Está en la página 1de 1

Para (Huamán, 2021) La pandemia del coronavirus COVID-19, ha cambiado el proceso

educativo en todos los países del planeta, “ha significado un cambio radical en las
instituciones educativas donde se venía brindando una educación presencial, a transformar
de manera repentina y obligatoria a brindar una educación remota”. (p1).

El autor concluyo que los profesores de secundaria, del distrito de Huancavelica, al inicio
de esta nueva modalidad de servicio de educación remota, han tenido sentido cambios en su
comportamiento socio emocional, por la forma abrupta de cambio de trabajo presencial por
la no presencial por la aparición de la pandemia de la Covid-19, evidenciándose con
frecuencia la ansiedad, la soledad, el estrés, la tristeza, la preocupación, la ira y el
pensamiento negativo.

Desde nuestro medio venimos advirtiendo los riesgos de continuar la lógica colonial del
poder basada en un centro desbordado por la historia y por las demandas de desarrollo de
sus provincias. El sistema educativo no debería seguir siendo responsabilidad única del
elefantiásico MINEDU. Ahí están las experiencias de los hacedores de cultura, entre los
que se encuentran muchos docentes, que pese a no contar con los onerosos presupuestos
con lo que se cuenta en la capital, vienen copando las tardes y noches culturales a través de
cuenta cuentos, recitales, etc. Experiencias que no son remuneradas (Yangali, 2020, p 7-8).

Se entiende por el párrafo que existe un riesgo si seguimos manteniendo una educación
centralista. Por ello se pide al Estado no dejar las riendas del sistema educativo a solo una
organización sino dando paso a otras que velen los intereses de todos ya que la educación
debería ser un bien común y no mostrar desigualdades en el proceso, especialmente en las
zonas rurales donde sufren una grave desatención de los servicios básicos para el
aprendizaje virtual.

También podría gustarte