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Lo qué la Biblia dice de…

Quien es Salvo?

Aportacion de Proyecto Hispanaya, A.C.


www.proyectohispanaya.org

Hay una tendencia común con la gente a hacer juicios negativos de otras
personas. En las escuelas secundarias, esta tendencia se demuestra en
pandillas. Algunos jovencitos ingresan a un grupo, y gradualmente empiezan a
pensar que ellos son mejores que los otros porque tienen mejor gusto.

Jovencitos, que no están “adentro” pueden ser objetos compasión o de


desprecio o aun de bromas crueles. De un modo o de otro la pandilla juzga de
una manera ligera a las otras pandillas como que si fueran de una clase baja de
seres humanos.

La misma tendencia de ver a los demás por abajo se muestra en varias


religiones. Algunos grupos religiosos son hacen tan egocéntricos que creen que
nadie de una fe diferente puede ir al cielo. Cuando es llevada a un extremo,
esta clase de actitud es más cruel que las pandillas de adolescentes.

Las enseñanzas de la Biblia contrastan absolutamente con esto. Para


comenzar con, Palabra de Dios nos dice que no etiquetemos a la gente como
“salvos” o “pecadores.” Jesús dijo, “No juzgues y no serás condenado”. “No
juzguéis, para que no seáis juzgados. Y ¿por qué miras la paja que está en el
ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo? (Mateo 7:1,3).

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras
concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? Quién eres tú
para juzgar a otro?” (Santiago 4:1)

Cuando el Señor estaba en la tierra, prevalecía una actitud de sentencia entre


los líderes de la Iglesia. Muchos pensaban que cuando viniera el Mesías, El
salvaría a los judíos y no a los demás. Cuando vino Jesús, lo condenaron por
reunirse con los no judíos y judíos.

Jesús desalentó este tipo de actitud: “Y dijo también á unos que confiaban de sí
como justos, y menospreciaban á los otros, esta parábola:” Dos hombres
subieron al templo á orar: uno Fariseo, el otro publicano.

“El Fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no
soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este
publicano; Ayuno dos veces á la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.“

Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que
hería su pecho, diciendo: Dios, sé propició á mí pecador. “Os digo que éste
descendió á su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado. (Lucas 18-9-14).
Puedes recordar la parábola del buen Samaritano, que paró para ayudar al
hombre herido que estaba al lado del camino. Aun cuando este Samaritano
estaba de la fe “incorrecta” (desde el punto de vista judío), Jesús dijo que el
Samaritano debería ser amado como a su semejante, porque él era un buen
hombre. De hecho El dijo que la persona que desee vida eterna deberá ser
como este samaritano. (Lucas 10: 29-37) aun pensando que el samaritano no
era ni cristiano ni judío. Jesús lo miro y vio que el corazón de la persona no
pertenecía a ninguna Iglesia.

La Biblia indica claramente que en la forma en que una persona vive, no solo lo
que el cree, determinara si irá al Cielo o no. Jesús dijo, “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de
mi Padre que está en los cielos.”." (Mateo 7: 21)

Una vez más “Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con
sus ángeles, y entonces pagará á cada uno conforme á sus obras.”(Mateo
16:27) “Y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; mas los que
hicieron mal, a resurrección de condenación.” (Juan 5:29) desde que la vida de
una persona, no solo su fe, determina su lugar eterno, Jesús previo que no se
salvarían muchos cristianos, porque ellos han vivido una vida de maldad.

“Después que el padre de familia se levantare, y cerrare la puerta, y


comenzareis a estar fuera, y llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor,
ábrenos; y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis.”, “ Y os dirá:
Digo que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos los obreros de
iniquidad. Lucas 13:25 - 27)

Una razón por la que un no-Cristiano puede ser salvado, es que pueda amar a
su semejante. Cualquier persona que genuinamente ama a su semejante
también ama a Cristo, aunque él no se de cuenta.

Jesús dijo, “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis
hermanos, á mí lo hicisteis. “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los
misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase
los montes, y no tengo caridad, nada soy.” (Mateo 25:40).”

Fe en Jesús sin amar a los semejantes no tiene significado.” (1 Corintios13:2)

El amor genuino, por otra parte, es una muestra de que una persona conoce al
Señor en su corazón, sin importar la religión que él profesa externamente. El
“amor cree todas las cosas.” (1 Corintios 13:7)

“Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien es de
Dios: mas el que hace mal, no ha visto a Dios. (3 Juan 11)

“Queridos, amémonos unos á otros; porque el amor es de Dios. Cualquiera que


ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios.”

” Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos
á otros.” (1 Juan 4:7 - 11)

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