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PARCIAL FINAL GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN.

MANEJO DE ANSIEDAD Y ESTRÉS EN TIEMPOS DE COVID 19

Laura Sofia Viloria Correa


Josue miguel Diaz Sierra
Jean Pierre Giovanni Ortiz.

Corporación Universitaria Antonio josé de Sucre.


(CORPOSUCRE).

Walter Rivera Banquet.

Facultad de ciencias sociales

Programa de Psicologia

sincelejo-Sucre

01 de junio del 2021


MANEJO DE ANSIEDAD Y ESTRÉS EN TIEMPOS DE COVID 19

En este contexto, “la ansiedad y el miedo son las primeras reacciones, pero luego viene
la incertidumbre y muchos otros sentimientos”, explica el psicólogo de Clínica Alemana,
Jaime Silva.

En un fenómeno como la pandemia los efectos en las personas serán distintos y


dependerán, por ejemplo, del momento en que cada uno se encuentre en su trayectoria
vital. En este sentido, el especialista advierte que hay quienes son más sensibles al estrés.

En este grupo están los niños y adolescentes, las personas con trastornos de salud
mental o aquellos, como personal de salud, que están sometidos a una fuerte presión.

Asimismo, la reacción que cada uno tenga puede tomar diferentes formas, pero es
importante saber que en episodios de estrés existe una respuesta subjetiva que, en
general, toma la forma de una emoción.

“Se puede vivir, por ejemplo, como ansiedad, pero también como tristeza, angustia,
rabia. Si bien el estrés es una condición a la cual todos nos podemos ver enfrentados,
hay una reactividad fisiológica frente a la amenaza que va a generar un estado
emocional que puede tener muchas formas”, detalla el especialista.

Y no solamente como emociones, sino que también como un estado de ánimo. Así,
cuando hay un estado de ánimo negativo, toda la percepción de la realidad estará
sesgada, pero la persona no necesariamente será consciente de aquello.

El estrés durante un brote de enfermedad infecciosa puede incluir:

Miedo y preocupación por la salud y la de los seres queridos.

Cambios en los patrones de sueño.

Cambios en los patrones de alimentación. El estrés es un inductor muy frecuente de


sobre ingesta.

Dificultad para concentrarse.


Empeoramiento de los problemas de salud mental crónicos.

Aumento del consumo de alcohol, tabaco o drogas.

Algunas recomendaciones que ayudarán a sobrellevar este periodo

Mantenerse virtualmente conectado. “Nuestra emocionalidad y experiencia gana


estabilidad en la relación con otros. Por lo tanto, tener la capacidad de mantenerse en
contacto con amigos y seres queridos es muy relevante. Hoy podemos estar en conexión
virtual”, explica el psicólogo.

Tener cuidado con exponerse a demasiadas informaciones: las redes sociales nos pueden
saturar. Para este tipo de situaciones es bueno buscar fuentes específicas de
información. Estar bombardeado por muchas voces puede crear confusión, angustia e
incertidumbre. Además, hay que intentar no estar pendiente en cada momento.

Orden. Vivir en un ambiente desordenado generará un efecto negativo en el estado de


ánimo. El acto de ordenar también puede tener un efecto positivo en las personas que lo
realizan.

Mantener rutinas. Las personas necesitan tener una estructura dada por actividades y
una organización diaria, que contribuyen a la estabilización anímica y emocional.

Pedir ayuda. Quienes estén en tratamiento psicológico o psiquiátrico deben procurar no


perder contacto con su especialista.

La pandemia del COVID-19 ha tenido un efecto enorme en nuestras vidas. Muchos de


nosotros nos enfrentamos a retos que pueden ser estresantes, abrumadores y provocar
emociones fuertes en adultos y niños. Las medidas de salud pública, como el
distanciamiento social, son necesarias para reducir la propagación del COVID-19, pero
pueden hacernos sentir aislados y aumentar el estrés y la ansiedad. Aprender a
sobrellevar el estrés de manera sana permitirá que usted, sus seres queridos y las
personas con las que está en contacto desarrollen una mayor resiliencia.

El estrés puede provocar lo siguiente:

● Sentimientos de temor, enojo, tristeza, preocupación, entumecimiento o


frustración
● Cambios en el apetito, los niveles de energía, deseos e intereses
● Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
● Dificultad para dormir o pesadillas
● Reacciones físicas como dolores de cabeza, dolores corporales, problemas
estomacales y sarpullido
● Agravamiento de problemas de salud crónicos
● Agravamiento de problemas de salud mental
● Mayor consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias

Es natural sentir estrés, ansiedad, angustia y preocupación durante la pandemia del


COVID-19. Las siguientes son formas de ayudarse, ayudar a otras personas y a la
comunidad a manejar el estrés.

Alternativas saludables para sobrellevar el estrés

● Tómese descansos y deje de mirar, leer o escuchar las noticias. Esto incluye redes
sociales. Está bien estar informado, pero escuchar noticias sobre la pandemia de
manera constante puede ser angustiante. Considere limitar ver noticias solo un
par de veces al día y desconectarse de las pantallas de teléfono, televisión y
computadoras por un tiempo.
● Cuide su cuerpo.
○ Haga respiraciones profundas, ejercicios de estiramiento o meditación,
ícono
○ de sitio externo.
○ Trate de comer alimentos saludables y comidas bien balanceadas.
○ Haga ejercicio regular.
○ Duerma bien.
○ Evite el consumo excesivo de alcohol, tabaco y el uso de sustancias.
○ Siga tomando las medidas preventivas de rutina (como las vacunas,
pruebas de detección del cáncer, etc.) según las recomendaciones de su
proveedor de atención médica.
○ Vacúnese contra el COVID-19 cuando la vacuna esté disponible.
● Hágase un tiempo para relajarse. Trate de hacer otras actividades que disfrute.
● Comuníquese con otras personas. Hable con personas ícono de sitio externo de su
confianza acerca de sus inquietudes y de cómo se siente.
● Conéctese con sus organizaciones comunitarias y de fe. Mientras haya orden de
mantener el distanciamiento social, trate de mantener la conexión con sus seres
queridos en línea, a través de redes sociales o por teléfono o correspondencia.

Ayudar a los demás a sobrellevar el estrés

Cuidarse puede prepararlo mejor para poder cuidar a otras personas. En tiempos de
distanciamiento social, es particularmente importante mantenerse conectado con sus
amigos y familiares. Ayudar a otras personas a sobrellevar el estrés a través de
llamadas
telefónicas o video llamadas puede ayudarlo y ayudar a sus seres queridos a sentirse
menos solos y aislados.

El duro aislamiento social por el confinamiento se suma que la carga de trabajo ha aumentado
(teletrabajo, conciliación familiar, apoyo escolar de los hijos…). Sin olvidar que, para muchos la
pandemia ha supuesto una amenaza de sus proyectos vitales y una alteración de su estilo de vida.

Si bien el ser humano dispone de mecanismos para hacerle frente, el impacto del estrés dependerá de
la percepción individual. Ante una misma situación de estrés cada persona puede reaccionar de
maneras muy diferentes en función de múltiples factores (personalidad, apoyos sociales, experiencias
previas, etc.).

Cómo sea esta percepción determina cuál será la respuesta neurobiológica al estrés. Si nos
sometemos a un estrés muy intenso o repetido, o si sencillamente se percibe como impredecible e
incontrolable, puede tener consecuencias importantes para nuestra salud, especialmente para el
cerebro.

Cuando nos estresamos nuestro organismo reacciona de la misma manera que si se tratara de un
proceso infeccioso, es decir, movilizando a las células que combaten una infección, aunque no exista.
Esto recibe el nombre de inflamación. El estrés es capaz de provocar reacciones en nuestro
organismo similares a las producidas por una infección, y eso incluye también a nuestro cerebro.

Aunque el estrés puede producir problemas cardíacos, digestivos, inmunológicos…, sin duda nuestro
cerebro suele estar peor parado.

Como en todo en la vida, hormonalmente necesitamos un equilibrio. El cortisol, conocido como una
de las hormonas del estrés, es necesario para regular numerosas funciones, pero cuando aumenta en
forma sostenida su producción y se rompe su equilibrio puede alterar numerosos genes que afectan
al sistema inmune y a procesos tan importantes como a la neuroplasticidad.

La neuroplasticidad podría definirse como la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a
nuevas experiencias. Gracias a ella somos capaces de adaptarnos y aprender de las nuevas
situaciones, además de hacer frente a circunstancias adversas. Lo malo es que el estrés actúa
reduciendo la neuroplasticidad y, por tanto, afecta a cómo nos enfrentamos a los problemas
Los cambios en el cerebro pueden ser responsables de la aparición de numerosos trastornos
neuropsiquiátricos, como el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y, sobre todo, la
depresión.

La depresión será en los próximos años otra de las pandemias con las que tendremos que convivir.
Se cree que será la enfermedad más diagnosticada en las próximas décadas. Posiblemente una de
cada seis personas sufrirá al menos un episodio de depresión a lo largo de su vida.

Si, como hemos explicado, la plasticidad nerviosa del cerebro disminuye por el estrés, la persona
tendría menos capacidad para hacer frente a los desafíos de la vida y menos recursos para
enfrentarse a los problemas del día a día. Por ello podría llegar a caer en un estado que se conoce
con el término de desesperanza.

Por otro lado, pensemos cómo nos sentimos cuando tenemos una infección. Estamos más cansados,
sin energía, sin ganas de hacer nada… Además, la exposición al estrés también modifica el comienzo
y el curso de muchas enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la enfermedad de Alzheimer, que
entre otras cosas se relaciona con alteraciones inflamatorias y de la plasticidad nerviosa. Justo las
mismas que inducen el estrés.

Existen estrategias que podemos usar para reducir las consecuencias del estrés: el ejercicio físico,
una alimentación equilibrada, los apoyos sociales y la meditación son algunos ejemplos de estrategias
que reducen sus efectos. Estrategias a tener muy en cuenta para afrontar la situación generada por
la actual pandemia.

debemos tener claro que son pocas las personas que no les ha dado duro actualmente lo
que se le llama covid 19, ya que más del 50% de la población tiene una estabilidad
económica y esto los ayuda a saber sobrellevar esta situación acerca de este virus.

pero el otro 50% de la población están viviendo crisis existenciales, por no tener empleo
ni cómo sobrevivir a eso le debemos sumar la situación que actualmente estamos
viviendo acerca de la REFORMA TRIBUTARIA; existirán personas que al tiempo si
esto no pasa se volverán locas, algunas hasta se podrán suicidar. con todo esto queremos
dejar claro que nosotros como psicólogos debemos de brindarle ayuda a todas esas
personas que tienen problemas con relación a la pandemia, pues está claro que el
psicólogo en esta situación tiene un papel muy importante. debemos de estar atentos a
todas esas mínimas cosas para aplicar nuestro.
Conclusiones:

El COVID-19 repercute negativamente sobre la salud mental de las personas de la población


en general, y en particular, sobre los grupos poblacionales más vulnerables. La incertidumbre
asociada con esta enfermedad, más el efecto del distanciamiento social, el aislamiento y la
cuarentena, pueden agravar la salud mental de la población; dicha situación también puede
afectar al personal de la salud.
BIBLIOGRAFÍA

https://www.clinicaalemana.cl/articulos/detalle/2020/aprender-a-manejar-el-estres-en-
tiempos-de-coronavirus-covid-19

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/managing-stress-
anxiety.html

http://medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/3203/2588

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