Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas Productividad grupal Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo: las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se consolidará, pasando a la siguiente fase. Individuación En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer diferencias ideológicas entre dichos subgrupos. Declive Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo volvería a comenzar. Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de las características del grupo o del contexto. Ante determinadas circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria (2004). Cohesión grupa! El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser contemplada y estudiada como un proceso dinámico. La cohesión corno atracción Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po- sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti- vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol), Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse). Lal hecho dede que, en en la ocasiones, la la a punropi grupoa pertenencia en concreto grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus. Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel grupo (atracción instrumen- tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos socios de una organización de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener algún problema. Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la cohesión existente en un grupo. Cohesión y categorización Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo (Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols., 1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como miembros de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes. En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez, tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de otros grupos (diferenciación exogrupal). En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones, dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del exogrupo. Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido, intercambiables. Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción social que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva, podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in- tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir- cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes ¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York. Cohesión y sentimiento de comunidad Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad pueden distinguirse cuatro dimensiones: Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad. Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad a través de su mutua relación. Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad. Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada afectivamente a una comunidad. A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich, Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co- munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di- versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc- tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo- cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez (2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce- lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac- ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia. Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones religiosas o escolares. Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en otro tipo de grupos o comunidades más grandes. La toma de decisiones en grupo En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas