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EJERCITO LIBERTADOR:

Brazo armado de la Revolución cubana durante las diferentes etapas de la lucha por
la independencia contra el colonialismo español iniciada el 10 de Octubre de 1868,
hasta su disolución en mayo de 1899, bajo la intervención militar de Estados
Unidos.

En la Guerra de los Diez Años (1868-1878) alcanzó, en su momento de mayor


auge, la cifra de 8 000 efectivos mal armados, peor alimentados y vestidos, y sin
paga. No obstante, le hicieron 80,000 bajas definitivas al Ejército de Operaciones
español en Cuba, que llegó a tener 100 000 hombres en una guerra que costó 700
millones de pesos al tesoro de la metrópoli.

Desde el comienzo de la insurrección y una vez instauradas las instituciones de


Gobierno de la República de Cuba en Armas, hubo cierto consenso acerca de la
necesidad de contar con un ejército disciplinado y con un mando centralizado. Sin
embargo,  el regionalismo predominante en la sociedad cubana de entonces, unido
a diversos factores de carácter político, económico y social, fundamentalmente las
contradicciones del sector radical de la clase terrateniente que dirigió la guerra
hasta la etapa final, impidieron que este propósito se convirtiera en realidad.

Esas fueron las causas fundamentales que condujeron al trágico desenlace de


aquella contienda con la capitulación del Pacto del Zanjón, después que los
revolucionarios habían combatido heroicamente durante una década. La causa
revolucionaria pudo ser salvada para futuros empeños gracias a la viril Protesta de
Baraguá, protagonizada por el mayor general Antonio Maceo.

Cuando de nuevo los cubanos se levantaron en armas en 1895, la lucha se había


preparado políticamente durante varias años bajo la guía de José Martí. La lección
del 68 fue aprendida por los patriotas. El Ejército Libertador contó con un mando
firme y con amplia independencia para conducir la guerra. El mayor general
Máximo Gómez asumió el cargo de General en Jefe desde el comienzo de las
hostilidades y permaneció ocupándolo hasta el final de la contienda.

Después de concluida la campaña de Invasión a Occidente en 1896, las fuerzas


del Ejército Libertador quedaron organizadas en 6 cuerpos de ejército con 14
divisiones, 34 brigadas y 84 regimientos, de los cuales 34 eran de caballería y 50
de infantería y otras fuerzas. Esta estructura respondía a la distribución territorial
más que a la cifra de efectivos, que alcanzó al final de la guerra alrededor de los 50
mil hombres, de ellos solo 25 mil armados.

Casi sin recursos este ejército combatió, mediante métodos combinados de lucha
con predominio de la irregular, contra el ejército más numeroso que potencia
europea alguna enviara a América (250 000 efectivos), le ocasionó 71 000 bajas y
dejó exhausta a la metrópoli, sin dinero, hombres ni energía para continuar la
guerra. Para 1898 las tropas españolas solo conservaban el dominio de las
ciudades, mientras las fuerzas revolucionarias eran dueñas de los campos y las
comunicaciones interiores.

Es entonces cuando se produce de manera oportunista la intervención militar


estadounidense. España fue derrotada en suelo cubano gracias a la activa
participación de las fuerzas del Ejército Libertador a las órdenes del mayor
general Calixto García.

El primero de enero de 1899 se arrió la bandera española y se izó la


norteamericana; Cuba se transformó de colonia española en semicolonia de Estados
Unidos. La anexión no fue posible por la enérgica resolución de los patriotas
cubanos. No obstante, se impuso un gobierno interventor militar que se mantuvo
hasta el 20 de mayo de 1902, fecha en que se fundó la nueva república de los
cubanos, solo que mediatizada por los designios de los Estados Unidos de América.

Material recopilado por: Lic. Leonardo Castillo Martínez. ICBP “Victoria de Girón”

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