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Introducción /

Introducción

En las últimas décadas se producen cambios que“


conmocionan a la sociedad global transformando radicalmente
las relaciones sociales. El cambio de siglo encuentra'a la
humanidad atravesada y articulada por una crisis … que de—
. nomínaría estructural () estratégica para desvincularla de la
idea de una crisis coyuntural posible de superar con medidas
correctivas.
Con ello quiero significar que esta crisis no se trata de un
simple disfuncionamiento, sino, que se está frente a una Tup—
tura profunda de los esquemas referenciales operatorios de
la sociedad, sacudiendo así a las prácticas sociales.
A este'respect0, Manuel Castell plantea algunas consi-
deraciones que me—p'arecen oportunas recuperar en el inten—
to de aproximar elemeñtos para la comprensión del alcanCe y
características de la crisis desde la dimensión económica—
política: — “
"En pocos años se ha pasado a una economía global y
segmentadá, entendida esta, no simplemente como que haya
relaciones económicas mundiales, sino que los procesos eco-
nómicos se es_truóturan diariamente en términos mundiales.
No es nuevo que los procesos económicos sean mundiales,
pero si lo es, la presencia de una economía en que
cotidianamente sus unidades de funcionamiento y de gestión
están interrelacionadas¡_en tiempo real, es decir en cada mo-

(1) El concepto 'de crisis al que se hace referenciá, corresponde ai desarrolla—


do por Claus Offe: "Las crisis son procesos que violan' la "gramática“ de los
procesos sociales… Son tendencias de desarrollo que pueden ser confronta—
das por "tendencias contrarias”, lo cual significa que el resultado de las crisis
es bastante impredecible... Las crisis podrían definirse como procásos donde
se pone en cuástíón la estructura de un sistema". Contradicciones del Esta-
do del Bienesfa(. 1990. Ed Alianza. México. Pag. 43 y 44.

11 Ej.2 Pres
x_& 13
X'.
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Introducción

mento y eso tanto para las empresas grandes como para las Ios derechosy garantías construidos en el proyecto de la so— )

pequeñas. El mercado'mundia/ ya no es controlado por el ciedad moderna, enmarcan_ la nueva cuestión social.
Estado—nación. Lígado a ello, (a otra transformación funda- Del Estado regulador,integrador, generador de política?
mental es de orden tecnológico. Liga de a ello, porque las nue— sociales de carácter más universal, se pasa a un Estado
vas tecnologías, centralmente ubicadas en las de informa- expulsor dé importantes sectores de la población y animador
ción, han constituido la infraestructura material sobre ¡a cual de poííticas sociales teñdientes & recortar el gasto público,
esa economía y ¡a política mundial se han formado. sustancialmente aquel que incluye a los usuarios de los sec-
' Estas nue vas tecnologías construyen una infraestructura ma— tores mas desfavorecidos de la sociedad, como saiud, edu-
teria! audiovísua/ configurando un nuevo imaginario político global. cación y previsión social. !
A'esre orden económico mundial, por un lado altamente La configuración de nuevas articulaciones sociales, nue— ;
productivo, por otro segmenta dejando de lado a grandes por— va relación entre el estado y ¡a sociedadcivil; el surgimiento ?
ciones de ¡a población del mundo. Es'ta exclusión abarca a de otros actores políticos; crisis de representatividad; nuevas —'
veces a países enteros, otras a regiones, y a otros segmento formas organizativas y'de poder económico-político, merca- ,
de la sociedad, produciendo la emergencia de lo que algunos dos regionales y movimientos sociales de nuevo tipo, son '
denominan el cuarto mundo dimensiones que dan cuerpo a este escenario .
Estas dos grandes transformaciones — economía global Ello entre oirás cosas provoca, y a su vez es provocado,
segmentada y tecnología altamente productiva - se añade un _ por una crisis del sistema institucional cuyas características
tercer fenómeno, el hundimiento de la Unión Soviética centfál'éébásán a ser la agudizació_n de la corrupción y de Ia
impactando en el tercer mundo y transformando el orden distanciaentre Ia palabra,y la acción. Las instituciones, In-
- mundia/"(M Castell, 1990: 32) cluidas la familia, las) Sociedades vecinales, Ios_sindicatos y -

:.—-Qír…
Este nuevo escenario caracterizado por un crecimiento de demás organizaciones se debilitan en su función integradora
la pobreza, ha provocado la expulsión de un álto porcentaje de y hoy es posible visualizar en ellas elementos desintegradores,,
¡a población económicamenle activa;“un abismo entre ricos y de disociación y perversión que dan lugar a nuevas proble-
pobres; formas nuevas en las relaciones de producción y, una máticas sociales, sobre todo en las grandes ciudades, ya la
escasa por no decir ausencia en la vinculación entre el creci— ruptura del vínculo social que caracterizó a las sociedades
> miento de la producción y ei crecimiento del empleo. organizadasen elmarcodel Estado regulador '… /
La crisis del modelo de Estado del Bienestar y las contra— Esta crisis societaria globai, en el sentido antes expresa-
dicciones constitutivas … entre el desarrol_lo capitalista real y do, cobra particularidad en los países dependientes como Ar—
gentina, donde los“ alcances del modelo de Estado del Bien-
estar … distó mucho de ios niveles desarrollados con respec-
(2) Con el concepto de contradicción constitutiva se hace referencia a la
idea de C. Gite "Una Contradicción dentro de un especifico modo de produc— to a Ia cuestión'social en Estados Unidos o eri países eúro—
ción es la tendencia inherente a destruir las pr,efcondiciones mismas de las
cuales depende su supervivencia. Las contradicciones se hacen manifiestas
en situaciones donde, en otras palabras, se produce una colisión entre las (3) Claus Offe describe al Estado del Bienestar como un grupo
pre--condiciones constituyentes y los resultados de un modo específico de_ multifuncional y heterogéneo de instituciones políticas y administrativas,
producción, o donde lo necesario se hace imposible y ¡o imposible se hacé cuyo propósito es manejar las estructuras de socialización y la economía
necesario. ”Ibid. Pag 119 capílalisla. Ibid. Pag. 61.

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabaj
o Social.
Introducción
peos como Francia, Inglaterra 0 Suecia. '
Pareciera ser, que las implicancias de tales config_uraciones
Así, a la deuda contraída por el bloque en el poder para la mayoría de las poblaciones del mundo y en particular,
con
algunos sectores de la sociedad argentina en el para 105 países de! tercer mundo, son una serie de consecuen-
período an-
terior al hegemonízado por el modelo neo—Iiberal -marc cias encadenadas que afectan a todas las esferas de los suje—
ada
desigualdad social—, se le suma hoy la cuestión social los, incluidos los procesos identifícatorios, en otras palabras,
carac-
terizada por la abrupta polarización entre el crecimiento una crisis de las significaciones imaginarias sociales ….
eco—
nómico de unos pocos y el acelerado proceso de exclus
ión y Daniel García Delgado ilustra este cuadro de Situación
empobrecimiento de los más. Esta transformación. "está
planteando que:
correlacionada con el ¡nicío de las políticas de ajuste
e ¡nser— "durante la vigencia del Estado protector, la tendencia fue
ción del país en ¡a nueva economía mundial” (G,
Delgado. a la construcción' de identidades " fuertes " vinculadas a las
1996: 14), y, más allá “de.!a cada vez mayor desigualda
d eco— utopías de la sociedad del trabajo, _a proyectos globales y don—
nómica que degrada las condiciones de vida de las mayor
ías, de lo política era estructurador del mundo _cultural y social"
se identifica por los efectos de las_ instituciones; estas,
impactan e ínterpelan al sujeto desde la segmentación (G. Delgado, Ibid. 278). '
gene—
rando temor, inseguridad, enfrentándolo a la La sociedad capitalista com0_ producto histórico-social, no
"posibilidad im-'
posible” de un consumo' ¡limitado de productos y a un imagi— es sólo un proceso de acumulación, .sino que encarna una
nario político global, mientras que la realidad cotidiana nueva significación en el imaginario social: la expansión ¡lími—
lo su- tada del "dominio racional"_ que va penetrando e informando
merge en un aislamiento cada vez mayor y a un desap
ego de] a toda la vida social. La cuestión de la autonomía poI-ítica,
la actividad cultural y de los poderes políticos.
— social e individual en distintos grados, cobra fuerza acompa-
Además de las dimensiones anteriormente señaiadas
y, ñada de nuevas actitudes psíquicas, mentales e intelectuales
junto a ellas, es necesario resaltar que |as— característi
cas de que trasóienden la esfera política para penetrar otros domi-
la_ socialización construída en la sociedad moderna, donde
la nios: la familia, las formas de propiedad, las relaciones entre
dimensión del trabajo era uno de los aspectos añicul
antes, los sexos, la educación y- la organización económica.
pierde en Ia contemporaneidad su sígnificáción gener
ando "Es este el momento, cuando los cambios tecnológicos y el
-'—_en ¡05 sujetos,-más allá de ¡& bipolarización socioe
conó'mí'da ritmo dislocado de la transformación capitalista alteran,bonstan—
cada vez más notable, incertidumbres, inseguridades
y pér- temente las secuencias discursivas del pensamiento metafísico
dida de sentido de la vida social (Castoriadís, 1990:
11).
Haciendo referencia a_este tema, me parece altamente síg-
nificátiva en torno de aportar a la reflexión sobre las implic ,(4) Se entiende como proceso ¡dentíñcatario la 'perspectiva planteada por '
ancias Cornelius Castoríadis “El proceso íden!ificatorio en su especificidad singular
en los sujetcis de esta realidad, una pregunta formulada por 'para cada. sociedad históricamente instituida, y la identificación misma. son
Marilena Chaui en un debate acerca de ¡as subjetividad momentos de la totalidad social, y que, ni positivamente ni negativamente,
es con-
temporáneas "¿ Qué nueva subjetividad colectiva puede » tienen sentido separados de esta totalidad " “crisis de las significaciones imá-
ser
creada en una sociedad que se sienta sobre el desempleo gínarias sociales, es decir crisis de las signíñcacíanes que mantienen a una
es— sociedad unida..." “Toda sociedad crea su propio mundo, creando precisa-
tructural, pero que continua valorizando moralmente el
trabajo ; mente las significaciones que le son específicas..." " Imaginaria no significa
y por eso desmoraliza, humilla, degrada al desempleado y
que” ficticia, ilusoria, especular, sino posición de formas nuevas, y posición no de-
juzga a todo trabajador como desempleado potencial y como terminada sino determinante; posición inmotívada, de la cual ha puede dar
tal descartable?" (M. Chauí, 1997). cuenta una explicación causal, funcional o incluso racional". El avance de la
¡nsignifícancia. 1997. Ed. Eudeba; Buenos Aires, Pag. 157, 158, 195.

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Introducción

- falta de conciencia de ¡a historicidad del ser— que el carácter El Trabajo Social es una Kinstitución construida histórica—
meramente histórico de/ser, se toma visible"(Laclau, 1993: 134). mente en la dinámica contradictoria de la sociedad capitalis—
Ahora bien, la hegemonía del patrón de organización so- ta y, " es una profesión que no emerge con una función social
cio—político—económico neo-1iberal de la sociedad en el actual precisa de producir conocimientos, construyendo un campo
desarrollo de! capitalismo, vuelve a alterar una vez más el propio de saber. No participando del concierto de las cien-
pensamiento configurado en momentos anteriores, plantean— cias, la profesión no construyó una " teoría propia " dispone,
do a “las ciencias sociales y por lo tanto, al Trabajo Social eso sí, de una historia. Y es esa historia que lo particulariza en
nuevas búsquedas. La emergencia de este escenario, ¡e im— cuanto a _un tipo de especialización del trabajo colectivo,
plica a la acción profesional desafíos que conllevan continui— ' gestado en los entrecruzamientos de la intervención del Esta—
dades y profundºs cambios, o más bien, rupturas, en un mo"— do y de la sociedad civil como respuesta a las exigencias de
Vimiento que exige una formación, altamente calificada, cul1u- la expansión monopolist_a del capital a través del recorte de
ral,- política y teóricamente. las políticas sociales… Actuºando en el campo de la prestación
de los servicios sociales'y, en especial, en ¡a asistencia púb/i—
_ lmpregnar al colectivo profesional de un armazón que ¡e
ca y privada, el Servicio Social se conforma en la confronta-
posibiiite lecturas 10 más completas posibles sobre la com-
ción de la aprqpiacíón/dístribución de la riqueza y de domina-
plejidad de lo social, pareciera ser imprescindible a1ín de poder
ción/subord/náción que se verifican en el ámbito de las rela-
construir estrategias de intervención adecuadas a las proble—
ciones de poder entre las clases sociales, cuya tensa dinámi-
máticas que la sociedad contemporánea hace emerger.
ca va configurando y conformando el espacio ocupacional del
De igual manera, una sólida argumenlación teórico—políti— Asistente Social en cuadros coyunturales espec1ficos '( M.
ca en las propuestas profesionales, indicaría un camino posi- lamamoto, ibíd: 185). '
ble de legitimación, no sólo en el terreno de las ciencias, sino
' tamb1en en el de la sociedad en su conjunto Asimismo y dando cuenta de esta trayectoria, José Paulo (,
Netto plantea: "El camino de Ia profesionalización del Trabajo 1
Los Trabajadores Sociales somos en parte, actores cq—
Social es, en verdad, un proceso por el cual sus agentes, aun-
, Iectivos e individuales que intentamos construir marcos
que desarrollahdo una autorepresentación y un discurso cen—r _
trado en la autonomía de sus valores y de su voluntad, se
práctica profesional edificada en el viejo modelo organizativo
de sociedaq, caracterizada por su 1u_erte impronta pragmáti- insertan en actividades ¡nteNentivas cuya' dinámica, orgáni-
ca y utilitarista (_Iamamoto, 1994: 185) co.n1endencía a res- zacíón, recursos y objetivo_s son determinados mas allá de su
p_uestas iñmedíatistas, es, a mi entender, un*obstáculo iñdis- control"( Nello, 1992: 68).
pensable de vencer si se desea continuar con la lucha por un Siguiendo esta línea de pensamiento y resaltando lo an- ,
campo disciplinar… no subordinado a otros. teriormente expresado, María Lucia Martinélli desarrolla las
siguientes reflexiones acerca del proceso de construcción de
(5) Se toma aquí la noción de campo recuperada de P. Bourdieu por Ja Vier la identidad profesional: " El origen del Servicio Social como ,
Auyero en La cultura que viene. ”Conjunto de relaciones históricas y objetivas .profesión tiene una marea profunda del capitalismo y del con
entre posiciones ancladas en dís!¡n(os tipos de capital, entendiendo capital,
como trabajo acumulado en su forma materializada o in-córporada, corpoñzada
junto de variables subyacenteé — alienación, contradicción y
que, cuando es apropiada sobre una base privada, esto es, una base exclusi- antagonismó <, pues fue en ese vasto caudal que él fue en-
va, por agentes o grupos de agentes, Ios habi¡¡ra para apropiarse de la ener— gendrado y desarrollado…. " El Servicio Social es una profe -
gía social en la forma de trabajo reificado ¿) viviente.“ Revista de Ciencias sión que nace articulada con un proyecto de hegemonía de
Sociales Nº 4. A gesto de 1996, Universidad Nacional de Ouilmee Argentina.

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Introducción

poder burgués como una importante estrategia de control a una práctica profesional burocratizada, se le debe sumar la
social, una ilusión de servir, pa ra, juntamente con muchas otras crisis de un sistema institucional vacío de significantes e im-
ilusiones creadas por el capitalismo, ga rantizar'su efectividad pedido de cumpiír con los objetivos definidos.
y permanencia histórica. La vinculación orgánica del Servicio Este último aspecto produce al interior instituciona1, una
Social al capitalismo no puede ser'interpretada como inque— serie de trastocamientos y anomalías que van desde ¡a co-
brantable e inexorable. Tal actitud equivale a transformar ¡a rrupción y la inseguridad profesional a la propia parálisis de
historia en destino y desviar aquello que la caracteriza: la his— sus agentes, afianzando de ese modo prácticas autoritarias,
toria es esencialmente movimiento e ¡nstit_uyente, se constru- La realidad institucional radica en la relación cara a cara
ye a cada momento, trayendo siempre nuevas posibilidades… entre las personas, expresa relaciones de poder, imposicio-
Entre tales posibilidades, se encuentra exactamente la de nes, resistencias, momentos, en otras palabras, la institución
superación de esa vinculación"( Martínelli, 1991: 156,158,159). articuIa-de un modo específico las determinaciones que ope—
Pareciera necesario reforzar la idea de que esta singuiar _ ran sobre Ias relaciones sociales otorgando a esa creación del
conformación histórica es comple]izada por otras dimensio— sujeto, una aparente autonomía quehace que el mismo la vea,
nes correspondientes, por un lado a los movimientos de la no como su propio producto, sino como ajena e impenetrable.
sociedad global, por otro a las singularidades de la formación De esta manera el rol prescrito por la institución, recorta
social donde se desarrolla este proceso y además, por los con límites variables las conductas que los individuos deben
diferentes imaginarios y representaciones que los profesio- realizar según suposición en la estructura y, también define
nales de! campo fueron construyendo a 10 largo de ¡a historia un condicionante con-relativo poder de influencia sobre su
y que Ieotorgaron especificidades tempo-espaciales. desempeño. Asífse conforma un heterogéneo proceso de
Ahora bien, si nos referimos & un,campo profesional y a apropiación de las reglas instituidas por parte del conjunto de
su ejercicio,como el conjunto de prácticas y,representacio— los actores comprometidos cotidianamente en la existencia
nes desarrolladas en diferentes áreas, y a la identidad profe— de 1a institución '
sional como 105 rasgos distintivos que caracterizan a quienes Por esto, es po_sib¡e identificar sectores profesionales que
ejercen esa práctica; a ello se le agrega que alrededor de! sólo ínterñalízan las normas y reglas estatuidas como únicas
' noventa por ciento de los colegas son asalariados de orga- e inmodificables, y otros, que con su práctica, van constru-
nismos institucionales pertenecientes al aparato del Estado, yendo una nueva realidad instituciona_l que no se correápo_n-
cuyos objetivos y1uncíonamientofueron mode!ados desde sig— de exactamente con aquella. visión aparentemente homogé-
nificaciones sociales correspondientes al Estado de'! Bienes- nea que supoma.
tar“”, surge la evidencia de que a la ya tradicional tendencia

pecífícos caracteñstícos de la sociedad mercantil; dicha asistencia.se sumi-


(6) Sobre el Estado del Bienestar C. Offe plahtea uña sei¡e de consideracio— nistra en virtud de pretensiones legales otorgadas a los ciudadanos. En se-
nes que parecieran oportunas de citar en relación con lo señalado. “ El Estado gunda lugar, el Estado del Bienestar se basa sobre el reconocimiento del pa-
' del Bienestar ha servido como principal fórmula pacificadora de las democra- pel formqlxcjíe los sindicatos tanto en la negociación colectiva como en la for—
cias capitalistas ayanzadas para el periodo subsiguiente a [a Segunda Guerra“ mación de os planes públicos. Ambos compónen!es estructurales del Estado
Mundial. Esta fórmula consiste básicamente, en primer!ugar, en la obligación del Bienestar limitan y mitigan el confliclo de clases, equilibran !a asimétrica
exphcíta que asume el aparato estatal de suministrar asistencia y apoyo ( en relación de poder entre capital y trabajo". Contradicciones'en el Estado del
dinero o en especie) a los ciudadanos que sufren necesidades y riesgos es- Bienestar. 1990. Ed. Alianza. Madrid. Pag. 135.

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. lntrod ucción

En muchas opor1unídades, se ha dirigido la mirada hacia La realidad social así interpretada, es constitutivamente opa-
la falta de capacitación () especialización para explicar la ca, compleja e imposible de descomplejizar a efectos de clarificar—
ineficiencia (7) profesional, aspecto que es razonable pensar, la. Con elio quiero decir, que todo intento de 1eciura de la realidad
siempre y cuando, se incluya en el análisis la posibilidad o no social, todo intento de intervención sobre ella, deberá contempiar
de ser efectivo en el marco de una institución ineficiente, tan— este opacidad, esta complejidad como propiedad ineludible.
to por su estructura como por su no correspondencia con la Las reflexiones anteriormente señaladas y la experiencia
significación social construida. Por ello, la temática de la com- vivida como Trabajadora Social inserta en la academia, me lle—
p1ejidad de lo social, dada esencialmente por la constitutiva van a una fuerte preocupación. Percibo que, tanto alumnos
dinámica de articulación entre lo colectivo y lo individual, en— como numerosos colegas con específica dedicación profesio—
tre lo universal y lo particular, entre lo instituido y lo instituyente, nal en la intervención directa, buscan desde un marco
constituye, a mi entender, una de las preocupaciones teóri— referencial pre-construído,yindagar te cuestión de la vida coti-
cas y prácticas que requiere ser abordada urgentemente. diana de los sujetos como si existiera por encima de hombres y“
Aquello que llamamos realidad social no es transparente mujeres concretos, como si el sujeto colectivo del que se ha-
ni a-prio'rí; si bien está conformada por dimensiones que po— bla cobrara autonomía y nada tuviera que ver con los indivi—
dríamos quizás llamar más obietivas “", también lo está por duos de carne y hueso cuyas relaciones y articulaciones cons-
otras, que son claramente construcciones producto del juego tituyen eso de lo social. Como indicador de tal escenario, apa—
político de las relaciones sociales que los sujetos van esfe- recen los diagnósticos generales, sin especificidad, »sin datos
bleciendo en la dinámica de una sociedad concreta. Esto hace contabilizables que no van más allá de descripciones que cual-
que lo social y lo político, es decir, las relaciones sociales, quier persona con dier1aformación_puede realizar, desdibujahdo
sean siempre contingentes … y de poder. y debilitando el carácter profesional de la intervención.
Pareciera sensató pensar que ello sucede producto de la
articulación 'de una serie de dimensiones de diversa natura-
(7) Se piensa el concepto desde una lógica no correspondiente a la de la
leza, pero pór lo menos hay dos problemas que considero
rentabilidad económica, sino dirigida a visualizar los resultados de la acción
profesional en los sujetos desde una perspectiva emancipataría. centrales de mencionar. El primero, de índole filosófico y
(8) El resaltado tiene como objetivo indicar una relativización del término y se epistemológico construyó en el discurso profesional una con-
utiliza con cierta precaución teórica. En todo caso, el sentido del. mismo es el - cepción bipolar de la cuestión sujeto/objeto, impidiendo la
otorgado por C. Caston'adis como "la posibilidad que ofrece ¡o que es a los superación mediante la actividad reflexiva del pensamiento
sujetos (posibilidad ampliamente independiente de estos) en tanto seres para
binario característico del sentido cqmún “º'.
sí, de existir en un mundo y de drbanizar, cada vez de otra manera, lo que es "
Elmundo fragmentada. 1990… Ed. Altamira. Buenos Aires. Argentina Pag 136. * El otro - de naturaleza teórico—político — privilegíó el deber
(9) Como contingencia se utiliza e/ concepto planteado por Ernesto Laclau: "lo ser de la profesión desde la dimensión estructural de los proble-
que la contingencia implica no es un conjunto de relaciones puramente ex!er— mas sociales… Ambos dificultan la articulación de un proceso de
nes y aleatorias entre las identidades, sino la imposibilidad de lijar con preci-
apropiación que garantice el cbnocim¡ento de ¡o real objeiivado
sión — es decir, en relación con una tatalídad necesaria — tanto las relaciones
como las identidades. Las identidades y sus condiciones de existencia for—
men un todo inseparable. El ¡[mite entre esencia y accidente es imposíble de (10) Se hace referencia al pensamiento rutinario, instituido, que se hace hábi—
mantener y los accidentes“mismos pasan a formar parte de las identidades“. to. se sostiene en las creencias y posibilita el funcionamiento de ¡a vida 001/—
Nue vas reflex1ones sobre la revolución de nuestro tiempo. 1993. Ed. Nueva diana. En el capítulo dos se volverá al tema cuando se aborde la cuestión del
Visión. Buenos Aires. Pag. 37, conocimiento yde la actividad reflexiva desde ¡a perspectíva de C. Castoríadis.

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Traba¡o Social.
Introd ucción

en las prácticas cotidianas de los sujetos, por lo que la articula—


- ¿Es'posible pensar al Trabajo Social en la actual crisis
ción de un nuevo discurso profesional que desmonte ambos equí—
vocos es, desde mi perspectiva, una realidad imperiosa. socio-¡nstitucíonal, despreocupado por esta cuestión?. Su
identidad como campo profesional, ¿no está articulada
En otras palabras — la idea fuerza que persigo— está centra- de alguna forma a la respuesta a la anterior pregunta?
da en la indagación de la relación sujeto/sociedad, o dicho de
otra forma, entre lo singular y lo universal, entre las determina- º¿Es posible y deseable la autonomía…) de un campo pro—
ciones y sus límites y la importancia que esta cuestión tiene fesional?
para el campo profesional del Trabajo Social. Desde esta pers—
pectiva me aparecen recurrentemente interrogantes tales como: Encontrar aproximaciones dirigidas a analizar las com-
'¿Quéhace que una sociedad, grupo, o individuo, en situacio- plejas dimen'sicnes existentes detrás de estos interrogantes
nes similares, se diferencie, actúe de forma diferenciada? puede aportar elementos que profundicen Ias argumentacio-
¿Cómo se realizan los procesos identificatorios en el ac— nes rea1izadas en el campo de las Ciencias Sociales en cuantº
tual momento? a la temática. Si bien es visible la gran cantidad de produccio—
' ¿Qué elementos inciden, más allá de los procesos de socializa- nes encaminadas al análisis de tal cuestión desde otros cam-
ción en la constitución del sujeto? ¿cuáles son sus límites?. pogvdisciplínares, no es menos evidente, la débil presencia
A partir de la búsqueda de respuestas a estas preguntas, de reflexiones de esta naturaleza desde el Trabajo Social;
aparecen otras de igual significación que conducen a nuevos Por su particular inserción en la vida cotidiana de los su-
interrogantes: jetos con quienes trabaja, y teniendo la convicción de que los
' ¿Es posible una intervención eficiente sin contemplar la sujetos son quienes crean la sociedad que los construye, el
complejidad del proceso instituyente de lo instituido? Trabajo Social puede y debe aportar a las Ciencias Sociales
¿Es posible para el Trabajo Socia¡ ayanzar en la construcción su propia reflexión y, desde este lugar, repensar el cambio
de una identidad profesional reflexiva… que aporte al gran civilizatorio… actual, en la perspectiva de por lo menos dos
desafío del siglo XXI, sin preguntarse por qué un individuo, posibilidades abarcativas de sujeto:
un grupo o una comunidad, en un mundo estmcturalmente
globalizado“, piensay actúa de manera diferenciada?
(13) La idea de autonomía a la que se hace referencia se corresponde a uno
de los conceptos centrales para este trabajo y es utilizado por Cornelius
(11) La idea de reflexiva se tome de C. Castonadís yhace alusión a lo. …de/ibe—
Castoriadís que dice: " Es porque la autonomía no es eliminación pura y sim-
rante, cnl¡co ylúcidamente abierto a lo nuevo, que presupone el cuestionamiento
ple del discurso del otro, sino elaboración de este discurso, en el,que el otro
de las instituc¡ones existentes, aunque fuese para reconfirmarías en todo o en
no es material indiferente, sino cuenta como contenido de lo que él dice, por ¡o _
parie'. El avance de Ia lns¡gníficancia. 1997." Ed Eudeba. Buenos Aires.
que una acción intersubjeriva es posible y no esta condenada a quedarse ,
(12) Globalización se entiende desde la perspectiva de Norbert Lechnen cuando como vana, o a vra/ar por su simple existencia ¡o que plantea como su princi—
plantee: " el proceso de globalización no sólo se da en lo económico sino pio" La Institución Imaginaria de la Sociedad. Vol /. Pag 183. . x
también en lo cultural y hace que se globalicen las pautas y expectativas de
(14) El concepto de civilizac¡án se toma de Norber1 Elias en su análisis acerca
consumo, los campos culturales y, por sobre todo, se configure un consenso
de los cambios sociales y hace referencia a la civilización como proceso de
global sobre el marco normahvo de la acción política; los derechos humanos,
transformación paulatina del comportamiento humano y, con ello, también de
la igualdad de género la defensa del medio ambiente, la democracia" El de-
sus experiencias. El proceso de la civilización 1989. Fondo de Cultura Eco-
bate sobre el Estado y Mercado, en el Príncipe Nº?, novv de 1993. Pag, 82. '
nómico. Méxiíso. Pag. 11

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La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabaio Socía|.

' Un sujeto que autonomíza su existencia personal, sin ¡u-


chas ideológicas, generador de un mundo sin humanidad;
es decir una sociedad donde predomine la barbarie.
' Un sujeto que lucha contra ese estado de cosas, transfor-
mándose y transformando nuevament'éá la sociedad, con
una relación humana con la naturaleza donde ¡os hom—
bres y las mujeres sufran como tales y no como animales.

En el desarrollo del trabajo buscaré reggg_e1gr, & través de


! un diálogo con Castoriadis —autor contemporáneo inscripto
en
el desconstructivismo-“5>, sus preocgpacíones centrales que,
f según entiendo, están dirigidas específicamente & elucídar “51
, la cuestión 1eóríco—práctica de la reconstrucción política de las
identidades sociales en la sociedad cdntemporánea.
Creo que las preguntas anteriormente formuladas aproxi-
man ¿1 una preocupación similar en las perspectivas de análi—
sis del autor, no sólo desde su propuesta teórica, sino, desde
una intencionalidad compartida: el reconocimiento de Ia
inviabilidad de una sociedad reconciliada, también posibilita
comprender que las relaciones sociales en una sociedad ins-
tituida, pueden ser radicalmente transformadas.

(15) Desconetructivismo. Perspectiva teórica dirigida a ubicar


que la condi<
ción de posibilidad de algo es también su condición de
impos¡b¡l¡dad.
- "Desconstruir parece significar ante todo: desestrucrurar o descom
ponen in-
cluso dislocarles estructuras que sostienen la arquitectura concept
ual de un
¡ determinado sistema o de una secuencia histórica; también des-sed
imentar
los estratos de sentido que ocultan la constitución genétic
a de un proceso
significante bajo ¡a objetiv¡dad constituida y, en suma, solicitar
a inquietar,
haciendo temblar su suelo, la herencia no-pensada de la tradició
n metafísica
Introducción de Patricio Peñalver. Jaques Derrida yla desconsfruccio
n en las
fronteras de Ia I¡losoffa. 1987. Ed. Paidos. Barcelona. España. Pag.
17,
(16) Elucidar es tomado de Cornelius Cas!oríadis . " La eluc¡dac
ión es e/1raba—
¡0 por el cual los hombres intentan pensar ¡o que hacen y saber
lo que pien-
san. Es una creaciórí social-hisfóricaí La institución Imaginaria de
Ia Socie—
dad :Vol I. 1993. Ed. Tusquets. Buenos Aires: Pag. 11.

26
Capítulo I

Continuidades y Rupturas

El camino recorrido lleva al autor a replanteos y 'a


incursionar en nuevos campos de conocimiento. En los 70,
luego de analizarse y formarse como tal, Castoriadis se inicia
en el psicoanálisis. Esta nueva inserción disciplinar, Ie permi—
tirá realizar una conjunción entre el psicoanálisis y su pensa—
miento social—histórico-pol¡tico y filosófióo.
En su obra La institución imaginaria de la sociedad
plantea las bases de un sistema de ideas, que presenta y que
se manifiesta en un rechazo radical de todo determinismo y
de cualquier forma de' metafísica.
Su universo conceptual se ordena alrededor de su teoría
de la imaginación produciendo innovaciones a su concepción
de lo histórico y de lo social. Desde esta perspec1iva, destaca
__el papel de los significados imaginarios en la construcción,
_ mantenimiento y cambio del orden de la sociedad. Su concep-
ción acerca de la imaginación va alcanzar, tanto, a las cuestio-'
nes atinentes a la determinación del ser como del saber.
Para Castoriadis, la ¡magfnación es_ el origen de lo qué,
puede ser repreéentado y pensado, el origen de lo que llama? -
mos racional. Sustenta así mismo, que la propiedad funda-
mental del ser humano es la imaginación,libre y desfun—
cionalizada, de allí, su profunda revisión al determinismo.
Su teoría de la imaginación lo lleva a sostener que la his—
toria no puede ser pensada según el esquema deterministá
porque es el terreno de Ia creaciónf1º). Desde su perspectiva,
la existencia de la creación presupone un imaginario radical…

(12) Creación. "Es porque hay historia en el sentido fuerte, temporalidad en cuyo seno
coexisten consecución y ruptura, donde hay creación en el sentido fuede de !onue vi),
que no digiere nipuede ser ¡Htegramente dígen'da porla ya.existente". C. Caston'adis.
El avance de la 1hsígniñcancia. 1997. Ed. Eudeba. Buenos Aires. Pag. 140. _
( 13) "Hay imaginación radical de la psique, es decir un surgimiento perpetuo
de un flujo de representaciones, de afectos y de deseos indísocíables... “ C. '
Castoriadis. Hecha y por hacer. 1998. Ed, Eudeba. Buenos Aires. Pag. "254.

37
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo I

en ¡a sociedad que adquiere un poder ¡nstituyente y que cabe La búsqueda acerca de la insti1ución de la sociedad lo
contraponer a lo ya creado, a 10 ya instituido, al sentido que lleva a plantearse el tema de la autonomía el que fundamente
los seres humanos encuentran dedo en,una sociedad dada. en el rechazo de Ia heteronomía“5>del imaginario.social do—
minante que ha venido atribuyendo a la institución un origen
Se formula un interrogante central: ¿qué mantiene unida
extrasocial (Dios, las leyes del mercado o de la historia).
a la sociedad?. En torno a esta cuestión, responde que lo que
une a una sociedad es la institución, es decir, las normas, los "Castoriadis llega a la reflexión sobre la autonomía y so—
valores, el lenguaje y los procedimientos y métodos de hacer bre la democracia después de un largo proceso intelectual
cosas y de hacer frente a las cosas. Es la institución la que desde el análisis sobre la naturaleza común de los dos gran—
convierte al ser humano en individuos sociales ya que somos des proyectos de autonomía Que ha conocido ¡e historia hu-
fragmentos ambulantes de la institución de nuestra sociedad mana. El primero de ellos fue la experiencia de la antigúed_ad
(Castoriadis,1993.Vol.ll: 33 ) griega. El segundo es el proyecto nacido en la Ilustración y
que ha llegado a nuestros días a través de las luchas por la
De esta manera, ¡a autoinstítucio'n de la sociedad es la crea—
democracia, de las experiencias del movimiento obrero, de la.
ción de un mundo humano y !a creación del individuo en quien lucha por los derechos humanos y de la aspiración colectiva a
está masivamente incorporada la institución de la sociedad.
¡a igualdad social y a la libertad política ' (Vera, 1997: 86 ).
Este proceso funciona como un todo coherente por la existen-
cia de un magma de signíñcaciones imaginarias sociales““. De En la interpretación de Castoríadis, "¡a historia misma del
esta forma, es la sociedad instituida la que determina las cate— mundo greco-occidenta/ puede interpretarse como ¡a historia
gorías esenciales de lo que pensamos y de cómo lo pense- de la lucha entre la autonomía y la heteronomía'“ºt Para él,
un ser autónomo o una sociedad autónoma consiste en [a '
mos, las metáforas con las que vivimos y ¡es referencias ¡nte—
lectuales con las que intentamos cambiar la sociedad. aparición de un ser que cuestiona su propia ley de existencia,
de sociedades que cuestionan su propia institución, su repre-
Sin embargo, para Castoriadis la forma instituida de pen- sentación del mundo, sus significaciones imaginarias socia-
sar no estab1ece _un cierre de lo social, sino que es posible—
les (Castoriadis,1990:137).
individual y socialmente- cambiar ese pensamiento instituido
en nosotros, mediante una praxis. (Castoriadis,1983.Vol.lz 129).
(15) Lo esencial de hereronomia y de autonomía es para 6. Castoríadis "en el
Así pensado y desde su perspectiva,le propia teoría como nivel individual, el dominio por un imaginario autonomizedo que se errogó la
tal es un hacer ajeno a todo determinismo (Castoriadis, 1983. función de definir para el sujeto tanto la realidad como su deseo y en le posi—
Vol. I: 127 ). b¡lídad del sujeto humano ¿¡ superarlo mediante una praxis“. La Institución
Imaginaria de la sociedad. Vol. !. Ed. Tusquets. Buenos Aires. 1993. Pag. 175.
(16) A este respecto plantea que el papel de la religión en la confonnación de
la mayor parte de las sociedades heterónomas ha sido decisivo. La institución
(14) El concepto de magma se refiere a : “En tanto coexistencia, ¡o social no
he1erónoma de la sociedad y la religión aspiran a lo mismo, a dar una signifi-
puede ser pensado con la lógica heredada. lo que quiere decir que no podemos
cación (la misma) al ser, al mundo y a la sociedad; ambas deben encubrir el
pensarlo como unidad de una pluralidad en el sentido habitual de estos térmi—
caos, suministrando un simulacro, una imagen de él: "lo que pudo llamarse
nos,_que no podemos pensarlo como conjunto determinab/e de elementos per—
necesidad de la religión corresponde a esa negativa de los seres humanos a
feciamente distintos y bien definidos. Hemos de pensarlo como un magma, e
reconocer la alteridad absoluta, el ¡[mite de toda significación establecida. el
incluso como un magma de magmas, con lo que no quiero decir el caos, sino el
envés inaccesible que se constituye en todo lugar al que se llega, papel de la
religión en la conformación de la mayor parte de las sociedades heterónomas
EOWÚB&TQEWÍIF€BE$5ZI&EQCQt,;.le…ímaginede»e—Iainconscien(e C:
ha sido decisivo", Casron'adis Ibid. Pags.59, 102 y 134.
ÓEápríadis. La Institución imaginaria de la sociedad. Volll.1989. Pag. 34.

38 39
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Traba¡o Social.
Capítulo I

A partir de esa idea, ubica el contenido posible del pro— monío con Piera Aulagnier, temprana integrante del movimien-
yecto revolucionario como la búsqueda de una sociedad”dff to psicoanalítico lacaniano y con quien coincide, posterior—
ganiza'da yoriénfada hacia la autonomía de todos. Es decir mente, en la crítica a ese movimiento. Panicipó del llamado a
"Crear las instituciones que, ¡nteríorizadas por los individuos, la ruptura preconizado por Laden, con la Sociedad Francesa
faciliten ¡o más posible el acceso a su autonomía individual y de Psicoanálisis, que se concreta en 1964. Junto a su mujer
su posibilidad de pan*¡cipación efectiva en todo poder explícito integra el grupo de 134 miembros de ¡a nueva institución crea-
existente en ¡a sociedad"(Castoriedis, Archipiélago: 1990). da por Lacan: "La Ecole Freudíenne de París". Posteriormen—
Para el autor, el proyecto social de autonomía exige índi- te se alejará de ¡a EFP planteando criticas severas al
viduos autónomos ya que la insti1ución social es portada por 1acanismo“” (Roudinesco, 1994: 451).
ellos. Entiende a la autonomía individual como la participa— Se retiró en 1970 de su puesto como Director de Estadís—
ción igualitaria de todos en el poder, interpretando -a este ticas, Cuentas Nacionales, y Estudios de Crecimiento, etapa
último término-, en el sentido más amplio. Desde allí, postula que ¡e posibilitó adquirir un mayor conocimiento del funciona-
la posibilidad de que los seres humanos se mueven y revolu— miento del capitalismo, dedicándose desde ese momento a la
cionen su existencia social, sin mitos y utopías, por medio de práctica psicoanalítica.
significaciones Iúcidas y transitorias.
Como psicoanalista realizó una redefinición de los fines
A este respecto,. afirma que,'del mismo modo que no hay del psicoanálisis— que articulará con su pensamiento filosófi—
sociedad sin mito, existe un elemento de mito en todo proyecto co y social- y se apoyó en el mismo para producir sus ideas
de transformación sociaí. Alerta contra esa presencia, puesto relativas a la imaginación radical y a Ia indisociabilidad de la
que, siempre es traducción de tradiciones heterónomas, aje—
psique y la sociedad (Vera, 1998: 53).
nas al príneípio de autonomía (Castoríadis, 1993. Vol. I: 178).
Fue electo en 1979 Director en la Escuela de Altos Estudios
Todo proyecto de autonomía conlleva de forma simultá- en Ciencias Sociales de París, cargo que mantuvo hasta su muerte.
nea el intento de conquistar la libertad y ¡a igualdad En cuan- Castoríadis dedico sus últimos años a trabajar la concepción de la
to significaciones sociales y en su concreción, no puede ha— psique en lo reíativo a la imaginación radical redefiniendo la
ber libertad sin igualdad ni viceversa. Tampoco puede existir interrelación entre representaciones, deseos y afectos<'º>.
un límite externo el proyecto de autonomía, aunque la mayo-
ría de las sociedades humanas tiendan & ocultarse a sí mis— (1 7) En abril de 1977 C. Caston'adis, antiguo miembro de la Ecole Frudiennne
mas que son las creadores de sus límites. "Hay que afirmar de París ycercano alCuar10 Grupo, publicó en la Re vista Topique una reseña
vehementemente, contra los lugares comunes de cierta tradi— elogiosa de Destin si funeste en la que declaraba: " Las ideologías que han
ción liberal, que no hay antinomíae, sino que hay implicación infectado desde hace mas de quince años el escenario p'arisiense—y entre les
que el psicoanálisis a lo Lacan es un ingrediente esencial— han entrado en su
recíproca entre las exigencias de la libertady de la igualdad“ fase de descomposición. En un largo alegato de extrema violencia, hace un
(Castoríadis, ibíd: 141). balance enteramente negativo de la época estmcruralisfa, acusando a Foucault,
Badhes, Lacan ya Althusser de “ efectuaroperaciones de distracción por cuenta
Desde su punto de vista, las ideas de libertad, de igual- del pedido comunista “, es decir, de utilizarla noción de significante para en-
dad y de justicia no son mitos, ni tampoco formas plenamente mascarar Ias monstruosidades del stalinismo y del maoísmo". Elisabeth
determinadas, sino— significaciones sociales imaginarias Roudinesca. Lacan. Esbozo de una Vida, historiade un sistema de pense-
mienlo. 1994. Ed. Fondo de la Cultura Económica. Buenos Aires. Pag 452, 560.
(Castoriadis, 1997: 115).
(18) Estas seminarios todavíano han sido publicados. Vera, Juan Manuel.
Iniciando su práctica como psicoanalista contrae matri- Revista Nº 48. Iniciativa Socialista, Madrid. Marzo de 1998.

40' 41
La autonomía del suieto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo I

Recorrió diversos campos, fue filósofo, político, econo— Recupero la siguiente nota póstuma pues refleja, no sólo
mista y psicoanalista. "Su pensamiento, nacido 9 inserto en su polifacético pedil, sino que, agrega nuevas dimensiones a
un diálogo crítico con la izquierda y con los movimientos so— su fisonomía. - '
ciales avanzados, sólo puede entenderse como parte vital del
“Cornelius Castoriadis trabajó hasta último momento, y
ser de su autor y de su voluntad de luchar contra el autorita-
rindió una titánica lucha contra ¡a muerte - cuyo sentido pen—
rismo y la injusticia. Por ello, sus textos son siempre escritos
saba que está perdido en el capitalismo, y es una de las fuen-
de combate y al mismo tiempo de reflexión y de descubri-
tes de su miseria - hasta el 26 de diciembre de 1997, día en el
miento" (Vera, 1997: 85).
cual falleció debido a ¡ás complicaciones derivadas de una
Enemigo de toda burocratización y conformación de institu— operación cardíaca.
ciones que produzcan heteronomía en vez de autonomía, fue un
Compositor y ejecutante de piano, ímprovisador de jazz,
implacable crítico del stalínismo, de todo dogmatismo y de toda
tal vez esta sea una de las claves para entender su modo de
postura totalitaria. De allí que lo fuera con el Iacanismo, con el
fluir — nota a nota, nación & noción, disciplina a.disciplina, dis—
estructuralismo y más tarde, con el posmodernismo, a quien le
cusión ¿¡ discusión — y de ser coherente en su pensamiento y
critica severamente la idea de muerte del sujeto y fin de la historia.
acción“ (Magma. 1998: 120)
Muere en París el 26 de diciembrede 1997 a la edad de
Por último y para cerrar este apartado, recupero |a1rase com—
72 años dejando una copiosa obra filosófica, política y
pleta de Castoríadis cuyo fragmento aparece al inicio del capítulo:
psicoanalítica, cuya característica central, será la conjunción
de diversos campos en la búsqueda de elucidar la cuestión "Fundar filosóficamente el proyecto de la líbenad en ¡a
de ¡a sociedad humana. razón es ya hacer un mal uso de la razón, ya que la decisión
misma de filosofar no es mas que una manifestación de la
Temas como la creación, ¡a libertad, la autonomía, la ver—
1¡be¡1ad; filosofar es tratar de ser libre en el terreno del pensa—
dad, la reflexión, el conocimiento, la pasión, la locura y la
miento. Querer '1undarlo'sobre 'las condic¡ones lingúísticas
historia del pensamiento, aparecen en sus diferentes textos,
de la reproducción de la especie es retroceder hacia un posi-
dando cuenta de la riqueza de su producción y de Ia dimen-
tivismo biológico que conduce a una paradoja incoherente:
sión de su trabajo“”.
hace de ¡a /iber1ad una fatalidad inscripta en nuestros genes
a! mismo-tiempo que una “utopía
(19) Los textos de Cornelius Castoriadis publicados son: 1970. Capitalismo Cornelius. Castoriadisº”
moderno y Revolución. Edición en español con el nombre de Paul Cardan:
Editorial Ruedo Ibérico. Madrid. Editada en París en 1979 con el nombre de
Cornelius Cas!oriadis— 1976: La Sociedad burocrática. Edición en español:
Tusquets Editores. Barcelona. Editada en París en 1973— 1979; La experien4 Psicoanálisis, Proyecto y E/ucidación. Edición en español: Editorial Nueva
cia del Movimiento obrero. Edlción en español: Tusquets Editores Barcelona. Visión. Buenos Aires. Editada en París con el título de Encrucijadas del labe-
Editada en París en 1974 - 1983: La Institución Imaginaria de la Sociedad. rinto en 1978 -1993: El Mundo Fragmentedo. Edición en español: Editorial
Tomo ¡. Edición en español: Tusquets Editores. Barcelona. Editada en Paris Altamira. Buenos Aires. Edición Le Seuil. Panºs. 1990 — 1997: El Avance de la
en 1975 - 1989: Le Ins!¡1ución Imaginaria de !a Sociedad. Tomo 11. Edición en lnsignífícancía. Edición en español: Editorial Eudeba. BuenosAires. Edición
españo/:Tusque!s Editores. Barcelona. Editada en París en 1975 -1979: Le Le Seuil. Paris. 1996 - 1998: Hecho ypor Hacer. Edición en español: Editorial
contenu du Socialisme. Edición 10/13 París - 1979: La Societé Francaise. Eudeba. Buenos Aires. Edición Le Seuil, París. 1997.
Edición 10/18. París- 19881D0m1ni05 del hombre, Encrucijadas del Laberinto. (20) Cornelius Castoriadis. ”Individuo, Sociedad, Racionah'dad, Histon'a'. 1997.
Edición en español: Editorial Gedisa. Barcelona… Le Seuil. París 1986- 1992: Hevisla Agora No 6. Buenos Aires. Pag: 121.

42 43
Susana Leonor Malacalza '

Capítulo II

Capítulo II

El Diálogo

Este capítulo está destinado a entablar el díá1qgo con


Castoriadis. Dicho diálogo, está explíci1amente condicionado por
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Sdeial

los momentos significativos de mi trayectoria de vida y ¡os profun—


dos cambios en el contex10 socio—económíco mundial, en particu—
lar de Argentina. Se inspira en 10 que llamará —pidiéndoselo pres—
tado al autor - e) pensamiento heredado… en el Trabajo Social
argentina…, en cuanto a 1513 diferentes formas de interpretación
que el campo profesional realiza acerca de los procesos sociales.

' (1) La idea de pensamiento heredado se toma de Castoriadís quien !a connota


diciendo: "Pn'meramente, la filosofía heredada trabaja con una separación radical
entre el sujeto y el objeto. El resultado de esto ha sido una vacilación entre una
posición subjetiva y una objetiva. Esta situación se agra va cuando una posición
absorve totalmente a ¡a otra- como ocurre con el idealismo o el mareríelismo— o a
nivel gnoseolúgico con el empirismo y el apriorísmo. Ambas visiones se desen—
tíenden de que hay un sujeto y que todo mundo es mundo para un sujeto, así
como no podn'e haber sujeto y un mundo para ese sujeto Sin un mundo que se
preste ¿¡ la existencia de sujetos er penníta conoceralgo del mundo. En segundo
lugar: con la polarización entre sujeto y objeto la filosofía ha ignorado lo social—
h¡stóríco, tanto como ámbito propio, como fundamento y médium de lodo pensa—
miento. De esta forma, permanece oculto que la encarnación efectiva yconcreta
del pensamiento es la subjetividad pensante y amoreflexionan1e del individuo
social en determinada etapa de ¡a historia; esta subjetividad misma es una crea-
ción socie%h¡stórica"5lmundo fragmentado. 137, 138.
(2) En este caso se utiliza la idea de pensamiento heredado para nombrar concepcio-
nes arraigadas — de mane¡a no del todo consciente — en las Ciencias Sociales en
,_ genera! y en particular; en el Trabajo Social argentino, teniendo en cuenta que: " El
Trabajo Social surge en el penbda de consolidación del capitalismo, momento de
mayor hegemomle de la razón instmmental, ínñuido por los supuestos e ideas de la
época. Como profesión ha transitado el mismo camino que la sociedad y su hísten'a
esia hoy presente en supuestos, imaginarios, simbolismos y discursos". Susana
Malacalza. " La cuestión de la razón en La teoría social ". 1996 .Ffevisra Escenarios
Nal! 1. Año II. Escuela Superior de Trabajo Social. Universidad Nacional de La Plata.
64 MAL
63
'60 EJ.3 Pres
La autodomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo So.cíal.
Capítulo II
Estos-diferentes abordajes explicativos, considero que
En relación con estos dos conceptos, Castoriadis otorga
están plagados de una serie de limitaciones que empobrecen
a lo político(51un papel central, dado que, considera que el
los procesos, no sólo interpretativos, sino también los
operativos de! Trabajador Social.
objeto de la verdadera política es el cqestioñamiéhto_ de las . '
instituciones existentes, aunque más ndsea'pará cenvaíídarlas
Estas "insuficiencias", Ias busco reflexionar con la ayuda en todo y/o en parte. Lo instituido y lo instituyente implican la
de Castoriadis. Para ello recuperará del autor cuestiones de presencia ineludible de lo simbólico(5).y lo imaginario…
carácter filosófico y político atinentes a lo histórico—social come (Castoriadis,1997z 149 ). “
complejidad y a la imaginación dé! sujeto como creación y
Así, las ideas de compléjidad*y autonomía serán los ejes

.
posibilitadora de autonomía individual y colectiva.
a partir de los cua1es se efectuará el "diálogo". Sin que ello
La utilización de dichos conceptos operará persiguiendo
un doble objetivo. Per un lado, como marco re1erencíal para
social que es el individuo, que ¡e recubre y la penetra hasta un cierto punto—
el análisis del campo profesional. Por el otro, como elemen— lírnite insondable, ya que se de una acción de vuelta del ser humano singular
tos que posibi¡ite ampliar su cuerpo teórico, enriqueciendo sobre la sociedad". C. Cestan“adis. Elmundoíragmen13do. Pags. 70,71 .
las interpretaciones y explicaciones acerca de lo social. (5) Castoríadis entiende por política ”¡a ecíiq_ídad celecyjya 'r_e_f[exiya y,_/_Lí_gí_da
que surge _a p_e¿1£ delmomen10 en que se plahteq1e_cues de la validez de
Los análisis de Castoríadis pueden constituir aportes derecho de las ¡nstíiuéí'ones[ ¿Nues1Fás ¡eyes sonjusias? ¿Nuestre' Consti!ú'—
esclarecedores en esa dirección y, de manera particular, para cíón'esjús'tá?¿ Es""bí¡éna ?¿ Pero buena en relación a que(?_"C. Castorídis. EI
. repensar la relación entre sujeto y estructura. " Avance de Ia lnsigniñcancia… Pag. 149. ' _ '
Su perspectiva contribuye a reflexionar acerca de "lo so- (6) "Todo lo que se presenta a nosotros, en el mundo sacial-histórico, esta'
indisolublemente tejido a lo simbólico. No es que se agote en ella. Los actos
c¡al" tomando en cuenta la complejidad y es materializada en
reales, individuales o colectii¡os -el trabajo, el consumo, la guerra, el amor, el
sus Ideas centrales de sociedad ¡nsti1uída<3J e instituyente“h… parto-, los innumerables productos materiales sin los cuales n_inguna socie-
dad podría vivir un instante, no son símbolos. Pera unos y otros son imposi—
(9) "La institución, la instituido, en el sentido fundador del término,
bles fuera de una redsimbálice. "Consisten en ligera simbolos (¿1 significan'tes)
es una crea- unos signiñcado's y en hacerlos valer como tales, es decir hacer este vínculo
c¡án originaria del campo sociaI—hístórica - del colectivo anónimo— que sobrepe—
. se como eídos, toda 'produccíón posible de los,índivíduos o de la subje_tíyid más o menos forzado para la sociedad o el grupo considerado"… 'Por sus co-
ad. nexiones naturales e históricas virtualmente ilimitadas, el signiñcante supera
El individuo es institución, institución de una vez por todas e institución cada
vez siempre la vinculación rígida ¿ un signiñcado preciso y puede condúcír a unos
_ distinta en cada sociedad. Es el polo cada vez específico de la imputación y
de vínculos totalmente inesperados".6. Cas!oriadís. La Institución Imaginaria de
la atribución social'estab/ecide según normas, sin las cuales
no puede haber la Sociedad. Vol. ¡. Pags. 201,208,215…
saciedad C: Castóriadis. El mundo fragmentado. Pag. 69.
(7) Caston'adis entiehde ¿¡ la imaginación en vista de sus dos connotaciones:
(4) "La sociedad, en Lento que siempre ya instituida, es auro—creacíón y capaci-
la conexión de la imagen en el sentido más amplio (pero no sólo visual) de!
dad de ,au1q—_alteracidn, obra del imaginario radical comó_ístftíyente quevse
término, es decir con la forma; y la ¿anexión con la idea de invención, o crea-
auteconstituye como sociedad constituida e imaginario social cada vez panícu-
ción. De esta forma, 'el imaginario radical (radical para oponer a ¡o que deno-v
' /erízedo" Es decir: "la socieded£€g_€ ?_le individuos que hacen la sociedad. La
m¡na la imaginación 'segunde ', la única de le que habitualmente se habla), "…
sociede_d es obra del imaginario ¡ns!i(uyenfe. Los indív'íduos están hechos por
la viene entes de la distinción entre 'real' e '¡maginarío' () 'Iictício —'. Para decirlo
sociedad, al mismo t¡empo que hacen y rehacen cedá vez la sociedad1hstíufde...
" con todas las letras: es porque hay imaginación radical e imaginario ínstimyente
..Ios dos polos ¡rreductibles son el imaginario radical instituyente —el campo
de que para nosotros hay 'realidad '—a secas— y tal realidad... ". '… en el serhuma-
creac:ón socíahisi'ón'co— por una parte, y la psique s¡ngular,por otra. A partir
de no síngular,la sede de este fenómeno es la imaginación radical, la dimensión
la psique, la sociedad ins'tituida hace cada vez a los individuos —que como tales,
determinante de su alma. La sede de ese mismo fenómená "corno "imaginario
no puedenxhacer más que la sociedad que les ha hecho. La imaginación
radical social instituyenre ' es el colectivo anónimo y de modo más general el campo
de la psique llega a transpirar a través de los estratos sucesivos de» la coraza
histórica social ". C. Castoríadís. Hecho y por Hacer. Pags. 268,269.

64 65
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo II

no signifique desconocer que el pensamiento de Castoriadis


se agote en ellas,*la elección de las mismas está condiciona— Complejidad, Creación y
da por ser, no sólo, las que más movilizaron la reflexión a
partir de mi experiencia vital, sino también por creer que apor— autonomía: su contribución en el '
tan a la, reconfiguración de los espacios teóricos-prácticos
del campo profesional. análisis del pensamiento heredado >
Desde esta visión, lo que denomino como "pensamiento
heredado en el Trabajo Social argentino" es abordado en este
' capítulo desde dos perspectivas:
' Una perteneciente al campo de las ideas. La revolución francesa acaecida en 1789 y el,pensamien-
to moderno, en cuyo contexto emerge, ponen a dispósíción
' La otra, al de las manifestaciones de las mismas en el de la sociedad las ideas de libertad, fraternidad e igualdad,
_terreno donde se hacen más visibles, es decir, en la prác- las que nutren la concepción de Estado-Nación comoforma
tica de los Trabajadores Sociales. de organización y como contenedora de un proceso progresi4
ve y contradictorio de inclusión de ¡¿ problemática social.,
Sólo a los efectos de lograr mayor organización y clarí- — El capitalismo, resultante de 'este proyecto hisiórico-so— _
dad en su tratamiento serán desarrolladas en apartados dife— cial, no es sólo un proceso de aCumulación, sino que encarna
rentes, pues ambas están ímbricadas y son inseparables. una nueva significación en ei imaginario social: la expansión
ilimitada de! "dominio racional" que va' penetr'ando e infor-
mando a toda la vida social; la cuestión de la autonomía polí-
tica social e individual, en distintos grados, cobre fuerza_acom—
pañada de nuevás actitudes psíquicas, menta1es e intelec-
tuales que trascienden la esfera política para penetrar otros
dominios: la familia, las formas de propiedad, las relaciones
entre 105 sexos, la educación y la organización económica
Las corrientes de pensamien1o que dan lugar y se confi—
guran coniuntamente a la propuesta societaria del nuevo or—
den, incorporan al pensamiento científico "lo social", fortale-
ciendo el desarrollo de las Ciencias Sociales.
Así, el proceso de Consolidación del estado moderno, cuyd
momento más notorio es el de la revolución industrial, va acom—
- pañado de numerosas corrientes de pensamiento que desde
la teoría social y la fiiosofía conviven infleyendo en el naci—
miento de campos profesionales… específicos que conforman

(8) La noción de campo profesional se identifica con lo señalado en nota el pie


en la introducción general.

66 67
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabaio Social. Capitulo II

saberes especializados, los cuales, a través de un conjunto La peculiar contradicción en la génesis del Trabajo Social
de prácticas y de representaciones) intentan explicar e inter— “_ es complejizada por otras dimensiones correspondientes por
venir en los resultados y les efectos de las cdntradícc1ones un lado, a los movimientos de la sociedad global y por el otro, _
propia's del tipo de sociedad emergente. a las singularidades de la formación socia) donde se desarro-
Es en este escenario, cuando la historia de cuenta del lla, incluyendo los imaginarios y representaciones que los
surgimiento de esta incipiehte práctica qúe, desde la nueva profesionales del cámpo fueron cons1ruyendo a lo largo de ¡a
propuesta institucional, aceione técnicamente para paliar () historia y que le otorgaron especificidad en c'ada coyuntura.
atenuar los efectos sociales del nuevo orden. _ _ Es así, como a la luz de la dinámica social e ¡mbricada en
El proceso de surgimiento de la profesión, se construye ese movimiento, el campo profesional fue adoptando distin-
imbricado en e) imaginario social del modelo liberal de Esta- tos encuadres teóricos y diferentes maneras de entender y
do como un instrumento útil para ordenar ¡a nueva forma de operar con el método. En su base se encuentran los princi—
acumulación de capital. pios filosóficos reinanfes en el período.
Este“ímaginario, según sostiene 011e, está construido de Castoriadis realiza una serie de consideraciones acerca
acuerdo con la teoría del contrato social, "…el Estado se basa del pensamiento heredado en la filosofía que considero opor—
'exc/usívamente 'sobre los individuos asociados, que deciden tuno recuperar para el análisis de lo anteriormente señalado:
entrar en contrato unos con otros; en otras palabras, la autorí—
"La filosofía se ha ocupado siempre ya sea del _tiempo
dad pública no se basa ni en la voluntad de Dios ni en privile-
subjetivo ¿: fenomenológico (Agustín, Husserl, Heidegger), ya
gios dinásticos del príncipe, sino sobre la (hipotética) voluntad
bien del tiempo objetivo o cosmológico (Platón, Aristóteles).
de sus súbditos. A la inversa, el propósito de dicha autoridad es
Como resultado, todo adelanto en [a compíensión de uno no
suministrar a los súbditos ”individualidad ', con derechos lega-
ha hecho sino multiplicar las dificultades para la comprensión
les y protección física para sus, Vidas y sus propiedades.
Subyaciendo ¿¡ la distinción entre el Estado y el individuo hay del otro así como, de uno u otro_modo, para tratar de tender
una relación fundamente]…deczeaeión mutUa'º(©1fe,— 1'9903f1-5—2): un puente por sobre el abismo que los separe…" " ..es_ta po-
larización puede interpretarse sobre la base de entender que
Así, la profesión construye su estructura particular desde
la filosofía se ha concentrado.
un esquema conceptual general perteneciente al pensamien—
to hegemónico de las ciencias sociales e influenciado inter— Sob¡e un tiempo cosificado, identitario (ensídico)º& que
namente por las ideas de las viejas prácticas del voluntariado; , se presume forma la columna ven*ebral de la experiencia físi—
exigencias institucionales de procedimientos administrativos ca; que es considerado desde la perspectiva de la repetición
y burocráticos que apuntaban centralmente al control social;
y por la demanda de una acción social que mediare entre
(9) Ensídico -abreviatura del termino francés ensemblísta—¡dentiteife (conjuntiste
necesidades y recursos identitario). Cestoríadís plantea.* "todas las instituciones de la sociedad; y
Maria Lúcia Martinelli plantea en esta dirección que: "el todas las que pudiéramos imaginar como efech'vas y viables, comportan ne-
_ origen del Servicio Social como profesión tiene, pues, la marca cesariamente una dimensión ens¡díca que tiene cierta incidencia, suficiente
encuanto a necesidad y uso, sobre_el mundo, ya quesi nq_ esas so'ciededes
profunda del capitalismo y del conjunto de variables que a él anex_í_s__tirf".PérdáSu vez advierte: 'El inunda e secas comparte en sí _
están subyaciendo —a/íenación, contradicción, antagonismo—, une dimensiónque no sólo se presta a una organización ens:díce, sino que
pues fue en ese Vasto ca udal que él fue engendrado y desarme corresponde a ese 1in de organización El entendimientºestá5_ c_¡a_l_raente
liado" (_ Martinelli, 1991: 66). si el mundo fuera pure multipli …
instituido, pero no tendría objeto

.68 69
La autonomía del sujeto. Diálogo desde e! "lífabajo—Social. Capítulo II

de lo idéntico, ignorando entre otras cosas el dato primero de tiene en_ s_¡mismo un p_o_t__encia[creativo que es irreductible e la
la emergencia de la alteridad. cooperaaón entre sujetos a e , _ efectos _de le 1n1ersubjetivided"
(Castoriadis, 1997, Rev Agorá: 119).
0 sobre un tiempo vivido, tiempo de experiencia del suje-
to, que como tal sólo puede ser cada vez subjetivo al extremo Según el autor, son varias las explicaciones que se han
la que hace. de la existencia de un tiempo público, tanto como dado con respecto al concepto complejidad. Se ha dicho que
de un tiempo cósmico una aporía intratable, _o un efecto de la lo comp1e¡o esta dado por la articulación de un elevado nú-
degradación del sujeto en la cotidianidad y ¡a inautenticidad, mero de procesos elementales o de interacciones. Se ha di-
de su olvido del Ser y del encubrimiento de este por los entes cho también que lo complejo de lo social proviene de la irrup-
que se encuentran sencillamente 'a la mano '. Los efectos del ción de ¡o emergente, pero poco se dice del cómo, del porque
ocultamiento de ¡o social—histórico hacen invisible la solidari— y de los' resultados de esa irrupción. ¿
dad y la diferencia entre tiempo identitarío y tiempo imagína- Castoriadis critica estas maneras de entender 10 comple-
rio, a la vez, que impiden visualizar el apuntalamiento necesa- jo*y adjudica a la lógica heredada esta forma de pensarlo. "Es
rio del primero sobre el primer estrato natural. Asíse desdibuja evidente que nada cambia por hablar de 'interacciones ' y ()
que cada sociedad, en tanto.ser para si, cree su tiempo ¡me- - de elementos. Rigurosamente hablando, la distinción misma
ginario propio, consustancial a su ser—así—' (ser sociedad, ser entre elementos e interacciones carece de sentido, ya que
tal sociedad particular)" (Castoriadis, 1990: 139 y 140). estas últimas son sólo elementos de conjuntos de tipo supe—
rior, de espa cios funcionales. Es decir, que estas sumatorias
Entiendo que su crítica al pensamiento filosófico hereda— nunca serán más que una combinatoria entre conjuntos de
do, aporta elementos importantes para leer "Io seda!" y, partes de conjuntos finitos" (Castoríadis,1998: 248);
específicamente, contribuyen al Trabajo Social para repen— Agrega que lo social no puede ser pensado desde la lógi—
sar la realidad social desde Su constitutiva comple¡idad. ca heredada, sino desde una idea de complejidad y,,para— e1|o
Castoriadis dice: "Lo social es algo enteramente diferente aporta el concepto de magma: lo que quiere decir que no
de muchos, muchos, muchos sujetos y también algo completa.— podemos pensarlo como unidad de una pluralidad en el senti—
mente distinto de muchas, muchas intersubjetividades. Es sólo do habitual de estos términos, que no podemos pensarlo como
en y a través de lo social que un sujeto y una intersubjetividad conjunto determinable de elementos perfectamente distintos y
se vuelven posibles. La social es el colectivo anónimo s[e¿npre bien definidos. Hemos de pensarlo como un magma, e incluso
ya instituido en y a tra vésdel cual los sujetos puedenepáiecer; com0.un magma de magmas, con 10 que no quiero decir caos,
va indefinidamente más allá de ellos (que son siempre sino, el modo de organización de una diversidad no susceptible »
reemplazabies y siempre están siendo reemplazados), y con< - de ser reunida en un conjunto, ejemplificada por ¡o social, lo
imaginario o lo consciente" (Castoriadis, 1993 Vol.“: 34).
diverso. E1mundo comporta una dimensión ensídica, ya que si no, "la ¡maza—
El autor explicá que la lógica que está por detrás de tal argu—
nable'eñcacia de las matemáticas" se volvería ¡nínteligible. Peró Ocurre que el mentación es la lógica conjuntiste-identitaria o ensídicaºº” que
mundo no es un sistema ensídico. En prímer/ugar porque incluye al imagína—
n'o humana. y el imaginario no es ensídíco. Luego, porque la aplicación de lo
ensídico al mundo tiene una historia imposible de entender si el mundo fuera
de punta a punta ensídieo.. "…el mundo se presta indefinidamente ¿¡ 'argani- (10) Por lógica ensídíca el autor entiende "...la que sólo conoce como relacio—
zaciones ens¡dícas, pero el mundo no lo agoten las organizaciones ensídicas". nes la pertenencia, ¡e inclusión, la implicación proposicional y la lógica de los _
C. Castodadís. Hecho y por Hacen Pags. 24, 25. predicedos de primer orden… " C. Cestoriadis Hecho y por Hacer. Pag. 249.

70 .71
La autonomía del suieto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo II

oculta el dato .ontoiógico fundamental: en el ser hay creaciór1…, excluye el surgimiento de nuevas formas, nuevas determina—
() más exactamente, que el ser es creación; no de 'materia/ener— ciones. O sea, lo que es no está cerrado; lo que es está abierto,
gía' sino, creación de formas imposibles de producidas o dedu— ¡o que es, es siempre por—ser"( Castoriadis, 1997: 136)
cirlas 'de elementos ya dados (Castoriadis, 1998: 251) Al decir de1autor, hay en el hombre una naturaleza central
Por otro lado completa su idea recuperando dos nocio— que es la creación: "…exisle, al menos, un tipo de ser que crea
nes: el concepto de lo nuevo y ¡e idea de creación. Afirma la lo otro, que es fuente de alteridad, y que por ese camino se
necesidad de terminar con los subterfugios que confunden el altera a sí mismo. Se ha repetido en muchas oportunidades,
concepto de ¡o nuevo: "…o hay creación, o ¡a historia del ser que no hay naturaleza humana o esencia del hombre. Esta
(y por lo tanto también de la humanidad) es'interminab/e re- comprobación negativa es totalmente insuficiente. La naturale-
petición (a eterno retorno)... " (Castoriadis, 1998:'250). za, () la esencia del hombre, es la 'capacidad', la posibilidad—'
La idea de creación, conlleva una serie de otras ideas en el sentido positivo, activo, no predeterminado, de hacer ser
filosóficas encaminadas a e1ucidar la cuestión de la complen- formas diferentes de existencia social e individuaL Esto quiere
dad. Entre ellas, la cuestión de las determinaciones…) decir que hay una naturaleza del hombre definida por esta es-
pecific'idad central - la creación (Castoriadis, 1997: 137).
Si …bien su idea de creaéión se opone a cualquier
determinismo integral, ello no implica la inexistencia de Esta tensión entre lo determinad0/¡ndeterminado en el
determinismos ldceles o sectoriales. "El determinismo local esta pensamiento de Castoriadis —plasmado en su idea de crea—
implicado por la idea de creación - ya que esa creación no es ción—, constituye a mi entender un aporte superador a postu—
creación de cualquier cosa, sino Siempre de una forma, de un ras polarizadores que, de manera contradictoria han forma—
eidos determinado, que debe persistir como tal en la existen— do— y.forman aún hoy— parte en el discurso del Trabajo Social,
cia, cosa que requiere una relación delermínada (pero en cada incluida la cotidianeidad de su práctica profesional. Asimis—
caso a su propia manera) entre los sucesivos estados de esa mo, su contribución alcanza al debate acerca de las posibili—
forma, y también ya que cada forma es una multiplicidad con dades de cambio de rumbo de la sociedad.
¿ relaciones determinadas (también en cada caso a su propia El pensamiento de Castoriadis se aíeja de toda concep-
manera), entre sus componentes" (Cas1oriadis, 1998: 251). ción racionalista y causalisla de la historia. Aunque admite que
Sostiene asimismo, que aunque creación no'signifique in— si bien existen relaciones causales de diverso orden, ellas no
determinación, implica no obstante, una cierta indeterminacxón bastan para dar cuenta de “¡o social". "Hay Io causal en la vida
en el ser, ya que: "lo que es, no es nunca de manera tal que social e histórica porque hay lo 'racional subjetivo '. Lo hay tam—
bién porque hay lo 'racional objetivo '. Yhay también ¡a 'cause!
bruto ' que constatamos sin poder reducirlo a unas relaciones
( 1 1.) Creación: '...capacfdad de hacer surgir lo que no está dado, ni es deriveble,
racionales subjetivas o objetivas, unas correlaciones estableci—
combihatoriamente () de otra forma, a partir de lo dado. Esta capacidad es ¡e das cuyos fundamentos ignoramos, unas regula rídades de &am-
imaginación que no sólo puede combinar elementos ya dados para producir portamiento, individuales o sociales, que continúan siendo pu-
uno nuevo, sino de presentar nuevas formas. Es cierto que se utilizan elemen- ros hechos". Es decir: "…lo social contiene 10 no causa! como
tos que ya están allí, pero la forma como tal es nueva…" C. Castorídis. EL
Avance de Ia Insignifícancia. Pag 138
momento es'encial" (Cestoriadis, 1993, Vol I: 74, 75).
_ (12) La negrita es utilizada para remarcar Ia importancia que le otorga a esta Para el autor, lo no causa! proviene de dos niveles. El pri-
cuestión. mero originado en ¡a imprevisibilidad provocada por la dis- '

72 73
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo II

tancia que presentan los comportamientos 'reales 'de los indivi< A partir del momento en que existe un campo colectivo
duos en relación a sus comportamientos “típicos "(Casjoriadis,… emerge otra realidad. A esa emergencia denomina Castoriadis
1993.'Vol |: 76). El segundo, aparece como "...comportamiento imaginario radical y es producido por [e institución.

_, ___..._,…__,_._ _ . ,
no sólo imprevisible, sino creador" (Castoriadis, 1993. Vol I: 76). Esta relación entre la institución y la psique, se da en
_Las ideas de Cestoríadis hasta aquí señaladas, connotan tanto la psique —con su a—funcionalídad, su no racionalidad—
su perspectiva acerca del sujeto cqmo creación social y su es tal, que el ser humano habría sido condenado ¿¡ desapare—
re9_ción con 13 sociedad: “No hay oposición entre individuo y cer si no hubiera una sociedad, es decir, la institución. La
sociedad: el individuo es una creación social. Laverdadera ' institución socializa la psique y la obliga a aceptar la realidad

a..
_ 7_M_<A_rA.—M —
polaridad es la polaridad psíque/sociedad. Sociedad ypsique social, la existencia de otras personas. De esta manera es el
son a la vez irreductibles entre sí y realmente inseparables... " imaginario el que crea la insti1ución y la institución socializá
"...la socialización no es una simple suma de elementos ex— la psique singular de cada ser (Castoriadis, 1993: Revista
ternos a un núcleo psíquico que permanecería inalterado; sus Zona Erógena: 6) ' '
efectos están ¡next?¡cablemente tejidos a la psique tal como En esta perspectiva, complementa sus ideas diciendo: "no
ella existe en la realidad efectiva…" (Cestoriadis, 1998: 313). ' es la psique la que puedecrear instituciones, no es el incons-
Profundiza sus reflexiones anteriores aseverando que el ciente el que crea la ley o incluso la idea de la ley“, sino que
hombre es sociedad, es un ser psíquico e histórico-social con la recibe y la recibe como ajena, como hostil, opresíva. Lo
la capacidad esencial de crear: "Lo que hace del hombre un mismo sucede con el lenguaje. Es el imaginario social, el co—
hombre no es que sea razonable () racional, sino que, su ca— lectivo anónimo quien-Ios crea cada vez que se juntan los
racten'stica esencial es la _i_rpgginaeidu, El hombre es_psique, humanos y que cada vez se da en una figura singular, institui—
alma, psique profunda, inconsciente; y el hombre es socie— '—da para existir". (Castoriadis, 1997: 140). "El hambre es un
dad, es en y por la sociedad, su institución y las significacio- ser que busca el sentido y por eso lo crea, pero lo crea en Ia
nes imaginarias sociales que hacen apta a la psique para la
vida. También la sociedad es siempre historia: es decir El hom-
bre es.un se'r psíquico y un ser histórico—social y es en esos (13) Con respecto a la ley, el autor maniñesta que " la sociedad humana sólo
dos niveles que encontramos ¡a capacidad de creación deno- es posible por su capacidad de construirse una ley. La tribu prehistórica, el
minada in1aginacíón e imaginario“ (Castoríadis, 1997: 189). reino mesopotámico o el estado—nacíón pudieron existir porque construyeron
un cerco, una frontera cognitiva que les da uná identidad y les separa de [o
Pese a esta postura, su concepción se aleja de una visión demás Esa ídentidadsocial es la interrogación sin fin. Las preguntas sobre ¡a.
subjetivista y/o idealista al otprt_¡a'fléñ"r75ééddeterminente a ley surgen en la historia y son formuladas por sujetos hisfóricos. Son pregun-—
lo colectivo, al cual denominacolectivo anónimo. Es este co— les que se refieren al significado que han de tener conceptos como justicia,
lectivo el que crea las ¡ns1itucio'nes—yno la psique o el incons— como igualdad, como libertad. Para Castoriadis son preguntas que carecen
de una respuesta final, ceda respuesla sólo puede ser el producto de un pro—
ciente, la psique recibe el sentido del proceso de_,socializa— ceso de elucídeción siempre provisional. “La esperanza es esa suposición
ción. El hombre es tal porque no es pura funcionalidad; exis- antológica, cosmológíca y ética según la cual el mundo no es simplemente
te una des—funcionaiización ligada a 'la imaginación radical. algo que está fuera del individuo sino un cosmos en el sentido propio y arcaico
La psique de cada ser humano singular está caracterizada del término, es decir, un orden total que nos incluye a nosotros mismos, que
incluye nuestras aspiraciones y nuestros esfuerzos como sus elementos cen—
por la imaginación radical, es decir, un flujo perpetuo de re—
trates y orgánicos». C_: .Castoriadis. Los dominios del hombre: Ias encrucijadas
presentaciones, de afecto y de placer;— del laberinto. 1988. Editorial Gedisa. Barcelone Pag . 114

74 75
La autonomía del sujeto. Diálogo desde ei Trabajo Social. Capít11lo "
clausura… y crea la clausura del sentido, pero siempre inten— se cree o se fabrica socialrhente, en correspondencia con las
ta volvera él" (Castoriadis, 1993: 143,144) instituciones de ¡a soc¡edad" (Castoriadis, 1997: 141 ).
El reconocimiento de lo histórico del Ser como condición Otorga un sentido similar su idea de reflexión como
intrínseca conforma su pensamiento. "Elpensam1ento es esen- — controladora de la imaginación radical. A este respecto seña—
cialmente histórico, y cada manifestación del pensamiento es _la: "La reflexión es definible como el esfuerzo por quebrar la
un momento dentro de un encadenamiento histórico y tam- clausura en ¡a que necesariamente estamos siempre captu—
bíe'n, aunque no exclusivamente, su expresión. Elpensamíento rados como sujetos, venga de nuestra historia personal o de
es eminentemente social, y cada una de sus manifestaciones la institución histórico—socia/ que nos formó, vale decir que nos
un momento del medio social; el pensamiento procede de él, humanizó. En ese esfuerzo, ¡e imaginación juega un rol cen-
actúa sobre e'! y lo expresa, pero no es reductiblea ese he— tral ya que el cuestionamiento de las 'verdades establecídas'
cho ""Lo h¡stonco-soc¡al es una condición intrínseca que no es ni puede ser nunca un cuestionamiento en el vacío,
concurre demanera aótiv'aa" laexistencia de eaduel_ldque Cbn-"'" sino siempre hermanada con la posición de nuevas formas y
diciona. Para el pensamiento es del mismo ºrdenqUe_ Iaexis- figuras de lo pensable creadas por la imaginación radical y su—
tendía de la ps'_'1_'qUe Singular. Lie psique no baátápareque_haya jetas al control de la reflexión, todo ello bajo la égida_de un
pensamiento y reflexión, peroestacomprometida en ellas' nuevb 'objeto'de investidura psi, objeto no—objeto, objeto ¡nvi—
(Cestoriadis,1998: 313). sib/e: ¡a verdad. Verdad, no como adecuación del pensamiento
Una reafirmación de lo antes señalado queda plasmada y la cosa, sino como el movimiento mismo que tiende & abrirle
' en el siguiente párrafo: "Los individuos socia/¡zados son frag— brechas ¿¡ esa clausura en la que el pensamiento siempre tien—
mentos, que caminan y hablan, de una sociedad dada. Yson ' de e encerrarse de nuevo" (Castoriadís, 1998: 330).
fragmentos totales, vale decir que encarnan, en parte de ma— En suma, para el autor el sujeto no es: "poseedor de sus
nera efectiva y en parte potencial, el núcleo esencial de las representaciones, efectos e intenciones. el sujeto es eso, flu—
instituciones y las significaciones de la sociedad a que perte— ¡o representativo—a—fectivo—intencional donde ha emergido la
necen" (Castoriadís, 1998: 14). : posibilidad permanente de la reflexión y donde ¡a espontanei-
También sus planteos con respecto a la relación entre 00— dad bruta de la imaginación radical se ha convertido en parte
nocimiento y acción como unidad psíquica e histórico—socíal en espontaneidad reflexiva. ""'.. tanto la cosa percibida como
apuntan en esta dirección. "El conocer y el actuar del hombre, el pensem¡ento son.creacíones del_imaginario radical históri—
son ¡ndísociablemente psíquicos e históricos—sociales, dos po— co—social" (Castoriadis, 1998: 199) "…la reflexión también en—
los que no pi¡eden existir una sin el otro, y que son ¡rreductibles cuentra en Ia ¡magináción radical de la psique singular su con-
uno al otro. Todo lo que encontramos de social en un ¡ndividpo, dición positiva. Esta imaginación es la que permite la creación
de 10 nuevo, es decir el surgimiento de formas, de figuras, de _
esquemas originales del pensamiento yde Io pensable. Y tam—
(14) “ El término clausura debe tomarse en su sentido estricto, matemático.
Los matemáticos dicen que un cuerpo algebraica esta clausurado cuando en bién es porque hay imaginación radical, no solamente reproduc—
cualquier ecuación escrita con elementos del cuerpo las soluciones también ' ción 0 recombinación de ¡o ya dado, imaginación no estereotípada,
son elementos de dicho cuerpo. Cualquierfnterrogante que tenga sentido dentro no fijada, no limitada a formas ya dadas y conocidas, por ¡o que
de un campo clausurado, en su repuesta reconduce ¿: ese mismo campo“.
el ser humano es capaz de recibir, de acoger, de aceptar la crea—
Cornelius Castoríedis Hecho y por Hacer. 1998. Editorial Eudeba. Buenos Ai—
res. Pag. 319. ción original de otro, sin lo cual esta sería delirio o pasatiempo

76 77
La autonomía del sui_eto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo II

individual… " "...el/o impide a cada subjetividad encerrarse en su minación completa, como racionalidad transparente o secuen—
propia clausura.... (Castoñadis, 1998: 148). cia de hechos.…" ello hace que emerjan unos encadena-
El cuerpo de ideas de! autor, facilita la comprensión de mientos de significantes, unas relaciones entre significantes y
que es el propio ser/sujeto generador y generado por/del es- significados, unas conexiones y unas consecuencias a las que
cenario en el cual le toca actuar, y que por ello, es ese sujeto, no se apuntaban, ni estaban previstas... " hay un uso inme—
quien es el artífice en los cambios de la sociedad creando diato de lo simbólico, en el que el sujeto puede dejarse domi—
nuevos sentidos y nuevas posibilidades. nar por este, pero hay también un uso lúcido y reflexionado
de é)..." (Castoriadis,1993.Vol. I: 217).
Siguiendo la línea de pensamiento de Castoriadis y re-
flexionando acerca de la complejidad de "lo social", parece Para Castoriadis, la red símbófica que opera en !a institu-
necesario señalar que, una sociedad instituida (por ejemplo, 'Ción, le otorga funcionalidad, es decir, le permite el funciona—
la sociedad occidental, contemporánea ) es instituida en tanto miento cotidiano, pero dicha funcionaiidad esta orientada en
y en cuanto las relaciones socialesº51 le dan cuerpo. cada momento por el imaginario social. Coh esta mirada de la
institución, se puede comprender más cabalmente, la imbri—
Ahora bien, esta materialidad de los actos reales, indivi-
duales o colectivos, aunque no son símbolos, tanto unos como
cación entre lo simbólico y lo imaginario:_ "...la institución es
otros son "imposibles" fuera de una red simbólica. "Las insti- una red simbólica, socialmente sancionada, en ¡a que se com—
tuciones no se reducen a lo simbólico; pero no pueden existir binan, en proporción y relación variables, un componente fun-
más que en lo simbólico, son imposibles fuera de un simbóli— cional y un componente imaginario... " es el imaginario so-
ceen—segundo grado y constituyen cada una su red simbóli- cial el que da a la funcionalidad de cada sistema institucional
ca. Consisten en ligar a simbolos (¿1 significantes) unos signi- su orientación específica, que sobredetermina la elección y
ficados (representaciones, órdenes, conminaciones () incita—
las conexiones de las redes simbólicas, su manera singular
de vivir, de ver y de hacer su propia existencia, su mundo y
ciones a hacer o a no hacer, unas consecuencias) y en hacer—
los valer como tales, es decir hacer este vínculo más o menos sus propias relaciones; este estructurante originári0, este sig—
forzado para la sociedad o el grupo considerado"(Castoriadís, nificado—signifícante central“º", fuente de lo que se da cada
1993, Vol. I: 201). ' vez ¿omo sen'fído indiscutible e indiscutido, soporte de las ar—
ticulaciones y de las distinciones de lo que importa y de lo que _
Especialmente cuando reconoce los alcances y ¡¡mites de no imperia, origen del exceso de ser de los objetos de inver—
lo simbólico, también sus ideas escapan 'a cualquier sión práctica, afectiva e intelectual, individuales y colectivos... "
determinismo/indeterminismo integral. "No puede decirse que (Castoriadís, 1993, vol I: 252).
el simbolismo institucional determine el contenido de la vida
social. Hay aquí una relación específica, que se desconoce y
se deforma al querer captada como pura causación () puro
( 16) ”Las significaciones ¡magíneries sociales crea_qup g7_undg pgqug para la
encadenamiento de sentido, como liber1a'd absoluta a deter— sociedad óonsíderada, en realidad ellas'sóhese mundo; y elles,forr_naín Ies
psíque's'de ¡e individuos. Crean una 'represen1ación'delmundo, incluida la
sociedad misma y el lugar que esta ocupa en ese mundo; peru esto no es en
( 15) "Las relaciones sociales reales son siempre instituidas, no porque lleven absoluto un constructum inielectual. Esto va a la par con la creación de un
un revest¡h1ientojurídico, sino porque fueron planteadas coma maneras de empuje () tendencia de esa sociedad (una intención global) y de un humor, un
hacer universales, simbolizadas y sancionadas". C. Castoriadis, 1993. La afecta a nebulosa de efectos que impregnan la totalidad de la vida social":
Institución Imaginaria de la Sociedad. Vol… !. Pag 215 Castoriadis, 1998. Hecho ypar Hacen Pag. 320

78 79
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Traba¡o Social. Capítulo II

Desde este punto de vista, las ¡nstitugí_ones son c¿e_ecio- sentido a la psique. El camino para ello lo aportan las significa-
nes del colectivo anónimo, aunque bajo ciertas condiciones, ciones imaginarias sociales (Castoriadís, 1998: 317).
en la medida que: ”no son producidos causalmente ni Por otro lado, hay también condicionantes históricos que
deducibles racionalmente, las instituciones y las significacio— provienen del pasado y de 1a1radición, a su vez, ese pasado
nes imaginarias sociales de cada sociedad son creaciones forma parte de la institución de la sociedad. Este aspecto del
libres e ¡nmotivadas del colectivo anónimo. Son creaciones
análisis realizado por el autor, muestra nuevas arist_as de la
ex nihilo". A dichas condiciones Castoriadis denomina crea- complejidad de lo social (Castoriedis, 1998: 317,-318).
ciones bajo_ coacción. (Castoriadis, 1998: 316).
Por otra parte, Castoriadis plantea que las significacio-
Distingue distintas naturalezas en las coacciones: exter- nes imaginarias sociales exigen cumplir 0 acogerse a deter—
na, interna, históricas e iñtrínsecas. Las primeras incluyen la minadas condiciones, una de ellas es la de ser coherentes y
constitución biológica del ser humano y son las que posibili— completas. Esta coherencia se sitúa a partir de la idea de un
tan que las instituciones funcionen. Ellas son regidas por lo sentido compartido, que pueda ser apropiado por e) colecti-
que Castoriadis denomina el primer estrato natural, constitui—
vo. De allí el carácter constitutivo, intrínseco de la coherencia
do por lo que es viviente y lo que es accesible: "En cada caso en las significaciones imaginarias sociales. La ausencia de
la sociedad está condicionada, pero no 'causada' por su
esta condición, según el autor, lleva al individuo singular a la
hábitat natural. En tanto el primer estrato natural contenga en psicosis y al colectivo anónimo a la barbarie.
grado decisivo una dimensión conjuntista identitaria, la institu—
ción social deberá recrear esa dimensión en su 'representa- La coherencia no excluye la_existencia del conflicto, las
ción'del mundo y de símisma...“. En otras palabras, ¡a insti— divisiones, las oposiciones y las luchas internas le son
tución social está siempre obligada para sobrevivir, & recons- inclusivas. “Por lo general la coherencia no peligra porque
tituir y recrear una lógica que concuerde en lo sustancia! con haya contradicciones erítFe la, dimensión estrictamente imagi—
la lógica ensídica. Este proceso está "...bajo la égida de las naria y la dimensión ensídicá de la institución ya que por lo
significaciones irñáginarias sociales... Son estas significácio- general, la primera tiene prioridad sobre la segunda"
nes imaginarias sociales instituidas, las que permiten otor- (Castoriadis, 1998: 319).
gar sentido al mundo. las significaciones imaginarias so- La condición de completa de las significaciones imagina—
ciales ¡nstituídes en cada oportunidad, y que a su vez [e per- rias sociales, está referida a la necesidad de que las mismas
miten crear un mundo dotado de.un sentido, distinto cada vez. estén configuradas de modo tal, que toda pregu1'1ta que se _
Esa lógica ensídica 'social ' le es impuesta a la psique duran— realice pueda encontrar en ellas Una tespuesta. Es decir, "debe
te el largo y penoso proceso de fabricación del individuo so- tratarse de sociedades donde existe clausura de ¡a significa-
cial" (Castoriadis, 1998: 316). ción. Cualquier pregunta que pueda formularse debe hallar
A su vez, los segundoé condicionemientos, es decir, las respuesta en el interior del magma de significaciones sociales
" coacciones internas, provienen de la materia prima a partir de imaginarias de esa sociedad" (Castoriadis, 1998: 320).
la cual la sociedad se crea a sí misma, es decir de la psique. La La cuestión de la verdad, es abordada por el autor como
psique debe ser socializada y para ello debe abandonar algo complemento del tema de lo histórico social. Plantea al res—
de su mundo propio, interno, e insertarse en un tiempo y en un pecto que aunque no haya verdad integral, elio no quiere de-
mundo público. De allí que sea la institución, quien provee de cir que quede borrada la distinción entre lo verdadero y ¡Q.
1also "...tenemos que llamar verdad no a una propiedad de
80 81
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capitulo ¡I

los enunciados, o a un resultado cualquiera, sino_al movimiento ». do visible. Esa incapacidad de ofrecer algo, de generar re-
mismo que rompe la clausura estab_leeida cada vez y que bus- presentaciones colectivas creativas, no afecta únicamente al
ca, en el esfuerzo de coherencia, encontrarse con lo que es.. " interior de Occidente sino al conjunto del sistema-mundo
.es ¡o histórico-social, el verdadero lugar de la verdad.... " (Castoriadis, 1997: 80).
"...sin esta idea de verdad, estaríamos simplemente deserti—
Lo hasta aquí presentado puede ser considerado-como
culados entre los puntos de vista”, que son 'verdaderos' en
parte de una perspectiva de carácter más filosófica de
el interior de ypara cada sujeto de clausura, o sea entre un
Castoriadis que, sin duda, nutre a la dimensión política de su
re/ativísmo absoluto, y la idea de un s¡stema definido acaba-
pensamiento que en gran medida, se asienta en su Idea de
do, que sería la clausura de todas las clausures…" "....tam-
autonomía. Sin embargo, para comprender a esta última, es
bién en y por ¡o histórico-sociat, aparecen la subjetividad re—
preciso reconocer a lo social histórico desde la complejidad
'flex¡ve y el sujeto político, en tanto se oponen a aquello que
que le otorga el autor…
proviene de la humanidad 'anterior', esto es: a los individuos
Concebir así "lo social", desde su complejidad constituti—

.. …… , _ …,
conformes, socialmente fabricados, tan respetables, dignos
de estima y de amor como sea posible... " "...t,ambie'n en ypor va, como producto y producido, permite vincular la existencia
lo histórico—social se crean un espacio y un tiempo públicos de una intrínseca 're1ación entre el consenso logrado en una
de reflexión… " (Castoriadis, 1998: 148). sociedad y/o institución determinada, la forma y sentido de su

,, ._.,
organización y la posibi|¡ded de generar proyectos de auto-
Creo importante señalar que Castoriadis, identifica a ¡a
nomía individual y colectivos.
crisis de la actual sociedad occidental, como una crisis de las
significaciones imaginarias sociales. La red institucional a Para Castoriadis, las ideas de 11ber1ád, de igualdad y de
perdido su significación y esta funcionando sobre la base de justicia no son mitos, ni tampoco formas plenamente determi-
imaginarios sociales constr_uidos en otro momento histórico; nadas, sino significaciones imaginarias sociales, de allí, su
polisemia, variabilidad y movilidad. (Castoriadis, 1988: 140).
La crisis de las sociedades occidentales contemporá-
neas puede ser captada, por excelencia, en relación con este Otro elemento presente en la construcción política de
dimensión: el derrumbe de la eutorepresentacíón de la socie- Cas1oriadis es su rechazo a cualquier intento de contraponer
dad, el hecho de que estas sociedades ya no pueden presen— igualdad y libertad. "Hay que afirmar vehementemente, contra
tarse como 'esto '(de un modo que no sea meramente exte- los lugares comunes de cierta tradición Iibetal, que no hay
rior y descriptivo), no sin que ese esto como ¡o que se presen— antinomias, sino que hay implicación recíproca entre las exi—
te se derrumbe, se ap/aste, se vecie, se contrediga. Este es
gencias de ¡a libertad y de ¡a igualdad" (Castoriadís, 1 988: 141 ).
una de las maneras de decir que hay crisis de ,las significacio— Finalmente, otra de ¡as cuestiones importantes a las que se
nes imaginarias sociales, y que estas ya no proveen ¿¡ los refiere el autor, tiene que ver con los límites de la autonomía.
individuos, las normas, los valores, las referencias y las moti- "Del mismo modo que no hay un origen extraéocíal de la ley no —
vaciones que les permiten, a la vez, hacer funcionar a la so— puede existir tampoco un límite externo at proyecto de autono—
ciedad, y seguir siendo ellos mismos, más amenos bien, en mrie, aunque la mayoría de las sociedades humanas tiendan a
un 'equitibrio' vívible" (Castoriadis, 1997: 29). ocultarse & sí mismas que son las creadores de sus límites"
La ausencia de significación social e individual va convir— "una sociedad autónoma se hace posible únicamente par—
tiendo a Occidente en un espacio público vacío, sin un senti— tiendo de esta convicción profunda e imposible de la mortali—

82 83
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social.
Capítulo II

dad de cada uno de nosotros y de todo cuanto hacemos; sólo


así se puede vivir como seres autónomos... "
¿Ax
Manifestacines del pensamientº
" .. sin vida después de la muerte ni un Dios,_el hombre
se encuentra en libertad de obrar y pensar en este mundo… " heredado en las prácticas
(Castoriadis, 1988:115 y 218).
En su concepción, la democracia es el régimen de Ia
del trabajador social
autolím¡tación, es el régimen de la libertad y del riesgo: "en una
democracia, el pueblo puede hacer cualquier cosa y debe sa—
ber que no debe hacer cualquier cosa"(0astoriedis, 1 988: 124). )]

“En Trabajo Social, los problemas sociales han sido histó-


Ese es el marco estricto en donde deben comprenderse
ricamente ejes relevantes para la profesión conformándose
fenómenos como el ascenso de los integrismos religiosos y
como parte constitutiva del campo profesional, y por_lo mis-
el rebrotar de los nacionalismos. El final del siglo veinte debe
mo, de la función instituida socialmente para Tos Trabajado-

_ …
ser, entendido no sólo como una épocade dominio del imagi-
res Socia!es.

..n__ A_,
nario capitalista, sino también de persistencia y avances de
viejas creencias heteronómicas (Castoriadis, 1997: 121). Sin embargo, el análisis sobre ios procesos, las re!acio-
nes y los problemas sociales, son frecuentemente conside-
Castoriadís parece-tener en mente uno de los posibles
rados desde una perspectiva fragmentada y simplificadora,
rostros de la barbarie: una sociedad que se desgarra sin ser
constituyendo un primer obstáculo““ para la comprensión de
capaz de creer nada.
"lo social", conduciendo probablemente, a prácticas
Sin embargo, a esa perspectiva Ie opone, un planteo po— inmediatístas. Maria Lúcia Martinelli ilustra esta situación con
lítico—filosófico acerca de la posibilidad de proyectos de auto— el siguiente párrafo: "Siempre prontos para ofrecer respues-
nomía. Una expresión de ello, se encuentra materializada en tas urgentes a las cuestiones apremiantes, desde siempre los
el párrafo en donde afirma: "La Iiben*ed no es ni una utopía ni asistentes sociales fueron imprimiendo a la profesión la mar—
una fatalidad. Es un proyecto sociohístórico. Desde el mo- ca del h_e_c_:er_¡nmed¡ato de la acción espontánea, alienade y
mento en que abandonamos la clausura de la institución se— a!íehante"(Mar1inelli 1991: 127).
grada; desde el momento en que los griegos se preguntaron
Por otra parte, la complejidad que adquiere todo trabajo
- que deberiamos pensar?, que deberíamos hacer? en un
que se plantee mediar entre sujetos, debe_— según creo; ale—
mundo que habían construido de manera tal que'los dioses
jarse de la tentación de simplificar el análisis & tipificaciones
no tenían nada que decir acerca de esas cuestiones, ya no
() clasificaciones que conducen a un reduccionismo de los
hay ninguna evasión posible de la responsabilidad, la ele
ción y la decisión. Hemos decidido que queremos ser libres y atributos de lo social "Cuando nos remitimos a los procesos
sociales, nos referimos a ¡a producción y reproducción de la
esta decisíón es ya un comienzo de realización de esa liber—
acción social de los sujetos con los cuales trabajamos. Esa
tad“( Castoriadis, 1997, Rev. Agora: 122)

(17) Esie obstáculo me resulta más evidente, el ubicarla desde la perspectiva


de mi práctica docente y, constituye una posible causa del activismo e
inmediatismo característico de ciertos sectores del cámpo profesional.

84 85
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítulo II

acción está argumentada por la ciencia social a partir de la en las Escuelas de Trabajo Social de Estados Unidos y1ran5<
explicación de las circunstancias estructurales () sistemáticas fer¡da a las de América Latina. La importante es destacar que
de los actores de la actividad social. Sin embargo esta explí— esta postura se constituyó en el referente de ¡a formación pro-
cacíón debe ser enriquecida con los análisis que provienen de fesional en nuestros países yse mantuvo hasta mediados del
una mirada microsocial de la vida de los actores. Al no ser _ presente siglo. Del mismo modo se hizo una reproducción
analizada esta dimensión se ha dejado un vacío en ¡a produc— mecánica de la secuencia metodológica establecida por M.
ción de conocimiento respecto a la cotidianidad de los suje— Richmond en los ”métodos ' de grupo y comunidad. Estas re-
tos. La misma denota la ausencia de explicación sobre las producciones en general no han variado salvo formalmente,
prácticas concretas que dan lugar a la producción cotidiana cuando se han agregado algunas etapas a partir de criterios
de la vida socia/"(Rozas, 1998: 61). formales e indexativos. Aspectos que no han llenado un vacío
Explicendo esta opacidad de “¡o socia!" Castoriadis plan- "respecto a ¡a producción teórica que permita enriquecer la
tea: "Jamás una sociedad será totalmente transparente, en comprensión del objeto de intervención y, por lo tanto, evan—
primer lugar porque los individuos que la componen jamás zarpara/elamente en una reflexión metodológica que garanti—
serán transparentes para símísmos, ya que no se puede eli- ce la intervención profesional desde una perspectiva en la cual
minar el inconsciente. Y, en segundo lugar, porque lo social pensar y actuar tengan el mismo vetar en Trabajo Social. Las
no implica sólo los ¡nbonscientes individuales, ni siquiera sim- consecuencias de'este vacío han sido vívenciadas porlos Tra—
plemente sus ¡nherencías ¡ntersubjetivas recíprocas, las rela- bajadores Sociales como la falta de argumentación que sus-
ciones entre personas, conscientes e inconscientes, que ¡a- tenta su quehacer, situación que persiste hasta nuestros días“
más podrían ser dadas íntegramente como contenido a to— (Rozas, 1998: 63).
dos, a menos de introducir el doble mito de un saber absoluto _Estas''¡nsuficiencias“ dificultan en la práctica profesional
igualmente poseído por todos" (Castoriadis, 1993, Vol l:191). un proceso de aprehensión de lo real objetivado en las prác—
En el Trabajo Social estas "insuficiencias", es decir, las ticas cotidianas de los sujetos. En este sentido, creo pert¡.—
fragmentaciones y simplificaciones son de naturaleza diver— nente aportar a la construcción de un "nuevo" discurso profe-
se, pero considero fundamentales, a las de índole filosófico- sional que desmonte estos equívocos re—analizendo la rela—
epistemológico y, a las que denomino de naturaleza teórica ción entre sujeto y estructura.
política que privi1egiaron el “deber ser“ de la profesión desde Una de las manífestabíones de estas "insuficiencias", se
una perspectiva estructural de los problemas sociales. expresa en la dificultad de visualizar--en los sujetos con quie—
El discurso profesional se construyó en una concepción nes el Trabajador Social interactúa profesionatmente—, inters—
._.»
influida por la visión bipolar de la relación sUjeto/objeto. Mer- ticios posibilitadores de autonomía en el ámbito de lo singu—
garita Rozas al analizar la primer propuesta de "organización lar y de lo colectivo.
sistemática de la intervención profesional, identifica esta cues- Históricamente se han apelado e instrumentos ta1es como
tión diciendo: "Maty Richmond, pone en evidencia que le fun- la "participación" y/o la "organización“ con el convencímieñto
ción del conocimiento en la construcción del objeto es reduci—-y de que ello redundarta en un refuerzo de la-dimensión autóno—
da a una tarea de agrupación de datos, en la cual le interven- ma y en el mejoramiento de ¡a calidad, de vida de los sujetos.
_ ción profesional termina por desempeñar un papel pasivo fren— Hoy en día se vislumbra que 1a"dárticipación", idea fuer—
te a la realidad. Esta forma de pensar y actuar es reproducida temente asociada el protagonismo, es un objetivo que pre—

86 _87
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social. Capítu1o II

senta dificultades; que la organización de los grupos con quie- Estos conceptos recuperan del sujeto una visión que sólo
nes se trabaja, sobre todo con los amplios sectores exclui— adquiere "realidad“ o sentido a pedir de una estructura, es
dos“… no es una simple actividad votuntarista“º' y, es aquí, decir, el sujeto se diluye perdiendo visibilidad.
donde el'esquematismo, la fragilidad teórica y la debilidad Parece aquí oportuno señalar, que ciertas profesiones
para encontrar en y al campo profesional un sentido, se artí- como parte constitutiva de su especificidad, tienen la función
culan, potenciándose unos a otros y contribuyendo a atribuida<º” de "educar" o potenciar en el sujeto actitudes que
retroalimentar teles "insuficiencias". lo lleven a maximizar su ref)exividad. Sin embargo y paradóji—
Como posible síntoma de lo anterior, es,frecuente encon— camente, desde la perspectiva de las instituciones, se trabaja
- trar que los análisis que se realizan de las instituciones, suelen con el sujeto de manera que el mismo ¡nteriorice [o instituido,
estar vinculados con ¡e idea de imposibilidad de cambios, a lo lo _que supone aceptar las instituciones existentes.
sumo, se plantea aprovechar las brechas que lo instituido xCabe actarar, quela autonomía exige distinguir la dimen—
permite, pero permanece oculta ¡a ¡mbricación entre lo insti— sión instituida de Ia instituyente. En la primera, la autonomía
tuido—y 10 instituyente provocando acciones volu'ntaristas y/o es un "imposible"ººh La segunda, lleva a penetrar el terreno
fatalistas e! interior institucional<ººk de la política.
“ Los procesos de promoción 'de “autonomía” en los sujetos, Esta aparente antinomie o "imposibilidad" es interpretada
como fuerte propósito de la práctica profesional, se ven dificulta por Castoriad¡s - para el caso del psicoanálisis y la pedago—
dos también por la propia concepción que de ella se tiene. Dicha gía- desde la siguiente manera: por un lado, "embas deben
¡dea epgap1ada en conceptos tales como: "protagonista", "suje— apoyarse en una autonomía aún inexistente a fm de ayudar a
to—actor", "sujeto participante", "sujeto activo", de'ja oscurecido al crear la autonomía del sujeto…."*. Por otro, este imposibilidad
sujeto, por un proceso al que se sustenta desde la falsa idea de radica en la tentativa de querer votver autónomos & hom-
la búsqueda del mismo a través de lo sustancial. bres y mujeres dentro del marco de una sociedad heterónoma
y, yendo aún más lejos en este enigma aparentemente ¡nse—
luble, ayudar a los seres humanos a acceder a la eutanerma
(18) Se entiende al proceso de exclusión como: "La exclusión social es la a la vez que — o a pesar de que- ellos absorven e ¡ntenonzan
imposibilidad de poderperticipar en la sociedad y Ile ve a la vivencia de priva— las instituciones existentes... " ".../legamos de esta manera a
ción, de rechazo, de abandono y de expulsión, inclusive con violencia, de una una aparente antinomia, una cuestión profunda y difícil. Esto
parcela significativa de ¡a población.… Ella incluye pobreza, discriminación,
subalternidad, inequidad, no accesibilidad, no representación pública. Es por nos conduce a la política, y al proyecto de autonomíe como
lo tanto, un proceso múltiple que se explica por -verias situaciones de priva“— proyecto necesariamente social, y no meramente índiv¡dual... "
ción de Ia auto'ñ'c7n—uáfd'éfdesarmllo humano, de (a calidad de, vida, de Ia equi- (Casioriadis, 1990: 96).
iF'_— '

dady de la igualdad". Aldaiza Sposa1i. Material de estudio del Programa de


Estudios de Pos—graduados en Servicio Social. PUC/San Pablo.
(19) Según mi vtsr'o'n, esta es una carecten'stica arraigada en los Trabajadores (21) "El Servicio Social ya surge por lo tanto, en el escenario hístóricq con una
Sociales Argentinos. Sobre todo en los sectores de jóvenes profesionales cerca identidad atn'buida, que expresaba una síntesis de las prácticas soc:eles pre—
nos a su graduación y, más manifesto entre aquellas camadas egresadasbon capitalistas— represores y controladores— y de Ios'mecanismos y estretegtes pro-
posterioridad al advenimiento democrático en Argentina. Por otra pane, son estos ducidas por la Clase dominante para garantizarle marcha expans:onlsta y te defi—
,grupos de profesionales las que más cuestionan al Trabajo Social tradicional. nitiva consolidación del sistema capitalista " María Lúcta Martínelft, Serv¡c¡o So-
(20) Este "comportamiento"profesional se plantea tanto, en instituciones "más cial. Identidad y alienación. 1991.Editoñal Cortéz. San Pablo. Brasil. Pag, 6 7).
cerradas" e]… los hospitales, como en instituciones "más abiertas”, ej. salas (22) Se utiliza el término "imposibilidad" te) como lo plantea Castonadrs, o
comunitarias de atención priman'a de la salud. sea, desde la perspectiva Freudiane.

88 89
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social…
Capítulo Il

El Trabajo Social también se encuentra ante estaparado- " ::


mundo propio singular... ....este 'interior' es el que posibilita
ja y el1o es motivo de innumerab1es debates conformando un ' y condiciona primero un distanciamiento con relación el mun—
nudo problemático históricamente arraigado. Forma parte de »?
do considerado como meramente 'dado', y en segundo Iu—
la constitutiva cºntradicción de la génesis del campo y — me ger, una posición y disposición activa y actuante respecto de
permitiría aseverar que como tal— su tratamiento no ha sido ese mundo. Representáción, afecto e intención son al mismo
objeto de suficiente análisis, de allí la importancia que le atri- tiempo principios de formación del mundo propio y principios
buyo a la contribución de Castoriadis. de distanciamiento respecto de ese mundo y de acción sobre
Otras manifestaciones de las posibles "insuficiencias" se él ”…La socialización no es una simple suma de elementos
evidencian en: la dilución de las manifestaciones de "lo coti— externos a un núcleo psíquico que permanecen'e inalterado;
diano de ¡05 sujetos singulares" en virtud de una fuerte gravi- sus efec!os están ¡nextricablemente tejidos a la psiquis tal como
tación de las miradas "colectivas", macro y/o estructurales, lo ella existe en la realidad efectiva" (Castoríadís, 1998: 282, 314).
que -según creo- constituye otro obstáculo en las prácticas Ligado a lo antes señalado, la debilidad en los criteríos
de los Trabajadores Sociales. diferenciadores para la consideración de la "población objeto
La más reciente incorporación de corrientes teóricas de intervención", dificulta el reconocimiento de las
cuituralistas más cercanas a la antropología (Thompson, heterogeneidades provocando una diversidad de consecuen—
Genz), si bien facilita una mirada más amplia y abarcativa del cias de apreciación sobre el sujeto singular que lleva a una
contexto, no son incorporadas por ios profesionales para en- sobredetermínación del colectivo. Esta dificultad suele con—
riquecer la visión de los sujetos singulares. Creo que esta ducir en Trabajo Social, a la homogeneización de quienes
dificultad se manifiesta bajo una doble naturaleza. Por un lado, quedan incluidos dentro de diferentes categorías usadas por
lleva a pensar a 10 colectivo como un objeto que se erige por las ciencias sociales, tales como: "pobre", "sectores popula—' ,
encima de los sujetos adquiriendo vida propia… Por el otro, res", "pobres estructurales", "nuevos pobres", "población de —'
descuida la dimensión singular simplificando de este modo ¡o riesgo , grupos vulnerables." Ello conduce entonces, a una
socia), es decir, se escinde Ia intrínseca e insuperable imbri- incomprensión de la diversidad de to singular y, por lo mismo, :
cación entre lo singular—universalf a una simplificación de lo social. »… '
Este entramado está presente cuando Castoríadis rela- Esta inditerenciación puede ocasionar serias consecuen-
cione representaciones, afectos, deseos singulares y sociali- cias en el trabajo profesional y un padecimiento en los suje-
zación: "El flujo de representaciones, afectos y deseos es sin— tos con los que los profesionales se vinculan.
gular en cada ser humano singular. Puede decirse_que nues— Cast0ríadis, al hablar de lo histórico-social como dimen—
tra imaginación sensorial y sus componentes lógicos son idén— sión de Io,pplectivo…anónímo, vuelve sobre esta cuestión y
ticos en todos nosotros (lo mejor sería decir esencialmente habilita la visualización de su relación con el singular: -"La
similares). Pero en la medida en que sus productos son co- dimensión sociaI—hístórica, en tanto que dimensión de lo Co-
creados en grado decisivo por 'lo interno ', hasta esejmagine— lectivo y de lo anónimo, instaura para cada cua! y para todos
ción sensorial es al fin de cuentas singular..;.º——".—..si en su pri- una relación simultánea de ínterioridad y exterioridad, de par—
meraspecto (el aspecto perceptivo, involucrado con ¡o 'exter— ticipación y de exclusión, que no se puede abolir, ni siquiera
no '), la imaginación radical le crea el ser humano singular un 'dominar', aunque sólo sea en algún sentido poco definido de
mundo propio 'gene'rico ', un" mundo lo suficientemente com— éste término. La social es lo que somos todos y lo que no es
partido con los demás miembros de la especie huma na, en su nadie, ¡o que jamás esta ausente y cas¡jamás presente como
segundo aspecto, el aspecto propiamente psíquico, crea un tal, un no—ser más real que todo ser, aquello en lo que esta-
90 91.
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabejo Social.
Capítulo II
mos sumergidos, pero que jamás podremos aprehender 'en Como parte de la fragmentación del "conocimiento acer—
persona " es lo que se da como estructura-forma y conte- ca del objeto" yde "las prácticas de acción sobre el mismo“,
nido ¡ndísociables- de los conjuntos humanos, pero que supera se escinde —en.la actividad diagnóstica— la forma de presenta-
toda estructura dada,... " . . es lo que ndpuede presenta'rse más ción de "¡o conocido" acerca del objeto y ¡as propuestas que
que en y por la institución, pero que siempre es ¡nñnitamente se plantean sobre "como trabajar con el objeto", perdiendo así,
. más que institución, puesto que es, paradójicamente, ¿: la vez la relación permanente y simultanea entre ambas actividades.
te que llena la institución, lo que se deja former por ella, lo que
sobredetermina constantemente su funcionamiento y ¡o que, a Otra práctica usual, es reducir ¡a investigación a la "etapa
fin de cuentas, ¡a fundamenta: la cree, la mantiene en existen— diagnóstica" no incluyendo las estrategias metodológicas de la
cia, la altera, la destruye"(0astoriadis, 1993.V01 II: 191). práctica de investigación. Ello, limita la resolución de cuestiones
sociales de alta complejidad como son las ptoblemáticas que
La todavía presente concepción de "modelos de aborda-
debe afrontar el Trabajo Social. Las consecuencias de tal hábito
je" a modo de receta, configura otro eje problemático.Trae
se pueden analizar en una relación de doble dirección:
consigo un lugar "pasivo" de lo social dejando poco espacio
para la construcción en la relación sujeto/objeto. - º Por un lado, el diagnóstico obtenido es general. Explica "des—
de afuera" el problema social, sueie presentarse reducido a
La idea de "niveles de abordaje", a su vez, contribuye a
las cuestiones estructurales del mismo, más que analizar su
dicha disociación. Esta presencia - no siempre explícita, ya
que, en el discurso hablado se la considera críticamen1e— en particular proceso de estructuración, su especificidad.
los planes de estudio de ¡a carrera de Trabajo Social en Ar- ' Por otro, los instrumentos metodológicos utilizados en la
gentine,“incide en la formación desde una perspectiva intervención, al ser desarticulados de la actividad
"etapista" (23). Al retorno de ¡& democracia en 1983 se inicia un investigativa se convierten en meras técnicas.
proceso de revisión de los planes de estudio y se "cuestiona"

, ºx.”
la concepción subyacente detrás de la fragmentación resul- Quizás, la concepción arraigada en el colectivo profesio:
tante de organizar las curriculas en torno a "caso social indi— nal de que ¡a práctica resuelve por sí misma, está asociada el
vidual", "abordaje grupal" y "comunitario". Sin embargo, no imaginario de que el “método tiene vida propia", que puede
se logra construir una propuesta de ruptura con tal concep— ser aprehendido como receta,"desde la misma práctica", a
ción, persistiendo Ia fragmentac¡ón. Ella aparece oculta de- través de la "sistematización" () de “la investigación-accíón".
trás de nombres diferentes que —a mi entender— profundizan Estas variantes no afectan la matriz central de este pensa—
la confusión vaciando de contenido a las asignaturas y'des— miento que en grados diferentes, encubre la visión positivista
articulando el objetivo pedagógicoº“: de que solamente nos percatamos de los hechos por ¡a ob-.
servación, () de que los observables son los contenidos de la
experiencia inmediata y, por tanto, los hechos cognoscibles
(23) Et término es uti/izado para expresar una concepción con cierto arraigo más simp1es (Malacalza, 1995… Revista Margen No 3).
en ta formación profesional — especialmente en las prácticas pre-profesiona-
les- en Argentina que, escinde et pr'oceso de conocimiento en inserción -eje— El problema de la articulación entre)o específico y el con—
cución, planificación—íntervención, investigación-íntervención. texto, de la relación entre la par1e y el todo, entre lo particular
(24) Por ejemplo: en las carreras de Trabajo Social e la Escuela Superior de y lo general, configura otra manifestación que se expresa en
Trabajo Social de ¡a Universidad Nacional de La Plata y en !a de la Universi- la dificultad de considerar lo singular, lo particular y lo univer—
dad Nacional del Centro (Tandil), se reemplazan las materias “individual", "gru- sal, inextricablemente unidos, acarreando cons cuencias
po", y "comunidad" por Trabajo Social II, III y IV.
sobre la propia práctica del Trabajador Social.
92
93
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Socia). Consideraciones Finales

ber ruptura entre material y categoría, entre hecho y sentido…


Consideraciones fmales
Y este mundo de significaciones, al ser aquel en el cual vive el
'sujeto ' del conocimiento histórico, es también aquel en fun-
ción del cual capta, para comenzar, el conjunto del material
histórico…"( Castoriadís, 1993.V0¡ ¡: 25).
Estas dos historias de vida comparten en espacios geográ—
En definitiva, en el Trabajo Social es usual encontrar que
ficos, políticos, sociales y profesionales diferentes, acontecimien-
la complejidad de lo social se diluye, tanto en los procesos
tos que conmocionan a la sociedad del siglo XX. Este escenario
interpretativos y/o explicativos, como en los de resolución u
operativos. Ello está posiblemente asentado, en la dificultad compartido, caracterizado por la irrupción de un instituyente
de reconocer que 10 social es "constitutivamente" complejo y cuestionador del imaginario social de la modernidad es, a mi
que su desagregación no implica una simplificación entender, el contexto de la emergencia de las profundas reflexio-
nes de Cornelius Castoriadís acerca de'l_a institución de la so—
Esta simplificación de ¡o social histórico puede, por un
lado, provenir de lo que Rozas identifica como: que la ciedad y es, así mismo, la base sobre la cual construyo los
construcción del objeto de intervención se haya realizado de interrogantes que me lteven a dialogar con el autor. '
manera discontinua, produciendo prácticas vulnerables que Algunas similitudes en ambas historias, militancia política, ten—
no han aportado significativamente en el desarrollo del saber dencia política en los o'rígenes, clandestinidad, exilio, rechazo el
profesiona/"(Rozas, 1998: 62). autoritarismo, tránsito hacia la academia, me sugieren los moti—
Por otro lado, la " insuficiencia" puede originarse por pen- vos por los cuales la obra de Castor)adís opera una seducción
sar lo social histórico como mero producto de articulaciones intelectual sobre mí y me convoca a una apropiación priorizada
más o menos complejas de las relaciones sociales. Sin em— de categorías y conceptos desde el campo del trabajo Social.
En este diálogo, busqué recuperar de Castoriadis sus pre-
ocupaciones dirigidas específicamente a elucidar la cuestión
¡ntersubjetívas (aunque también sea esto) ni, ciertamente, su teórico—práctica de la reconstrucción política de las identida—
simple producto '. _Lo social-histórico, es ¡o colectivo anóni- des sociales en la sociedad contemporánea.
mo, lo humano impérs'or1Á—3/ que llena toda formación soc'ia"I“
La teoría del autor ofrece al Trabajo Social,)… frondoso
dada, pero que también la engloba, que diferencia,a cada
aporte para la comprensión de los procesos sociales, a los
sociedad entre las demás y las inscribe a todas en una conti—
nuidad en la que de alguna manera están presentes los que efectos de encontrar para el sujeto singular y colectivo, espa—
ya no son, los que quedan afuera e incluso los que están por cios de autonomía que como seres irrepetibles los/nos con—
nacer. Es, por un lado, unas estructuras dadas, unas institu- duzca & mirar de frente esa realidad personal y colectiva que
ciones y unas obras “materializadas”, sean materiales o no; y, nos construye, nos destruye y nos construye nuevamente…
por otro lado, ¡o que estructura, _instituye, materializa. En una En este sentido, Castoriadis acerca elementos para pen—
palabra, es la unión y la tensión de la sociedad instituyente y sar los alcances de la profesión, como así también, sus lími—
de la sociedad instituida, de la historia hecha y de !a historia tes. Para que ello ocurra, es preciso poner en cuestionamiento? »
que se hace. Si una sociedad es ¡o que es, ese algo distinto e) pensamiente heredado, superar viejas dicotomtas y ¡.
1f"
de los otros, es porque ella se creó el mundo que se creó" visualizar a Ia reflex¡on tal como el autor la interpre a, como
(Castoriadis, 1997, Re. Agora: 119). un instrumentoposibili'tádo_r de_ autonomía. "

96 97
La autonomía del sujeto. Diálogo desde el Trabajo Social.
Consideraciones finales

Su mirada acerca del hombre como creador—creado per— otra relación entre el discurso del Otro y el discurso del suje—
mite entender al colectivo anónimo en su verdadera compleji— to… " "... Un sujeto autónomo es aquel que se sabe con funda—
dad, y abre la posibilidad del cambio de sentido de una socie— mentos suficientes para afirmar: esto es efectivamente ver—
dad configurado por una nueva significación imaginaria so— dad y: esto es efectivamente mi deseo…" "...la eliminación
cial, donde ¡& dimensión de autonomía individual y colectiva
total del discurso del Otro, no sabido como tal, es un estado
cobre verdadera reievancia. no histórico…." (Castoríadis, 1993. Vol. I:. 178).
De esta forma, la perspectiva de Cestoriadis entroncada Por último, la afirmación del autor con quien dí'alogo acerca
en las ideas de significación imaginaria social e imaginario radi— de que 5' la libertad no es ni una utopía ni una fatalidad. Es un
cal, aporta para pensar la práctica profesional como promotora proyecto sociohístórico", fortalece la esperanza de la efectiva po—
de acciones tendientes a potenqíar e_n el sujeto con quien se sibilidad de Ia satida de la apatía y de la privatización que caracte-
trabaja la vertiente emancipádora y también, a pensers_e _e___sí
riza & las sociedades contemporáneas. Pero ello "solo puede ser
misma, es decir, según sus propias palabras "a reflexionarse- resuelto por l'a colectiwdadhumana, saliendo de su letargo y des—
lúcidamente"encontrendo nuevos_sentidos a su hacer.
plegando su capacidad creadora" (Castoriadis, 1997:154).
Los datos biográficos y autobiográficos constituyeron una
parte importante de dicho diálogo que fue propiciado por una
cierta homogeneización, tanto del momento histórico, como
de ciertas preocupaciones teórico/políticas y una sími_tar es—
peranza: el reconocimiento de la inviabilidad de una so—
ciedad reconciliada, también posibilita comprender que
las relaciones sociales en una sociedad instituida, pue—
déñ señadicalmente transformadas.
La postura crítica de Caston'adis respecto al pensamiento
heredado, ayuda a enriquecer la mirada de "¡o social" desde su
constitutiva complejidad: ¡a ¡mbricación de lo colectivo y lo singu-
lar, de 10 instituido y lo instituyente y de ¡a psique y la socialización.
Sus concepciones del homB?e como creador, del colecti—
vo anónimo como algo,,mucho más qUe la mera suma de
intersubjetividades y de ”sociedad como signiñcación imagina— . .… 4 . .,.,.,.
ria_gggiat, aportan elemen?ds?pára repensar la práctica profe-
sional. Por un lado, como promotora de acciones tendientes
a potenciar en el sujeto con quien se trabaja la dimensión
emancipadore, al decir de Castoriadis, de autonomía
Por el otro, a pensarse así misma como práctica autóno<
ma, en el sentido otorgado al concepto por el autor: “La auto—
nomía no es, pues, elucidación sin residuo y eliminación total
del discurso del Otro no sabido como tal. Es instauración de

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