La ICAB procura afirmarse como Iglesia, atendiendo las necesidades del
tiempo presente y repensando posturas.
Formación del Clero.
El gran desafío de la ICAB hoy es la formación de su clero: “La cuestión de la credibilidad de la Iglesia Brasileña no está en la validez o no de la Sucesión Apostólica, está en aquello que ella dejó de construir: una estructura de formación del clero”. La problemática reside en el hecho de que, en los primeros años la ICAB, recibió y ordenó a varios ex- sacerdotes y ex-seminaristas de la ICAR. No hubo criterio en formarlos en la manera propia de ser “Sacerdote Católico Brasileño”, o sea, en la compresión de la Iglesia Nacional. En el fondo todos traían el modo propio de ser “Sacerdote Católico Romano” y nunca asumían la nueva manera de ser “Sacerdote Católico Brasileño”.
Se procura, hoy, seleccionar a los candidatos con más rigor,
exponiéndoles con claridad que la ICAB: “Es eso lo que nosotros tenemos. Nuestras esperanzas son esas.
Formación de comunidades estables
Otra preocupación es la formación de comunidades eclesiales que tengan identidad católico-brasileña. Se realiza en la ICAB varios casamientos de parejas que pertenecen desde las clases más pobres a las más ricas, pero no todos retornan “porque no tenían identidad con el pensamiento de San Carlos; no tenían identidad con la Iglesia Brasileña. Solo precisaban socialmente reunir a sus amigos”. Son, generalmente, personas que en la Iglesia Romana no consiguen contraer segundas nupcias, porque son divorciados.