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La inteligencia atrapada
!Ki“ntoma en el nf rencler:
las relncio’nes Ju3nr’“)de o bset vociún )e
inteligencin-cleseo
El pensamiento es uno solo, no pensamos por un lado inteli- gentoinente y clespnés, como si cnmbiá iamos che clial, pensa- ra os simbó licamente. EL
pensamiento es como una trama en
es la o¡›era ió n ;ilterat1a tio prietle darle una significación. Los psicotera¡iCÉlÍ.Ífl tienen tenden- in tei pretar que sí un nifio
pone hombre sin h tiene pro-
mbre se podr/a pensar que no sería otra dimensió n: la de la alteridad o del Otro. El O tro, que no
que no se dice. ¿, es soUam'ente eÍ‘ otro tangible. El Otro que está construido por
tOdOS lbs otrqs, que simbó licamente permiten reconocer la
individu'alidad Construida especularmente. El O_JIo que devuel-
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onocen estruotura genë-
es una mutuamente. Sintica. conocimiento
emõElà rgoȚ senconstru
iienê razó Ș ara PaÎn El humano
ye. euando debe pasar por un proceso, hacer un trabajo )
plantea
ò gico para accedes al mismo.
cia es_atrapada _ por el deseo, es el lugar privilegiado, quizä el ú nico para
es entre ambas estructuras.
Nivet tógico
Cuando hablanios de iy_teli encia nos refefirnos a trna truç-
tura lógica, mientras que la dimensiön deseante es simbölica,
significante y alógica.
fia, Peninsula,
(chupeteai, Barcelona,
tocar, 1970,
agitar) y los esquenins
p. 20. da äcciòn que se van paulatinamente integrandp (apretar para atraef) n parecen en esta- do piirq sòlo en el xujeto
epìstèmico. Tin el niño sort parte de un vínculo, hay tod'o un niovimiento descantø inevitãblementc unido.
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,n la
en el inteli-
que tienen dieron
gencia un paso
lugar a la evidencia
importa.tte las acciones’ de.1 sujeto con los objetos. De tal modo, si a un niño de 4 afios se le entregan
chas de mi- ga de pan y le preguntamos si él al comer la bolita 1 comerá la misma cantiddd de pan que yo al comer la bolita 2
ro si se le modifica la forma de una de ellas o se la parte en varios trocitos, el nifío," guiado por la percep- ción„ dirá que hay
en una que en la otra, según se detenga más en el largo o en el ancho. Dirá, por ejemplo: “Vos vas a comer más porque ésta es más
ancha”, o “Es más chica porque es más finita”. (¿Esto es una equivocacion? No, de acuerdo con la lógica que el niño usa sólo
podrá afirmar que hay lo mismo some- tiéndose a la autoridad del adulto.)
¿.
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itiva, acorde can el nivel de
canibio *del sujeto‘con el medo do d ’él“va probando sus posibilidades de dominio, en un juego permanente de accio-
Nivel $itnbólico
generali- dades, a clasificar, a ordenar, a procurat lo que asemeja, lo comú n, pot el contrario, el movimiento
iö n, a la díferenciació n, al stirgi- iniento de to original de cada sef humano ú nico en relaciö n cori ct otro, Se
el signo. Esa irn pronta de or\ginaliá à d, si bien pû ede ser compartida .con otro , siempre abre uii ecpacio donde
no podrã ser compartido con nadie.
“
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cuitos, el del deseo
la falta, de la inteligencia,
y elcon.la carencia.
cará rá pidamente en una clase de La inteligencia y el deseo parten de una indiferenciaciÓ n hacia una mayor diferenciació n para una mejor articulació n.
a tenido un epi- sodio donde fue
la originalidad de su persona en
“
es al mismo tiempo itn acto de placer y de conocimiento. La
a, en es- tas primeras etapas de la vida, se marca por el interés de la inteligencia de acomodarse al objeto, mientras
invocar a1 objeto au- sente subjetiva la experiencia, sustituye al objeto por un ges- to que significa, entre otras
cosas, su ausencia”.'
"
- i
*
;
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S. Pa in, La génesis Jet inconxci’ente. cit.
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dad. En este caso no hablaríamos de renuncia al deplacer.en energfa, el
cuando él caminaba, y que deseaba trabajo no
intelectual,hablaríamos de derivación
mú gico y ha accedido a ‹ establecer(amos una diferencia dé la pulsibn de
ni tampoco
zcueldo con sus objetos, sino segíin el fin. Es decir en cuanto a
qué tipo de placer (?) ¢e px#tende con la aeciófl. La sociedad hu-
masa no implica la renuncia de la pulsi6n (esto está muy bien
argumentado por sara Paín en su ültimo libro), sino que, por
el contrario, provee de más sofisticadas condiciones para su
satisfacció n, proceso en el que interviene tanto la estrueturs
sus propios movimientos. como designarse a no casarse con objetivante como la subjetivante. Es decir, podemos ha-
su mamá , reconociendo que se podrá casar má s adelante con blah de una pulsi6n, de una energía que lleva a atrapar el obje-
otra mujer (lo má s parecida o diferente posible). muerte.
to, a negá r No es necesario
la carencia, la pulsión.
a negar la La inclusión
operatorio se puedé acceder a una al acceso a la cultura, la lenuncia a
no sexual, lo que cambia es el en un grupo humano, con el aprendizaje de sus pautas cultu-
rales, implica un tratamiento objetivante y subjetivante de
esa pulsi6n, de esa energía.'
SE que estas ideas recién se está n gestando y requieren una
larga- elaboración. Simplemente estoy abriendo un espaCio d e
• discusión. CI2O que alrededor de estas cuestiones gira el tra-
bajo teórico que la psicop8daaogIa tiene planteado.
Los desarrollos de Sará Pafri, explicitado s en sus libros
pstructuras inconscientes del
uiconsrienle, acerca de la inteligencia, el deseo y lo incons-
ciente, deberán también ser analizados en profundidad.
EL FRAÇASO EN EL APRENDIZAJE
ivado corno a traves de la supervicibn de diferentes instituciones hos- pitalarias y educativas, encuentro que fracaso
ió n, responde a dos °Ó r‹Íenes de causas (aunque en general se hallan ‹mbricadas eri la hÍStOfia de un
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tras que .en la desnutrició n, el deseo
de comer está o ese _
a de su épo- ca frente a determinadas enfermedades
presente, lo qpe falta esque aparecfan en el cuerpo. 'fil llega a entender que habla una
la comida.
ia el cuerpo. Frente a tal ino- perancia de E] sln
la medicina de su época para resolver esas patolo- gías, Freud comenz6 a
a encontrar el camino de la cura. A partir de aquf, también, en el plano de la teor/a se pudo comenzar a pensar en
sfnto- ma una de ellas. Lo inconsciente no se manifiesta ha eiJ
seforma
peroperdidoéstán, de-
eleldi- recta ni
atrape delse puede circunscribir o delimitar,
és de' las fracturas: el chiste, el lapsus, el acto fallido, el suefio y' el s/ntoma.
ma pudo,* como el desnutrido, desear
pero no se lo proveyó de situaciones de aprendizaje
posibles.
Por cierto que, llevando la comparación al extremo, asf
COmO un desnutrid o puede tfá nsfo frrt ars en anor6xt co comp
una defensa, e n ayor grado .aú .n un.problema rea_ytivo
u de
dar lugar a uri síntoma.
sociales puede
AS/ como en todas las clases aparecer la puede apa—
anorexia, en todas las situaciones socio-educati vas
recernl prob de aprendizaje-sfntoma. De igUal lRodo que
no confundimos desnutnción con anorexia,
confun-
dimos pfoblema de eprendizaJe-sf ntozna o
COfi l£I
impronta que el sistema socio-educa tivo imp.one eii la modali-
dad de aprendizaje del sujeto, cercenándole sus por:bilidades
d ee aprender o e¢caii ¡oteúfl dole el conocimien to,
Muchos nii’tos no hacen sfntomas enel $prendizadee, inmer-
sos en un sistema educativo deplorable, mientras otros sinto-
temas educatívos.
matisan gravemente
su aprender den tro de Inuy buenos mis-
Srocwo escolor
acerque o escs objeto ä nhibJt nõ pse el aprender. El conocer repit,ente): es ct _qu_e _5yę a¢oi oú a. aM istema,. iini ta ,.-nn_r.epit_y
inn plica acercarse al objeto de conocimiento, pero el objeto de
te y eiitorices se evita utilizarla. mete, no piensa, pero triiinfa p9r repgti¡ lo qtie otrpş c¡qię¡ en.
ordaje va a ser, adcnJ4s, difererite. A 8 tpiterite nadie
Vt_Qt 1VO . _ _Ęiera ęștar en nuęsțțoş _ priuc¡pa1es objetjzos da.txabajo- pre-
æ’
9.
blema reactivo. a un sistema que no los acepta, que rio recono-
porque ser
Los
alos la
demás
no torta
Prefirió
mala
demás
estabater yara
eran
ele tonta
bien llo
tontos
dijeron ver
pensarque hastfi
y buena,
inteligente. cx.ect
alque qué tp
!tonta
eraeraii
latos
JMasta qué punto hay que ser intelig
Es malo ser tonta.’ ella frene que ser inteligente para ser tan buena y tonta.
R. Lairig
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