Está en la página 1de 7

Suele decirse que la Filosofía aparece cuando se abandona el mito sustituyéndolo por

el logos. En efecto, en el siglo VI a.C. en JONIA, colonia griega de Asia menor, el ser humano
observa lo que le rodea maravillado y extrañado, como siempre había hecho, pero por primera
vez convencido de la existencia de una explicación racional, capaz de desvelar el sentido oculto
de todo ello. Fueron un conjunto de pensadores, los presocráticos, los cuales cuestionaron las
explicaciones míticas de los problemas y buscaron otras más lógicas, más convincentes. Se
trata dar una explicación que intente eliminar el supuesto irracionalismo de la explicación
mística. Comenzaron por preguntarse si detrás de la pluralidad de cambios que observamos en
la naturaleza, existe una realidad que no cambia nunca, una realidad básica. Ésta manera de
preguntarse les abrió la puerta a la racionalidad.

Se nos plantean tres cuestiones de manera inmediata: por qué aparecen en éste
contexto sociocultural, en segundo lugar en qué consiste la explicación mítica que se abandona
y en tercer lugar en qué consiste la explicación racional que se le opone.

Pues bien, para contestar a la primera pregunta es posible subrayar algunas


circunstancias que influyeron en éste hecho: en el siglo VII a.C., Grecia se caracterizaba por ser
una sociedad aristocrática, guerrera y agrícola. La gloria y el honor son los más altos valores de
ésta sociedad. La religión griega tenia unas características particulares: no se regían por libros
sagrados, ni creencias de rigidez absolutas; existía una tradición basada en la leyenda y el mito,
y una interpretación antropomórfica de sus dioses (personajes extraordinarios, dioses y héroes
que existían en un tiempo lejano).

Vivían en ciudades-estado, no estaban unidos políticamente, cuando aumenta la


población y aparece la crisis, los griegos tienen que emigrar. De esa manera se fueron
formando colonias en las fértiles tierras de Asia menor (Éfeso, Mileto) y el sur de Italia (Elea,
Siracusa, Crotona). La polis se va consolidando, y el comercio toma una importancia decisiva.
Aparece la moneda, y los viajes traen consigo nuevos conocimientos de etnología. Esa
conexión con el mundo exterior trae consigo conocimientos nuevos y éstos, crean
pensamientos, y dudan de su forma de interpretar la realidad. Como hemos dicho se
relacionaron con culturas diferentes, que ¡¡no tenían dioses ni héroes!!... ¿Por qué ellos no y
nosotros sí? Por otra parte la experiencia de la democracia, la prosperidad económica
estimulada por el comercio, el uso popular de un alfabeto fonético que permite reproducir por
escrito el habla de la calle, han supuesto de una manera explosiva el auge cultural y el auge de
la vida pública. Lo cierto es que ahora los datos que nos llegan a través de los sentidos
empiezan a ser racionalizados según principios o leyes naturales, se empiezan a entender
según su naturaleza (physis). Con el pensamiento filosófico se trata de analizar la observación
por medio del logos.

Cabe entender por mito el conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales de los


poetas acerca del mundo, los hombres y los dioses. El mito es, pues una narración que perdura
como algo importante en la memoria colectiva de una comunidad que no se inventa sino que
se hereda del pasado. Cuentan actuaciones y hechos extraordinarios: como se hizo el mundo,
“lo hicieron los titanes”; Prometeo “tuvo que robar el intelecto a los dioses para dárselo a los
hombres”…

Es cierto, que los mitos les proveyó de sus primeras descripciones y explicaciones del
mundo, de su entorno natural, de los fenómenos atmosféricos, de las principales costumbres e
incluso de la vida de ultratumba.
Los mitos hablaban de personajes legendarios, dioses y héroes del Olimpo, las fuerzas
de la naturaleza están personificadas y divinizadas (antropomorfismo). Héroes y dioses están
hechos a semejanza humana y actúan y sienten igual, pero pertenecen a un tiempo pasado, el
del origen del mundo.

Son relatos imaginativos y fantásticos, recurren a la voluntad caprichosa de los dioses,


de sus disputas y amores. Por ejemplo, el cambio de estaciones se atribuía a los estados de
ánimo de Deméter, diosa de la agricultura, porque su hija (Perséfone) iba y volvía.

El autor del mito es desconocido o colectivo. Su formación es lenta, espontánea y


popular, tiene carácter acrítico y se transmite de padres a hijos. El cuerpo de conocimientos
que forma el sistema mitológico lo reciben los miembros de una cultura que acepta y asume
como vienen, dados por la tradición: los oráculos son los portadores de éste saber, podemos
ver en la magia una forma de manipulación de la naturaleza; los griegos visitaban al oráculo
para conocer la voluntad divina, pues los oráculos y sacerdotes los interpretaban.

En el siglo VI a.C. el nombre con el que se conocía al mundo griego era la Hélade y
ocupaba gran parte de las costas mediterráneas; Jonia era uno de los centros más activos, ahí
habían huido los antiguos aqueos de la arrasada Micenas y es precisamente Homero el que
desde allí había escrito sus obras. Aquí se encuentra la cuna de la Filosofía.

Es obvio que dentro de éstas coordenadas es imposible la ciencia: la ciencia solo es


posible como búsqueda de leyes, de las regularidades que rigen la naturaleza, y así aparece la
explicación racional, (aunque las explicaciones fueron paralelas durante siglos, no se trató de
modo alguno de una sustitución radical de una explicación por otra). La explicación racional
critica la arbitrariedad y recoge la idea de necesidad; pues bien, a ésta idea de NECESIDAD se
hallan vinculadas otras que constituyen unas coordenadas intelectuales que engloban ésta
explicación al comienzo de la filosofía. El mundo mítico quería demostrar que el mundo es lo
que es porque debe ser así.

El logos quiere demostrar como es el mundo, su origen y constitución, y se da cuenta


de que todos los fenómenos tienen una naturaleza, unos principios y unas causas naturales, los
cuales podemos conocer. Éste mundo es un lugar ordenado y tiene unas leyes que no varían.

Éste razonamiento está en constante revisión y por ello es posible dar más
explicaciones que mejoren las que ya hay. Es por ello que es una explicación crítica.

Como hemos dicho antes el mundo mítico piensa que las cosas ocurren como tienen
que ocurrir, es decir, el mundo es así porque debe ser así (destino), pues bien, ésta idea
implica otra idea que es la de permanencia o constancia, y esto les lleva a pensar que las cosas
son como son a pesar de sus posibles cambios (inmutables). Ésta es la esencia, el fundamento
de la unidad de las cosas.

El logos trata de encontrar el principio y causa del que todo surge ,la esencia, y que es
la base de todas las cosas, y éste principio y causa debe estar en la naturaleza misma.

Hemos respondido a la segunda pregunta que hemos propuesto al principio del tema.
La tercera, ¿quiénes son los presocráticos?. De ellos no conocemos más que algunos
fragmentos citados por pensadores antiguos posteriores a ellos, desde el siglo IV a.C. al VI d.C.
Platón, Aristóteles, Plutarco, Sexto Empírico, Clemente de Alejandría y Diógenes Laercio.
Aquellos filósofos que comparten su preocupación por el origen y constitución del
cosmos, tratando de encontrar el principio y causa del que todo surge, y que es la base
permanente de todas las cosas, son los protagonistas.

La explicación racional crea una serie de conceptos de dos en dos (esencia-apariencia,


unidad- multiplicidad, razón- sentidos) cuyo entramado forma parte de un sistema de
coordenadas de la explicación de la realidad. La esencia es pues el fundamento de la unidad de
las cosas frente a la multiplicidad de sus estados o apariencias. Conocer pues, y explicar las
cosas es conocer lo que tienen de permanente y la búsqueda de lo permanente está asociada a
una segunda convicción, la de que todo el universo se reduce a uno, o muy pocos elementos.

Esto nos hace comprender la originalidad y transcendencia histórica de ése intento de


dar explicación racional de los presocráticos.

Una vez explicadas esas cuestiones, podemos empezar con el análisis delos distintos
modelos de explicación racional que se produjeron en lo que se llama filosofía presocrática.

Podemos agruparlos en dos grupos: los que filosofan en las colonias del Asia Menor
(los JONIOS), cuyo modelo es más fisicista, los Itálicos, de la Magna Grecia, presentan una
tendencia metafísica y religiosa. Dentro de la escuela Jónica, podemos dividir entre monistas
( Los primeros filósofos) y pluralistas (los físicos posteriores). Entre los primeros, podemos
hablar de Heráclito. Pero lo más claro para nuestra exposición, es hablar de los Milesios, los
Pitagóricos, Heráclito y Parménides, y los físicos posteriores.

La primera fase llamada física presocrática, propone principios de tipo material, (los
físicos de Mileto), o formal, los pitagóricos.

En segundo lugar, la reflexión sobre el Ser, centrada en la distinción entre apariencia y


realidad y el papel de la razón.( Parménides y Heráclito).

Por último los pluralista, que pretenden reconciliar ,las exigencias de estabilidad que
impone la razón, y las apariencias de cambio observables por los sentidos

Los milesios y el problema del argé: en menos de un siglo, en Mileto, nacieron Tales,
Anaximandro y Anaxímedes. En éstos tres pensadores está la propuesta de una sustancia
originaria de la cual surgen, por medio de distintas transformaciones, todas las cosas.

Tales fue por tradición familiar comerciante y viajero. Lo que primero le preocupó fue
el estudio de la tierra y el fuego. El centro de su pensamiento es que el agua es el principio de
todas las cosas; es así el primer griego en admitir una idea natural de las cosas y su idea de la
unidad. Otra de las ideas que se le atribuyen es que todo está lleno de dioses (hilozoísmo).
Toda la naturaleza tiene carácter dinámico. Por tanto el pensamiento de Tales tiene dos
novedades decisivas; una que todas las cosas tienen un común y natural origen, y otra, la
conciencia d que tras el cambio de los fenómenos, se oculta un principio común a todas las
cosas.

Anaximandro se nos presenta como un sabio con amplios conocimientos empíricos. Su


gran descubrimiento es el concepto de cosmos que supone la interdependencia de todo el
mundo visible en el cual se hace patente un orden sistemático que impera sobre todo.
Anaximandro busca un principio pero piensa que ese principio buscado no puede ser una
sustancia concreta. Por primera vez tiene lugar la abstracción de lo sensible y se atisba un
planteamiento más cercano al metafísico. El principio es lo indeterminado, lo indefinido, el
ápeiron, un infinito en magnitud cualitativamente indeterminado del que brotan todas las
cosas y al que acaban retornando. Trató de tratar un cuadro muy concreto del origen del
mundo, de la configuración del cosmos y del nacimiento de la vida y de los seres humanos
sobre bases muy simples pero extraordinariamente coherentes sobre la observación de
determinados hechos naturales (el hombre procede del pez, primer darwinista de la historia)

Anaxímenes propone el aire como sustancia única de la que están hechas todas las
cosas. Rechaza la teoría de Tales por ser el agua una substancia limitada, rechaza a Anaxi-
mandro porque nadie ha visto el ápeiron.

Parece que la razón más poderosa para la elección del aire como argé fue el aliento
humano, el aire que llena su cuerpo es idéntico al principio que lo anima, es idéntico a su alma.
Resumiendo los puntos fundamentales que caracterizan a los milesios son los siguientes:

1º- No están del todo deslindados de los elementos míticos. Sustituyen a las representaciones
antropomórficas por elementos naturales y elaboran cosmologías de orden científico-
filosófico.

2º- Se esforzaron en dar una explicación sistemática de la realidad a partir de la identificación


de un único principio, del cual nacen todas las cosas y al cual vuelven cuando mueren.

3º- Afirman que la realidad no puede proceder de la no realidad. La naturaleza a de tener su


origen en ella misma, es una entidad generadora propia, la vida es inherente a la materia
(hilozoísmo)

4º- La naturaleza es considerada como un todo, concebida desde una óptica evolucionista y no
creacionista. Lo natural no ha sido creado, siempre ha sido y será.

Los pitagóricos y el argé formal.

El pitagorismo difiere de los milesios en que éstos intentaron explicar el mundo de un


modo puramente naturalista. En los pitagóricos es difícil distinguir y separar lo filosófico de lo
religioso, de lo matemático y de lo mágico. La afirmación de que el número es el argé
constituye el elemento más típico de ésta explicación. Todas las cosas se generan a partir de
los números, se pueden distinguir tres fases en éste proceso.

1º- Los números se generan a partir de sus elementos (limitado-ilimitado, par- impar…)

2º- De lo numérico surge lo geométrico.

3º- De lo geométrico surgen los cuerpos físicos.

Las razones que da Pitágoras para justificar tal explicación son: los números son
proporción. Los números explican la realidad, las cosas son combinaciones geométricas. Un ser
que no se puede expresar en números o figuras ya no es un ser; los números están por encima
de las cosas. Las cosas son materiales y se corrompen, los números no.

Otro elemento importante del pitagorismo es el dualismo; los elementos de los


números (limitado- ilimitado, par-impar…) le confieren su ser, esto contrasta con el monismo
de los milesios.

Su astronomía presenta una extraordinaria claridad racional; el centro del cosmos


estaba ocupado por un fuego central alrededor del cual giraban las esferas de las estrellas fijas,
el sol, la luna, la tierra, los cinco planetas conocidos. El movimiento era circular y sus sus
esferas mantenían distancias proporcionalmente armónicas, con arreglo a los intervalos
musicales de producido una música celeste, que ordinariamente, no percibimos por estar
acostumbrados a ella.

La huella que ha dejado el modelo pitagórico precursor del platonismo, la búsqueda


del rigor y exactitud matemáticas … Y el cambio en el modelo de explicación racional anticipa
la formalización metafísica posterior; se buscan principios formales y permanentes de carácter
racional que se utilizan para explicarlo todo punto y seguido sin embargo, estos principios
siguen considerándose reales y, en cierto modo naturales, y la búsqueda de los mismos se
siguen planteando como solución al problema del origen del argé.

La discusión sobre él ser: Heráclito y Parménides. Para este nuevo modelo de explicación
racional del proceder de la naturaleza significa ”tener ser ”y la sustancia de la que las cosas
están hechas es equivalente a lo que las cosas son. Esta implicación entre naturaleza de ser es
el descubrimiento de Heráclito (jónico) y Parménides (eleata). Lo que hay se convierte en lo
que es. La diferencia surgida entre ambos cuando se precisa el sentido activo del es. Heráclito
nos ofrecerá una concepción dinámica del ser. Parménides una concepción estática.

Heráclito era de Éfeso. Toda Jonia estaba sometida a los persas surgiendo las Guerras
Médicas. Este vivir en guerras tendrá gran influencia en su filosofía la discusión sobre el ser la
antítesis de la unidad del ser y de la pluralidad de los seres la resuelve Heráclito a favor del
constante flujo (panta rei): todo fluye de nada permanece, el universo es un continuo devenir
en el que la ley de identidad carece de vigencia al estar todas las cosas sometidas a incesante
de transformación. Pero hay un logos inmanente que se representa por el fuego, activo
vivificante. El sentido de logos es medida, proporción de todas las cosas y su función es la
unidad de los contrarios que constituyen el mundo.

La naturaleza es dialéctica pero formando una coherencia que la hace estar en


continuo devenir conforme a una ley que la ordena. Esta devenir es la lucha de contrarios.
Todo lo que vive, vive por la destrucción de algo. La guerra es Madre y reina de todas las cosas.
Este flujo universal es el dato de la experiencia, pues el movimiento pertenece.
al reino de la experiencia. El logos es día y noche invierno y verano guerra y paz. El logos
pertenece al reino de la razón.
El ser de Heráclito está siempre en lucha y siempre en armonía; siempre en constante
devenir. Cuyo símbolo es el fuego.
En la Magna Grecia surge la escuela Eleata (Parménides, Zenón…), que difiere de la
filosofía jónica de la escuela jónica, también de la del flujo universal de Heráclito, pero con éste
tuvo en común que centró su atención en el ser, en la unidad que subyace a las apariencias.
Parménides, nace en Elea, colonia jónica de Italia. Es el escritor de la primera obra
filosófica en verso sobre la naturaleza. Tiene un proemio y dos partes: la vía de la verdad y la
vía de opinión. En la vía de la verdad hay que distinguir los caminos: el de la verdad (el ser es y
no ser no es), y el del error (lo no ente no es y necesariamente es no ser). Éste es
impracticable.
Parménides rechaza en primer lugar la tesis pitagórica de que el no sen es y en
segundo lugar, la heraclitiana de que el ser es y no es ala vez. A esto se opone su principio: el
ser es, y el no ser no es.
El punto de partida de su filosofía puede sintetizarse en las siguientes afirmaciones; a
partir de una única realidad es imposible que surja la pluralidad, y, de lo que no hay ni había
desde siempre, no puede originarse lo que hay (el ser) que tampoco pueden ser destruido. Lo
que les puede ser pensado o conocido, y formulado o nombrado con propiedad, lo que no es
no puede ser ninguna de éstas cosas. El ser es eterno, inmutable, indestructible, no tiene
comienzo ni fin, es presente continuo, es un ahora homogéneo e inmóvil, además es único. Las
consecuencias de éstas afirmaciones son tajantes, si por una parte de una única realidad es
imposible que surja la pluralidad, y si de otra parte la razón nos obliga a aceptar la existencia
de una única realidad, no habrá más remedio que declarar irracionales e ininteligibles la
pluralidad y el movimiento; elimina el conocimiento sensible, sacrificándolo en aras de la
razón.
Concluyendo, el ser es el siendo de las cosas, todas las cosas que son, son reales. Hay
un solo ser siendo, por tanto el ser es único, el ser no necesita ser múltiple, nunca cambia, es
inmutable, siempre se mantiene siendo lo que era, lo que es, lo impensable no puede ser. El
ser siempre coincide con lo pensable. El ser es infinito, no tiene fronteras. La nada no es, no
existe (un espacio sí es). Como conclusión, el ser es condición de todas las cosas, no hay nada
más real que el ser igual = absoluto = Dios.
Toda la fuerza del pensamiento de Parménides nace del análisis del verbo ser,
convirtiéndose en el análisis indispensable para la metafísica posterior. Poco a poco el es
aparecerá como cópula.
Son famosas las paradojas de Zenón. Influyó en la formación del idealismo platónico.
Los continuadores de la filosofía de Parménides tuvieron que plantear una defensa de sus
teorías ante los ataques que no tardaron en sufrir.
La importancia teórica del modelo de explicación racional de Heráclito y Parménides es
que se produce una identificación entre lo racional, lo que puede pensarse correctamente, y lo
que es. Superando a la escuela de Mileto y a los pitagóricos e influyendo (Heráclito
negativamente, Parménides como modelo) en la formación del idealismo platónico.
Desde otro punto de vista se inauguró un nuevo modelo de reflexión racional:
culminación de la física presocrática: el atomismo.
En el siglo V a.C. culmina la filosofía natural griega. A cambiado el panorama histórico.
Se han producido las Guerras Médicas, el afianzamiento de la democracia ateniense y
finalmente las guerras del Peloponeso. El centro de gravedad de la filosofía es Atenas, pero a
causa de las peculiaridades de la democracia ateniense ésta había derivado su interés hacia la
filosofía política y retórica de los sofistas. Es ya el período en el que vive Sócrates, Leucipo y
Demócrito representan éste último modelo de explicación racional.
Afirma la existencia del movimiento y la pluralidad, explicando la realidad a partir de
dos principios: lo lleno (el ser) y lo vacío (el no ser). Lo lleno, el ser, está compuesto por
infinitos principios materiales e indivisibles, los átomos; el no ser, el vacío, hace posible el
movimiento de átomos y la multiplicidad de los cuerpos, ya que todo cuerpo contiene un
conjunto de átomos separados por el vacío, en el que los átomos chocan al azar al desplazarse.
Los átomos no tienen cualidades, se distinguen entre ellos por la figura, el orden y la
posición. Su movimiento no está originado por nada fuera de ellos, es puramente mecánico,
rechazando todo animismo e hilozoísmo; todo lo que hay es materia, vacío y movimiento, nada
más.
El materialismo atomista se extiende también a su concepción del alma, entendida
como corpórea y mortal. Con la muerte, los átomos que la forman se separan y esparcen por el
universo. En cuanto al conocimiento, la sensibilidad tendrá un papel destacado, originándose
por la alteración de nuestros cuerpos, por los impactos de los átomos sobre ellos (el
pensamiento se produce por la alteración de los átomos del alma por parte de esos otros que
proceden del exterior). Sin embargo, la negación de la existencia en los átomos llevará a un
cierto escepticismo respecto a la posibilidad de conocer lo que las cosas son. Así Demócrito
dice que las cosas son por convención, de verdad solo existe los átomos y el vacío.
El atomismo constituye la culminación de la filosofía presocrática: en los atomistas
encontramos de nuevo la oposición apariencia-realidad (no es lo mismo lo que percibimos por
medio de los sentidos, de las cosas, que lo que existe, los átomos y el vacío, que no vemos). Al
estilo de la tradición milesia, los principios explicativos son estrictamente naturales. Al estilo
de Pitágoras son indivisibles, al estilo de los pluralistas son muchos. Como en Heráclito, se
postula la superioridad de la razón sobre el conocimiento sensible, que solo es su punto de
partida. Como en Parménides se eliminan las cualidades sensibles del ser, convirtiéndolas en
apariencia.
Podemos concluir las cuestiones mismas que plantean para dar explicación de lo real
son más importantes que la variedad de respuestas que dieron.

También podría gustarte