La aceptación de la herencia a beneficio de inventario, es una aceptación
modal para proteger al heredero, común tanto para la herencia testamentaria como ab-intestato, si bien transforma al sucesor en heredero y propietario de la herencia, exactamente igual a como sucede con la aceptación pura y simple de ésta, tiene por objeto y por finalidad fundamentales impedir evitar la confusión de patrimonios que determina la aceptación pura y simple. Ello explica, por lo demás, que, si el llamado a la herencia manifiesta su voluntad de aceptar en forma beneficiaria y luego no cumple las restantes formalidades exigidas por la Ley o incurre en alguna irregularidad sancionada con la perdida de dicho beneficio, ese sucesor quedará como heredero puro y simple, puesto que su aceptación es irrevocable. Tiene como propósito principal proteger y amparar al heredero, pero al lograr ese fin, también protege y ampara a los acreedores y legatarios de la herencia, en efecto, de no existir el beneficio de inventario cada vez que el pasivo de la herencia exceda del correspondiente activo o que la situación neta del patrimonio hereditario parezca dudosa, la persona llamada para la sucesión en la generalidad de los casos optará por repudiarla a fin de evitarse el riesgo de tener que responder con sus bienes propios, deudas y cargas de la herencia, ahora bien tal comportamiento no solo representa desventaja para los acreedores de la herencia, sino que empeora su precaria situación, puesto que el caso tendría en definitiva que ser resuelto. Análisis: como su nombre lo indica aceptación bajo beneficio de inventario, es la aprobación de una herencia que es beneficiosa para el heredero, es decir, tiene el propósito de proteger al heredero de contraer deudas que superen su patrimonio personal, por ejemplo; si una persona se encuentra por heredar un patrimonio, pero este patrimonio viene con más deudas que ganancias entonces este puede optar por repudiar la herencia ya que no es beneficiosa.