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Productividad grupal

Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la


consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas
Productividad grupal
Una vez conseguida su identidad, el grupo puede centrarse ya en la
consecución de sus objetivos. En esta fase, el conflicto con otros grupos se
rebaja y se toleran en alguna medida las discrepancias dentro del grupo:
las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea pero se
las sigue rechazando si amenazan la identidad grupal. Cuando ya tiene
una identidad propia, tanto de cara a sí mismo como de cara al exterior, el
partido que venimos utilizando como ejemplo podría ya dedicarse a
desarrollar sus actividades con una cierta normalidad, tratando de llevar a
cabo su programa político. Si lo hace con acierto, el partido crecerá y se
consolidará, pasando a la siguiente fase.
Individuación
En esta fase la cohesión grupa! empieza a disminuir y comienzan a
aparecer subgrupos, primero en relación con habilidades y roles similares
y después en función de semejanzas en actitudes, intereses y otros
aspectos no relacionados con la productividad. En esta fase se estimula la
participación de los miembros minoritarios y se trabaja menos para las
nietas grupales y más para las personales. Se ponen en cuestión las
normas del grupo y se exige una mayor libertad personal. En el ejemplo
que nos ocupa, si el partido crece y se consolida es probable que la
cohesión disminuya, se creen subgrupos y puedan empezar a aparecer
diferencias ideológicas entre dichos subgrupos.
Declive
Este desplazamiento hacia la individualidad hace que el grupo sea menos
importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse
mientras que otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no son
aceptados se pasaría al primer estadio del modelo (descontento) y el ciclo
volvería a comenzar.
Según Worchel, todos los grupos pasan por estos estadios pero el tiempo
de permanencia en cada uno de ellos puede variar mucho en función de
las características del grupo o del contexto. Ante determinadas
circunstancias, por ejemplo una amenaza externa, el grupo puede
retroceder a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial.
Una descripción más detallada de este modelo puede verse en Gaviria
(2004).
Cohesión grupa!
El concepto de cohesión se utiliza en la Psicología de los grupos para
describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un
grupo permanezcan unidos. Otros conceptos similares utilizados en el
lenguaje común para referirse a esta característica de los grupos son
solidaridad, camaradería o espíritu de equipo. Es importante señalar que
la vinculación de los miembros con el grupo puede pasar por diferentes
fases a lo largo del tiempo y, por lo tanto, la cohesión ha de ser
contemplada y estudiada como un proceso dinámico.
La cohesión corno atracción
Gran parte de los investigadores han equiparado cohesión y atracción
grupal. Shaw (1976) señala cinco posibles causas por las que las personas
pueden sentirse atraídas hacia los grupos de los que forman parte:
Atracción mutua entre los miembros del grupo. Parece claro que si los
miembros que componen un grupo se relacionan entre sí de forma po-
sitiva (amistad, compañerismo) la pertenencia a dicho grupo será más
atractiva que en caso contrario. Este tipo de atracción ha sido el aspecto
más utilizado por los investigadores a la hora de explicar la cohesión.
Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo. Otra posible
vinculación entre la persona y el grupo es la atracción hacia las acti-
vidades que éste realiza (por ejemplo, salir al campo o jugar al fútbol),
Atracción hacia los objetivos del grupo. Está relacionada con la anterior
pero es conceptualmente diferente. Así, una persona puede formar par- la
naturaleza y no estar de acuerdo con alguna actividad de las que se
te de una ONG porque está de acuerdo con la necesidad de conservar
realizan para conseguir este objetivo (por ejemplo, manifestarse).
Lal hecho dede que, en en la  ocasiones, la la a  punropi grupoa  pertenencia en
concreto
grupal Esteal es tipo atractiva de atracción hace referencia referen con indciea– a
pendencia de los miembros que componen el grupo o de la actividad
realizada. Esto sucede sobre todo cuando el grupo tiene un alto estatus.
Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte clel
grupo (atracción instrumen-
tal), Este tipo de atracción se daría cuando, por ejemplo, nos hacernos
socios de una organización
de consumidores para obtener asesoramiento jurídico en caso de tener
algún problema.
Todas estas razones para sentirse atraído por un grupo (que no agotan
todas las posibilidades) pueden darse por separado o de forma
simultánea. Lógicamente, cuantas más de ellas coincidan mayor será la
cohesión existente en un grupo.
Cohesión y categorización
Durante los últimos años una nueva perspectiva basada en las teorías de
la Identidad Social (Tajfel y Turner, 1979) y de la Categorización del Yo
(Turner, 1990) se ha convertido en predominante y ha revitalizado el
estudio de la cohesión, tanto en el plano teórico corno en el plano
empírico. Desde la Teoría de la Categorización del Yo (Turner y cols.,
1987) se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros
mismos, según las circunstancias, como personas individuales o como
miembros
de un grupo. Cuando nos consideramos (nos categorizamos) como
miembros de un grupo se producen varios efectos importantes.
En primer lugar, tendernos a ver a los miembros de nuestro grupo
parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal) y a su vez,
tendernos a incrementar las diferencias existentes con los miembros de
otros grupos (diferenciación exogrupal).
En segundo lugar, tiende a producirse lo que se denomina «favoritismo
endogrupal », que consiste en tener una actitud más positiva hacia los
miembros del propio grupo y una actitud más negativa, y en ocasiones,
dependiendo del contexto, abiertamente hostil hacia los miembros del
exogrupo.
Finalmente, categorizarse como miembro de un grupo implica percibir el
mundo en términos «grupales». Esto significa que las personas que
componen el enclogrupo (incluidos nosotros mismos) no son vistas ya
como individuos sino como miembros del grupo y, serían, en este sentido,
intercambiables.
Desde esta perspectiva, la cohesión está relacionada no tanto con la
atracción interpersonal como con la atracción social que las personas
experimentan hacia los miembros de su propio grupo como un todo
simplemente por el hecho de serlo. Obviamente, en muchas ocasiones la
atracción interpersonal y la atracción social coinciden. Sin embargo, en
otras ocasiones puede darse atracción social, y por tanto cohesión, sin que
exista conocimiento o relaciones interpersona les con la mayoría de los
miembros de nuestro grupo. En consecuencia, desde esta perspectiva,
podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus
miembros se identifican fuertemente a través de un
proceso de categorización del yo, y así manifiestan en diversos grados
atracción social, etnocentrismo, conductas normativas y diferenciación in-
tergrupal. Según esta perspectiva, la cohesión aumentaría en aquellas cir-
cunstancias en las que la pertenencia grupa) se torna importante, corno
por ejemplo, en una situación de conflicto con otro grupo. Líderes
¡políticos y militares de todos los tiempos han aplicado este principio: si
hacemos que nuestro grupo se sienta amenazado (la amenaza puede ser
real o incrementada artificialmente) la cohesión grupa] y el apoyo al líder
aumentará. Así, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos, George
Bush, cuya capacidad de liderazgo fue ampliamente cuestionada al
comienzo de su primer mandato, alcanzó altos índices de popularidad en
el clima bélico desatado a raíz del ataque terrorista a las Torres Gemelas
en Nueva York.
Cohesión y sentimiento de comunidad
Con el término «sentimiento de comunidad» se hace referencia al sentido
de pertenencia y mutua dependencia que vincula entre sí a los miembros
de una determinada comunidad ubicada, generalmente, en un mismo
territorio (un barrio, por ejemplo). Este concepto procede de la Psicología
Comunitaria, donde ha alcanzado una gran importancia en los últimos
años. Según McMil]an y Chavis (1986) en el sentimiento de comunidad
pueden distinguirse cuatro dimensiones:
Pertenencia: grado de identificación con una determinada comunidad.
Influencia: cambio producido tanto en el individuo como en la comunidad
a través de su mutua relación.
Satisfacción de necesidades: grado en que el individuo alcanza sus
necesidades a través de la conducta cooperativa dentro de la comunidad.
Conexión emocional: grado en que la persona se siente vinculada
afectivamente a una comunidad.
A través de un cuestionario creado para medir el sentimiento de
comunidad —Sense of Community índex (SCI)— Perkins, Florin, Rich,
Wandersman y Chavis (1990) encontraron que el sentimiento de co-
munidad estaba relacionado de forma positiva con el tiempo de residencia
en el barrio, la satisfacción residencial y el control social informal, y
negativamente con el temor a la delincuencia. Asimismo, di-
versas investigaciones (Kingston, Mitchell, Florin y Stevenson, 1999) han
mostrado también la relación del sentimiento de comunidad con conduc-
tas prosociales, participación política, y el emprender acciones a nivel lo-
cal, así como con diversas medidas individuales de bienestar. Sánchez
(2001), en un estudio realizado con 354 residentes en un barrio de Barce-
lona, utilizando un cuestionario confeccionado a partir de la literatura
existente encuentra tres factores en el sentimiento de comunidad: interac-
ción vecinal (el más importante), arraigo territorial e interdependencia.
Recientemente se ha comenzado a investigar el sentimiento de
comunidad no sólo en los barrios, sino también dentro de organizaciones
religiosas o escolares.
Aunque el concepto de sentimiento de comunidad tiene unos orígenes
teóricos y empíricos muy diferentes al concepto de cohesión, ambos
parecen estar muy relacionados. El estudio de la cohesión se ha venido
realizando generalmente en grupos pequeños e interactivos, el
sentimiento de comunidad aludiría probablemente al mismo fenómeno en
otro tipo de grupos o comunidades más grandes.
La toma de decisiones en grupo
En la sociedad actual muchas decisiones se toman en grupo. Existen
comités para decidir a quién se concede una beca o un premio, la
inocencia o culpabilidad de un acusado se determina muchas veces
mediante un jurado, y en muchas ocasiones delicadas decisiones de
política internacional (como entrar o no en guerra) se toman en reuniones
en las que un grupo de expertos, después de sopesar las ventajas

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