Al poco tiempo madurarin en su conciencia pro- yectual una profunda revision del funcionalismo y una rellexiéa sobre ia varin a una mas articulada metodolo- les de los materiales, a Ia complejidad 5, a tos deralles const Después de una durante la cual ce Asplund y (2950-1955), eiegante tejado en pendiente, rejados y la Otros ejemplos mis rectente Terrasserne (1962-1963), proyectado por, las proximidades d Fredensborg, y el Askerod (1973-1975) en Greve, sobre proyecto dk sociedad "Non Profit” Vridslo. Se trata de expe: tervenci6n, que confia, ‘muchos aspectos esos caracteres pologicos y f topografia, Adecuando el cuerpo de los e: Investigacién danesa sobre el housing las pendientes fas morrenas cubleras in en una serie de jonadas que ofrecen a cada vivienda un esténdar unitario de te del paisa ido de la guerra, deyando sobre cl as, La parte construida permite, sin Finlandia. Ya se ha aludido a la importancia del Plan del Gran claborado por Saarinen en 1918, que introduce precozmente los pr Pijinne, las diversas intervenciones previstas (el palucto municipal, los equipamientos sociales y comerciales, lus viviendas) sc dispersan por el (erritono con amplios mirgenes de respuro. Seri encargado de f especie de acropolis moderna clos en esta fase son el plan regional de imatra vantem en Laponta (1944 (6n urbana, eda en Rovaniers, germen de las grandes Es, justamente, grach estrechisimo que Alvar Aalto anuda con fact tierra no eae nunca en el regionalismo 7 a alstccién por lo que el l20 ura del consinur de su propia fen el mimetismo natural Ls IDEOLOGIA DEL BARRIO EN ITALIA ENTRE ORGANICISMO ¥ NEORREALISMO. je los afios cincuenta en varios paises de Europa. Y es sobre lugar en que reverbera el eco de semejante mi de que en Ia segunda posiguerra no se realizan en de nueva fundacién comparables a las mew towns 0 a los ‘a edificacion ce nueve rginico", defendido por ese exurzordinario 10 Zevi, se introduce en el debate arquitec- 1945). Es significative que ya en su prmer nimero la revista acoja un articulo de Lewis Mumford titulado Una mtroduzione amencana ad Howard?” No se puede olvidar, en efecto, In atencién prestada por la APAO a las cuestiones de Ia “*planificacion democritica”, a pesar det predominance ss del movimuento por las temiticas de naturaleza mds estrictamente arquitectSnicas. Entre las intenciones programdtieas encontramos enuncia- do, en efecto, el principio de concebir fa arquitectura “como una acuvidad ca, encaminada a crear el ambiente para una nueva En este mismo sentido incidirin ulteriores indica fica (1945) y de las tesis te6- ‘orquestacién de instrumentos edit libros publicados por la del mismo nombre~ se "imp: las ideas de Mumford y Gutiand y las experiencias de las green be de ia era rooseveltiana. Pero io mas importante es que este fermento de ideas no se queda en el plano de tos que se traduce en una directa implicacién en la praxis operatis que llevaré al propio Olivetti « asumir en primera persona la presidencia del INU tuto Nazionaie di Urbanistica) y a vicepresidencia de! UNRRA-Casas, un ente que desempefara un importante papel en In construecién del puebio de "La Martelis" en las proximidades de Matera, “Tampoco ocupa el ditimo lugar, nt por su importancis mi por su onginal- dad, la aportacion del neo new empiricism. Se trata de una actitud intelectual ana que hunde sus orige- cultura “nacional alas clases pobres polar del lenguaye rquitecténico el repertono formal tomado de las casas campesinas. La anhe- grandes ciudades. en el Manuale USIS. Se trata de ua pr problemas de la edifi ia Gnica ocasion real de promo cubrir en los primeros afios cincuenta alrededor produccién edi al En la puesta en prictica del programa INA-Casa se pueden disting dos fases. Un primer septenio (1949-1955) marcado, aun en la variedad. sus experiencias, por una inconfundible impronta neorrealista; y un segun- do (1956-1962) abierto a formas de mis avanzada experiment: 162, pero confluyentes atin en gran parte en el cauce intemacion: poética orgénica™ Bl primer septenso INA-Casa, A que uno de fos primeros asentarni Terni (94 que recordar levado a cabo es el barrio y Wolfgang Frankl, pero el emblema de los NA-Casa de la inmediats postguerra sigue siendo ~con todas sus luces y sombras- el Tiburuno. izado en la periferia de Roma entre 1949 y 1954, el barrio Tibur el fruto de un trabajo de grupo coordinado por el ‘mismo Ludovico Quaroni en colaboraciéa con arquitect cuales sobresalen Carto Avmonino, Carlo Chiari de los arquetipos pre-modernos y ia frualdad de jonalistas termina por {Gn al abjenvo estratégico de la conservacién del estado de at Seri precisimente Quatoni, en su ya célebre ensayo Mf parse der baraccb, pocos corten el riesgo de ca ‘en.un modelo. “estado de metros de quien se encargue de arro” bre las razones de faca- fen el empeno 1. 619 de 1952) a est la, de Ia experiencia del a plantear el principio de la “unidad de vecindad” adecuindol (@ contexto orogrifico y ‘queads por una ‘obra de Ludovico Quaront. Las casas bajas con tejado en doble pendiente, dispersas a lo largo de la tela de araita de tos senderos campestres, estin docadas de huerto, estabios, corrales, pajares ¥ otros espacios dispuestos pars uso agi didascalico, ¢8 la reproducci6n del ambiente social y del sistema de relacio- nes interpersonales tipico de os Sassi. Pero la no realizacién de ios indis- pensables servicios colectivos, por la ineficiencia del Ente-riforma, termina- Fi por hacer vanas las “buenas intenciones" de los provectista. La mayor decepcién se verifica, sin embargo, precisamente en el plano de las opciones formales, que representan el movil mas autért actitud proyectual. En el fondo, ;cual es el punto de partda del fen arguitectura st no la voluntad de comunicar con amplias masas popula- res, el deseo de encontrar un sistema de signos repeesentatvo empliamente reconocible? “Todo lenguaye es un alfabeto de simbolos cuyo uso presuipo- cutores comparten” Con esta metifora Jorge Wve de la cuesti6n, Pero, si es verdad que el ‘comidn es un paso obligado en ia ela- mente reconocido, es Luts Borges nos oftece la recurso a fa memoria de una mas regresivas. De iburtino, no es mas que una puesta en INA en Cenignola, tas largos roctro Gravacnvoto 1a La peetien verde: de loz subarbroscsurdin « los erududescsurétice el comportamrento y sobre las costumbres pueblo de Apulia que habia visto nacer al sindicalista Giuseppe Di Vitoria, hombre-simboto de Is lucha de clases. Se debe, Ridolfi una de jas primeras tentativas de abandnnn de ta paérien “aldieana” con el nicleo de las “Torri” de viale Eopia, un barrio INA construido en Roma entre 1950 y 1954 que introduce tipologias edilicias de elevada den- sidad. Las casas, altas, con est cones ena dos, representan una propuesta de solucién tpificada y virtualmente repet ble que se relaciona idealmente con las teor cierra el cuerpo del eaif E sentido de esta propuesta seri asumido por M repetiri, con minimas vaniaciones formales, la polos en el otro lado de! mismo viale Etiopia (1935-1962), dando lugar a uno de Jos raros ejemplos de consonancia cOmposiiva tendente a realizar una ima- gen urbana homogénea. La intervenci6n innovadora ce Ridolfi en el viale Euopia no debe con- fundirse, sin embargo, con fa introduccién de un auténuco giro metodolo- igue siendo, en muchos aspectos, un episodio aislado, En la primers He los aflos cincuenta, et interés por la “arquitectura espontinea’ continia siendo predominante en el debate cultural, como atestiguan los ensayos publicades en las paginas de la revista Urbamstica por Giuseppe Samona, Luigi Piccinato y Egle Trincanato, adems de las secctones decica- das ala cuestiOn en las IX y X Trienales de Milén* Sigue existiendo, en suma, una latente atraccin por la arquitecturs ural ¥ por los lenguajes regronales, aunque gradualmente se va atemperando el ‘patbos wseol6gico que habia marcado a las primeras experiencias del neo- srealismo. Ejemplos significativos de esta fase de transicién son los bartios INA: San Giul vE Trincanato (una reunién de diversas tpologias ~en torre, en hilers, en Tinea declinadas, predominantemen iendas en la planta baja), ‘Vaccaro (con fa fisonomfa alargacs os); Villa Bemnabé-Brea en Génova (1951- 1954), de LC. Danen (que trata de superar el equivoco del barrio aislado ¥ autosuliciente prolongand as de conexién con el cejido urbane eiccun: dante). )) de P. Botioni, P. Chessa, mplo de racionalismo, INA-Casa. El segundo septenio se abre can la volun- tad de superar el caricter informal de las primeras experiencias. A la cabe- za de esta reflexién autocritica se encuentra, una vez mas, Ludovico Quaront, con su ensayo La politica del quartieré, publicado en 1957 en la revista Urbanistica®®. Fl subsiguiente convenio INU, promovida por el mismo Quaront dos afios después en Lecce con el tema I! volto della cia, ‘marca una ulterior etapa de alejmiento de los paradigmas de la “unidad de vecindad" y de Ia fragmentacién “nuclear", abriendo nuevos horizontes problematicos en la direccién de la continuidad con los valores de ia ci dad historica y de la necesidac de adentrarse en el terreno inexpiorado de fa ‘gran Una ultentor contribucién teénica en tal sentido se pro- Guce en ese mismo afo con el denso y articulado libro de Giuseppe Samona L’urbanistica e Vavvenire aellecittd, una bien motivada critica a las antiurbanas que se cierra con una llamada a reconsiderar la los tejidos compactos, i mis avisada en el sector de 1a edilicia residencial mas de este debate teénico, representanco al mismo tiempo un Perimentos sobre el terreno. A este respecto es sig- iusto, realizado en Prato en 1957 sobre proyecto de (en colaboracién con M. Boschett, A. de Carlo, L. Giovannint y A. stella, el plantearmenta com- ica claramente reconccible 's amplio encuadramuento de patios cuadrangulares en foro a los que rotan fas célutas-po renteradas en tae cerrado. El éxito del expenmento, registrable a nivel de ia legibilidad de una trama urbana com- pacta, articulada sobre Ia yerarquia de fos elementos arquitecténicos, se ve en parte anulaco por la persistenctt en alzado de un léxico todavia “aldeano" La defininva superacion del esquema segmentado por nicleos auté- Romos se logra, dos afos después, en et no realizado proyecto de concurso para ei CEP en las Barene di San Giuliano, Mestre, elaborado atm L pts dl queen ttn, 2,157 Bewcoerre Gaavacnuore nueva posta que el tema del patio es declinado e -0 depurado ya de cualquier residuo popur sy pintoresco ‘Otto dos episodios ejemplifcavos de Ia votuntad de superar fos fim tes del son TACP Forte Quezzi, realizado en ‘en 1958, sobre un provecto coordinado por Luigi Carlo Daners (un mente inspiradas en el busier para Argel) y el barrio INA de via Cavedone en izado entre 1957 y 1960 sobse proyecto de Federtco Goro, Leonardo Benevolo, Marcello Vittorin y otros (un replanteamiento de 1a tupologia en patio en clave “modemna" y tecnoldgicamente actualizada A medio camino entre una apertura experimental ¥ una rein: , por contra, el complejo de 1937 ¥ 1962 por un grupo dis ro, Los “racimos” de casitas de dos plantas se agre- del barno, constituide por un ro edificio en linea levemente arqueado ¥ dotado en su planta baja de porticado con tiendas y servicios colectivos. Aunque en témunos origi- cen el barrio INA en Pastena, en las proximidades de Salerno (1962), mat cado por un espacio central de “condensaci6n” de servicios sociales grupo BPR, EL “PLAN-PROCESO” Y Li “ARQUITECTURA DE LA PARTICIPACION” gt ia de provec- fesion inieil al pensamiento anarquista de Piotr Alekseevich Kropotkia y de atentas lecturas de los textos de is y de Patrick Geddes, el ingeniero genovés encuentra también el modo de profundiza iados de los aftos cuarenta, su conocimiento de las teorias racionalistas mediante su directa relaciéa de amustad con Histomia pet Useanieue en Eunora Giuseppe Pagano, Franco Albini ¢ lrenio Diotallevi y su indirecto acerca: micnto a las tesis de Le Corbusier v de Alfred Roth'™ La coexistencia en su: a de estas dos orientaciones culturales diferentes es de Porque muy pronto De Carlo da muestras de no soportar ninguna clase de ortodoxia y rechaza de manera especial el riesgo que, en ‘su Opini6n, come el racionalismo de esclerotvzarse en las fSrmulas estereoti- nea proyectacion del compiejo residenct inias de Novara, obra que mu wrada adhesién al neorrealismo*” No menos signifi iva €5 su participaciOn, aunque sea en una posicién margin: 0 coordinado por C. Aymonino, C. Chusrint y S. Lenet que realiza ei Spine Bianche en Matera entre 1955 ¥ 1959. moder se hari mis expl ei Team X, ef grupo capitaneado por decretari en Otterlo en 1959 la disolucién de los CIAM. Es esta una etapa decisiva en la gestacion de los que en adelante sera los presupuestos de su metodologia proyectual Enlazando con los temas de los dtimos CIAM -a partir de la exigencia de revalorizar “el coraz6n de fa ciudad", prociamada en Hoddesdon en 1951, hasta fa cerrada critica a los dogmas de la Carta de sit en Aix-en-Provence en 1954 y culminada en la “ensis" de apora una nada desdefable contribuciéa a un planteamento renovado de la relacién entte arquitectura y urbamismo. La revision no se cambio de cumbo con respecto a la rigida especializacién funcional en 196 HAMPSTEAD GARDEN SUBURB \ hg enesso y FIGUARDA, MILANO} i -ORAT CC JOWN3AILS Noausvs Nvig NOONOT YaLV3eD TI. LA CONTINUIDAD CON LA CIUDAD HISTORICA, DEL AMSTERDAM DE BERLAGE. A Et Havre DE PERRET La TapIcion COMO PRINCIPIO DE PROGRESO con frecuencia apresuradamente escogico como pai ‘modernidad!” y de “progreso Es posib! Jo mental que se distngue por la opcién de fondo de oper procesos de construccién hist6rica dé 5.1.4. Beata, Man de Amsterdam Sr, st depo dese ein de sein oven Sineoerta Geavagnvore no s6lo los instrumentos y las téemcas, sino fa propia razon de ser de la ceonstrucciéa del espacio calectvo. inares. La propia et “0 y no en el d conjunto de experiencias sino que implica Ia reetabort- otra, que no s6lo perm cidn de los sistemas heredados. 10, e810 es, por el proceder a una mr adas s6lo cuando ello conduzea a ua del proyecto, El recurso a la memo- _prograss que parte de la predisposicion 3 evaluar criticamente lo "ya cons- wuido" A fin de cuentas, se cata s6lo de un razonable criterio de economia mental, que se opone al despilfarro que supone recomenzar siempre de la presuncisn de inventar veleidosas soluciones ex novo para pro- que tienen sobre sus espaldas uns lagga cadena dle pensamiento, Esta vision progresva de la tradicion queda va bien ext que se encargs de que no hace limunar-a toda clase de hy asumido como modelo a Histomsa pe. Uneawieua en Eunors due subyace un jure tas formas iamos preguntarnos, entonces, qué sent is de los fenbmenos urbanos s: de tal and opciones del proyecto, Pues bie ‘epciones posticas mis que ei idez urbana de un proyecto depende n , mais bien, de la manera de re 0 y selectwvo con respecto a los tipos lene adentrarse en el 0 de rupt pr Desde este punto de vista, es ya en ins “Intenciones proyectuales’, antes 10s formales, donde se reveia la aspiraci6n a pensar | arquitectura como forma intimamente ligada a los valores profundos de una ciudad. Oro rasgo distintivo de esta linea de pensamiento reside, precisamente, en el reconocimiento del caricter de mdi idad que cada ciudad canicter es el resultado de ura pl lar sedimentaciOn de cos de un determinado Cuya resteracién ea el curso del tiempo viene motivada por una serie encadenads de factores culturales, histéricos ¥ -08, La comprension de las razones latentes que han determinado las permanenciss en las que svidad se reconace se traduce, asi, en una metadologia que -aci6n en relacién con el con) de los trazados y de las tramas espaciales preexistentes. Pero conviene cla- r que el caricter de individualidad no es ~no puede ser un elemento ado de una vez para siempre. Es el asentamiento provisional de una dindmuca hist6riea (no exenta de contradicciones internas y de di ingUisticas) que debe ser interpretad en (anto que tal, Actuar en et en sums, elegir 2 cufl de los muchas experiencias acumuladas en esta supuestos tebricos se dervar cemutirse €as0 por caso. paginas que siguen rendremos en la ada una de las goluciones proyectuales singu cads ocasion como casos ejer- plares de modos de concebir la arquitectura en estrecha relacion con {a his- de las diversas ciudades, Sin embargo, si queremos encontrar una etre Gnavacuuove 27 jon coman a esta orientaci6n proyectual -orientaci6n que, por su las evidentes diferencias de contexto- pode- aa inyectar en el pl yo sere arte dels ena: ee progres en conte Este pirrafo, romado de la primera conferencia sobre urbanismo pro- snunciada en Delft por Hendrik Petrus Berlage, es slo uno de tantos pasa- jes de inequivaco “elogio de las ciudades’ de que estén constelados los fescritos fe6ricos del gran arguitecto holandes. Se trata de un dato que no 5 en absoluto irelevante, sobre todo st se pone en relacién con ta co /0co de identificar la ciudad con el “mal” con: urbu- no con la renuncia fobica a cualquier clase de expansién de las grandes ciudades. Por otro lado, aun habiendo sido universalmente considerado como "padre de la arqucectura moderna" en Holanda, Berlage sigue siendo en muchos aspectos una extraordin de manera consciente en una linea no” declaradamente ajeno af “antipasadismo” de las vanguardias En este sentido, como ya observara agudlumente en su 218 Es bien conocido, por fo demas, el explicito distanciamiento teérico de Beriage con respecto tanto ai abstractismo de De Stil como al funcion: mo extremado del grupo De 8, en nombre de una arquitectura enten or excelencia, capay ce nnie “sentimiento” y “razr valores simbélicos colectivos y adecuacién de les forma 1 la finalidad Iguaimente conocidas son fas duras réplicas de los protagonistas de la vanguardias, Emblematica es, en ese sentido, la requisifona de ‘Theo van Doesburg a las tesis sostenidis por Berlage ea Scboanberd en samenteving (Lo bello en ta comumidad, 1919), donde se burla del "conflict in autor, que vive con Ia mitad de si mismo en et pasado ¥ Ia otra presente". Los dardos mis polémicos se reservan, sobre todo, para su “con

También podría gustarte