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Geologia de la zona tabular entre San Gil y Chiquinquiré Cordillera Oriental, Colombia Por M, JULIVERT RESUMEN: Se estidia una zeus de ta Cordillera Oriental Colombiana (Sur Amé- rica) comprendida entre Sau Gil y Chiquingutira. Se cata de un area funcamentaimente ereticies sibien en algtin punto allocan niveles anteriores ( formacicn Ciivéns . jurairiisiens, Sobre eG rén« 0 sobre unt basamento iynco y metamdrlice se apnya transgresive e] ereticica que em- pieza po: arenscas y conglomerauios cuya edad varia de 8 aN, desde el fardsien supecine al hauteciviense respectivamente, Mor encima de estos niveles basales Ia enraeterfstica mis desta- cada del creticico es la aparicién de arenisvas hacia el W, Desde el puato de vista estrnciaral destaca en esta regidn Ie existencia de amiplias 2onas tahulares. ilexiones 0 pliewues de gran raio, Comparande.exlas estracturas con Jas areas inmediatamente mas al N se observa ite se trata de una adaptacidr de las cspas cretlcieas sobre falas mds profundas qne se mani- fiestan hacia €] N por el mayor yrado de desmantelacion & ABSTRACT: A voue of Ihe Cotombinn Faster Co-dillera between Sau Gil ant Chiquinquird {s studied. This is essentially a Cretaceous area although older Invers (Jurassic- Triassic y mangas ocres o algo azuladas, a veces abigarradas con areniscas de grano fino, arciltosas, poco compactas, con esiructuras modulares . 200 m. 3+ Caliza azulada, alge fétida, negriazea, en hancos de 10-20 cm, (autertviensey 6. ee ee. 100-300 m., 2 - Pizarras oscuras muy piritosas y areniseas negras 0 verdosas, las areniseas predominan hacia el teche, (hauteriviense-valanginiese) se ee ye 700m. 1 - Arenisea de {anes clazos pero con algunos bancos rojizos co niveles de grano grieso y atin de con glomerados {arenisea de Areahweo; jurésico su- pericr) ss es Cee 690 m YACENTE En esta zona no aparece la base de Ja arenisca de Arcabueo es de- cir de la arenisca del Jurasico superior que tiene aqui el caraeter de con- glomerado de base que marea el principio de transgresién. Por encima de esta arenisca basal, de carécter masivo, se sittia el eretdcico inferior, atin bastante arenoso pero su facies tiene ya un cardcter totalmente dis- tinto, es de color negro y muy piritosa, esta facies contrasta netamen- te con Ja arenisca masiva sobre la que se apoya. Los niveles 1 al 7 de la serie deserita pueden observarse entre Arcabuco y Barbosa; la distribu- cién de afloramientos puede verse en el mapa adjunto (fig. 2); el nivel 8 no aparece en el corte Barbosa-Moniquird-Areabuco, su presencia pue- de reconocerse al S de Puente Nacional. Un nuevo corte puede obtener- se en la zona de Guadalupe-Oiba-Confines; alli la sueesién es: 37 9 - «Shales» abigarredas y rojo-amoratadas con capas algo més duras de areniscas de grano fine, poco coherentes y limoniticas . . . 2. se 8 - Arenisea gris-verdosa 0 verde amarillenta, con es- tructuras en malla y materia carbonosa, alternando con capas de pizarras grises de 1 m. como maximo. Existe siempre gran predominio de las areniscas. El gonjumtn destaca en el relieve formando won enesta tinica (albiense) oe ee 7 - Areniscas algo calcdreas, poco compactas, alfernanda on ; hay predominio de las «shaless, sobre todo en la parte superior; Las areniseas son’ cales- reas, a veces con nédullos calizas, sobre tado hacia la base donde se pase gradualmente el nivel inferior falbiense) . . . .- oe 400 m. 6 - Calizas en bancos de 8-15 m. alternando con «shales negras {aptiense superior?-albiense) . . . . . 300m. 5 - Shales» gris oscuras 9 negras, carbonosas, con nddufos (barremiense-aptiense) . . . . 2 + 5 400m. 4 + Areniscas arcitlosas anrariflentas alternando con ca- lizas grises ocrécess, a veces arenosas (hauteri- viene) 2. ee ye foe ee 1522m, Arcillas plzarrosas amarillenias alternando con are= niscas a veces ferruginosts, ofras cuarciticas, de to- mos claros ee ee AO jense Valanginiense an. — Arcillas pizartozas, amarillentas © negruzcas cont «me zona caliza delgada hacia la parte media. 609m 1 + Areniseas cuaretiieas de tonos dares si bien con al- pli nivel rojo (valaaginiense inferior?) . 150 m, visibles YACENTE Los niveles 5 al 9 pueden reconocerse entre Oiba y Guadalupe o de Guadalupe al Suarez, Jos niveles 1 al 5 en el Area de Confines; esta 4rea ha sido estudiada por Taborda (inédito) queda una detallada su- eesion y una buena lista de fésiles de estos niveles inferiores. Esta se- rie es perfectamente comparable a la deserita anteriormente si bien di- fiere algo de ella, especialmente en los niveles basaies. En la base afto- ran, igual que en Arcabuco, unas areniscas a veces cuareitieas, de tonos claros; la tinica diferencia es que aqui parece ser que estas areniscas son alin valanginienses mientras que en Arcabuco se consideraban ju- rasicas. Por otra parte en Areabuco, por encima de estas areniseas basa- les se apoyaba una potente serie de «shales» negras, carbonosas, pi tosas y areniscas también oscuras 0 verdosas, este conjunto quedaba li- mitado por encima por un nivel calizo que equivale al nivel 4 de esta serie. Entre estas calizas y las areniscas basales se dispone en esta zona un conjunto de margas y areniscas en el que, igual que en Arcabuco, las areniscas se_sittian principalmente en la parte alta; no obstante entre ambas regiones existe una notable diferencia de facies: en Arca- 38 ‘buco toda la serie es de color oscuro, muy carbonosa, en Contines en la thhitad superior las areniscas y margas son blancas o amarillentas, tan s6lo en la mitad inferior de la serie existen algunas veces tonos negruz- 08, pero a pesar de ello el aspecto general del conjunto ha cambiado, Es de como los niveles de areniscas toman una facies parecida ala arenisea basal. Por lo que respecta al resto de la serie no se obser- va modificaci6n de importancia, los niveles m4s altos, o sea 8 y 9, no Son més que un detalle del nivel 8 de la sucesi6n anterior. - La evolucién hacia el N de los niveles inferiores puede verse a to- sdo lo largo del borde de la zona tabular sobre el igneo del Macizo deSan- ‘tander, al NNW de Mogotes y fuera ya del drea estudiada, al E de Cu- rit y en el borde E de la Mesa de Los Santos (Julivert, 1958). Al NW de Mogotes la sucesién es: 7- Arenisca en bancos de 8-15 m. a veces algo caled- rea alternando con shales. grises o negras (aptien. se superior? - albiense} . 300m, 6- Shales» oseuras, carbonosas con algena interca- jacién de areniscas (barremiense-aptiense) . . . 200 m. 5- Calizas, areniscas y pizarras margosas allernando thauteriviense) . vo ee ee 200 my 5+ Macgas amariilentas, areniscas delecnables y_ piza- rrosas (hauteriviewsey 2. ee 200m, # 3~ Arenisea y margas detonos rojizos o rosados . , 30m. a ‘ ee 2- Arenisea blanca, compacta, con estratificacién era as zada, destaca netamente en el relieve formado Ze cuesta 2 2 ee ee 1 me ge z— 1- Areniscas blateas y megeas, en conjunto menos = ee TOM, compacias que en el nivel anterior YACENTE: Basamento igneo - metamérfico. Esta serie en su parte inferior es parecida a la de Confines sélo que existe una notable reduccién de potencias, los niveles 1-2-3 son la arenisea basal que aqui ocupa una posicién estratigrafiea mas alta pu- diendo considerarse incluso hauteriviense en su parte alta. El nivel que se interponia entre Ja arenisca basal y las calizas se encuentra aqui notablemente reducido ya que ha pasado lateralmente a las areniscas e ahora forman la parte basal, las facies carbonosas han desapareci- lo, Esta evolucién se prosigue hacia el N, en el area de Curiti; mas al N atin, en la Mesa de Log Santos la arenisca basal se sittia casiinmedia- tamente por debajo del nivel calizo, lo mismo ocurre en Zapatoca. Asi pues, la transgresién cretacica ha empezado con el depésitode una poten- te arenisca basal, arenisca que hacia el S (arenisca de Arcabueo) es de edad jurasica mientras que hacia el N (formacién Tambor) es hauteri- viense y en su parte mas baja tal vez valanginiense superior. Asi pues al principio de la transgresi6n se depositaron en toda el 4rea estudiada areniscas con idénticas facies pero estas areniscas si bien con idéntico 39 significado paleogeogréfico ocupan una posicién estratigrafica cada vez més alta de S a N de acuerdo con el avance de la transgresién; la com- paraci6n de las diversas series estratigraficas descritas queda esquema- tizada en la figura 3, en ella se indican también, ademas de las edades, Jas diversas nomenclaturas locales que se han utilizado en la regién. Todo lo dicho se refiere a la parte inferior de la serie pero si se observan los niveles mas altos llama en seguida la atencién su caracter ayenoso; el nivel 7 esta formado por areniscas alternando con «shales» siendo asi que en las otras sucesiones estudiadas no aparecian bancos importantes de areniseas hasta la parte alta del albiense; las areniscas del nivel 7 equivalen al nivel de calizas que en las otras series se en- contraba al iniciarse el albiense (calizas de San Gil o del ‘fablazo). Asi ues existe ademmfs un cambio de facies que conduce a que en el drea ie Mogotes, Valle, Paramo, Charala y Socorro se incrementa el conteni- do arenoso especialmente en el albiense de modo que el nivel de calizas de San Gil (calizas y «shales» alternantes) pasa lateralmente a areniscas y «shale», Es de sefalar que este nivel calizo tiene siempre un caracter algo arenogo, incluso en San Gil o en el Tablazo. Este cambio de facies no tiene una significacién exclusivamente local sino que puede asigndr- sele un valor m4s general de ineremento en importancia de las arenis- cas hacia el E (Julivert, in lit. b). LAS ESTRUCTURAS Las estrueturas son notablemente simples y se prosiguen a lo largo de distancias considerables, si bien con algunas modificaciones. Como se indicé ya al empezar esta nota, la regién estudiada es la que se extiende entre la flexién del Suarez y el Macizo de Santander, no obs- tante se incluyen algunos datos estructurales al E de la flexién del Sud- rez. Para ayudar a la descripcién puede dividirse el estudio estructural en varios capitulos; igual que se hizo en una nota anterior (Julivert, 1958) sobre la regién situada inmediatamente mds al N; aqui de igual modo que en aquella publicaci6n pueden distinguirse varias unidades que son la continuacién m&s o menos clara de las descritas més al N y que tienen incluso cierta individualidad topogréfica. Una primera zona se extiende al W de la flexién del Suérez, topograficamente en una re- gién con un relieve bastante acusado que sobrepasa los 2.000 m, geolégicamente es una zona con pliegues bastante marcados pero sim- ples; en Contratacién y Guacamayo, por ejemplo, existe una termina- cién periclinal anticlinal de notables dimensiones pero simpie en su es- tructura, otra estructura similar existe al W de Bolivar y Sucre, Otra zona esta formada por e! area que se extiende entre la flexién del Sud- rez y el Macizo de Santander, Las estructuras son alli mAs suaves, topo- graficamente es una zona menos elevada, por lo menos hacia el N. La tercera unidad es el propio Macizo de Santander. Estas unidades esta- ban claramente separadas entre Bucaramanga y San Gil (Julivert, 1958) donde la flexién det Suarez tenia el caracter de fractura y el Macizo de Santander queda limitado al W asimismo por una falla. Hacia el S$ la importancia de estos accidentes se va atenuando, Ja tecténiea de fallas existente sobre todo en Buecaramanga o aan mas, en Matanza, Charta y Tona (Julivert, in lit. ¢), ha desaparecido y en su lugar existen flexio- nes suaves 0 pliegues de gran radio; todo ello hace que toda la regién 40 ZONA, DE BARBOSA GUADALUTE CONFINES MOGoTES MESA TE ARCABUCO-CHIQUINGUIRA DIBA CHARALA LOS SANTOS TENDMANENSE oss ene heme Lash APTIENSE apLAz0) ESE. BARDEIENS CALIZA DE SAW 1) avikue Ta} (Pauay Prasras merges Eee gsi | HAUTERIVIENEE. SUPERIOR RDSABLANCA) wAUTERWIENSE wavanclavense (CPAMEDR) (chauezn) = vainernente Arrests mou On. € PORTLANDIENSE 3 ao = a a e _— Figura 3 - Colommas estratigrifieas del creticico enue Sin Gil y Cbiquinquird. Los simboles coinciden con tos empleados en los cores de la figare 4. como una sola unidad si no se compara con Jas areas mas sep- les, Esta uniformizacién alcanza su maximo al SE de una linea por Vélez-Barbosa-Leiva donde incluso fas areniscas cuarei- ‘pasales de Arcabuco, dltimo indicio de la prolongacién al SE,, del de Santander, termiran periclinalmente bajo el cretacico, LA ZONA AL W DE LA FLEXION DEL SUAREZ Se trata de una extensa y deshabitada regién que se ex- ilende entre la flexién de] Suarez y la falla de La Salina, que su separacién estructural con el Valle del Magdalena. zona es la prolongacién meridional de la Plataforma de Le- Sate Maciso de Zapatoca y del sinclinal de Nuevo Mundo. Mas al N Gulivert, 1958; Morales, 1958) estas dos unidades quedan separadas por un importante accidente: la flexién dei Chucuri, Este accidente no ‘ge ha seguido hacia el S por lo que se deseonoce a que estructuras co- ‘responde, La falla de La Salina en cambio, se reconoce bien entre Lan- ‘dézuri y Cimitarra (entre Vélez y Puerto Berrio) y a lo largo de todo el frente occidental del Cerro de Armas. Esta zona ha sido recorrida sélo ‘en au sector mas proximo al Suarez por lo que se deja para una publiea- én posterior su estudio detallado. Fin la zona proxima al Suérez Ja es- éruetura mds aparente es ¢l anticlinal de Contratacién, se trata de ‘une estructura de notables dimensiones que acaba periclinalmente al S de Guacamayo, el flanco E de este anticlinal lo forma la propia flexion del Suarez y tiene buzamientos del orden de los 40°; el flanco W parece te- ner earacteristicas similares. Lo més notable de esta estructura es su desaparicién hacia el 8. Elanticlinal desaparece al S_ de Guacamayo co- mo estructura destacada si bien se reconoce todavia su continuacién en Vélez o al E de Jesis Maria, De todos modos hacia (jura-triisico) ; Js = Areniscas de Arcabuco (portlandiense) 5 algunos problemas relacionados con su borde Ey SE. Ei borde Ey SE del macizo se ha considerado como una falla inversa (Schuchert. 1985; Sarmiento, 1942) si bien cn la zona de Sotaquira y hacia el SW ¢l contacto se ve poco claro. Biirg! (1954) senata que el albiense en el flanco S y al SW de Sotaquird transgrede sobre las areniscas y de- duce algunos movimientos tecténicos precoces en el eretacico. Entre Areahuco y Villa de Leiva parece ocurrir algo parecido aunque con ni- yeles eretacicos mas bajos. La reselucién de estos problemas queda para un estudio posterior del area de Duitama-Paipa-Tunja-Chiquin- quira. COMPARACION CON LAS AREAS MAS MERIDJONALES En una publicacién anterior (Julivert, 1958) se describié el area al N de San Gil, Mesa de Los Santos. Zapatoca, Lebrija, es decir, la inmediata continuacién hacia el N de la zona deserita aqui: come mu- enas de las estructuras de una y otra regién no son mas que la canti- nuacién de un mismo aceidente su comparacisn resulta interesante. De estacomparacién se sacan ante todo dos consecuencias: la mayor impor- tancia hacia el N de una tectonica de fallas y laaparicién también hacia el Nde niveles cada vez mas antiguos. Al W de la falla-flexién del Suarez aparece hacia el N «Girén», en la plataforma de Lebrija «Girén» es practicamnente €] Gnico constituyente, hacia el S van apareeiendo nive- les m4s modernos hasta que «(rrén» desaparece al 3 de la Cordillera de Licriquies, en la terminacién periclinal de Contratacién; en esta zona interesa destacar ain otras particularidades, en Lebrija la tectonica era muy simple. en Zapatoca aparectan ya fallas © flexiones que no eran mas que adaptaciones de ia cobertera sobre bloaues del zécaio: esta estructura se prosigue hacia el 5. los dos anticlinales descritos tienen este origen. Por otra parte ot10 hecho parece ser general al W de la falla dei Suarez. las fallas secundarias convergen. hacia el S hasta unirse a la falia de] Sudrezy desaparecer; la flexién al W de Zapatoca y el flanco W del anticlinal de Contratacién tienen esta disposicién. En la zona central. entre el Sudrez y el Macizo de Santander, es también hacia el N donle afloran lus terrenoss mas antiguos; la arenisea de la base dei cretécico en Ruitcque y Mesa de los Santos (Julivert, 1958), los niveles marinos del ceretécico hacia el S. Esta regién es de estructura muy simple hacia el N: el basamento se en- cuentra baseulado hacia ei W por efecto dela falla del Suarez y la cobertera buza por eonsiguiente en este sentido. Hacia el S la regién se ensancha y aparecen estructuras suaves debidu a accidentes del 26- calo, en Confines y Charalé existen pequenas fallas que se llegan a manifestar en superficie. El] Macizo de Santander es en conjunto un bloque elevado. En Bucaramanga una falla bastante importante lo hace destacar netamente, hacia el S esta falla se pierde brobablemente, por- que queda dentro del area {gnea y metamdrfica, en el extremo S, Viro- lin-Arcabuco-Villa de Leiva, una brusca flexién hace aparecer la: are a basal que forma en esta zona elextremo SW del macizo. Esta flexién debida asimismo a una falla del zéezlo, puede guardar alguna relacién con la falla de Bucaramanga, cuando menos tienen idéntivo significado. El bloque elevado que eonstituye el Macizo de Santander queda hacia el 43 Sy SW recubierto por la «arenisea de Arcabucos, base de la trans- gresién, que dibuja un amplio anticlinal por encima de este bloque. La terminacién SW es una terminacién periclinal de esta arenisca el eretécico. Hacia el N la mayor desmantelacién existente es causa la aparicién del zécalo y con él, delas estructuras de fallas. Las compa- raciones que acaban de hacerse ponen de manifiesto una idéntica evo- lucién de N a § para las tres unidades consideradas, evolucién que ea paralela al grado de desmantelamiento de la cobertera. La estractura de fallas de la zona N ¢ del borde W del Macizo de Santander (Juli- vert, 1958, in lit., ¢) pasa hacia el S a una estructura de flexiénes o pliegues disimétricos y finalmente a una tecténica de amplias ondu- laciones. Esta evolucién aunque aparentemente se realiza en sentido longitudinal a las estructuras, no es m4s que una consecuencia de una evolucién tecténica vertical. Es decir que siel cambie de estilo tecté- nico se realiza de N aS ello se debe simplemente a que en este senti- do las estructuras se desarrollan sobre niveles estratigraficamente cada. vez mAs altos 0 sea ms alejados verticalmente del zécalo. Hacia el N se observa la estructura del basamento apenas o nada atenuada por la cobertera, hacia el S el basamento cada vez mas profundo impone tam- bién su estructura a la cobertera, pero esta se manifiesta cada vez mas atenuada, las fallas pasan a ser flexiones y finalmente parecen simple- mente flancos de un pliegue, este hecho es particularmente claro en la falla del Suarez; la estructura de conjunto ‘del bloque al W del Suarez o del Macizo de Santander llevan a idénticas conclusiones. EDAD DE LAS ESTRUCTURAS En la regin estudiada aqui es dificil dar precisiones con respecto a la edad de las estructuras por cuanto faltan sedimentos modernos; en la publicacién ya citada se hacen una serie de consideraciones sobre este problema para el drea maa septentrional aprovechande datos mor- folégicos, la terraza de Bucaramanga y los datos que proporciona el ter- ciario del Magdalena; aqui simplemente eabe destacar un hecho morfo- légico: la estrecha relacién entre la red hidrograéfica y las estructuras. EI Sudrez sigue rigidamente la flexién de su nombre y no la abandona hasta Hegar al S de Chocoa debido a unacaptura tal como ya se expu- so en la anterior publicacién (Julivert, 1958). En esta regién, igual tam- bién que enlas 4reas mds septentrionales, todos los afluentes importantes jel Suarez proceden del E, por su margen izquierda el Suarez recibe s6lo pequefios cursos originados debido al escalén de falla. Todo esto hace pensar en la edad moderna de estos accidentes; por otra parte hay que recordar que mas al N, en Bucaramanga, la falla del Sudérez afecta las capas cuaternarias de la terraza (Julivert, 1958); cabe pensar que la evolucién esbozada para aquella zona puede aplicarse también al 4rea estudiada ahora. Sélo el rio Chicamocha atravesando el Macizo de San- tander entre Capitanejo y Pescadero, plantea un problema de mayor en- vergadura cuya resolucién podré tal vez aleanzarse al estudiar la ver- tiente E del macizo. CONCLUSIONES En la regién estudiada y aparte del basamento igneo-metamér~ fieo se encuentran unos reducidos afloramientos de «Girér {jura-triasi- co), el resto est& formado por cretacico. a4 El «Girén» se presenta con espesores minimos 9 incluso falta en dl drea de Mogotes, o sea en el borde del mesozoico sobre el Macizo de Santander; sus potencias maximas est4n hacia el W (Lioriquies); hacia ei S, (alrededores de Duitama) se encuentran potencias medias. El cretdcieo es transgresivo sobre una superficie arrasada que se “desarrolla sobre «Girén» o el basamento. La serie transgresiva empieza por una arenisca de base con niveles de conglomerados eu- ya edad, de acuerdo con el avance de la transgresién, es cada vez mas moderna hacia el N (jurdsico superior en Arcabuco, hauterviense infe- rior en la Mesa de Los Santos). La potencia disminuye también de Sa N. Otra caracteristica del cretacico es el incremento de las facies areno- sas hacia el E. Desde el punto de vista estructural se distinguen tres unidades; una zona al W del rio Suarez, una zona media entre el Sudrez y el Macizo de Santander y el propio Macizo de Santander. Las dos primeras unidades gia separadas por un accidente bien destacado: la flexién del eZ. Las estructuras son amplios pliegues en su mayoria disimétricos, debidos a la adaptacién de la cobertera a una tecténica de fallas del wealo. La fraeturacién en bloques del zécalo y sus basculaciones se traducen en superficie en pliegues disimétricos de la cobertera, En relaci6n con la falla o flexién del Suérez, que tiene idéntico origen, existen unas fracturas sai del zécalo oblicuas a ella, que convergen y se unen a ella hacia el S; esta estructura del zécalo da lugara pliegues en superficie, oblicuos a Ja flexién del Suarez que se relevan de Sa Se observa un cambio de estilo tecténico de N a S, entre el 4rea de Bucaramanga a San Gil, estudiada en una nota anterior, y la zona al $ de San Gil estudiada aqui. Al N se manifiesta una estructura de fa- llas que va pasando hacia el S a una tecténica de flexiones y finalmente de amplios pliegues generalmente disimétricos. Esta evolucién longitudinal en el estilo tecténico se debe a que de SaN van apareciendo niveles cada vez mas bajos hasta aflorar en algunas 4reas {Macizo de Santander) el basamento, La evolucién lon- gitudinal no es mas que una consecuencia de la evolucién vertical, que es la que realmente existe y que se debe a lamayor proximidad o dis- tancia vertical al z6calo que es quien impone las estructuras. Hacia el N e] zéealo aflora o est préximo a la superficie, por consiguiente existe una, tecténica de fallas ya que la fracturacién del zécalo aleanza la su- perficie. Hacia el § el mayor espesor de sedimentos de cobertera hace que se desarrolle una estractura de flexiones o de pliegues de adaptacién sobre los bloques del zécalo. BIBLIOGRAFIA 1 - BOTERO RESTREPO - 1950 - 2+ BRUCKNER, W. 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