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Lo no negociable

Hace pocos días, y en relación a la cuestión Schoklender, el autodeterminado


dirigente social, Raúl Castells, afirmó: “Las Madres han canjeado a los 30.000
desaparecidos, por una empresa de construcción”.
Claramente, aquí se expresa la “verdad” del señor Castells. La verdad de su
propia posición.
Para ser justos, debemos reconocer que por su boca hablan unos cuantos
más, no demasiados.
Debido a esta cuestión, más allá del personaje, debemos interrogarnos el valor
de tal declaración.
¿Por qué razón ese comentario, de un modo u otro, iba a presentarse?
Además de las razones políticas, económicas, electorales, etc. ¿Cuál es el
motor de semejante expresión?
El periodista Luís Bruschtein, en un artículo en Página 12 del 4 de junio ultimo,
avanza de la buena manera al respecto. Él considera que las Madres de Plaza de
Mayo, representan un paradigma ético al que, desde hace 30 años se le busca su
“flanco débil” para destruir esa influencia”.
Estoy en un todo de acuerdo.
Ahora bien, ¿una perspectiva psicoanalítica podría aportar algo, así sea
pequeño, respecto a la sólida interpretación de Bruschtein?.
Un paradigma ético puede ser insoportable cuando aparece encarnado, y con
suficiente presencia en la comunidad.
En el texto De guerra y muerte. Temas de actualidad, Freud afirma que “…
corremos el riesgo de sobreestimar la aptitud total (de los hombres) para la cultura en
su comparación con la vida pulsional que ha conservado su estado primitivo. En suma,
erramos juzgando a los hombres «mejores» de lo que en realidad son”.
Freud decía que era un error exigirles a los hombres más que lo que su
naturaleza podía. Exigirles ser mejores que esa medida, podía producir consecuencias
muy complicadas.
¿Las dos organizaciones de Madres y también las Abuelas de Plaza de Mayo,
han podido erguirse más allá de esos límites, para pasar a encarnar el paradigma ético
de una sociedad?

1
Este paradigma, dice que está prohibido satisfacerse asesinando y torturando.
Aquel que transgrede esa interdicción, será juzgado y condenado.
Ese acto jurídico implica que la sanción, si o si, se aplicará, y que esto no es
negociable. Ese “no negociable”, le da la impronta ética.
Lograron encarnar ese paradigma ético, a partir de una cuestión precisa: muy
tempranamente se las llamó “Locas”.
“Locas”, es el nombre del lugar de excepción que ocuparon, ocupan y
ocuparán.
Pensemos lo siguiente, no se llamaron así mismas “mujeres”, sino “madres” y
“abuelas”. Madres y Abuelas de hijos y nietos que no estaban, de los cuales habían
sido privadas.
Madres de Hijos que no están. Abuelas de Nietos que no estaban.
Se llamaron, como lo que a un nivel habían dejado de ser.
Llamarse Madres, Abuelas, nombraba a los que no estaban, los hacía existir,
estar.
Los militares además de torturar, matar, buscaron fundamentalmente hacer
desaparecer.
Llamarse Madres y Abuelas, fue afirmar que ese objetivo era imposible.
¿Cómo los genocidas no las iban a llamar “Locas”?
¡Si, las “Locas”, les dijeron en acto que ese objetivo de máxima era imposible!
Las “Locas” encarnaron y encarnan, el retorno de lo que buscaron hacer
desaparecer.
No fueron solamente presos que volvieron de las cárceles, sino el retorno
tremendo de lo que pretendieron desaparecer.
“Locas”, también quiere decir, que en tanto madres y abuelas de hijos y nietos
que se quiso desaparecer, realizan el acto que les da existencia para siempre.
La gran paradoja, es que los desaparecidos están más presentes que nunca,
mientras que los desaparecedores están más ausentes que nunca.
Los desaparecidos están más vivos que nunca, como referencia del paradigma
ético.
Los genocidas, están más muertos que nunca, como referencia del goce que
no debe haber.
Por lo tanto, si es lo “no negociable” lo que otorga la impronta ética; por la boca
de Castells se expresan aquellos para los cuales todo es negociable.
Quizás, no lo sabemos aún, para Schoklender también todo es negociable. Si
es así, esa será su condena y su destino.

2
Las Madres, las Abuelas, tienen inconsciente. Cada una de ellas, por lo tanto,
tienen sus propios síntomas.
Tienen síntomas, todos aquellos para los cuales no todo es negociable.

Prof. Dr. Osvaldo L. Delgado

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