EXPERIENCIA DE MORISCO DIGITAL

Un conjunto de factores históricos confluye y determinan la necesidad de que nuestra

Institución haga un “alto en el camino”, para reflexionar sobre sí misma, evaluar su
desarrollo a lo largo de estos años de existencia y trazar los caminos que la orienten
hacia el futuro. Se trata de una reflexión que incorpora el análisis detallado de cada
uno de los procesos y componentes que constituyen la gestión de calidad y que
marcarían el norte para los próximos años.

Los retos que las circunstancias le han creado a la institución implican que hay que
repensar el quehacer y prepararse para el cambio y la transformación del siglo XXI. La
virtualidad y la tecnología son inevitablemente el rumbo a seguir, todo es más
acelerado y cercano en la “aldea global”, el mundo está más conectado y abierto a
entornos multiculturales, las autopistas de la información y las tecnologías de la
información y comunicación permiten vislumbrar una profunda reestructuración de los
distintos sectores de la sociedad y especialmente el de la educación.

El Colegio Morisco IED, no es ajeno a este panorama y su PEI lo consagra en su

lema: “Mi ser creativo en busca de una mejor convivencia”. El autor Axel Rivas en su
libro: ¿Quién controla el futuro de la educación? (2016), reconoce la creatividad como
una destreza del siglo XXI, prioritaria y clave para el futuro de los estudiantes, junto
con el pensamiento crítico, el carácter, la colaboración, la ciudadanía global y la
comunicación.

En este contexto el Proyecto Morisco Digital, busca fomentar y formar en sus

estudiantes habilidades con las cuales pueda enfrentar el mundo cambiante y efímero,
entre ellas en ciudadanía digital y conciencia cultural y social; gestión de la
información; pensamiento analítico y capacidad de anticipación. (21 habilidades 21,
Magro 2017). El visionario de la presente y futura sociedad de la información, Herbert
Marshall McLuhan, (1911-1980) afirmaba: “Toda la tecnología tiende a crear un nuevo
entorno humano…Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes
de personas, son procesos activos que reconfiguran a las personas y a otras
tecnologías similares”, el proyecto Morisco Digital es un ejemplo de ello.