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Asia, procesos e iniciativas de integración.

El caso de
la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ASEAN)

La ASEAN ha logrado consolidarse en Asia como uno de los más importantes procesos de
integración regional, mostrando la constante expansión de sus relaciones con otros países y/o
regiones. Si bien todavía quedan diversos desafíos por resolver, los países que integran el proceso
han logrado posicionarse en el mundo como una región en constante desarrollo.

La integración regional ha adquirido diferentes maneras de desarrollarse teniendo en cuenta el


lugar y los Estados que la propulsan. En el caso de Asia, existen diversos bloques e iniciativas
regionales que se han configurado de manera diferente a aquellas surgidas en Occidente,
presentando características propias. En primer lugar, la integración asiática fue fuertemente
impulsada tanto por parte del Estado como del sector empresarial. Además, su funcionamiento se
especifica por la baja institucionalidad y la ausencia de cuerpos supranacionales, así como también
por un continuo contacto interpersonal de los líderes de los Estados que los conforman.

En este sentido, en el continente asiático no solo encontramos procesos de integración regional


como la Organización de Cooperación Regional de los países de Asia del Sur (SAARC), o la
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), sino que también se hallan diversas
iniciativas como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el Programa Regional de
Cooperación Económica de Asia Central (CAREC), el Foro de Cooperación de Shanghai, entre otros.

Tanto los procesos como las iniciativas de integración aglutinan a Estados que poseen fuertes
diferencias a nivel económico, cultural, religioso, idiomático, entre otras. Por lo tanto, la
heterogeneidad que presenta la región se conforma como una característica intrínseca que
requiere de adaptabilidad y flexibilidad en su reglamentación. En este sentido la baja
institucionalidad y la flexibilización de los acuerdos se han conformado como un requisito
ineludible para alcanzar la integración regional dado que cada Estado, según su grado de apertura
y desarrollo económico, tiene un período determinado para adaptarse a las regulaciones de los
acuerdos.

Asimismo, la importancia en las vinculaciones externas de cada proceso regional refleja una región
que se encuentra en constante expansión de sus relaciones con otros países y/o regiones. Esta
mirada hacia afuera y la constante búsqueda de socios comerciales se han concretado en
iniciativas como la APEC, el acuerdo Trans-Pacífico, el Foro de Cooperación Asia Oriental-América
Latina, la Comunidad Económica Euro-Asiática, etcétera.

Entre las mencionadas iniciativas y procesos de integración, la ASEAN presenta características


particulares, dado que la misma posee un grado mayor de institucionalidad frente a otras
desarrolladas en el continente. A su vez, es uno de los bloques regionales que más temáticas ha
logrado abarcar, y aunque si bien su pilar económico-comercial es uno de los más importantes, la
asociación ha logrado desarrollar mecanismos que abarcan otras áreas como lo cultural, lo social,
lo educativo, etcétera.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático

La ASEAN fue fundada por Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia mediante la
Declaración de Bangkok en 1967. En la misma, los Estados miembros afirmaban su compromiso de
profundizar y afianzar la estabilidad económica y social en la región, asegurando la paz y el
desarrollo nacional de los Estados. En este sentido, la colaboración y la mutua asistencia entre los
miembros se debía dar, según la Declaración, en los campos económico, cultural, social, técnico,
científico y administrativo.

Sin embargo, los objetivos subyacentes en su fundación referían a cuestiones políticas y de


seguridad. Por un lado, esto se debía a la existencia de disputas territoriales entre sus miembros,
las cuales se pretendía que se solucionasen pacíficamente. Por otro lado, la motivación política de
trasfondo refería a la búsqueda de contención al avance del comunismo en la región, amenaza que
provenía tanto de China como de Vietnam en un contexto de Guerra Fría.

La ASEAN, desde su fundación hasta el fin de la Guerra Fría, no tuvo una actividad muy marcada
como proceso de integración, salvo algunas excepciones como por ejemplo la adhesión de Brunei
en 1984. Sin embargo, en el inicio de la década de los noventa se observa una renovada búsqueda
de profundizar los lazos que habían dado el puntapié en la creación de la asociación,
convirtiéndose de este modo en una prioridad para los países miembros.

En 1992, el impulso necesario se concretó en la IV Reunión Cumbre de la ASEAN ya que en la


misma se decidió el establecimiento de una Zona de Libre Comercio con un sistema de Arancel
Preferencial Común Efectivo que debía entrar en vigencia plena en 2008. Aunque en 1994 se
decidió acelerar el proceso, y el plazo para el establecimiento de la ZLC fue adelantado para el año
2003.

Asimismo, se incorporaron nuevos miembros a la ASEAN: Vietnam ingresó en 1995, Laos y


Myanmar en 1997, y, por último, Camboya en 1999. Con estas nuevas incorporaciones, la
asociación iba a ser conformada por Estados que presentaban un desarrollo económico menor con
respecto a los miembros fundadores. En consecuencia, los tratados debían reconocer estas
diferencias y, por lo tanto, adecuar aquellas medidas que pudiesen afectar la estabilidad
económica de estos países. En este sentido, los cuatro nuevos países serían considerados en los
tratados como CLMV y se les aplicaría un trato diferencial para que los mismos puedan adaptar sus
economías y de esta manera evitar un abrupto impacto en ellas. Por ejemplo, en cuanto al ingreso
de los CLMV al acuerdo de libre comercio, se establecieron diferentes plazos para que logren
adaptarse según su año de ingreso y desarrollo económico: para Vietnam la adaptación debía
finalizar en el año 2006, y para Camboya, Laos y Myanmar debía realizarse antes del año 2008,
aunque Camboya no pudo lograrlo por lo cual se le extendió la fecha hasta el 2010.

Esta división produce, como ha sucedido con la integración en la Unión Europea, una ASEAN de
dos velocidades. Por un lado, se considera a los miembros fundadores y Brunei como la ASEAN-6 y
por el otro, los cuatro nuevos miembros incorporados en la década de los noventa como los CLMV.
De esta manera la asociación quedaba conformada por los diez miembros que aún continúan
siendo parte del proceso regional. De la misma manera, esta diferenciación al interior del bloque
se puede observar a su vez en iniciativas subregionales que justamente responden a la diversidad
en el desarrollo económico de los Estados. En este sentido, se pueden encontrar el Triángulo de
Crecimiento entre Indonesia, Malasia y Tailandia; la Gran Subregión del Mekong que abarca a
Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia, Vietnam y Yunnan (provincia de China); el Área de
Crecimiento del Este de la ASEAN entre Brunei, Indonesia, Malasia y Filipinas, entre otras.

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático ha logrado consolidarse en Asia como uno de los
más importantes procesos de integración regional. En este sentido, y como se ha mencionado
anteriormente, frente a otros procesos e iniciativas regionales presenta características propias en
la flexibilidad, la institucionalidad y el fuerte contacto de los líderes de los Estados que la
conforman. Desde su fundación hasta la actualidad ha avanzado en la profundización de los lazos
entre los miembros del bloque, teniendo como principal objetivo la creación y el desarrollo de una
ASEAN comunitaria, que no solo pretenda generar vinculaciones económico-comerciales, sino que
también busque concretar objetivos sociales y de seguridad, compartiendo una visión común. Esta
mirada se replica en las relaciones que la asociación busca afianzar con Estados no miembros
como China, India y otros.

Por otro lado, las diferencias existentes entre los Estados miembros hacen que la región se
enfrente a diversos desafíos. En cuanto a lo económico, se mencionó anteriormente las
disparidades que existen en cada uno de los países, principalmente considerando los denominados
CLMV frente a la ASEAN-6. Esto repercute directamente en el desarrollo social debido a que los
recursos que se pueden destinar a resolver problemáticas de salud, educación, entre otras, no es
igual en todos los Estados. En este eje, la cooperación entre los miembros y con Estados extra
bloque se hace esencial para lograr acortar la brecha existente al interior del bloque. Finalmente,
en lo referente a la seguridad, se han mencionado diversas amenazas que hacen que la región sea
presentada en ocasiones como inestable. La existencia de disputas territoriales y la constante
búsqueda de alcanzar una solución pacífica, el tratamiento del terrorismo y otras actividades
conjuntas reflejan las pretensiones del proceso regional de resolver dichas problemáticas de
manera conjunta, basándose en una de las premisas por las cuales la ASEAN fue fundada: la
necesidad de actuar conjuntamente con el propósito de poder negociar en mejores condiciones
las diferentes problemáticas que se iban presentando.

Si bien todavía quedan desafíos por resolver en las diferentes áreas que atraviesan a los pilares
comunitarios, se puede observar un considerable avance dado que los países que integran al
proceso de integración regional han logrado posicionarse en el mundo como una región en
constante desarrollo. Las diferencias sociales, económicas, culturales, entre otras, hacen
converger una diversidad de realidades que debe ser tenida en cuenta con el propósito de seguir
fomentando el desarrollo de la región y de esta manera abandonar las diferencias que la
convierten en una región “de dos velocidades”.

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