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FORMATO PARA EL ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA

TÉCNICA DE LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Nombre del estudiante:

Grupo al que pertenece:


Problemática objeto del análisis:

El asesinado de lideres en colombia

Quién está matando a los líderes Hay sistematicidad Muchos son los informes y análisis que se
han desarrollado alrededor de esta problemática, pero esta es la primera vez que una investigación
de este tipo busca identificar y clasificar patrones claves, que ayudarían a entender la ola de
violencia que están viviendo los líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país.
Será recibido en modo protesta por decenas de colombianos, que expresan así su solidaridad con
los centenares de víctimas de un exterminio sistemático que parece no tener fin.
Y es que a pesar de las diferencias en las cifras sobre los líderes asesinados, es innegable el
incremento de la tragedia humanitaria, que sobrepasa ya los 700 casos desde la firma de los
acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla FARC, el 26 de
noviembre de 2016.
Segun Indepaz, desde que se suscribió el acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las FARC
EP hasta la fecha, 726 personas líderes sociales y defensoras de Derechos Humanos han sido
asesinados en ColombiaAsí las cosas, el país regresa gradualmente a un pasado donde se asesinó
impunemente miles de activistas de movimientos políticos, defensores de Derechos Humanos,
sindicalistas, profesores, estudiantes, indígenas y afros, demostrando que la guerra que se
pretendió superar con el acuerdo de paz con justicia social, no ha sido posible a pesar del inmenso
esfuerzo de más de cinco años de diálogos y de la escasa implementación de lo pactado. Es
bastante complejo el escenario en el que deben desenvolverse hoy los líderes sociales,
comunitarios, étnicos y defensores de derechos humanos, quienes se ven sometidos a las
amenazas de los actores armados que se disputan el control de territorios para economías ilegales,
pero también de altos funcionarios del gobierno que estigmatizan su labor. El panorama es oscuro
para los activistas y líderes sociales. Así lo reveló la organización defensora de derechos humanos
"Somos Defensores" en su más reciente informe. A pesar que disminuyó el número de asesinatos
en lo corrido del año, se dispararon otras agresiones. De acuerdo con el Sistema de Información
sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos (SIADDHH), se
documentaron 591 asesinatos, amenazas, atentados y detenciones solo en 2019. La preocupante
cifra es la más alta que ha reportado el sistema en diez años. Hay un alto incremento en los casos
de atentados, detenciones arbitrarias y amenazas, según revela el documento presentado este
miércoles. Los atentados incrementaron en un 17 por ciento, las detenciones arbitrarias en un 450
por ciento y las amenazas en un 75 por ciento. A diferencia del año anterior, para este primer
semestre no se registraron casos de judicializaciones ni de desapariciones.
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR
(Eduard De Bono, 1985)

Antes de realizar el análisis de la problemática propuesta por su tutor(a), el


estudiante debe documentarse previamente de otras fuentes, con la finalidad de
profundizar sobre el tema y conocer aspectos como: origen del problema, a quienes
afecta, cómo ha evolucionado el problema, cuáles han sido sus consecuencias e
impactos (ejemplo cifras, estadísticas), etc.

Desde la firma del acuerdo de paz el asesinato de líderes sociales ha logrado


acaparar la atención de la opinión pública, no solo ha ocupado portadas en los
diferentes medios de comunicación, sino que además, la indignación frente a la
falta de garantías de seguridad por parte del Estado colombiano, ha llevado a
que miles de personas alrededor del mundo salieran el pasado 5 de julio de
2018 a las calles con el objetivo de exigir que se detuviera el asesinato de los
líderes y lideresas. Teniendo en cuenta esta problemática por la cual atraviesa el
país que es la muerte de estos líderes sociales es claro que detrás de todos estos
asesinatos hay unos objetivos de los grupos al margen de la ley ya que si bien
es cierto en el país desde el año 2016 han asesinado a más de 726 líderes
sociales y defensores de derechos humanos y a esto le sumamos que en el
presente año la cifra de líderes sociales asesinados ve en 155 donde el
departamento del cauca es el más afectados por estos hechos criminales en
contra de sus líderes los cuales los departamentos de Antioquia y Nariño le
siguen con esta ola de crímenes. Los están asesinando porque no quieren
cultivos de uso ilícito en su zona, porque no quieren que las maquinas amarillas
como en el chocó, en todo el andén pacífico, sigan sacando el oro. En el caso de
los asesinatos directamente relacionados con la sustitución de cultivos de uso
ilícito, la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Marihuana y
Amapola (Coccam), reportó el pasado diciembre que desde su creación, en
enero de 2017, han asesinado 47 líderes de sustitución. 
Entre los alarmantes hallazgos de este informe resalta el hecho de que más del
44 por ciento de los asesinatos se realizaron en las viviendas de los líderes
sociales, lo cual muestra un patrón que indicaría la sistematicidad en estos
siniestros, debido a que las violaciones la vida serían el resultado de unas
actividades de seguimiento y planeación por parte de los victimarios
Teniendo en cuenta que Colombia viene de firmar un proceso de paz el cual
para el país fue un paso gigante ya que el país atraviesa una situación de grupos
armados tales como las (FARC) las cuales por más de 50 años mantuvo el
flagelo del asesinato, secuestro, entre otros delitos no es posible que en
Colombia se siga matando a los líderes sociales y que las autoridades
competentes no hagan un llamado a estos grupos al margen de la ley donde se
firmó un acuerdo y tratado de paz donde fácilmente con todos estos hecho se
podría decir que este tratado y acuerdo de paz fue toda una farsa o solo una
cortina de humo y que solo lo que se hizo fue un cese al fuego por un tiempo.
Creo que como colombiano que soy reprocho estos actos de violencia pero
también reprocho la falta de compromiso con estos líderes por parte de los
entes gubernamentales que son los encargados de la protección no solo de los
lideres sino de todo un pueblo que deposito toda su confianza para el cuidado
de los mismos. Para Diana Sánchez, directora de la Asociación Minga y
coordinadora del Programa Somos Defensores, es claro que detrás de todos los
casos de asesinatos, amenazas y ataques contra líderes y defensores de derechos
humanos hay fuerzas con poder de injerencia en todos los niveles y que,
contrario a lo que se ha escuchado desde algunos sectores del Gobierno, no se
trata de casos aislados o problemas personales. "Nosotros decimos que la
sistematicidad se da con otros elementos y es que está documentado que sí son
líderes sociales, independientemente de las razones por las que hayan sido
asesinados, todos cumplían un papel determinante en sus comunidades

Adicionalmente, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez,


indicó que dicha sistematicidad se presentaría activamente “desde el punto de
vista que se trata de organizaciones criminales estructurales que están operando
en los territorios. Y hay sistematicidad pasiva, pues desde el punto de vista del
50 por ciento de la afectación de víctimas, pero no existe, como existió en los
años 80, una sistematicidad que pueda involucrar a agentes del Estado.
Hay que tener en cuenta que en un país donde la clase política se pelean por en
poder entre izquierda y derecha donde el único objetivo es tener poder para
seguir desangrando al pueblo donde alguien quiere hacer las cosas de la mejor
manera y si estos actos no está dentro de los para metro establecidos la solución
es callarlos por medio del homicidio y las autoridades no toman verdaderas
cartas en el asunto solo se pronuncian sobre lo sucedido considero que un país
como Colombia si los hilos de la misma clase política nos siguen manipulando
estamos destinado a vivir en guerra si bien es cierto un país en guerra genera
mucho dinero y las regalías van a dar a rubros para la guerra Colombia y sus
líderes se acostumbraron a vivir en guerra y en este momento vivimos las post
guerra la cual si los grupos que comenten esto asesinatos no son condenado los
colombianos nunca perdonaremos por que podríamos decir que el gobierno
entrego el país a grupos al margen de la ley. Hay que tener en cuenta que los
líderes sociales en este país son personas que por medio de un trabajo
desinteresado aportan a la sociedad principalmente en sus comunas por lo que
gran parte de esa comunidad los respaldan y para tiempos de política son un
foco para candidatos aspirantes a estos cargos públicos donde saben que estos
líderes tienen muchos seguidores y detrás de ellos los votos. Pero claro por
tener estos mismos seguidores estos son sus verdugos que la influencia política
que ejercen estos líderes los hacen que sean focos de partidos político y grupos
al margen de la ley que buscan sacar beneficios por medio de la política.
Los patrones de agresión contra las personas que defienden los derechos
humanos abarcan diferentes modalidades tales como asesinatos, lesiones,
amenazas, violencia sexual y judicializaciones, que se desarrollan como parte
de un fenómeno que hemos caracterizado como violencia sociopolítica.

Sin embargo, dentro de los autores identificados por el informe llama la


atención que la mayoría de los asesinatos a líderes sociales y defensores de
derechos humanos habrían sido cometidos por paramilitares. Aunque en 2006
se desmovilizaron las Autodefensas Unidas de Colombia, y desde ese entonces
el Gobierno no ha reconocido el paramilitarismo, el informe asegura que
todavía persiste el fenómeno al cual se le han dado varias denominaciones
como narco paramilitares”, Grupos Armados Organizados (GAO) y Grupos
Delincuenciales Organizados (GDO), los que antes se conocía como Bacrim.
Por otra parte hay que considerar que Colombia es un país de libre expresión y
no es posible que por culpa de unos cuantos tengamos que apagarnos
principalmente estos líderes sociales los cuales con poco hacen mucho por
comunidades sin embargo el gobierno nacional está en la potestad de brinda la
protección requerida para su bienestar. Desde mi punto de vista personal
considero que estos líderes meren tener un cargo público dentro de la política
ya que con el trabajo que hacen generan bienestar a las comunidades y
habitantes si dejamos que poco apoco los líderes sociales sean masacrados
estaríamos perdiendo parte de nuestro sentir como persona libre con derechos.
Si el gobierno nacional cobijara a estos líderes estarían protegidos no solo la
integridad de este si no las esperanzan de muchas personas que creen que en
Colombia se puede vivir de una mejor manera. En medio de una oleada de
violencia contra líderes sociales en el país, varias organizaciones sociales
presentaron ante la Comisión de la Verdad un informe que documenta la
situación de los defensores de derechos humanos y los patrones de los ataques
en su contra, entre 2002 y 2015. Que desde la institucionalidad no se haya
reconocido la existencia de una sistematicidad en los asesinatos y ataques
contra líderes y defensores de derechos humanos en el país es, para las
organizaciones sociales, una forma de ignorar la dimensión que ha adquirido el
problema en Colombia y las dinámicas de violencia que, a pesar de la salida de
las Farc del escenario del conflicto, siguen latentes en las regiones

Según el informe, el Estado no ha sido eficaz para evitar que se den más
asesinatos de líderes y defensores de derechos humanos. De hecho, advierte que
las Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo no han tenido una respuesta
eficaz y que por esto la "situación sigue siendo crítica". El informe también
pone el dedo en la llaga sobre la estrategia militar del gobierno, pues aseguran
ante la "ausencia de compromiso serio por poner fin al conflicto armado" estos
planes militares implicar "graves riesgos para los líderes" que viven en estas
zonas. Hay que tener en cuenta que esta problemática en Colombia se viene
presentando ya hace varios años solo que las autoridades competentes no
tomaron cartas en el asunto por lo que pensaron que eran muertes esporádicas
ya que en su momento los líderes sociales no tenían un peso importante dentro
de la sociedad pero a partir de las denuncias el gobierno se empodero de este
problema pero hasta el momento este flagelo persiste y sigue en aumento.
Según un estudio publicado por la Comisión Colombiana de Juristas, la
Universidad Nacional y varias organizaciones sociales a inicios de 2019,
muestra que, en la mayoría de los casos de defensores asesinados, éstos eran
líderes de juntas de acción comunal (61), seguidos por líderes cívico-comunales
(52), líderes indígenas (31), líderes campesinos (28), líderes afro (24), líderes
de movimientos políticos (18), activistas de víctimas (12), líderes sindicales (9),
activistas ambientales (7), reclamantes de tierras (6), abogados defensores de
derechos humanos (5), miembros de la comunidad LGBT (4) y líderes juveniles
(3).

La ausencia de una voluntad decidida en el Estado para desmontar las


estructuras paramilitares, evidenciada en la falta de estrategias eficaces para su
sometimiento a la justicia o para la persecución contra sus estructuras, así como
para la depuración de la fuerza pública y otras entidades estatales que han
colaborado con ellas puntualiza el informe. Para finalizar es necesario resaltar
que, el informe llama la atención sobre el hecho de que “la situación (que viven
día a día los líderes sociales y defensores de DD.HH.) es más grave de lo que
exponemos en este documento. Sin duda un contexto complejo en el que ha
tenido que desenvolverse la Asociación, escenario que tanto ellos como los
habitantes del Bajo Cauca antioqueño esperaban que se transformara tras la
firma del Acuerdo de Paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario. Una nueva guerra se desató en la región
haciendo añicos la ilusión de la paz. El tableteo de fusiles es constante y en
medio de ese fuego cruzado están quedando líderes y lideresas campesinos e
indígenas del Bajo Cauca antioqueño, varios de ellos cercanos o pertenecientes
a Asocbac.
Si bien no existe consenso entre las organizaciones no gubernamentales y las
entidades estatales sobre las cifras de líderes y lideresas asesinados en
Colombia, sí hay coincidencias en todos los registros sobre cuáles son los
departamentos más peligrosos para los activistas. Según un reciente informe
publicado por la Fundación Heinrich Böll Stiftung, de origen alemán y que
apoya diferentes procesos de promoción y defensa de derechos humano en el
país, entre el 1 de enero y el 17 de noviembre del presente año fueron
asesinados 226 líderes y lideresas sociales en todo el país, siendo los
departamentos de Cauca (48 casos); Antioquia (33); Valle del Cauca (19);
Norte de Santander (18); Putumayo (18) y Nariño (13) los más afectados por
este flagelo.
https://www.elespectador.com/noticias/paz/que-hay-detras-del-asesinato-de-lideres-sociales-
en-el-pais-articulo-798403

https://elpais.com/internacional/2018/07/11/colombia/1531262639_522338.html

http://www.ipc.org.co/agenciadeprensa/index.php/2018/12/29/lideres-sociales-en-colombia-
bajo-todos-los-fuegos/

Referencias Bibliográficas (Normas APA)

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