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Señores: el primer enfermo que les presenté hoy instrucción nos muestra que ha hecho estudios.
es un hombre de 21 años, admitido en nuestra Sabiendo perfectamente donde se encuentra, ig-
sala desde hace algunas semanas. Ustedes lo ven nora casi completamente el nombre de las perso-
entrar tranquilamente, sentarse sin manifestar emo- nas con las cuales vive, y eso no lo preocupa.
ción y sin prestar atención a nada, aunque perfec- Sobre los muchos eventos de los años pasados,
tamente consciente de lo que pasa alrededor suyo. sólo da informaciones muy vagas. Se declara dis-
Si se le dirige la palabra, comprende evidentemente puesto a quedarse en la clínica. Preferiría, con se-
todas las preguntas, pero para obtener una res- guridad, entregarse a un trabajo cualquiera, pero
puesta sensata, en necesario hablarle lentamente no está en condiciones de exponernos sobre este
y reiterarIe las interrogaciones con insistencia. Las punto el menor proyecto. La exageración de los
restringidas informaciones que nos suministra en reflejos rotulianos del lado derecho constituye el
voz baja nos permiten comprender que se consi- único problema somático que se puede detectar.
dera enfermo, pero que no tiene sin embargo una En un examen superficial, este cuadro recor-
noción precisa de los trastornos que experimenta daría sin duda, el estado de depresión que noso-
y de sus características. Atribuye su enfermedad a tros hemos aprendido a conocer en una de nues-
las prácticas de onanismo a las que se libra desde tras precedentes lecciones, pero por una observa-
la edad de 10 años. Por haber pecado contra el ción más atenta. Ustedes comprenden sin esfuer-
sexto mandamiento, ha llegado a no poder dirigir zo, que a pesar de una evidente semejanza, esta-
más su conducta y a sentirse siempre apático y mos ante una afección totalmente diferente. Si el
malhumorado: es un hipocondríaco. Como conse- enfermo sólo nos habla lentamente y por monosí-
cuencia de la lectura de libros inéditos, se ha ima- labos, no es porque él tenga alguna dificultad en
ginado tener una hernia y tabes. Además, temien- emitir sonidos; es, simplemente, porque no siente
do que se den cuenta de su vicio y que se lo ridi- la necesidad de hablar. Oye y comprende muy
culice, ha terminado toda relación con sus compa- bien lo que se le dice, pero no le interesa, y sin
ñeros. El enfermo expone todos los hechos con el intentar reflexionar se limita a responder lo que se
mismo tono monótono, sin levantar la cabeza y le pasa por la mente. No se lo puede sorprender
sin inquietarse por su entorno. Sobre su rostro, en la menor manifestación de voluntad: sus movi-
ningún reflejo de sus sentimientos íntimos, ape- mientos se suceden sin energía y sin vigor, si bien
nas esboza de tiempo en tiempo una fugitiva son- no hay nada que lo trabe. Sus respuestas atesti-
risa, que se transforma rápidamente en una falta guan una disminución de los sentimientos afecti-
absoluta de expresión. Sin embargo, mirándolo con vos. No hay, en efecto, ninguna duda a este res-
cuidado, se constata a pesar de todo, alrededor de pecto. Este hombre, está allí, cerrado, exento de
la boca y de la nariz, un ligero y muy variable temor, de esperanza, de deseo. Lo que pasa alre-
temblor así como una tendencia a hacer muecas. dedor suyo prácticamente no le afecta y sin em-
Nos cuenta que el año pasado estaba ya en edad bargo, no necesita hacer ningún esfuerzo para darse
de ingresar a la Universidad, y en realidad su cuenta. Se entra, se sale, se le habla, se ocupan de
él, no lo tiene en cuenta. Incluso, el nombre mis- indiquémoslo al pasar, eran melancólicos; tuvo una
mo de las personas le es indiferente. infancia delicada, habló tardíamente, se lo pudo
Esta ausencia de reacción tan especial y tan enviar a la escuela sólo a la edad de 7 años, pero
marcada a todo tipo de estímulo, coincide con la estudió muy bien allí. Era sin embargo, testarudo
conservación de la inteligencia, y de la memoria; y reservado. Después su inteligencia retrocedió,
es la característica de la enfermedad que estudia- se masturbaba desde hace largo tiempo. Estos úl-
mos. Un análisis llevado más a fondo pone la cues- timos años continuó debilitándose aún más psí-
tión a plena luz. Este hombre munido de una fuer- quicamente. Creía que sus hermanos se burlaban
te instrucción permanece desde hace semanas y de él, y su fealdad, que le valía estar marginado
meses, acostado o sentado cerca de su cama, sin de la sociedad, le impedía conservar un espejo en
experimentar la menor necesidad de ocuparse. su habitación. Hace un año, luego de haber sufri-
Está como embotado, no tiene movimientos ni do la prueba de dar sus exámenes de salida del
expresión; por intervalos ríe sin motivos y de una Liceo, no pudo presentarse a los exámenes orales:
manera particular, los rasgos de su rostro perma- se hallaba incapacitado de estudiar más. No deja-
necen inmóviles. Cuanto más, se lo ve por casua- ba de masturbarse, pasaba por cualquier cosa, de
lidad hojear un libro. No habla, no se interesa en una idea a otra, se ponía a hacer música que no
nada, cuando recibe una visita se queda también rimaba, lloraba sin motivo, se perdía en conside-
apático, no pregunta por lo que le puede ocurrir a raciones “sobre el funcionamiento de los nervios
su familia, saluda apenas, y entra a su habitación de la vida de la cual él no se iba”. Era también
sin haber experimentado la menor sensación. Le inepto para el trabajo corporal, se sentía siempre
parece inútil escribir una carta; por otra parte, no fatigado, abatido, pedía un revólver, comía fósfo-
tiene nada que escribir. Sin embargo, un día envió ros suecos para suicidarse. Todo afecto para con
al médico un escrito sin ningún orden, incoheren- su familia había desaparecido.
te, incompleto, interrumpido por un juego de pa- De tiempo en tiempo estaba excitado y se
labras infantiles. Pide, por ejemplo, “algo más ale- ponía en la ventana a hablar fuerte. Es así que en
gre en el tratamiento, un movimiento en total li- la Clínica presentó durante varios días un estado
bertad para ensanchar el horizonte». Quiere “ergo” de agitación: parloteaba confusamente, hacía mue-
disminuir un poco el espíritu en las lecciones y, cas, brincaba, elucubraba escritos sin ninguna sig-
nota bene, anhela “por el amor de Dios no ser nificación y llenos de toda clase de firmas en cruz,
asociado al club de los inocentes; la vocación de y de rarezas; siguió un período de calma, pero fue
trabajo es el consuelo de la vida”. imposible obtener el menor esclarecimiento sobre
Toda esta carta como todo su modo de ser ex- esta conducta tan singular.1
terior, todo esto que piensa del mundo, la clase de Además de la degradación intelectual y la pér-
filosofía moral que ha construido, muestran sin cues- dida de las reacciones sensitivas, el enfermo ofre-
tionamiento posible que la ausencia de afectividad ce aún a nuestra observación algunos puntos im-
coincide con una pérdida de juicio muy especial, y portantes. En primer lugar la risa tonta y vacía,
esto último contrasta con la persistencia casi com- síntoma frecuente en la D. P. Esa risa, no respon-
pleta de los conocimientos adquiridos anteriormente. de a ningún sentimiento de alegría; algunos enfer-
Se trata de un estado mórbido particular, se traduce mos incluso se quejan de estar obligados a reírse
por la degradación de la inteligencia y de la afecti- mientras que sus ideas para nada los conducen a
vidad, que sólo nos recuerda objetivamente los es- ello. Otros signos de gran valor son las muecas,
tados de depresión de los cuales nos hemos ocu- las contorsiones, los finos temblores del rostro.
pado antes. Esta es entonces, la terminación bien Observemos también la tendencia a usar un len-
diferenciada de una afección cuyos comienzos son guaje estrafalario, a hacer palabras por asonancia,
muy variables y que nosotros llamaremos provi-
soriamente “Demencia Precoz”.
1. El enfermo ha sido transportado luego a una colonia familiar sin
La afección ha evolucionado progresivamente en el haber presentado modificación. Hoy se halla desde hace tres años
caso actual. Nuestro enfermo, cuyos padres, y medio en un asilo, tan demente y apático como siempre.
sin preocuparse por el sentido; esta particularidad ininteligibles: “Ésta es la guerra. Él no come más
es parte integrante de la afección. Finalmente, es- nada. Viva la palabra de Dios. Hay un cuervo en
tos enfermos tienen un modo característico y bien la ventana, y quiere comer su carne”. Comprendía
particular de dar la mano: se les tiende en efecto bien lo que se le pedía, y se distraía fácilmente,
la mano abierta, ellos ponen la suya rígida. Este pero no se interesaba en nada y no intentaba dar-
fenómeno se muestra siempre muy claro en la D. P. se cuenta de lo que pasaba alrededor suyo. Nin-
Como el proceso mórbido se ha desarrollado gún temor, ningún deseo lo animaba. En general
progresivamente en nuestra observación, se pue- permanecía acostado, el rostro sin expresión como
de datar el comienzo sólo de modo aproximado. congelado. Algunas veces se lo veía levantarse,
En casos análogos, se atribuyen varias veces los ponerse de rodillas o pasearse lentamente. Todos
problemas patológicos a una perversión del sen- sus movimientos mostraban, por otra parte, una
tido moral, incluso se llega a castigar esta perver- cierta incomodidad y una falta total de iniciativa.
sión e intentar remediarla por la educación. Es Sus miembros conservaban largamente la po-
también habitual incriminar al onanismo como sición que se les imprimía. Además, si uno levan-
causa de la enfermedad. Ante los casos como el taba los brazos delante suyo, él repetía los movi-
nuestro, los antiguos psiquiatras habrían hablado mientos, igualmente golpeaba sus manos si se hacía
de locura de los onanistas. En mi opinión, el lo mismo delante suyo. Estos fenómenos llama-
onanismo es más bien una manifestación que la dos flexibilidad cérea, catalepsia para algunos,
causa de la enfermedad. ¿No encontramos for- ecopraxia para otros, son bien conocidos en las
mas de D. P. igualmente graves, independientes investigaciones de orden hipnótico. Tienen que
de prácticas onanistas bien marcadas? ¿No cono- ver con trastornos especiales de la voluntad, de
cimos acaso la degradación de los onanistas y los cuales nosotros agrupamos las diferentes ma-
que el cuadro clínico es completamente diferen- nifestaciones bajo el nombre de Befehlsautomatic
te? En la mujer, por otra parte, la afección en (obediencia automática). Agreguemos finalmente,
cuestión es lejos de ser rara; el onanismo juega sin que nuestro sujeto tiene desigualdad pupilar y que
embargo en ella un rol aún más borroso. Para mí, se nota en sus antecedentes un rictus con convul-
no se trataría de una relación causa-efecto entre el siones de los miembros superiores.
onanismo y la D. P. Queda todavía un punto al En el curso del mes pasado su estado mejoró,
que conviene tener en cuenta y que va precisa- su mente estuvo más lúcida, sus modales más na-
mente en contra de la teoría del origen onanista: turales, y tenía la precisa sensación de estar enfer-
es el comienzo brusco de la enfermedad. mo. Sin embargo, era siempre un ser confuso,
La D. P. comienza por una fase de depresión, pobre de ideas y sensaciones. Dejó la clínica en
susceptible de crear alguna confusión con uno de esas condiciones para retornar a su trabajo. Pero
los estados melancólicos descriptos en una prece- nos lo han traído hace un año. Se había acostado
dente lección. A título de ejemplo, les ruego exa- delante de un tren que le cortó el pie derecho y le
minar a este jornalero de 22 años, que ha entrado fracturó el brazo izquierdo. Durante esta nueva
en la clínica por primera vez hace tres años, y que estancia entre nosotros, se muestra más dueño de
pertenecería supuestamente, a una familia de buena sí mismo, conocía mejor su entorno y transmitía
salud. Algunas semanas antes de su arrivo tuvo de buena gana lo que sabía de sus nociones de
accesos de ansiedad. Después se volvió como aton- geografía y de cálculo. Es cierto, no hablaba es-
tado: las palabras eran confusas, la mirada fija, las pontáneamente con nadie. Permanecía apático,
ideas poco inmutables, era víctima de un muy vago acostado, privado de toda reacción, su rostro esta-
delirio de persecución y de culpabilidad. Nos dio ba sin expresión. Por otra parte, no se ocupaba de
respuestas vacilantes e inconexas; capaz de re- nada y no prestaba ninguna atención a lo que
solver pequeños problemas de aritmética y de pasaba a su alrededor.
ejecutar algunas órdenes poco complicadas, ig- Atribuía a su enfermedad su tentativa de sui-
noraba el lugar donde se encontraba. De vez en cidio. Decía que desde un año antes su cerebro
cuando, hablaba solo, murmurando algunas palabras estaba quebrado, y ya no era capaz de pensar sin
que las otras personas estuvieran al corriente de ejemplo, ideas delirantes, alucinaciones senso-
sus ideas y las hiciesen tema de sus conversacio- riales, extraordinariamente frecuentes por cier-
nes. Incluso se lo oía al leer el diario. to, pero con un desarrollo muy irregular. Estas
Aún hoy este enfermo está en el mismo esta- do: ideas, incluso, pueden desaparecer, o directa-
mira indiferentemente delante suyo, sin ver mente no estar presentes sin que los rasgos esen-
nada. No pregunta sobre el entorno exterior que ciales se reviertan en el curso de la enfermedad
lo circunda. Levanta apenas los ojos cuando se lo o en su terminación. Tenemos el derecho, en-
interroga y es necesario interpelarlo con energía tonces, de plantear como regla que todos los
para obtener alguna respuesta suya. Sabe donde estados de depresión con alucinaciones senso-
está, conoce el mes y el año, así como el nombre riales, muy marcadas al comienzo, o con deli-
de los médicos; más aún, resuelve un problema rios estúpidos, son en general la primera fase
fácil, enumera también ciertos nombres de ciu- de la D. P. Además, las modificaciones de la
dades y de ríos. En cambio, se cree el hijo del emotividad, a pesar de ser constantes, son poco
Emperador, el rey Guillermo. No tiene por otra apreciables. Ellas contribuyen, por consiguiente,
parte noción de su situación y anhela quedarse apenas en el establecimiento del diagnóstico.
aquí: “Su cerebro está lastimado, su vena ha esta- Si bien es cierto que los estados de viva ansie-
llado”. Fácilmente se pone de nuevo en eviden- dad o de gran depresión son susceptibles de abrir
cia la flexibilidad cérea, la ecopraxia; se le tiende la escena, la emotividad, llegamos a verificarlo,
la mano, él tiende la suya toda rígida pero sin muy rápidamente se diluye, e incluso en ausencia
tomar la que se le presenta (I). de toda manifestación exterior.
Inútil es ir más lejos para asegurar que esta- Observen finalmente a este cartero: es un hom-
mos frente a un estado patológico relacionado más bre de 35 años, sólidamente constituido. ¿Podrían
bien con el juicio que con la memoria. Mucho más concebir que hace apenas algunos días ha queri-
atacada está aún la emotividad, y como conse- do matarse e inclusive había persuadido a su mu-
cuencia, están alteradas todas las manifestaciones jer de seguirlo en el suicidio, luego de haberse
voluntarias que están bajo su dependencia. Hay, cortado estúpidamente el canal de la uretra algu-
por consiguiente, una indudable analogía entre los nas semanas antes? Su aspecto pálido, su nutrición
dos enfermos que ustedes han observado hoy, lánguida no le impiden estar aún muy consciente;
aunque el proceso evoluciona diferentemente en sabe dónde se encuentra, se da cuenta de su si-
cada uno de ellos. Especialmente en ausencia de tuación y sus respuestas son ordenadas y sensa-
toda actividad intelectual, el mismo desapego a tas. Desde hace cinco semanas está enfermo, y
todas las cosas, la misma imposibilidad de librarse sufre sobre todo de cefaleas. Cree que sus compa-
a todo acto espontáneo. Son, en una palabra, tras- ñeros conversan sobre una ligera torpeza que él
tornos similares, igualmente intensos en una ob- había cometido en un lugar precedente: “Noso-
servación como en la otra y los dos sujetos afecta- tros te haremos la guerra, decían ellos, nosotros
dos por el mismo sello. Estos síntomas represen- abriremos la pequeña camisa”. A menudo no com-
tan, con el debilitamiento del juicio, las caracterís- prendía bien, por qué con frecuencia se le telefo-
ticas fundamentales y permanentes de la D. P.; neaba tanto en los oídos: por lo tanto fatigado de
ellos se reencuentran durante toda la evolución escuchar esas voces había resuelto ahorcarse. Más
de la afección. Al lado de ellos puede manifestar- tarde, habiendo logrado retornar a su trabajo, se
se toda una serie de otros signos, susceptibles a volvió ansioso, perseguido por el temor de estar
veces de ocupar un lugar preponderante, pero estos obligado a dar dinero falso y de exponerse así a
signos no duran en general y no deben ser consi- una condena a prisión. La cabeza le borboteaba y
derados como los estigmas cardinales. Se ve, por rogaba a su mujer que se quemase el cerebro con
él. ”¿No sería ella desgraciada si él estuviera en
prisión?”. Poco a poco termina por no comer ni dor-
(I) El enfermo se halla desde hace 5 años en un asilo de crónicos. mir. Se hacía un montón de reproches, veía sobre
Ha devenido muy amanerado y demente el techo una cabeza que al comienzo lo asustaba
mucho, luego veía con los ojos cerrados, dos cua- valor. En una palabra, estamos aquí, ante trastor-
dros, de los cuales uno todo destrozado represen- nos idénticos a los que habíamos tenido la oca-
taba una casa con ventanas y techo. El enfermo sión de señalar anteriormente.
nos cuenta todo aquello con el rostro sonriente Por otra parte, estamos ante una impresio-
pero con una cierta búsqueda en la expresión. Su nante evolución desde hace algunos años, y defi-
tentativa de suicidio, su llegada a la Clínica, no nitivamente devenida incurable. Tal es en efecto,
suscitó en él ninguna reflexión. Nos tiende la mano la terminación más frecuente de la D. P. Y lo que
rígida, rígido también está su porte. De la forma da a nuestro diagnóstico todo su valor, es que a
más clara tiene catalepsia, ecopraxia y ecolalia. partir de ahora estamos en condiciones de soste-
Repite, en efecto, inmediatamente las palabras ner un pronóstico grave. Podemos prever el es-
pronunciadas delante suyo, a veces alterándolas. tado de imbecilidad especial que afectará ulte-
Los primeros días que siguieron a su entrada en el riormente al enfermo.
asilo, permaneció casi constantemente acostado, Nuestra predicción, por cierto, no está al re-
los párpados con frecuencia cerrados, sin hacer paro de todo error.
movimientos, sin responder a las preguntas, sin Desde el punto estrictamente científico, es
reaccionar a las inyecciones. Escuchaba voces que aún más dudoso que la D. P. pueda curarse
le hablaban de toda suerte de cosas. Agrega en completa y definitivamente: sin embargo, no
voz baja haber visto bajo sí un corazón azul y por se podría aceptar esta concepción sin apela-
detrás la luz temblorosa del sol. Hay aún otro co- ción. Por el contrario, las mejoras, no son ca-
razón azul, “un corazón de mujer”. Vio también sos raros, y prácticamente hay motivos para
relámpagos, un cometa brillante con una larga cola, y considerarlos como curados. Los enfermos han
el sol se levanta todos los días del lado opuesto. perdido evidentemente actividad e inteligencia,
Estos últimos días, bruscamente, sin motivo, su emotividad está restringida, pero en las rela-
el enfermo rechazó todo alimento, y estuvimos ciones diarias aún son capaces de conservar su
obligados a alimentarlo por sonda. Cuando se lo antiguo lugar. Sus mejoras, a menudo son sólo
invitaba a escribir a su mujer, pretendía tener momentáneas en general, y las recaídas que se
ocupaciones más importantes; por otra parte, era producen tarde o temprano, sin motivo determi-
inútil que ella lo visite, no valía la pena. Cuando nado, toman entonces un aspecto más serio. Esto
se le solicitaba que sacara la lengua, abría bien lo observamos en nuestro segundo enfermo: me-
grande la boca, pero enrollaba su lengua apoyán- joramiento, por otra parte breve, y recaída con-
dola fuertemente contra el velo de su paladar. En secutiva. Igualmente tenemos motivos para es-
otros momentos, se volvía muy agresivo para con perar que desaparezcan en él los trastornos ac-
su entorno, sin ser capaz de justificarse luego por tuales, pero tenemos que estar atentos a una
lo sucedido. Desde el punto de vista somático, recidiva más grave1.
conviene notar una exageración muy marcada de
los reflejos rotulianos. Traducción: L. Patri
Ustedes comprenden sin esfuerzo que en este
cuadro clínico encontramos los mismos rasgos fun-
damentales que en nuestros otros dos enfermos:
emotividad debilitada, ausencia de voluntad es-
pontánea, sugestionabilidad. Además las alucina-
ciones sensoriales, la manera bien particular de
tender la mano confirma aún más nuestro diagnósti-
co: se trata de un caso de D. P. Hablan en el mis-
mo sentido, la resistencia estúpida del enfermo a
la alimentación, a sacar la lengua y escribir a su 1. El enfermo está considerablemente mejor desde el punto de
vista somático. Ha salido de la clínica al cabo de 3 meses, sin darse
mujer. Los estados de estupor que se manifiestan cuenta de los trastornos que había presentado. Desde hace cua-
de tiempo en tiempo, tienen también un cierto tro años y medio está con su familia y parece curado.
150 Q Demencia precoz, o el grupo de las esquizofrenias
Kraepelin
Notas aclaratorias
—Ésta es una traducción de la revista Analytica-Cahiers du recherche du Champ freudien Nº 49.
—Los capítulos de Kraepelin son una traducción del alemán al francés, luego hemos realizado la traducción del
francés al castellano.
—Con números se encontrarán notas que figuraban en la misma edición francesa.
—Con letras se encontrarán notas de nuestra propia traducción, al terminar la ficha.
Presentación
(a) Se mantuvo entre corchetes el término en francés, puesto que se lo utiliza ampliamente aun entre nosotros en la
jerga psiquiátrica.
(b) se agregó entre corchetes este término, que no figuraba en el original, para lograr una comprensión más
adecuada del texto.
(c) Se mantuvo este término, cuya traducción correcta al cas- tellano es: “Valiente, esforzado, denodado, //
Generoso, apuesto, galán”. En la expresión psiquiátrica se lo utiliza tal vez por un deslizamiento en su acepción
francesa que es la de: “raro, curioso, anormal, insólito, singular, etc.”.
(d) En el original figura mutacisme. Al no haber encontrado la palabra en ninguno de los diccionarios franceses
consultados, decidimos traducirlo por “mutismo”, según se desprende del contenido del texto.